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La reducción de la pobreza en las regiones mineras ha sido significativa

La reducción de la pobreza en las regiones mineras ha sido significativa

Como se ha publicado anteriormente en Minas y Petróleo, un análisis fino, por distrito y no por región, permite ver que la minería ha sido responsable de que los distritos mineros tengan menos pobreza que sus vecinos que adolecen de minería. Esto lo sustenta el PNUD en las publicaciones del Índice de Pobreza Humana. Lampadia

Semanario Minas y Petróleo N° 1131
24 de Febrero 2020

La presidenta de la Bolsa de Valores de Lima (BVL) y exministra de Economía y Finanzas, Claudia Cooper, dictó el 6 de febrero en el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) la conferencia “La Minería y su Importancia en la Economía Peruana”.

La exministra de Economía y Finanzas, Claudia Cooper durante su exposición en el IIMP

La conferencia de la exministra habría sido impecable a no ser por el siguiente párrafo:

“En números macroeconómicos, muy bien, veinte. ¿Cuál es nuestro problema? Uno empieza a ver y es lo que hemos dicho, en realidad la minería genera los recursos para las regiones donde están las minas, pero no tienen ninguna relación con la pobreza de esos segmentos. Lo que uno ve es que las regiones mineras básicamente mientras más importante sea la minería en la región, más pobres hay. Entonces uno no entiende esos recursos a dónde se están yendo. La relación debería ser inversa. Resulta que las regiones mineras, lo que empezamos a ver es que mientras más importante sea la minería en el PBI de la región más pobreza básicamente hay”.

A continuación, de ese párrafo, Claudia Cooper pasa a describir los problemas que existen para que el canon y otros tributos que el gobierno central debe transferir a las regiones se hagan con la celeridad requerida, se administren bien y se destinen a las necesidades prioritarias de la región y sugiere que a estas incompetencias se debería una mayor pobreza en las regiones mineras.

Estando plenamente de acuerdo sobre la gravedad de las deficiencias, a las que se refirió Claudia Cooper, afortunadamente existe más de un error conceptual en su análisis, para llegar a la conclusión de que las regiones donde existe minería es donde “hay más pobres”. Todo lo contrario, a pesar de las deficiencias a las que se refirió Claudia Cooper, la contribución de la minería al desarrollo social de las circunscripciones geográficas donde opera es incuestionable, aunque desde luego esta contribución sería mayor sin los problemas descritos por la presidenta de la BVL.

Víctor Gobitz, CEO de Buenaventura; Claudia Cooper, presidenta de la BVL y Luis Rivera, presidente del IIMP

A nuestro juicio los errores conceptuales en el análisis de Claudia Cooper, provienen de no haber tomado en cuenta las siguientes premisas:

  • La minería no es el único factor que contribuye a la reducción de la pobreza en las regiones, un factor tal vez más importante es si la región limita o no con el Océano Pacífico. En consecuencia, como ejemplo, no se podría comparar la pobreza de Lambayeque, cuya mayor parte de su superficie está en la costa, con la de Pasco que no tiene costa.  
  • La antigüedad de una región, como una gran productora minera o metalúrgica, también es determinante para que la minería haya podido contribuir significativamente a reducir la pobreza en esa región. También a modo de ejemplo, no se puede comparar la contribución de la minería a reducir la pobreza en Apurímac, con la que ha tenido en reducirla en Junín, ya que si bien la primera tiene una producción de cobre muy importante, ésta recién se inicia a fines del 2015, mientras que en la segunda operó la más importante refinería de metales de América Latina por casi 90 años.
  • Cuando cierra una gran empresa minera o metalúrgica o reduce sus operaciones, el nivel del IDH de la provincia donde ella tuvo sus instalaciones no se reduce. Aunque a un menor ritmo sigue creciendo. Los mejores ejemplos son la provincia de Yauli, en Junín, donde operó el Complejo Metalúrgico de La Oroya y Nazca donde operó la Marcona Mining Company. Si el IDH sigue creciendo es de suponer que la pobreza se siga reduciendo, especialmente la multidimensional.
  • La producción de hidrocarburos, el turismo y la agroindustria también son factores que contribuyen a reducir la pobreza.  
  • La población de la región, es un factor a considerar. No se podría comparar el efecto de la minería en la reducción de la pobreza en Cajamarca, que tiene 1’387,809 habitantes según el último censo, con la que tiene sobre Moquegua que tiene 161,533 habitantes.
  • Las grandes empresas mineras tienen una gran influencia en el desarrollo de las circunscripciones geográficas de su entorno: distritos y provincias, pero en menor grado en el ámbito regional, especialmente si se trata de regiones con una gran superficie territorial y deficientes vías de comunicación.
  • Una gran mina de cobre tiene proporcionalmente un efecto mayor en el desarrollo social de su entorno, que el que tendrían una mina mediana polimetálica o de oro. La explicación está en que por economía de escala puede desarrollar más infraestructura y por usar tecnologías más sofisticadas, pagar mayores salarios, lo que también contribuye a la generación de empleos indirectos mejor remunerados, que los que existían antes de que se iniciara la construcción de las instalaciones de la operación minera o metalúrgica.

REDUCCIÓN DE LA POBREZA EN ZONAS MINERAS EN COMPARACIÓN CON LAS NO MINERAS

En su disertación del 6 de febrero, en el IIMP, Claudia Cooper mostró un gráfico que señala la reducción de la pobreza monetaria, a nivel regional, entre los años 2007 y 2018, que incluimos en este artículo como Gráfico Nº 1 y por su parte el 17 de febrero el Instituto Peruano de Economía (IPE) presentó en el diario “El Comercio” un gráfico con cifras para la pobreza multidimensional (1), también a nivel regional y que incluimos en este artículo como Gráfico Nº 2. Cabe señalar que según la información del IPE, el método multidimensional para medir la pobreza, es un mejor índice que el que sirve para calcularla en base al ingreso personal.

En el Gráfico Nº 1 de reducción de la pobreza, Claudia Cooper le asignó el color rojo para diferenciarlas, al clasificarlas como mineras, a las siguientes regiones: Apurímac (46% de reducción de pobreza), Cusco (31%), Pasco (25%), Junín (23%), Ancash (21%), Moquegua (21%), Arequipa (14%), Tacna (13%) y Madre de Dios (11%).

Por su parte en el Cuadro Nº 2, que corresponde a la pobreza multidimensional, se puede observar que los porcentajes de pobreza dados a conocer por el IPE, para las regiones antes señaladas (a partir de información del INEI), son los siguientes: Apurímac (46%), Pasco (32%), Ancash (30%), Cusco (29%), Junín (27%), Madre de Dios (15%), Moquegua (13%), Tacna (12%) y Arequipa (10%).

REGIONES MINERAS DE LA COSTA SON LAS DE MENOR POBREZA

Del análisis de ambos gráficos y del Cuadro Nº 1, en que se muestra el ingreso per cápita de las regiones provenientes de las transferencias por canon minero, regalía minera y derecho de vigencia y penalidad, podemos sacar la siguiente conclusión:

Las regiones que poseen costa y una elevada producción minera per cápita de varias décadas, son las que han reducido en un mayor grado la pobreza o dicho de una manera más precisa, son las que en la actualidad tienen menor pobreza. Para probar esta afirmación estamos asumiendo, como es lógico suponer, que las regiones que tienen mayores transferencias per cápita, por canon y los otros conceptos antes señalados y que se muestran en el Cuadro Nº 1 , son también los que tienen mayor producción minera per cápita.

En efecto, las regiones con menor pobreza en el Perú, conforme se puede ver en el Cuadro Nº 2 son Ica, Lima, Arequipa, Tacna y Moquegua, en ese orden. Aunque Ica no es incluida en el Cuadro Nº 1 de Claudia Cooper, como una región minera, sí lo es ya que actualmente ocupa el 8º lugar entre todas las regiones, en cuanto a mayores transferencias per cápita por canon minero, y los otros conceptos antes señalados.

Pero lo más importante es la antigüedad de Ica como región minera, por cuanto se inició, con la explotación del yacimiento de hierro de Marcona, como la única empresa productora de ese metal en el Perú en 1953 y por una gran empresa, líder en tecnología, como fue la Marcona Mining Company.

La producción de hierro de Ica fue muy importante, en la época de dicha empresa, especialmente a partir del año 1960 y hasta julio de 1975, en que fue estatizada, cuando ya tenía aprobada una ampliación. Para ser competitiva en el mercado esta empresa desarrolló el sistema patentado como Marcona Flow, que permitía el transporte de hierro en lodos. Esa tecnología se perdió con la estatización de la mina y la producción se redujo, a la tercera parte y tardó muchos años en recuperarse, a tal punto que recién en el 2018 se ha podido superar y por un escaso margen, el récord de producción de hierro del Perú (todo producido en Ica) de 9,525,116 toneladas, establecido en 1974.

Este pasado explica la ubicación de la provincia de Nazca, donde se ubica la mina Marcona, en el año 2019 en el puesto 21º en cuanto a mayor índice de desarrollo humano (IDH) entre las 196 provincias del Perú y la segunda entre las de la región Ica, según cifras del Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD). Asimismo Nazca ocupa, también según cifras del PNUD, el puesto 29º a nivel nacional en ingreso familiar per cápita entre todas las provincias del Perú y también la segunda entre la de Ica en este índice.

