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El achicamiento de la clase media en EEUU

El achicamiento de la clase media en EEUU

La evolución de la clase media en el Perú ha sido uno de los temas en los que más hemos batallado los últimos años. Ver nuestro repositorio: Libro Blanco de la Nueva Clase Media Peruana.

El colofón del desarrollo de un país se aprecia en el fortalecimiento de su clase media. Y así lo hemos comprobado en nuestro país desde que regresó la inversión privada y logramos un crecimiento alto y sostenido que produjo muy buenos indicadores económicos y sociales (ver en Lampadia: Cifras de la Prosperidad) hasta inicios del gobierno de la ‘inclusión’, del nacionalismo, que se apresta a terminar su mandato después de haber quebrado nuestro ciclo de desarrollo (ver: Punto de Inflexión).

Más allá de nuestras claras deficiencias institucionales y de las subyacentes brechas en educación, salud e infraestructuras (ver: La agenda pendiente), el indicador más claro del proceso de crecimiento de nuestra clase media es la proyección del HSBC, que hace un par de años sentenció que manteniendo un crecimiento de 5.5% anual, podríamos ser la economía número 26 para el año 2050 y, produjo una proyección de nuestra clase media que llegaba al 70% de la población para el 2030 y de 50% para el 2050, en que estaría acompañada por un 40% de la población en el segmento de altos ingresos. Ver el gráfico siguiente:  

El fenómeno peruano ha sido parte de la gran expansión de la clase media de los países emergentes, liderado en buena medida por China e India. Pero a contramano de este proceso, los países más desarrollados, como EEUU, han sufrido un achicamiento de su clase media y la ampliación de las desigualdades económicas.

Esto ha sido ampliamente debatido en los escenarios globales, pero, muchas veces, como en el caso de Piketty (ver: Sala i Martin calatea a Thomas Piketty), se ha hecho usando generalizaciones y confundiendo los problemas de los países ricos con la realidad de los emergentes. Es claro que buena parte de la producción global se ha desplazado a estos últimos países mediante ‘deslocalizaciones’ o tercerizaciones. Sin embargo, nosotros, los de los países emergentes, no debemos caer en la misma confusión y alterar las políticas que nos han permitido crecer.

El artículo del Financial Times, que compartimos líneas abajo, muestra este fenómeno para EEUU. Mientras tanto, nosotros debemos apuntar a crecer por lo menos un 5.5% por año, dar buena educación a nuestros jóvenes y seguir fortaleciendo nuestra clase media para ser un país sin pobreza a mediados del siglo. 

La caída de la Clase Media en EEUU: se reduce al 50% hogares

Escrito por Sam Fleming y Shawn Donnan

Financial Times

9 de diciembre 2015

Traducido y glosado por Lampadia

La clase media de EEUU se ha reducido a sólo la mitad de la población por primera vez en (al menos) cuatro décadas, mientras las fuerzas del cambio tecnológico y la globalización abren una brecha entre los ganadores y los perdedores en una sociedad estadounidense astillada.

Esta situación está ayudando a alimentar la cólera popular que ha impulsado las políticas populistas personificadas por Donald Trump.

Pew (El Centro de Investigación Pew comparte sus datos con el Financial Times –FT, para el análisis de la situación de la clase media americana), utiliza una de las clasificaciones de ingresos más amplias de la clase media, en un nuevo análisis que detalla el “estrechamiento” del grupo considerado como la base del éxito de la posguerra de EEUU.

El núcleo de la sociedad estadounidense representa ahora el 50 por ciento o menos de la población adulta, en comparación con el 61 por ciento a finales de la década de 1960. Sorprendentemente, el cambio ha sido impulsado, parcialmente, por el rápido crecimiento de estadounidenses prósperos por encima del nivel de la clase media, al igual que por la expansión en el número de ciudadanos más pobres.

El reciente debate político ha estado dominado por la idea de que la sociedad estadounidense se ha distorsionado por las ganancias asombrosas del 1% del país a expensas del  restante 99%.

