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Es el turno del Pueblo

Es el turno del Pueblo

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 5 de noviembre de 2021
Para Lampadia

“Pueblo” es la palabra preferida de los tiranos y demagogos. Sin embargo, en su nombre – en nombre del Pueblo – se cometieron los crímenes más atroces de la historia de la humanidad. Eso ocurre actualmente en países como Venezuela, Cuba y Nicaragua. Pero nada como la ex Unión Soviética, la Alemania Nazi, la España Franquista, la China de Mao, entre otros, donde – también en nombre del pueblo – se apresaron, torturaron y mataron a millones de personas, simplemente por disentir de sus autoridades. Como se ve, la demagogia no tiene ideología. Puede ser de derecha o izquierda. El problema es la demagogia. Y el común denominador es la tiranía.

El Presidente Castillo – nuestro demagogo No. 1 y aspirante a tirano – también gusta de la palabra “Pueblo”. Tanto que en su discurso de asunción de mando, dijo que urge tener una Constitución con olor, color y sabor a Pueblo. ¿Qué quiso decir? No lo dijo de frente. Pero está claro que – para él y su equipo – una Constitución con sabor a pueblo significa un régimen comunista, estatista, totalitario, y – sobre todo – a perpetuidad.

Felizmente, los peruanos no hemos caído en su juego.

El abrupto e incontenible descenso del índice de aprobación presidencial lo dice todo. Perú Libre – aquella organización criminal a la cual él pertenece – lo está llevando del pescuezo a la vacancia. Pueblo, ciudadanía. sociedad civil. Llámenle como quieran. Los peruanos – cada vez más – rechazamos la demagogia y la inoperancia del Presidente Castillo. El empobrecimiento que nos está trayendo lo convierte en un político fallido.

¿Cómo así nos estamos empobreciendo tan rápidamente? Pues por la falta de inversión privada, la cual se traduce en desempleo generalizado; y por la devaluación de nuestra moneda, la cual trae como consecuencia el alza generalizada de los precios de los alimentos, y el encarecimiento del gas doméstico, de los combustibles, de los fertilizantes e insumos para la agricultura y la industria, de todos los equipos importados… el empobrecimiento de los peruanos – es decir, del Pueblo – es generalizado y acelerado.

Efectivamente, ya pocos le creen al Presidente Castillo. La credibilidad presidencial está por los suelos. Su mensaje de lucha contra la corrupción más parece una broma. Dime con quién andas y te diré quién eres. A buen entendedor, pocas palabras. Su falta total de liderazgo – y la de sus ministros – se refleja en los constantes y violentos bloqueos de carreteras y quemas de vehículos e instalaciones de empresas mineras, petroleras y agrícolas. El problema es que muchos peruanos que dependen de dichas empresas, ya sea como trabajadores o proveedores de las empresas agraviadas – incluso ciudadanos que no tienen nada que ver en el asunto – sufren las consecuencias.

Así las cosas, el repudio del Pueblo hacia el Presidente demagogo es cada vez mayor, y cada vez más intenso. Por ello, ante la decadencia e inoperancia del Gobierno – incluida la inacción de los organismos de control del Estado – y ante la evidente corrupción de Gobernadores Regionales, Alcaldes, y demás funcionarios públicos, la ciudadanía – el Pueblo – está participando cada vez más decididamente en desenmascarar a estos sinvergüenzas. Y a los maltratadores, también. Caiga quien caiga. Y le duela a quien le duela.

Este artículo pretende marcar el derrotero del nuevo rol que nos toca a los ciudadanos de a pie… al Pueblo. Un Pueblo participativo y exigente respecto de nuestros derechos civiles. Un Pueblo confrontacional e intransigente frente a la corrupción en el Estado. Un Pueblo consciente de que – ante la corrupción y el maltrato – nosotros tendremos que asumir el rol de control y fiscalización de nuestro propio Estado.

¡Hay que rebelarnos! Es el turno de la verdad. Es el turno de la justicia. Es el turno del Pueblo. Lampadia




El verdadero perfil del pueblo peruano

El verdadero perfil del pueblo peruano

Rafael Venegas
Director Independiente de Empresas
Para Lampadia

Nos queda muy claro que el partido que ganó las elecciones tiene un objetivo central: convocar, a como de lugar, a una asamblea constituyente. Con ello pretenden hacerse del poder absoluto de inmediato y cambiar la actual Constitución para poder perpetuarse en el poder, a la imagen y semejanza de los demás países activos del foro de Sao Paulo.

Esto no es ninguna especulación, es lo que vienen predicando abiertamente y sin tapujos desde que iniciaron su campaña. Como esto no es legalmente posible, según la nueva constitución, tienen un plan para conseguirlo y lo basan en la premisa ¨eso es lo que quiere el pueblo¨ y que para eso los han elegido.

¿Pero a quien se refieren los ilustres líderes del gobierno actual cuando dicen ¨eso es lo que quiere el pueblo¨? ¿Quién es el pueblo?

¿Se referirán a un perfil de la mayoría de los peruanos o sólo a un grupo élite como se hacía en el imperio incaico o como se hace en los gobiernos totalitarios?

La respuesta políticamente correcta debería ser: ¨el pueblo¨ está definido por el perfil de la mayoría de los peruanos. Sin embargo, hay muchas razones para sospechar que este no será el caso.

También predican que el imperio incaico fue un gran ejemplo de virtudes y que fueron los conquistadores los que lo echaron a perder, maltratando, explotando y abusando del pueblo para robarse sus riquezas.

Basta revisar un poco la historia para enterarnos que eso es falso. El imperio incaico no fue la civilización ejemplar que nos pintan, al menos no lo era en el campo de la gobernanza.

Según la conocida historiadora María Rostworowski de Diez Canseco, el Tahuantinsuyu fue un imperio militarista, elitista, divisionista y semi esclavista. Ella apuntó que ¨La tan ponderada abundancia y justicia solo existía para la casta real; el resto, el pueblo llano y las etnias conquistadas, vivían en pésimas condiciones, sometidas a continuas guerras y a una explotación inhumana¨.

¨Por eso los cañaris, los chachapoyas, los huaylas, los huancas odiaban a los incas. El odio fue el elemento principal, el disolvente, que impidió que las diferentes culturas se cohesionaran en una sola nación. Y ese odio persiste hasta ahora¨.

Esto nos lo cuenta el escritor peruano Fernando Cueto Chavarría, ganador del premio COPE, en un artículo que publicó recientemente.

El imperio milenario y grandioso tuvo una caída estrepitosa e inmediato desmembramiento, con la llegada de los españoles. La conquista fue relativamente fácil debido al divisionismo y odio existente entre las etnias y culturas conquistadas a la fuerza por los incas, así como por la crisis política existente en ese momento, debido a la lucha por la sucesión del poder.

