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Organismos Constitucionales Autónomos

Organismos Constitucionales Autónomos

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 3 de julio de 2020
Para Lampadia

Como les consta a muchos de mis lectores en Lampadia – y a mis seguidores en las redes sociales – estoy obsesionado con el fracaso del Estado peruano. Me refiero – por ejemplo – al fracaso de los servicios públicos de salud y educación. Al fracaso de la seguridad ciudadana y la seguridad jurídica. Nadie está seguro… ni siquiera en su casa. Y en el ámbito jurídico o judicial… peor. Poderoso caballero es don dinero. Pregúntenles – si no – a los litigantes y / o a los millones de microempresarios y vendedores ambulantes. ¿Cómo los tratan los inspectores municipales o la policía? O peor aún ¿cómo los tratan los jueces y fiscales?

¿Cómo no obsesionarse con el fracaso estrepitoso de las empresas municipales de agua y saneamiento, y de limpieza pública? ¿Y qué decir de los alcaldes – y regidores – mafiosos que promueven las invasiones y el tráfico de tierras, para lucrar luego con negocios tan soterrados como la venta de esteras y agua en cisternas… ciertamente no aptas para el consumo humano? ¿Y la lucha contra la corrupción? ¿Acaso no vamos de mal en peor en este asunto?

La pregunta es ¿por qué tantos fracasos estatales? ¿Por qué tanto maltrato a la población y tanta corrupción en el Estado? ¿Por qué? Pues bien – en mi opinión – el clientelismo político es la madre del cordero. Eso de que cada autoridad estatal – presidente, ministro, congresista, gobernador, alcalde, o magistrado – cambie a los funcionarios de sus instituciones cada vez que entra a trabajar para el Estado… ¡he ahí el problema! El nulo valor de la carrera pública en el sector público. La ausencia total de la meritocracia a la hora de contratar a servidores públicos. ¡Esa es la causa del fracaso del Estado!

Sin embargo, aparece la interrogante: ¿porqué el Banco Central de Reserva (BCR) es tan buena institución? ¿Acaso no es tan estatal como las demás instituciones públicas? Claro que sí. Entonces ¿qué diferencia al BCR de los hospitales del Ministerio de Salud, o de las empresas municipales de agua y saneamiento? ¿Por qué los Richard Swings no están en el BCR y sí – cual cardúmenes de gente corrupta e inoperante – atiborran a las demás instituciones estatales?

La respuesta a esta interrogante está en los denominados Organismos Constitucionales Autónomos. ¿Qué dice la plataforma digital del Estado a ese respecto? (https://www.gob.pe/estado/organismos-autonomos) Cito entre comillas: “La Constitución política, para la salvaguardia del estado de derecho y la mayor eficiencia en la ejecución de algunas labores, ha constituido algunos organismos autónomos, que no dependen de ninguno de los poderes del Estado. ¡Bingo! ¡La Constitución lo dice! ¡Sí se puede!

Me refiero a que sí se podrían constituir Organismos Constitucionales Autónomos para mejorar – por ejemplo – la salud pública. Y la educación. Y lo mismo se podría aplicar para el agua potable… que es un fracaso estrepitoso a nivel nacional. Y para la infraestructura pública… que es un caos. Y para el deporte. Organismos especializados en diversas funciones que no dependan de ningún poder del Estado. Es decir, que no dependan de los caprichos de los políticos de turno. Y que rindan cuenta a la ciudadanía… tal como ocurre en el caso del BCR.

Por ahí va la solución al pernicioso clientelismo político en la mayoría de las instituciones estatales peruanas. Los peruanos deberíamos exigir una verdadera revolución institucional estatal, y replicar el modelo del BCR en las demás instituciones públicas. Despolitizar todas las instituciones estatales fracasadas… y autonomizarlas – si cabe el término – de acuerdo con lo que establece la Constitución. Imponer la meritocracia, el profesionalismo, la carrera pública, y la permanencia de los buenos funcionarios públicos… independientemente de la alternancia política en el Estado.

Organismos Constitucionales Autónomos. Grabemos en nuestras memorias esas tres palabras. Organismos Constitucionales Autónomos. O como hacían nuestros maestros cuando nos portábamos mal, y – de paso – para que aprendamos machaconamente la lección. Escribamos 100 veces Organismos Constitucionales Autónomos. ¡Y sin ningún error ortográfico ni ninguna tachadura! Lampadia




La verdad sobre el Puerto de Pisco

La verdad sobre el Puerto de Pisco

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 19 de junio de 2020
Para Lampadia

El Puerto General San Martín de Pisco tiene detractores. ¡Qué duda cabe! Además, qué – o quién – no tiene detractores en esta vida. Sin embargo, lo que algunos no quieren reconocer es que hay gente que está a favor de la modernización y ampliación del puerto. En realidad, somos más los peruanos que respaldamos el Puerto de Pisco, que aquellos que se oponen a él.

