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Necesitamos más datos para empoderar a las mujeres y niñas

Necesitamos más datos para empoderar a las mujeres y niñas

Recientemente, la Fundación Bill y Melinda Gates ha anunciado que estaría invirtiendo US$ 80 millones para recolectar mejores datos para luchar contra la desigualdad de género de mujeres y niñas.

Según un video publicado por la fundación (ver líneas abajo), todavía no tenemos suficiente información acerca de los desafíos que muchas mujeres y niñas enfrentan en sus vidas. Existen grandes puntos ciegos en temas mundiales de salud y desarrollo. Esto es especialmente cierto a la hora de analizar la información más básica sobre las mujeres y las niñas – dónde y cuándo nacen, cuántas horas trabajan, si se les paga, si han sufrido violencia, etc.

La dura realidad es que en muchos lugares no existe información. Lo que es peor: incluso si es que existe, a menudo tiene un sesgo sexista. Se minimiza a las mujeres y las niñas en su totalidad, o subestima y disminuye el valor de su contribución económica y social a sus familias, comunidades y países.

Esta falta de información obstaculiza nuestra capacidad para identificar las causas de la desigualdad de género. Si no se registra el nacimiento de una niña, ella no tiene una identidad oficial, lo cual daña sus posibilidades de ir a la escuela y, por lo general, significa que no pueden votar u obtener una cuenta bancaria en el futuro. Además, estas brechas y sesgos refuerzan los estereotipos y las prácticas nocivas que se basan en actitudes que subestiman a las mujeres y a las niñas. En Lampadia hemos comentado y criticado esta actitud en: La igualdad de género empieza con una buena educación.

Con una mejor comprensión de la forma en que las mujeres viven sus vidas; de las dificultades, humillaciones e injusticias que les impiden avanzar todos los días, podemos ver qué es lo que necesita ser corregido, si las soluciones están funcionando y qué progresos se están realizando. 

Como afirma el video, “la recopilación y el análisis de datos hace visible lo invisible”. Queda claro que el cierre de la brecha de género requiere cerrar la brecha de data.

Ver transcripción del video:

La data que no conoces de la brecha de género

Fuente: Melinda Gates

Transcrito, traducido y glosado por Lampadia

Vivimos en la era de la información. Unos asombrosos 2.5 trillones de bytes de datos se crean  todos los días. Aún así, todavía hay algunos puntos ciegos. Todavía no se sabe lo suficiente sobre las desigualdades e injusticias que enfrentan las mujeres y las niñas.

La gente ha trabajado durante décadas para lograr que las mujeres y las niñas estén en el centro de la agenda global de salud y desarrollo. Eso fue para darle una voz a los que no la tenían. Ahora, se trata de hacer visible lo invisible.

En demasiados casos, no estamos reuniendo la información necesaria sobre la vida de las mujeres y los desafíos sociales, políticos y jurídicos que enfrentan; e incluso cuando lo hacemos, a menudo es muy poca, está muy atrasada o no se utiliza correctamente. Mientras que las mujeres sean invisibles, los beneficios del desarrollo no les llegarán. El resultado es que millones de personas todavía no tienen acceso a atención primaria de salud o a la escuela.

A menudo son las mujeres las que se ocupan de sus hogares y familias; sin embargo, su estatus social es mucho menor que la de los hombres. Sus contribuciones a la economía son, en su mayoría, ignoradas y, aunque sabemos que muchas mujeres son víctimas de abusos, mal pagadas y se les niegan derechos básicos como identificación, propiedad de la tierra y cuentas bancarias; sin buena data, nos estamos perdiendo los detalles cruciales para poder cambiar las cosas. No podemos ver exactamente qué es lo que hay que solucionar.

Sin importar si las soluciones actuales están funcionando o no, o cuánto estamos progresando para lograr la igualdad de género; el desencadenar una revolución de data para llenar este vacío de conocimiento abrirá los ojos del mundo a las vastas disparidades y discriminación que enfrentan las mujeres y las niñas. Pero la data por sí sola no va a cambiar la vida de las mujeres. Los países tienen que diseñar programas basados en mejor información.

