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El Perú y su territorio

Leopoldo Monzón Ugarriza
Presidente PROESMIN SAC
Para Lampadia

El ultimo 10 de mayo leí una entrevista en el Diario El Comercio donde expresaban que “Falta describir el territorio peruano con mayor amplitud”; lo cual me hizo meditar unos días y llegar a algunas ideas que enlazadas en un proceso lógico nos pueden ayudar a conocer mejor el país y qué falta hacer para aprovechar nuestro territorio:

  • Gran parte del Peru se ha explicado con amplitud, el problema es que esta información yace en los escritorios de muchos burócratas y urge ponerla a disposición de todos los peruanos. Desde hace algunos años, existen sistemas de información que permiten compartir este tipo de información de manera sencilla y en el corto plazo. Para ser más explícitos hemos estimado que en los últimos años se han invertido más de US$ 600 millones en estudios e información que se encuentra refundida y no integrada, hasta hemos adquirido un satélite que no se utiliza de intensiva y no está al alcance de todos.
  • Un segundo punto de análisis es sobre cómo debe describirse un territorio, porque muchas veces aprovechamos las descripciones para inventar conceptos que impiden la extracción de recursos renovables y no renovables, en nombre de una supuesta protección del mismo.

    Por ello, el criterio que debe primar es la vocación territorial del suelo y del subsuelo, con un irrestricto respeto al medio ambiente. Y con ello, permitir el conocimiento al detalle: Los suelos y su composición, las fuentes hídricas, en cantidad y calidad, el clima, las vulnerabilidades, las infraestructuras, los relieves, los centros urbanos, las áreas comunales, las propiedades urbano rurales, las cadenas productivas, etc.

    Recién con ello tendremos la información necesaria para determinar su uso en beneficio a la mayoría de la población. Ver mapa del Perú con integración de información, haciendo énfasis en las vulnerabilidades del territorio:

Mapa de Vulnerabilidades en el Perú / PROESMIN S.A.C.
  • Recién después de relevar e integrar la información podremos ser capaces de reconocer que brechas de infraestructuras, sociales y productivas debemos cerrar y en qué momento, para hacer un planeamiento adecuado de nuestro territorio. Querer construir sin información, planeamiento e ingeniería, es prácticamente imposible, generándose así un gran problema nacional y en un despilfarro inútil de dinero, que se repite año a año.  Ejemplos de lo expresado son: la reconstrucción (sin cambios), el terremoto de Pisco, el agua y el desagüe para todos los peruanos, etc. Todos estos emprendimientos están fracasando o ya fracasaron, debido a que pretendemos resolverlos sin información adecuada, sin planeamiento y con estudios pobremente sustentados, a pesar de que contamos con las herramientas y la información.
  • Esta reflexión adicional, la realizo con Fe de que pronto, contaremos con un planeamiento del país bajo un concepto de vocación territorial.

    Utilizaremos como ejemplo una cuenca donde la vocación territorial nos indique que se pueden explotar minas, petróleo o gas, hacer agricultura, explotar madera o hacer ganadería. Con la infraestructura adecuada, y un desarrollo social planeado en base a las actividades económicas indicadas, es indiscutible que ahí crecerá la economía. Ahora llevemos esto a una escala mayor, y para ello nos valdremos de la información de PROESMIN sobre las 20 cuencas mineras más importantes estudiadas los últimos meses, que cumplen con esta condición. Información que presentamos a continuación, donde, aparte de la actividad minera existen 406,000 Has de tierras aptas para la agricultura, que, por falta de riego adecuado, no están en producción:

Estudio de Cuencas Minería y Agricultura

Cuadro de Proyecto por Cuencas / PROESMIN S.A.C.

 

Mapa de Producción Ganadera- Agrícola / PROESMIN S.A.C.
  • Como colofón nos preguntamos qué significaría esto para el Perú, y el resultado nos ha sorprendido, contaríamos con un valor presente de US$ 75,000 millones con los proyectos mineros, en un periodo de 20 años de actividad; el crecimiento de hectáreas sembradas en esas zonas estimado en 406,000 HAS en agricultura, y 250,000 Has en ganadería, con un valor actual de US$ 10,000 millones en un período de 20 años. Esto ofrece un potencial de crecimiento del PBI nacional del 6%, constante por los próximos 20 años y la generación de 500,000 de empleos. Si esto lo juntamos con los proyectos mineros en estudio o construcción, y sus áreas agrícolas contiguas, podríamos tener un crecimiento sostenido de 8% del PBI.

Lampadia

 




Un sector forestal completamente renovado

(Nota: No deje de ver  el video de una moderna empresa forestal integrada verticalmente)

El Perú ha desaprovechado por décadas la inmensa riqueza de sus bosques. Basta ver el mapa del Perú con cierto detenimiento para descubrir que el 58% de nuestro territorio está cubierto de bosques naturales (69 millones de hectáreas), de las cuales 10 millones de hectáreas son de bosques primarios maderables: 8 millones pueden ser concesionados y 2 millones de hectáreas pueden ser reforestadas. Además, somos el segundo país a nivel mundial con bosques amazónicos, el cuarto con bosques tropicales y el noveno con bosques en general. El desarrollo del sector forestal en el país permitirá incrementar un mínimo de 1 a 1.5 el PBI nacional, lo que redundará en mayores divisas, encadenamientos productivos y generación de empleo de calidad y formal, como decía nuestro gran Antonio Brack Egg “para toda la población de la selva y de la vertiente oriental de los Andes”.

Nuestra selva, históricamente una de las zonas más pobres y menos productivas del país, tienen una extensión del 52% de sus tierras aptas para la producción forestal, de los cuales el 32% corresponden a áreas protegidas y el 16 % a predios privados y bosques no categorizados.  Ver en Lampadia: Madera: Fabulosa reserva productiva.

Sin embargo, la actividad forestal solo está siendo explotada en un nivel mínimo de su potencial. Alrededor de las 2,500 especies de madera que se encuentran en Perú, solo han sido clasificadas 600 y utilizadas 195. Esto se refleja en la pobre contribución del sector forestal a la actividad económica en el Perú, que alcanza sólo el 1.1% del PBI (al 2014), en comparación a lo registrado en Chile (2.6%), Bolivia (2.7%) o Ecuador (2.3%), que tienen una menor extensión de bosques. Chile cuenta con 16.1 millones hectáreas (menos de la cuarta parte de la superficie peruana de bosques naturales).  Actualmente, Chile, que desarrolló su sector forestal en las últimas tres décadas, exporta productos forestales por unos US$ 7,000 millones anuales. El potencial del Perú, como hemos mencionado anteriormente, es por lo menos cinco veces el de Chile. Por lo tanto, nuestro maravilloso país podría exportar productos forestales por unos US$ 40,000 millones por año.

Recursos forestales de Chile

Más sorprendente aún, a pesar del enorme potencial que tiene el Perú para la producción de madera en bosques naturales, en el 2013 pasado tuvimos que importar 47,566 toneladas de madera aserrada, de las cuales 40,202 toneladas fueron compradas a Chile.

El mayor obstáculo para el crecimiento del sector ha sido el absurdo marco normativo vigente hasta hace muy poco, la falta de información, supervisión y el escaso control debilitaron la seguridad sobre los derechos forestales, lo que ha impedido desarrollar una industria competitiva orientada al largo plazo y ha fomentado la informalidad y la tala ilegal. Se calcula que el 90% de la venta maderera de Iquitos proviene de transacciones ilegales, lo que habría reducido sustancialmente las exportaciones loretanas al no poderse demostrar el origen legal de la madera. Además, la informalidad ha generado altos niveles de deforestación, habiéndose acumulado al 2012 unos 8 millones de hectáreas deforestadas.

Hasta antes de la reciente reforma, los bosques eran considerados propiedad del Estado, una herencia del desastroso velasquismo. Para trabajar una hectárea había que llenar 600 hojas en trámites. Hoy día, los recursos forestales son considerados un cultivo, tal como es en Noruega, Finlandia, Nueva Zelanda, Canadá, Chile, Brasil y todos los países que han sabido aprovechar esta importante riqueza.

Así como en su momento criticamos al Ministro de la Producción Piero Ghezzi por su gestión de la pesca y el enfoque anti minero e intervencionista del plan de diversificación productiva, hoy debemos celebrar su compromiso con el desarrollo del sector forestal que hemos destacado muchas veces como uno de los motores productivos más importantes de nuestro infinito país.

