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PRODUCE heredó un ‘campo minado’

Los CITE organizados durante el gobierno de Ollanta Humala, han sido evaluados por ONUDI y se han encontrado una serie de observaciones importantes, que consideramos necesario revisar.

En Lampadia hemos mantenido una serie de enfrentamientos conceptuales públicos con el anterior ministro de la Producción, Piero Ghezzi.

  • Esto empezó antes de que Ghezzi entrara al ministerio. Con su libro, ¿Qué se puede hacer con el Perú? (escrito con José Gallardo, eventualmente ministro de Transportes y Comunicaciones en el mismo gabinete), en el que comparaba absurdamente, el desarrollo de la minería peruana con las experiencias del guano y del caucho. Además, entre otras perlas, afirmaba que el Perú ya había agotado su ‘bono demográfico’. En su momento comentamos que el libro parecía una estrategia de marketing personal para hacerse visible como eventual ministro.
  • Posteriormente, ya como ministro, cuestionamos que mantuviera y fortaleciera el nefasto decreto DS-005-2012-PRODUCE de su antecesora, Gladys Triveño, que desestabilizó la industria pesquera. Ver en Lampadia: Graves fallas del ordenamiento pesquero, Más sobre el ordenamiento pesquero (incluye artículo, una carta del Ministerio de la Producción a Lampadia y nuestra respuesta).
  • Igualmente, tuvimos que enfrentarnos a su gestión cuando articuló el contenido del ‘Plan de Diversificación Productiva’ (PDP), el cual parte de algunas premisas incorrectas y diagnósticos sesgados de la economía peruana. 

En el documento se señaló que uno de los objetivos del PDP era “Generar entre los peruanos una visión de largo plazo sobre la necesidad de diversificar la economía. Los países que han logrado transitar de ingresos medios a ingresos medios-altos se han diversificado”. ¿Quién puede oponerse a que un país diversifique su economía? Evidentemente, nadie. El punto de discusión es cómo se pretende hacerlo.

En Lampadia tuvimos importantes objeciones al planteamiento de Ghezzi, ver: El diagnóstico equivocado del Plan de Diversificación Productiva y Plan de Diversificación Productiva y sus diagnósticos equivocados.

Además de las objeciones al plan, anotamos que el mismo, validó el abandono del sector minero como motor del crecimiento económico y, alentó el regreso a políticas industriales típicas de un Estado intervencionista, que se permite elegir a los ganadores y perdedores de la economía. 

A pesar de que el Ministerio luego reacomodó su plan, el daño ya estaba hecho, pues el Perú olvidó los beneficios de la minería.

Es en este momento que empiezan a multiplicarse los CITEs. Para nuestra sorpresa, ahora vemos que la estrategia de desarrollo de los mismos, reflejaba, en buena medida, la praxis política de Ghezzi, con la visión de un Estado intervencionista y un excesivo despliegue mediático, en el que priman las fotos más que el contenido.

Tras evaluar el informe de la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), en la que en referencia a los CITEs se afirma que se “Considera como una falla de Estado, a aquel acto de política pública que tiene un impacto neto negativo sobre el bienestar”, tenemos que volver a presentar nuestras diferencias conceptuales con la gestión del ministro Ghezzi.

Fiel a su estilo, ahora Ghezzi se dedica a criticar las afirmaciones de PRODUCE y de  ONUDI sobre la calidad del programa de los CITE. Sorprendentemente, el diario El Comercio en su publicación del domingo (23 de abril), respalda las críticas de Ghezzi y  rescata a su antecesora, Gladys Triveño para contrastar las conclusiones del estudio de ONUDI. Por su lado, Juan José Garrido, director de Perú21, afirma que en  “[Los CITES] No solo se ha gastado sin sentido, sino, además, de manera irresponsable (incluso transgrediendo la normativa nacional). Hay CITES que no cuentan ni con luz ni agua potable, otros que se encuentran sin infraestructura adecuada; la mayoría son solo ladrillos sin capital humano. ¿Eso era lo que entendían por innovación y desarrollo tecnológico?”.

En síntesis, ni la regulación pesquera, ni el PDP, ni los CITES, estuvieron bien enfocados y merecen que ampliemos nuestras críticas a la gestión de un ministro excesivamente mediático, y muy apurado en implantar reformas y programas que requerían mayores estudios y debates.

Compartimos con nuestros lectores los documentos preparados por ONUDI:

Análisis de los CITES por la ONUDI
Revisión de la Situación Actual de la Red de CITE en Perú
Resumen Ejecutivo de la Revisión de la Situación Actual de CITE en Perú

Además, líneas abajo, resumimos los comentarios más importantes de la ONUDI sobre su evaluación de los CITE en el Perú:

“Revisión de la Situación Actual de la Red de Centros de Innovación Tecnológicos (CITE) en Perú”

Elaborado por Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI)

“Consideramos como una falla de Estado, a aquel acto de política pública que tiene un impacto neto negativo sobre el bienestar”.

“Estudio en el que se ha buscado patrones transversales a los diversos CITEs en tres aspectos fundamentales. Alivio de Fallas de Mercado, Articulación con el Sistema Productivo y Calidad de Diseño e Implementación”.

