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El Perú y el acuerdo de Escazú

El Perú y el acuerdo de Escazú

Carlos E, Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para
Lampadia

El Perú suscribió el acuerdo de Escazú en setiembre de 2018 y ahora, nos encontramos a muy pocos días de la probable ratificación del mismo por parte del Congreso de la República. Aunque lego, me he decidido a escribir este artículo, dado el altísimo nivel de desinformación de la ciudadanía peruana, puesto que, a pesar que han transcurrido dos años desde la firma, no se ha hecho el menor esfuerzo de difusión ni explicación de su alcance e impacto.

Efectivamente, es sólo desde que se empezaron a levantar algunas voces de protesta, ante la inminencia de la ratificación por el congreso peruano, que ciudadanos de Loreto, instituciones representativas de oficiales en situación de retiro de las Fuerzas Armadas, así como algunos colegios profesionales y otras organizaciones, que se van interesando en el tema y comenzado a discutirlo en diversos foros.

La primera pregunta es; ¿por qué no se ha actuado con la transparencia debida y se ha suscrito este acuerdo casi subrepticiamente? ¿Por que el Estado peruano no divulgó con toda amplitud y en diferentes foros, antes de setiembre 2018, el contenido, alcances e implicancias futuras del acuerdo? Este acuerdo tendrá un gran impacto respecto a las acciones y proyectos productivos y de infraestructura a desarrollarse en todo el territorio nacional, pues cubre desde el litoral hasta la selva, pasando por la costa y la sierra.

Haciendo un poco de historia, el nombre “Acuerdo de Escazú”, es en honor a la ciudad de Costa Rica, donde se adoptó el mismo, el 4 de marzo de 2018, abriéndose a la firma el 27 de setiembre del mismo año. No obstante, tiene su origen en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible que se celebró en Río de Janeiro (Brasil) en junio de 2012, en lo que también se llama “Río+20”, pues la primera ocasión en que se propuso el tema fue en Río en 1992, poco tiempo después de la caída del muro de Berlín, a sólo dos años del Foro de São Paulo. Y, en “Río+20”, 10 gobiernos de América Latina y el Caribe reafirmaron su compromiso con los tres temas; “acceso a la información, la participación pública y el acceso a la justicia en asuntos ambientales”. El proceso de diseño del acuerdo ha requerido 9 reuniones auspiciadas por la CEPAL, habiendo sido la primera en Santiago de Chile, en Chile el 2015, durante la presidencia de Michelle Bachelet.

Historias aparte, lo serio de este acuerdo, consiste en lo siguiente; el acuerdo junta el derecho ambiental con los derechos humanos, es un acuerdo al que el país se somete sin reservas, que contempla el “principio de no regresión” y tiene progresividad, a lo que hay que agregar, que tiene supremacía sobre las leyes nacionales.

Consecuentemente, un país no se adhiere a un cuerpo legal conocido, sino que de antemano se somete a las variaciones sucesivas e inciertas en el tiempo.

Se crea la categoría de ciudadanos defensores del medio ambiente, que están por encima de la autoridad nacional. Con esto se destruye el principio constitucional de igualdad ciudadana ante la ley. Las ONGs tienen atribución de denunciar ante “posibles alteraciones ambientales”, sin necesidad de demostración científica y pueden aplicar derecho precautorio, esto es que, se invierte la carga de la prueba. No es necesario demostrar en la denuncia el posible daño ambiental, sino que ante la suposición de un daño, el denunciado debe demostrar que tal riesgo no existe.

Escuchando a los defensores peruanos de la ratificación del acuerdo, uno puede encontrar en internet a la exministra del ambiente y firmante del acuerdo, Fabiola Muñoz, resaltando, que la adhesión del Perú al acuerdo, abre el camino para nuestra incorporación a la OCDE, aunque lo curioso es que ningún país miembro de la OCDE es suscriptor de este acuerdo. Seguro me dirán que muchos de esos países se han adherido al Tratado de Aarhus, pero si bien ese tratado es el antecedente de éste, no tiene las características draconianas de Escazú.

Entonces la pregunta es; ¿qué problema nos resuelve Escazú? ¿No cuenta el Perú con legislación ambiental de última generación? ¿No tiene el Perú legislación de protección a los derechos humanos y sometimiento a la Corte Interamericana de Derechos Humanos? ¿Se está poniendo en duda la legislación de defensa de derechos y seguridad? Si ese es el punto, debiéramos ya declararnos un Estado fallido y tercericemos de una vez por todas; sus funciones legales, judiciales, policiales, ambientales y de protección a los derechos humanos, puesto que, a la sola demanda de una persona, nuestras diferencias deberán ser definidas en un tribunal internacional. Es más, tendremos que ir adecuando nuestro cuerpo legal a las disposiciones de los miembros del Acuerdo de Escazú.

Un país con tantos recursos naturales en todo su territorio y extensión marítima, que además tiene aún pendiente la construcción y desarrollo de infraestructura; carreteras, puentes, puertos, sistemas de agua, eléctricos, red de transmisión de datos, aeropuertos, sólo por mencionar algunos distintos a los temas agrícolas, ganaderos, mineros o pesqueros, ¿puede darse el lujo de quedar paralizado, ante cualquier demanda por plazos y criterios fuera de nuestro control?

