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La filantropía en América Latina

La filantropía en América Latina

Líneas abajo reproducimos un interesante artículo publicado recientemente por The Economist en el que se reseña cómo se ha desenvuelto la filantropía en nuestra región en el complicado escenario de la pandemia y los obstáculos que ha encontrado en el camino para proveer ayuda a los más afectados por la crisis tanto por el lado sanitario como económico.

Más allá de las razones culturales, y coyunturales de la propia pandemia que limitan el acopio de recursos de las ONG y de otro grupos sin fines de lucro, The Economist destaca a la asfixiante carga burocrática, tanto para crear como para direccionar libremente los fondos de ayuda, como una de las principales causales de que la filantropía en la región no pueda despegar plenamente, cosa que sí pasa en el mundo desarrollado, en el que inclusive, como comentamos recientemente en Lampadia: Filantropía en tiempos de pandemia, será determinante para proveer de vacunas masivamente.

Es pues indispensable generar mecanismos desde la política pública que no restrinjan, sino por el contrario, liberalicen los fondos filantrópicos en la región, más aún en el Perú en el que claramente se ha visto cómo el estado ha fallado en su batalla contra el covid, mientras que el empresariado y la sociedad civil siempre se han mostrado propositivos a ayudar a la gente más necesitada son sus cadenas de distribución, a través del apoyo y donaciones de diversa índole, como se ha visto en los gremios con los ventiladores mecánicos y la iglesia católica – a través de Caritas Perú – con kits de alimentos básicos, aseo y limpieza.

En el Perú, contrario a lo que se cree, sí existen personas acomodadas y de clase media con ganas de ayudar solo que no se visibilizan lo suficiente desde el sector público, tal vez por razones ideológicas, pero también porque no se ofrecen facilidades para el desarrollo de estas iniciativas privadas. Lampadia

Las dificultades para hacer el bien en América Latina

La región tiene muy poca filantropía

The Economist
5 de noviembre, 2020
Traducida y comentada por Lampadia

Después de que la pandemia azotó a Chile, diez organizaciones benéficas formaron el Fondo Respuesta Comunitaria para aliviar el hambre y la pobreza. Proporciona dinero para unos 200 proyectos, en su mayoría ollas comunes (comedores populares). En Colombia, la Fundación Santo Domingo está dando 100,000 millones de pesos (26 millones de dólares) para pagar alimentos y una línea directa para casos de abuso doméstico, entre otras cosas. La Fundación Carlos Slim, respaldada por el hombre más rico de México, destinó 1,000 millones de pesos (47 millones de dólares) para tratar el covid-19 en ese país.

La pandemia ha dado un impulso a la filantropía en América Latina, pero también es una amenaza. Los donantes tienen menos dinero para dar o lo están transfiriendo a la salud pública por otras buenas causas. Casi la mitad de las ONG en Chile pueden no sobrevivir, teme Sylvia Eyzaguirre del Centro de Estudios Públicos (CEP), un think tank. Las perspectivas son igualmente sombrías en Colombia, donde muchas organizaciones benéficas dependen de eventos como galas y noches de bingo, que no pueden suceder en tiempos de covid. En demasiados países, la burocracia y la política se suman a las cargas. Por el bien de su salud política y social, América Latina necesita más actividad caritativa, no menos.

La filantropía es frágil en parte porque está menos arraigada que en otros lugares, especialmente en EEUU y Europa. En la época colonial, la iglesia católica curaba a los enfermos y ayudaba a los pobres. Los estados centralizadores asumieron esas responsabilidades, aunque no con tanta eficacia como en el mundo rico. “La filantropía y las asociaciones [de la sociedad civil] eran una especie de tributaria menor y no formaban parte de la historia principal del desarrollo de esas naciones”, dice Michael Layton del Centro Johnson para la Filantropía de la Grand Valley State University en Michigan.

Los países latinoamericanos con mayores sectores filantrópicos son México y Colombia, según un estudio publicado en 2018. Allí los activos de las fundaciones valen el 1% del PBI anual, frente al 4.8% en EEUU. La gente común parece menos altruista que en otras regiones, aunque la tradición de dar limosna a través de la iglesia sigue siendo fuerte. En un índice global de donaciones elaborado por Charities Aid Foundation, el único país latinoamericano entre los 20 primeros es Haití.

La región paga un alto precio por los bajos niveles de generosidad. La población de universidades sin fines de lucro, museos, clubes de observación de aves y similares es escasa. A diferencia del mundo rico, los gobiernos no les dan mucho dinero. A nivel mundial, las organizaciones sin fines de lucro representan el 5.7% del empleo; en México, Colombia y Perú eso es 3% o menos, según Lester Salamon de la Johns Hopkins University en Maryland.

América Latina tiene muy pocos grupos que canalicen las quejas de los ciudadanos en propuestas que los gobiernos podrían adoptar, lo que aumenta la probabilidad de conflictos. Si los ricos, que están subestimados, regalaran más dinero, los altos niveles de desigualdad podrían molestar menos.

Recientemente, se han vuelto más generosos. Más de la mitad de los grupos filantrópicos de la región se han fundado desde 2000, según un estudio publicado por la Universidad del Pacífico en Perú. Pero la ley, y cada vez más la política, ponen obstáculos. En muchos países, registrar una organización benéfica es difícil. Chile tiene unas 60 leyes que rigen el tratamiento fiscal de las donaciones. Los donantes pueden dar dinero libre de impuestos a instituciones culturales, pero no a grupos ambientalistas o de derechos humanos.

Hay un impulso para cambiar eso en Chile, hecho más urgente por las violentas protestas del año pasado contra la desigualdad y los servicios públicos deficientes. Los think-tanks de izquierda y derecha están presionando juntos por una ley que facilite las donaciones.

Donde gobiernan los autoritarios, la vida se vuelve más difícil para los grupos que se benefician de la filantropía. Jair Bolsonaro, el presidente de derecha de Brasil, ha hecho una guerra retórica contra los defensores del medio ambiente. El presidente de izquierda de México, Andrés Manuel López Obrador, ha atacado a grupos ambientalistas que se oponen a los proyectos de infraestructura para mascotas, como el tren maya en la península de Yucatán. Este mes, el Senado de México aprobó una ley para quitar la exención de impuestos a los grupos que obtienen la mayor parte de sus ingresos de actividades no relacionadas con sus objetivos caritativos. Eso perjudicaría a grupos como las universidades que llegan a fin de mes, por ejemplo, operando librerías. El proyecto de ley es “un profundo ataque a la independencia de las organizaciones sin fines de lucro”, dice Layton.

El debilitamiento de los bienhechores puede hacer la vida más cómoda para presidentes prepotentes como Bolsonaro y López Obrador. Pero una región traumatizada por la pandemia y la pobreza en aumento necesita más filantropía, no menos. Lampadia




Pandemia acabaría a fines del 2021

Pandemia acabaría a fines del 2021

Recientemente Bill Gates ha vuelto a ofrecer sus apreciaciones de los avances en el combate mundial a la pandemia, lanzando como pronóstico un posible término hacia fines del 2021, período en el que él cree que un porcentaje apreciable y suficiente de la población mundial (entre 30-60%) se encontrará vacunada para contener la enfermedad (ver artículo de The Economist líneas debajo).

Este pronóstico debe llamarnos la atención a reforzar los mecanismos de prevención y atención hospitalaria no solo de covid 19 sino también de otras enfermedades graves porque, como bien señala Gates, hasta que aflore la producción masiva de vacunas, se van a seguir desatando millones de muertes por otras enfermedades más o igual de graves producto de la misma emergencia sanitaria. En ese sentido, si se va a sesgar la atención hacia enfermos por covid 19, ello debe tener en cuenta el grado de mortalidad de otras enfermedades letales como el VIH, el dengue, la tuberculosis, entre otras, y no dejarlas de lado.

Por otra parte, el redoblar los esfuerzos a diversificar la compra de vacunas  en todas las etapas de prueba clínica (no solo de las últimas) debe ser un imperativo nacional (ver Lampadia: Gastemos mucho más en vacunas) puesto que, en palabras de Gates, las disputas políticas en EEUU están inhibiendo el crecimiento de los fondos para la producción de vacunas hacia los países pobres.

Si bien las iniciativas del gobierno de coordinar con 5 laboratorios extranjeros la adquisición de 30 milllones vacunas que ya están en la última fase clínica son positivas, se debe también iniciar conversaciones con otros cuyas vacunas no se encuentren necesariamente en fase final, pues eventualmente podrían llegar a ellas.

En conclusión, si bien las advertencias de Gates no son del todo positivas, sí nos dan visos de qué políticas hacer en el mediano plazo para lidiar con la crisis hasta que acabe. Pero sobretodo nos dan esperanzas de que habrá luz al final del tunel, pero que para llegar a ella sin una calamidad social, se deben implementar acciones inmediatas desde la politica pública. Lampadia

Un pronóstico mixto
La pandemia de covid-19 terminará a fines de 2021, dice Bill Gates

Pero millones de muertes aún están por llegar en los países pobres

The Economist
18 de agosto, 2020
Traducida y comentada por Lampadia

Millones más van a morir antes de que termine la pandemia del covid-19. Ese es el duro mensaje de Bill Gates, cofundador de Microsoft y uno de los filántropos más grandes del mundo a través de la Fundación Bill y Melinda Gates, en una entrevista con Zanny Minton Beddoes, editor en jefe de The Economist, a principios de agosto. La mayoría de estas muertes, dijo, no serían causadas por la enfermedad en sí, sino por la mayor presión sobre los sistemas de atención médica y las economías que ya estaban luchando. También lamentó la politización de la respuesta al virus en EEUU y la propagación de teorías de conspiración, algunas de las cuales lo implican, las cuales han frenado los esfuerzos para contener la propagación de la enfermedad. Pero ofreció razones para la esperanza a mediano plazo, prediciendo que para fines de 2021 se produciría en masa una vacuna razonablemente eficaz, y una parte lo suficientemente grande de la población mundial estaría inmunizada para detener la pandemia en su camino.

