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La ministra de la Producción en su laberinto

La ministra de la Producción en su laberinto

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Hemos visto con interés una campaña de spots televisivos de la ONG OANES (Foro Hispano Americano de Intercambio de Información sobre Temas de Mar) denunciando una crisis en la pesca peruana ocasionada por regulaciones sin sustento que vienen desde la época del gobierno de Ollanta Humala, tales como, entre otras, la eliminación del régimen especial de pesca en el sur -algo que Chile no hizo, favoreciéndose.

No es usual y es bueno que se reclame tan claramente contra la arbitrariedad regulatoria. Es algo que también ha ocurrido, pero en menor escala, en el caso de los institutos y colegios privados afectados por sendos decretos de urgencia, por ejemplo. 

Paralelamente, llamó la atención que la Ministra de la Producción, Rocío Barrios, ante la pregunta de la periodista Mávila Huertas de si la denuncia fiscal de que ha sido objeto respecto de un supuesto delito cometido cuando era jefa de administración de la PCM -denuncia que ella refutó-, no tendría que ver con lo acontecido con Imarpe (la supuesta colusión con la industria para presuntamente inflar la biomasa, y el DU que reorganiza esa institución de modo que su presidente ya no será un ex almirante de la Marina), respondió: “No creo en las casualidades. Creo en causalidades”. Y añadió que le llamaba la atención que la campaña de spots –que –dijo- tienen ‘alguna’ orientación- “salga justo ahora cuando hacemos el cambio de dedocracia a meritocracia en el IMARPE”.

Lo que su respuesta puso en evidencia es que ella no se encuentra en buenos términos con la industria pesquera. Insinúa que la industria (¿la Sociedad Nacional de Pesquería?) estaría detrás de los fiscales para perjudicarla. La verdad, es difícil imaginar algo así. 

También sugiere que la campaña de avisos es una reacción ante su intervención en IMARPE. Pero en realidad hace años que OANES defiende las causas expresadas en los avisos. Francisco Miranda, presidente de OANES, ni siquiera tiene intereses en la pesca. No es pesquero. Es un conocedor profundo de las pesquerías y del mar peruano. Explica que la campaña tiene “el objetivo de desterrar mitos sin fundamento en la pesquería”.

Es claro que los spots son una reacción –tardía quizá- ante la crisis que hay en el sector pesquero debido a agresiones regulatorias producidas desde la época del gobierno de Humala, que han deteriorado la situación financiera de las empresas y trabajadores de todo el sector. 

Efectivamente, durante el gobierno de Ollanta Humala se dio el Decreto Supremo 005-Produce-2012, que Lampadia criticó porque, entre otras disposiciones, arbitrariamente movió la zona prohibida para la pesca industrial hasta la milla 10. Ver:

Para el sector pesquero, ese decreto vino a llover sobre mojado, porque meses antes, mediante DS015-2011, el gobierno había anulado el régimen especial de la pesca en el sur, que permitía unas ventanas de penetración para la flota industrial hasta 1 milla del litoral, y esto debido a que en el sur el talud es vertical y profundo, de modo que la pesca industrial no ocasiona daño ni ambiental ni social. Francisco Miranda lo explica así:

“…la pesca industrial en el sur del Perú (Entre Tacna y Arequipa), tenga un régimen especial de pesca, que le permita ingresar dentro de las cinco millas, en determinados lugares del litoral (No en toda la costa), donde no existan fondos rocosos cavernosos o fondos rocosos planos con praderas de algas y desembocaduras de ríos, hasta los 80 metros de profundidad. Además de la creación de un fondo especial basado en aportaciones de las pesqueras…   (http://www.oannes.org.pe/editorial/vizcarra-avala-una-gestion-incompetente-en-la-pesca/ )

Chile, por supuesto, mantuvo ese régimen especial, y por eso es que sus empresas pescan lo que en el mar peruano dejamos de pescar, ocasionando la ruina de empresas y trabajadores peruanos. Francisco Miranda lo describe:   

“Mantener esta absurda posición les cuesta a las empresas pesqueras peruanas, el cierre de sus plantas en el sur del Perú, a los trabajadores la pérdida de sus trabajos y las consecuencias inherentes a la contribución indirecta que el sector pesca hace a la comunidad del sur cuando se pesca en la zona. Vale decir, no hay negocio para todos los demás incluidos en el cluster, porque no hay circulación de dinero. Macroconsult que hizo un estudio económico, manifiesta que se han perdido más de 3,000 empleos y más de 300 Millones de Dólares en la zona sur”.

Pues bien, ¿quién era viceministra de Pesquería cuando se anuló el régimen especial de pesca en el Sur? Pues nada menos que la actual ministra de la Producción, Rocío Barrios.

Eso puede explicar entonces mucho de lo que está pasando. Incluida la denuncia penal a funcionarios y científicos de IMARPE por supuestamente haber inflado apreciablemente el dato de la biomasa de anchoveta para beneficiar a la industria pesquera; colusión en buena cuenta. Pues la denuncia penal fue interpuesta por el procurador del Ministerio de Producción, Fernando Vidal Malca.

Según el Almirante® Héctor Soldi, ex viceministro de pesquería y ex Presidente del Consejo Directivo de IMARPE, esa denuncia no tiene lógica. Explicó en Canal N que cuando el IMARPE realiza la evaluación del recurso con un crucero, conjuga varias metodologías. Una es la “dinámica de poblaciones”, que en este caso dio 8.3 millones de toneladas. Esa magnitud entra a una “tabla de decisión” con opciones para que la ministra tome la toma decisión acerca de qué cuota dar. Y ministra escogió 2.8 millones de toneladas, el 35% de la biomasa, una decisión razonable, intermedia. Pero el informe de recomendación a la ministra contiene al final conclusiones, una de las cuales es que la posibilidad de que las condiciones existentes entre el momento en que se hace el crucero y el momento en que se otorga la cuota -que puede ser un mes y medio después- puedan cambiar. Y este informe advierte incluso que se presentaría una onda kelvin que podría afectar distribución del recurso:

Y resulta que, efectivamente, entre el 6 y el 30 de noviembre aguas tropicales de Ecuador incursionaron en el mar peruano casi hasta Chimbote. Ocurrió lo que IMARPE predijo que podía suceder. Entonces la anchoveta se dispersó, los adultos se profundizaron y los juveniles se quedaron arriba. Por eso las tres primeras semanas fueron de muy buena pesca, pero luego solo encontraron juveniles. Eso es –aclaró Soldi- lo que se escucha en los audios, no otra cosa.

La denuncia penal señala que uno de los ‘modelos’ había dado 3 millones de toneladas de biomasa y no 8.3 millones. Allí estaría la colusión. Se habría inflado enormemente el volumen de la biomasa para beneficiar a los pesqueros. Soldi refuta: “Es absurdo. Si hay una biomasa 3 millones e IMARPE da una cuota de 2.8 millones, estaría dando el 90% de todo lo que hay (algo criminal), y la industria nunca hubiera aceptado una cuota como esa porque después se quedaría sin pescado”.

El problema –agregó Soldi- es que con esta denuncia se está causando un problema muy grave al país, a la institución, a los científicos que esforzadamente trabajan allí, y a las empresas. Se ha desprestigiado a un instituto admirado y muy prestigiado a nivel internacional, tal como se demuestra en comunicado firmado por los más distinguidos miembros de la comunidad científica internacional que publicamos en el anexo. Y se ha desprestigiado a la propia industria pesquera, que aceptó la ley de cuotas que el 2008 ordenó el sector y se ha manejado de manera responsable, pues ni depreda ni contamina.

Por eso, gracias al IMARPE y a la conducta de la industria pesquera, el manejo de la pesquería de anchoveta en el Perú es un ejemplo de sostenibilidad a nivel mundial. El Perú es uno de los pocos países que no ha depredado su mar. La biomasa de anchoveta en el Perú se ha mantenido constante –con las variaciones propias de los cambios en las condiciones oceanográficas- en los últimos 20 años.

Por supuesto, las acusaciones deben investigarse, pero tal parece que el IMARPE, sus científicos y el país han terminado pagando los platos rotos de una mala relación entre la ministra y la industria pesquera originada en regulaciones mal concebidas que han ocasionado mucho daño económico y social. Lampadia

ANEXO

COMUNICADO A LA OPINIÓN PÚBLICA NACIONAL E INTERNACIONAL RECHAZANDO CAMPAÑA DE DESPRESTIGIO CONTRA EL INSTITUTO DEL MAR DEL PERÚ (IMARPE)

Los abajo firmantes, integrantes de la comunidad científica, deseamos referirnos a la desafortunada denuncia hecha contra el Instituto del Mar del Perú (IMARPE) y que, por las funciones que desempeñan, involucran directa o indirectamente a quince de sus funcionarios e investigadores con la sospecha, a nuestro parecer infundada, de que supuestamente se habrían inflado las estimaciones de la biomasa de la anchoveta acordando sus recomendaciones con respecto a la cuota de pesca dada el pasado mes de noviembre de 2019 a ciertos intereses empresariales.

En ese sentido, rechazamos el intento de difamación sobre una entidad que, tras más de 50 años de activa labor científico-pesquera, cuenta con un bien ganado prestigio y amplio reconocimiento internacionales, pudiendo exhibir con orgullo una amplia lista de logros científicos, además de aportes efectivos para la sostenibilidad de las principales pesquerías peruanas. Tenemos, asimismo, el convencimiento de que quienes promueven el descrédito de IMARPE, incluidos ciertos medios de prensa y difusión, no poseen los conocimientos fundamentales para analizar objetivamente los procedimientos y las diferencias entre los diversos métodos de observación y evaluación de los que dispone IMARPE, pero aun así se permiten esbozar y difundir hipótesis de contubernio que dañan profundamente a las personas, al Instituto, al sector pesquero y al país en general.

El IMARPE, como toda entidad científica moderna, afronta el continuo reto de conocer e investigar, e informar, sobre la situación y fluctuaciones de los recursos pesqueros y su ambiente, tratando de captar y adaptarse a las mejoras constantes tanto en lo metodológico como en lo tecnológico; priorizando el fortalecimiento de sus recursos humanos, mientras hace esfuerzos para retenerlos en medio de las limitaciones financieras y los vaivenes de la política nacionales. Es asimismo un reto para la institución el ir logrando un grado mayor de transparencia, coordinación y cooperación con otras entidades académicas y organizaciones civiles del país y del exterior. En especial se están haciendo esfuerzos crecientes por atender la demanda de investigación de numerosas pesquerías artesanales, a fin de contribuir de modo efectivo con su sostenibilidad. Creemos que estos y otros esfuerzos que estén orientados a mantener y mejorar el nivel científico del IMARPE deben ser apoyados decididamente, y que todo atisbo de calumnia y todo intento para destruir su credibilidad con ataques sin fundamento científico deberían ser rechazados.

