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“Los verdaderos hijos de la Nación, son los amigos de la Constitución”

“Los verdaderos hijos de la Nación, son los amigos de la Constitución”

La imperecedera proclama de otro cusqueño del Bicentenario: Rafael Ramírez de Arellano.

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia

El Cusco es visto como una región roja. Una zona donde sus ciudadanos son proclives al socialismo en sus diferentes vertientes. Intelectuales de izquierda ha habido muchos. Dirigentes radicales, unos más simpáticos e ilustrados que otros, abundan. Embelesados con las utopías marxistas sobran. Hay tantos que hasta llegan a ser ministros. Sin embargo, el Cusco no es solamente cuna de marxistas y comunistas. Esta ciudad también ha acunado a pensadores liberales que el relato ha eclipsado, distorsionado o ignorado.

En el bicentenario de nuestra Independencia, es oportuno recordar a tres de ellos, cuyo común denominador además del derecho, son sus ideas en defensa de la libertad individual.

  • Nos referimos a Rafael Ramírez de Arellano (principios del siglo XIX),
  • Víctor J. Guevara (principios del siglo XX) y a
  • José Antonio Olivares Morante (recientemente fallecido).

En esta primera entrega me ocuparé del primero de ellos: el jurista liberal Rafael Ramírez de Arellano.

En 1813, Rafael Ramírez de Arellano, escribió una proclama con la cual he querido titular este artículo: “Los verdaderos hijos de la Nación, son los amigos de la Constitución”

En este documento, pionero para su época, Ramírez de Arellano nos deleita con un conjunto de conceptos que para ese momento y ese contexto político aún colonial, eran de avanzada:

  • “amor o amistad por la Constitución”
  • “soberanía popular”
  • “responsabilidad en el manejo del erario público”
  • “responsabilidad de los funcionarios públicos por la justicia y los derechos de los ciudadanos”
  • “derecho de acción frente a la más leve afrenta a la Constitución”, entre otros.
  • “los tribunales de justicia como perseguidores del fraude”

Aquí algunos extractos de este valioso documento que describe el pensamiento liberal de uno de estos otros cusqueños a quienes el pensamiento colectivo no sedujo:

  • “De este modo la Constitución es la viva voz del Pueblo en resumida soberanía, inmune del error, del engaño, fraude y tiranía, males que ningún individuo podría elegir para si mismo”.
  • “El erario público no será el fomento de una ilimitada profusión, ni se prodigará sin responsabilidad, para reponerlo con opresión.”
  • “Todo hombre tiene acción para acusar la más leve transgresión a la Constitución fundamental”
  • “Los funcionarios públicos, jamás árbitros en la ley, son responsables en su persona para la inviolabilidad de la justicia, y para que se miren con respeto los derechos individuales de cada miembro de la sociedad”
  • “El supremo tribunal de justicia es un argos a cuya vista no se ocultará el más recatado fraude”. [Argos se refiere a una persona muy vigilante].
  • “(La Constitución) ella misma escarmentará a esos fanáticos reos de lesa Constitución que tal vez meditan profanar tan sagrada ley y fascinar a los crédulos. Denunciad y señalad con el dedo a esos anti-ciudadanos que a toda luz jamás osarán presentarse. Esos son nuestros enemigos, esos los opuestos a la justicia y la verdadera felicidad intentan perpetuar la degradación de nuestra dignidad y grandeza”.

Después de esta Proclama en pro de la Constitución de Cádiz que fue la primera señal de apertura liberal de la monarquía colonial española y primera expresión de relativa soberanía popular, Ramírez de Arellano fue miembro de Congreso Constituyente de 1822 y del posterior de 1833, que elaboró la Constitución de 1834.

Sus ideas, en tiempos tan oscuros como los que empieza a vivir nuestra patria, son muy actuales, válidas y oportunas. Y su recuerdo una necesaria reivindicación a la intelectualidad local de dos siglos, que no solamente escribe con tinta roja. Su proclama, por lo demás, un slogan oportuno para la hora presente: “Los verdaderos hijos de la Nación, son los amigos de la Constitución”. Lampadia




La incapacidad moral como causa de vacancia presidencial

La incapacidad moral como causa de vacancia presidencial

Natale Amprimo Plá
Para Lampadia

La reciente difusión de los audios en los que se escucha al Presidente de la República coordinar con su personal de confianza respecto a cómo se debían alterar los registros de ingreso a Palacio de Gobierno con miras a la declaración que éstos debían dar ante la Fiscalía y una Comisión Investigadora del Congreso de la República, así como a conciliar la estrategia de defensa en el tema que, según propia versión presidencial, todos los participantes de la reunión, incluyendo al propio Jefe de Estado, están involucrados, ha puesto en debate la figura de la incapacidad moral como causa de vacancia presidencial.

Como ya se está haciendo costumbre, hay expertos en, como se dice, confundir la perdiz, con el claro objeto de buscar sacarle las castañas del fuego al Presidente, quien nos debe -no sólo al Congreso de la República- una explicación clara y sincera, pues no nos podemos conformar con la lectura de un libreto parcial.  Así, ante la admisión a trámite de una moción para declarar la vacancia de Martín Vizcarra, se ha creado la necesidad de que el Tribunal Constitucional, vía una forzada demanda competencial promovida por el Procurador del Poder Ejecutivo,  establezca “criterios mínimos que deban ser observados por el Congreso con relación a la causal de vacancia sobre la permanente incapacidad moral”, de forma que “no pueda emplearse para determinar la responsabilidad política del presidente por decisiones adoptadas en el ámbito de su competencia ni para sancionar conductas que correspondan ser analizadas en cuanto a su ilegalidad por otras instancias, a través de otros procesos y respetando siempre el Estatuto presidencial” (punto 45 de la demanda competencial).

La demanda -verdadero trabalenguas jurídico-, empieza, con cinismo manifiesto, expresando que “no tiene por objetivo establecer argumentos de defensa del presidente de la República con relación a los hechos e imputaciones contenidas en la Moción de Orden del Día Nº 12090” (punto 2 de la demanda competencial), para luego plantear, ya en confianza, que, en realidad,  busca se “declare la nulidad de la admisión a trámite de la Moción de Orden del Día Nº 12090, así como de los siguientes actos adoptados por el Congreso de la República en base a esta decisión, archivando de forma definitiva el procedimiento de vacancia” (punto 17 de la demanda competencial).  Además, su apresuramiento se patentiza, por ejemplo, en la numeración que lleva su desarrollo: hay dos puntos 7, dos puntos 9, y del punto 7 se saltan al 9.

Pero dejando de lado esos temas -que revelan la verdadera motivación de la demanda (que no es otra que la paralización de un proceso parlamentario expresamente contemplado en la Constitución) y cómo ésta se ha preparado-, es bueno analizar si, objetivamente, existe discusión respecto a la figura de la causal de incapacidad moral, que se incorporó en nuestra vida constitucional por primera vez en la Constitución de 1839, es decir, hace ya 181 años.

En los debates del llamado Congreso Constituyente Democrático, que dieron lugar a la Constitución de 1993, no se debatió mucho la incorporación de la figura de la causal de vacancia por incapacidad moral, quizás porque ésta ya estaba incluida en la Carta de 1979 y, con seguridad además, porque el debate de entonces se centró en la posibilidad de reelección presidencial que la Constitución vigente incorporó en su texto original y que luego se retiró por Ley 27365, publicada el 5 de noviembre de 2000.

Por ello, creo importante hacer referencia al debate que se desarrolló para la aprobación de la causal de incapacidad moral en la Asamblea Constituyente que dio vida a la Constitución Política de 1979. Así, si revisamos el Diario de Debates de la Comisión Principal de Constitución de la Asamblea Constituyente 1978 – 1979, encontramos que el tema de la causal de incapacidad moral se desarrolló en su 23ª. Sesión permanente, llevada a cabo el 22 de febrero de 1979, que estuvo presidida por los señores Constituyentes Luis Alberto Sánchez y Ramiro Prialé, en la que se debatió la ponencia de la Comisión Nº 5, relativa al Poder Ejecutivo, en cuyo artículo 7º se proponía: “La Presidencia de la República vaca, además del caso de muerte: 1) Por incapacidad física o moral del Presidente, declarada por el Congreso (…)”.

En el debate participaron activamente los Constituyentes Chirinos Soto y Valle Riestra, quienes expresaron:

“El señor CHIRINOS SOTO (Enrique).- (…) En cuanto a la incapacidad moral que está cuestionada en la Constitución, es evidentemente difusa, la califica el Congreso por supuesto. Declarada por el Congreso es el tipo de incapacidad que se vio en Estados Unidos para precipitar la renuncia de Nixon.  No había cometido tales o cuales delitos, pero había tenido una conducta inmoral.  Entonces, a un hombre de esa conducta inmoral se le amenazó con el juicio constitucional.  En este caso sería un tipo de capacidad que sin haber llegado el Presidente a la perpetración de delitos, moralmente lo inhabilita por razón muy difícil de determinar, pero que tendrá que ser declarada.

(…)

El señor VALLE RIESTRA.-  El inciso está mal redactado de todas maneras, señor Presidente.  Porque interpretándolo textualmente, se deduce lo siguiente: ‘Por incapacidad física o moral permanente’, de donde una incapacidad moral transitoria o accidental no sería causa de destitución.  Quiere decir que si el Presidente se redime de su inmoralidad o alguien la considera tal, entonces ya no hay una incapacidad permanente sino subjetividad.

Ahora lo de la ‘incapacidad física”, tal como está redactado, podría haber significado que Roosevelt no habría sido Presidente de los Estados Unidos. Tiene que ser, como dice el señor Aramburú: Incapacidad que lo imposibilite para el ejercicio de su cargo.  Esto es cierto en la Constitución actual, pero está redactado mejor, porque dice, ‘por permanente incapacidad física o moral del Presidente’.  Se está haciendo énfasis en la incapacidad física permanente y lo de la moral no lo pone.

(…)

El señor CHIRINOS SOTO (Enrique).- Por ejemplo en el caso de un ebrio, no comete delito; y el caso se ha dado en Ecuador, con el Presidente Arosemena; hasta en un escándalo, no hay delito, no puede ser enjuiciado, pero hay una incapacidad moral.

Yo estoy de acuerdo con que la expresión es vaga, pero es indispensable, porque el Presidente podría incurrir en incapacidad moral” (DIARIO DE LOS DEBATES. Comisión Principal de Constitución de la Asamblea Constituyente 1978 -1979. Tomo IV. Páginas 8 y 9).

Promulgada la Constitución de 1979, el maestro Pareja Paz Soldán, comentando el artículo 206º, inciso 2, de dicho Norma Suprema, precisa: “La incapacidad física puede estar determinada por locura, idiotez o parálisis.  Lo moral por corrupción, venalidad o prodigalidad. Pero no basta que exista la incapacidad, sino que tiene que ser declarada por el Congreso” (PAREJA PAZ SOLDÁN, José. Derecho Constitucional Peruano y la Constitución de 1979. Tomo I. Editorial y Distribuidora de Libros S.A. Página 316).

