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La energía renovable y el nuevo boom de metales

La energía renovable y el nuevo boom de metales

A continuación compartimos un interesante articulo publicado por The Economist que explica cómo la industria de la energía renovable está incrementando exponencialmente la demanda de metales como en ningún otro momento en la historia moderna, generando inclusive problemas con la oferta mundial (ver Lampadia: Déficit de cobre tiene para una década más). Ello ya viene siendo expresado con el incremento a valores record históricos del precio de varias materias primas como el cobre, del cual somos el 2do país productor a nivel mundial – y que se ha visto potenciado por el rebote post-pandemia que viene experimentando EEUU y China.

Lamentablemente, nuestro país sigue perdiendo la oportunidad de poder subirse a esta nueva ola para repotenciar su recuperación post-pandemia, con la claudicación de importantes proyectos mineros cupríferos como Tía María, Conga y las Bambas. A eso se suman peligrosas propuestas del aún candidato Pedro Castillo, como la revisión de los contratos de estabilidad tributaria y el incremento de impuesto a la renta a la minería en el orden del 70%, siendo este el sector que más aporta el erario nacional.

El camino pues debería ser el contrario, es decir, dar mayor certidumbre y facilidades a la inversión minera, sobretodo la de exploración que es la que ha venido cayendo sostenidamente en los últimos años por el afán anti-minero de los últimos gobiernos de turno, pues esta determinará el potencial de nuestro país para acogerse a esta gran demanda de la energía renovable que se prevé durará muchas décadas por venir. Veamos el análisis de The Economist al respecto. Lampadia

Cómo los cuellos de botella verdes amenazan el negocio de la energía limpia

Se está produciendo un gran auge de la inversión verde, pero se subestiman los problemas del lado de la oferta

The Economist
12 de junio, 2021
Traducida y comentada por Lampadia

A medida que la economía mundial se recupera, la escasez y los picos de precios afectan todo, desde el suministro de papas fritas taiwanesas hasta el costo de un desayuno francés. Como explicamos esta semana, un tipo de cuello de botella merece una atención especial: los problemas del lado de la oferta, como la escasez de metales y las limitaciones de la tierra, que amenazan con frenar el auge de la energía verde. Lejos de ser transitorios, estos cuellos de botella corren el riesgo de convertirse en una característica recurrente de la economía mundial en los próximos años porque el cambio a un sistema energético más limpio está todavía en sus inicios. Los gobiernos deben responder a estas señales del mercado, facilitando un enorme auge de inversión del sector privado durante la próxima década que aumente la capacidad. Si no lo hacen, tienen pocas posibilidades de cumplir sus promesas de alcanzar emisiones “netas cero”.

Los científicos y activistas se han preocupado por el cambio climático durante décadas. Recientemente, los políticos han mostrado signos de mayor compromiso: los países que representan más del 70% del PBI mundial y los gases de efecto invernadero ahora tienen objetivos de emisiones netas cero, típicamente para 2050. Y ha habido un cambio dramático en la actitud de las empresas. Los inversores exigen que las empresas cambien de rumbo, impulsadas por la nueva realidad de que las tecnologías limpias son más competitivas en cuanto a costos. Los gigantes de la era de los combustibles fósiles, como Volkswagen y ExxonMobil, tienen que cambiar sus planes de inversión, mientras que los pioneros de la energía limpia están aumentando el gasto de capital rápidamente. Orsted, un campeón de los parques eólicos, planea un incremento del 30% este año; Tesla, un fabricante de automóviles eléctricos, un salto del 62%. Mientras tanto, US$ 178,000 millones fluyeron a fondos de inversión con tintes verdes en el primer trimestre de 2021.

Este cambio repentino en la forma en que se asignan los recursos está causando presiones y tensiones a medida que aumenta la demanda de materias primas y se produce una confusión en los pocos proyectos con aprobación regulatoria. Calculamos que el precio de una canasta de cinco minerales utilizados en automóviles eléctricos y redes eléctricas se ha disparado un 139% en el último año. Las mafias madereras deambulan por los bosques ecuatorianos en busca de madera de balsa utilizada en las palas de las turbinas eólicas. En febrero, una subasta británica de derechos de los fondos marinos para parques eólicos marinos generó hasta US$ 12,000 millones porque las empresas de energía se apresuraron a exponerse a cualquier costo. La escasez se extiende a las finanzas: a medida que una masa de dinero persigue a algunas empresas de energía renovable, las valoraciones se han extendido a territorio burbujeante. Aunque el peso de la industria de las energías renovables en los índices de precios al consumidor es todavía pequeño, algunos financieros temen que la escasez de suministro a lo largo de los años pueda generar una inflación más alta.

Lo que hace que estos signos de sobre estiramiento sean tan sorprendentes es que se están materializando incluso cuando la transición energética está completa en menos del 10% (medido por la proporción de inversión energética acumulada necesaria para 2050 que ya ha tenido lugar). Es cierto que algunas de las tecnologías que se requerirán apenas existen todavía y, por lo tanto, no están disponibles para la inversión. Por eso se necesita tanta investigación y desarrollo. Pero en otras áreas, el trabajo del cerebro se ha realizado en gran medida, por lo que la década de 2020 debe ser la década de la fuerza física, aumentando las tecnologías establecidas con un gasto de capital masivo.

Las cifras de la próxima década son abrumadoras. Para mantenerse en camino hacia cero neto, para 2030, la producción anual de vehículos eléctricos debe ser diez veces mayor que el año pasado y el número de estaciones de carga en la carretera 31 veces mayor. La base instalada de generación de energía renovable debe triplicarse. Es posible que las empresas mineras mundiales tengan que aumentar la producción anual de minerales críticos en un 500%. Quizás el 2% de la tierra de EEUU tendrá que cubrirse con turbinas y paneles solares.

Todo esto requerirá una gran inversión: unos US$ 35,000 durante la próxima década, equivalente a un tercio de los activos de la industria global de administración de fondos en la actualidad. El sistema mejor equipado para lograrlo es la red de cadenas de suministro transfronterizas y mercados de capitales que ha revolucionado el mundo desde la década de 1990. Sin embargo, incluso este sistema no se está cumpliendo, con una inversión en energía que se encuentra en aproximadamente la mitad del nivel requerido y está sesgada hacia unos pocos países ricos y China. A pesar de la subida de los precios de los metales, por ejemplo, las empresas mineras desconfían de aumentar la oferta.

La razón principal del déficit de inversión es que se tarda demasiado en aprobar los proyectos y su riesgo y rentabilidad esperados siguen siendo demasiado opacos. Los gobiernos están empeorando las cosas al utilizar la política climática como vehículo para otros objetivos políticos. La Unión Europea aspira a la autonomía estratégica en baterías y su agenda verde dirige una parte de su presupuesto a áreas desfavorecidas. China está considerando límites a los precios internos de las materias primas en su próximo plan quinquenal. De manera similar, el naciente plan verde del presidente Joe Biden prioriza los empleos sindicales y los fabricantes locales. Esta mezcla de metas borrosas y proteccionismo suave obstaculiza la inversión necesaria.

Los gobiernos deben ser más testarudos. Un estado activista tiene un papel crucial en el apoyo a la construcción de infraestructura clave, como líneas de transmisión, y en la investigación y el desarrollo. Pero la prioridad abrumadora debe ser catalizar un aumento mayor de la inversión privada, de dos maneras.

Primero, flexibilizando las reglas de planificación. El proyecto de minería global promedio tarda 16 años en obtener la aprobación; el proyecto eólico típico en América durante más de una década para obtener aprobaciones y permisos de arrendamiento, que es una de las razones por las que su capacidad eólica marina es menos del 1% de la de Europa. La velocidad requiere una toma de decisiones centralizada y, a menudo, significará decepcionar a los conservacionistas locales.

Lo perfecto es enemigo de lo bueno

En segundo lugar, los gobiernos pueden ayudar a las empresas y los inversores a afrontar los riesgos. Pueden brindar certeza en algunas áreas: por ejemplo, garantizando precios mínimos para la generación de energía. Los gobiernos occidentales también tienen el deber de proporcionar financiación barata para aumentar la inversión en los países más pobres. Pero la clave es la introducción de precios del carbono que integran las señales del mercado en millones de decisiones comerciales diarias y dan a los empresarios e inversores más visibilidad en un horizonte a largo plazo. Hoy en día, solo el 22% de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo están cubiertas por esquemas de precios, y esos esquemas no están unidos. Los cuellos de botella verdes son una señal de que la des carbonización por fin está pasando de ser una idea teórica a una realidad. Ahora se necesita un impulso poderoso para ayudar a que la revolución suceda. Lampadia




Cómo la guerra comercial Sino-Estadounidense está afectando los mercados de productos básicos

Cómo la guerra comercial Sino-Estadounidense está afectando los mercados de productos básicos

Sus efectos se extienden más allá de las dos superpotencias.

The Economist
2 de diciembre de 2019
Traducido y glosado por Lampadia

Los precios de los productos básicos han estado en una montaña rusa en los últimos años. Impulsados por la demanda china, alcanzaron un pico vertiginoso en 2011. El exceso de oferta y los temores de una desaceleración de los mercados emergentes llevaron a una larga caída hasta 2016. Luego, los precios comenzaron a recuperarse, hasta que el presidente Donald Trump comenzó a aumentar los aranceles de importación estadounidenses en 2018, provocando represalias de China. Se avecinaba una desaceleración mundial, exacerbada por la guerra comercial. Pero en octubre, Trump suspendió algunos aumentos de tarifas. Las esperanzas de una mini tregua estaban en el aire, pero la semana pasada el presidente estadounidense enfureció a China al firmar un proyecto de ley que apoya a los manifestantes en favor de la democracia en Hong Kong. Esto puede haber estancado un trato. Los precios de los productos básicos han seguido estos giros y vueltas.

Considera el algodón. China es el mayor consumidor mundial de fibra y Estados Unidos el mayor exportador. Los precios han caído una cuarta parte desde mediados de 2018. Eso refleja en parte la desaceleración de la demanda de ropa, ya que la economía de China se ha desacelerado. Pero el aumento arancelario de China del 25% sobre las importaciones estadounidenses también ha amortiguado la demanda, haciendo que los precios caigan. Los fondos de cobertura se han vuelto bajistas y se pronostica que los inventarios estadounidenses serán los más altos en una década.

China también ha golpeado a otros productos agrícolas estadounidenses con aranceles. Como resultado, China está tomando una proporción menor de las exportaciones estadounidenses de granos, soja y pieles este año que en 2017. (Una demanda clave de la administración Trump en las conversaciones comerciales es que China compre más de su producto. Aunque China está comprando más soja) Como resultado, su participación en las exportaciones estadounidenses aún no se ha recuperado por completo.) Las exportaciones de madera estadounidense a China han caído en un 40%, y los madereros han hecho recortes y despidos.

