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El escándalo en Petrobras pone contra las cuerdas a Rousseff

El escándalo en Petrobras pone contra las cuerdas a Rousseff

Recién reelecta, la presidenta Dilma Rousseff no ha tenido muchos motivos para sonreír. Todo lo contrario. Las malas noticias la cercan. Y no nos referimos solo al pésimo rumbo de la economía brasileña (con una inflación por encima de lo previsto y en recesión técnica de algunos meses), ni porque la caída del precio del petróleo amenaza con golpear aún más al país. Sus preocupaciones se centran en el llamado caso del “Lava Jato” (algo así como lavado de auto, o lavado a chorro) o “Petrolao”. El inmenso escándalo de corrupción destapado en Petrobras, considerado el mayor en la historia de Brasil, por la cantidad y calidad de los funcionarios públicos y privados comprometidos, así como los montos en cuestión.

Según las investigaciones preliminares, entre el 2006 y el 2014, se habrían desviado unos 10,000 millones de reales (US$ 3,850 millones) en sobrefacturación de obras y contratos. Los testimonios del ex director de Abastecimiento de Petrobras, Paulo Roberto Costa y las de Alberto Youssef (un empresario y mediador de la red), las empresas constructoras brasileñas habrían formado un cartel para rotarse contratos con la petrolera estatal, que pagaban un sobreprecio a cambio de la adjudicación de las obras para destinarlo a políticos e intermediarios.

En una declaración colgada en YouTube, se puede escuchar a Costa contar suelto de huesos como las compañías constructoras añadían un 3% al precio de las obras adjudicadas por Petrobras, que terminaba en manos de los a “agentes políticos”, miembros del Partido de Trabajadores (PT), del Partido del Movimiento Democrático y del Partido Progresista (aliados del PT).

Al parecer serían 70 políticos, entre estos, senadores, diputados, gobernadores y altos funcionarios los que estarían implicados. De acuerdo a la revista Veja (la más seria del país), Youssef señaló a las autoridades que tanto Dilma Rousseff como Lula Da Silva estaban al tanto de los hechos. Una situación complicada, pues Rousseff ha sido presidenta de Petrobras antes de llegar al gobierno. La recién reelegida presidenta de Brasil por un pequeñísimo margen, niega haber tenido conocimiento del esquema de corrupción y pide que se investigue a fondo, pero su imagen se halla fuertemente deteriorada. En cambio Lula aún no dice esta boca es mía. Es sensato suponer, que si este escándalo hubiera aparecido en toda su magnitud antes de las elecciones, el presidente sería, hoy día, Aécio Neves.

Lo cierto es que este caso estalló, como recuerda América Economía “cuando el diario O Estado de Sao Paulo indicó que, cuando Dilma Rousseff era integrante del directorio de la estatal, avaló la desastrosa adquisición de la refinería Pasadena, ubicada en Estados Unidos, autorizando a la empresa a cancelar US$360 millones por el 50% de la refinería, siendo que un año antes la compañía belga Astra Oil canceló US$42.5 millones por el mismo activo”.

Las investigaciones están aún en su etapa preliminar y prometen más sorpresas y remezones políticos y empresariales. Sí, este escándalo no solo afecta al Estado, también está golpeando a las más importantes empresas constructoras brasileñas. Ejecutivos, directores y las propias empresas están siendo incluidas en el proceso. Se han ordenado allanamientos, detenciones y se han embargado cuentas de  Odebrecht, Queiroz Galvao, Camargo Correa, Mendes Júnior, OAS, Iesa, UTC Participacoes y Engevix.

Hace unos días El Banco Central brasileño informó que ha embargado unos 47.8 millones de reales (US$19 millones) depositados en las cuentas bancarias personales de 16 ejecutivos detenidos la semana pasada. Mientras que distintos diarios informaban que las oficinas centrales de Odebrecht, Camargo Correa y OAS eran allanadas para decomisar documentación que sería valiosa para el caso.

Entre los afectados destacan Joao Ricardo Auler, presidente do Consejo de Administración de  Camargo Correa; Ildefonso Colares Filho, director de Queiroz Galvão; Sérgio Cunha Mendes, director de Mendes Júnior; y Agenor Franklin Magalhães, director de OAS.