Sobre lo mismo, Ramírez del Villar, quien durante la vigencia de la Carta de 1979 presentó el 30 de mayo de 1988, ante la Cámara de Diputados, un proyecto de ley sobre la Presidencia de la República, señala en la fundamentación de lo que llamó el Estatuto del Presidente de la República, que el término “incapacidad” “es empleado en su acepción jurídica, o sea, como carencia o aptitud legal para ejecutar válidamente determinados cargos y oficios públicos.  El proyecto considera que la conducta deshonrosa, la grave falta ética, el delito común doloso, califican la incapacidad moral y la consiguiente vacancia del cargo, previa comprobación y votación calificada de 2/3 del número legal de congresistas a fin de evitar el uso político abusivo de la causal” (PLANAS, Pedro. El Magisterio Constitucional de Roberto Ramírez del Villar. Fundación M. J. Bustamante De la Fuente. Lima, 1996. Página 16)[1].

Como ya se dijo, la Constitución de 1993 también consideró la incapacidad moral como causal de vacancia del Presidente de la República, incorporándola en el inciso 2 de su artículo 112º.  Sobre ella, la doctrina constitucional más autorizada o de mayor consulta es concluyente. Veamos:

Víctor García Toma: “La incapacidad moral es la falta de aptitud legal para continuar ejerciendo el cargo, en razón de haberse acreditado objetiva y fehacientemente una conducta pública o social gravemente venal, corrupta, licenciosa.

Dicha incapacidad implica una atrofia de las nociones de corrección e integridad de ánimo.

Los elementos de una conducta moralmente inadmisible son las tres siguientes:

  • Un componente cognitivo que no llega a establecer la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto.
  • Un componente afectivo que no llega a establecer una valoración moral personal; esto es, en la falta de auto respeto e íntima satisfacción derivada de un hacer o no hacer frente a una obligación moral.
  • Un componente conductual que no llega a sustentar el juicio que afirme una conducta moral.  Por ende, aparecen actos observables y reprochables política y moralmente” (GARCÍA TOMA, Víctor. Legislativo y Ejecutivo en el Perú. Jurista Editores EIRL. Lima, 2006. Página 237).

Marcial Rubio Correa: “La vacancia consiste en que un cargo determinado queda sin persona que lo ocupe.  Que la presidencia de la República vaca, quiere decir que el ciudadano que la ejercía ha dejado de hacerlo para adelante, es decir, ya no la ejerce y no puede regresar a ella.

El caso de la muerte habla por sí solo.

El de la permanente incapacidad moral o física declarada por el Congreso tiene que ser puesto en sus justos términos: es una decisión política, no técnica, que toma el Congreso pero en función de una realidad existente que es atribución exclusiva suya ameritar.

La incapacidad moral es de naturaleza ética o psicológica. Se refiere a que el Congreso estima que el Presidente no está en condiciones psicológicas o espirituales de poder seguir ejerciendo el cargo” (RUBIO CORREA, Marcial. Estudio de la Constitución Política de 1993. Tomo IV. Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima, 1999. Página 281).

Enrique Chirinos Soto: “Se advierte claramente, en este artículo, la supremacía del Congreso sobre el Presidente.  Es aquél el que declara la permanente incapacidad moral o física del Presidente, y no por cierto, a la inversa.

En la Constitución de 1979 y en las anteriores se hablaba de incapacidad moral o de permanente incapacidad física. Para la nueva Constitución, la mayoría cambió la redacción para hablar de permanente incapacidad moral. Yo no sé cuál sea la permanente o transitoria incapacidad moral.

Tratándose de delitos que no sean de función, vale decir, de delitos comunes que el Presidente haya cometido o que existe muy verosímil presunción en ese sentido, el Congreso para declarar la vacancia, recurrirá al artículo bajo comentario, sin necesidad de juicio político.

De otro lado, el Presidente puede cometer actos que, sin ser delictivos, tengan carácter desdoroso para la alta magistratura que desempeña.  El Congreso podría asimismo recurrir al artículo bajo comentario.  Es el caso, hace años, del Presidente Carlos Julio Arosemena del Ecuador, quien, en ceremonia pública, había bastante más que olvidarse del protocolo” (CHIRINOS SOTO, Enrique. Constitución de 1993. Lectura y Comentario. Nerman S.A. Lima, 1994. Página 230)

Alberto Borea Odría: “En el caso de la incapacidad moral se presente, naturalmente, una situación más equívoca puesto que el concepto ‘moral’ es indeterminado aun cuando hay límites que una sociedad no puede soportar en el comportamiento de las personas, especialmente cuando ejercen un cargo público importante” (BOREA ODRÍA, Alberto. Manual de la Constitución. Para qué sirve y cómo defenderte. Imprenta Editorial El Búho EIRL. Lima, 2016. Página 755).

Raúl Ferrero Costa: La incapacidad moral “equivale a atribuir al presidente la causal de indignidad genérica que lo descalifica para el cargo, para lo cual, aunque la Constitución no determina la cantidad de votos a favor requerida, entendemos que por su trascendencia no basta una votación con mayoría simple sino que esta debe ser calificada, por lo que se requerirá el voto de la mayoría absoluta del número legal de sus miembros (50% más uno de los votos)” (FERRERO COSTA, Raúl. Perú: Secuestro y Rescate de la Democracia (1992-2000). Editorial Nomos & Thesis. Lima, 2019. Páginas 915 y 916).

Gustavo Gutiérrez-Ticse: “Como se puede observar, la vacancia es una herramienta de control político que se convierte en determinados casos en un tubo de escape para superar una situación de crisis política extrema. (…)

Precisamente, por lo delicado de la vacancia presidencial, no puede ser sino utilizada frente a cualquier situación de ingobernabilidad; debe, por tanto, ser empleada sutilmente y solo en circunstancias excepcionales e inevitables.

En efecto, Eguiguren recuerda que, ‘los riesgos políticos de esta causal, de vacancia por incapacidad moral son notorios y preocupantes.  Habilita la destitución del Presidente por una decisión política del Congreso, sustentada en su evaluación de la conducta y el desempeño presidencial, una suerte de ‘censura’ o ‘golpe de Estado parlamentario’ al Presidente, (…)’.

Bajo esta lógica, en los últimos años se han desarrollado sendas regulaciones que buscan evitar se utilice esta herramienta de control por simples coyunturas. Así, el TC estableció nuevos parámetros de validez (Exp. Nº 0006-2003-AI/TC), que finalmente fueron adoptados por el congreso, a través de la incorporación del artículo 89-A a su propio Reglamento.

A partir de esta modificación, la vacancia presidencial debe justificarse, no solo en sus fundamentos, sino además en el nivel de la votación, el cual debe alcanzar los dos tercios de la Asamblea, y no únicamente la mayoría simple.

¿Es admisible el control jurisdiccional en el uso de esta herramienta? No. Se trata de un acto político exento de cualquier tipo de control jurisdiccional, porque de lo contrario, estaríamos judicializando la político” (GUTIÉRREZ-TICSE, Gustavo. Comentarios a la Constitución Política del Perú. Volumen 2. Editorial Jurídica Grijley. Lima, 2020. Página 727).

La primera vez que se aplicó la causal de vacancia, fue con motivo del debate del proyecto de Resolución Legislativa Nº 817/2000-CR para solicitar la declaratoria de vacancia por incapacidad moral de Alberto Fujimori Fujimori, que fue puesto en debate, y aprobado, el 21 de noviembre de 2000.  Es bueno indicar que, en esa época, el Reglamento del Congreso de la República no contenía norma que regulase el tratamiento de este tipo de proposiciones; lo que recién ocurrió con la Resolución Legislativa del Congreso Nº 030-2003-CR, publicada el 4 de junio de 2004, con motivo de la aprobación del Proyecto de Ley de mi autoría, presentado en vista a la exhortación que el Tribunal Constitucional había emitido en su sentencia del 1º de diciembre de 2003, emitida en el Expediente Nº 0006-2003-AI/TC.

Pero volviendo al trámite de declaratoria de vacancia por incapacidad moral de Alberto Fujimori Fujimori, y la explicación del alcance de dicha causal por parte de los señores Congresistas de aquella época, es bueno citar algunas intervenciones del Diario de Debates de dicha sesión. Así, expresaron:

“La señora DONAYRE PASQUEL[2].- (…) La incapacidad moral es un concepto bastante abstracto que envuelve principalmente valores y principios que todos los ciudadanos debemos respetar y que el Presidente de la República, como Jefe del Estado, también debió respetar en su momento.

El concepto de atentado contra la moral y contra los principios no es actual, sino que se remonta al derecho romano, al que todos acudimos siempre por ser el origen y la fuente de nuestro derecho.

En Roma, por ejemplo, se castigaban los atentados contra el honor civil, entendiéndose éste como la dignidad de la persona.  A todo aquel que actuaba contra la dignidad, los valores y los principios, se le sancionaba con la imposibilidad de ejercer sus derechos y obligaciones.

Aquí estamos buscando eso: sancionar al Presidente de la República con la vacancia de su cargo, por no haber cumplido fehacientemente con sus derechos y obligaciones, y por haber violentado principios elementales, atentando contra la dignidad, la cual debe respetar como Jefe de Estado.

Los hechos son concretos: se ha allanado el domicilio de una persona usurpando funciones jurisdiccionales; se ha abandonado el país irresponsablemente, en una actitud indigna.  Todos estos supuestos, y muchos otros que seguramente mis colegas sabrán explicarlos, son suficientes para que hoy este Congreso, con la digna presidencia del doctor Paniagua Corazao, pueda pronunciarse y el país entero sienta la satisfacción de encontrar una respuesta democrática, declarando definitivamente la vacancia de la Presidencia de la República por incapacidad moral”.

“El señor PEASE GARCÍA.- (…) El país tiene que decir ¡basta!, y decir también que en este caso hay una permanente incapacidad moral, cuyo rasgo principal es la permanente mentira, la cual comenzó con la famosa excusa de la intoxicación de bacalao de la campaña electoral y de la que ha habido otros miles de ejemplos en estos diez años”.

“La señora HELFER PALACIOS.- Cuando se utiliza el poder para servirse y enriquecerse con millones de dólares depositados en cuentas y que podrían haber servido  para postas médicas, libros, carpetas, permitiendo que el país alcance una situación completamente distinta, decimos, para que los futuros gobernantes sepan el destino que les espera a los corruptos, que nosotros vamos a votar a favor de la declaratoria de vacancia de la Presidencia de la República por permanente incapacidad moral”.

“El señor FLORES-ARÁOZ ESPARZA.- (…) El artículo 113º de la Constitución claramente señala que vaca el cargo de Presidente de la República por diversas circunstancias.  Una es su muerte; otra su permanente incapacidad moral o física, declarada por el Congreso; otra, la aceptación de su renuncia, etcétera. (…)

También se ha dicho, Presidente, en relación con esa causal, que permanentemente implica ‘desde siempre’, como si fuera una enfermedad crónica o congénita. No, señor; no se trata de nada de eso, ni siquiera tiene que ver con que esa incapacidad sea innata, sino que en algún momento comienza dicha incapacidad y de ahí en adelante es permanente. (…)

Creo que el Congreso tendría -y mi voto va a ser en ese sentido- que declarar la vacancia por esa incapacidad moral.

