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Es un escándalo no tener vacunas

Es un escándalo no tener vacunas

La Cuadratura del Círculo es un espacio producido por Infraestructura Institucionalidad y Gestión – IIG, con la colaboración de Lampadia como media partner.

Presentamos el siguiente video sobre la vacuna candente.

Participan como invitados Antonio Pratto, miembro del Comando Vacuna, y Omar Neyra, doctor en salud pública, junto con Jaime de Althaus y Fernando Cillóniz, asociados de IIG

Omar Neyra

El sector privado está tramitando compras de vacunas. Conozco por lo menos tres grupos que están en proceso. Si no logramos inmunizar por lo menos al 60% de la población en los próximos tres meses, corremos el riesgo de enfrentar una tercera ola.

Antonio Pratto

Al 18 de febrero hay 13 billones de dosis comprometidas en el mundo. Ya se adelantaron los pagos por 8 billones de dosis.

El gran problema que tenemos es la oferta. Los rusos afirman que si se puede negociar con privados. El gobierno debería alentarlo, cosa que no afectaría en absoluto a los procesos que maneja el gobierno.

No perdemos nada si el sector privado empieza a negociar.

Fernando Cillóniz

Mi experiencia como gobernador de Ica me mostró que el Estado no funciona en el manejo de la salud. Es muy trabado, no detecta corrupción jamás. El problema no es presupuestal, es moral. No logro entender como el presidente, bien formado en las mejores universidades, ha dicho lo que dijo sobre la aplicación de las vacunas.

No entiendo que el presidente se oponga a la participación del sector privado. Es temerario. El futuro se oscurece con esta actitud.

Omar Neyra

Si entra otro operador al proceso, el tema sanitario avanzaría a mayor velocidad. No entiendo porque pusieron a la cancillería a negociar la compra de vacunas. El Minsa tampoco tiene experiencia en compra de medicamentos. Hay que poner a expertos a comprar.

Se debió poner a expertos del sector privado.

Antonio Pratto

Chile lo hizo bien desde el primer día. Con expertos del tema de medicamentos. Acá se puso burócratas sin experiencia. Por ejemplo se rechazó la oferta de Aztra Zeneca para marzo de este año.

Hace dos meses les dijimos firmen con Johnson & Johnson, hasta ahora siguen negociado. ¿Por que Colombia puede firmar contratos y el Perú no? ¿Los contratos para nosotros son diferentes, no lo creo?

Fernando Cillóniz

Yo viví al inicio de la pandemia las ofertas de las industrias de confecciones de Ica para hacer ropa especializada para el tema sanitario, mascarillas, etc., Nada, no se les permitió ayudar. Tampoco se dejó que Caritas apoyara en la distribución de alimentos, nada, no se permitió. Se ofreció apoyar con las pruebas moleculares, tampoco. Rechazaron ofertas de oxígeno.

Estamos hablando de una actitud. No depender para nada del sector privado. Hay una actitud, una ideología, que nos está llevando a la muerte.

Omar Neyra

No hay liderazgo en el tema de salud. Se contradicen entre las distintas partes. Hay que tener un liderazgo claro que permite implementar una buena estrategia sanitaria.

Hay que ir a los laboratorios a comprar lo que se pueda, un millón por aquí, otro por allá. Un grupo de expertos en salud tiene que ir a ver como compra vacunas pronto.

Antonio Pratto

Hay que firmar contratos. No hay otra cosa que hacer.

Lampadia




Se hace política con mentiras

Se hace política con mentiras

Como todos hemos visto en los medios de comunicación, una de las campañas políticas contra el sector privado se refiere al precio de los medicamentos. Se ha llegado a declarar que en el Perú tenemos los medicamentos más caros de América Latina, cuando la verdad es que los medicamentos en el país son 37% más baratos que el promedio de la región, y los medicamentos genéricos puros cuestan en promedio 70% menos que en los demás países.

Según IPSOS, los medicamentos en Perú son 37% más baratos que el promedio en Latinoamérica

“El Estudio de IPSOS demuestra que gracias a niveles de competencia saludables en el mercado y las eficiencias en costos a las que pueden acceder las cadenas de boticas, los precios de los medicamentos en Perú son 37% más bajos en promedio que en otros países de Latinoamérica. Esto significa que el gran reto del Estado ahora es asegurar un correcto abastecimiento de medicamentos en hospitales públicos, ya que el 80% de las órdenes de medicamentos viene de recetas del sector de salud público. Y, además, debe seguir combatiendo la informalidad y falsificación de medicinas, que atentan contra la salud de los consumidores. Por ello es crítico continuar con campañas de información y reforzar los controles de calidad para poder asegurar la efectividad de las medicinas ¿Cómo logramos que la población tenga acceso a medicamentos seguros y de calidad? Hacia allí debemos enfocar todos nuestros esfuerzos de manera coordinada.”

Carla Sifuentes, Directora de la Asociación Nacional de Cadenas de Boticas (ANACAB)

Además, durante los últimos años, esta diferencia favorable de precios, vis a vis las necesidades de la población, a mejorado desde un menor precio relativo de 28% a menos 37%.

El estudio también muestra las diferencias relativas por tipo de medicamento, como puede verse en el siguiente gráfico:

El estudio de IPSOS “Levantamiento de precios en medicamentos LATAM 2020”, se ha hecho por tercer año consecutivo y muestra resultados para siete países de Latinoamérica.

Para la realización del estudio se compararon 73 medicamentos en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México y Perú. Los medicamentos fueron clasificados en 3 grupos: Innovadores, Genéricos de Marca y Genéricos Puros.

Sifuentes señaló que para obtener estos resultados, Ipsos Perú recolectó los precios de cada medicamento en al menos tres puntos de venta por país. En el caso de Perú, se eligió los establecimientos de las cadenas de farmacias Inkafarma, Mifarma y Boticas y Salud.

“La evidencia indica que los medicamentos en el Perú, no tienen un problema de precios. La oportunidad de mejora para solucionar el problema de acceso a medicamentos estaría en dinamizar el abastecimiento del sector de salud público, ya que este concentra más del 90% de la demanda y el 78% de la dispensación de medicamentos a la población”, sostuvo la Directora de ANACAB.

Puede verse el estudio completo en el siguiente enlace: https://www.ipsos.com/es-pe/medicamentos-en-latinoamerica

En conclusión se puede afirmar que los precios de medicamentos en el Perú son más baratos que el los principales países de la región.

¿Por qué entonces se hacen campañas políticas y mediáticas, afirmando lo contrario?

Básicamente, porque en el Perú tenemos una izquierda decimonónica que sigue pensando que su oferta política debe basarse en la destrucción del estatu quo. Son los reyes del síndrome del ‘vaso medio vacío’, y desconocen todos los tremendos avances sociales de los últimos 25 años, que permitieron reducir la pobreza de 60% a 20%, disminuir la desigualdad, crear una gran clase media emergente, mejorar los ingresos de los peruanos llevando el PBI per cápita de US$ 600 (1990) a US$ 10,000 y aumentar significvativamente las finanzas públicas.

Que nuestros políticos no hayan sido capaces de aprovechar el crecimiento para mejorar suficientemente la educación, la salud y las infraestructuras, no es porque faltó crear riqueza, sino porque no nos deshicimos de la corrupción y la incapacidad en la gestión pública.

Otro fenómeno que complotó contra un mayor desarrollo es el clientelismo, expresado en la grosera multiplicación de la burocracia. La burocracia inservible. En el siguiente gráfico de Fernando Cillóniz, podemos apreciar el crecimiento de la burocracia pura desde el año 2,000, que se multiplicó por 8. Este indicador es de la burocracia pura, pues  excluye del mismo a los maestros, médicos, enfermeras, jueces, fiscales y miembros de las Fuerzas Armadas y Policiales; en comparación de la evolución de la recaudación tributaria, que creció 5 veces.

Así es pues cuando la mentira es la plataforma de la oferta política. Por ello es muy importante hacer análisis profesionales y difundir los resultados. Los peruanos necesitamos buena información de la realidad para poder acometer la tarea de la prosperidad. Lampadia




Concesionar logística en el MINSA para que pacientes se lleven sus medicamentos gratis

Concesionar logística en el MINSA para que pacientes se lleven sus medicamentos gratis

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Un indicador clave para establecer la eficiencia de un sistema de salud pública y la medida en que proporciona bienestar, es el porcentaje de pacientes que se lleva todos sus medicamentos gratis.

  • Según la Encuesta Nacional de Satisfacción de Usuarios en Salud 2014, el 52% de los pacientes del SIS no encontraron los medicamentos recetados, sea porque no había en farmacia pese a que el SIS sí los cubre (35,1%), sea porque el SIS no los cubre (16,8%).
  • Según la encuesta de Susalud del 2016, solo un 60% de los pacientes recibió sus medicamentos completos en los establecimientos del MINSA.

La consecuencia es el elevado gasto de bolsillo de los peruanos en la compra de medicinas, que llega al 40% del mercado.

Pero esa elevada brecha de entrega de medicamentos contrasta con los números de Essalud en Lima, donde un 95% de los asegurados se lleva de manera gratuita todos los medicamentos que les recetan.[1]

¿Cuál fue el secreto de Essalud en Lima? Pues haber contratado con una Asociación Público Privada (APP), SALOG, que desde hace 10 años se encarga de la distribución de medicamentos en virtud de un contrato que establece 12 indicadores de funcionamiento y 166 puntos de penalidad. Es decir, si no cumple con las metas e indicadores establecidos, la empresa recibe penalidades económicas. Por ello alcanza altos niveles de satisfacción. Eso, por supuesto, no ocurre con CENARES, la unidad logística del Ministerio de salud encargada de adquirir y distribuir medicamentos. CENARES no recibe ninguna penalidad por incumplimiento de metas e indicadores, que tampoco existen.

Una evaluación externa[2] realizada por Videnza Consultores encontró altos niveles de abastecimiento en los almacenes y farmacias de los hospitales de tres redes de Essalud (ver siguiente cuadro). No se llega al 100% por falta de stock en el almacén central de Essalud, que es la que compra los medicamentos según la demanda señalada por la APP.