Efectivamente, uno de los mayores logros del Gobierno actual es haber promulgado los reglamentos que permiten la vigencia de la Ley Forestal y de Fauna Silvestre N° 29763, que impulsará el sector forestal en los próximos años, acción política que celebramos por todo lo alto.

Vale la pena destacar los beneficios de esta normativa, que marca un hito histórico y nos impulsa hacia la multiplicación de nuestra riqueza. Lo más importante es notar que las nuevas normas permitirán impulsar la ‘activación’ del sector forestal que espera duplicar las exportaciones de productos maderables de US$150 millones a US$300 millones anuales en dos años. Además se espera reducir las importaciones en 50% al 2021. En 6 años se podrán cosechar los primeros cultivos. Asimismo, se espera que contribuyan a controlar la tala ilegal mediante el fomento del mercado de madera formal, así como el impulso a iniciativas como el Pacto Nacional por la Madera Legal. Ver en Lampadia: Una nueva gran riqueza productiva para los peruanos.

Además, el ministro de la Producción, Piero Ghezzi, desarrolló una Mesa Ejecutiva Forestal (en conjunto con el sector privado) con el fin de coordinar las acciones necesarias para impulsar los avances del sector mediante la simplificación de trámites. Estas mesas convocan a los representantes de todas las instituciones vinculadas al sector, lo cual permite acciones focalizadas y oportunas. Ver en la sección Documentos de Lampadia: Mesa Ejecutiva Forestal – Metodología y Logros:

De izquierda a derecha: Felipe Koechlin (CEO de Reforestadora Amazónica), Fabiola Muñoz (Directora Ejecutiva de Serfor), Piero Ghezzi (Ministro de la Producción), Carlos Paredes (Gerente de Negocios de COFIDE) y Enrique Díaz (presidente de Directorio de Agrobanco)

El Ministro Ghezzi informó que para el caso del sector forestal se identificaron 22 barreras con 35 problemas asociados a estas, de las cuales, a marzo de este año, se han solucionado 20 problemas y están en proceso de solución las otras 15. Afirmó que “las barreras están vinculadas a una regulación inadecuada, procesos engorrosos, difícil acceso a la titulación y registros de propiedad, escaso capital humano, limitado acceso al financiamiento, entre otros”.

Un ejemplo excelente del desarrollo de una empresa peruana que hace de reforestación sostenible es el de ‘Reforestadora Amazónica’, fundada en el 2007 con la finalidad de recuperar los bosques amazónicos. Ellos operan en Huánuco, Pasco, Ucayali y Madre de Dios, manejan 12,000 ha de tierras propias y administradas, ya tienen sembradas 4,000 hectáreas, mayormente de bolaina y capirona (variedades nativas de buena calidad) y han creado una integración vertical que, por ejemplo, ya les ha permitido ofrecer al mercado las maderas tratados con soluciones de cobre para la instalación de los sofisticados parronales usados en  los sembríos de uva, que antes teníamos que importar de Chile. Ver más información sobre su extraordinario desarrollo en el siguiente video:

Así como en los años 90, luego de la dación del nuevo código de minería atrajimos a los mayores y mejores operadores mineros globales y generamos un poderoso motor de desarrollo, en el tema forestal debemos invitar a las mejores empresas del mundo que hasta hoy no nos tienen en sus mapas. Debemos invitar a empresas de Finlandia, Noruega, Canadá, Brasil y Chile, haciéndoles conocer nuestro potencial. Por ejemplo: el Perú puede poner en el mercado madera de muy buena calidad en ocho años, mientras que a Chile le tomaría 23 años.

Es hora  que empecemos a desarrollar esta industria y que apuntemos a ser una potencia maderera. Como es el caso de la explotación de otros recursos naturales, este desarrollo permitiría múltiples encadenamientos con otros sectores, una gran demanda de empleo de calidad,  mayores exportaciones y recursos fiscales. Sigamos destrabando nuestro futuro con más medidas como esta. Lampadia




El Perú sucumbe a la ‘urdimbre regulatoria’

El Perú sucumbe a la ‘urdimbre regulatoria’

Editorial

Muchos reclaman y otros se preguntan estos días ¿cómo es posible que los trámites y los procesos electorales sean tan absurdos, detallistas y complejos? ¿Qué les pasa a los Magistrados del Poder Electoral para exigir tantos requisitos y demorar tanto sus laudos?

Pues los Magistrados del sistema electoral no están desquiciados, no son torpes, no son la exageración del burocratismo. Solo tienen que aplicar las leyes, normas y procedimientos que se han ido dictando para complicar todo, para crear una ‘urdimbre regulatoria’ (urdimbre = maniobra, intriga, maquinación, enredo, etc.) de la cual solo se puede salir cambiando las normas y mientras tanto, nos guste o no, aplicando leyes y procedimientos. ‘Dura es la ley, pero es la ley’.

Exactamente lo mismo se ha tejido para las relaciones de los ciudadanos con el Estado en sus trámites con la burocracia, con el Poder Judicial, con los municipios, etc.

Igualmente sucede con las empresas, desde las más pequeñas hasta las más grandes. Así es el ‘vía crucis’ para sacar una licencia, ya sea del letrero de un nuevo negocio, las inspecciones de Indeci, las licencias municipales, la aprobación de un nuevo programa universitario, la autorización para poner una clínica, un colegio, un centro comercial, una fábrica, una antena de celulares, un proyecto minero, pesquero, maderero, etc., etc., etc.

Esa es la locura que se ha urdido a pulso con el afán normativo de los funcionarios públicos, fundamentalmente desde el gobierno de Paniagua, con distintos ritmos de creatividad, hasta el ultra-paralizante gobierno de Humala.

Sí queridos lectores, por eso es que todo demora, por eso es que se frenó el crecimiento de la economía, por eso es que la corrupción está a la orden del día, detrás de cada requisito. Por eso cayó la inversión privada y la productividad de la economía. Ver el siguiente gráfico:

Como hemos dicho muchas veces, la inversión de la nueva minería ha sido uno de los motores más importantes del crecimiento, no solo por sus impactos directos, también por los indirectos, producto de su encadenamiento con los demás sectores de la economía. Veamos en los siguientes dos gráficos, la evolución de la normativa minera:

 

Lo mismo que determina la dinámica del sistema electoral y del sector minero, afecta todas las inversiones y la vida de todos los ciudadanos.

Evidentemente, esta frondosa realidad tramitológica origina que muchos ciudadanos y empresas opten por la informalidad. Pero ese no es el camino, ni de los partidos políticos, ni de las empresas. El camino es emprender una poda masiva y generalizada de las ligaduras que están asfixiando la economía nacional y la sociedad en conjunto.

El camino no es el del irrespeto que registra el comportamiento del partido político ‘Todos por el Perú’ (que está dando un ejemplo clamoroso de falta de civismo). El camino es la reforma institucional detrás de una visión compartida de desarrollo integral que nos lleve a recuperar la capacidad de ser una sociedad exitosa en el mundo que nos toca vivir.

Estamos por elegir nuevas autoridades nacionales, aprovechemos la experiencia que el proceso electoral ha puesto a la luz, para entender nuestros males y comprometernos con el rediseño institucional. Es un mandato urgente del que ahora nadie puede esconderse. Lampadia  

 

 




Complot anti-desarrollo al descubierto

Complot anti-desarrollo al descubierto

Se acusa a nuestro desarrollo de ser adicto al productivismo. Se plantea la transición al pos-extractivismo: no depender del exterior y dosificar la producción de minería, petróleo, gas, pesca, madera y monocultivos, solo lo indispensable.

Abandonar la exportación de alimentos y producir solo los que consumimos, aplicar las mismas políticas en los países vecinos, alejarse de los TLCs y relanzar la integración regional sobre la base del Mercosur y la Comunidad Andina.

Proponen que pasemos del actual “Extractivismo depredador” (según lo califica Carlos Monge), a un “Extractivismo sensato”, como transición al “Extractivismo indispensable”.

Bajo la inspiración de las ‘ideas muertas’ de un extranjero, el uruguayo Eduardo Gudynas,se han venido cocinando algunos planteamientos políticos que pretenden llevarnos a la miseria de la Edad Media. Un amplio sector de la academia peruana, de centros de investigación y estudios, ONGs y todas las izquierdas peruanas (incapaces de producir ideas propias y adecuadas a nuestra realidad) desde el 2010, han estado armando el sustento de una suerte de ‘revolución cultural anti-inversión’.