Pero fuera de ello y de las mil razones que ya se han dado en este Congreso y que, por supuesto, no voy a repetir, creo que hoy lo que necesitamos es pasar este mal trago lo antes posible, porque a nadie le puede gustar, y nadie se puede sentir orgulloso sino avergonzado, de tener que declarar la vacancia por inconducta moral del Presidente”.

El señor SOLARI DE LA FUENTE.- (…) ¿Qué es en sí mismo lo que estamos juzgando? Lo que juzgamos es si lo que acabo de mencionar se enmarcan realmente en la protección y la búsqueda del sentido del bien que es la aspiración que debiera tener todo Presidente de la República. ¿Y cual es el bien que se está cautelando en dichos actos?, ¡el bien de la nación?, ¿el bien de todos los que conforman este Congreso, tanto presentes como ausentes? ¿O se está cautelando el bien personal se quien ha hecho objetivamente un viaje errático, moviendo bienes y, probablemente, cuentas?

¿Cuál es el bien que se está cautelando en estos actos? Obviamente, el bien personal; y quien personifica a la nación de ninguna manera puede anteponer sus bienes e intereses personales a los de la nación. Eso es esencial”.

Luego de producida la vacancia de Alberto Fujimori Fujimori y recuperada la democracia, el Tribunal Constitucional, con motivo de una acción de inconstitucionalidad promovida por 65 Congresistas de la República contra la modificación de un artículo del Reglamento del Congreso (se alegaba en dicho proceso la afectación a la inmunidad parlamentaria), luego de analizar la figura de la vacancia presidencial por permanente incapacidad moral, realizó una exhortación al Congreso de la República, para “legislar un procedimiento y la necesidad de una votación calificada para poder declarar la vacancia presidencial por la causal prevista en el inciso 2) del artículo 113º de la Constitución, a efectos de no incurrir en aplicaciones irrazonables de la referida disposición constitucional, para lo cual, al igual que en los casos de juicio político, debe estipularse una votación calificada no menor a los 2/3 del número legal de miembros del Congreso”.

Es claro que el Tribunal Constitucional, presidido nada menos que por una persona con la experiencia política de Javier Alva Orlandini, conocía perfectamente los alcances de la causal, la que per se no debe ser acotada, pues justamente lo que busca es tener una respuesta política de salida frente a una conducta que resulte incompatible con la dignidad del cargo.  

En ese sentido, la incorporación del artículo 89-A al Reglamento del Congreso no se limitó a la fijación del número de votos mínimo para declarar la vacancia por incapacidad moral, sino que diseñó todo un proceso legislativo a seguir, que va desde el número de Congresistas que se necesita para formular el pedido de vacancia, pasando por la votación que se requiere para su admisión a debate, la obligación de remitir una copia de ella al Presidente de la República, la citación para una sesión especial que debe realizarse no antes del tercer día siguiente a la votación de la admisión y nunca después del décimo, la posibilidad de que el Presidente de la República ejerza, directamente o a través de abogado, su derecho de defensa, para, finalmente, exigirse una votación de 2/3 del número legal de Congresistas para su aprobación.

Un tema final, los señores César Rodrigo Landa Arroyo, Miguel David Lobatón Palacios, Elena Cecilia Alvites Alvites, Pedro Paulino Grández Castro, Patricia Carolina Garcés Peralta y Juan Carlos Díaz Colchado, invocando su condición de profesores de Derecho Constitucional de la Pontificia Universidad Católica del Perú y de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos han presentado un amicus curiae para reforzar la demanda planteada por el Procurador del Poder Ejecutivo.   Resulta sorprendente que, con absoluto faltamiento a la verdad, en este recurso, comentando el artículo 113º de la Constitución, se indique lo siguiente:

“La Comisión de Estudio de la Bases de la Reforma Constitucional del Perú (2001), creada durante el Gobierno Transitorio del Presidente Valentín Paniagua, propuso la modificación de dicho artículo con el siguiente tenor: ‘[…] d. Incapacidad permanente, física o mental, declarada por el Congreso, previo dictamen médico”.  El mismo tenor se incorporó en el artículo 185-5 del Anteproyecto de Ley de Reforma Constitucional (texto para debate) de la Comisión de Constitución (2002); el mismo que se frustró en pleno proceso de debate y aprobación en el Pleno del Congreso.

Dicha propuesta de reforma le devolvía a la institución de la vacancia presidencial por incapacidad su contenido histórico de incapacidad física o mental permanente, adicionando dictamen médico, para evitar alguna arbitrariedad de mayorías parlamentarias transitoria.  En este sentido, se planteó la vacancia por incapacidad moral como una causal objetiva -no sujeta a interpretación pública- y con fundamento científico-médico sobre la certeza de la incapacidad para continuar en el cargo de Presidente de la República, que es la más alta magistratura del Estado” (sic).

La verdad es que lo que no dicen estos peculiares “amigos de la Corte”, es que la Comisión de Estudio de las Bases de la Reforma Constitucional del Perú dividió las causales de incapacidad física y moral en dos causales distintas, una, la contemplada como inciso d), relativa a la “Incapacidad permanente, física o mental, declarada por el Congreso, previo dictamen médico”; y, otra, la prevista como inciso e), relativa a la “Conducta incompatible con la dignidad del cargo”.

Respecto al Anteproyecto de Ley de Reforma Constitucional (texto para debate) de la Comisión de Constitución (2002), el texto también contempla la causal de vacancia del Presidente de la República por “Conducta incompatible con la dignidad del cargo o incapacidad moral”. 

En consecuencia, en ninguna de las propuestas se pretendió eliminar la causal de incapacidad moral, pues quien ejerce la Presidencia de la República debe actuar de acuerdo a la dignidad que el cargo obliga, por algo personifica a la Nación, conforme al artículo 110º de la Constitución.

Ahora se critica que este procedimiento parlamentario, vigente hace 16 años sin que nadie lo cuestione, contempla un trámite muy expeditivo; es verdad, es adrede rápido, pues lo que no puede haber es vacío de poder, ni un Presidente debilitado que puede ser sujeto de múltiples presiones. La naturaleza del tema exige una solución rápida. 

Está claro que una vacancia presidencial por incapacidad moral nunca es oportuna o deseada, pues ella altera la vida normal de la Nación. El tema no pasa por una consideración de ese tipo, sino por determinar si es necesaria dada la conducta que exhibe quien ostenta el mayor poder del país. Lampadia

[1] Roberto Ramírez del Villar es el primero que plantea que la causal de vacancia por incapacidad moral requiera una votación calificada de 2/3 del número legal de Congresistas, a efectos de evitar un uso

[2] Actualmente es Ministra de Estado, en el gabinete presidido por el señor Martos.




La constitución y la situación actual

La constitución y la situación actual

Natale Amprimo
Para Lampadia 

La Constitución Política es una norma de ordenación del poder. Una suerte de protocolo de convivencia política, que fija los límites de los diversos actores que participan en la vida pública.

En el derecho público, a diferencia de lo que ocurre en el privado, lo no permitido es prohibido; ahí no juega la libertad de acción que tenemos las personas en nuestra vida cotidiana, y que se resume en el viejo aforismo “lo no prohibido es permitido”.

La Constitución establece los límites de la representación que el pueblo otorga a las autoridades que ejercen el poder de manera temporal.  Los elegidos no pueden salirse de ese corsé; pues ello sería como que un apoderado, autorizado solo para alquilar la casa de su representado, decidiese venderla, porque el precio ofrecido es muy bueno.

Lamentablemente, muchas veces los gobernantes no entienden esos límites, y en aras de lo que consideran el bien de la Nación, transgreden los topes que, a su representación, le fija la Constitución.

Cuando a Víctor Andrés Belaúnde, el maestro socialcristiano, le pidieron que describa el “poder”, dicen que lo hizo comparándolo con una orgía, pero sin orgasmo, porque el gobernante nunca se daba por satisfecho. 

Hay que recordar que Belaúnde, ya en 1931, en su obra “La Realidad Nacional”, señaló que el síntoma típico de nuestra crisis ha sido el “absolutismo presidencial”. Incluso, al día de hoy, como lo recuerdan César Ochoa y Baldo Kresalja, se ha exacerbado el presidencialismo de la Constitución histórica del Perú al extremo de llegar a un “presidencialismo hipertrófico”, que se caracteriza por una concentración de poderes legislativos proactivos y reactivos del Presidente de la República.[1]

Sobre el particular, Torres Arancibia lo desarrolla con nitidez, cuando señala: “Si el autoritarismo en el Perú ha encontrado campo fértil se debe en buena medida al absolutismo presidencial. En este punto no debe confundirse absolutismo presidencial con régimen dictatorial. El segundo es, como se sabe, un régimen de facto, cuyo origen espurio y principalmente por la fuerza, lo vuelve ilegítimo. El primero, por su parte –y para el caso peruano– está sustentado en la propia legislación. En otras palabras, en el Perú, la historia jurídica republicana ha fomentado siempre una figura presidencial fuerte, con mucho poder, casi omnímoda. Tal circunstancia llevó a decir a Víctor Andrés Belaunde en un célebre discurso dado en la Universidad de San Marcos en 1914 que ‘el presidente de la República es un virrey sin Monarca, sin Consejo de Indias, sin oidores y sin juicio de residencia’. Pero la afirmación de Belaunde se quedaba corta: ningún virrey del Perú tuvo tanto poder como un presidente peruano actual”.[2]

Lowenstein, el famoso constitucionalista alemán, en 1957 desarrollo la teoría de la “enigmática triada”, según la cual el hombre tiene tres incentivos fundamentales que dominan su vida en sociedad y rigen la totalidad de las relaciones humanas, y que de una manera misteriosa están unidos y entrelazados: el amor, la fe y el poder.

La historia, dice Lowenstein, muestra cómo el amor y la fe han contribuido a la felicidad del hombre, y cómo el poder a su miseria; y añade: hay algo común en estas tres fuerzas: el hombre puede sentirlas y experimentarlas, así como apreciar su efecto por sí mismo y su medio ambiente; pero lo que no llega es a conocer su íntima realidad, pues toda preparación lógica es insuficiente para penetrar en su esencia.  Por ello, el intento humano de querer comprender el amor, la fe y el poder tiene que quedar reducido a constatar y valorar sus manifestaciones, sus efectos y resultados.  Se podrá conocer cómo estas fuerzas operan, pero no se podrá captar lo que ellas son realmente”.[3]

Hago estas reflexiones previas pues, como lo he referido en algunas entrevistas brindadas a diversos medios de comunicación, percibo un panorama de confrontación que, penosamente, me recuerda el que vivimos –y pocos combatimos- previo al 5 de abril de 1992; en el que, todos los días, veíamos al presidente de entonces confrontando con el Congreso para capitalizar el descontento popular.

La única forma seria de salir adelante como país es fortaleciendo nuestras instituciones; y ello solo se logra si, más allá de nuestras conveniencias coyunturales, nos damos una suerte de “baño de legalidad”, o de “constitucionalidad” mejor dicho; lo que implica que se actúe respetando, y haciendo respetar ese código de convivencia y buenas costumbres que es la Constitución, aunque esa tarea sea a veces ingrata, dada lo encendidas que están las pasiones.

