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El Perú sube al Arca de Noé

El Perú sube al Arca de Noé

Hace algunos días, 750 variedades de papa peruana, al ritmo de canciones y rituales de indígenas de comunidades quechuas, fueron depositadas en el “Arca de Noé” (la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, Noruega) para formar parte de un proyecto que salvaguarda la biodiversidad genética de muchas especies de cultivos alimenticios, ante la eventualidad de alguna catástrofe mundial.

Spitsbergen, una isla del archipiélago noruego, acoge al mayor depósito mundial de muestras de cultivos alimentarios con el objetivo de asegurar la diversidad genética de las plantas alimenticiasde todo mundo para las generaciones futuras. Este proyecto se llama “La Bóveda Global de Semillas”, o el Arca de Noé, y hace una importante contribución para la preservación de nuestro bagaje genético.

Diseño de la bóveda

La Bóveda fue inaugurada en 2008 por el Gobierno de Noruega, el Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos y el Banco Genético Nórdico y, en la actualidad, cuenta con más de 860,000 semillas de cultivos alimentarios de todo el mundo. La bóveda ha sido excavada a 130 metros de profundidad en una montaña de piedra arenisca, impermeable a los terremotos, la actividad volcánica, la radiación y la crecida del nivel del mar y tiene una capacidad total de 4.5 millones de muestras y unos 2,000 millones de semillas.

Los países en desarrollo son el hogar de una gran variedad de plantas y, entre ellos, se encuentra notoriamente el Perú. Nuestro país cuenta con una gran diversidad de productos agrícolas nativos, entre ellos la papa, el tomate, el camote, el maíz, la quinua, la kiwicha, el tarwi, el yacón, la chirimoya, la maca y muchos otros.

En términos de la alimentación mundial, la papa es uno de los cuatroalimentos más importantes junto con el maíz (del que tenemos muchas variedades nativas), el arroz y el trigo, que no son nativas del Perú. Se pueden encontrar más de 3,800 variedades de papas. Ellas difieren en tamaño, forma, color, piel, pulpa, textura y gusto, pero todas tienen su lugar en la cocina peruana. Pero, en realidad, son más que un acompañamiento en la comida. Forman parte de  nuestra historia.

Este tubérculo fue domesticado hace 10,000 años en los Altos Andes del sudeste del Perú. Antes, las papas silvestres tenían un sabor amargo y contenían pequeñas cantidades de toxinas. Sin embargo, las culturas antiguas lograron seleccionar los tubérculos adecuados para el cultivo y desarrollar un producto sano y más sabroso.

Sin embargo, el cambio climático y enfermedades como el tizón tardío o mildiu de la papa (que causa pérdidas de papas valorizadas en alrededor de US$ 8,500 millones de dólares cada año en el mundo) representan un gran desafío para este tubérculo, al igual que la modernización de la agricultura y los cambios en el uso del suelo. Muchas variedades de papa se han perdido en las últimas décadas, tanto para las comunidades andinas en las cuales se originaron, como para la población mundial.

En respuesta a estos riesgos y a eventuales destrucciones masivas de especies de alimentos, una coalición de socios locales, regionales e internacionales se unieron para reintroducir variedades de papa en el campo y para preservar estos recursos filogenéticos en los bancos de germoplasma. El Centro Internacional de la Papa (CIP) con sede en Perú, alberga la colección de cultivos de papa más grande del mundo, y está trabajando para preservar y reintroducir la diversidad de papas en colaboración con las iniciativas locales y regionales de todo el mundo.

Ahora, distintas variedades de nuestra herencia ancestral se encuentran en una bóveda protegida y constituyen una especie de “seguro de vida” para el mundo, según explicó Alejandro Argumedo, coordinador de la Asociación ANDES. Además, se ha mantenidoel contexto cultural de las comunidades andinas, “respetado todos los protocolos, sobre todo culturales, como pedir permiso a las montañas (Apus), a la madre tierra (Pachamama) o hacer una ceremonia de despedida”, añade Argumedo.  La ceremonia fue presenciada por científicos del Centro de Investigación Agrícola de la Universidad de Costa Rica, quienes también añadieron papas silvestres a la colección de la agro-biodiversidad más importante del mundo.