¿Alguna evaluación similar se ha hecho a CENARES? Por supuesto que no. La pregunta cae de madura: ¿por qué Essalud no aprovechó la reciente renovación del contrato con SALOG por 10 años más para extender el servicio a provincias? ¿Y por qué el MINSA se propone ahora potenciar CENARES en lugar de optar por una APP que garantice una logística de medicamentos óptima?

Fiorella Molinelli, presidenta de Essalud, me explicó que no se pudo extender el contrato para cubrir provincias “porque se requiere nuevo concurso, pues la concesión es por área geográfica. Mi meta es tener operador logístico para todo el país y allí nada impide que SALOG se presente. El problema es que ProInversión no avanza nada. Estamos viendo cómo podemos hacerlo directamente sin pasar por ellos”.

Hicimos la misma pregunta al ministro de salud, Víctor Zamora, y al viceministro Víctor Bocángel, pero no obtuvimos respuesta.

Las ventajas de una APP no estriban solo en la exigibilidad del servicio bajo pena de multas o rescisión del contrato. Sino en su capacidad tecnológica. Rogerio Marcondes, gerente de SALOG, nos explica que su APP maneja, por ejemplo, una plataforma digital para calzar la demanda con la oferta en tiempo real (“just in time” en lugar de “just in case”), conectando las prescripciones médicas con el consumo efectivo y el stock existente. Es un sistema que optimiza los recursos. A partir de un estudio hecho por la Universidad de Berkeley e Innovations for Poverty Action (IPA) para tres redes de Essalud en Lima,[3] se puede estimar un ahorro de 100 millones de soles de ahorro en medicamentos por año en Lima.

Marcondes nos informa que, además, en la pandemia SALOG ha tenido la capacidad de ampliar la cobertura de algunos servicios. Por ejemplo, darle impulso al programa de atención domiciliaria (PADOMI) llevándoles medicamentos a los asegurados a sus casas, pasando de 22 mil pacientes a 40 mil. Antes esas personas tenían que ir a una farmacia de Essalud, y en ocasiones no podían siquiera desplazarse. Y dado que, con la pandemia, muchos establecimientos de Essalud se cerraron, tuvieron que potenciar el programa Farmacias Vecinas, por el cual los pacientes con enfermedades crónicas que reciben su receta llaman a una central operada por SALOG, que les indica en qué farmacia privada cercana a su casa pueden recoger sus medicinas. SALOG lleva los medicamentos a la farmacia. En un año han pasado de 4 mil a 30 mil pacientes. Tienen 200 puntos de entrega (farmacias) en Lima.

Además “hemos enviado 400 toneladas de medicamentos a provincias, entregándolas debidamente certificadas y embaladas, en el Grupo 8, pese a que esas localidades están fuera de nuestra área de concesión”, indica Marcondes.  

Tenemos que adoptar lo que funciona bien y descartar lo que no funciona. En el tema de la logística de medicamentos, vital para la salud y el bienestar de los peruanos, no se puede improvisar ni insistir en esquemas que han probado su ineficiencia y su alta vulnerabilidad a la corrupción. El Ministerio de salud tiene que concesionar –no la compra de medicamentos- pero si la logística de distribución y entrega a los pacientes. Para que todos se salgan del establecimiento con la receta completa de medicamentos gratis. Lampadia

[1] Esto según la plataforma integrada de SALOG, la empresa encargada de la logística de medicamentos.
[2] Estimación del costo beneficio de la Asociación Pública privada de Salog con Essalud. Encargado por Salog, realizado por Videnza Consultores
[3] Intervención en la Gestión de Recursos en Salud: Evidencia en Políticas de la Cadena de Suministros en EsSalud, Marzo 2018, Perú Autores: UC Berkeley: Paul Gertler, Kevin Feeney1 e IPA: Juan Hernández-Agramonte, Jorge Tipisman




La naturaleza del dolor de espalda

La naturaleza del dolor de espalda

A continuación compartimos un reciente artículo publicado por The Economist en el que se incide sobre cómo la medicina moderna ha errado en proveer mecanismos eficaces para hacer frente al dolor de espalda, considerada en palabras del popular medio británico, como la principal causa de discapacidad en el mundo. Asimismo, brinda explicaciones de porqué estaría ocurriendo este hecho, dejando entrever ciertas recetas que van más allá de las populares intervenciones quirúrgicas o analgésicos, que en el presente caso, más servirían de paliativos como de verdaderos erradicadores a la enfermedad.

La lección de este análisis es que muchas veces el personal médico, con la mejor de las intenciones, puede dar recomendaciones para hacer frente a los impactos negativos de ciertas enfermedades en el corto plazo, sin considerar la implicancia de ellas a mediano y largo plazo. Aún cuando esto podría considerarse negligencia, el lobby en torno a la industria médica que lidia con estos tratamientos puede inhibir cierto interés por parte de los médicos de dar más explicaciones sobre los potenciales efectos de los medicamentos que recomiendan. En ese sentido, es necesario que la política pública garantice que se haga transparente dicha información de tal forma que los pacientes puedan dar cuenta de la efectividad de las recomendaciones de los médicos. Lampadia

Las espaldas en el estante
Se desperdician grandes sumas en tratamientos para el dolor de espalda que lo empeoran

A la mayoría de los pacientes se les debe recetar ejercicio y paciencia, no cirugía invasiva

The Economist
18 de enero, 2020
Traducido y comentado por Lampadia

Para algunas personas, comienza con una lesión: un accidente de esquí o un accidente automovilístico. Para otros, comienza con algo aparentemente inocuo, como levantar un par de calcetines del piso. Pero para la mayoría, el dolor de espalda es tan misterioso como insoportable. Alrededor del 85% de los pacientes crónicos tienen lo que los médicos llaman dolor de espalda “no específico”, lo que significa que no tiene una causa física clara.

En la mayoría de los países, ya sean ricos o pobres, el dolor de espalda es la principal causa de discapacidad, medido por el número de años vividos con mala salud. A menudo golpea a las personas en la mediana edad y los mantiene haciendo una mueca, por el resto de sus vidas. Muchos pierden sus trabajos, ya sea porque se sienten físicamente incapaces de trabajar o porque se deprimen. El dolor de espalda es la razón principal por la que los europeos abandonan el trabajo y una gran razón por la cual los estadounidenses se enganchan a los opioides.

El problema no es que el dolor de espalda esté mal tratado. Lejos de eso. Los estadounidenses gastan US$ 88,000 millones al año para tratar el dolor de espalda y cuello, casi tanto como los US$ 115,000 millones gastados en el tratamiento del cáncer. Agregue pérdida de productividad a las facturas médicas y el dolor crónico (la mayor parte del cual es dolor de espalda) le cuesta a EEUU unos US$ 635,000 millones al año, solo un poco menos que su presupuesto de defensa. El escándalo es que los tratamientos ofrecidos son en su mayoría los incorrectos.

Los médicos de los países ricos son demasiado rápidos para recetar analgésicos adictivos, una práctica que ahora se está extendiendo al mundo en desarrollo. También son demasiado rápidos para ofrecer resonancias magnéticas. En los países ricos, tal vez el 80% de las resonancias por dolor de espalda es innecesario. Las exploraciones a menudo encuentran una “anormalidad”, como la degeneración del disco o un disco “deslizado”. Estos son comunes incluso en personas que no sufren dolor de espalda, pero los pacientes desesperados a menudo exigen una intervención rápida para “solucionar” el “problema” que ha revelado la exploración. La cirugía con beneficios no comprobados, o que se ha demostrado que no funciona, es común. Cigna, una aseguradora estadounidense, descubrió que el 87% de los clientes que se sometieron a una cirugía de fusión espinal por desgaste de los discos espinales todavía sufrían tanto dolor dos años después que necesitaban más tratamiento. Y las inyecciones espinales, otro tratamiento, a menudo hacen poco bien.

Para la mayoría de los dolores de espalda, el mejor tratamiento es no médico. Haz algunos ejercicios de estiramiento. Sigue moviéndote. No renuncies al trabajo ni te acuestes en la cama durante días seguidos, eso probablemente empeorará las cosas. Sobre todo, sea paciente. El problema puede no ser tu espalda; puede ser que el sistema de señalización del dolor del cerebro no funcione correctamente y, por desgracia, la ciencia médica no sabe por qué. El dolor puede ser en parte psicosomático. El estrés de un mal matrimonio, un jefe horrible o un niño enfermo pueden provocarlo. Las personas que sufren trauma mental cuando son jóvenes tienen más probabilidades de experimentar dolor de espalda en la mediana edad. En muchos casos, los ejercicios correctos y el paso del tiempo pueden aliviar el dolor. Y a diferencia de la cirugía, cuestan muy poco y es poco probable que empeoren las cosas.

Los sistemas de salud responden mal al dolor de espalda por varias razones. Las personas que están en agonía, como es de esperar, quieren que se haga algo al respecto. Es más fácil para un médico recetar analgésicos, escáneres o inyecciones que explicar a los pacientes que es poco probable que tales tratamientos funcionen. A los médicos y hospitales a menudo se les paga más por hacer cosas que por dar consejos. En EEUU, Australia y los Países Bajos, las aseguradoras pagan las operaciones de reembolso que cuestan decenas de miles de dólares, pero apenas cubren la fisioterapia.

La respuesta es educar mejor a los pacientes, para que no sientan que los están engañando cuando se les dice que hagan ejercicios de estiramiento. Los médicos también necesitan una mejor capacitación: el dolor de espalda se acorta en los currículos médicos. Se necesita más investigación sobre la efectividad de la cirugía. Pero, sobre todo, los gobiernos y las aseguradoras deben comenzar a pagar por las cosas correctas. Esto será difícil. Las intervenciones costosas tienen un poderoso lobby, y no existe un complejo industrial de ejercicios para contrarrestarlo. Con suerte, se pueden desarrollar tratamientos más efectivos para el dolor de espalda en los próximos años. Pero por ahora, los formuladores de políticas deberían mostrar algo de columna vertebral y dar la espalda a los tratamientos que no funcionan. Lampadia




Los 31 genéricos no son intercambiables

Los 31 genéricos no son intercambiables

EDITORIAL DE LAMPADIA

Pueden carecer de eficacia terapéutica

Mediante resolución ministerial el ministerio de Salud aprobó un listado de 31 “medicamentos esenciales genéricos en Denominación Común Internacional…  los cuales deberán mantenerse disponibles o demostrar su venta en farmacias, boticas y servicios de farmacias del sector privado”.

