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¿Cómo salir del callejón sin salida?

¿Cómo salir del callejón sin salida?

Rafael Venegas
Director Independiente de Empresas
Para Lampadia

Es una verdadera lástima que nuestro querido Perú, cumpla su bicentenario republicano viviendo una de las peores crisis de sus 200 años. No se si será la peor, pero de hecho es la más complicada por los múltiples eventos negativos que nos están impactando y por la extrema polarización de la población que esto ha suscitado.

¿Quién nos metió en este callejón que parece no tener salida?

¿Existe la posibilidad de encontrarla?

La polarización es de carácter temporal y ha sido causada por este accidentado y manoseado proceso electoral. Lamentablemente hay mucha gente cegada por diferentes motivos que está dispuesta a aceptar cualquier cosa con tal de satisfacer sus odios, sus frustraciones, sus miedos, sus penas y sus ilusiones. De esto se han aprovechado un puñado de malos peruanos, para llevar agua a sus molinos.

La población se ha dividido en dos polos. La mitad se ha unido al bando comunista y la otra al bando que defiende el statu quo.

El primer polo agrupa a los verdaderos comunistas, que en realidad sólo son 10.5%, según la primera vuelta. El resto (casi 40%) se ha unido a este bando por diferentes motivos, sin ser necesariamente de izquierda.

La mayoría de ellos han sido incitados y convencidos por estrategias basadas en la victimización, el odio, el racismo, las desigualdades, la pobreza y la nefasta actuación de la clase política en los últimos años. Además, los izquierdistas se han aprovechado malévolamente de la situación vulnerable en que se encuentran muchos peruanos, debido a la pandemia, la crisis económica y el desempleo.

También integran este grupo los agazapados, tibios y enmascarados caviares, que se acomodan como sabandijas y que son los grandes culpables de los odios y las divisiones entre peruanos.

Finalmente, un componente importante de este polo, son los recalcitrantes anti-fujimoristas, que han exacerbado su odio a niveles extremos, llegando incluso a preferir apoyar al comunismo. Este odio desmedido es un trabajo de martilleo constante por muchos años, ejecutado por los caviares y por la prensa irresponsable y vergonzosamente parcializada.

En resumen, la maquinaria de comunicaciones del foro de Sao Paulo, los acomodados caviares y la prensa contratada y parcializada, son los creadores directos de este polo. La izquierda en su conjunto nunca había superado el 30%. Hoy, gracias a este trabajo subterráneo, ha conseguido llegar al 50% y ha polarizado completamente a la población.

En el otro polo están los fujimoristas que en la primera vuelta sumaron cerca del 10%. A ellos se les han sumado, por necesidad, los demócratas de derecha y de centro de diferentes partidos, así como los demócratas sin partido y por supuesto, los anti-comunistas. Este polo ha tenido una baja muy importante: los demócratas anti-fujimoristas, que increíblemente han preferido pasarse al bando comunista, votar en blanco o no participar.

La polarización es clarísima y los ánimos están muy caldeados. Lo curioso es que los partidos que verdaderamente disputan esta elección son el comunismo y el fujimorismo y ambos solo llegan al 10%. Es decir, ninguno de los dos tiene la representatividad necesaria para ser finalistas de una segunda vuelta, ni mucho menos para gobernar el país.

Casi el 80% de la población, que no es ni comunista, ni fujimorista, se ha visto obligada a tomar partido por uno de los dos polos y defenderlo. Este escenario que era ideal para que un buen líder, apoyado decidida y firmemente por la población, presionara y consiguiera la anulación del proceso, cosa que no ha sido posible. Y no lo ha sido porque lamentablemente ya no existen líderes políticos de grueso calibre y capaces de dirigir una empresa de esta magnitud. Esa es una de nuestras grandes debilidades; carecemos de verdaderos líderes políticos.

A esta precariedad de partidos y candidatos sin representatividad, se suma el infame manejo irregular, dictatorial y anti-constitucional de las autoridades electorales, avaladas por un gobierno inepto, parcializado y sin representatividad. Todo pareciera indicar que se está siguiendo la consigna del líder comunista Josef Stalin: ¨No importa quien vota, sino quien cuenta los votos¨.

El Artículo 176 del Capítulo XIII de la constitución política del Perú dice de manera clara y contundente: ¨El Sistema Electoral (RENIEC, ONPE y JNE) tiene por finalidad asegurar que las votaciones traduzcan la expresión auténtica, libre y espontánea de los ciudadanos y que los escrutinios sean reflejo exacto y oportuno de la voluntad del elector expresada en las urnas por votación directa¨.

Por lo tanto, está muy claro que la función principal que debe cumplir la autoridad electoral es asegurar que el voto ciudadano sea respetado por encima de todo. Sin embargo, en los últimos días hemos sido testigos de todo lo contrario, cosa que es ilegal y está penado por la ley.

Lamentablemente existe una larga lista de hechos que nublan totalmente el proceso y que lo convierten en extremadamente dudoso, por decir lo menos. Irregularidades de todo tipo que son copia fiel de otros procesos viciados y manipulados para conseguir o mantener el poder en los países del foro de Sao Paulo.

El padrón electoral con errores de todo tipo y con un millón y medio mas de personas, si se compara con el utilizado para la vacunación pública. Muertos y menores de edad que no sólo votan, sino que son miembros de mesa. Firmas claramente falsificadas que no quieren ser verificadas por la autoridad, votos en blanco convertidos en votos a favor de solo uno de los candidatos, mesas enteras con votación cero para un candidato, etc., etc., etc. Un desmadre, que no quiere ser reconocido, ni revisado por la autoridad.  

Tampoco se entiende porque no se pone el padrón electoral a disposición de la revisión, siendo estos documentos de carácter público, donde se encuentra la información base. ¿Por qué los esconden? Esto también es ilegal.

Otro tema digno de resaltar es por qué se ha aceptado que la plancha presidencial del candidato Castillo, sólo tenga dos miembros, cuando deben ser tres. Además, la candidata a vicepresidente ha incumplido la ley al no renunciar a su cargo público 6 meses antes de la elección. Ella sólo solicitó licencia y recibió su sueldo. Lo peor de todo es que su cargo es en la RENIEC, parte del sistema electoral, lo que hace aún mas conflictivo el caso. Por temas mucho menos graves, se inhabilitó a otros candidatos del proceso, como al APRA y a Fernando Cillóniz. ¿Porque en este caso y en el de Vizcarra, no fueron igualmente inhabilitados? ¡Eso es también ilegal!

Tampoco se entiende porque la JNJ aprobó el nombramiento del jefe de la ONPE, habiendo este sido funcionario de otro ente del sistema electoral (RENIEC). ¿No se dieron cuenta que existía un claro conflicto?

Si todas estas irregularidades no crean dudas sobre el proceso, estamos todos locos. Por lo tanto tienen que ser tomadas en cuenta por la autoridad electoral, por el presidente de la república y por las instituciones democráticas internacionales. Esta muy claro que, para darle la debida legitimidad al proceso y a quien resulte ganador, no deben existir estas dudas. Por eso es preciso hacer una revisión técnica exhaustiva e independiente. Mas del 50% de la población lo está solicitando, por lo tanto tiene que ser atendida.

Para enfrentar esto hay dos soluciones: La primera es que se anule el proceso electoral por exceso de irregularidades. Esto tendría que ser definido como una excepción por el JNE o por el presidente de la república y todos sabemos que esto no va a ocurrir dada la actitud parcializada mostrada por ambos entes.

La segunda es una alternativa en la que deberían estar de acuerdo los dos polos, a no ser que tengan algo que ocultar. Esta opción que es utilizada en todos los ámbitos cuando existen diferencias, es el arbitraje independiente.

En el caso de los procesos electorales, este arbitraje se traduce en una auditoría especializada e independiente, que puede estar a cargo de uno o mas organismos internacionales como la OEA o la UE y que ya lo han hecho muchas veces antes. Sin embargo, el único que la puede solicitar es el presidente.

Esta es la solución ideal para ambos polos, ya que mientras uno está absolutamente convencido de que hay fraude, el otro está también convencido de que no lo hay. Por tanto, tiene que ser un tercero (el árbitro) quien luego de un análisis técnico, defina quién tiene la razón. De esta manera ambos polos tendrán que aceptar la decisión y el proceso tendrá la legitimidad que se requiere.

¿Porque no se quiere pedir la auditoría? ¿A qué le teme la autoridad electoral y el presidente encargado? ¿Hay gato encerrado?

Vamos señor Sagasti, no pase a la historia como un intrascendente caviar, hágalo como un valiente demócrata: Solicite a la OEA y/o a la UE, que practiquen una auditoría al proceso electoral.

¡El Perú entero se lo va a reconocer y agradecer! Lampadia




El Perú no está partido en dos

El Perú no está partido en dos

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Todos hablan sin mayor análisis y reflexión sobre un país dividido en dos, y hasta irreconciliablemente así. Lastimosamente, esta confusión se ha prestado para que políticos oportunistas pretendan sembrar ideas que no reflejan el verdadero sentir de los peruanos.

