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Disolver el Congreso sin expresión de causa, pero la mayoría pone al Premier

Disolver el Congreso sin expresión de causa, pero la mayoría pone al Premier

Jaime de Althaus
Para
Lampadia

El congresista de Fuerza Popular Miguel Ángel Torres publicó un artículo en El Comercio señalando la necesidad de legislar precisando en qué casos procede el pedido de cuestión de confianza. Esto a partir de la reciente cuestión de confianza que, según él, habría sido planteada indebidamente para prevenir la censura de una ministra, cuando según la Constitución sólo procedería en defensa de una política del gobierno.

En realidad, el gobierno justificó la cuestión de confianza porque se estaba afectando la continuidad de la reforma educativa, a consecuencia de la eventual censura a dos ministros de educación en el plazo de meses. Hay quienes argumentan que la censura a uno o dos ministros no tiene porqué alterar una política fijada, pero otros señalan que no se puede desarrollar una política si se está cambiando de ministros y equipos a cada rato.

Fuente: blogspot.com

En la medida en que ambos argumentos tienen algo de razón, y en que la interpretación constitucional de qué es o no es válido es abierta y discutible, vale la pena preguntarse si tiene sentido introducir parámetros precisos que limiten el ejercicio de la cuestión de confianza.

En realidad, si el Congreso está en manos de una mayoría opositora al Gobierno, y la gobernabilidad es complicada, la Constitución debería facilitar mecanismos de salida. En esto, los regímenes parlamentarios son perfectos, pues la mayoría congresal tiene por definición el Ejecutivo: no puede haber enfrentamiento de poderes. Aquí hemos intentado traer una institución parlamentarista, pero complicándola de manera tal que puede terminar generando más incertidumbre.

La cohabitación

En un régimen presidencialista, una opción mucho más clara es que el Presidente de la República, ante una situación de entrampamiento, pueda disolver el Congreso a la primera y sin expresión de causa, llamando a elecciones parlamentarias, pero con la consecuencia de que, si la oposición gana esas elecciones, allí sí ella –la mayoría- pone al Premier (a quién solo el Parlamento podría retirar y cambiar, quedando el Presidente como una figura de segundo orden). Es decir, la cohabitación. Eso volvería más cautos tanto al Presidente como al Congreso. Pero sería una salida más expeditiva y limpia que la posibilidad de que en una nueva elección congresal gane la mayoría opositora y continúe haciendo una oposición eventualmente obstruccionista o destructiva. No se habría resuelto nada.

La prueba es lo que puede ocurrir ahora. Sin duda la denegación de la cuestión de confianza ha generado un nuevo equilibrio en la medida en que será ya mucho más difícil que el Congreso censure a un ministro. Es un avance. Pero el hecho de que se haya pasado a una relación no destructiva no implica que se haya pasado a una colaborativa. Un acuerdo político en torno a las grandes reformas, que es lo que el país necesita, sigue sin asomar por ningún lado.

Mientras Fuerza Popular considere que para ganar las elecciones del 2021 no debe asociarse a un gobierno percibido como devaluado y debe ser y parecer oposición dura, esa actitud, aunque más moderada, se mantendrá. La prueba es lo que ocurrió luego de la promisoria reunión entre el presidente Kuczynski y Keiko Fujimori. El clima político cambió y prendió la ilusión de que podía ser el primer paso para un acuerdo de fondo. Pero la decepción no tardó en llegar. La decisión de censurar a la ex ministra Martens fue el puntillazo final. Es posible que Keiko Fujimori solicitara aquella reunión a PPK motivada no por un deseo genuino de concertar, sino para prevenir la insurgencia de su hermano Kenji dentro de Fuerza Popular.