Gates había pasado gran parte de su tiempo pensando en virus y vacunas, mucho antes de que el nuevo coronavirus fuera detectado por primera vez en Wuhan, en la provincia china de Hubei, a fines del año pasado. La Fundación Gates es fundamental para la alianza mundial que intenta erradicar la poliomielitis mediante la vacunación de todos y para aliviar la carga de la malaria y encontrar una vacuna contra ella. Han pasado varios años desde que advirtió que una nueva enfermedad que causaba una pandemia global era una cuestión real, no cuándo, y pidió que el mundo realizara “Juegos de gérmenes” en la línea de los juegos de guerra llevados a cabo por ejércitos. La fundación ya ha prometido más de 350 millones de dólares para la respuesta a la pandemia del covid-19, gran parte de la cual se centra en reducir su impacto en el mundo en desarrollo. Pero se necesita más. “Todos necesitamos gastar miles de millones para sacar la vacuna y salvar los trillones que están causando el daño económico”, dice.

Los datos dispersos dificultan la evaluación de la verdadera magnitud del daño en muchos países pobres. Para el 17 de agosto, los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades, un organismo de salud pública, habían registrado más de 1 millón de casos y más de 25,000 muertes por covid-19 en África. En India, se registra que casi 52,000 murieron a causa de la enfermedad. El número real en ambos lugares probablemente sea mucho mayor. Pero el coronavirus no es la única fuerza letal en juego en el mundo en desarrollo azotado por la pandemia. Las millones de muertes que predice Gates serán causadas no solo directamente por el covid-19, sino también por los efectos colaterales. Casi el 90% serán muertes indirectas, dice. Los encierros reducirán el acceso a vacunas y medicinas para otras enfermedades. Aumentarán las muertes por malaria y VIH. Una menor productividad agrícola hará que el hambre se propague y las tasas de educación caigan. Cuando se trata de la lucha contra la pobreza, el virus podría acabar con una década de logros.

Para mitigar ese riesgo, Gates pide a los países ricos que compren vacunas para los pobres. Esto no es del todo altruista: si algunos países siguen siendo reservorios de la enfermedad, seguirá apareciendo nuevamente en otros. Si las vacunas tienen un precio lo suficientemente alto en los países ricos para cubrir los costos fijos de producción (ensayos clínicos, construcción de fábricas, etc.), el costo marginal de abastecer a los países pobres sería relativamente modesto: del orden de US$ 10,000 a 12,000 millones en total. Él ve que la mayor parte de ese dinero proviene de EEUU, que también otorga “con mucho la calificación más alta” en investigación y desarrollo de una vacuna, lo que representa el 80% del total mundial. Espera ver el dinero prometido para comprar vacunas para el mundo pobre en el próximo proyecto de ley de gastos suplementarios del Congreso.

Que eso suceda depende de la política. Las negociaciones del Congreso sobre el próximo paquete de estímulo de EEUU se han estancado durante semanas. La marcada polarización política del país ha complicado su respuesta al virus, introduciendo problemas que otros países no enfrentan. El simple hecho de usar una máscara se ha convertido en una declaración política, en lugar de una cuestión de buscar y luego seguir el consejo de un experto, como es el caso en casi todas partes. De manera deprimente, Gates piensa que esto no se puede deshacer, incluso si las elecciones de noviembre significan un cambio de dirección en la cima. Una vez que se pierde la confianza del público y una política se ha desplazado del ámbito de los análisis de costo-beneficio al partidismo, no es fácil revertirlo. Bajo la presidencia de Joe Biden, piensa Gates, negarse a usar una máscara podría convertirse en una forma para que los partidarios de Donald Trump expresen su enojo y resistencia.

La falta de liderazgo en EEUU también ha obstaculizado la respuesta a la pandemia fuera de las fronteras del país. La única superpotencia del mundo lleva mucho tiempo a la cabeza de los esfuerzos mundiales de salud pública y, sin ella, el consenso es mucho más difícil de forjar. Y el ambiente en muchos países es de retroceso del multilateralismo y cooperación a través de instituciones internacionales. Es difícil ver que esa tendencia se invierta, ya que la enfermedad está afectando fuertemente los ingresos del gobierno en todas partes. La generosidad, no importa lo beneficiosa que sea tanto para el donante como para el receptor, es escasa cuando se reducen los presupuestos.

No basta con que haya una vacuna: la gente tiene que estar dispuesta a tomarla. Y en esto, también, los estadounidenses se están quedando atrás. Una encuesta reciente de Gallup encontró que uno de cada tres no estaría de acuerdo en recibir una vacuna aprobada por la FDA, incluso si fuera gratis. Pero aquí la noticia es más favorable. La última investigación, explicó Gates, sugiere que los otros coronavirus en circulación y la inmunidad parcial que brindan las vacunas que ya están en uso para otras enfermedades, ya otorgan una medida de protección contra el covid-19. Tampoco es tan contagioso como otras enfermedades. La mejor estimación actual es que entre el 30 y el 60% de la población mundial necesitará una vacuna eficaz para detener la pandemia. “Afortunadamente, esto no es sarampión. No necesitamos que más del 90% de las personas se vacunen”.

En 2000, cuando Gates renunció como director ejecutivo de Microsoft, la Fundación Gates lanzó GAVI, una alianza global para proporcionar vacunas en países pobres. Su participación en las vacunas contra la poliomielitis y el sarampión lo ha convertido en un experto en garantizar una distribución equitativa, especialmente en los países pobres. Y aquí es donde la perspectiva de Gates es más positiva. Él cree que la vacuna covid-19 será la más rápida jamás fabricada. Si está lista para su distribución en el tiempo que predice, será, con mucho, la vacuna más rápida que haya salido al mercado.

El mundo está en camino de alcanzar este objetivo. Se están desarrollando más de 150 vacunas en todo el mundo, con seis en ensayos clínicos finales a gran escala. Gates ya ha donado cientos de millones a la causa. Está dispuesto a donar mucho más. Pero el dinero de las fundaciones privadas tiene límites: los gobiernos tienen que tomar la iniciativa, piensa, tanto porque es su infraestructura de atención médica la que tendrá que utilizarse para la distribución como para ganar el apoyo y la confianza del público. Hasta ahora, se han comprometido a aportar unos US$ 10,000 millones aproximadamente a los esfuerzos globales para fabricar y distribuir vacunas. Esto no es suficiente. Lampadia




La cadena global de alimentos en tiempos de pandemia

La cadena global de alimentos en tiempos de pandemia

En un contexto como el actual de recesión económica mundial producto de la pandemia del covid 19, la cadena global de suministros de alimentos juega un rol fundamental para no caer en el desabastecimiento y/o escasez de productos de consumo básicos hacia los segmentos de población más sensibles a las cuarentenas masivas, como son los hogares pobres cuyos ingresos no cubren el mínimo de subsistencia.

¿Cómo viene desempeñándose esta cadena a nivel mundial frente a la emergencia y qué podría hacerse desde la política pública para desplegar todas las capacidades de las empresas productoras en torno a ella?

Un reciente artículo de The Economist que compartimos líneas abajo contesta esta pregunta a la vez que advierte de los peligros que podría enfrentar el sector si es que se provocase mayor intervencionismo gubernamental en aras de asegurar el abastecimiento nacional en los países además y de la mayor concentración que se generaría a partir de la quiebra de varias empresas de menor tamaño en el rubro.

El mensaje pues es claro: se debe abrir más los mercados y liberalizarlos para permitir que el mismo sistema de precios realoque los recursos a los países en donde más se necesite dada la emergencia, dando no solo cantidad sino también diversidad. Esta diversidad de productos sólo podría aflorar a través del libre comercio entre países y no cerrando las fronteras como muchos políticos podrían plantearse hacer para disque asegurar la producción alimentaria de su población.

Estas reflexiones deberían llevar al Perú con más razón a plantear la rápida reactivación de las actividades tanto de agroindustria como agrícolas en las primeras fases del reinicio de actividades. Asimismo, urge hacer permanente la ley de promoción agraria  – y ampliarla a las inversiones acuícolas y forestales – puesto que gracias a ella se produjo un crecimiento inusitado en el sector que nos posicionó como principales exportadores a nivel mundial en productos como espárragos, quinua, alcachofa, entre otros (ver Lampadia: Ley de Promoción Agraria propició prosperidad).

Fuente: Mincetur

Si nuestro país se sube a esta ola creciente de necesidades de alimentos en el mundo por la pandemia del covid 19 y la aprovecha tanto para acumular recursos fiscales como para generar empleo, nos será más fácil levantarnos una vez que la crisis sea superada y la oferta se estabilice. Lampadia

Cómo alimentar al planeta
La cadena mundial de suministro de alimentos está pasando una prueba severa

Manteniendo al mundo alimentado

The Economist
9 de mayo, 2020
Traducida y comentada por Lampadia

Si vives en el mundo rico y quieres un ejemplo de comercio y cooperación global, no busques más que tu plato. Cuando comenzaron los bloqueos en Occidente hace dos meses, muchos temían que el pan, la mantequilla y los frijoles se quedarán cortos, causando una ola de abastecimiento. Hoy, gracias a las flotas de camiones de reparto que llenan las estanterías de los supermercados, puedes comer en exceso mientras observas en exceso.

