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Una revolución educativa sin costos adicionales

Una revolución educativa sin costos adicionales

En Lampadia venimos insistiendo en la necesidad de hacer una revolución educativa que nos permita una transformación acelerada la calidad de la enseñanza.

En las últimas semanas hemos presentado:

En nuestros análisis hemos enfatizado que en un país con las deficiencias educativas que tenemos no se puede seguir despreciando el aporte de la educación privada a la mejora de la enseñanza, como hacen el ministro y su sector. La educación privada aporta una inversión del 3% del PBI y está generando experiencias exitosas, muchas de ellas dirigidas a alumnos de familias de ingresos reducidos, como son los casos de Fe y Alegría, Innova Schools y Futura Schools. Además de los desarrollos innovadores y pioneros de centros educativos como el Colegio Áleph, liderado por León Trahtemberg.

Muchas de estas experiencias están creando estrategias y procesos educativos que debieran ser alentados por el Estado y, evaluados de cerca para aprovechar las técnicas que puedan adaptarse y escalarse a nivel nacional en la educación pública.

Como siempre, muchos descuentan esa posibilidad porque sería muy costosa, difícil de lograr con el sindicato único o, imposible por la preparación de los maestros. Sin embargo, todos estos desarrollos educativos contratan a los mismos maestros que trabajan el los colegios públicos. En esencia lo que hacen es inspirarlos, capacitarlos y motivarlos. Nuestra gente puede haber recibido una educación de mala calidad, pero hay muchas experiencias en educación y salud, que demuestran que los peruanos tienen condiciones naturales que les permiten transformarse positivamente con capacitación y ambientes aleccionadores.

Líneas abajo compartimos el video (y su trascripción en español) de TedTalk, en el que Seema Bansal relata la transformación acelerada de la calidad educativa del estado Haryana de India,  que tiene la misma población del Perú. Transformación lograda con elementos al alcance de todos y sin recurrir a grandes inversiones. El siguiente cuadro presenta las cifras de Haryana y el Perú.  

Veamos la presentación de Seema Bansal:

Video emitido en TedTalk

Mayo 2016

Transcrito en inglés por TedTalk

Traducido y glosado por Lampadia

 

0:11 Así que todos tenemos nuestros propios prejuicios. Por ejemplo, algunos de nosotros tendemos a pensar que es muy difícil transformar los sistemas de gobierno fallidos. Cuando pensamos en los sistemas de gobierno, se tiende a pensar que son arcaicos, pegados a sus costumbres y que, tal vez, el sistema de liderazgo es demasiado burocrático como para poder cambiar las cosas. Pues bien, hoy quiero desafiar esa teoría. Quiero contarles una historia de un sistema de gobierno muy grande que no sólo está en camino a reformarse, sino que también ha mostrado resultados bastante espectaculares en menos de tres años.

0:47 Así es como se ve un salón de clases en una escuela pública en la India. Hay 1 millón de escuelas de este tipo en la India. Incluso para mí, que he vivido toda mi vida en la India, es muy doloroso entrar a una de estas escuelas. Cuando los niños tienen 11 años, el 50% de ellos están tan atrasados en su educación que no hay ninguna esperanza de recuperación. Niños de 11 años que no pueden hacer una simple suma, no pueden construir una frase gramaticalmente correcta. Estas son las cosas que ustedes y yo esperaríamos que un niño de 8 años sea capaz de hacer. Cuando los niños tienen 13 o 14, tienden a abandonar la escuela. En la India, las escuelas públicas no sólo ofrecen educación gratuita, también ofrecen cuadernos, libros y comida gratis, a veces incluso becas en efectivo. Y, sin embargo, el 40% de los padres hoy en día están optando por sacar a sus hijos de las escuelas públicas y pagar de sus bolsillos para ponerlos en escuelas privadas. A modo de comparación, en un país mucho más rico, los EEUU, ese número es sólo el 10%. Esa es una gran prueba de que el sistema de educación pública de la India está fallando.

1:58 Dadas estas circunstancias, recibí una llamada en el verano de 2013, de una señora absolutamente brillante llamada Surina Rajan. Ella era, en ese momento, jefa del Departamento de Educación Escolar en un estado llamado Haryana en la India. Así que ella nos dijo: “Mira, yo he estado dirigiendo este departamento durante los últimos dos años. He intentado varias cosas y nada parece funcionar. ¿Podrías ayudarme?”