Estas ideas muertas han venido siendo infiltradas durante los últimos cinco años en la política, los medios (especialmente en las radios de provincias), en múltiples eventos ‘académicos’, publicaciones de los llamados centros de investigación y estudios y en la acción política que se ha desarrollado detrás de los conflictos socio-políticos vinculados a la explotación de recursos naturales (bajo el paraguas de los temas ambientales y comunales) y de muchas otras iniciativas de inversión.

La publicación:“Transiciones, Postextractivismo y alternativas al extractivismo en el Perú”, editada por Alejandra Alayza Moncloa (RedGE) y Eduardo Gudynas Silinskas (uruguayo de CLAES) se inició en junio de 2010, con la participación de “expertos y amigos” como: “Carlos Monge y Claudia Viale, del Revenue Watch Institute; Epifanio Baca y Javier Azpur, del Grupo Propuesta Ciudadana (GPC); José de Echave y Juan Carlos Sueiro, de CooperAcción; César Gamboa, de Derecho Ambiente y Recursos (DAR); Pedro Francke y Vicente Sotelo, de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP); Ernesto Ráez de Centro de Sostenibilidad Ambiental de la Universidad Cayetano Heredia (CSA-UPCH); y Matín Scurrach, del Centro Peruano de Estudios Sociales (CEPES)”.

Además,figura la participación de la Red Peruana por una Globalización con Equidad – RedGE: Acción Internacional para la Salud – AIS, Asociación pro Derechos Humanos – Aprodeh, Centro de Derechos y Desarrollo – CEDAL, Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – DESCO, Centro Peruano de Estudios Sociales – CEPES, Convención Nacional del Agro Peruano – CONVEAGRO, Derecho Ambiente y Recursos Naturales – DAR, CooperAcción, Grupo Propuesta Ciudadana – GPC.

Posteriormente, en agosto de 2012,todos los partidos de la izquierda tradicional entregaron al Presidente Ollanta Humala, la versión política del Pos-Extractivismo, mediante el documento coordinado por Tierra y Libertad: Nueva Minería Exige Debate Nacional (L). Este documento fue firmado por los siguientes movimientos: Comando Unitario de Lucha de la Región Cajamarca (CUL), Plataforma Interinstitucional de Celendín (PIC), Frente de Defensa Hualgayoc-Bambamarca, Frente de Defensa de Cajamarca, Central Unitaria de Trabajadores (CUT Perú), Central General de Trabajadores del Perú (CGTP), Central de Campesinos del Perú (CCP), Femucarinap, Fenpetrol, Movimiento Tierra y Libertad, Coordinadora Político Social (CPS), Partido Comunista del Perú, Partido Comunista Peruano (PCP), Partido Descentralista Fuerza Social, Ciudadanos por el Cambio, Partido Socialista, Marcha Mundial de Mujeres (MMM), Ufrep, Conapu, Movimiento por el Poder Popular (UPP), Uníos Perú, Acción crítica, Género y Democracia y Voz Socialista.

Hasta hace pocas semanas, era difícil de entender cómo en un país en que las marchas eran para solicitar la construcción de una carretera, una represa o una hidroeléctrica, de pronto se fue desarrollando esa suerte de ‘revolución cultural anti-inversión’ que se opone a todas la iniciativas de desarrollo de proyectos públicos y privados. En los últimos años nos hemos visto con movilizaciones contra la construcción de carreteras, ferrocarriles, hidroeléctricas, minas, desarrollos petroleros, cárceles, centros comerciales, clínicas, antenas para celulares y todo lo que uno se puede imaginar.

La gran mayoría de estos movimientos se han hecho en nombre del medio ambiente, las comunidades y las poblaciones originarias. Los abanderados han sido ambientalistas de primera generación, curitas revoltosos, ONGs y buena parte de la izquierda tradicional con los liderazgos más notorios de Tierra y Libertad y Patria Roja.

Este proceso se ha hecho evidente especialmente en contra del proyecto de Conga en Cajamarca, contra Pluspetrol y últimamente, con niveles de violencia desaforada contra el proyecto de Tía María en Arequipa.

En clara sintonía con los planteamientos del pos-extractivismo, podemos ver ahora que la campaña política del Presidente Humala con su plan de la Gran Transformación y la acción de gobierno durante el premierato de Salomón Lerner Ghitis, hoy líder de Ciudadanos por el Cambio, de La Otra Mirada y firmante del documento promovido por Tierra y Libertad, fue parte de lo mismo.

También se creía que el ‘ideólogo’ de estas estrafalarias ideas era el ex (por expulsado) cura Arana, pero viendo todos los documentos y movimientos, tenemos que concluir que el eslabón común a todo el andamiaje es Pedro Francke, de la PUCP. Él pertenece a Tierra y Libertad, a La Otra Mirada, y es coautor de los dos documentos.

Resulta entonces, que más que un movimiento social espontáneo por los supuestos descuidos y abusos de las empresas llamadas extractivistas, hemos sido víctimas de un complot en el que han participado muchísimos movimientos y centros de estudios para dar forma a un quiebre del proceso de desarrollo del Perú, que no solo se ha expresado en ideas muertas, sino que ha llegado a superar todo límite permisible de violencia.

Dicho sea de paso, la violencia que hemos visto en el caso de Tía María y que no vimos en el caso de Cajamarca (pues los medios no difundieron los atropellos perpetrados, ver en Lampadia: Stalinismo en Cajamarca), tiene como responsables directos a muchos de los participantes en la producción y promoción de los documentos reseñados y, además, llama poderosamente la atención que los centros de investigación y los académicos involucrados hayan hecho mutis ante la gravedad de los delitos que se vienen cometiendo.

Se acabó la sorpresa, el Perú viene siendo atacado de palabra y obra por gente que ahora podemos desenmascarar. Las mayorías silenciosas, los peruanos de bien, nuestros emprendedores y nuestros jóvenes, no pueden estar de acuerdo con estas tropelías fariseas que debemos combatir con mejores ideas.

CITAS RELEVANTES

Para demostrar el sustento de este complot anti nacional, compartimos a continuación algunas de las ideas con las que esta gente pretende desquiciar nuestro país:

“Transiciones, Postextractivismo y alternativas al extractivismo en el Perú”

Prólogos de abril de 2011 y febrero 2012:

  • “Las transiciones no implican prohibir todas las formas de extractivismo, sino que exigen la necesidad de alternativas que permitan redimensionar el peso de los sectores extractivos en nuestras economías”.
  • “Resultaba tentador mirar a países progresistas vecinos, especialmente Ecuador y Bolivia, como modelo de recuperación de parte de la renta apropiada por las empresas privadas para financiar un mayor gasto social interno. (…) Pero la crítica de Gudynas a los límites del neoextractivismo –junto con los crecientes conflictos que desde esos países se reportan entre los Gobiernos y los pueblos indígenas y la comunidad ambientalista- resultaba demoledora”.
  • “Plantear límites a la propiedad de la tierra”.

Pedro Francke y Vicente Sotelo:

¿Es económicamente viable una economía postextractivista en el Perú?

  • Primero descartan el impacto en el empleo, pues “… la PEA ocupada en el sector extractivo (…) asciende en promedio al 1.5% del total de la PEA nacional.”
    Los economistas de la PUCP manipulan su análisis, pues para ellos la minería es un enclave sin encadenamientos con el resto de la economía. Solo consideran el empleo directo, ignorando el indirecto y el inducido. Según el IPE, por cada empleo directo de la minería se crean nueve empleos en la economía. (Ver en L: La minería tiene un alto valor agregado y Efecto de la minería sobre el empleo, el producto y recaudación en el Perú)
  • Luego reconocen el impacto de eliminar el sector extractivo en el aspecto fiscal y en el sector externo, pero para evaluar su planteamiento analizan tres escenarios.

1. “Cierre total de mineras, petróleo y gas.
2.  Suspensión de los proyectos mineros, petroleros y de gas que iniciaron sus operaciones entre 2007 y 2011.
3.  Suspensión de los proyectos mineros, petroleros y de gas que iniciaron sus operaciones entre 2007 y 2011, y aplicación de un impuesto a las sobreganancias”.

