1

La gran farsa del comunismo cubano

La gran farsa del comunismo cubano

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

El comunismo cubano ha sido, desde su nacimiento, con Fidel Castro, el Che Guevara y Camilo Cienfuegos, una satrapía genocida que ha empobrecido a todos los cubanos y enriquecido a los jerarcas de la revolución.

La santificada revolución ha sido un gran fracaso y un inmenso engaño. Ha sido deficitaria durante 62 años, y solo ha logrado sobrevivir, primero por su posicionamiento geopolítico como la punta de lanza de la Unión Soviética en las costas de EEUU, y luego capturando el alma de Venezuela, que les dio todo tipo de prebendas a cambio del soporte político del socialismo del siglo XXI de Chávez y Maduro.

Cuba solo exporta azúcar y habanos, más médicos por los que cobra bien a países amigos, entre ellos el Perú, pagando miserias a sus médicos, que además ejercen labores de penetración ideológica y espionaje. Además, hasta antes de la pandemia, recibían buenos ingresos por el turismo extranjero.

Con el apoyo de varias organizaciones internacionales, se han promovido como un país con buenos servicios médicos. Algo absolutamente falso. No tienen acceso a la medicina moderna. Recordemos la anécdota de Luis Castañeda Lossio, que fue a operarse en Cuba, pero tuvo que retirarse de la sala de operaciones, al comprobar la mugre de las instalaciones.

Con la pandemia, Cuba perdió los ingresos por turismo, y se exacerbaron las deficiencias de sus servicios públicos. En el tema de atenciones médicas, no solo tienen escasez de medicinas e instrumentos, también les faltan médicos, pues la mayoría está en el exterior para conseguir divisas. Muchas veces las atenciones tienen que hacerlas los estudiantes de medicina.

La pésima calidad de los servicios médicos, más la escasez de alimentos y el hambre que sufren, ha colmado la paciencia de su esclavizada población, que se ha volcado a las calles a exigir el fin del régimen comunista.

Lo que está sucediendo hoy en Cuba ha roto el mito de la gran revolución socialista.

Increíblemente, las izquierdas peruanas se resisten a reconocer el fracaso del régimen cubano, y además pretenden ocultar los ataques violentos a los manifestantes, ordenados por el propio presidente cubano.

Se acabó el mito. ¡Viva Cuba Libre!

Veamos la entrevista de la Fundación para el Progreso a un disidente cubano.

Ariel Ruiz Urquiola: activista, científico y disidente cubano

Entrevista de Sascha Hannig
Publicado el 12.07.2021
Fundación para el Progreso – Chile

Hace unos días rompieron en Cuba protestas en contra de un régimen dictatorial que lleva más de 60 años en el poder. Los manifestantes gritaban “Patria y Vida”, aludiendo al himno cultural que enfadó a la dictadura. En el intertanto, Miguel Díaz-Canel, líder comunista en ejercicio, mandó a sus seguidores a enfrentarse a los ciudadanos opositores en la calle.

Por supuesto, Chile no ha estado marginado de este fenómeno. En Santiago de Chile hubo demostraciones de apoyo frente a la embajada cubana, y diversas autoridades se han expresado al respecto. Por supuesto, el PC chileno ya salió a recriminarle lo ocurrido a Estados Unidos.

La siguiente entrevista, realizada por la investigadora FPP, Sascha Hannig, es parte del proyecto disidentes.org, y aunque aún no se estrena oficialmente, hemos decidido compartir esta historia con el público en el contexto de lo que puede ser un momento histórico para la isla:

Los novillos pastan libres por un campo inmenso. El cielo azul y un sombrero de vaquero sombrea el rostro de Ariel Ruiz Urquiola, el biólogo cubano asentado en Suiza y que ha aceptado esta entrevista telefónica en medio de sus labores en aquella granja. Ariel no ha migrado de Cuba, revela, y está en este país por mucho más que el contacto con la naturaleza. En su calidad de opositor al régimen castrista, acusa haber sido encarcelado sin debido proceso y luego haber sido torturado biológicamente por las autoridades cubanas. No solo él, sino también su familia.

En 2018, mientras Ariel realizaba una huelga de hambre y sed en busca de un juicio justo y en denuncia de las condiciones en la prisión Kilo 5, su salud empeoró y fue trasladado a Cuidados Especiales del Hospital Abel Santamaría, de Pinar del Río. Ahí -asegura- el régimen le habría inoculado el VIH, conocido en su etapa más oscura como SIDA. Es por lo anterior se está tratando fuera de su país, mientras está atento también a la salud de su hermana -quien sufre de cáncer de mama-, y busca justicia frente a organizaciones internacionales de derechos humanos.

El costo de disentir

  • Quiero empezar hablando de tu vida en Cuba. ¿Cuándo empezaste a cuestionar a tu gobierno y lo que había a tu alrededor?

Como a los 12 años empecé a cuestionarme. En Cuba mi padre, que era un teniente coronel del ministerio del interior, tenía mayores privilegios en relación con mi madre, que era profesora de la campaña de alfabetización de la revolución. Yo no podía entender que Cuba fuera un país para todos igual. No era cierto.

