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Momento para romper mitos y dibujar líneas de desarrollo industrial

Momento para romper mitos y dibujar líneas de desarrollo industrial

El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) actualizó el año base para la elaboración de las cuentas nacionales. La nueva Matriz Insumo-Producto (MIP) que describe las relaciones de consumo, producción, ingresos y el impacto de los encadenamientos intersectoriales en la economía peruana muestra una transformación en nuestro aparato productivo: la minería ha triplicado su participación en el PBI y el sector manufacturero ha crecido en participación, volumen y calidad en un periodo en el que la economía peruana se ha abierto a competir en los mercados internacionales. Pero no solo eso, la participación de las remuneraciones en el producto ha crecido 22% entre 1994 y el 2007, beneficiando a los trabajadores. Esta nueva información es una sólida base para evaluar nuestra estrategia de desarrollo, sobre todo, en lo que se refiere al sector industrial. El Perú necesita poner en valor sus recursos naturales y fortalecer los encadenamientos productivos en torno a estos sectores para generar una industrialización basada en nuestras ventajas, lo que en Lampadia hemos llamado la estrategia de los “binomios productivos”. 

NUEVAS CUENTAS NACIONALES

El cálculo de las cuentas nacionales se venía realizando asumiendo la estructura productiva y sectorial que tenía la economía peruana hace 20 años (1994). Ahora, el año base para la estimación de las cuentas nacionales será el 2007, para el cual se cuenta con información completa. Es evidente que en estas dos décadas la estructura de la economía peruana se ha transformado radicalmente, ganando mayor complejidad por la introducción de nuevas tecnologías, la llegada de nuevas inversiones, la diversificación de la demanda interna, la integración al comercio internacional y el incremento de la productividad. Uno de los aspectos que más se resalta es el gran aumento de la importancia de la minería en el producto, que ha pasado de 4.7% en 1994 a 14.4% en el 2007, al igual que los servicios financieros, y las telecomunicaciones, que casi han doblado su participación en el PBI. También se destaca el crecimiento que ha experimentado el comercio exterior, cuya importancia ha aumentado considerablemente. Así, las exportaciones han pasado de representar el 13% al 32% del producto, mientras que las importaciones aumentaron del 16% al 24%.

ROMPIENDO LOS MITOS DE LA IZQUIERDA SOBRE LA INDUSTRIA NACIONAL

Contrario a la prédica de la izquierda tradicional, el INEI muestra que no ha habido ningún proceso de desindustrialización. Es más, el sector manufacturero ha crecido en participación, volumen y calidad. En cuanto a participación, la ha acrecentado ligeramente como parte de un PBI 4 veces mayor. En cuanto a volumen, se ha más que duplicado, al pasar de US$ 7,170 en 1994 a US$ 16,900 millones el 2007. Y, en calidad, hemos pasado de una industria híper protegida, no competitiva,  de pésima calidad y altos costos para el consumidor, a una industria exportadora y competitiva a  nivel global. Además, nuestra nueva industria, se ha encadenado al resto de nuestros sectores productivos, especialmente al sector minero, que le compra el 10% de su producción, sin incluir el petróleo refinado.

Absurdamente, en el Perú, todos los días se repite el San Benito de que nuestra economía es primaria exportadora y que debe diversificarse. El gobierno ha anunciado un plan de desarrollo industrial, con el que nos viene amenazando y del cual nadie conoce su contenido, ni a sus gestores. Hay mucho temor de que se trate de un plan inspirado en una visión pre-globalización y apertura de la economía. El ex Presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SIN), Pedro Olaechea, ha tenido que hacer públicas algunas ideas fuerza, como para que nos curemos en salud: “Nosotros creemos que un plan industrial es generar el entorno, que no haya sesgos en contra de un desarrollo de la industria. La industria en el Perú es del mismo tamaño que la minería, y ha venido creciendo de manera espectacular, han habido años de 9% anual con 1.25% de arancel. Entonces, ¿qué cosa es lo que requiere si se quiere hablar de un plan industrial? Es mejorar las eficiencias del entorno en el cual se va generar la industria, vale decir, buenas carreteras, buenos puertos, un servicio de electricidad confiable, que los haya a un costo competitivo. Entonces, ¿cuál es el mejor plan industrial?, ¿qué tan competitivo soy yo respecto a los otros países del mundo?, ¿qué tanto entorno genero yo para que venga acá el capital a instalarse? y a generar empleos de calidad, con contratos decentes y con todas las formas de contratación que son las que buscamos”.

