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LAS CIFRAS DE LA PROSPERIDAD

LAS CIFRAS DE LA PROSPERIDAD

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Con un año de vida institucional, en Lampadia queremos reunir en un solo documento las cifras más significativasdel asombroso progreso logrado por el Perú en los últimos 20 años. Los opositores políticos e ideológicos de nuestro modelo económico suelen atacarlo mediante “fotos” que muestran la realidad del país desde la perspectiva del vaso medio vacío. Al mostrar solo lo que está por hacerse, pretenden desprestigiar nuestro proceso de desarrollo,  quebrando así, el gran potencial de alcanzar el bienestar general que tenemos todos los peruanos. La historia y el desarrollo de un país, solo se puede apreciar y medir cabalmente, contemplando su evolución, su eventual proceso de avances y retrocesos, a través de las variables más representativas de su vida económica y social. Hay, pues, que ver las “películas” y situarse en la perspectiva del vaso medio lleno. Solo así se pueden establecer relaciones causa-efecto que permitan profundizar lo bueno, corregir lo malo y complementar la acción social. En cambio, desde el vaso medio vacío, todo está abierto y nunca se sabrá a dóndese va y, evidentemente, nunca se llegará.

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¡Irresponsables pretenden aprovecharse del caos!

¡Irresponsables pretenden aprovecharse del caos!

El escándalo político nacional que desató la elección en el Congreso del Defensor del Pueblo y los miembros del Tribunal Constitucional (TC), causado, principalmente, por la voluntad obsesiva de Gana Perú y el oficialismo por controlar el TC, con la complicidad de Perú Posible, del fujimorismo y del devaluado PPC, de pronto, parecería ser parte de un juego maquiavélico que busca desprestigiar a la clase política, al Congreso y a las instituciones para generar el caos público e interrumpir el sistema democrático y la economía de mercado.

¿Alarmismo injustificado? De ninguna manera. Ya se conoce que sectores nacionalistas han comenzado a recolectar firmas para “cerrar el Congreso” en Chiclayo. En un reciente comunicado de Patria Roja en el  que se convoca a una revuelta nacional para este 27 y 28 de julio, se sostiene que “frente a la crisis del  Estado neoliberal se hace urgente y necesaria una nueva Constitución para refundar la república sobre nuevas bases”. Algo más. Nicolás Lynch de Ciudadanos por el Cambio, en un reciente artículoen La República, escribe lo siguiente: “una reforma política inmediata que la sociedad organizada le exija al Congreso y una Nueva Constitución, elaborada por una Asamblea Constituyente, que se elija el 2014…”.

Como se ve, por la boca muere el pez. Alguna mano negra o algún seguidor de Montesinos pretende sacarle partido al caos político desatado por el oficialismo palaciego y la torpe comparsa congresal. Al margen de la especulación de si todo esto fue causado adrede para interrumpir la democracia, es evidente que se quiere aplicar a pie juntillas el Manuel Bolivariano que pasa, precisamente, por generar crisis políticas y de representación, convocar a una Asamblea Constituyente e instaurar un autoritarismo que se perpetúa en el poder mediante reelecciones indefinidas. Así pasó en Venezuela, Bolivia y Ecuador.

En el colmo del delirio, Lynch agrega: “Hay que regresar al último acuerdo de paz entre los peruanos que es la Constitución de 1979…” ¿Cuál acuerdo de paz? ¿El de esa constituyente regimentada por las botas militares? ¿Se refiere a la hiperinflación incontrolable, las colas y escaseces  motivadas por el control de precios? O, quizá se refiera al hecho de que Sendero Luminoso controlaba una tercera parte del territorio nacional, asesinaba a autoridades locales, hacía volar edificios y casas en los pueblos más alejados y Tarata y Palacio de Gobierno. ¿A eso se refiere Lynch? Tanto delirio y tanta irresponsabilidad son difíciles de entender.

Los representantes del proyecto bolivariano usando el deterioro de la clase política (algo evidente y que nadie puede negar) pretende acabar con la democracia y la única institución que ha funcionado en el Perú: el mercado. Su enemigo real es la libertad económica consagrada en la Constitución de 1993, pero terminar con ella, solo es posible enterrando a la democracia. De allí la esencia autoritaria del proyecto bolivariano.

