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El Nuevo Monstruo

El Nuevo Monstruo

El INDECOPI que nació en 1992 para proteger al consumidor y fomentar la libre competencia, ha terminado convirtiéndose en una institución súper poderosa, peligrosísima para las empresas y onerosa para los consumidores. Tiene en los usuarios de los servicios miles de eficientes fiscalizadores trabajando gratuitamente para él. Cualquiera de ellos, por un módico costo de S/ 36, puede presentar su denuncia y de ahí en adelante es INDECOPI, con su buen staff de abogados, el encargado de continuar la causa, haciéndola suya. Existen, además, por si fuera poco, asociaciones de “protección a los consumidores” que se financian haciendo denuncias y percibiendo, como incentivo, parte de las multas.

Las empresas deben contratar buenos y caros abogados para defenderse y si llegan a ganar la causa no podrán pedir que INDECOPI o el denunciante le reembolsen lo gastado, todo ello por supuestamente “tutelar a la parte más débil”. Lo que realmente sucede y parece que a nadie preocupa es que se incrementan innecesariamente los costos de las empresas y sus ejecutivos deben invertir tiempo valioso para, además de no incurrir en la menor falta, seguir los tediosos procesos legales.

INDECOPI publica además a las empresas sancionadas por sector, pero nunca presenta las estadísticas de los casos que pierde en el Poder Judicial. No existe ningún empacho en empañar el prestigio de las empresas y presentarlas como abusadoras.

No se vaya a pensar que INDECOPI tiene esta actitud porque por un milagro de la naturaleza se ha convertido en una institución estatal con vocación por cumplir eficientemente su función. Realmente se debe a que ellos son al mismo tiempo recaudadores y beneficiarios: las multas que cobra nutren sus arcas, en lugar de ir al Tesoro Público o a los usuarios perjudicados. Se viola, de esta manera, el principio de imparcialidad, nadie puede ser juez y parte. Y ni qué decir de la posibilidad de usar a INDECOPI como un instrumento político en contra de posibles empresarios opositores al régimen de turno.

Además, los miembros de las comisiones y vocales de INDECOPI son profesionales de diferentes ramas que continúan en sus trabajos mientras “imparten justicia” a pesar de que la Constitución en su artículo 146 -en pro de garantizar la imparcialidad de los cargos jurisdiccionales- solo permite ejercer simultáneamente la docencia. En sentido estricto, INDECOPI no ejerce función jurisdiccional, están prohibidos supuestamente, por ende, ese artículo no se aplicaría. Solo los jueces y los árbitros lo pueden hacer. Sin embargo, en los hechos sí ejercen, imparten justicia, aunque lo hayan disfrazado bajo el nombre de “medidas correctivas”. Como si todo esto fuera poco, estos “jueces” son nombrados o propuestos por su propio Consejo Directivo, tremendo poder.

Esto hace que INDECOPI, además de atender los reclamos de los usuarios particulares organice inspecciones de oficio a ver si encuentra algo que los propios usuarios del servicio no han detectado. Los ciudadanos debemos tomar conciencia de que tanto, estas verificaciones como los procesos legales terminan incrementando el costo de lo que adquirimos. No hay otra, si un colegio o clínica, por ejemplo, ha tenido que incrementar su asesoría legal, indiscutiblemente ello va a terminar aumentando el costo del servicio, o sea el valor de adquisición para los usuarios.

Para establecer un sistema más razonable y justo sugerimos tres medidas:

  1. Que el INDECOPI devuelva las costas en los casos que impulse la acción de oficio y pierda.
  2. Que en caso de perder, los usuarios asuman el 50% de las costas de la parte denunciada y en el caso de las asociaciones de consumidores asuman el 100%.
  3. Que el producto de las multas no vaya a INDECOPI sino al Tesoro Público.

Con esto vamos a lograr que los usuarios no hagan denuncias por gusto y que INDECOPI los asesore con mayor seriedad antes de dar curso a cualquier queja. Así, INDECOPI trabajará más trasparentemente al no verse directamente favorecido por sus propias sentencias.

¡Ya es hora de cortarle las uñas al monstruo! Lampadia




¿Regulamos o desregulamos la industria tecnológica?

¿Regulamos o desregulamos la industria tecnológica?

La reciente controversia entre Apple y Facebook generada hace dos semanas por una acusación hacia Facebook de haber contratado a una consultora de nombre Definers para difamar a sus competidores – que además de Apple, incluye a Google – se acentuó por una declaración que hizo Tim Cook, director ejecutivo de Apple.

Por esos mismos días, Coook dijo “…hay que admitir que el libre mercado no está funcionando. Y no ha funcionado aquí [refiriéndose a la industria tecnológica]. Creo que es inevitable que haya algún nivel de regulación” dijo.

Sin embargo, ¿Es realmente el mercado, basado en la libre competencia, el que induce a que hayan este tipo de problemas entre empresas competidoras?