El mecanismo Zavala – Chlimper no funcionó

Por eso no funcionó tampoco el mecanismo de coordinación que se montó después de esa reunión, pensado para concretar los temas conversados entre PPK y Keiko Fujimori. Fernando Zavala y José Chlimper fueron los encargados. Se reunieron varias veces, pero ninguno de los acuerdos se cumplió. Carlos Bruce ha explicado que cuando llegó a la comisión de Economía el proyecto de ley para recuperar la creación de una unidad en Proinversión que permitiera expropiar y sanear terrenos para acelerar las APPs, cuyo decreto legislativo había sido derogado, Fuerza Popular se opuso o exigió una serie de requisitos, contraviniendo lo conversado en la reunión PPK-KF. Allí quedó por el momento el proyecto (no sabemos si Mercedes Araoz se lo ha planteado a Luis Galarreta nuevamente). Peor suerte aun corrió el proyecto de ley remitido para moderar los efectos fiscales de la ley de pensiones militares y policiales, que en buena cuenta restablecía la cédula viva. Dicho proyecto de ley, que también fue conversado en la famosa reunión, sencillamente fue archivado en la Comisión de Defensa.

Es posible que en esto haya jugado el hecho de que José Chlimper no es congresista y por lo tanto carece del suficiente ascendiente entre los parlamentarios y su correa de transmisión es lenta. O, como se comenta en FP, que algunos acuerdos hayan sido contradichos luego por el propio PPK. Igualmente, Keiko Fujimori tendría más autoridad si fuera Congresista. El corolario es que la reforma política debe considerar que el candidato presidencial sea a la vez candidato al Congreso, para que los acuerdos políticos entre partidos y con el gobierno sean más factibles. 

El hecho es que ni las reuniones Zavala – Chlimper, ni las que tuvo Zavala con el presidente del Congreso, Luis Galarreta, para acordar una agenda legislativa, sirvieron tampoco para prevenir la decisión de Fuerza Popular de censurar a Marilú Martens, es decir, para conversar la manera en que la ex ministra pudiera salir del ministerio sin necesidad de llegar a la censura.

Elección del Congreso luego de segunda vuelta

Ahora bien, los franceses probaron la cohabitación, que fue una solución incómoda, y por eso fueron incluso más allá: cambiaron la fecha de la elección de los congresistas de modo que esta se realice apenas después de la elección presidencial. De esa manera los ciudadanos deciden conscientemente si le quieren dar mayoría al Presidente en aras de la gobernabilidad, o más bien quieren controlarlo con un congreso opositor. Es decir, la posibilidad de un congreso opositor que complique la gobernabilidad no queda librada al azar y las posibilidades de que el Ejecutivo tenga mayoría son mucho mayores.

Si completamos esto canjeando el voto preferencial por un sistema de distritos uni o bi nominales para elegir congresistas, que tiende a reducir el número de partidos y mejora los canales de representación, pues habremos terminado de darle gobernabilidad en el largo plazo al país. Son las reformas que necesitamos. 

 




Desenfoque político del partido de PPK

Ante el nombramiento de los nuevos directores del BCRP, Elmer Cuba, Rafael Rey y José Chlimper, por parte del Congreso, la primera declaración del Presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski (la que salía de su propio seno), fue positiva, seria y aprobatoria de los nombramientos. Por ejemplo, sobre Chlimper, dijo: “que está muy calificado para ese cargo”.

Posteriormente, el Presidente fue cambiando de posición, presumiblemente por la música que sus adláteres le tocan al oído. Sin embargo, en su última apreciación del tema, el Presidente, como corresponde, puso los paños fríos, declarando que “estamos haciendo una tormenta en un gotero”.

Fuente: Redes y Poder

Lamentablemente, su primer Vice-Presidente, Martín Vizcarra, sigue echando carbón a la hoguera. Luego de las palabras finales de PPK, Vizcarra volvió a cuestionar la elección de Chlimper al BCRP: “porque carece de independencia política”.

