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EEUU se encierra y China se postula al libre comercio

Hasta hace pocos meses, cuando se hablaba de la relación del Asia con occidente, o de China con EEUU, ésta se refería al crecimiento de China y su eventual primer lugar en la economía global. A esos pensamientos y análisis, hay que sumarle hoy día la evolución política, que lleva a EEUU a alejarse del libre comercia, y a China, a pretender liderarlo.

Este proceso ya no se puede entender desde el punto de vista de la retórica occidental. Si el liderazgo económico y político se mueve al Asia, debemos escuchar a los líderes intelectuales del Este.

¿Quién mejor para ilustrarnos sobre esta (nueva) realidad que nuestro conocido intelectual de Singapur, Kishore Mahbubani?

Recordemos que Mahbubani estuvo en Lima el 2009, ver su presentación en Lampadia. El escribió en “The New Asian Hemisphere” (El Nuevo Hemisferio Asiático) y en The Great Convergence (La Gran Convergencia), su tratado sobre la necesidad de que la geopolítica global vaya tendiendo hacia la convergencia entre occidente y oriente. Lamentablemente, lo que está sucediendo es todo lo contrario. Líneas abajo compartimos el artículo que Mahbubani preparó para la actual edición del World Economic  Forum.

Fuente: www.world-governance.org

Mahbubani, propone actualizar las instituciones mundiales —Naciones Unidas, las instituciones de Bretton Woods, la OMC— adaptándolas a la ascensión del resto e, igualmente, actualizar el pensamiento de Occidente, “En lugar de tratar constantemente de retener el control del mundo, Occidente debe aprender a compartir el poder. A los asiáticos se les debe permitir dirigir el FMI y el Banco Mundial. Igualmente importante, los expertos occidentales deben abandonar su condescendencia tradicional al hablar del resto. Las entidades asiáticas emergentes, como China, la India y la ASEAN, deben ser tratadas con más respeto. La India debería ocupar inmediatamente un lugar en el Consejo de Seguridad de la ONU, con el Reino Unido y Francia a un lado.”

“Todo esto suena inconcebible para muchas mentes occidentales. Pero hasta hace poco, era también inconcebible que el resto pudiera ser más optimista que Occidente. Occidente debe ahora hacer lo inconcebible para prepararse para el inevitable mundo inconcebible.”

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Fuente: www.theamericanconservative.com

Lo que defiende Mahbubani no es crear nuevas instituciones que consagren el traslado mundial de poder, sino remediar el “déficit democrático” del sistema antiguo. Mientras que el populismo aumenta en Occidente, (dando como resultado situaciones como Trump y el Brexit), no ha surgido en las regiones más pobladas de Asia y África. Y, como resalta Mahbubani, “Occidente sólo representa el 12% de la población mundial. El 88% restante vive fuera de Occidente. Y sus condiciones de vida (con excepción de algunos países árabes y Corea del Norte) nunca han sido mejores.”

De esta manera, Mahbubani propone una convergencia y una mayor democracia global, al igual que Niall Ferguson en ‘Civilización: Occidente y el resto’ donde propone la idea de que el formidable progreso económico de China irá abriendo el camino a la democracia política. Mahbubani aboga por un proceso de convergencia. Ver sus ideas al respecto en Lampadia: WEF: ¿Se detendrá la gobernanza global en un mundo multipolar? y Mahbubani: “No nos equivoquemos con China”

Lo que se necesita es un verdadero compromiso global. Esto implica que ningún país establezca la agenda mundial y que la gobernabilidad se vuelva más difusa. Esto crea un “orden” mundial multipolar, donde el control de los recursos se concentra en diferentes centros de poder, cuyo peso económico se ve reforzado por los acuerdos comerciales intra-regionales.

¿Cómo, entonces, se podría asegurar la gobernabilidad global en un mundo multipolar?  “A medida que el mundo se vuelve cada vez más pequeño, necesitamos una mejor gobernanza mundial”, afirma Kishore Mahbubani.

En Lampadia seguimos a Mahbubani desde hace varios años. Nuestro país no tiene una vocación internacionalista y estamos bastante lejos de seguir los acontecimientos globales, pero los movimientos tectónicos que pasan por nuestros ojos, deben llevarnos a desarrollar una mejor visión de los hechos y a estar preparados para participar en el diseño de las políticas globales, como pronto, seguramente, va a ser necesario. Lampadia

Sí, este es el siglo del Asia.

Pero todavía hay motivos para el optimismo de occidente

An illuminated cube bearing the Chinese flag is seen in the entrance foyer of the London Stock Exchange in London

La ascensión de Asia. Eso no significa que Occidente tenga que ser pesimista
Fuente: REUTERS / Peter Nicholls

Kishore Mahbubani, 
Decano de la Escuela Lee Kuan Yew de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Singapur
Foro Económico Mundial
13 de enero de 2017
Traducido y glosado por
Lampadia

 

La gran cuestión de nuestro tiempo es simple: ¿debemos, todos los 7 mil millones de nosotros, sentirnos optimistas o pesimistas sobre el futuro de la humanidad?

La respuesta del mundo está dividida. Muchas sociedades occidentales se están ahogando en el pesimismo. Por el contrario, el resto nunca ha sido más optimista. Esto representa una inversión del patrón de los siglos anteriores, donde Occidente siempre fue más optimista. ¿Qué ocurrió? ¿Y qué nos dicen los hechos?