Así se dio paso al virreinato, que duro tres siglos bajo el dominio del reino español. En esos trescientos años se forjó una nueva identidad nacional. Se rescató algo del pasado incaico y se fusionó con las costumbres que trajeron los españoles, entre ellas la religión y el idioma castellano.

Además, las etnias indígenas se mezclaron con las españolas, generándose un gran mestizaje. Esto se dio primero entre los españoles y la elite incaica, pero luego se generalizó y multiplicó.

Esta nueva identidad de ¨todas las sangres¨ son los verdaderos peruanos originarios. Ellos se agruparon y comenzaron a conspirar y luchar por su independencia, hasta que la consiguieron. Así se fundó la República del Perú.

Hoy, doscientos años después, y gracias a los censos nacionales, a las encuestas y las estadísticas, es muy fácil determinar el perfil promedio de la población peruana (la mayoría). Este perfil es la representación mas fiel de lo que se puede llamar ¨el pueblo peruano¨, en vez del que convenientemente se refieren los políticos de turno, para justificar sus decisiones partidarias.

Aquí resumo las principales características que definen el perfil:

  • Según el último gran censo nacional, que se llevó a cabo en el 2017, el 60% de la población se considera así misma de raza mestiza y sólo el 30% como indígena (CN2017).
  • Otro dato importante es que la gran mayoría de peruanos viven actualmente en zonas urbanas y sólo el 20% viven en zonas rurales (CN2017).
  • En cuanto al idioma, el 82% de la población peruana tiene como primera lengua al castellano y sólo el 14% al quechua (CN2017). Esta es casi la misma proporción que los hispanos parlantes tienen en USA (13%).
  • La religión católica es profesada por el 60% de peruanos, 14% son protestantes / evangélicos y 25% no profesa ninguna (CIA World Factbook 2021).
  • En cuanto a los apellidos, la gran mayoría de peruanos tienen actualmente apellidos de origen español. Sólo tres de los treinta apellidos mas comunes en el Perú son de origen indígena, el resto son españoles (Heráldica Peruana DePeru.com).
  • En el frente político, es importante anotar que sólo una minoría se considera de izquierda o de derecha. La gran mayoría, mas del 70%, se considera de centro (Ipsos 2020). Esto quedó muy claro en la última elección, en dónde el partido ganador, que representaba a la izquierda radical, obtuvo solo el 10.7%.
  • En el frente social, la pobreza que era 20% antes de la pandemia, es hoy 30%. Sin embargo, la clase media (NSE C y D) supera el 50% (IPSOS y otras fuentes).
  • En cuanto a las necesidades que la población espera que el nuevo gobierno les resuelva, se destacan la salud pública y el combate a la pandemia (44%), la economía y el desempleo (41%), la educación (37%) y el orden público / justicia (25%) (Ipsos y otras fuentes).
  • Otro dato muy importante es que solo el 20% considera necesario el cambio de constitución (vía asamblea constituyente), mientras que un abrumador 77% cree que no es necesario el cambio o que sólo requiere de reformas aisladas (Datum y otras fuentes).
  • Por último, es importante anotar que la mayoría de los peruanos está de acuerdo con la economía de libre mercado y por lo tanto, en contra del estatismo. Están de acuerdo con las importaciones (69%), con el mantenimiento de los tratados de libre comercio (78%) y no quieren control de precios (67%) (Datum).

En resumen, se puede concluir que el perfil de la mayoría de la población peruana (o sea del pueblo peruano) es una mezcla variopinta de razas cuya gran mayoría es mestiza, su primera lengua es el castellano, es católico, tiene apellido de origen español, vive en zonas urbanas, es de clase media, se considera políticamente de centro y no es partidario del grupo político que ganó la última elección.

Además, la gran mayoría no quiere el cambio de constitución, prefiere la economía de libre mercado y espera que el nuevo gobierno les solucione prioritariamente los temas de salud, desempleo, educación y orden público / justicia.

¡Este es el verdadero perfil del pueblo peruano y no el que subrepticiamente se quiere utilizar para conseguir otros fines! Lampadia




El Pueblo

El Pueblo

Jaime Spak
Para
Lampadia

Un antiguo amigo mío que vive hace mas de 50 años en Estados Unidos, pero que siempre tiene presente la situación en el Perú, me hizo una pregunta: ¿por qué en tus artículos solo escribes de los problemas del Perú y no de las cosas buenas que tenemos?

Me puse a pensar y creo que al momento de escribir estoy en un estado de animo como muchos de mis compatriotas y me es difícil escribir positivamente en un momento tan negativo como el que estamos viviendo.

Pero siguiendo su sabio consejo, voy a intentar en este articulo ser positivo y hare una reflexión con respecto a esta palabra tan usada por el presidente Castillo y sus correligionarios: “el pueblo”.

 Castillo ha Indicado en innumerables ocasiones, que las grandes decisiones de su gobierno las iba a tomar el pueblo y entonces viene mi primer interrogante: ¿a qué pueblo se refiere?

Pues cada vez que Perú Libre habla del “pueblo “menciona a las personas olvidadas en las serranías, que evidente son parte del pueblo, pero creo que no mencionan al “otro pueblo”, aquel de la gente pujante, emprendedora, lo que algunos han llamado peyorativamente el ‘Nuevo Perú’.

Pero ese Nuevo Perú, no es nuevo, es el de siempre, de gente que ha trabajado de una manera indesmayable para lograr un futuro mejor para ellos y sus familias.

Si después de haber vivido la terrible época del terrorismo e hiperinflación, hemos podido avanzar a lo largo de los años y haber disminuido la pobreza en más de 30 puntos, es que ese pueblo ha tenido una gran participación en lograrlo.

  • El pueblo es gente como mi amigo Osmar, un pequeño comerciante cajamarquino que vino hace muchos años a la capital, empezó vendiendo frutas en una carretilla en Lince, y en base a su esfuerzo de años hoy en día es dueño de una bodega y vende sus productos incluso por delivery, en una pequeña camioneta que compro mediante un crédito blando, gracias a la competencia bancaria de una economía libre

  • Pueblo son Félix y Alonso, profesionales de la peluquería que han logrado en base a esfuerzo y al trabajo con la familia tener sus propios establecimientos para atender a la numerosa clientela.

  • Pueblo es Eusebio, el pescador que se levanta a la las 4 am para ir al Centro de Distribución de Villa María del Triunfo y traer el pescado fresco que distribuye a los mejores restaurantes.

  • Pueblo es la señora Juana, con la que me cruzo todas las madrugadas que camino y siempre tiene un gentil, buenos días, mientras está limpiando la ciudad, para que se vea pulcra.