Según la prensa brasileña “algunos de los ejecutivos presos ya admitieron en interrogatorios ante la Policía Federal que pagaron sobornos a funcionarios que formaban parte de la red de corrupción enquistada en Petrobras”.

Sin duda, esta es una pésima noticia para la alicaída economía brasileña, como sostiene América Economía, Odebrecht, Camargo Corrêa, Mendes Júnior, OAS y Queiroz Galvão, todas citadas en las investigaciones de la Policía Federal brasileña, son nombres frecuentes en las licitaciones de infraestructura y concesiones que el gobierno esperaba lanzar para reactivar la economía. Con esta situación, es más que probable que las obras se retrasen y lo que es peor que muchas de ellas, como ordena la Ley, queden inhabilitadas para participar en nuevos procesos públicos por haber incurrido en actos de corrupción.

Quizá por ello Rousseff,  “se adelantó a los hechos este domingo, afirmando que no irá a “demonizar a las constructoras” ni tampoco les pondrá un “timbre”.

Como ha señalado la columnista de Veja, Joice Hasselman. El Petrolao es más que un caso de corrupción ordinaria; es un intento de corromper la democracia. El esquema es el peor y más peligroso tipo de corrupción que existe, porque va más allá de llenar los bolsillos de los corruptos. Por un lado los corruptos (funcionarios) y los corruptores (empresarios) trabajan en conjunto para beneficiarse, pero el dinero de la corrupción va a los partidos, financia sus campañas y la compra las voluntades ciudadanas. “Eso es un ataque directo a la democracia”, señala. Y es cierto. La democracia brasileña está a prueba. La sociedad está indignada, así que muchas cosas tendrán que cambiar en la forma de hacer política y de hacer negocios en Brasil en los próximos meses.

El PT, Lula y Dilma Rousseff, han perdido legitimidad. Ya antes de las elecciones, Sebastião Ferreira (ver en Lampadia (L): Encrucijada brasileña) nos explicó las argucias del partido de gobierno, maniobras que sin duda torcían la voluntad popular. Ya es hora de que Latinoamérica recupere una mejor calidad para sus democracias y nos dejemos de  proteger a los santones de la izquierda, por el solo hecho de presumir orientaciones pro-pobre, que disfrazan detrás de su ideología plagada de “ideas muertas”, como dice Moisés Naím. Lampadia




El balance de la caída de precios del petróleo

El balance de la caída de precios del petróleo

Los precios del petróleo han bajado de más de 30% desde junio (ha llegado a cotizarse por debajo de US$ 75 el barril WTI), y parece que no va a subir pronto. (Ver en Lampadia (L): El efecto de la caída de precio del petróleo en la economía mundial). Esto causaría una gran tensión financiera en los países exportadores de petróleo. Leonardo Maugeri, profesor de la Universidad de Harvard, asegura que lo más probable es que entremos en un ciclo de 4 o 5 años en el que el precio del petróleo oscile entre US$ 65 y US$ 80 dólares por barril.

La baja en su cotización podría plantear un desafío devastador para los países productores de petróleo que dependen de las exportaciones petroleras para sustentar gran parte de los ingresos de sus gobiernos.

Un punto de referencia para evaluar el impacto relativo del nivel de precios en un país específico, es el punto de equilibrio fiscal (déficit cero) que determine la cotización del petróleo. Según el Fondo Monetario Internacional, en el 2013 los países exportadores de petróleo del Medio Oriente mantenían el equilibrio con una cotización por barril, mayor en US$ 38 que la que requerían el  2008. Esta tendencia al alza de los requerimientos de precio, representan los crecientes problemas financiero so restricciones fiscales que enfrentan algunos países.

The Economist, en su edición impresa del 25 de Octubre del 2014, publicó un gráfico (ver abajo) que muestra punto de equilibrio fiscal de los países productores de petróleo en función a la cotización internacional, o “break even”. El gráfico muestra los datos basado en el índice Brent (el marcador de precios europeo), en vez del usado en nuestra región, el WTI (West Texas Intermediate). Durante los últimos años, el WTI ha sido mayor al Brent en rangos de 4 a 10 dólares por barril.

Brent Blend – Alrededor de dos tercios de todos los contratos de crudo en todo el mundo se referencian con el marcador Brent.