El padre de Ariel (de quien prefiere no hablar en esta entrevista), es Máximo Omar Ruiz Matoses, quien fue un alto oficial del ejército cubano. Ruiz Matoses estuvo 29 años en las Fuerzas Armadas (FAR) y el Ministerio del Interior (MININT) como especialista de contrainteligencia. En 1989, antes de la caída de la Unión Soviética, desertó y participó de una denuncia a Fidel y Raúl Castro por su incapacidad para conducir el destino del país. Fue condenado a 20 años de cárcel en el año 1991. Tuvo suerte, pues otros de los participantes de dicho confrontamiento como el General Arnaldo Ochoa y otros tres militares cubanos fueron fusilados en el verano de 1989.

Cuba, tortura y comunidad internacional

  • ¿Cómo se vive hoy en día la vigilancia y persecución a los disidentes en Cuba?

Lo que sucede en estos momentos es que hay internet, esto implica que toda la barbarie que ha ocurrido en Cuba salga a la luz pública. Pero es injusto decir que nosotros somos personas valientes de estos tiempos. No, Cuba tuvo una represión atroz en los dos primeros años de la revolución. De manera que, el índice de criminalidad, los abusos y sus efectos en Cuba fueron extremadamente duros, férreos y agresivos. Hasta que se instaló el internet, básico como era al principio. Ese fue un punto de inflexión, no sólo en la propia visión de mundo, sino también en cómo se veía a Cuba y al mundo, y cómo nos reconocíamos los cubanos mismos dentro y fuera de Cuba.

  • Existen hoy también grupos civiles que delatan a sus compatriotas cuando existen este tipo de prácticas. Te menciono, por ejemplo, los Consejo de Defensa de la Revolución, que están a disposición del régimen. ¿Cómo han ido evolucionando estos sistemas de vigilancia?

Esos no son grupos “civiles”, son grupos paramilitares. Todos los miembros del CDR y del partido comunista, la Federación de Mujeres Cubanas, instituciones que aparentemente son sociales, son absolutamente paramilitares. No es que hayan sido penetradas por fuerzas del gobierno, sino que son instituciones del gobierno que aparentan ser de la sociedad civil, para crear la ilusión, afuera y adentro, de un apoyo popular a la familia Castro, a su dictadura, y al monopolio socioeconómico que ha destruido a una nación.

Michelle Bachelet, y todos los que se han dejado encantar por el canto de sirena de la revolución, son cómplices activos de todo lo que se mató en Cuba, de todas las familias desaparecidas y destruidas. Es un error llamarlos grupos de la sociedad civil, sobre todo porque te obligan a entrar a estas instituciones, como a mí me pasó, hasta que se me abrieron los ojos, y me negué a participar y financiar. Tienen el objetivo sólo de amedrentar a la población.

Cuando una sociedad confunde luchar con robar, cuando un pueblo pierde esos valores, se convierte en bestias. Es lo que ha hecho la familia Castro, desmoralizando a la sociedad, destruyendo la familia y los valores, para implementar su sistema de terror. El que ha hecho, hasta la actualidad, que otros cubanos operen en contra de sus compatriotas por envidia y despecho, así como ocurrió en los países del oriente de Europa, no es una cosa particular de Cuba, es algo que ha pasado en todos los países comunistas.

  • Hay mucha gente que defiende a Cuba y acusa que nada de lo malo es culpa de ellos, sino que, por EEUU, por las restricciones, por el embargo, etc. ¿Qué les dirías a esas personas? ¿Crees que pecan de inocentes?

Indudablemente ahí hay mala intención. Todos ellos han sido cómplices de la dictadura cubana, saben perfectamente lo que ocurre ahí. Lo que pasa es que tienes a todos estos famosos, como Gabriel García Márquez, o Maradona, que disfrutaban de la corrupción y privilegios de la familia Castro, de los cuales solo disfrutaban los militares cerca de la cúpula del poder.

  • Tu hiciste huelga de hambre por 16 días por lo que tú considerabas que había sido un trato injusto, y las atrocidades más grandes perpetradas por el régimen cubano, algo que has denunciado internacionalmente, y es la razón de por qué tu testimonio es tan fuerte. ¿Qué lecciones se pueden sacar de tanto dolor, de la experiencia que has tenido, como un disidente tan atacado, y de forma tan brutal por el régimen?

En el 2013, aprendí en Alemania el método de la Meditación Vipassana, y eso me ayudó mucho a entender y comprender que lo único que era realmente objetivo e importante en la vida, es el presente, el momento que estás viviendo. Que no había derecho en mirar a un futuro incierto, o un pasado oscuro. Eso me ayudo a mitigar los dolores del cuerpo y del alma, que me ha ayudado a sobrevivir en el tiempo.

En segundo lugar, el Estado cubano ha ocupado la violencia, armas biológicas, la tortura médica e intento de violación contra mi familia. Yo estoy vivo, mi hermana, mi padre y mi madre también, pero yo te puedo decir que el estado cubano se ha dedicado a cercenar la vida de las personas. Yo me considero como una persona muy afortunada, y me considero muy dichoso, porque otros han sufrido lo mismo y sus voces intentaron ser acalladas con la tortura y la violación. Pero siguen hasta el día de hoy.

  • ¿Sientes que tienes que ser una voz para aquellos que no están aquí para contar su historia?

Claro que sí, siento que es mi responsabilidad.