  • Pueblo son los miles de trabajadores de construcción civil que trabajan en jornadas seguidas, para levantar bellos edificios en todo el Perú.

  • Pueblo es amigo Porta, que fue almacenero en la fábrica que yo dirigía y luego de renunciar a su puesto, constituyo una pequeña empresa que fue creciendo y hoy en día tiene una bella planta de alta tecnología y ahora es mi proveedor.

  • Pueblo es mi amigo Christian, kinesiólogo del equipo de mis amores y que, en base a su esfuerzo, es propietario de un centro de rehabilitación para deportistas y público en general.

Puedo seguir con muchos ejemplos más, pero lo interesante es que si les preguntan a ellos si desean un país comunista, pues rotundamente les dirán que no.

Lo único que desean es que los dejen trabajar y les den condiciones de estabilidad para que sigan progresando en cada uno de sus emprendimientos.

Pueblo es eso, y lo debe de tener muy presente el presidente Castillo, pueblo no es el arrogante de Cerrón que utilizando su puesto de gobernador de Junín delinquió y se ha ganado una sentencia firme.

Pueblo no lo representa un señor Ciro Gálvez, que cree que porque se disfraza y se dirige en quechua ya tiene patente de corso y se olvida que es muy cuestionado por sus malos manejos en la notaria de Huancayo, donde tiene muchas denuncias por malos manejos.

Pueblo no lo representa Bellido, que se presenta en el congreso y se pone a Chacchar Coca. 

Es como si la señora Bermúdez, primera ministra del anterior gobierno de Sagasti, saque su pan con palta para comer, mientras los congresistas le están dirigiendo la palabra. 

Uno puede hacer uso de sus costumbres, pero eso se hace en los lugares adecuados o privados y no frente a millones de televidentes.

A mi querido amigo le diría: el pueblo peruano es mas grande que sus problemas, puedo dar miles de ejemplos de gente emprendedora. He utilizado solo de gente que conozco y que los tengo cerca, creo que es la más clara expresión de lo que los peruanos deseamos. 

Somos un pueblo maravilloso, con una mixtura de razas y culturas, pero sobre todo los peruanos somos gente gentil, hospitalaria y muy trabajadora.

Voy a terminar con un pensamiento de otro amigo que vino de la Argentina y me dijo: “vivir en el Perú es un estado de ánimo” de aquí solo me sacan con mi traje de madera …. Lampadia




El ‘Pueblo’ piensa distinto

El ‘Pueblo’ piensa distinto

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

          Misión de Lampadia

  • Defender la economía de mercado, la inversión privada, el desarrollo y la modernidad
  • Promover el Estado de Derecho, un sistema judicial eficiente y la meritocracia para los funcionarios públicos

Fieles a nuestra misión seguimos defendiendo y promoviendo los valores e instrumentos públicos que producen sociedades prósperas, donde los roles del gobierno y la sociedad civil se sumen para generar el desarrollo integral: económico, social e institucional.

Ante la confusión de muchos ciudadanos sobre las relaciones causa-efecto que producen prosperidad y las que lo destruyen, agravadas por el desastroso manejo de la pandemia por parte del gobierno de Vizcarra y agudizadas durante el proceso electoral; hemos estado tratando de interpretar el sentir coyuntural de la opinión pública, de la estructura de pensamiento de los peruanos.

En esta línea hemos insistido en que la polarización política era de coyuntura y no representaba el verdadero sentir de la ciudadanía. Ver en Lampadia: El Perú no está partido en dos, Lo que pide ‘El Pueblo’, Castillo y su gabinete de guerra.

En esta ocasión hemos encargado a IPSOS una encuesta para explorar el pensamiento del ‘Pueblo’ ante la conformación del gabinete de Castillo y la orientación que va planteando su gobierno.

Veamos algunos resultados de la encuesta:

La mayoría de peruanos cree que Cerrón fue determinante en la formación de gabinete.

El 84% de los ciudadanos piensa que Cerrón debe alejarse del gobierno.

El 57% piensa que Sendero Luminoso o Movadef tienen amplia presencia o alguna presencia en el gobierno. Algo que debemos rechazar de plano.

El 83% de los peruanos considera que los ministros que han tenido expresiones de simpatía hacia el partido comunista Sendero Luminoso, deben ser reemplazados.

El 90% de los peruanos, 97% en Lima y 87% en el interior, considera que el modelo venezolano es un ‘mal modelo’.

El rechazo al modelo venezolano es universal, ya sea por ámbito, región, NSE, género o edad.

El 61% piensa que la situación del empleo seguirá siendo precaria.

Igualmente, el 68% considera que la pobreza aumentará, o se mantendrá como actualmente, en que ha subido de 20 a 30%.

Por otro lado, el 53% considera que la democracia y la libertad están en peligro. Este indicador llega a 67% en Lima.

En Lampadia venimos siguiendo los altos deseos de emigrar de nuestros ciudadanos, como uno de los peores indicadores que puede tener una sociedad. Hoy día, este indicador está en el 36% de los peruanos, llegando en Lima a 52%. Anteriormente estas cifras han sido peores aún, pero no era de esperarse que tuvieran este nivel con un gobierno nuevo.

Lo peor es que el deseo de emigrar es bastante más pronunciado entre los jóvenes (44%) y en los NSE más altos (65% y 52% en A y B, respectivamente). Lo cual nos dice, que además de la fuga de capitales que estamos presenciando, también estamos ante una muy perniciosa fuga de talentos.

Ver la ecuesta en el siguiente enlace: https://www.lampadia.com/assets/uploads_documentos/ba06a-actitudes-opinio-n-pu-blica-8-de-agosto-resultados-de-intere-s.pdf

Es pues urgente que el gobierno rediseñe la conformación de su gabinete y que recoja el verdadero sentir del ‘Pueblo’ sobre la orientación de gobierno. Lampadia




Las lecciones aprendidas

Las lecciones aprendidas

Alejandra Benavides
Para Lampadia

Escribo este artículo un domingo. En el que me despierto con la trágica noticia de que ha habido dos muertes en las “protestas de la indignación”, para luego enterarme de que ya no tenemos presidente. Hay un vacío en el liderazgo de mi país, que pretende ser tomado a la fuerza por aquellos que sienten que sus gritos son más fuertes que mi silencio. Aquellos que se sienten empoderados por la constante validación (o agitación) de gran parte de la prensa, que, sin ningún reparo, tomó como consigna que Merino De Lama tenía que irse. Todo esto, deja lecciones que darán forma a la manera en que políticos y ciudadanos vivan en esta frágil democracia.

Presiento que, a pesar de todo el caos de esta vorágine vivida, lo único que los peruanos hemos aprendido es que la calle vale más que las urnas.