Cada vez que he tenido la oportunidad de expresar mi opinión al respecto, he insistido en que la bendita polarización es producto de la coyuntura electoral, impactada por la conjunción de cuatro crisis profundas: sanitaria, económica, social y política. Estas llevaron a los ciudadanos a perder la confianza en sus líderes y la confianza en el futuro, algo muy grave en medio de una crisis tan profunda.

Los siguientes cuadros muestran que los peruanos no están polarizados en cuanto a las líneas básicas de las políticas económicas, como lo demuestra un último estudio de Datum, que también compartimos líneas abajo.

Como podemos ver en el cuadro, las políticas económicas sensatas y prevalecientes en los países más desarrollados, son preferidas por los peruanos en proporciones muy importantes.

  • En una proporción de 3 a 1 los peruanos estarían en desacuerdo en que se restrinjan las importaciones.
  • Están 4 a 1 a favor de mantener los TLCs.
  • 2 a 1 en contra del control de precios.
  • Y en cuanto a los cambios de la Constitución, el 77%, en una proporción de 4 a 1, estarían en contra de una nueva Constitución.

Esperemos que nadie pretenda imponer políticas públicas que el conjunto de la población no respalde, que además serían muy dañinas para la recuperación de los ingresos y reducción de la pobreza, y que impedirían que el Estado se dedique a mejorar la calidad de los servicios públicos, la gran falla de las últimas décadas.

En este segundo cuadro, podemos ver que en esencia los jóvenes, la tienen más clara aún.

Veamos los resultados en mayor detalle:

La encuesta de Datum también incluye una pregunta sobre los indicios de alteraciones del voto o fraude, por lo que mucha gente está reclamando que se revisen todos los votos y se establezca la verdad electoral. Datum muestra que el 65% de la población y el 72% de los jóvenes de 18 a 24 años, considera que hay indicios de fraude.

Para ver toda la encuesta abra el enlace:

https://www.lampadia.com/assets/uploads_documentos/7ca63-527-0621-op-coyuntura-junio-2021-informe-edades-.pdf

Rescatemos pues, de esta encuesta un mensaje positivo, los peruanos no estamos irremediablemente divididos. Tenemos una visión común sobre temas muy importantes para nuestro desarrollo. Lo que debemos hacer es compartir más información, tener más cercanía y recordar, que en las últimas décadas hemos sido capaces de regresar desde el octavo círculo del infierno.

Nuestro país nos da muchas capacidades para superar la pobreza y alcanzar el bienestar general. Solo necesitamos entender que todos debemos ponernos al mismo lado de la mesa, siguiendo los buenos ejemplos de los países más prósperos Lampadia




El bolsón y el anti-voto

El bolsón y el anti-voto

Rafael Venegas
Director Independiente de Empresas
Para Lampadia

El Perú está totalmente polarizado en estos días, pero es una polarización rara ya que tiene tres polos, incluyendo el de los indecisos. Las personas que conforman este grupo deben ser conscientes que tienen una gran responsabilidad sobre sus hombros, ya que serán ellos los que decidirán el futuro de todos los peruanos.

Lamentablemente, lo que debería ser una contienda entre dos ideologías o dos sistemas económicos distintos, se ha convertido en una infame lucha de clases, gracias a la estrategia comunista utilizada por el partido del lápiz y que se basa en la victimización, el odio, el racismo y la división entre peruanos. Esto les ha sumado muchos votos y por eso en las primeras encuestas tienen un promedio de 40%, cuando la izquierda en su conjunto siempre ha estado alrededor del 30%.

Lo preocupante es que los últimos reportes periodísticos han puesto al descubierto que no se trata de una agrupación política de izquierda tradicional, sino que tenemos al frente a un bien organizado retorno revanchista del partido comunista sendero luminoso.

Abramos bien los ojos y votemos bien informados. No hagamos caso a los inconscientes que predican que Castillo y Cerrón no podrían hacer nada malo, porque las normas no se lo permitirían. No seamos ingenuos. El lobo (sendero luminoso) se ha puesto la piel de cordero (Movadef). Hace 30 años quisieron tomar el poder a través de la lucha armada y el terrorismo, pero fueron derrotados por las FFAA del gobierno de Fujimori, a costa de mas de 70 mil muertos. Hoy regresan con el mismo objetivo, pero esta vez a través del terrorismo ideológico y la lucha de clases.

El Movadef es sendero luminoso y el partido del lápiz es el Movadef. Por eso, así no les guste, hay que enfrentarlos y llamarlos por su verdadero nombre: Partido Comunista Sendero Luminoso.

El triunfo sorpresivo que obtuvieron en la primera vuelta se debió a que aprovecharon a su favor la crisis múltiple que azota al país. El escenario ideal para ejecutar su estrategia. Además, manejaron muy bien la indiferencia del electorado, vía redes sociales, consiguiendo que el ausentismo llegara al 30% y el voto en blanco o nulo al 12.5%. Esto los favoreció y lograron imponerse, pero sólo con el 10.5%.

Afortunadamente esta situación no se repetirá en la segunda vuelta, ya que el electorado ha reconocido su error cívico y las encuestas reportan que el 96% irá a votar. Esto significa que habrán 25% mas votantes que en la primera vuelta.

La diferencia entre ambos candidatos se ha venido reduciendo del 20% a menos del 10% y seguirá por ese camino, siempre y cuando los indecisos, que por ahora son entre el 20% y el 25%-25%) decida votar por la democracia y no en blanco. Esto es lo que decidirá el resultado final.

Aquí vale la pena hacer un símil con el caso de Ecuador, donde las primeras encuestas de la segunda vuelta le daban una clara ventaja de 20% al candidato de la izquierda (Arauz). Sin embargo, gracias a una eficaz campaña de comunicaciones, el candidato de la derecha (Lasso) logró reversar la diferencia y ganar la elección por un margen de 5%.

Los tres grupos de votantes que conforman esta singular polarización son:

  • LOS QUE QUIEREN UNA DICTADURA COMUNISTA. Aquí se incluyen a los comunistas, a los convencidos por la estrategia de la lucha de clases, a los anti-establishment y, aunque parezca mentira, a algunos anti-fujimoristas recalcitrantes. Este grupo promedia un 40% en las primeras encuestas.
  • LOS QUE QUIEREN SEGUIR VIVIENDO EN LIBERTAD Y DEMOCRACIA. Aquí se incluye a los fujimoristas y a los que no lo son, pero escogen esta opción porque rechazan al comunismo y prefieren mantener la libertad y la democracia (los verdaderos anti-comunismo). Entre ellos hay muchos que son anti-fujimoristas, pero son conscientes que mucho peor es el comunismo. Este grupo está entre el 30% y 35%.
  • LOS INDECISOS. Que incluye a los que no piensan votar, a los que no les gusta ninguna opción y prefieren votar en blanco o nulo y a los que aún no han decidido su voto. Este grupo normalmente es 10% o menos, pero esta vez está entre el 20% y 25%.

Este grupo está conformado mayormente por personas que tienen un conflicto personal porque son a la vez anti-comunistas, pero también anti-fujimoristas o anti-Keiko. Ellos, ya sea por sus principios o por sus odios, prefieren no votar o votar en blanco. Esta decisión, que es muy respetable, se convierte en irresponsable y egoísta en este caso, dado el altísimo riesgo de que el comunismo tome el poder y destruya al país.

Por eso pido a los que aún están en este grupo, que privilegien a la razón sobre la emoción y voten patrioticamente por la democracia y la libertad. Voten por el futuro de sus hijos, sus nietos y sus familias. No voten en blanco, voten por el Perú.

Para ayudar al grupo de los indecisos a tomar esta importante decisión, hago un breve análisis del anti-voto, al cual dividió entre el anti-fujimorismo y el anti-Keiko.

  1. EL ANTI-FUJIMORISMO

Este anti-voto impacta a Keiko por el solo hecho de ser hija del expresidente Alberto Fujimori (AFF). Como sabemos, AFF hizo probablemente el mejor gobierno de los últimos 50 años, pero solo en su primer y parte de su segundo periodo. Luego se desbocó.

Sus logros incluyen derrotar al terrorismo y a la híper inflación, pero el más importante fue mejorar la calidad de vida de muchísimos peruanos de los niveles D y E y dar inicio a una importante reducción de la pobreza.

Para lograr todo eso AFF tomó una decisión antidemocrática, que es la causa principal del anti-fujimorismo: disolvió el congreso y a través de una asamblea constituyente, cambió la constitución.

Sin ánimo de justificar este hecho, vale la pena resaltar que el motivo principal para hacerlo no fue el obstruccionismo del congreso como muchos piensan. La verdadera razón fue dar las facilidades legales requeridas para poder derrotar al terrorismo y encarcelar a los terroristas. Sin duda, esto no hubiera sido posible bajo la norma anterior. Este tema no es muy conocido, pero vale la pena saberlo.