Por todo lo indicado queremos expresar nuestra solidaridad personal y profesional con el IMARPE y con los funcionarios e investigadores que están siendo directamente afectados, apoyamos su pedido de que se realice un Panel Internacional de Expertos que analice toda la información relacionada con este caso y, asimismo, hacemos votos por una pronta resolución respecto a este incidente, a fin de preservar el prestigio y la credibilidad de IMARPE, bien ganados a lo largo de sus más de cinco décadas de existencia, así como el de sus funcionarios e investigadores.

Lima, 2 de marzo de 2020

Dr. Jorge Csirke, ex-funcionario de IMARPE, Callao, Perú, y ex-Director de la División de Ordenación de la Pesca y la Acuicultura, Departamento de Pesca de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Roma, Italia.

Dr. Francisco Chávez, Científico Senior del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterrey (MBARI), Moss Landing, California, Estados Unidos de América.

Dr. Francois Gerlotto, ex-Director de Investigaciones del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD), Francia.

Dr. Pierre Fréon, ex-Director Emérito de Investigaciones, Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD), Francia.

Prof. Ray Hilborn, Escuela de Pesquerías y Ciencias Acuáticas, Universidad de Washington, Seattle, Washington, Estados Unidos de América.

Dr. Arnaud Bertrand, Director de Investigaciones del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD), Francia.

Dr. Sophie Bertrand, Director de Investigaciones del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD), Francia.

Prof. Paul Fernándes, Escuela de Ciencias Biológicas, Cátedra en Ciencia Pesquera, Universidad de Aberdeen, Escocia, Reino Unido.

Dr. Anne Lebourges-Dhaussy, Director de Investigaciones en Ingeniería del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD), Francia.

Dr. Lauro Madureira, Instituto de Oceanografía, Universidad Federal de Río Grande (FURG), Rio Grande, Brasil.

Dr. Renato Salvatecci, Instituto de Geociencias, Universidad de Kiel, Kiel, Alemania.

Dr. Mariano Gutiérrez, ex-funcionario de IMARPE, y Director Científico del Instituto Humboldt de Investigación Marina y Acuícola (IHMA), Lima, Perú




Inversiones protegidas

Inversiones protegidas

Por César Azabache Caracciolo
Para Lampadia

Queda un asunto confuso en la historia de la demanda de los US$ 1,200 millones que requiere explicación.

La primera reacción del Fiscal Vela y del gobierno cuando apareció el anuncio de la demanda de Odebrecht fue sostener que el caso ante el CIADI era inviable porque Odebrecht había entregado a la fiscalía una carta sobre el gasoducto aceptando ser responsable al menos de los pagos indebidos efectuados a un representante de su competencia y a un abogado externo asesor de Proinversión durante el proceso previo a la firma del contrato. Odebrecht ha reconocido que la carta existe. Sin embargo ha declarado que esa carta no le impide proceder. Desde su narrativa el caso del gasoducto no ha sido afectado por prácticas de corrupción.

En realidad Odebrecht hizo más que sobornar a las dos personas a las que se refiere la carta. Filtró fondos a la campaña de los dos candidatos a la presidencia que pasaron a segunda vuelta en el período en que se debía resolver la viabilidad del proceso y ocultó su relación con Graña y Montero para no incomodar a la señora Heredia, cuando el señor Humala era ya presidente de la República. La Fiscalía tiene testimonios que indican que esa intención de “no incomodar” a la señora Heredia podía tener relación con la forma en que ella misma estaba promoviendo su propuesta. Según diversos testimonios que la fiscalía tendría ya en su poder la señora Heredia impulsó, dirigió o intervino activamente en reuniones oficiales en la que se discutía el proyecto. La fiscalía investiga ahora mismo el sentido exacto de su intervención en esas reuniones, en dirección a probar que quien recibió los US$ 3 millones que Odebrecht entregó entre los años 2010 y 2011 interpuso luego sus influencias a favor de su propuesta.

Entonces desde más de un punto de vista esta es también una historia sobre corrupción, aunque las reglas legales aplicables (parece específicamente un caso sobre tráfico de influencias) no sean las mismas que aplican a otros casos.

Pero cuando tomamos esta dirección seguimos admitiendo, de una forma u otra, que la llave para revisar si la demanda de los US$ 1,200 es o no viable depende del sentido que le demos a la construcción “corrupción”.

Pregunté esta semana a varios expertos en arbitrajes sobre esto. Uno de ellos me explicó muy claramente que las competencias de los tribunales arbitrales del CIADI no se organizan conforme a esta construcción, sino por una distinta: “inversiones protegidas”. Este experto me explicó, documentos a la mano, que puede demandarse ante el CIADI protección para una inversión realizada siempre que cumpla dos requisitos: Que el demandante haya respetado las leyes del lugar en que se hizo la inversión y que se haya procedido de buena fe. Filtrar fondos lavados a dos candidatos a la presidencia, ocultar en el proceso la verdadera conformación del consorcio con que se ejecutará las obras, sobornar a un representante de la competencia y a un asesor de la entidad pública a cargo del concurso y obtener la influencia de un personaje tan cercano al gobierno como la señora Heredia son eventos que están muy lejos de permitir que Odebrecht pueda pretender siquiera que su inversión inicial en el gasoducto pueda ser considerada como una de las “inversiones protegidas” bajo las reglas del CIADI. La discusión sobre si estos eventos forman o no un caso de corrupción en algún sentido, entonces, puede no ser siquiera necesaria para estos fines. Hay una construcción distinta, más amplia que la de corrupción, que forma la llave de acceso a estos procesos. Y Odebrecht no puede usarla a su favor.

Por eso uno de los dos expertos que consulté encontró más que sensata la reacción del Ministerio de Economía y de la Comisión Especial al intento de Odebrecht por obtener una prórroga al plazo de la demanda. No tiene sentido discutir una prórroga para un caso que ni siquiera constituye una inversión protegida.

Desde esta lectura Odebrecht no tiene un caso en forma. Tiene una falsa escena construida para ganar las ventajas que le concede el tiempo y el enorme nerviosismo con que se procesan estas cosas entre nosotros.

Y vaya si viene pretendiendo obtener estas ventajas. En medio de la crisis Odebrecht envió una comunicación al Ministerio de Economía anunciando que están dispuestos (¡gracias!) a sostener una reunión para buscar una solución amistosa a sus diferencias con el Estado.

Por supuesto la Comisión Especial les acaba de responder rechazando la reunión y dejando en claro que para ellos, que están encargados del mundo de los arbitrajes y no de los asuntos de política interna, la carta de responsabilidad que entregaron a la fiscalía es una llave maestra que permitirá, temprano o tarde, ganar esa demanda.

Entonces la demanda de Odebrecht podría no generar una situación que nos quite el sueño en el mundo de los arbitrajes internacionales. Pero en el escenario interno, el que se forma por el difícil equilibrio que resulta de la ejecución del acuerdo de colaboración eficaz firmado en el verano de 2019 (el de los S/ 610 millones más intereses) crea una enorme dificultad. Una dificultad parcial porque compete a los aspectos civiles del acuerdo (la reparación a pagar) no a los penales (las evidencias por recibir). Pero un enorme problema. El anuncio del acuerdo ha puesto en evidencia que Odebrecht negoció el acuerdo y negoció la liberación del saldo excedente de la venta de Chaglla ocultando que tenia en cartera una demanda de esta envergadura. Sea viable o no en el mundo arbitral, el anuncio de la demanda que se ocultó rompe el equilibrio de los aspectos civiles del acuerdo y obliga a hacer una revisión al menos del cronograma de pago, de sus garantías y de la cobertura de la reparación acordada para casos como San José de Sisa y las filtraciones a la política, que aún no han sido reparados.

Entonces la mesa correcta para estabilizar este desorden no es la del MEF, sino la que aprobó el acuerdo del verano de 2019 y la liberación de los fondos de Chaglla. El anuncio de la demanda parece, de hecho, tener más efectos en el ambiente interno que rodea los aspectos civiles del acuerdo que en este otro en que se define la suerte de las demandas arbitrales. Lampadia




Los gobiernos de Alan García

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Alan García fue el culpable de que yo derivara en el periodismo a la edad de 37 años. Su mensaje electoral en la campaña del 85 había puesto énfasis en la necesidad de reivindicar la producción andina abatida desde Velasco por las importaciones doblemente subsidiadas de alimentos y por el dólar barato. Pero la política económica que puso en marcha el flamante presidente fue traicionando crecientemente ese mensaje, primero congelando los precios de varios alimentos con el pretexto de controlar la inflación, y luego, otorgando el tristemente célebre dólar MUC mucho más rebajado para importar precisamente alimentos baratos ilusamente en favor de la alimentación popular. Lejos de devolverle el mercado nacional a los campesinos andinos, como había prometido, les clavaba el puntillazo final de importaciones masivas y artificialmente baratas de trigo y productos lácteos que dejaban cada vez menos espacio a la papa, la leche y otros productos andinos que no podían competir. Fue entonces que decidí escribir un artículo –algo que nunca había hecho-, y enviárselo a Manuel Ulloa, dueño del diario Expreso y con quien yo había trabajado en la PCM en el gobierno de Belaunde. Fue publicado un domingo de febrero o marzo de 1987 y Manuel D’Ornellas me pidió que siguiera escribiendo todos los domingos. Al cabo de unos meses, Ulloa me ofreció la jefatura de editorial del periódico, y acepté.

O sea que le debo a Alan García mi entrega al periodismo. Y también haber podido participar en los mejores años de debate ideológico que se hayan dado en el periodismo nacional, que fueron los que se desarrollaron entre 1987 y 1990 entre las posiciones liberales esgrimidas desde el diario Expreso y las socialistas defendidas desde el diario La República. Fue esa crítica liberal desde las editoriales y los artículos publicados por varios autores en el diario la que generó la base de opinión que permitió y acompañó la emergencia de Hernando de Soto y Mario Vargas Llosa como los adalides de la conciencia liberal en el país, luego del intento de estatización de la banca.

Como era previsible, el intervencionismo económico denunciado en esos artículos produjo finalmente la tremenda hiperinflación que ocasionó el colapso total del Estado.