Los efectos de la guerra comercial se extienden más allá de América y China. China representa las tres cuartas partes de las exportaciones de lana de Australia. Temiendo los aranceles estadounidenses sobre la ropa hecha en China, ha reducido las compras. Los precios de la lana han bajado un cuarto desde su máximo histórico de septiembre de 2018.

Mientras tanto, los metales están cada vez más expuestos a la guerra comercial. Ante los inminentes aranceles, los mercados pronostican una demanda mundial más débil y los precios han caído. La última ronda de aranceles de Trump anunciada en agosto afectó los precios de los metales más que los anuncios anteriores. Los metales también están más estrechamente relacionados con el ciclo económico que los productos agrícolas. El cobre, por ejemplo, se considera un referente porque se usa en viviendas y construcción. En septiembre alcanzó un mínimo de dos años.

En contraste, el oro ha estado brillando en medio de la incertidumbre. Las preocupaciones sobre las tensiones geopolíticas y el crecimiento económico han impulsado la demanda. El precio del oro ha aumentado un 15% desde el comienzo del año, a alrededor de $ 1,500 la onza. En septiembre alcanzó su nivel más alto desde la primavera de 2013. Pero a medida que aumentaron las esperanzas de una tregua comercial, el precio perdió parte de su brillo y el cobre recuperó un poco de brillo.

El índice de precios de los productos básicos de The Economist fue modificado en octubre de 2019. Nuestros nuevos pesos se pueden encontrar en el siguiente cuadro:

 




Carta del Cobre a los peruanos

Carta del Cobre a los peruanos

En las actuales circunstancias en que una importante mina de cobre, Las Bambas, enfrenta numerosos ataques tanto desde el frente mediático como desde el político para su habitual puesta en operación, vemos necesario compartir una importante Carta del Cobre a los peruanos.

Existen muchos malentendidos y desconocimiento sobre uno de los materiales icónicos del Perú, el Cobre. Injustamente, la producción de este maravilloso material se ha ido asociando a conceptos negativos, mitos y falacias que solo buscan alejarnos de uno de los grandes metales estratégicos para el desarrollo y bienestar de todos los peruanos. Hoy día, con mucho agrado, publicamos en Lampadia la Carta del Cobre a los peruanos.

Fuente: wikiHow

Queridos peruanos,

He sido un material esencial para el hombre desde tiempos prehistóricos. De hecho, una de las principales “edades” o etapas de la historia humana lleva el nombre de una aleación de cobre, el bronce. El cobre y sus muchas aplicaciones han jugado un papel importante en muchas civilizaciones, desde los antiguos egipcios y romanos a las culturas modernas de todo el mundo.

Mis Apps se multiplican desde la conducción de electricidad, que marca una gran diferencia entre una suerte de  Edad Media, Hasta el cuidado de la salud como un material propicio para ambientes sépticos en clínicas y hospitales.

Es difícil creer que, en la actualidad, haya perdido tantos seguidores. Permítanme mostrarles lo que puedo aportar para su bienestar:

La demanda de Cobre

En los últimos años, con la crisis económica global y el ajuste de la economía china, se empezó a propagar que la demanda de cobre se habría reducido estructuralmente. Veamos:

China, mi más fiel cliente, dio a conocer recientemente su Plan Quinquenal, en el cual se describen los objetivos de desarrollo económico y social para 2016-2020 que impulsarán la demanda de cobre en tres áreas clave: cableado de viviendas, 60% de la red eléctrica será subterránea al 2020 y los sistemas de energía renovable – solar, eólica, hidroeléctrica – requieren de cuatro a 12 veces más cobre por kilovatio que la generación de energía tradicional, y 15% del PBI total de China será de las industrias estratégicas.

Un buen augurio para la demanda de cobre. China, consumidor de aproximadamente el 45% del cobre mundial, espera crecer 6.5% en 2017 y 6.3% entre 2018 y 2019, lo que debería soportar buenos precios.

¿Miedo al precio del cobre?

Entiendo que recientemente los precios del cobre dejaron de estar en las nubes, algo que no es bueno para nadie. Además, en los últimos meses, han sido bastante volátiles. Pero esto no se debe a cambios estructurales del mercado. En las últimas semanas, mi precio se ha recuperado, llegando a cerrar ayer en US$ 2.51 la libra.

Competitividad del Perú

Además de los precios, es importante anotar que el Perú es uno de los países más competitivos en la producción de cobre. Así bajen los precios, con costos promedio de alrededor de US$ 1.25 la libra (según el presidente PPK), el país puede mantener su producción.

Valor agregado

Se me acusa de ser un producto sin valor agregado. Se llega a decir que el Perú exporta piedras. Pero la minería moderna peruana, a distancias abismales del pallaqueo (recolección manual de materiales superficiales), es el sector de mayor valor agregado en la economía.

Se dice que solo debería exportarse metal fino o productos de cobre. Sería bueno, pero para ello se necesita mucho capital, mucha energía eléctrica y desplazar de los mercados globales a quienes ya los abastecen competitivamente de productos terminados.

Esto último se irá dando en el tiempo, pero mientras tanto, la exportación de concentrados de cobre agrega mucho valor que no se debe seguir ninguneando, pues lleva a decisiones equivocadas.

¿No tengo valor agregado? Algunas personas malintencionadas me han difamado y han hecho creer que la minería no tiene valor agregado. Falso, es más alto que el de la industria manufacturera (67% vs. 33%, en promedio). Viajo por el mundo como alambrón y como concentrado, con mucho valor para los peruanos.

¿Ser un recurso no renovable es malo?

No entendería por qué sería algo malo. Existe la posibilidad que en algún momento ya no tengamos cobre, sí. Podré desaparecer. Pero es mucho más probable que la producción minera de cobre en el Perú se vaya haciendo menos atractiva, como producto del reciclaje, de mayores eficiencias en el consumo, de la sustitución de materiales, y de la (incipiente) explotación de los fondos marinos. En algún momento evolucionaremos a un tipo de tecnología o infraestructura que dependan menos del cobre.

Por lo tanto, dosificar mi producción para que dure eternamente es un tremendo error. El valor económico del cobre de estos tiempos puede dejar de estar disponible en el futuro. En consecuencia, no multiplicar la producción puede determinar que me quede para siempre diseminado por los Andes. Hoy puedo aportar los recursos que necesitan los peruanos para salir de pobres, quién sabe si mañana será igual. ¿Se puede perder esta oportunidad? ¡Sería una barbaridad!

¡No soy “tan solo” una materia prima!

Soy mucho más que una materia prima. Soy un miembro productivo de la sociedad que ayudará a llevar a mi país, este lindo Perú, a su verdadero potencial económico y bienestar social. Lamentablemente, se ha sembrado una gran confusión sobre la minería. Algunos creen que contamino y no deben explotarme. Esto es falso, ya que la minería moderna no contamina más que otras actividades, incluida la agricultura y, por supuesto, la minería ilegal. La mayor contaminación en el Perú se produce en las ciudades y pueblos, donde no se dispone adecuadamente de los desechos.

En el Perú tenemos grandes brechas sociales y económicas que solo podremos mejorar explotando beneficios como los que ofrece el famoso metal rojo, con todos mis grandes atributos, para que los recursos de mi producción se puedan usar en mejorar la educación, la salud, las infraestructuras, los ingresos de los servidores públicos, el desarrollo de otras actividades productivas como industria, construcción, transporte, servicio y otros. Ver el artículo que publicó Lampadia: ¡Viva el Cobre!

Nuestros vecinos sí aprovechan sus recursos

Chile produce el doble de cobre que nosotros. El Perú desprecia mis beneficios, pero Noruega y Australia, dos países que encabezan el desarrollo a nivel global, que no sufren de crisis recurrentes y se caracterizan por sus extensas industrias extractivas (de los mismos materiales o algunos de mis parientes), explotan y exportan más recursos naturales que el Perú. En el caso de Australia, su sector minero ha sido aclamado como el salvador de la economía, protegiendo al país de los efectos de las graves recesiones económicas experimentadas en Estados Unidos, Europa y otros países antes, durante y después de la crisis financiera mundial de 2007-08. Ver en Lampadia: 25 años sin una recesión y Exitoso modelo que aprovecha sus RRNN.

En México, otro país minero, tienen El Museo Nacional del Cobre y hacen una Feria Nacional del Cobre. Me da un poquito de envidia. 

Conflictos ambientales y sociales

En nuestro Perú se ha desarrollado una campaña para difamarme y llevarnos a rechazar el desarrollo del sector minero y principalmente, la producción de cobre. A esta han contribuido, efectivamente, una serie de ONGs, muchas del exterior, que no les importan los peruanos, pero también algunos académicos despistados y muchos políticos oportunistas o que están atrapados por las ‘ideas muertas’. A diferencia de lo que sucede en Canadá y Australia, seguimos hablado de primarización de la economía, de exportación de “piedras sin procesar” y de que la inversión minera no tiene futuro por las condiciones de los precios de los commodities (que siguen siendo buenos) y por la desaceleración de la China. Y sobre esta base, o cimientos, afirman que ocupamos todo el territorio nacional, consumimos el agua de las poblaciones, contaminamos el medio ambiente y afectamos negativamente el desarrollo social de los pueblos de las zonas mineras.

  • La minería moderna no genera ya pasivos ambientales. Más bien genera activos ambientales, como los bosques desarrollados por Antamina, los reservorios de agua de Yanacocha, o el paradero de aves en la bahía de Ite, limpiada por Southern.
  • Solo hay actividades mineras en menos del 2% del territorio nacional.
  • Consumimos el 2% del agua que se aprovecha en el Perú, que es una fracción de la que tenemos y desperdiciamos en los mares, Pacífico y Atlántico.
  • Los estándares ambientales de la minería moderna, son iguales o mejores que los de la industria en los países más desarrollados y sofisticados.
  • Buena parte de la producción está vinculada con grandes empresas internacionales, o empresas locales vinculadas a los mercados financieros internacionales, ambas sujetas a controles globales sumamente rigurosos. 

Hablemos de desarrollo

No se quiere entender que al dejar de aprovechar el potencial productivo del Perú, innecesariamente, se está tirando por la borda una riqueza que ha producido muchos beneficios económicos y sociales y que, aún hoy, con las condiciones de los mercados internacionales, puede crear mucha riqueza adicional. Esta es esencial para generar los recursos que nos permitan superar las brechas sociales y económicas acumuladas por los años de oscurantismo (60s a 80s) y, sobre todo, para que podamos nivelarnos con los países más desarrollados en el más corto plazo posible, ante los riesgos que trae la Cuarta Revolución Industrial.