Sin embargo, la investigación de Pew da una imagen más matizada. Los hogares bien establecidos económicamente, definidos por Pew como los que ganan más de US$ 125,608 al año, son más del 20% de la población estadounidense. Esa es la proporción más alta del estudio; ya que los estadounidenses, educados desde las finanzas a la programación informática y la biotecnología, disfrutan perspectivas positivas. “A final de cuentas, hay más progreso económico que regresión”, dice el informe.

Pew divide la población en dos grupos menores: la clase media y dos niveles superiores. Pew define la clase media como con un ingreso familiar de dos tercios o el doble que la mediana. Para una familia de tres personas, es decir US$ 41,869 a US$ 125,608 al año.

La investigación también rastrea los diferentes grupos demográficos para encontrar a los ganadores y perdedores en las últimas décadas. Los estadounidenses mayores fueron los principales ganadores, por mucho, en términos de su progresión hasta los niveles de ingresos durante el siglo actual y también en comparación con el inicio de la década de 1970. El grupo de 18 a 29 años ha visto la mayor caída.

Un factor clave que impulsa la brecha entre los estadounidenses de éxito y los que están luchando es la descomunal prima de los lugares del mercado de trabajo con respecto a las habilidades y la educación superior. Los graduados universitarios son ocho veces más propensos a vivir en los niveles de ingresos más altos que los adultos que no terminaron la escuela secundaria y tienen el doble de probabilidades que un adulto que sólo tiene un diploma de escuela secundaria, afirma Pew.

“Los estadounidenses sin un título universitario destacan por tener una pérdida sustancial en su situación económica”, dice el informe.

“No ha habido un crecimiento muy marcado en los salarios, pero sigue ocurriendo que el retorno de la inversión en educación es muy alto para las personas que asisten a universidades razonables y terminan su educación”, dice Autor, profesor del MIT.

Centrarse exclusivamente en la disparidad entre el 1% y el 99% es engañoso. “Le da a la gente el mensaje equivocado de que si no eres Mark Zuckerberg o Bernie Madoff estás fuera del juego”, añade Autor. “Eso no es correcto”.

El sentido de polarización en la sociedad estadounidense está acompañado por el rápido crecimiento visto en los extremos ricos y pobres del espectro. “La distribución de los ingresos de los adultos se está adelgazando en el medio y está adquiriendo más volumen en los bordes”, dice el informe de Pew. Los hogares por encima de la clase media están en la cúspide del grupo de más ingresos que todos los demás hogares combinados, sugiriendo que las ganancias se están concentrando en pocas manos.

Los estadounidenses de ingresos superiores han más que duplicado su brecha de riqueza, frente a la clase media, pasando de tres a más de siete veces, según el informe.

La investigación de Pew encuentra que el estrechamiento de la media estadounidense ha estado en marcha de manera constante desde la década de 1970, en lugar de ser un fenómeno repentino y reciente.

La clase media estadounidense no es tan cuello azul como lo era antes. En 1971, el 28 por ciento de los adultos en los hogares de ingresos medios estaban en el sector manufacturero. Hoy, esa cifra es de 11 por ciento.

Mientras que las personas mayores de 65 años han hecho los mayores avances en la escala de ingresos desde principios de la década de 1970, las estadísticas indican que más estadounidenses en edad de jubilación están buscando trabajo. El grupo demográfico de gente mayor a los 65 años es el único grupo que ha visto un aumento en su tasa de participación laboral desde el inicio de la década.

Las proyecciones del Instituto Global McKinsey sugieren que entre 2015 y 2030, no menos de la mitad del crecimiento del gasto de los consumidores se verá impulsado por las personas de 60 años o más.