También es importante recordar que, al día siguiente del autogolpe, las encuestas indicaban que mas del 80% de la población, estaba totalmente de acuerdo con el cierre del congreso. La memoria es muy frágil y muchos ya se han olvidado.

Luego vinieron los temas negativos que le dieron vida al tristemente célebre ¨fujimontesinismo¨. Aquí también vale la pena recordar que Keiko siempre hizo pública su oposición a Montesinos y que cuando cayó el gobierno, no se corrió del país, sino que decidió quedarse y enfrentar el tema.

Esta claro que para Keiko el anti-fujimorismo es una mochila que no le corresponde directamente, pero lo debería de mitigar comprometiéndose públicamente (y por escrito) a respetar los cánones constitucionales y el estado de derecho en caso sea elegida.

  1. EL ANTI-KEIKO

Este anti-voto tiene dos principales causas. La primera es la nefasta actuación de Keiko liderando la oposición obstruccionista del congreso y la segunda es su tema con la justicia, por el que estuvo en prisión preventiva.

Considero que en la primera Keiko cometió un tremendo error que generó la seria crisis política que vivimos. No supo perder, fue muy mal asesorada y no midió el grave daño que le causaría al país y a su carrera política. Primó la emoción por sobre la razón. Si ella hubiera acompañado al ejecutivo en la gobernabilidad del país, hoy ya hubiera sido elegida presidente en primera vuelta. ¡Craso error!

Keiko se ha disculpado, pero no lo ha hecho con la contundencia que requiere este tema.  Muchas personas, entre las que me incluyo, pensamos que debe hacer un contundente acto de contrición público, donde acepte hidalgamente que cometió un grave error, pida perdón y haga propósito de enmienda. Esto sería muy eficaz para mitigar gran parte de este anti-voto y conseguir muchos votos del bolsón de los indecisos.

El tema judicial es algo que ha afectado mucho a la imagen de Keiko, a pesar de que existen muchas dudas, revanchismo, abuso de autoridad y otros temas turbios. En comparación con muchos casos de corrupción destapados que involucran a altos funcionarios públicos, el caso de Keiko (que no era funcionaria pública) es de mucho menor peso y en todo caso se trata de una infracción administrativa que deberá ser sancionada. Sin embargo, la forma como ha sido tratada por la fiscalía, los jueces y los medios, ha sido muy exagerada denotando rasgos de revanchismo e injusticia.

No dudo que hay motivos suficientes para que exista este anti-voto y no pretendo que se ignoren, pero si que se mitiguen. Aparte del mea culpa, Keiko debe asumir el compromiso de gobernar con absoluto apego a la constitución, a promover las reformas necesarias y a convocar a los mejores profesionales para gestionar eficazmente.

Estamos frente a una de esas difíciles decisiones en que la razón tiene que estar muy por encima de la emoción, porque el objetivo es de muy alto nivel.

Repudiemos el fracasado comunismo totalitario, votemos por la libertad y la democracia. ¡Votemos patrioticamente por nuestro querido Perú! Lampadia




Polarizar a los peruanos… el gran logro de la corrupción

Polarizar a los peruanos… el gran logro de la corrupción

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 27 de noviembre de 2020
Para
Lampadia

La ciudadanía está enfrentada con la Policía Nacional del Perú (PNP). La juventud está enfrentada con las generaciones mayores. Los peruanos que estuvieron en contra de la vacancia de Vizcarra están enfrentados con los que estuvieron a favor. Y así por el estilo. Políticos, periodistas, abogados constitucionalistas, académicos… todos contra todos. La polarización se está dando – incluso – entre amigos entrañables, entre jóvenes de la misma generación, y entre miembros de una misma familia. Y todo por la corrupción enquistada en diversos ámbitos de nuestra sociedad… pero sobre todo en la política.

¿Qué pasó? ¿Porqué estamos así? Mi conclusión es que la corrupción es la madre del cordero. Muchos dirán que estamos polarizados por tal o cual política, o tal o cual ley, o tal o cual medida gubernamental. Seguramente hay algo de cierto en ello. Pero hurgando más en profundidad – les aseguro – siempre aparece la corrupción… agazapada.

Recapitulemos. ¿Porqué traicionó Vizcarra a PPK? ¿Acaso no tenía algo sucio que esconder? ¿Acaso la diosa coima no había deambulado por Moquegua durante su gestión como Presidente Regional? Y luego ¿para qué disolver al Congreso de entonces? Incluso ¿para qué seguir pechando al nuevo Congreso? ¿Acaso no había que distraer a la opinión pública para tapar sus fechorías moqueguanas? Primera conclusión: la corrupción del expresidente Vizcarra está detrás de todo este desmadre.

¿Y la mafia de las universidades bamba – y las demás mafias – enquistadas en el Congreso de la República? ¿Y la corrupción a nivel de municipalidades y Gobiernos Regionales? ¿Y los médicos y docentes corruptos? ¿Incluso los jueces y fiscales corruptos? ¿Y las mafias de los brevetes?  ¿Y los militares y policías corruptos?  ¿Acaso la corrupción no es la gran ganadora de todo este caos? Segunda conclusión: la corrupción de funcionarios públicos está – también – detrás de todo este desmadre político.

El problema – sin embargo – es que la gran pagana del caos político que vive el país es la PNP. ¡Qué injusticia! La corrupción en el Estado llegó a tal nivel de podredumbre que despertó la ira de la población civil… especialmente de la juventud. Y por ello surgieron las manifestaciones de protesta.

Frente a ello ¿qué querían?… ¿que la Policía no saliera a resguardar el orden público? Además, no se hagan los santurrones. Las protestas no fueron totalmente pacíficas. Como siempre ocurre en estos casos, el vandalismo se mimetizó con la muchedumbre y de allí salieron pedradas, bengalas, y sabe Dios qué otros proyectiles dirigidos contra la policía.

¿Y qué decir de las imágenes de jóvenes lanzando pintura a la policía inmóvil? ¿Acaso eso no es humillación? ¡Qué falta de respeto a nuestra Policía! ¿Y la imagen del contenedor de basura – en llamas – lanzado contra la policía? ¡No nos vengan con cuentos! Claro que hubo vandalismo infiltrado en medio de las manifestaciones de protesta. Y también hubo violencia injustificada de parte de ciertos policías intolerantes. Ante ello, solo queda exigir sanción a los vándalos y a los malos policías; pero sin generalizar a uno u otro bando.

A lo que quiero llegar es que nos hemos polarizado por causa de la corrupción. A ese respecto, la única polarización que cabe – o debe caber – es la moral. ¿Integridad o corrupción? Ahí sí cabe la intolerancia cero. Pero no. Nos hemos vuelto intolerantes frente a ideologías diferentes, culturas diferentes, y edades diferentes. Incluso, nos hemos polarizado por venir de regiones diferentes, y por tener razas, gustos, opiniones, y religiones diferentes… ¡peligrosísimo! Parece que la corrupción nos está ganando. Lampadia




Es absurdo discutir si hubo o no excesos de las fuerzas del orden

Revalorar la estrategia que derrotó a Sendero

“Yo aprendí hace mucho, mucho tiempo, cuando cubría el genocidio y la limpieza étnica en Bosnia, a nunca equiparar las víctimas con los agresores, a nunca crear una falsa equivalencia moral o fáctica, porque entonces, si lo haces, particularmente en situaciones como esa, eres parte y cómplice de los crímenes y consecuencias más indescriptibles, así es que creo en ser veraz, no neutral.”

Christiane Amanpour

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Es absurdo negar que hubo abusos y crímenes por parte de las fuerzas del orden durante la guerra contra el terrorismo, pero también es cierto que hay un relato acerca de lo que ocurrió en ese periodo que distorsiona y eventualmente falsea los hechos, al punto de dar la impresión de otorgarle una suerte de victoria moral al senderismo. No hemos salido de la estructura de los 80, en la que una izquierda marxista ambivalente frente al senderismo centró su activismo en denunciar abusos y crímenes de las fuerzas del orden, mientras éstas acusaban a aquella de pro senderista. Seguimos anclados en los 80 en lugar de ver las cosas desde la estrategia inteligente y ganadora que se aplicó a partir de los 90, a fin de capitalizarla para el país y entendernos mejor.

Comencemos analizando cómo se manifestó ese relato distorsionador en la versión de los hechos que dio la guía del Lugar de la Memoria (LUM), Gabriela Eguren, al congresista Donayre disfrazado de sordomudo. El video aparentemente fue editado de modo que tenemos que tomar en consideración que puede haber frases extraídas de su contexto. De todos modos, lo que aparece, aun descontextualizado, coincide con una manera de mirar las cosas que es bastante común.

Equivalencia ontológica

Lo primero fue la presentación de lo ocurrido como un conflicto entre dos partes, Sendero Luminoso (y el MRTA) y las Fuerzas del Orden (o el Estado Peruano). La estructura de base de esta visión de esos años de horror parte de poner a ambas partes implícitamente al mismo nivel, en pie de igualdad, como si tuvieran la misma legitimidad o el mismo nivel ontológico. Por supuesto, no lo tienen. Sendero Luminoso atacó a la sociedad y al Estado de manera criminal, guiado por la locura ideológica de la lucha armada para tomar el poder e instaurar el paraíso comunista. El Estado peruano se defendió mal durante mucho tiempo –y cometió crímenes, sí- pero al final aplicó una estrategia inteligente que permitió la victoria.