Arequipa, Tacna y Moquegua, que poseen costa y una importante producción minera tienen después de Ica y Lima, según se puede observar en el Gráfico Nº 2, la menor pobreza multidimensional, en ese orden; y también tuvieron en el 2018, en ese mismo orden la 5º, 4º y 2º ubicación, respectivamente, en transferencias por canon y los otros conceptos incluidos en el Cuadro Nº 1. En el 2015 el orden había sido el 5º, 2º y 1º respectivamente. 

No cabe, en consecuencia, duda que la minería contribuyó a reducir la pobreza en Arequipa, Tacna y Moquegua y también en Ica y lo que no se percibió, en el análisis de Claudia Cooper, es que cuando el porcentaje de pobres se ha reducido significativamente, entonces continuar con la reducción de esos porcentajes es mucho más difícil.

Esta verdad, de Perogrullo a nivel de países, a la que siempre se refieren los economistas, no tendría por qué ser diferente a nivel de regiones y en consecuencia es la razón por la cual en el Gráfico Nº 1 Tacna 4º, Arequipa 5º, Ica 8º y Moquegua 9º, están entre las regiones que menos han reducido en puntos porcentuales la pobreza entre el 2007 y el 2018.

ANCASH, UN CASO COMPLEJO

El caso de Ancash es más difícil de analizar, pero cabe señalar que su gran producción minera, que le permitió ubicarse en el año 2018 como la región con mayor ingreso por transferencias de canon y los otros conceptos ya señalados (ver Cuadro Nº 1), se inicia recién en el año 2001, con el inicio de la producción de la mina Antamina. Anteriormente una producción de oro de relativa importancia se había iniciado en 1998, con la entrada en operación de la mina Pierina. La relativamente poca antigüedad, de la minería en Ancash, es en consecuencia la primera causa para que esta región comparta con Piura el último lugar en cuanto a pobreza multidimensional, entre las regiones que tienen parte de su territorio en la costa.

Una segunda causa parece ser la alta proporción de población rural que tiene Ancash. Comparativamente, es por un amplio margen la región que tiene la mayor proporción de población rural, entre todas las regiones de la costa peruana, 36.6% contra 21.1% que tiene La Libertad, que es la que le sigue en mayor proporción de población rural en la costa peruana. 

Cabe señalar que Ancash ha avanzado más, proporcionalmente, en el crecimiento del IDH, que las demás regiones de la costa peruana, lo que se podría explicar por un mayor crecimiento del ingreso de la población en promedio, pero sin necesidad de que se reduzca en la misma proporción el porcentaje de pobres.

LA ANTIGÜEDAD EN LA INDUSTRIA MINERA PESA EN LA REDUCCIÓN DE LA POBREZA EN LA SIERRA

En la sierra las tres regiones con menor pobreza multidimensional son Junín con 27%, Cusco con 29% y Pasco con 32% (ver Gráfico Nº 2). Como hemos señalado, Junín tiene un gran pasado minero que convirtió a la provincia de Yauli, donde se construyó el Complejo Metalúrgico de La Oroya, en la 25º en IDH del Perú en el 2003 y una de las cinco con mayor IDH de la sierra peruana. En el 2019 a pesar del cierre de la refinería pasó al 13º en IDH y al 4º en la sierra peruana, pero lo que más llama la atención es que es la 10° provincia a nivel nacional en ingreso familiar per cápita y la 2º de la sierra peruana.

Cusco es la segunda región con menor pobreza multidimensional de la sierra peruana, evidentemente esto se debe en alguna proporción a su producción minera, como lo prueba el hecho de que ocupe el 7º lugar en lo relativo a transferencias por canon y los otros conceptos que se indican en el Cuadro Nº 1; pero no se puede negar que el Turismo y la explotación del gas han contribuido a que, según se muestra en el Gráfico Nº 1, tomado de la exposición de Claudia Cooper, haya sido después de Apurímac la región de la sierra que más ha reducido la pobreza monetaria entre el 2007 y el 2018. 

Pasco es la tercera región con menor pobreza multidimensional de la sierra peruana, posición que guarda concordancia con su segundo lugar, entre las regiones de la sierra,  en cuanto a mayores transferencias por canon y los otros conceptos que se incluyen en el Cuadro Nº 1.

Cabe señalar que la región Pasco tiene 3 provincias: La de Pasco, que es aquella en la que se han desarrollado varias minas polimetálicas, la gran mayoría por encima de los 3,500 metros de altura; la de Daniel A. Carrión que tiene poca minería y la de Oxapampa que no tiene minería y destaca por la variedad de sus paisajes naturales y por sus grandes cantidades de tierra fértil.

Si bien no existe información sobre la pobreza a nivel provincial, resulta evidente que la provincia de Pasco es la que tiene menos pobreza en esta región, por cuanto ocupa el puesto 48º en el IDH y el 67º en el ingreso familiar per cápita, entre las 196 provincias del Perú, mientras que Daniel Carrión ocupa la posición 135º en IDH y 87º en ingreso familiar per cápita y Oxapampa la 93º y 87º respectivamente.

La última región de la sierra peruana que se muestra en el Gráfico Nº 1 como minera es Apurímac. Es interesante notar que esta región ya supera, como se puede apreciar en el Gráfico Nº 2, a Huánuco, Cajamarca y Huancavelica en menor pobreza multidimensional. Cabe agregar que Apurímac ha sido después de Huancavelica la región que más ha reducido la pobreza monetaria entre el 2007 y el 2018 (ver Gráfico Nº 1). Sin embargo, todavía requiere de tiempo para poder superar a regiones que, aunque con menor riqueza minera, la han tenido por décadas y en el caso de Pasco por más de un siglo.

MADRE DE DIOS INFORMAL PERO CON POCOS POBRES

Madre de Dios es la única región de la selva con producción minera, la mayor parte informal o ilegal, coincidentemente es la región con menor pobreza multidimensional de la selva peruana y por un amplio margen sobre las demás regiones de la selva. No obstante, como esa actividad está ampliamente combatida por el Gobierno es la que menos ha reducido la pobreza entre el 2007 y el 2018.

Destacados líderes del sector minero se dieron cita en el IIMP para escuchar a Claudia Cooper

(1) El índice de pobreza multidimensional (IPM) fue desarrollado por Sabina Alkire y James Foster en el 2008. Refleja las múltiples carencias de los hogares y las personas en tres dimensiones: salud, educación y condiciones de vida. Actualmente es considerado por los especialistas como un mejor índice para medir la pobreza y planificar su reducción, que el índice de pobreza monetaria.




Tres provincias en el área de influencia de Southern entre las cinco con mayor IDH en el Perú

Tres provincias en el área de influencia de Southern entre las cinco con mayor IDH en el Perú

Semanario Minas y Petróleo
2 – 9 de diciembre, 2019

Del análisis de los valores del Índice de Desarrollo Humano (IDH), dados a conocer el 21 de noviembre de este año por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), se puede concluir que, en aquellas circunscripciones geográficas donde le es posible prosperar, la industria minera es un factor con un efecto preponderante en el desarrollo humano.

En efecto, de las 24 provincias con el mayor valor en este índice (ver el Cuadro Nº 1) 8 explican ese mayor valor, principalmente, por el desarrollo de la industria minera y/o la metalúrgica en su territorio (Mariscal Nieto, Ilo, Jorge Basadre, Tahuamanu, Yauli, Tambopata, Caravelí y Nazca); otra de ellas (Islay) por poseer el puerto minero con mayor volumen de exportación (Matarani), otra por dicho desarrollo minero y metalúrgico en una gran proporción (Arequipa);  y una última por la importante influencia indirecta, que incluye los pagos de la minería por canon y regalías (Tacna).

De las 13 provincias restantes, que también se ubican entre los 24 primeros lugares con mayor IDH del Cuadro Nº 1, seis se benefician de su posición geográfica, al pertenecer al departamento de Lima, la capital del país (incluyendo al Callao, que es su puerto) y dos son grandes ciudades (Trujillo e Ica), que también reciben canon. De las cinco provincias restantes, los altos niveles del IDH se explican: en el caso del Cusco por el turismo y el canon gasífero; en el de Camaná y San Martín por una combinación del desarrollo turístico y la agricultura; en el de la provincia del Santa por la industria pesquera; y en el de Palpa por la agroindustria.

Conforme se puede observar en el mapa adjunto, el PNUD ha clasificado a las provincias del Perú, según el valor de su IDH, en cinco quintiles: primer quintil, el que abarca a las provincias con valores que van desde 0.6243 hasta 0.7255 (este último valor es el que corresponde a Lima Metropolitana); segundo quintil de 0.5231 a 0.6243; tercer quintil de 0.4219 a 0.5231; cuarto quintil de 0,3207 a 0.4218; y quinto quintil que va desde 0.2196 hasta 0.3207. Cabe señalar que 0.2196 es el valor que corresponde a la provincia de Julcán en La Libertad, que es la provincia con menor IDH de todo el Perú. 

Si se aplican estos quintiles a los departamentos se tendría que, en el 2019, a Lima, Moquegua y Arequipa les correspondería el primer quintil; a Madre de Dios, Ica, Tacna, Tumbes, La Libertad y Lambayeque el segundo quintil; a Ancash, Piura, Cusco, Junín, Ucayali, Loreto, San Martín, Pasco, Puno, Huánuco, Ayacucho y Cajamarca el tercer quintil; y a Apurímac y Huancavelica el cuarto quintil   

LOS DEPARTAMENTOS MINEROS DE LA COSTA SUR Y MADRE DE DIOS LIDERAN EL IDH

Conforme se puede observar en el Cuadro Nº 2, de los seis departamentos del Perú con mayor IDH, aparte de Lima la capital (considerando a Lima y Callao, que lidera el ranking, como un solo departamento), los otros cinco son departamentos con una importante producción minera: Arequipa, Moquegua, Tacna, Ica y Madre de Dios en ese orden, si se promedian las ubicaciones ocupadas en el ranking del IDH en los años 2003, 2007, 2012, 2017 y 2019. Mientras que el orden en la evaluación de este año fue: Moquegua, Arequipa, Madre de Dios, Ica y Tacna.

