1

Cuando la ideología oprime a las neuronas

Cuando la ideología oprime a las neuronas

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

La izquierda siempre repite que el Perú no puede seguir dependiendo económicamente sólo del sector primario-exportador, esto es, nuestra actividad minera y pesquera. Probablemente esa sea la única afirmación razonable que les he escuchado, pues siempre será necesario trabajar una diversificación productiva y un trabajo serio en educación, conducente a la investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). Para ello, un país debe apoyarse en sus fortalezas y desarrollar su propio ecosistema, que le permita definir y desarrollar una estrategia adecuada.

En el Perú, hemos venido deteriorando el nivel educativo año tras año y por generaciones. Uno de los primeros y más duros golpes lo dio la “Reforma de la Educación Peruana” del “Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada”, que mediatizó el nivel educativo, cambió la currícula y entregó la gestión al SUTEP, quien, en manos de “Patria Roja”, se ocupó de deteriorar el nivel de enseñanza.  En el tiempo, se infiltró el “MOVADEF”, especialmente en la educación rural y en la medida que pasan los años, los resultados académicos medidos cada año por la prueba PISA, son peores.

Parece que nadie quiere entender que la educación universitaria es elitista y no una “fábrica de cartones”, que dé acceso a un “ascenso en la escala social”.  Si el Perú quiere tener buenos profesionales, gobernantes y empresarios, debe hacer un esfuerzo por educar desde las etapas iniciales, entender que no todos los seres humanos tenemos las mismas habilidades, ni que la educación debe lograr “un producto final estándar”. Luego de una etapa inicial básica y homogénea, se debe ir observando las habilidades especiales de cada estudiante y orientarlo a desarrollarse en actividades o profesiones que “calcen” con sus propios talentos. No todos pueden ser orientados y evaluados para ser médicos o ingenieros, porque con algunos podríamos lograr un extraordinario músico, pintor, técnico, mecánico o electricista. Se debe evaluar si los jóvenes debieran terminar el colegio con una calificación técnica, que les permita ganarse la vida y seleccionar sólo a quienes reúnan las mejores condiciones, para continuar con una carrera universitaria.

Con ese criterio, en el segundo lustro del siglo XXI, el Perú decidió constituir los Colegios de Alto Rendimiento (COAR), que totalizan 25, distribuidos a lo largo y ancho del país, los mismos que permiten que una población de 7,000 alumnos seleccionados, que hayan demostrado capacidades intelectuales, disciplina, valores, predisposición para el estudio y limitados recursos económicos, puedan acceder a ellos. El concepto es que, para lograr un buen producto en la educación, debes trabajar con la “mejor materia prima”. Cada año se hace un examen de selección para incorporar alumnos que han de cursar 3°, 4° y 5° de media. A los seleccionados se les recibe en calidad de internos, en consecuencia, se les proporciona; alojamiento, alimentación, servicios médicos, condiciones ambientales y material de estudio adecuados.  Sus profesores tienen también características especiales y se les contrata bajo condiciones particulares. Estos alumnos, al final del período de estudios, terminan aprobando el Bachillerato Internacional, obviamente orientándolos a una carrera universitaria.

El coeficiente intelectual, las condiciones o talentos naturales para el aprendizaje y las condiciones de vida previa (nutrición infantil y salubridad), que permitan que adolescentes de más de 14 años de edad puedan ingresar y seguir un determinado nivel de exigencia y excelencia, lamentablemente, no son la regla en el Perú. Esto obliga a que vayamos trabajando un programa piloto en estos COAR, para que el factor económico, no sea un elemento que discrimine el acceso a la educación, el conocimiento y a una formación profesional posterior, de excelencia.

Para este nuevo año escolar, han aparecido desde la izquierda, voces que indican que este modelo educativo es altamente elitista y que, en lugar de efectuar esa inversión en un grupo reducido de alumnos, deberíamos mejorar la educación de todos los colegios públicos. El asunto no sólo quedó en enunciados, sino que, desde la formulación presupuestal 2021 del gobierno de Vizcarra, se ha hecho una reducción de montos importantes y durante el gobierno de Sagasti, se ha estado titubeando respecto a la convocatoria para el examen de admisión y el número de ingresantes. Aquí es cuando la ideología empieza a oprimirles las neuronas.

La educación es un factor ecualizador de la sociedad muy potente y, consecuentemente, me sorprende que estas voces de la izquierda vayan poniendo cortapisas a este proyecto, en lugar de impulsarlas. Lejos de poner trabas, debieran ser más creativos y profundizar el modelo, crear becas, para que alumnos que destaquen puedan estudiar en las mejores universidades del mundo, para luego regresar a trabajar en I+D+i o en el Estado y educación universitaria, retroalimentando este modelo educativo.