Es realmente indignante que no se haya aprovechado mis beneficios desde el 2011. Después del pico por encima de US$ 4 por libra, mi precio se estabilizó alrededor de los US$ 3.2 la libra. Sin embargo, en el Perú se dejó de atraer más inversiones y se trabaron las que estaban en curso. Como resultado, se frenó la economía, la inversión en otros sectores, la reducción de la pobreza y la disminución de la desigualdad. El Perú pudo mantener un mayor crecimiento compensando la caída temporal de los precios con mayores volúmenes de producción. 

Conclusiones

Espero que esta sentida carta ayude a aclarar la mayoría de dudas que muchos de ustedes pueden tener. No es algo que suelo hacer pero, tras tantas acusaciones falsas, he creído necesario defenderme y demostrar que mucho de lo que se afirma en contra de la producción de cobre, en particular, y de la minería en general son mitos y falacias interesadas.

Y creo sinceramente que el cobre es para el beneficio de todos los peruanos. Hay que aprovechar al máximo lo que puedo aportar. Sabiendo el valor de mis aportes, ¡no hacerlo es inmoral!

¡Guardemos los mitos, iniciemos una cruzada nacional para desarrollar los proyectos de cobre y convertir al Perú en el gran país que todos podríamos construir!

Atentamente,
El Cobre
Lampadia




El acero chino inundará los mercados mundiales

El acero chino inundará los mercados mundiales

Una de las industrias que ha resultado más afectada por el ajuste de la economía china, que está terminando de pasar de ser impulsada por exportaciones e inversiones (con mucho desarrollo de infraestructuras), es la del acero. El problema es que al crecer China a un menor ritmo, se ha liberado capacidad instalada hacia los mercados de exportación.

Muchos países desarrollados encuentran muy complicado el competir con China que, tan solo el año pasado, produjo 808 millones de toneladas de acero, mientras que Estados Unidos produjo sólo 79 millones.  

Hasta hace poco, gran parte de la producción del gigante asiático se absorbía en el mercado interno pero, como informa el Financial Times (en el artículo que compartimos líneas abajo), la construcción de infraestructuras y propiedades en China disminuirá inevitablemente, lo que llevará al acero en una sola dirección: el extranjero. Lo complicado es el tamaño de la producción china, que alcanza el 50% de la producción global. Cada aumento del 1% en las exportaciones de acero chino equivale a todo el mercado de exportación de las acerías estadounidenses.

Los casos antidumping presentados contra el acero chino por Estados Unidos, Europa y México ya se están acumulando. Con una nueva explosión de las exportaciones en el horizonte, parece que la lucha tan sólo está empezando. Esto se empieza a contrastar con reacciones proteccionistas, como las planteadas por el presidente de EEUU, Donald Trump, quien afirmó la semana pasada que “El acero es crítico para nuestra economía y nuestro Ejército. Esta no es un área en la que podamos darnos el lujo de depender de otros  países”,  mientras que firmaba una orden ejecutiva que agiliza un estudio para posibles sanciones a importaciones que perjudiquen a las empresas y trabajadores de la industria acerera de EEUU.

Por su lado, la UE ya expresó sus “preocupaciones” sobre la metodología de Washington para imponer aranceles a algunos productos europeos de acero. Nunca es bueno que factores de coyuntura malogren la estructura de mercados que deben proyectarse en el largo plazo, pero navegar hacia el extremo del proteccionismo, también genera daños estructurales.

China ha sido sustancialmente exitosa ajustando y redireccionando su economía. Ya ha llegado prácticamente a un ‘plateau’ de crecimiento del orden de 6.5%, con perspectivas de estabilidad. Ver el siguiente cuadro de The Economist:

Por otro lado, los tiempos no están como para seguir sumando nuevas crisis. China está empeñada en posicionarse como un respetable jugador global del libre mercado. Tanto EEUU como la UE deben cuidar que no se malogre la estructura del mercado del acero. Es de suponer que China no pretenda ahora destruir a las acerías occidentales.

Esto nos lleva a plantear el que se promueva una conferencia mundial para promover acuerdos que permitan superar la coyuntura del mercado, sin destruir la estructura de una industria muy valorada en todo el planeta.

¿No puede el Perú, un territorio más neutral, de la mano de la OMC, convocar una gran conferencia sobre la estabilización del mercado global del acero? Lampadia

China intensificará su batalla del acero con occidente

A medida que la demanda doméstica se desacelera, más acero fluirá hacia los mercados mundiales.
Un trabajador toma muestras de metal fundido en un horno de acero chino. Fuente: © Getty

Lucy Hornby, Beijing
Financial Times
26 de abril, 2017
Traducido y glosado por Lampadia

Probablemente las batallas de acero de China en Europa y Norte América no serán más que un preludio de aún mayores batallas futuras, ya que la modulación de la demanda interna desencadena una inundación de producción en los mercados mundiales.

La industria siderúrgica de China es la mayor del mundo: el año pasado, sus 808 millones de toneladas representaron la mitad de la producción mundial.

Alrededor del 90 % de la producción de las plantas chinas ha sido absorbida en el país, pero el consumo interno llegó a su máximo en 2013. A medida que el crecimiento económico de China se desacelera y la construcción de infraestructuras y propiedades llega a un punto de saturación, parece que más acero está a punto de fluir a los mercados mundiales.

El año pasado, China exportó 109 millones de toneladas, o el 14% de su producción; más que la producción total de ArcelorMittal, la mayor siderúrgica del mundo.

Debido a que la industria siderúrgica de China es tan grande, cada aumento del 1% en las exportaciones equivale a casi todo el mercado de exportación para las acerías estadounidenses.

A medida que las exportaciones de acero chino aumentan, esto se han convertido en un tema político en el oeste. La semana pasada, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció que lanzaría una investigación de “seguridad nacional” que podría conducir a aranceles sobre las importaciones de acero, invocando una ley de 1962 que permite a los Estados Unidos limitar las importaciones que amenazan su seguridad.

El año pasado, la UE estuvo de acuerdo con China en establecer una “plataforma” bilateral de acero para vigilar el comercio después de que trabajadores de acero protestaran en Bruselas y Alemania. Esto sucedió después de numerosos casos de antidumping contra el acero chino presentados por Estados Unidos, Europa y México en la OMC en años anteriores. Una cláusula en los términos de la adhesión de China a la OMC dificulta la presentación de casos antidumping después de 2016.

Pero China no es una gran fuente de importaciones estadounidenses de acero. “En realidad, están más preocupados por la competencia en terceros países. No se trata tanto de la presencia china en el mercado estadounidense”, dijo Mei Xinyu, estratega del Ministerio de Comercio de China.

En los 28 miembros la UE, el panorama es un poco diferente. Allí, China es la principal fuente de acero importado, representando el 32 % de los productos planos y el 17 % de los productos largos (generalmente utilizados en la construcción) en 2015.

La competencia para vender al resto del mundo adquiere importancia a medida que la demanda de acero se ralentiza en los mercados internos de los productores. Por ejemplo, los tres signatarios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Estados Unidos, Canadá y México) han tenido una producción estancada o en descenso, mientras que las importaciones han aumentado del 15% del consumo en 2011 al 21% en 2015. La utilización de la capacidad siderúrgica del Nafta (TCLAN) es inferior al promedio mundial.

 
Mientras tanto, la producción europea de acero es inferior a la del 2008. La escasa demanda europea convirtió a la región en un exportador neto de 2009-2014.
 
Otro factor es la presión sobre los precios mundiales del acero, ya que cada segmento  pasa a superávit. En el pasado, las exportaciones chinas de productos largos de menor valor combinado con la desaceleración de los mercados de construcción en las economías maduras empujaron a las siderúrgicas occidentales a concentrarse en productos de mayor valor. Pero el exceso de acero de la construcción china estimuló a Beijing a incentivar a sus empresas estatales a subir la cadena de valor.

Eso pone a las empresas estatales, que están produciendo demasiado acero automotriz o acero galvanizado, en un curso de colisión con grupos occidentales.

En 2004, ArcelorMittal se fusionó con uno de los mayores productores de acero de Estados Unidos, entonces propiedad del actual secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, antes de adquirir Arcelor, una amalgama de acerías francesas, españolas y luxemburguesas. Ross formó parte de su junta directiva hasta el mes pasado.

Los aceros especiales de mayor valor utilizados en misiles, oleoductos o reactores nucleares (en otras palabras, las cosas que podrían ser importantes para la “temas de seguridad”) tienen más probabilidades de exportarse a China desde Estados Unidos y Europa que al revés. Pero los productores chinos, como Baosteel, se han expandido en ese segmento para servir a la construcción china de plantas nucleares en el país y de oleoductos y gasoductos en el extranjero, alimentándose aún más de los márgenes de las siderúrgicas extranjeras.

Un aumento del consumo chino este año podría evitar el diluvio por ahora. Pero a menos que se produzca un drástico recorte de la producción china, la perspectiva de una inundación de acero chino en los mercados globales no desaparecerá. Lampadia




¿Planificación Fiscal Minera?

¿Planificación Fiscal Minera?

Carlos Gálvez
Ex Presidente de la SNMPE
Para Lampadia

Cuando se exporta productos minerales, sean refinados o en concentrados, se tiene una clara identificación de los contenidos metálicos exportados, al igual que de los contenidos no valorados e impurezas penalizables.

Fuente: LabPeru

Es importante explicar a quienes no sepan que, tanto compradores como vendedores, reconocen claramente el origen de los concentrados por los contenidos típicos de estas substancias, identificando sin duda cuando se ha efectuado mezcla  de materiales de distintos orígenes o minas.  Esto prácticamente es un ADN inconfundible y probablemente solo alguien que no sabe nada de la actividad minera, puede afirmar que no sabe cuánto cobre, oro, plata u otros contenidos  se están exportando en un lote de concentrados y de qué mina provienen.

Cuando se produce y se comercializa un concentrado  de mineral, se hace un análisis exhaustivo y al 100% de todos los contenidos que, clasificamos en tres categorías:

  1. Contenidos metálicos de interés y valor comercial, tales como;  oro, plata, cobre, zinc  u otros que, se denominan “contenidos pagables”.
  2. Contenidos sin valor comercial que no se han podido eliminar en el proceso de concentración y ocupan volumen y peso, tales como; hierro, azufre, sílice, calcio, insolubles, etc.  y que mientras no excedan ciertos rangos de contenido,  no se penalizan.
  3. Contenidos no deseados, tales como; arsénico, bismuto, manganeso, mercurio, entre otros y que se penalizan.