La importancia de la minería en Arequipa, Moquegua, Tacna e Ica se demuestra por ser, como se puede observar en el Cuadro Nº 3, departamentos con un elevado ingreso por transferencias de las empresas mineras, que operan en su territorio, provenientes de Canon Minero, Regalía Minera, Derecho de Vigencia y Penalidad. Para tener una referencia, tanto de la importancia de dichas transferencias, como de su evolución en los últimos años, se presenta en el referido Cuadro Nº 3, el monto per cápita acumulado de las mismas, para cada departamento, en los años 2015 y 2018.

En efecto, en dicho cuadro se puede observar que Moquegua ocupó el 1º lugar en el 2015 y el 2º lugar en el 2018 en el per cápita de esas transferencias, Tacna el 2º lugar en el 2015 y el 4º en el 2018, Arequipa el 5º lugar en ambos años e Ica el 8º en el 2015 y el 9º en el 2018. Cabe señalar que Southern Peru opera desde hace varias décadas en Tacna y Moquegua; Minera Cerro Verde y su antecesora Minero Perú en Arequipa; y Shougang Hierro Perú y sus antecesoras: Hierro Perú y Marcona Mining Company en Ica. 

Adicionalmente a la ventaja de Moquegua, Tacna y Arequipa de ser importantes productores mineros desde hace varias décadas, está la de ser departamentos costeños. Si bien Ica no tiene una producción minera, en cuanto a valor, de similar magnitud, también es un departamento costeño y su importancia como el único productor de hierro del Perú, ya tiene más de medio siglo, a lo que adicionalmente le agrega la ventaja de su cercanía y buena comunicación con la capital del país y que además ha desarrollado una importante agroindustria.

El caso de Madre de Dios es distinto, por cuanto su producción aurífera no genera transferencias directas a la región, por ser informal. Sin embargo, tiene una producción minera generando elevados ingresos para su población desde hace alrededor de tres décadas, que en el 2001 y el 2002 ya superaba el 10% de la producción de oro del Perú. Esos elevados ingresos explican, como se puede observar en el Cuadro Nº 1, que su provincia de Tahuamanu, tenga con 1,404 soles el cuarto mayor ingreso familiar per cápita del país y su población tenga, con 81.75 años la tercera esperanza de vida al nacer más elevada, entre las provincias del Perú. Por su parte la provincia de Tambopata, que alberga al 80.3% de la población de Madre de Dios, tiene con 1,248 soles el sétimo mayor ingreso familiar per cápita del país.

NO TODOS LOS DEPARTAMENTOS DE LA COSTA NORTE HAN APROVECHADO SUS RECURSOS

Conforme se puede observar en el Cuadro Nº 1, en el año 2019 a los departamentos de la costa norte le correspondieron las siguientes ubicaciones en el ranking del IDH: 7º Tumbes, 8º La Libertad, 9º Lambayeque, 10º Ancash y 11º Piura. Aunque Tumbes y Lambayeque no tienen producción minera, tienen la ventaja de tener en la costa toda la superficie de su territorio, en el caso de Tumbes y casi toda en el de Lambayeque.

La Libertad ocupó el puesto 9º, en las transferencias por canon y otros conceptos, lo que coincide con su ubicación en el ranking del IDH. Trujillo es la única de sus provincias que se clasifica en el ranking del IDH del PNUD en el primer quintil, lo que se explica por comprender a la tercera ciudad más poblada del país.  

Las provincias de Ascope, Pacasmayo y Chepén se clasifican en el segundo quintil en el ranking del IDH del PNUD, lo que se explica porque estas provincias están muy vinculadas a la zona minera de Cajamarca, a la cual están unidas por una carretera asfaltada. Adicionalmente, que la zona es un área de producción minera no metálica, para la producción de cemento.

EL COSTO DE RECHAZAR LA MINERÍA DE PIURA

La provincia capital del departamento de Piura, donde está ubicada la ciudad del mismo nombre, es la provincia con menor IDH entre las que son capital de departamento.

En esta provincia se ubica el distrito minero de Tambogrande, donde la Minera Manhattan quiso llevar a cabo una importante inversión minera, pero la oposición antiminera le impidió cumplir con los compromisos de inversión y tuvo que retirarse del país.

Comparativamente, Talara donde se desarrolló la explotación y refinación de petróleo durante muchos años es la provincia con mayor IDH de todo el departamento y se ubica en el puesto 30º en el ámbito nacional

Por otra parte, cabe señalar que el inmenso megaproyecto cuprífero de Río Blanco, a cuya explotación se ha opuesto tenaz e insensatamente la antiminería, se ubica en el área de influencia de las dos provincias más pobres de este departamento: Huancabamba y Ayabaca. La primera es la sétima provincia del Perú, entre las que tienen menor IDH y la segunda es la cuarta.

Adicionalmente, Ayabaca con 234 y Huancabamba con 250 soles tienen los ingresos familiares per cápita más bajos del país entre las provincias del Perú, que tienen más de 50 mil habitantes.

LA EVOLUCIÓN DE ANCASH: LENTA PERO SEGURA

Un caso que merece mayor análisis es el de Ancash, por cuanto esta región, conforme se puede ver en el Cuadro Nº 3, fue la que tuvo las mayores transferencias per cápita por canon y otros cobros a las empresas mineras en el 2018 y el tercer lugar por ese concepto en el 2015 (ver Cuadro Nº 3). Como referencia cabe señalar que en el 2009 Ancash ya era también la tercera región en mayor recaudación por dichas transferencias, derivadas de sus ingresos provenientes de la mina Pierina, que inició su producción de oro en el año 1998, pero principalmente de Antamina que inició sus operaciones en el 2001.

Conforme ya lo hemos señalado en anteriores informes periodísticos, sobre este tema, el impacto del desarrollo minero en el incremento del valor del IDH, en una circunscripción geográfica, es progresivo y lento, por cuanto con excepción del ingreso familiar per cápita, los otros factores utilizados en su determinación: esperanza de vida al nacer, el porcentaje de la población mayor de 18 años con secundaria completa y el promedio de los años de estudio de la población con 25 años o más, son factores que por su naturaleza no pueden modificarse en pocos años.

No obstante lo señalado, ha habido una evolución importante en el IDH de Ancash, desde que Pierina y, principalmente, Antamina convirtieron a esta región en una de las más importantes, en el ámbito de la minería peruana. En efecto, de la comparación de la información de los valores del IDH, que se muestran en el Cuadro Nº 2 para todos los departamentos del Perú, se obtiene que mientras que en el 2003 el IDH de Ancash era equivalente a solo el 62.2% del de Arequipa, en el 2019 ya es equivalente al 80.3%. Cabe señalar que para esta comparación se eligió a Arequipa, por ser la región que en promedio ha sido la que ha tenido el mayor IDH, después de Lima entre el 2003 y el 2019.

Adicionalmente, como se puede observar en el mismo Cuadro Nº 2, entre el 2003 y el 2019 Ancash avanzó desde el puesto 14º en el ranking del IDH, en el ámbito nacional, hasta el 10º.

EL IDH EN LA SIERRA PERUANA

Nueve departamentos del Perú pueden ser clasificados como predominantemente serranos al reunir las tres siguientes características: no tienen costa, la mayor parte de su población habita sobre los 2 mil metros de altura y su capital está en la sierra.

Las dos primeras de estas características representan una desventaja para el desarrollo humano, al menos mientras no se desarrollen modernos sistemas de transporte y eso explica que en el 2019, el IDH de Piura, el menor de los departamentos de la costa peruana, supere al de Cusco, el mayor de la sierra.

Conforme se puede observar en el Cuadro Nº 2, en orden descendente, de acuerdo a su IDH en el ámbito nacional en el 2019, los departamentos de la sierra se agruparon de la siguiente manera: 12º Cusco, 13º Junín, 17º Pasco, 18º Puno, 19º Huánuco, 20º Ayacucho, 21º Cajamarca, 23º Apurímac y 24º Huancavelica.

Hasta el 2010 Junín y Pasco  los dos departamentos de la sierra peruana que tienen una industria minera y/o metalúrgica de más de un siglo, eran los que tenían un mayor IDH, posteriormente, con el crecimiento del Turismo y la influencia de Camisea, Cusco los ha superado.

EL DESARROLLO DE ESPINAR EN EL SUR DEL CUSCO

Cusco ocupó la mejor ubicación en el ranking del IDH en el 2019, entre los departamentos de la sierra y su recaudación per cápita por transferencias de canon y otros cobros a las empresas mineras (ver Cuadro Nº 3), le permitieron ubicarse en este ámbito en el sétimo lugar entre todos los departamentos del país. Sin embargo, no es la actividad minera el factor más importante para su primera ubicación entre los departamentos de la sierra, en cuanto a mayor IDH. El factor más importante es el turismo que le ha permitido a la provincia del Cusco, la más poblada de la región, ubicarse en el sétimo lugar en cuanto a mayor IDH entre todas las provincias del país. Adicionalmente cabe señalar que esta región también tiene una importante recaudación por canon gasífero.