Esta falaz equivalencia se manifestó de manera flagrante cuando la guía igualó implícitamente a Fujimori con Abimael Guzmán. Dijo: “Se ha indultado a Fujimori bajo el supuesto motivo de que está enfermo. Con esa premisa el abogado de Abimael Guzmán podría pedir que lo liberen porque también está enfermo y viejo”. Y culminó diciendo “En el último juicio se le veía muy mal”, dejando ver incluso una cierta empatía con la condición del cabecilla terrorista. Cierto es que habría que escuchar todo el contexto de su explicación.

Ausencia de estrategia y Uchuraccay

La guía menciona, sí, en parte como explicación de los abusos, que “no hubo estrategia militar hasta el 89”. Y es verdad: en ausencia de una estrategia inteligente, la violencia asesina sin rostro del senderismo desató una espiral de respuestas ciegas que en ocasiones llegó al extremo del arrasamiento de poblaciones sospechosas. Por razones que vamos a explicar –que incluyen la oposición de la izquierda, como veremos- el Estado tardó mucho en aplicar una estrategia eficaz. Esta fue concebido por los militares, efectivamente, el 89, y antes por la sociedad civil –en mesas redondas organizadas por el diario Expreso y en otros foros-, pero lo que se soslaya y por lo general –no solo en este caso- nunca se menciona, es que quien aplicó dicha estrategia fue Alberto Fujimori. Y lo hizo bien. Condujo personalmente la alianza con las comunidades para darles armas y apoyo social. Y se le dio recursos a la Dincote para ubicar a la cúpula y a Abimael Guzmán. El país no ha valorado ni capitalizado, como veremos, esta estrategia. La manera como Fujimori pretendió perpetuarse en el poder lo ha impedido.

Pero hay que señalar que esta estrategia pudo haberse aplicado desde 1982, ocho años antes, pero lamentablemente el embrión de alianza de las fuerzas del orden con la población, que estaba en gestación, abortó luego del trágico malentendido de Uchuraccay. Los intentos de organización comunal para defenderse de Sendero, respaldados verbalmente por las fuerzas del orden, que derivaron en la muerte de 8 periodistas,  fueron satanizados como grupos “paramilitares” por la izquierda. ¿Qué ocurrió?  En enero del 2003 las autoridades habían informado acerca de la muerte de varios senderistas en la comunidad Iquichana de Huaychao, y que los autores serían los campesinos. Se formó entonces un grupo de periodistas para ver si eso era cierto y qué había pasado. Para muchos, vinculados a la izquierda de entonces, era inconcebible que comuneros ajusticiaran a revolucionarios.

Lo que ocurrió fue terrible: los periodistas que emprendieron la expedición para verificar los hechos fueron asesinados por los campesinos de una comunidad vecina, también Iquichana, Uchuraccay. Las comunidades iquichanas, que habían sufrido asesinatos y exacciones por parte de los senderistas, habían tomado la decisión, en dos asambleas realizadas previamente, de enfrentar y dar muerte a los terroristas que aparecieran por sus lares. Confundieron a los periodistas con terroristas, y ocurrió la espantosa matanza. Un trágico malentendido.

Por supuesto, la izquierda en ese momento no creyó la versión de que los comuneros fueran los responsables. Acusaron directamente a los militares o a un grupo paramilitar de haberlo sido. Esa sindicación ha perdurado, en esos sectores, hasta nuestros días, transformada en la versión que dio la guía del LUM: “En Uchuraccay los comuneros terminan asesinando a los periodistas por órdenes de los militares”. No fue así. Los comuneros tomaron ellos mismos la decisión en una asamblea, ante exacciones y asesinatos –repetimos- cometidos por los senderistas. La Comisión de la Verdad narra los hechos así:

“…a inicios de diciembre (de 1982) el PCP Sendero Luminoso asesinó a Alejandro Huamán, presidente de la comunidad (de Uchuraccay), así como al comunero Venancio Auccatoma. En el caso de Alejandro Huamán, … acusándolo de ser un «soplón» y «yana uma» (cabeza negra). Su nuera, Dionicia Chávez Soto, fue herida de bala en ambos muslos al intentar defenderlo, mientras algunos de los miembros del PCP SL allanaron la casa de ichu y luego la quemaron. Alejandro fue conducido a la plaza del pueblo, siendo sometido a un juicio popular y encerrado en el local comunal. En horas de la tarde, a pesar de los ruegos de su esposa, hermanos e hijos, Alejandro fue asesinado baleado en la frente… Lo mismo hicieron por esos mismos días con el presidente y teniente gobernador de la vecina comunidad de Huaychao, Eusebio Ccente y Pedro Rimachi, asesinados en plena plaza del pueblo.

(Entonces) las comunidades se organizaron para enfrentar violentamente a los miembros del PCP SL, reuniéndose en el local comunal de Uchuraccay: […] realizaron una asamblea comunal reuniéndose en esta casa comunal cada domingo, acordando por unanimidad de votos realizar los actos de legítima defensa de sus vidas y de sus integridades físicas contra los terroristas, causándoles muerte… asimismo acordaron pedir ayuda a las comunidades de Huaychau, Cunlla, Ccocha Ccocha, Ccochan, Paria… De esta forma, Uchuraccay fue asumiendo el liderazgo de lo que fue la primera rebelión multicomunal contra el PCP Sendero Luminoso…, buscando el apoyo de las fuerzas del orden, para lo cual enviaron emisarios a las ciudades de Huanta y Ayacucho solicitando garantías y protección…

El 21 de enero, …se produjo la matanza de siete miembros del PCP SL en las comunidades de Huaychao y Macabamba… Por esos mismos días, cinco miembros del PCP SL fueron asesinados en Uchuraccay.

…..

(Luego de eso), “El general Noel informó del envío de una patrulla terrestre y de un comando helitransportado para prestar protección a las comunidades, la cual llevaba consigo alimentos, así como reconocimiento del presidente Belaunde por las acciones emprendidas contra los miembros del PCP SL. Es así como ese día llega en helicóptero a Uchuraccay un comando de 15 efectivos de los Sinchis, quienes se quedaron a pernoctar en la comunidad. El mensaje que dejaron a los campesinos fue claro: continuar con ese tipo de respuestas, matando a todo extraño que llegara a la comunidad a pie…”[1]

De modo que el asunto es claro: los comuneros sufrieron ataques y muertes por parte de los senderistas, se reunieron en asamblea donde tomaron la decisión de organizarse para dar muerte a los senderistas que se acercaran, y luego de ello, cuando ya habían actuado y matado a 13 senderistas cuando menos, recibieron la visita de los Sinchis que los alentaron a continuar con sus acciones. No actuaron, entonces, por órdenes de los Sinchis, como dijo la guía.

Debe resaltarse que hubo aquí un esbozo de colaboración –aunque muy elemental y con resultados trágicos- entre las fuerzas del orden y las poblaciones campesinas, para enfrentar a Sendero. Era el embrión de una estrategia inteligente y eficaz. Sin duda, esa colaboración primaria hubiese podido evolucionar hacia una alianza más elaborada al estilo de la que finalmente se dio a comienzo de los 90, pero los esfuerzos en esa línea abortaron cuando la fuerza armada fue satanizada por formar grupos paramilitares o acusada directamente de haber ella asesinado a los periodistas. Fue la campaña de la izquierda, en buena cuenta, la que segó esa posibilidad y postergó 8 años la ejecución de la estrategia que derrotó a Sendero.

Ambigüedad de la izquierda

Aquí hay que recordar que la tesis de la lucha armada para tomar el poder e instaurar la dictadura del proletariado con el partido marxista-leninista-maoísta como vanguardia de la revolución, era compartida por toda la izquierda marxista de entonces, solo que discrepaba de la oportunidad. “Este no es el momento”, argumentaba, porque no estaban dadas las condiciones objetivas y subjetivas. Esa izquierda entonces fue ambigua, ambivalente, frente a Sendero, y tendió a jugar un partido contrario a la actuación de las fuerzas armadas. Como en este caso.

La guía del LUM formuló otras afirmaciones ya francamente falsas, que probablemente reflejan la persistencia en el tiempo de esas posiciones primigenias. Hablando del emerretista Tito, que habría sido ejecutado fuera de acción luego del operativo Chavín de Huántar en la embajada de Japón, agregó que “los otros 13 se asume que han sido ejecutados extrajudicialmente por la trayectoria de la bala, pero no hay un testigo que pueda dar fe de todo esto…”. Esa tesis es inaudita, absolutamente falsa.

Es cierto que las versiones de la guía no reflejan la exposición del LUM, que intenta recoger la historia en su complejidad. Pero reflejan una polarización en este tema que se mantiene y eventualmente se agrava con el paso del tiempo. La sobrevivencia de los prejuicios de izquierda y los juicios a los militares que no terminan nunca e incluso se reabren 36 años después –como el caso El Frontón-, lleva a algunos los sectores vinculados a las fuerzas armadas a rechazar cualquier versión de la otra parte.