West Texas Intermediate (WTI) – WTI se refiere al petróleo que se extrae de los pozos de Texas y el sur de Oklahoma en los EE.UU. Es el marcador de referencia principal para el petróleo que se consume en Norte América y en resto de la región americana.

Como se puede observar en el gráfico, hay grandes perdedores como Venezuela y Ecuador entre nuestros vecinos, e Irán y Rusia en el resto del mundo, que enfrentarán fuertes déficits fiscales a los precios actuales y previstos en el futuro inmediato. Por ejemplo, Irán es muy vulnerable, ya que necesitaría una cotización de US$ 136 el barril para financiar sus planes de gasto.

Los analistas caracterizan el escenario a la baja de los precios del petróleo, persistentemente, como el “acantilado del gasto de capital” (Capex Cliff), un escenario en el que las empresas estatales y privadas de energía tendrían que recortar drásticamente sus gastos. Se estima que la incidencia será mayor en las empresas estatales, que en su mayoría operan con precios subvencionados o proveen recursos financieros para cubrir requerimientos fiscales de sus  programas políticos, cuando no, por corrupción abierta.

El Deutsche Bank tiene estimados de equilibrio similares a los de The Economist, como se puede ver en el siguiente gráfico.

Si el precio se mantiene bajo, estos países o bien se verán obligados a pedir un préstamo para cubrir sus déficits fiscales o tendrá que dar marcha atrás en las promesas de gasto. En los casos de Rusia y Venezuela, conseguir un financiamiento podría ser muy costoso ya que ambos países son considerados actualmente como de alto riesgo por los inversionistas internacionales.

En el caso de Venezuela, por ejemplo, el precio del petróleo tendría que casi duplicarse para poder mantener un orden fiscal. Y, en un país en el que sus políticas populistas y de penetración y cooptación internacional son financiadas por el petróleo (el 95% de sus exportaciones son petroleras, un auténtico país primario exportador), esto le causaría muchos problemas, dado que el gasto público se está desbordando. El gobierno venezolano ya ha pedido formalmente a la OPEC que se tomen medidas en respuesta a la caída de los precios del petróleo, asunto que se verá en su siguiente reunión del 27 de noviembre próximo.

Cabe recordar que PDVSA, la empresa petrolera estatal venezolana, después de su estatización ha sido prácticamente destrozada: Ha perdido más de un tercio de su capacidad de producción. Subsidia exageradamente el petróleo, generando pérdidas al gobierno, por US$12,500 millones al año. Perdieron a sus mejores cuadros técnicos. Despidieron 20,000 trabajadores con un equivalente de 300 mil años de experiencia y conocimientos. La planilla  aumentó de 42,000 a 140,000. Vende un tercio de su producción actual a países “amigos” a largo plazo y precios rebajados, como a Cuba, por ejemplo. Ha comprometido importantes despachos futuros para el repago de deudas contraídas con China, para cubrir sus déficits de balanza de pagos. Últimamente, acaba de celebrar otro contrato de futuro con Rusia. Además, se estima que la empresa cubre buena parte de la escandalosa corrupción del chavismo.

Otro país que necesita un alto precio del petróleo es Brasil, para poder financiar las inversiones necesarias para el desarrollo del proyecto de reservas submarinas  profundas, que debe atravesar la capa pre-sal. Ya han tenido que abandonar todas sus inversiones en el exterior (como en el caso del Perú), para concentrar sus disminuidas capacidades en Brasil. Petrobras, como tantas compañías petroleras estatales (modelo y aspiración de nuestra izquierda tradicional), sigue cayendo en los insondables abismos de la corrupción. Una empresa que por algún tiempo prestigió al PT partido de gobierno brasileño de Lula y Rousseff, ex presidenta de Petrobras, puede ahora terminar de hundirlo en el rechazo popular. Ver en L: Petrobras en Problemas y La reelección de Rousseff y el oscuro porvenir brasileño.