Sin embargo, cabe mencionar que en contraste con el norte de este departamento, el sur tiene muy poco desarrollo, como lo prueba los bajos niveles de IDH que tienen seis de sus 8 provincias: Quispicanchis (0.3466), Chumbivilcas (0.3372), Acomayo (0.2977), Canas (0.2588), Paruro (0.2484) y Paucartambo (0.2484). Las excepciones son Canchis y Espinar.

Canchis tiene un IDH de 0.4682 y debe su relativo desarrollo social a que está comunicada desde 1894 por ferrocarril con Juliaca, Puno y Arequipa y desde 1908 con el Cusco.

Por su parte, Espinar, donde anteriormente se explotó la mina Tintaya y actualmente la mina Antapaccay, tiene con un valor de 0.4634 el cuarto mayor IDH después de Cusco y Urubamba, ubicadas en la zona turística del departamento y le faltan menos de 5 milésimas para superar a Canchis. Aunque no se tienen cifras del IDH de Espinar en el año 1985, cuando se inició la explotación de la mina Tintaya, es de suponer que en ese año el IDH de esta provincia sería similar al de las provincias vecinas. Así parece demostrarlo el avance en el ranking del IDH provincial que ha experimentado Espinar a través de los años, al pasar del puesto 115º en el 2003, en el ámbito nacional, al 100º en el 2010, el 87º en el 2012 y al 77º en el 2019.   

Asimismo, aunque en el 2003 Espinar ya ocupaba el 4º lugar en cuanto a mayor IDH entre las provincias del Cusco, su IDH representaba solamente el 93.8% del  IDH de Canchis que ocupaba el 3º lugar, mientras que ahora ya representa el 99.0%. En el otro extremo, en el 2003 Paucartambo que es la provincia del Cusco con menor IDH, en ese año representaba el 72.2% del IDH de Espinar y ahora solo representa el 52.3%.

YAULI NO HA PERDIDO EL DESARROLLO QUE LE DIO LA OROYA

Conforme se puede apreciar en el Cuadro Nº 2, en el 2019 a Junín le correspondió la segunda ubicación en cuanto a un mayor IDH entre los departamentos de la sierra. Al respecto cabe señalar que, así como el efecto de una mayor producción minera o metalúrgica en el incremento del IDH es progresivo y lento, como se ha señalado para Ancash, por las mismas razones en el caso inverso, ante una menor actividad minera el deterioro en los valores del IDH también es progresivo y lento.  

Lo señalado anteriormente explica por qué Junín que en el 2003 tenía el mayor IDH entre todos los departamentos de la sierra y el 8º del país –cuando la fundición de La Oroya en la provincia de Yauli estaba operativa y era su principal polo de desarrollo– ahora con la paralización de la fundición solo ha descendido una ubicación entre los departamentos de la sierra peruana. Lo que es más sorprendente es que la provincia de Yauli que en el 2003 ocupaba el puesto 26º en cuanto a mayor IDH entre todas las provincias del Perú, ahora se  ubica en el puesto 13º en ese ranking. Aunque a este hecho puede haber contribuido en parte, primero la inversión por Chinalco en Toromocho y después la producción minera de este yacimiento, que se inició en el 2016.

PASCO: SIGUIÓ AVANZANDO PERO OTROS AVANZARON MÁS

Pasco, que en el 2019 ocupó el 3º lugar en cuanto a mayor IDH entre los departamentos de la sierra del Perú y el 17º en el ámbito nacional, es un importante departamento minero, como lo prueba que en el 2018 haya ocupado el 6º lugar en cuanto a mayores transferencias per cápita, por canon y otros cobros a las empresas mineras. No obstante, en el 2003 ocupó el 2º puesto en cuanto mayor IDH entre los departamentos de la sierra del Perú y el 12º en el ámbito nacional.

Aunque Pasco incrementó sustancialmente su IDH entre 2003 y el 2019, perdió posiciones en el ranking de este indicador. Un puesto entre los departamentos de la sierra, por el avance del Cusco, al que debe agregarse cuatro más en el ámbito nacional: uno por el avance de Ancash en la costa y 3 más por el avance de departamentos de la selva, como se puede observar en el Cuadro Nº 2.

Pasco tiene tres provincias: la de Pasco, desde hace varios siglos minera por excelencia, se ubica en el segundo quintil en el ranking del IDH del PNUD, con el puesto 48º entre las 196 provincias del Perú. Demostrando cómo la minería ofrece mejores condiciones de vida, la provincia de Pasco alberga al 56.1% de la población del departamento. De dicho porcentaje las ¾ partes habitan sobre los 4 mil metros de altura.

PUNO Y LA PROBABLE INFLUENCIA DE TOQUEPALA Y CUAJONE EN SU DESARROLLO

Puno tiene una minería de relativa importancia, desde hace varias décadas, y es probable que algunas de sus provincias se hayan desarrollado en parte por la influencia económica de Toquepala y Cuajone.

Puno ocupó en el 2019 el 4º lugar en cuanto a mayor IDH entre los departamentos de la sierra del Perú y el 18º en el ámbito nacional.  Las provincias de Puno con mayor IDH son las que tienen alguna producción minera y/o aquellas cuyas vías de comunicación, construidas por la minería o impulsadas por esta, les permiten salir a la costa a través de Moquegua, Tacna y Arequipa y utilizar los puertos de Ilo y Matarani. Por otra parte, en el pasado, una proporción importante de los trabajadores de Toquepala y Cuajone provenían del departamento de Puno, especialmente de las provincias mejor comunicadas con Tacna y Moquegua y era en esas provincias que pasaban sus vacaciones y en las cuales invertían sus ahorros. De acuerdo con un estudio de hace algunos años, de Arellano Marketing, el 31% de los habitantes de Tacna provenía de Puno. Es de suponer que también exista un elevado número de puneños residiendo en Moquegua.

La provincia de San Román, que se ubica en el segundo quintil con el puesto 44º en el ranking provincial del IDH, se ha beneficiado de su comunicación con las zonas mineras de Moquegua, Tacna y Arequipa y de los puertos de Ilo y Matarani. Asimismo, su buena comunicación con la mina de San Rafael debe haber contribuido a su desarrollo. Sin embargo, probablemente más le deba, para su progreso, al comercio, la industria textil y la ganadería, que a la minería. En esta provincia se ubica la ciudad de Juliaca, que es la más poblada de la región Puno. Sus compradores provienen no sólo del mismo departamento, sino inclusive de los departamentos vecinos y de Bolivia.

La influencia de la minería es más clara en el caso de las provincias de Puno, San Antonio de Putina y Melgar, que se ubican en el caso de la primera en el segundo quintil en el ranking provincial del IDH del PNUD y en el tercero en el de las otras dos. Sobre Puno cabe señalar que se encuentra comunicado, por una carretera asfaltada, con las ciudades de Moquegua y Tacna y el puerto de Ilo.

El caso de San Antonio de Putina es distinto. Esta provincia que queda al noreste del departamento es una zona de minería informal, que tiene un ingreso familiar per cápita de S/ 952.30, el más alto de las provincias de Puno.

En la provincia de Melgar, por su parte, se ubica el distrito de Antauta, en el que se ha desarrollado la mina de San Rafael de Minsur, uno de los más importantes productores de estaño en el ámbito mundial.

HUÁNUCO: BENEFICIO INDIRECTO DE LA MINERÍA

Conforme se puede  apreciar en el cuadro Nº 2, al comparar las cifras del IDH de los 9 departamentos de la sierra del Perú, Huánuco, que era el 8º en IDH  en el 2003, avanzó hasta el 7º en el 2007, hasta el 6º en el 2012 y hasta el 5º en el 2019.  Por otra parte, si se comparan las cifras del IDH del 2019 de todos los departamentos de la sierra, con las del 2003, el departamento de Huánuco resulta ser el que más lo ha incrementado, tanto en cifras absolutas como porcentuales.

Lo interesante del caso de Huánuco, es que al examinar el mapa vial del Perú, se puede apreciar en el mismo, que existe una relación entre el IDH de cada provincia y la calidad de su comunicación con Oroya y Pasco.

Al respecto cabe señalar que la provincia de Leoncio Prado, cuya capital es Tingo María y que después de la capital del departamento es la que tiene mayor IDH, está comunicada por una carretera asfaltada con Lima a través de la carretera central que pasa por La Oroya.

AYACUCHO: LA MINERÍA COMIENZA A CRECER

Hasta 2007 la producción minera de Ayacucho era insignificante para todos los metales. Posteriormente se fue incrementando en el ámbito de los metales preciosos, hasta alcanzar el 8% de la producción nacional de oro y el 12% de la de plata en el 2018. No obstante, al ser la producción de los metales básicos poco significativa en este departamento, solo ocupó en el 2018 el 13º lugar en cuanto a mayores transferencias per cápita por canon y otros cobros a las empresas mineras.

Esta situación explica por qué, no obstante sus interesantes atractivos turísticos, Ayacucho haya ocupado entre el 2003 y el 2012 el puesto 22º o 23º en el ranking del IDH, avanzando posteriormente hasta el puesto 20º en el 2019, superando en ese años, en el ranking del IDH, a tres departamentos de la sierra: Cajamarca, Apurímac y Huancavelica. Sin embargo su IDH en el 2019, como se puede ver en el Cuadro Nº 2, es todavía menor que el de Huánuco, que tampoco es minero pero tiene la ventaja de la vecindad de Pasco.

