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El derecho de propiedad en el Perú (4)

El derecho de propiedad en el Perú (4)

Gunther Hernán Gonzales Barrón
Doctor en Derecho Summa Cum Laude. Universidad de Castilla-
La Mancha (Toledo, España). Ex Juez Superior Lima
Para Lampadia

CRECIMIENTO VERTICAL U HORIZONTAL, EN CIFRAS

Por la tipología de vivienda, el último censo 2017 arrojó el siguiente resultado:

  • 8’763,360 casas independientes (86,7% del total de viviendas particulares),
  • 820,605 departamentos en edificio (8,1% del total), pero con la atingencia de que 644,00 de esos departamentos se encuentran en la Provincia de Lima y Callao;
  • 126,308 viviendas en quinta (1,3% del total);
  • 85,708 viviendas en casa de vecindad (0,8% del total);
  • 166,374 chozas o cabañas (1,6% del total);
  • 130,932 viviendas improvisadas (1,3% del total).

Es cierto que las viviendas en edificio se han incrementado en 116,6%, es decir, más del doble en el periodo 2007/2017, sin embargo, el porcentaje global todavía es bajo para los estándares internacionales, pues representa menos de la décima parte del total, además, el número de unidades viviendas en departamentos está muy concentrado en la capital, pues, fuera de ella, se advierte un escaso desarrollo inmobiliario: Piura: 97,2% de casas independientes, Cajamarca: 96,8%, Tumbes: 96,4%, Ancash: 95,5%, Huánuco: 95,0%, Huancavelica y La Libertad: 93,8%, Lambayeque: 93,6%, San Martín: 93,4%.

¿HAY IGUALDAD DE OPORTUNIDADES ENTRE PROPIETARIOS?

Las ciudades contemporáneas tratan de crecer en forma vertical para evitar la expansión desmesurada del territorio, pues ello genera graves problemas urbanos, tales como: pérdidas de horas-hombre por necesidad de trasladarse a zonas cada vez más alejadas de los centros laborales o de producción; aumento de la contaminación ambiental por efecto del uso desmesurado de transporte motorizado; incremento del costo por la conexión de servicios domiciliarios en sectores más lejanos o poco accesibles; débil institucionalidad en zonas periféricas (coberturas deficientes o inexistentes en materia de seguridad, educación, salud); incentivo del tráfico de tierras, que, finalmente termina urbanizada por acción política, pero sin equipamiento y servicios que dote a los pobladores de un mínimo de calidad de vida. Por tanto, parece evidente que se necesita un crecimiento hacia arriba.

En tal sentido, el sector formal de la construcción, con soporte financiero y conocimiento técnico-legal, no tiene demasiados problemas en afrontar las regulaciones civiles, registrales, administrativas, municipales, urbanísticas, entre otras, para realizar proyectos de envergadura destinados a la edificación de viviendas en departamentos, pero ese esfuerzo no es suficiente para atender toda la demanda habitacional. En este punto surge la posibilidad de que no solo la gran empresa, sino también los pequeños propietarios ayuden a cerrar la brecha de vivienda mediante la construcción (autorizada y supervisada) en sus azoteas. El censo 2017 señala que existen 8’760,363 casas independientes, por lo que en muchas de ellas sería posible levantar un nivel adicional que incorpore área construida para satisfacer tal necesidad.

Sin embargo, el pequeño propietario, que pretende construir en los aires, sea con fines de arriendo o venta, tendrá que pasar por las mismas etapas que la gran empresa: licencia de obra, conformidad, declaratoria de edificación, constitución del régimen de propiedad exclusiva y común mediante un reglamento interno, independización. No extraña, por tanto, el pequeño porcentaje de construcciones en azoteas que pueden formalizarse o regularizarse. La igualdad de oportunidades aconseja reglas diferenciadas, pero, esta falencia normativa no ha sido abordada.

Por lo demás, la falta de título de propiedad registrado de aires o azoteas determina que no se realicen inversiones que pudieron ser beneficiosas para la sociedad, o se realicen con menor rentabilidad, o que se pierda eficiencias, o que el valor de la vivienda represente solo el uso del inmueble, pero no su cambio. Finalmente, las consecuencias son lamentables, tanto en el ámbito económico, pero fundamentalmente en el social, pues, el ciudadano promedio no se identifica con un sistema legal que lo discrimina, produciéndose así un desprestigio de la legalidad.

