1

Una visión menos ‘matematizada’ de la economía

El día de hoy, The Economist ha iniciado la publicación de una serie de informes sobre las más importantes teorías económicas, relevantes en la actualidad, explicadas de una manera menos ‘matematizada’ y con énfasis en cómo estas teorías deberían ser aplicadas en los problemas vigebtes. En palabras de The Economist, “muchos errores de política podrían haberse evitado si se hubiera aplicado correctamente la visión teórica”.

En Lampadia consideramos que estas publicaciones serán muy útiles ya que van en línea con nuestra misión de empoderar, con veracidad y rigurosidad, nuestra realidad. Vamos a publicar estos análisis de The Economist con el fin de comunicar y compartir teorías económicas que contribuyan a la formación de una conciencia nacional más informada que propicie la convergencia de nuestras acciones para la construcción de un Perú de éxito y bienestar para todos. Lampadia

Grandes ideas económicas

Avances y obstáculos

Lo que los economistas pueden aprender de sus publicaciones más influyentes

The Economist

23 de Julio de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

Es fácil criticar a los economistas: tienen un complejo de superioridad, una visión muy estrecha, a menudo se equivocan. Una vez, Paul Samuelson, una de las grandes figuras de la disciplina, satirizó a los mercados de valores por predecir nueve de las últimas cinco recesiones. Los economistas, en cambio, casi nunca ven venir las crisis. No pudieron predecir la crisis financiera del 2007-08.

Sin embargo, esta no es la mejor prueba de éxito. Al igual que los médicos comprenden las enfermedades, pero no pueden predecir cuándo alguien se va a enfermar; la misión fundamental de los economistas no es pronosticar recesiones, sino explicar cómo funciona el mundo. Durante las siguientes seis semanas estaremos publicando una serie de informes sobre las importantes teorías económicas que hicieron justamente eso: desde el equilibrio de Nash; la teoría de juegos; el trilema Mundell-Fleming, que pone al descubierto las ventajas y desventajas que enfrentan los países en la gestión de los flujos de capital, los tipos de cambio y la política monetaria; la hipótesis de la inestabilidad financiera de Hyman Minsky, las ideas de Samuelson y Wolfgang Stolper en el comercio y los salarios; el razonamiento de John Maynard Keynes sobre el multiplicador fiscal y la obra de George Akerlof sobre la asimetría de la información, el tema del artículo de esta semana. Estos descubrimientos son importantes no sólo por el valor de la economía, sino también por tres otros motivos: teoría, matemáticas y variables exógenas.

Más que nunca, la economía de hoy es una disciplina empírica. Gracias a la potencia de Big Data, los economistas pueden rastrear el comportamiento de los consumidores en tiempo real o saber casi exactamente cuánto vale un buen maestro en correlación al ingreso de por vida de los niños. Pero la teoría sigue siendo vital. Muchos errores de política podrían haberse evitado si se hubiera aplicado correctamente la visión teórica. El trilema se esbozó en la década de 1960 y el multiplicador fiscal en la década de 1930; ambos aclaran las luchas actuales de la zona euro y la búsqueda (a veces autodestructiva) de la austeridad. El equilibrio de Nash describe un resultado en el que cada uno está haciendo lo mejor que puede dadas las estrategias de los demás; lo cual explica cómo los países compiten entre sí para reducir las tasas de impuestos con el fin de atraer el capital global.

Además, la teoría económica todavía no está completa. Por ejemplo, existen grandes vacíos en la comprensión de los mercados financieros y en la mejor manera de regular las plataformas tecnológicas como Facebook. Estas deficiencias son particularmente evidentes en temas de la macroeconomía moderna. Desde el “estancamiento secular” al cambio climático, la disciplina necesita grandes pensadores, así como Big Data.

También necesita matemáticas. Paul Romer, quien será el próximo economista principal del Banco Mundial, se ha ido en contra del “matematismo” (“mathiness”), el hábito de usar el álgebra para disfrazar posiciones ideológicas. Los trabajos de investigación económica son demasiado basados en fórmulas; los modelos deben ser un medio, no un fin. Pero los símbolos son importantes. El trabajo de los economistas es imponer el rigor matemático en intuiciones sobre mercados, economías y personas. Las matemáticas eran necesarias para formalizar la mayor parte de las ideas en nuestros escritos.

Pensando ampliamente

En economía, como en otros campos, una visión fresca también puede hacer una gran diferencia. John Nash tenía tan sólo 21 años cuando empezó a forjar el concepto que terminó siendo conocido como el equilibrio de Nash; Akerlof no había completado su doctorado cuando escribió “El mercado de los limones”, publicación con la que se hizo conocido. Las nuevas ideas a menudo encuentran resistencia. El estudio económico de Akerlof fue rechazado por varias revistas, una con la excusa de que, si era correcto, “la economía sería diferente”. El reconocimiento llegó lentamente para muchas de nuestras teorías: Minsky se mantuvo en el casi anonimato hasta su muerte, ganando el estatus de ‘superestrella’ sólo una vez que estallara la crisis financiera.

Los economistas todavía tienden a rechazar visiones diferentes y disruptivas. La Economía del Comportamiento ha roto una barrera mediante la incorporación de puntos de vista de la psicología. Tienen que desaparecer aún más: al igual que los antropólogos, los economistas deben pensar más acerca de cómo la toma de decisiones de los individuos afecta las costumbres sociales; al igual que los físicos deberían estudiar la inestabilidad en lugar de asumir que las economías se autocorrigen de manera natural. Esto podría hacer que las matemáticas se vuelvan aún más complicadas. Pero no tan complicado como conseguir que la profesión evite su aislamiento natural. 