  • Que los intereses de unos, valen más que los votos de otros.
  • Que “el pueblo” no significa “los ciudadanos”, sino significa “los ciudadanos que salen a protestar” y que las elecciones democráticas son simbólicas.
  • Que tienen derecho a expresarse, mas no de responsabilizarse por sus actos y menos de elaborar propuestas concretas.
  • Que la frustración puede salir como vómito que otros deben limpiar, y que no existen consecuencias a nuestros actos.
  • Que nuestra indignación puede ser selectiva, y que la participación política ocasional pero fulminante.
  • Que las instituciones son como adornos o “ideas” que sólo se reconocen cuando se alinean a los intereses propios.

Los futuros presidentes han aprendido que pueden ser mentirosos, corruptos y cobardes, pero que, escudándose en un buen discurso, pueden mantener a las masas encantadas. Que no tiene que haber coherencia entre su decir y actuar. Que las intenciones valen más que los hechos, y que la ineptitud se puede justificar con esfuerzo. Que una prensa aliada, dependiente de dádivas enmascaradas como “publicidad estatal”, encuestadoras serviles y algunos voceros influyentes son indispensables para gobernar. Que encontrando un chivo expiatorio- un enemigo común, se puede mover las pasiones más bajas de las personas y crear las más tóxicas alianzas basadas en odios. Que teniendo como aliada a la fiscalía y poder judicial, será, en gran medida intocable. Y, que siempre habrá forma de destruir a aquel que intente cuestionar su poder.

Los futuros congresistas han aprendido que para poder mantenerse en el poder y terminar su mandato, deben mantener felices a las masas reaccionarias. Que la política no es conversar, negociar y acordar, sino generar alianzas fútiles basadas en intereses personales y populares. Que las decisiones se pueden cambiar en cualquier momento, y que la defensa de una posición no es sinónimo de coherencia sino de intransigencia. Que el valor más grande recae en generar oportunidades para imponer sus propias agendas.

Finalmente hemos aprendido que esta no es una nación, sino un grupo de gente que habita un territorio llamado Perú. Lampadia




Hasta que la verdad sea la principal herramienta de la política

Hasta que la verdad sea la principal herramienta de la política

Fausto Salinas Lovon
Desde Cusco
Para Lampadia

¿Hasta cuándo los peruanos seguirán creyendo al señor Vizcarra y sus ministros?

¿Hasta cuándo la verdad no será una herramienta de la política y los políticos seguirán apelando al embuste, la vaguedad, la hipérbole, la mentira abierta, la amnesia del pueblo o al cinismo en sus actos políticos?

Aquí algunos datos en materia de salud que silencian cualquier aplauso impertinente frente a una gestión que en varios aspectos y en particular en el combate contra el Covid no resiste más y debe cambiar.

CRONOLOGIA PREVIA

  • El 30.12.2018 en Supe, el presidente Vizcarra anunció que se iban a entregar entre 60 y 80 hospitales o centros de salud el 2019.  Lo ratificó en TV y ofreció además 1,000 centros educativos.[i]
  • En el mensaje del 28.07.2019, anunció la ampliación de la universalización de la salud, subió a 85 el número de establecimientos de salud ofrecidos y mencionó tres hospitales en particular: Puno, Espinar y Huancavelica, así como ofreció implementar el Hospital Lorena del Cusco.[ii]
  • El 30.09.2019 disolvió el Congreso y se hizo de todos los poderes.
  • El 30.10.2019 anunció las medidas post cierre del Congreso. Ni una coma referida a la infraestructura de salud ofrecida, ni señal de avance o propósito de enmienda.[iii]
  • El 31.12.2019 fecha en que cerró la ejecución presupuestal de ese año y pese a que el presupuesto general se había incrementado en 6.9% por mayores gastos en Salud y Educación, no se vieron ni los 85 hospitales y centros de salud, ni los 1000 centros educativos ofrecidos. Al contrario. En Piura, por ejemplo, según Ojo Público[iv], al 21 de noviembre de 2019, sólo uno de los tres hospitales, el de Huancabamba, se hallaba con obras a tiempo, mientras que los de Huarmaca y Ayabaca estaban sumamente retrasados. En Puno y Espinar, donde se anunciaron nuevos hospitales, no se ha iniciado obra alguna y en el Cusco, el Hospital Lorena, monumento a la corrupta alianza entre el humalismo y las constructoras brasileras que apadrinó Luis Ignacio Lula Da Silva, sigue como un cadáver urbano, sin funcionar.
  • El 01.01.2020, para tener clara la situación de la infraestructura en Salud de nuestro país, se supo que el Ministerio de Salud sólo había ejecutado el 41.2% de su presupuesto destinado a obras de construcción y equipamiento de hospitales. Ese era el escenario con el cual el gobierno esperaba al corona virus, el día en que se supo que la China notificó a la OMS de la aparición del brote.
  • Entre el 01.01.2020 que comienzan las informaciones sobre este virus y el 30.01.20 en que la OMS declara que el corona virus es una ESPII ( emergencia de salud pública de importancia internacional), la propia OMS fue haciendo públicas advertencias, reuniones, notas e informes previos que daban cuenta de la gravedad de la crisis, sin embargo, la agenda política del gobierno y particularmente la del Presidente Vizcarra se hallaba ocupada en las elecciones parlamentarias (fue procesado por el jurado de elecciones por su intromisión “leve” el 07 de enero), la instalación de la Junta Nacional de Justicia, la reforma del Poder Judicial, la decisión del TC sobre el cierre del Congreso, la violencia de género y el onomástico de Javier Pérez de Cuellar. Sobre salud pública una mención de ironía el día 09: “el año 2020 sería el año de la Universalización de la Salud”.  Sobre el Covid, ninguna mención en su activa cuenta de twitter.
  • En febrero de este año, la agenda del gobierno siguió en temas políticos ajenos a sus competencias constitucionales. Basta ver el twitter del presidente Vizcarra que no se ocupa del tema corona virus hasta el 06 de marzo, cuando tenía el virus en casa.  Estas eran algunas de sus preocupaciones según la prensa nacional:
    • Los primeros días de febrero estuvo ocupado reuniéndose con congresistas electos.
    • El 21 de febrero estuvo inmiscuyendo al Poder Ejecutivo en las investigaciones de la JNJ contra los Fiscales Supremos Chavarry y Gálvez
    • El 28 de febrero estuvo en la entrega de credenciales a congresistas, para demostrar que estaban allí por su decisión
  • 6.03.2020 de marzo se anuncia la llegada del COVID 19 al país y se afirma:
    • Que “desde el momento en que se conoció la aparición del coronavirus en China, adoptamos un conjunto de acciones inmediatas para prevenir, detectar y tratar posibles casos de coronavirus en nuestro país.”[v]
    • Que debemos confiar en las capacidades de nuestro sistema de salud.