“Se encontró que en múltiples ocasiones el accionar planificado de los CITEs no iba dirigido al alivio de fallas de mercado sino más bien a acciones de soporte productivo en las que el Estado pasaba a asumir una porción de una determinada cadena de valor. Es decir una versión bastante parcial del Estado Empresario en el que el Estado asume el rol de productor de bienes y donde no se generan externalidades positivas de ningún tipo de su accionar. Esta clase de acciones puede tener consecuencias nocivas como desplazar injustificadamente al sector privado de una porción de la cadena de valor y volverse una permanente fuente de destrucción de valor económico”.

Fuente: Perú21

Ejemplos de los comentarios del estudio sobre CITEs específicos:

  • CITE Forestal Pucallpa
    “Se presta a los empresarios del sector los servicios de afilado de cuchillas, carpintería básica y secado de maderas. Existe un sentimiento de inconformidad en los empresarios por las bajas tarifas que ofrece en estos servicios, generando una distorsión muy amplia entre el costo comercial y el precio CITE”.
  • CITE Pesquero Ahuashiyacu
    “El CITE todavía no cuenta con equipamiento. Una vez que esté en operación va contar con el siguiente equipo: Planta de procesamiento con una capacidad de 02 toneladas diarias, para eviscerado y 01 toneladas diarias para congelado. con una capacidad de almacenaje 40 toneladas de producto terminado, en dos cámaras de producto congelado, un túnel de congelamiento por aire forzado de 1 tonelada por hora en batch de ocho horas. Un productor de hielo en escamas con capacidad para dos toneladas de hielo en 24 horas. Planta para procesar productos curados, hasta dos toneladas diarias, que es la capacidad máxima de eviscerado: seco y salado, ahumado…..”.
  • CITE Agroindustrial – UT Ambo
    “Es extremadamente dificultoso transferir buenas prácticas agrícolas a los productores independientes, por su renuencia a modificar los procesos tradicionales”.

[Increíblemente, desde el año 2000, cinco gobiernos, incluido el actual, se resisten a apoyar la difusión del Programa de Mejoras Tecnológicas, Productividad y Calidad de Vida de Sierra Productiva (SP). 

En cuanto a la capacidad de “trasferir buenas prácticas agrícolas a los productores independientes”, la FAO, después de evaluar SP, afirmó que era el único programa a nivel mundial que no generaba resistencia al cambio, y que por lo tanto, su capacidad de ser exitoso era mucho mayor que cualquier otro programa. 

¿Cuál era la razón que origina esa efectividad? – La difusión del programa a través de los Yachachiq, campesinos iguales a los sujetos de cambio, que ya habían adoptado las técnicas de SP y las explicaban en el mismo idioma, con gran credibilidad. Algo muy diferente al uso de técnicos contratados, o personal externo a la realidad de los campesinos, que son percibidos como una suerte de ‘marcianos’. Error cometido por el Estado, cada vez que quiere apropiarse de SP, pero ‘a su estilo’. Algo, no solo inefectivo, sino también, oneroso. El Estado desconfiando de los campesinos como agentes de cambio, a pesar de las experiencias de SP con más de 60,000 familias].

  • CITE Agroindustrial Oxapampa​​​
    “El problema es la carencia de materia prima, por lo que para la obtención de néctares y concentrados de maracuyá, por ejemplo, tienen que recurrir a proveedores del norte del país”.
  • CITE Agroindustrial Majes
    “Diferencia entre la realidad productiva de la región y las CITE pone en duda los criterios mediante los cuales se ha determinado los productos a ser impulsados por los CITEs”.
  • CITE Agroindustrial – UT Ambo
    “No existe una caracterización de la situación de la cadena productiva, ni tampoco un análisis de la potencialidad exportadora de las tres cadenas seleccionadas.”
    “No se consideró previamente si es que existía en la zona de intervención del CITE el capital humano útil para la difusión del impacto de la CITE, y en todo caso tampoco se tomaron medidas para paliar estas deficiencias”.
  • CITE Agroindustrial Huallaga
    “La planta no dispone de agua potable (estaba previsto conectarse a la tubería de la red de agua potable que abastece a la población cercana de Aucayacu, pero se enfrenta la resistencia de los pobladores), no está previsto el saneamiento, y el punto de conexión de energía eléctrica trifásica más cercano está a 11 km de distancia.”

Conclusiones del estudio:

“Para ser efectivo un programa de innovación debe cumplir con un conjunto de requisitos”:

  • Fundamentar cual es la falla de mercado sobre la que se plantea intervenir
  • Responder por qué las herramientas de intervención elegidas son superiores a las alternativas
  • Se debe establecer protocolos de análisis de impacto
  • Cuidar la ubicación de los CITEs y las actividades a ser cumplidas por los mismos
  • Incrementar la articulación con el sector productivo local y la magnitud del impacto sobre el mismo 

“De los casos analizados parecería que no se establecieron los mencionados protocolos”.

“Por ello se requiere de una revisión a profundidad del despliegue de la red de CITEs tal como ha sido planteada, no hacerlo implicaría el dar mal uso a centenas de millones de soles y perder la oportunidad para, con estos recursos, impulsar de manera más efectiva la productividad e innovación nacional”. Lampadia