Los hechos son claros. La condición humana nunca ha estado mejor. La pobreza mundial está disminuyendo constantemente. En 2015, superamos ampliamente el Objetivo de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas de reducir a la mitad la pobreza mundial. Según la NIC, la pobreza extrema podría reducirse a la mitad para el año 2030.

Las clases medias globales están explotando: de 1,800 millones en 2010 a 3,200 millones en 2020 y 4,900 millones en 2030. La tasa de mortalidad infantil mundial ha disminuido de un estimado de 60 muertes por mil nacimientos en 1990 a 32 en 2015. Esto se traduce en más de 4 millones de muertes infantiles menos por año. Si fuéramos racionales y objetivos, estaríamos celebrando la condición humana actual.

La auto-contemplación de Occidente

¿Por qué no celebramos? Una respuesta simple es que los intelectuales occidentales que dominan el discurso intelectual global sólo son conscientes de los desafíos a corto plazo de sus sociedades, no de las promesas globales a largo plazo. Francis Fukuyama ilustra esto bien. En un ensayo escrito después de la elección de Donald Trump, dice: “La derrota electoral de Hillary Clinton ante Donald Trump marca un hito, no sólo para la política estadounidense, sino para todo el orden mundial. Parece que estamos entrando en una nueva era de nacionalismo populista, en la que el orden liberal dominante que se ha construido desde la década de 1950 ha sido atacado por las mayorías democráticas enojadas y energizadas. El riesgo de caer en un mundo de nacionalismos competitivos e igualmente enojados es enorme, y si esto sucede, marcaría una coyuntura tan trascendental como la caída del Muro de Berlín en 1989. “[Nota: énfasis añadido.]

Por favor, estudiemos cuidadosamente sus palabras. El está confundiendo la condición de Occidente con la condición del mundo. Es cierto que el populismo ha aumentado en Occidente. Eso explica a Trump y el Brexit (y posiblemente Le Pen). Pero no ha surgido en las regiones más pobladas de Asia y África.

Más importante aún, Occidente sólo representa el 12% de la población mundial. 88% vive fuera de Occidente. Y sus condiciones de vida (con excepción de algunos países árabes y Corea del Norte) nunca han sido mejores.

Tomemos tres de los países más poblados de Asia: China, India e Indonesia. Las vidas de casi 3 mil millones de personas en estos países nunca han sido mejores. Y van a mejorar mucho en las próximas décadas, como muestra el gráfico.

La década de 2010 a 2020 es probablemente la mejor década que Asia haya experimentado. La población de clase media asiática va a pasar de 500 millones en 2010 a 1,750 millones en 2020. En resumen, Asia va a añadir 1.5 veces la población total de Occidente a la población de clase media mundial en una década.

¿Por qué está pasando esto? Una respuesta simple es el triunfo de la razón. La difusión de la ciencia y la tecnología occidentales lo demuestra más claramente. En el nivel más básico, los seres humanos en todo el mundo pueden ver los beneficios de la medicina occidental moderna. Como resultado, la razón está reemplazando a la superstición. En todas las esferas de la vida humana, desde las políticas económicas hasta la gestión ambiental, desde la educación hasta la planificación urbana, las prácticas óptimas occidentales están siendo adoptadas casi universalmente por todas las sociedades.

Entonces, ¿por qué todo el pesimismo?

Si el mundo está mejorando, ¿por qué el Oeste se vuelve más pesimista? La respuesta simple es que Occidente ha seguido una estrategia profundamente defectuosa desde el colapso de la Unión Soviética en 1991. Al igual que los defensores británicos de Singapur en la Segunda Guerra Mundial, apuntaron sus armas al mar en el Sur cuando los japoneses vinieron por tierra desde el Norte.

Para dejar este punto aún más claro, Occidente pensó que había ganado una colosal y épica lucha con su dramática victoria en la Guerra Fría. Como resultado, no se dio cuenta de que, al mismo tiempo, una lucha aún mayor había comenzado con el “retorno” de Asia. China decidió volver a unirse a la economía mundial en los años ochenta. La India lo hizo en los años noventa. El regreso de 3 mil millones de asiáticos, obviamente, iba a sacudir la economía global. Occidente no se dio cuenta.

No se dio cuenta porque las mentes occidentales estaban intoxicadas con un opiáceo insalubre de triunfalismo. El famoso ensayo de Francis Fukuyama “El Fin de la Historia” capturó este error. Como resultado, Occidente desarrolló una estrategia intervencionista defectuosa hacia el resto. Muchas de las intervenciones llevaron al desastre. Michael Mandelbaum señala que “el historial de la administración Clinton no fue alentador: prometió el orden en Somalia y lo dejó en caos. Fue a Haití para restaurar la democracia y la dejó en anarquía. Bombardeó Bosnia por el bien de la unidad nacional, pero presidió una partición de facto”.

Y el 11 de septiembre empeoró las cosas. Sedujo a los asesores neoconservadores de George W. Bush para invadir Irak, después de invadir Afganistán. Una década más tarde, los europeos vieron a dos tercios de sus refugiados proceder de tres países: Irak, Afganistán y Siria.

Pero ese no era el verdadero desastre. Mientras que los pensadores estratégicos occidentales estaban distraídos, no vieron que el acontecimiento más importante en 2001 no fue 9/11. Fue la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio. La entrada de casi mil millones de trabajadores al sistema comercial mundial obviamente daría como resultado una masiva “destrucción creativa” y la pérdida de muchos puestos de trabajo.