Este milagro capitalista no refleja un plan monolítico, sino una cadena de suministro global de US$ 8 trillones que se adapta a una nueva realidad, con millones de empresas que toman decisiones espontáneas, desde cambiar proveedores de arroz en Asia hasta reacondicionar congeladores. El sistema está lejos de ser perfecto: a medida que los ingresos colapsan, más personas pasan hambre. Existen riesgos, desde escasez de mano de obra hasta malas cosechas. Y es una ironía ver a la industria lidiar con una crisis que probablemente comenzó con la venta de carne de pangolín en un mercado en Wuhan. Pero la red alimentaria está pasando una prueba severa hasta ahora. Es crucial que, durante y después de la pandemia, los gobiernos no caigan en una campaña equivocada por la autosuficiencia.

Las cadenas de suministro detrás de un iPhone, o un componente de automóvil que cruza el Río Grande, son maravillas de coordinación. Pero la estrella no reconocida de la logística del siglo XXI es el sistema alimentario global. Del campo al tenedor, representa el 10% del PBI mundial y emplea quizás a 1,500 millones de personas. La oferta mundial de alimentos casi se ha triplicado desde 1970, ya que la población se ha duplicado a 7,700 millones. Al mismo tiempo, el número de personas que tienen muy poco para comer ha caído del 36% de la población al 11%, y un bushel de maíz o corte de carne cuesta menos hoy que hace 50 años en términos reales. Las exportaciones de alimentos se han multiplicado por seis en los últimos 30 años; cuatro quintos de las personas viven en parte de las calorías producidas en otro país.

Esto sucede a pesar de los gobiernos, no por ellos. Aunque su papel ha disminuido, a veces todavía fijan los precios y controlan la distribución. Los aranceles agrícolas de la Unión Europea son cuatro veces superiores a los de sus importaciones no agrícolas. Una docena de grandes exportadores, incluidos EEUU, India, Rusia y Vietnam, dominan alimentos básicos como el trigo y el arroz. Media docena de empresas comerciales, como Cargill de Minnesota y Cofco de Beijing, cambian comida en todo el mundo.

La concentración y la intervención del gobierno, junto con los caprichos del clima y los mercados de productos básicos, significan que el sistema está finamente ajustado y puede fallar, con consecuencias devastadoras. En 2007-08, las malas cosechas y los mayores costos de la energía hicieron subir los precios de los alimentos. Esto llevó a los gobiernos a entrar en pánico por la escasez y prohibir las exportaciones, causando más ansiedad e incluso precios más elevados. El resultado fue una ola de disturbios y angustia en el mundo emergente. Fue la peor crisis alimentaria desde la década de 1970, cuando los altos precios de los fertilizantes y el mal tiempo en EEUU, Canadá y Rusia provocaron una caída en la producción de alimentos.

A pesar de la gravedad de la conmoción actual, cada capa del sistema se ha adaptado. Se ha mantenido el suministro de cereales, ayudado por cosechas recientes y existencias muy altas. Las empresas navieras y los puertos continúan moviendo alimentos a granel. El cambio de comer afuera ha tenido consecuencias dramáticas para algunas empresas. Las ventas de McDonald han disminuido en un 70% en Europa. Los grandes minoristas han reducido sus gamas y han vuelto a cablear su distribución. La capacidad de comercio electrónico de comestibles de Amazon ha aumentado en un 60%; Walmart ha contratado a 150,000 personas. De manera crucial, la mayoría de los gobiernos han aprendido la lección de 2007-08 y han evitado el proteccionismo. En términos de calorías, solo el 5% de las exportaciones de alimentos enfrentan restricciones, en comparación con el 19% en ese entonces. En lo que va de año, los precios han bajado.

Pero la prueba aún no ha terminado. A medida que la industria se ha globalizado, se ha vuelto más concentrada, creando cuellos de botella. Los brotes de covid-19 en varios mataderos estadounidenses han reducido los suministros de carne de cerdo en un cuarto y han aumentado las licencias de caza de pavos salvajes en Indiana en un 28%. EEUU y Europa necesitarán más de 1 millón de trabajadores migrantes de México, el norte de África y el este de Europa para traer la cosecha. Y a medida que la economía se contrae y los ingresos colapsan, el número de personas que enfrentan una escasez aguda de alimentos podría aumentar: del 1.7% de la población mundial al 3.4%, según la ONU, incluso en algunos países ricos. Esto refleja una escasez de dinero, no de alimentos, pero si la gente pasa hambre, los gobiernos, comprensiblemente, tomarán medidas extraordinarias. El riesgo siempre presente es que el aumento de la pobreza o las fallas en la producción llevarán a los políticos en pánico a almacenar alimentos y limitar las exportaciones. Como en 2007-08, esto podría causar una respuesta de ojo por ojo que empeora las cosas.

Los gobiernos deben mantenerse firmes y mantener el sistema alimentario mundial abierto a los negocios. Eso significa dejar que los productos crucen las fronteras, ofrecer visas y controles de salud a los trabajadores migrantes y ayudar a los pobres dándoles efectivo, no acumulando existencias. También significa protegerse contra una mayor concentración de la industria que podría crecer, si las empresas de alimentos más débiles quiebran o son compradas por empresas más grandes. Y significa hacer que el sistema sea más transparente, rastreable y responsable, con, por ejemplo, estándares de certificación y calidad, para que las enfermedades sean menos propensas a pasar desapercibidas de animales a humanos.

Entender la comida como un problema de seguridad nacional es sabio; doblar esa comprensión a las unidades de autosuficiencia y la intervención contundente no lo es. Ya, antes de este año, la comida se había convertido en parte de una guerra comercial. EEUU ha tratado de gestionar sus exportaciones de soja y aplicar aranceles al queso. El presidente Donald Trump ha designado mataderos como parte de la infraestructura crítica de EEUU. El presidente Emmanuel Macron ha pedido a Europa que desarrolle su “autonomía estratégica” en la agricultura. Sin embargo, la autarquía alimentaria es un engaño. La interdependencia y la diversidad te hacen más seguro.

Cocinando una nueva receta

El trabajo del sistema de suministro de alimentos aún no está terminado. En los próximos 30 años, el suministro debe aumentar en aproximadamente un 50% para satisfacer las necesidades de una población más rica y en crecimiento, incluso cuando la huella de carbono del sistema necesita al menos reducirse a la mitad. Se requiere una nueva revolución de la productividad, que involucre todo, desde invernaderos de alta tecnología cerca de las ciudades hasta robots de recolección de frutas. Eso requerirá toda la agilidad e ingenio que puedan reunir los mercados, y enormes sumas de capital privado. Esta noche, cuando recojas tus palillos o tu cuchillo y tenedor, recuerda tanto a los que tienen hambre como al sistema que alimenta al mundo. Debe dejarse libre para hacer su magia no solo durante la pandemia, sino también después de ella. Lampadia




La búsqueda de una vacuna al coronavirus

La búsqueda de una vacuna al coronavirus

Las muertes en China, producto de la infección del coronavirus, ya bordean las 1,000 personas y los contagios abarcarían por lo menos a 42,000 chinos. Si bien aún no se han detectado gran cantidad de muertes fuera del gigante asiático – sólo 1 caso en Filipinas – los casos de contagio han aflorado en mayor y menor medida en por lo menos 25 países, que incluyen gran parte del mundo occidental.

En este escenario y ante la inminente posibilidad de que se suscite una pandemia por el rápido avance de las infecciones – según recientes investigaciones, el virus puede traspasarse entre organismos inclusive en plena etapa de incubación– se ha hecho imperativa y urgente una búsqueda eficaz de una vacuna.

Felizmente, gracias a las innovaciones tecnológicas en la industria médica y biológica, de las cuales la secuenciación genética de los virus forma parte, ahora es posible indagar en la composición del ADN de estos agentes infecciosos, crear versiones menos complejas y susceptibles de estudio para así crear posibles curas para combatirlos.

En un reciente artículo publicado por The Economist, que compartimos líneas abajo, se resume mediante estos métodos, las alianzas en torno a la lucha de epidemias globales, como lo fue en su momento el ébola en África Occidental, se encuentran lidiando con la rápida búsqueda de una vacuna hacia el llamado virus de Wuhan.

Como sugiere el presente artículo, más importante es, sin embargo, cómo el nacimiento del coronavirus ha visto resurgir estos esfuerzos que habían quedado apagados ante la nula aparición de amenazas de tal tipo, además de generar un debate de política pública en torno a la regulación de las vacunas que, al día de hoy, no permite difundirlas masivamente entre los países si es que no se recurre a argumentos en pos de la seguridad o defensa nacional. Lampadia

Corre, no camines
La carrera para producir una vacuna contra el último coronavirus

Incluso si los científicos llegan demasiado tarde a este brote, su trabajo no se desperdiciará

The Economist
6 de febrero, 2020
Traducido y comentado por Lampadia

En el mundo real, las vacunas más recientes han tardado años en desarrollarse. Algunas han tomado más de una década. Otros, como una vacuna para detener el VIH, el virus que causa el sida, aún elude a los científicos. Pero las innovaciones tecnológicas y un proceso de desarrollo más ágil podrían reducir drásticamente el tiempo que lleva producir una vacuna contra un nuevo patógeno que tiene el potencial de causar una epidemia.