El valor de la estrategia ganadora

Y esto es causa y consecuencia, a la vez, de que la polémica se centre en si hubo o no abusos y crímenes por parte de las fuerzas del orden –algo que no tiene sentido negar, y que es inevitable por la espiral de violencia ciega que se desata cuando no hay una estrategia adecuada-, en lugar de centrarse, precisamente, en la manera como fuimos capaces de derrotar a Sendero Luminoso, con una estrategia inteligente que permitió lograr un resultado que parecía imposible y que muy pocos países con movimientos subversivos tan crueles han logrado, y de la cual no hemos sido capaces hasta ahora de extraer las lecciones y enseñanzas que entraña.

Si discutiéramos a partir y en torno a eso, cambiaría el tono general y podríamos encontrar aproximaciones y entendimientos. Fue una estrategia, repetimos, inteligente, basada en una alianza con los campesinos y en inteligencia policial en las ciudades. El Perú no ha podido capitalizarla para su orgullo nacional ni para sus políticas públicas porque quien la aplicó –pese a que no la inventó- fue Fujimori. La manera lamentable como terminó su gobierno se llevó consigo buena parte de lo positivo que hizo.

El resultado ha sido, por ejemplo, que, en algunos textos escolares, lejos de resaltar la excelencia de la estrategia aplicada en un país tan precario, haya más párrafos dedicados a describir las violaciones de derechos humanos cometidos por las fuerzas armadas que los dedicados a describir la locura genocida de Sendero Luminoso originada en una ideología que creía en el asesinato como método para alcanzar el poder y establecer la dictadura del proletariado.

Sendero fue derrotado cuando el Estado y los militares entendieron que los comuneros no eran enemigos sino esencialmente amigos del Estado y que en lugar de sospechar de las comunidades había que aliarse con ellas dándoles armas y ayuda cívica. A partir de ese momento fueron los propios ronderos quienes señalaron y derrotaron a los terroristas. Fue un paso muy importante porque en la relación de las fuerzas del orden con los campesinos quechua hablantes se reproducía en alguna medida el tipo de relación criollo-indio de origen colonial, acaso el problema principal de nuestra sociedad.

Para derrotar a Sendero, entonces, fue necesario, en buena cuenta, superar la distancia étnica y saldar y soldar la fractura colonial. Esa alianza horizontal y victoriosa entre el Estado criollo y los comuneros andinos redimió, en cierto sentido, la historia, y redimió los horrores de la década anterior. Y convirtió en ciudadanos -del Estado Peruano, salvado por ellos- a los campesinos, por lo menos en ese momento, aunque lamentablemente el país no pudo consolidar esa conquista en un reconocimiento permanente, pues se optó por cultivar la imagen de los campesinos sólo como víctimas en lugar de encumbrarlos como ciudadanos-vencedores y salvadores del país. 

La misma noción de alianza denota horizontalidad. El protagonismo campesino, incluso en el diseño de estrategias, lo convirtió en ese momento en ciudadano pleno actuando en un marco que iba más allá de la defensa de su localidad. Las rondas sentían encarnar la democracia, el Estado, la defensa del país como tal.

Podríamos afirmar, inversamente, que al final Sendero Luminoso fue derrotado porque replicó en su relación con las “mesnadas” andinas una estructura de dominación feudal. Es decir, una relación patrón-siervo, en su grado extremo. Los dirigentes de Sendero no eran indígenas. Eran blancos (algunos, como Abimael Guzmán, costeños) o mistis cuyos padres, en algunos casos, habían perdido sus haciendas o fundos con la reforma agraria. Ellos, más bien, replicaron con la base campesina, de una manera perversa y asesina, el mismo tipo feudal de relación heredado de sus padres y abuelos, e instrumentaron al campesinado como carne de cañón. El Perú, en cambio, sólo pudo derrotar a Sendero precisamente cuando superó la tara colonial y consideró a los comuneros como iguales. En ese momento los campesinos, aliados horizontales de la fuerza armada y del Estado peruano, se sintieron, en efecto, ciudadanos ya no sólo de su comunidad, sino del país, y vencieron a los terroristas. Habían jugado un papel nacional, como lo habían hecho en la campaña de la Breña junto a Cáceres, contra los chilenos, la única campaña en la guerra del Pacífico en la que nuestro país obtuvo victorias y puso en jaque a los chilenos.[2]

Sin duda, el enfoque de reparación a las víctimas es necesario. Pero la mejor reparación es, a nuestro juicio, el reconocimiento por el papel que jugaron las comunidades en la derrota de Sendero y en la salvación del Estado peruano, no solo con conmemoraciones al respecto, sino difundiendo en todas las familias campesinas las tecnologías de Sierra Productiva a fin de que la ciudadanía que conquistaron en la guerra contra Sendero se transforme en una ciudadanía económica efectiva.

Estudiar y debatir la estrategia que derrotó a Sendero Luminoso ayudaría a revalorar el papel de los actores principales en este trágico episodio de nuestra historia, lo que contribuiría a dejar de lado discusiones absurdas, reducir la polarización y encontrar terrenos comunes de entendimiento. Lampadia

 

[1] Informe de la Comisión de la Verdad, pp. 129-132

[2] Ver “La Promesa de la Democracia”, Jaime de Althaus, Planeta, 2011




China se hace un sitio en la fijación del precio del oro

El mayor consumidor de oro del mundo, China, puso en marcha el nuevo precio de referencia del oro denominado en yuanes, dando un ambicioso paso para ejercer un mayor control sobre el precio del metal y aumentar su influencia en el mercado mundial. De esta manera China pretende arrebatar a Londres el papel determinante en la fijación del precio del oro, impulsando a la vez la presencia de su moneda, que pretenden llegue al estatus de divisa internacional. 

Históricamente, el precio de referencia del oro de Londres se fija a través de dos llamadas telefónicas (una por la mañana y otra por la tarde), en las que los bancos operadores en el mercado se ponen de acuerdo en el precio. El mercado ha operado bajo este sistema (llamado el “London Gold Fixing”) desde 1919 y, tras las reformas del 2014 (y el escándalo del Libor), cuenta con 12 participantes que incluye a tres bancos chinos: Industrial and Commercial Bank of China-ICBC, Bank of China y China Construction Bank.

El problema de este sistema radica, como ha mencionado el Financial Times (FT), en que el nivel de supervisión es mínimo. Se efectúa mediante un proceso privado y controlado laxamente por el Banco de Inglaterra y otros reguladores. La falta de transparencia en el proceso de Fijación del Precio del Oro puede permitir su manipulación. Ver en Lampadia: ¿Sabe cómo se fijan los precios del oro y la plata?

En el caso de la plata, según fuentes del FT, su esquema de fijación del precio ya se ha reemplazado por un nuevo sistema digital manejado conjuntamente por el Chicago Mercantile Exchange (CME) y Thomson Reuters, junto con el London Bullion Market Association (LBMA) encargado de acreditar a los participantes. Este nuevo sistema se denomina el LBMA Silver Price. Ver en Lampadia: Y ahora quién decide el precio de la plata.

Sin embargo, desde el pasado 19 de abril, China ha adoptado un mecanismo de subastas parecido, aunque son 18 las entidades que participan en las pujas. De ellas, solo dos no son del gigante asiático: ANZ y Standard Bank. Ambas instituciones tienen licencias de importación de oro en China.

Si bien el lanzamiento chino del índice de referencia ha causado algunos comentarios de que podría competir con el de Londres, el Shanghai Gold Exchange señala que la relación entre las dos zonas horarias no sería competitiva debido a las diferencias entre las unidades de cotización, los activos subyacentes, los puntos de entrega y las zonas horarias.

Es importante remarcar que este movimiento estratégico de fijar un nuevo precio de oro es parte de la internacionalización del yuan. La meta de China es aumentar su influencia en los commodities y los mercados mundiales de divisas al tratar de volver al yuan un competidor viable con el dólar americano. Esta medida también podría aumentar el poder de China en el mercado mundial de oro.

Además, después de 3 años de fuertes caídas, el mercado de los metales está mejorando. Hoy (viernes 29 de abril), el oro ha alcanzado su punto más alto en las últimas siete semanas. Sus futuros aumentaron 1.40% a US$ 1,283 la onza, el precio más alto desde el pasado mes de marzo. Este ha subido debido a que la debilidad del dólar y la decisión del Banco de Japón de mantener su política aumentaron la demanda del metal. Este rally también se ha dado en otros metales preciosos, por ejemplo, la plata ganó 2% a US$ 17.56 la onza y está en camino a su mayor alza mensual desde agosto de 2013.

Fuente: Market Data – Financial Times

Como afirma la revista GoldMoney, actualmente China ya ha superado a la India como el mayor productor, importador y consumidor de oro del mundo, pero se encuentra frustrada por tener que depender de un precio en dólares en las transacciones internacionales y cree que su peso en el mercado debería permitirle establecer el precio del oro.