Trump y Brexit son, por lo tanto, los resultados naturales y lógicos de una estrategia occidental defectuosa de no tratar con los desafíos económicos reales a Occidente. Mientras Occidente estaba distraído, China emergió. Según las estadísticas del FMI, en 1980, en términos de PPP, la participación de EEUU en el PBI mundial era del 25%, mientras que la de China era del 2.2%. En 2016, la participación de Estados Unidos se ha reducido a 15.5%, mientras que la de China ha aumentado a 17.9%.

El declive relativo de Occidente

Por lo tanto, hay razones estratégicas sólidas para el pesimismo occidental: de 1820 a aproximadamente 1980, el poder económico occidental creció de manera constante o mantuvo una enorme posición dominante a nivel mundial. En las últimas tres décadas, el PBI combinado de América del Norte y Europa Occidental se redujo de 51.5% en 1990 a 33.45% en 2014.

Un cambio estratégico aún más destructivo sucedió al mismo tiempo. Mientras que los trabajadores en Occidente sufrieron pérdidas de empleo y el deterioro de los ingresos, la élite occidental se convirtió en súper ricos de la globalización acelerada y el regreso de Asia.

RW Johnson describe bien cómo sufrieron los trabajadores estadounidenses: “Entre 1948 y 1973, la productividad aumentó un 96.7% y los salarios reales un 91.3%, casi exactamente al mismo paso. Eran los días de abundantes empleos en el acero y la industria automotriz cuando los trabajadores podían permitirse enviar a sus hijos a la universidad y verlos ascender a la clase media. Pero de 1973 a 2015 -la era de la globalización, cuando muchos de esos puestos de trabajo desaparecieron en el extranjero- la productividad aumentó un 73.4%, mientras que los salarios aumentaron sólo un 11.1%. Desde 2000, los salarios pagados a los graduados universitarios han caído. “

Una razón para ser optimista

Las preguntas existenciales que Occidente enfrenta hoy en día son bastante simples. ¿Está todo perdido? ¿Disminuirán constantemente el poder y la influencia occidental? ¿O hay esperanza para Occidente? ¿Puede beneficiarse también del resurgimiento del resto?

La respuesta simple es que Occidente puede beneficiarse de la oleada del resto. 12% de la población mundial puede ser arrastrada por el restante 88%. Para lograr esto, los líderes occidentales y expertos necesitan hacer muchos ajustes psicológicos significativos.

En lugar de tratar constantemente de retener el control del mundo, Occidente debe aprender a compartir el poder. A los asiáticos se les debe permitir dirigir el FMI y el Banco Mundial. Igualmente importante, los expertos occidentales deben abandonar su condescendencia tradicional al hablar del resto. Las entidades asiáticas emergentes, como China, la India y la ASEAN, deben ser tratadas con más respeto. La India debería ocupar inmediatamente un lugar en el Consejo de Seguridad de la ONU, con el Reino Unido y Francia a un lado.

Todo esto suena inconcebible para muchas mentes occidentales. Pero hasta hace poco, era también inconcebible que el resto pudiera ser más optimista que Occidente. Occidente debe ahora hacer lo inconcebible para prepararse para el inevitable mundo inconcebible. Lampadia

 




Sobra el acero pero insistimos en el concreto

Acabamos de leer en The Economist un artículo sobre la industria del acero, en el que describen las fusiones que están en proceso en China, que sin embargo, difícilmente resolverían la sobre capacidad de esta industria básica.

Es evidente, que una industria que sufre de un desequilibrio estructural puede caer en comportamientos disfuncionales que afecten a los jugadores más pequeños. Por ejemplo, la sobre-producción china genera mecanismos de exportación de excedentes para los cuales pueden recurrir a prácticas comerciales indebidas, como el dumping. Sin embargo, esta medida debe ser combatida con las reglas de la OMC (Organización Mundial del Comercio), señalando al productor individual y no al país, como se hizo en el Perú en el caso de las confecciones.

Pero, ¿que puede hacer un país como el Perú para evitar los perjuicios de una alteración tan fuerte en una industria como la del acero y, además, aprovechar las circunstancias?

En abril del 2015, publicamos en Lampadia un artículo sobre cómo hacer uso efectivo del acero acelerando el desarrollo de las infraestructuras. Ver: Necesitamos un Estado más efectivo en el Perú y en Lima – Sobre túneles, bypass y puentes de acero. Entonces comentamos que el gobierno hablaba de construir 400 puentes y que como se hacía en Bruselas, Bélgica, se podían construir puentes urbanos de acero que facilitaran su desarrollo.

Pues ahora, el gobierno de PPK habla de la necesidad de construir miles de puentes. ¿Por qué no hacerlos de acero y acortar los períodos de construcción y bajar sus costos? Pues tal vez no se les ha ocurrido. Los puentes urbanos podrían incluso generar concursos arquitectónicos para su diseño. Por ello ahora publicamos el informe de The Economist que nos da una buena idea sobre los problemas de la industria y reiteramos nuestra idea de ser prácticos, promovamos la construcción de puentes de acero.

Una fusión de acero en China

Soldando campanas

¿Cortará China el exceso de capacidad en la industria del acero?

The Economist

24 de setiembre de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

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Hay mucho más de donde vino todo esto

Pocas industrias están en peor estado que el sector siderúrgico de China. Años de sobre-inversión y enfriamiento de la economía han causado un gran exceso de suministro. La capacidad de fabricación de acero crudo de China alcanzó un nivel récord de 1.2 millones de toneladas a finales de 2015. Los fabricantes de acero perdieron alrededor de US$ 10,000  millones el año pasado, con más del 90% de las pérdidas procedentes de las empresas estatales.