La razón es muy sencilla. Desde el punto de vista logístico – aparte de ahorrar costos, tiempo, y riesgos de accidentes – el Puerto de Pisco descongestiona el Puerto del Callao. Descongestiona el tráfico infernal de Lima y El Callao. Y descongestiona la Carretera Panamericana… en el tramo Pisco – Lima. ¿Cuántos accidentes – y cuántas horas perdidas – se evitan? ¿Y la huella de carbono que ello conlleva? ¡Cómo que el Puerto de Pisco no tiene impacto vial y ambiental positivos!

Hace poco el tema en debate fue el dragado del puerto. Los mismos detractores de hoy, anunciaron – entonces – el apocalipsis de la Bahía de Paracas. Pues bien. El dragado se hizo correctamente. Y el tiempo le dio la razón al concesionario. Ahora el puerto es más profundo y puede atender a barcos de mayor calado que antes. Y – lo más importante – no ha habido ninguna afectación al ambiente, ni a la fauna y flora marina y costera.

Ahora, el tema en debate es el almacén de concentrados de minerales que el concesionario pretende construir para ampliar las operaciones del puerto. A ese respecto – al igual que en el tema del dragado – la prensa viene siendo utilizada para propalar un cúmulo de falsedades que – en aras de la verdad – merecen ser aclaradas.

Dicen – estos detractores del puerto – que los concentrados van a estar expuestos al viento de Paracas. Falso. El almacén será un recinto cerrado, con presión interior negativa. Es decir, las partículas de minerales no podrán salir del almacén a la intemperie. Más aún. Los camiones que transportarán los concentrados – aparte de estar dotados de tolvas herméticamente cerradas – serán aspirados y lavados dentro del almacén. El circuito del agua para el lavado de camiones será cerrado. O sea, cero vertimientos.

Para el embarque de concentrados se utilizarán contenedores – también cerrados – que descargarán el material dentro de las bodegas de los barcos, las cuales contarán con un sistema de nebulización para que ninguna partícula de mineral salga al medio ambiente.

Sigamos el ejemplo de muchos puertos impecables que hay en el mundo. Me vienen a la memoria dos que conozco personalmente: el de San Francisco en Estados Unidos, y el de Ciudad del Cabo en Sudáfrica. Puertos que además de terminales logísticos – limpios y seguros – son destinos turísticos y recreacionales. Puertos donde conviven en perfecta armonía barcos, astilleros, grúas y contenedores, restaurantes y hoteles, parques, teatros, campos deportivos, y tiendas de todo tipo.

Puertos donde la gente va a pasear y a recrearse… sobre todo niños. Puertos donde – por encima de todo – se respecta la naturaleza: aves, animales, peces, y plantas. ¡Impecables!

Vamos. El Puerto de Pisco va a generar mucho progreso y bienestar a la población de Paracas, San Andrés y Pisco. El fondo social comprometido redundará en la mejora significativa de la salud y educación de los pisqueños. Incluso, en la mejora de los servicios de limpieza pública y agua potable que hoy por hoy está en estado ruinoso. En realidad, medio Perú se beneficiará con el Puerto de Pisco. Lampadia




¡Basta ya de burocracias estatales inoperantes, maltratadoras y corruptas!

¡Basta ya de burocracias estatales inoperantes, maltratadoras y corruptas!

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 8 de noviembre de 2019
Para Lampadia

El dinero del país lo generamos todos los peruanos con nuestro trabajo. Y una parte de dicho dinero se lo entregamos al Estado – a través de la Sunat – en forma de impuestos. El Impuesto General a las Ventas (IGV), y el Impuesto a la Renta (IR) son los principales… y los más conocidos. Pero también hay otros impuestos de menor cuantía, como el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), el Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF) y otros más.

El IGV lo pagamos todos – ricos y pobres – cuando adquirimos un bien o un servicio. Puede ser una camisa, una lata de atún, una entrada al cine, o un pasaje en bus. Cada vez que compramos un bien o un servicio, pagamos 18% de IGV. El IGV es el impuesto que más ingresos le representa al Estado. Después le sigue el Impuesto a la Renta que lo pagan – principalmente – las empresas. El IR asciende a 30% de las ganancias de las empresas. Aparte del IR que pagan las empresas, los profesionales y los trabajadores también pagamos IR.