02:23 Vamos a describir un poco a Haryana primero. Haryana es un estado que cuenta con 30 millones de personas. Tiene 15,000 escuelas públicas y más de 2 millones de niños en dichas escuelas públicas. Así que, básicamente, con esa llamada telefónica, prometí ayudar a transformar a un estado y a un sistema que era tan grande como el Perú o Canadá. A medida que empecé este proyecto, era muy consciente de dos cosas. Uno, que nunca había hecho nada como esto antes. Y dos, muchos otros habían intentado, quizá sin demasiado éxito. A medida que mis colegas y yo analizábamos todo el país y buscábamos en todo el mundo, no pudimos encontrar otro ejemplo que pudiéramos recoger y replicar en Haryana. Sabíamos que teníamos que elaborar nuestro propio proyecto.

Fuente: TedTalk

03:11 Pero de todos modos, nos metimos de lleno en el proyecto y salieron todo tipo de ideas. La gente dijo, “Vamos a cambiar la forma en que contratan a los maestros, vamos a contratar a nuevos directores y formarlos y enviarlos en viajes internacionales de aprendizaje, vamos a poner la tecnología dentro de las aulas.” Hacia el final de la primera semana, teníamos 50 ideas sobre la mesa, todas increíbles, todas parecían correctas. No había manera de que pudiéramos ser capaces de implementar 50 cosas.

03:38 Así que dije: “Espera, detente. Primero vamos a decidir qué es lo que estamos tratando de lograr.” Así que, tras un largo debate, Haryana se fijó un objetivo: Al 2020, queremos que el 80% de nuestros hijos estén nivelados en el conocimiento correspondiente de su grado. Ahora, los detalles de la meta no importan, lo que importa es lo específica que fue la meta. Porque realmente nos permitió tomar todas las ideas que estaban siendo arrojados a nosotros y decir cuáles poner en práctica. ¿Acaso esta idea apoya esta meta? Si es así, vamos a mantenerla. Pero si no lo hace o no estamos seguros, vamos a ponerla a un lado. Tan simple como suena, el tener un objetivo muy específico ha permitido que seamos realmente muy concentrados en nuestro viaje de transformación. Y mirando hacia atrás en los últimos dos años y medio, ha sido un enorme efecto positivo para nosotros.

04:30 Así que ya teníamos la meta y ahora teníamos que averiguar cuáles eran los problemas, lo que no funcionaba. Antes de ir a las escuelas, mucha gente nos dijo que la calidad de la educación era deficiente, ya sea porque los maestros eran perezosos, porque no entraban en las escuelas, o eran incapaces, que en realidad no sabían cómo enseñar. Pues bien, cuando fuimos a las escuelas, encontramos algo completamente diferente. La mayoría del tiempo, casi todos los profesores en realidad estaban dentro de las escuelas. Y cuando hablé con ellos, me di cuenta de que eran perfectamente capaces de dar clases elementales. Pero ellos no estaban enseñando. Fui a una escuela donde los maestros estaban supervisando la construcción de un aula y de un baño. Fui a otra escuela donde dos de los maestros habían ido a una sucursal bancaria cercana a depositar dinero de la beca en las cuentas de los niños. Al mediodía, la mayoría de los maestros estaban gastando todo su tiempo en conseguir que se prepare la comida del mediodía, supervisado ​​y sirviéndoles a los estudiantes.

5:29 Así que les pregunté a los maestros, “¿Qué está pasando, ¿por qué no enseñan?” Y ellos respondieron: “Esto es lo que se espera de nosotros. Cuando un supervisor viene a visitarnos, estos son exactamente las cosas que revisa. ¿Se ha limpiado el inodoro, se ha servido la comida? Cuando mi director va a una reunión en la sede, estas son exactamente las cosas que se discuten”.

05:51 ¿Lo ven? Lo que había sucedido era que, en las últimas dos décadas, la India había estado luchando contra el reto del acceso, tener suficientes escuelas, la matrícula, lograr que los niños asistan a las escuelas. Por lo que el gobierno puso en marcha toda una serie de programas para hacer frente a estos retos y los maestros se convirtieron en los ejecutores implícitos de estos programas. No explícitamente, pero implícitamente. Y ahora, lo que realmente se necesitaba no era capacitar más a los maestros o controlar su asistencia, sino decirles que lo más importante era que vayan a las aulas y enseñen. Tienen que ser monitoreados y medidos sobre la calidad de la enseñanza y no en todo tipo de otras cosas.

06:37 Así que, mientras que avanzábamos a través del sistema educativo, profundizamos cada vez más y encontramos algunas de esas causas fundamentales y determinantes, que fueron dando forma a cómo se comportaba la gente en el sistema. Y nos dimos cuenta de que si no cambiábamos esas cosas concretas, podíamos hacer una serie de otras cosas: podíamos capacitar, podíamos poner la tecnología en las escuelas; pero el sistema no iba a cambiar. Y hacer frente a estas cuestiones fundamentales no evidentes se convirtió en una parte clave del programa.