Está muy bien, pero hay un problema. Ninguno de los 31 medicamentos genéricos es intercambiable. Es decir, ninguno tiene estudios de bio equivalencia hechos en el Perú o en el extranjero y aceptados en el Perú, que garanticen que son similares al medicamento original y que tienen eficacia terapéutica.

De hecho, un estudio in vitro publicado en La Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública (2019;36 (1):74-80) del Instituto Nacional de Salud (INS), sobre la equivalencia terapéutica de tres genéricos: amoxicilina, doxiciclina y fluconazol, en Lima, concluye lo siguiente:

“Para doxiciclina los cuatro medicamentos fueron equivalentes in vitro al PR, para amoxicilina sólo dos medicamentos fueron equivalentes in vitro al PR y para fluconazol ninguno fue equivalente in vitro al PR. Se concluye que algunos medicamentos de amoxicilina y fluconazol que circulan en el mercado nacional no cumplen con la equivalencia terapéutica evaluada mediante estudios in vitro; es decir, no son intercambiables”.

Eso es muy grave. Resulta que la amoxicilina y el fluconazol están en la lista de 31 medicamentos, pero no son equivalentes. La doxicilina, en cambio, cuyos genéricos sí resultaron equivalentes, no figura en la lista de los 31.

No se ha hecho estudios para los otros 29. ¿Y qué pasa si la mayoría no son equivalentes y no tienen eficacia terapéutica? Estaríamos ante un engaño peligroso.

En este tema ha habido un retraso lamentable del sector y de la Digemid. La ley de intercambiabilidad se dio el 2009, y recién 10 años después, en marzo de este año, se reglamentó, pero solo se ha dispuesto que se haga estudios para 7 moléculas, algo claramente insuficiente. También sería posible adoptar los estudios de países de alta vigilancia sanitaria, pero la Digemid casi no da trámite a las solicitudes presentadas.

De no acelerar apreciablemente el ritmo de introducción de intercambiables, la disposición que obliga a tener los mencionados 31 genéricos no tendrá el impacto deseado, sea porque los medicamentos carecerán del efecto terapéutico buscado, sea porque los propios consumidores seguirán prefiriendo genéricos de marca. La norma, así, será una página más en la larga historia del populismo político. Lampadia




Los pacientes no reciben medicamentos y los genéricos son de mala calidad

Los pacientes no reciben medicamentos y los genéricos son de mala calidad

Jaime de Althaus
Para Lampadia

La explosión social en Chile es una llamada de atención sobre la necesidad de mejorar sustancialmente la calidad de los servicios públicos en nuestro país, y en particular los de Salud. Los peruanos tienen que sentirse bien atendidos, que el sistema les resuelve el problema de salud por el que acudieron y que se llevan sus medicamentos gratis.

En su discurso de presentación de las políticas de gobierno realizado el 30 de octubre, el presidente del consejo de ministros, Vicente Zeballos, anunció varias medidas en ese sentido: un decreto de urgencia (DU) para que la población pueda tener acceso a medicamentos genéricos baratos, otro decreto de urgencia estableciendo el Aseguramiento Universal en Salud (AUS), por medio del cual los 4 millones de peruanos que aún no cuentan con seguro de salud alguno puedan acceder al Seguro Integral de Salud (SIS). Y la implementación de un Modelo de Cuidado Integral de Salud para las personas, familias y la comunidad a nivel nacional, entre otras medidas.

Cabe preguntarse, entonces, si esas normas implican que el gobierno ha puesto en marcha una reforma seria de la salud y si están bien orientadas.

En esta nota nos concentraremos en el primero de los DU, el de medicamentos genéricos. Este fue presentado como una medida para que la población de escasos recursos tenga acceso a medicamentos genéricos de bajo costo, obligando a las farmacias a mantener un stock determinado de 40 genéricos puros. Esta puede ser una norma positiva en la medida en que las cadenas de farmacias estén ofreciendo en mayor medida medicamentos genéricos de marca, más caros, que los genéricos puros, aunque es probable que afecte a las pequeñas boticas que no podrían cumplir con el stock obligatorio, que aún está por fijarse. Pero la mayor parte del problema, como veremos, está en la corrupción y desabastecimiento de medicamentos en los establecimientos del Estado, que atienden al 80% de los peruanos.

¿Hay intervencionismo?

Comencemos por la obligación que tendrán las farmacias de mantener un stock de medicamentos genéricos puros. Jaime Dupuy, de Comex, opina que establecer listas de disponibilidad en las farmacias y boticas privadas podría considerarse inconstitucional, por afectación del libre mercado y la libertad de empresa.

Pero hay quienes opinan que tal intervención se justifica ante el carácter casi monopólico de ese mercado. Incluso hay quienes consideran que habría que ir más allá y fijar un “mark up”, es decir, un porcentaje máximo de margen sobre el costo de adquisición del medicamento, pues –se argumenta- tener genéricos disponibles no necesariamente impedirá que las cadenas vendan productos con un alto margen para ellas. Es así –se afirma- como se regula en los países de la OECD, en Europa. Se le pediría una declaración jurada a las cadenas y a los proveedores, y eventualmente se auditaría esas declaraciones.

Sin embargo, también es cierto que empezar a regular precios, aunque sea de esa manera, podría ser peligroso pues no sabemos dónde podemos acabar en un área políticamente sensible. Las empresas podrían terminar siendo afectadas en su rentabilidad y sobrevivencia.

Calidad de los genéricos: intercambiabilidad

Un problema serio es la calidad de los genéricos, pues mientras el público no confíe en la idoneidad de los genéricos puros, seguirá comprando genéricos de marca, pese a que cuestan más caro. Según Vincent Poirer-Garneau de Apoyo, el 50% de las personas prefiere genéricos de marca, por seguridad. Y los que compran genéricos puros se arriesgan a agravar su enfermedad con consecuencias que pueden ser eventualmente fatales.

Lo que debe hacerse, entonces, señala Poirer-Garneau, es aplicar la ley de intercambiabilidad que se dictó el 2009, de modo de asegurar, con estudios, que los genéricos son igualmente eficaces que los productos originales. Con eso, las marcas ya no tendrían sentido y los consumidores podrían pedir el principio activo más barato con la seguridad de que es igual al producto original.

Vincent Poirer-Garneau pone los ejemplos de Chile y México donde la aplicación de políticas de intercambiabilidad ha llevado a que el consumo de genéricos en el mercado pase de 59% a 71% en el primer caso y de 50% a 88% en el segundo caso. En el Perú ese porcentaje era del orden del 38% el 2017 y podría subir hasta el 76% si, luego de aplicar políticas de intercambiabilidad, se diera el incremento mexicano.  

Según Vincent Poirer-Garneau, el primer año el costo de las pruebas para verificar la intercambiabilidad de los genéricos no superaría el 1% de los ingresos de los principales laboratorios en el Perú (48 millones de soles). Esto basado en la experiencia chilena, en donde se exigía analizar una primera lista de 79 ingredientes farmacéutico activos (IFA), cada uno con seis moléculas (un total de 474 moléculas). De estos, 20% eran in vivo, a un costo promedio de S/385 mil por prueba, mientras que el resto eran in vitro, a un costo promedio de S/30 mil por prueba. Pero es el Estado quien tendría que exigirlo, quien a su vez tendría que gastar 24 millones de soles para supervisar el cumplimiento de la norma. Pero, según Poirer-Garneau, luego de ello, los pacientes se ahorrarían 2 mil millones de soles al comprar genéricos puros intercambiables en lugar de genéricos de marca.

Además, se puede hacer valer los estudios de intercambiabilidad de los países de alta vigilancia sanitaria, lo que está previsto en la ley, pero la Digemid, al decir de la industria, no les da trámite a los pedidos presentados. Según Angela Flores de Alafarpe, los laboratorios han elevado, desde marzo del 2019, 50 expedientes de este tipo para su aprobación a la Digemid, y no ha salido ninguno.

Establecimientos del Estado desabastecidos

Pero, como decíamos más arriba, el problema principal está en los establecimientos del Estado, donde acuden cerca del 80% de los peruanos sin que, en muchos casos, encuentren los medicamentos que les recetan. Ellos deberían tener acceso no a genéricos baratos, sino gratuitos, pero la realidad es que un 40% de las personas atendidas por el SIS no pueden llevarse sus medicamentos gratis. En muchos casos hay corrupción: recetas falsas para obtener medicamentos que luego son desviados a las farmacias cercanas a los establecimientos, por ejemplo. También hay problemas de gestión: según José Ignacio Beteta, de Contribuyentes por respeto, este año se destinó 807 millones de soles para compra de medicamentos pero al mes de noviembre el gobierno nacional, que dispone del 60% de ese monto, solo había ejecutado el 50% del presupuesto.

Es más, si los 4 millones de peruanos que aún no están cubiertos por seguro alguno y que serían incorporados al SIS, encontraran también medicamentos gratuitos en los establecimientos de Salud del Estado, ya nadie en el Perú tendría que ir a las farmacias a comprar lo que no encuentra en la botica pública.

Operador logístico central potenciado

Hay que decir, sin embargo, que el DU pretende atacar este problema definiendo unos llamados “recursos estratégicos de salud” que serán adquiridos y distribuidos por medio de un operador logístico central, el actual CENARES, que sería modernizado y potenciado para tal efecto. Según Gustavo Rosell, viceministro de Salud, este operador logístico central atendería primero a los establecimientos del Ministerio de Lima, luego a los de los gobiernos regionales y finalmente a Essalud y las sanidades de las fuerzas armadas y policiales. A todo el sector público.