Este es el trasfondo de la noticia del 20 de septiembre pasado, donde se afirmaba que dos empresas siderúrgicas estatales, Baosteel y Wuhan Iron and Steel, se van a unir. Las dos empresas están lejos de ser iguales. Wuhan se encuentra en dificultades financieras; Baosteel, que tiene tres veces más ingresos y está mejor administrada, probablemente se haya visto obligada a aceptar el trato. El brazo de la empresa más grande emitirá acciones y absorberá la división de Wuhan. También se espera que las empresas matrices se fusionen. El coloso resultante, que los medios de comunicación chinos han llamado Baowu, tendrá más de US$ 100 mil millones en activos. Producirá 60 millones de toneladas de acero al año, por lo que sólo será superada por ArcelorMittal de Luxemburgo.

La razón para festejar esta noticia es que el acuerdo podría desatar una ola de consolidación. Hay unas 200 empresas de acero en la parte continental. Otros países a menudo acusan a China de hacer ‘dumping’ de acero barato en el mercado mundial; argumentos que surgieron nuevamente en la reciente cumbre del G-20 en Hangzhou. A pesar de las promesas oficiales de racionalizar la industria, las fábricas de China produjeron más de 100 millones de toneladas en junio; las exportaciones crecieron en casi una cuarta parte. La feroz competencia resultante erosiona los márgenes para todos. El padrinaje local y los subsidios impiden que los perdedores desaparezcan.

Las noticias del acuerdo de esta semana provocaron un renovado interés en otra fusión, Bengang Steel Plates y Angang Steel, debatida por primera vez hace más de una década. Ambas firmas suspendieron la cotización de sus acciones y negaron cualquier plan de fusión. También se especuló que Hebei Iron & Steel Group y Shougang Group, dos empresas de propiedad estatal en el norte de China, podrían fusionarse creando otro campeón nacional.

Incluso si, como parece probable, ocurren un par de fusiones más, el escepticismo es justificable. Si los funcionarios obligan a las empresas más fuertes a absorber las fábricas menos rentables, en lugar de cerrarlas, pueden crear grandes empresas, pero más débiles. Un registro de las políticas fallidas en la industria del acero, sugiere que la promesa de una reducción de las capacidades que ofrecen las fusiones puede estar vacía de contenido. Esto es especialmente cierto en los casos de Baosteel y Wuhan, donde recientemente ambos han empezado a sustituir las plantas más antiguas con una nueva capacidad de fabricación de acero; lo que sería muy difícil de parar.

El gobierno afirma que, naturalmente, se toma muy en serio el eliminar el exceso de capacidad en los sectores industriales, incluso en el del acero. Pero de vez en cuando reconoce lo obvio. En mayo, a un funcionario chino se le escapó que, de hecho, no ha habido “ninguna mejora en el exceso de capacidad”. El acuerdo Baowu podría proporcionar una plantilla para la reforma de todo el sector del acero, pero sólo si se hace correctamente. Como dijo un veterano ‘hombre de acero’ en China: “el diablo está en los detalles, y ahora tenemos la oportunidad de ver algunos de los detalles”.

Lampadia




El rol del Comercio en la Eliminación de la Pobreza

El rol del Comercio en la Eliminación de la Pobreza

El Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) acaban de publicar en conjunto el documento: “The Role of Trade in ending Poverty” (El rol de comercio en la eliminación de la pobreza).

Las experiencias del Perú, alejado del comercio internacional hasta los años 80 y la más reciente, integrados comercialmente al mundo global desde mediados de los años 90 y, después de haber desarrollado tratados de comercio con el 90% de nuestros socios comerciales durante la primera década del siglo XXI, debería ser suficientemente aleccionadora e ilustrativa para los peruanos.

Las relaciones causa-efecto del alejamiento del comercio internacional con el empobrecimiento generalizado del país hasta 1990 y la gran recuperación de la economía, una vez integrados al comercio, son nítidas y contundentes: nuestra apertura comercial ha ido de la mano con un crecimiento y diversificación espectaculares de nuestras exportaciones, un crecimiento alto y sostenido de la economía, una acelerada reducción de la pobreza y la desigualdad y de muchos otros indicadores sociales. (Ver en Lampadia: Las cifras de la prosperidad).

El año 90 exportamos por todo concepto US$ 3,320 millones. El año 2014 exportamos US$ 39,252 millones, de los cuales US$ 4,205 millones fueron en agroexportaciones, US$ 1,800 millones en textiles, US$ 1,515 millones en productos químicos, US$ 77 millones en maquinaria  y equipo industrial, US$ 1,155 millones en productos pesqueros y US$ 20,410 millones en productos mineros, entre otros.

Lamentablemente, en el Perú, en algunos círculos académicos, intelectuales y políticos, se sigue cuestionando el rol del comercio internacional. Por ello esta publicación del BM y de la OMC es tan oportuna y relevante. Sobre todo a luces del próximo proceso electoral, en el que los peruanos deberemos elegir nuevas autoridades con la mejor información posible sobre las principales políticas públicas. Y la apertura comercial es una de ellas.

Líneas abajo presentamos los aspectos más importantes del resumen ejecutivo de la publicación indicada, el enlace a nuestra traducción de dicho resumen y el enlace a la publicación completa en ingles. Próximamente seguiremos analizando los distintos aportes de este importante trabajo.