Fujimori, que había ganado la elección con un mensaje anti shock económico, pudo sin embargo aplicarlo y llevar adelante las reformas liberales y privatizadoras, porque cualquier cosa era mejor que la desesperada angustia económica sin futuro que vivíamos los peruanos. Paradójicamente, el abismo al que nos llevó el primer gobierno de García creó las condiciones que permitieron un cambio de modelo económico que ha generado estabilidad y crecimiento sostenido en las siguientes casi tres décadas, aunque un intervencionismo de baja intensidad restaurado a partir del 2011 nos haya frenado el crecimiento económico.

Reelegido el 2006 pese a su desastroso primero gobierno solo porque la alternativa de Ollanta Humala amenazaba con políticas aún peores, García había aprendido la lección económica y aplicó políticas exactamente contrarias a las de su primer gobierno. Mantuvo la libertad de los mercados heredada desde los 90 y se propuso atraer gran inversión para desarrollar el país. Logró tasas de crecimiento muy altas, ayudado en parte por los buenos precios de los minerales. Pero, interesado solo en los grandes proyectos, desdeñó, pese a habérselos explicado, los programas –como Sierra Productiva- que hubieran podido aumentar la productividad de los campesinos andinos convirtiéndolos en empresarios para dar un salto histórico en el paisaje rural andino. Más bien cometió el grave error político –incomprensible en un hombre de su inteligencia- de desarrollar en varios artículos la tesis del “perro del hortelano”, que en buena cuenta adjudicaba tal condición precisamente a las comunidades que eventualmente se oponían a la inversión minera o petrolera.  

No obstante, Alan García siempre tuvo un alto sentido de su misión histórica y de llevar al Perú a un destino superior. Por eso también el énfasis en los grandes proyectos. Canalizó acertadamente la animadversión a los chilenos transformándola en una competencia económica, retando a crecer más para alcanzarlos. Tenía una visión geopolítica del país y por eso fue él quien ideó y planteó la Alianza del Pacífico, que hoy es el área de integración regional que más avances ha logrado.

No impulsó reformas institucionales salvo una: la creación de SERVIR como herramienta para avanzar hacia un Estado profesional y meritocrático, acaso para remediar en alguna medida la demagógica reducción de sueldos de los altos funcionarios que adoptara al inicio de su segundo gobierno y que debilitó al Estado.

También llevó a cabo una reforma clave que ni Fujimori, en su gobierno autocrático, se había atrevido a ejecutar: la evaluación de los maestros. Dio la ley de carrera magisterial con un contenido claramente meritocrático, algo que parecía muy difícil en un gobierno democrático. Pero su liderazgo y los exámenes que mostraban los bajísimos rendimientos de los escolares y de los propios maestros, convencieron a la opinión pública, y la ley pudo aprobarse e implantarse pese a la oposición organizada del Sutep. No tuvo la misma suerte el globo de ensayo que lanzó para aprobar una reforma laboral que permitiera la inclusión de las mayorías informales. A la primera manifestación de oposición, abandonó la causa.

En el balance, su segundo gobierno fue bueno, el mejor de los últimos 20 años. Sin duda se reivindicó ante la historia. Pero en los últimos tiempos las acusaciones lo cercaron y él prefirió matarse antes que sufrir el vejamen de la prisión. Decisión dramática fundada en la defensa de dignidad del más alto cargo que representa y personifica a la Nación. Que, pese a todo, lo redime y enaltece. Lampadia




Pésimo gobierno y renuncia con veneno

Ha terminado, de la peor forma, uno de los peores gobiernos de nuestra historia. En menos de dos años, el gobierno de PPK, nos dejó una economía coja, un tremendo desorden institucional y una crisis política de dimensiones. Pero el juicio es aún peor, si lo hacemos con los criterios de la Parábola de los Talentos, en función de las capacidades que dispuso.

Hace varios meses se hizo evidente que PPK no estaba capacitado para conducir el país. Y durante los últimos meses, su gobierno fue transitando hacia la parálisis y la pérdida de capacidad de convocatoria de nuevos colaboradores.

Acá no vamos a recorrer el largo proceso de errores que cometió PPK, desde los de frivolidad, pasando por los de gestión de gobierno, hasta los de falta de ética. Pero si vamos a destacar el divorcio entre la realidad que él ayudo a construir, y su percepción de ‘pobre víctima’, expresada en su último acto como gobernante, su falaz y venenosa carta de renuncia.

En el primer párrafo, PPK afirma: “(…) a pesar de la constante obstaculización y ataques de los cuales he sido objeto por parte de la mayoría legislativa desde el primer día de mi gobierno.”

Es cierto que hubo animadversión del Fuerza Popular hacia el gobierno, pero también es verdad que PPK y su gente más cercana confrontaron a Fuerza Popular (FP) desde el día siguiente a la primera vuelta electoral. Veamos:

  • El 11 de abril del 2016, al día siguiente de la primera vuelta, en la que resultó favorecido por una serie de votos cruzados, entre ellos, los de muchos fujimoristas, a las 8:30 de la mañana, PPK abrió la puerta de su casa a un periodista de Correo, a quién le dijo que se aprestaba a visitar en la cárcel, al anti-minero de la izquierda tradicional, Gregorio Santos. (Quién horas después lo desairó). Ver en Lampadia: El 67% de los peruanos votaron por construir sobre lo avanzado.
  • Durante la segunda vuelta, PPK optó por acercarse a Ollanta Humala y Nadine Heredia, y a todas las izquierdas, traicionando el voto popular, que hasta en un 80% mandó que se profundizara el modelo de economía de mercado, se avanzara en reformas institucionales, y se rechazaran los cantos de sirena de las izquierdas de una nueva constitución. Ver en Lampadia: Gobernabilidad con un gabinete multipartidario.
  • En los debates finales, previos a la segunda vuelta, PPK extremó su lenguaje descalificador hacia su oponente, con expresiones como: “Lo más probable es que hijo de ratero es ratero también. De tal palo, tal astilla” y además la acusó de estar vinculada con el narcotráfico. 
  • PPK polarizó la campaña electoral reactivando el anti-fujimorismo, y recibió algunas ayudas non-sanctas, como la denuncia de Cuarto Poder (o Poder de Cuarta) sobre una supuesta investigación de la DEA a Keiko Fujimori (KF) por el lavado de US$ 15 millones. Brulote desmentido luego por la agencia anti drogas, pero que desencadenó un rosario de errores, que FP no supo manejar.
  • En el muy importante proceso de transferencia de gobierno, PPK y su equipo pasaron por alto todos los errores del gobierno de Ollanta Humala, y taparon los graves problemas que dejaba. Además, conservó un 35% de los viceministros del nacionalismo. Con esto perdió la oportunidad de hacer un indispensable análisis causa-efecto que sentara las bases para que las reformas, correcciones y nuevos desarrollos de gobierno, fueran entendidos y apoyados por la ciudadanía.
  • Ad portas de la toma de mando, desde la Oroya, convocó a los ciudadanos para marchar contra el Congreso: “Hagamos marcha al Congreso para que no dejen morir a La Oroya”.
  • Una primicia (de buena fuente): Días antes de la investidura, Keiko Fujimori convocó a don Luis Bedoya Reyes (LBR), para encomendarle que le alcanzara a PPK, la propuesta de un nombre para posible primer ministro, un independiente de buen nivel, que podría haber provocado un acercamiento entre el ejecutivo y el legislativo. Lo increíble, es que a pesar de las tratativas del ínclito Bedoya Reyes para juntarse con PPK, previas explicaciones del tema a su personal de apoyo, el presidente electo no recibió a LBR y frustró la mejor oportunidad de convergencia de las fuerzas democráticas pro-mercado.
  • Ya en el gobierno, PPK y sus allegados plantean un gobierno basado en una alianza con los gobiernos regionales, para obligar al Congreso de la República, a apoyar la agenda de gobierno del ejecutivo.
  • Posteriormente, PPK vuelve a desairar a LBR como componedor de la relación con KF, pero se reúne con Keiko. Sin embargo, se presentó a la reunión sin llevar una agenda para un acuerdo sobre reformas que Keiko no hubiera podido rechazar.
  • Un par de días después, PPK hace unas declaraciones públicas que rompen cualquier posibilidad de acuerdos.

Nuevamente, sin desconocer los errores de la bancada mayoritaria del Congreso y la equivocada ausencia de Keiko Fujimori ante la opinión pública, no se puede desconocer que, en los temas de facultades legislativas, presupuestales y otros, el Congreso colaboró con el Ejecutivo.

En su carta de renuncia, PPK afirma: “(…) Inmediatamente después aparecen grabaciones editadas y selectivamente tendenciosas que daban la impresión de que el gobierno estaba ofreciendo obras a cambio de votos a favor de los congresistas que votaron en conciencia”. Desconociendo, una vez más, la realidad.

Lamentablemente, el gobierno de PPK no tenía ya ninguna proyección ejecutiva. Su salida es traumática, pero permite encontrar un gobierno con mayor viabilidad.

Por otro lado, tenemos que rechazar el que PPK haya hecho una carta de renuncia llena de veneno con el propósito de aceitar la continuidad de la conflictividad política y el caballo de troya que representa para los trabajadores más pobres el aumento del salario mínimo vital.

En estas circunstancias, no podemos dejar de rechazar expresiones de personajes que también son poseedores de importantes talentos, como el abogado José Ugaz y la periodista Cecilia Valenzuela, que proponen convocar a elecciones generales, en contra de lo estipulado por nuestra Constitución.

Hoy debemos ser escrupulosos en cuidar los procesos constitucionales y debemos superar la fallida campaña para desestabilizar al primer vicepresidente Martín Vizcarra, a quién le toca ahora asumir en plenitud, la primera magistratura del Estado con el apoyo patriótico de las bancadas democráticas del Congreso.

Esperamos que Vizcarra sepa formar un gobierno de recuperación del camino a la prosperidad, convocando a un primer ministro que permita la convergencia de los mejores peruanos, para retomar la inversión y el crecimiento de la economía, la agenda de reformas, y un ambiente de colaboración, que supere confrontaciones que nunca debieron darse.

El Perú es infinito, no nos olvidemos lo rápido que pasamos de ser un ‘Estado Fallido (1990)’, a ‘Estrella Internacional (2011)’, en una incipiente economía de mercado que permitió el crecimiento, la reducción de la pobreza y la desigualdad. Lampadia    




Todos los problemas desembocan en crisis explosivas

Todos los problemas desembocan en crisis explosivas

Durante los dos últimos gobiernos, el del ‘piloto automático’ de Ollanta Humala, y el del ‘auto sin piloto’ de PPK, los problemas que se presentan como demandas sociales terminan siempre en crisis graves, que van minando la estructura política, económica y social del país.