Ahora bien ¿para qué pagamos impuestos? Pues para que el Estado nos brinde – básicamente – salud, educación y seguridad. Además, para que nos de agua potable. También para que construya infraestructura pública como carreteras, puertos, escuelas, hospitales, comisarías, cárceles, etc.

La pregunta es ¿el Estado nos cura, nos educa, y nos da seguridad? ¿Nos da agua potable y limpieza pública? ¿Cómo está la Carretera Central? ¿Cómo están las comisarías y cárceles del país?

La verdad, la verdad… la respuesta a todas las preguntas anteriores es NO. El servicio de salud pública es pésimo. La educación pública deja mucho qué desear. La delincuencia está cada vez peor. Y la infraestructura pública… igual. El Estado – a quien le pagamos nuestros impuestos para que nos brinde dichos servicios – NO nos está atendiendo bien.

Pero ¿quién es el Estado? El Estado son las Municipalidades, los Gobiernos Regionales, y los Ministerios. El Estado son – también – la policía y los jueces. Incluso, los médicos y maestros de los hospitales y escuelas públicas.

Pregunta ¿cómo nos tratan las cerca de 1,800 municipalidades distritales que hay en todo el país? ¿Acaso no están llenas de burócratas inoperantes y corruptos? ¿Quién no ha sido chantajeado por un funcionario municipal para obtener una licencia de funcionamiento o – peor aún – una licencia de construcción?

¿Cómo así hemos terminado con cerca de 50 burocracias distritales entre Lima y Callao? ¿Porqué no mejor una sola autoridad municipal para toda la metrópoli, tal como tienen ciudades – tanto o más grandes que Lima – como Bogotá, Buenos Aires, Barcelona o Nueva York?

Y pasando a otras esferas del Estado ¿cuántos contratos de concesión suscribió Proinversión en lo que va del 2019? ¡Cero! ¿Cuánto nos cuesta Proinversión a todos los peruanos? ¡Más de S/. 200´000,000 al año! Mejor cerremos Proinversión y nos ahorramos ese platal.

Y así por el estilo. Hay cualquier cantidad de instituciones públicas que están por las puras. No brindan ningún servicio mínimamente idóneo, y cuestan un ojo de la cara. Y encima nos chantajean cada vez que requerimos – de ellos – un certificado, permiso, o lo que sea.

No hay derecho. ¡Basta ya de burocracias estatales inoperantes, maltratadoras y corruptas! Lampadia




El fracaso municipal en materia de limpieza pública

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 12 de abril de 2019
Para Lampadia

Hace poco, la Contraloría General de la República reveló el fracaso municipal en materia de limpieza pública y tratamiento de residuos sólidos. En ese sentido, el hallazgo de la Contraloría no constituye ninguna novedad. La basura no sólo está “a la vista”, sino que también está “al olfato”. Efectivamente, aparte de ser fea, la basura apesta.

Calles y plazas inmundas. Ríos, lagos y mares atiborrados de plásticos. Y en vez de rellenos sanitarios, botaderos de basura donde pululan recicladores – hombres, mujeres y niños – en simbiosis con ratas, gallinazos, moscas, chanchos, perros, gusanos y todo tipo de microorganismos. Eso es lo que ha consignado la Contraloría en su reciente informe denominado “Por una Ciudad Limpia y Saludable”.

Los Gobiernos Locales son los responsables de este descalabro ambiental. Es decir, las municipalidades. Ahora bien – es verdad – hay distritos limpios en nuestro país. Por ello, mis respetos a los buenos alcaldes que han logrado dignificar la vida de sus vecinos y sus visitantes. Pero son los menos. Lamentablemente, a la gran mayoría de alcaldes de nuestro país, la basura les importa un bledo.

Pregunto: ¿para qué sirve el Ministerio del Ambiente? ¿Para qué sirven los órganos adscritos a dicho Ministerio? Me refiero al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNAMP), al Servicio Nacional de Certificación Ambiental (SENACE), al Sistema Nacional de Información Ambiental (SINIA), y todas las direcciones ambientales de los Gobiernos Regionales y Locales de todo el país.

Incluso ¿para qué sirve el Ministerio de Salud? ¿Acaso la contaminación ambiental no es dañina para la salud humana? ¿Y el Ministerio de Agricultura? ¿Y el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo? ¿Acaso la basura no atenta contra la sanidad agraria y el turismo receptivo?