El nuevo coronavirus que surgió en la ciudad china de Wuhan en diciembre presenta a los fabricantes de vacunas una prueba urgente. Hasta ahora ha matado a casi 600 personas e infectado a más de 28,000. Científicos en China publicaron la secuencia genética del virus Wuhan el 12 de enero, menos de una semana después de que aislaron el virus de un paciente que sufría una misteriosa infección respiratoria. A fines de enero, varios grupos de todo el mundo habían comenzado a trabajar en una vacuna utilizando estos datos genéticos. Las primeras pruebas clínicas en humanos, por seguridad, podrían comenzar a principios de abril. Con suerte, una vacuna podría estar lista dentro de un año. La próxima semana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) convocará una reunión global para establecer una agenda de investigación. Acordará reglas o protocolos para ensayos y determinará qué avances médicos deben ser prioritarios.

Las personas se han apresurado a hacer nuevas vacunas antes. El brote de ébola en África occidental de 2013-16 probó el mundo de muchas maneras, pero particularmente en la necesidad de acelerar la entrega de nuevos tratamientos. Las organizaciones e instituciones que normalmente trabajan lentamente, y al alcance de la mano, se unieron para hacer el trabajo más rápido.

Incluso si una vacuna estuviera lista dentro de un año, sería demasiado tarde para detener la epidemia actual en China. Pero podría ayudar a otros países. Crecen los temores de que el virus de Wuhan se propague más ampliamente y se convierta en una enfermedad estacional establecida en todo el mundo, como la gripe común. Los esfuerzos extraordinarios de China para contener el virus, incluida la cuarentena de más de 50 millones de personas, pueden evitar epidemias en otros países hasta el próximo invierno. Es demasiado pronto para decir cuán mortal es el virus Wuhan. Pero si es al menos tan malo como la gripe estacional, será vital una vacuna para las personas con mayor riesgo. En 2017-18, más de 800,000 personas fueron hospitalizadas y alrededor de 60,000 murieron solo en EEUU como resultado de la influenza.

La prisa por desarrollar una vacuna contra el virus de Wuhan ha sido liderada por la Coalición para la Innovación en la Preparación de Epidemias (CEPI), un grupo creado en 2017 a raíz del brote de ébola en África occidental. El propósito del CEPI es prevenir al mundo contra futuros brotes de enfermedades, sin saber cuáles serán esas enfermedades. Su objetivo es tener una vacuna contra un patógeno previamente desconocido listo para probar en humanos dentro de las 16 semanas de su identificación. Con ese fin, algunos de los centros universitarios de investigación y las empresas de biotecnología que ha financiado han estado trabajando en el diseño de vacunas “plug-and-play” y en las tecnologías de fabricación que pueden utilizarse para una serie de patógenos. Esto permite que la secuencia genética de un patógeno particular se inserte en una plataforma molecular existente que forma la base de la vacuna.

En el pasado, el trabajo de laboratorio en una vacuna requería reservas del virus real. Sería tratado para hacerlo inofensivo pero capaz de hacerle cosquillas al sistema inmunitario para que produzca anticuerpos, proteínas que luchan contra el virus salvaje si ataca. Trabajar con un virus mortal es complicado, naturalmente. Requiere instalaciones especiales de contención y procedimientos exhaustivos para evitar que escape o infecte a los científicos.

La secuenciación de genes ha hecho que este proceso sea más rápido, seguro y fácil. Los investigadores pueden construir versiones sintéticas de partes de virus para trabajar en vacunas sin necesidad de muestras completas de los patógenos.

Los científicos han producido vacunas contra otros virus, incluidos el zika, el ébola y otros dos coronavirus (SARS (síndrome respiratorio agudo severo) y MERS (síndrome respiratorio del Medio Oriente), utilizando dicha tecnología. La investigación de la vacuna en estos dos primos del virus del Wuhan ha sido útil en las últimas semanas.

Volviéndose viral

Una vez que se ha desarrollado una vacuna en un laboratorio, se envía a una fábrica donde se convierte en una mezcla de vacuna estéril. Luego se coloca en viales y se prueba para garantizar que no esté contaminado antes de que se puedan realizar ensayos clínicos en humanos. Muchas de estas pruebas se realizan en placas de Petri; el proceso lleva varios meses. La secuenciación genética puede hacer el trabajo mucho más rápido. Al secuenciar el ADN de todo en un vial de vacuna y examinar el resultado, los científicos pueden detectar rastros de virus que no deberían estar presentes. Los grupos de investigación de vacunas en Gran Bretaña están en conversaciones con el regulador de medicamentos del país sobre un proceso de aprobación para tales métodos de prueba alternativos.

El desarrollo de una vacuna puede acelerarse si se eliminan los cuellos de botella en el proceso, dice Sarah Gilbert. Ella lidera un grupo en la Universidad de Oxford que está trabajando en una vacuna contra el virus de Wuhan. Su grupo ha desarrollado una plantilla para vacunas que se puede adaptar rápidamente para nuevos patógenos. Los investigadores pueden fabricar las primeras pequeñas cantidades de una nueva vacuna en solo seis a ocho semanas. En el pasado, el proceso habría llevado hasta un año. Los otros grupos que intentan idear una vacuna contra el virus de Wuhan están utilizando métodos similares que incluyen plantillas que ya han demostrado que funcionan.

La aprobación reguladora más rápida también puede acelerar las vacunas a través de ensayos clínicos. Incluso cuando comenzó a fabricar la vacuna, el grupo del Dr. Gilbert comenzó a preparar una solicitud para ensayos clínicos. El grupo planea solicitar una revisión ética y reglamentaria acelerada, que puede otorgarse en cuestión de días, como lo fue para los ensayos clínicos de la vacuna contra el ébola realizada en Gran Bretaña en 2014. Normalmente, el proceso lleva unos tres meses, dice el Dr. Gilbert.

Incluso si se desarrolla y aprueba una vacuna, el rápido aumento en los casos del virus de Wuhan en China y su propagación a otros países ha creado una nueva urgencia: planificar con anticipación formas de producir rápidamente cantidades masivas de una vacuna. No hay muchas fábricas que puedan producir vacunas en masa, por lo que las vacunas nuevas a menudo esperan en una larga cola. Consciente de este problema, el gobierno estadounidense ha construido instalaciones de fabricación dedicadas que pueden producir vacunas rápidamente para emergencias. Gran Bretaña está haciendo algo similar.

Incluso si una vacuna se puede producir en cantidades suficientes, llegar a las personas que la necesitan, independientemente de dónde vivan, puede ser un problema. En teoría, una vacuna contra el virus de Wuhan iría a aquellos que están en mayor riesgo, como los trabajadores de la salud, los ancianos y aquellos con afecciones que parecen hacer que el virus sea más letal, como los pacientes con deficiencias inmunes. El problema es que la política a menudo interviene durante una pandemia, y los gobiernos que albergan instalaciones para la fabricación de vacunas pueden requisar parte de ella para su propio uso, citando la defensa o la seguridad nacional.

Un pinchazo en la oscuridad

Los problemas que rodean cualquier vacuna potencial hacen preguntas sobre medicamentos para tratar a aquellos que se han enfermado gravemente, particularmente agudos. Actualmente no existen medicamentos con licencia para tratar los coronavirus, pero se están desarrollando medicamentos experimentales, con algunos datos iniciales sobre su uso. Uno que se ha destacado como prometedor se llama remdesivir, que está hecho por Gilead, una firma farmacéutica. Dos ensayos controlados aleatorios comenzarán a reclutar pacientes a mediados de febrero. Remdesivir fue desarrollado para tratar el Ébola, pero en pruebas de laboratorio se ha demostrado que es efectivo contra una variedad de virus. Una combinación de dos medicamentos que generalmente se usan en el tratamiento del VIH también parece prometedora y ya se está probando en pacientes, dice Vasee Moorthy, quien ayuda a establecer prioridades de investigación y desarrollo en las personas durante las epidemias.

Los ensayos aleatorios controlados, en los que algunas personas reciben el medicamento que se está probando y otras reciben un placebo, son el estándar de oro de la evidencia científica. Es probable que esto continúe en las próximas semanas cuando esté claro qué medicamentos parecen más prometedores. Los ensayos con pacientes hospitalizados probablemente involucrarán un brazo placebo. Todos en el ensayo recibirían cuidados intensivos, pero algunos también recibirían el medicamento que se está probando. Esto se debe a que todavía nadie sabe si los nuevos medicamentos, que pueden tener efectos secundarios, hacen más daño que bien. A los pacientes con enfermedades más graves también se les puede permitir probar drogas no probadas.

Solo se puede preparar tanta cantidad antes de una nueva enfermedad. La eficacia de un medicamento o vacuna solo se puede probar durante un brote. La urgencia detrás de la búsqueda de tratamientos para el virus de Wuhan es comprensible. Tales esfuerzos fueron efectivos en el caso del Ébola. Las personas están dispuestas a apresurar el uso de vacunas y medicamentos para una enfermedad con una tasa de mortalidad de alrededor del 70%, como lo fue el Ébola. El cálculo es diferente para uno que mata al 2% (o menos) de los infectados. Si las decisiones apresuradas conducen a productos que no son completamente seguros, la fe de las personas en las vacunas podría verse dañada. Si es así, el daño causado a la salud del mundo podría rivalizar con el más temido del virus de Wuhan. Lampadia




Persiste el calentamiento global

Persiste el calentamiento global

Como hemos señalado en anteriores oportunidades (ver Lampadia: ¿Es posible acabar con la contaminación del aire al 2050?), el problema del cambio climático global, producto del calentamiento de las paredes de la atmósfera, de ninguna manera se soluciona extirpando el sistema capitalista de la faz de la tierra, un argumento que ha sido esgrimido insistentemente por las izquierdas en Occidente, hasta de las más moderadas.