Es fácil caer en la tentación de hacer eco a los cánticos de la barra, inclusive más fácil aún es dirigir a un rebaño desorientado sobre la base de decirle lo que quiere escuchar, pero eso, más temprano que tarde, generará una nueva desilusión. De ahí mi crítica a lo que veo actualmente: una vez más pareciera que se sirve la mesa para que los radicalismos nos gobiernen. Se destruye lo construido, con todo el esfuerzo y sacrificio que ello significó, en aras de seguir acentuando el odio y la contradicción.

Veamos: Se plantea bicameralidad, sobre la base que el proceso legislativo requiere una mayor reflexión y pausa, y a la vez se levanta la voz porque no se aprueban las reformas en 40 días; o, se levanta como bandera la lucha contra la corrupción, pero en el proyecto de modificación se propone que para habilitar la acusación constitucional contra altos funcionarios se requerirá 2/3 de los votos del futuro Senado; entre otras contradicciones.

En el fondo, acaso no nos damos cuenta que lo que hay detrás de algunos, es generar el precedente para, vía un futuro proceso de reforma fast track, variar el régimen económico y volver a un Estado interventor de la economía, como el que teníamos antes de la Constitución de 1993.

Estamos notificados. Lampadia

 

[1] KRESALJA, Baldo y OCHOA, César. Derecho Constitucional Económico. Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 2009. Páginas 823 -824.

[2] TORRES ARANCIBIA, Eduardo. Buscando un Rey: el autoritarismo en la historia del Perú, siglos XVI – XXI. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 2007. Página 151.

[3] LOWENSTEIN, Karl. Teoría de la Constitución. Ediciones Ariel. Segunda Edición. Barcelona, 1970. Página 23.




Le toca a Martín Vizcarra traer la fuerza provinciana

No nos da gusto haber tenido razón sobre el análisis de cómo se pueden hacer las cosas mal. Cuando escribimos haciendo ese tipo de advertencias, lo hacemos para permitir que los actores políticos tengan la oportunidad de pensar y rectificar. Lo frustrante es que en el Perú no seamos capaces de escuchar, pensar y dialogar.

Líneas abajo republicamos nuestro artículo del 4 de mayo de 2016, “PPK puede ser el Presidente más Débil de la Historia”, alertados por un post en Facebook de una de nuestras seguidoras. Consideramos que las advertencias que hicimos entonces, pueden ayudarnos a que el nuevo gobierno de Martín Vizcarra y la gente que lo acompañe en el ejecutivo, y también, la bancada de Fuerza Popular y su lideresa, Keiko Fujimori, así como los congresistas que entienden que el Perú debe desarrollarse desde la base de la democracia y la economía de mercado, recapaciten sobre la estrategia política con la que debemos llegar al Bicentenario.

Tenemos que recuperar el espíritu de la primera vuelta de las elecciones, expresadas por un 80% de los ciudadanos en las ánforas el 10 de abril, 2016. Entonces, los peruanos habíamos rechazado los cantos de sirena de las izquierdas con sus propuestas de hacer una constitución regresiva, anti inversión privada y auspiciada políticamente por los nefastos gobiernos de Venezuela y Brasil.

Esto implica que Martín Vizcarra convoque a su gobierno a quienes puedan ayudar a recuperar dos años perdidos en el enfoque de la política de gobierno, con quienes pueda iniciar una gesta de comunicación a los ciudadanos, para reflexionar con ellos, sobre las relaciones causa-efecto de las políticas públicas que pueden hacernos ricos o regresarnos definitivamente a la pobreza.

En alguno de nuestros análisis recientes, dijimos que el gobierno de PPK estuvo llamado a ser el mejor gobierno de la historia, porque podía hacer la síntesis de cincuenta años de errores y aciertos. Los peruanos hemos visto como, en pocos años, nuestro país pasó de ser un Estado Fallido a Estrella Internacional, abandonando el estatismo y la sobre-regulación, con solo abrazar el libre mercado y la inversión privada, que nos permitieron crecer, reducir la pobreza, disminuir la desigualdad, crear una dinámica clase media y crear empleo a lo largo y ancho del país.

No nos olvidemos que ese proceso virtuoso fue interrumpido el 2011 por el gobierno de Ollanta Humala, interrupción que no supo corregir el gobierno de PPK, llevándonos a una de las peores crisis de nuestra historia.

Hoy toca mirar el futuro con grandeza. Con la grandeza de nuestros pueblos, con la grandeza de los recursos que nos dio la naturaleza, y con la grandeza de tantos peruanos que superaron el abandono y la adversidad en sus tierras y vinieron a Lima a construir un nuevo Perú, que no puede fallarles ahora.

Hoy toca mirar el futuro con grandeza. Con la grandeza de nuestros pueblos, con la grandeza de los recursos que nos dio la naturaleza, y con la grandeza de tantos peruanos que superaron el abandono y la adversidad en sus tierras y vinieron a Lima a construir un nuevo Perú, que no puede fallarles ahora.

Hoy toma el gobierno, Martín Vizcarra, un provinciano que puede conducirnos a la grandeza. El Perú es Infinito, hagámoslo infinito para todos. Lampadia

Cuidado con el abrazo del oso
PPK puede ser el Presidente más Débil de la Historia

El pasado 11 de abril [2016] propusimos en Lampadia (El 67% de los peruanos votaron por construir sobre lo avanzado) que en la segunda vuelta electoral aprovechemos la extraordinaria oportunidad de vivir unos días de civismo, un período de aprendizaje y reflexión sobre propuestas serias que nos permitan a los ciudadanos ponderar las políticas públicas que pueden llevarnos al desarrollo integral, revisando las agendas de gobierno con énfasis en los cómos.

Así se evitarían los tradicionales enfrentamientos politiqueros y se recogería el mandato popular que optó por dos fuerzas pro economía de mercado que están supuestas a seguir construyendo sobre lo avanzado.

Lamentablemente, las cosas parecen ir por otro lado. PPK y PPK, en vez de desarrollar una compulsa constructiva con Fuerza Popular (FP), parecen preferir un autodestructivo acercamiento con la izquierda tradicional con gestos y frases que solo pueden ser calificadas como un despropósito.

Por ejemplo, en la mañana del 11 de abril, al día siguiente de las elecciones, sin haber felicitado a Keiko por el resultado de la votación, PPK deslizó la posibilidad de visitar a Santos en la cárcel, para terminar desairado por el líder de Democracia Directa. Además, Martín Vizcarra, el candidato a la primera vicepresidencia, declaró a los pocos días que “con Marco Arana coincidimos plenamente en lo que queremos como resultado para la pobreza” (Arana, el ex cura anti minero, no ha hecho nunca una propuesta para superar la pobreza). Mercedes Araoz y Juan Sheput hicieron invocaciones parecidas. Esta es una estrategia de alianzas destructiva para el país, pues, conociendo a nuestras izquierdas, no durará siquiera dos meses, porque para ellos el voto por PPK sería un componente de su estrategia anti-sistema, terminarían atacando PPK, aún antes de que asuma su eventual gobierno.

Consideramos que el enfoque de PPK para la segunda vuelta es un error grave no solo para su colectivo político, sino, especialmente, para el Perú, porque para convocar el respaldo de la opinión pública a las medidas de reactivación económica y a las reformas que necesita el país, o sea para neutralizar la izquierda radical, que contará  con una bancada agresiva y numerosa, se va a necesitar un gobierno sólido y con una postura política coherente.

La incoherencia de PPK es grave, considerando sus debilidades políticas estructurales. Veamos:

  • Ningún otro presidente electo habría sacado menos votos en la primera vuelta. PPK logró apenas  21% de los votos válidos. El 2006, Alan García sacó 24.3%.
  • No hay que olvidar que parte de estos votos fueron una opción táctica de terceros  que votaron para impedir que el Frente Amplio llegue a la segunda vuelta, y otra parte ha sido producto de la exclusión de Guzmán y Acuña. ¿Cuantos fueron los votos propios de PPK? ¿Cuántos son los peruanos que lo defenderán en una situación de dificultad?
  • Ningún otro presidente, en muchas décadas, tendría una bancada más reducida en el Congreso, pues tan solo el 18% de los congresistas ingresarán por su agrupación. En el inconcluso primer gobierno de Belaúnde, la bancada oficialista llegó al 28% del congreso, 10% más que PPK. Además, no debemos olvidar el antecedente de que de los 18 congresistas que ingresaron con PPK el 2011, ninguno siguió vinculado a él cinco años más tarde. Tampoco hay que olvidar que, su capacidad de comando y control sobre su propia organización política (PPK) se muestra muy limitada. El manejo del conflicto con Heresi no habla bien de su capacidad política.
  • Ningún otro presidente seria electo al cargo con una edad más avanzada. Belaúnde, en 1980, representa el máximo histórico con 68 años.
  • Ningún otro presidente obtuvo en primera vuelta una representación geográfica y poblacional tan reducida. Solo ganó en una región, en tres de 196 provincias (perdió en 98.5% de las provincias). En la mayoría de ellas ha quedado en 3º o en 4º puesto. Los  conflictos sociales surgen principalmente en las regiones donde PPK tiene muy escaso respaldo político.
  • Ningún otro presidente llegaría al poder apoyado por una coalición o convergencia política con tantos intereses contrapuestos y hostilidades profundas.
  • La izquierda que hoy lo apoya, lo hace por oposición al Fujimorismo, y se volverá su más radical opositor, para posicionarse como alternativa para el 2021.
  • Además, en este proceso, habría generado brechas complicadas con FP.

Consecuencias:

  • Si mantiene dicha estrategia (inconsistente), con las debilidades indicadas, el eventual gobierno de PPK no tendría capacidad de hacer mucho, sería muy vulnerable para la izquierda anti-sistema.
  • Su capacidad para resolver algún conflicto como Tía María o Conga, cuando los  genere la izquierda anti-sistema, sería muy reducida, abriendo el camino para que esos conflictos se escalen o multipliquen.
  • Su capacidad de hacer reformas dependerá del apoyo de FP para pasar cualquier iniciativa en el Congreso, pero ¿Qué razones tendría el FP para asumir los costos políticos de las reformas en defensa del gobierno de PPK? ¿Qué podría ofrecer PPK a FP desde una situación de debilidad? FP ya ha anunciado que su eventual estrategia pasaría por otorgar facultades legislativas en vez de aprobar las normas en el Congreso.
  • La imagen de estabilidad política ganada por el Perú en la primera vuelta, se deterioraría rápidamente por las inestabilidades e inconsistencias del gobierno de PPK.
  • La mediatizada y desarticulada colaboración con FP, que no sería la de una acción de gobierno consistente que produzca resultados claros, facilitaría que la izquierda desprestigie las políticas públicas ‘pro-modelo’, beneficiándose de una confrontación esencialmente política que propicie espacios al populismo.