No cabe duda. El Perú es un fracaso estrepitoso en materia ambiental. La pregunta es: ¿y ahora qué? ¿Alguien cree que las Municipalidades del país van a recapacitar y – de buenas a primeras – empezarán a cumplir sus obligaciones respecto al recojo de basura y tratamiento de residuos sólidos? ¿Del cielo aparecerán rellenos sanitarios aquí y allá, y desaparecerán los botaderos de basura municipales?

No quiero ser aguafiestas, pero me temo que la basura seguirá tal cual, y los botaderos también. Nada va a cambiar en nuestras ciudades. El informe de la Contraloría – una vez más – quedará guardado en los archivos de las municipalidades involucradas en el operativo en cuestión. Los Gobiernos Locales jamás serán capaces de cumplir la ley, e imponer el orden en la materia.

El Ministerio de Vivienda – o alguna institución del Gobierno Central – debe asumir la función de la limpieza pública y tratamiento de residuos sólidos en todo el país.

Seamos sinceros. La corrupción, la indolencia y la inoperancia municipal seguirán para largo. Así como están las cosas, los peruanos jamás viviremos en ciudades limpias y saludables. Por eso, bien vale la pena convocar a un concurso público para que empresas especializadas en la materia se encarguen de la recolección de la basura y tratamiento de los residuos sólidos en todas las ciudades del país. ¡No queda otra!

Total, no tenemos nada qué perder. En materia de limpieza pública, es imposible estar peor de lo que estamos. Lampadia




Ideas… para acabar con el fracaso estrepitoso del Estado

Ideas… para acabar con el fracaso estrepitoso del Estado

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Lima, 14 de diciembre de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

Hablemos a calzón quitado. Los sistemas de abastecimiento de agua potable – en todo el país – son un fracaso estrepitoso. Lo mismo sucede con los sistemas de tratamiento de aguas servidas.

Los sistemas de limpieza pública – o recojo de basura – también son un desastre. Los sistemas de tratamiento de residuos sólidos… peor. Por ello vivimos rodeados de moscas y ratas.

El tráfico vehicular es otro fracaso estrepitoso. Congestión vehicular, contaminación ambiental, ruidos molestos, inseguridad vial, rompe muelles por las puras, violación sistemática de las reglas de tránsito… no hay un solo indicador favorable a este respecto.

Y lo mismo se puede decir de los sistemas de planificación y desarrollo urbano. Invasiones de tierras promovidas por funcionarios corruptos. Autoconstrucción generalizada… sin ningún criterio urbanístico. Agua en cisternas. ¿Desagüe?… ¿qué es eso? Desorden total. El urbanismo en el Perú es otro fracaso estrepitoso.

Pero eso no es todo. La corrupción enquistada en casi todas las instituciones encargadas de emitir licencias o permisos se ha vuelto endémica. Me refiero a las licencias de construcción, licencias de funcionamiento, brevetes, licencias de circulación… y todas las demás. Gobiernos locales y regionales, y gobierno central… todos tenemos vela en este entierro. 

Los procesos de compras y contrataciones son más de lo mismo. Incluso las contrataciones de personal. Ese tango lo bailan empresarios privados – contratistas, consultores, proveedores, etc. – en pareja con funcionarios corruptos del Estado.

En materia laboral… aquel ominoso 70% de informalidad lo dice todo.

Seamos sinceros. La Legislación Laboral peruana es otro fracaso estrepitoso.

Y la lista continúa. La salud pública es un fracaso estrepitoso. El Congreso de la República… ¿qué quieren que les diga? Sobre todo, después del tremendo lapo que le acaba de meter el pueblo mediante el Referéndum del 9 de diciembre pasado.

Por otro lado, el Sistema Nacional de Justicia – después de los audios de la vergüenza – ha quedado reducido a escombros. Y ¿las universidades bamba? Aquellas que – en vez de instituciones académicas – más parecen impresoras de títulos en serie. He ahí más fracasos estrepitosos.

Oh dios soborno… ¡cuántos fracasos estrepitosos nos has dejado! Has malogrado municipalidades y gobiernos regionales. Has manchado ministerios y universidades. Has quebrado empresas de agua potable. Has ensuciado nuestras ciudades y medio ambiente. Has destruido el Congreso y el Poder Judicial. ¡Hasta presidentes has embarrado! Oh dios soborno… ¡cuánto daño nos has hecho a los peruanos!

Simplificar y digitalizar – al máximo – todos los trámites y procesos de emisión de licencias. Depurar y racionalizar – al máximo – la maraña burocrática del Estado. Eliminar instituciones públicas que no sirven para nada… sobre todo ministerios y municipios distritales. La meritocracia debe primar en todos los procesos de contratación de funcionarios públicos.