ROMPIENDO LOS MITOS DE LA IZQUIERDA SOBRE LA EVOLUCIÓN DEL EMPLEO

Otro mito común es que el modelo económico vigente solo beneficia a los empresarios (o al capital) a costa de los trabajadores. Sin embargo, la información oficial es contundente y contradice este mito: las remuneraciones han aumentando 22% su participación en el valor agregado, al representar ahora el 30.7% del producto (en 1994 sólo representaban el 25%). Igualmente, la nueva matriz insumo-producto confirma que la participación de los ingresos brutos de explotación se ha reducido de 64% (1994) al 60.5% (2007). Esto confirma que el modelo actual es pro pobre, pro clase media, y está fortaleciendo a los trabajadores.

INFORMACIÓN PARA ILUSTRAR NUESTROS JUICIOS

Todos queremos más industria, pero veamos algo de información, para educar nuestro criterio:

1-      Según la MIP 2007, el valor agregado del sector minero es de 68.1% y el del sector manufacturero 31.1%.

2-      Para desarrollar una mayor presencia en el refinado de nuestros productos minerales, necesitamos ser intensivos en energía y en capital. En los últimos años, hemos parado el desarrollo energético y desincentivado la entrada de capitales.

3-      Pero tal vez la mejor ilustración de la realidad se ve en el siguiente ejemplo: Si el 2013 (a noviembre), en vez de exportar concentrados de cobre, hubiéramos exportado mineral refinado, el valor de las exportaciones habría crecido solo en un 5.1%, y si hubiéramos exportado alambrón de cobre, el valor recibido hubiera crecido solo 14.5% adicional al de los concentrados. Estos márgenes adicionales fueron aún más pequeños en el 2010, según cálculos del IPE.

 

Por lo tanto, lo que queda claro es que, no se trata de agregar valor a los concentrados de minerales. Tampoco se trata de sustituir importaciones, como en el nefasto periodo de los gobiernos de Belaunde I, Velasco, Morales, Belaunde II y Alan I. Tampoco se trataría de establecer maquiladoras, o engancharse en las cadenas productivas internacionales, como dice Waldo Mendoza, que tendría un efecto menor. Necesitamos desarrollar una industria grande, sólida y competitiva.

¿DE QUÉ SE TRATA ENTONCES?

Pues de hacer lo que hicieron los países más avanzados. Desarrollaron la base de su industria, aprovechando sus recursos primarios. ¿Qué significaría eso en el Perú? Pues poner en valor nuestros recursos naturales y fomentar “Binomios Productivos”, cómo una de las principales líneas de trabajo para generar la industria que necesitamos:

  • Minero-Industria
  • Pesca-Industria
  • Agro-industria
  • Madera-Industria
  • Bio-Industria
  • Energo-Industria

Pero no solo necesitamos eso, también hay que fomentar otros desarrollos, pero que sean producto de la iniciativa privada y no del diseño de un burócrata, ya se ministerial o del Ceplán.

Por supuesto que no podemos olvidar del desarrollo de  infraestructuras eficientes y que lleven la modernidad a todos los peruanos, un sector público ´pro-inversión´, que facilite y resuelva los cuellos de botella o trabas regulatorias, un nuevo diseño filosófico de la Contraloría General de la República y, principalmente, gobernantes y líderes políticos y empresariales que empiecen a educar a la población sobre las relaciones causa-efecto que promueven la creación de riqueza, la prosperidad y la inclusión. Sin olvidar, por supuesto, los temas de educación, salud, seguridad y desarrollo tecnológico. Lampadia




Inversión alcanza ratio record sobre el PBI en el 2013

Inversión alcanza ratio record sobre el PBI en el 2013

De acuerdo a proyecciones del FMI (Fondo Monetario Internacional) y del BCRP (Banco Central de Reserva del Perú), la participación de la inversión total sobre el PBI alcanzaría el 27.8% del PBI en el 2013, un nivel superior al que registrarían nuestros socios de la Alianza del Pacífico como Chile (25,7%), México (24,2%) y Colombia (23,7%). Brasil, que a pesar de contar con el Mundial de Fútbol, solo registraría un nivel de inversión de 19,2% de su producto. 

El alto nivel que ha alcanzado la inversión sobre el producto es una excelente noticia porque muestra la potencia de nuestra economía, lo que se refleja al considerar que del ratio mencionado, más del 80% corresponde a la inversión privada. Este elevado nivel de inversión privada se da a pesar de que durante este Gobierno se han paralizado importantes proyectos debido a: el ruido político, el inadecuado manejo de la conflictividad social y las expectativas, así como por las trabas burocráticas. De haberse realizado estos proyectos, hubieran impactado positivamente, no solo en las cifras que estamos analizando, sino también, en nuestro crecimiento futuro.