La idea es centralizar las compras y los pagos. En la actualidad, hay 176 unidades ejecutoras (hospitales, regiones) compradoras de medicamentos. La idea es que, a la larga, solo haya una. El Dr. Victor Bocangel, Coordinador del Programa Creación de Redes Integradas de Salud, me informa que el CENARES ejecuta el 65% del presupuesto destinado a productos farmacéuticos adquiriendo el 40% de los ítems que comprende el petitorio nacional de medicamentos, que alcanza a 748 productos. El CENARES los compra, pero los pagan las regiones o los establecimientos, y eso es un problema porque el proveedor gana una licitación a nivel central pero luego el establecimiento no ejecuta la orden de compra y no paga. El establecimiento aprovecha el dinero sobrante para hacer compras al menudeo que suelen ser corruptas. Con este nuevo sistema el CENARES compraría y pagaría. El dinero no se descentralizaría. Además, al haber comprador único para los medicamentos y equipos para todo el Estado, se conseguiría mejores precios y habría más transparencia.

La idea es que CENARES haga todas las compras y pague a los proveedores cuando estos entreguen en el punto de destino.

¿Cómo asegurar que CENARES se convierta en una unidad eficiente, tecnificada y transparente? Según la ex Ministra Tomas, ese es uno de los 5 componentes del proyecto de Modelo de Cuidado Integral que se implementará al principio en seis redes integradas con un préstamo del Banco Mundial y del BID por un total de $300 millones de dólares, de los cuales $30 millones se destinarán al almacén central y otros elementos de este operador logístico.

En efecto, el quinto componente de ese proyecto se define así: “inversión para mejorar la dotación, programación, almacenamiento, distribución y entrega de medicamentos e insumos a los usuarios, mejorando la capacidad resolutiva de los establecimientos de salud que resuelva el problema de disponibilidad y acceso a los medicamentos”.

¿Mejor tercerizarlo?

Jaime Dupuy de COMEX, sin embargo, opina que “si la idea es que el propio CENARES (MINSA) sea quien compre y a su vez sea el operador logístico, creo que no se solucionará mucho el problema. Tercerizar la figura del operador logístico y el uso de TIC para el planeamiento y distribución, como el caso de SALOG con ESSALUD, parece más efectivo”.

Essalud, efectivamente, tiene ese servicio logístico tercerizado para Lima en la empresa SALOG. La experta Janice Seinfeld dice en entrevista en La República (17/11/19): “Cuando los afiliados al SIS van a buscar algo uno de cada dos pacientes recibe todo lo recetado. Es bajo. En el caso de Essalud la disponibilidad es bastante más alta: 9 de cada 10 reciben lo recetado. Essalud tiene un operador logístico privado y cuando no hay un medicamento se puede ver en qué parte de la cadena se quedó. Ese sistema de información se necesita en el Minsa y en los gobiernos regionales. La ventaja de un privado es que se le puede exigir un estándar de calidad mucho más alto”.

Moisés Rosas, ex jefe del SIS, piensa que existe el riesgo de que la adquisición y distribución centralizadas no funcione bien, y que es clave la demanda de los establecimientos. En realidad –explica- un establecimiento o dirección regional de Salud puede ser eficiente en la adquisición y distribución de medicamentos si es que se aplica los incentivos de gestión adecuados. Si el SIS les retiene el 30% del presupuesto cuando se vea que los pacientes no se están llevando los medicamentos gratis, entonces esas unidades ejecutoras tienen que negociar y aplicar mejoras y recién se les entrega el presupuesto cuando demuestran que están entregando los medicamentos a los pacientes. Se trata del manejo de un pago condicionado muy poderoso.

Ángela Flores también pone énfasis en la necesidad de que se aplique el modelo de pago por resultados. Se trata de garantizar que efectivamente lo que compre el operador logístico llegue oportunamente al establecimiento y sea de calidad, seguro y eficaz para los pacientes. La trazabilidad es fundamental en esto.

Jaime Dupuy de COMEX advierte, por su lado, una preocupación distinta: que el DU insiste en la posibilidad de hacer compras directas en el extranjero, lo que debería permitirse solo en casos de emergencia, pues “si tienes un buen sistema de compras público no necesitarías hacerlo”. Además, señala, se dispone la posibilidad de que el mismo MINSA comercialice al público medicamentos genéricos, lo que sería inconstitucional, por el rol subsidiario del Estado.

Resumen

En resumen, si queremos que la gente compre genéricos baratos en las farmacias, estos tienen que ser intercambiables, y para eso se requiere realizar las pruebas correspondientes. Los ahorros en el gasto de bolsillo serían muy grandes. Pero el problema principal está en el desabastecimiento de los establecimientos del Estado, donde los medicamentos deben ser no baratos, sino gratuitos, para el 80% de los peruanos que se atiende allí.  Para resolver eso el gobierno está planteando reforzar y modernizar un operador logístico central, pero sería mejor que esa función fuese tercerizada en un operador privado. Lampadia




Contra la corrupción de los medicamentos en la Salud

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Como sabemos, hace unas semanas el presidente Martín Vizcarra inició una campaña en defensa de la salud orientada a que las farmacias vendan una mayor proporción de medicamentos genéricos “para que la población de escasos recursos pueda acceder a los medicamentos”, y envió un proyecto de ley al respecto al Congreso. En su mensaje de 28 de julio insistió: “¡no es posible que los peruanos continuemos pagando los precios más elevados por las medicinas en comparación con otros países! …, los medicamentos forman parte del derecho humano a la salud y no una mercancía”. Ver en Lampadia: Mentira presidencial.

Sin duda, el acceso a medicamentos baratos y de buena calidad es clave para el bienestar de la gente. Y es probable que las cadenas de farmacias puedan vender una proporción algo mayor de genéricos puros en comparación a los de marca, pero, como veremos, el problema central está en los establecimientos públicos que, debido a ineficiencias y corrupción, no tienen los medicamentos en suficiente cantidad.

Digemid se demora demasiado

Como demuestra un estudio de Ipsos realizado en 7 países de América Latina, los medicamentos genéricos en el Perú son, en realidad, los más baratos de la región, pero en parte debido a que no hay estudios de bio equivalencia, es decir, a que no está garantizado que sus efectos sean similares a los originales. Allí está el problema: no en el precio, que es bajo, sino en la calidad. La Digemid recién está haciendo estudios de bioequivalencia para 7 moléculas, cuando en realidad son 1,500.

  • Se importa genéricos de países sin alta vigilancia sanitaria, sin calidad comprobada –por eso son baratos-, pero cuando se quiere importar de países de alta vigilancia sanitaria o con certificaciones comprobadas, donde el registro debería ser automático, la DIGEMID se demora meses o años en revisar los expedientes de bioequivalencia para otorgar el registro sanitario.  

Los bajos precios relativos de los medicamentos y genéricos en el Perú han sido comprobados además por un estudio hecho en Chile: “Análisis Comparativo de Precios de Medicamentos en América Latina” realizado por Roberto Álvarez y Aldo González del Departamento de Economía de la Universidad de Chile, que concluye lo siguiente:

“A nivel agregado y en salida de farmacia, el ranking de país más barato a más caro es el siguiente: 1° Perú, 2° México, 3° Argentina, 4° Chile, 5° Colombia y 6° Brasil. En innovadores, Argentina y luego Perú serían los países con menores precios a público final. En productos similares o genéricos de marca los precios más bajos a público se encuentran en México y Argentina, mientras que para genéricos puros, Perú y luego Chile serían los más baratos”. 

Problema está en los establecimientos públicos

Pero el problema central está, como decíamos, en los establecimientos públicos. La población de “escasos recursos”, como dice el presidente, debe tener acceso a medicamentos no baratos sino gratuitos, y en los establecimientos de Salud del Estado. Y eso no ocurre no por falta de recursos sino por diversas corruptelas que el presidente debería conocer para combatirlas, dándole así un contenido concreto y eficaz a su lucha contra la corrupción.

Según la Encuesta Nacional de Satisfacción de Usuarios en Salud 2014, el 52% de los pacientes del SIS no encontraron los medicamentos recetados, sea porque no había en farmacia pese a que el SIS sí los cubre (35,1%), sea porque el SIS no los cubre (16,8%). Según la encuesta de Susalud del 2016, solo un 60% de los pacientes recibió sus medicamentos completos en los establecimientos del MINSA.

Si consideramos que los afiliados al SIS representan alrededor del 54% de la población peruana, y quienes están en Essalud otro 36%, resulta que cerca del 90% de la población se atiende en principio en establecimientos públicos. Es allí entonces donde debe centrarse la preocupación gubernamental.

Por ejemplo, una empresa proveedora puede ganar una licitación del Ministerio por 100, pero los establecimientos o direcciones regionales emiten órdenes de compra solo por 60 o 70. El resto lo destinan a compras directas al menudeo a mayor precio y con beneficios por lo bajo. Allí hay corrupción, y el presidente podría lanzar una campaña contra ella.

Sin embargo, Fiorella Molinelli nos informa que Essalud está diseñando un sistema informático que, a partir de las historias clínicas electrónicas, podrá atar el inventario de medicamentos e insumos a las recetas entregadas a cada paciente. Así podrá controlar los desvíos y ajustar mejor la demanda. Si funciona, el MINSA debería importar esa tecnología.

Pero en Essalud los tiempos de espera para cirugías siguen siendo mortales.  Aquel software quizá ayude a mejorar eso, pero en general, todo el sistema de salud pública está mal y en el gobierno no hay voluntad para una reforma a fondo.

El SIS no debería pagar a los hospitales por número de atenciones, incentivando la multiplicación (corrupción) del uso de insumos, medicamentos, análisis y consultas. Debería pagar por resultados: número de pacientes que resuelven sus problemas y se llevan todos sus medicamentos gratis, como hizo el Dr. Moisés Rosas en Lima Este el 2006 e intentó replicar a nivel nacional el 2017, hasta que lamentablemente fue retirado. En Lima Este con menos dinero aumentó la provisión de medicamentos y la satisfacción de los usuarios y minimizó corruptelas como el desvío de medicinas y el escape de los médicos.