LA ANTIMENERÍA HA PERJUDICADO SEVERAMENTE AL DESARROLLO DE CAJAMARCA

Para nadie, medianamente enterado sobre la minería en el Perú, es un secreto que Cajamarca, sino es el departamento que tiene mayor riqueza minera, es uno de los que la posee en mayor magnitud. Sin embargo, conforme se muestra en el Cuadro Nº 2, al comparar las cifras del IDH de los 9 departamentos de la Sierra del Perú, Cajamarca se ubicó en el 7º lugar en el 2019, posición inferior al 5º lugar que ocupaba en el 2003, la cual tampoco guardaba relación con sus enormes posibilidades de desarrollo. Si la comparación se hace con los 24 departamentos del Perú, en el 2003 se ubicaba en el puesto 20º, posición que conservó hasta el 2019 en que cayó al 21º. 

Si bien la antiminería ha perjudicado severamente el desarrollo de la industria minera, en todos aquellos departamentos del país con yacimientos mineros de gran magnitud, a ninguno le ha hecho tanto daño como a Cajamarca. La oposición al proyecto Conga y en general a las inversiones de Minera Yanacocha, causó un daño en cadena, perjudicando a otros proyectos mineros en todo el Perú, pero principalmente a los de Cajamarca.

Entre los años 2002 y 2006 Cajamarca produjo más de 2 millones de onzas de oro anuales, con un récord de 3.3 millones en el 2005. Casi toda esta producción le correspondió a Minera Yanacocha. En el 2018 la producción de oro de Cajamarca, debido a la oposición a los proyectos de esa empresa fue marginalmente superior a un millón de onzas, no obstante que cerca de la cuarta parte de esa producción no le correspondió a Minera Yanacocha, sino a Gold Fields.

A lo señalado, cabe agregar que Cajamarca es un departamento cuya forma es la de una figura alargada, cuya longitud que va de norte a sur es aproximadamente tres veces mayor que la que va de oeste a este. Por otra parte, las vías de comunicación que unen el norte con el sur son muy deficientes, lo que origina que para viajar de un extremo a otro, dentro del mismo departamento, puede resultar más práctico bajar a la costa para recorrer parte de la carretera Panamericana y volver a subir a la sierra. En lugar de la alternativa de menor distancia, de atravesar el departamento de un extremo al otro, recorriendo parte del camino por carreteras afirmadas y difíciles de recorrer, especialmente en épocas de lluvias.

La coyuntura que se acaba de señalar y el hecho de que sea el quinto departamento más poblado del Perú, han originado que los beneficios de la minería se hayan concentrado en el sur del departamento, donde esta actividad es predominante, principalmente en la provincia de Cajamarca. Mientras que en el norte la actividad más importante es la producción de café de exportación y ésta es la que ha contribuido a su desarrollo, principalmente en la provincia de Jaén, si bien en menor magnitud que la minería en el sur.

Las circunstancias señaladas han originado que esas dos provincias sean las que hayan alcanzado el mayor IDH del departamento, ubicándose la de Cajamarca en el segundo quintil en la clasificación del PNUD  y la de Jaén en el tercero.

La única otra provincia de Cajamarca que se ubica en el tercer quintil en el ranking del IDH, según la clasificación del PNUD, es Contumazá, que se beneficia indirectamente de la minería al cruzar  por su territorio la carretera asfaltada que comunica a Cajamarca con la carretera Panamericana, al norte del departamento de La Libertad.

APURÍMAC: EL ESPECTACULAR AVANCE DE COTABAMBAS EN EL IDH

Apurímac es un departamento de una gran riqueza minera, que sin embargo no tenía una producción significativa en este sector de la economía hasta el 2016, en que se inicia la producción en Las Bambas. En el 2018 le correspondió una producción de cobre equivalente al 15.8% del total nacional, ubicándose como el tercer productor de cobre del Perú, mientras que su producción de oro era equivalente al 1.8% de dicho total.

En el 2017 la producción de cobre de Apurímac fue aún mayor y llegó a representar el 18.5% de la producción nacional, con lo cual este departamento llegó a ser el segundo productor de cobre del Perú.

Aunque entre el 2003 y el 2019 el IDH de Apurímac se incrementó significativamente al pasar, como se puede apreciar en el Cuadro Nº 2, desde un valor de 0.2330 en el 2003 hasta un valor de 0.4119 en el 2019, en el ranking nacional del IDH descendió desde el puesto 21º en el 2003 hasta el 23º en el 2019. Lo cual se explica por un significativo avance de Ayacucho y Huánuco que la desplazaron dos puestos.

Mención aparte merece la provincia de Cotabambas, donde se desarrollan las operaciones de Minera Las Bambas, por cuanto esta provincia en el 2003 era la provincia con menor IDH (0.1915) de las 7 que tiene el departamento de Apurímac y se mantuvo con un IDH de 0,2193 en esa misma ubicación en el 2012. Sin embargo, con la mina Las Bambas, ya en operación, avanzó hasta el tercer puesto en el 2019 con un IDH de 0.3721.

Cabe señalar que en el 2012 Cotabambas no sólo era la provincia con menor IDH de Apurímac, sino que también era una de las 11 con menor IDH de todo el Perú, mientras que en el 2019 avanzó hasta el puesto 130, con un valor de 0.3721en el ranking provincial del IDH.

Otro dato interesante es que en el 2018 el departamento de Apurímac ocupó el tercer lugar en el ámbito nacional, como se puede ver en el Cuadro Nº 3, en cuanto a transferencias per cápita, por canon y otros cobros a las empresas mineras. Sin embargo, en el 2015 solo le correspondió el puesto 15º en ese ranking.

De las transferencias antes señaladas, para el 2018, casi el 91% correspondieron a regalías, mientras que solamente algo más del 4% fueron por canon y cerca del 5% por pagos por derecho de vigencia y penalidades. Cuando la empresa haya recuperado las inversiones que permite la ley, los pagos por canon tendrán que ser mucho mayores. Como comparación, cabe mencionar que Ancash recibe más del doble de canon, que por regalías y Arequipa cerca del doble.  

De las siete provincias de Apurímac ninguna está en el primero o segundo quintil en el ranking del IDH del PNUD, pero a su capital Abancay –que está comunicada por carretera asfaltada con el Cusco y con la carretera Panamericana sur a la altura de Nazca– le faltan menos de dos milésimos en el índice del IDH para estar en el segundo quintil.

Mientras que Andahuaylas, que está comunicada con Abancay por una carretera asfaltada de 104 km, también está en el tercer quintil pero con la cifra exacta para estar en ese nivel, Cotabambas por su parte está en el cuarto quintil en el término medio de los extremos del mismo.

La provincia de Abancay ha experimentado un importante incremento entre el 2003 y el 2019 en su ingreso familiar per cápita, pasando desde un nivel de 197 soles a 771, mientras que la de Andahuaylas pasó desde 183 soles a 500 y Cotabambas desde 170 soles hasta 402. Llama la atención que un mayor incremento se haya dado en Abancay y Andahuaylas que en Cotabambas, lo que se podría deber a que las familias, de las personas que más se han beneficiado con el desarrollo de la mina, residan en esas provincias, que por tener mayor población deben otorgar más facilidades a las familias para vivir.

Por lo señalado un tema que se deberá analizar más al detalle son las migraciones, originadas como consecuencia del desarrollo minero en Apurímac y en general en todos los departamentos; y su efecto sobre los valores del IDH para el departamento y sus provincias, por cuanto las migraciones modifican el IDH elevándolo si las personas que llegan a una circunscripción geográfica tienen una mayor cultura y/o ingresos, que los residentes y a la inversa lo reducen en el caso contrario. 

HUANCAVELICA

Huancavelica ha sido mencionado por los antimineros como un claro ejemplo de que la minería no contribuye al desarrollo. Esta información no toma en cuenta dos premisas: 1) Huancavelica fue un gran productor minero en el pasado, especialmente de mercurio cuando este mineral tenía un gran valor, pero actualmente ya no lo es, actualmente representa menos del 1 % del valor de la producción minera del país; 2) la mayor parte del valor de la producción minera de Huancavelica proviene de la mina Cobriza, la misma que está en el extremo oriental del departamento, en el límite con Ayacucho y en consecuencia sus trabajadores están más vinculados a las ciudades de Huanta y Ayacucho, mucho más cercanas, que a la de  Huancavelica. A su vez por Ayacucho es la ruta más adecuada, por tener mejores carreteras, entre ella la Vía los Libertadores, para el transporte de los concentrados a la costa.

Merece agregar que de las 7 provincias de Huancavelica, la provincia capital, homónima del departamento es la única que pertenece al tercer quintil; pero las dos que le siguen en mayor valor del IDH son Huaytará y Castrovirreyna.  En Huaytará se encuentra la mina Antapite y en Castrovirreyna operan pequeñas minas. Lampadia




Por mapas de oportunidades y no sólo de pobreza

Por mapas de oportunidades y no sólo de pobreza

Álvaro Díaz Castro
Abogado en Derecho de la Empresa y Minería
Para Lampadia

“Debemos “desbloquearnos” de anclajes, paradigmas y creencias surgidas de las experiencias, de la tradición y del lenguaje que nos impiden avanzar” nos recuerda Joanna Prieto, especialista en neurolingüística, lo cual no aplica sólo al tema personal o familiar sino a otras esferas mucho más amplias como las políticas gubernamentales, y los planes y desarrollos distritales, provinciales y regionales, es decir, en la perspectiva de diseñar el futuro de poblaciones e incluso el país.