Lampadia




Caídas del cobre y petróleo superan expectativas

Caídas del cobre y petróleo superan expectativas

Según Larry Summers, ex Secretario del Tesoro de los EEUU y ex Rector de Harvard, “normalmente los mercados son más volátiles hacia finales de año, para calmarse luego, al inicio de un nuevo año. No este año. Los mercados de EEUU y Europa, cerraron de bajada el viernes, después de una semana muy dura, a pesar de un buen reporte del empleo en EEUU. La semana pasada vimos una caída dramática de la bolsa y moneda chinas. El petróleo bajo incluso a la luz de tensiones mayores entre Irán y Arabia Saudita”. Del Financial Times: Oil price to slide towards $20 a barrel, warns Morgan Stanley, Anjli Raval and David Sheppard in London, 11 de enero 2016. 

Pues ayer lunes el proceso se agravó aún más. El petróleo (WTI) bajó a US$ 31.13 por barril y, por diferentes razones, los bancos Morgan Stanley, Goldman Sachs, Citigroup y Bank of America Merrill Lynch, pronosticaron que el precio del petróleo podría bajar hasta US$ 20 por barril. Lo que es peor para el Perú, el cobre rompió la barrera de US$ 2.0 por libra, después de haber encontrado un buen nivel de resistencia a lo largo de las últimas semanas. Ver los siguientes gráficos del Financial Times para ambos commodities durante los últimos tres años: 

Financial Times: Una frenada en China, que lideró el crecimiento de la demanda de petróleo en la última década, ha añadido temores de un menor consumo y una sobre-oferta masiva, incluso después de una caída de su precio de 70% durante los últimos 18 meses. Esto puede llevar a otra ronda de debilidad de los commodities, dice Longson, del Morgan Stanley. “Fuertes temores de un aterrizaje duro de China y de otros mercados emergentes, han sido tomados en cuenta”, añadió Michael Wittner, analista de la Société, el banco francés.

Afortunadamente el oro todavía se resiste a romper la barrera de los US$ 1,000 la onza. Ver el siguiente gráfico del Financial Times de ayer:

Lawrence Summers, en el Financial Times, el 10 de enero 2016, asevera en su artículo: Heed the fears of the financial markets, que los mercados están más volátiles que los fundamentales que pretenden evaluar. “El economista Paul Samuelson dijo bromeando hace 50 años: ‘el mercado de valores ha predicho nueve de las últimas cinco recesiones”.

Agrega Summers: Los mejores ejecutivos manejan sus compañías con un ojo en la rentabilidad de largo plazo, no en el precio diario de sus acciones. Y los hacedores de políticas públicas lo hacen mejor cuando se concentran en fortalecer sus fundamentales económicos, en vez de hacerlo en función de las fluctuaciones diarias de los mercados.

Sin embargo, como los mercados evalúan permanentemente el futuro y agregan los puntos de vista de un inmenso número de participantes, muchas veces dan señales de alarma cuando cambian las condiciones. Los hacedores de políticas que descartan los movimientos del mercado como meras especulaciones, cometen errores graves. Si bien los mercados pueden dar falsas alarmas y no deben ser tomados sin criterio, esencialmente, la sabiduría convencional nunca reconoce la aproximación de tormentas.

Summers: “Las señales deben ser tomadas en serio cuando se mantienen y vienen de muchos mercados. Puede ser concebible que el desarrollo chino refleje sicología de los mercados y pobres reacciones de políticas y, que la respuesta de los mercados globales sea por contagio, pero lo dudo. La contribución de China a la demanda global de commodities bajará”.

“La experiencia sugiere que el mejor indicador de los prospectos futuros de la economía son las decisiones de sus ciudadanos acerca de mantener su capital en el país o exportarlo. La moneda china, el renminbi, está bajo presión porque los chinos estás deseosos de llevar su dinero al exterior. Si no fuera por el uso de reservas del gobierno chino, su moneda habría caído más”.

Dado el tamaño de China y su potencial volatilidad y el poco espacio para medidas monetarias convencionales, el riesgo global para la performance económica de EEUU, Europa y de muchos mercados emergentes, es tan alto como puedo recordar de algún otro momento. Los hacedores de políticas deben esperar lo mejor y planear para lo peor”.

En Lampadia estamos muy atentos a la evolución de los tres precios indicados líneas arriba, los del cobre, oro y petróleo, que configuran de manera muy importante el escenario económico global para el Perú, con largamente más impacto que los movimientos de tasas de interés de la FED (el banco central de EEUU).

Probablemente el impacto más dramático es la rotura de la barrera de los US$ 2.0 por libra del cobre. Lamentablemente, esto puede presagiar mayores dificultades, a las ya existentes para la recuperación de nuestros proyectos mineros. En un escenario más débil de precios, pronto tendremos que considerar, si somos racionales, una revisión completa de las trabas a las inversiones mineras y petroleras. La minería es y seguirá siendo nuestro más importante motor de crecimiento económico, crecimiento al que no podemos renunciar. No olvidemos que un 7% de China equivale a 3.2 veces el PBI anual del Perú y, que por lo tanto, más allá de la coyuntura, debemos apuntar a aprovechar nuestros recursos naturales y generar la alquimia del desarrollo integral. En los últimos años hemos perdido magníficas oportunidades de inversión en importantes proyectos que ahora debieran estar en su fase productiva, generando los recursos que tanta falta nos hacen. Es momento de señalar y denunciar los daños originados por los anti mineros, ya sean los de aquellos ideologizados, los de los acólitos del inconcebible pos-extractivismo o los de los oportunistas de la política barata; así como los de las ciegas y débiles comparsas de la política de turno.  Lampadia