Entre muchos casos menores, podemos destacar los siguientes ejemplos de alto impacto, en que nuestros gobiernos retroceden y retroceden:

  • Conga en Cajamarca
  • Tía María en Arequipa
  • Las interrupciones del acceso a Machupicchu
  • Las zanjas en el acceso a las Bambas
  • La huelga magisterial
  • El desbalance productivo de papa

En todos estos casos, el país no solo sufrió la paralización de inversiones y pérdidas económicas, también se debilitó la capacidad fiscal del Estado y se debilitó gravemente la gobernabilidad, permitiendo que cada caso vaya generando mayores facilidades para la siguiente asonada.

Una importante puntualización al respecto, es que la sociedad, especialmente, desde los frentes políticos y mediáticos, sigue refiriéndose a estos problemas como conflictos sociales. Claro que todos los casos tienen componentes sociales, pero su manejo, su profundización, la reticencia a entrar en diálogos conducentes a soluciones razonables, y los personajes involucrados; son prueba de sobra, de que uno de los componentes más importantes de estos conflictos, es político.

En Lampadia hemos explicado reiteradamente, la naturaleza de los conflictos ‘político-sociales’. Ver:

Hemos explicado cómo, en cada conflicto, convergen distintos intereses sin que se aprecien estructuras de control, cómo los conflictos son mecanismos de búsqueda de rentas y trampolines mediáticos y políticos.Pero todo se origina en la debilidad de las autoridades y la impunidad de quienes llegan a cometer todo tipo de delitos. En el Perú, el conflicto es una vía muy segura para extorsionar al conjunto del país, sin consecuencias negativas para sus perpetradores; y muchas veces, al contrario de los que debe esperarse de una sociedad moderna, la escalera del triunfo hacia el liderazgo político. Como el caso del ex rondero y supuesto maestro Pedro Castillo, que ahora es una suerte de interlocutor del Estado en los temas de educación.

El Perú está a medio camino de desarrollo, hemos avanzado mucho, desde el ‘Estado Fallido de 1990’, pero falta mucho por hacer.

Muchas ambiciones y demandas son muy justas y, cuando no se tiene un gobierno que marque un sentido de dirección, que transmita sensación de avance y convoque a la población a participar de la gesta del desarrollo; se crea un vacío, un pozo negro, donde el sentimiento es que no hay nada que ganar. Ese es el escenario ideal para que los aventureros de la política busquen sus espacios de ganancia individual.

Peor aún, si a esto se agrega la parálisis de las inversiones y el crecimiento, la pérdida de empleos, déficit fiscal, y escándalos de corrupción que abarcan los espacios políticos; más elecciones locales y regionales; estamos listos para escenarios caóticos, del tipo que llevó a Evo Morales a coronarse como emperador de Bolivia.

¿Qué hacer?

Exigir al gobierno se empodere para enfrentar la anomia que nos acosa.

Ese empoderamiento implica:

  • Explicar a los ciudadanos las condiciones actuales del país
  • Detallar a los ciudadanos el potencial de mejora del país, si superamos las trifulcas políticas y promovemos un shock de inversiones, fundamentalmente privadas
  • Proteger a los funcionarios públicos para que cumplan sus funciones sin temores a procesos políticos y de control absurdos
  • Proteger a las fuerzas del orden por las acciones que desempeñen en el cumplimiento de sus funciones
  • Establecer la ley del ocaso, derogando masivamente las normas que impiden la gestión pública y las inversiones
  • Encarcelar a quienes cometan delitos en relación a los conflictos político-sociales, desarraigándolos de sus áreas de influencia política
  • Invitar al Ministerio Público y al Poder Judicial, a compartir el fortalecimiento del Estado de Derecho y el Imperio de la Ley​ 

El Perú es infinito. Para ser más prósperos, solo necesitamos tener una visión positiva de futuro, que podamos compartir la mayoría de los ciudadanos. Pero sin liderazgo, todas estas palabras son huecas. Lampadia




La injusticia es igual para todos

La injusticia es igual para todos

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Como siempre en el Perú, mientras los abusos afectan a los ciudadanos comunes y corrientes, la sociedad no toma nota. El hecho es que las cárceles del país están llenas de reclusos que esperan se abran sus procesos o se sentencien, y mientras tanto son víctimas de la ominosa ‘prisión preventiva’.

Esta figura toma relevancia pública recientemente, con el encarcelamiento del ex presidente Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia. Entonces, yo consideré que dicha medida era un exceso, y publiqué los siguientes tweets:

En los últimos días, se vuelve a usar la misma figura de la ‘prisión preventiva’, aparentemente, vulnerando una serie de derechos, exhibiendo supuestas pruebas que los acusados no han podido contrastar, y sin aclarar una evidente contradicción de fechas. Ver la publicación de Lampadia: Fiscalía y Poder Judicial deben mantener independencia frente a la presión política y mediática.  

(…) según la Fiscalía, Barata conversó con las empresas peruanas sobre los pagos ilícitos, antes de la adjudicación. Y según fuentes vinculadas a los empresarios investigados, en el punto 35 del documento se reseña que Barata afirma que comunicó a los socios de “sus tratativas con Alejandro Toledo Manrique para hacerse de la licitación”.

Pero según dichas fuentes, el acuerdo entre Barata y Maiman sobre los 35 millones para el presidente Toledo, y la subsecuente emisión de los decretos supremos y resoluciones que facilitaron el otorgamiento de la obra, ocurrieron antes de que se formara el consorcio y por lo tanto los socios locales no podían estar enterados de nada.

No solo eso, los posibles socios se encontraban en ese momento enfrentados a Odebrecht porque una Circular del 14 de febrero 2005 cambiaba las bases del concurso exigiendo una participación peruana del 40% en los consorcios.

Pero quizá el argumento principal de los investigados se refiere a la afirmación del equipo del fiscal Hamilton Castro de que peritos financieros han establecido que bajo el concepto de “riesgos adicionales” se ha dado apariencia de legitimidad a activos que tenían como fuente el delito de colusión. Es decir, ese concepto sirvió para disfrazar el pago del soborno.

Los investigados señalan que esa afirmación se basa en un Acta de Distribución de Utilidades de las Juntas de Accionistas del 1 de junio 2011, pero, según ellos, la Fiscalía no reconoce que en dicha acta se dice que dicha distribución de utilidades se hace “conforme a lo acordado en la Junta de Accionistas del 15 de febrero 2011”.

Es decir, la Fiscalía concluye que los “riesgos adicionales” serían los montos correspondientes a los pagos ilícitos efectuados por Odebrecht basándose en el acta de 1 de junio, sin considerar ni incluir el Acta del 15 de febrero 2011 (firmada por Jorge Barata), donde “se ve claramente que los “riesgos adicionales” están detallados en 5 obras concretas que representaban problemas y riesgos inminentes en la ejecución de las obras inclusive requiriéndose un aumento de capital”.

 Esta mañana nos ha llegado un video del Doctor César Nakasaki, que se habría preparado para apoyar la causa de los empresarios encarcelados por orden del juez Richard Concepción Carhuancho. En mi opinión, el mismo aclara con gran destreza los elementos jurídicos que deberían tomarse en cuenta para apreciar el caso.

Video de Cesar Nakasaki:

En enero pasado, publicamos: Los factores que permiten luchar contra la corrupción.

(…) el juez Sergio Moro, se ha nutrido minuciosamente de la experiencia italiana de Mani Pulite (Manos Limpias) en el caso de Bettino Craxi.

No ha sido fácil crear este proceso en Brasil, que incluye acusaciones directas contra Lula da Silva, uno de los presidentes más populares y poderosos de su historia. Ello ha requerido la acción de un conjunto de jueces y fiscales con sentido de misión y entereza de carácter. Para afrontar tremenda tarea, Moro priorizó las siguientes estrategias:

  • Independencia política del sistema judicial
  • Respaldo de la opinión pública
  • Colaboración eficaz
  • Prisión preventiva

Estas últimas dos son las que permitieron la multiplicación de confesiones y delaciones.

La idea del juez Moro era encarcelar al jefe de la mafia, Marcelo Odebrecht, y con él preso, negociar la delación premiada.

A diferencia de Brasil, en el caso del Perú, lo que se estaría haciendo, es liberar de todo cargo al jefe de la mafia en el Perú, Jorge Barata, y liberando sus bienes (que ya podría enviar al Brasil); para luego recibir sus declaraciones. A mi entender, se tendría que haber mantenido el embargo de sus bienes hasta que termine el proceso y se hayan podido contrastar y probar sus afirmaciones. Lampadia




¿Enmendaremos rumbos?

¿Enmendaremos rumbos?

Cuando un gobierno pierde el rumbo, como lo hizo el segundo gobierno de Bachelet en Chile y el de Humala en el Perú, el que lo reemplace, debe marcar las diferencias, comunicarlas y corregirlas. ¿Lograrán los chilenos revertir los errores de la alianza del ‘socialismo-democracia-comunismo’ con Bachelet? –Suerte, el Perú no lo está logrando.

Curiosamente, después del mejor período de desarrollo de su historia, Chile eligió a una Bachelet recargada del izquierdismo decimonónico que venía de las Naciones Unidas, impuso reformas en todos los planos y fracasó en todos. Hoy los chilenos se encaminan a un cambio de gobierno y tienen la oportunidad de retomar mejores políticas públicas.

Fuente: conasi.eu

Similarmente, en el Perú, el 2011, después del mejor período de desarrollo de nuestra historia, en el que en pocos años sacamos al país de su condición de ‘Estado Fallido’ y lo tornamos en ‘Estrella Internacional’, elegimos a Humala con su cohorte de izquierdistas anti inversión privada y falsos nacionalismos, que plagaron el Estado de trabas al desarrollo.

Se suponía que con el gobierno de PPK, con:

  • Su experiencia internacional
  • Sus ideas liberales
  • Su conocimiento sobre las políticas públicas que crean desarrollo y de las que lo inhiben
  • El mandato popular que hasta en un 80% votó, en la primera vuelta, por las ideas de la economía de mercado, por el fortalecimiento de la clase media, por la desburocratización, por el crecimiento, por visiones de desarrollo prácticas y no ideologizadas
  • Un Congreso de mayoría opositora, pero de ideas políticas convergentes

Tendría que haber enmendado el rumbo, explicando las diferencias; haberse deshecho de los burócratas del nacionalismo; promovido el regreso de la inversión privada, empezando por la minería (cuyos impactos positivos conoce de sobra); destrabado la economía; etc.; etc.