Por el contrario, es la misma economía de mercado y la libre competencia las que pueden proveer de soluciones ecoamigables a diversos problemas de índole ambiental, como de hecho ya lo ha estado haciendo (ver Lampadia: El futuro promisorio de las baterías, Las baterías del futuro de China y EEUU). Ejemplos hay varios, como el desarrollo de los autos eléctricos y la transformación de la industria alimentaria – una de las principales emisoras de gases de efecto invernadero – desde la ganadería hacia la producción de alimentos con alto contenido vegetal.

Sin embargo, es menester señalar que, aún con dichos esfuerzos del empresariado, la realidad es que nuestro mundo sigue sufriendo los embates de la contaminación, producto en gran medida de la aún vasta combustión de los combustibles fósiles. Y es que pareciera que los líderes políticos de las grandes potencias – ensimismados en guerras comerciales y tecnológicas por la geopolítica global – no han terminado de internalizar la gravedad de esta problemática en sus agendas. Inclusive en muchos casos, como es el caso del presidente Trump en EEUU, lo han terminado denigrando y hasta acusando de que es una invención proveniente de China. Nada más lejano de la realidad.

He aquí la autocrítica que realiza The Economist en un artículo reciente, que compartimos líneas abajo, en donde expresa su preocupación por la falta de interés de las clases políticas dominantes en los 12 países que son responsables de las tres cuartas partes de las emisiones a nivel mundial.

Es imperativo que tales actores tomen conciencia no solo de que el cambio climático ya es una realidad y que por ende se deben tomar medidas en conjunto para combatirlo a la brevedad. Más importante aún es que adviertan que el único sistema capaz de proveer de soluciones a la humanidad en este impasse es el sistema capitalista, a través de la inversión y del alineamiento de los incentivos. En ese sentido, las soluciones de política pública provistas para combatir el calentamiento global deben girar en torno a él, de manera que no termine torciéndose la aguja del desarrollo que ha experimentado y sigue experimentando nuestro mundo (ver Lampadia: Recuperando lo mejor del capitalismo).

Un mundo en calentamiento
El problema del clima

El cambio climático toca todo lo que informa este medio. Debe abordarse con urgencia y claridad

The Economist
19 de setiembre, 2019
Traducido y glosado por Lampadia

De un año al siguiente, no puede sentir la diferencia. Sin embargo, a medida que se acumulan las décadas, la historia se vuelve clara. Las rayas en nuestra portada representan la temperatura promedio mundial en todos los años desde mediados del siglo XIX. Los años azul oscuro son más fríos y los rojos más cálidos que el promedio en 1971-2000. El cambio acumulativo salta. El mundo es aproximadamente 1ºC más caliente que cuando este medio era joven.

Representar este lapso de la historia humana como un conjunto de rayas simples puede parecer reduccionista. Estos son años que vieron guerras mundiales, innovación tecnológica, comercio a una escala sin precedentes y una creación asombrosa de riqueza. Pero esas historias complejas y las rayas simplificadoras comparten una causa común. El clima cambiante del planeta y el notable crecimiento en el número y la riqueza humana provienen de la combustión de miles de millones de toneladas de combustibles fósiles para producir energía industrial, electricidad, transporte, calefacción y, más recientemente, computación.

A nuestro alrededor

Que el clima cambiante afecta a todo y a todos debería ser obvio, como debería ser que los pobres y marginados tienen más que perder cuando el clima se vuelve contra ellos. Lo que es menos obvio, pero igual de importante, es que, dado que los procesos que fuerzan el cambio climático están integrados en los fundamentos de la economía mundial y de la geopolítica, las medidas para controlar el cambio climático deben ser igualmente amplias y abarcadoras. Descarbonizar una economía no es una simple resta; requiere una revisión casi completa.

Para algunos — incluidos muchos de los millones de jóvenes idealistas que, como The Economist fue a la prensa, se estaban preparando para un ataque climático global, y muchos de los que invadirán las calles de Nueva York durante la Asamblea General de la ONU de la próxima semana — esta revisión requiere nada menos que el castrado o el desarraigo del capitalismo. Después de todo, el sistema creció mediante el uso de combustibles fósiles en cantidades cada vez mayores. Y la economía de mercado hasta ahora ha hecho muy poco para ayudar. Casi la mitad del dióxido de carbono extra hecho por el hombre de la atmósfera se colocó allí después del cambio de la década de 1990, cuando los científicos dieron la voz de alarma y los gobiernos dijeron que actuarían.

De hecho, concluir que el cambio climático debería significar encadenar el capitalismo sería equivocado y perjudicial. Existe un inmenso valor en el vigor, la innovación y la adaptabilidad que los mercados libres aportan a las economías que tomaron forma durante ese siglo rayado. Las economías de mercado son los pozos que producen la respuesta que requiere el cambio climático. Los mercados competitivos debidamente incentivados, y los políticos que sirven a una verdadera sed popular de acción, pueden hacer más que cualquier otro sistema para limitar el calentamiento que se puede evitar y hacer frente a lo que no.

Para comprender ese contexto, es importante comprender todas las cosas que el cambio climático no es. No es el fin del mundo. La humanidad no está balanceándose al borde de la extinción. El planeta en sí no está en peligro. La Tierra es una cosa vieja y dura y sobrevivirá. Y aunque se puede perder mucho, la mayor parte de la vida maravillosa que hace a la Tierra única, por lo que los astrónomos aún pueden decir, persistirá.

Sin embargo, el cambio climático es una amenaza grave para innumerables personas, una que tiene un alcance planetario. Desplazará decenas de millones, como mínimo; interrumpirá las granjas de las que dependen miles de millones; secará pozos y tuberías de agua; inundará lugares bajos y, a medida que pase el tiempo, también los más altos. Es cierto que también proporcionará algunas oportunidades, al menos a corto plazo. Pero cuanto más tiempo demore la humanidad en reducir las emisiones, mayores serán los peligros y menos los beneficios, y mayor será el riesgo de sorpresas verdaderamente catastróficas.

La escala de las implicancias subraya otra cosa que el cambio climático no es. No es solo un problema ambiental junto con todos los demás, y absolutamente no uno que pueda resolverse mediante la abnegación autoflagelante. El cambio por parte de las personas que están más alarmadas no será suficiente. Lo que también se necesita es un cambio en la vida de aquellos a quienes aún no les importa mucho. El clima es un asunto de todo el gobierno. No se puede desviar al ministro del medio ambiente, a quien nadie puede nombrar.

Y eso lleva a una tercera cosa que el cambio climático no es. No es un problema que pueda posponerse durante algunas décadas. Es aquí y ahora. Ya está haciendo que eventos extremos como el huracán Dorian sean más probables. Sus pérdidas ya están allí y a menudo están de luto, en paisajes apagados donde los glaciares han muerto y en los arrecifes blanqueados de sus colores coralinos. El retraso significa que la humanidad sufrirá más daño y enfrentará una lucha mucho más costosa para recuperar el tiempo perdido.

Colgando juntos

Qué hacer ya está bien entendido. Y una tarea vital es la especialidad del capitalismo: mejorar la situación de las personas. La adaptación, incluidas las defensas marinas, las plantas de desalinización, los cultivos resistentes a la sequía, costará mucho dinero. Ese es un problema particular para los países pobres, que corren el riesgo de un círculo vicioso donde los impactos del cambio climático les roban continuamente la esperanza de desarrollo. Los acuerdos internacionales enfatizan la necesidad de apoyar a los países más pobres en sus esfuerzos por adaptarse al cambio climático y hacerse lo suficientemente ricos como para necesitar menos ayuda. Aquí el mundo rico está eludiendo sus deberes.

Sin embargo, incluso si tratara de cumplirlos, de ninguna manera todos los efectos del cambio climático se pueden adaptar. A medida que avanza el cambio, menos adaptación podrá compensarlo. Eso lleva a la otra necesidad del capital: la reducción de emisiones. Con mejoras tecnológicas plausibles y mucha inversión, es posible producir redes eléctricas que no necesitan centrales eléctricas que emitan dióxido de carbono. El transporte por carretera puede electrificarse, aunque los envíos de larga distancia y los viajes aéreos son más difíciles. Los procesos industriales pueden ser reestructurados; aquellos que deben emitir gases de efecto invernadero pueden capturarlos.

Es una tontería pensar que todo esto se puede hacer en diez años más o menos, como lo demandan muchos activistas y algunos aspirantes presidenciales estadounidenses. Pero los esfuerzos de hoy, que son demasiado laxos para mantener al mundo alejado de dos o incluso tres grados de calentamiento, pueden mejorarse enormemente. Obligar a las empresas a revelar sus vulnerabilidades climáticas ayudará a los inversores cada vez más preocupados a asignar capital de manera adecuada. Un precio sólido sobre el carbono podría estimular nuevas formas de innovaciones para reducir las emisiones que los planificadores aún no pueden imaginar. Sin embargo, por poderosa que sea esa herramienta, la descarbonización que conlleva deberá acelerarse a través de regulaciones bien orientadas. Los electores deben votar por ambos.