El ratio de la inversión total como proporción del PBI es un indicador muy relevante. La inversión, no solo es un componente de la demanda agregada, que dinamiza la economía en el corto plazo, sino que también impacta en la capacidad productiva aumentando la oferta de largo plazo y generando más empleo. Así por ejemplo, China ha logrado crecer a tasas que superan el 10% durante 30 años, invirtiendo inicialmente el 33% de su producto, en promedio. Posteriormente, ha sostenido tasas espectaculares de inversión llegando a niveles de 45% del PBI. De la misma forma, Chile, entre 1990 y el 2006, presentó ratios de inversión del orden del 24% de su producto, mientras que el Perú solo alcanzó 20%. El resultado fue un crecimiento anual promedio de 6.3% para Chile, mientras el Perú lo hacía a 3.4%. Desde el 2006 a la fecha, se invirtió esta relación y el Perú ha superado a Chile todos los años.

En Lampadia, hemos remarcado la conveniencia de un involucramiento directo por parte del Presidente parala facilitación y seguimiento de cinco grandes proyectos de inversión de alto impacto para el país, como son los proyectos de Conga, Tía María, el Gasoducto del Sur, la Longitudinal de la Sierra y el Túnel Trasandino. Sin duda, el liderazgo presidencial para impulsar estos cinco proyectos tendría efectos muy positivos en el resto de la administración pública, al poder identificarse trabas legales, administrativas, y dotar de un sentido de dirección, prioridades y acción de gobierno que impactarían en todoel aparato estatal.

Cabe señalar que con los datos estimados del ratio de inversión de 27.8%, lo invertido en el Perú cada año, supera los US$ 58,000 millones de dólares. La inversión pública y extranjera fue la misma, de US$ 12,000 millones de dólares cada una, por lo tanto, es evidente, que una buena parte de la inversión está formada por múltiples aportes grandes, medianas y pequeñas empresas. Nuestro potencial de inversión es mucho mayor aún y no podemos dejar que las debilidades del Estado y el inadecuado manejo de la confianza de los ciudadanos e inversionistas por parte de los líderes políticos socaven este tremendo entusiasmo de los peruanos por construir un mejor país.




Airbus prevé que Lima será un centro de conexión aérea de alcance mundial

Airbus prevé que Lima será un centro de conexión aérea de alcance mundial

La ubicación geográfica de Lima la ha ayudado a consolidarse como un centro de conexión aérea (‘hub’), para vuelos de corto y mediano radio, es decir, de escala regional en Latinoamérica.

 

En adelante, esa categoría y el incremento de operaciones aéreas en el aeropuerto Jorge Chávez llevarán a la capital peruana a un segundo nivel: convertirse en un ‘hub’ de larga distancia para el 2031, según el fabricante de aviones franco-alemán Airbus.

Según un estudio de esta compañía y compartido en exclusiva con El Comercio en la visita a su sede de Hamburgo (Alemania), Lima sería una de las 10 ciudades latinoamericanas que operarán con más de 10 mil pasajeros que arriben o se trasladen fuera del continente por día.

Grupo selecto

Patrick Baudis, vicepresidente de Márketing para Latinoamérica y el Caribe de Airbus, precisa que la capital peruana se unirá a un grupo selecto de ciudades ‘hub’ en el mundo, junto con Bogotá, Santiago de Chile, Buenos Aires y Sao Paulo.

“Actualmente, son 42 ciudades en el mundo con esta categoría. En el 2031 serán 92”, aclara Baudis. En ese contexto, las expectativas del fabricante son muy positivas respecto a la demanda de las aerolíneas latinoamericanas para incrementar su flota.

Para el ejecutivo, en los próximos 20 años las empresas aéreas de la región requerirán 2.120 naves de la familia A320, A350 y A380. El valor de mercado para este movimiento y lo que genere en tráfico aéreo alcanzará los US$242 mil millones.

Una de las aerolíneas que liderará esta demanda será LAN Perú, que solo este año adquirirá ocho aviones A320, que reemplazarán a la misma cantidad de A319 en su flota. Cada una de estas naves está valorizada en US$91,5 millones. Y como holding, LAN y TAM (Latam) han ordenado 380 aviones A320, y se han convertido en el primer cliente de Airbus en América Latina y el tercero en el mundo.