Los hospitales en APP (Kaeli y Barton) reciben un pago por persona de la red que atienden, y se esmeran en prevenir para no tener que curar enfermedades avanzadas, porque así mejoran sus ingresos.

En suma, si queremos asegurar medicamentos gratuitos y de calidad a los sectores de bajos ingresos, se requiere una reforma del SIS como la que planteó el Dr. Rosas, y aplicar la tecnología informática de Essalud si llega a funcionar. Y para que haya más acceso a genéricos puros de calidad en las farmacias, se requiere afrontar la reforma total de la DIGEMID convirtiéndola en un organismo autónomo y simplificando radicalmente sus procedimientos y normas internas, para que deje de ser un cuello de botella.

A ver si el presidente enfrenta estos temas. Lampadia




El Presidente debería luchar contra las corruptelas de medicamentos en Salud

Jaime de Althaus
Para Lampadia

El presidente Martín Vizcarra, preocupado por el precio de los medicamentos y el acceso a ellos, envió al Congreso un proyecto de ley para, entre otras cosas, obligar a las boticas y farmacias a contar con un stock mínimo de medicamentos genéricos, y autorizar al Ministerio compras directas de medicamentos en el exterior. Ha explicado que “a través de la ley que hemos presentado estamos garantizando un stock mínimo de medicamentos genéricos para que la población de escasos recursos pueda acceder a los medicamentos”.

Tiene razón el presidente en preocuparse por el acceso de la población a medicamentos genéricos de bajo precio. Pero debe decirse que el remedio que propone no resolverá el problema, porque el bajo precio de los genéricos no depende necesariamente del stock que se tenga sino de otros factores y, de otro lado, obligar a las boticas de esquina que no forman parte de cadenas a tener un stock determinado, puede llevarlas a la quiebra, con lo que el acceso disminuiría aún más. Ver en Lampadia: El precio de las medicinasMentira presidencial.

En realidad, el problema central para la población de escasos recursos –a la que se refiere el presidente-, está en los establecimientos públicos – (ver en Lampadia: Pobre ejecución del presupuesto de medicamentos), aquellos a los que acude o debería acudir dicha población-, que con frecuencia carecen de los medicamentos, por diversas razones que vamos a analizar solo en parte. Sin embargo, creyendo que el problema está en las farmacias o en un alto costo de la oferta local, ya desde el DL 144 se autoriza a hacer compras directas en el exterior. De hecho, Essalud ha decidido empezar a adquirir directamente en el exterior algunos productos que tienen registro y oferta en el país, sin que se permita la participación de las empresas radicadas en el Perú.

Compras directas en el exterior son más caras y menos eficientes

El argumento es que así resultará más barato. Pero, según representantes de la industria, esto no es así, sino lo contrario. “Se cree que son más baratas porque no consideran los costos ocultos de registrar, desaduanar, hacer control de calidad, pago de IGV y aranceles, almacenar por varios meses el stock, controlarlo y distribuir los productos a cada dependencia del país”, explica Juan Arriola, vice presidente de ADEX.

Además, el Estado hace mal esas tareas y al final los productos no llegan a destino en la cantidad y oportunidad previstas. “El Estado no tiene a tiene capacidad de almacenamiento para esta modalidad de compra ya que al hacerse en solo dos entregas los volúmenes son grandes y ello podría terminar en perdida de mercadería y reventa en el mercado negro”, agrega. Cuando se compra en el país, las empresas ganadoras se hacen cargo de toda la labor logística del desaduanamiento, almacenaje, distribución y entrega a todos los establecimientos a nivel nacional. En cambio, cuando el Estado compra afuera, es el Estado quien debe hacerse cargo de esas tareas, y no está preparado para eso, no tiene el expertise, no lo hace bien y los productos no llegan o se vencen.

Peor aún. Omar Neyra, presidente del Comité de salud de la Cámara de Comercio de Lima (COMSALUD), recuerda la Resolución 037-2019- CENARES- MINSA del 22 de marzo de 2019, que dio de baja más de 30 millones de micronutrientes para tratar el grave problema de la anemia, valorizados en más de 2 millones 200 mil soles. Tuvo que hacerlo ¡por estar vencidos! Esos productos fueron adquiridos por CENARES en forma de compra internacional directa a UNICEF entre marzo de 2016 y mayo 2017. Ni siquiera había posibilidad de devolverlos al proveedor, lo que si habría ocurrido si la compra hubiese sido nacional. 

Incluso cuando la compra es nacional y las empresas locales se encargan de la distribución y la entrega y cumplen con hacerlo puntualmente, al Estado se le pierden o vencen los productos. Frecuentemente vemos en los medios noticias de medicamentos vencidos o desaparecidos en almacenes del Minsa o de las direcciones regionales de Salud en las distintas regiones del país. ¿Cómo sería si el Estado se encargara del almacenaje inicial y de toda la distribución y entrega?

De otro lado, tampoco es cierto que, al tratarse de una compra en el exterior masiva, el Estado gana por volumen, porque cuando se compra en el país se adquiere la misma cantidad, con la única diferencia que la compra en el exterior se realiza en dos entregas, y en cambio las compras en el país se entregan en un cronograma de doce meses.

COMSALUD tiene registradas varias compras directas al exterior con costos no solo superiores sino bastante superiores a las compras locales. En el siguiente cuadro podemos ver como una compra de pruebas rápidas HBSAG WB de hepatitis hecha a UNICEFF en 2018 resultó casi tres veces más cara por unidad que la compra en el país, pese a que la compra local incluía IGV y otros pagos que la importación directa no consideraba. El mayor desembolso para el Estado fue de US$ 529,894.99, sin contar la menor recaudación por impuesto a la renta de las empresas y el menor beneficio para los trabajadores de la empresa nacional por el pago de salarios y utilidades.

Fuente: COMSALUD

Pese a todo ello, existe el prejuicio de que la oferta local es muy cara. En el siguiente cuadro podemos ver que de los 20 principales productos comprados por el MINSA el 2019, el Estado peruano pagó más barato en 12 de ellos que el precio al que compró el Estado en Ecuador, Chile, Colombia y México.

Elaboración: Adex

Eso significa que la oferta local, sea de productos fabricados acá o importados por empresas locales, es competitiva. En realidad, como mostró Neyra, la oferta local abastece incluso a menor precio, pese a que incluye en ese precio el servicio logístico completo. El problema no está –arguye Arriola-, en la oferta del sector local. Está en el manejo de los establecimientos y direcciones regionales de Salud. Resulta que una empresa gana un proceso para abastecer 100 unidades, pero al final solo recibe órdenes de compra de los establecimientos por 77, como podemos ver en el siguiente cuadro:

Fuente: Adex

Esto se puede notar con más detalle en los productos contratados por el Estado con una empresa determinada, donde se puede ver que hay hospitales y direcciones regionales que solo emiten órdenes de compra por porcentajes pequeños de la dotación que tienen. El porcentaje no girado supera el 80% en varios casos, como se puede ver en el siguiente cuadro:

Fuente: ADEX

¿Cuál es la explicación? Muy sencilla: los establecimientos y las direcciones regionales no emiten órdenes de compra por todo lo que tienen disponible porque de esa manera pueden adquirir por su cuenta con su propio presupuesto ciertas cantidades por fuera, al menudeo, pagando por supuesto más pero con beneficio propio. En suma, corrupción. Esta sí podría ser una campaña políticamente muy rentable que el presidente Vizcarra podría emprender en su lucha contra la corrupción. Aquí están los datos. El siguiente cuadro presenta el caso de otra empresa proveedora con la que se repite el mismo patrón.

Arriola concluye que la solución al abastecimiento de medicamentos en el Estado es que las órdenes de compra se entreguen a los proveedores para todo el año, de acuerdo al cronograma y cantidades establecidas en las bases de la licitación.

Conclusión

En otras palabras, en lugar de poner la puntería en el stock de genéricos, que solo las cadenas de farmacias podrán cumplir y probablemente cumplen, pero que sacarían del mercado a las boticas independientes, y en lugar de proceder a compras directas en el exterior que por lo general son más caras y menos eficientes, afectando, por lo demás, el principio de trato igualitario en el mercado constitucionalmente consagrado, el presidente debería poner la mira en las prácticas indebidas de los establecimientos y direcciones regionales de Salud que no hacen uso de las dotaciones de medicamentos que tienen solo para poder comprar por su cuenta con sus presupuestos cantidades menores a mayor precio y acaso con beneficio propio del personal encargado. Grave corruptela porque juega con la salud de la población, algo que el presidente debería combatir con energía y determinación dándole a su lucha contra la corrupción nuevos bríos y nuevas causas de justicia.

Pues es evidente que, con un Estado adecuadamente abastecido, con órdenes de compra para todo el año, la población de escasos recursos no tendría por qué ir a farmacias privadas. Lampadia




Pobre ejecución del presupuesto de medicamentos

La ejecución presupuestal para medicamentos es uno de los indicadores clave en la medición de la eficiencia del sector salud, frente al objetivo de asegurarse el abastecimiento de fármacos y garantizar el acceso de estos a los asegurados.

Lamentablemente, la ejecución presupuestal de medicamentos está muy por debajo de los estándares necesarios para dar una cobertura adecuada.

Líneas abajo se muestran los niveles de ejecución presupuestal para medicamentos en el Perú durante los primeros meses del 2019, se busca ponerlos en contexto al hacer un recuento de la situación del abastecimiento de medicamentos en el país y brindar recomendaciones para mejorar la eficiencia en el gasto público en la adquisición de fármacos.