07:05 Por lo tanto, ya tenemos el objetivo y los problemas, y ahora se necesita averiguar cuáles son las soluciones. Obviamente no queríamos reinventar la rueda, por lo que dijimos: “Vamos a mirar alrededor y ver lo que podemos encontrar.” Y nos encontramos con estos hermosos, pequeños experimentos piloto en todo el país y en todo el mundo. Pequeñas cosas realizadas por las ONGs, por las fundaciones. Pero lo que también fue interesante fue que ninguno de ellos realmente escalaba. Todos ellos se limitaban a 50, 100 o 500 escuelas. Y aquí, buscábamos una solución de 15,000 escuelas.

07:40 Así que buscamos por qué, si estas cosas realmente funcionan, ¿por qué no escalan? Lo que sucede es que cuando una ONG típica entra, no solo trae su experiencia, sino también trae recursos adicionales. Podrían traer dinero, gente o tecnología. Y en las 50 o 100 escuelas que operan, esos recursos adicionales en realidad crean una diferencia. Pero, imaginemos que la cabeza de esta ONG va a la cabeza del Departamento de Educación de las Escuelas y dice: “Oye, ahora vamos a hacer esto para 15,000 escuelas.” ¿De dónde va a encontrar el dinero para escalar esta realidad para 15,000 escuelas? No tiene el dinero adicional, no tiene los recursos. Y por lo tanto, las innovaciones no escalan. Así que desde el principio del proyecto, lo que dije fue: “Todo lo que hagamos tiene que ser escalable, tiene que funcionar en todas las 15,000 escuelas.” Y, por lo tanto, tiene que funcionar dentro de los presupuestos existentes y los recursos del Estado. Mucho más fácil decirlo que hacerlo. (Risa)

08:47 Creo que este fue sin duda el momento en que mi equipo me odiaba. Pasamos largas horas en la oficina, en los cafés, a veces incluso en bares, rascándonos la cabeza y diciendo: “¿Dónde están las soluciones?, ¿cómo vamos a resolver este problema?”

09:03 Al final, creo que encontramos soluciones a muchos de los problemas. Voy a dar un ejemplo. En el contexto de un aprendizaje efectivo, una de las cosas que la gente habla es del aprendizaje práctico. Los niños no deben memorizar las cosas de los libros, deben hacer actividades y eso es una forma más eficaz de aprender. Lo que básicamente significa darle a los estudiantes cosas como cuentas, barras y ábacos. Pero no teníamos los presupuestos para darles eso a 15,000 escuelas, 2 millones de niños. Necesitábamos otra solución. No podíamos pensar en Nada. Un día, uno de nuestros miembros del equipo fue a una escuela y vio a un maestro recoger palos y piedras del jardín exterior y llevarlas al aula y a los estudiantes. Ese fue un gran momento ‘eureka’ para nosotros. Así que, ahora, después de cada concepto en los libros de texto en Haryana hay una pequeña caja con instrucciones para los maestros diciendo, “Para enseñar este concepto, esta es una actividad que se puede hacer. Y, por cierto, con el fin de hacer realidad esta actividad, esto es lo que se puede utilizar en su entorno inmediato, ya sea en el jardín exterior o el interior de la sala de clase, que se puede utilizar como ayuda para el aprendizaje de los niños”. Y vemos a los maestros en todo Haryana usando muchas de estas cosas innovadoras con las que pueden enseñarles a los estudiantes. Así que, lo que hemos diseñado, fuimos capaces de ponerlo en práctica en todas las 15,000 escuelas desde el primer día.

10:31 Ahora, esto me lleva a mi último punto. ¿Cómo se implementa en 15,000 escuelas y 100,000 maestros? El departamento solía tener un proceso que es muy interesante. Me gusta llamarlo “La Cadena de la Esperanza”. Escribirían una carta en la sede y la enviarían al siguiente nivel, que son las oficinas del distrito. Se esperaría que un oficial obtuviera la carta en cada una de estas oficinas de distrito, la abriría, leería y luego la remitiría al siguiente nivel, que es la sede de bloque. Y entonces es de esperar que en la oficina de bloques, otra persona recibiera la carta, la abriría, leería y la remitiría finalmente a los 15,000 directores. Y entonces es de esperar que los directores recibieran la carta, la entendieran y comenzaran a implementarla. Era un poco ridículo. Ahora, sabíamos que la tecnología era la solución, pero también sabíamos que la mayoría de estas escuelas no tienen una computadora o correo electrónico. Sin embargo, lo que los maestros tienen son teléfonos inteligentes. Están constantemente en SMS, en Facebook y en WhatsApp.