¿Se podría emitir semejante afirmación cuando el Ministerio de Salud no había entregado los hospitales ofrecidos?, ¿cuándo el gasto del sector no llegó al 42%? ¿Cuándo el tema no había estado en la agenda presidencial hasta ese día?[vi]

Seriamente no. Era solo una media verdad, sino una falsedad muy grave.

CRONOLOGIA DE LA CUARENTENA

  • 15.03.2020: Presidente Vizcarra anuncia: “Hoy existen 71. La adopción de estas medidas no signi­fica que dejarán de aumentar el número de afectados, pero tenemos que tomar la decisión para que, en este periodo de 15 días, comiencen a disminuir los casos. Si no tomamos estas medidas, el ascenso sería constante y permanente
  • 20.03.2020. Cesan a la Ministra de Salud. ¿No se dijo días atrás que se habían adoptado las acciones inmediatas para prevenir, detectar y tratar los casos y que debíamos confiar en nuestro sistema de salud?  ¿No es esta la evidencia de que el sector salud no se preparó para la crisis y que el presidente no estuvo gobernando, sino buscando controlar las otras instancias de poder? Es una ironía o una muestra de cinismo decirle al país, en estas circunstancias que “confie en las capacidades del sistema de salud” cuando se cambia a la jefa de ese sistema a los 5 días de iniciada la cuarentena.
  • 22.03.2020. Ministerio de Salud calcula en 2,996 casos de contagios para el 31.03.20. Sin embargo, por deficiencias y limitaciones en las muestras, solo se registraron 950 casos. Se embalsó la cifra. La proyección sin cuarentena era de 6,058 casos. A esta cifra se llegó, muy rápidamente, pese a la cuarentena, el 11 de abril, lo que demuestra que la efectividad de la medida sólo fue demorar los contagios estimados en 11 días. ¿Una hazaña para aplaudir?
  • 04.04.2020 El ministro de Salud, Víctor Zamora, afirmó que la curva de población contagiada por el coronavirus (COVID-19) alcanzará su punto máximo hacia el lunes 13 de abril aproximadamente.[vii]  Estamos a 46 días de la cuarentena y no hemos llegado a ningún punto máximo. Vamos en crecimiento libre, exponencial y descontrolado, sin que los “martillazos” anunciados por el presidente Vizcarra para justificar las prórrogas a la cuarentena hayan dado resultado alguno. Obviamente, el discurso oficial no se atribuye la responsabilidad, la traslada al peruano común y corriente que por carecer de refrigeradora y recursos sale cada día a procurar el pan para sus familias.
  • 24.04.2020 renuncia el poderoso Ministro del Interior, aliado en la guerra contra los opositores y la persecución política de los últimos años y caen los altos mandos policiales afines, en medio de denuncias graves de casos de corrupción policial en las adquisiciones de insumos, equipos y servicios para la emergencia.
  • 28.04.2020. IDL, ONG aliada del gobierno toma distancia y revela que el número de muertos en Lima es el triple de lo anunciado por el gobierno. Ministro de Salud señala que la diferencia se debe a diferencias en las estadísticas, pero no desmiente datos del medio denunciante y anuncia sanciones a funerarias.
  • 30.04.2020. La cifra oficial de contagios llega a 36,976 y la cifra oficial  de muertos a 1,051. El Perú ocupa hoy el puesto 15 a nivel mundial y es el segundo con más contagios y muertes en América Latina. ¿Algo que aplaudir?

GOBERNAR TIENE QUE SER DECIR LA VERDAD

Los hechos, aunque algunos seas reacios, inmunes o cínicos frente a ellos, nos dejan conclusiones.

  • La salud, como muchos otros temas del gobierno, han sido mero relleno en los discursos y acciones del gobierno y del presidente Vizcarra. “Universalizar la salud” es una broma de mal gusto cuando sólo se ejecuta el 41% del presupuesto, cuando no se ejecutan las obras y cuando los hospitales publicitados no han comenzado a construirse.
  • El coronavirus que ocupa el 100 % de la agenda del gobierno desde el 15 de marzo fue un tema sino ajeno, por lo menos irrelevante en la misma durante los dos primeros meses del año. Por eso, el “sistema de salud” lo recibe en condiciones precarias, sin planeamiento, sin estrategia y pedirles a los peruanos que “confíen en el sistema de salud” es una muestra de estupidez o de cinismo.
  • El control del Parlamento, el control de Tribunal Constitucional, el manejo de la Junta Nacional de Justicia, el control de la reforma judicial, la supuesta lucha contra la corrupción, la destrucción de la oposición política y la reforma político electoral, fueron los ejes de la política del señor Vizcarra desde el referéndum de 2018. No fueron la salud, la educación, la infraestructura o el funcionamiento eficiente del Estado. Estamos pagando las consecuencias de haber aplaudido (me excluyo) tremenda irresponsabilidad. Asuman su culpa quienes aplauden. También tienen que asumirla. La complicidad del elogio fácil no se esconde detrás del teclado del móvil o la pc.
  • Llenar la pantalla de la televisión pauteada con recursos públicos, el twitter, las redes sociales y todos los medios con una hiperactividad fatalmente ineficaz en la pandemia no borra años de inacción y meses de falta de atención a esta crisis
  • La cuarentena solo ha conseguido, en el mejor de los casos, demorar 10 u 11 días lo que hubiera llegado sin cuarentena, 10 días en los cuales un Estado elefantiásico como el nuestro y un gobierno con otras prioridades no pudieron cambiar el curso de las cosas. Se advirtió desde este y otros medios que podía ser necesaria pero no era suficiente.
  • El remedio (que no ha llegado) ha sido peor que la enfermedad. La economía del país está parada, el desempleo se ha disparado, las quiebras empresariales vienen en progresión geométrica pese a las medidas de reactivación, hay desesperanza de los jefes de familia frente al futuro. Hemos destruido al país, sin contener la pandemia. El peor escenario esperado.
  • Temas centrales como el destino del empleo y la necesidad de la suspensión perfecta de labores para salvar a algunas empresas viables, el retiro de los fondos de las Afps y la necesidad de no parar sectores económicos y reactivar otros, exigían decisiones y tomas de posición. Lavarse las manos puede ser un estilo de conducta, pero no es lo que el Perú necesita.
  • Lo peor no ha llegado aún. Los aliados y sostenedores del gobierno y hasta las guaripolas más conocidas toman distancia del desastre. Los contagios son más de los que se registran, los muertos (ya hay cifras y evidencias) son muchos más de los que se dicen y la crisis social y económica será mayor de lo que se imaginó. Los miles de peruanos que han sido empujados a la miseria claman por volver a sus comunidades y pueblos para sobrevivir allí con los productos del campo y bajo el refugio de sus ancestros: la fatal arrogancia de quienes se convirtieron de la noche a la mañana en nuestro padres y jefes de nuestro destino les ofrecen palo, vara y represión. Solo construyen la antesala del caos social.