Tratar de comparar la Constitución del 93 con la de 1979 es como comparar el cielo con el infierno. Antes de los noventa no solo nos azotó la hiperinflación y el terrorismo, sino que nuestras reservas internacionales eran negativas, hoy suman  US$ 68 mil millones (ver artículo Quieren bajarle la llanta a la prosperidad). Otro dato para estremecernos: cerca del 60% de los peruanos era considerado pobre en tanto que hoy solo el 25%. La inflación promedio era de 1,187% mientras que ahora solo es de 2.5%.  ¿Cuál acuerdo de paz? La maniobra bolivariana es más que evidente.

El modelo político y económico peruano se ha caracterizado por un impresionante crecimiento económico, reducción de la pobreza y la desigualdad, pero ese desarrollo no ha sido acompañado por una eficiente gestión pública de los políticos y de las instituciones. Se puede decir, entonces, que el mercado ha funcionado, pero los políticos han fallado.

Necesitamos, pues, una reforma política para que el espacio público acompañe y potencie todos los círculos virtuosos del desarrollo y del bienestar general. Pero de ninguna manera podemos dejar pasar la maniobra bolivariana. Queda claro, pues, que la indignación de los peruanos contra la clase política también tiene que ser contra los animadores del proyecto bolivariano que pretende resucitar el viejo velasquismo que convirtió a la mayoría de peruanos en mendigos.

Deberíamos aprovechar esta crisis para reflexionar sobre los ajustes que requieren nuestras instituciones públicas, empezando por los partidos políticos (Ver: La Trampa del Corto Plazo) y la estructura del propio Parlamento. En un momento de dificultad, la gente de buena voluntad, tiene que saber sacra lo mejor de cada uno. ¡Ojalá estemos a la altura de las circunstancias! L




Medio millón de pobres menos

Medio millón de pobres menos

El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) anunció que poco más de medio millón de peruanos salieron de la pobreza el año pasado y, lo cual es quizás aún más importante, más de la mitad de los mismos vive en las zonas rurales. Hay una descripción muy amplia y detallada de esta información en una nota de prensa (ver), una presentación (ver) y un informe técnico (ver) del INEI.
 
Un importante pero poco comentado trabajo de investigación descompone la reducción de la pobreza en nuestro país entre aquélla que resulta del crecimiento económico y aquélla que responde a los programas sociales. Según el estudio, el 80% de la reducción de la pobreza está explicado por el crecimiento económico (ver). En esencia, el mayor crecimiento económico se traduce en un aumento en la cantidad y la calidad del empleo y, por tanto, en una reducción de la pobreza y una mejora del bienestar. Asimismo, resulta en mayores impuestos que pueden financiar las actividades del Estado orientadas a beneficiar a quienes se encuentran en desventaja para aprovechar las oportunidades de progreso que ofrece el crecimiento económico. Mejorar la calidad del gasto público es esencial para incrementar en mayor medida el bienestar. Quienes niegan los resultados del crecimiento se equivocan o mienten por razones políticas. Volveremos a este punto.
 
El siguiente gráfico muestra la evolución de la pobreza monetaria en nuestro país, en las áreas urbanas y rurales. 

Dada la contundencia de la evidencia, los que no pueden aceptar el éxito del crecimiento basado en la inversión privada no les queda más que cuestionar al mensajero. Según ellos, el INEI es débil y, por tanto, las cifras de pobreza son cuestionables. Estamos de acuerdo en la necesidad de fortalecer al INEI y asegurar su independencia. Javier Escobal de GRADE, un connotado especialista del más prestigioso centro de investigación de políticas públicas del país, ha publicado recomendaciones sobre el INEI que son ignoradas hace años (ver). El mismo Javier Escobal y otros reconocidos especialistas son parte de una Comisión Consultiva que supervisa las cifras de pobreza del INEI. Por eso son confiables.

Los necios o interesados también desinforman sobre otros temas. Sostienen que aunque la pobreza caiga la distribución del ingreso empeora. La evidencia también los desmiente (ver gráfico 2).

