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Informalidad Minera

Informalidad Minera

Rafael Belaunde Aubry
Para Lampadia

Los vendedores ambulantes y los canillitas, los lustrabotas y los jardineros, los lavacarros callejeros y la mayoría de taxistas son informales, no delincuentes.  La informalidad es consecuencia de la falta de oportunidades laborales formales y esa carencia de oportunidades se deriva del “peaje” que el Estado impone para apropiarse de una porción de la riqueza generada por quienes aun no superan la economía de subsistencia. Por eso, a muchos marginados no les queda más remedio que enfrentar su infortunio cobijándose en la informalidad.

En regiones alejadas de los centros urbanos la minería informal es un refugio para desposeídos.

El informal minero, sin más capital que una lampa y un pico, una pequeña concesión minera y una enorme dosis de perseverancia, puede llegar a salir de la pobreza o incluso convertirse en empresario, para angustia de los recelosos de la movilización social. Por eso, los sectores emergentes informales siempre han sido satanizados por los conservadores…de privilegios.

Cuando las exigencias de la formalidad rebasan la lógica, cuando son arbitrarias e inalcanzables, la informalidad resulta legítima porque el derecho de los individuos a la supervivencia es superior a cualquier prerrogativa del Estado. Si lo que éste pretende es usar a la minería informal como chivo expiatorio para exorcizar los fantasmas que acosan a la formal tal vez logre desaparecerla, pero sólo a costa de mucho mayor exclusión.

Así como la naturaleza le mezquinó al Perú las grandes posibilidades agrícolas con que dotó a otros países, la providencia le asignó enormes recursos minerales que contrarrestan aquellas limitaciones. Las personas aprovechan los recursos mineros en la medida de sus posibilidades. Cuando se trata de grandes diseminaciones, mediante los tajos abiertos que implementan las grandes empresas. Cuando se trata de vetillas comparativamente insignificantes, mediante explotaciones artesanales.

La pequeña minería subterránea impacta mucho menos en el ambiente que la grande porque el valor intrínseco contenido en cada tonelada es muchísimo mayor en aquella que en ésta. Para que una tonelada sea aprovechable por un minero de socavón artesanal esta debe contener US$ 1,000 de mineral aprovechable. En la gran minería veinte veces menos es suficiente.

Argumentar contra el aprovechamiento de pequeños volúmenes altamente mineralizados es desaprovechar una oportunidad sólo atractiva para un minero artesanal y es una afrenta contra el derecho de los emergentes a ganarse la vida.

La minería aluvial es caso aparte. Su tremendo impacto no es producto de la informalidad sino de la incompetencia del Estado que, luego de haberla promovido, ni siquiera fiscaliza adecuadamente el uso del mercurio. Incluso prohíbe el dragado de lechos auríferos, lo cual implica un fomento tácito a la deforestación. Países del primer mundo con los Estados Unidos o Canadá permiten la minería aluvial adecuadamente fiscalizada.

En síntesis, el Estado debería comenzar por diferenciar depredadores de simples informales y a legislar pensando también en los humildes, no sólo en los poderosos. Eso implicaría:

1.- Reducir el tamaño mínimo de la concesión minera a 25 hectáreas (en lugar de las cien actuales).

2.- Simplificar los requisitos de la Declaración de Impacto Ambiental para hacerla compatible con los alcances de la explotación de que se trate. Si la actividad es subterránea, el mineral es procesado en plantas metalúrgicas formales, y si la actividad extractiva se desarrolla en lugares áridos o alejados de zonas agrícolas o urbanas, no tiene sentido exigir los costosísimos estudios con los que se agobia al minero.

3.- El Certificado de Inexistencia de Restos Arqueológicos (CIRA) debería ser una declaración jurada firmada por cualquier arqueólogo, no sólo por quienes figuran en la nómina mercantilista y onerosa de los privilegiados.        

4.- Eliminar el Certificado de Operación Minera (COM), o en su defecto, disponer que sea documento suficiente para ejercer actividad minera a pequeña escala, eliminándose entonces el permiso de inicio de actividades. Otra traba absurda es que el COM debe ser de exploración o de explotación, distingo absurdo para la problemática artesanal, pues en ese ámbito la exploración, el desarrollo y la explotación son actividades indiferenciadas.

5.- Prohibir el uso de cianuro y de mercurio fuera de plantas autorizadas, las mismas que deben necesariamente contar con sistema de retorta para el mercurio y depósitos de relave impermeabilizados tanto para el cianuro como para el mercurio.