¿Hasta cuándo Señor Vizcarra?

Deje de mandar elaborar encuestas para creer en ellas. Deje de adormecerse en el aplauso fácil. Deje de atribuir la responsabilidad a ministros, funcionarios y autoridades cuando el que gobierna es usted. Hágale caso a su conciencia. Hoy tiene 1051 muertos en sus espaldas según sus cifras oficiales y el triple según los estimados de sus aliados. No espere más. Tal vez ha llegado la hora de que vuelva al twitter y escriba sólo 8 caracteres: renuncio. También hay dignidad en asumir la responsabilidad por lo que no se pudo hacer o lo que se hizo mal por asumir, con fatal arrogancia, que desde el poder se puede planificar todo, hasta la voluntad de los ciudadanos. Será más indigno engañarse y engañarnos. La verdad puede ser su único y principal legado:  enseñarles a los políticos que al final usted le abrió paso a la verdad, aunque le cueste el poder y que ella si puede ser un instrumento de la nueva política, aunque no sea popular. Lampadia




La falacia de las expectativas bajas

La falacia de las expectativas bajas

Mas allá del riesgo “izquierdista”, un escenario “continuista” no tiene por qué causar alivio  

David Belaunde
Para Lampadia

En honor a nuestro flamante primer ministro, a quien parece interesarle el rubro, abriremos este artículo con una metáfora aeronáutica. Imaginémonos un jet volando a buena altura, pero ligeramente inclinado. El piloto acaba de expulsar al resto de la tripulación de la cabina y se ha encerrado solo. Algunos pasajeros temen que este quiera realizar una maniobra suicida y bajar en picada. Como pasan los minutos y eso no sucede, se calla a los alarmistas, y la mayoría de los pasajeros se despreocupa del tema. Es lo que se llama la falacia de las expectativas bajas: al no darse el peor escenario esperado, se pierde el sentido critico sobre cualquier otro desenlace posible.

Así, en las últimas semanas se ha dado un debate entre los que juran que Vizcarra nos va a llevar – coludido con la izquierda – a un régimen chavista o, por lo menos, evista, y los optimistas (aquellos vizcarristas “de centro”, digamos) persuadidos de que ese no es un riesgo real.

Los pesimistas consideran indicios tales como la actitud del presidente frente a Tía María, el nombramiento de Zeballos como premier, y el apoyo entusiasta de las bancadas izquierdistas.

Los optimistas, entre tanto, recalcan que nuestro “fáctico” premier nos ha asegurado que el modelo económico no va a cambiar, y que tenemos a una tecnócrata como nueva ministra de economía en vez de algún iluminado (aunque el hecho de que hayan escogido a alguien aun bastante joven puede dar a pie a suspicacias).

¿No hay entonces de qué preocuparse? Veamos:

En primer lugar, son varias las opciones posibles para minar el modelo económico en vigor. La más radical, que implica un cambio de política macroeconómica, parece poco probable a corto plazo. Pero una segunda opción afecta de pleno al ámbito microeconómico mediante el aumento de regulaciones. La probabilidad de que esta opción se dé sí es mayor. Y, generalmente, los estragos que ocasionan tales políticas luego generan la necesidad de alterar la política macroeconómica, aunque esa no haya sido la intención inicial.

Pero, sobre todo, en relación con los aspectos microeconómicos, el mantenimiento del statu quo ni siquiera es deseable. Como el avión en nuestra metáfora de partida, el país viene ya con una mala trayectoria en ese sentido: de una economía dinámica hacia finales de los 90s a la actual, que padece de excesivas regulaciones, una mano de obra relativamente cara y poco flexible, trabas a la inversión, falta de previsibilidad normativa, excesiva burocracia. NO cambiar de rumbo es condenar el país al fracaso. 

Además, el modelo económico ni siquiera es lo que importa más, puesto que las medidas en el ámbito sociocultural pueden tener un impacto aun mayor sobre la vida de las personas. Desde ese punto de vista también vamos muy mal orientados, con la proliferación, sobre todo en los últimos 3 años, de leyes liberticidas.

Ahora bien, aunque entendemos en principio cómo funciona la falacia de las expectativas bajas, cuesta creer que tantas personas, incluso preparadas, caigan tan fácilmente en ella. Y es que aquí interviene otra falacia común: la del chivo expiatorio.

Esto lo vemos en las declaraciones del propio Vizcarra, según el cual, parafraseando, el fujimorismo impedía el desarrollo. ¿De verdad? ¿La disolución del Congreso eliminará acaso la corrupción endémica en el país? ¿Existe acaso un gran plan, un paquete de medidas salvadoras, que acelerarán el crecimiento, y cuya ejecución los fujimoristas hubieran impedido?

Como decía Rene Girard, y como se ha visto de manera repetida en la historia, toda sociedad que no llega a resolver sus propias contradicciones decide designar y sacrificar a una persona o un grupo – generalmente el que tiene menos apoyo – viendo esta medida como un acto salvador. La tensión disminuye, y vuelve el optimismo. Ahora sí, piensan, nos va a ir bien. El pueblo no tiene la más mínima idea de qué medidas precisas se necesitan ni si el gobierno las tiene. Pero no hay de qué preocuparse, puesto que hemos realizado el sacrificio ritual, y ahora los dioses nos van a ser favorables.

Pues más lo vale, ya que hoy por hoy vamos por mal camino. Volviendo a nuestro metafórico avión, muchos pasajeros celebran, pero el suelo cada vez está más cerca. Lampadia




Los niños… nuestra arma secreta en la lucha contra el Dengue

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 23 de marzo de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

El Dengue – en Ica – está bajo control. ¡Quién lo hubiera imaginado! En el 2015 la epidemia apareció por primera vez en la región. En aquel verano se registraron decenas de casos. Después vino el invierno y la epidemia – aparentemente – desapareció. Aparentemente… porque el Dengue nunca desaparece. El zancudo que trasmite la enfermedad permanece oculto en forma de huevos o larvas – durante todo el año – en los recipientes de agua, y reaparece con renovada fuerza el verano siguiente. Aedes Aegypti se llama el desgraciado. Parece una cebra… es de color negro con blanco.

En el verano 2016 tuvimos centenares de casos. ¡10 veces más que el año anterior! Y se repitió la historia. Pasó el verano. Y con el frío vino la tregua epidémica. ¿Se acabó el Dengue? Nada que ver. Llegó el verano 2017 y tuvimos miles de casos. Incluso 2 fallecidos. ¡10 veces más que el año anterior! Los epidemiólogos dicen que así son las epidemias. Crecen exponencialmente año a año. Por eso este año – 2018 – esperábamos decenas de miles de casos. 10 veces más que el año pasado.