Las fundiciones y refinerías no están dispuestas a recibir ni a tratar concentrados que tengan contenidos no deseados, sea porque exceden los límites máximos permisibles por razones ambientales o porque afectan a sus instalaciones de fundición y refinación.

Resulta lamentable que se afirme,  no solo sin conocimiento ni sustento alguno, pero manejando incoherente y tendenciosamente conceptos de “subvaluación de precios”, de “flujos financieros ilícitos”, “planificación fiscal”, tanto como “que el cobre se exporta también mezclado con otros productos” y consecuentemente “¿cuál es la participación del cobre?, pues al tratarse de grandes cargamentos, solo se estima que oscila entre el 20 y el 30% del total”.

Quien afirmó lo anterior, no solo no sabe de muestreos sistemáticos  y estadística, sino que para cubrirse apela a nombres como “CEPAL”, sin decir que la publicación  indica que “las opiniones expresadas en el documento que no ha sido sometido a revisión editorial, son de exclusiva  responsabilidad de los autores y pueden no coincidir con las de la organización”, independientemente de los errores metodológicos reconocidos por los propios autores del estudio.

“Cristal de Mira” tampoco dice que ha copiado algunos párrafos fuera de contexto, referidos en conjunto a Bolivia, Ecuador, Colombia y Perú, sin resaltar que,  en Perú, a diferencia de los demás países, hay una correlación perfecta entre las declaraciones de contenidos exportados y la realidad.  Este no es el caso de Bolivia y Colombia, donde la exportación de oro de contrabando proveniente de la extracción ilegal de minerales del Perú, distorsiona la información del conjunto.

Es sabido que una buena mentira debe tener algo de verdad y como el objetivo del artículo de “Cristal de Mira” (de hace una semana), es desprestigiar a un sector empresarial, le es suficiente publicar algo que suene “creíble” aunque no lo pueda demostrar.

Teniendo claro que los contenidos son plenamente analizados e identificados por  el vendedor, el comprador, fiscalizados por la SUNAT (aduanas) y todos respaldados por laboratorios de prestigio internacional que, en este proceso compiten entre ellos y que, ante discrepancias, están sujetos a otro laboratorio dirimente, este aspecto del artículo queda desvirtuado.

Respecto al precio, los contratos comerciales de concentrados establecen un “periodo de cotizaciones”, que no es otra cosa que la identificación del lapso de tiempo (normalmente el mes siguiente u otro, a la entrega del material), durante el que se tomará la cotización internacional que es pública y se registra día tras día.  Por lo tanto queda desvirtuada la falta de  claridad en el precio.  De paso, hablar de “país socio” para robar al fisco es imposible, pues las reglas  en el Perú son claras y de aplicación rígida para impedir “precios de transferencia” de un país a otro, entre empresas relacionadas y más aún a “paraísos fiscales”.

No puedo terminar esta nota sin resaltar que el sector minero hace grandes inversiones locales e importación de equipo, con el objeto de crear fuentes de riqueza y renta desde la puesta en producción, momento a partir del cual paga todos los impuestos calculados sobre dicha renta; regalías, impuesto especial  al sector minero (IEM) e impuesto a la renta, que según el mencionado libro de “CEPAL” asciende al 44% de la renta en el Perú. Lampadia




Los Pos-Extractivistas cancelaron la minería en El Salvador

Los Pos-Extractivistas cancelaron la minería en El Salvador

“Es más fácil engañar a la gente,
que convencerlos de que han sido engañados”. Mark Twain

Como hemos explicado antes, los anti-mineros que adhieren al Pos-Extractivismo (en el caso del Perú, todas las izquierdas) son especialistas en generar relatos para engañar a la gente, y en asociarse con distintos agentes, internacionales y locales, confesionales, laicos, ambientalistas,  mediáticos, etc., con el afán de ir validando sus propuestas.

El caso de El Salvador, donde se ha proscrito toda actividad minera, mostrado líneas abajo por los estudiosos del Centro Wiñaq, es el destino final, el objetivo máximo de la lucha del pos-extractivismo, el transito regresivo al ‘buen vivir’, en las condiciones de pobreza de los feudos de la Edad Media. Ver en Lampadia: Exigimos que se renuncie al ‘pos-extractivismo’​

Joven salvadoreña protestó contra la minería en la Asamblea Legislativa en San Salvador. Fuente: AFP

Camilo Ferreira
Franco Olcese
Centro Wiñaq
Para Lampadia

“La ley tiene por objeto prohibir la minería metálica en el suelo y subsuelo del territorio de la República, la prohibición incluye las actividades de exploración, extracción, explotación y procesamiento ya sea a cielo abierto o subterráneo.”

Fuente: teleSUR

Este es el texto del primer artículo de la Ley, aprobado el 29 de marzo de 2017, con la que la República de El Salvador ha prohibido la minería metálica en todas sus modalidades en todo su territorio. Cómo ocurrió esto, es un notorio ejemplo de como la legitimidad socio-política de una actividad económica puede caer hasta el punto de ser inviabilizada en un país.

1-El país.

El Salvador no es un país de vocación minera, el 2015 la minería representó el 1.2% de las exportaciones de este país. En cambio, en el caso peruano esta cifra llega a 48.6%. Sin embargo, tiene ciertas experiencias previas de minería como es el caso del Cerro San Sebastián en el que desde 1968 se operó con bajos estándares ambientales y que ha dejado visibles pasivos mineros.

Adicionalmente, El Salvador es un país sumamente denso llegando a los 311 habitantes por kilómetro cuadrado (en Perú es 25). Por ello en sus 21,000 kilómetros cuadrados (210 km x 100 km, un tamaño similar al de la región Ica) pueden habitar 6.5 millones de personas. Es un país que vivió 13 años de guerra civil entre 1979 y 1992, en que las principales fuerzas políticas del país el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) son herederos políticos de los protagonistas de este conflicto armado.

En lo económico es un país que, en 2016, mostraba un 35% de la población por debajo de la línea de pobreza, y un PBI per cápita de US$ 8,000, en paridad de poder de compra, aproximadamente 2/3 del ingreso per cápita de Perú. Las remesas anuales enviadas por salvadoreños residentes en el exterior, especialmente desde los EEUU alcanzaron US$ 4.48 mil millones en 2016, representando el 17% del PBI nacional, brindando un ingreso mensual promedio de US$ 206 por familia por mes (según nuestros cálculos).[1]

Estas características locales (economía con bajo nivel de productividad, poco peso económico y social de la minería, dependencia de una fuente externa de recursos, etc.) influenciaron el devenir del conflicto político prolongado alrededor de la minería metálica que terminó con su prohibición y en una clara victoria de los Pos-Extractivistas. Sin embargo, esas particularidades no significan que lo mismo no pueda suceder, nacional o regionalmente, en otros países con estructuras económicas distintas.

2-El proceso.

La actual resistencia frente a la minería metálica se organizó originalmente, hace más de una década, con el propósito de impedir la realización de dos proyectos mineros: uno en el Departamento de Cabañas y otro en el de Chalatenango. Se dio un conflicto social con las características ya vistas en el Perú en múltiples ocasiones: movilizaciones violentas, fatalidades, consultas ciudadanas, y ONGs alimentando temores entre la población. Inclusive hubo un análisis de los Estudios de Impacto Ambiental realizado por Robert Morán, el mismo hidrogeólogo cuyos análisis hostiles a la minería fueron utilizados en los casos Conga y Tambogrande. Esta dinámica, en la que una coalición social anti-minera consigue impulsar un conflicto que genera costos políticos al gobierno central, costos económicos al inversionista minero, y costos reputacionales a los potenciales aliados de la minería. Es la misma dinámica que se ha dado en múltiples países latinoamericanos y que derivó en la paralización de proyectos extractivos valorizados en decenas miles de millones de dólares. El caso del El Salvador se distingue por el hecho que esta dinámica de conflicto desencadenó un proceso socio-político que llegó al extremo de la prohibición de la minería metálica en el país.

Minería Metálica, compuesta por ONGs, Pos-Extractivistas, organizaciones locales de desarrollo y grupos religiosos.

La Mesa y sus miembros estructuraron la coalición social que impulso la prohibición de la minería y que consiguió de manera efectiva copar el discurso social al respecto. A este núcleo activista se le agregó el apoyo entusiasta de la Iglesia Católica local y de algunas iglesias evangélicas. El apoyo académico e institucional de la Universidad de Centroamérica, ligada a la Compañía de Jesús, fue muy relevante por su significado ético y académico para la población.

El arzobispo de El Salvador, José Luis Escobar Alas, tuvo un rol protagónico para inviabilizar la minería metálica. El 9 de marzo de este año, junto con un grupo de manifestantes, él presentó 30,000 firmas al parlamento apoyando la prohibición. La declaración abajo ilustra la postura hostil del arzobispo hacia la minería[2]:

“La verdad es que la explotación minera es dañina en todos los países donde quiera que se haga, y no es cierto lo que se ha dicho de que ahora hay capacidad, hay tecnología para tener una explotación minera, limpia, ecológica, ambientalista, no es cierto. Porque se ocupa una gran cantidad de cianuro que es sumamente letal y nunca deja de ser letal y agua. Porque con el cianuro mezclado con el agua se separa el oro de los demás metales… Si se ocupa nuestra poca agua en la explotación minera eso sería gravísimo, una mina como El Dorado contaminaría un millón de metros cúbicos de agua por día… la más grave agresión al medio ambiente es la minería metálica.”

Estas declaraciones son científicamente incorrectas y absolutamente infladas. Un millón de metros cúbicos por día es el consumo de una ciudad de 6 a 10 millones de habitantes y ninguna empresa minera tiene un consumo de esas proporciones. El hecho que una mina moderna utilice cianuro no significa contaminación pues lo hace en forma aislada del ambiente. Además, el agua que las minas devuelven al ambiente, después de su uso, no está contaminada, es agua tan o más limpia que aquella que corre por los riachuelos, y puede ser utilizada en la agricultura, y filtrada, es apta para el consumo humano. La pregunta que surge es: ¿Qué gana el arzobispo de El Salvador y la iglesia católica salvadoreña deformando la realidad hasta ese extremo?