Pero después de haberse aliado con Humala y las izquierdas para llegar al poder, decidió suicidamente (para su gobierno y el destino del Perú), gobernar con ellos. Llenó su gabinete con gente afín al confusionismo sobre las políticas del desarrollo, como Marisol Pérez Tello,  Alfredo Thorne (que hablaba como Piero Ghezzi, de crear otros motores y cortar la dependencia de la minería), Jorge Nieto Montesinos, Carlos Basombrío, y Salvador del Solar, entre otros. Adaptándose a la línea de PPK, el Premier Fernando Zavala se rodeó en la PCM de gente como David Rivera del Águila, víctima de prejuicios anti inversión privada.

El gobierno fue incapaz de destrabar los proyectos de infraestructuras, de sacar adelante los proyectos de inversión suspendidos por la acción política de los anti mineros, y de convocar a los peruanos a entender que ‘dos más dos son cuatro y no entre 3.8 y 4.2’, que cuando se fomentó la inversión pudimos crecer y reducir la pobreza, que frenar las inversiones produce pobreza y desaliento, pues en economía todo se conecta, todo está vinculado por ‘vasos comunicantes’, y, de manera muy importante, entender que los problemas no se solucionan solos, para resolverlos se requiere acción política.

Transcurrido un año de gobierno, por más que se le quiera echar la culpa de nuestra situación al ‘niño costero’, al escándalo del Lava Jato, o a la oposición ‘obstruccionista’ del fujimorismo, todos sabemos, por lo menos en nuestro fuero interno, que el gobierno de PPK está fracasando, nos está llevando a la recesión económica, la regresión social y a la pérdida definitiva del futuro que estuvimos construyendo hasta hace pocos años.

Lo que es peor, cuando Keiko Fujimori, la supuesta líder del obstruccionismo, rompe su propio aislamiento, y le propone al Presidente de la República, un diálogo sobre los temas más álgidos, algo reclamado a gritos por todos los peruanos, PPK acepta con remilgos. Peor aún, cuando en su programa mensual de radio en RPP, habla de la posibilidad de hacer cambios en el equipo de gobierno, como si todo estuviera en flor, dice que tal vez dos, o mejor solo uno.

O sea, este buen señor que nos gobierna, ¿piensa que estamos en el camino correcto? ¿Qué si lo que organizas no funciona, debes seguir haciendo lo mismo y ofrecer mejores resultados?

Lamentablemente, nuestra clase dirigente, con su nefasta anomia, ‘mutis por el foro’. No se escucha Padre. Sigue subsidiando a un gobierno cuyas realizaciones no figuran en su ficha de inscripción. La película no corresponde al afiche publicitario.

Con este artículo pretendemos que tanto nuestros los políticos como la clase dirigente reaccionen y podamos juntos evitar que la salud de la nación siga deteriorándose como viene sucediendo durante el primer año del gobierno destinado a conducirnos al bicentenario.

Como aliciente a nuestros empresarios a participar en la vida nacional y luchar con transparencia por las cosas que hacen y creen, líneas abajo queremos compartir la entrevista a uno de los nuevos líderes empresariales chilenos que se enfrentan a una situación parecida ala que tuvimos acá el 2016.

“No da lo mismo quién gobierne”

A tres meses de llegar a la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alfredo Moreno analiza el año electoral. “no da lo mismo quién gobierne”, sostiene el ex ministro; y plantea que el crecimiento económico tiene que ser un tema central en la agenda de los candidatos.

Revista QUE PASA, Chile
Junio 23, 2017
Enrevista de Estela López G. y M. Eugenia Fernández G.
Glasado por
Lampadia​

 

Foto: Marcelo Segura Junio 23, 2017 Fuente: Revista Qué Pasa

Como titular de la CPC ha llamado una y mil veces al empresariado a salir de su ostracismo, defender su labor e instalarse como un actor válido y clave para el desarrollo del país. Y durante los que ha llamado a trabajar contra la desconfianza que, destaca, reina no sólo en Chile sino en el mundo entero.

Esto deriva, explica Moreno, de un cambio a una sociedad más horizontal e informada, a la cual los empresarios deben aprender a hablar y tender puentes.

Su visión coincide con la del timonel de la Sofofa [Sociedad de Fomento Fabril], Bernardo Larraín Matte. “Hay una opinión generalizada en el empresariado sobre los problemas que se han generado con las reformas de los últimos tres años”.

¿Los empresarios tienen que salir de los foros de negocios y hablar con gente de fuera de su círculo?

Es necesario hablar con la sociedad y que no estén sólo donde hay personas como uno. Seguir hablando de la productividad y crecimiento económico es importante, pero hay que llevar esos conceptos a la población, que se entienda cuál es el rol de los empresarios. Eso es fundamental para ser valorados.

¿Los empresarios tienen que hacer política?

Si entendemos política en el sentido de preocuparse de la polis, sin duda. Y esto no es sólo válido para los empresarios, sino que para todas las organizaciones. Hoy tenemos que ser más proactivos. Ese es el cambio. Hay que tener una acción más decidida, de salir a encontrase con esa sociedad nueva.

¿Es una reacción ante los casos de colusión y malas prácticas que han golpeado al empresariado en términos de reputación?

Hay cosas que han sucedido en el seno de algunas empresas, como el tema de la colusión y de financiamiento de la política, que naturalmente no cooperan y que tenemos que enfrentarlas. Las empresas, igual que todas las instituciones, están constituidas por personas. Lo que uno puede hacer es tener buenos sistemas de control y una cultura corporativa en que la ética sea fundamental. Ese es el estándar que debemos tener.

¿Qué gestos concretos debe hacer la empresa para ser validada? ¿Meterse un poco más la mano en el bolsillo, relacionarse mejor con la comunidad?

La relación entre la empresa y la comunidad tiene que ser más estrecha porque la comunidad así lo demanda. Las empresas pueden hacer grandes aportes. Lo vivimos en los incendios de principios de año. Las empresas tienen capacidades y es útil ponerlas al servicio de las dificultades que el sector público no es capaz de enfrentar por sí solo.

Chile requiere construir la economía de la cual vamos a vivir en los próximos 20 años. Ese es un tema del cual no se está conversando y la discusión es cómo repartimos lo que existe. Lo que existe se nos va a ir entre los dedos si no trabajamos en lo que hay que construir para esos años.

¿Los candidatos debieran moderar las expectativas?

Los candidatos deben considerar que los recursos hacia adelante son más estrechos, que no todo se puede resolver en forma rápida. Pero más importante es que si se quiere solucionar algo, deben preocuparse de cómo se producen esos recursos. Chile es un país lleno de capacidades, que demostró, en los últimos 30 años, que si las cosas se hacen bien, puede tener un crecimiento que se creía imposible. ¿Vamos a seguir avanzando, vamos a seguir estancados como los últimos 4 años o vamos a comenzar una declinación? Los países pueden retroceder enormemente y todo depende de lo que se elija hacer.

No hay mucho tiempo para dejar de actuar o equivocarse de camino por cuatro años. Necesitamos que se siga creciendo para que Chile sea un país desarrollado.

¿A la gente le importa el tema del crecimiento económico? Según la encuesta CEP [Centro de Estudios Públicos], no está entre las prioridades urgentes, como sí lo está la delincuencia, salud o educación…

Pienso que sí. No es distinta una cosa de otra. Para tener una buena educación necesitas tener recursos en el Estado, y si las familias quieren financiarla, se requieren recursos. Todo eso se obtiene con desarrollo y crecimiento.

La presidenta Bachelet dijo que no le interesa el crecimiento económico por sí solo.

Evidente que no es lo único necesario, pero es imprescindible. Es una condición necesaria. Sin eso, no se puede hacer nada de lo otro. Hoy cualquier cosa que se quiera acometer requiere recursos, y eso no puede provenir de otra parte que no sea el crecimiento económico.

¿Por qué es importante la elección presidencial de este año? ¿Qué se juega?

En esta elección los chilenos tienen que ver cómo se sale de un periodo de muy bajo crecimiento, cómo podemos volver a lo que ha sido un país tan admirado en tantas partes… El crecimiento de Chile de los últimos 30 años es copiado en muchos países de nuestro continente y es muy bien mirado en el mundo. Entonces cómo podemos volver a tener un desarrollo que nos permita pensar que nuestros hijos van a tener un mejor futuro que nosotros.

Y para este desafío, ¿da lo mismo quién gobierne?

No, no da lo mismo quién gobierne. El modelo chileno ha sido exitoso por muchos años con pequeñas modificaciones, pero manteniendo sus pilares fundamentales.

Cuando un país ha tenido un extenso periodo de crecimiento, a veces la gente mira el vaso medio vacío, con razón, y se olvida de la parte medio llena. Cuando ha habido un proceso de desarrollo largo, los jóvenes, sin conocer cómo era Chile hace 30 o 40 años quieren  saber cómo se pueden resolver los problemas que tenemos, y tienen razón. Mi punto es que las experiencias de otros países y del pasado son muy importantes, tenemos que preguntarnos cuáles son exitosas y cuáles nos hacen retroceder.Lampadia

 




La refinería de Talara es un escándalo

La refinería de Talara es un escándalo

Hace un par de meses (10 de marzo), publicamos en Lampadia nuestro artículo: ¿Cuánto más costará Talara?, en el que decíamos que ‘Nunca hay que poner plata buena detrás de plata mala’, o como dicen los sajones ‘realize your loss’ (reconoce tu pérdida).

Asimismo, recordamos un par de ejemplos de cómo los seres humanos tenemos la tendencia a insistir en el error, a meter la segunda pierna en el pantano.

Repetimos: En el Perú, en el gobierno de Ollanta Humala, con la inspiración del chavismo, de la mano de Humberto Campodónico como presidente de Petroperú, y con la música del diario La República, nos embarcamos en la ‘modernización’ y ‘ampliación’ de la refinería de Talara. Se llegó a manipular conceptos para afirmar que el costo social de consumir combustibles contaminantes era mayor que el de la inversión en la refinería; pero no se reconoció que importar combustibles limpios era, largamente, más económico.

Decíamos: Hoy, sin haber terminado de ajustar los estimados de inversión, el presupuesto está en US$ 5,400 millones. (¿Con IGV o sin IGV? – Quién sabe).