Para poner las cosas en contexto, sólo mencionar que Chile, uno de los promotores iniciales del acuerdo y miembro de la OCDE, no lo ha suscrito, al igual que nuestros otros dos socios en la Alianza del Pacífico; México y Colombia. Tampoco Brasil, Paraguay y Uruguay. Sólo países cómo; Antigua y Barbados, San Cristóbal y Nieves, San Vicente, Granadinas, Guyana, El Salvador, Nicaragua, Bolivia y Panamá lo han ratificado y, en mi humilde opinión, el potencial del Perú no es comparable con el de los nueve mencionados, ni podríamos comparar las amenazas a nuestro desarrollo futuro con el de estos países.

Uno de nuestros competidores cercanos para atraer inversiones y generar prosperidad es Chile, país que luego de evaluar los términos del acuerdo, ha optado por no ratificarlo, bajo los siguientes argumentos:

“(i) El acuerdo introduce una serie de principios no definidos que condicionarán nuestra legislación ambiental.

(ii) El acuerdo podría implicar cambios inciertos en nuestra legislación, dada su autoejecutabilidad, generando incertidumbre jurídica.

(iii) El acuerdo introduce obligaciones para el Estado ambiguas, amplias e indefinidas, que dificultan su cumplimiento.

(iv) El acuerdo expone a Chile a controversias internacionales por la aplicación directa de sus normas y el carácter ambiguo de las mismas”.

Siguiendo básicamente estos cuatro criterios, ninguno de los miembros de la Alianza del Pacífico lo ha ratificado y, tal como ha sido mencionado, ningún país importante, medido en términos de su desarrollo y potencial económico, población, así como necesidad de competir por atraer inversiones para relanzar su economía, lo ha ratificado tampoco.

Dicho esto, ¿cuál sería la razón para que el Perú ratifique este acuerdo?

Señores congresistas y miembros del gobierno, si algún amor les queda por el Perú y preocupación por las generaciones futuras, los invoco a no ratificar Escazú en el Perú. Lampadia




Agua que has de beber… no la dejes correr

Agua que has de beber… no la dejes correr

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 21 de febrero de 2020
Para Lampadia

El famoso refrán es al revés: “Agua que no has de beber… déjala correr”. En realidad, es una metáfora. Y como tal, no se refiere al elemento “agua”. Se refiere – más bien – a que cuando un asunto no sea de incumbencia de uno, lo mejor es no involucrarse en él. Dejar correr el agua, significa no meterse líos ajenos.

El presente artículo – en cambio – sí se refiere al elemento “agua”. Al agua que baja de la Sierra – todos los años – entre los meses de diciembre y abril… como ahora.

Aquí, el planteamiento es – precisamente – retener las aguas de lluvias, antes de que se pierdan en el mar. No dejarlas correr. Construir reservorios… miles de reservorios. Grandes, medianos y pequeños. Plantar bosques… miles y miles de hectáreas de bosques. Infiltrar los acuíferos de la Costa. En general, hacer todo lo que sea necesario para retener las aguas de lluvias, y disponer de ellas en los estiajes.

Es que todos los años – en los veranos – pasa lo mismo. Lluvias torrenciales en la Sierra. Y mucha agua en nuestros ríos… pero perdiéndose en el mar. Incluso causando huaicos e inundaciones en su recorrido. Y a sabiendas de que – pasado el verano – no tendremos agua ni para beber. Y menos aún para regar nuestros cultivos.

Ahora bien. Esto que parece de sentido común y evidente… pues no es tan así. En todo caso ¡qué poco hemos hecho al respecto! Al contrario, cuántos billones de metros cúbicos de aguas de lluvias hemos perdido – todos los años en el mar – ante la vista y paciencia de autoridades, empresarios, técnicos y ciudadanos en general.

¿Por qué no hemos hecho más reservorios – y plantado más bosques – en las partes altas y medias de nuestras cuencas? ¿Cuánta más agua tendríamos en los estiajes? ¿Cuántos huaicos e inundaciones habríamos evitado? Es evidente. Nuestros políticos no la ven. El tema no les interesa.

La Siembra y Cosecha de Agua – así se llama la tecnología – está probada y comprobada en la Sierra que compartimos Ica, Huancavelica y Ayacucho. Efectivamente, durante la gestión regional 2015 – 2018 construimos cientos de reservorios en las partes altas de nuestras cuencas y plantamos millones de árboles. Y los resultados fueron excelentes.

El problema es que el actual Gobernador Regional de Ica ha paralizado casi todos los proyectos y programas heredados de la gestión anterior. Incluidos, los de Siembra y Cosecha de Agua. Y por esos personalismos ridículos, el hombre ha malogrado la buena relación que – con tanto esfuerzo – habíamos construido entre iqueños y huancavelicanos. ¡Ay politiquería envidiosa y mediocre, cuánto daño nos haces a los peruanos!

Pero sigamos. ¿De dónde saldrían los recursos para financiar la construcción de reservorios y plantaciones forestales? Pues de un Canon Hídrico… similar al Canon Minero. En este caso, de los impuestos de las empresas agroexportadoras de la Costa. Pero para no repetir el fracaso del mal utilizado Canon Minero, el Canon Hídrico debería ser administrado por instituciones especializadas en proyectos de Siembra y Cosecha de Agua.