  • Para el primer escenario reconocen un desastre: “… hubiera resultado insostenible (…) habría conllevado a recurrentes presiones hacia la depreciación del tipo de cambio y, por lo tanto, a episodios inflacionarios en la economía”.
  • Para el segundo escenario afirman: “… hubiera significado un deterioro en la balanza de pagos, estos efectos no hubieran sido de la magnitud de los revisados en el primer escenario”.
  • La ‘magia’ está en el tercer escenario: “… se obtiene recurrentes ajustes positivos. Esto significa que el nivel de RIN se ve incrementado incluso por encima de lo que se registró. El ajuste positivo (…) tiene como principal determinante al elevado nivel de utilidades que dejan de salir de la economía nacional debido a la aplicación del impuesto a las sobreganancias. (…) … se ‘retiene’  el 50% de las utilidades de las actividades primario-extractivas que son destinadas al exterior”.
  • Increíble, estos ‘economistas de la PUCP’ creen que en una economía se puede afectar una variable y que todo lo demás quede estático. No entienden que la esencia de la economía es que todo está conectado por vasos comunicantes y que un sistema se altera en su integridad cuando se afecta una sola variable. Su análisis les lleva a pensar que apropiándose de la mitad de las utilidades de las empresas, en adición a sus actuales contribuciones (que son del 40 al 50% de las utilidades antes de impuestos) seguirían habiendo reinversiones, nuevas inversiones, el mismo volumen de producción, nivel de riesgo de la economía y ritmo de inversión en los demás sectores.

Eduardo Gudynas

Caminos para las transiciones postextractivistas

  • “Buscar alternativas al desarrollo actual enfocado en el extractivismo (…) muchos actores sostienen que (…) hay que profundizar e incentivar sectores como la minería o los hidrocarburos. (…) … una postura muy conocida en el Perú, pero otro tanto sucede en Gobiernos como el de Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador o, incluso, bajo el progresismo moderado, como lo fue la administración de Lula da Silva en Brasil”. Ahora Morales y Correa están al otro extremo, ver en L: Evo Morales y Rafael Correa promueven ahora el extractivismo y Gobierno ecuatoriano promueve inversiones que el Perú rechaza y desprecia.
  • “El PBI y otros indicadores (…) son presentados como aproximaciones valederas a la calidad de vida de las personas. (…) Si bien estos son una de las principales fuentes de expansión (…), también causan serios impactos ambientales, fuertes tensiones sociales, su generación de empleo es modestay, en general, no resuelven de buena manera los problemas de pobreza y desigualdad”.La economía peruana es una prueba viva de la falacia de esta argumentación (ver en L: Las Cifras de la Prosperidad).
  • “El extractivismo… genera… un ‘mal desarrollo’, dada su incapacidad para mejorar la calidad de vida de las personas. (…) está basado en recursos que son finitos. (…) en petróleo seguramente se ha pasado el pico de producción (2010)”. Ha sucedido todo lo contrario, ahora sobre el petróleo.
  • “… mejorar la tecnología que se utiliza en la minería o la remediación ambiental (…) ofrece muchas limitaciones. Persistiría el extractivismo como una actividad dominante”.
  • “Las salidas reales al extractivismo se encuentran… en… las alternativas al desarrollo. (…) las propuestas postextractivistas elaboradas por… CLAES son determinadas como transiciones hacia alternativas al desarrollo”.
  • “Se rechaza la posibilidad de seguir avanzando por el sendero del capitalismo contemporáneo, de alto consumo de materia y energía (…) Está claro que es necesario un cambio de rumbo sustancial”. Este ciudadano de ‘larepública oriental’ (Uruguay) no conoce el oriente…
  • “… las propuestas de cambio, en países como Perú, plantean como primer paso revertir los problemas más serios, tales como la ausencia de una regulación estatal, la baja tributación y la desmedida transnacionalización empresarial en el extractivismo”. Las regulaciones han amarrado la economía y la tributación es altísima para el sector formal.
  • “Muchos miran a los Gobiernos progresistas o de la nueva izquierda como fuente de inspiración para esta postura secuencial. Se piensa en las administraciones actuales de Argentina, Brasil, Ecuador, Bolivia, o Venezuela, por mencionar algunos casos, que serían ejemplos exitosos  de ese primer paso”.
  • “El problema es que, en todos estos casos, se han acentuado las estrategias extractivistas. (…) nuevos emprendimientos, como puede ser la minería del litio en Bolivia”. Tesla está por echar por la borda la oportunidad estratégica de Bolivia con el litio. Es probable que este nunca sea aprovechado por ese pobre país.
  • “Algunos valoran el ejemplo progresista solamente por el regreso del Estado”.
  • “Bajo Gobiernos progresistas comienza a ser cada vez más frecuente defender el extractivismo como generador de recursos financieros que se utilizarían en mantener programas sociales. Esta es una suerte de ‘trampa asistencialista’. (…) Esta legitimación… es endeble (…) ya aparecen distorsiones que merecen ser comentadas para no repetir las mismas desviaciones en el Perú”.
  • “Por otro lado, la persistencia extractivista reproduce los conflictos sociales y el deterioro ambiental. Sus beneficios económicos y comerciales deberían ser contrastados con los costos económicos detrás de los impactos sociales y ambientales”.
  • “Estas transiciones implican una serie de rupturas con las ideas clásicas del desarrollo. (…) En otras palabras, la clásica idea del progreso, de origen occidental, queda en entredicho, y se exploran alternativas bajo otras concepciones del bienestar y la buena vida”.Condiciones utópicas que no precisan.
  • “Extractivismo depredador es el estilo de desarrollo actual, caracterizado por un extractivismo intensivo… de alto impacto social y ambiental, y dudosos beneficios para el desarrollo nacional… ejemplos clásicos… minería a cielo abierto… la contaminación por la explotación petrolera en la Amazonía o el abuso de agroquímicos con los monocultivos de exportación… que generan economías de enclave”.
  • “Algunas actividades extractivistas se mantendrán, ya que nadie postula prohibirlas, pero será necesario redimensionarlas sustancialmente… podrán permanecer aquellas actividades que son genuinamente necesarias, dado que cumplen con condiciones sociales y ambientales; y estén directamente vinculadas con cadenas productivas nacionales y regionales… el extractivismo, como apropiación masiva de recursos volcados a las exportaciones, desaparece, y permanece una extracción indispensable para asegurar la calidad de vida humana”.
  • “Posiblemente, la situación más escandalosa en América del Sur se encuentra en Perú, con las excepciones, flexibilidades e incumplimientos con el complejo de La Oroya”.
  • “Un paso esencial para iniciar las transiciones es comenzar a aplicar las normativas ambientales y sociales actuales, y… contar con los requisitos en todo el espectro de emisiones: gases, efluentes líquidos y desechos sólidos; o diseñar planes de ordenamiento territorial”.
  • “El análisis que se presenta en el capítulo de Sotelo y Francke es muy interesante, ya que su escenario de suspensión de los emprendimientos extractivos iniciados entre el 2007 y 2011, podría concebirse como próximo a un extractivismo sensato. En ese caso, se perderían exportaciones por más de 5 mil millones de dólares… pero… un impuesto a las ganancias de los emprendimientos que siguen operando, incluso se llega a un efecto positivo sobre el saldo de la balanza de pagos”.
  • “En el caso de los países andinos, un primer sector a considerar se encuentra en la producción de alimentos… la prioridad ya no está en aumentar las exportaciones… sino en asegurar la calidad de vida de las personas, será necesario asegurar una adecuada alimentación. Para ello, es imprescindible reorientar la producción agroalimentaria hacia las demandas nacional y regional”.
  • “Mientras que, en Perú, podríamos decir que el extractivismo tiene su cara másconocida en la minería, el nuevo extractivismo del Cono Sur se expresa nítidamente en los monocultivos de soja (por el paquete de agroquímicos que emplea)”.
  • “Bajo las transiciones al postextractivismo se desarticulan o desacoplan varios circuitos económicos”.
  • “En América Latina… el decrecimiento en el sentido original de Latouche, es “un slogan político con implicaciones teóricas” que busca “romper el lenguaje estereotipado de los adictos al productivismo”, es perfectamente compatible con las transiciones que aquí se presentan”.
  • “América del Sur es una exportadora neta de agroalimentos con enormes volúmenes de excedentes. El problema no reside en la falta de producción de alimentos, sino en la necesidad de coordinar y regionalizar esa producción y su comercialización. De esta manera, la primeraprioridad de la producción agropecuaria ya no es exportar pocos productos hacia el mercadoglobal, sino atender la alimentación: los alimentos dejan de ser vistos como mercancías. En lugarde unos pocos cultivos exportables, se debería defender una diversificación que asegure unacanasta de alimentos”.
  • “El papel del Estado… asignar prioridades productivas, se deberían atender, en primer lugar, condiciones como la generación de empleo antes que el ritmo de exportaciones”.
  • “Una nueva integración y la autonomía frente a la globalización: Las nuevas condiciones sociales, económicas y ambientales, propias de las transiciones postextractivistas, hacen que los costos sean más altos y las oportunidades de inversión más acotadas. Por lo tanto, es válido suponer que muchas corporaciones dejarían de invertir en Perú y simplemente se mudarían a otras naciones siempre que estas sigan bajo las condiciones actuales… Su racionalidad se basa en sostener que en la globalización actual, una postura postextractivista desembocaría en un aislamiento internacional del país. Esta advertencia es real… Pero la respuesta a ella no es invalidar las transiciones ni caer en la resignación de aceptar las condiciones de operación actual. Por el contrario, la respuesta a este problema se encuentra en ese mismo campo internacional. En efecto, debe asumirse como una condición de necesidad que los países vecinos asuman requisitos y exigencias similares. (…) de esta manera, se evitaría una migración de los emprendimientos extractivos, ya que requisitos similares a los que pudiera establecer Perú, se deberían aplicar… en Chile o Bolivia. (…) en países como Canadá, Estados Unidos o varias naciones europeas, enfrentan exigencias mucho más altas, por lo cual no pueden criticar que los países sudamericanos sigan un camino similar”.
  • “Todo esto requiere abordar la integración regional de otra manera. Ámbitos como la ComunidadAndina o el MERCOSUR deben ser repotenciados”.
  • “Los TLC limitanseriamente las posibilidades de avanzar hacia una estrategia postextractivista.Se impone un cambio de rumbo en las negociaciones internacionales”.
  • “Las transiciones postextractivistas requieren cambios sustanciales tanto en la integración como enla inserción global. Sus ejes deberán ser la coordinación y articulación productiva a nivel regional,y lograr la autonomía frente a la globalización”.
  • “La construcción de las transiciones postextractivistas requiere de actores políticos… implica una renovación en las posiciones político partidarias”.