6.- Flexibilizar la compra, el transporte, el almacenamiento y el uso de cantidades poco significativas de explosivos pues no se debe exigir a un minero artesanal transportar cantidades insignificantes en convoyes custodiados por la fuerza pública. Hoy existe un intenso tráfico ilegal de explosivos generado a la sombra de las trabas insalvables.

7.- Instalar plantas de procesamiento y/o facilitar su instalación en lugares estratégicos para servir y fiscalizar a la minería artesanal y para desincentivar el uso de quimbaletes que, salvo para fines de gravimetría, debiera quedar proscrito en un plazo prefijado.

8.- Reducir los límites del área protegida de las Líneas de Nazca a la pampa en donde efectivamente se encuentran las líneas, pues el área protegida incluye plantas de beneficio, aeropuerto, ciudades, etc. Así, en el área liberada las decenas de mineros ahora informales podrían formalizarse.

Es oportuno indicar que la reserva de las Líneas de Nazca ocupa más área que la comprendida entre Ancón y Pucusana, y entre La Punta y Chosica. Es decir, un área mayor que la de las provincias de Lima y Callao juntas. Las líneas en sí ocupan un fragmento minúsculo de la reserva y no han sido siquiera cercadas por el ministerio de cultura.

De haberse aplicado similar criterio en torno al cerro Baúl en Moquegua o a la Cueva de Toquepala (importantes sitios arqueológicos) esa mina, Cuajone, Quellaveco y los Calatos estarían dentro de área protegida y serían inviables. El trato diferenciado entre Moquegua y Nazca es una clara muestra de la discriminación contra los emergentes.  

9.- Crea áreas de reserva en Puno (en torno a La Rinconada), en la zona de Chala, Rio Ocoña, y en las otras zonas de concentración de informales, en base a las áreas que reviertan al Estado. Dichas áreas se pondrían a disposición de mineros artesanales carentes de titularidad minera formal, los que serían reubicados, empadronados, y debidamente fiscalizados y asesorados por el INGEMMET.

10.- Crear un sistema de concesiones particular para el llano amazónico a efectos de reducir aun más la extensión mínima de la concesión a 10 hectáreas, incrementando el DV a US$ 20 por hectárea por año en la amazonia. Esto se justifica debido a que el impacto minero en los depósitos aluviales en zonas profusamente vegetadas es muy superior al causado por las explotaciones subterráneas en zonas áridas y poco propicias para la agricultura. Ese Derecho de Vigencia serviría para crear un fondo destinado a la reforestación.

11.- Adecuar las multas por incumplimiento de obligaciones burocráticas como la Declaración Anual Consolidada, (DAC), a niveles no confiscatorios y fijar plazo razonable de prescripción (1 o 2 años) para los procesos de fiscalización. La actual espada de Damocles es un instrumento de amenaza y extorsión de burócratas inescrupulosos y muchos fiscalizadores pierden tiempo analizando incumplimientos antiguos respecto a concesiones abandonadas hace años y en las que nunca se realizó actividad extractiva o exploratoria.

A efectos de cumplir con el precepto constitucional que estipula que el Estado protege a la pequeña minería, deben modificarse las absurdas legislaciones de menor jerarquía que la desincentivan. Hay que entender que la función del Estado es servir a la sociedad, no a la burocracia dirigista ni a las ONGs que responden a designios foráneos. Lampadia




La educación está en crisis y nosotros estamos de fiesta

La educación está en crisis y nosotros estamos de fiesta

En Lampadia hemos insistido numerosas veces sobre la necesidad de emprender una verdadera revolución educativa si queremos nivelarnos con los estándares educativos de los países más avanzados y enfrentar los retos que traerá la cuarta revolución industrial a nuestros pobres.

Lamentablemente, dada la falta de pensamiento crítico de la sociedad y la limitada participación de nuestra clase dirigente en el debate nacional, nos hemos dejado llevar por la ilusión de los emprendimientos del Estado, que están muy lejos de la gran movilización social que debemos desarrollar. 

Luego del CADE 2014, en el que tuvimos la visita de Lant Pritchett, Presidente de la Maestría en Políticas Públicas del programa de la Escuela de Gobierno Kennedy de Harvard para el Desarrollo Internacional,  tuvimos la ocasión de entender que necesitábamos emprender una gran revolución educativa, pues el mundo se disparaba y nosotros nos estábamos quedando.