Esperamos que PPK y PPK entiendan el callejón sin salida al que parecen estar entrando. Sus aprontes hacia las izquierdas pueden ser una táctica electoral políticamente entendible, pero son al mismo tiempo una traición al mandato popular que rechazó el tener en la segunda vuelta una alternativa anti-mercado. Lampadia

 




Reforma del Servicio Civil necesita voluntad política del gabinete Araoz

Reforma del Servicio Civil necesita voluntad política del gabinete Araoz

Jaime de Althaus
Para
Lampadia

Es lamentable que los buenos esfuerzos no se continúen cuando se cambia de gobierno. Pero lo que es incomprensible es que una administración integrada por profesionales modernos y calificados como la presente, haya casi descontinuado una reforma fundamental para la instauración de la meritocracia en el Estado peruano: la contenida en la Ley de Servicio Civil (30057), promulgada en junio del 2013. 

Esa ley buscaba incorporar a los empleados públicos que están bajo el régimen CAS (Régimen Especial de Contratación Administrativa de Servicios), que carece de beneficios, y a los que están en otros regímenes[1], a un nuevo sistema con beneficios sociales que establece una carrera universal en el Estado –es posible pasar de una institución a otra- basada en evaluaciones de desempeño (con salida a la tercera desaprobación) y que supone que cada institución realiza un mapeo de puestos y de procesos e identifica los perfiles profesionales que requiere en función a un análisis de los objetivos de la institución, luego de lo cual convoca a concursos a los cuales se puede presentar el personal de la entidad y de fuera. Uno de los efectos es que, en la nueva estructura de personal, las escalas medio-superiores tendrían una remuneración mayor que la actual con la finalidad de atraer talento que, como sabemos, se ha ido alejando del Estado luego de los límites absurdos que estableció el gobierno de García.

Se trata de una reforma de la máxima trascendencia, que permitiría redefinir y ajustar el número y calidad del personal de cada entidad a su naturaleza y objetivos, y establecer un régimen meritocrático que permita alcanzar un Estado profesional en el cual las entidades puedan establecer y cumplir metas fiscalizables. Es la reforma ‘weberiana’ por excelencia.

Pues bien, resulta que ni el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski ni -menos aun- el Congreso se percataron claramente de que esta reforma estaba en curso. A los pocos meses de iniciado el gobierno el Congreso debatió y finalmente aprobó una ley que pasaba los CAS de Essalud al régimen del DL 728, que da beneficios y estabilidad absoluta a cambio de nada. El régimen del Servicio Civil, en cambio, ofrece los mismos beneficios sociales que la 728, pero a cambio de meritocracia, de evaluaciones de desempeño y dentro de una estructura bien pensada y eficiente, orientada a metas. El gobierno no reaccionó y dejó pasar esa ley, que fue aprobada. Ahora los trabajadores administrativos del Poder Judicial, del Ministerio Público y del Congreso han presentado proyectos de ley para exonerarse de la ley de servicio civil por temor, por supuesto, a la meritocracia.

Es inaceptable que la clase política no tenga convicción acerca de la necesidad de ir hacia un Estado profesional. Y que un gobierno tecnocrático no le dé prioridad a una reforma tan importante como esta. La decisión política de llevarla a cabo es indispensable, además, porque su aplicación no solo es difícil por compleja, sino que engendra todas las resistencias imaginables del statu quo, y por lo tanto requiere de la máxima voluntad y convicción políticas. Ojalá Mercedes Araoz la adopte.

Avances

Pese a todo, ha habido algunos avances. Es cuestión de darle impulso al proceso. En la actualidad son 334 las entidades del Estado que han iniciado el proceso de transición. Ellas implican a 100 mil servidores civiles, alos 19 Ministerios, a varios organismos públicos y a 39 de 47 universidades.

Fuente: “Proceso de Tránsito al nuevo Régimen”, Servir

Pero, como podemos ver en el siguiente gráfico, ninguna entidad ha llegado aún a la etapa de realizar concursos. De los 19 ministerios, 11 han realizado su mapeo de puestos, mapeo de procesos y han identificado, según eso, sus áreas de mejoras y han terminado, entonces, el informe respectivo. Pero ninguno tiene todavía aprobada su nueva dotación de personal –estructura de puestos- y los perfiles respectivos. Es algo que deben presentar y discutir con Servir, y es el paso inmediato a la realización de los concursos para llenar esos puestos.

Fuente: “Proceso de Tránsito al nuevo Régimen”, Servir

De las 334 entidades que han comenzado el proceso, hasta el momento solo 41 tienen “resolución de inicio”, que significa que ya completaron los mapeos. Estas comprenden a 31,700 servidores públicos de los cuales un 62% está en el régimen CAS, 16% son locadores de servicios, un 9% está en el régimen del DL 276, un 8% en el del DL 728 y 5% en otros.

Según Cortez, la ONP, el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad Agraria), el gobierno regional de Piura y curiosamente el Despacho Presidencial, son las entidades más avanzadas. Como anécdota, el jefe del SENASA “encerró” a los responsables para que se dediquen solo a esa tarea hasta terminarla, y puso a sus segundos a cargo de sus funciones de línea mientras terminaban.  Y ya hicieron cambios que se desprendieron del análisis.

Estas 41 entidades son las que aparecen en el siguiente cuadro:

Sinceramiento institucional y resistencias

Lo interesante es que, en este proceso, las entidades descubren sus deficiencias y problemas. Descubren, al hacer su mapeo de procesos, que no están ordenadas precisamente por procesos o que estos no son lineales y simples sino complicados y confusos. Improductivos, en suma. Un proceso es la cadena de actos administrativos necesaria para entregar un servicio. Según el jefe de Servir, Juan Carlos Cortez, a algunas entidades les cuesta mucho el ordenamiento de sus procesos.  Lo común es que cada empleado se focaliza solo en su tarea y carece de una visión de conjunto y menos de una solidaridad con el resultado. Pero el mapeo de puestos y procesos es una mirada al espejo: le permite a la entidad saber a ciencia cierta cuánta gente tiene, qué hace cada uno, si se está duplicando funciones, si tiene sentido lo que se está haciendo. La institución, así, se sincera consigo misma y se ordena.

Para llevar adelante esto se forma una “Comisión de Tránsito”, integrada por el secretario general, el jefe de presupuesto, de recursos humanos y un representante del Ministro. Dicha comisión realiza el mapeo de puestos y de procesos e identifica mejoras en esos aspectos y cuanta gente se requiere para cada proceso. De allí sale la dotación de puestos y luego el perfil de cada puesto, para que el concurso sea transparente. 

Además, la dotación o estructura de puestos debe responder a los objetivos de la institución, lo cual supone una discusión acerca de estos objetivos. Se trata, en suma, de un proceso muy interesante y muy desafiante que, por eso mismo, encuentra resistencias en los sindicatos -por lo general opuestos a las evaluaciones meritocráticas y a definir procesos que impliquen mediciones claras de resultados y cumplimiento de metas-, pero no solo en los sindicatos. También frecuentemente en los propios jefes, que confían más en personas de su confianza que en aquellos que puedan ser escogidos meritocráticamente, y que no están acostumbrados a un trabajo orientado al cumplimiento de metas.

Por eso mismo es indispensable que el gabinete Araoz forme una voluntad política clara de llevar adelante la instauración del régimen de la ley de Servicio Civil, porque se trata de un esfuerzo complejo con resistencias de modo que sin empuje político no va a llegar a destino.

Sinergia con Análisis de Calidad Regulatoria

Por lo demás, una reforma como esta en las entidades estatales, hace sinergia perfecta con las reformas de simplificación administrativa dispuestas en los decretos legislativos del año pasado. Se viene simplificando y eliminando trámites en varios sectores y ya se inició el Análisis de Calidad Regulatoria sector por sector, que debe culminar en octubre del 2018. Este análisis, que lleva a simplificar o eliminar todo trámite o procedimiento inútil, costoso o innecesario, no se puede hacer si no se identifica el proceso del que forma parte, si no se hace el mapa del proceso. Entonces, si de simplificar esfuerzos se trata, lo lógico sería hacer las dos reformas a la vez, porque una supone parte de la otra.

[1]Principalmente el régimen del D.L. 276 (sector público) y el del régimen del D.L. 728 (régimen privado)

 




El teorema que revolucionó la visión de los aranceles y salarios

En este análisis presentamos la tercera publicación de The Economist sobre las más importantes teorías económicas explicadas de una manera menos ‘matematizada’ y con énfasis en cómo estas teorías se aplican en la actualidad.

Este artículo se refiere al teorema de Stolper-Samuelson y su vinculación con el libre comercio. El libre comercio es un principio destinado a promover el comercio internacional mediante la eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias y normas nacionales que pueden restringir la importación de bienes y servicios. 

La base de este sistema radica en las teorías económicas clásicas de la división del trabajo entre las diferentes naciones y las ventajas comparativas (un país debe especializarse en las actividades donde más ventaja tiene). Su propósito es, en principio, aumentar la riqueza de cada nación las naciones que intercambian bienes y servicios. 

Aquí es donde entra el teorema de Stolper-Samuelson y cómo revolucionó la visión económica del libre comercio. El teorema muestra como las importaciones de productos de países que tienen mano de obra más barata, afectan de forma negativa  los salarios de los obreros de los países más ricos, que pagan mejores salarios. Sus conclusiones pueden resumirse en el siguiente enunciado: “El comercio internacional provoca que la remuneración real de los factores de producción en los que el bien en el que un país tiene ventaja comparativa es intensivo se vea inequívocamente favorecida en perjuicio de la remuneración real de los restantes factores”.

Para entender mejor este análisis, los economistas Wolfgang Stolper y Paul Samuelson utilizaron la narrativa del país que producía relojes y trigo. La relojería (que es intensiva en mano de obra) se beneficia de un arancel de 10%. Cuando se retira este arancel, los precios de los relojes caen en una proporción similar. La industria, que ya no puede sostenerse, comienza a despedir a los trabajadores y a desocupar la tierra.

¿Qué sucede entonces? Dado que los precios del trigo no han caído, pero sí los salarios y los alquileres, entonces los productores de trigo serán excepcionalmente rentables y podrán expandirse. Pero, como requieren más tierra que mano de obra, su expansión pondrá más presión al alza a las rentas que a los salarios. Al mismo tiempo, la contracción de la industria relojera pone más presión a la baja de los salarios que a los alquileres. Esto causará que los salarios caigan más de un 10%, mientras que los alquileres se elevarán un poco.

La conclusión, en palabras de The Economist es que “los trabajadores estén inequívocamente en peores condiciones. Su versatilidad no los salvará. Tampoco importa qué combinación de relojes y trigo compren.”

Si bien este argumento ha sido utilizado para defender medidas proteccionistas, Samuelson siempre defendió el libre comercio, pero sí subrayaba la necesidad de que la sociedad ayude y compense a aquellos afectados más negativamente por el libre comercio. En un mundo con dos bienes y dos factores de producción, donde la especialización sigue siendo incompleta (existe una mano de obra calificada y una no calificada), el más afectado  es el factor “escaso”. No en términos relativos, pero en términos absolutos. Pero el teorema es también bastante limitado en su aplicabilidad. Sólo se aplica a un caso con dos bienes y dos factores, por lo que su verdadera relevancia en el mundo siempre está en cuestión.