Nada de darles dinero a Gobernadores Regionales y / o Alcaldes Locales. Los recursos del Canon Hídrico deben invertirse – únicamente – en reservorios y bosques. No queremos que terminen en bolsillos de burócratas, consultores, o autoridades corruptas. Lampadia




¿Qué hay debajo de nuestros mares?

¿Qué hay debajo de nuestros mares?

The Economist, en conjunto con The World If, publicó un informe sobre los misterios del océano. Juntos, imaginaron un viaje por el océano como nunca antes había sido experimentado: ¿cómo sería si fuese transparente? La realidad es que actualmente el océano sigue siendo un misterio para nosotros. Hemos mapeado la superficie de la Tierra a un detalle, con imágenes de calles y ríos individuales y cañones fotografiados y catalogados. Pero la mayor  área de la Tierra sigue siendo un misterio: el fondo del océano.

95% del océano no ha sido mapeado. Los mapas del fondo marino del mundo que se ven son, en su mayoría, aproximaciones basadas en fragmentos dispersos de datos recolectados por expediciones a lo largo de los años. Casi todo el fondo del océano es oscuro para los que lo habitan, e invisible para el resto. Increíblemente, debido a la opacidad del océano, la superficie de Marte está mejor mapeada que la de la Tierra.

Pero esto está cambiando. Durante las últimas décadas, técnicas como nuevas máquinas sonares y radares de altimetría han producido una nueva imagen del contenido del océano y su suelo. En el futuro, la difusión de drones marinos, junto con nuevas técnicas de procesamiento de datos, puede facilitar la detección de objetos (incluidos los submarinos) que antes podrían permanecer ocultos en el océano. Tales tecnologías tienen así el potencial no sólo de revelar los secretos de un mundo sumergido, sino también de afectar la estrategia militar de las principales potencias mundiales.

Según The World If, un mar verdaderamente transparente revelaría que el fondo del océano sería bastante diferente de la forma en que comúnmente se retrata. Hasta ahora, la altimetría ha descubierto más de 10,000 montes submarinos. Si el océano fuera transparente, las estadísticas sugieren que cientos de miles de pequeños montes serían visibles. Agrega que recientemente se ha encontrado un hábitat ecológicamente rico del tamaño de Europa que antes era casi completamente desconocida.

The Economist concluye: “Existe el temor de que hacer las cosas visibles les despojará de su misterio. Quizás, de alguna manera, lo hace. Pero esto no tiene que despojarnos la curiosidad o la maravilla”.

Lamentablemente, el mar no solo nos puede deslumbrar con su belleza, también debe indignarlos por el estado al que lo hemos llevado.

En 1950, cerca del 10% de los stocks de peces estaban sobre explotados.
Ahora, cerca del 60% de los stocks están sobre explotados o ya han colapsado.
El desastroso estado de los stocks de peces marinos en un minuto, 8 segundos.
(Ver el enlace al final de esta publicación)
Los barcos no son los únicos objetos hechos por el hombre que flotan en los mares.
Hay también una alarmante cantidad de basura

A continuación presentamos la traducción del primer capítulo del informe de The Economist, algunas láminas y el enlace a la publicación en inglés:

El mar transparente

La capacidad de ver sin obstáculos en lo profundo revelaría una serie de maravillas, y tiene enormes consecuencias prácticas

Por The World If
Publicado en The Economist
7 de junio de 2016
Traducido y glosado por Lampadia

La superficie de Marte está mejor mapeada que la de la Tierra. Cada metro cuadrado ha sido examinado por cámaras e iluminado por altímetros. La mayor parte de la Tierra no ha recibido la misma atención. Esto no es porque Marte sea más interesante, es solo porque no tiene océanos. Los mares son fascinantes, hacen que los planetas sean mucho más habitables. También permiten remar, que exista el canto de las ballenas y otras bellas experiencias marítimas. 

El agua absorbe la luz. A pesar de esto, se puede ver sin dificultad a través de unos metros de agua. Y algunas longitudes de onda pueden penetrar mucho más. Un rayo del tono exacto de azul seguirá siendo la mitad de brillante después de atravesar 100 metros. Si uno se hundiera en el océano mirando hacia arriba, ese tono de azul sería lo último que se vería. Pero incluso ese tono se desvanecería al negro. Casi todo el fondo del océano es oscuro para los que lo habitan, e invisible para todos.

¿Y si no lo fuera- si la luz pudiera pasar a través del océano tan fácilmente como lo hace a través de la atmósfera? ¿Qué pasaría si, al mirar hacia abajo desde un vuelo transatlántico, el contenido del océano y su suelo fueran tan claramente visibles como si se viera a través del aire? ¿Qué veríamos?

La característica más persistente sería una fina niebla verde que se extiende unas pocas decenas de metros desde la superficie. Sería demasiado escaso ser visto en toda la superficie; pero en algunas zonas, y cerca de algunas costas, habría una capa visible de luz y vida.

Este es el stock mundial de fitoplancton, algas fotosintéticas diminutas y bacterias. Su masa total es mucho menor que la de las plantas que producen fotosíntesis en la tierra, pero cada año retiran 50 mil millones de toneladas de carbono de la atmósfera, convirtiéndolas en materia orgánica para que los habitantes del océano se alimenten. A pesar de que la biomasa planctónica es escasa, realiza aproximadamente tanto trabajo biogeoquímico como todos los bosques, campos y granjas de los continentes.