El problema con tales políticas es que el clima responde al nivel general de dióxido de carbono en la atmósfera, no a la contribución de un solo país. Si un gobierno reduce drásticamente sus propias emisiones pero otros no, el galante reductor generalmente no verá daños reducidos. Esto no siempre es del todo cierto: los excesivos subsidios de energía renovable de Alemania impulsaron un auge mundial en la producción de paneles solares que los hizo más baratos para todos, reduciendo así las emisiones al exterior; los prósperos parques eólicos marinos de Gran Bretaña pueden lograr algo similar. Pero es lo suficientemente cierto en la mayoría de los casos como para ser un gran obstáculo.

La solución obvia será desagradable para muchos. Las conversaciones sobre el clima de la ONU tratan a 193 países como iguales, proporcionando un foro en el que todos son escuchados. Pero las tres cuartas partes de las emisiones provienen de solo 12 economías. En algunas de ellas, incluida EEUU, es posible imaginar votantes más jóvenes en las democracias liberales que exigen un realineamiento político sobre cuestiones climáticas, y un nuevo interés en lograr que otros se unan. Para un club compuesto por una docena de grandes y medianos poderes extravagantes, resolver un acuerdo “minilateral” dejaría a miles de millones excluidos de las preguntas que podrían dar forma a su destino; los participantes necesitarían nuevos sistemas de preferencia comercial y otras amenazas y sobornos para mantenerse en línea. Pero podrían romper el estancamiento, empujando lo suficiente del mundo a una trayectoria de mitigación más pronunciada para beneficiar a todos, y ser ampliamente emulados.

El daño que terminará causando el cambio climático depende de la respuesta humana en las próximas décadas. Muchos activistas de la izquierda no pueden imaginar las democracias liberales de hoy respondiendo al desafío en una escala adecuada. Piden nuevos límites a la búsqueda de la prosperidad individual y el control general del gobierno sobre la inversión, restricciones que algunos de ellos aceptarían bajo cualquier circunstancia. Mientras tanto, a la derecha, algunos apartan la mirada del incipiente desastre como diciendo “estoy bien, Jack” e ignoran sus deberes para con el grueso de la humanidad.

Si el espíritu de empresa que primero aprovechó el poder de los combustibles fósiles en la Revolución Industrial es sobrevivir, los estados en los que más ha prosperado deben demostrar que esas actitudes son erróneas. Deben estar dispuestos a transformar la maquinaria de la economía mundial sin renunciar a los valores de los que nació esa economía. Algunos afirman que el amor del capitalismo al crecimiento lo enfrenta inevitablemente a un clima estable. Este periódico cree que están equivocados. Pero, sin embargo, el cambio climático podría ser la sentencia de muerte para la libertad económica, junto con mucho más. Si el capitalismo quiere mantener su lugar, debe mejorar su juego. Lampadia




¿Cómo afectará el 5G a nuestras vidas?

¿Cómo afectará el 5G a nuestras vidas?

Como hemos escrito previamente en Lampadia: Las oportunidades y retos de la Revolución del 5G , la implementación plena de la tecnología 5G proveerá de múltiples oportunidades hacia las empresas y los gobiernos por las ganancias en eficiencia generadas por la transmisión de enormes cantidades de información en tiempo real. Esto permitirá a su vez, direccionar las inversiones hacia tecnologías de punta e innovación y ya no hacia procesos operativos y/o repetitivos.

Sin embargo, hemos señalado también que le demandará grandes retos hacia la política pública, particularmente, el sector privado en alianza con los gobiernos tendrán que dedicar cuantiosas inversiones en infraestructura y tendrán que trabajar en el amoldamiento de cargas regulatorias del sector de telecomunicaciones, de manera que se asegure que su cobertura sea realmente universal.

En esta oportunidad, queremos aterrizar un poco más acerca del alcance que tendría esta tecnología– ya no en las empresas y los gobiernos- sino en la vida diaria de las personas. Para ello compartimos un artículo líneas abajo escrito por Matthew Wall, editor de Tecnología de los Negocios de BBC News, en el que se responde de manera simple y concreta una serie de preguntas e inquietudes en torno al 5G que podría hacérsela cualquier persona con ningún expertise en el sector de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), más allá del uso de un teléfono inteligente o una laptop.

La idea central del artículo en mención es que, gracias al uso de bandas de frecuencias más altas pero con longitudes de ondas más cortas, la tecnología 5G promete velocidades de descarga 10 a 20 veces más rápidas que las que tenemos con la actual tecnología 4G.

Ello permitiría no solo la realización de diversas actividades de entretenimiento y de prevención en tiempo real, como la descarga de videos de alta definición, videollamadas, control nutricional y de la actividad física, entre otras, sino que además posibilitaría la ejecución de muchas de estas tareas de manera simultánea. Se espera, según Wall, que todos estos beneficios puedan ser aprovechados por la mayoría de países hacia el año 2020. Esperamos con especial anhelo que sus proyecciones se cumplan. Lampadia

¿Qué es 5G y qué significará para ti?

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El móvil de alta velocidad podría permitir a los robots, sensores y otras máquinas comunicarse

Matthew Wall
Editor de Tecnología de los Negocios
BBC News
24 de julio, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

La super rápida “quinta generación 5G” de internet móvil podría lanzarse tan pronto como el próximo año en algunos países, prometiendo velocidades de descarga 10 a 20 veces más rápidas que las que tenemos ahora. Pero, ¿Qué diferencia realmente hará en nuestras vidas? ¿Necesitaremos nuevos teléfonos? Y, ¿Resolverá el problema de ausencia de “punto de acceso” para personas en áreas remotas?

¿Qué es 5G exactamente?

Es la siguiente quinta generación de conectividad de internet móvil que promete velocidades de carga y descarga de datos mucho más rápidas, una cobertura más amplia y conexiones más estables.

Se trata de hacer un mejor uso del espectro de radio y permitir que muchos más dispositivos accedan a Internet móvil al mismo tiempo.

¿Qué nos permitirá hacer?

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Los autos sin conductor podrán “hablar” entre sí y con los sistemas de administración de tráfico

Imagínese enjambres de drones que cooperan para llevar a cabo misiones de búsqueda y rescate, evaluaciones de incendios y monitoreo de tráfico, todos ellos comunicándose de forma inalámbrica entre sí y con estaciones base terrestres a través de redes 5G.

De manera similar, muchos piensan que la 5G será crucial para que los vehículos autónomos se comuniquen entre sí y lean mapas en vivo y datos de tráfico.

Los videos móviles deben estar casi instantáneos y sin problemas. Las videollamadas deben ser más claras y menos bruscas. Los dispositivos portátiles de fitness podrían controlar su salud en tiempo real, alertando a los médicos tan pronto como surja una emergencia.

¿Cómo funciona?

Es probable que se apliquen varias tecnologías nuevas, pero aún no se han establecido estándares para todos los protocolos 5G. Las bandas de frecuencias más altas (3.5GHz (gigahertz) a 26GHz y más) tienen mucha capacidad, pero sus longitudes de onda más cortas significan que su rango es más bajo, ya que son más fáciles de bloquear por objetos físicos.

Leyenda de medios/WATCH:
Lo que significará la conexión 5G ultrarrápida

Por lo tanto, podemos ver grupos de mástiles telefónicos más pequeños cerca del suelo que transmiten las llamadas “ondas milimétricas” entre un número mucho mayor de transmisores y receptores. Esto permitirá una mayor densidad de uso. Pero es caro y las empresas de telecomunicaciones aún no están totalmente comprometidas.

¿Es muy diferente a 4G?

Sí, es una nueva tecnología de radio, pero es posible que no note velocidades mucho más altas al principio porque es probable que los operadores de red utilicen 5G inicialmente como una forma de aumentar la capacidad en las redes 4G (LTE – Evolución a largo plazo) existentes, para asegurar un servicio más consistente para los clientes. La velocidad que obtenga dependerá de la banda de espectro en la que opere el operador la tecnología 5G y de cuánto haya invertido su operador en nuevos mástiles y transmisores.

Entonces, ¿qué tan rápido podría ser?

Las redes móviles 4G actuales más rápidas ofrecen aproximadamente 45 Mbps (megabits por segundo) en promedio, aunque la industria aún tiene la esperanza de alcanzar 1 Gbps (gigabit por segundo = 1,000Mbps). El fabricante de chips Qualcomm reconoce que 5G podría alcanzar velocidades de navegación y descarga entre 10 y 20 veces más rápidas en condiciones (en lugar de laboratorios) reales.

Título de los medios. ¿La demo rápida de 5G de Nokia nos da una idea del futuro?

Imagina poder descargar una película de alta definición en aproximadamente un minuto.

Esto es para redes 5G construidas junto con redes 4G LTE existentes. Las redes 5G independientes, por otro lado, que operan dentro de frecuencias muy altas (30 GHz, por ejemplo) podrían alcanzar fácilmente velocidades de navegación de gigbabit-plus como estándar.

¿Por qué lo necesitamos?

El mundo se está moviendo y estamos consumiendo más datos cada año. Las bandas de espectro existentes se están congestionando, lo que lleva a fallas en el servicio, especialmente cuando muchas personas en la misma área intentan acceder a los servicios móviles en línea al mismo tiempo. 5G es mucho mejor en el manejo de miles de dispositivos simultáneamente, desde teléfonos móviles hasta sensores de equipos, cámaras de video hasta luces de calle inteligentes.

¿Cuándo viene?

Es poco probable que la mayoría de los países lancen servicios 5G antes del 2020, pero Ooredoo, de Qatar, dice que ya ha lanzado un servicio comercial, mientras que Corea del Sur pretende lanzar el próximo año, con sus tres operadores de red más grandes acordando iniciar al mismo tiempo. China también está compitiendo para lanzar servicios en 2019.