Luchando contra el cáncer, el SIDA y el régimen

Ariel asegura que, en medio de una huelga de hambre y sed, el gobierno cubano le inoculó el virus del VIH, conocido por su fase más oscura: el SIDA. Para el disidente esto es una forma de tortura biológica. Ruiz Urquiola tuvo que dejar su país para tratarse de esta enfermedad en Suiza, y ha presentado denuncias formales ante la ONU, mediadas por expertos y abogados, y con pruebas que descartarían cualquier otra posibilidad de contagio fuera de sus días en un hospital de Pinar del Río, donde le administraron cloruro de sodio y dextrosa por intravenosa. Puedes ver un video-entrevista donde Ariel muestra las pruebas de esta declaración aquí:

  • ¿Cuántas huelgas de hambre has hecho hasta ahora?

La primera que hice fue cuando en 2016 le negaron a mi hermana el tratamiento de inmunoterapia para su cáncer, porque el tratamiento no había sido comprado en octubre, y no volvería a ser traído a la isla hasta dentro de seis meses, para cuando mi hermana, y las otras mujeres que tenían su misma condición, ya habrían muerto. Entonces yo hice la huelga de hambre frente al Hospital e Instituto Nacional de Oncología.

La segunda huelga de hambre fue la segunda vez que me llevaron detenido, donde estuve 5 días sin comer en un calabozo policía del municipio de Viñales. Mi tercera huelga fue de 16 días cuando no teníamos copia de la sentencia y el juzgado provincial le había dado lugar, y me estaban condenando a ser enviado a un campamento de educación, rehabilitación y trabajo.

El único momento cuando dejaron a mi hermana verme, me pude dar cuenta de que las lesiones de mi hermana se habían agravado, lo cual no necesariamente causa la muerte, pero sí es una forma de tortura médica. No podría seguir con sus actividades de disidencia y activismo en pro de mi libertad. La huelga de hambre y sed la gané, la gané con mi propia libertad, y con la ayuda de todas las personas que se solidarizaron. Igual que la huelga frente al oncológico, donde logré que en 72 horas entrara el medicamento a Cuba, y que se le aplicara a mi hermana a los 5 días después de haber iniciado yo la huelga.

La última que hice fue frente al Palacio Wilson, la sede del alto comisionado de las Naciones Unidas, donde incluso la Bachelet, al salir del edifico camino a su casa, apenas me miró. Habían pasado 24 horas sin alimento ni agua, y siguió caminando a su casa apenas mirándome.

  • Te quería preguntar porque continuamente mencionas a tu madre y tu hermana. ¿Cómo se dio la tortura médica, y como fue tu interacción con que tu hermana este hasta el día de hoy defendiendo su propia vida, y el activismo por su país?

La tortura medica existe en Cuba arraigada al propio sistema. Los únicos que “merecen” medicina de primer mundo son la familia Castro, y la cúpula de militares y bufones civiles que conforman la élite de Cuba. Todos los demás somos como bestias que por influencia o amiguismos podemos tener acceso a ciertos tratamientos médicos.

(…) En 2005 tomé las riendas del tratamiento oncológico de mi hermana, y la saqué de ese hospital donde finalmente la iban a terminar de matar. El cáncer se había carcomido todo el pezón derecho, y se le veían las costillas cuatro y cinco. Todos los médicos de ese hospital y otros decían “ahí no hay nada que hacer”, esa es la realidad. Esta realidad es común al grueso de los cubanos. Es decir, no tienen acceso a tratamientos de primera línea, ni a la tecnología que existe en el mundo para tratar la oncología.

  • Esa calidad médica de la cual se jactan en el mundo.

En Cuba hay una crisis alimentaria y médica desde que tengo consciencia. Hay un atraso tecnológico inherente a todo el sistema socialista y comunista del mundo, ninguno escapó. Ni siquiera la alabada Alemania democrática. Mi hermana es la única sobreviviente de todas las mujeres que entraron al instituto ese año, todas las demás, que supuesta mente fueron tratadas con tratamientos primarios y de primera línea, todas murieron en un lapso de 1 a 5 años. Sólo mi hermana sobrevive, 15 años después. Lampadia




Dios los cría y el diablo los junta

Dios los cría y el diablo los junta

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Todas las izquierdas peruanas acaban de perder una nueva oportunidad de dar un paso adelante y sumarse a los ejemplos de las izquierdas modernas de Europa, y de Nueva Zelanda, un país más parecido al Perú, del que debiera ser más fácil aprovechar lecciones de desarrollo.

Efectivamente, durante el reciente proceso electoral, todas las izquierdas, sin ninguna excepción, siguieron alejándose de la economía social de mercado, a la que califican peyorativamente de neoliberalismo.

Peor aún, durante la segunda vuelta se han sumado, sin vergüenza alguna, a la propuesta política más radical jamás planteada a los ciudadanos.

Con tal de acceder a una cuota de poder, han guardado sus idearios y han suscrito los del partido Perú Libre de Castillo-Cerrón, que no son otra cosa que un conjunto de ideas para establecer el comunismo en el país, amenazando con destruir nuestras instituciones y nuestra incipiente economía de mercado, basados en sembrar el odio entre los peruanos.

Las cúpulas de todos estos partidos, son incapaces de entender que no hay un solo país en la historia de la humanidad, que haya sido exitoso con el comunismo o el socialismo decimonónico.

No pueden entender la miseria en que viven los cubanos, esclavizados por un régimen corrupto y abusivo.

No pueden entender la tragedia de los venezolanos, que ahora viven en la miseria con 96% de pobreza y 79% de pobreza extrema.

En Venezuela ya no hay clase media, solo quedan los pobres (96%) y 4% de ricos, los jerarcas del chavismo, las cúpulas militares y los narcotraficantes.