Como puede apreciarse en el siguiente mapa, en el Perú se domesticaron muchísimas variedades de alimentos muy importantes para la humanidad. Lamentablemente, hemos hecho pocos esfuerzos por cuidar nuestra base genética. Entre lo realizado está, como hemos indicado líneas arriba, el CIP. Pero es indispensable que se multipliquen los bancos genéticos, el acceso a nuestros productores agrícolas y que se fomente el desarrollo de negocios genéticos que pueden darnos nuevas avenidas de creación de riqueza y empleo de alta calidad. El Perú acaba de depositar su primera reserva genética en el ‘Arca de Noé’ y Colombia ya ha realizado dos depósitos. Pronto deberíamos hacer muchísimos depósitos adicionales de nuestros productos nativos. 

Celebramos el cuidado que se tiene con uno de nuestros productos bandera y esperamos que pronto otros alimentos oriundos del Perú, como la maca, quinua (Ver en Lampadia: La Quinua lleva a la sierra a los mercados globales y al desarrollo), kiwicha y otros también formen parte de este importante proyecto. Lampadia




“Podemos considerar a la kiwicha un superalimento”

“Podemos considerar a la kiwicha un superalimento”

Entrevista a Rosario Chirinos

Por Maritza Espinoza

(La República, 04 de Noviembre del 2014)

¿Eso de que la kiwicha es el superalimento del futuro es real o es un mito?

La kiwicha tiene bondades interesantes. Por ejemplo, su contenido de proteínas –que es el punto focal de la investigación que voy a desarrollar– es mayor incluso al de muchos de los cereales que estamos acostumbrados a consumir: trigo, cebada, arroz…

¿Puede reemplazar a la carne?

Tanto las proteínas de origen animal como vegetal tienen un porqué en la alimentación, pues aportan un determinado contenido de aminoácidos, y es esa ingesta balanceada de aminoácidos de ambos orígenes lo que hace una buena alimentación. Las dos deben complementarse.

Pero en un caso extremo en que no haya acceso a la carne, ¿puede la kiwicha compensar la falta de proteínas?

El contenido de proteínas en la kiwicha, dependiendo de la variedad, fluctúa entre el 12% y 13%. La proteína en la carne es mucho mayor. En términos de cantidad, si yo me como 100 gramos de carne o 100 gramos de kiwicha, no hay equivalencia, pero hay que ver la calidad. ¿Cómo se ve la calidad en una proteína? Viendo el nivel de los aminoácidos.

Se dice que la NASA ha elegido a la kiwicha como un superalimento para los astronautas, ¿es eso ciertoo?

Sí, y es justamente por la calidad de las proteínas. La kiwicha tiene un nivel considerable de un aminoácido esencial, la leucina, que, en otras fuentes, está presente en menor cantidad.

¿Y la investigación que has desarrollado qué es lo que busca?

Mira, cuando uno dice “voy a consumir quinua, kiwicha o cañihua” asume que tienen un gran valor nutricional, pero hoy en día se busca algo más que el aporte de calorías o el valor nutricional, y es el concepto de alimento funcional. Es decir, cuando un alimento aporta un plus, en algo relacionado a la salud.

¿Buscas un valor extra?

Sí. En el caso de mi investigación particular, lo que vamos a hacer mi equipo y yo es valorizar la kiwicha a través de uno de los componentes que ya presenta: la proteína. Voy a fraccionar esa proteína y obtener porciones, que se llaman péptidos, y les voy a medir un efecto funcional. ¿Cuál es el efecto que vamos a evaluar? La actividad antihipertensiva.

¿Se demostraría que la kiwicha también es buena para el corazón?

Es mi tesis. Pero este trabajo, que se hace en un año, no nos va a dar tiempo para realizar estudios concluyentes. Lo que vamos a hacer es extraer la proteína, fraccionarla y a esas fracciones les vamos a hacer las mediciones in vitro y evaluar si tienen un efecto antihipertensivo o no. Para decir que sí de manera concluyente, yo tendría que demostrarlo en humanos.