Sin embargo, si se puede observar cierta relevancia en el patrón de salarios actuales gracias a la globalización. En los países ricos, los trabajadores cualificados son abundantes para los estándares internacionales y los trabajadores no calificados son escasos. A medida que la globalización ha avanzado, los trabajadores con educación universitaria han disfrutado de aumentos salariales más rápido que sus compatriotas menos educados, muchos de los cuales han sufrido ingresos reales estancados. La globalización ha hecho daño al ‘factor’ escasez (obra no calificada) en los países ricos y ha ayudado al factor abundancia.

En términos generales, sin embargo, podemos concluir que el libre comercio, la más clara expresión de la globalización económica de las últimas décadas, produjo los grandes avances de la humanidad en términos de reducción de la pobreza y de la desigualdad global, la mortalidad infantil, el aumento de la esperanza de vida, la emergencia de una clase media global y el crecimiento de la población mundial al doble de lo que fue hace pocas décadas, con mejor calidad de vida, salud e ingresos.

Afortunadamente, el Perú supo aprovechar la ventana de oportunidad para celebrar acuerdos comerciales bilaterales: Los famosos TLCs, que hoy cubren más del 90% de nuestro comercio internacional. Estos acuerdos constituyen una sólida protección de nuestras relaciones comerciales que serán la visa para continuar exportando nuestros productos a todos los mercados globales. Otro aspecto que nos protege, es que hemos diversificado nuestro comercio exterior en proporciones parecidas con los tres grandes bloques económicos: EEUU, Europa y el Asia.

Muelle Sur del puerto del Callao. Fuente: desarrolloperuano.blogspot.com

La prédica anti comercio se está multiplicando aceleradamente en los países más ricos, que acusan sus problemas de desigualdad a la deslocalización de empleo, la tercerización de mano de obra a economías de menores salarios. Sin embargo, como es imposible aislar los impactos de un solo factor en economías complejas, muy bien se podría postular que el estancamiento de los ingresos de la mano de obra menos calificada en los países ricos, se debe más bien al impacto del avance tecnológico, a la cuarta revolución industrial, que sin campanas que la anuncien, ya estaría produciendo los efectos que todo el mundo espera para más adelante. Nótese que este impacto alternativo, que se trae abajo la prédica de la desigualdad, es creado por los mismos países más ricos. O tal vez, la explicación esté en la combinación de estos dos factores y seguramente otros más.

Por eso, las modas, o los ‘fads’, como dicen en EEUU, pueden ser muy peligrosas.  

Ahora debemos prepararnos para defender el libre comercio en todos los foros internacionales y cuidar nuestros acuerdos de libre comercio. Lampadia

Tarifas y salarios

Un incómodo ápice de la verdad

El tercer artículo en nuestra serie (The Economist) se centra en el teorema de Stolper-Samuelson

Pubicado en The Economist

6 de Agosto de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

En agosto de 1960, Wolfgang Stolper, un economista estadounidense que trabajaba para el ministerio de desarrollo de Nigeria, se embarcó en un viaje a la región más pobre en el norte del país, una tierra de “suciedad y dignidad”, siempre gobernada por emires conservadores y “funcionarios británicos de segunda categoría que no gustaban de las empresas”.

En este sombrío panorama comercial floreció una extraña flor: Kaduna Textile Mills, construida por una firma de Lancashire [Reino Unido] unos años antes, y que empleaba a 1,400 personas a quienes se les pagaban tan solo £ 4.80 (US$ 6.36) al día en precios actuales. Y sin embargo, requería de un arancel de 90% para competir.

La mano de obra calificada era escasa: el molino solo había encontrado a seis norteños con la capacidad necesaria para formar como capataces (tres fracasaron, dos resultaron ser “más o menos”, uno fue “excelente”). Algunos empleados caminaban diez millas para llegar al trabajo, otros llevaban las esperanzas de sus familiares en sus espaldas. Muchos renunciaron, incrementando el costo de encontrar y capacitar a los reemplazos. A menudo, muchos de los que se quedaron estaban demasiado cansados, no contaban con la experiencia necesaria o no estaban capacitados para realizar el correcto mantenimiento de las máquinas. “La mano de obra africana es la peor pagada y la más cara del mundo”, se quejó Stolper.

Stolper llegó a la conclusión de que Nigeria todavía no estaba lista para la industria a gran escala. “Cualquier industria requerirá impuestos muy altos, lo cual va a empobrecer al país y no vale la pena,” pensaba. Este no fue un punto de vista popular entre sus compañeros. Pero las ideas de Stolper tenían una importancia inusual. Era muy sociable y carismático, capaz de beber como un pez. A él le gustaba “ensuciarse las manos” en el trabajo empírico. Y su análisis triunfal, lo que le ganó el respeto de sus amigos y la atención de sus superiores, fue el “teorema de Stolper-Samuelson” que lleva su nombre.

El teorema fue establecido 20 años antes, en un artículo seminal co-escrito por Paul Samuelson, uno de los pensadores más célebres de la disciplina. Este dio un nuevo enfoque a un viejo tema: la relación entre las tarifas y los salarios. Su fama e influencia fue generalizada y persistente, precedió a Stolper en Nigeria y se proyectó más allá de su muerte, en 2002, a la edad de 89 años. Incluso hoy en día, el teorema está dando forma a los debates sobre los acuerdos comerciales como la Asociación Trans-Pacífico (TPP) entre Estados Unidos y otros 11 países en la cuenca del Pacífico.

El estudio era “extraordinario”, según Alan Deardorff de la Universidad de Michigan, en parte porque resultó de algo aparentemente obvio para los ‘no-economistas’: el libre comercio con los países de bajos ingresos podría perjudicar a los trabajadores en un país con salarios altos. Tradicionalmente, los economistas no habrían tomado mucha atención a esta queja de sentido común. Ellos afirmaban que el trabajo mal pagado no es necesariamente barato, ya que los bajos salarios a menudo reflejan una baja productividad, como mostró el ejemplo de Kaduna Textile Mills. El teorema de Stolper-Samuelson, sin embargo, encontró “un ápice de posible verdad” (como Samuelson lo expresó más adelante) en el viejo argumento de que los trabajadores de los países ricos necesitan protección contra la “pobre mano de obra” barata de otros países

Para entender por qué el teorema fue tan importante, es necesario comprender la gran cantidad de sabiduría que perturbó. Los economistas siempre habían sabido que las tarifas (o aranceles) ayudaban a las industrias protegidas por ellas. Pero también afirmaban tajantemente que el libre comercio beneficiaba a todos los países en su conjunto. En 1817, David Ricardo  mostró que un país podía beneficiarse del comercio incluso si hiciera todo mejor que sus vecinos. Un país que es mejor en todo todavía puede ser “más mejor”, por así decirlo, en algo. Debe concentrarse en eso, demostró Ricardo, importando lo que sus vecinos hacen “menos peor”.  

Si la mala gramática utilizada no es suficiente para explicar el punto, tal vez una antigua analogía lo hará. Supongamos que el mejor abogado de la ciudad también es el mejor mecanógrafo. Le toma sólo diez minutos escribir un documento que a su secretaria le toma veinte. En ese sentido, escribir le cuesta menos. Pero en el tiempo que pasó escribiendo pudo haber estado trabajando en abogacía. Y él puede hacer mucho más trabajo legal que su secretaria, incluso si ella se tomara el doble de tiempo. En ese sentido, transcribir un documento le cuesta mucho más. Por lo tanto, el abogado (que puede escribir rápido) debería especializarse en el trabajo legal e ‘importar’ la mecanografía.

En el modelo de Ricardo, la misma industria puede requerir más mano de obra en un país que en otro. Tales diferencias en los requerimientos de mano de obra son una de las motivaciones para el comercio. Otra es la diferencia en la oferta de trabajo. En algunos países, como Estados Unidos, la mano de obra es escasa en relación a la cantidad de tierra, el capital o la educación del país. En otros ocurre lo contrario. Los países difieren en su mezcla de trabajo, tierra, capital, habilidad y otros “factores de producción”. En los años 1920 y 1930, Eli Heckscher y su alumno, Bertil Ohlin, fueron pioneros en un modelo de comercio impulsado por estas diferencias.

En su modelo, el comercio permitió a países como Estados Unidos ahorrar en mano de obra al concentrarse en actividades intensivas en capital. Las industrias que requieren grandes cantidades de mano de obra podrían dejarse en manos de extranjeros. De esta manera, el comercio alivió la escasez de trabajo.

Eso fue bueno para el país; pero, ¿Fue bueno para los trabajadores? La escasez es una fuente de valor. Si el comercio disminuye el valor de la escases de los trabajadores, también erosionaría su poder de negociación. Era muy posible que el libre comercio reduciría la proporción del ingreso nacional de los trabajadores. Sin embargo, dado que el comercio también amplía esos ingresos, los economistas afirmaban que esto dejaría a los trabajadores en una mejor situación. Por otra parte, incluso si la competencia extranjera deprimiese los salarios “nominales”, también reduciría el precio de los bienes importables. En función de sus patrones de consumo, el poder adquisitivo de los trabajadores podría entonces aumentar, incluso si sus salarios cayeran.

Hipótesis de trabajo

Había otros motivos que causaban optimismo. La mano de obra, a diferencia del petróleo, tierras de cultivo y muchos otros recursos productivos, es necesaria en todas las industrias. Por lo tanto, sin importar cómo evolucione la mezcla industrial de un país, la mano de obra siempre estará en demanda. Con el tiempo, la mano de obra también es muy versátil y adaptable. Si el comercio le permite a una industria ampliarse y obliga a otra a contraerse, los nuevos trabajadores simplemente migrarán hacia las tierras industriales iluminadas por el sol y le darán la espalda a los sectores en el lado más oscurecido por el sector. “A la larga, la clase obrera en su conjunto no tiene nada que temer del comercio internacional”, concluyó Gottfried Haberler, un economista austríaco, en 1936.

Stolper no estaba tan seguro. En su opinión, el modelo de Ohlin no estuvo de acuerdo con Haberler a pesar de que el propio Ohlin no estaba tan decidido. Stolper compartió sus dudas con Samuelson, su joven colega de Harvard. “Analízalo, Wolfie,” instó Samuelson.

Inicialmente, la pareja trabajó con un ejemplo sencillo: una economía pequeña y bendecida con abundante capital (o tierra), pero con una mano de obra escasa, produciendo relojes y trigo. Los economistas posteriores han clarificado la intuición base del modelo. En una narración inicial, la relojería (que es intensiva en mano de obra) se beneficia de un arancel de 10%. Cuando se deroga la tarifa (o arancel), los precios de los relojes caen en una proporción similar. La industria, que ya no puede sostenerse, comienza a despedir a los trabajadores y desocupar la tierra. Cuando el polvo se asiente, ¿qué ocurre con los salarios y las rentas de la tierra? Un lego podría suponer que ambos caen en un 10%, devolviéndoles ganancias a los relojeros. Un lego  inteligente podría adivinar que la renta de los alquileres caerá menos que los salarios, debido a que la contracción de la relojería liberará más trabajo que tierra.