Sólo aprendiendo más sobre la vida de las mujeres, y las barreras que les impiden avanzar, vamos a ser capaces de ayudar a más mujeres a alcanzar su máximo potencial. Hay un montón de maneras de mejorar la forma de obtener y utilizar datos. Simplemente con el registro de nacimientos y matrimonios se revelan los matrimonios precoces y forzados. También da una identidad jurídica individual a las mujeres. En muchos lugares, es la única manera de que los derechos sean totalmente experimentados y ejercidos. La medición con precisión de todas las formas de trabajo puede ayudar a exponer cuándo la mujer trabaja sin remuneración o es mal pagada. Un mejor seguimiento de las nuevas infecciones del VIH puede alertar sobre una epidemia cada vez mayor entre las adolescentes y nos ayudará a asegurarnos de que reciban el tratamiento necesario. 

La recopilación de data y análisis puede parecer abstracta y complicada, pero la razón por la que tenemos que hacerlo es concreta y simple. Empodera a más mujeres y niñas para transformar sus vidas, y cuando lo hacen, todos se beneficiarán: las familias, las comunidades y los países; porque las mujeres y las niñas no sólo se benefician del progreso, sino que lo conducen.

Lampadia




¿Cuál será la edad de jubilación en el futuro?

¿Cuál será la edad de jubilación en el futuro?

Líneas abajo glosamos un artículo de Alvin Powell sobre la edad de jubilación en el futuro. Las mejoras en la salud de la población global, la mayor esperanza de vida y la disminución del índice de fertilidad, están cambiando el perfil etario de la población y alargando el potencial de vidas productivas.

Típicamente, “el retiro era considerado un taburete de tres patas apoyado por la Seguridad Social, los ahorros y las pensiones privadas. Pero las pensiones en especial, se han tambaleado en las últimas tres décadas”, dijo Debra Whitman, directora de políticas públicas de AARP (Asociación estadounidense de jubilados). Efectivamente, dados estos cambios, la mayoría de los sistemas de pensiones están desfinanciados y representan un lastre económico inmenso para muchas economías, y afectan la calidad de vida del conjunto de sus poblaciones.

Entonces, los sistemas públicos tradicionales de pensiones se ven debilitados por dos lados, más años de vida con demanda de más fondos y mecanismos de pensiones desfinanciados, insostenibles en muchos casos.

Este proceso fue previsto hace años por José Piñera en Chile, el creador de las AFPs y fue adoptado por varios países que pudieron superar las típicas limitaciones prospectivas de las administraciones públicas. El Perú fue uno de ellos.

Como hemos comentado anteriormente, nuestro Sistema Privado de Pensiones (SPP), requiere mejorarse y sobre todo ampliar su cobertura, pero lo último que debemos hacer es regresionar hacia los sistemas tradicionales (quebrados) que solo aportan pensiones miserables y no reconocen el aporte individual a la sociedad de los trabajadores más productivos, como plantea el proyecto congresal para liberar el retiro de los fondos individuales a los 65 años.

Afortunadamente, hace pocos días, un grupo importante de congresistas se ha opuesto a una votación acelerada para que el Congreso insista en su proyecto, observado por el ejecutivo. Estos congresistas, a los que hay que felicitar, consideraron que el período electoral no es el mejor momento para tratar un tema de esta profundidad. Lo que propusimos en Lampadia en varias ocasiones.

Mientras tanto, sigamos analizando el tema, agregando factores como el de la edad de jubilación, presentado más abajo. 

¿Habrá una edad de jubilación en el futuro?

Escrito por Alvin Powell

Publicado por el WEF en colaboración con el Harvard Gazette

17 de febrero de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

Ahora que el número de ancianos ha empezado a superar a los jóvenes de todo el mundo, los trabajadores, los empleadores y los políticos están reconsiderando la jubilación – ¿qué trabajo realizamos, cuándo parar y cómo vivir nuestros últimos años?

La transición demográfica mundial, descrita este jueves en un panel de la Escuela Chan de Salud Pública de la Universidad de Harvard, está ligada a la rápida expansión de la esperanza de vida y la disminución de las tasas de natalidad. Si bien es más avanzada en los países desarrollados no se queda atrás en los países emergentes.