I. Cifras de la ejecución presupuestal

De acuerdo con la información brindada por el Ministerio de Salud, la ejecución presupuestal hasta mayo del 2019 presenta el siguiente desempeño:

  • En el acumulado al mes de mayo del 2019 hay un porcentaje promedio de ejecución nacional de 19%, superando al promedio del año anterior en el mismo periodo, cuando alcanzo el 15%.
  • La ejecución presupuestal del 19% hasta mayo del 2019 representa un déficit de 33 puntos porcentuales, debido a que la ejecución debería ser de 42%.
  • Las regiones de Amazonas y San Martín son las que presentan los menores niveles de ejecución con solo 12 % y 11% respectivamente.

Cuadro de gasto presupuestas por región

Cuadro de ejecución presupuestal según avance

II. Situación en el abastecimiento de medicamentos – Estudio de Videnza Consultores

  • Existen problemas en el acceso de medicamentos. Una evaluación de la Digemid (2017) halló que el 70% de los establecimientos de salud evaluados tenía un nivel bajo o regular de disponibilidad. La situación fue particularmente grave en los centros de salud, más del 40% de los cuales presentó un bajo nivel de disponibilidad. También existen problemas de asequibilidad: un alto porcentaje de medicamentos se financia a través del gasto de bolsillo (Ensusalud, 2015).
  • Existen problemas en la gestión para obtener la asignación presupuestal y definir el Presupuesto Institucional de Apertura (PIA) y el Presupuesto Institucional Modificado (PIM). Existe un doble proceso de programación en el caso de las Intervenciones Estratégicas en Salud Pública (IESP) por el desfase en la estimación del Centro Nacional de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares) y los programas presupuestales (PP). No se cuenta con recursos presupuestales definidos al inicio del año, en parte por la tardía incorporación de los recursos de donaciones y transferencias, y por problemas en el cálculo de los recursos directamente recaudados. 
  • Hay demoras en la elaboración y aprobación del Plan Anual de Adquisiciones y Contrataciones (PAC). Además, se realizan constantes modificaciones durante el año.
  • El Sismed establece tres tipos de adquisición: nacional, regional e institucional. La nacional puede darse a través del abastecimiento centralizado —financiado con recursos del Cenares y relacionada a las IESP— y de la CCFSS que convoca Cenares, pero que cada UE financia con sus propios recursos. Una restricción común a los procesos de compra es la poca oportunidad en su ejecución, provisión y coordinación. Se generan demoras, ineficiencias y pérdida de economía de escala.
  • En la CCFSS, la subasta inversa viene profundizando una disminución de la competencia. Asimismo, la poca coordinación entre las UE y el Cenares genera discrecionalidad en los tiempos de firma de contrato con los proveedores. El Cenares demora en comunicar los casos desiertos a las UE, lo cual retrasa las convocatorias de procesos regionales o institucionales.

Lampadia




Mentira presidencial

“Estamos, en este momento, revisando el tema de los precios de las medicinas”.

“No puede ser que, en el Perú, el precio de las medicinas esté más caro que en Europa y Estados Unidos, por nuestras propias normas”.

“Tenemos que estar sujetos a un producto de marca, que la química le pone el precio que quiere”.

“Pronto anunciaremos que será obligatorio que las farmacias puedan vender medicinas genéricas”.

Presidente de la República, Martín Vizcarra, en entrevista con radio Exitosa el lunes pasado. (Fuente: América). 

Es lamentable que los juegos políticos del presidente de la República estén ahora, con mayor frecuencia, escalando a confrontaciones con el sector empresarial. En esta ocasión, con respecto a los precios de las medicinas, el presidente ha hecho afirmaciones absolutamente alejadas de la realidad.

Resulta que los medicamentos de una muestra representativa, desarrollada por Ipsos, para medicamentos de uso crónico y habitual, agudos y genéricos, son 30% más baratos en el Perú que en la región. Veamos:

En el caso de los medicamentos crónicos la diferencia es de 23%:

En el caso de los medicamentos agudos, la diferencia es de 21%:

Y en el caso de los medicamentos genéricos, la diferencia llega a 79%:

Esto último llama mucho la atención, es una diferencia muy grande que no hace sentido. Una posible interpretación sería que se están comparando medicinas de distinta calidad. Hay que tomar nota que en el caso de los genéricos lo importante es que estos sean bio-equivalentes, o sea, que más allá del precio, el efecto de las medicinas sea el mismo que el de los medicamentos originales en su aplicación.

Viendo medicamentos específicos, de la muestra de 23 crónicos y de consumo habitual, 19 son más económicos que en la región. Veamos:

Ver el resto del informe de Ipsos, de principios de año, en el siguiente enlace: Análisis comparativo de precios en el Perú y Latinoamérica.

Las aguas ya están suficientemente agitadas, como para que el presidente de la República genere distorsiones y siga enfrentando al sector privado.

La economía está muy afectada, y más allá de las explicaciones del ministro de Economía, la verdad es que esto se debe fundamentalmente a la falta de inversión, privada y pública; la mejora pasa por generar confianza y no desasosiego.

Presidente, la agenda política no aguanta más confrontación. Lampadia




La revolución que el SIS necesita

La revolución que el SIS necesita

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Acabada la guerra con el Congreso por conseguir la aprobación de las reformas institucionales, que le permitió elevar su popularidad, el presidente Vizcarra deberá conducir ahora otras cruzadas, pero esta vez para resolver los problemas de la población, si quiere mantener indefinidamente los altos niveles de aprobación que ha conseguido. Y uno de esos problemas es la atención de la salud. En el siguiente gráfico, por ejemplo, vemos que el porcentaje de la población que considera que el gobierno viene manejando bien o muy bien los servicios de salud en postas y hospitales, ha bajado de 12% en junio del 2017 a 9% en setiembre del 2018. Es decir, la gente percibe que los servicios de salud, lejos de mejorar, se vienen deteriorando.

Los extraordinarios resultados de Lima Este

Lo increíble es que el gobierno tuvo a la mano y empezó a aplicar el instrumento para mejorar radicalmente los servicios de salud, pero incomprensiblemente se deshizo de él. Y el piloto de ese instrumento ya se había probado el 2006. Es lo que descubrimos asistiendo al Congreso Peruano de Administración de Salud, llevado a cabo en el colegio médico, donde el 20 de julio el Dr. Moisés Rosas Febres hizo una presentación titulada: “Reforma de Financiamiento vs Reforma de Pago”. Allí el doctor Rosas explicó el piloto que el SIS ejecutó el año 2006 en la Dirección de Salud (DISA) Lima Este, con resultados extraordinarios. Esta región estaba conformada por un hospital nacional (Hipólito Unanue), 4 hospitales de menor jerarquía y 99 centros y puestos de salud. Y atendía a alrededor a de 400 mil beneficiarios directos (afiliados al SIS), y 1.6 millones de personas viviendo en Lima Este como beneficiarios indirectos.

Como sabemos, los problemas de nuestro sistema de salud se expresan en que:

  • No hay los medicamentos que debería haber
  • Muchos pacientes del SIS deben pagar por medicinas y exámenes
  • No hay cupos para atención en los hospitales porque el primer nivel de atención no funciona

Pues bien, la intervención que se hizo en la región Lima Este mejoró todos estos problemas el año 2006. Como se pudo apreciar en los gráficos mostrados, el porcentaje de pacientes a los que se les cobró por la atención, medicamentos, exámenes de laboratorio y/o imágenes, o no se les entregó todos esos servicios de manera completa, disminuyó dramáticamente en sólo 60 días. También disminuyó abruptamente el no cumplimiento de guías o protocolos de atención, así como el número de historias clínicas que no tuvieran todos los actos médicos registrados de acuerdo a las normas del MINSA.

La realidad hasta ese momento en la DISA Lima Este era que casi el 40% de los pacientes que se atendían por el SIS tenían que pagar por los exámenes, imágenes y medicamentos recetados, o estos sencillamente no existían en los establecimientos, y por lo tanto tenían que comprarse fuera. Gracias a la reforma implementada ese déficit se redujo casi a cero. La atención plena y gratuita mejoró sustancialmente. Esto está documentado en el sistema de auditoría de SIS de entonces.

Este resultado, realmente espectacular, quedó confirmado por la encuesta ENAHO del INEI: comparando con el año previo, el porcentaje de atendidos por el SIS que declararon que les dieron sus medicamentos completamente gratis durante la experiencia subió 44% (de 29% a 73%) en Lima Este, mientras que en el resto de Lima y Callao solo subió 4% (de 54% a 58%).

No solo eso. También mejoró el problema estructural de falta de cupos para atención en los hospitales. El primer nivel de atención empezó a funcionar. De hecho, la ENAHO confirmó que el porcentaje de pacientes que declaró que los servicios de salud en Lima Este le habían resuelto el problema por el que acudió a dichos servicios aumentó 23% (de 53% a 76%), mientras que en el resto de Lima y Callao disminuyó 10% (de 78% a 68%).

Y además, resulta que esa mejora absoluta en la calidad del servicio de salud se hizo con menos recursos presupuestarios que los que se hubiesen usado si se seguía con la metodología tradicional, liberando 30% del presupuesto anual del SIS destinado a la DISA Lima Este para que pueda ser reinvertido en la propia DISA. De modo que, con este nuevo modelo de gestión del SIS, se lograba mucho mejores resultados a menor costo. Más no se puede pedir.

Lamentablemente esta experiencia no se pudo continuar en los años siguientes porque la denuncia de corrupción en la adquisición de raciones por el SIS luego del terremoto de Pisco, generó un quiebre en la gestión, de modo que se regresó a las prácticas anteriores.

El secreto: cambio en la forma de pago y administración de riesgos

¿Cuál fue el secreto de este nuevo modelo de gestión del SIS? Hubo varios cambios, pero acaso el principal fue el que se produjo en la manera en que el SIS pagaba a los establecimientos de la DISA Lima Este, que modificó radicalmente el sistema de incentivos.

El SIS pagaba –y sigue pagando- por atenciones médicas, no por resultados. Lo que eso fomenta, por supuesto, es que se multiplique el número de atenciones, encareciendo el presupuesto y muchas veces sin que se le resuelva al paciente su problema de salud, y que además estas atenciones se concentren en los hospitales. 