Ambas son un error, porque ambas ignoran lo que está pasando en el resto de la economía. En particular, el hecho que los precios del trigo no han caído. Por lo tanto, si los salarios y los alquileres disminuyen, los productores de trigo serán excepcionalmente rentables y podrán expandirse. Dado que requieren más tierra que mano de obra, su expansión pone más presión al alza sobre las rentas que sobre los salarios. Al mismo tiempo, la contracción de la industria relojera pone más presión a la baja de los salarios que a los alquileres. En el tira y afloja entre los dos sectores, los salarios caen desproporcionadamente (en más de un 10%) mientras que los alquileres, paradójicamente, se elevan un poco.

Esta combinación de tierra un poco más cara y trabajo mucho más barato restaura el modus vivendi entre las dos industrias, deteniendo la contracción de los relojeros y la expansión de los agricultores. Debido a que los agricultores necesitan más tierra que mano de obra, los alquileres ligeramente más altos los disuaden con igual fuerza que los menores salarios los atraen. La combinación también restaura las ganancias de los relojeros, porque la mano de obra mucho más barata los ayuda más que el daño que les hace un alquiler un poco más alto de la tierra.

El resultado es que los salarios han disminuido más que los precios de los relojes, y los alquileres en realidad han aumentado. De ello se desprende que los trabajadores están inequívocamente en peores condiciones. Su versatilidad no los salvará. Tampoco importa qué combinación de relojes y trigo compren.

Posteriormente, Stolper, Samuelson y sus sucesores extendieron el teorema a casos más complicados. Una variación popular es la de dividir el trabajo en dos: calificado y no calificado. Ese tipo de distinción ayuda a identificar lo que más tarde atestiguó  Stolper en Nigeria, en donde los trabajadores educados eran infinitamente raros. Con un arancel de 90%, Kaduna Textile Mills podría permitirse el lujo de entrenar a los capataces locales y contratar a los técnicos. Sin él, Nigeria probablemente habría importado textiles de Lancashire. El libre comercio, por lo tanto, habría herido el factor “escasez”.

En los países ricos, los trabajadores cualificados son abundantes para los estándares internacionales y los trabajadores no calificados son escasos. A medida que la globalización ha avanzado, los trabajadores con educación universitaria han disfrutado de aumentos salariales más rápido que sus compatriotas menos educados, muchos de los cuales han sufrido ingresos reales estancados. En vista de ello, este patrón de salario es consistente con el teorema de Stolper-Samuelson. La globalización ha hecho daño al ‘factor’ escasez (obra no calificada) y ha ayudado al factor abundancia.

Pero si se analiza más de cerca, el rompecabezas continúa. El teorema es incapaz de explicar por qué los trabajadores cualificados han prosperado, incluso en los países en desarrollo, donde no son abundantes. Su suposición de que todos los países hacen todo: relojes y trigo, también puede exagerar los peligros del comercio. En realidad, los países van a importar algunas cosas que ya no producen y otras que nunca lo hicieron. Las importaciones no pueden herir a una industria local que nunca existió (ni mantener o lastimar una industria que ya está muerta).

Algunas otras premisas del teorema también son cuestionables. El supuesto de que los trabajadores se moverán de una industria a otra puede cegar la verdadera fuente de sus dificultades. Las importaciones chinas no han exprimido a los trabajadores americanos de la fabricación en las industrias que necesitan menos mano de obra; los han expulsado de la fuerza de trabajo en conjunto, de acuerdo con David Autor del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y sus co-autores. Señalan que el “shock de China” se concentró en unas pocas localidades de fabricación de las cuales los trabajadores han luchado por escapar. Gracias a la globalización, ahora las mercancías se mueven fácilmente a través de las fronteras. Pero los trabajadores se mueven preocupados incluso dentro de las fronteras.

Los hombres de los granos

La aceptación del teorema de Stolper-Samuelson no fue instantánea o universal. El documento original fue rechazado por la American Economic Review, cuyos editores lo describieron como “un estudio muy estrecho de la teoría formal”. Incluso el propio libro de Samuelson maneja la proposición con cautela. Tras la confirmación de que el libre comercio podría dejar a los trabajadores estadounidenses en una peor situación, añadió una advertencia: “A pesar de admitir esto como una ligera posibilidad teórica, la mayoría de los economistas todavía están inclinados a pensar que su grano de verdad se ve compensado por otras consideraciones, más realistas,” escribió.

¿Qué pensaba Stolper? Un veterano de la práctica económica, así como de los principios, no era un esclavo del formalismo o ciego a las “consideraciones realistas”. De hecho, en Nigeria, Stolper descubrió que podía “suspender la teoría” más fácilmente que algunos de sus colegas con mentalidad política (tal vez porque la teoría  les fue revelada, pero escrita por él).

Sin embargo, él estaba seguro de que su estudio valía la pena el esfuerzo. Dijo que daría su ojo izquierdo para poder producir otro igual. En el 50 aniversario de su ensayo, de hecho había perdido el uso de ese ojo, señaló con tristeza. La otra parte del trato, sin embargo, quedó sin cumplirse: nunca logró escribir otro ensayo tan bueno. No mucha gente lo ha hecho. 

Lampadia




Sobre la defensa de la estabilidad de las naciones

Lo que pasó en el Perú con la elección de Ollanta Humala el 2011, que ofreció un gobierno de inclusión a pesar de que, justamente, estábamos viviendo un proceso de inclusión nunca antes visto; o lo sucedido en Chile con el segundo gobierno de Michelle Bachelet, que ha revertido todas las políticas públicas que permitieron la transformación del país en el más exitoso de la región y la superación de la pobreza extrema, generando una crisis imposible de imaginar hace un par de años y; el desarrollo de la campaña electoral en EEUU, que amenaza con la posibilidad de descomponer y desbaratar la vida de una de las naciones más prósperas del planeta; nos lleva a reflexionar sobre la debilidad de los procesos sociales, económicos, institucionales y políticos, cuando los mejores hombres y mujeres, aquellos que lograron enrumbar sus países hacia el bienestar, se alejan de la cosa pública, dejando el espacio a ‘segundones’ y burócratas. 

Del Perú hemos hablado muchas veces, ahora basta con revisar: Punto de Inflexión.

Veamos un par de comentarios sobre la situación de Chile:

Klaus Schmidt-Hebbel, Profesor de la Universidad Católica de Chile, en una visita al Perú, afirmó que: La parada del crecimiento de Chile es un desastre hecho por Bachelet (“Chile’s Growth Stop: A Wo-man-made Disaster”). 

Lo cual confirma lo sentenciado por Niall Ferguson, el historiador británico, en una visita a Santiago: en la cual dijo que Chile era el “país más inteligente” de la región pero que ahora estaba “ejerciendo su derecho a ser estúpido”. Ver en Lampadia: A Chile la frenó Bachelet, no el precio del cobre – Chile sigue ejerciendo su derecho a ser estúpido.

Efectivamente, muchos procesos históricos, como fue el de la creación de la Unión Europea, son impulsados por líderes de primer orden, visionarios y persistentes. Lamentablemente, cuando estos procesos se dan por sobre entendidos y se consideran irreversibles y se pierde el sentido de urgencia y/o importancia, líderes de segundo orden asumen la conducción de los acontecimientos y todos los espacios de gestión y gobierno son invadidos por burócratas que empiezan a justificar su existencia con regulaciones que terminan por asfixiar y desnaturalizar las creaciones de los  mejores líderes. “El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por personas que sí se interesan.” – Arnold Toynbee.

En consecuencia  podemos decir que: Nada garantiza la estabilidad de una nación o de una sociedad, excepto la permanencia de sus mejores hombres y mujeres a cargo de la cosa pública.

He ahí la importancia de una clase dirigente comprometida de forma permanente con la vida de su país. La complacencia, la distancia, el goce individual y la falta de responsabilidad cívica, tarde o temprano producen inflexiones dramáticas e inesperadas.

Para ilustrar como puede descomponerse una sociedad exitosa, compartimos líneas abajo la entrevista de La Tercera de Chile a el ex Presidente Ricardo Lagos, quién después de haber apoyado el regreso de Michelle Bachelet al gobierno, se ve forzado a declarar la situación actual como: “La peor crisis política e institucional que ha tenido Chile”.

Además, incluimos el enlace a nuestro artículo sobre la campaña de los historiadores de EEUU en contra de Trump y un resumen de una de la más recientes movilizaciones de distintos personajes estadounidenses que se han puesto en acción para impedir que su país caiga en manos de un demente. La clase dirigente de EEUU está movilizándose, ojalá no sea muy tarde.

1. Ricardo Lagos Escobar: “Esta es la peor crisis política e institucional que ha tenido Chile”

Héctor Soto

La Tercera de Chile

28 de julio del 2016

¿Está en problemas la República, presidente?

Creo que estamos frente a una gran crisis. El año pasado las instituciones estaban funcionando, los fiscales acusando, los jueces fallando, el Parlamento funcionando… En consecuencia, la crisis era política, no institucional. Ahora es institucional. No porque las instituciones hayan dejado de funcionar.  Lo que pasa es que están perdiendo legitimidad. Y esto tiene que ver con la reacción de la ciudadanía ante la institución presidencial, ante el Parlamento, ante los jueces… Y no hablemos de los partidos políticos

¿Se trata de una crisis más severa, entonces?

Creo que es la peor que ha tenido Chile desde que tengo memoria. Dejo aparte, por cierto, el quiebre de nuestra democracia el año 1973. Lo que hay acá es una crisis de legitimidad asociada a una crisis de confianza. La ciudadanía no está confiando ni en las instituciones ni en los actores políticos

¿En ninguno?

Estamos todos cuestionados, cualesquiera sean nuestras posiciones y cargos. Las colusiones lastimaron mucho al sector privado. La Iglesia, que era parte de la reserva moral del país, quedó golpeada a raíz de los abusos. Y no hablemos de  lo ocurrido en el fútbol. ¿En quién confiar? ¿Desde dónde hay que comenzar a reconstruir? Ya no es una agenda de derecha ni de izquierda, sino que responde a la necesidad de llamar a un gran encuentro nacional de todos -sí, de todos- para recuperar la confianza

¿Cómo se hace?

Quienes lo deben hacer son los poderes del Estado: el Ejecutivo, el Legislativo, los jueces. Hace 50 años, ante una crisis así, habrían salido a opinar algunas de las mejores espadas del sistema político. Antes, en la hora de incidentes, se escuchaban planteamientos muy de fondo sobre el estado del país. Eran intervenciones macizas que hasta los adversarios, hasta los que no compartían ese punto de vista, celebraban. Que ese discurso se publique en extenso, pedían. 

¿Está añorando el pasado?

No, estoy dando un dato solamente. La crisis es muy severa.

De todos modos, el próximo Parlamento debiera tener mayor legitimidad.

Esperemos que sí.

En un país tan presidencialista como el nuestro, ¿no diría que la iniciativa ante una crisis de esta magnitud debe venir de la Presidencia de la República?

Bueno, algo se ha hecho. Pero no todas sus propuestas se han implementado y varias incluso se han desdibujado.

El problema es que aún queda año y medio de mandato…

Sin duda, por eso yo recordaba la experiencia de las cortes españolas. Los sistemas parlamentarios tienen una flexibilidad que el presidencialismo no tiene.