11:39 Entonces, lo que sucede ahora en Haryana es que todos los directores y maestros se dividen en cientos de grupos de WhatsApp y cuando algo necesita ser comunicado, se publica en todos grupos. WhatsApp comunica explosivamente. Se puede comprobar inmediatamente que lo ha recibido, que lo ha leído. Los profesores pueden hacer preguntas de aclaración de forma instantánea. Y lo que es interesante es que no sólo la sede responde estas preguntas. Otro maestro de una parte completamente diferente del Estado puede responder. Todos están actuando como grupo de compañeros de todo el mundo, y las cosas están funcionando. Hoy en día, cuando se va a una escuela en Haryana, las cosas se ven diferentes. Los maestros están de vuelta dentro de las aulas, están enseñando. A menudo con técnicas innovadoras. Cuando un supervisor viene a visitar el salón de clase, él o ella no sólo comprueban la construcción del baño, sino también la calidad de la enseñanza. Una vez por trimestre, todos los estudiantes de todo el estado son evaluados con respecto a su aprendizaje y las escuelas que obtienen buenos resultados son recompensadas. Y las escuelas que no lo están haciendo tan bien se ven obligadas a participar de conversaciones difíciles. Por supuesto, también reciben apoyo adicional para poder hacerlo mejor en el futuro. En el contexto de la educación, es muy difícil ver resultados rápidamente.

13:02 Cuando la gente habla de cambios sistémicos a gran escala, hablan de períodos de 7 años y 10 años. Pero no en Haryana. En el último año, se han realizado tres estudios independientes, todos midiendo el aprendizaje, que indica que algo fundamental, algo único, está sucediendo en Haryana. Los niveles de aprendizaje de los niños han dejado de disminuir, y han comenzado a subir. Haryana es uno de los pocos estados en el país que está mostrando una mejora, y ciertamente el que muestra la mayor tasa de mejora. Estos siguen siendo las primeras señales, hay un largo camino por recorrer, pero nos da mucha esperanza para el futuro. Hace poco fui a una escuela, y cuando me iba, me encontré con una señora, su nombre era Parvati, madre de un niño, y ella estaba sonriendo. Y yo dije: “¿Por qué sonríes?, ¿qué está pasando?” Y ella dijo: “No sé lo que está pasando, pero lo que sí sé es que mis hijos están aprendiendo, se divierten, y por el momento, dejaré mi búsqueda de una escuela privada para enviarlos.”

14:08 Así que regreso al punto de partida: ¿Pueden los sistemas de gobierno transformarse? Desde luego que sí. Creo que si se les da las herramientas adecuadas, pueden mover montañas.

14:18 Gracias.

Lampadia




Dignifiquemos el rol de los maestros

Dignifiquemos el rol de los maestros

Necesitamos un “Nuevo Pacto Social por la Educación”

Nancie Atwell, una profesora norteamericana, ganó este año el llamado “Premio Nobel de la Enseñanza” y recibió un millón de dólares. Este reconocimiento es el “Global Teacher Prize” (Premio del Maestro Global). La ceremonia de premiación fue en Dubái en el Global Education & Skills Forum (Foro de la educación y capacidades globales), con la presencia del ex presidente de EEUU, Bill Clinton, Andreas Schleicher, responsable del informe PISA y del Sheikh Mohammad, Primer Ministro de los Emiratos Árabes Unidos, según informó El País de España el 16 de marzo pasado.

La ganadora invocó a  “innovar sin permiso” y agregó que “la tecnología es solo un medio, no la panacea de la enseñanza”.

Al premio se presentaron más de 5,000 maestros de 127 naciones. Algunos de los países participantes no se evalúan por la prueba PISA. “Pertenecen a contextos tan distintos como Afganistán, India, Haití, Kenia, Camboya, Malasia, Reino Unido o EE UU”.

“Entre los proyectos finalistas figura el del profesor afgano Azizullah Royesh, quien tuvo que enseñar a sus alumnos a leer y escribir tras la caída del Gobierno talibán, en 2001. También llegó a la final el método ideado por la docente de India Bir Sethi basado en la empatía, creatividad y racionalidad. Entre los diez finalistas se hallaba la primera escuela para ciegos de Camboya y un colegio de Kenia en el que Jacque Kahura sortea la escasez de recursos y la rigidez del sistema con grupos pequeños, excursiones y servicios comunitarios”, señala El País.

Sunny Varkey, responsable del galardón, ideólogo de la Fundación Varkey, afirmó: “El premio no es solo cuestión de dinero, pretende sacar a la luz miles de historias de inspiración y ‘devolver a los profesores la legítima posición que les pertenece’. Por supuesto que hace falta más que un premio para elevar el estatus de la profesión”, añadió.

El premio establece que el millón de dólares se pague en diez cuotas anuales. “En esos 10 años, el ganador no debe comportarse ‘de forma que desprestigie la labor docente’ y, en los cinco años siguientes a la recepción del premio, no puede abandonar la profesión de enseñante”.

Los organizadores del premio quieren resaltar “el importante papel que juegan los profesores en la sociedad”.