Según Pan Gongsheng, vicegobernador del Banco Popular de China, “el referencial de oro de Shanghai ayudará a mejorar el mecanismo de precios en yuanes y promoverá la internacionalización del mercado del oro chino”.

El nuevo precio de referencia del oro en yuanes por gramo se calculará dos veces al día y estará basado en un contrato de 1 kilogramo de oro con una pureza mínima del 99% que se negociará con los 18 miembros en el Shanghai Gold Exchange, que actuará como contrapartida central de todas las operaciones.

El nuevo punto de referencia puede no ser una amenaza inmediata a Londres, pero los jugadores de la industria afirman que en unos años China podría establecer en forma determinante el precio del metal, especialmente si el yuan se vuelve totalmente convertible.

A pesar de que pueda haber sido necesaria una reforma para incluir a los mercados asiáticos, esta medida por parte de China podría seguir impulsando el eje de la economía global hacia el Asia, lo cual podría dividir y polarizar el mercado, en vez de que el mundo pueda converger hacia una filosofía ‘ganar-ganar’. Lampadia




El mandato popular que tenemos que leer

Los resultados de las elecciones presidenciales terminaron un ciclo de incertidumbre y hasta de enfrentamientos que han ido más allá de lo aceptable en una sociedad democrática.

El conteo rápido de IPSOS al 100% estableció con claridad estadística la victoria de Fuerza Popular y la segunda vuelta con Peruanos por el Kambio.

Por su lado la ONPE, al 93.61%, según cómputo publicado el 11 de abril (11:49PM), confirma los resultados de IPSOS.

Estos resultados nos llevan a una final entre dos fuerzas que no tienen planteamientos radicales en sus programas de gobierno y que han protagonizado acciones políticas extremas en la contienda.

De esta manera queda establecido un escenario político que no hemos tenido antes, con un nivel mínimo de polarización, en un marco general en  que un 67%, dos tercios de los votantes, han optado por “construir sobre lo avanzado” (ver editorial de ayer en Lampadia).

Como explicamos en el editorial, se nos presenta una gran oportunidad de llevar la contienda de la segunda vuelta a un nivel en que podamos tener un período de aprendizaje de los ciudadanos, si en vez de trifulcas y acusaciones mutuas, contrastamos propuestas, análisis causa-efecto de las alternativas políticas públicas y revisamos nuestra realidad sin apasionamiento político o ideológico. “Si construimos sobre lo avanzado”.

Lo primero que tenemos que hacer es evidenciar este escenario y aplacar las improntas de los halcones que siempre tienen presencia en los colectivos políticos.

Por el lado de las propuestas que basaron su campaña en planteamientos de cuestionamiento de nuestro proceso de desarrollo (amparados en lo mucho que nos falta por avanzar para representar opciones refundadoras o de descontinuidad), el electorado, consiente de nuestros innegables avances (con “la sabiduría y espíritu de sus almohadas”)  votó por seguir avanzando hacia el desarrollo integral por el camino que ha probado una consistencia y ritmo de progreso que no habíamos tenido nunca. Ese 67% de electores nos dijo que tenemos que dedicar nuestro esfuerza para construir en vez de destruir.

Ojalá los partidos políticos puedan entender esta situación con claridad y actuar en consecuencia. Esto debe empezar por los que irán a la segunda compulsa, pero no debe terminar en ellos.

Ahora necesitamos hacer gala de una buena dosis de humildad, la humildad del ganador y la humildad del perdedor.

Por el lado de las propuestas más radicales en la campaña, tenemos una que terminó viéndose más como una postura oportunista para recoger las insatisfacciones de nuestro desarrollo incompleto, que una opción auténtica, pues el verbo contradecía el pasado y el estilo. Barnechea, en una campaña personalista, terminó así entregando lo que había cosechado al Frente Amplio (FA).

Las propuestas radicales auténticas cayeron víctimas de las tradicionales rencillas personalistas de la inmadura y poco moderna izquierda tradicional peruana. Por eso fue que Santos no solo le arrebató el ‘reinado’ de Cajamarca a Arana, su visceral enemigo, sino que también se llevó los puntos que le hubiera permitido a FA llegar a la segunda vuelta. También debe haber influido en el resultado del FA la evidente ‘distancia’  entre la cabeza de la lista, Verónika Mendoza, y su candidato a vicepresidente, el ex cura Arana, quien perdió las elecciones internas ante Mendoza haciendo acusaciones de fraude.

Fuerza Popular, por su lado, ha tenido una victoria muy importante. Ha incrementado sustancialmente su apoyo popular llegando prácticamente a 40% versus el 23% del 2011, además tendría el control del Congreso y, evidentemente, ha formado un partido político coherente que demuestra una clara vocación institucionalista.

A mayor honor mayor responsabilidad. Keiko Fujimori tiene ahora que hacer honor a su espacio de liderazgo. Ella tiene que ser la primera en abrir los brazos y convocar a los peruanos a atravesar la segunda vuelta con la mayor altura posible. Debe ofrecer un gobierno de convergencia hacia el gran reto de derrotar de una vez por todas la pobreza extrema, mejorar la calidad de vida de los más pobres, dar un salto cualitativo en educación y salud, desarrollar nuestras infraestructuras sociales y económicas, y, sobre todo, llevar al Estado a mejorar sus instituciones en eficiencia, servicio y vocación, convirtiéndose en un estado moderno que pueda acompañar a nuestros ciudadanos y empresas a la gran aventura de ubicar al Perú en el espacio de bienestar y éxito, que hace tiempo nos espera.

No olvidemos que detrás de esta agenda, especialmente la referida a la calidad de los servicios del Estado, están los reclamos más importantes y justos de nuestra población.

Tenemos una gran oportunidad. Estemos vigilantes ante el comportamiento de nuestros líderes políticos, ayudémoslos a bajar las pasiones y entonemos nuestras mejores canciones por la prosperidad de nuestra Patria. Lampadia   

 




Propuestas para reducir la conflictividad anti-minera (2 de 6)

Propuestas para reducir la conflictividad anti-minera (2 de 6)

Nuestra biblioteca virtual: Recursos Naturales y Desarrollo, que cuenta con la colaboración del Centro Wiñaq, se nutre de diversos artículos y ensayos para mostrar con rigurosidad la grave situación de parálisis de las inversiones mineras y otras, a la que nos ha llevado la práctica anti-minera.

La siguiente contribución de Sebastiao Mendonça Ferreira para Lampadia, corresponde a la segunda parte de los seis escritos que presentan nuestras propuestas para combatir la conflictividad anti-minera, desde la perspectiva de un enfoque estratégico y sistemático.

Para reducir la Conflictividad Minera (2)

Lo que deben hacer las Empresas Mineras (artículo 2 de 6)

Sebastiao Mendonça Ferreira

Centro Wiñaq

Como explicamos en el primer artículo de esta serie, la conflictividad que afecta la minería es resultado de la interacción directa de cuatro actores: (1) las empresas mineras, (2) la institucionalidad pública, (3) la sociedad local y regional, y (4) los grupos anti-mineros.[1] En este y en los próximos artículos vamos explicar qué deben hacer cada uno de esos actores, caso asuman una postura pro-desarrollo, para dar una perspectiva de futuro la una minería sostenible.

Comenzamos por la empresas pues creemos que ellas tienen responsabilidad en la presente situación de conflictividad, y que si corrigen su accionar, pueden obtener resultados altamente positivos para ellas mismas, para la población y para el país.

Consideraciones previas:

  1. La preocupación por el ambiente representa un avance social. Todos, ciudadanos, instituciones y empresas, tenemos responsabilidad ambiental. El compromiso con el ambiente no puede ser entendido como una estrategia de imagen, sino como un valor a ser practicado y un principio de gestión.[2]
  2. En los países con institucionalidad deficiente, como el Perú, las actividades ligadas a los recursos naturales, especialmente la minería, son blancos de conflictos políticos y sociales. En países con una institucionalidad aún mas precaria que la peruana, esos conflictos asumen la forma de guerra civil, golpes de estado o insurrecciones. En Perú esos conflictos son menos violentos, pero siguen siendo económicamente muy destructivos.
  3. Las condiciones sociales para la minería en el Perú son desventajosas: la desconfianza, los sentimientos de agravio y los resentimientos son comunes, especialmente en regiones con potencial minero. Propagar rumores y montar narrativas hostiles a la minería es fácil. Hay miles de aventureros y radicales dispuestos a promover conflictos como estrategia de ascenso económico y político, y muchos medios creíbles los propalan sin verificar su veracidad.
  4. La legitimidad social de las empresas es indispensable para su sostenibilidad. Si una empresa deja que su credibilidad sea destruida, ella se vuelve vulnerable a las campañas de rumores y mentiras de parte de actores hostiles y aventureros. Con ese flanco abierto los conflictos se multiplican. Las empresas que descuiden su legitimidad social se arriesgan a perder muchos miles de millones de dólares.
  5. Las capacidades distintivas de las empresas mineras, en los países emergentes, se han desplazado de lo tecnológico y financiero hacia la habilidad para prevenir y manejar la conflictividad social. Esta tendencia se va hacer más fuerte en el futuro. Las empresas mineras necesitan ampliar sus capacidades en ese campo.[3]
  6. La reducción de la conflictividad en la minería no será el resultado de una solución mágica, tampoco será una victoria de las empresas mineras, únicamente. Su logro va ser el resultado del accionar del conjunto de actores pró-desarrollo. Será la acción combinada de ellos lo que posibilitará revertir la situación problemática predominante hoy en el país.