La izquierda sólo grita mensajes contra la actividad primario-exportadora, pero no propone soluciones, ni apoya proyectos como estos. No educan, quieren sólo más profesiones de tiza y saliva, no trabajan las ciencias, ni las valoran, sólo adoctrinan. Mientras sigamos pegados de manera masificada a; la sociología, el derecho, las comunicaciones y pedagogía de mala calidad, entre otros, será muy difícil un real despegue del país y de nuestra sociedad.

El mundo de hoy se mueve en dirección a la electrónica, la biomédica, la ingeniería biomédica, las telecomunicaciones, la inteligencia artificial, el blockchain, la robótica, entre otros y mientras no llevemos a nuestros jóvenes a dominar esas áreas de conocimiento, no seremos competitivos. Ciertamente, eso demanda una sólida formación matemática, de física, química y de biología, desde el colegio, de ahí la importancia de perfeccionar el proyecto de los COAR, aumentarles recursos y exigencia, lejos de ponerles dificultades y escatimarles presupuesto.

Para quienes no hayan tenido la oportunidad de verlo, les comparto que el billete de 2 dólares de Singapur, tiene como imagen a un maestro dictando clases a un grupo de alumnos, en clara señal de la importancia del maestro y la educación para la sociedad. ¡Imitemos lo bueno! Lampadia




Secada: “PBI crecería este año solo ‘un cachito más’ que en el 2014”

Secada: “PBI crecería este año solo ‘un cachito más’ que en el 2014”

Por José Carlos Reyes

(Gestión, 18 de Febrero de 2015)

Economista estima que la economía crecería entre 3% y 3.5%. Advierte que aún no se recupera, pues el PBI desestacionalizado cayó tanto en noviembre como en diciembre del 2014.

El Gobierno podría volver a fallar en cumplir la meta de crecimiento trazada para este año, e incluso también será difícil que se supere la tasa de expansión de 2.3% registrada en el 2014.

Para el economista Pablo Secada, este 2015 el PBI crecería solo “un cachito más” que el año pasado: “entre 3% y 3.5%”. Ello debido a que los últimos datos del INEI no muestran una recuperación y tampoco repunta la confianza empresarial.

Refirió que si se observa el PBI desestacionalizado -que compara el PBI de un mes con el anterior- en diciembre y noviembre pasados la economía retrocedió, a diferencia de lo ocurrido en meses previos (ver cuadro).

“En noviembre y diciembre la actividad económica retrocedió. Entonces, hemos terminado el año no recuperándonos, sino retrocediendo”, indicó a Radio Exitosa.

Incertidumbre

Asimismo, Secada subrayó que actualmente la confianza empresarial está “estancada”, y si en algún momento se recupera, sus efectos en la economía se sentirían recién luego de dos trimestres.

“No es que mañana mismo se gira el cheque. El dinero entra en dos trimestres. Por ejemplo, mientras pides la maquinaria y llega, luego recién la pagas”, anotó.

Cabe recordar que tanto el Ministerio de Economía (MEF) como el Banco Central de Reserva estiman que este año el PBI crecería alrededor de 4.8%, impulsado por la recuperación de la minería y pesca, la baja del precio del petróleo, el avance de las obras de infraestructura y los efectos del paquete fiscal lanzado a fines del 2014.

Sector externo “no ayuda

No obstante, Secada remarcó que este año el “sector externo no ayudará”, pues se prevé una baja en la demanda, incluida la de los minerales, del mercado chino y europeo. “Si bien no es un panorama de crisis, como en algún momento lo dijo el presidente, la economía mundial no te va a ayudar. Básicamente, lo que te queda es el consumo privado y el gasto público”, sostuvo.

Pero advirtió que en el primer caso el consumo privado ha venido desacelerándose, al crecer antes a 6% anual y ahora a solo 4%. Mientras que el gasto público viene avanzando muy lento, no solo a nivel de las regiones y municipios, sino también de parte del gobierno central (Gestión 12.02.2015). “Entonces, no sabemos de dónde va a salir el crecimiento (adicional para este año)”, anotó.

“Fallas” en concesiones

Secada, analista del Instituto Peruano de Economía (IPE), también advirtió sobre fallas en los contratos de concesión de los proyectos de infraestructura elaborados a nivel del MEF y el Ministerio de Transportes para luego ser promovidos en ProInversión. “El diseño es pobre, los contratos están mal hechos, pues no se define bien de quién es el riesgo. Por ello, al final, se presentan pocas empresas postoras”, anotó el analista.