A finales de los ochenta, Atwell escribió el libro “In the middle” (En el medio), una especie de “manual de instrucciones” para enseñar a adolescentes con dificultades para leer y escribir. Su secreto radica en que “la biblioteca del aula está llena de historias interesantes de escritores serios que los alumnos tienen tiempo para leer en el colegio, y también se espera que lean de noche en casa”, resalta. “Mientras la mayoría de los norteamericanos solo leen de seis a ocho libros al año, mis alumnos leen 40 libros”, agrega.

Reflexiones para la educación en el Perú

Tal vez la primera pregunta que debemos hacernos es: ¿Cuándo se jodió la educación en el Perú?

Nosotros encontramos dos razones: primero, la centralización y burocratización de la educación durante el gobierno militar a finales de los años 60 y, segundo, la hiperinflación.

Antes del nefasto velascato, era un honor estudiar en un colegio público. Los mejores profesionales egresaban de sus aulas, sus profesores incluían a los ciudadanos más capacitados y notables del país. A un alumno, profesor y director de colegios como el Guadalupe y el Alfonso Ugarte en Lima, o de la Independencia Americana en Arequipa, se les respetaba. A los maestros y directores se les remuneraba decentemente. Lo mejor de la sociedad se nucleaba alrededor de los colegios públicos.

La primera razón: La dictadura militar manejó los colegios como si fueran cuarteles. La mejor gente se fue alejando de las aulas y del magisterio.

La segunda razón: La hiperinflación que empezó a mediados de los años 70, fue minando y, posteriormente, destrozando los sueldos de los empleados públicos que estaban sujetos a salarios fijos y, por supuesto eran imposiblesde compensar. Así fue como los ingresos de los maestros y de las enfermeras y policías, entre otros muchos peruanos, se pauperizaron. Aún hoy, según el Ministro Saavedra, el ingreso real de los maestros es un tercio de lo que ganaban en los años 60.

En esas condiciones de miseria era lógico que apareciera un sindicato gremialista que terminó coronándose como el sindicato único, que además asumió un rol clasista y altamente politizado para defender a su gremio. La política y no la eficiencia se convirtió en la plataforma de lucha y superación. Poco a poco, la profesión perdió su respetabilidad y compensaciones adecuadas. Los maestros tuvieron que cachuelearse en otros oficios y sus esposas debieron producir dulces y empanadas, para compensar sus ingresos.

Finalmente, entre la regimentación militar y la pauperización de los ingresos, la profesión dejó de atraer a la mejor gente. Posteriormente la híper politización del sindicato y la torpeza de los sucesivos gobiernos, fueron terminando de “joder el magisterio y la educación del Perú”.

Es evidente, como dice el ministro Saavedra que es urgente dignificar la carrera magisterial. Ojalá, en pocos años tengamos algunos maestros peruanos concursando por el “Nobel de la Educación”. Pero eso no es solo cuestión de aumentar los ingresos de los maestros, en nuestra opinión se trata de lograr un “Nuevo Pacto Social por la Educación”.

Este pacto, entre la sociedad, el magisterio y los padres de familia, en representación de sus hijos, debe contener:

1. El compromiso del magisterio de despolitizar su agremiación, aceptar la meritocracia como el mecanismo de evaluación y mejora social y comprometerse con una gesta por la calidad de la educación.

2. La sociedad debe sacrificar otras demandas de recursos para privilegiar una mejora sustancial de las condiciones de trabajo de los maestros: remuneraciones, infraestructura y tecnología de avanzada.

3. Los padres de familia, con vouchers o sin vouchers, deben comprometerse por acercarse a las escuelas y ejercer un impulso y control sobre la calidad de la educación.

Todo esto, por supuesto debe ser alentado, no controlado, por un ministerio orientado hacia un rol promotor antes que controlador. Que promueva la innovación y que invite al sector privado a colaborar en la gran revolución educativa que necesitamos emprender. Lampadia




La meritocracia es la clave para mejorar la educación

La meritocracia es la clave para mejorar la educación

Como se ha planteado en Lampadia anteriormente, una de las estructuras estatales que necesita ser reformada con urgencia es la educativa. Es imperioso para salir de los pauperrimos niveles en los que nos encontramos (últimos en el Pisa) y establecer la meritocracia como principio rector de la gestión pedagógica, contra viento y marea.  (Ver en Lampadia (L): Una impostergable revolución educativa).

Días atrás, en Lampadia, señalábamos que de acuerdo al libro que acaban de publicar John Micklewait y Adrian Wooldridge (“The Fourth Revolution – The Global Race to Reinvent the State” (La cuarta revolución – La Carrera Global para Reinventar el Estado) en el Asia se viene produciendo una enorme transformación del aparato estatal y que se está formado lo que hemos llamado: El Estado Meritocrático. Es decir un Estado que cuenta con funcionarios públicos de primer nivel, bien educados, empoderados, respetados y muy bien remunerados. (Ver en LInstalemos un Estado Meritocrático en el Perú.