No pueden entender la tragedia de Argentina, que hasta mediados del siglo XX lucían un nivel de vida que estaba entre los mejores del mundo, para venirse cuesta abajo durante 70 años, y convertirse en un país muy pobre con el socialismo peronista.

Estas cúpulas, que con sus ideas le dan la espalda a los pobres que dicen defender, quieren destruir nuestra economía social de mercado. No pueden entender el ejemplo de Alemania, que después de la segunda guerra mundial, absolutamente destruida, adoptó la economía social de mercado, para convertirse en una de las mayores potencias globales, con una calidad de vida extraordinaria para toda su población, como explicó Luis Nunes hace pocos días en un programa televisivo.

Inclusive, con este sistema político que las izquierdas peruanas desprecian, han sido capaces de rescatar de la pobreza y del socialismo, a toda la población de la fracasada República Democrática Alemana y emparejar la calidad de vida para todos los alemanes.

Para el Perú es muy costoso no tener una izquierda moderna. La mejor manera de reorientar una economía hacia políticas sensibles y sostenibles, es con la participación y liderazgo de izquierdas inteligentes, como la del laborismo de Nueva Zelanda, que desarrolló reformas de mercado y, en pocos años, llevó a ese bello país, a ser un ejemplo de bienestar general.

Los peruanos estamos hartos de perder todas nuestras oportunidades de desarrollo por la pobreza de nuestra clase política. Nada, excepto la torpeza de nuestros políticos, justifica que no seamos un país rico. Ya es hora que optemos por un camino sostenible al desarrollo integral.

Lamentablemente, la coyuntura de las múltiples crisis que nos afectan, la sanitaria, económica, social y política, nublan nuestra razón y confunden nuestros sentimientos. Nos hacen perder la sensación de futuro y dificultan que distingamos lo bueno de lo malo.

Por ello, los que tenemos la suerte de no haber perdido nuestros empleos, tenemos la obligación de comunicarnos con los demás ciudadanos y transmitirles información, esperanza y confianza en la capacidad de los peruanos para superar cualquier crisis, sin destruir las bases de nuestro desarrollo.

Rechacemos el socialismo y luchemos por una economía social de mercado que nos de mejores oportunidades a todos los peruanos. Lampadia




El Pos-extractivismo y Sus Narrativas (1 de 3)

El Pos-extractivismo y Sus Narrativas (1 de 3)

Camilo Ferreira
Centro Wiñaq
Editado por 
Lampadia

Contra lo que se reporta en los medios, los promotores del pos-extractivismo siguen muy activos. Por ejemplo, entre el 13 y 15 de junio pasado, la RedGE y CLAES de Uruguay, organizaron varios eventos sobre “Desarrollo y Nuevas Alternativas”, en San Marcos, la PUCP y en el local de San Isidro de la fundación alemana, Friedrich Ebert. Presentaron a académicos-activistas tales como el uruguayo Eduardo Gudynas, Francisco Rhon de Ecuador y Gladis Villa de Onamiap. El jueves15, José de Echave, Jefe de la ONG antiminera CooperAcción (Programa de Derechos Colectivos e Industrias Extractivas), explicó lo que a su entender son las “narrativas” con las que el “Modelo Extractivista” (que según ellos rige en el Perú), trata de legitimarse.

Macintosh HD:Users:pablobustamante:Desktop:Captura de pantalla 2017-06-28 a la(s) 08.20.47.png

Además, participaron Javier Jahncke de la Red Muqui, Vladimir Pinto de Oxfam, Fabiola Yeckting de la UNMSM y Lucio Cuenca del Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL) de Chile.

Macintosh HD:Users:pablobustamante:Desktop:Junio-2017:DBRIGh0WAAA2lLw.jpg

Fuente: Twitter de RedGe[1]

Las tres “narrativas” que se atribuyen a los defensores del “extractivismo” son las siguientes:

  1. El modelo neoliberal: con especial incidencia la inversión minera, explica el “boom” de crecimiento y reducción de pobreza.
  2. La tramitología enfrentada por el sector minero es excesiva y retrae la inversión del  sector.
  3. En el quinquenio anterior se perdieron ingentes inversiones mineras.

Para combatir estas “narrativas” vertieron los siguientes tres argumentos:

  1. Lo que explica el reciente ciclo de crecimiento económico en el Perú ha sido la mejora en los términos de intercambio comercial[1]. El cambio del modelo económico de los años noventa, no explica el cambio en el patrón de crecimiento.
  2. La tramitología no afecta de manera negativa a la inversión minera.
  3. El anterior quinquenio fue de apogeo de las inversiones mineras.

Para fundamentar estos argumentos se mostró como evidencia la siguiente información:

  1. Para el primer argumento, la línea de tiempo de crecimiento económico del país de manera paralela a la de los términos de intercambio con lo que se puede percibir claramente como las épocas de crecimiento económico se encuentran asociadas a mejoras en términos de intercambio y el caso inverso en caso de deterioro de dichos términos.
  2. Para el segundo argumento, se mostró que la retracción en la inversión minera había sido un fenómeno global ocurrido en múltiples países con regímenes regulatorios diversos.
  3. Para el tercer argumento, se brindó las cifras de inversión del quinquenio de Ollanta Humala y se evidencio que las mismas eran mayores a las de las presidencias anteriores.

Estos argumentos aparentan solidez, sin embargo, no resisten una revisión más profunda tanto por su coherencia lógica, como por la evidencia que aporta la información disponible.