“Las sociedades están experimentando una transición demográfica que el mundo nunca ha visto,” dijo Lisa Berkman, profesora de la Escuela Thomas D. Cabot de Política Pública, Epidemiología y Salud Global y Población en Harvard y directora de la Escuela Chan del Centro Harvard para Estudios de Población y Desarrollo. “Nunca antes en la historia de la humanidad hemos tenido sociedades que envejecen. Y por sociedades que envejecen nos referimos a que hay más personas mayores de 60 años que menores de 5 años”.

Es probable que el impacto más grande se produzca en la intersección de trabajo y jubilación, dijo Berkman.

El aumento en los años de jubilación ya está empezando a afectar la Seguridad Social, que se creó cuando la mayoría de gente vivía solo uno o dos años después de recibir beneficios y muchos entre las poblaciones desfavorecidas no vivían lo suficiente como para recibirlos.

La idea de que las personas mayores que sigan trabajando tomarán los puestos de trabajo de las personas más jóvenes es una falacia, dijo Berkman, porque las personas que siguen trabajando impulsan nuevos empleos, creando suficientes puestos para todos.

Whitman, afirma que los estudios de AARP muestran que la mayoría espera trabajar en sus 60s y 70s. Esta es una buena noticia desde el punto de vista de la salud, dijo, porque el trabajo mejora la salud cognitiva, retrasa el deterioro mental y disminuye el aislamiento. También es una buena noticia para la economía, porque la generación ‘Baby Boomer’ es la mejor educada y con más experiencia de la historia.

El retiro era considerado un taburete de tres patas apoyado por la Seguridad Social, los ahorros y las pensiones privadas. Pero las pensiones en especial, se han tambaleado en las últimas tres décadas, dijo Whitman

Los panelistas dijeron que es importante que los empleadores entiendan que la diversidad en el lugar de trabajo, que mejora la productividad y la innovación, incluye tener empleados de diferentes edades que trabajen juntos. “Pensar en [el trabajo] de manera más amplia podría ser crucial en las próximas décadas”, dijo Berkman.

Ser capaz de trabajar, por supuesto, depende del mantenimiento de la salud en la vejez. Los cambios en la dieta y el estilo de vida pueden hacer una gran diferencia, dijeron Grodstein, incluso si no se hacen hasta la edad mediana o más.

“Nunca es demasiado temprano para empezar y nunca es demasiado tarde para empezar.”

Lampadia

 




Propuestas de reforma institucional

Propuestas de reforma institucional

La Asociación Civil Transparencia, liderada por Felipe Ortiz de Zevallos, acaba de publicar sus propuestas preliminares sobre las más importantes reformas institucionales que debiéramos acometer los peruanos.

 

Lampadia, en su nuevo ‘Repositorium’ sobre “El Estado del Siglo XXI”, la recoge en su integridad, ver: “Propuestas de Reforma Institucional”.

Transparencia ha agrupado su trabajo en cuatro ejes:

  1. Sistema electoral
  2. Funcionamiento del Congreso de la República
  3. Funcionamiento del sistema de justicia
  4. Medidas para favorecer la transparencia y mejorar la gestión en la Administración Pública

Las siguientes imágenes presentan el índice de este importante trabajo:

No deje de ver nuestro nuevo ‘Repositorium’: “El Estado del Siglo XXI”. Lampadia

 

 




Desmitificando al ‘Cuco’ del FMI

Desmitificando al ‘Cuco’ del FMI

Comentario de Lampadia

En el Perú estamos a días de la reunión anual del FMI (Fondo Monetario Internacional) y del BM (Banco Mundial), que se desarrollará en Lima, en el complejo del nuevo auditorio del Banco de la Nación, el Museo de la Nación, el Gran Teatro Nacional y la Biblioteca Nacional. Reunión que se llevará a cabo en Latinoamérica después de cincuenta años.