Centralizar y digitalizar todos los procesos de compras y contrataciones. Ninguna municipalidad, ningún gobierno regional, ninguna institución del Estado debe comprar ni contratar nada. Una Central Única de Compras y Contrataciones del Estado – 100% digital – se encargaría de ello. ¡Cero sobornos!

La Ley Laboral Agraria debe extenderse a todos los demás sectores de la economía. OTROSÍ: Ninguna ley generó tanto empleo formal – ni aumentó tanto las remuneraciones – como la Ley Laboral Agraria.

Hay que evaluar a los estudiantes graduados de todas las universidades del país. Así, la estafa de las universidades bamba quedaría desenmascarada en dicha evaluación.

Ideas… sólo ideas. Acabar con el fracaso estrepitoso del Estado. Acabar con la pleitesía al dios soborno. ¡Esa es la idea! Lampadia




Ángeles de la Guarda

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 27 de julio de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

Los niños y jóvenes de Ica son lo máximo. Lo que están haciendo por el bienestar de nuestra población, es admirable. Nuestros Ángeles de la Guarda – así habría que llamarlos – ya nos libraron de la epidemia del Dengue. ¡Cómo no estar profundamente agradecidos por un logro tan importante! Gracias a ellos, miles de iqueños estamos sanos y tranquilos. Muchos ni siquiera saben que detrás de esa salud y esa tranquilidad, está el trabajo meticuloso y silencioso que hicieron nuestros chiquillos para eliminar al zancudo trasmisor del Dengue.

¡Qué ingratos somos – muchas veces – las personas! Sobre todo, los mayores. Por qué tan pocos dan cuenta del extraordinario resultado de la Campaña: En mi casa y en mi barrio… le ganamos al zancudo. ¿Será porque no hay sangre de por medio? Sí pues. Como no hay Dengue… no hay problema. Y como no hay problema… no hay noticia. ¡Qué injusticia!

Ahora los chicos están embarcados en el Campaña: + Vida – Plástico. ¡Cómo no estar doblemente agradecidos! Nuestros angelitos están limpiando nuestros barrios y nuestros pueblos. Están ayudando a nuestros Municipios a mejorar el medio ambiente. Están reeducando a sus padres para volver a utilizar las bolsas de tela – o canastas de paja – en reemplazo de las bolsas de plástico y envases de Tecnopor. ¡Una maravillosa labor!

Inclusive, están colaborando en la seguridad ciudadana a través de las Brigadas de Auto Protección Escolar (BAPES). A ese respecto, expresamos nuestro agradecimiento a la Policía Nacional del Perú por el cariño y profesionalismo que ponen en la capacitación de nuestros brigadistas. Nuestras BAPES brindan seguridad y vigilancia permanente, tanto al ingreso como a la salida de nuestras escuelas. Monitorean y controlan los kioscos cercanos, y detectan individuos – de mal vivir – que atentan contra la salud y seguridad integral de nuestros estudiantes. ¡Impresionantes!

He ahí tres funciones públicas de gran trascendencia: Salud Pública, Limpieza Pública, y Seguridad Ciudadana. Pues bien, gracias a la participación decidida – y protagónica – de nuestros escolares, nuestra región es – ahora – más saludable, más limpia, y más segura. Eso es Participación Ciudadana… de verdad.

Por otro lado, nuestros atletas escolares han progresado significativamente en cuanto a logros deportivos. En los Juegos Deportivos Nacionales Escolares 2014 obtuvimos 22 medallas, en total. El año pasado, 66. ¡Tres veces más! Mente sana en cuerpo sano… para mantener nuestra alma saludable. He ahí el poder – y el valor – del deporte.

Y lo mismo pensamos respecto al arte y la cultura. Y – concretamente – respecto a la música. Aquella expresión del viento que – según Juan Diego Flórez – vuela por los aires y se posa sublime en las almas de los niños; haciéndolos más tiernos, más felices… haciéndolos mejores personas. Eso es SINFÓNICA… nuestro coro de niños que ha calado hondo en el corazón de los iqueños.

Este artículo es para dar cuenta de la cara brillante de Ica… y del Perú. La cara oscura – la de la corrupción – es harta conocida. Esta vez no me ocuparé de ella. Nuestros niños y jóvenes merecen un reconocimiento… por todo lo alto. Ellos son el orgullo de nuestra Región. Son nuestros Ángeles de la Guarda. Muchos no los ven. Pero ahí están… protegiéndonos y labrando el progreso de Ica. ¡Que Dios los bendiga! Lampadia