Cada día se hace más evidente que PPK estaría rodeado por gente que tiene otras agendas, no las del gobierno ‘de todos los peruanos’, sino la de las elecciones del 2021. Esto parece muy claro en el caso de los dos vicepresidentes, Martín Vizcarra y Mercedes Aráoz, que junto con los reciclados voceros políticos del partido, Bruce y Sheput, impiden todos los días la convergencia de las fuerzas políticas afines a la economía de mercado. Concretamente, con Fuerza Popular, que ya ha demostrado varias veces su vocación por apoyar el gobierno de PPK. Tampoco se pueden obviar las intervenciones de los halcones de Fuerza Popular, como las de Becerril.

Pero más allá de las posiciones de uno u otro partido en la compulsa política, están las necesidades del país. Que el crecimiento de la economía traiga de regreso la solidez de la caja del Estado para enfrentar las mejoras en educación, salud e infraestructuras y la agenda de reformas, que por ahora parece estar invernando, ante un gobierno que a sus 100 días parece seguir en campaña o en una desenfocada confrontación política con el partido mayoritario del Congreso.

Como dijimos hace 2 semanas, (Coyuntura política y deseable evolución), los ciudadanos optamos –el 10 de abril- por un enfoque de gobierno pro-mercado y pro-reformas modernizantes y de mejora social. Después del deterioro del partido de gobierno y de la pérdida de confianza de ciudadanos y empresarios en el gobierno de PPK, se hace más evidente la necesidad de converger en una suerte de ‘Alianza por el Bicentenario’, en la que las principales fuerzas políticas sean PPK y FP.

Si esta ambiciosa propuesta se hace difícil de manejar, por lo menos debemos exigir que no se sigan abriendo las brechas entre PPK y FP pues, eventualmente, harán inmanejable la gestión de un gobierno exitoso. Vayamos pues singularizando a los halcones de ambas fuerzas que no están jugando el partido del Perú.

El caso de Martín Vizcarra es clamoroso, para afirmar su agenda política personal, habría llevado al Presidente PPK a preferir un disparatado proyecto ferroviario pro-Bolivia, antes que permitir el proyecto peruano que no conllevaba ningún costo, tenía un impacto ambiental mínimo y ofrecía una infraestructura vital para regiones muy importantes para el desarrollo. Asumimos que, además, con este entuerto, se debe haber deteriorado la relación del Perú con China, que el Presidente PPK había declarado como “muy importante”, al punto de marcarla con su primera visita de Estado y el acompañamiento de una delegación que hacían presumir otro desarrollo.

Volviendo al caso de los directores de BCRP, las declaraciones de su Presidente, Julio Velarde, debieron ser suficientes para pasar la página: “El señor Chlimper ya ha sido directores antes, el señor Rey, como otras veces ha sucedido, no es experto en el tema monetario. Si hay alguna pregunta con respecto a que pueda cambiar la política monetaria, esa inquietud no tiene fundamento alguno. ¿Qué peligro puede haber? Ni que fuera una marioneta. Ellos reúnen los requisitos. El señor Chlimper está dejando la direcicón de uno de los bancos más importantes del país”.

Por su lado, el viernes pasado (4 de noviembre), el propio José Chlimper, dio una entrevista televisiva al programa de ‘Redes y Poder’ que conduce Alfonso Baella, en la que aclaró en detalle la estructura del Directorio del BCRP (ya fue director por cinco años), la dinámica de su conducción, reiteró que no manipuló ningún USB, comunicó su alejamiento de la representación política al exterior del partido FP y, mostró su visión de la agenda del país para los próximos años. Sugerimos ver la entrevista que incluimos líneas abajo, por considerarla de interés nacional.

Aprovechamos para reiterar nuestra invocación por la convergencia de las fuerzas políticas pro-mercado y pro-reformas modernizantes y de mejora social. ¡Ahora o Nunca!  Lampadia  




BCR: ‘Isla de Excelencia’ pero no ‘Isla Lejana’

En general hay un buen nivel de consenso sobre la calidad del BCRP (Banco Central de Reserva del Perú) desde la promulgación de la Constitución de 1993 y de su nueva ley orgánica. Desde entonces, ha presidido una de las mayores batallas de la economía peruana, aplacar y eliminar la hiperinflación, el peor flagelo económico que generan los gobiernos ignorantes e irresponsables.