Agua, agua, por todas partes

También verías a más de 111,000 barcos flotando como si estuvieran suspendidos en el espacio vacío, según estimaciones del tamaño de la flota mercante mundial del IHS (el Registro Marítimo Mundial de Buques). Ellos son el lugar de trabajo, y a veces el hogar, de al menos 1.5 millones de personas, y más de 500 barcos transatlánticos que proporcionan alojamiento temporal a cientos de miles de pasajeros. Esta desensamblada ciudad de acero lleva cerca de 90% de todo el comercio internacional. Sus edificios móviles pueden transportar más de 1,000 millones de toneladas de carga: una masa equivalente a un kilómetro cúbico de agua, un poco menos de la mil millonésima parte del volumen total del océano.

Eso muestra la característica más llamativa del océano: su vacío. La gente tiende a concentrarse en los pedacitos del océano que están llenos de vida (como los arrecifes) o de comercio (como carriles marítimos). Pero estos son sólo una pequeña fracción de todo lo que hay. Y en gran parte, no hay nada. Si extendemos esas naves uniformemente, cada una de ellas tendría 3,000 kilómetros cuadrados de océano para sí misma, el tamaño del estado de Rhode Island.

Los buques no son los únicos artefactos hechos por el hombre que flotan a través de los mares. Hay una cantidad alarmante de basura -en algunos lugares supera al fitoplancton. En términos de su volumen, el problema aún sería fácil pasar por alto en un mar transparente. La “Gran zona de basura en el Pacífico” consiste en millones de toneladas de basura flotando en el Gyre del Pacífico Norte que circula lentamente. Pero el tamaño es tal que la basura suma sólo cinco kilogramos por kilómetro cuadrado.

En realidad, en lugar de llenar el océano, la humanidad ha estado trabajando duro para vaciarlo. Se cree que las poblaciones de atún son la mitad de lo que eran antes de las pesquerías comerciales modernas. Las estimaciones de las poblaciones de ballenas del Atlántico basadas en el ADN sugieren que solían ser entre seis y 20 veces mayor de lo que son hoy en día.

La opacidad del océano hace que un simple censo numérico de lo demás sea imposible contabilizar. Simon Jennings de CEFAS, un centro de investigación en Lowestoft, en Inglaterra, y Kate Collingridge han hecho una valiente estimación de los peces que hay en el mar mediante la aplicación de modelos ecológicos. El resultado es sorprendentemente pequeño: 5,000 millones de toneladas de pescado que pesan entre un gramo y una tonelada. Si se apilan juntos, esos peces ni siquiera llenan el lago Ness, que es enano en comparación con todo el océano. Incluso si el Dr. Jennings se equivoca por un factor de diez, el volumen de pescado sería aún menor que el del Lago de Ginebra.

Sin embargo, la vida en el océano puede montar espectáculos sublimes. Nicholas Makris del MIT y sus colegas han observado peces en el Golfo de Maine usando un sistema sonar que logra concretar la premisa de este artículo y hacer que el océano sea transparente. Empleando longitudes de onda de sonido más largas que la mayoría de los sonares, y aprovechando el poder de procesamiento rápido, es posible crear películas en el tiempo sobre la vida marina en decenas de miles de kilómetros cuadrados.

Y miles de miles de cosas viscosas

Otras investigaciones acústicas han revelado una característica fundamental de la vida oceánica invisible desde la superficie: una capa de peces pequeños y otras criaturas que pasan sus días en las profundidades del océano durante el día y salen a la superficie por la noche.

Las técnicas acústicas producen imágenes del suelo del océano, así como de su contenido. Durante la mayor parte del siglo XX, sin embargo, las mediciones pertinentes fueron escasas. Así pues, los mapas pioneros elaborados por Marie Tharp y Bruce Heezen de la Universidad de Columbia en los años cincuenta y sesenta -que identificaron primero la estructura de la cresta meso-atlántica y las “zonas de fractura” perpendiculares a ella- se basaban a menudo en datos de profundidad medidos por tan sólo unos cuantos barcos. Los mapas eran trabajos de extrapolación, interpolación e inspiración, no mera medición.

Sin embargo, tuvieron un gran impacto. Dejaron que los geólogos visualizaran la naciente teoría de la tectónica de placas; las crestas del meso-océano y fallas resultaron ser los límites de las “placas” en las cuales las placas tectónicas dividen la superficie de la tierra.

El sonar de barrido lateral (un tipo de sistema sonar que se utiliza para obtener una imagen de grandes porciones del suelo marino) y sonares multi-frecuencia, introducidos para uso civil en los años ochenta permitió que un buque trazara no sólo una delgada franja de fondo marino directamente debajo de ella, sino una franja a cada lado y proporcionara detalles sobre su textura, no sólo su profundidad. Al principio, esta agudeza se usaba principalmente para los sitios en los que los científicos querían enfocarse, o artefactos de interés particular. La UNESCO estima que hay 3 millones de naufragios en el mar y el fondo del océano: 30 por cada barco que navega en la superficie. Sonares sofisticados han ayudado a tender cada vez más cables cada vez más precisamente a través del suelo del océano. Según TeleGeography, ahora hay un millón de kilómetros de cable submarino. Cada segundo pueden llevar 31 terabits a través del Pacífico, 55 a través del Atlántico.