El FMLN, que desencadenó la guerra civil, fue el partido político más cercano a las posturas de la Mesa, pero ninguna de las otras fuerzas políticas alternativas, favorables a la economía de mercado, estuvo dispuesta a dar una lucha política en favor de la existencia del sector minero. Las fuerzas hostiles a la minería no tuvieron que enfrentar ninguna oposición. La sociedad salvadoreña estuvo a merced de un discurso orientado a la generación de temores, sin que nadie saliera al frente para clarificar las cosas. Cuando se hicieron encuestas a la población, ésta ya estaba desinformada y temerosa respecto a la minería.

3-Soporte internacional.

No solo había actores nacionales detrás de la prohibición. Se constituyó una amplia Alianza Internacional Frente a la Minería, compuesta de 25 organizaciones hostiles a la minería de los EEUU y Canadá. Esas organizaciones dieron un gran respaldo institucional y de prestigio a los rumores y exageraciones que se propagaron en El Salvador.

Hay que resaltar la participación de OXFAM en un frente que impulsaba la prohibición total de la minería metálica en un país, algo que se dio apenas se hizo políticamente viable. En múltiples ocasiones OXFAM ha afirmado no ser una organización anti-minera, sin embargo, cuanto se dio el clima político propicio, OXFAM apoyó la prohibición total de la minería metálica.

Iván Morales, director de OXFAM en El Salvador declaró:

“Es necesario que se escuche la voz de la población y que sus demandas sean tomadas en cuenta, pues ella considera que la minería metálica no es una opción para el desarrollo del país” [3]

Lo que no explica el Morales es que esa percepción negativa hacia la minería fue resultado de una campaña sistemática y hegemónica en contra de dicha actividad, y del respaldo institucional de una alianza internacional de organizaciones hostiles a la minería.

Esta coalición de actores fue capaz de obtener un importante logro estratégico, al degradar profundamente la legitimidad de la minería frente a públicos decisivos. Una encuesta realizada por La Universidad Centroamericana José Simeón Cañas[4] en las zonas con potencial para la actividad minera dio como resultado que un 77% de los encuestados afirmaban estar a favor de una prohibición a la minería metálica en el país.

Frente a la posición de la opinión pública, líderes de opinión, sociedad civil y líderes religiosos, el consenso social contra la minería fue tan grande que, oponerse a la prohibición hubiera significado un costo político inaceptable para los congresistas. Ello explica porque 70 de los 84 congresistas, miembros de todas las fuerzas políticas, han aprobado la prohibición.

4-Como se Destruyó la Legitimidad de la Minería.

La destrucción de la legitimidad de la industria minera pasó por el despliegue de una narrativa que afectaba componentes básicos de la imagen de la minería. Con el soporte intelectual de las instituciones listadas arriba, la Iglesia católica, la Universidad Centroamericana (UCA), el FMLN, y ONGs aliadas se construyó una narrativa con los siguientes mensajes:

A) Efectos Ambientales Este fue el foco de la narrativa anti-minera. Ellos afirman que la actividad minera es inevitablemente contaminante, que no existen tecnologías que puedan controlar ni mitigar de manera efectiva su efecto fatal. Se indica que la minería hace uso de miles de litros de sustancias tóxicas como el cianuro, y que solo un grano de arroz de ese veneno es capaz de acabar con la vida de un ser humano. Se afirma que las operaciones mineras implican la contaminación con cianuro de millones de metros cúbicos de agua, y se oculta que el agua devuelta al ambiente es segura. Se argumenta que El Salvador es un país pequeño y densamente poblado, a diferencia de países de mayor extensión, y que no dispone de áreas despobladas para “sacrificar a la minería,” pero oculta que una hectárea de minería produce muchísimo más que una hectárea de agricultura. Afirman que las actividades mineras se hallarían en las cabeceras de cuenca del rio Lempe por lo que el suministro de agua del 70% de la población del país estaría en riesgo. Se dice que El Salvador es el segundo país con el ambiente más degradado del hemisferio y no puede correr riesgos ambientales, pero no informa qué actividades lo han degradado. También señalan que las actividades de exploración minera ya tienen de por sí efectos nocivos sumamente relevantes, y que sus daños son inevitables.

B) Impacto sobre el Desarrollo: Se indica que las operaciones mineras tienen un plazo breve de duración entre 6 a 10 años y que las mineras dejan una fracción ínfima de sus ganancias como impuestos, y que los grandes ganadores son las empresas trasnacionales. Afirman que los beneficios temporales que generan son pequeños y efímeros, y largamente superados por los costos medioambientales perenes que las acompañan. También afirman que una vez que se acaba el yacimiento, las regiones mineras terminarán más pobres que antes de la llegada de la minería como resultado tanto de la contaminación, como de la falta de experiencia de la población en otras modalidades de obtener un sustento (debido a una especialización en minería).

C) Institucionalidad minera: También afirman que las empresas convencen a autoridades locales a apoyar a la Empresa a través de sobornos y prebendas. Indican que, en el pasado, el país ha mostrado ser incapaz de controlar los efectos de la minería en el departamento de San Sebastián por lo que no se podría esperar que ahora pueda ejercer un control efectivo sobre la minería a gran escala.

D) Caracterización Ética: Según la narrativa hostil a la minería, las empresas compran las voluntades de los sectores de la población mediante pequeñas prebendas, y que todo aquel que se pronuncia en favor de las empresas lo hace como resultado de beneficios personales de corto plazo. Dicen que con sus estrategias comunitarias la minería destruye el tejido social de las comunidades rurales, que manipula a la población con su campaña mentirosa respecto a la “Minería Verde”, y chantajea al país, al haber llevado a El Salvador al CIADI por no brindar los permisos para iniciar la etapa de explotación.  Según su visión, las transnacionales mineras no respetan a la inmensa mayoría de la población que las rechazan y desean imponerse a su voluntad.

La difusión de esta narrativa fue apoyada por dinámicas políticas que sirvieron de plataforma para la emisión de mensajes. Los conflictos contra las inversiones mineras les posibilitaron a las fuerzas hostiles a la minería horas de entrevistas gratis en medios, que brindó la oportunidad para que diversos voceros tuvieran espacio en medios, y dio acceso a recursos externos para las ONGs anti-mineras. Posteriormente, la relevancia mediática del juicio en el CIADI entre Oceana Gold y el gobierno salvadoreño, generó múltiples instancias para emitir mensajes anti-mineros.  Para contrarrestar estos mensajes empresas mineras lanzaron una campaña respecto a la “Minería Verde” que resultó poco efectiva, pues una campaña pro-minería hecha por empresas mineras tiene baja credibilidad. Otro mecanismo para mantener el tema minero en términos favorables para el interés de La Mesa fue la realización de 6 consultas populares en los que 99% de la población participante se mostraba opuesta a la minería. Es decir, resultados semejantes a los que se podría encontrar en un referéndum cubano. Fue así que se pudo sostener el tema en agenda por más de 13 años consecutivos y consolidar la narrativa anti-minera como parte del “sentido común” de la población.

1) Las Lecciones de El Salvador.

El caso de El Salvador brinda unas lecciones respecto al proceso estratégico detrás de las disputas por la legitimidad:

A) La importancia de la coalición social: La Mesa, la Iglesia Católica[5], las instituciones académicas, voceros mediáticos, operadores locales, y ONGs internacionales conformaron una coalición que superó largamente la coalición que el sector minero fue capaz de movilizar. Los distintos componentes de la coalición social anti-minería tenían un poder gran discursivo que terminó moldeando la percepción de la población respecto a la minería en todo un país. El apoyo del gobierno central y unos cuantos operadores locales, los típicos aliados de una empresa minera, claramente no es suficiente cuando se enfrenta a un movimiento social articulado.

B) La inefectividad de las campañas mediáticas: Las disputas por la legitimidad son batallas sostenidas, de larga duración y estructuradas alrededor de narrativas en disputa. La respuesta de muchas empresas, al verse involucradas en una disputa de este tipo, consiste en desplegar campañas publicitarias con la expectativa de influir en la opinión pública, en caso de El Salvador fue la campaña de la “Minería Verde”. Unos cuantos meses de campaña publicitaria y spots publicitarios no pueden hacer frente al sostenido accionar anti-minero. Ellos llevan años creando una narrativa potente, resultante de la creación de contenidos académicos, y con la cooptación de voceros creíbles para la población. Una campaña publicitaria hecha por un actor interesado, las empresas mineras, no puede competir con un bombardeo de mensajes de voceros considerados independientes como la Iglesia católica, la universidad, y organizaciones ambientalistas de países desarrollados.

C) La legitimidad es indispensable para la supervivencia de una industria: La minería metálica en El Salvador, la energía nuclear en Alemania, la minería a tajo abierto en Costa Rica son actividades económicas que se han visto inviabilizadas frente a la formación de un consenso social hostil. Frente a ello la racionalidad económica de permitir operar a un sector que genera riqueza para la sociedad se ve desplazada por la racionalidad política de no enfrentarse a la opinión pública.

D) Economías de alcance discursivas: La narrativa desplegada para socavar proyectos mineros específicos tiene componentes que son hostiles a la totalidad o a gran parte del sector minero. Una frase como “La minería emite millones de litros de agua cianurada al ambiente” afecta a todo el sector, no sólo a la Empresa a la que es dirigida.  Los conflictos sociales brindan a los anti-mineros una plataforma mediática para emitir su narrativa frente a la opinión pública. Reciben horas de entrevistas y reportajes en radio y televisión, centímetros cuadrados en periódicos y revistas, espacio en redes sociales, y todo esto sucede a lo largo de años consecutivos. En ese espacio mediático los mensajes que se emiten en contra de una empresa particular permiten descalificar a la totalidad del sector minero.

En el Perú, en abril del 2015 una encuesta GFK encontraba que un 9% de la población peruana consideraba que “La minería no es importante para el desarrollo económico del país”.  Un mes después, en mayo, este porcentaje se había elevado a un 19%.[6] Entre ambas encuestas, ocurrió una alta conflictividad respecto al proyecto minero Tía María.  Este conflicto facilitó el envío de mensajes que degradaron la legitimidad del sector minero como un todo y no solo al proyecto bajo conflicto. En solo un mes se logró que un 10% adicional de la población asumiera una postura hostil a la minería. En el caso salvadoreño, se tuvo años de conflicto con superioridad discursiva anti-minera que acabó con la legitimidad de la minería.