En el Perú se insiste en potenciara Petroperú hacia actividades upstream y downstream (exploración y perforación, las operaciones de mayor riesgo, y distribución y venta,  respectivamente). Por ahora el gobierno peruano está embarcado en el proyecto de ampliación de la refinería de Talara (midstream) con un dispendioso presupuesto de US$ 3,500 millones. Esperamos que después de la debacle de PDVSA y Petrobras, se aquieten las aguas por acá. El Perú tiene prioridades clarísimas en los campos sociales y de infraestructuras, la aventura petrolera debe ser apoyada como actividad de riesgo privado. Lampadia




La reelección de Rousseff y el oscuro porvenir brasileño

La reelección de Rousseff y el oscuro porvenir brasileño

El 26 de octubre, una de las elecciones más inciertas de la historia del Brasil se cerró con un triunfo de la candidata y presidenta, Dilma Rousseff. Por un estrecho margen (51.6% contra 48.3%) se impuso a Aécio Neves, aprovechando todo el peso de los programas sociales y después de que sus publicistas destrozaran la casual candidatura de Marina Silva. Los mercados reaccionaron inmediatamente. La Bolsa abrió con una fuerte caída en el índice Bovespa, que llegó a perder más de 6% en los primeros minutos de la sesión. Las acciones de Petrobras se desplomaron 14% en la Bolsa de Sao Paulo, mientras que sus ADR cayeron más de 15%. El Real (la moneda brasileña) se devaluó 2.71%.

Signos más que evidentes que mostraban el rechazo de los agentes económicos ante los resultados en las urnas. “Brasil decepcionó a los inversores cuando reinstaló a la actual mandataria, Dilma Rousseff, en el sillón presidencial”, dijo el gestor de fondos de inversión Schroders en una nota a clientes. “Las esperanzas de una reforma que resuelva los problemas económicos estructurales de Brasil se han desvanecido, si no destruido”, reseño CNN.

Es cierto, en estos momentos, la economía está en “recesión, la inflación se halla por encima de la meta del Banco Central, las cuentas públicas son poco claras, la deuda pública crece y es más que posible la reducción de su clasificación crediticia, además de un déficit en cuenta corriente que, situado en 3.7% del PBI, es el más amplio desde el 2002 y que está siendo financiado parcialmente por capitales de corto plazo (que es probable que se pongan más nerviosos con el triunfo de Rousseff)”, señala The Economist.

Si bien con Rousseff se agravó la situación económica, los problemas de Brasil “se inician con el ingreso de Lula y el quiebre de las políticas que dejó el  gobierno de Henrique Cardoso, que puso la casa en orden. Lula da Silva llevó al país hacia el proteccionismo y el asistencialismo. Cooptó a sus opositores y convivió con altísimos niveles de corrupción gubernamental”. Ver en Lampadia (L): La caída de un gigante crea incertidumbre en la región y Luces y sombras de la visita de Lula al Perú.

Dilma Rousseff exacerbó las políticas de Lula, manteniendo bajo el precio del petróleo y el diésel y subvencionando la electricidad. También, otorgó beneficios fiscales a varias industrias para intentar apuntalar el crecimiento. Lo que ha provocado esta política es crear incertidumbre, llevando la tasa de inversión a 18.3% del PBI, su mínimo en cuatro años, mientras que la tasa de ahorro se ubicó en 12.7%, la más baja en los últimos 15 años (en el Perú, la inversión llegó al 28% del PBI el 2013 y la tasa de ahorro a 23.8%)”. Ver en L: La caída de un gigante crea incertidumbre en la región.

Esta situación se ve reflejada en el costo de vida. Vivir en Brasil es carísimo. Los principales electrodomésticos y automóviles cuestan por lo menos 50% más que en otros países. ¡Un auto hecho en Brasil cuesta 45% menos en México! El índice Big Mac de The Economist registra que un nivel de precios 72% mayor que la base de EEUU. Una de las causas del alto costo de vida es el sobrevaluado real (la moneda brasilera); no obstante, el problema de competitividad de Brasil tiene causas mucho más profundas que su tipo de cambio, asevera The Economist. Ver en L: Brasil sin rumbo, ni brújula.

Esta situación, después de la gran ilusión del despegue de Brasil, explica el descontento mayoritario de su clase media que exige mejores servicios, mejor calidad de vida y menos corrupción. Sus protestas hicieron tambalear el gobierno de Rousseff el 2013 y amenazaron con malograr el Mundial de Fútbol, pero el mayor susto se lo dieron sin duda las urnas.