El BCRP actual es el ancla de la estabilidad macroeconómica del Perú, base de la gran recuperación de la economía y progreso social que permitió que nos alejáramos del ‘Estado Fallido’ de 1990 y que 25 años después tengamos un país con la capacidad y el potencial para llegar al desarrollo integral y la superación de la pobreza.

Muchas veces se ha calificado adecuadamente al BCRP como una ‘isla de excelencia’, pero curiosamente, en el reciente debate sobre el nombramiento de los directores del Banco por parte del Congreso, muchos personajes parecen haberse equivocado de isla y creen que el BCRP debe ser una especie de ‘isla alejada’ del país real, en el que solo se pueda respirar teorías y normas monetarias.

El personal del BCRP es altamente especializado y algo importante de entender es que su Directorio es, precisamente, su conexión con el mundo real, siempre ha necesitado y tenido, como ahora, directores de experiencias variadas, de gran capacidad profesional y personal y, con un compromiso por los temas nacionales.

En consecuencia, nuestro primer aporte a la discusión que se está desarrollando, es que el Directorio del BCRP tiene que estar absolutamente conectado al país en términos de su situación económica y social. Para ello, lo ideal, es tener directores que puedan interpretar la realidad del país sin el sesgo profesional de los economistas y menos de especialistas en teoría monetaria. Por ello, la nueva composición del directorio nos parece muy buena. Todos sus miembros son profesionales que pueden complementar sus puntos de vista con experiencias importantes, tanto en el Estado como en el mundo empresarial y académico y, con fojas de servicio muy sólidas, que solo pueden ser observadas por la segazón de la política. Además, a diferencia de otras instituciones del país, la representación del Banco la ejerce su presidente y no se tiene a los directores dando sus versiones personales.

Los siete miembros del nuevo directorio tienen cualidades sobradas para conformar un excelente equipo de trabajo que exprese la calidad del aporte de cada un de ellos. Los cuatro nombrados por el ejecutivo y los tres nombrados por el Congreso conforman un directorio de primer nivel.

Es evidente que por razones políticas se pretende ahora armar una gresca alimentada por todo tipo de comentarios sin fundamento. Elmer Cuba es un magnífico economista con vocación cívica. Rafael Rey ha probado de sobra ser una persona seria, capaz y transparente, que tiene un evidente compromiso con los temas nacionales. Es, sin lugar a dudas una persona que suma.

En el caso de José Chlimper, hasta antes del accidente del ‘audio’ tenia una foja de servicios al país impecable en sus distintos roles, como empresario, Presidente de IPAE, ministro, director del BCRP (hace cinco años) y político. Ésta puede ser contrastada por la orientación de sus ideas políticas, pero nunca por la calidad de sus actos. Para juzgar el tema del USB, un tema que él aclaró, sería interesante preguntarse ¿cuál hubiera sido la reacción mediática si José Chlimper no hubiera sido Secretario de Fuerza Popular y, más bien, hubiera sido el Secretario del Partido de Peruanos por el Kambio (PPK)? ¿Hubieran los medios esgrimido los mismos argumentos? ¿No hubieran validado su prestigio personal y dudado de la autoría de una maniobra indebida?

Los tres directores nombrados por el Congreso han entrado a la vida política, pero no como una fuente de vida y acceso a posiciones de poder, sino fundamentalmente, como actos de compromiso cívico, sin que en el proceso perdieran su naturaleza de profesionales independientes y con pensamiento crítico.