¿Eso se sumaría a qué lista de propiedades positivas de la kiwicha?

Uf, además de sus propiedades a nivel de proteínas, la kiwicha tiene una cantidad también importante de ácidos grasos esenciales. Omega 6, por ejemplo. Y muchas otras bondades, como el contenido de fibra de calidad…

¿O sea que sí es un superalimento…?

Podríamos considerar que la kiwicha sí es un superalimento, aunque el término actualmente se utiliza para muchos productos.

A los científicos no les gustan muchos esas expresiones, ¿no?

Claro, porque a veces se confunde a la población y se produce un boom y se desarrolla toda una demanda y, de repente, al final la gente dice: oye, no es lo que esperaba.

¿Es lo que ocurre ahora con la chía?

Sí. Y otros productos. El sacha inchi tuvo su época. El yacón tuvo su época. También ocurrió con la quinua, que nosotros sabemos que es un alimento que nuestros ancestros han consumido, y que tuvo un boom en el año 2012… Ahora es la época de la chía.

En el Perú hay una gama de plantas que son superalimentos. ¿Por qué especialmente en nuestro ambiente?

Según estudios realizados, se dice que en el hemisferio sur se encuentra localizado más del 70% de la biodiversidad a nivel mundial, y el Perú, por la localización y la zona geográfica, se ve beneficiado. Entonces, existen ecosistemas típicos que favorecen el crecimiento de cierta planta, inclusive dependiendo de la altitud o la radiación. Tenemos esa ventaja: localización geográfica. Y eso hace que tengamos una serie de productos con potencial.

Forzando tu reparo científico: hay un cataclismo mundial que mata a todas las plantas y tú tienes que rescatar una sola que salve a la humanidad del hambre, ¿cuál sería?

¡Dios mío! Qué complicado. La verdad es que, para mí, de todas las plantas que he estudiado, todas tienen un valor.

Pero, repito, solo podemos elegir una para salvar al mundo (risas).

¡Dios! Creo que me iría por la quinua. Podría preservar la vida de la humanidad, porque es una fuente de proteínas. Aun hoy en día, en muchas poblaciones altoandinas, la kiwicha, la quinua y la cañihua son su principal, si no única fuente proteica. 

LA FICHA

Doctora en Ciencias Agronómicas e Ingeniería Biológica por la Universidad Lovaina en Bélgica. Magíster en Ciencias y Tecnología de alimentos en la Universidad Agraria La Molina. Actualmente, investigadora del Instituto de Biotecnología y docente de la Facultad de Industrias Alimentarias de esa universidad. Ganadora del Premio Nacional “Por la Mujer en la Ciencia” de L´Oreal Perú, el Concytec y la Comisión Nacional de Cooperación con la Unesco, con su estudio sobre la biotransformación enzimática de la proteína de la kiwicha para la obtención de péptidos con actividad antihipertensiva y antioxidante.




La Quinua lleva a la sierra a los mercados globales y al desarrollo

La Quinua lleva a la sierra a los mercados globales y al desarrollo

Durante miles de años, la quinua apenas salió de su origen en los Andes. Otros cultivos como la papa y el maiz y más recientemente el espárrago y la uva peruana han sido exportados a todo el mundo, pero a la quinua nunca le dimos la oportunidad. Ahora, sin embargo, la quinua ha sido  reconocida un “súper alimento” con renombre internacional y, el 2013, a instancias de la FAO,  fue declarado por la ONU: Año Internacional de la Quinua.

Los granos de la sierra peruana, como la kiwicha en el pasado reciente, no han tenido la misma suerte de la quinua. Pero con su éxito en todos los mercados internacionales, EEUU, Europa y el Asia, podemos usar su posicionamiento como una suerte de pasaporte para el acceso de los otros granos serranos a los mercados globales. Esto permitiría profundizar los lazos de la población serrana con los mercados de consumo más ricos y mejorar su calidad de vida.