Pues hace una semana nos hemos encontrado con una entrevista a Luis García Rosell, Presidente de Petro-Perú, donde reconoce que la refinería de Talara costará más de US$ 5,400 millones, sin especificar cuánto más. Y agrega que cuando entró a Petro-Perú, con el actual gobierno, ya se había invertido US$1,600 millones y habían compromisos contraídos por unos US$500 millones, o sea el Estado peruano había hundido ya US$2,100 (asumiendo que nada se podría recuperar). En otras palabras, se tomó la decisión de pasar de US$ 2,100 a los US$ 5,400 ‘estimados’ ahora. US$ 3,300 millones adicionales más los mayores costos aún no especificados por García Rosell. ¿Unos US$ 3,500 millones sobre lo comprometido por Humala-Campodónico?

En marzo preguntamos: ¿Cuánto más costará Talara? ¿No hubiera sido mejor hacer un gran parque industrial para los talareños, con una fracción de la inversión? ¿Estamos dispuestos a meter otros US$ 500 millones? ¿US$ 1,000 millones?

Líneas abajo glosamos partes de la entrevista, pues nos parece escandaloso que el Perú se haya embarcado en esta absurda inversión, que desde el principio adoleció de un mínimo de seriedad, y que hoy día sigue siendo fuente de errores que se acumulan unos encima de otros. Veamos:

“La inversión en Talara se justifica”
Entrevista a Luis García Rosell, Presidente de Petro-Perú
Por Gonzalo Carranza
El Comercio, 3 de mayo de 2017

Glosada por Lampadia

— ¿Cómo se llega a los US$5,400 millones de los que se habla hoy?
Esto empieza en US$1,334 millones en un primer nivel de ingeniería. Unos años después pasa a US$1,700 millones, una cifra que se anunció en los medios, pero de la que no tenemos detalles de qué incluían. Cuando se acaba el análisis de ingeniería, la inversión era alrededor de US$4,100 millones, pero se separa en tres partes: US$2,700 millones para unidades de proceso, que fue lo que se le adjudicó a Técnicas Reunidas; US$500 millones aproximadamente para obras complementarias, y US$815 millones para unidades auxiliares.

— ¿Las unidades de proceso son el ‘core’ de la refinería?
En realidad, todo es la refinería.

— Una ventaja de que lo manejen terceros es que puedan ser más eficientes que Petro-Perú.
Esa es una forma de verlo. Otra es que ya se había anunciado un monto de inversión y cuando resultó que era mayor, se sacaron conceptos, pues tampoco se incluían las obras complementarias. Se forzó una cifra, pero en realidad la inversión era de US$4,100 millones y, sumando los gastos financieros, llegamos a un estimado de US$5,400 millones.

— ¿Por qué un estimado?
Porque haber diferido la adjudicación de estas unidades auxiliares va a generar mayores  costos fijos. También por los gastos financieros.

— Aun si no hubiera nada irregular en el monto total de inversión, se critica que esta sea sumamente cara. 
Una refinería tiene dos componentes principales: el tamaño y la complejidad. El tamaño de Talara es de mediano a chico, pero la complejidad es alta. Existen ocho refinerías similares en todo el mundo.

— ¿Por qué no buscaron otras soluciones?
Hay que evaluar tres momentos.

  • El primero es antes de iniciar la refinería. ¿El Perú debió haber invertido en una refinería? Hay aspectos a favor y en contra, pero no soy el indicado para señalar esto.
  • El segundo momento es cuando entramos nosotros. La decisión era si seguíamos con el proyecto. Ya se habían invertido US$1,600 millones y había compromisos contraídos por unos US$500 millones más [US$2,100]. Si parábamos la refinería, no se podía vender la infraestructura civil, pues básicamente eran pilotes. Habríamos tenido que registrar la pérdida de esos activos y nuestro patrimonio se hubiese vuelto negativo. Además hubiéramos tenido que voltear al Estado y decirle “dame la plata para pagar la deuda”.
  • El tercer momento era evaluar el gasto incremental y ver si su rendimiento justificaba seguir.

— ¿Justificaba? 
Sí. No solo el incremental, sino la inversión total. El proyecto nos da crecimiento en capacidad de procesamiento. También nos da competitividad al poder procesar crudo pesado, que es más barato, y al aumentar la proporción de gasolinas y diésel en nuestro portafolio, con lo que mejora nuestro precio promedio de venta. Y nos da continuidad en el mercado. Hoy existe una norma que impide comercializar en gran parte del territorio nacional diésel con más de 50 partes por millón de azufre. Eso se va a extender a las gasolinas y a todo el Perú en algún momento, como ya sucede en otros países.

Repetimos: Hay que parar esta locura y buscar un plan ‘C’. Evaluar todas las decisiones y mostrarle a los peruanos el daño que nos regaló el gobierno de Humala y el economista ‘capo di tutti capi’ del Frente Amplio (que no es ni frente, ni amplio), la mano izquierda (en lo económico) de Verónika Mendoza, Humberto Campodónico, hijo predilecto del diario La República. Lampadia




Nuestros izquierdistas se quedaron calatos

Durante los últimos tiempos, después de haber apostado por Alberto Fujimori en 1990 y terminar con el rabo entre las piernas, en el albor de la democracia del nuevo milenio, las izquierdas tradicionales peruanas se la jugaron por el ‘socialismo del siglo xxi’ del chavismo, por la mano de Lula con el Foro de Sao Paulo, y en su última jugada por el gobierno por el nacionalismo de Humala.

En los tres casos salieron chamuscados, pero haciendo mucho daño en el camino. Hoy no tienen ya con qué cubrirse, ni de donde traer ideas, dinero ni soporte político. ¡Nuestros izquierdistas se quedaron calatos!

Fuente: Twitter

La jugada por el chavismo
Como ya no se puede negar, el chavismo, el albismo, y el ‘socialismo del siglo xxi’, fueron la nueva estrategia cubana por hacerse de recursos financieros y de penetrar ideológica y políticamente la región latinoamericana ,desde Centro América hasta la Patagonia.

Lógicamente, con ello, nuestros izquierdistas, no solo tuvieron otra oportunidad de continuar su filiación a la dictadura cubana, también encontraron un nuevo sustento  ideológico con el refrito del llamado ‘socialismo del siglo xxi’, para respaldar sus ‘ideas muertas’ y refundacionales, y, tal vez al final lo más importante para ellos, se les presentó una fuente inmensa de recursos financieros para soportar sus agendas políticas.

No es pues de extrañar, que nuestros izquierdistas hayan hecho todo lo posible por justificar el gobierno de Chávez y Maduro, de relativizar sus gruesos errores, de tapar la descarada corrupción de sus líderes y de negar la dictadura chavista; incluso cuando la pestilencia del régimen venezolano había llegado a traer un hedor nauseabundo.

Ahí están, escritas sobre piedra, las sucesivas declaraciones de todos los personajes de nuestra izquierda, como las del cura Arana (caserito de RPP) y Marisa Glave de Tierra y Libertad (luego separados), de Verónika Mendoza, la ex candidata del Frente Amplio (FA) (que no es ni frente, ni amplio), de la fracasada ex alcaldesa de Lima, Susana Villarán, de Gregorio Santos, del MAS, y de todos los demás, casi sin excepción. Del mismo modo se expresan los repugnantes votos de la representación parlamentaria del FA, con respecto a las condenas al régimen dictatorial del chavismo.

A estos izquierdistas, supuestos defensores de los pobres, no se les mueven ni los párpados ante la crisis humanitaria por la que atraviesan los abusados venezolanos, no se inmutan por la falta de alimentos y medicinas, o por los asesinatos de jóvenes en las protestas callejeras, ni  por los presos políticos.

La jugada por Lula 
La opción por Lula y el Foro de Sao Paulo tuvo en Javier Diez Canseco (el ícono de la izquierda), su inicial y más notorio adherente.

Hoy sabemos (sin dudas) que Lula, dueño del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, había montado un plan de penetración política y económica en toda la región. Para ello complotó con las grandes empresas constructoras brasileñas para generar estructuras societarias, refugios financieros y cuentas secretas con los que manejaría inmensos recursos que le permitieron cooptar a los políticos de su país y, además, extender sus brazos para financiar el acceso al poder de las izquierdas latinoamericanas.

El Foro de Sao Paulo, apadrinado por el propio Fidel Castro y el ‘Apparátchik’ cubano, ofrecía sustento político internacional a los huérfanos (de ideas) izquierdistas locales, y los fondos corruptos generados por los brazos empresariales de la estructura imperialista de Lula, facilitaban el acceso al poder de sus socios políticos en la región.

Lula terminó controlando una gran maquinaria que debemos llamar ‘Corrupción de Estado e Imperialismo’, que digitaba a través de Odebrecht y otros, los pagos a los políticos peruanos como Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Susana Villarán y personajes menores del Apra, por mencionar los que hasta ahora han sido denunciados por los compinches de Lula.

Esto fue la hipocresía política llevada a su máxima expresión, un movimiento de izquierda que capturó grandes empresas para corromper y reinar. Adiós las ideas del socialismo, adiós los pobres de la región, adiós los valores de la democracia. Era un inmenso juego político para apoderarse del subcontinente.

Esto no era la descomposición de los representantes corruptos del sector privado, esto era corrupción política de las izquierdas más encopetadas de la región.

Y por supuesto, nuestros izquierdistas se enorgullecían de estar bajo la sombra y el favor del gran Lula y su PT.

La jugada por Humala
La adhesión de las izquierdas peruanas al nacionalismo de Humala fue desvergonzada desde el inicio. Para variar, en 2005, los pobres izquierdistas no solo eran huérfanos de ideas por su atomización, tampoco tenían candidato para el 2006. Así que, ‘facilito’, se auparon al nacionalismo sin importarles la consistencia ideológica de Humala ni su expediente político y delictivo.

Es entendible que un ciudadano común pueda decir no sabía aquilatar los eventos de Locumba con su tufo montesinista, o de la violencia del Andahuaylazo, o de las acusaciones por los delitos de Humala en la base anti terrorista de Madre Mía con sus consiguientes maniobras judiciales;  pero los políticos ‘aupados’, no pueden ahora alegar desconocimiento. Necesitaban el vehículo para llegar al poder y ni siquiera se taparon la nariz para buscar posiciones políticas.

En la campaña del 2006, la influencia del dinero chavista era muy clara, así como la inaceptable intromisión del propio Chávez. Posteriormente, en la campaña del 2011, escondieron la participación del chavismo y presentaron con orgullo a su nuevo ‘padrino’, el mismísimo Lula.