E) Ampliar los afectados: Los anti-mineros tienden a tratar de ampliar al máximo el grupo poblacional que pueda sentirse amenazado por las actividades mineras. Con esto se consigue por un lado ser mediáticamente relevante para un mayor conjunto de personas, incrementar el número de potenciales movilizados contra un proyecto minero. El concepto más útil para ampliar la percepción de amenaza es “la cabecera de cuenca” con ello cualquier elevación conexa a una cuenca pasa a ser un punto sensible en el cual realizar operaciones mineras se considera una amenaza a los recursos hídricos de toda la cuenca. En El Salvador se tuvo éxito en asociar la minería a una amenaza al rio Lempa en cuya cuenca habita el 70% de la población.  Se afirmó que esta población se hallaría inevitablemente amenazada por aguas y drenajes ácidos y tóxicos que se generarían con actividades mineras. Al posicionar esta idea en la agenda pública, el temor a la contaminación pasó a ser permanentemente relevante para el 70% de la población. La narrativa anti-minera apunta siempre a ampliar los sectores sociales preocupados con los potenciales efectos de la minería.

2-Implicancias para el Perú.

Sería fácil considerar que eventos como los ocurridos en El Salvador no podrían darse en el Perú. Es difícil imaginar que el Perú podría prescindir totalmente de un sector que representa el 14% de su PBI. La misma encuesta de GFK previamente citada encontraba que un 80% de la población consideraba a la minería como un sector importante o el más importante para el desarrollo del país. En el Perú existe un consenso social a escala nacional respecto al potencial de la minería para impulsar el desarrollo del país. Tan es así, que en el Perú las organizaciones Pos-Extractivistas sistemáticamente rechazan que se les asigne el apelativo de anti-mineros que en otras latitudes sus colegas se atribuyen con orgullo.

Sin embargo, las herramientas desplegadas por los anti-mineros de manera exitosa en El Salvador también lo han sido utilizadas en el Perú y les han permitido generar hegemonías políticas locales.  En aquellas zonas en las que se han dado conflictos mineros prologados como los de Tía María, Majaz, Conga, Las Bambas, etc. Las organizaciones políticas hostiles a la minería[7] obtuvieron en conjunto entre un 60% y 80% del voto. Los antimineros están impulsando mediante el Ordenamiento Territorial a cargo de autoridades locales una institucionalidad mediante el cual se pueda replicar el fenómeno de El Salvador a escala local.

Otro mecanismo de expulsión de la minería es mediante el avance legislativo de propuestas como la Ley de Protección de las Cabeceras recientemente aprobada a nivel de comisión en el Congreso de la Republica. 

“Dictamen recaído en el Proyecto de Ley 283/2016-CR que, mediante texto sustitutorio, propone la Ley de Conservación y Protección de las Cabeceras de Cuenca mediante el establecimiento de los Criterios Técnicos para su Identificación y Delimitación.” 

Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afro-peruanos, Ambiente y Ecología

En el Perú los Pos-Extractivistas están impulsando una agenda de descentralización de las prerrogativas para que determinan la viabilidad legal a las actividades mineras. Esta descentralización de las decisiones permitirá generar zonas de exclusión a la actividad minera en aquellos espacios geográficos en los que consigan degradar lo suficiente la legitimidad de la minería. También impulsan regulaciones en las que una mayor proporción de la superficie del país sea legalmente considerada como excluida de la actividad minera. Un ejemplo de esto son las cabeceras de cuenca.

Actualmente, es ilegal la realización de actividades mineras en el 63% de la superficie del país (ver cuadro arriba).[8] En el Perú los anti-mineros impulsan un paquete de medidas para bloquear la minería: (a) la Zonificación Económica y Ecológica, (b) el Ordenamiento Territorial, (c) la “intangibilidad las cabeceras de cuenca” y (d) juicios como el que se está dando por las Lagunas del Alto Perú en el Tribunal Constitucional, para crear jurisprudencia que permita obstaculizar proyectos mineros a nivel local. Con ello la experiencia de expulsión de la minería que se dio en El Salvador podría no necesariamente extenderse a lo largo de todo el Perú, pero sí sobre espacios sub-nacionales potencialmente mineros.

3-Conclusión.

El caso de El Salvador nos brinda un ejemplo de cómo la legitimidad de una actividad económica puede degradarse hasta el punto en el cual dicha actividad pasa a ser inviable y la oposición hacia ella parte de un “sentido común” de la población.

El caso también evidencia la manera como un movimiento social articulado con una coalición de actores nacionales y foráneos puede sobreponerse a la importancia económica del sector extractivo, si es que se deja que estos operen sin ningún tipo de contra-narrativa efectiva de parte de los interesados en una minería responsable.

El riesgo en Perú es que ocurran varios casos de prohibición de la minería en base a la creación de una hegemonía local o regional de las fuerzas hostiles a la minería. Los casos de Cajamarca, Piura, Arequipa, y otros en proceso, deberían servir de alerta para la ciudadanía. Lampadia

[1] http://www.voanews.com/a/remittances-to-el-salvador-surge-to-record-high-in-2016/3689072.html
[2] En declaraciones disponibles en: https://www.youtube.com/watch?v=elgUe_BzdI4
[3] Declaraciones disponibles en: https://blogs.oxfam.org/es/blogs/15-10-27-el-salvador-contra-la-mineria-metalica-amenaza-recursos-naturales
[4] Esta encuesta fue encargada por OXFAM y esta disponible en: http://www.uca.edu.sv/iudop/wp-content/uploads/MINE_ESP.pdf
[5] A nivel del Arzobispado y Conferencia Episcopal de El Salvador
[6] Encuestas disponibles en: http://www.gfk.com/es-pe/insights/press-release/encuestasgfk-opinion-publica/
[7] Consideramos al Frente Amplio y Democracia Directa como fuerzas políticas hostiles a la minería.
[8] Información del Boletín Estadístico Mensual de MINEM disponible en: http://www.minem.gob.pe/minem/archivos/file/Mineria/PUBLICACIONES/VARIABLES/2017/FEBRERO.pdf




Se vuelve a debilitar la industria del acero

Tras una breve recuperación del precio del mineral de hierro durante la segunda mitad del 2016, los precios vuelven a colapsar por la sobreoferta china, afectando gravemente la industria del acero en el resto del mundo. Peor aún, las perspectivas para el año son de una mayor caída de precios.

Esta situación de desbalance del mercado es prácticamente estructural. Todos los intentos de corrección del mercado estarían fracasando y se ha perdido la confianza en los ofrecimientos de China por ayudar a superar su sobreoferta.

En el caso del Perú, esto represente lluvia sobre mojado, pues la caída de los precios del hierro se suma a la debilidad del mercado de construcción por la parálisis de la inversión privada y pública. Se espera, que como producto de la reconstrucción después de los desastres del verano, aumente la demanda, pero esto será un proceso gradual que se notará con fuerza recién el 2018.

Ver la evolución del precio del hierro durante los últimos tres años, según reporta el Financial Times esta mañana:

Fuente: Financial Times

Ver a continuación los últimos alarmantes despachos del Financial Times sobre los movimientos del mercado:

La sobreoferta china hunde al hierro y enerva a los traders

El mercado enfrenta el riesgo de debilitar la demanda por el exceso de inventario
Fuente: BNN

Henry Sanderson
12 de marzo, 2017
Financial Times
Traducido y glosado por Lampadia

Los precios de hierro cayeron más en de 6 %, a su nivel más bajo desde noviembre, ya que el exceso de oferta del ingrediente clave del acero de China  pesa sobre el precio.

La fuerte caída del miércoles pasado es el último giro de un commodity que subió en la segunda mitad del año pasado a más de US$ 90 la tonelada. El mineral de 62% de hierro, para entrega inmediata de China se cotizaba a US$ 67.9 la tonelada, según The Steel Index, una agencia de informes de precios.

Las señales de un crecimiento económico más rápido en China ayudaron a impulsar la recuperación en la segunda mitad del año pasado, lo que llevó a una acumulación de existencias de mineral de hierro en los puertos del país. Este año, debido a que China está empezando a endurecer las condiciones de crédito, el mercado enfrenta ahora el riesgo de debilitar la demanda por el exceso de inventarios.

Este año, los inventarios de mineral de hierro en los puertos chinos han subido a 134 millones de toneladas, un aumento de más de un tercio desde el primer semestre de 2016, según analistas de J Capital Research. Los analistas de Goldman Sachs esperan que los precios del mineral de hierro sean de US$ 60 en el segundo semestre.

El mineral de hierro se ve como un proxy del ritmo de la actividad industrial y la construcción en China, básico para la rentabilidad de los mineros y las siderúrgicas. La economía asiática importa alrededor de dos tercios del mineral en el transporte marítimo.

Dado el nerviosismo en torno a la perspectiva del precio, alrededor del 60 % de los comerciantes de hierro en China planea recortar sus existencias del mineral este trimestre, según una encuesta de J Capital Research. Como resultado, pronosticaron que es probable que el precio del hierro caiga un 10 % a 15 % este mes.

Los precios del acero chino podrían haber alcanzado su punto máximo este año con las bobinas laminadas en caliente, una forma común en la que se vende el metal, habiendo caído un 12 % en las últimas tres semanas, según analistas de Macquarie Group:

“Puede que los volúmenes de exportaciones de China estén en aumento nuevamente, y la cadena natural de eventos es que los precios de la Unión Europea y los estadounidenses seguirán con un retraso”, señalaron.

Esto, a su vez, podría perjudicar los precios mundiales del acero, reduciendo considerablemente los márgenes para los productores.

Rio Tinto
El precio del mineral de hierro cae a un mínimo de seis meses
Las señales de un exceso de oferta y una producción alzada en China golpearon al ingrediente siderúrgico

La venta de mineral de hierro ya ha afectado los precios de las acciones de las principales compañías mineras.
Fuente: Mining Oil and Gas Jobs

Neil Hume, Editor de Commodities y Minería
Financial Times
18 de abril, 2017 
Traducido y glosado por Lampadia

El precio del mineral de hierro fue golpeado duramente por un declive en los precios del acero chino y la preocupación por un exceso de suministro. El ingrediente siderúrgico es una fuente clave de beneficios para Anglo American, BHP Billiton y Rio Tinto, que estaban entre las acciones con peores resultados en Europa el martes pasado (18 de abril).

La producción de acero de China aumentó un 1.8 % en marzo a un récord de 72 millones de toneladas, según mostraron las cifras el lunes, ya que las acerías aumentaron la producción en previsión de una recuperación estacional de la demanda.

Cada movimiento de US$ 1 por tonelada en el precio puede afectar las ganancias de estas empresas en cientos de millones de dólares. Dado que el mineral de hierro llegó a casi US$ 95 la tonelada en febrero, las acciones de Anglo han caído un 17%, mientras que BHP y Rio bajaron un 13%.