Ante tamaña amenaza recurrimos a nuestra arma secreta. Más de 200 mil soldaditos – toda nuestra población escolar – fueron instruidos sobre cómo combatir el Dengue en la región. “Ica, Ica, Ica… sin zancudo, Dengue y Sika” fue un estribillo que coreaban los niños y jóvenes durante la campaña que denominamos “Juntos Goleamos al Zancudo” la cual contó con una motivadora locución futbolera en la voz de Eddie Fleishman.

Ver Video:

“Lava, lava… tapa, tapa” fue otra muletilla que caló hondo en la población. Casa por casa – a lo largo y ancho de toda la región – todos los recipientes de agua se lavaron y taparon. Llantas viejas, bateas en desuso, tapas de plástico… todos los trastos que pudieran servir de hospedero del acebrado zancudo fueron eliminados. Hicimos campañas en los cementerios para cambiar el agua de los floreros por arena mojada. Además, los niños – tiernos, encantadores, brillantes, maravillosos – crearon canciones, poemas, y hasta actuaciones teatrales alusivas a la lucha contra el Dengue.   

Lo cierto es que nuestros soldaditos escolares hicieron un trabajo estupendo. ¡Controlaron el Dengue! En vez de decenas de miles de casos – que es lo que se esperaba, de acuerdo a epidemiólogos expertos en la materia – en lo que va del presente verano tenemos 3 casos de Dengue confirmados. ¡Tres! ¡1, 2, 3… y paremos de contar! ¡Extraordinario!

Pero ¡cuidado! La lucha no ha terminado. El año pasado tuvimos casos de Dengue hasta junio. Y recién vamos terminando marzo. Es verdad que ya pasamos los meses más calurosos. Pero no debemos bajar la guardia. Sigamos con el “lava, lava… tapa, tapa”. Sigamos con el cambio de agua de floreros por arena mojada. Sigamos eliminando todo cachivache que pudiera almacenar agua… tal como lo hemos hecho hasta ahora. La victoria total está a la vuelta de la esquina.

Ahora bien ¡cómo es la vida! Como no hay Dengue, no hay problemas. Y como no hay problemas, no hay noticias. Ni para mal ni para bien. Los congresistas carroñeros, los periodistas chantajistas, el Colegio Médico de Ica… ¡están mudos! No han emitido un solo comentario respecto a este gran logro regional. Está clarísimo. La salud pública les importa un bledo. Esos tipos están para encubrir mafias. Para eso sí son buenos.

Felizmente, ese no es el caso de muchos iqueños de buena fe que valoramos – sin límites – el trabajo realizado por nuestro ejército de soldaditos. Ellos – los niños – fueron nuestra arma secreta para vencer la epidemia de Dengue en Ica. Ellos llevaron a cabo – exitosamente – lo que parecía una misión imposible. No hay palabras para expresar nuestra admiración y gratitud por lo que han hecho para el bienestar del pueblo iqueño. ¡Nuestros niños son lo máximo! ¡Palmas para ellos! Lampadia




A mayor crisis mayor tranquilidad

Editorial

La crisis política que se ha profundizado durante los últimos meses, está llegando a niveles muy peligrosos para la vida nacional. Las recientes revelaciones sobre las supuestas relaciones del Presidente Pedro Pablo Kuczynski con Odebrecht, son suficientemente graves en sí mismas como para que, además, los representantes de Fuerza Popular agreguen expresiones que solo exacerban los ánimos.


Fuente: elpais.com

Los momentos difíciles de una nación deben llamar a las reservas de grandeza que todos tenemos. En un momento de crisis, especialmente, en la política, se deben prender luces y no buscar réditos propios.

Es muy claro que el Presidente tendrá que aclarar su situación con el máximo esfuerzo de responsabilidad y consecuencia. Los peruanos debemos esperar sus palabras con tranquilidad.

Por otro lado, no se entiende que los voceros de Fuerza Popular (como los congresistas Becerril y Salaverry), se multipliquen en insultos y declaraciones destempladas, en vez de aprovechar la oportunidad para mostrar algo de grandeza.

Este último evento se presenta como una cereza negra de un postre agrio. En las recientes semanas se ha desatado una guerra de todos contra todos. El único poder del Estado que no estaba en la lucha era el Poder Electoral, pero justo ayer entró a los medios reclamando los recursos que el Congreso no les había facilitado.

Este es un momento para respirar hondo, para ponderar, para dar un buen ejemplo, y, sobre todo, para ¡GRANDEZA!

Lampadia

 

 




Reflexiones sobre la política de nuestros días

Pablo Bustamante Pardo
Director de
Lampadia

La elección por el voto popular no conlleva la ‘iluminación’ por parte del Espíritu Santo. Más bien, en el mundo en general, y en el Perú en particular, los ciudadanos que acceden a la política, y ocupan las curules parlamentarias, llegan cada vez menos preparados para entender y diseñar las políticas públicas que permitan emprender y consolidar los caminos de la prosperidad.

Los problemas más complejos de los seres humanos, como la derrota de la pobreza, no se resuelven por arte de magia, ni de un día a otro, su superación supone procesos largos y consistentes, y más esfuerzos que celebraciones.

Sin embargo, el perfil de los políticos modernos, desde el Reino Unido, España y EEUU, hasta Chile, Brasil y Perú, es de personajes más osados que ponderados, con menor preparación y menos experiencia, y completamente orientados al corto plazo; a diferencia de los ‘políticos por vocación’, que, en décadas no muy lejanas, comprometían su vida a la política, desde la base de partidos políticos que hacían gala de visiones e idearios de largo plazo.

Hoy la política se aloja solo en el corto plazo. Los partidos políticos no representan cuerpos de pensamiento, son solo vehículos de acceso al poder. La multiplicación de movimientos políticos y la alta rotación de congresistas, de un período a otro, no permiten el empoderamiento de políticos experimentados, que ostenten liderazgos amplios.

Hoy día, además de los retos tradicionales del desarrollo, tenemos que enfrentar, adaptarnos y sacar provecho, de la ‘cuarta revolución industrial’, que está transformando dramáticamente la vida de los países, las empresas y las personas, en todo el espacio global.

Las tecnologías que configuran un nuevo mundo, avanzan exponencialmente, y el cambio es paradigmático. Si en 1920, la vida de una empresa era en promedio de 67 años, hoy día no pasa de 15. En los próximos siete años, 4,200 millones de personas se incorporarán al mundo híper conectado, trayendo una fuerza inmensa de innovación y cambio, como explicó hace pocos días en Lima, Peter Diamandis, en el Sura Summit.