En este artículo veremos laprimera narrativa de los pos-extractivistas (1 de 3), con la cual pretenden “Desmentir el Milagro Peruano”[2].

Términos de intercambio y crecimiento

(Lo que explica el reciente ciclo de crecimiento económico en el Perú ha sido la mejora en los términos de intercambio comercial[3]. El cambio del modelo económico de los años noventa, no explica el cambio en el patrón de crecimiento).

Es indudable la existencia de una asociación entre los términos de intercambio y las fluctuaciones económicas. En el caso del Perú esta asociación es tan clara que se puede percibir gráficamente al poner en paralelo las tasas de crecimiento y la tasa de cambio en los términos de intercambio en las últimas décadas. Esto es un poderoso indicador del efecto de los precios internacionales sobre el crecimiento en un periodo dado.

Sin embargo, De Echave salta a dos conclusiones de manera aventurera:(1) los términos de intercambio son el principal determinante de las diferencias en crecimiento económico de largo plazo en una economía primario exportadora como la nuestra, y (2) el modelo económico de libre mercado no ha generado una mejora relevante en el desempeño económico de largo plazo del Perú.

Veamos la pobreza de los argumentos de De Echave.

  • Entre 1980 y 1990 los términos de intercambio tanto de Perú como de Chile decayeron ambos en cerca de 54%, sin embargo, durante ese periodo el ratio entre ingreso per cápita de Chile sobre el de Perú paso de1.1 a 1.72. En el caso peruano, la exportación de minerales representaba el 47% del total, y en Chile, lo era de 54%. La gran diferencia entre ambas economías estriba en la diferencia entre los regímenes económicos de ambos países, mientras Chile mostraba un indicador de 6.85 en el Índice de Libertad Económica del FraserInstitute[4] hacia 1990, y el Perú mostraba uno de 3.87.
  • En Chile había inversión privada, en el Perú brillaba por su ausencia. Los principios plasmados en el famoso “Consenso de Washington” fueron decisivos para explicar semejante diferencia en desempeño a favor de Chile. Las diferencias en las trayectorias seguidas tanto por Chile como por el Perú, dos economías primario exportadoras, se sostienen en sus respectivos modelos económicos y no en el entorno internacional, como afirma De Echave.
  • En los años 80, el Perú dejó de invertir y crecer, perdiendo oportunidades que sí aprovecharon países como Chile, Australia y Canadá, que crecieron más que el Perú (que creció menos que el promedio del mundo).
  • Una vez que el Perú abrió las puertas a la inversión minera, cuyos proyectos son de larga maduración, el país estuvo listo para cosechar los beneficios del súper-ciclo de los commodities. Si el Perú hubiera seguido entonces, los consejos que ahora pretenden imponer los pos-extrativistas, no hubiéramos recibido nada del boom de precios. Se habrían perdido ingresos superiores a US$ 200,000 millones. ¿Cómo habría evolucionado la pobreza?
  • Entre 1998 y el 2013 los términos de intercambio de Perú y Venezuela mejoraron 62% y 399% respectivamente[5]. Sin embargo, entre 1998 y el 2016, el PBI per cápita peruano creció 158% y el venezolano solo 15%.
  • Lejos de las décadas perdidas hasta los 80’s, el modelo peruano se mostró muy superior a los modelos estatistas como el venezolano, a pesar de que se dieron  mucho mejores términos de intercambio, que desperdiciaron miserablemente.

Como se puede observar en el cuadro[6]relativo a “Precios de commodities y desempeño económico”, el Perú tuvo un crecimiento económico, bastante mayor al de otros países sudamericanos que enfrentaron mayores mejoras en los precios de materias primas Argentina y Brasil, con modelos económicos claramente más estatistas que el peruano tuvieron un crecimiento económico inferior al nuestro. El modelo económico sí importa y Perú ha mostrado un crecimiento muy superior al que se deduciría tan solo por su mejora en términos de intercambio, pues además del crecimiento mismo, logró una reducción notoria de la pobreza y de la desigualdad.

Un estudio[7] de Liliana Rojas Suarez analiza la capacidad de las economías emergentes para resistir los shocks externos, encuentra que la economía peruana tiene una mayor “resiliencia” que muchas otras. El modelo económico y las reformas estructurales claramente resultaron tener efecto positivo en la capacidad de la economía para resistir las perturbaciones económicas en el exterior. Para esta investigación se generó un indicador compuesto que agrega la vulnerabilidad de la economía a shocks externos en múltiples dimensiones financieras, fiscales, balanza de pagos y sistema financiero. Perú destaca sobre países tales como Argentina o Brasil que siguieron la ruta “progresista”.

En conclusión, hay evidencia bastante sólida de que la destacada trayectoria de la economía peruana, frente a la de otros países latinoamericanos se sostiene en un modelo de desarrollo que logra mejores indicadores de crecimiento, pobreza y desigualdad. Además, éste modelo ha permitido aprovechar mejor el entorno económico favorable y asimismo, resistir de mejor manera el embate de condiciones externas adversasLampadia

[1]https://twitter.com/RedGEPeru/status/873311567625977856

[1]Es decir el ratio entre los precios internacionales de los productos que un país exporta sobre los precios de los bienes que importa. https://es.wikipedia.org/wiki/T%C3%A9rminos_de_intercambio

[2] EL cual fue el nombre de la anticumbre realizada en paralelo a la Cumbre del Fondo Monetario Internacional realizada 7,8 y 9 de Octubre del 2015

[3]Es decir el ratio entre los precios internacionales de los productos que un país exporta sobre los precios de los bienes que importa. https://es.wikipedia.org/wiki/T%C3%A9rminos_de_intercambio

[4] El cual asume mayores valores conforme mayor sea el grado de Libertad Económica de un país.