El la historia política global y muy claramente en la peruana, el FMI y el BM han sido una suerte de ‘punching balls’ de las izquierdas anti mercado. Ambas instituciones han sido demonizadas y junto con el llamado ‘Consenso de Washington’, acusadas de haber propiciado programas de ajuste y privatizaciones (que terminaron siendo muy exitosos y explican los buenos años de crecimiento de Latinoamérica, hasta hace pocos años).

La verdad, como explica Ricardo Hausmann en el artículo que presentamos líneas abajo, es lo contrario. Si bien faltan algunas reformas a este tipo de instituciones, como mejorar los pesos de sus miembros en función del mundo de hoy, si han tenido contribuciones muy importantes para la salud económica y social de muchos países,  desde el Reino Unido en los años 70, hasta prácticamente todos los países menos desarrollados como el Perú.

En nuestro caso, el deterioro de nuestra economía que empezó a labrarse en los años 60, nos llevó a que  a principios de los años 80, nos alejáramos de estas instituciones y nos convirtiéramos en un paria internacional. Fue justamente con el apoyo del FMI y del BM, que regresamos al mundo global y que pudiéramos recuperar la economía del país. Ver en Lampadia: Detalles no revelados de cómo se liberalizó la economía en los noventa – Crónica de una Reinserción.

Compartimos a continuación el artículo de Hausmann:

 

No teman al FMI

Por Ricardo Hausmann

Publicado por Project Syndicate el 28 de setiembre 2015

En muchos lugares del mundo, el Fondo Monetario Internacional es la organización a la que todos aman odiar. Según algunos, el FMI es malo para los pobres, las mujeres, la estabilidad económica y el medio ambienteJoseph Stiglitz, cuya influencia es más amplia debido a su premio Nobel, culpa al FMI de causar y luego empeorar las crisis económicas que se le pidió que resolviera. Supuestamente, hace esto para salvar a los capitalistas y a los banqueros, no al ciudadano de a pie. Si bien no es cierta, esta creencia hace enorme daño y limita el bien potencial que el FMI puede hacer.

Para empezar, consideremos la forma en que el mundo enfrenta las crisis de refugiados, como la de Siria, y la forma en que enfrenta las crisis económicas. Como su nombre lo indica, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados no es una institución, sino una persona, quien está a cargo de una “oficina”, no de una organización plenamente dicha. Es esta debilidad la que llevó a la Canciller de Alemania, Angela Merkel, a apremiar a sus socios de la Unión Europea para que respondieran de una manera más coherente al incesante flujo de personas en busca de asilo.

Por el contrario, el sistema para evitar y resolver las crisis financieras está anclado en una institución plenamente constituida: el FMI. Puede que ésta no sea perfecta, pero en comparación con cuestiones como las de los refugiados, los derechos humanos o el ambiente, está a años luz.

Es fácil no comprender bien lo que hace el FMI. La mayor parte de sus esfuerzos están dirigidos a la prevención de crisis. Como lo expresara Franklin D. Roosevelt en 1944, en la Conferencia de Bretton Woods, donde se establecieron el FMI y El Banco Mundial, “Las crisis económicas son fuertemente contagiosas. Por ello, la salud económica de cada país es un tema de preocupación para todos sus vecinos, próximos o distantes”.

Es por esta razón que los 44 países asistentes, y los 188 que hoy día pertenecen al FMI, acordaron que: “Las naciones deben consultar y acordar los cambios monetarios internacionales que afectan entre sí… y deben ayudarse mutuamente para superar las dificultades cambiarias de corto plazo”. A nivel operacional, esto se expresa en las llamadas consultas del Artículo IV. Estas discusiones formales sobre políticas económicas entre el FMI y los gobiernos de los países miembros, que por lo general se realizan anualmente, se redactan, pasan por la revisión de la Junta de Directores Ejecutivos del Fondo (donde están representados los 188 países) y se publican para que cualquiera pueda acceder a ellas en línea. Esto constituye un estándar de vigilancia y de transparencia colectiva al que deberían aspirar las organizaciones que se ocupan de otros temas.