Consideraciones Estratégicas

La sociedad local es crítica: La permanencia de las operaciones de las empresas mineras requiere responder a las expectativas, temores e intereses de muchos actores (stakeholders). Entre todos ellos, la sociedad local es el grupo de actores que puede afectar en forma más directa la viabilidad de las operaciones de una empresa minera. Descuidar a la sociedad local tiene costos de corto y largo plazos.[4]

Relación de largo plazo: Las empresas tienen que tener claro que la relación con las sociedades locales es de largo plazo (es como un matrimonio sin divorcio posible), y no se resuelven con campañas publicitarias ni con soluciones cortoplacistas. Además, no es posible comprar una imagen nueva en el mercado. Los antimineros realizan acciones durante años consecutivos buscando erosionar la reputación de las empresas. Esta relación se mantiene inclusive más allá del tiempo de vida de un proyecto, y afecta a toda la minería moderna. Los pasivos mineros afectan la minería por décadas.[5]

La polarización de los anti-mineros: La dinámica de la conflictividad depende del tipo de polarización social. A los grupos anti-mineros les interesa que las sociedades locales se polaricen en contra de la minería. Con esa polarización ellos obtienen aliados, consiguen establecer mecanismos de amedrentamiento, y neutralizan a los sectores medios y a todos los demás sectores interesados en el progreso económico. Con la polarización social anti-minera, las ideologías priman sobre las realidades.

El consenso social pró-desarrollo: Las empresas mineras deben promover un consenso social en torno a la minería como motor del progreso local. La población y sus líderes necesitan percibir los beneficios que la minería puede tener en las actividades económicas importantes para todos los sectores locales.[6]

Maximización de las sinergias: La clave no es distribuir recursos sino generar sinergias. Las empresas mineras deben ajustar sus estrategias y modelos de negocio para maximizar las sinergias con la economía de los diversos sectores sociales: empleo local, demanda local de servicios, compras locales, mejoramiento de infraestructura, e impacto en la economía de la población, tanto urbana y rural.[7]

La combinación sinérgica de los factores: Para mejorar la receptividad social a sus actividades las empresas mineras pueden recurrir a tres factores: (a) los impactos de la minería en la economía local,[8] (b) el canon generado por la minería (transformado en obras), y (c) los proyectos de desarrollo financiados por las empresas mineras. La combinación de esos tres factores en torno a una visión compartida del desarrollo regional lo que puede generar una nueva dinámica política que vaya gradualmente construyendo un consenso por el Desarrollo Compartido.

Ejemplos de Acciones prácticas

Esta lista de acciones es incompleta y tiene una función ilustrativa, para dar una idea del enfoque con el cual las empresas mineras puede efectivamente reducir la conflictividad. Su utilización va depender de la situación específica y del contexto de cada empresa.

(1) Prevenir los sentimientos de agravio:

  • Dar prioridad a los riesgos ambientales, similar a los riesgos de seguridad, con políticas definidas, medidas de control riguroso, y monitoreo preventivo diario, y mecanismos internos de incentivo. De ocurrir algún accidente, hay que priorizar la protección de la población local, su tranquilidad y la gradual recuperación de su confianza.[9]
  • Mejorar los modelos de compras de tierra, evitando las compras individuales, dando preferencias a las compras colectivas, y montando un sistema de cambio de tierra por tierra, tanto como sea posible.[10]
  • Evitar todos los gestos de arrogancia y actos deshonestos del personal de la empresa en todos los niveles, desde la gerencia general hasta el personal de línea. Sancionar ejemplarmente cuando hechos de este tipo ocurran, hacer los cambios que sean necesarios en las políticas de la Empresa. [11]
  • Implementar estándares ambientales con los proveedores y contratistas locales, similares a los que las empresas aplican internamente. Para la población local el comportamiento de esas empresas se transfiere a las empresas mineras
  • Establecer líneas de base sobre las condiciones ambientales en las zonas de operación, no solo en los aspectos reglamentados por el Estado sino en cualquier ámbito que pudiera generar inquietudes en la población, por más descabellado que parezcan.[12]
  • Comunicar y monitorear los acuerdos con las comunidades. Evitar las incertidumbres y las expectativas infladas que en el corto plazo ayudan a avanzar los proyectos pero que en el largo plazo generan una sensación de engaño en la población. Hay que ser explícitos sobre los límites de los acuerdos para evitar que la población alimente expectativas fuera de los acuerdos.
  • El objetivo principal de los Procesos de Participación Ciudadana, como las Audiencias Públicas, debe ser incrementar la compresión de la población local sobre a las consecuencias de un Proyecto. El cumplimiento burocrático de esos procesos, sin entendimiento de la población, es preludio de conflictos futuros.

(2) Dinamizar las cadenas locales de valor:

  • Medidas en esa dirección son: Maximizar la contratación de mano de obra local, contratación de servicios locales, compra de alimentos e insumos de producción local, etc. No basta con que existan contratistas locales, es necesario un esfuerzo constante de las empresas por elevar el porcentaje de compras y contratación local. Esos resultados deben ser visibles como porcentaje de los gastos totales.
  • Propiciar el encadenamiento económico de los sectores de la economía local con la minería. Especial atención debe ser dada a las actividades económicas más importantes para la población: agricultura, comercio, y servicios.

(3) Hacer un manejo preventivo de la conflictividad:

  • Monitoreo permanente de los factores generadores de conflictos: sentimientos de agravio por cualquier clase de afectación (ambiental, económico, social, etc.), temores de la población, compromisos incumplidos, expectativas insatisfechas, etc.; para resolverlos antes que se transformen en conflictos.
  • Monitoreo permanente de las líneas de acción de los antimineros: agendas políticas, discursos hostiles, campañas de rumores, organización de conflictos, ‘estudios técnicos,’ iniciativas legales, etc. Las implicaciones futuras de esas acciones deben estar claramente visualizadas.
  • Monitoreo permanente de la conflictividad, para resolver los conflictos antes que se activen o que se escalen, para que sean resueltos antes que ofrezcan oportunidades para los grupos anti-mineros y de aventureros políticos.
  • Formación de capacidades internas y sistemas de gestión en las empresas para identificar y manejar los riesgos y los conflictos sociales, con un enfoque preventivo, y dejen de trabajar como bomberos, apagando incendios.

(4) Proteger y Construir Legitimidad:

  • Evaluar las acciones y los gestos de la empresa en términos reputacionales. Todas las acciones y gestos que puedan afectar la confianza de la población local en la empresa deben ser corregidos en forma drástica.
  • Monitorear los rumores y mentiras propagados por los grupos anti-mineros y aclarar a la población lo antes posible, para evitar que esos grupos vayan corroyendo la confianza de la población en la empresa.
  • Hacer los cambios internos necesarios para que las decisiones en todas las áreas de la empresa sean tomadas considerando las repercusiones sobre la Legitimidad de la Empresa.

(5) Desarrollar mecanismos de comunicación

  • Conocer el sistema de creencias y valores de la población local, sus temores y expectativas respecto a la presencia de la minería, dando especial atención a aquellos elementos que son utilizados por los anti-mineros en su narrativa.
  • Desarrollar una narrativa de Desarrollo Compartido que sea compatible con ese sistema de creencias y valores, y con un lenguaje que asimile las idiosincrasias y expresiones culturales de la población local.
  • Monitorear el flujo de mensajes que recibe la población local, especialmente vía radios rurales y asambleas comunales, y clarificar a la población en relación a los rumores y campañas de temores generadas por los grupos anti-mineros y aventureros políticos.[13] Particular atención debe darse al rompimiento del Cerco Cognitivo[14] montado por los anti-mineros.
  • Establecer mecanismos periódicos de consulta, información con los actores más importantes de la sociedad local (empresarios, autoridades políticas, líderes religiosos, etc.) y con la población del entorno rural, respecto a temas claves: agua, impactos económicos, contaminación, infraestructura pública, etc.

 (6) Fortalecer la institucionalidad local

  • Conocer la situación de las instituciones locales: urbanas y rurales; y apoyar el desarrollo de capacidades para que sean efectivas en la canalización de las expectativas de sus asociados hacia opciones viables de Desarrollo Compartido.
  • Apoyar el desarrollo de una institucionalidad local: credibilidad, capacidad e independencia para monitorear e informar a la población sobre el estado de los recursos naturales y los posibles impactos ambientales y sociales de la minería.[15]
  • Hacer visible las deficiencias y incumplimientos de la institucionalidad pública (nacional, regional y local) para que la población pueda entender a quién corresponde las responsabilidades por los problemas que viven.
  • Contribuir a un diálogo público en que instituciones locales puedan darle forma al tipo de Desarrollo Compartido que mejor responde a las potencialidades regionales y a las aspiraciones de los agentes económicos y la población.