Indignante, todas las malas ideas del pasado con los peores ejemplos de la región, buscan crear una autarquía regional: “la autonomía frente a la globalización”.

Los peruanos ya hemos sufrido mucho aplicando ‘ideas muertas’. Lo más grave es descubrir a las personas e instituciones que han hecho suyos estos disparates. Lampadia

 

 

 




Visión estratégica de la coyuntura peruana

Visión estratégica de la coyuntura peruana

A pesar de todo lo que hemos vivido en el Perú, la sociedad parece no haber entendido las relaciones causa-efecto de los condicionantes de nuestros últimos 50 años, ni la capacidad para evaluar el espacio-tiempo en que tendremos que desarrollarnos en el futuro.

El siguiente gráfico muestra las fuerzas que debemos hacer interactuar para beneficio de todos los peruanos:

 

 

1. Fuerzas Externas

   a. Mercados Externos

En términos relativos, la economía del Perú es muy pequeña comparada con los mercados con los que comerciamos. Por ejemplo: el crecimiento de 7% de la economía china equivale a dos veces el PBI peruano (US$ 400 mil millones). Nuestras exportaciones agroindustriales vienen creciendo a dos dígitos anuales y este año ya recuperaron un importante crecimiento.

Si produjéramos más minerales o más madera, no tendríamos problema para venderlos en los mercados internacionales.En consecuencia, se puede decir, que la situación restrictiva o de menores precios de la demanda global, no debería afectar nuestra capacidad de seguir exportando y creciendo en nuestra participación del comercio mundial.

b. Revolución Tecnológica

El mundo está entrando en una revolución tecnológica que cambiará sustancialmente nuestra forma de vida y trabajo. Esta revolución se debe al desarrollo de la digitalización, robotización, inteligencia artificial, impresiones 3D, biología sintética y otros desarrollos que amenazan ser sumamente disruptivos con el empleo de las próximas décadas, tanto el de los más capacitados, como el de menos capacitación.Ver en Lampadia:

La tercera revolución industrial trae un nuevo mundo – Apuntes para la creación de empleo al 2034 (I)

La tercera revolución industrial trae un nuevo mundo – Apuntes para la creación de empleo al 2034 (II)

Roubini sobre la tecnología y el empleo del futuro – La Tercera Revolución Industrial

Más sobre la revolución tecnológica que estamos viviendo – Organizaciones Exponenciales (I)

Una expresión de este fenómeno es que la economía global se está desindustrializando y desmaterializando (hoy llevas tu cámara de video, GPS, y linterna en el teléfono). La industria crea cada vez menos empleo y se considera que ya no es el camino al desarrollo de los países más pobres, como lo explica Arvind Subramanian, el principal asesor económico del Primer Ministro de la India, Narendra Modi.

2. Objetivos Internos

      a. Crecimiento Económico

El crecimiento económico es indispensable para la creación de empleo, la reducción de la pobreza y la acción social y de desarrollo del Estado. Evidentemente, este no es el objetivo final del desarrollo, sino el medio para lograrlo. Sin crecimiento no se podría aumentar la inversión en educación, salud, infraestructuras y desarrollo tecnológico.

Según múltiples estudios de especialistas e información del INEI, el crecimiento de los últimos 15 años ha explicado entre el 70 y 80% de la reducción de la pobreza. Ver en Lampadia: Al menos 80% de la reducción de la pobreza es por el crecimiento

b. Generación de Empleo

La PEA del Perú crecerá desde unos 15 a aproximadamente 22 millones de personas el 2050. No solo tenemos que mejorar las condiciones de empleo actuales (con una informalidad laboral de 70%), que carece de los derechos más elementales; tenemos que mejorar las capacidades de nuestros trabajadores mediante intensivos y muy efectivos programas de capacitación; y tenemos que generar nuevos empleos para los jóvenes que se incorporaran al mundo laboral los próximos años (lo deben hacer en mucho mejores condiciones educativas).

            c. Reducción de la Pobreza

La pobreza total en el Perú es aún mayor a 23.5% y, la pobreza extrema de 4.1%. Es cierto que en los últimos quince años la pobreza se redujo desde 57%, pero no nos podemos quedar ahí.

Además, tenemos que reducir los niveles de anemia en niños menores de tres años, que el año pasado (2014) llegaba a 46.8%. Un nivel inaceptable, bajarlo debe  ser una de  las principales metas sociales.

Ver en Lampadia: Solo reconociendo la realidad podremos corregir los errores de la política social y económica – En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo.

3. Agendas Internas

         a. Agenda Política

Tres elementos: lograr una buena Gobernanza; establecer un sistema nacional de partidos políticos que representen efectivamente a la población e; implantar la meritocracia como el único camino para la selección, promoción y remuneración de los funcionarios públicos. Ver en Lampadia: El Mundo carece de una Gobernanza Global para el Siglo XXI e Instalemos un Estado Meritocrático en el Perú.

b. Agenda Social

Este punto abarca una revolución educativa, mejoras en salud, fortalecimiento de nuestras instituciones, el desarrollo de las infraestructuras internas y el avance en investigación y desarrollo, especialmente de carácter tecnológico.

Educación: El diagnóstico es claro y compartido, un atraso sustancial con respecto al resto al mundo de ayer. Si tomamos en cuenta, los desarrollos tecnológicos indicados en el punto 1.b. (revolución tecnológica), la brecha a superar es muchísimo mayor. Una mejora gradual de la calidad de la educación, no nos permitirá incluir a nuestra población como parte del mundo tecnologizado del futuro. Lo que necesitamos es una verdadera revolución, un “Big Bang”, como lo se dijo en el último CADE. Ver en Lampadia: Tenemos que emprender una revolución educativa y  Dignifiquemos el rol de los maestros.

Salud: La salud es una de las áreas en que el cambio tecnológico será más notorio y de mayor impacto en la calidad de vida. Necesitamos que nuestros peruanos más pobres, tengan la capacidad de financiar, o recibir del Estado, el acceso a los mejores instrumentos de prevención y cuidado de la salud que serán de uso común en el resto del mundo.

Instituciones: Una de las agendas más difíciles de superar. Incluye mejora del Sistema Judicial, la Policía, la Seguridad Ciudadana, la derrota final del terrorismo, el control del narcotráfico y la abolición de la corrupción. Ver en Lampadia: Sin instituciones no hay desarrollo.

Infraestructuras: La brecha de infraestructuras llega al 50% de nuestro PBI, unos US$ 100 mil millones. Cerrarla tiene un objetivo doble, mejorar nuestra competitividad y democratizar el acceso al mundo moderno. Uno de los mayores limitantes es su financiamiento, que requiere acceso a fondos suficientes y el diseño de una estrategia que permita un proceso efectivo y acelerado. Ver en Lampadia: Sobre cómo financiar e invertir US$ 80,000 millones.