Resumen Ejecutivo: El rol de comercio en la eliminación de la pobreza

Traducido y glosado por Lampadia

La expansión del comercio internacional ha sido esencial para el desarrollo y la reducción de la pobreza. La economía actual es incuestionablemente global. El comercio como proporción del PBI mundial se ha duplicado desde 1975. Los mercados de bienes y servicios se han integrado cada vez más a través de una caída de las barreras comerciales, con la ayudade la tecnología en la reducción de los costos del comercio. Pero este no es un fin en sí mismo. La gente mide el valor del comercio en la medida en que ofrezca mejores condiciones de vida, mayores ingresos, mejores posibilidades de elección, y un futuro más sostenible, entre otros beneficios. Para los pobres extremos que viven con menos de 1.25 dólares al día, el valor central del comercio está en su potencial para ayudar a transformar sus vidas y las de sus familias. De esta manera, no hay duda de que la integración de los mercados globales a través de la apertura comercial ha brindado una contribución fundamental para la reducción de la pobreza. El número de personas que viven en la pobreza extrema en todo el mundo se ha reducido en alrededor de mil millones desde 1990. Sin una mayor participación de los países en desarrollo en el comercio internacional y los sostenidos esfuerzos para reducir las barreras a la integración de los mercados, habría sido muy difícil lograr esta reducción.

El comercio puede seguir desempeñando un papel clave en la reducción de la pobreza.

En 2011 (el año más reciente del que se tienen datos completos), alrededor de mil millones de personas permanecían en la pobreza extrema – un poco menos de 15 % de la población mundial. El Grupo del Banco Mundial ha adoptado la meta de reducir esta cifra a menos del 3 %al 2030, y es prominente en las discusiones de este año sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible post-2015.

Este informe tiene tres mensajes clave:

  1. Un esfuerzo sostenido para enfatizar que la integración económica y una mayor reducción de los costos del comercio son esenciales para acabar con la pobreza. Se necesitará un fuerte crecimiento en los países en desarrollo para lograr erradicar la pobreza, y el comercio es un elemento fundamental del crecimiento.
     
  2. La reducción de las barreras arancelarias y no arancelarias entre los países son elementos esenciales de este programa, pero esto debe formar parte de un enfoque más amplio que reconozca las limitaciones que sufre la extrema pobreza (y para muchos, su desconexión de los mercados) si quieren beneficiarse del comercio. Esto incluye los desafíos que enfrentan las mujeres, los campesinos pobres, los que pertenecen a la economía informal, y aquellos de estados en conflictos.
     
  3. La OMC y del BM han hecho contribuciones sustanciales al comercio y la reducción de la pobreza. Sin embargo, queda mucho más por hacer para poner fin a la pobreza.

El comercio puede reducir la pobreza aumentando el crecimiento. A pesar de que las causas de la pobreza son multidimensionales, el requisito básico para la reducción sostenida de la pobreza es el crecimiento económico. La apertura al comercio aumenta el PBI de un país, ya que le permite utilizar sus recursos de la manera más eficiente mediante la especialización en la producción de los bienes y servicios que se puede producir de forma más barata, e importando los demás.

La mayor integración de la economía mundial ha sido un factor fundamental detrás de la reducción de la pobreza lograda hasta ahora. Y la integración será tan (si no más) importante en el camino hacia 2030. Un mensaje clave de este informe es la necesidad de aumentar los esfuerzos para mantener el comercio mundial abierto y hacer más para reducir los costos del comercio, mediante la integración de los mercados.

Sin embargo, el crecimiento por sí solo puede no ser suficiente para lograr el fin de la pobreza para el año 2030. Según las últimas proyecciones del Banco Mundial,del crecimiento global al 2030, es poco probable que el crecimiento sea lo suficientemente alto en todos los países en desarrollo como para reducir la pobreza al objetivodel 2030.Los países en desarrollo tendrían que crecer a un promedio de 4% anual – una tasa de crecimiento aún más alta que durante la década de 2000 y muy superior a la de los años 1980 y 1990.

Los pobres extremos enfrentan numerosas limitaciones que dificultan su capacidad para beneficiarse de ganancias económicas más amplias. Una característica novedosa de este informe es el vínculo establecido entre los retos que enfrentan las personas que viven en la pobreza extrema y su capacidad de beneficiarse del comercio, un motor clave del crecimiento. El informe describe cuatro características principales de los pobres que tienen un impacto particularmente fuerte en su capacidad para extraer todos los beneficios potenciales del comercio: la pobreza rural; la fragilidad y conflicto; la informalidad; y el género.

Cada una de estas cuatro características moldea el entorno en que viven los pobres extremos, y constriñe que se beneficien de las oportunidades comerciales. La pobreza en muchas partes del mundo (sobre todo en el África subsahariana, donde el reto de acabar con la pobreza extrema es mayor) es un fenómeno sorprendentemente rural.

Los riesgos que enfrentan los pobres también afectan su capacidad para beneficiarse de las oportunidades comerciales. Los principales riesgos que enfrentan los pobres a través de cada una de las cuatro dimensiones de la pobreza incluyen cambios económicos, ajustes del mercado laboral y la vulnerabilidad a los fenómenos meteorológicos y el cambio climático. Al mismo tiempo, los pobres a menudo carecen de acceso a los instrumentos y el apoyo necesario para mitigar estos riesgos (cosas que las personas en los países avanzados dan por sentado, como los seguros y seguridad social). Cuando los pobres se enfrentan a riesgos, pueden ser incapaces de adoptar estrategias que les permitan aprovechar al máximo las oportunidades de comercio, incluso cuando estas estrategias serían beneficiosas. 