Hay una gran cantidad de maneras de definir la clase media – puede ser un estado de ánimo, o un reflejo de si alguien es dueño de su propia casa, o si lo hacen el trabajo de cuello blanco. Las definiciones del Centro de Investigación Pew se basan estrictamente en los grupos de ingresos, ajustados por el tamaño del hogar, en 2014 dólares:

  • Ingresos más bajos: hogares con menos de la mitad del ingreso medio total. (Menos de US$ 31,000 al año en 2015).
  • Renta media-baja: hogares de la mitad a menos de dos tercios de los ingresos medios en general. (Entre US$ 31,000 a US$ 42,000 al año en 2015).
  • Ingresos medios: hogares con un ingreso que es de dos tercios al doble del ingreso medio general. (Entre US$ 42,000 a US$ 126,000 al año en 2015).
  • Renta Media-alta: hogares con un ingreso que es entre dos y tres veces el general medio. (Entre US$ 126,000 a US$ 188,000 al año en 2015).
  • Mayores ingresos: hogares con un ingreso que es más de tres veces la media, o más.  (Más de US$ 188,000 al año en 2015).

Lampadia

 

 

 

 




Millennials: ¿Otros paradigmas o solo otra generación?

Millennials: ¿Otros paradigmas o solo otra generación?

Los millennials son los jóvenes nacidos entre 1980 y 2000 y también se les denomina a los que han llegado a edad de trabajar con el cambio del milenio. Es una de las generaciones más grandes de la historia, y parece ser un fenómeno disruptivo. Su perfil va desde jóvenes que están empezando la carrera hasta profesionales con más de una década de experiencia laboral.

A diferencia de las generaciones anteriores, los Millennials son nativos digitales y les es natural el mundo de la tecnología y de las redes sociales. Vivimos en un mundo donde las empresas como Facebook, Uber, Pinterest, Airbnb, Instagram y Waze no sólo han creado nuevos mercados, sino que han cambiado el mundo en el que vivimos. Aunque estas empresas abarcan diferentes industrias, todas ellas tienen al menos una cosa en común: los Millennials son los fundadores y sus líderes.

Esta generación ha alcanzado la mayoría de edad durante un momento de cambio tecnológico y de gran globalización. Eso los ha formado con comportamientos y experiencias diferentes al de sus padres. Muestran actitudes diferentes frente a las fronteras geográficas, la política, las instituciones y los líderes tradicionales, así como al sentido de “propiedad”, por lo que son proclives  a una “economía de intercambio.”

Estos jóvenes son más independientes que sus antecesores, tienen más confianza en sí mismos y están acostumbrados a realizar múltiples tareas al mismo tiempo. Saben todo lo que hay que saber sobre las redes sociales, ya que viven en ellas y es su medio principal para compartir sus inquietudes y obtener información.

Además, no están tan dispuestos (como las generaciones anteriores) a sacrificar su vida personal con el fin de avanzar en sus carreras. A ellos les gusta “trabajar duro – jugar duro” (work hard – play hard) y quieren estar en una compañía que valore este equilibrio. También esperan un ambiente de trabajo más flexible. Pueden ser muy orientados al trabajo en equipo y disfrutan la colaboración con amistades y colegas.

Algo muy importante para ellos es la transparencia. Los Millennials quieren sentir que tienen una relación abierta y honesta con su manager y compañeros de trabajo. Por último, invierten en cuidar su salud, dedicando tiempo y dinero a hacer ejercicio y comer bien. Su estilo de vida activo influye en las tendencias de todo, desde comida y bebida hasta la moda.

En el siguiente cuadro se pueden observar las características principales de los Millennials en distintos aspectos:

Datos basados en EEUU el 2014

A medida que los Millennials crecen, se gradúan, y avanzan en el mercado laboral, pronto tomarán posiciones de liderazgo. De hecho, según un estudio realizado por PWC, los Millennials conformarán un estimado de 50% de la fuerza laboral mundial para el año 2020.

Además, tan solo a finales de este año, más de 50 millones de Millennials superarán a la Generación X para convertirse en la fuerza laboral dominante en Estados Unidos. Con este cambio, pronto se convertirán en la generación con mayor poder adquisitivo.