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China está experimentando con transmisiones de drones en vivo de ultra alta definición usando 5G.

Mientras tanto, los reguladores de todo el mundo han estado ocupados subastando el espectro a las compañías de telecomunicaciones, que han estado experimentando con los fabricantes de teléfonos móviles con nuevos servicios.

¿Necesitaré un nuevo teléfono?

Sí, me temo que sí. Pero cuando se introdujo 4G en 2009/10, los teléfonos inteligentes compatibles llegaron al mercado antes de que la infraestructura se desplegara completamente, lo que provocó cierta frustración entre los consumidores que sentían que estaban pagando más en suscripciones por un servicio irregular.

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Los teléfonos inteligentes necesitarán nuevos chips de computadora para manejar 5G

Esta vez, dice Ian Fogg, es poco probable que los fabricantes de teléfonos cometan el mismo error, lanzando teléfonos 5G solo cuando las nuevas redes estén listas, probablemente hacia fines de 2019. Estos teléfonos de próxima generación podrán cambiar sin problemas entre redes 4G y 5G para un servicio más estable.

¿Significará el fin de los servicios de línea fija?

En una palabra, no. Las compañías de telecomunicaciones han invertido demasiado en la banda ancha de fibra óptica y de cable de cobre para renunciar a las mismas. Los servicios de banda ancha domésticos y de oficina serán principalmente líneas fijas durante muchos años, aunque el llamado acceso inalámbrico fijo estará disponible en conjunto.

Piense en el móvil 5G como un servicio complementario para cuando estamos fuera, interactuando con el mundo que nos rodea. También facilitará el tan anunciado “internet de las cosas”.

¿Funcionará en áreas rurales?

5G operará en bandas de alta frecuencia, por lo menos al comienzo, que tienen mucha capacidad pero cubren distancias más cortas. 5G será principalmente un servicio urbano para áreas densamente pobladas.

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Es poco probable que las personas en áreas rurales se beneficien de 5G a corto plazo

Las bandas de baja frecuencia (normalmente 600-800Mhz) son mejores en distancias más largas, por lo que los operadores de red se concentrarán en mejorar su cobertura 4G LTE en paralelo con el despliegue de 5G.

Pero la realidad comercial significa que para algunas personas en áreas muy remotas, la conectividad seguirá siendo irregular en el mejor de los casos sin el subsidio del gobierno, lo que hace que valga la pena que los operadores de redes vayan a estos lugares. Lampadia




Think tank chileno entre los 100 mejores del mundo

Recientemente, se publicó el informe “2018 Global Go To Think Tanks Index Report”, el cual tiene como principal objetivo destacar el perfil, desempeño y el impacto de los think tanks a nivel mundial, ubicándolos en un ranking construido en función de diversos atributos que van desde su capacidad para ejercer el liderazgo en temas de especial relevancia para la política doméstica de su país, hasta su capacidad para desarrollar nuevas ideas o paradigmas que pueden tener especial trascendencia para la política pública.

A continuación la distribución de think tanks por región geográfica en porcentaje y en número:

El año pasado fue especialmente importante para el Centro de Estudios Públicos (CEP) -think tank liberal de origen chileno- ya que el mencionado informe lo ubicó en el puesto 95 entre los mejores think tanks en el ranking global, destacando como una de las 3 únicas instituciones de América Latina y el Caribe que se ubican por debajo del puesto 100. Asimismo, ocupó el primer lugar entre los think tanks chilenos, en el listado que no incluye a los think tanks norteamericanos y sexto lugar global, en el listado que solo incluye think tanks latinoamericanos.

Así, el estudio destaca sus atributos en las siguientes categorías:

¿Qué pueden aprender los think tanks peruanos de este caso de éxito?

En primer lugar, si hacemos un contraste con el caso peruano, se encuentra que no solo no se visualizan think tanks en el ranking global sino que además, a nivel de América Latina y el Caribe, muchos países – incluido Chile – nos llevan la delantera.

Así el ranking de países latinoamericanos es liderado por think tanks provenientes de Brazil, Colombia, Argentina y Chile – en el que se incluye a CEP – y es a partir del puesto 16, con GRADE, que empiezan a visualizarse los casos peruanos, sin destacarse ningún think tank de corte liberal o libertario.

El Perú tiene pendiente la formación de think tanks fuertes de corte libertario. Sobre los existentes, lo que deberían hacer es recoger este tipo de estudios y ver en donde se concentran sus principales falencias y oportunidades de mejora, siguiendo por ejemplo, las puntuaciones de las principales categorías como las anteriormente mencionadas, tomando como ejemplo a think tanks exitosos como el CEP.

Es fundamental que tengamos más y mejores aportes de nuestros think tanks, porque son espacios en donde se discute de forma rigurosa y académica, la mejor manera de hacer política pública, una necesidad que nos urge tener como país.

En un contexto de fragilidad institucional en nuestras entidades públicas y falta de sensatez por parte de nuestra clase dirigente, lo que necesitamos es más debate técnico en torno a futuras propuestas de política. Los think tanks pueden lograr este cometido. Lampadia

Compartimos a continuación el estudio 2018 Global Go To Think Tank Index Report, en el que se puede ver a detalle el ranking de los think tanks por categorías, sub-categorías y regiones geográficas, además de la metodología empleada.

Asimismo, compartimos la nota emitida por el CEP (ver artículo líneas abajo) acerca de su posicionamiento entre los 100 mejores think tanks del mundo.

CEP entre los 100 mejores think tanks del mundo

Ocupa el lugar 95, según el ranking 2018 “Global Go To Think Tanks” de la Universidad de Pennsylvania y es sexto a nivel latinoamericano.

Nota de Prensa
CEP (Centro de Estudios Públicos)
enero, 2019
Glosado por Lampadia

El Centro de Estudios Públicos (CEP) se ubica entre los mejores think tanks del mundo, de acuerdo a la investigación del Programa de Think Tanks y Sociedad Civil de la Universidad de Pennsylvania (TTCSP), que se dio a conocer el 31 de enero de 2019. A nivel global clasificó en el lugar 95.

Brookings Institute, de Estados Unidos, ha ocupado el primer lugar en el mundo entre los think tanks desde 2008 y lo hace nuevamente este año, seguido de Bruegel de Bélgica y Chatam House de Inglaterra. El estudio contempla 8,162 centros de estudios de todos los continentes y se realiza desde el 2006. El CEP ocupa el primer lugar entre los think tanks chilenos, en el listado que no incluye a los think tanks norteamericanos, ubicándose en el lugar 107, seguido en el 109 por LyD .

A nivel de la región Centro y Sudamérica, la Fundación Getulio Vargas de Brasil, Fedesarrollo de Colombia y el Centro Brasileiro de Relaćoes Internacionais se ubicaron en los tres primeros puestos. En este ranking, el CEP es 6°; seguido de Cieplan (12), la Fundación Chile 21 (23) Libertad y Desarrollo (28), la Fundación Jaime Guzmán (19) y la Fundación para el Progreso (76). 

De acuerdo a las categorías que establece el ranking, el CEP se destaca en los siguientes lugares a nivel mundial:

El “Global Go To Think Tanks” es la principal base de datos de think tanks globales y tiene como objetivo destacar el perfil, desempeño y el impacto de estas instituciones, además de crear una red transnacional e interdisciplinaria de centros de políticas públicas de excelencia. Su creador, James McGann, PhD, director del Programa de Think Tanks y Sociedad Civil de la Universidad de Pennsylvania, destaca su importancia al señalar que “en un mundo repleto de tweets y citas, frecuentemente superficiales y cargadas políticamente, es fundamental saber dónde encontrar propuestas que muestren la complejidad de los asuntos de política pública”. Lampadia




Balance de Davos 2019

La Reunión Anual del Foro Económico Mundial 2019 que tuvo lugar en Davos entre los pasados 22 y 25 de enero abordó temas sumamente importantes, de cara a los procesos políticos que actualmente acontecen en el mundo, en un contexto en el que la 4ta Revolución Industrial (4IR) y el cambio climático le exigen a empresarios, gobiernos y sociedad civil trabajar en consenso no solo a nivel nacional sino también con el apoyo de la cooperación internacional.

El foro hizo hincapié en la necesidad de redefinir la globalización para que sea más inclusiva y se puedan superar las críticas actuales, más allá de su verdadera relevancia. En este aspecto, las limitaciones reales del modelo de economía de mercado, se han multiplicado en los espacios del neo populismo.

A diferencia de los medios de comunicación locales, los cuales han mostrado un completo desinterés por difundir los temas discutidos en la reunión, nosotros hemos venido realizando seguimiento a los contenidos más importantes del evento. Ver Lampadia:

Consideramos que contienen valiosas reflexiones, que pueden resultar relevantes para una mejor toma de decisiones tanto para el quehacer de la política pública como para los emprendimientos y los modelos de negocio que quiera llevar a cabo el sector privado.