(CARLOS HURTADO DE MENDOZA, Enviado especial)

Publicado por El Comercio, jueves 29 de agosto del 2013




Inversión crece contra la corriente

Inversión crece contra la corriente

En el segundo trimestre del año la inversión total representó el 28.4% del PBI, un record si analizamos cómo ha evolucionado este ratio en los segundos trimestres de cada año. Sin embargo, a diferencia de años anteriores, esta cifra se alcanza mediante un crecimiento sostenido de la inversión privada, que aumentó 9.3% acelerando su ritmo con respecto al primer trimestre del año (8.1%). 

El ratio de la inversión total como proporción del PBI es un indicador importante porque aproxima cuánto del producto se está utilizando para expandir la frontera de posibilidades de producción futura, y con ello aumentar el crecimiento potencial de la economía. Es relevante para analizar a una economía porque la inversión no solo aumenta la oferta en el largo plazo, ampliando la capacidad productiva y generando más empleo; también dinamiza la demanda en el corto plazo.

Entre 1989 y el 2005 Chile presentó tasas de inversión total superiores a las de Perú. En la década del 90’ su tasa de inversión como proporción del PBI superó en promedio el 24%, mientras que en Perú apenas se alcanzó el 20%, mostrando también mayor volatilidad. Como consecuencia, el crecimiento promedio de Chile en ese periodo fue de 6.3%, mientras Perú alcanzó un crecimiento promedio anual bastante menor (3.4%). En China, la inversión llegó a alcanzar el 33% del producto a partir de los 90, y durante la primera década de este milenio se aceleró llegando a niveles mayores a 45%. Debido a ello, este país crece a tasas promedio anuales de 10% desde hace 20 años.

Una tasa alta puede deberse también a un impulso descontrolado de la inversión pública ante la desaceleración del PBI o a un sano crecimiento de la inversión privada. En el caso peruano, en al año 2012 el componente privado de la inversión bruta fija alcanzó los S/. 122,458 millones de soles representando el 21.4% del PBI, mientras que la inversión pública alcanzó los S/. 27,288 millones (5.2% del PBI). La inversión extranjera directa, que en el 2012 alcanzó la cifra record de US$ 12,240 millones, solo representó el 6% del producto, por lo que es claro que el grueso de la inversión fue ejecutada por los propios peruanos (S/. 88,168 millones aproximadamente). Es aún más destacable que se haya alcanzado este resultado en un periodo en el que no se ejecutaron inversiones emblemáticas de magnitud nacional, principalmente por el retraso y las trabas para sacar adelante importantes proyectos mineros, que sin duda, hubieran generado un impacto mucho mayor en el crecimiento y en la expansión de otros sectores.

En este sentido, la desidia del gobierno para impulsar proyectos importantes que tengan impactos agregados y que consoliden la confianza de los inversionistas en las proyecciones de largo plazo de nuestra economía, así como la ausencia del imperio de la ley, se ha visto, por ahora,  compensada por el esfuerzo de una pujante clase emergente que realiza inversiones pequeñas y medianas, en sectores como construcción, manufactura y servicios, dinamizando la economía y apostando por el futuro del país. No podemos dejar que nuestras debilidades políticas socaven este tremendo entusiasmo de los peruanos por construir un mejor país.




El Perú necesita crecer a 6% para atacar la pobreza

El Perú necesita crecer a 6% para atacar la pobreza

Luego de 10 años creciendo casi de manera ininterrumpida, la desaceleración de la economía global nos toma sin haber solucionado los problemas estructurales de fondo y que conocemos desde siempre.

El que la economía crezca 5% por año ayuda a reducir la pobreza, sí, pero no a la velocidad su?ciente. Un 4% es un crecimiento mediocre. Es necesario que el PBI crezca a una tasa de 6% o más “si queremos meterle diente en serio a la pobreza”, opina Hugo Santa María, socio gerente de Estudios Económicos de Apoyo Consultoría.

“Deberíamos aspirar a crecer por encima del 6% y me parece que está al alcance […]. En el 2016 vamos a crecer más de 6% porque se va a duplicar la producción de cobre (por la entrada en operación de Toromocho, Las Bambas y la ampliación de minera Cerro Verde). Sin eso, creceríamos solo 5%”, sostuvo.

La desaceleración global nos afecta en varios frentes, pero lo más grave es que seguimos teniendo los mismos problemas estructurales que hace 20 años, con un mundo en desaceleración.

Mundo complicado 

La situación global es muy difícil de interpretar. Lo que está claro es que los mercados reaccionan a todas las noticias todos los días y en cualquier dirección (a la baja o al alza). Y tal volatilidad altísima se mantendrá en los próximos meses, mientras la incertidumbre alrededor de los efectos reales del retiro del estímulo monetario por parte de la FED continúen.