Esta generación no está comprometida con un solo partido político y son la generación más racialmente diversa. Las encuestas del Centro de Investigaciones PEW muestra que la mitad de los Millennials (50%) se describen a sí mismos como independientes políticamente y casi tres de cada diez (29%) dicen que no pertenecen a ninguna religión.

Al mismo tiempo, sin embargo, se destacan por votar a favor de puntos de vista liberales (en su acepción europea) en muchos temas políticos y sociales, que van desde la creencia en un gobierno que apoye el matrimonio entre personas del mismo sexo y la legalización de la marihuana.

Sus líderes y las personas a quienes más admiran giran en torno a los innovadores sociales más importantes del momento: Mark Zuckerberg (Facebook) y Taylor Swift (música), entre otros.

Mark Zuckerberg es un icono de los Millennials ya que ha alcanzado el éxito empresarial, algo que muchos jóvenes esperan alcanzar también. Él tuvo una gran idea que ha transformado la sociedad y la trajo a la vida cuando aún estaba en la universidad. Ellos sienten una conexión con él, ya que ha creado un producto que es de gran importancia para su generación en particular. Facebook no es sólo una manera de comunicarse con los amigos; se ha convertido en una manera de mantenerse informados sobre el mundo en general. Muchos Millennnials aspiran a crear algo tan poderoso como Facebook y aprecian que a pesar de su éxito, mantenga una manera de ser tan sencilla.

Otro caso viene de la cultura Pop. Taylor Swift se está convirtiendo rápidamente en la artista más influyente de su generación, en términos de su impacto en la industria. Le ha dado la bienvenida a patrocinios corporativos, algo que alguna vez fue considerado un tabú entre los músicos, con un fervor sin precedentes. Y, en una época en la que los Millennials están gastando cada vez más dinero en experiencias en lugar de en bienes materiales, ha dominado el negocio de shows en vivo. También está cambiando el modelo convencional de los negocios de la música (donde las ventas están disminuyendo, y las suscripciones a webs están aumentando), al retirar toda su música de Spotify, el servicio de streaming de música más grande del planeta.

Entre opiniones recogidas por Lampadia a distintos millennials, tenemos las siguientes afirmaciones:

“Creo que los Millennials admiramos más a las personas que están creando productos y empresas que hacen cosas para mejorar el mundo.”  [Hombre, 31]

“No me siento identificada con un líder político en mi país. Siento que no tienen las mismas prioridades que yo y se dedican a pelear entre ellos sobre temas que no me importan. Todos roban, todos mienten y todos se quedan en ideas y no cumplen con nada. Yo creo en acciones y no veo que ninguno las cumpla.” [Mujer, 24]

“Mark Zuckerberg. Es el único líder actual con el que me identifico. No porque sea programador o por Facebook, sino porque creo que yo, como la mayoría de mi edad, quiero lograr lo que él ha logrado. Quiero crear una app o una red social que tenga un gran impacto mundial.” [Hombre, 28]

“La mayor diferencia que veo con mis padres, o las personas de su generación [50s y 60s], es que yo no estoy dispuesta a sacrificar mi felicidad por un trabajo o una responsabilidad externa. De repente por eso nos llaman egoístas o incluso ninis (ni trabaja, ni estudia), pero creo que es lo más sano. Mi vida es corta y quiero viajar y conocer el mundo, vivir distintas experiencias y ser feliz. Pasármela ahorrando o trabajando toda la vida sería una pérdida de tiempo. Ni siquiera sé dónde quiero vivir o si alguna vez tendré hijos.” [Mujer, 27]

Los millennials quieren cambiar el mundo, y tienen las habilidades y agallas de hacerlo. Están tan desarraigados de instituciones, religiones, política y países que, en teoría, pueden inclinarse en direcciones imprevistas y a toda velocidad, a través de sus medios de expresión: las redes. Al final siguen siendo una incógnita. Lampadia