Un tema que parece sólo lingüístico o un simple fraseo de palabras, resulta mucho más que ello, pensar en mapas de pobreza obliga a tomar determinados caminos explícitos como sugeridos. Si habláramos de mapas de desarrollo u oportunidades serían otros los caminos y el ánimo que las impulse.

No tenemos por qué dudar de la sinceridad y de las mejores intenciones del padre Gastón Garatea, así como las de muchos otros peruanos que se han involucrado en la tarea- de por sí encomiable y solidaria- por enfocar su preocupación por ayudar a los más pobres, y que fue con el mejor espíritu que propusieron e impulsaron las mesas o mapas de pobreza para focalizar el apoyo social.

Ello es distinto a los dudosos discursos y plataformas de ofrecimientos de políticos, seudo líderes y de algunas oenegés (repetimos, algunas, no la mayoría), respecto de sus reales motivaciones en mantener todo dentro de “Mapas de la Pobreza” y de las mesas de lucha contra este flagelo que, a partir de ello, se instalan, y reditúan o votos y/o fondos gracias a mantener el “status quo” de pobreza con todo ello.

El poder de la palabra, de los elementos que utilizamos en nuestros mensajes, en una extraña simbiosis que, señalan los estudios, nos suele llevar a transformarnos, de alguna manera, en esas mismas palabras y elementos que repetimos. El niño que escucha todos los días las reprimendas que lo señalan como sucio y holgazán es poco probable que desarrolle su estima y menos aún sus potencialidades, existe más bien el riesgo de que se convierta en un adulto sucio y holgazán.   La intención del padre de provocar una reacción positiva en el hijo, a fuerza de tales calificativos, es muy probable que genere el efecto contrario al buscado. Pareciera esto un contrasentido, pero lo cierto es que muchas buenas intenciones pueden convertirse en estímulos perversos: efecto boomerang.

Así, el estímulo de mostrarse como el más pobre, dentro del mapa de la pobreza, devino en que cada región, provincia, distrito y/o pueblo/comunidad se empeñara por aparecer ante cualquier ámbito, como los más desafortunados, hambrientos, miserables, abandonados y desatendidos: De esta manera, llegarán más programas sociales y nos darán más fondos”, parece que fuera la motivación en este intento, que se ha convertido en demagógica prédica de algunos de sus dirigentes.

Imaginémonos que hay dos distritos con casi igual población, necesidades y situaciones similares de pobreza. Eso hace que reciban del Estado (para todos los programas sociales), digamos un monto de 100,000 para cada distrito. El distrito “A” luego de un año de excelente planificación, esfuerzo, restricciones, responsabilidad e inversión eficiente de los recursos asignados, mejora las condiciones de vida de su población. Sin embargo, en lugar de premio será castigado por cuanto el siguiente año, es muy probable, tendrá menos recursos asignados, porque- razonan los burócratas- hay menos pobreza y siendo así hay que recortar los fondos. El distrito “B” que dilapidó, gastó en banalidades y festejos o no hizo nada, sino agudizar mayores desgracias en el entorno, es muy probable, será premiado dándole mayores recursos y programas sociales, porque será una zona aún más pobre que hace un año. Esos son los estímulos perversos a los que nos referíamos. No siempre es así, y existen esfuerzos puntuales por premiar correctamente al más eficiente, pero son esfuerzos aislados y excepcionales, no institucionalizados.

En esta perspectiva, se considera que de llegar una inversión pública o privada que puede ser una alternativa de desarrollo, lo mejor es rechazarla, ya que se arruinarían las estadísticas de extrema pobreza que tienen, lo cual  podrían ocasionar la reducción o desaparición de los programas sociales, los ministerios retirarían al médico de la posta y al profesor del colegio, en resumen se pondría en riesgo los programas de agua, desagüe,  carreteras proyectadas, el apoyo agrícola y veterinario, entre otros puntos.  En verdad, son temores que podrían ser fundados, porque en varias partes de las entidades públicas centrales se ha articulado reacciones y decisiones que promueven estas respuestas reactivas negativas y las considera correctas o normales: si hay una inversión que el Estado se retire y que la inversión vea como atiende todo.

Los alcaldes y directivas comunales, por el desasosiego generado (les cierran las puertas de las instituciones y cancelan los programas y proyectos) sentirán que es mejor no tener esperanza en esa inversión proyectada, que tendría efectos negativos en el plazo inmediato y es más seguro depender de los programas gubernamentales de asistencia social bajo el paraguas de ser muy pobre.  Incluso cuando luego de reclamos llegan a firmarse actas en mesas de diálogo, con compromisos específicos de varios ministerios y entidades, lo más probable es que pasen los años y no se plasmen tales acuerdos en la realidad, otra vez el discurso de los funcionarios públicos se dirigirá a que de eso se encargue la inversión, que ellos tienen otras prioridades.

Resulta interesante anotar que, hace varios años y en sólo una oportunidad, el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) en lugar de ofrecer información sobre mapas de la pobreza de Perú, elaboró el mapa de las potencialidades (sin dejar de lado el serio análisis de las carencias que se deben solucionar). Esto fue distinto y bueno. Enseñaba a las regiones, provincias y distritos la forma cómo debían verse así mismos e intentar buscar vías de desarrollo aprovechando las ventajas competitivas que tenían. Interesante resultaba señalar que no existía lugar alguno en el cual no hubiera condiciones idóneas para asegurar oportunidades de desarrollo.  No sólo eran cifras, sino motivaciones trascendentes, posibilidades de no tener que estirar la mano sino construir su camino, de ser reconocidos por su ingenio, creatividad, esfuerzo.   No mostrarse como el más pobre y carente, sino como quien, sí necesita una mano, pero para con ello proponer y hacer, que ese apoyo que reciban se transforme y crezca, para que mejoren realmente las condiciones de vida sin depender de las decisiones de otros.

A muchos políticos y dirigentes que viven de que exista y se mantenga la pobreza no les gustó que se dijera, por ejemplo, que de lo conocido en dicho momento, sólo se había explotado el 2% a 3% del potencial minero, que se habría desarrollado apenas el 20% en la industria pesquera, y muy poco del turismo, o de la diversidad genética agrícola (germoplasma), maderera, textil, mientras que, al contrario, teníamos  un sistema agrícola poco competitivo, pesca de supervivencia, minería artesanal, comercio informal, industria débil, etc. A los que se aprovechan de la pobreza para sus propios fines de proselitismo político, no les resulta cómodo que la población sepa que existen enormes oportunidades de cambiar los conceptos, calidades y cantidades de producir muchos productos y dar servicios altamente demandados en el Perú y en el mundo, en especial, reafirmando su identidad y generando oportunidades serias y de largo plazo.

Demostrar que hay oportunidades para todos deja sin discursos fatalistas y extremistas a buena parte de políticos. Para ellos, resulta mejor seguir promoviendo mapas de la pobreza y buscar culpables de las desgracias y no promover cómo crecer y mejorar la calidad de vida de modo sustentable en el tiempo.

Gastón Acurio no anda diciendo a los restaurantes, puestos de mercado, carretilleros que hagan huelgas, reclamen y amanecen, sino que sigan afinando sus sabores, mejorando su sistema de higiene, diversificando su oferta, promoviendo lo que hacen mejor.  Ello genera oportunidades y crecimiento, orgullo por lo que se hace, un panorama sostenible a mediano y largo plazo.

Insisto, el padre Garatea y personas de buenas intenciones como él, sí hacen una labor noble y alturada, pero los caminos y políticas elegidas una y otra vez, no ayudan. Las brújulas de los mapas de la pobreza por sí solos no apuntan al norte de las soluciones, sino que van por caminos sinuosos y temporales; si fueran integrados, tales Mapas de Pobreza como parte de los Mapas de Oportunidades y de Desarrollo es muy probable que ambos harían sinergia que no suma sino multiplica.

Cuando se retrasó un Camisea por veinte años probablemente ha costado tantas vidas y futuros frustrados como las de una enorme plaga o el terrorismo. Esos efectos producen en las personas la extrema pobreza: alta mortalidad infantil, padecimiento de enfermedades por toda una vida, disminución de las capacidades que no les permita igualdad de condiciones para su desarrollo, entre muchos otros efectos.

El pálido boom de las inversiones entre el 2001 al 2011 (no obstante, la mayor ola de inversiones recibida por Perú, pudiendo haber sido considerablemente mayor) conllevó increíbles efectos positivos: la pobreza en general se redujo del 54.8% al 27.8%, y la pobreza extrema de 24.4% al 6.3%, se redujo el índice Gini (la diferencia entre los que más ganan y los que menos ganan).

Si se cuantifica cuántos niños y ancianos han dejado de morir con tal reducción de la pobreza, cuántas enfermedades permanentes, crónicas y agudas se han dejado de generar, cuántas capacidades se han potenciado, adicional al impacto ambiental positivo de usar gas en lugar de otros combustibles fósiles… entenderíamos por qué tener un “Mapa de Oportunidades”, como norte de las políticas y esfuerzos, reditúa efectos tangibles y no sólo placebos como suele ocurrir con los efectos de los “Mapas de la Pobreza”, sin dejar de reconocer que un “Mapa de Oportunidades” no deja de lado a los programas sociales, sino que los optimiza, garantiza su financiamiento, los vuelve eficientes, coadyuvan al despegue, se integran en el esfuerzo individual, grupal y estatal en todos sus niveles.