Para ganar Rousseff tuvo que apelar a malas artes. Según The Economist, la reelección se debió a “las ventajas de candidatear por la reelección, la formidable máquina logística del PT y su dinero (al parecer, algo fue robado de la petrolera estatal Petrobras), así como la estrecha cercanía de Lula con el pueblo, se sumaron para inclinar la campaña a favor de Roussef”. Además, se recurrió, siguiendo la receta del populismo izquierdista, a la división social para obtener votos. Tal y como ha denunciado el ex presidente Fernando Henrique Cardoso: “Hicieron la tentativa de partir la nación por clase social, por color o por región. Y eso no es aceptable”, señaló.

Al final de cuentas, el mapa electoral demostró que esa campaña sucia surtió efecto de alguna manera. El país se dividió. Los Estados norteños, los de mayor pobreza y que más apoyo social reciben votaron por el PT. Los del Sur, los de mejores ingresos y más modernos, se inclinaron por Neves.

Estos son ahora los retos de Rousseff: reunificar a un país polarizado y efectuar una auténtica reforma económica que saque al país del estancamiento y la recesión. Como indica The Economist, “su principal tarea será arreglar la economía y, para ello, necesita nombrar un ministro de Finanzas competente y dejarle hacer su trabajo sin interferencias del palacio presidencial, redoblar sus tímidos esfuerzos para atraer inversión privada en infraestructuras e intentar una reforma tributaria [que baje la gravosa presión tributaria]”.

También deberá realizar reformas políticas y sobre todo enfrentar la galopante corrupción. El escándalo de Petrobras seguramente afectará al PT y a ella misma. Pero el mayor peligro para la democracia brasileña será contener los ímpetus radicales de su partido que desean seguir el camino del chavismo: controlar los medios de comunicación y el Poder Judicial. En un país polarizado esa ruta puede llevar a un escenario impredesible.

Al Perú, obviamente le conviene que Brasil retome la sensatez. Que rectifique el rumbo económico y que salga del proteccionismo y evada la tentación albista. El 5.2% del stock de la Inversión Extranjera Directa (IED) del Perú proviene de nuestro vecino. Nuestras exportaciones han crecido sostenidamente desde el 2009 y se han más que triplicado de un poco más de 500 millones de dólares, hoy superan los 1,700 millones. Logrados con grandes dificultades y muy por debajo de nuestro potencial exportador, debido al anacrónico y desleal proteccionismo.

Es vital que Brasil tenga una mejor performance, pero dados los antecedentes del PT, será difícil que enderecen el rumbo económico, reduzcan su atávico proteccionismo, abandonen el asistencialismo y se alejen de la hipócrita política exterior de padrinazgo del albismo. Sin embargo, la esperanza es lo último que se pierde. Lampadia




Petrobras en problemas, según nota del Financial Times

Petrobras en problemas, según nota del Financial Times

Comentario de Lampadia

Mientras México se libera del monopolio petrolero estatal, Brasil se aferra a la ´caja chica´ del gobierno del PT (el Partido de los Trabajadores, liderado por Lula) Petrobras. Esta empresano ha logrado desarrollar su proyecto de aguas profundas debajo de las duras capas de sal, y ha tenido que abandonar una serie de inversiones en el exterior (como en el caso del Perú), para concentrar sus disminuidas capacidades en Brasil.

Petrobras, como tantas compañías petroleras estatales (modelo y aspiración de nuestra izquierda tradicional), sigue cayendo en los insondables abismos de la corrupción. Una empresa que por algún tiempo prestigió al partido de gobierno brasileño, puede ahora terminar de hundirlo en el rechazo popular.

Petrobras de Brasil: alquitranado por la corrupción

Publicado por el Financial Times el 10 de Agosto, 2014. Traducido, compendiado y adaptado por Lampadia.

Una investigación a la empresa petrolera estatal ha empañado la reputación de los políticos.

Después de años de negociaciones, supuestamente secretas, las personas en el corazón de lo que seríael mayor caso de corrupción de Brasil,cometieron un error.

En mayo de 2013, Alberto Youssef,un convicto distribuidor de dinero en el mercado negro,le compró, a través de terceros,un auto de lujo a su amigo y presunto cómplice, Paulo Roberto Costa, un ex ejecutivo de la estatal petrolera brasileña.