“Mantenemos una visión bajista del mineral de hierro”, dijeron analistas de Citigroup, que esperan que los precios sigan siendo débiles”.Lampadia




La encrucijada de la industria del acero

Uno de los sectores que ha resultado fuertemente afectado por la ralentización económica global ha sido el sector siderúrgico. Muchos países desarrollados encuentran ahora muy complicado el competir con China, que produce el 50% de la oferta global y que está en manos de sus gobiernos regionales, que no necesariamente operan bajo racionales de mercado. Las empresas chinas exportan sus excedentes al resto del mundo, lo que ha hundido los precios del acero y llevado al cierre a industrias en el Reino Unido y España, por ejemplo.

La capacidad global, según los datos de la OCDE, era en 2015 de 2,370 millones de toneladas. De ellos, China acumula 1,140 millones, casi la mitad mundial. Una cifra muy superior a la demanda interna, que ha ido disminuyendo en intensidad a medida que se ha reducido el crecimiento de su economía en los últimos cuatro años y le ha generado un exceso de capacidad en torno a los 400 millones de toneladas anuales.

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El 18 de abril del año pasado, representantes de gobiernos de todo el mundo se reunieron junto a representantes de la industria global del acero para abordar la grave crisis que está provocando la sobrecapacidad en la industria siderúrgica en la “Reunión de Alto Nivel sobre Exceso de Capacidad y Ajuste Estructural en el Sector Siderúrgico”, organizada por la OCDE.

Como resultado de esta reunión, se concluyeron dos puntos esenciales. Primero, los “retos de la industria siderúrgica han adquirido una considerable dimensión global que debe ser enfrentada mediante un constante diálogo internacional”, y segundo, “si bien los desafíos que enfrenta la industria provienen de múltiples factores, como la evolución estructural y cíclica de la economía, las medidas gubernamentales de apoyo han contribuido, significativamente, a la sobrecapacidad, al comercio desleal y a las distorsiones en los flujos comerciales del acero”.

Tras estas acusaciones, China se comprometió a eliminar al 2020 unos 100 de los 150 millones de toneladas de sus sobrecapacidades, acción que implicaría la eliminación de 500,000 empleos. Pero la realidad es que no se ha hecho nada.

Sin embargo, según un reciente informe del BMI Research (una empresa de investigación que proporciona análisis macroeconómico, de industrias y de mercados financieros), China producirá 825 millones de toneladas métricas de acero crudo en 2017 (0.5 % más que en 2016), pero, consumiría el 87 % de esta producción. Este desarrollo sería consecuencia del esfuerzo de China de cambiar su economía hacia el mercado interno.

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Fuente:  www.acimhydro.com

Mientras tanto, sin embargo, la situación de la industria sigue siendo muy delicada. Parte de las acciones defensivas pasan por desarrollar aceros especiales de mayor valor agregado, un giro adecuado, pero difícil de lograr en el corto plazo. Según un reciente artículo de The World In 2017 de The Economist, que compartimos líneas abajo, el  futuro pasará necesariamente por el desarrollo de aceros de mayor valor, como son los aceros especiales, livianos, aleados, inoxidables, tubos sin soldadura, etc. 

Además, por supuesto, hay que insistir que la China cumpla sus compromisos. Nunca es bueno que factores de coyuntura malogren la estructura de mercados que deben proyectarse en el largo plazo. Lampadia

Punto de fusión

Charles Lee
The World in 2017 – The Economist
Traducido y glosado por
Lampadia

Se intensificarán los cierres de fundiciones y acerías, así como las pérdidas de empleo a lo largo del mundo más desarrollado

Incluso en un mundo de plásticos baratos y microchips, no existe duda de la importancia del acero para la economía mundial: 1.6 miles de millones de toneladas de acero, valorizadas en aproximadamente US$ 900 mil millones, aún se funden cada año. Desde buques hasta rascacielos y autos y cocinas, este material es necesario para la vida cotidiana.

Pero los fabricantes de acero han estado sintiendo la presión desde la crisis financiera de 2007-08. Los precios del acero han caído en picada en casi dos tercios desde 2011 debido al estancamiento de la demanda global y el aumento de las exportaciones de China, que ahora produce la mitad de la producción mundial. En 2016 cayeron tan bajo que la industria entró en crisis. Uno de cada seis trabajadores siderúrgicos británicos perdieron sus puestos de trabajo, y en abril, el segundo mayor productor de EEUU, US Steel, despidió a un cuarto de su personal.

Ahora los inventarios mundiales de acero están bajos, los jefes de la industria y los trabajadores siderúrgicos esperan que el 2017 traiga precios más altos y mayores beneficios. Este optimismo es prematuro. Sin señales de disminuir la sobreproducción china, la vida podría ser aún peor para otros productores de todo el mundo.

Demasiado de lo mismo

El problema de fondo es el exceso de capacidad. Las fábricas de acero en todo el mundo producen 2.4 mil millones de toneladas del metal en un año, pero la demanda está a sólo dos tercios de ese nivel. Alrededor de la mitad del exceso de capacidad -equivalentes a fundiciones  de acero que en conjunto producen entre 350m y 400m de toneladas al año- tendrán que cerrar para que la industria obtenga beneficios sostenibles, según un reciente análisis realizado por la consultora EY.

Sin embargo, la presión para cerrar las fábricas ineficientes se hará sentir principalmente en Occidente. En enero de 2016, el gobierno central de China se comprometió a sacrificar la producción de hasta 150 millones de toneladas en los próximos cinco años. Pero no hay ninguna señal de esto hasta ahora. Las autoridades regionales, que controlan y subvencionan la mayor parte de las fábricas del país, quieren mantenerlas abiertas con el fin de evitar engrosar las filas de los desempleados. Como resultado, la producción china se redujo en un 0.1% anualizado en los primeros ocho meses de 2016. Otros países, como Italia y Bélgica, han respondido ofreciendo sus subsidios a las industrias nacionales para mantenerlas en funcionamiento. Eso aumentará aún más la sobreproducción y bajará los precios.

Nunca habrá la necesidad de que estas fundiciones produzcan acero a partir del mineral de hierro, a pesar de que la demanda mundial del metal continúa creciendo, según una investigación de Julian Allwood de la Universidad de Cambridge. Cuando los países se desarrollan, construyen todos los edificios y buques de acero que necesitan, y casi nunca requieren más de 12 toneladas de acero instalado por persona. En lugar de comprar nuevo acero fundido desde hierro, para proyectos de construcción, pueden usar acero reciclado de edificios demolidos y depósitos de chatarra. Todo el crecimiento futuro de la demanda de acero se puede cubrir de esta manera, dice Allwood. El mundo nunca tendrá la necesidad de fabricar más acero en base al mineral de hierro de lo que hace hoy día.

La capacidad de fundición de acero que sobreviva a estos sacudones, también requerirá menos trabajadores para producir la misma cantidad de acero. En Estados Unidos, la industria del acero duplica su productividad laboral cada 20 años. Los avances en la robótica también han abierto la posibilidad de que las plantas de acero sean totalmente automatizadas y que ya no requieran prácticamente ningún trabajador en absoluto. La fundición rotativa de la planta de Port Talbot de Tata Steel en el sur de Gales, por ejemplo, utilizaba cientos de trabajadores cuando se inauguró en 1952. Pero gracias a las grúas robóticas y a los controles computarizados, ahora solo necesita menos de una docena de personas para operar las 24 horas del día.

Para sobrevivir, los molinos en Europa y América tendrán que producir tipos de acero de alta tecnología para vehículos, aviones y ferrocarriles que siguen contando con precios más elevados, dice Wolfgang Eder, Presidente de la Asociación Mundial del Acero y el jefe de Voestalpine, una de las pocas empresas de acero rentables de Europa. Uno de sus rivales, ArcelorMittal, es el más grande en el mundo, pero perdió US$ 8 mil millones en 2015. La firma espera poder voltear su fortuna con una nueva gama de aceros ligeros que serán lanzados en el año 2017. Mientras que en el pasado la industria se centraba en producir cada vez más acero, ahora el futuro se centrará más bien, en producir mejores tipos de acero. Lampadia




Sobre cómo superar la conflictividad anti-minera

Sobre cómo superar la conflictividad anti-minera

Según hemos ofrecido con la creación de nuestra biblioteca virtual: Recursos Naturales y Desarrollo, con la colaboración del Centro Wiñaq, venimos presentando diversos artículos y ensayos para transparentar la grave situación de parálisis de las inversiones mineras y otras, a la que nos ha llevado la práctica anti-minera.

Esta campaña no solo se nutre de recursos financieros externos, también es parte de una praxis global que en el Perú ha asentado sus espacios sin que haya sido contrastada por el gobierno, ni por los gremios empresariales o las propias empresas. Sin lugar a dudas, su prédica ya se instaló en el subconsciente popular y en la gran mayoría de medios de comunicación y periodistas.

Filipinas: Indígenas buscando el cierre de la mina Lepanto

http://www.yestolifenotomining.org/ips-seeking-lepanto-mine-closure/

Con la siguiente contribución de Sebastiao Mendonça Ferreira para Lampadia, iniciamos una serie de seis escritos que presentarán propuestas para combatir la conflictividad anti-minera con un enfoque estratégico y sistemático.

Propuestas para reducir la conflictividad anti-minera (1 de 6)

Sebastiao Mendonça Ferreira

Centro Wiñaq

 

La Minería tiene un Gran Futuro.

La demanda global de los metales en 2050 va ser cinco veces la demanda actual.
Para algunos metales como el oro, cobre, plata, zinc y plomo la demanda va ser aún mayor (Halada, Shimada, & Ijima, 2008).[1] La aceleración de las tecnologías digitales no va frenar esa demanda, sino aumentarla.[2] El peso del Perú en la oferta global es significativa en varios metales (ver figura más abajo). Ello significa que, si queremos, en el Perú la actividad minera podrá crecer en una proporción similar a la demanda global de esos metales, y podemos ser parte activa en la economía global del futuro.

La idea de que la minería es una actividad pasajera no tiene sustento. Con los avances tecnológicos las reservas minerales pueden ser aprovechadas por siglos. La industrialización de China, de India, y después de África va expandir la demanda de metales. En los próximos 35 años el Perú tendrá una ventana de oportunidad segura para hacer de la minería una palanca de su desarrollo. Si somos suficientemente hábiles, podemos hacer que los recursos poli-metálicos del Perú sirvan para dinamizar las economías regionales, construir infraestructuras, educar a la población y diversificar la economía nacional.