Quizás George Bernard Shaw describió lo expuesto en una sola frase: “No tenemos más derecho a consumir felicidad sin generarla, que a consumir riqueza sin producirla”. Lampadia




No paremos la reducción de la pobreza

No paremos la reducción de la pobreza

En una reciente visita al Perú, el economista principal para América Latina y el Caribe del PNUD, George Gray, nos dio algunos consejos sobre cómo mejorar la situación de la clase media vulnerable e impedir que algunos de ellos regresen a una situación de pobreza.

Estos consejos son especialmente importantes en la situación actual de nuestro país, luego de haber parado el motor de crecimiento más importante, la minería, y haber ralentizado la disminución de la pobreza.  

Como afirma Gray, nuestra reducción de la pobreza (total y extrema) ha sido “una de las más altas de América Latina”, habiendo bajado de 55.6% en 2005 a 21.8% en 2015. Las tres razones que da el economista del PNUD son: “los mayores ingresos de las personas en la base de la pirámide, el efecto de transferencias sociales y pensiones y, la inserción de jóvenes y de mujeres al mercado laboral.”

Queda claro que crecimiento económico fue el principal impulsor de la reducción de la pobreza y la desigualdad a través de un mejorado ingreso laboral más que por medio de políticas de redistribución, que solo explican 15% de la reducción de la pobreza. A su vez, el ritmo de inversión fue una de las principales razones detrás de crecimiento continuo de Perú. La inversión privada, liderada por la minería, ha permitido un crecimiento sostenido del PBI, multiplicando por 4 el PBI per cápita, reduciendo la pobreza, la desigualdad, la desnutrición y mortalidad infantil. Además de la estabilidad macroeconómica, la inversión, el empleo y el incremento de los ingresos fueron superiores fuera de Lima, llegando a los más pobres y ayudando a disminuir la pobreza en el país. Esto también se viene diciendo hace mucho en Lampadia: Al menos 80% de la reducción de la pobreza es por el crecimiento y Perú: Crecimiento disminuye la Desigualdad.

Más bien, se han subvalorado los logros de reducción de pobreza gracias al crecimiento. Como muestra la tabla inferior, según un reciente informe del PNUD, hemos logrado superar 15 de los 27 indicadores analizados por la institución. Las razones de nuestro gran desempeño son tres: la urbanización, el crecimiento del sector servicios y la feminización de la fuerza laboral. 

PNUD

Además del crecimiento de la economía en el Perú, que ha llevado a los ingresos medios en Lima a subir un 60% desde el año 2005, también hay que destacar la aparición de la nueva clase media.  

Sin embargo, este proceso virtuoso ha venido disminuyendo durante el gobierno de la ‘inclusión’. El último año, la pobreza en el Perú disminuyó tan solo un punto porcentual, pasando de 22.8 % en 2014 a 21.8 % en 2015 (un equivalente a 221 mil personas) y la pobreza extrema se habría reducido solamente 0.2 % respecto al 2014, llegando a 4.1 % en 2015. Ver nuestro análisis en Lampadia: La pobreza se reduce más lentamente.

Cada vez nos será más difícil continuar con esta reducción, especialmente para los más pobres, quienes son considerados los ‘vulnerables’, la parte más sensible de la nueva clase media. George Gray nos trae consejos para evitar que parte de ellos pueda regresionar: “Nosotros proponemos una canasta de resiliencia: la protección social (programas sociales), sistema de cuidados y tenencia de activos físicos y financieros. Estos factores generan un ‘colchón’ en caso de un shock.” (Líneas abajo compartimos la entrevista completa de el Diario Gestión a George Gray).

Esta ‘canasta de resiliencia’ está dirigida específicamente a la clase más vulnerable del país. ¿Qué es la ‘clase’ vulnerable? Ya no son pobres, pero aún no se les considera de clase media consolidada. Se calcula que un hogar de América Latina no tienen más de un 10% de probabilidades de recaer en la pobreza durante un período de cinco años requiere un ingreso de al menos US$ 10 por persona por día (PPP 2005). El Banco Mundial llama a aquellos con un ingreso diario de entre US$ 4 y US$ 10, “los más vulnerables” o la “clase media baja”. Ver en Lampadia: Cada vez menos vulnerables y más clase media consolidada.

Gray recalca que en la actualidad, 12.6 millones de personas son vulnerables, de los cuales 1.2 millones son “particularmente vulnerable porque no tiene sistemas de cuidados, no tiene protección social o activos y podrían volver a la pobreza”. La actual desaceleración del crecimiento  y la caída de la inversión privada ponen en situación de riesgo los ingresos de muchos los hogares más vulnerables (ver gráfico inferior sobre la situación en América Latina). En los últimos años se han mantenido alejados de la línea de pobreza, lo cual les ha brindado un margen para amortiguar el cambio. 

Este es un tema muy importante para nuestra sociedad y en ese sentido aplaudimos la nota del diario Gestión, que reproduce correctamente la información proporcionada por Gray. Ver la reproducción (su transcripción está al final de esta nota):

Sin embargo, nos encontramos con que otro diario, La República, no solo reprodujo incorrectamente la información dada por Gray, publicó un titular falso y escandaloso con propósitos que no deseamos imaginar. Ver el escaneo de la publicación de La República: 

Lo último que debemos hacer es negar nuestras realizaciones o poner en tela de juicio nuestros avances y, menos, se puede dar información distorsionada que lleve a los peruanos a dudar de todo lo que hacemos. Menos en momentos de cambio de gobierno.

Para que el Perú mejore y continúe reduciendo la pobreza y la desigualdad, es necesario liberar al sector privado e las amarras y limitaciones burocráticas con las que se ha venido parando la economía y poner en marcha el shock productivo que estamos en capacidad de emprender en muchos sectores de nuestra economía. Ver en Lampadia: Nuestro potencial productivo supera las limitaciones coyunturales.

Nos esperan años especialmente difíciles al tener que remontar grandes brechas económicas y sociales, que además han sido exacerbadas políticamente durante la última campaña y, al mismo tiempo, prepararnos para enfrentar el mundo nuevo que está siendo moldeado por la cuarta revolución industrial. Este, por lo tanto, es un momento en que no tenemos espacio para actitudes irresponsables, ni de políticos, ni de los medios. Necesitamos que los peruanos de buena voluntad se pongan al frente con lucidez y valentía. Lampadia

“En Perú, 1.2 millones de personas podrían volver a la pobreza”

Entrevista a George Gray, Economista principal para América Latina y el Caribe del PNUD

Por Whitney Miñán Cabeza

Gestión, 21 de junio de 2016

Glosada por Lampadia

El próximo gobierno deberá velar porque quienes ya dejaron de ser pobres, no ingresen nuevamente a este nivel. En esa línea, George Gray, realizó un análisis sobre la situación del país, en el marco del informe del “Progreso multidimensional: bienestar más allá del ingreso”.

¿Cómo ha avanzado en el Perú la reducción de la pobreza?

La reducción de la pobreza y pobreza extrema en Perú ha sido masiva y es una de las más altas en América Latina. Desde 1997, la reducción ha sido al menos 30 puntos porcentuales, reduciéndose aproximadamente de 50% a 20%. Del 2003 a 2013 se dio el periodo de mayor reducción.

¿Cuál fue el rol del mercado laboral en esta reducción?

En todos los trabajos econométricos encontramos tres factores importantes. Primero, están los mayores ingresos de las personas en la base de la pirámide. Segundo, el efecto de transferencias sociales y pensiones. Y tercero, es la inserción de jóvenes y de mujeres al mercado laboral. Perú tiene la combinación de los tres, en distinta medida, pero el factor más importante, que explica cerca del 60% del cambio, es el aumento de ingresos.

Sobre la reducción de la pobreza extrema, los esfuerzos se tornarían más arduos…

A nivel de la pobreza extrema, uno tiene que empezar a mirar indicadores multidimensionales porque entran en un zoom mucho más preciso acerca de la carencia, vivienda, educación y protección social. Cuando solo lo medimos como nivel de ingreso, lo miramos como si fuera solo una brecha a subsanar, de US$ 1.25 a US$ 4. Aun cuando han salido muchas personas de la pobreza, tenemos una estimación, que hay 12.6 millones de personas que son vulnerables, y de ellos, un grupo de 1.2 millones es particularmente vulnerable porque no tiene sistemas de cuidados, no tiene protección social o activos y podría volver a la pobreza. ¿Dónde están ubicados la mayor parte de ellos?, en áreas rurales.

¿Qué hacer para que estos 1.2 millones de peruanos no regresen a la pobreza?

Nosotros proponemos una canasta de resiliencia que justamente aborda lo que mencionaba: la protección social (programas sociales), sistema de cuidados y tenencia de activos físicos y financieros. Es que estos factores generan un ‘colchón’ en caso de un shock.

¿Cómo está Perú en esos tres factores?

Nosotros vemos mayor tenencia de activos y acceso financiero en el Perú que en otros países, pero menos en sistemas de cuidado y casi en el promedio latinoamericano sobre protección social. En los últimos años ha habido un enfoque del ciclo de vida en el Perú, que ha tenido un efecto interesante de cómo se alinea la política pública. Del lado de sistemas de cuidado, ese es uno de los retos más importantes, es el talón de Aquiles actual del país. Tiene que ver con el rol de la mujer tanto en el campo laboral como en la economía del cuidado (dentro del hogar), totalmente desigual con el rol del varón en estos ámbitos.