En Singapur seleccionan a sus futuros funcionarios públicos desde el colegio. Identifican a los mejores alumnos, les dan todas las becas posibles y gastan una fortuna entrenándolos. La capacitación y la formación permiten a esta élite estatal estar al tanto de las últimas y mejores prácticasdel mundo en aspectos de gerenciay del sector privado, las cuales no dudan en implantar en sus organismos públicos.

Este tipo de mentalidad es la que debiera regir en la educación nacional. Los maestros peruanos tendrían que estar entre los más altos estratos sociales y económicos de la sociedad, respetados y bien compensados. Por su parte el Estado peruano ha efectuado importantes esfuerzos para mejorar la situación de los maestros. Se han duplicado las remuneraciones, pero la educación sigue igual. Se mejoró la infraestructura, pero nada cambió. Se pretendió establecer la meritocracia, pero el sindicato de maestros se resistió y los ministros cedieron ante el Sutep, que volvió a empoderarse. Especialmente durante la gestión de Patricia Salas, que al peor estilo de gestión estatal, hizo borrón y cuenta nueva de todo lo avanzado, en vez de mejorar los procesos. Años perdidos y más niños condenados a un futuro sin capacidades.

Esta situación no es aceptable. Si queremos avanzar no nos queda otra alternativa que la de  enfrentar al Sutep, un sindicato clasista y comprometido con la “lucha de clases”, antes que con un verdadero espíritu magisterial. Para ello hay que empoderar a los padres de familia, no a los actuales APAFAS, ya politizadas y coactadas por el Sutep. Padres individuales, que puedan controlar la educación de sus hijos. Tan importante como esto es fortalecerel rol de los directores (cosa que acaba de anunciar el ministro Saavedra y que esperamos, no se quede solo en palabras).

Además debemos ser conscientes que si hoy estamos atrasados, en el mundo del futuro, que está a la vuelta de la esquina por el avance tecnológico que se está produciendo, mañana será mucho peor. La adopción de las nuevas tecnologías educativas, productivas y de vida creará tal salto de estándares, que los que no podamos ser parte de ello, estaremos condenados a brechas en calidad de vida que es difícil imaginar, pero serán  casi insalvables.

México es el ejemplo que debiera seguir el Perú. Ha enfrentado al poder sindical corrupto que, durante décadas, gobernó de facto la educación pública en ese país, y lo ha arrancado de raíz, como primer paso ineludible para llevar adelante una reforma educativa basada en el mérito, la alta calificación profesional y la adopción de las últimas tecnologías. (Ver en L: Educación: El ejemplo mexicano).

El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, le quebró el espinazo al sindicato magisterial más poderoso del mundo, el cual decidía quienes debían ocupar las plazas de directores, maestros y funcionarios, heredaban los puestos e incluso decidían cuánto debían ganar.

Es posible, pues apartar a un sindicato retardatario y politizado de las decisiones en educación. Está bien que opine y defienda las condiciones remunerativas y de trabajo de los maestros, pero de ninguna manera puede obstruir las legítimas decisiones del Estado en un tema crucial para el futuro del país y el desarrollo de sus ciudadanos. Solo alejando al Sutep se podrá establecer un auténtico régimen meritocrático y únicamente de esta forma se podrá mejorar la calidad de nuestros maestros para consecuentemente elevar los niveles educativos del país.

Pilvi Torsti, secretaria de Estado (Viceministra) de Educación de Finlandia, señalaba en una entrevista publicada en Lampadia (ver: Finlandia alcanzó la prosperidad con educaciónque la explicación de los primeros lugares que alcanza su país en las pruebas Pisa se debe a una profunda reforma educativa que empezaron luego de la Segunda Guerra Mundial. Aclara que una de las claves de la reforma finlandesa reside en el papel de los maestros, todos cuentan con maestrías y representan una de las élites más respetadas con permanente actualización y capacitación.

Efectivamente, en un reciente artículo publicado en TED, se señalaba que los finlandeses y los surcoreanos (dos sistemas educativos exitosos, pero completamente diferentes), tienen en común el profundo respeto por los maestros y sus logros académicos.“En Finlandia, sólo uno de cada diez aspirantes a los programas de enseñanza es admitido”.

Es pues imprescindible que se realice un exhaustivo proceso de selección para determinar que personas deben ingresar al magisterio público. Solo los más capaces y compromentidos debieran pertenecer a este grupo que tendrá el delicado encargo de formar a las generaciones futuras. Al igual que en el Asia y en Filandia, los maestros deben ser alta y permanentemente capacitados.