Debido a que los satélites GPS le permiten a los buques saber exactamente dónde se encuentran, y por lo tanto exactamente en qué parte del fondo marino están, la nueva tecnología también ha revolucionado la cartografía. La edición de 2014 de la Carta General Batimétrica de los Océanos (GEBCO, por sus siglas en inglés), una empresa iniciada por Albert I de Mónaco en 1903, incluye datos de profundidad de miles de viajes, cubriendo más de 60 millones de kilómetros cuadrados del fondo oceánico. Pero incluso eso representa sólo el 18% del fondo del océano. El resto se mapea indirectamente, por satélites.

Mientras que la luz es absorbida por el agua, algunas formas de radiación electromagnética rebotan fuera de ella. Los satélites pueden utilizar ondas de radio para obtener una imagen muy precisa de la altura de la superficie del océano. Esto varía de un lugar a otro, reflejando la desigualdad en el campo gravitacional sólido de la Tierra que proviene de un planeta que no es una esfera perfecta. El nivel del mar es, por ejemplo, un poco más alto que una montaña submarina -una protuberancia del fondo del océano que no llega a la superficie- porque el agua siente la atracción gravitatoria de su masa. Esta diferencia es sólo un par de centímetros; pero los satélites pueden medirlo.

La altimetría ha descubierto al menos 10,000 montes submarinos. Las estadísticas sugieren que aún quedan cientos de miles de pequeños montes. Sumados, es un hábitat ecológicamente interesante del tamaño de Europa que antes era casi completamente desconocido.

Desde la década de los noventa, el radar altimetría ha permitido a los oceanógrafos llenar el 80% del suelo oceánico que la batimetría sonar no cubre. El último mapa GEBCO aún necesita interpolaciones. Pero, tanto en la resolución como en coherencia, los mapas actuales son mucho mejores que los anteriores. En algunos aspectos, mirar estos mapas nos ayuda a ver a través del océano.

El agua encantada se quemó para siempre

Sin embargo, hay una sutil distorsión. Los mapas del suelo del océano se representan típicamente en un estilo de “sombreado” (y las computadoras ahora agregan un espectro de “color falso”, con rojo para arriba y azul para bajo). Para que esto tenga sentido para el ojo sin tutoría, el sombreado en cuestión tiene que ser exagerado, normalmente por un factor de diez o 20.

Así que la gente se ha acostumbrado a ver el mundo del fondo del océano como un interesante escarpado. Realmente no lo es. En los mapas, las manchas que separan las plataformas continentales de las llanuras abisales que se encuentran muy por debajo de ellas caen como si fueran empinadas pendientes; de hecho, tienen gradientes típicas de alrededor de 7%.

Marie Tharp dibujó sus mapas de esta manera en parte para enfatizar las nuevas características que ella, Heezen y sus colegas habían descubierto. Pero también fue porque la alternativa obvia ya no era legal. A principios del siglo XX, los mapas del fondo del océano tenían, como los mapas de la tierra, contornos usados. En la década de 1950 las profundidades precisas necesarias para hacer mapas de contorno fueron clasificadas por el gobierno estadounidense. Los mares profundos se estaban convirtiendo en un campo de batalla de la guerra fría.

Ser invisibles había dado a los submarinos una ventaja táctica desde que entraron en uso generalizado en la primera guerra mundial. En 1960, la oscuridad de las profundidades adquirió también una importancia estratégica. El de impulso nuclear, George Washington, lanzado ese año, lleva 16 misiles Polaris con ojivas nucleares. El hecho que su ubicación cuando estaba sumergida no podía ser conocida significaba que no había manera de que todas las armas nucleares de Estados Unidos fueran destruidas en un ataque preventivo. El atractivo de esta capacidad de “segunda huelga asegurada” permitió el uso de submarinos de misiles adoptados por Rusia, Gran Bretaña, Francia, China, Israel e India. En estos días, alrededor de una docena de submarinos portadores de misiles nucleares (conocidos como SSBNs) patrullan el océano en cualquier momento dado. Si el agua estuviera perfectamente transparente, se podrían ver tubos redondos colgando en el vacío. Y si pudiéramos verlos, podríamos apuntarles.

Hay una cierta ironía, entonces, en el hecho que las tecnologías que han logrado mejorar la  transparencia del océano han venido de las fuerzas armadas. La marina de guerra americana desarrolló el sonar del multibeam para entender el campo de batalla submarino. La cartografía del campo gravitacional que se encuentra detrás de la altimetría satelital era necesaria para que los submarinos y sus misiles supieran mejor dónde estaban y qué golpearían. La guerra fría produjo tanto a los expertos como la tecnología: el Dr. Makris buscaba submarinos en la Oficina de Investigación Naval antes de buscar arenques en Maine. Si uno estaba interesado en la teledetección oceánica, dice: “Tenían todos los grandes juguetes”.

El final de la guerra fría consideró una gran caída en la detección submarina como una prioridad militar, pero su importancia estratégica apenas se ve disminuida. Gran Bretaña, por ejemplo, está decidiendo si renovará su flota SSBN. Es importante que los submarinos sean, en la década de 2050, tan imposibles de localizar como lo son hoy en día.