Invocamos pues, más calma y responsabilidad para opinar sobre el nuevo directorio del BCRP. Por nuestra parte, lo saludamos con entusiasmo. Lampadia  




Se estarían jugando escenarios de confrontación

Se estarían jugando escenarios de confrontación

Los halcones del partido de Peruanos Por el Kambio (PPK), después de haber desplegado sus alas bajo las nubes negras de la anti política, en que, inclusive, llevaron al propio Pedro Pablo Kuczynski a proferir insultos que no parecían salir de su alma, se aprestarían ahora para emprender una nueva fase de anti política, la de una confrontación abierta entre el ejecutivo y el legislativo.

Veamos como se llega a esta lamentable situación:

  • El 10 de abril la población electoral optó por que en el Perú siguiéramos construyendo sobre lo avanzado. Entre los votos de FP, PPK y algunos otros, registramos que aproximadamente un 80% de los ciudadanos rechazaron el cambio de modelo económico, una nueva Constitución y a los políticos anti sistema.
  • El 11 de abril, PPK, desconociendo el mandato popular, opta por acercarse a la izquierda tradicional en vez de buscar la convergencia de las posiciones políticas afines, como pidió el electorado y, anuncia que buscaría a Gregorio Santos en la cárcel.
  • Durante la segunda vuelta se va pronunciando paulatinamente, sin pausa y con un agravamiento continuo, una confrontación que llegó a insultos y acusaciones mutuas del más grueso calibre.
  • Todo esto fue aderezado por un carga montón mediático en contra de Fuerza Popular que tuvo su epítome en la falsa imputación sobre una investigación de la DEA a Keiko Fujimori por lavado de activos que propaló Canal 4 en su programa ‘Poder de Cuarta’.
  • Finalmente, alguien muy poderoso manipuló un audio enviado por José Chlimper al Canal 5 y pone la ‘banderilla de fuego’ a una campaña política vergonzosa.

Después de la victoria de PPK en la segunda vuelta, siguen y se profundizan los aprontes de los voceros de PPK tendiendo puentes de plata a la izquierda radical. Sheput declara “dialogante” al ex cura Arana y Bruce afirma que el plan de gobierno del Frente Amplio es mejor que el de PPK en temas de corrupción y medio ambiente. (Sic). Ver en Lampadia: ¿Qué le pasa a la gente de PPK?.

Luego vino el jueguito de si pido o no pido disculpas, o si las pido y las relativizo y finalmente las exigencias para que KF felicite a PPK y le ofrezca apoyo pleno en el Congreso, sin más ni más, ‘había que voltear la página y punto’.

Ahora se empieza a configurar otro escenario, el de una estrategia de gobierno que optaría por buscar la confrontación abierta del ejecutivo con el Congreso.

Esto lo anunció hace unos días Martín Vizcarra en una entrevista con Jaime de Althaus, pero nadie lo tomó en serio. Lamentablemente, parece que si era así.

La estrategia que se estaría armando consiste en acercarse a los gobiernos regionales y locales para hacer una alianza de gobierno que permita acorralar a la mayoría parlamentaria de FP, como si esta fuera contraria a las necesidades del pueblo. Ver el siguiente esquema gráfico que muestra cómo hemos ido alejándonos de los escenarios de convergencia y se estaría yendo directamente a los de confrontación.

No hace falta ser mago para prever que esto podría devenir en un gran fracaso político que solo jugaría a favor de los perdedores del mandato popular, las izquierdas radicales anti sistema, anti modernidad y anti globalización.

Lo curioso de esta estrategia tan infantil, es que los agentes de PPK siguen pensando, que así como en la segunda vuelta, lograron movilizar al establishment del país en contra de FP, acercándose a las cúpulas partidarias de la izquierda y a los dirigentes regionales, podrán ahora pasar por encima de las clases populares que le dieron a FP mayoría parlamentaria y que, ha pesar de la contra campaña, votaron en un 50% por ellos.

Por otro lado, buena parte de los medios nacionales vienen presentando a Verónika Mendoza en un rol que no le corresponde, para que ella se de el lujo de cuadrarlos como le da la gana. Ver titular del diario Exitosa:

Lastimosa situación para un país que tuvo la opción de desarrollar escenarios mucho más positivos. 

Lampadia