2. En un momento difícil el mundo opta por los peores líderes (La indeseable perspectiva de Trump y Putin)

3. Diez reacciones a al discurso de Donald Trump en el Convención Nacional Republicana que debes leer en este momento

Por Kajal Singh

Publicación del Partido Demócrata

23 de julio de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

1. “La nominación de Donald Trump es el primer momento en que la política estadounidense realmente me ha dado miedo. Donald Trump no es un hombre que debería ser presidente. Esto no es un juicio ideológico.” – Ezra Klein

2. “El ex líder del Ku Klux Klan, David Duke, dice que está de acuerdo con el discurso de Donald Trump en la Convención Nacional Republicana.”

3. “He visto todas las convenciones políticas desde 1984. Esta noche me fui temprano. Tenía miedo”. – Melissa Harris-Perry

4. “¿Se han dado cuenta de cómo Trump cree que todos estos complejos problemas se pueden resolver de forma rápida? Siempre rápido. Siempre evidente. Como si todos los demás miembros del gobierno, de ambos partidos, fueran estúpidos o malévolos. ¡Volverá las malas ofertas comerciales en buenas! Tan sencillo. Él personalmente castigará a las empresas que utilizan recursos o empleados en el extranjero. ¿Puede un presidente hacer eso? ¿A quién le importa, en la actualidad? Este es el discurso más proteccionista de un candidato que he escuchado en mi vida. Y es un ataque directo a la globalización. Es una declaración de guerra comercial”. -Andrew Sullivan

5. “Esta es la visión de las mujeres en la campaña de Trump: que son esposas cuyas preocupaciones económicas se limitan únicamente a la capacidad de obtener ingresos de sus maridos”. – Rebecca Traister

6. “Trump emergió como una fuerza política con la afirmación racista de que el presidente Obama no nació en los Estados Unidos. Desde entonces, ha buscado sacar ventaja aprovechándose de los peores instintos de la gente descontenta, inventando culpables y teorías de conspiración, incitando ataques violentos contra los que no están de acuerdo con él”.

“La visión oscura de América, incitada por Trump, es una en el que los inmigrantes, incluyendo las familias de inmigrantes, son las principales fuentes de ‘violencia en nuestras calles y de caos en nuestras comunidades’. En el extranjero, Estados Unidos es una nación humillada, a la que se le falta el respeto.

“Esto no es sólo falso, sino que es una visión tremendamente distorsionada de lo que representa toda la nación. Uno podría pensar que, si Trump realmente creyera que existe esta distopía, tendría un plan claro y detallado para cambiarlo. Pero, como siempre, no tiene más que su vacío argumento vendedor: ‘Estoy con ustedes, voy a luchar por ustedes, y voy a ganar para usted”, dice.” – El Consejo Editorial del New York Times

7. “Rompiendo con dos siglos de tradición política, Donald Trump no les pidió a los estadounidenses que pongan su confianza en sí mismos o en Dios, sino más bien, en Trump”. – Yoni Appelbaum

8. “Donald Trump le dio a Bernie Sanders un saludo al final de su discurso en el CNR, y a Sanders no le hizo ninguna gracia.” – El presidente Barack Obama

“Cuando Trump utilizó el nombre de Sanders como un testimonio de su destreza unificadora, alegando que los partidarios de Sanders ‘se unirán a nuestro movimiento, porque vamos a arreglar su mayor problema, las ofertas comerciales’ y que ‘millones de demócratas’ serán partidarios de Trump, Sanders estaba allí para detenerlo”. – Vox

9. “Su discurso en la convención era completamente diferente a todo lo que hemos escuchado en la política estadounidense, ajeno a la historia y alimentado por el miedo”. – Jeff Greenfield

10. “Algunos de los temores que se expresaron durante toda la semana simplemente no son acordes a los hechos”. – Presidente Barack Obama

Lampadia




El mensaje de investidura de PPK

Los últimos ‘5 para los 200’, el último lustro antes del bicentenario, tiene que ser el de un gobierno excelente, y eso no es broma. Los peruanos nos enfrentamos con dos grandes retos: superar las brechas económicas y sociales que arrastramos del pasado y aprovechar las oportunidades y evitar los riesgos de la ‘cuarta revolución industrial que trae el futuro inmediato (Ver: Gobernabilidad con un gabinete multipartidario). La mediocridad ya no es una opción.

El flamante Presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, ha iniciado su mandato con un mensaje positivo que analizamos líneas abajo y agregamos algunas ideas que esperamos escuchar del Presidente en los próximos días.

EL MENSAJE

Lo que nos gustó

o    “Queremos una nación moderna, de mil valles en un solo país”.
o    Tenemos que dar un gran salto, hacer una revolución social y ser un país moderno, justo y solidario.
o    Necesitamos la acción conjunta del sector público y privado.
o    Priorizaremos la formalización.
o    Cero corrupción.
o    Debemos ser un “faro de civilización”.
o     PPK irá a las regiones a comunicar los beneficios de la industria extractiva.
o    “No puedo solo”.
o    “Una sola República, firme y feliz por la Unión”.

Lo que no nos gustó

o    Pensar que sin una verdadera revolución educativa, podemos formar a los jóvenes que necesitamos en el mundo de hoy.
o    Perdió la oportunidad de transmitir un conjunto coherente de ideas para que los ciudadanos nos ubiquemos en nuestro tiempo y nuestro espacio y sobre cómo podemos lograr un mejor futuro para todos los peruanos. Para ello se requieren respuestas a preguntas como las siguientes:

¿Qué pasó con el Perú en las últimas décadas?
¿Qué necesitamos los peruanos?
¿Podemos lograrlo?
¿Cómo hacerlo?

LAS RESPUESTAS QUE SOLO PUEDE DAR EL PRESIDENTE

El Presidente Kuczynski es uno de los peruanos mejor educados, versados, pleno de conocimientos, con experiencias valiosas y diversas y una muy buena comprensión del mundo en que vivimos y viviremos. Nadie como él para ilustrarnos sobre nuestra realidad. Veamos algunas ideas al respecto:

¿Qué pasó con el Perú en las últimas décadas?

Al año 90 llegamos prácticamente en ‘artículo mortis’ como producto del oncenio de la dictadura militar, el segundo gobierno de Belaúnde y el primero de García.

En 25 años pasamos del estancamiento y la pobreza generalizada a la abundancia (“lo que sobra es plata”), para luego caer en la falta de recursos. ¿Qué pasó en los 90? ¿Por qué fue tan importante la Constitución del 93? ¿Cuánto aportó el regreso del sector privado? 

Ver en LampadiaCifras del prosperidad y ¿Qué calato ni qué ocho cuartos?

Desde el año 90, ningún presidente pudo explicar nuestra realidad:

–    Fujimori (gracias a Dios) hizo lo contrario de lo que ofreció. Y su lema era hacer primero y comunicar después.
–    Paniagua no tuvo tiempo para comunicar.
–    Toledo no comunicaba, no era su estilo.
–    García no podía comunicar, pues era coautor del desastre. Pero sí supo navegar ‘la mejor ola de nuestros mares en la historia’.
–    Humala se equivocó de ola.
–    PPK SI LO PUEDE HACER:

¿Qué necesitamos los peruanos?

–    Educación de calidad para el nuevo mundo.
–    Acceso a la salud para todos los peruanos.
–    Seguridad ciudadana.
–    Empleo de calidad
–    Oportunidades para todos.
–    Ingresos altos.

¿Podemos lograrlo?

Sin lugar a dudas, pues tenemos:

–    Un país maravilloso.
–    Todos los recursos que podemos necesitar. El país nos queda grande a los 30 millones de peruanos.
–    Nuestra gente es trabajadora, creativa y resiliente.
–    El mundo tiene mucha riqueza esperando para enviarla al Perú, cuando multipliquemos la producción y exportación de nuestras:

– Frutas y hortalizas
– Peces
– Minerales
– Maderas
– Granos, tubérculos y raíces andinas
– Fibras naturales

Así cómo cuando multipliquemos el turismo por cinco.

¿Cómo hacerlo?

–    Con una verdadera revolución educativa.
–    Con un shock productivo.
–    Con inversión que da crecimiento y recursos fiscales para la educación, salud, infraestructuras y programas sociales productivos, como el de Sierra Productiva.
–    Con reformas institucionales en lo:

     – Judicial,
     – Policial,
     – Político,
     – Burocrático, y 
     – Regulatorio.

¿Qué debe producir todo esto?

>>>   Éxito
>>>   Orgullo
>>>   Sentido de pertenencia
>>>   Identidad nacional
>>>   Confianza en el futuro y entre los peruanos

¿Cómo podemos redondear la faena? – Con:

  •     Un Visión positiva y compartida de futuro
  •     Liderazgo (Pedro Pablo Kuczynski y Fernando Zavala)
  •     Compromiso con la acción de todos los peruanos.

El Perú es un país en construcción.
Todos debemos poner ladrillos.

Pero falta algo muy importante:
La unión, la convergencia de los grupos políticos comprometidos con la creación de un país moderno y con ciudadanos ricos.

Lamentablemente no todos los grupos políticos, ahora representados en el Parlamento, están identificados con la Constitución de la República, con la economía de mercado, con la modernidad, con el Estado de Derecho y con los valores de la democracia.

Por ejemplo, en el caso del llamado Frente Amplio (ya en descomposición), en su último acto de la campaña, en el debate multipartidario, insistieron en el cambio de la Constitución del 93. Todos sus grupos han adscrito los absurdos planteamientos del pos-extractivismo que va contra la economía de mercado, la modernidad y los pobres del campesinado[1]. Sus líderes más connotados han atentado contra el Estado de Derecho en relación a los llamados conflictos sociales, en los que pretenden imponer sus ideas por las buenas o las malas. Y, por último, pero no por menos, muchos de ellos no son verdaderos demócratas, pues siguen defendiendo como democrática la dictadura venezolana, a la que no tocan con ni con el pétalo de una rosa, a pesar de la crisis humanitaria que le ha impuesto a su pueblo.

No nos dejemos engañar por las poses políticas ni por el manejo mediático de nuestros izquierdistas de las ‘ideas muertas’. En el Perú no podemos caer en el ‘síndrome de Chamberlain’. 

Esperamos que los líderes de los partidos pro mercado y modernizantes de la política y del Estado logren organizar un gobierno de ‘co-habitación’, como sugirió un importante estudioso en la Hora N el 29 de julio pasado. Esperamos mucho de Pedro Pablo Kuczynski y Keiko Fujimori, así como de Fernando Zavala y Luz Salgado. Todo el Perú lo necesita. Lampadia     

[1]El sector agrícola solo puede crecer, sostenidamente, llegando a más estómagos. Como un agricultor peruano decía hace algunos años, una persona solo puede comer un kilo de comida por día. ¿Cómo puede entonces mejorar sus ingresos un agricultor peruano? Si 3 millones de agricultores pueden abastecer a 27 millones de habitantes, sus ingresos estarían limitados a un promedio de 9 consumidores o 9 kilos. Pero si exportamos a mercados de 2,700 millones de personas, en teoría, cada agricultor podría abastecer a 900 consumidores, 100 veces más.Ese es el potencial de este sector, el eventual enriquecimiento de nuestros campesinos, que, además, son dueños de la mayor parte de las tierras agrícolas del Perú. Ver en LampadiaAgroexportación: Una industria de clase mundial