Con esta revolución estamos transitando al mundo de la abundancia, donde puedes apostar por crecer diez veces en vez de 10%, donde aumentará la longevidad, y donde podremos empoderar a las mentes más jóvenes en todas partes del planeta.

Algunas evidencias de la Abundancia, según Diamandis

  • Durante los últimos 200 años el PBI global se multiplicó por 100
  • En 300 años, el índice de mortalidad ha caído precipitadamente
  • Hace 30 años se firmó el Protocolo de Montreal para prevenir la pérdida de ozono y mejorar el ambiente
  • El acceso a la electricidad es un indicador clave del crecimiento económico, calidad de vida y superación de la pobreza. Al 2017, la energía eólica ya es más barata que la energía nuclear en el R.U. (con la mitad de subsidios)
  • A pesar de los titulares, mejoramos continuamente con menor escasez de alimentos y menos hambre. La desnutrición en el mundo global ha bajado de 18.6% en 1991, a 10.8% en el 2015

Esta nueva realidad global, hace cada vez menos adecuada la capacidad y el carácter de nuestros políticos para entender el mundo y los caminos de la prosperidad. Ya podemos ver que la política desaprensiva y disfuncional de nuestros días, produce resultados contrarios al bien común, pero eso sí, llamativamente desplegables en la llamada ‘sociedad del espectáculo’.

En este entendimiento y reflexión es que en Lampadia, insistimos en exhortar a la clase dirigente a participar activamente en el debate nacional. Pues solo exponiendo visiones de largo plazo, estudios, análisis y benchmarks; desde la sociedad civil, desde el conocimiento del nuevo mundo real, podremos evitar que las políticas públicas sean producto de la inspiración de una noche o la expresión de ruidosas movilizaciones callejeras, recogidas por los intonsos de la política; y ver más bien, que estas se nutran de la rica y amplia oferta de bienestar del mundo exponencial.

En el mundo exponencial, no llegaremos a ninguna parte con políticos de pensamiento lineal. Necesitamos mejorar la calidad de los partidos políticos, atraer a las mentes de avanzada a la política, y comprometer a la clase dirigente en el pensamiento y acción que nos hagan un país próspero para todos. Lampadia




Viviremos peligrosamente

Viviremos peligrosamente

Por Carlos Alberto Montaner. Periodista y escritor cubano

(El Comercio, 04 de Enero de 2015)

El 2015 será un año extremadamente inestable en el Mediterráneo, pero la onda expansiva alcanzará a todo el planeta. La globalización también es eso.

La sacudida comenzará en Grecia con la probable elección del partido Syriza. La palabra es un acrónimo en griego que puede traducirse como Coalición de la Izquierda Radical. 

Y bien que lo es. Se trata de una amalgama antisistema, dominada por los marxistas, presidida por Alexis Tsipras, ingeniero de 40 años, líder estudiantil comunista en su juventud.

En Syriza se juntan estalinistas nostálgicos, trotskistas, anarquistas, anticapitalistas, antiglobalizadores, verdes que odian los transgénicos, antiamericanos, eurófobos, antieuros, y, por supuesto, propalestinos-anti Israel.

Esta montonera comenzó a gestarse hace unos años en las protestas contra las reuniones internacionales del Fondo Monetario Internacional o del Banco Mundial.

Los participantes acamparon en diversas plazas emblemáticas, desde Wall Street en NY hasta la madrileña Puerta del Sol, o se pelearon a pedradas contra las fuerzas del orden en media docena de ciudades, y hasta contaron con un manifiesto elemental, ¡Indignaos!

El programa de Syriza es perfecto para cautivar a un porcentaje elevado de los electores y, simultáneamente, hundir aun más al país. Le habla a una sociedad que tiene un 28% de desempleados y una deuda exterior del 200% de su PBI. Le propone a los votantes salir de la crisis con más Estado –aunque ya le entregan al sector público el 44% de toda la riqueza que se produce–,  gastando más y manteniendo el mítico “estado de bienestar”, con servicios buenos y “gratis” para todos.

Tsipras habla de derechos y no de responsabilidades. Rechaza la austeridad de la señora Merkel, tan ridículamente preocupada por el dinero que le entregan los laboriosos alemanes para que lo custodie, y la insolencia de los bancos y tenedores de bonos que pretenden cobrar los intereses pactados o los que se derivan del creciente riesgo-país.

Naturalmente, Tsipras combate la corrupción de los políticos y empresarios, que es mucha, pero no menciona la del “pueblo”, que defrauda a la Hacienda, simula enfermedades para recibir pensiones –es el país desarrollado con más “ciegos legales” del planeta–, cobra empleos en los que no trabaja, cuenta con centenares de profesionales sufridos, que pueden jubilarse a los 50 o 55 años con un 96% del salario, y, pese a tener un desastroso sistema público de enseñanza, posee cuatro veces más profesores per cápita que Finlandia, el país que mejor transmite los conocimientos, de acuerdo con las pruebas PISA.

El predecible triunfo de Syriza posiblemente impulse el de “Podemos” en España, una formación similar, dirigida por el joven profesor comunista-chavista Pablo Iglesias, con el agravante de que este viene de contribuir decisiva y alegremente a la destrucción de Venezuela, mediante diversos tipos de asesorías dados por una fundación afín a su grupo.

Iglesias y Tsipras, además de la ideología comunista, comparten un dato biográfico elocuente. Ambos han vivido siempre dentro del ámbito público, subsidiados o becados por el conjunto de los ciudadanos por medio de impuestos.

Quizás ello explica que ninguno de los dos advierta que los problemas de España y Grecia no derivan del mercado o de la distribución de ingresos, sino de la debilidad del tejido productivo. Ambos países, por cierto, exhiben un bajo coeficiente GINI (32 y 34,3 respectivamente. Mejores que Canadá y Nueva Zelanda).

Lo que España y Grecia necesitan es más capitalismo, pero del bueno, el que se funda en la competencia y la meritocracia y no en el compadreo y la coima. Requieren muchas más empresas exitosas y competitivas en la esfera privada, porque ya sabemos a qué círculo del infierno nos conducen las empresas públicas. Lo que también necesitan, son estados eficientes y honrados que ahorren y administren escrupulosa y transparentemente el dinero de los contribuyentes.

Ninguna persona sensata tiene nada en contra del estado de bienestar, siempre que la sociedad que lo disfruta lo haya elegido democráticamente y trabaje para costearlo. Como hacen, por ejemplo, los daneses o los austriacos.

Lo que resulta un disparate injustificable –la frase es de Ricardo López Murphy con relación a Argentina, tan parecida a Grecia y España–, es “trabajar como en Sicilia y querer vivir como en Suecia, pero culpando a Estados Unidos o a Alemania cuando, lógicamente, no se consigue”.