Lo que hace el SIS es devolver la plata por todo lo que se gasta en medicamentos, insumos, análisis, imágenes, etc. Esto, naturalmente, fomenta el gasto. Y, además, de una manera perversa, porque no es solo que pague, digamos, por una operación quirúrgica, sino por todo lo que los médicos digan que gastaron en esa operación. Por supuesto, aumentará la cantidad de insumos usados a placer, y por eso es que el presupuesto del SIS nunca alcanza hasta final de año. Como me decía un experto: “Si uno compra una mesa, no hay forma que te engañen, pero si uno le dice al carpintero que le pagará lo que gaste, él dirá que le puso mil clavos a la mesa y habrá que pagarlos”. Entonces, cuanto más desagregado es el gasto que hay que devolver y más fragmentada la atención, más dispendio y fraude habrá y más difícil controlar insumos y calidad.

La experiencia del 2006 cambió radicalmente el modo de pago. Ya no se pagaba por atenciones ni por insumos, etc., sino por resultados. La consecuencia inmediata de no pagar por atenciones, es que desaparece el incentivo a inflar el número de atenciones, análisis, exámenes e insumos de todo tipo. El nuevo modelo de pago contemplaba el pago de una cantidad determinada para reposición de insumos (cuyo costo bajaba) y un pago adicional por gestión si es que se cumplía con los siguientes objetivos:

  • Que no se le cobrara al paciente
  • Que se entregaran todos los medicamentos e insumos
  • Que se resuelva la enfermedad por la que consultó
  • Que no se tercericen los servicios si se puede evitar hacerlo
  • Dar mantenimiento a los equipos
  • Trabajo coordinado y complementario entre los niveles de atención

La idea era que si el porcentaje de pacientes al que no se le cobra nada, al que se le entrega todos los medicamentos, al que se le resuelve la enfermedad por la que acudió, etc., desciende por debajo de un cierto nivel, previamente acordado, pues se le entrega una cantidad a la red o a la región por el cumplimiento de esa meta. Lo que se produce entonces es un alineamiento de los actores en la dirección de adquirir más medicamentos a mejor precio y no venderlos por lo bajo, así como resolver el problema del paciente en lugar de ordenarle múltiples atenciones. También a no tercerizar sino solo lo indispensable y a dar mantenimiento a los equipos.

Con el nuevo modelo de pago, al hospital ya no le conviene concentrar todas las atenciones –porque no percibirá más por eso- sino desconcentrarlas a los centros y postas, fortaleciéndolos, porque al final, al gastar menos como hospital, le quedará más dinero para adquisiciones de equipos, por ejemplo. Se produce así una redistribución de la carga hacia los niveles básicos de atención, de modo que desaparece la congestión para los turnos en las operaciones quirúrgicas y en la atención ambulatoria en el hospital, ya que mejora la prevención.

Verificación

¿Cómo se verifica el cumplimiento de esos indicadores? Pues con auditorías muestrales directas a la historia clínica, a diferencia de las auditorías actuales que no son muestrales y que demandan mucho gasto de las entidades prestadoras para subsanar miles de observaciones relativas a supuestas fallas en los llamados “formatos de atención”, donde se suele copiar defectuosamente lo que el médico ha prescrito y lo que ha recibido el paciente.

Normas anti corruptelas

Además, se implementan normas y mecanismos para reducir el costo de reposición de medicamentos, insumos y equipos. Para comenzar, se diseñaron mecanismos para atar el inventario de medicamentos e insumos al número de ítems reportados en los formatos de atención de cada paciente. Es decir, se establece un control informático del uso del inventario en función de las recetas de los médicos.

Porque lo que ocurre en los hospitales es que de pronto medicamentos caros empiezan a desaparecer y aparecen en farmacias cercanas. Una de las razones por las que ocurre esto es que muchos hospitales compran esos medicamentos caros al menudeo, pagando, de paso, mucho más por ellos. Allí ya puede haber arreglos. Pero desaparecen. Terminan en farmacias cercanas. La solución que el modelo ha planteado para esto es obligar al hospital a comprar para todo el año cualquier medicamento que el año anterior se haya comprado. Así, el SIS paga por adelantado para compra medicamentos todo el año. Esto abarata considerablemente las compras. Hay que tener en cuenta que el sector como tal realiza compras corporativas de 400 ítems, pero el SIS paga 26,000 ítems, comprados por los hospitales. 

Pero la razón principal por la que los medicamentos pagados por el SIS terminan en las farmacias vecinas, es que cualquier vecino, asegurado o no, puede ir a comprar medicamentos en un establecimiento público, con receta. Entonces lo que ocurre es que se genera gran cantidad de recetas falsas, y mediante compras hormiga, pacientes o supuestos pacientes sacan los medicamentos, sobre todo los caros. Y después los venden a las farmacias.

Una solución propuesta es dar una ley que establezca que los medicamentos que se venden en los establecimientos de Salud son solo para pacientes del SIS, y que, si se quiere mantener una venta subsidiada al público en general, esta se haga, por ejemplo, en farmacias municipales.

Otra corruptela es la que se da en el pago a los proveedores. Cuando el 2017 el SIS pagó la deuda a los hospitales, esto no se expresó en un pago inmediato por parte de los hospitales a los proveedores privados. Había una cola de facturas por pagar, situación que podía prestarse para que algunos quizá cobraran algún porcentaje de la factura al proveedor para pagarle antes que a otros.  Lo que intentó hacer el SIS el 2017 fue dar una norma según la cual con dinero del SIS solo se podía pagar en orden de ingreso. Pues esa norma no llegó a salir. Los intereses corruptos lo impidieron.  

En cuanto al mantenimiento de equipos, los contratos adquisición deben venir con un paquete de mantenimiento. Además, en el convenio que firma el SIS con la unidad prestadora (una región) debe colocarse una cláusula que establezca que, si el equipo sufre un desperfecto o queda inutilizado, y el establecimiento no cumplió el protocolo de mantenimiento, entonces sufre una penalidad económica. Y ante una penalidad económica, la intervención de control interno es inevitable para identificar y sancionar a los responsables de hacerle causado una pérdida de ingresos a la entidad. 

Por supuesto, todas estas normas generan resistencias en las redes que viven de estas corruptelas. Por eso es que, hasta ahora, no se aplican.

Conclusión

La verdadera reforma de la Salud, entonces, comienza por poner en marcha una reingeniería del SIS como la que se aplicó el 2006 y como la que empezó a ejecutarse el 2017, que lamentablemente abortó. Si se hiciera, habríamos hecho una revolución. Los pacientes serían atendidos, se les resolvería el problema por el cual acudieron al establecimiento de salud, y recibirían sus atenciones y medicamentos de manera gratuita. Habríamos dado un salto histórico. Lampadia




Tres gigantes toman la salud de sus trabajadores en sus manos

A fines del mes pasado, Amazon, Berkshire Hathaway, JPMorgan se asociaron con un anuncio revolucionario para la ofereta de salud en EEUU, se cansaron que sus trabajadores no obtengan buenos servicios de salud a costos razonables, y que los gobiernos no sean capaces de producir mejores condiciones.

Estos tres gigantes del mundo corporativo anunciaron que unirán fuerzas para crear una compañía de atención médica independiente específicamente para sus trabajadores, un millón; y mañana, quién sabe, para el conjunto de los estadounidenses.

Algo que las tres potencias globales corporativas tienen en común es que tienen una experiencia relativamente nula en el sector de la salud, lo que lleva a algunos a preguntarse cómo planean crear una compañía de servicios de salud. Pero con vastos recursos disponibles y objetivos serios para crear una disrupción en la industria del cuidado de la salud, nos preguntamos si estas tres compañías pueden tener lo que se necesita para salvar la salud en los Estados Unidos.

¿Cómo llegaron hasta ahí?

En octubre de 2017, Amazon envió a la industria de la salud a un frenesí ante los rumores de que la empresa estaba ingresando a la industria farmacéutica. Esto es cuando Amazon adquirió licencias de farmacia en al menos una docena de estados. Si bien esto no necesariamente significa que la compañía va a entrar en este negocio, los antiguos consultores de Amazon informaron que la compañía sí estaba interesada en el negocio de medicamentos.

Muchos expertos están analizando cómo Amazon parece convertir los problemas operacionales en éxitos de su empresa, construyendo soluciones que pueden volverse una oferta de productos y servicios comerciales. Como en la creación de los servicios web de Amazon, que comenzó con la identificación de las competencias básicas de Amazon al ejecutar una infraestructura básica de servicios como computación y almacenamiento online. Eventualmente, esto dio paso a la idea de ofrecer esto como un servicio: Amazon Web Services, que ahora es un proveedor líder global de servicios de nube.

Al anunciar que Amazon, Berkshire Hathaway y JPMorgan se estaban uniendo para crear una compañía de atención médica independiente, su razonamiento principal era servir a sus empleados. Esto llega en un momento en que las empresas en Estados Unidos se sienten cada vez más frustradas con las opciones disponibles para la cobertura de salud de los empleados y los costos médicos costosos para los empleados.

Aún no está claro cómo planean las tres compañías cambiar las ofertas de atención médica para sus empleados: ¿buscarán ayudar a los empleados a encontrar médicos? ¿Negociar costos más bajos de cuidado para los empleados? ¿Utiliza la tecnología para reducir los costos de atención médica?

Incorporando tecnología en la asistencia de salud

Cualquiera que sea la solución, las tres empresas han dejado en claro que la tecnología desempeñará un papel central en esta nueva oferta. Mientras que la industria de la salud no será fácil de navegar, Amazon, Berkshire Hathaway y JPMorgan tienen el capital y los recursos para experimentar con la industria. El único enfoque de esta asociación hasta el momento es que estará “enfocado en la tecnología” y proporcionará a sus empleados en EEUU y sus familias “atención médica simplificada, de alta calidad y transparente a un costo razonable”, según el anuncio oficial.