Bajo la quilla de nueve brazas de profundidad

¿Qué nuevos enfoques tecnológicos podrían hacer que el océano sea transparente para los cazadores de submarinos? Dos son ampliamente discutidos: drones y big data. Los buques de superficie y los sumergibles podrían disponer de mucho más instrumentos más baratos que los de las marinas en el pasado. Y las nuevas capacidades de procesamiento de datos podrían ser capaces de dar sentido a las señales que antes habrían sido inundadas por el ruido.

Miles de plataformas de teledetección ya están dispersas por el océano. El Argo se compone actualmente de 3,918 flotadores que se sumergen a unos 2,000 metros y luego regresan a la superficie, midiendo la temperatura y la salinidad a medida que suben y bajan y envían sus datos por satélite. La medición de la cantidad de calor almacenado en el océano es crucial para los estudios del cambio climático. Estos flotadores van donde las corrientes los toman, pero eso no es obligatorio. Las alas de “seagliders”, que también suben y bajan al cambiar su flotabilidad, les permiten recorrer grandes distancias a medida que se hunden. Pueden funcionar de forma autónoma durante meses a la vez y recorrer cuencas oceánicas enteras.

En abril, DARPA, el desarrollador de tecnología futurista del Pentágono, encargó a Sea Hunter, un pequeño trimarán no sumergible que no necesita tripulación, que lleve sensores. Se pretende probar que una vez que un submarino enemigo es encontrado, puede ser rastreado indefinidamente.

Sea Hunter está diseñado para rastrear submarinos diesel-eléctricos convencionales, no SSBNs. La marina estadounidense sufrió una conmoción en 2006, cuando un barco diesel-eléctrico chino previamente inadvertido apareció a menos de 10 km de uno de sus portaaviones, Kitty Hawk, en el Mar de Filipinas. Si quiere mantener seguros a sus transportistas, tiene que ser capaz de mantener mejores pestañas en tales embarcaciones. Pero lo que se puede usar para una clase de submarino hoy podría adaptarse para seguir otro mañana. Es probable que los drones sobre o por debajo de la superficie vayan a jugar un papel mucho mayor en la guerra anti-submarina; los submarinos, sin embargo, todavía tendrán que lidiar con la opacidad del mar. Un enjambre de zánganos aéreos puede coordinarse por radio, pero las cosas son más difíciles bajo el agua.

Los nuevos métodos de procesamiento de datos también podrían facilitar la visibilidad de los submarinos. Los submarinos de la clase Ohio desplazan 18,750 toneladas cuando están sumergidos. Mover un objeto tan grande, incluso lentamente, dejará una especie de estela en la superficie. Las computadoras son cada vez mejores en la selección de pequeñas señales de datos ruidosos. Y siendo metal, los submarinos tienen un efecto sobre el campo magnético de la Tierra, otro potencial regalo. Los aviones teledirigidos equipados con nuevos tipos de magnetómetro podrían facilitar la búsqueda de submarinos.

Transformar estas posibilidades en sistemas operativos podría hacer que partes vitales del océano -por ejemplo, algunos de los mares de Asia- sean transparentes. Sin embargo, escalarlos para cubrir cuencas oceánicas enteras sería un gran esfuerzo. Recordemos la primera visión del océano transparente: muy grande y muy vacío. Ese conjunto de flota de 3,918 Argos funciona como uno por 340,000 kilómetros cúbicos de agua. Y los SSBN son disimulados.

Si los SSBNs todavía pueden encontrar algún lugar para acechar, por ahora, el océano seguramente será más transparente, especialmente en los bordes. El Dr. Makris quisiera hacer sistemas sonares como lo que sus colegas y él dirigieron para la gestión de la pesca. Como señala el Dr. Jennings, los mares ya son transparentes para muchas flotas pesqueras, gracias a los sonares de detección de peces de corto alcance y los aviones de observación. Permitir a los gerentes ver lo que está pasando podría ser una bendición para la conservación en algunas pesquerías.

La cartografía de los mares profundos también continuará. La tarea es desalentadora: Larry Mayer, de la Universidad de New Hampshire, dice que la cartografía de múltiples sonares de todo el océano profundo restante le tomarían 200 años a un barco de investigación. Pero poco a poco se hará. Este mes, un foro de GEBCO en Mónaco discutirá el camino a seguir.

Ser capaz de ver es sólo el comienzo. Entonces tienes que aprender a mirar, a distinguir, a entender. ¿Qué patrones ecológicos podrían distinguirse de los montes submarinos aún no mapeados? ¿Qué secretos se encuentran en los ecosistemas del mar profundo? ¿Qué sorpresas arqueológicas pueden esconderse en esos millones de naufragios o en los hogares abandonados de aquellos que en la última edad de hielo vivían en llanuras que hoy son suelos marinos? ¿Dónde está el calor que los flotadores de Argo están trazando? ¿Y qué tan probable es que vuelva a suceder? ¿Qué tipo de gestión inteligente podría restaurar algunas de las riquezas que se han pescado? Hay un temor que hacer las cosas visibles les despojará de su misterio. Tal vez sea así. Pero no despojará la curiosidad o la maravilla. A medida que los mapeadores de Marte y el océano dan testimonio, no hay vacío, abisal o interplanetario, que no puedan llenar esos sentimientos, si se les da una oportunidad.