Deben conocer los avances globales y ser capaces de determinar hacia dónde se dirige el mundo.  En el Perú existen experiencias educativas sumamente exitosas. Por ejemplo, hemos dado cuenta de Innova Schools (Ver en L: La Capacitación produce milagros). Una cadena de 23 colegios privados creada por el Grupo Interbank de Carlos Rodríguez Pastor, la cual ofrece educación de alta calidad en las zonas emergentes.

Quienes imparten esta enseñanza de alta calida son maestros formados en las mismas “normales” públicas en las que se grandúan los profesores de nuestras escuelas fiscales. La diferencia está en la capacitación y motivación que reciben, así como la promesa de una carrera profesional en la que van asecendiendo por sus méritos y esfuerzos. Allí esta la clave en la meritocracia. Además, es de resaltar el uso de tecnología de punta en las aulas.

Nos comprometemos en hacer llegar al Ministro de Educación los comentarios que hagan a este artículo los jóvenes y padres de familia que siguen a nuestro portal. (Ver en L: Sobre educación, capacitación y capacidades – Perfilemos una Gesta por la Educación). La ciudadanía tiene que empezar a exigir metas más ambiciosas, mayor celeridad y valentía en la “Gesta Educativa”que debemos emprender para salvar a nuestros hijos de su inhabilitación. Lampadia




La reforma que no se quiere enfrentar

La reforma que no se quiere enfrentar

“La mala educación ha sido siempre un problema muy grave, pero en el mundo de hoy, en la sociedad del conocimiento, en la que los ciudadanos del mundo se benefician de la democratización de la tecnología moderna, la mala educación es una tragedia, condena a nuestros niños a una condición sub-humana, equivale a cortarles las manos y las piernas para que enfrenten su futuro en condición de minusválidos”. Ver en Lampadia: Una impostergable revolución educativa.

Lamentablemente, el actual gobierno ha retrocedido en la implantación de la meritocracia en el magisterio (evaluación de profesores),el cual sigue gobernado por su sindicato. El SUTEP, que está más orientado a la ideología que a un proyecto pedagógico. El SUTEP y la Derrama Magisterial (que cuenta con ingentes recursos financieros), siguen comprometidos con un proyecto político incompatible con una buena educación. Como muestrael  estatuto del Sutep:

“(…) El sistema capitalista como siempre busca utilizarlos para incrementar su tasa de ganancia, dogma, vital e histórico para su existencia. (…) La ideológica del capitalismo neoliberal busca enajenar al trabajador y su clase, convertirlos en mediocres, erradicar su perfil clasista, con el propósito de perennizar su expoliación y explotación. La clase trabajadora debe responder el reto de enfrentar el neoliberalismo, salir airoso, retomando la iniciativa en la lucha de clases; (…)”.

En Lampadia hemos publicado una serie de documentos sobre este tema vital para la salud de la nación con el propósito de lograr una toma de posición de la sociedad civil, que permita inducir a nuestras autoridades a asumir el reto de hacer una profunda reforma educativa, que requiere valentía, una visión global y la adopción de las mejores prácticas internacionales.Ver las siguientes publicaciones:

Nosotros consideramos que nunca se lograrán los resultados de progreso sin dignificar el rol del maestro en nuestra sociedad. Para ello, los maestros deberían ser parte de los hombres y mujeres más preparados, respetados y remunerados del país. Por ejemplo, en Singapur y en Finlandia, que descuellan por sus resultados, solo pueden postular a la profesión magisterial los alumnos que alcancen el tercio superior en sus distintas instancias educativas.

En el último mensaje a la Nación del Presidente Ollanta Humala, ya no se habla de la evaluación de los maestros. Eso solo pospone la reforma o abandona la ambición de lograr una educación del mejor nivel internacional. Mientras no se rompa el monopolio sindical del Sutep, no se empodere a los padres de familia y no adoptemos las mejores prácticas educativas, seguiremos teniendo niños y niñas que tendrán que enfrentar su vida, sin “manos y piernas”.

El gobierno habla de llegar a una inversión del 6% del PBI en educación, meta a la que ya hemos llegado, si sumamos al gasto del sector público, el del sector privado que ya supera el 3%. Esto no se menciona, no se alienta, más bien se combate cuando se dice que “la educación no es un negocio”.

Entonces cabría preguntarse: ¿Se busca una mejor educación?

Líneas abajo presentamos el artículo publicado por The Economist en su sección sobre nuestra región (traducido por Lampadia), el cual enfatiza la necesidad de contar con buenos maestros y reporta los resultados de un estudio del Banco Mundial realizado durante cuatro años en 15,000 aulas de nuestros países. Recomendamos su lectura.