Investigación y Desarrollo: El gobierno ha establecido incentivos fiscales para la inversión en (I+D). Además, debemos reconocer que durante los últimos 15 años ha habido una revolución tecnológica en todos los sectores de la economía. Esta se ha hecho sin registro oficial, muchas veces sin patentes y alejada del mundo académico. Su naturaleza ha sido de innovación productiva. Es necesario promover un mayor acercamiento de los sectores productivos con la academia, privilegiando la transferencia de tecnología y la mejora de los procesos productivos. Ver en Lampadia: Organizaciones Exponenciales (I).

4. Capacidades Internas

El Perú tiene reservas o capacidades productivas no explotadas en múltiples sectores como consecuencia del “apagón productivo y de inversión” de los 60, 70 y 80s, años en que la inversión privada estuvo proscrita.

Tenemos cómo multiplicar nuestra producción en: Minería, sector que solo explora y explota menos del 2% del territorio nacional (las áreas concesionadas se prestan para confusión).Tenemos muchos proyectos en ciernes que podrían multiplicar nuestra producción por tres o cinco veces. Madera, donde solo producimos una ínfima proporción de lo que hace Chile (exporta más de US$ 6 mil millones) y en el que nuestro potencial es de por lo menos cinco veces el chileno. Solo en la sierra tenemos 7 millones de hectáreas para reforestar. Acuicultura, sector que está prácticamente virgen y que podríamos desarrollar en ríos, cochas y mares.

Igualmente, tenemos un gran potencial para incrementar nuestras  Agroexportaciones, el Turismo, Bionegocios, y Manufactura vinculada a nuestros sectores primarios, como lo hemos hecho los últimos años que, ha permitido que hoy tengamos el sector industrial más grande competitivo y exportador de nuestra historia. Ver en Lampadia: La minería: generó un ciclo virtuoso de crecimiento.

En resumen, el Perú, país bendito, tiene como multiplicar su nivel productivo, la creación de empleo y la generación de recursos fiscales, como no la tiene ningún otro país. Este potencial nos permite generar riqueza para cerrar las brechas sociales, ponernos al día en educación, salud e infraestructuras, creando empleo de calidad para afrontar el salto tecnológico que nos permita nivelarnos con los países más desarrollados y poder sumarnos con éxito a la “tercera revolución industrial”.

Hasta antes de la revolución tecnológica podíamos considerar que teníamos unos 20 años para ponernos al día. Ahora el tiempo se ha acortado, probablemente nos quedan solo cinco años para hacer el trabajo de superarnos. Ya no podemos cometer más errores.

Si no empezamos pronto a desarrollar nuestro potencial, quedaremos condenados a una situación social y económica de discapacidades que no tenemos por qué aceptar. Esperamos que este análisis de las fuerzas que condicionarán nuestro futuro, nos sirva para tomar conciencia de la realidad y comprometernos con la acción, superando debates inútiles y las trampas políticas e ideológicas que todavía nos tienen atrapados en la pobreza. Lampadia

 

 

 

 




“Pensando en lo nuevo”¿Con ideas viejas?

“Pensando en lo nuevo”¿Con ideas viejas?

Humberto Campodónico, colega de la UNI y amigo del Director de Lampadia, ha publicado en La República (20 de abril, 2015): Pensando en lo nuevo. En él vuelve a tratar de descalificar la economía peruana por su “alto” contenido de exportaciones de los llamados productos primarios. Esta vez recurre a declaraciones genéricas de extranjeros y a debates desarrollados en otros países para extrapolar sus implicancias al Perú. Esta práctica no toma en cuenta nuestra realidad y lleva a conclusiones y recomendaciones equivocadas.

Veamos algunos de los comentarios de Campodónico y nuestras acotaciones:

“La pregunta que se hacen muchos países que dependen económicamente de la explotación de recursos naturales es: ¿qué hacemos ahora que han bajado los precios y nos encontramos con una enorme caída en los ingresos del sector exportador y, también, en la retracción de la recaudación tributaria?”.

“Según el FMI, un país es dependiente de los recursos naturales cuando más del 25% de sus exportaciones dependen de ella… 60 países en el mundo, de un total de 192 ‘cumplen’ con esa definición. En América del Sur, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela lo superan ampliamente (entre 50 % y 50 % [sic.]) con las actividades extractivas. Si añadimos las exportaciones agrícolas y pecuarias, entonces entran Argentina, Paraguay y Uruguay. Y también Brasil”.

“Hace dos semanas asistimos a una ‘Conferencia sobre el Comercio Exterior’, convocada por el gobierno de Argelia. (…) su dependencia es cerca del 97% [por sus exportaciones de petróleo y gas]”.

Campodónico cita al gobierno de Argelia: “Queremos (…) mejorar la oferta y el volumen  de las exportaciones no hidrocarburíferas”.

Luego afirma: “Un tema recurrente de la discusión fue la ‘ventana de oportunidad’. ¿Acaso no es positivo que –debido a la situación actual– todo el gobierno y el sector empresarial estén convencidos de que hay que avanzar hacia la diversificación de exportaciones?”En Lampadia no negamos la necesidad de diversificar las exportaciones, pero no, como producto de paralizar y desquiciar el sector primario, sino sumándose a el.

Sigue: (…) “El problema es que no le hemos dado la importancia necesaria a las actividades productivas e industriales. Fue un error creer que seguiríamos creciendo por 20 años más con impulsos externos que nos han hecho dependientes y vulnerables”

Pensamiento Campodónico. Nuestra política nunca se basó en sentarse a esperar que los impulsos externos nos hicieran crecer, un argumento que pretende manipular conciencias. Contrariamente a lo que dice Campodónico, de lo que se trata es de aprovechar nuestro potencial productivo. Solo en el caso de la minería, de haber continuado fomentando su desarrollo en vez de pararla, hubiéramos podido seguir creciendo a buen ritmo, compensandolos menores precios con mayores volúmenes de producción. Esto no lo puede hacer cualquier país. Solo lo puede hacer el Perú, pues  debido al apagón productivo de los años 60, 70 y 80, tenemos un stock de proyectos que nadie más tiene, y menos con la calidad de los nuestros. Ver en L: La minería tiene un alto valor agregado.

Sigue Campodónico: “(…) No podemos seguir confiando en que las actividades extractivas solucionarán los problemas, para lo cual, de un lado, es indispensable dejar de lado la permisología y la tramitología. La solución no va a venir por el lado de Energía y Minas”. (…) “El discurso preponderante es ‘destrabar’ las inversiones –léase Tía María–, para lo cual es indispensable ‘poner orden y tener mano dura’, como lo insinúa el Premier Cateriano”.

Sigue: “Todos los discursos actuales de los organismos multilaterales apuntan hacia reformas que permitan la diversificación de la actividad productiva”.En este caso, las declaraciones de las multilaterales no son aplicables al Perú, como podemos ver líneas arriba.

Continúa Campodónico: “Y que se incida en el avance hacia la sociedad de la información y del conocimiento”. Caray, ya se quedó desactualizado, ahora estamos en la sociedad de la digitalización, la robótica, la inteligencia artificial, las impresoras 3D y la biología sintética. En la Tercera Revolución Industrial’.

Remata su artículo: “Nos estamos quedando rezagados”.Ahí sí estamos de acuerdo, nos estamos quedando rezagados. Si no nos ponemos al día en educación, instituciones e infraestructuras, cuando la tercera revolución industrial agarre velocidad de crucero, los rezagados peruanos seremos una suerte de sub-humanos. Ver en L: Organizaciones Exponenciales (I).

Justamente por eso, nuestro principal objetivo debe ser ponernos al día con los países más desarrollados. Para lograrlo tenemos que crear la mayor cantidad de riqueza, en el menor tiempo posible. Y eso solo podemos hacerlo aprovechando nuestras capacidades para crear riqueza: explotar nuestras reservas productivas en minería, energía, madera, acuicultura y agroexportaciones entre otras. Además, con ese enfoque podremos seguir fortaleciendo y haciendo crecer nuestro sector industrial y modernizando muchos otros.