Sin embargo, los actuales niveles de conflictividad minera son suficientes para bloquear varias décadas del desarrollo minero, como ya sucedió con el gas de Camisea en los años 80 y ahora está sucediendo con Conga, Tía María, y varios otros (12) proyectos bloqueados. Usando el ambientalismo como discurso, los anti-mineros han desarrollado, con la ideología del pos-extractivismo, una militancia anti-sistema (anti-empresa y anti-economía de mercado) que está logrando alejar al Perú del radar de los inversionistas mineros modernos, dejando el país en manos de los informales que sí destruyen el ambiente, causan terribles problemas sociales (abuso de menores, corrupción de mujeres, alcoholismo y degradación general), y corrompen la institucionalidad nacional dejando a las poblaciones locales en un fosilizado estado de pobreza rural.[3]

Actores y Dinámicas de la Conflictividad

La viabilidad de los proyectos extractivos, hoy afectada por la conflictividad, depende de cuatro actores centrales: (a) las empresas mineras, (b) las poblaciones de las zonas mineras (c) la institucionalidad pública, y (d) los grupos anti-mineros. Es el accionar de cada uno de esos actores, y de la efectividad de las mismas,  lo que determina esta viabilidad, es decir, estos cuatro actores definen si hay o no hay condiciones para que la minería y otros sectores florezcan en Perú. Hay además, otros dos actores que juegan un papel importante, especialmente a escala nacional: los gremios empresariales y los medios de comunicación. Estos actores son relevantes por su capacidad para influir sobre la opinión e institucionalidad públicas, las empresas mineras y las comunidades del entorno.

El actual ambiente de conflictividad evidencia que los grupos anti-mineros están logrando que sus intereses privados predominen sobre los intereses de los otros actores: las sociedades locales/regionales están estancadas y polarizadas, los proyectos mineros están paralizados y la institucionalidad pública se encuentra descalificada e inoperativa, en varias regiones. Los únicos que ganan en ese escenario son los grupos anti-mineros, quienes se presentan como activistas comprometidos con el ambiente y defensores de las comunidades, y obtienen acceso a fondos de la cooperación internacional, presencia en medios y son elegidos a cargos públicos: alcaldes, gobernadores, congresistas, etc.  

¿Cómo funciona la conflictividad?

De manera simplificada, los grupos anti-mineros actúan en tres líneas de acción:[4]

  1. Generar hostilidad hacia la minería en las poblaciones de la zona, especialmente en las comunidades rurales, para hacer del conflicto social el núcleo de su estrategia de acumulación política y financiera.
  2. Descalificar, fragmentar o usar la institucionalidad pública a su favor para crear espacios de impunidad, y
  3. Utilizar a los medios de comunicación para promover su agenda conflictiva, difundir su narrativa anti-minera y deslegitimar a las empresas mineras y las instituciones públicas.

Estas tres líneas de acción buscan desencadenar una secuencia de conflictos sociales que escalen e impacten en la opinión pública nacional, para así generar costos políticos a los gobernantes, y llevarlos a claudicar en su apoyo a un proyecto extractivo.

La estrategia conflictiva de los anti-mineros ha demostrado ser efectiva para paralizar varios proyectos mineros e hidroenergéticos en el Perú y en muchos otros países. Sin embargo, ellos tienen una deficiencia fundamental. Los anti-mineros solo ofrecen a las poblaciones locales la continuidad de la pobreza. Ellos son incapaces de rescatar las aspiraciones de progreso de la población y de ofrecerles posibilidades reales en ese campo. Cuando hablan del futuro, lo que proponen son retoques del pasado de pobreza, de un pasado que las poblaciones de las regiones mineras aspiran superar. Tanto sus propuestas como su accionar político evidencian un fracaso patente en ese campo.

La Ventaja Estratégica de la Minería

Las corrientes pro-desarrollo tienen, en relación a ese punto, una importante ventaja estratégica sobre los anti-mineros: Las poblaciones de las zonas mineras aspiran el progreso y con la minería el progreso es posible.

La minería, con un enfoque de sostenibilidad y valor compartido, ofrece oportunidades reales de progreso a las poblaciones y empresas locales. La minería dinamiza las economías regionales de múltiples maneras: genera empleo, genera empresas, mejora las infraestructuras, contrata servicios, compra productos, atrae otras inversiones, implementa proyectos de desarrollo y además financia los gobiernos locales y regionales con el canon. Esto ya sucede en varias regiones del Perú, con impactos positivos, y con algunos ajustes, puede aumentar notablemente. [5]

Sin embargo, en estos momentos hay que revertir una situación negativa para la minería: La conflictividad anti-minera ya está instalada. En muchos sitios ella está en estado latente y en otros está activa. Los grupos anti-mineros tienen estructuras partidarias nacionales, y han logrado considerable influencia en la opinión pública, en los medios de comunicación, en universidades, en organizaciones políticas y en las instituciones del Estado. La imagen de la minería está asociada a la degradación ambiental, y los pasivos mineros la refuerzan todos los días. Los anti-mineros ya tienen desarrollada una narrativa convincente, y existen miles de aventureros que ven en el conflicto minero una oportunidad de beneficio económico y ascenso social o político. Además, los enfoques predominantes en el sector minero sobre-simplifican las causas de la conflictividad social, y usan métodos que a la larga hacen todo más difícil.

En una situación de este tipo, no hay soluciones mágicas como andan pregonando algunos candidatos: propiedad del sub-suelo, mayor reparto de utilidades, reparto de acciones, canon comunal, etc. Es más, las empresas mineras no deben, ni pueden sustituir el Estado, y separadas de otros actores, no son suficientes para resolver el problema de la conflictividad. La conflictividad que hoy afecta a la minería se ha engarzado en profundas raíces sociales, políticas, económicas e institucionales, y su reducción va a requerir abordar esas dimensiones en forma conjunta y por largo tiempo.

Activista Sami durante protestas anti-mineras en Estocolmo

El Camino a Seguir en los próximos meses.

Estamos en pleno proceso electoral. El 28 de julio de este año vamos a tener un nuevo gobierno. Aquí tenemos una oportunidad y un riesgo juntos.

Sería muy negativo si ese nuevo gobierno comenzara a experimentar con políticas equivocadas, como sucedió el 2011. Perderíamos otros 5 ó 10 años más con interminables conflictos, y con el crecimiento afectado por la parálisis de proyectos mineros (ambiental, social y técnicamente viables). Si a la caída del precio de los metales sumamos el costo de la conflictividad, muchas empresas, que podrían invertir en Perú, se mueven hacia otros países. Esta tendencia ya la estamos viviendo en estos momentos y no debería seguir así.

1. Sería bueno que el próximo gobierno, en vez de operar como aprendices de hechicero, pueda contar con una serie de orientaciones sobre qué hacer y qué no hacer para reactivar el sector y abrir una perspectiva de sostenibilidad para las próximas décadas. Y que esas orientaciones rescaten lo que el sector ya ha aprendido sobre como reducir la conflictividad. El gremio del sector tiene unos pocos meses para preparar una propuesta de ese tipo.

2. Sería bueno si se incrementara cualitativamente el impacto del canon en el desarrollo y mejoramiento de la calidad de vida las regiones y que las poblaciones locales estén conscientes de que la minería es la fuente de esa riqueza que está siendo distribuida vía los gobiernos locales, regionales y universidades, y que entiendan que defendiendo a la minería de las acciones de los anti-mineros es que ellos pueden proteger la continuidad del flujo de ese recurso para su desarrollo.

3. Sería bueno si las empresas mineras tuvieran un claro diagnóstico de las potencialidades y cadenas de valor en sus zonas y a nivel nacional, y adecuaran sus modelos de negocio para maximizar su rol dinamizador en las economías regionales, aumentando las sinergias con los otros sectores económicos, especialmente con los servicios y la agricultura, haciendo realidad el concepto de desarrollo compartido, y que ese rol dinamizador de la minería estuviera socializado y reconocido por las poblaciones locales. Para ellos, hay que invertir y visibilizar el proceso de construcción de capacidades locales pró-desarrollo.

4. Sería bueno si se hiciera visible un plan nacional de recuperación de pasivos ambientales para que las poblaciones locales puedan tener la tranquilidad de que la minería moderna no crea nuevos pasivos ambientales y es dramáticamente diferente a la minería ilegal e informal, y que no sea presa de las campañas de rumores promovidas por las organizaciones anti-mineras. Del mismo modo, que las poblaciones de zonas que sufren la consecuencia de la antigua minería pueda ver sus antiguos pasivos mineros recuperados y liberarse de la narrativa anti-minera que hoy confunde y estresa a amplios sectores de esas poblaciones.

5. Sería bueno si las empresas mineras contribuyeran para la identificación de las restricciones críticas de los recursos naturales en cada zona en que operan y para la elaboración de propuestas de expansión de los activos ambientales de las zonas. La construcción de esos activos ambientales debería ser uno de los usos prioritarios del canon o realizarse vía obras por impuestos.

6. Sería bueno que el gremio minero impulse estudios académicos que evidencien la falacia de algunas afirmaciones “técnicas” de los anti-mineros, y que permitan al periodismo, a los profesionales y estudiantes de las regiones mineras desarmar la narrativa anti-minera y neutralizar las campañas de rumores con que atizan la conflictividad.

7. Seria bueno si las empresas mineras generaran espacios de inter-aprendizaje sobre los temas de la conflictividad para superar una importante desventaja cognitiva en relación a los grupos anti-mineros, quienes tienen una diversidad de métodos de aprendizaje compartido sobre como paralizar los proyectos mineros. Lampadia

 
 


 

[1] Halada, K., Shimada, S., & Ijima, K. (2008). Forecasting the consumption of metals up to 2050. Materials Transactions, 49(3), 402-410 (The Japan Institute of Metals)

[2] Las estimaciones de Halada et al corresponden a un crecimiento anual de 5% de la demanda global de metales. Podrían haber variaciones en esa demanda por un menor crecimiento de los países emergentes. Sin embargo, si no ocurre ninguna tragedia económica global, no hay razones para creer que la demanda de algunos metales como oro, plata, y cobre, donde el Perú es fuerte, no creciera al menos 400% en el 2050 respecto a la demanda del 2007.

[3] De acuerdo con Davis y Franks (2014) los costos que genera la conflictividad social para las empresa mineras es suficiente para que se muden a otros países donde la conflictividad es menor (Costs of Company-Community Conflict in the Extractive Sector, CRS Initiative, Harvard Kennedy School).

[4] El accionar de los anti-mineros incluye el desarrollo de una concepción contraria al progreso económico (alternativas al desarrollo), la elaboración de una narrativa hostil a la minería y la construcción de organizaciones sociales y políticas que la difunda. 

[5] El Banco Interamericano ha realizado un estudio en que muestra los beneficios de la minería: 

https://publications.iadb.org/bitstream/handle/11319/6487/Global%20boom%20Local%20impacts%20Peru_ZRL_definitivo.pdf