PROPUESTA

La venta e independización de aires tiene dos etapas fundamentales: municipal y registral. La primera reclama un procedimiento simplificado centrado en evaluar la zonificación y seguridad constructiva. La segunda tiene que aligerarse en el sentido que el registrador no debería reexaminar los documentos ya aprobados por la municipalidad, por lo que solo bastaría cumplir el requisito del reglamento interno, que bien podría reducirse a un formato estándar llenado por los propietarios, pero siempre con el cuidado de describir literaria o gráficamente las secciones independientes.

La propuesta podría resultar novedosa en un país burocratizado como el nuestro, pero en Inglaterra, por ejemplo, cuyos derechos de propiedad están registrados casi en 100%, la agencia pública solo archiva los planos, ya validados, sin necesidad de una nueva revisión por los funcionarios del registro. En el Perú, con menos del 30% de propiedad formal, cada instancia vuelve a evaluar lo que hizo la anterior. La seguridad jurídica, por tanto, no depende tanto de una multiplicidad controlista, sino de un solo control aplicado en la dosis y momento preciso.​ Lampadia




No dejemos la mentira sobre la mesa

Datos demasiado grandes para el formato del archivo




Ahora el gobierno esconde la cabeza como el avestruz

Ahora el gobierno esconde la cabeza como el avestruz

El Perú sigue cayendo en el ranking del ‘Doing Business’ desde su pico en el puesto 35 hasta su caída en el puesto 50 este año. Esta vez, en el último año caímos 5 puestos, retrocediendo en 6 de los 10 indicadores usados por el Banco Mundial (BM) y estamos en el puesto 50 de los 189 países evaluados.

Increíblemente, el gobierno peruano pretende esconder la cabeza en la tierra cual avestruz. Tanto Angélica Matsuda, Directora Ejecutiva del Consejo Nacional de Competitividad, como el Ministro de Economía y Finanzas, Alonso (In)Segura, niegan el retroceso amparándose en el cambio de metodología del ranking. Nos quieren hacer tontitos, ocultando que el indicador del BM es una curva donde se compara a un país con todos los demás y, evidentemente, el cambio de metodología afecta a todos los países por igual. Una vergüenza, viniendo de una de las supuestas islas de excelencia del Estado peruano.

La caída solo es otra confirmación de la inflexión de nuestra economía e indicadores sociales producida desde el inicio del actual gobierno, desde el 2011. Ver en Lampadia: En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo.

Este 27 de octubre, el Banco Mundial publicó su último informe: ‘Doing Business 2016’. El informe de 348 páginas evalúa la facilidad para hacer negocios en 189 países de todo el mundo a través de 11 factores: obtener electricidad (en términos de fiabilidad, precios y transparencia), manejo de permisos de construcción, comercio transfronterizo, pago de impuestos, protección de los inversionistas minoritarios, registro de propiedades, obtención de crédito, resolución de insolvencia, cumplimiento de contratos, regulación del mercado laboral y requisitos para comenzar un negocio.

Desde el año pasado, 151 de los países encuestados hicieron algunas mejoras y muchos países que progresaron en su puntuación general, cayeron en el ranking ya que fueron superados por las mejoras de otros. En otras palabras, no es suficiente que un país haga algunas mejoras teóricas en su clima de negocios; tiene que mejorar con respecto a los demás. Sus reformas deben superar a los otros países, es una suerte de competencia.

Cabe destacar que en el informe ‘Doing Business 2016’ ha habido un cambio en la metodología para evaluar el desempeño de un país en el cumplimiento de los contratos. Mientras que el tiempo y el costo de los litigios siguen siendo los índices para evaluar el desempeño de un país y su clasificación, la nueva metodología ha introducido un nuevo índice de la calidad del proceso judicial, que se evalúa sobre la base de la adopción de buenas prácticas que promuevan la calidad y la eficiencia del sistema judicial de un país. Un componente de este nuevo índice es la resolución de conflictos por medios alternativos, en particular con el arbitraje, la mediación voluntaria y la conciliación.