Amigo Campodónico, hay que pensar en lo nuevo, con ideas nuevas. Lampadia

 




Madera: Fabulosa reserva productiva

Madera: Fabulosa reserva productiva

El Perú ha desaprovechado la riqueza potencial de sus bosques. Basta ver el mapa del Perú con cierto detenimiento para descubrir que el 50% de nuestro territorio está cubierto de bosques naturales (68 millones de hectáreas). Somos el segundo país Latinoamericano con esta riqueza y décimo primero a nivel mundial. A pesar de ello, hemos despreciado este inmenso potencial como se ve expresado en que nuestras exportaciones no llegan ni al uno por ciento de la demanda global por recursos forestales. Como hemos señalado en Lampadia, este es un desperdicio sin nombre que las regulaciones actuales no llegan a corregir y se ve agravado por la tala ilegal que sufre la selva amazónica al punto de poner en riesgo de extinción especies como la caoba.

Sin una clara visión que promueva una política adecuada para el desarrollo forestal, nuestros bosques vienen siendo desbrozados por mafias de taladores ilegales que incluso han llegado al asesinato de dirigentes nativos con el fin de perpetuar su comportamiento delictivo. Aunque no existen cifras precisas, se cree que por lo menos el 50% de la madera que se extrae en el país es de dudosa procedencia.

Mientras los taladores ilegales operan literalmente amparados en la Ley de la Selva, el Estado poco o nada hace para detener este tráfico y mucho menos para que se efectúe una explotación racional, técnica, eficiente y legal, que ponga en valor este magnífico recurso, hoy desperdiciado y saqueado. Desde el 2004, en que se dieron las últimas concesiones madereras  ya se mostraba la falta de efectividad de esta política, el sector ha estado en el abandono. Como recuerda el Comité de Madera e Industria de la Madera de Adex, “de los 17 millones de hectáreas con aptitud forestal que existen en el Perú, menos de 2 millones se encuentran en producción real”. De las 613 concesiones forestales que se otorgaron hasta el 2004, las cuales cuentan con 7’622,244 hectáreas, solo el 35% se halla en actividad, según Serfor. Las exportaciones peruanas de madera solo ascienden a 150 millones de dólares anuales.

¿La razón? El sistema de concesiones no crea las condiciones e incentivos suficientes. Un estudio de la Universidad del Pacífico concluyó que el periodo de concesión es muy breve, por lo que no creaba los alicientes necesarios para que el bosque se explote adecuadamente y al largo plazo, como exige la naturaleza del recurso.

Como señaló en Lampadia, antes de su sensible fallecimiento, Antonio Brack Egg, uno de los mayores problemas que impiden el desarrollo de la industria forestal es que “el estado no garantiza los derechos de los inversionistas y eso empezó antes del 2006, cuando un grupo de personas, cerca de Atalaya, invadió un campamento forestal con una inversión española calculada en 36 millones de dólares, quemó el campamento, se robó todo lo que podía llevarse, y gente política del gobierno de aquel entonces los apoyó. Eso paralizó enormemente. Tenemos que ser conscientes: El sector forestal en el Perú puede ser un sector económicamente poderoso, fuerte, pujante, pero tenemos que dar el marco y el control para que eso se verifique, y dar confianza al inversionista”.

Otra debilidad importante ha sido la limitación impuesta por la definición de los bosques como propiedad del Estado, así sean plantaciones industriales y de reforestación. Estas últimas debieran tener la “condición de cultivos forestales”, y por ende, el mismo tratamiento que los cultivos agrícolas. Mientras esta condición no se establezca con claridad, el manejo de las plantaciones estaría sujeto a regulaciones engorrosas y disuasivas de su desarrollo.  

Recientemente entró en funcionamiento el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor). Este organismo está diseñado para incentivar la actividad forestal del país. Como señala su directora Fabiola Muñoz, la idea es “crear una industria forestal fuerte y competitiva, por ello el Serfor antes que una institución controlista busca ser un ente promotor. Vamos a modernizarnos para desaparecer la lista interminable de trámites”. Espera en breve contar con una plataforma para trámites en línea y, especialmente de vigilancia satelital para un mayor control de los bosques. Un avance considerable.

Según Muñoz, el potencial es inmenso. Solo para el mercado interno peruano se importa anualmente 1,000 millones de dólares en productos maderables y sus derivados. En los últimos diez años las importaciones de estos productos han crecido 281%, mientras que nuestras exportaciones solo se incrementaron en un 115%. (Ver cuadro)

Como se ha hecho en Chile y otros países que han sabido manejar este recurso, se debe desarrollar una industria poniendo en valor los recursos forestales. Chile cuenta con dos millones de hectáreas de bosques para explotación comercial lo que le permite exportar más de 6,000 millones de dólares anuales y emplear a 250 mil personas. Como hemos señalado en Lampadia, “el potencial de desarrollo del sector forestal en el Perú debería ser del orden de cinco veces el de Chile, y constituye un buen ejemplo de una magnífica oportunidad que se está desperdiciando para generar una producción forestal de más de US$ 25,000 millones anuales, dando empleo de calidad a toda la población de la selva y a buena parte de la de la sierra”.

Ese es el reto. “El Perú se ha trazado la meta de tener dos millones de hectáreas reforestadas y cero de deforestación al año 2030”, ha señalado Muñoz. Para ello Serfor “está trabajando en tres líneas: la primera es sobre el patrimonio forestal que ya tenemos para promover un manejo forestal sostenible. Sobre las áreas degradadas tenemos que plantar bosques que pueden ser con fines comerciales (…). Otro elemento fundamental es la lucha contra la deforestación, no perder más bosques naturales”, detalló la directora de Serfor.

Actualmente existen al menos 10 millones de hectáreas aptas para la reforestación. De ellas, 7 millones están en la sierra, 2.5 millones en la selva y 0.5 millones en la costa. La reciente promulgación del Régimen de Promoción de Plantaciones Forestales en tierras de propiedad privada permitirá que unas cuatro millones de hectáreas se siembren con recursos maderables de fines comerciales, lo que generaría que el Perú exporte unos 1,000 millones de dólares en el corto plazo. Hay que recordar que la madera es uno de los pocos commodities que incrementa su demanda anualmente. Para el 2050 se espera que esta llegue a los 4,500 millones de metros cúbicos de madera rolliza. El Perú no puede desaprovechar sus favorables condiciones naturales para crear una gran industria forestal.

Actualmente el sector forestal representa un irrisorio 0.1% del PBI, nuestras exportaciones son 40 veces menores que las de Chile, teniendo el potencial de ser cinco veces mayores. Es hora  que empecemos a desarrollar esta industria y que apuntemos a ser una potencia maderera. Como es el caso de la explotación de otros recursos naturales, este desarrollo permitiría múltiples encadenamientos con otros sectores, una gran demanda de empleo de calidad,  mayores exportaciones y recursos fiscales. Además, con buenas concesiones, se formalizaría todo el sector y se tendría una actividad legal que si podría competir con éxito con la tala ilegal y los sembríos de coca.

El desarrollo del sector forestal es clave para la generación del empleo a vistas de la tercera revolución industrial, ver en (L): Apuntes para la creación de empleo al 2034 (II). Lampadia




Un nuevo impulso al sector forestal peruano

Un nuevo impulso al sector forestal peruano

Por Diego Díaz Pastor

(Gestión, 07 de Noviembre del 2014)

La devastación causada por la minería ilegal en zonas de la selva peruana como Madre de Dios, donde se deforestaron miles de hectáreas de bosques nativos y contaminaron gravemente los recursos hídricos y la deforestación asociada a la tala ilegal, son amenazas contra el medioambiente. Esto ya que los bosques cumplen un rol central en la conservación de la biodiversidad que alojan y en la captura de carbono, función relevante en el escenario actual de calentamiento global.

Esto ha implicado un mayor interés de parte del Estado por implementar políticas que promuevan el uso sostenible de los recursos naturales, una mayor fiscalización sobre las actividades ilegales que podrían poner en riesgo dichos recursos y la protección de áreas naturales. Al respecto, el sector forestal engloba a un conjunto de actividades con impacto directo en el uso sostenible de los bosques: la tala de árboles y la extracción de productos no maderables en bosques nativos y plantaciones forestales; por lo que la dirección que tome en los próximos años debe ser de especial interés.

A pesar de su gran potencial – contamos con la segunda mayor superficie de bosques naturales entre los países de América Latina y la número nueve a nivel mundial – este ha quedado relegado a la producción de bienes de bajo valor agregado y a un alto nivel de informalidad / ilegalidad en su cadena de valor. De acuerdo al Ministerio de Agricultura (Minagri), la producción maderable alcanzó los 7.9 millones de metros cúbicos en el 2012, de los cuales aproximadamente el 89% fueron destinados a leña.