En esta línea, compartimos un reciente artículo del blog del Foro Económico Mundial que muestra los compromisos y principales iniciativas que han sido emprendidas por los países tras la culminación de la mencionada reunión. Lampadia

Maneras en las que Davos 2019 impactó en el mundo

Imagen: REUTERS / Pascal Lauener (SUIZA – Etiquetas: POLITICS BUSINESS) – BM2E91M0Y9Q01

Oliver Cann
Jefe de Comunicación Estratégica, miembro del Comité Ejecutivo

Foro Económico Mundial (WEF)
25 de enero, 2019
Traducido y glosado por
Lampadia

  • El primer ministro Abe de Japón se comprometió a que la presidencia del G20 (de Japón), lanzara una agenda para la gobernanza global de los datos. Abe dijo que el proceso funcionaría bajo los auspicios de la Organización Mundial de Comercio.
  • Un grupo de más de 70 países confirmó las intenciones de comenzar las negociaciones de la OMC sobre aspectos del comercio electrónico. Poco antes, los miembros del Foro emitieron una declaración en la que pedían un nuevo acuerdo de comercio digital que debería ser ambicioso e inclusivo. La comunidad instó a los gobiernos a avanzar con esta agenda en la OMC para reducir costos y facilitar una mayor participación en la economía digital global.
  • Los líderes de Brasil, Colombia y Perú, junto con el Ministro de Relaciones Exteriores de Canadá, utilizaron una declaración conjunta el miércoles para ofrecer el respaldo a Juan Guiado, líder del Parlamento controlado por la oposición de Venezuela, después de haberse declarado Presidente Interino.
  • El gobierno del Reino Unido anunció un plan de cinco años para hacer frente a la amenaza mundial de la resistencia a los antimicrobianos. El plan prevé contener y controlar la RAM en todo el mundo para 2040.
  • El Foro continuó los diálogos de diplomacia de múltiples partes interesadas con el objetivo de promover los esfuerzos de paz en otras fallas globales clave, incluidos los Balcanes Occidentales y Siria. El Foro también convocó a una comunidad de líderes público-privados para un Diálogo Especial sobre las relaciones entre Israel y Palestina. Con la ayuda del Primer Ministro Abiy de Etiopía, se llevó a cabo un diálogo diplomático en el Cuerno de África.
  • También se iniciaron discusiones sobre el Sahel, la península de Corea, las relaciones entre Europa y Rusia y sobre una nueva arquitectura de desarrollo para el compromiso África-Europa.
  • Muchas de estas conversaciones se continuarán y avanzarán en nuestra próxima Reunión en el Mar Muerto, Jordania, del 6 al 7 de abril, que hemos decidido convertir en una cumbre mundial para la paz y la reconciliación.

Imagen: Foro Económico Mundial / Manuel Lopez

Dando forma a la nueva economía y la sociedad

  • La Iniciativa del Foro, Closing the Skills Gap (Cerrando la Brecha de Habilidades), lanzada en 2017 con el objetivo de volver a capacitar a 10 millones de trabajadores para el 2020, anunció que ya ha asegurado compromisos para capacitar a más de 17 millones de personas en todo el mundo, 6.4 millones de los cuales ya han sido calificados. El Foro también anunció que la iniciativa ahora está apoyando asociaciones público-privadas destinadas a promover habilidades futuras en cuatro países: Argentina, India, Omán y Sudáfrica.
  • El Foro también anunció que estaba expandiendo su red de grupos de trabajo nacionales de Closing the Gender Gap (Cerrando la Brecha de Género) a ocho países; Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Francia, Panamá y Perú.

Ayudando a nuestro planeta

  • Voice for the Planet (Voz para el Planeta), una campaña mundial para construir un movimiento para un nuevo acuerdo para la naturaleza y la gente, se lanzó el martes durante una sesión plenaria con el presidente Al Gore, el primer ministro Ardern de Nueva Zelanda y Anand Mahindra de Mahindra. La campaña obtuvo más de 21,000 promesas individuales dentro de las 48 horas.
  • El Centre for Global Public Goods (Centro de Bienes Públicos Globales) del Foro ayudó a lanzar un proyecto de $ 15 millones para lanzar una industria formal de reciclaje de residuos electrónicos en Nigeria.
  • Perú se unió a la Tropical Forest Alliance (Alianza de Bosques Tropicales) del Foro en un intento por ayudar al país a lograr su objetivo de reducir la deforestación en la Amazonía peruana. El país es el hogar de la segunda área más grande de bosque amazónico después de Brasil.
  • Cinco países asiáticos descargan más plástico en los océanos que ningún otro combinado. The Global Plastic Action Partnership – GPAP (La Asociación Mundial de Acción Plástica) anunció su primera asociación nacional en Indonesia, que se lanzará el 12 de marzo de 2019. Vietnam, presidente de la ASEAN 2020, también se unió al GPAP comprometiéndose con un enfoque de economía circular para hacer frente a la contaminación plástica.

Conformando la Cuarta Revolución Industrial

  • El Centre for the Fourth Industrial Revolution Network (Centro para la Cuarta Red de la Revolución Industrial) del Foro, establecido en 2017, anunció que había crecido a más de 100 empresas y gobiernos, incluidas cinco naciones del G7. UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), OHCHR (Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos) y WFP (Programa Mundial de Alimentos) se convirtieron en las primeras organizaciones internacionales en unirse.
  • Mientras tanto, esta red también dio la bienvenida a los países de Colombia, Israel y los Emiratos Árabes Unidos como Centros Afiliados para la Cuarta Revolución Industrial: instituciones independientes comprometidas a ayudar a diseñar y pilotar políticas para tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial y el blockchain.
  • El estado indio de Andhra Pradesh anunció que debía adoptar el Juego de herramientas del Operador Avanzado de Drones: un marco de políticas desarrollado en colaboración con 10 autoridades de aviación civil, ocho organizaciones gubernamentales internacionales y 23 empresas privadas, incluidos los gobiernos de Ruanda y Suiza. El movimiento allana el camino para que Andhra Pradesh incremente la actividad comercial de aviones no tripulados.
  • El C4IR Japón lanzó una nueva iniciativa global centrada en acelerar el desarrollo responsable y sostenible de las ciudades inteligentes.
  • En la reunión anual se lanzó un proyecto piloto para proteger los aeropuertos y otras infraestructuras críticas contra los ataques cibernéticos.
  • Los miembros de la Platform for Good Digital Identity (Plataforma para la Buena Identidad Digital) del Foro anunciaron planes para pilotos de la cadena de suministro que reúnen la identidad digital y los pagos digitales para mejorar la transparencia, acelerar la inclusión financiera y digital de los pequeños productores y recompensarlos directamente por prácticas sostenibles.
  • La ID2020 Alliance lanzó una Marca de Certificación de identidad digital, para incentivar el diseño y el uso de soluciones de identidad digital que se adhieran a los más altos estándares de protección de la privacidad, control de usuarios e interoperabilidad.

En la plataforma del Foro para la Cooperación Público-Privada.

  • Con el respaldo financiero de PACT, el Children’s Investment Fund (Fondo de Inversión Infantil) y el respaldo de 25 organizaciones de la sociedad civil, el Foro lanzó una nueva iniciativa, Preparing Civil Society for the Fourth Industrial Revolution (Preparando a la Sociedad Civil para la Cuarta Revolución Industrial), destinada a ayudar a la sociedad civil a enfrentar los desafíos que presenta el rápido cambio tecnológico.
  • El Foro se asoció con el Banco Mundial y el Comité Internacional de la Cruz Roja para lanzar un Grupo de Alto Nivel sobre Inversión Humanitaria para desbloquear el capital del sector privado para la inversión en economías frágiles.
  • 25 empresas globales anunciaron que trabajarían con Terracycle, un especialista en reciclaje, para lanzar la Iniciativa Loop Alliance, un nuevo concepto de empaque reutilizable. El esquema que involucrará a los clientes que pagan un depósito reembolsable por el empaque duradero sin cargo extra por recolección, recuperará los costos ambientales de producción después de tres o cuatro usos.
  • El Wellcome Trust (Bienvenida Confianza) comprometió $ 200 millones a lo largo de 5 años para mejorar nuestra comprensión básica de la depresión y la ansiedad. La investigación se centrará en las terapias psicológicas que pueden administrarse a una edad temprana y al inicio de la enfermedad, ya que los problemas de salud mental suelen comenzar a una edad temprana.
  • Se anunció una nueva asociación público-privada entre el gobierno de Ghana y Novartis para mejorar y extender la vida de quienes sufren la enfermedad de células falciformes (SCD) en el país. Aproximadamente 1,000 niños nacen con SCD en África todos los días y más de la mitad mueren antes de cumplir cinco años.
  • La Global Youth Alliance fue lanzada en la Reunión Anual por Facebook, Nestlé y Nielsen para apoyar las habilidades de los jóvenes en los países emergentes y desarrollados.
  • Valuable 500, una nueva campaña dirigida a liberar el potencial social y económico de los 1,300 millones de personas en todo el mundo que viven con una discapacidad. Esta campaña buscará inscribir a 500 empresas globales para comprometerse a incluir la discapacidad en sus agendas de la junta directiva en 2019.
  • Ruanda se convirtió en el primer país africano en unirse a la plataforma de comercio global de Alibaba, cuyo objetivo es aumentar el comercio electrónico en los mercados emergentes.
  • Google y SAP anunciaron Circular Economy 2030, una competencia de US$ 400,000 para apoyar a los empresarios que promueven el consumo y la producción sostenibles.
  • Ocho universidades mundiales se comprometieron a establecer una nueva comunidad, la Global Alliance of Universities on Climate (GAUC) con el objetivo de colaborar en la promoción de medidas que apoyen las convenciones de las Naciones Unidas sobre el cambio climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los ocho: la Universidad Nacional de Australia; Universidad de California, Berkeley; Universidad de Cambridge; Colegio Imperial de Londres; Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres; Instituto de Tecnología de Massachusetts; Universidad de Tokio, y La Universidad de Tsinghua pretenden incluir más universidades en los próximos años.

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