Recordemos como Salomón ‘Siomi’ Lerner, el exitoso empresario, auto definido como izquierdista (amigo predilecto de Toledo durante su gobierno), y auspiciador principal de las candidaturas de Humala, decía, nosotros no estamos con Chávez, somos amigos de Lula. Pues ahora sabemos que clase de amistad era esa.   

En ese predicamento estuvieron todos nuestros izquierdistas, y con Siomi Lerner a la cabeza como Primer Ministro, tomaron posesión del  gobierno del nacionalismo, hasta que la muy lista y astuta Nadine Heredia se deshizo de buena parte de esos malos socios de conveniencia (lamentablemente el gobierno siguió teñido de una orientación anti economía de mercado que rompió el proceso virtuoso de crecimiento que gozamos -especialmente los pobres- hasta el 2011).

Muchos niegan ahora su complicidad con ese proceso político. Los activistas de los derechos humanos, solo se sumaron a Humala para el 2011. Antes, hasta lo habíann denunciado. Ahora, muy pocos, como Francisco Soberón, de la Coordinadora de Derechos Humanos, tienen la franqueza de reconocer que su odio lo haría repetir exactamente lo mismo.

Hay muchos responsables de esta inconsecuencia que deben ser señalados, empezando por Mario Vargas Llosa, el garante-padrino de Ollanta Humala y Nadine Heredia, que solo hace pocos días ha declarado que la plata recibida de Odebrecht en la campaña no calificaría como delito penal, pues entonces el buen señor, no era funcionario público.

La desnudez de nuestros izquierdistas
¿Y ahora qué harán nuestros izquierdistas tradicionales? El chavismo está en una descomposición total, Lula apesta a una corrupción sin límites, y Humala se está convirtiendo en ‘el innombrable’.

¿Qué van a hacer ahora, sin ideas propias, sin las ideas de sus antiguos socios, sin el dinero de Venezuela o Brasil y con el mal olor de sus cuestionables andanzas?

Bueno, todavía tienen una tablita en medio del mar, increíblemente, el gobierno de PPK les dio ‘vela en el entierro’, y por más que no brinden un apoyo real, están por todas partes. Igualmente, todavía se multiplican en los medios, especialmente en la radio y la televisión, donde son caseritos, mañana, tarde y noche.

Pero los ciudadanos ya sabemos lo que hicieron y lo poco que tienen que ofrecer. Ya sabemos que: ¡Nuestros izquierdistas se quedaron calatos! Lampadia




PRODUCE heredó un ‘campo minado’

Los CITE organizados durante el gobierno de Ollanta Humala, han sido evaluados por ONUDI y se han encontrado una serie de observaciones importantes, que consideramos necesario revisar.

En Lampadia hemos mantenido una serie de enfrentamientos conceptuales públicos con el anterior ministro de la Producción, Piero Ghezzi.

  • Esto empezó antes de que Ghezzi entrara al ministerio. Con su libro, ¿Qué se puede hacer con el Perú? (escrito con José Gallardo, eventualmente ministro de Transportes y Comunicaciones en el mismo gabinete), en el que comparaba absurdamente, el desarrollo de la minería peruana con las experiencias del guano y del caucho. Además, entre otras perlas, afirmaba que el Perú ya había agotado su ‘bono demográfico’. En su momento comentamos que el libro parecía una estrategia de marketing personal para hacerse visible como eventual ministro.
  • Posteriormente, ya como ministro, cuestionamos que mantuviera y fortaleciera el nefasto decreto DS-005-2012-PRODUCE de su antecesora, Gladys Triveño, que desestabilizó la industria pesquera. Ver en Lampadia: Graves fallas del ordenamiento pesquero, Más sobre el ordenamiento pesquero (incluye artículo, una carta del Ministerio de la Producción a Lampadia y nuestra respuesta).
  • Igualmente, tuvimos que enfrentarnos a su gestión cuando articuló el contenido del ‘Plan de Diversificación Productiva’ (PDP), el cual parte de algunas premisas incorrectas y diagnósticos sesgados de la economía peruana. 

En el documento se señaló que uno de los objetivos del PDP era “Generar entre los peruanos una visión de largo plazo sobre la necesidad de diversificar la economía. Los países que han logrado transitar de ingresos medios a ingresos medios-altos se han diversificado”. ¿Quién puede oponerse a que un país diversifique su economía? Evidentemente, nadie. El punto de discusión es cómo se pretende hacerlo.

En Lampadia tuvimos importantes objeciones al planteamiento de Ghezzi, ver: El diagnóstico equivocado del Plan de Diversificación Productiva y Plan de Diversificación Productiva y sus diagnósticos equivocados.

Además de las objeciones al plan, anotamos que el mismo, validó el abandono del sector minero como motor del crecimiento económico y, alentó el regreso a políticas industriales típicas de un Estado intervencionista, que se permite elegir a los ganadores y perdedores de la economía. 

A pesar de que el Ministerio luego reacomodó su plan, el daño ya estaba hecho, pues el Perú olvidó los beneficios de la minería.

Es en este momento que empiezan a multiplicarse los CITEs. Para nuestra sorpresa, ahora vemos que la estrategia de desarrollo de los mismos, reflejaba, en buena medida, la praxis política de Ghezzi, con la visión de un Estado intervencionista y un excesivo despliegue mediático, en el que priman las fotos más que el contenido.

Tras evaluar el informe de la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), en la que en referencia a los CITEs se afirma que se “Considera como una falla de Estado, a aquel acto de política pública que tiene un impacto neto negativo sobre el bienestar”, tenemos que volver a presentar nuestras diferencias conceptuales con la gestión del ministro Ghezzi.

Fiel a su estilo, ahora Ghezzi se dedica a criticar las afirmaciones de PRODUCE y de  ONUDI sobre la calidad del programa de los CITE. Sorprendentemente, el diario El Comercio en su publicación del domingo (23 de abril), respalda las críticas de Ghezzi y  rescata a su antecesora, Gladys Triveño para contrastar las conclusiones del estudio de ONUDI. Por su lado, Juan José Garrido, director de Perú21, afirma que en  “[Los CITES] No solo se ha gastado sin sentido, sino, además, de manera irresponsable (incluso transgrediendo la normativa nacional). Hay CITES que no cuentan ni con luz ni agua potable, otros que se encuentran sin infraestructura adecuada; la mayoría son solo ladrillos sin capital humano. ¿Eso era lo que entendían por innovación y desarrollo tecnológico?”.

En síntesis, ni la regulación pesquera, ni el PDP, ni los CITES, estuvieron bien enfocados y merecen que ampliemos nuestras críticas a la gestión de un ministro excesivamente mediático, y muy apurado en implantar reformas y programas que requerían mayores estudios y debates.

Compartimos con nuestros lectores los documentos preparados por ONUDI:

Análisis de los CITES por la ONUDI
Revisión de la Situación Actual de la Red de CITE en Perú
Resumen Ejecutivo de la Revisión de la Situación Actual de CITE en Perú

Además, líneas abajo, resumimos los comentarios más importantes de la ONUDI sobre su evaluación de los CITE en el Perú:

“Revisión de la Situación Actual de la Red de Centros de Innovación Tecnológicos (CITE) en Perú”

Elaborado por Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI)

“Consideramos como una falla de Estado, a aquel acto de política pública que tiene un impacto neto negativo sobre el bienestar”.

“Estudio en el que se ha buscado patrones transversales a los diversos CITEs en tres aspectos fundamentales. Alivio de Fallas de Mercado, Articulación con el Sistema Productivo y Calidad de Diseño e Implementación”.

“Se encontró que en múltiples ocasiones el accionar planificado de los CITEs no iba dirigido al alivio de fallas de mercado sino más bien a acciones de soporte productivo en las que el Estado pasaba a asumir una porción de una determinada cadena de valor. Es decir una versión bastante parcial del Estado Empresario en el que el Estado asume el rol de productor de bienes y donde no se generan externalidades positivas de ningún tipo de su accionar. Esta clase de acciones puede tener consecuencias nocivas como desplazar injustificadamente al sector privado de una porción de la cadena de valor y volverse una permanente fuente de destrucción de valor económico”.

Fuente: Perú21

Ejemplos de los comentarios del estudio sobre CITEs específicos:

  • CITE Forestal Pucallpa
    “Se presta a los empresarios del sector los servicios de afilado de cuchillas, carpintería básica y secado de maderas. Existe un sentimiento de inconformidad en los empresarios por las bajas tarifas que ofrece en estos servicios, generando una distorsión muy amplia entre el costo comercial y el precio CITE”.
  • CITE Pesquero Ahuashiyacu
    “El CITE todavía no cuenta con equipamiento. Una vez que esté en operación va contar con el siguiente equipo: Planta de procesamiento con una capacidad de 02 toneladas diarias, para eviscerado y 01 toneladas diarias para congelado. con una capacidad de almacenaje 40 toneladas de producto terminado, en dos cámaras de producto congelado, un túnel de congelamiento por aire forzado de 1 tonelada por hora en batch de ocho horas. Un productor de hielo en escamas con capacidad para dos toneladas de hielo en 24 horas. Planta para procesar productos curados, hasta dos toneladas diarias, que es la capacidad máxima de eviscerado: seco y salado, ahumado…..”.
  • CITE Agroindustrial – UT Ambo
    “Es extremadamente dificultoso transferir buenas prácticas agrícolas a los productores independientes, por su renuencia a modificar los procesos tradicionales”.

[Increíblemente, desde el año 2000, cinco gobiernos, incluido el actual, se resisten a apoyar la difusión del Programa de Mejoras Tecnológicas, Productividad y Calidad de Vida de Sierra Productiva (SP). 

En cuanto a la capacidad de “trasferir buenas prácticas agrícolas a los productores independientes”, la FAO, después de evaluar SP, afirmó que era el único programa a nivel mundial que no generaba resistencia al cambio, y que por lo tanto, su capacidad de ser exitoso era mucho mayor que cualquier otro programa. 

¿Cuál era la razón que origina esa efectividad? – La difusión del programa a través de los Yachachiq, campesinos iguales a los sujetos de cambio, que ya habían adoptado las técnicas de SP y las explicaban en el mismo idioma, con gran credibilidad. Algo muy diferente al uso de técnicos contratados, o personal externo a la realidad de los campesinos, que son percibidos como una suerte de ‘marcianos’. Error cometido por el Estado, cada vez que quiere apropiarse de SP, pero ‘a su estilo’. Algo, no solo inefectivo, sino también, oneroso. El Estado desconfiando de los campesinos como agentes de cambio, a pesar de las experiencias de SP con más de 60,000 familias].