Diversos factores han dificultado el desarrollo del sector forestal, entre ellos destacan la deficiente infraestructura de transporte entre los centros de producción maderera y los principales mercados, y las dificultades de financiamiento para los agentes del sector, lo cual permitiría realizar inversiones que otorguen valor agregado a su producción. Asimismo, el fraccionamiento de la política del Estado, que otorgó competencias a los gobiernos regionales en materia de planificación y promoción del uso sostenible de los bosques, lo cual, sumado al exceso de trámites burocráticos y la limitada capacidad de supervisión de los organismos nacionales, habría fomentado la expansión de actividades ilegales en el sector.

Afortunadamente, en los últimos meses el Minagri ha venido trabajando en el reglamento

de la Ley N° 29763 “Ley Forestal y de Fauna Silvestre”, la cual busca fortalecer la institucionalidad forestal y mitigar los cuellos de botella que dificultan el desarrollo del sector. Esto incluye, entre otros, otorgar un enfoque ecosistémico a las concesiones forestales, la creación del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) y la simplificación de los procesos administrativos.

Si bien la iniciativa es adecuada, esta no sería suficiente para otorgar el impulso que el sector necesita para alcanzar las optimistas metas planteadas por el Minagri hacia el 2021: US$ 1,500 millones de producción de madera de concesiones forestales, US$ 3,000 millones anuales de inversión privada en plantaciones forestales y 100 mil puestos de trabajo al año. La experiencia internacional ha mostrado que una política forestal coherente y estable y un buen clima para las inversiones no son suficientes para darle el impulso necesario a la inversión privada en plantaciones forestales comerciales. ¿Hay una falla de mercado?

Debido a los riesgos inherentes a la actividad –son inversiones de largo plazo con un período de maduración de mínimo cinco años para su aprovechamiento comercial– es necesario que el Estado diseñe intervenciones eficientes que permitan un mayor interés de los inversionistas por esta alternativa de desarrollo del sector. Diferentes regiones cuentan aún con importantes extensiones de tierras aptas para reforestación, de acuerdo al Minagri estas ascenderían a 9.5 millones de hectáreas. Si consideramos que actualmente sólo se han desarrollado aproximadamente 30,000 ha de plantaciones, es claro que el potencial de crecimiento en esta actividad es altísimo.

De acuerdo a la FAO (2004), existen incentivos directos e indirectos que pueden impulsar la inversión en plantaciones. Entre los directos se cuentan diversas formas de subsidios estatales a los insumos utilizados (semillas, fertilizantes, etc.), reposición de parte de la inversión inicial (Chile, Colombia y Ecuador reponen el 75% de los costos de plantación), facilidades para el financiamiento de largo plazo, entre otros. Los incentivos indirectos pasan por asegurar los derechos de propiedad de los inversionistas, promover la creación de clústeres industriales en los que se dé valor agregado a la producción forestal (maderas, pulpas, no maderables, etc.), mejoramiento de la infraestructura de transporte y fomento de la investigación.

En este sentido, el nuevo esfuerzo del Estado por modernizar la política forestal debe otorgar especial atención a la promoción de la inversión privada en plantaciones forestales, actividad en la que nuestro país tiene un gran potencial y que ha permitido un crecimiento exponencial del sector en países de Latinoamérica que ya han implementado intervenciones como las mencionadas previamente. El impulso de esta actividad es positivo a nivel económico y ambiental, entre los beneficios destacan: creación de empleo en zonas rurales, crecimiento de las exportaciones, mejoras en el bienestar de la población de las áreas de influencia de las plantaciones, protección y rehabilitación de suelos, incremento de la captura de carbono, reducción de las presiones sobre los bosques nativos y uso sostenible de los bosques.




¿Cómo impulsar el desarrollo en la selva?

¿Cómo impulsar el desarrollo en la selva?

El Perú tiene un gran potencial para desarrollar una industria forestal sostenible que permita generar riqueza y desarrollo. Al 2012 ocupamos el décimo lugar en el ranking de los países con mayor extensión de bosques, con 68 millones de hectáreas (ha) y contamos con un mínimo 17,8 millones de ha de bosques naturales capaces de producir madera sosteniblemente.

No obstante, nuestra industria forestal está muy atrasada por la falta de voluntad política y problemas de economía institucional: el deficiente marco normativo vigente hasta hace muy poco, la falta de información, supervisión y el escaso control debilitaron la seguridad sobre los derechos forestales, lo que ha impedido desarrollar una industria competitiva y ha fomentado la informalidad y la tala ilegal. Así, se calcula que el 90% de la venta maderera de Iquitos proviene de transacciones ilegales, lo que habría reducido sustancialmente las exportaciones loretanas al no poderse demostrar el origen legal de la madera. Además, la informalidad ha generado altos niveles de deforestación anual, habiéndose acumulado al 2012 unos 8 millones de ha deforestadas.

Como consecuencia de la falta de planificación en el sector, la industria forestal en la actualidad genera un aporte mínimo a la economía (menos de 1% del PBI), y la población que vive en torno a los bosques es delas más pobres y aisladas del mercado. Si nos comparamos con Chile, que cuenta con tan solo 2,2 millones de hectáreas de plantaciones forestales, la situación es más dramática: en nuestro vecino la industria forestal aporta al 3,5% del PIB, siendo la segunda actividad económica más importante después de la minería. El marco normativo favorable a la inversión privada ha permitido que Chile tenga éxito en desarrollar una industria competitiva a nivel internacional, creando en torno a ella una amplia gama de empresas proveedoras, así como una importante cadena productiva.

Increíblemente, el Perú tiene una balanza comercial negativa en el comercio de madera, mientras Chile logró exportar productos forestales por un valor de US$5,300 millones el año pasado, dando trabajo directo a 118 mil empleados, de acuerdo a cifras de Grupo de Información Forestal y Análisis Económico del Instituto Forestal de Chile. El potencial de desarrollo del sector en el Perú debe ser del orden de cinco veces el de Chile, por lo que estaríamos desperdiciando la oportunidad de generar una producción forestal de más de US$ 25,000 millones anuales, dando trabajo de calidad a toda la población de la selva y a buena parte de la sierra.

La situación es más patética si consideramos que a pesar del enorme potencial que tiene el Perú para la producción de madera en bosques naturales, el año pasado tuvimos que importar 47,566 toneladas de madera aserrada, de las cuales 40,202 toneladas fueron compradas a Chile.

Según Antonio Brack Egg, ex Ministro del Ambiente y experto en temas forestales, uno de los principales obstáculos para el despegue del sector forestal es la falta de decisión política para impregnar de visión económica a nuestros bosques naturales, y la enorme desconfianza que existe por la falta de supervisión y garantías en el sector. El problema se agrava por la falta de visión empresarial en la burocracia estatal desde el MINAGRI y los trámites engorrosos e interminables necesarios para la explotación de los bosques. Todo ello genera que la gran inversión sea reacia a asumir el enorme riesgo que representa invertir en la explotación de los bosques peruanos.

La aprobación de la Ley Nº 29763- Ley Forestal y de Fauna Silvestre en julio del 2011 constituye un esfuerzo importante para el desarrollo del sector, al establecer un marco que va a permitir poner en valor los ecosistemas forestales y la fauna silvestre para su aprovechamiento sostenible a través de instrumentos económicos, como concesiones de hasta 40 mil ha por 40 años (renovables). Sin embargo, el Gobierno no debería retrasarse más tiempo en elaborar el Reglamento a esta Ley, ya que el sector sigue paralizado: durante el año pasado se entregaron CERO permisos o autorizaciones maderables.  

Igualmente, va a ser importante fortalecer adecuadamente al Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), el cual absorberá las funciones de la Dirección General Forestal y de Fauna Silvestre (DGFFS), y no se debería descuidar el desarrollo del  Catastro Forestal con la información cartográfica de las categorías de bosques, unidades de ordenamiento forestal, títulos habilitantes, plantaciones y tierras de dominio público con aptitud para plantaciones forestales de producción.

El Estado debería poner todo el empeño en atraer inversiones de gran magnitud con incentivos adecuados (como se hizo en el caso chileno) para permitir crear trabajo sostenible en Loreto, Ucayali y Madre de Dios, que concentran solo el 5.4% de la población nacional (1,6 millones de habitantes entre los tres departamentos) y con ello crear polos de desarrollo sostenible en la selva, agregando valor a la madera extraída y trabajada en los aserraderos. Esto, además, redundaría detener la migración de la sierra hacia la selva que termina en agricultura no sostenible, depredación de bosques, o en los sembríos de coca.