Si bien los desafíos y riesgos que enfrentan los pobres extremos son considerables, las oportunidades son grandes. El comercio transfronterizo aumenta los ingresos de los productores agrícolas y comerciantes de los países pobres.

El mayor impacto en la reducción de la pobreza vendrá a través de un enfoque coherente que reduzca los costos del comercio de una manera que maximice los beneficios para los pobres extremos. Las políticas que se centran en la reducción de las barreras arancelarias y no arancelarias entre los países son elementos esenciales, pero deben formar parte de un enfoque más amplio. Sólo un enfoque holístico, que también incorpore una serie de medidas específicas localizadas, puede entregar las ganancias necesarias para poner fin a la pobreza mundial.

Este informe ofrece cinco áreas inter-relacionadas y complementarias de políticas que pueden ser consideradas por los países y la comunidad internacional en la aplicación de este enfoque:

  • La reducción de los costos comerciales para una mayor integración de los mercados.

  • Mejorar el entorno. Para lograr esto se requiere una mayor cooperación entre los sectores, una mejor coordinación entre los ministerios y agencias gubernamentales, y que una gama más amplia de partes interesadas en trabajar juntos de manera efectiva.
  • Intensificar el impacto de las políticas de integración en la pobreza. Traer un mayor enfoque en la lucha contra la lejanía de los mercados a nivel sub-nacional, y facilitar las actividades de los comerciantes pobres y pequeños, puede ayudar a mejorar los beneficios para los pobres, especialmente en las zonas rurales.
  • Gestionar y mitigar los riesgos que enfrentan los pobres. Es necesario enfocarse más en la gestión de los riesgos existentes que los pobres enfrentan. La gestión eficaz del riesgo puede ser un poderoso instrumento para el desarrollo, a través de la construcción de la capacidad de recuperación de los pobres a los efectos de los eventos adversos.
  • Mejorarla data y el análisis para las medidas políticas. Se requiere una mejor información para el diseño e implementación de políticas efectivas para maximizar los beneficios de reducción de la pobreza con el comercio.
 
 
 



El futuro de las micro-empresas electrónicas

El futuro de las micro-empresas electrónicas

Jack Ma, fundador del gigante del comercio electrónico Alibaba Group y ahora el hombre más rico de China, participó en la 45ª Reunión Anual del Foro Económico Mundial en Davos en febrero de este año 2015. En su entrevista, compartió que su visión es la de atender a 2 mil millones de consumidores y ayudar a que más de 10 millones de pequeñas empresas fuera de China vendan sus productos a través de internet .

Jack Ma dijo que en la actualidad cuenta con 300 millones de personas que realizan transacciones a través de sus portales web, y que alrededor de un tercio de ellos hacen  alrededor de 60 millones de transacciones diarias (10 millones corresponden a pequeñas empresas),  la mayoría dentro de China.

He estado pensando en cómo podemos hacer de Alibaba una plataforma global para las pequeñas empresas de todo el mundo“, dijo. “Mi visión es, si podemos ayudar a un pequeño negocio en Noruega a vender cosas en Argentina, y que los consumidores de Argentina puedan comprar cosas en línea de Suiza, entonces podemos construir una “e-OMC”. La Organización Mundial del Comercio (OMC) es grande, pero se ha quedado en el pasado. Hoy en día, Internet puede ayudar a las pequeñas empresas a vender sus productos a través de los océanos. Espero que podamos atender a 2 mil millones consumidores y ayudar a 10 millones de pequeñas empresas fuera de China”.

Ma afirmó que le gustaría ver a Alibaba superar a Walmart en ventas en 10 años. Se prevé que Alibaba reportará unos ingresos de US$ 13 mil millones para el 2015. Junto con su gran visión de su empresa de e-commerce, Ma también dijo a los participantes que su éxito viene con una pesada responsabilidad de asegurarse de que su equipo y él estén a la altura de la confianza pública. “Para el comercio electrónico, lo más importante es la confianza”.

Añadió que su deseo de tener éxito se debe a su deseo de ser una inspiración para los jóvenes en China. “Si somos capaces de tener éxito, el 80% de los jóvenes en China puede tener éxito”, dijo, y agregó que, como él, no tienen el beneficio de la riqueza heredada.

Ma también explicó qué sus primeros fracasos fueron los que lo fortalecieron en su determinación para lograr el éxito. “Postulé a Kentucky Fried Chicken; 24 personas fueron a la entrevista, 23 fueron aceptados. Yo fui al único que rechazaron “, dijo. La Universidad de Harvard también lo rechazó 10 veces. “Me dije a mí mismo, algún día voy a enseñar allí.”

Su impresionante visión lo ha llevado a plantear una plataforma de comercio electrónico que proporciona la logística y las soluciones de pago para que los consumidores chinos puedan comprar productos de las pequeñas empresas de todo el mundo. Se requiere una mayor liberalización del comercio y la plena convertibilidad de la moneda china para poder trabajar sin problemas.

China ha mantenido, hasta ahora, estrictos controles de capital con el fin de mantener un alto nivel de control sobre el sistema bancario, el tipo de cambio, y la economía en general. Ma considera que podría tomar entre cinco y ocho años lograr persuadir al gobierno chino para ajustar las reglas del comercio y de divisas y establecer una plataforma de comercio totalmente electrónica.