[5]No se dispone de información más reciente respecto a los términos de intercambio en el caso Venezolano debido a la falta de credibilidad de sus cifras oficiales.

[6]El cual forma parte de la presentación realizada por Luis Carranza en el XXXII Encuentro de Economistas del Banco Central de Reserva realizado el 2014

[7] Rojas-Suarez, Liliana, Emerging Market Macroeconomic Resilience to External Shocks: Today versus Pre–Global Crisis (February 24, 2015). Disponible en: https://ssrn.com/abstract=2569238 or http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.2569238




El Maltusianismo anti-sistema

El Maltusianismo anti-sistema

En el siguiente artículo, Sebastiao Mendonca habla de Thomas Malthus y Serge Latouche por ser referentes teóricos de los pos-extractivistas peruanos.

Un problema de comunicación evidente es que el común de los ciudadanos no entiende a que se refiere el pos-extractivismo, y los que han leído algo sobre ello, no creen que efectivamente, la gran mayoría de izquierdistas peruanas lo planteen como sustento intelectual de su oposición a la economía de mercado, al libre comercio, a la globalización, a la inversión privada y, muy especialmente, a la inversión minera. 

Tributo a las ideas muertas. Fuente: El Réquiem

Es tan absurdo el planteamiento, que la mayoría de analistas lo descuenta como irreal, razón por la cual no se ha visto una mayor reacción ni el combate de sus sustentos. 

Sin embargo, es preciso recordar que todas las izquierdas firmaron un documento (ver en Lampadia: Pos-Extractivismo: Autarquía y empobrecimiento), en el que le solicitaron al entonces presidente Ollanta Humala, que el Perú se rija por esas ideas que disfrazaron como ‘una nueva minería’. Desde que descubrimos dicho  documento, ninguno de los firmantes se ha retractado, y todas las críticas anti sistema repiten, una y otra vez, los antecedentes en que basaron la mismísima propuesta pos-extractivista. Ver en Lampadia: Exigimos que se renuncie al ‘pos-extractivismo.​

El siguiente gráfico de la propuesta pos-extractivista para el Perú muestra la receta de ‘las transiciones’ a un menor nivel de producción, incluyendo el que solo produzcamos los alimentos que necesitamos consumir, eliminando las exportaciones que han traído tanto beneficio al campo.

Igualmente, cuando Sebastiao Mendonca explica las ideas de Serge Latouche es porque, efectivamente, por más increíble que pueda parecer, nuestros tristes izquierdistas, desprovistos de ideas propias, no atinan a nada mejor que a refugiarse en personajes caducos y sin ningún valor analítico (como Latouche). Veamos el aporte de nuestros colaboradores del Centro Wiñaq a la desmitificación del sustento teórico de nuestros anti mineros:

El Maltusianismo anti-sistema – Los ideólogos de los anti-mineros

Sebastiao Mendonca Ferreira
Centro Wiñaq
Para Lampadia

Entender las ideologías de los grupos contrarios a la minería es fundamental para visibilizar la lógica que está detrás de su accionar presente, entender sus narrativas y predecir su accionar futuro. En los conflictos políticos prolongados, como muchos de los conflictos mineros peruanos, encontramos que, además de los actores locales, están los ideólogos que nutren a esos actores y a los medios de una narrativa para legitimar los conflictos ante la sociedad.

Las ideologías de los grupos anti-sistema tienen un patrón lógico básico que se reproduce, con matices, en todos ellos:

  1. El sistema actual es inherentemente malo (porque explota, destruye al ambiente, oprime, excluye, o alguna otra razón) y merece ser destruido.
  2. Existe una utopía, una sociedad futura mejor que el sistema actual, que se alcanzamos, se realizan nuestras aspiraciones (socialismo, decrecimiento, pos-extractivismo, etc.).
  3. Es posible una transición que nos lleva del sistema actual a la utopía, y existen actores sociales que son capaces de liderar y llevar a cabo el cambio del sistema.

Esa misma lógica básica, con diversos matices, la encontramos en los ideólogos y mentores teóricos de los grupos peruanos hostiles a la minería. Los grupos pos-extractivistas admiran a algunos de ellos, y los citan en sus libros, y se avergüenzan de otros que ya no citan. Si uno lee con atención sus libros, encuentra ideas, patrones lógicos, matrices teóricas, y propuestas que fueron creadas por esos autores hacen décadas o siglos.

Serge Latouche

Serge Latouche es uno de los ideólogos de los pos-extractivistas y uno de los voceros más reconocidos y más radicales de la idea de la recesión económica permanente, llamada por él decrecimiento.[1] Los pos-extractivistas peruanos citan a Latouche como uno de sus mentores teóricos sobre la minería moderna. Los pos-extractivistas peruanos repiten sus ideas y citan a Latouche en sus textos, sin hacer ningún deslinde con sus tesis políticas y económicas, sin definir hasta dónde aplicarían las ideas de Latouche si tuvieran el poder político para llevarlas acabo.[2] Latouche no tiene ninguna relevancia en el desarrollo del pensamiento económico moderno, pero ejerce influencia sobre los anti-mineros peruanos, y por ello le dedicamos estas notas.