¿Cuáles han sido los avances en ingresos en el país?

Sí ha habido un incremento de ingresos, más en la gente que fue pobre y pasó a ser vulnerable. Pero mucho del ingreso laboral es generado por sectores informales.

¿Qué Perú recibirá el próximo gobierno?

Recibe un Perú que ha tenido una transformación en 15 años, una transformación de la pirámide social, con reducción importante en la pobreza, con reducción de la desigualdad, pero, segundo, también recibe una coyuntura económica global frágil. Este no es un tema interno, sino externo, y que amenaza algunos de los logros de Perú. Por eso habrá que poner mucha atención a la pobreza multidimensional extrema, como a esos vulnerables que podrían recaer.

La siguiente columna complementaria de la entrevista muestra, en nuestra opinión a alguien afectado por mitos y falacias que lo llevan a decir algunas barbaridades que en Lampadia hemos explicado hasta el cansancio. En esta ocasión, solo vamos a destacarlas.

“El futuro es el proceso de diversificación”

Si bien el aún ministro de la Producción, Piero Ghezzi, inició el Plan de Diversificación Productiva en este gobierno, quedará en manos del próximo fortalecerlo. En esa línea, el economista principal del PNUD hizo hincapié que será vital dejar atrás el envío de productos primarios si se quiere una economía más sólida.

“En el mediano plazo, las inversiones tienen que recaer en una agenda ‘pos-extractivista’ que tiene que ver con salir del patrón de recursos naturales primarios. Esta es una agenda de mediano plazo para Perú, que tiene un posicionamiento en el sector extractivo”, indicó.

Agregó que ese es el futuro, considerando los dos últimos años de desaceleración económica.

“Por ejemplo, China va demandando nuevos tipos de productos y ya no son primarios. Eso significa que van a demandar bienes de consumo o intermedios, generados por la industria o también servicios, por ejemplo, el sector turismo. El futuro será el proceso gradual de la diversificación económica que va generando luego un equilibrio mayor para el mercado laboral peruano”, explicó.

Como decía Alonso Polar Campos: “en todas partes se cuecen habas, pero en el Perú, solo se cuecen habas”. 

Lampadia




Perú es el país en el que más creció la clase media

Perú es el país en el que más creció la clase media

Hace unos días el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) hizo  público su informe: “Perfil de estratos sociales en América Latina: pobres, vulnerables y clase media”. Los resultados del estudio fueron espectaculares. En doce años 56 millones de latinoamericanos dejaron la pobreza extrema. 

Recogiendo esta extraordinaria conclusión, El País de España tituló: “Más de 56 millones de ciudadanos dejaron la pobreza en Latinoamérica”. Para que no queden dudas de que esta es una fantástica noticia, en el primer párrafo de la nota reitera con entusiasmo: “Más de 56 millones de personas salieron de la pobreza extrema en América Latina entre 2000 y 2012. No se trata de una propaganda a favor de algún gobierno, sino del informe mundial de Desarrollo Humano 2014 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), titulado Sostener el Progreso Humano: Reducir Vulnerabilidades y Construir Resistencias, divulgado en julio de este año”.

Más adelante el diario español detalla: “Naciones Unidas explica que los ciudadanos en pobreza extrema son los que reciben hasta cuatro dólares al día. Los latinoamericanos en esta situación eran 189.9 millones en 2000, el 41.7% de una población de 454.9 millones de personas. En 12 años, 56.2 millones dejaron ese grupo, de modo que el número de pobres bajó a 133.7 millones en 2012, el 25.3% de los 528.3 millones de habitantes de la región, subraya el PNUD. Ese progreso es resultado sobre todo del crecimiento económico de la última década, pero el estudio revela que el 38,3% se debió también a políticas redistributivas”.

Como se puede apreciar, la nota del país muestra positivamente y como un indudable logro de las políticas económicas los resultados del citado informe del PNUD. A diferencia de ello, y realmente de forma inentendible, la prensa peruana decidió mostrar las conclusiones del estudio sobre Perú de forma absolutamente negativa.

El martes 26 de julio, Gestión tituló: “El 40% de peruanos es vulnerable de regresar a la pobreza, según el PNUD”; La República: “Un 40% de peruanos puede regresar a la pobreza” y El Comercio: “PNUD: 20 de cada 100 personas son pobres en el Perú”.

Para estos diarios, lo importante no es que el Perú haya reducido la pobreza de 50.5% a 24.2%, que la clase media consolidada que llegaba en el 2000 a apenas 15.2% hoy sea de 34.3% y que sea la que más haya crecido en la región con 19 puntos porcentuales adicionales. Tampoco les parece resaltante que el PNUD señale que este se deba al crecimiento de la economía.

Para los medios peruanos, lo importante parece ser que tengamos un 40% de población vulnerable.Este porcentaje de la población no es pobre, pertenece a la clase media no consolidada, que ante una crisis económica, podría revertir su condición de no-pobre, como lo vimos cuando el propio Banco Mundial y el BID reportaron resultados muy similares. Ver en Lampadia (L): Más allá de los paradigmas – Mayoría de peruanos es de Clase Media. En vez de resaltar el indudable logro de que se sacó a millones de peruanos de la pobreza, se insiste en mostrar lo negativo. Esta difusión, poco rigurosa, de la prensa limeña, rebota en las radios de provincias, que no necesariamente tienen otras fuentes de información. ¿Se quiere desmoralizar a la población, ahora que justamente estamos pasando por meses de restricción en el crecimiento? ¿Pesimismo o deseo de apoyar campañas políticas? ¿Qué dicen los directores de estos diarios?

El Perú, además es el país en el que más creció la clase media (19.1%) y el segundo que más redujo la pobreza (26%). Estos resultados confirman las cifras del INEI y de varios especialistas nacionales que afirman que estos resultados se deben al crecimiento económico que ha traído el modelo de libre mercadoaplicado en el país desde los 90 (ver en (L): Al menos 80% de la reducción de la pobreza es por el crecimiento).

Ya va siendo hora de que la prensa nacional, que muchas veces se jacta de su neutralidad, sea más equilibrada y rigurosa y queno oculte nuestros logros. Lampadia




Crecimiento permite notables avances en ODM

Crecimiento permite notables avances en ODM

A pesar de que el Perú es en la actualidad uno de los pocos países que ha logrado cumplir anticipadamente algunos de Los Objetivos del Milenio (ODM),la señora Rebeca Arias del PNUD le baja la llanta a los logros alcanzados por nuestro país contradiciendo la evidencia mostrada por el INEI, CEPAL, y el BID en lo relacionado a reducción de la desigualdad. 

Es un logro importante que nuestro país haya tenido éxito en reducir dramáticamente los indicadores de pobreza, mortalidad infantil, y desnutrición, entre otros. El Perú se había comprometido a disminuir la pobreza y la pobreza extrema a la mitad de los niveles registrados en 1991 para el año 2015; es decir, a tasas de 27.3% y 11.5%. Esta meta se ha cumplido con creces antes del “deadline”, ya que al 2012 la pobreza total alcanzóel 25.8% y la pobreza extrema el 6% de la población. Igualmente, al 2012 la desnutrición crónica se redujo en el área urbana un 62% mientras que en las zonas rurales -más alejadas del mercado-, un 32%. Lo destacable es que el milagro económico peruano, que sorprende al mundo con sus altas tasas de crecimiento del PBI y de inversión privada e inclusión social, se ha dado en un proceso sostenido de reducción de la desigualdad, algo que Rebeca Arias, coordinadora residente del PNUD, también debería destacar.

Además sorprende que El Comercio, en vez de destacar tremendos logros, enfatice en un titular que el Perú es un país desigual, desnaturalizando una noticia que debería alegrarnos.En Lampadia ya hemos explicado que en un contexto comparado, el Perú es uno de los países con más éxito en reducir la desigualdad, al pasar de tener un coeficiente de GINI de0.545 en 1,999 a uno de 0.45 para el 2,012, según datos del INEI y de la CEPAL. ¿Cuándo vamos a aprender a informar a la opinión pública sobre los logros de nuestro país con objetividad y sin meterle cabe a nuestro modelo de desarrollo?

El crecimiento económico experimentado en los últimos 15 años por el Perú no solo ha sido solo pro pobre y ha reducido la desigualdad, sino que se ha llegado a la situación de que sean los pobres los que más se beneficien. Así, de acuerdo al BID, entre el 2005 y el 2011, el crecimiento de los ingresos de la población fue mayor en los deciles más pobres, los del 1 al 5, mejoraron en promedio en 10.9%, mientras que los menos pobres lo hicieron en 7.8%, ¿Dónde está la desigualdad?

Rebeca Arias se equivoca también al enfatizar la importancia de JUNTOS, ya que varios estudios reseñados en notas anteriores dan cuenta de que este programa solo explicó un cuarto de la reducción de la desigualdad, mientras que las fuerzas del mercado y el crecimiento económico explicaron el 75% de la mejora en la distribución del ingreso y el consumo.

Los reconocimientos a los logros del Perú no nos inhiben de plantear la necesidad y urgencia de que afrontemos cuanto antes, y con la mayor dedicación posible, una agenda pendiente en reformas vitalesen educación, infraestructuras e instituciones para la construcción de un mejor futuro para todos y seguir mejorando la igualdad de oportunidades.