Pritchett nos dijo que necesitamos un sistema de “estrella de mar” (organismo que no tiene control central). Este sistema debe dar espacio para la novedad. Debe ser un sistema abierto, funcional y debe mostrar resultados positivos. “Se debe evitar el control central del proceso educativo, este debe ser lo más local posible, generar una gran presión por resultados, respaldarse en una red profesional, soporte técnico y financiamiento flexible”. Comentó que la educación privada puede ser adecuada, pero no basta si no se arregla el conjunto del sistema. Indicó que debiéramos empezar por tener una visión clara sobre adonde queremos llegar, que necesitamos una reforma del tipo “Big Bang” y que el gradualismo no nos llevará a ninguna parte. (Ver en Lampadia: Tenemos que emprender una revolución educativa).

Ante el tremendo reto que se nos dibujaba, en Lampadia propusimos:

Además de publicar esta propuesta varias veces, le enviamos una comunicación personal al ministro Saavedra, pero nunca recibimos la menor reacción de él o de algún funcionario del ministerio.

Hace un par de semanas coincidieron las presentaciones del Ministro de Educación, Jaime Saavedra, en el Simposium del Oro y la Plata y una nueva presentación de Lant Pritchett en el primer Foro de Educación de la Alianza del Pacífico. Líneas abajo contrastamos ambas presentaciones y comprobamos, una vez más, la falta de reacción de la sociedad para asumir nuestra realidad y actuar en consecuencia. Veamos lo que nos dice nuestro ministro y el nuevo llamado a la acción de Pritchett:  

La Educación en el Perú según el Ministro Saavedra

El Ministro de Educación, Jaime Saavedra, hizo una cerrada defensa del manejo de la educación en el actual gobierno y de la educación pública, desconociendo (una vez más) el aporte del sector privado. Veamos algunos de sus mensajes:

  • ¿Cuál es la gran diferencia entre Perú y Canadá? Que en Canadá, la mayoría de niños van a colegios públicos.
  • En los países de la OCDE, a la que queremos acceder, la educación básica es pública.
  • El Perú dedica muy pocos recursos a la educación. Tenemos una educación mediocre y esto no parece importarle a nadie.
  • A pesar de todo, hemos avanzado y en primaria las capacidades en matemáticas han llegado a 13% y en comprensión de lectura a 20%. Los salarios de los maestros han subido en 44% y la inversión por alumno aumentó en 85%.
  • Pero en segundo grado, todavía el 50% no entiende lo que lee y solo el 27% tiene habilidades matemáticas.
  • El salario promedio de los maestros es de S/. 2,000, un tercio del ingreso real de hace 30 años.
  • La ruta futura es la de una reforma integral que abarque salarios, infraestructuras y otros.
  • La inversión en infraestructuras ha pasado de S/. 2,100 millones el 2011 a S/. 3,500 el 2016.
  • La mayoría de colegios tiene dos y hasta tres turnos por día, una decisión de los años 70. Se ha pasado un buen número de colegios a jornada completa.
  • Se ha reforzado el rol del maestro.
  • Los aumentos de salarios serán en función de la meritocracia.
  • Han entrado 8,000 nuevos maestros (de 200,000 que concursaron), con un bono de ingreso de S/. 18,000 per cápita.
  • Hemos aumentado el presupuesto de 3% del PBI a 4%, para “dar la educación pública que se merecen nuestros niños”.

La Educación en el Perú según Lant Pritchett

El experto de Harvard habló de los retos de la educación en los países de la Alianza del Pacífico (AdP): Colombia, Chile, México y Perú, con referencias específicas a nuestro país. Veamos sus mensajes más importantes: (textos y cuadros transcritos, traducidos y glosados por Lampadia)

  • Se debe buscar una base sólida y alcanzar las estrellas.
  • Los países no solo necesitan trabajadores con capacitación adecuada, también necesitan emprendedores, líderes políticos, líderes sociales y, para el liderazgo se necesita un sistema que pueda producir estrellas.
  • La buena noticia es el aumento del acceso (casi universal) a la educación.
  • Pero, confunden objetivos de escolaridad con objetivos de educación.
  • Los chicos que salen de los colegios, ¿están capacitados para ser los trabajadores del siglo XXI? – Sin dudas, ¡No¡
  • Están atrasados con respecto a los países más avanzados y con respecto a países similares y más pobres.

  • Los peores alumnos de Corea del Sur, el 10% más atrasado, lo hacen mejor que el promedio de los países de la AdP.
  • Incluso Vietnam obtiene mejores resultados en la prueba Pisa que el promedio de los países de la OCDE, cuyo promedio es de 500 puntos (el puntaje de Dinamarca).
  • El 10% más atrasado de Vietnam es mejor que el promedio del Perú.
  • Veo cierta complacencia con lo que se está haciendo en América Latina.