En su conjunto, América Latina y el Caribe tuvieron la menor cantidad de reformas regulatorias que cualquiera de las siete regiones del resto del planeta. Además, la región está calificada particularmente mal en las áreas de registro de propiedad y el pago de impuestos (un proceso que le toma a un empresario local 361 horas preparar, presentar y pagar impuestos, en comparación con 177 horas en otras regiones.

México mantuvo su lugar como el mejor clasificado para hacer negocios en América Latina, con Chile, Perú y Colombia un poco más atrás y todos se encuentran entre las 60 mejores economías de los países encuestados. Mientras tanto, los gigantes Brasil y Argentina se mantuvieron muy por detrás, en los puestos 116 y 121, respectivamente. Bolivia y Venezuela se mantienen en el tercio inferior de las economías evaluadas en los vergonzosos puestos 157 y 186 respectivamente.

Desde el informe del año pasado, el Perú ha caído cinco posiciones en el ranking mundial de “Doing Business” del BM. Está tercero en América Latina después de México y Chile, lo que significa que bajamos del segundo al tercer lugar entre los cuatro países de la Alianza del Pacífico.

Con 71.33 puntos, el Perú se ubica por encima del promedio de la región (59.07), comparado con México (73.72) y Chile (71.49). Sí superamos en la facilidad para hacer negocios a Colombia, Panamá, Brasil, Argentina, Bolivia y Venezuela.

El Perú ha estado trabajando supuestamente, para reformar algunos procesos principales:  facilitar los negocios, conseguir créditos y simplificar el pago de impuestos. Hemos mejorado el sistema de información de crédito con la aplicación de una nueva ley de protección de datos personales.

En la tabla inferior se puede observar el score de Perú en cada uno de los pilares de este ranking:

Ver el ranking completo en nuestro ‘Repositorium’ de Índices, Estadísticas y Rankings: Índice de Doing Business 2016. Y el cuadro anterior en:  http://www.doingbusiness.org/data/exploreeconomies/peru/#close

¿Qué se necesita para iniciar un negocio en el Perú? A nivel mundial, el Perú se sitúa en el puesto 97 en el ranking de 189 economías (ha caído ocho posiciones). Abrir un negocio en el Perú puede demorar hasta cinco veces más que en los países miembros de la Alianza del Pacífico. Según los datos recogidos por Doing Business, iniciar un negocio requiere de 6 procedimientos, toma 26 días y cuesta 9.8% del ingreso per cápita. En Chile la demora promedio es de 5.5 días, en México es de 6.3 días y en Colombia 11 días. Esto se puede observar más claramente en el gráfico inferior:

No olvidemos el ejemplo de híper regulación que presentó el Presidente del Banco Central de Reserva, Julio Velarde en Perumin sobre el sector minero. Ver gráfico:

Queda claro que tenemos muchas reformas por delante si queremos mejorar esta situación. No es solo una cuestión de que ha cambiado la metodología, sino que no hemos avanzado tan rápido en las mejoras como las demás economías y en muchos casos seguimos retrocediendo.

El ministro de Economía, Alonso (In)Segura insiste en negar la realidad: “No hemos hecho nada mal, lo que ha habido es, y el Banco Mundial también lo afirma, que han cambiado la metodología, son 10 indicadores los que miden, han cambiado dos o  tres el año pasado y han cambiado más este año, por tanto no son comparables los puestos“. Esta es una afirmación del ministro que supuestamente era el destrabador de los grandes proyectos. No ha destrabado ninguno y además a prácticamente paralizado las APP (Asociaciones Público Privadas) y las Iniciativas Privadas. No le hizo caso a Lampadia, que en agosto del 2014, hizo la propuesta de una estrategia para sacar adelante los grandes proyectos que debían sustentar el crecimiento de nuestra economía. Ver: Destrabemos megaproyectos para recuperar el crecimiento

No se puede seguir viviendo bajo excusas y mentiras. Seguimos malogrando nuestras oportunidades de desarrollo e inclusión. Lampadia