La policía federal irrumpió en la casa del señor Costa, confiscando el vehículo y más de medio millón de dólares en efectivo. Los fiscales alegan que la corrupción asciende a más de mil millones de reales brasileños en contratos inflados.

Los brasileños están consternados con las acusaciones de que los delincuentes habrían infiltrado Petrobras, la empresa más grande de su país, un icono nacional y líder global en la ultra exploración petrolera en aguas profundas.

“Este escándalo ha contribuido en gran medida a la caída de la popularidad del presidente”, dice el senador Álvaro Días. Más allá de la política partidista, sin embargo, la polémica ha puesto en relieve lo que los analistas dicen que es una falla peligrosa en las instituciones nacionales de Brasil: la facilidad con la que los políticos son capaces de utilizar empresas estatales como fuente de fondos para campañas ilícitas. [Recordemos lo que los peruanos pensamos de la ´caja chica´ de Petroperú]

El proyecto de Petrobras que se encuentra en el centro del escándalo que involucra a Costa y a Youssef es una refinería cerca de Abreu e Lima, en el noreste de Brasil.

En el 2006, cuando se inició la construcción del proyecto, el ex presidente Lula da Silva, antecesor y mentor de Rousseff, fue fotografiado con el fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez [su ahijado político], dándose la mano en la zona.

De un presupuesto original de US$ 2.5 mil millones, el costo de la refinería de 230,000 barriles por día se elevó a US$ 20 mil millones, o US$ 87,000 por barril de capacidad de refinación. Esto la convierte en una de las más caras jamás construidas, según los analistas. El costo promedio internacional está entre US$ 13,000 y 39,000, estima Credit Suisse.

A pesar de ser una compañía que cotiza en Bolsa, Petrobras sigue manejada por el gobierno brasileño y siempre se ha politizado. Pero los ejecutivos petroleros dicen que el señor Lula da Silva y sus aliados profundizaron las malas prácticas, asignando un mayor número de puestos de responsabilidad a políticos.”El PT vio. . . que Petrobras podría ser un gran instrumento para preservar el poder “, dice Adriano Pires, un reputado investigador.

El PT rechaza tales argumentos, diciendo que es sólo la oposiciónla que contamina irresponsablemente la reputación de Petrobras.

Alrededor del 2006 fue que Petrobras se embarcó en una serie de transacciones que son ahora objeto de investigaciones por corrupción. En el proceso, la policía descubrió operaciones fraudulentas cometidas entre 2009 y 2013, al parecer por Youssef y Costa, de Petrobras. Costa fue nombrado director de suministros de combustibles de Petrobras en el 2004 y se convirtió en el ejecutivo responsable de las refinerías en el 2008.

Estos dos, a su vez, pagaron 26 millones de Reales a una supuesta empresa fantasma (MO Consultoría), controlada por Youssef, y otras sumas no reveladas a otra de sus presuntasempresas fantasmas  (GFD).

Los fiscales alegan que la evidencia incautada a Costa indica que negoció con los contratistas de Petrobras para hacer donaciones políticas.Sus abogados dijeron que las acusaciones de los fiscales son “suposiciones” sin fundamento. “Los criterios adoptados por la fiscalía son discutibles y esto se aclarará según avance el caso.” Youseff también niega las acusaciones, expresaron sus abogados.

Políticos del PT dijeron que era muy pronto para sacar conclusiones sobre las donaciones políticas. Señalaron que el problema de Petrobras es su independencia comercial y capacidad para adjudicar contratos sin licitaciones públicas que se requerirían en un ministerio. El congresista Marco Maia afirmó que los legisladores podrían revisar los procesos de adquisición de Petrobras para que sean más responsables.

“Petrobras seguirá siendo una fuente negativa de noticias para ella [Rousseff] durante las elecciones, pero el factor clave de riesgo para ella es el debilitamiento de la economía”, dice el consultor João Augusto de Castro Neves.

Una ley más dura contra la corrupción podría ayudar,pero la vigilancia de su cumplimiento  será de vital importancia.

Un hombre que parecía entender el problema de la corrupción endémica era elpropio Costa. En un cuaderno incautado ensu casa por la policía, anotó una cita de MillôrFernandes, el escritor brasileño que capturó el cinismo que muchos sienten acerca de la política del país.

“La erradicación de la corrupción es el objetivo final de los que aún no han llegado al poder”, garabateó.