Al contrario, los hechos parecen demostrar que este justamente es un ejemplo en donde no está actuando la libre competencia. Aún cuando las supuestas acusaciones hacia Facebook fueran ciertas, lo que no puede negarse es que, de no haber sido por la alta concentración de empresas que caracteriza a las industrias de sistemas operativos móbiles (Apple y Android) y la de plataformas tecnológicas basadas en publicidad (Facebook, Twitter, entre otras) estos escándalos apenas y hubieran sido transmitidos en las noticias. Como señala un reciente artículo de Financial Times sobre este tema: “las compañías están ansiosas por evitar la preocupación de que los escándalos recientes son el resultado de su dominio de la industria, algo que podría abrir la puerta a la acción en el terreno de la competencia”.

Otro punto importante a destacar y que ha sido producto de este “escándalo” es que ha puesto en la discusión de las clases políticas estadounidenses, en particular, las demócratas, la necesidad de elaborar más regulación en la industria tecnológica, que por si fuera poco, ya viene de dos años atrás. Un ejemplo de ello, como indica Financial Times, es la Ley de Anuncios Honestos, que extiende la regulación que actualmente cubre los anuncios políticos en la televisión para cubrir también las redes sociales.

Estos esfuerzos no hacen más que poner más barreras a la entrada a la alta concentración de la industria tecnológica, desincentivando la competencia y generando un problema que los economistas conocemos muy bien: una mayor posición de dominio que da paso a un posible abuso hacia los consumidores.

Un último punto en el que vale la pena reflexionar es el que tiene que ver con las alianzas que se generan entre empresas de rubros complementarios, como por ejemplo, Apple que usa como motor de búsqueda predeterminado a Google en su iPhone. Este es un elemento deseable del mercado en tanto permite mejorar la experiencia del cliente con respecto a los servicios brindados por las empresas. El problema surge cuando estas alianzas fortalecen una posición de dominio, que sí es el caso de Apple con Google.

La idea es que no solo haya competencia en el bien final sino también en los bienes intermedios (Ej. mercado de los “motores de búsqueda”) de tal manera que las empresas de tecnología no vean restringido su crecimiento por no poder acceder a un insumo barato que mejore la calidad de sus productos o servicios. Lampadia

El director ejecutivo de Apple dice que la regulación de la industria tecnológica es “inevitable”

Hanna Kuchler del Financial Times publicó un artículo el 18 de noviembre en donde desarrolla las recientes declaraciones que hizo Tim Cook, director ejectuvio de Apple, acerca de la regulación en la industria tecnológica:

“El presidente ejecutivo de Apple, Tim Cook, dijo que las nuevas regulaciones para la industria de la tecnología son “inevitables” tras una serie de escándalos, que se suman a un debate que se está intensificando junto con la presión política sobre el rival de la compañía, Facebook.

“En general, no soy un gran fanático de la regulación”, dijo. “Soy un gran creyente en el libre mercado. Pero hay que admitir que el libre mercado no está funcionando. Y no ha funcionado aquí. Creo que es inevitable que haya algún nivel de regulación. . . Creo que el Congreso y la administración en algún momento pasarán algo”.

Sus comentarios se producen en medio de la tensión entre Apple y Facebook. A principios de esta semana, se acusó a Facebook de usar tácticas clandestinas mientras luchaba por contener las consecuencias de la interferencia rusa en la red social y la controversia sobre la filtración de datos de los usuarios a Cambridge Analytica, la firma de investigación.

Las acciones de Facebook, informadas por el New York Times, incluían la contratación de Definers, una consultora de inclinación republicana, que intentó difamar a los competidores y oponentes en su nombre.

En una entrevista con el sitio web de Axios transmitido por HBO el domingo por la noche y grabado antes de las revelaciones en el New York Times, Cook dijo que la industria de la tecnología debería adoptar la regulación.

Durante la entrevista, Cook se vio obligado a defender la aceptación de los pagos de Google por parte de Apple, estimados en miles de millones de dólares al año, para que sea el motor de búsqueda predeterminado del iPhone. “Primero, creo que su motor de búsqueda es el mejor”, dijo. “Segundo, mira lo que hemos hecho con los controles”.

Los políticos estadounidenses han estado discutiendo cómo regular las compañías de tecnología durante los últimos dos años en temas que varían ampliamente, incluyendo privacidad, publicidad política y asuntos de competencia.

Las compañías tecnológicas se han ido atrasando gradualmente con la amplia legislación federal de la privacidad, en parte como un esfuerzo por socavar las reglas más estrictas aprobadas en California. Algunos, incluido Facebook, también han puesto su peso detrás de la Ley de Anuncios Honestos, que extiende la regulación que actualmente cubre los anuncios políticos en la televisión para cubrir también las redes sociales.

Pero las compañías están ansiosas por evitar la preocupación de que los escándalos recientes son el resultado de su dominio de la industria, algo que podría abrir la puerta a la acción en el terreno de la competencia.

Los senadores demócratas dijeron el viernes que estaban “gravemente preocupados” por las últimas acusaciones contra Facebook”. Lampadia