  • CITE Agroindustrial Oxapampa​​​
    “El problema es la carencia de materia prima, por lo que para la obtención de néctares y concentrados de maracuyá, por ejemplo, tienen que recurrir a proveedores del norte del país”.
  • CITE Agroindustrial Majes
    “Diferencia entre la realidad productiva de la región y las CITE pone en duda los criterios mediante los cuales se ha determinado los productos a ser impulsados por los CITEs”.
  • CITE Agroindustrial – UT Ambo
    “No existe una caracterización de la situación de la cadena productiva, ni tampoco un análisis de la potencialidad exportadora de las tres cadenas seleccionadas.”
    “No se consideró previamente si es que existía en la zona de intervención del CITE el capital humano útil para la difusión del impacto de la CITE, y en todo caso tampoco se tomaron medidas para paliar estas deficiencias”.
  • CITE Agroindustrial Huallaga
    “La planta no dispone de agua potable (estaba previsto conectarse a la tubería de la red de agua potable que abastece a la población cercana de Aucayacu, pero se enfrenta la resistencia de los pobladores), no está previsto el saneamiento, y el punto de conexión de energía eléctrica trifásica más cercano está a 11 km de distancia.”

Conclusiones del estudio:

“Para ser efectivo un programa de innovación debe cumplir con un conjunto de requisitos”:

  • Fundamentar cual es la falla de mercado sobre la que se plantea intervenir
  • Responder por qué las herramientas de intervención elegidas son superiores a las alternativas
  • Se debe establecer protocolos de análisis de impacto
  • Cuidar la ubicación de los CITEs y las actividades a ser cumplidas por los mismos
  • Incrementar la articulación con el sector productivo local y la magnitud del impacto sobre el mismo 

“De los casos analizados parecería que no se establecieron los mencionados protocolos”.

“Por ello se requiere de una revisión a profundidad del despliegue de la red de CITEs tal como ha sido planteada, no hacerlo implicaría el dar mal uso a centenas de millones de soles y perder la oportunidad para, con estos recursos, impulsar de manera más efectiva la productividad e innovación nacional”. Lampadia




¿Cuánto más costará Talara?

‘Nunca hay que poner plata buena detrás de plata mala’, o como dicen los sajones ‘realize your loss’ (reconoce tu pérdida). Ambos son preceptos básicos de las finanzas, pero los seres humanos no queremos aprender y el error se repite en distintos espacios y aspectos.

En su libro ‘Homo Deus’, Yuval Noah Harari comenta como los hombres solemos insistir en el error, cueste lo que cueste.

Dice por ejemplo, que en 1915, Italia entró en la Primera Guerra Mundial para recuperar Trento y Trieste del Imperio austrohúngaro. En la primera batalla, Italia perdió 15,000 hombres, en la segunda 40,000, en la tercera 60,000, hasta que al final de la guerra murieron 700,000 soldados. Pudieron retirarse en varias ocasiones pero el síndrome de ‘nuestros muchachos no murieron en vano’ (que permitía esconder el error) hacía que siguieran mostrando un sentido de propósito en continuar la guerra.

La misma lógica funciona en la esfera económica: “En 1999, el gobierno de Escocia decidió ordenar la construcción de un nuevo edificio para albergar el Parlamento. Según el plan original, las obras iban a durar dos años y a costar 40 millones de libras. En realidad, duraron cinco años y costaron 400 millones de libras. Cada vez que los contratistas topaban con dificultades y gastos imprevistos, se dirigían al gobierno escocés y pedían más tiempo y dinero. En todas esas ocasiones, el gobierno se decía: “Bueno, ya hemos invertido 40 millones de libras en esto y quedaremos completamente desacreditados si lo interrumpimos ahora y acabamos con un armazón a medio construir. Vamos a autorizar otros 40 millones”. Seis meses después ocurría lo mismo y para entonces la presión que suponía no acabar con un edificio a medio construir era todavía mayor; y otros seis meses más tarde se repetía de nuevo lo mismo,  así sucesivamente hasta que el coste real fue de diez veces la estimación original”.

Pues en el Perú, en el gobierno de Ollanta Humala, con la inspiración del chavismo, de la mano de Humberto Campodónico como presidente de Petroperú, y con la música del diario La República, nos embarcamos en la ‘modernización’ y ‘ampliación’ de la refinería de Talara. Se llegó a manipular conceptos para afirmar que el costo social de consumir combustibles contaminantes era mayor que el de la inversión en la refinería; pero no se reconoció que importar combustibles limpios era, largamente, más económico.  

Así, alegremente, emprendimos un proyecto absurdo que después hemos descubierto incluía la ampliación de la refinería (de 65,000 a 95,000 barriles diarios), llevándola por encima de la demanda nacional (¿para exportar productos refinados?). La aventura iba a costar como máximo US$ 1,700 millones. Más adelante, con Campodónico aún en la petrolera estatal, pasó a US$ 3,000 millones, más otros ‘rubros privados’ (no especificados, y que no tenían nada de ‘privados’), que llevaban el total a US$ 3,500 millones.

Hoy, sin haber terminado de ajustar los estimados de inversión, el presupuesto está en US$ 5,400 millones. (¿Con IGV o sin IGV? – Quién sabe). Además, según lo anunciado esta semana, se está tomando endeudamiento público por US$ 3,000 millones.

Fuente: El Regional Piura

Por su lado, la Refinería de la Pampilla invirtió US$ 470 millones para producir diesel con 50 partes por millón y completará el proceso con otros US$ 270 millones para las gasolinas, unos US$ 750 millones para su actual  capacidad de producción de unos 120,000 barriles por día. Esa es la eficiencia del sector privado.

¿Cuánto más costará Talara? ¿No hubiera sido mejor hacer un gran parque industrial para los talareños, con una fracción de la inversión? ¿Estamos dispuestos a meter otros US$ 500 millones? ¿US$ 1,000 millones?

Hay que parar esta locura y buscar un plan ‘C’, evaluar todas las decisiones y mostrarle a los peruanos el daño que nos regaló el gobierno de Humala y el economista ‘capo di tutti capi’ del Frente Amplio (que no es ni frente, ni amplio), la mano izquierda (en lo económico) de Verónika Mendoza y Humberto Campodónico, hijo predilecto del diario La República. Lampadia




Cinco años con freno de mano

Desde el regreso del Perú al mundo moderno a fines del siglo pasado, luego de 30 años en que se impuso un socialismo ajeno a nuestra realidad (primero mediante la tiranía militar y luego por la torpeza de sus herederos de la democracia de los años 80), en que se trataba al sector privado como una suerte de fuerza de ocupación extranjera, empezamos la reconstrucción del país y de los caminos que permitieron que nos acercáramos a la prosperidad.

Efectivamente, desde la promulgación de la Constitución de 1993, empezamos un proceso de crecimiento (1993-1998 – 7.5% del PBI p.a.), interrumpido por la auto infligida recesión de 1998 y continuado con creces desde principios del nuevo siglo.

Los resultados de desarrollo del Perú hasta el 2011 fueron espectaculares, tanto en aspectos leconómicos como sociales. Así lo recogimos y demostramos en nuestra publicación de noviembre del 2013: Las Cifras de la Prosperidad. Ver resumen gráfico en la siguiente ilustración:  

Lamentablemente, este proceso social y económico impulsado por el dinamismo de la inversión privada, que nos permitió alejarnos del estancamiento y avanzar hacia la prosperidad, no fue acompañado por reformas institucionales que permitieran nivelar la calidad de nuestra democracia con las mejores del planeta.

Sin embargo, a pesar de todo lo que aún teníamos que mejorar, estos avances generaron un proceso de inclusión nunca antes visto en nuestra historia. Hubo crecimiento, reducción de pobreza, desigualdad, mortalidad infantil, mejoraron los ingresos y el empleo fuera de Lima, el crecimiento llegó al sector rural (Webb), aumentó la productividad y se creó una dinámica clase media emergente.

Al mismo tiempo, hubieron varios interesados en negar nuestras realizaciones, entre ellos, por supuesto, los grupos de las izquierdas tradicionales que seguían atrapados en las ‘ideas muertas’, y con bombos y platillos, acompañado por esas izquierdas, el llamado ‘nacionalismo’ liderado por Ollanta Humala, que ya había perdido un proceso electoral y se aprestaba a tomar la presidencia del país el 2011 con el compromiso de hacer ‘el gobierno de la inclusión’.

Esta oferta seguía los lineamientos de la política de Lula da Silva en Brasil, que como demostramos en Lampadia durante su visita al Presidente García, era menos exitosa que la lograda por el Perú en base al crecimiento. Ya hemos visto como terminó el asistencialismo brasileño.

Lo lamentable, es que más allá de algunos aspectos positivos de su gobierno, en términos de crecimiento e inclusión, el presidente Ollanta Humala nos ha dado un gobierno ‘sin crecimiento y sin inclusión’. 

Desde el inicio de su gobierno, intrínsecamente enfrentado a la inversión privada, se produjo un punto de inflexión en nuestro proceso de desarrollo que se puede apreciar en varios aspectos. Veamos:

Parálisis de la inversión minera (el mayor motor de crecimiento de la economía):

Regresión de la anemia infantil (por mala gestión de los programas sociales):

La asfixia regulatoria, la tramitología (ver ejemplo para el sector minero):

Colapso de la inversión pública y privada:

La parálisis del crecimiento de la economía:

La pérdida de confianza en el futuro:

Algo que hay que reconocer al gobierno de Humala es que a pesar de su orientación política, supo tratar de entender la necesidad de ir rectificando el camino, desde las orientaciones del socialismo del siglo XXI del chavismo, que inspiraron su campaña con la llamada ‘gran transformación’, pasando por la ‘hoja de ruta’ y recalando, ya sin el apoyo de la izquierda, en un manejo económico que se alejó del radicalismo y aterrizó en una mediocridad agridulce.

Esperamos que el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski tenga mejores luces sobre las políticas públicas que traigan nuevamente el crecimiento y la inclusión. Que aliente el  que todos nos ubiquemos al mismo lado de la mesa y rememos en la misma dirección. Ha llegado el momento de entender que los retos que tenemos por delante, solo pueden ser enfrentados en armonía, con muchísimo esfuerzo y constancia, con el compromiso y acción de todos los peruanos. 

Lampadia