 

La vida no existiría sin estas vastas reservas de agua – y, si algo,
estas son más importantes que antes para los seres humanos

 

Los ambientalistas quieren una moratoria de los stocks sobre pescados,
los cuales, en los mares adentro, significan la mayoría de ellos
El total de pesca marina llegó a su pico en 1996 con 86.4 millones de toneladas
Dándole un chance, los stocks de peces rebotarían.
Con un manejo cuidadoso, se puede pescar más peces
Construir arrecifes artificiales que sean propicios
para la vida marina puede pagar dividendos

Lampadia




El gran potencial de la pesca acuícola

La pesca es una actividad productiva muy significativa para el Perú y un sector importante de exportación. Por el momento, sin embargo, no explotamos todo nuestro potencial. Mientras que en el mundo el 50% de la pesca es extractiva y el resto acuícola, en el Perú tenemos 98% de pesca extractiva y sólo 2% acuícola.

El clima estable durante la mayor parte del año y la diversidad de cuerpos de agua continentales proveen condiciones óptimas para el desarrollo de la actividad acuícola. Con cerca de 2,500 kilómetros de costa, la fría corriente de Humboldt es el hogar de una gran diversidad de especies de peces, moluscos, crustáceos, equinodermos y algas. Además de las aguas saladas, tenemos otro frente con importante potencial productivo en los ríos de la selva y las cochas de la sierra.

El Grupo Hochschild ya exporta paiche al mercado europeo

Fuente: Diario Gestión

Los mares del mundo ya están muy estresados por los volúmenes de pesca extractiva y se espera que la acuicultura pueda seguir creciendo en proporción del total de la pesca para que la humanidad aproveche la excelente calidad de la proteínas ictiológicas.

Acuicultura de Huaura (Acuahuaura), empresa del Grupo Redondos, que se dedica al cultivo Super intensivo de Tilapia

La acuicultura, después de estar décadas como entenada del sector pesquero proyecta convertirse en uno de los nuevos motores de nuestro crecimiento económico. Según el Viceministro de Pesca y Acuicultura, Juan Carlos Requejo, “con la reciente (fines del 2015) aprobación de inversiones acuícolas por más de S/. 92 millones y la ampliación de la frontera acuícola para nuevas inversiones en casi 25,000 hectáreas, en los próximos cinco años podríamos tener un crecimiento lo suficientemente importante como para aportar el 15% del PBI”.

http://oceana.org/sites/default/files/styles/blog_node/public/shutterstock_250338043.jpg?itok=gcGbRH76

El Perú es el primer exportador de harina y aceite de pescado en el mundo. Se trata de productos que se distribuyen a más de 100 países en los cinco continentes, entre los que destacan China, Alemania, Japón y Chile. Uno de sus principales aplicaciones es justamente la base de alimentación en los desarrollos de acuicultura.

Entre los años 2003 y 2014 el valor de las exportaciones pesqueras se incrementó en 165%,  alcanzando los 2,724 millones de dólares; de los cuales el 62% correspondió a productos para el segmento de CHI (consumo humano indirecto) y el 38% restante al segmento de CHD (consumo humano directo). Ver en Lampadia: Sembrando peces para cultivar oportunidades.

El enfoque del gobierno actual para el manejo del sector pesquero no ha sido el más feliz. En Lampadia lo hemos criticado con mucha fuerza. Ver: Graves fallas del ordenamiento pesquero y Más sobre el ordenamiento pesquero.

El gran potencial de la pesca acuícola

Sin embargo, ahora, así como criticamos al Ministro de la Producción Piero Ghezzi por lo indicado líneas arriba, hoy debemos celebrar su compromiso con el desarrollo de la acuicultura. Con el fin de impulsarla, creó una Mesa Ejecutiva Sectorial Acuícola de la mano con el sector empresarial, la cual rápidamente identificó 24 barreras tales como el elevado riesgo sanitario, sistema de trazabilidad débil y poco confiable e informalidad, entre otros. Ver más información sobre las reformas y logros de esta mesa en la sección Documentos de Lampadia:  Mesa Ejecutiva Sectorial Acuícola.

Fuente: Ministerio de la Producción

Para abordar estas barreras, se organizaron reuniones descentralizadas y plenarias. Por ejemplo, en Piura, se ha conformado el grupo de trabajo de Sechura que viene abordando el ordenamiento, los problemas ambientales y sanitarios de la bahía, para temas de la concha de abanico.

Según Ghezzi, el SANIPES (Organismo Nacional de Sanidad Pesquera), creado en este gobierno, permitirá la apertura de mercados al sector pesquero. Esto se debe a que este realizará un trabajo similar al del SENASA  con las  agroexportaciones, que apoya en el ingreso de nuestros productos a diversos mercados globales. Confirmando el incipiente desarrollo de la acuicultura en el Perú, Piero Ghezzi afirmó: “Mientras que en el mundo el 50% de la exportación pesquera es por la actividad acuícola, en el Perú solo llegamos a 1.5%, el resto es por la actividad extractiva”.

