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Otros siguen creciendo alto a pesar de la crisis

Otros siguen creciendo alto a pesar de la crisis

El ranking de crecimiento global de este año es liderado por Mongolia (+15%), mientras que en la cola del mundo se encuentra Chipre (-3.2%). Al igual que el Perú, los 10 países líderes en el crecimiento mundial -repartidos entre África y Asia-  son ricos en recursos naturales, pero aún tienen mucho que avanzar en materia institucional. Sin embargo, crecen alto, y lo hacen a pesar del contexto internacional.   

La unidad de inteligencia de The Economist publicó una lista con las 10 economías que crecerían más rápido en el 2014, en contraste con las 10 economías que tendrían el peor desempeño. De las economías más dinámicas siete son del Asia y tres del África; encabeza la lista Mongolia, que crecería 15%.

La característica común que comparten los países que crecerán más este año, es que todos son de bajos ingresos y -al igual que el Perú- ricos en recursos naturales. El líder del crecimiento mundial desde el 2012, Mongolia, seguirá impulsado por el auge de su minería y un incremento de sus exportaciones a China, su principal socio comercial (destinatario de más del 45% de sus exportaciones). Con solo una población de 3,1 millones de habitantes y siendo un país rico en cobre, hierro, oro, uranio, y principalmente carbón, Mongolia es un país que enfrenta retos similares a los del Perú para dar un salto cualitativo al desarrollo. En octubre del año pasado el Parlamento de Mongolia aprobó una Ley de Inversiones que brinda un marco favorable para la inversión local y extranjera, e incluso garantiza un ambiente de estabilidad tributaria para las mismas. Se espera que esto mejore considerablemente el clima de inversión en Mongolia para sostener un alto crecimiento en los años siguientes.

Los otros países de la lista como Sierra Leona, Turkmenistán, Timor Oriental y Congo, encuentran también en la explotación de recursos naturales la palanca que los hará crecer a tasas que bordean el 9% en el 2014. Bután ha encontrado un nicho para generación de riqueza a partir de la exportación de energía hidroeléctrica a la India, un país de 1,200 millones de habitantes que este año crecerá 6.3%.

En el otro lado de la lista se encuentran los países que tendrán el peor desempeño económico. Los disturbios y malestar político que se mantienen en algunas regiones del Medio Oriente, en particular en Siria, Egipto y Libia golpearán fuertemente sus economías. Siria tendrá una disminución de 2.7% del PBI en términos reales. Chipre, Italia y Grecia son economías que aún no logran reactivar su economía luego de la crisis Europea debido al elevado grado de “stress” financiero que mantienen. Chipre, en particular, al ser un centro financiero, es una economía que ha dependido de la banca y las finanzas, por lo cual a pesar de las ayudas de emergencia del Banco Central Europeo (BCE) y el paulatino levantamiento de las medidas temporales restrictivas a las transacciones bancarias que se adoptaron, mantiene un elevado nivel de endeudamiento, tanto público como privado. Sus niveles, sin precedentes, de desempleo siguen afectando la recuperación del consumo y el comportamiento de los hogares.

En Latinoamérica, Puerto Rico arrastra una contracción del PBI desde el año 2006, y es un país que está atravesando una transformación debido a que la población se está reduciendo año a año, al tiempo que ha perdido las ventajas comerciales que gozaba con EEUU por la ampliación de tratados de libre comercio que este país viene firmado con otros socios comerciales. El caso de Venezuela es largamente conocido y lo hemos reportado en varias notas anteriores (Ver Crisis económica del eje chavista)  El aparato productivo de este país ha quedado atrofiado por años de “políticas revolucionarias” que han debilitado sectores generadores de empleo como la construcción y manufactura, y otrora eficiente sector petrolero. También se ha llegado al extremo de requerir importar más de la mitad de los bienes de primera necesidad que se consumen. La desconfianza en su mercado se refleja en la enorme brecha existente entre el tipo de cambio oficial, de 6.3 bolívares por dólar (al 29 de enero), versus el tipo de cambio del mercado negro de 79 bolívares.

No debemos olvidar que un crecimiento alto y sostenido es la palanca más importante para lograr un desarrollo integral. En el Perú, nos hemos ido haciendo ideas equivocadas sobre el efecto de la crisis internacional en nuestro desempeño interno. Lo cierto es que la desaceleración es costosa, y dado nuestro elevado potencial, injustificada. Si países ricos en recursos naturales y con aún una precaria realidad institucional – como el Perú-  pueden crecer a tasas que superan el 9%, no hay razones reales para quedar satisfechos con un crecimiento mediocre inferior al 7% por año. Lampadia.