La crisis y el posterior colapso (económico, social, moral y teórico) del socialismo en la Unión Soviética y satélites, requería que los intelectuales anti-capitalistas imaginaran una nueva utopía que pudiera sustituir al desprestigiado socialismo.[3] Formado en el marxismo, Latouche giró hacia una nueva versión del maltusianismo en la medida en que el fracaso del socialismo y del marxismo se fue haciendo evidente.[4] Al ser Malthus un ultra conservador enemigo del progreso, ello encajaba bien con la idea de Latouche contraria al crecimiento económico.

Explicando su frustración él decía: el problema es que el capital ha vencido (Latouche, 2007, p. 3).[5] En realidad, el marxismo no fue derrotado por el pensamiento liberal. El marxismo simplemente no fue capaz de llevar adelante su proyecto de sociedad, y fracasó. Lo que los anti-capitalistas llaman la victoria del capitalismo, es su propio fracaso. Fue la espantosa realidad del “socialismo real” lo que derrotó al marxismo. Su crisis no vino de afuera, sino de adentro.

En Europa, Latouche ha sido uno de los pioneros en hacer el cambio de utopía. En los años 80, él ya estaba escribiendo en contra de la idea de progreso. Para el año 2000, él ya tenía una amplia bibliografía. Aún que el principal libro en contra del crecimiento, “Limits to Growth”[6] fue escrito en 1972,[7] Latouche estuvo entre los primeros académicos europeos en  girar del marxismo hacia esta nueva versión del maltusianismo. Latouche toma muchas ideas de Meadows et al.[8] La oportunidad de su giro conceptual transformó a Latouche en una de las principales referencias de los grupos contrarios al capitalismo y al desarrollo.

¿Como piensa Latouche?

Aunque no le gusta reconocerlo, Latouche comparte la idea central de Malthus sobre la incompatibilidad entre el crecimiento y los recursos naturales. Según él, y los maltusianos, el crecimiento poblacional y económico es exponencial y los recursos naturales son finitos. Luego, en algún momento la base de recursos naturales que sustenta la economía colapsaría. Cuando ello ocurra, vamos vivir una crisis, y esa crisis será catastrófica.

Influenciado por Meadows et al, Latouche en los 80, ya creía que la crisis ambiental era inminente y que los mecanismos de la economía de mercado no iban poder controlar el consumo, exploración, reciclaje, conservación o sustitución de los recursos naturales del planeta. Este señor llegó a declarar en Le Monde Diplomatique (Latouche, 2007) que los ajustes financieros de Grecia y España, corrigiendo los malos manejos fiscales de esos países, son manifestaciones de la barbarie que vendrá con la crisis ecológica.

Para Latouche la idea del desarrollo económico sostenible, planteado por la Comisión Brundtland en 1987,[9]es vaga y confusa (¡!), y no debe orientar la economía global.[10] Anti-capitalista radical, él no cree que sea posible alcanzar la sostenibilidad en el marco económico e institucional actual. En su opinión, quienes defienden el crecimiento lo hacen porque defienden los intereses de las grandes empresas o porque creen en el crecimiento económico como un fin en si mismo. Latouche se cree con autoridad para descalificar teórica y moralmente a todos aquellos que piensan distinto a él sobre la importancia del crecimiento económico y del progreso social, incluidos todos los premios Nobel de economía.

Decrecimiento

¿Que es decrecimiento? Según las propias palabras de Latouche, “decrecimiento es un slogan político con implicancias teóricas”, una especie de palabra explosiva (2009, p. 8). Es decir, él mismo reconoce que decrecimiento no es más que un slogan, y que detrás de ese slogan no hay una definición clara, ni menos una teoría. El propósito del slogan es debilitar la idea del crecimiento que, en su opinión, es nefasta porque mantiene la confianza en el capitalismo.

Latouche argumenta que el decrecimiento económico no es lo mismo que recesión y que no va producir desempleo, ni pobreza, ni degradación de la salud, ni ninguno de los problemas sociales que están asociados con las recesiones económicas. Él no considera necesario explicar en qué ni porqué el decrecimiento es distinto de la recesión económica, ni porque no va a producir los impactos sociales conocidos. Sus seguidores creen superfluo verificar la confiabilidad de esa afirmación. Según sus seguidores, si lo dice Latouche, debe ser cierto.

Latouche llevó a cabo estimaciones de la escala de la economía global que podría ser sustentable, y concluyó que correspondería a la producción material de los años 1960 y 1970 (Latouche, 2007, p. 4). Es decir, en su interpretación la economía global ya cruzó la línea de la no-sustentabilidad hace ya medio siglo. La implicancia lógica de su afirmación es que todos los organismos internacionales y la institucionalidad de los mercados (FMI, BM, OMC, OECD, etc.) no se dan cuenta de ese gravísimo problema, o si lo ven, no quieren hacer lo necesario para corregirlo, ni advertir a la humanidad de la gravedad de los riesgos inminentes.

Si tomamos los años 1965 y 2015 como referencias para ver las implicancias económicas de las ideas de Latouche, encontramos que regresar a los niveles de producción de medio siglo atrás significaría reducir la economía global de US$ 75.2 billones a US$ 14.6 billones, es decir, una reducción del 80%.[11] Pero, Latouche afirma que esa reducción no es una recesión, ni va a producir los costos sociales de las recesiones económicas. ¿Por qué una reducción de 80% de la economía no es una recesión? Latouche no considera necesario aclararlo ni demostrarlo.