Este cambio en el comercio mundial tiene que aprovecharse en el Perú.  Los nuevos avances tecnológicos y el aumento en las oportunidades de interconexión traerían muchos beneficios. Nos toca adoptar esta visión y prepararnos para aprovecharla. En el Perú ya se han creado clusters de autodidactas en los temas de software y hardware, como el de “Wilson” en el centro de la capital o el electromecánico de ATEM en los Olivos. Además Arequipa ya cuenta con un clúster tecnológico y tiene el potencial de convertirse en el ´Silicon Valley´ peruano. Pero el Perú “formal” (Estado y academia), no ha hecho nada por acercarse a ellos, por ejemplo, con el afán de empoderarlos mediante capacitación complementaria o de proteger sus derechos de propiedad. Solo se les persigue con el chicote de una formalidad que los incapacita al romper su ciclo de capitalización, dado el costo de las regulaciones actuales, que ante una eventual formalización les crea contingencias impagables sobre el pasado que vivieron fuera del sistema. (Pedro Olaechea, llama a esta trampa, “el valle de la muerte”).

Sin embargo, para masificarla rápida creación de empresas tecnológicas se necesita algo más: aceleradores (Ver en L: El poder democratizador de la tecnología). Esto se refiere a las universidades, responsables de la educación y la capacitación de los futuros emprendedores y empresarios, líderes innovadores, para que estén aptos y puedan aprovechar estas nuevas oportunidades de la globalización, que nuestro nuevo mundo pone a su disposición. Lampadia




Cumbre del G-20 en perspectiva

Cumbre del G-20 en perspectiva

A mediados de noviembre, en la cumbre del G-20 en Brisbane, Australia, los líderes de los países miembros se reunieron para buscar avances significativos en temas claves para la recuperación de la economía mundial. Ellos se han comprometido principalmente a estimular el crecimiento del empleo, reforzar las instituciones financieras mundiales y hacer frente al cambio climático. Posteriormente, la OECD ha calificado la situación de la Eurozona como muy delicada.

Veamos los principales temas tratados en la cumbre:

1. El crecimiento económico mundial

La desaceleración económica llevará el crecimiento mundial a apenas 3% este año, el peligro de la deflación de la eurozona (con una inflación de solo 0.2%) y la recesión del Japón, son muestras claras de la debilidad actualde la economía. Como afirma El País, “una caída persistente y prolongada de los precios [deflación] haría más difícil aún pagar la deuda, desincentivaría el consumo y la inversión empresarial.  El resultado: otra recesión y más desempleo”. En octubre,el Fondo Monetario Internacional redujo su proyección para el crecimiento económico mundial del 2015 a 3.8%.

Los miembros del G-20 se han comprometido a incrementar su producción en  un 2.1 % adicional hacia el 2018. Su estrategia para lograr este objetivo es a través de reformas de política interna llamadas “Plan de Acción de Brisbane”. Se basa en iniciativas para impulsar la inversión, el empleo, la competencia y el comercio. Esto también sería beneficioso para las economías que no pertenecen al G-20,ya que, de lograrse la meta, crecerían un 0.5 % extra.

Las medidas para impulsar el crecimiento difieren caso a caso. Estados Unidos, el más fuerte entre los países avanzados, está volviendo más laxa su política monetaria. Además, Europa y Japón están agregando más estímulo para evitar la deflación, pero largamente por debajo de lo necesario, según Martin Wolf.

Christine Lagarde, directora del FMI, afirmó que, a fin de evitar la “mediocridad” de bajo crecimiento, baja inflación, altas tasas de desempleo y alta deuda, deben usarsetodas las herramientas. “Eso incluye no sólo la política monetaria, que se está utilizando de manera significativa, particularmente en la zona del euro, sino también la política fiscal, las reformas estructurales y, en determinadas condiciones, la infraestructura.”

2. Inversión en Infraestructuras

El medio para relanzar la economía mundial y para impulsar el PBI del G20 por encima de las pesimistas previsiones de todos los organismos multilaterales es mediante inversión pública y privada en grandes proyectos de infraestructuras. Se acordó poner en marcha una iniciativa para desbloquear la financiación privada de la inversión en infraestructuras en el mundo, incluyendo la creación de un Hub Global de Infraestructura (un centro que facilitará el mejor intercambio de información y la colaboración entre el sector privado, los gobiernos, los bancos de desarrollo y organizaciones internacionales en la inversión en infraestructura) para enfrentaruna brecha de US $ 70,000 mil millones, que debe cubrirse hacia el 2030.

Como afirmó el Primer Ministro de Singapur, Lee Hsien Loong:”Cuando se combina con nuevas tecnologías, podemos utilizar una infraestructura inteligente que le permita a las ciudades emergentes superar a las más desarrolladas y elevar la calidad de vida de nuestros ciudadanos”. También destacó la importancia de las recientes iniciativas multilaterales, diciendo que nuevos jugadores, como el flamante Banco de Inversión en Infraestructura de Asia, deben trabajar con el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo para asegurar estándares altos y cumplir con las inmensas necesidades de infraestructuras.

3. La liberalización del comercio

El comercio se ha vuelto cada vez más restrictivo y se viene desacelerando significativamente en los últimos años, afectando el ritmo de crecimiento económico. En los dos últimos, el comercio mundial creció un promedio de 2.2%, mientras que la economía lo hizo en 3.4%, según la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el FMI.