El FMI ha sido instrumental en el desarrollo de las herramientas que los países emplean para medir, evaluar y mejorar su posición macroeconómica en un momento determinado: la política fiscal y monetaria, así como la estabilidad financiera, cambiaria y de precios. Además, ayuda a los países a encontrar mejores maneras de implementar medidas en todos estos aspectos, y procura identificar lecciones amplias provenientes de la experiencia de muchos países que sirvan para iluminar las opciones que cada país en particular pueda tener.

A través del diálogo, así como de la investigación, asesoría, asistencia técnica y capacitación, el FMI ha contribuido a la creación de una comunidad de prácticas a nivel mundial. Hoy día, es más fácil ser presidente de un banco central o ministro de hacienda, que ser ministro de salud o de justicia. Esto no se debe a que los desafíos sean menores, sino a que la comunidad de prácticas a nivel internacional, liderada por FMI, proporciona un apoyo que simplemente no existe en otros ámbitos.  

Las actividades más polémicas del FMI se producen durante los momentos de manejo y resolución de crisis. Los países solicitan la ayuda financiera del FMI cuando están en problemas y han perdido, o temen perder, su acceso a los mercados internacionales. El FMI puede movilizar cientos de miles de millones de dólares de sus países miembros con el fin de darles a los deudores tiempo para recuperarse. Sus recursos eclipsan los montos que la comunidad internacional puede movilizar para otros objetivos, debido a que su dinero se presta y se supone que se debe devolver.

A cambio de su apoyo financiero, el FMI típicamente exige que los países corrijan los desequilibrios que condujeron a sus problemas, no sólo para que puedan repagar su deuda, sino también para su propio bien, para restaurar su solvencia y, por lo tanto, su acceso a los mercados de capital. Pero es muy fácil confundir el dolor causado por la crisis misma con el que causa el remedio.

Sin lugar a dudas, es inevitable que el FMI cometa errores, lo que obedece en parte a que los problemas y las cuestiones que debe enfrentar cambian constantemente, de modo que nunca sabe si el estado actual del conocimiento es adecuado para los nuevos desafíos. Sin embargo, siendo una organización lo suficientemente abierta, puede y debe responder a las críticas.

Ahora, consideremos la alternativa. Un mundo sin el FMI sería muy parecido a lo que hoy es Venezuela. Hugo Chávez pasó a ser el regalón de los detractores del FMIincluso Stiglitz, cuando suspendió las consultas del Artículo IV en 2004. Como consecuencia, los venezolanos perdieron el acceso a la información económica básica que el país tiene la obligación de compartir con el mundo a través del FMI. El quiebre impidió que la comunidad internacional se expresara cuando el país emprendió políticas verdaderamente irresponsables, gastando en 2012 como si el precio del petróleo estuviera a US$197 por barril en lugar de US$107.

Con el colapso del precio del petróleo desde entonces, la economía está cayendo en picada: el PIB se contrae a un ritmo récord, la inflación sobrepasa el 200%, la moneda se ha hundido a menos del 10% de su valor previo, y ha surgido una escasez masiva.

Venezuela ha tratado de financiarse con la ayuda del Banco de Desarrollo de China, el que se abstiene de imponer el tipo de condiciones que desagradan a quienes despotrican contra el FMI. El BDC otorga préstamos en términos secretos, para usos corruptos que no se divulgan, y que incorporan privilegios para empresas chinas en sectores como telecomunicaciones (Huawei), línea blanca (Haier), automóviles (Chery) y la perforación de pozos petrolíferos (ICTV). Los chinos no han exigido que Venezuela haga nada para aumentar la probabilidad de recuperar su solvencia, tan sólo exigen más petróleo como garantía. Sean cuales sean las deficiencias del FMI, en comparación, el BDC es una vergüenza. 

La tragedia es que la mayor parte de los venezolanos (y muchos ciudadanos de otros países) creen que el papel del FMI no es ayudar sino perjudicar. En consecuencia, evitan los recursos masivos y los conocimientos que la comunidad internacional puede ofrecer en un momentos de crisis económica con el fin de disminuir el dolor y acelerar la recuperación. Esto los ha hecho quedar en una situación mucho peor de la que los detractores del FMI pueden llegar a reconocer. L