 

La crítica que hay que hacer es que el acceso a oportunidades no ha mejorando en la medida que podría haberlo hecho. Jaime Saavedra, ex colega de Javier Escobal en GRADE y hoy funcionario del Banco Mundial, editó una publicación sobre el acceso a oportunidades en América Latina (ver). El acceso a oportunidades ha mejorado muy poco en nuestro país. Intuitivamente, hubiéramos esperado que el acceso a oportunidades mejorara significativamente, considerando el notable aumento de recursos fiscales a raíz del crecimiento económico y del boom de los precios de los minerales. Pero esto no ha ocurrido.
 
El problema más grave, entonces, es que el Estado no ha sido capaz de aplanar el piso del acceso a las oportunidades. Si lo hiciera, no sólo reduciría aún más la pobreza sino que solidificaría las bases del desarrollo sostenible de nuestro país. Esta es la agenda de políticas públicas pendiente, que debería priorizar la institucionalidad, salud, educación, infraestructura e innovación. Hay que insistir en ella. Negar que la pobreza se está reduciendo o que esto es muy positivo es inmoral, en nuestra opinión, además de ser una mentira usada para manipular a la gente con fines políticos ajenos al progreso del país.




Perú entre países con mayor igualdad de ingresos de A. Latina

Perú entre países con mayor igualdad de ingresos de A. Latina

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) informó que Latinoamérica es una de las regiones del mundo donde existe la mayor desigualdad en el ingreso, pese a que ha logrado mejoras en ese campo en la última década.

Sin embargo el PNUD informa que el Perú se encuentra entre los países donde se da mayor igualdad de ingresos.

Así lo informó el coordinador del Informe Nacional de Desarrollo Humano de Colombia 2013, Hernando Gómez quién indicó que “América Latina sigue siendo la región del mundo que tiene más alta desigualdad, de lejos”. Esa circunstancia se da a pesar de que en América Latina, “por

primera vez en cuatro décadas”, durante los dos últimos años la desigualdad en la distribución del ingreso “ha disminuido”, algo que no ha ocurrido en ninguna otra parte del mundo, según Gómez.

Tomado de Expreso, 26 de abril, 2013 




Clase media a todo vapor

Clase media a todo vapor

El 69% de los peruanos perciben entre 4 y 50 dólares per cápita por día, constituyendo lo que podemos llamar la nueva clase media peruana, según se desprende del informe del Banco Mundial (BM) titulado “La movilidad económica y el crecimiento de la Clase Media en América Latina”. Dicho documento también indica que la clase media de América Latina ha crecido 50% en el período 2003-2009.

En el Perú, según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) el crecimiento de la clase media ha sido de 67% entre el 2004 y el 2011. 

El estudio del BM considera tres líneas de ingresos para hacer su segmentación. En el segmento Pobres estarían quienes tienen ingresos per cápita por debajo de 4 dólares al día.  En el grupo de Población en Situación de Vulnerabilidad (PSV – que podrían retroceder a niveles de pobreza por externalidades, o clase media no consolidada) están los que ganan entre 4 y 10 dólares per cápita por día; y en la clase media consolidada quienes perciben desde 10 a 50 dólares per cápita por día.

 

Pues bien, la gran noticia para el Perú es que en el informe del BM, el 28,9% de la población peruana es considerada de clase media consolidada, el 40.1% clase media no consolidada o PSV, y el 31% pobre. Es decir, una impresionante fotografía de cómo el crecimiento económico ha ido construyendo un nuevo rostro social del país  en el que la pobreza es arrinconada y resurge vigorosa la clase media.

Nótese que el BM clasifica tradicionalmente en pobreza a los que ganan por debajo de 1,25 dólares per cápita por día, en tanto que el INEI lo hace más conservadoramente con 2.25 dólares per cápita por día.

Periodismo sin rigurosidad

Es lamentable que algunos medios presenten en negativo las informaciones sobre nuestra economía, aun cuando estas son positivas. Por ejemplo, en su edición del miércoles 14 de noviembre, el diario Gestión, aludiendo a los resultados del informe del BM que acabamos de reseñar, titula en portada: “Clase media en Perú es solo 20% de la población” ¿De dónde se sacó esa cifra? ¿Se tomaron el trabajo de leer todo el informe? En todo caso, la cifra correcta, como hemos reseñado, es 28.9% para la clase media consolidada.

No solo llama la atención el manejo de cifras, sino la intención de “bajarle la llanta” a los logros del Perú.

¿No tendríamos, más bien que exaltar y celebrar las buenas noticias?