Incluso si esto no se implementa para los empleados en los Estados Unidos fuera de estas tres compañías, ya hay indicios de que podría influir en la industria de la salud para el resto de personas. De hecho, solo dos días después de que se conociera la noticia de que estas tres compañías formaban una compañía de atención médica con un enfoque tecnológico, los CEOs de los principales gigantes de seguros de salud “usaron sus ganancias para hablar sobre inversiones que están haciendo en tecnología digital, móvil y relacionada” de acuerdo con Forbes. Esto significa que un exitoso modelo de atención médica de Amazon – Berkshire Hathaway – JPMorgan podría impulsar a la industria de la salud a invertir más en tecnología, un impulso que muchos expertos en tecnología de la salud creen que reduciría el costo de la atención en EEUU.

Pase lo que pase, la tecnología es el futuro

Los empleadores y los estadounidenses están hartos de no tener acceso a atención médica y las opciones limitadas disponibles para la prestación de atención médica. Los líderes en tecnología han argumentado durante años que la respuesta está en la tecnología. Las soluciones tecnológicas de salud van en aumento, pero es posible que un gran jugador como Amazon tenga que ingresar al mercado de la atención médica y causar la disrupción que la gente en EEUU ha estado esperando. Es solo una cuestión de tiempo hasta que veamos si la nueva oferta de atención médica de Amazon será la primera en crear una disrupción en la industria, o si alguien más se les adelantará.

Un último comentario que viene a nuestra atención, es que en un mundo donde las frustraciones de la población con las prestaciones de sus Estados crece todos los días, se está abriendo un espacio de innovación y disrupción al sector privado, que, por ejemplo, ya lidera el desarrollo tecnológico en el área espacial. Lampadia

Amazon, Berkshire Hathaway y JPMorgan se unen para tratar de crear una disrupción en el cuidado de la salud

Por Nick Wingfield, Katie Thomas y Reed Abelson
New York Times
30 de enero, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Empleados en un almacén de Amazon en Florence, N.J. La compañía unirá fuerzas con Berkshire Hathaway y JPMorgan Chase para tratar de mejorar la atención médica.
Créditos: Bryan Anselm para The New York Times

Tres gigantes corporativos – Amazon, Berkshire Hathaway y JPMorgan Chase – anunciaron hace pocos días que formarán una compañía independiente de atención médica para sus empleados en los Estados Unidos.

La alianza fue una señal de cuán frustradas están las empresas estadounidenses con el estado del sistema de salud de la nación y el aumento vertiginoso del costo de los tratamientos médicos. También causó mayor confusión en una industria que se tambaleaba ante los intentos de nuevos jugadores de atacar una red notoriamente ineficiente e intratable de médicos, hospitales, aseguradoras y compañías farmacéuticas.

No esta claro cuán extensamente los tres socios revisarían la cobertura de salud existente de sus empleados, ya sea que simplemente ayuden a los trabajadores a encontrar un médico local, orientar a los empleados a un consejo médico en línea o usar su fuerza para negociar precios más bajos por medicamentos y procedimientos. Si bien la alianza se aplicará solo a sus empleados, estas empresas son tan observadas que cualquier éxito que tengan podría convertirse en modelo para otras empresas.

Los principales empleadores, desde Walmart hasta Caterpillar, han intentado durante años enfrentar los altos costos y la complejidad de la atención médica, y se han frustrado cada vez más, a medida que el Congreso se estanca, dejando muchos de los problemas más espinosos para la industria privada. Cerca de 151 millones de estadounidenses obtienen su seguro de salud de un empleador.

Pero el anuncio del martes resonó como un trueno, lo que provocó el derrumbe de las acciones de las aseguradoras y otras grandes compañías de salud. Las acciones de compañías de atención médica como UnitedHealth Group y Anthem se desplomaron, arrastrando al mercado de valores.

Esa debilidad refleja la fortaleza de los nuevos participantes. La asociación reúne a Amazon, el gigante del retail online conocido por sus acciones disruptivas en varias importantes industrias; Berkshire Hathaway, la compañía que maneja el holding o pool de inversiones del multimillonario Warren E. Buffett; y JPMorgan Chase, el banco más grande en los Estados Unidos, por activos.

De izquierda a derecha: Warren E. Buffett de Berkshire Hathaway, Jeff Bezos de Amazon y Jamie Dimon de JPMorgan Chase.
Fuente: Prensa de CreditAssociated

Estas empresas se están moviendo hacia una industria donde las líneas entre áreas tradicionalmente distintas, como farmacias, aseguradoras y proveedores, son cada vez más borrosas. El acuerdo de CVS Health el mes pasado para comprar la aseguradora de salud Aetna por unos US$ 69 mil millones es solo un ejemplo de los cambios en curso. Por otra parte, la entrada potencial de Amazon en el negocio de las farmacias sigue afectando a las principales compañías farmacéuticas y distribuidoras.

Las compañías dijeron que la iniciativa, que se encuentra en sus primeras etapas, estaría “libre de incentivos y restricciones para generar ganancias”, pero no especificó si eso significaba que crearían una organización sin fines de lucro. Las implicaciones fiscales tampoco fueron claras porque se dieron pocos detalles.

Jamie Dimon, el director ejecutivo de JPMorgan Chase, dijo en un comunicado que el esfuerzo eventualmente podría ampliarse para beneficiar a todos los estadounidenses.

“El sistema de atención médica es complejo, y entramos en este desafío con los ojos abiertos sobre el grado de dificultad”, dijo Jeff Bezos, fundador y director ejecutivo de Amazon, en un comunicado. “Por más difícil que sea, reducir el peso de la asistencia médica en la economía y al mismo tiempo mejorar los resultados para los empleados y sus familias valdría la pena”.

El anuncio desencadenó una ola de especulaciones sobre lo que la nueva compañía podría hacer, especialmente dado el amplio alcance de Amazon en la vida diaria de los estadounidenses, desde donde compran sus toallas de papel hasta lo que ven en la televisión. Y se suma a la especulación de que la Amazon, que recientemente compró la cadena de supermercados Whole Foods, podría usar sus tiendas como ubicaciones para farmacias o clínicas.

“Podría ser grande”, dijo Ed Kaplan sobre el anuncio, quien negocia la cobertura de salud en nombre de los grandes empleadores como el líder nacional de práctica de salud para el Grupo Segal. “Esos son tres grandes actores, y creo que si entran en el seguro de salud o en el espacio de cobertura de atención médica, van a tener un gran impacto”.

Enfrentando ‘el gran agujero negro’

Una mirada a las tres empresas que anunciaron una iniciativa conjunta de atención médica el martes.

• Total de empleados: 1.2 millones
Amazon:                     540,000
Berkshire Hathaway: 367,000
JPMorgan Chase:        252,000

• Fortalezas individuales
Amazon: logística y tecnología
Berkshire Hathaway: seguros
JPMorgan Chase: finanzas

• Jeff Bezos de Amazon:
“El sistema de salud es complejo, y entramos en este desafío con los ojos abiertos sobre el grado de dificultad”.

• Warren E. Buffett de Berkshire Hathaway:
“Los crecientes costos del cuidado de la salud actúan como un agujero negro en la economía estadounidense. Nuestro grupo no llega a este problema con las respuestas. Pero tampoco lo aceptamos como inevitable”.

• Jamie Dimon de JPMorgan Chase:
“Nuestras tres empresas tienen recursos extraordinarios, y nuestro objetivo es crear soluciones que beneficien a nuestros empleados de EEUU, sus familias y, potencialmente, a todos los estadounidenses”.

Pero otros estaban menos seguros, y señalaron que las tres compañías -que, combinadas, emplean a más de un millón de personas- todavía podrían tener poca influencia sobre las aseguradoras y los gerentes de beneficios farmacéuticos más grandes, que supervisan los beneficios de decenas de millones de estadounidenses.

Incluso las tres compañías no parecen estar seguras de cómo agilizar la atención médica. Las personas informadas sobre el plan, que pidieron el anonimato porque las conversaciones eran privadas, dijeron que los ejecutivos decidieron anunciar la iniciativa, mientras que todavía era un concepto en parte para poder comenzar a contratar personal para la nueva compañía.

Tres personas familiarizadas con la asociación dijeron que tomó forma cuando Bezos, Buffett y Dimon, que son amigos, discutieron los desafíos de brindarles seguro a sus empleados. Decidieron que su acceso combinado a los datos sobre cómo los consumidores toman decisiones, junto con una comprensión de las complejidades del seguro de salud, conducirían inevitablemente a algún tipo de nueva eficiencia, sea lo que sea que resulte.

Los tres directores ejecutivos se vieron en la cena del Alfalfa Club en Washington el sábado, pero para entonces ya habían tenido docenas de conversaciones con los pequeños equipos internos que habían reunido. El plan fue establecido.

La motivación de Buffett proviene en parte de las conversaciones que ha tenido con dos personas cercanas a él que han sido diagnosticadas con esclerosis múltiple. Buffett, dijo la persona, cree que la condición del sistema de salud del país es la causa raíz de la desigualdad económica, y que las personas más ricas disfrutan de vidas mejores y más largas porque pueden permitirse una buena cobertura. – el contraste entre sus amigos adinerados y otros se ha vuelto más marcado, dijo la persona.

Las compañías dijeron que inicialmente se centrarían en el uso de la tecnología para simplificar la atención, pero no dieron más detalles sobre cómo tenían la intención de hacer eso o bajar los costos. Una de las personas informadas sobre la alianza dijo que la nueva compañía no reemplazaría a las aseguradoras de salud existentes ni a los hospitales.

“Cada una de esas compañías tiene una amplia experiencia en el uso de tecnología transformadora en sus propios negocios”, dijo John Sculley, ex director ejecutivo de Apple, quien ahora es presidente de una empresa emergente de atención médica, RxAdvance. “Creo que es un gran contrapeso a lo que el liderazgo gubernamental no ha hecho, que es centrarse en cómo hacemos que este sistema de atención médica sea sostenible”.

Un segundo informe del NYT, muestra varios ejemplos de cómo Amazon sacude a compañias de otras industrias. Veamos:

 

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