La multiplicación de los peces puede haber sido un milagro hace dos mil años, pero hoy día sabemos que está a nuestro alcance cotidiano, se llama acuicultura. Por fin estamos empezando a aprovechar esta gran oportunidad que representa una magnífica contribución a las necesidades de alimentación de calidad de la humanidad. Lampadia




Querido 2015

Querido 2015

Por Gastón Acurio
(Perú 21 – Cheka, 08 de Enero de 2015)

Querido 2015, cada año que termina, quienes creemos en Dios solemos pedirle que el año que viene traiga salud y alegrías a las vidas de quienes más queremos y también, por supuesto, le pedimos por nuestro Perú, aun sabiendo que esto es, en realidad, demasiado pedir. Porque, si hubo un lugar al que Dios eligió para darle privilegio en riquezas y abundancia, ese fue el Perú. Así es, querido 2015. Cómo pedirle a Dios por nuestro país si Dios ya le dio todo lo que un país necesita para ser un hermoso lugar para vivir. Llenó sus montañas de oro y plata, escondió bajo sus selvas enormes pozos de gas y, sobre ellas, exuberante belleza y abundancia. Dibujó ríos que atraviesan sus cordilleras cargados de energía y bajan exaltados a convertir sus desiertos en fértiles valles. Le dio un mar de riquezas incalculables con todas las especies imaginables y, no contento con ello, le dio la biodiversidad más grande de todas al colocar 85 de los 110 climas que hay en el mundo, de manera que en un solo territorio uno pueda encontrar todos los tesoros del orbe entero. Pero no fue suficiente. Durante miles de años forjó mujeres y hombres transformados en culturas que supieron aprovechar lo recogido con sabiduría y luego hizo venir a todas las razas del mundo para que se abracen con quienes habitaban esta tierra, lo que dio vida a una hermosa y envidiable diversidad cultural, única en el mundo. No. 

¿Cómo podríamos pedir más para el Perú si al Perú ya se le dio todo? ¿Cómo pedir más si, a pesar de todo lo que se nos dio, quienes lo habitamos hoy no solo no hemos sabido aprovechar ni darles el destino necesario a todos esos recursos de manera que les alegren la vida a todos los que habitan nuestro Perú sin distinción, sino que, por el contrario, últimamente nos dedicamos a pelear, enfrentarnos y dividirnos, dejando que el tiempo pase inmisericorde, mientras, frente a nosotros, miles de compatriotas, con todo derecho, se desesperan y reclaman lo más elemental que un ser humano puede reclamar: una oportunidad para salir adelante? Por ello, querido 2015, creo que en este año lo primero que debemos hacer es aceptar que ni es Dios ni es esta tierra la que nos ha fallado, sino que hemos sido nosotros los que hemos fallado y es justamente por eso que esta vez, en este año que nos ofreces, no pediremos por el Perú, sino por nosotros, los peruanos, para que se nos ilumine y empecemos de una vez por todas a hacer todo aquello que debimos hacer hace tiempo para que esta tierra rica llamada Perú sea el más envidiado lugar para vivir de la tierra.

Pediremos por quienes sí tuvimos una oportunidad en la vida de hacer nuestros sueños realidad, para que pongamos todo nuestro esfuerzo para ser ciudadanos ejemplares que aprendimos a vivir respetando la ley y respetándonos unos a otros: empresarios, intelectuales y profesionales que aspiremos a ser reconocidos no solo por lo que logramos, sino, sobre todo, por lo que construimos y compartimos a nuestro alrededor; padres que, con nuestro trabajo honrado y digno, y con el amor que prodigamos, damos el ejemplo diario a nuestros hijos; hijos que nos preparamos con ambición e idealismo para llevar nuestros sueños a lo más alto. Y, por supuesto, también pediremos por nuestras autoridades: alcaldes, jueces, congresistas, ministros, presidentes regionales, para que sepan darse cuenta de que tenemos una oportunidad única para aprovechar lo que se nos ha dado. Que hoy los peruanos finalmente sabemos que el mundo está allí esperándonos, que no solo no tenemos dudas de nuestra identidad, sino que nos sentimos orgullosos de ella, que es aquí y ahora que los peruanos queremos salir adelante por nuestro propio esfuerzo y hacerlo en nuestro país, sin tener que huir de él. Que por todo ello no solo hemos depositado nuestra confianza y nuestros impuestos en sus manos para que nos solucionen problemas básicos, sino para que se animen con valor y convicción de una vez por todas a hacer grandes cosas por el Perú. Que no tengan miedo de dar un paso atrás para poder unirse en torno a grandes objetivos comunes, dejando de lado al menos por un tiempo, por este tiempo, apetitos, revanchas, heridas y obsecuencias que para nada corresponden con lo que su pueblo espera de ellos, que no es más que un actuar honorable, visionario, idealista y pragmático que les permita poder lograr lo que hoy no parece alcanzable. Pero no. Sí que lo es. No solo porque se nos ha dado todo, sino porque, a lo largo de nuestra historia, hemos demostrado que como civilización hemos podido asombrar al mundo. Hoy les pedimos que aspiren a lo que parece imposible. No queremos una buena educación para nuestros hijos; queremos la mejor educación del mundo para ellos. No queremos un buen servicio de salud, una justicia bien administrada, un buen transporte público, buenas carreteras y buena seguridad ciudadana. No. Queremos la justicia más admirada, el transporte público más envidiado, las carreteras más imitadas, la seguridad ciudadana más reconocida. Y lo queremos porque sabemos que sí podemos.

Ciudadanos y autoridades unidos este año que pudiera ser un año electoral lleno de pugnas para convertirte, querido 2015, en un año de progreso en el que todos juntos vamos construyendo ese gran sueño que está allí esperando hace tiempo, el de la grandeza del Perú.