Para estimular el crecimiento, se debe luchar contra el proteccionismo y facilitar el comercio. El G-20, que representa alrededor del  85% de la economía y el 80% del comercio mundial, se ha comprometido a poner fin a las medidas que obstaculizan el comercio, pero hasta ahora los resultados muestran permanentemente lo contrario.

Según esta última cumbre, el aumento del comercio mundial será un requisito importante para lograr un crecimiento sostenido. Este tema fue uno de los principales objetivos del G-20 desde la crisis del 2008, pero siempre se quedaron en el papel.

4. Regulación financiera

Se aprobó la necesidad de incrementar el capital de los bancos globales de importancia sistémica, con el objetivo de poner fin a la amenaza de “demasiado grande para quebrar”, para evitar el riesgo de provocar reacciones en cadena. Esta mejora regulatoria deja la responsabilidad en manos de los inversionistas y reduce la de los Estados.

5. Cambio Climático          

El cambio climático no estuvo oficialmente en la agenda, pero por su importancia se destacó la necesidad de financiar US$ 3 mil millones al Fondo Verde del Clima (Green Climate Fund), un fondo en el marco de la ONU que tiene como objetivo redistribuir el dinero de los países desarrollados a los países en desarrollo, con el fin de ayudar a los países en desarrollo de prácticas de adaptación y mitigación para contrarrestar el cambio climático.

6. Energía

La cumbre tuvo, por primera vez, una sesión dedicada a las cuestiones energéticas. Se acordó que la energía sería uno de los temas principales de la agenda del G-20, a revisarse el 2015.

7. Igualdad de  Género

La cumbre logró un compromiso para cerrar la brecha de participación laboral femenina en un 25 %al 2025. Esto traería unas 100 millones de mujeres adicionales a la fuerza laboral.

Estas medidas tomadas por el G-20 tienen como objetivo solucionar la desaceleración de la economía global que, a su vez, brindarían un clima de inversión y crecimiento, que esperemos cree un mejor ambiente externo para el crecimiento del Perú. Lampadia




TPP: mirando hacia el Asia y el Pacífico

TPP: mirando hacia el Asia y el Pacífico

El Director General de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Roberto Azevedo, confirmó que los representantes de los países miembros de la OMC no fueron capaces de llegar a un acuerdo para retomar el impulso de un acuerdo comercial global la semana pasada, previo a la cumbre de ministros que se sostendrá la siguiente semana en Bali. Con ello, la OMC acumula más de 12 años de intentos fallidos para relanzar el desarrollo del  sistema comercial multilateral después del fracaso de la ronda de Doha. Frente a esta situación, los países que buscan abrirse al comercio han encontrado alternativas a través de TLCs y acuerdos de integración regional. El Perú, por ejemplo, ya tiene firmados 19 acuerdos comerciales, 2 por por entrar en vigencia (Guatemala y Alianza del Pacífico) y 4 acuerdos en negociación, entre ellos el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), que es el más prometedor. 

El TPP constituye el proceso de negociación plurilateral más grande y ambicioso del mundo entre países pertenecientes a Asia, América y Oceanía. Está siendo desarrollado por doce economías pertenecientes al Foro de Cooperación Económica Asia –Pacífico (APEC) que están aprovechando esta plataforma para construir un acuerdo inclusivo y de alta calidad que sea el soporte para el crecimiento económico, el desarrollo y la generación de empleo de los países miembros. La idea es que este instrumento se convierta en el futuro en la base y el medio para construir una Área de Libre Comercio del Asia Pacífico (FTAAP), por lo cual estará abierto al ingreso de otras economías de APEC y al desarrollo de mecanismos que permitan su flexibilidad y carácter evolutivo.

En la actualidad el acuerdo viene siendo negociado por Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Chile,  Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Vietnam, EEUU, Japón.  Para la economía norteamericana este tratado es estratégico ante la creciente importancia que está cobrando el Asia en la economía mundial y la ineficacia de la OMC para llegar a acuerdos globales. Para el Perú, la negociación del TPP representa una excelente oportunidad para continuar profundizando nuestra agenda de integración comercial y económica, ya que las economías que negocian este acuerdo  representan un mercado potencial de casi 790 millones de habitantes, el 39% del PBI mundial y el 25% del comercio mundial. Más aún, en el 2012 el intercambio comercial del Perú con los países involucrados en la negociación representó el 32.3% del total de exportaciones (equivalente a 28.5 mil millones de dólares), y en todos los casos (con excepción de Vietnam) el PBI per cápita de estas economías es mayor al peruano.

A diferencia de los acuerdos “cerrados” al mundo, como el Mercosur, Unasur o el ALBA, el TPP es un acuerdo de negociación que busca generar apertura mirando hacia la estratégica zona del Asia-Pacífico e incorporando todos los elementos modernos de los TLC, tales como propiedad intelectual, estándares laborales, compras estatales, empresas públicas. Desde que este acuerdo empezó a ser negociado en el año 2010 se han realizado 18 rondas de negociación, y en diciembre se realizará en Singapur la cuarta ronda del presente año.  

El Perú tiene el deber de cuidar sus relaciones comerciales, profundizarlas y promoverlas. Por ello, el TPP constituye una gran oportunidad de cara al futuro para consolidar estratégicamente la presencia del Perú en el Asia-Pacífico, zona de gran importancia para el país, y que brinda un mercado diversificado para el desarrollo de nuevos productos de exportación, el comercio de servicios y la atracción de inversiones, entre otros.