  • El 10% más atrasado de Dinamarca (igual al promedio de la OCDE) alcanza niveles de 5 o 6 en las pruebas Pisa de matemáticas.
  • En Colombia solo el 0.3% de los alumnos alcanza niveles de 5 o 6 y en el Perú y México solo el 0.6%.
  • Menos del 1% de los estudiantes de 15 años de la AdP tiene un nivel que les permitirá ser líderes globales en cualquier campo.
  • No hay ninguna correlación entre performance económica y escolaridad.
  • El aprendizaje si se correlaciona positivamente con el crecimiento de la economía y la productividad.
  • El Perú está 100 puntos detrás del promedio de la OCDE.
  • Su avance es en promedio de 1 punto por año.
  • Este retraso “no se arreglará para sus hijos, ni para sus nietos, bisnietos, tataranietos, choznos (trastataranietos) y bichoznos”.
  • “Para resolver esto, tienen que ser audaces”.
  • Necesitan avanzar 4 puntos por año para cerrar la brecha en una generación. (Muy pocos países han logrado ese ritmo de avance).
  • Así como muchos jóvenes en sus países (AdP) piensan que pueden ser campeones mundiales de futbol, la misma visión debe lograrse con respecto a la educación.
  • Hacer una reforma importante es difícil incluso cuando hay una crisis evidente, pero es mucho más difícil cuando hay una sensación de éxito.
  • Cambiar la dirección de un sistema educativo es como hacerlo con la de un buque de carga, toma mucho tiempo por el ‘momentum’ (inercia) que trae.
  • Ustedes tienen que cambiar el ‘momentum’ de éxito en escolaridad por éxito en aprendizaje.
  • Las reformas parciales y la expansión de los inputs de escolaridad, no se acercarán a las necesidades de aceleración de performance que necesitan.
  • Miren la diferencia entre una araña y una estrella de mar:

  • La araña es un sistema en que todas las decisiones se toman en el centro. Es un sistema que funciona de arriba hacia abajo.
  • La estrella de mar no tiene cerebro, es una colección de tentáculos unidos, pero cada uno de ellos responde a estímulos locales.
  • El sistema que trabaja para dar una performance de alta calidad es el de la estrella de mar.
  • Ustedes necesitan un sistema que empodere a los maestros para que tomen acciones que les permitan cumplir el rol profesional de ser amables, dedicados a cada estudiante y responder a las circunstancias locales.

  • El acceso a infraestructuras e inputs tiene muy poco impacto en lo que se busca.
  • Lo que hace la diferencia son las habilidades blandas de los maestros que tienen prácticamente el mismo impacto que la característica de los hogares y los niños.
  • Lo que necesitamos es un sistema en el que muchas personas traten de mejorar muchas cosas y que recompense lo que funciona bien y se deshaga de lo que no funciona.
  • Necesitamos un sistema que genere innovación, decida qué  funciona, que lo reproduzca y multiplique en tiempo real para poder avanzar 4 puntos por año.
  • El director de un colegio no debe ser recompensado solo por cumplir los procesos, debe hacerse por lograr el éxito.
  • Por lo tanto, se requiere crear un sistema impulsado por objetivos  de una estructura del tipo de la estrella de mar, que se caracterice por ser abierto, operado localmente, presionado por resultados, estructurado profesionalmente, apoyado técnicamente y con financiamiento flexible.

  • “Como se necesita innovación, se necesita al sector privado”.
  • Todo esto es lo contrario de lo que tienen, un sistema tipo araña, cerrado, no opera localmente, no se presiona por resultados, solo se hace por el cumplimiento de procesos e inputs y no por la performance educativa.
  • Veamos las diferencias de performance entre las regiones del Perú:

  • Las diferencias en performance son enormes dentro del Perú, son tan grandes como la que tienen con los países de la OCDE.
  • No se trata de atacar a los maestros. Ningún país a creado un sistema educativo de alta performance atacando a los maestros.
  • Ustedes tienen que promover una ‘buena enseñanza’.

Si reflexionamos sobre los mensajes de estas líneas podremos concluir que la gestión del gobierno está buscando resultados para el siglo XX. Se nos acaba el tiempo para actuar. Para hacer la revolución educativa que debemos emprender con urgencia, necesitamos: Una nueva visión, un nuevo ministerio, un nuevo ministro y una clase dirigente más consecuente.

¡Todos por la Educación! 

Lampadia