Artículo de The Economist:

Una mirada a las aulas

Para cerrar la brecha en educación,
América Latina tiene que producir mejores profesores

The Economist, Bello, 26 de Julio, 2014

El Liceo Bicentenario San Pedro es una moderna escuela secundaria en Puente Alto, un distrito de Santiago de Chile. Abierta en el 2012, el colegio se ubica entre los vestigios de un pueblo joven donde la expansión urbana se encuentra con los viñedos del valle del Maipo. La mayoría de sus alumnos provienen de familias clasificadas como “vulnerables”. No obstante, en las pruebas nacionales se ubica en el cuarto puesto entre los colegios públicos (municipales) de Chile.

El colegio ha hecho bien en contratar a profesores jóvenes y comprometidos y ofrecerles más tiempo para su preparación y capacitación sobre la marcha, de acuerdo a Germán Codina, alcalde de Puente Alto [Ver en Lampadia: La capacitación produce milagros].Cuando Bello visitó el liceo recientemente, vio profesores quienes comandaban visiblemente la atención de sus alumnos. Tristemente, en los colegios de América Latina es mucho más común ver alumnos distraídos hablando entre ellos mientras un profesor escribe en la pizarra. Eso es educación por memorización y no por razonamiento. E impone una desventaja inaceptable a los latinoamericanos.

La región ha dado grandes pasos en la cobertura educacional. En 1960, un adulto promedio de América Latina y el Caribe contaba con apenas 4.3 años de escolaridad; en el 2010 esta cifra alcanzaba los 10.2, apenas un par de años menos que en los países desarrollados. El problema está en que los latinoamericanos no aprenden lo suficiente. Las pruebas internacionales PISA muestran que a los 15 años se encuentra más de dos años rezagados frente a sus pares en países desarrollados en matemática y comprensión escrita. Es la calidad del aprendizaje, más que la mera asistencia, la que dirige el crecimiento económico.

La razón principal tras el fracaso educacional de América Latina es simple. La región produce un gran número de profesores, reclutados de los graduados escolares menos brillantes. Les entrena mal y paga una miseria (entre 10% y 50% menos que otros profesionales. Entonces, enseñan mal.

Este último punto está hecho en un innovador estudio del Banco Mundial,“Great Teachers” [consultarlo en Lampadia]. En el más grande ejercicio internacional de su tipo, los investigadores del Banco hicieron visitas no anunciadas a 15,000 aulas en más de 3,000 colegios públicos (tanto de primaria como secundaria) en varios países latinoamericanos entre el 2009 y el 2013. Encontraron que los profesores de la región ocupaban menos del 65% de su tiempo en clase efectivamente enseñando, comparado con un benchmark de buenas prácticas en los Estados Unidos del 85% (ver cuadro). El resto del tiempo era usado en tareas administrativas o simplemente perdido. Eso es el equivalente a más de un día de enseñanza a la semana. Los observadores también encontraron que a pesar de contar con materiales y equipos de enseñanza abundantes (incluyendo laptops), los profesores dependían abrumadoramente en la pizarra.

Cerrar la brecha en aprendizaje requiere grandes cambios en la manera en la que los profesores son reclutados, entrenados y recompensados. Reformar una profesión íntegramente es complejo, especialmente dado que los sindicatos de profesores tienden a ser poderosos en Latinoamérica. Pero algunos países han empezado. Una condición sine qua non es la evaluación nacional de los alumnos y la publicación de los resultados de los colegios.

El siguiente paso es introducir la evaluación de los profesores y enlazar la remuneración y ascensos a los resultados en vez de la antigüedad. Media docena de lugares, incluyendo Chile, Ecuador, México, Perú y Rio de Janeiro han pasado o propuesto leyes en este sentido. Pero ninguna ha tenido el coraje de implementar un riguroso sistema de evaluación bajo el cual profesores que jalan son depurados de la profesión.

En muchos países, la caída en el número de alumnos – un resultado del cambio demográfico – brinda una oportunidad sin igual para pagar más a los buenos profesores al cortar a los más débiles. Reformar la estructura de la carrera puede también ser la mejor forma de atraer buenos reclutas a la profesión, de acuerdo a Barbara Bruns, la autora principal del reporte. Añade que los directores deberían alentar a que los profesores aprendan de sus colegas: el banco encontró grandes variaciones en el desempeño de los profesores dentro de cada colegio además de entre colegios.

No todo es pesimismo. Chile, Perú y Brasil han tenido mejoras en sus resultados PISA en la última década. Hoy en día la educación está al tope de la agenda política de la región. Esto es especialmente verdad en Chile. Influenciado por un poderoso movimiento estudiantil, su gobierno está proponiendo una reforma que prohibiría el subsidio público para los colegios con fines de lucro, la co-financiación de los padres y la selección. Podría obtener mayores retornos usando este dinero para invertir en profesores de nivel mundial.