Gracias a los avances en el conocimiento de los alimentos saludables, se viene destacando un aumento en la importancia de los granos enteros en la comida diaria. Esto se observa claramente en el cambio de laconocida “pirámide alimenticia”.El Departamento de Agricultura en Estados Unidos reemplazó en el 2011 a esta conocida figura por un icono de “Mi Plato” (My Plate) que insta a las personas a comer una dieta más saludable. De acuerdo con “Mi plato”, la mitad debe contener frutas y verduras y, la otra, proteínas magras y granos enteros. También se sugieren, en menor proporción, lácteos bajos en grasa.

Esto, junto con un activo fomento de parte de la Primera Dama, Nadine Heredia, y el gobierno boliviano, han llevado a la quinua a las grandes ligas internacionales de la comida saludable.

Satisface los antojos por comer carbohidratos, pero con una mayor cantidad de nutrientes, manteniendo una dieta balanceada. La quinua es rica en proteínas y fibra, y contiene grasas saludables, magnesio, potasio, calcio y ácido fólico. Comparada con otros granos, estecereal está siendo recomendado como reemplazo del arroz y el maíz. Adicionalmente, según estudios recientes, la quinua es el único cereal que además de estabilizar los niveles de grasa en el cuerpo humano, es capaz de reemplazar, en situaciones especiales, a la leche materna. Otro detalle importante es que, como es un producto libre de gluten, tiene gran utilidad para las personas diabéticas.

Por todos estos beneficios, la exportación de la quinua, según el MINAG, llegó a US$78.3 millones al cierre del 2013, lo que representa un crecimiento de 150.8% con respecto a lo vendido en el 2012. Este grano se cosecha en 15 regiones del Perú, mayormente en Puno (donde se da con mayores valores nutricionales), y fue exportado a 30 países en el último año (siendo el principal mercado,  EEUU con el 60% de participación). En el primer semestre de este año, las exportaciones a EEUU han crecido 239% con respecto al año anterior, alcanzando los US$ 50 millones.

Su gran acogida en Europa y en EEUU es principalmente por ser un producto saludable, algo muy apreciado en el primer mundo. Ahora que los beneficios de la quinua son mundialmente conocidos, tal vez se podrán promocionar otros granos andinos con gran potencial y valor nutricional que, hasta ahora, pudieron entrar a los mercados alimenticios.

Entre los otros granos andinos más nutritivos se encuentran la kiwicha (o amaranto), la qañiwa y el tarwi. Estos productos tienen un alto valor proteico, mayor al de los demás cereales, y un gran  potencial de popularizarse a nivel mundial.

La kiwicha, por ejemplo, ya está teniendo una mayor acogida a nivel internacional. Tras el boom de la quinua, su exportación ha aumentado en los últimos años.Se la considerada un posible sustituto del arroz o de otros cereales. A fines del 2013, su exportación aumentó en 33% con respecto al año anterior, y sigue su tendencia al alza.

En el caso de la qañiwa, aparte de tener un buen balance de proteínas, contiene fibra dietética, importante para el control y disminución de los niveles de colesterol, y hierro digestible, ideal para superar los problemas de anemia. Otro atributo importante es su alto contenido de calcio.

El tarwi, contiene proteínas muy superiores alas de la soya, menos carbohidratos y un contenido de grasa similar. Su principal ventaja es que puede disminuir las concentraciones elevadas de glucosa en pacientes con diabetes.

Todos estos productos son muy valiosos, sus cualidades han sido ignoradas por muchos años y su aprovechamiento, en el propio Perú y en los mercados internacionales, desperdiciado. Esto ha sido consecuencia de la mala reforma agraria que alejó la inversión privada del campo desde los años 60, con la consiguiente falta de acceso a la innovación y avances tecnológicos. A esto se sumó el efecto del terrorismo y el alejamiento del Perú oficial de nuestra rica y productiva sierra. Por fin estamos poniendo en valor los productos serranos, gracias a la promoción de la quinua. Debemos aprovechar esta oportunidad única para mostrarle al mundo que un país milenario como el Perú, tiene valiosos desarrollos genéticos y alimenticios como el de los granos andinos. Del mismo modo podremos promover más tarde las raíces andinas y otros productos, así como los conocimientos tradicionales de la sierra y la selva. Lampadia