(7) Minimizar la búsqueda de rentas

  • Evaluar si las soluciones que se ofrece generan conflictos futuros, o algún sistema de incentivos que promueve la conflictividad. Los conflictos cuyo propósito es la obtención de provecho privado merecen análisis específicos.
  • Corregir los daños eventuales de las operaciones mineras. Corregirlos oportunamente, garantizando que la afectación sufrida por la población haya sido subsanada. Ahorros de corto plazo tienen altísimos costos de largo plazo.
  • Descartar la lógica del pragmatismo transaccional y de las soluciones de corto plazo. Desde los gerentes de operaciones hasta el personal que se relaciona con la población deben tener muy claro que las soluciones deben durar décadas, no años ni meses.
  • Tolerancia cero hacia la corrupción en cualquier nivel, no sólo porque es anti-ético, sino también porque ese tipo de acciones envía el mensaje de que la empresa es corrupta, y que la corrupción es una manera efectiva de sacar provecho de la empresa, alimentando chantajes futuros. La fiscalización ambiental de una empresa corrupta no tiene credibilidad en la población.
  • Los acuerdos con las comunidades deben ser con la participación de las bases. Los acuerdos solo con las dirigencias tienen escasa legitimidad, son inestables y son vulnerables a la acción política de los antimineros.

(8) Fortalecer las acciones de Responsabilidad Social.

  • Hacer un fuerte énfasis en el rol de obras por impuestos e iniciativas públicas cofinanciadas como mecanismo de apoyo a las poblaciones locales. Con ello se reduce el despilfarro de los impuestos, especialmente el Canon.
  • Focalizar los esfuerzos de Responsabilidad Social en áreas críticas para la población tales como incrementar el acceso al agua. La dispersión temática de los proyectos reduce la recordación de las acciones de responsabilidad social.
  • Evaluar los impactos reales de los proyectos de Responsabilidad Social sobre el bienestar de la población y su visibilidad. Los proyectos sociales poco efectivos y no valorados por las comunidades deben de ser descontinuados.

No existen soluciones mágicas. La conflictividad hacia las actividades ligadas a los recursos naturales, en países con instituciones débiles, es parte de las disputas sociales y política. Sin embargo, es posible reducirla drásticamente, si sabemos qué hacer. Lampadia

 
 
 


[1] Por razones de simplicidad nos referimos a los actores como si fueran una unidad, pero en realidad, ellos son grupos de actores.

[2] Dado que muchos conflictos por rentas se presentan como si fueran reclamos ambientales, algunas empresas creen que las preocupaciones ambientales de la población son estrategias, simplemente. Sin embargo, los lideres anti-mineros utilizan el discurso ambiental, justamente porque el ambiente es un valor apreciado por la población local.

[3] Los menores precios internacionales incrementan la importancia relativa de los yacimientos con alto potencial mineral, pero muchos de esos yacimientos están localizados en zonas vulnerables a la conflictividad social y política.

[4] La Sociedad Local está conformada por los grupos sociales que habitan las regiones mineras, y por las empresas e instituciones que operan en dichas regiones. Los sectores más importantes para la conflictividad son: las poblaciones rurales cercanas a las minas, las autoridades electas, los empresarios que prestan servicios a la minería, las organizaciones de la sociedad civil, y los actores y medios que juegan un rol directo en el sistema político local.

[5] Un cierre de minas que deje pasivos ambientales o rencores de la población, daña la legitimidad de la empresa que lo hace, pero también daña la reputación de todo el sector y las posibilidades de que se desarrollen futuros proyectos mineros en la zona.

[6] Sin voces autorizadas y relevantes de la sociedad local y nacional que apoyen el desarrollo, difícilmente la población se creerá en las propuestas de Desarrollo Compartido.

[7] Ello debe ir acompañado de una estrategia de visualización de estos efectos económicos positivos para que la población local entienda la relación entre su progreso y la minería.

[8] Una parte significativa de la dinamización de la economía local por la minería se debe al consumo local de los empleados de las empresas mineras y empresas de servicios.

[9] Para que se reduzcan los accidentes, es necesario que las remuneraciones de las áreas operativas sean afectados por accidentes con repercusiones reputaciones sobre la Empresa.

[10] Muchas familias campesinas, que venden sus tierras a las empresas mineras, no están en condiciones de dejar sus actividades agrícolas y montar otras fuentes de ingresos en las ciudades. Sin tierras ni ingresos, esas familias van sentirse agraviadas toda su vida.

[11] No hay que olvidar que muchas de las opiniones hostiles hacia la minería en poblaciones locales, se basan en su experiencia con el personal de contacto (gerentes de línea e intermedios) y en las exploración mediática que los anti-mineros hacen de esos hechos.

[12] Las creencias locales mandan. La población local tiene que estar involucrada, ello con el fin de reducir la propagación de rumores y la movilización de grupos confundidos por rumores.

[13] Los mensajes deben validarse con grupos focales para ver si el lenguaje y argumentos son adecuadamente entendibles por la población.

[14] El Cerco Cognitivo es el mecanismo mediante el cual los antimineros, en el entorno de un proyecto,  toman control de las fuentes y medios creíbles de información y bloquean, mediante la coerción y la descalificación, la llegada de mensajes que puedan disentir de sus posturas. Se puede encontrar el tema mas desarrollado en: http://www.lampadia.com/analisis/mineria/cerco-cognitivo-y-conflictividad-minera/

[15] Las instituciones locales que hacen monitoreo deberán ser 100% independientes de las empresas mineras para que sus reportes sea autónomos y creíbles para la población.

 




La ‘Pax Política’ solo dura dos días en el Perú

La ‘Pax Política’ solo dura dos días en el Perú

Reconociendo una agradable sorpresa, el viernes pasado (31 de julio) publicamos en Lampadia: 14 Partidos políticos suscriben acuerdo – Sorprendente y excelente iniciativa política. Este acuerdo no podía venir en un mejor momento, pues la política peruana estaba muy crispada y el discurso presidencial generó más polarización.

Había el temor de que la campaña electoral, que aparentemente se estaba  iniciando muy temprano y con mucha agresividad, pueda seguir deteriorándose y llevarnos a una mayor devaluación de la política nacional.

El comunicado firmado por 14 partidos, incluyendo el del gobierno, con la firma de la Primera Dama y Presidenta de Gana Perú, hacía abrigar las esperanzas de un apaciguamiento deánimos.

Lamentablemente, solo dos días después, el Presidente de la República organizó una entrevista con Raúl Vargas, que fue propalada por calles y plazas. Lo malo de este evento es que el Presidente rompió la floreciente ‘pax política’ que pretendía el comunicado de los 14 partidos.

El dicha entrevista (televisada el domingo 2 de agosto) el Presidente atacó injustamente al sector privado y a los empresarios peruanos por no colaborar con el país y precipitar la caída de la inversión puessolo apostaban por el futuro cuando las cosas eran fáciles.

En buena cuenta culpó a los empresarios por la debilidad de su gobierno, el cual no supo aprovechar las capacidades del país para seguir creciendo, reduciendo la pobreza y la desigualdad.

No se dio cuenta de que en 2013, la inversión superó por primera vez el 28% del PBI. Eso significa que en el Perú se invirtieron aproximadamente US$ 55,000 millones ese año, de los cuales la inversión extranjera se aproximó a unos US$ 14,000 millones, el Estado invirtió otro tanto y el resto, unos US$ 27,000 millones,los invertimos los peruanos: entre las empresas grandes, medianas, pequeñas y los ciudadanos.

Este fue, hace tan solo un año y medio, el mejor indicador de confianza y de apuesta por el futuro de las empresas y los ciudadanos.

Desafortunadamente, las grandes confusiones del gobierno en cuanto al rol del Estado y del sector privado, la ausencia del Estado de Derecho, las contradicciones de sus funcionarios más importantes, el ambiente de polarización permanente y la soledad del Gobierno, peleado con tirios y troyanos; hicieron colapsar la tranquilidad y confianza en el futuro inmediato. A esto se sumó la cadena de hechos de corrupción destapados en las regiones, la subsiguiente paralización de la inversión pública que, además, se agravaría por el cambio de autoridades regionales y locales a principios de este año.

Dos días duró la esperanza. Ahora se volvió a desatar la confrontación, las críticas, los resentimientos, en pocas palabras, un ‘todos contra todos’ que nos lleva al suicidiode la clase política.

Parece que tenemos que pedirle al señor Presidente que haga la paz con sigo mismo, como paso previo a abrir los brazos al resto de los peruanos. Señor Presidente, los fracasos son solamente el camino al éxito de los luchadores. Hasta ahora ha perdido la batalla, pero no la guerra. Lampadia