Santa María señala la paradoja con la que los mercados han aprendido a vivir –y de la que ahora dependen– más o menos así: si la economía de EE.UU. mejora, la FED empezará a retirar el estímulo y entonces ya no habrá tanta liquidez que se dirija a comprar activos y no es bueno para los mercados.

Publicado en El Comercio, 25 de agosto del 2013.




Del limón de Tambogrande al chocolate de Celendín

Del limón de Tambogrande al chocolate de Celendín

El sabotaje de la izquierda tradicional a la inversión privada no se detiene, lamentablemente todavía no tenemos una izquierda moderna. Siguiendo al pie de la letra el viejo libreto de mentiras y agitación que se utilizó el 2005 en Piura para truncar el proyecto minero Tambogrande, ahora se pretende impedir que se construya en Cajamarca la central hidroeléctrica Chadín, en perjuicio de los pueblos pobres de la provincia cajamarquina de Celendín.

La coartada para frustrar aquel proyecto minero fue una campaña de mentiras diseñada por el publicista Gustavo Rodríguez: “El limón peruano va a desaparecer con la minería, no tendremos con que preparar cebiche”.  Así, los radicales encabezados por Francisco Ojeda Riofrío, con apoyo de Radio Cutivalú y de varias ONG rojas, impidieron la inversión de una empresa formal que tenía buenas prácticas ambientales y que además iba a ser fiscalizada por varias agencias del estado. Tras la expulsión de Minera Manhattan, Tambogrande fue tomado por los mineros ilegales que si generan una tremenda contaminación. Ahora sí, el limón está en peligro por obra de la minería ilegal.

Para impedir hoy el proyecto de Chadín,  los radicales inventaron otra gran mentira dirigida a manipular a los habitantes de Celendín: “La hidroeléctrica desaparecerá el cacao, va a dejarnos sin chocolate”. La falsedad está bien calculada pues una de las costumbres más arraigadas de esa provincia es beber chocolate en las festividades.

Pero hay más mentiras inventadas contra Chadín: “La represa desaparecerá muchos pueblos”, “habrá sequías y lluvias torrenciales”, “traerá la malaria y el dengue”, “la energía será solo para Conga”. Todas estas falsedades son difundidas en los programas de Radio Celendín, en volantes, en “talleres” organizados por ONGs, afiches, banderolas, pintas, puerta a puerta, etc. Se mueve mucho dinero en la campaña extremista.

¿De dónde viene ese dinero? Nadie lo sabe a ciencia cierta. Pero lo que sí se sabe es que en la zona donde sería levantada la hidroeléctrica hay gente que produce “derivados” de la coca que son comercializados en Ecuador por la ruta Celendín- Bambamarca- Chiclayo. ¿Se están produciendo alianzas entre las mafias y operadores políticos de la izquierda tradicional?

El proyecto Chadín está en el límite de Cajamarca con Amazonas, entre los distritos celendinos Cortegana y Chumuch, y los amazonenses Cocabamba y Pisuquia. Fue diseñado en los años 70′ durante la dictadura izquierdista de Velasco, pero su ejecución se aprobó recién el 2011 durante  el gobierno de Alan García, que le otorgó la concesión a la empresa brasileña Odebrecht.

La campaña anti inversión empezó poco tiempo después, impulsada por activistas ligados a la banda armada del MRTA reciclados como “defensores del agua”. Su cabeza visible es Wilfredo Saavedra Marreros, ex convicto por terrorismo y aliado de Gregorio Santos y Marco Arana en el complot que detuvo Conga.

El 2012, cuando arreció la ofensiva extremista contra Conga, los radicales también se movilizaron en Celendín contra Chadín. En Agosto de ese año empezaron a bloquear los trabajos de Odebrecht en medio de una agitación política intensa promovida por la autodenominada Plataforma Interinstitucional Celendina (PIC) y Radio Celendín.

Quienes lideran el boicot contra Chadín son los dirigentes del Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca, membrete bajo el cual actúa Wilfredo Saavedra. Los principales operadores en Celendín son, según nuestras fuentes, Milton Sánchez, cabecilla de la PIC, Marino Yacopaico, cabeza de un grupo de comuneros, un sector del Sutep, y algunas rondas campesinas.

Si se frustra Chadín,  los cajamarquinos perderían mucho: El canon hidroenergético, los puestos de trabajo que se crearán durante y después de la obra, los beneficios que traerían a muchos pueblos pobres el asfaltado de la carretera hasta el norte de Celendín, etc. Las autoridades tienen la obligación de impedir que los extremistas sigan agarrando a Cajamarca de piñata para esconder sus protervos intereses.