Para que se tenga una idea del significado económico y social de lo que Latouche propone, la recesión de 1929-30 produjo una caída en la producción global de 15%, y sus costos sociales fueron gigantescos. Para Latouche una reducción del 80% nos va llevar a una vida mejor. [12]

Aún que asumiéramos que la propuesta de regresar a la economía de 1965 es sólo una referencia y que la idea central de Latouche no va necesariamente considerar esos números, y que él solo busca parar de crecer, iniciar un proceso de decrecimiento, y estancar la economía en un nivel que él considera sostenible, la propuesta de Latouche significaría una recesión económica larga sin expectativa de retomar una dinámica de recuperación algún día.

Otra consecuencia inevitable de la propuesta económica de Latouche es el incremento de la conflictividad social. En una sociedad estancada, en que la riqueza total no se incrementa, la disputa de la riqueza es un juego de suma cero, es decir, para que alguien incremente su participación en la riqueza (mejore su situación económica), no lo puede lograr por la vía del emprendimiento, sino que tiene que disminuir la parte de la riqueza que le toca a los otros actores. Los otros actores, al oponerse a esa reducción, aumentan los conflictos de disputa.

Si la riqueza está disminuyendo, como en la propuesta de decrecimiento de Latouche, la única forma de mantener su riqueza será retirando parte mayor de la riqueza de otro actor social, incrementando aún más el nivel de rivalidad entre los actores sociales.[13] Una de las ventajas de la economía de mercado es que, por medio del emprendimiento, un actor puede incrementar su participación en la riqueza sin restar riqueza a los demás actores, sino aumentando la riqueza total. El decrecimiento niega la posibilidad del emprendimiento. 

Latouche dice que “el decrecimiento es concebible sólo en una sociedad del decrecimiento” (p. 8), en una sociedad en que el crecimiento no existe. ¿Qué es una sociedad del decrecimiento? Latouche sólo tiene un slogan político y no tiene una explicación clara para el decrecimiento, ni para la sociedad del decrecimiento. Sus antiguos profesores, tenían una definición para su utopía, el socialismo, y lo implementaron en Rusia, China, Cuba, Corea de Norte, etc. Latouche ni siquiera define lo que él entiende por sociedad del decrecimiento.

Sin embargo, la humanidad tiene bastante experiencia de vivir en sociedades sin crecimiento. Desde la revolución Neolítica hasta el inicio de la revolución industrial inglesa, la humanidad vivió en sociedades sin crecimiento. En realidad, por miles de años, la economía global no experimentó crecimiento alguno.[14] Entre el año 1 y el año 1800 de la era cristiana, el ingreso per cápita anual global pasó de US$ 444 a US$ 667, representando una tasa de crecimiento promedio anual casi nula (0.02% anual). En todo ese tiempo, previo a la revolución industrial, el 95% de la humanidad vivió entre la miseria y la pobreza.

Latouche dice que el propósito del slogan de decrecimiento es “construir una sociedad en la cual podemos vivir vidas mejores mientras trabajamos menos y consumiendo menos” (p. 9). Latouche lanza un slogan político sin soporte teórico, ni idea concreta clara de lo que significa, y dice que disminuyendo la riqueza total (decrecimiento) es posible vivir mejor. 

Una ideología maniquea

Latouche se imagina vivir en un mundo, en el cual las empresas controlan a la población por medio del marketing. En su interpretación, la población es manipulada para consumir lo que no necesitan, trabajar para producir bienes desnecesarios y así seguir aumentando las ganancias de las grandes empresas. Para él, la idea del progreso económico es un mecanismo mental del capitalismo para mantener ese ciclo de dominación.

Un miembro de la clase media francesa, especialmente clase media alta (a la cual pertenece Serge Latouche), con una renta per-cápita igual o superior a US$ 40,000, tiene sus necesidades básicas satisfechas (niveles 1 y 2 de la pirámide de Maslow), y gran parte de sus consumos están asignados a los niveles superiores de la pirámide.[15] En esos pisos superiores, la importancia de los bienes materiales disminuye y las necesidades de los bienes simbólicos se incrementan. En esas sociedades no es difícil propagar ideologías contrarias al consumo de bienes materiales, y alimentar la sensación de que todas sus necesidades de consumo son fabricadas por el marketing o por la ideología dominante.

En países como el Perú, en que la población rural tiene rentas per cápita de US$ 1,000 anuales, gran parte de la calidad de vida de esas personas está en los dos pisos de abajo de la pirámide de Maslow (necesidades de sobrevivencia y de seguridad). Para esa población, hablar de progreso económico y aumento de los ingresos tiene significados muy concretos. No es sorprendente que Latouche, viviendo en las comodidades de Paris, piense como piensa. Sin embargo, que los pos-extractivistas peruanos, que conocen bien la realidad de la población rural, estén repitiendo las ideas de Latouche, habla mal de su sensibilidad social.

En su maniqueísmo, Latouche imagina que “la lógica ‘diabólica’ del dinero demandando más dinero no es otra que la lógica del capital” (2009, p. 18), evidenciando que sigue razonando con las categorías marxistas de la dominación del capital (los burgueses de Marx). Para él, el crecimiento de la economía no es una aspiración de una vida mejor, sino un mecanismo ‘diabólico’ del capital para manipular a la población y obtener mayores ganancias.

Para dar apariencia de base científica a sus críticas a la economía moderna, Latouche ha recurrido a los trabajos de Nicholas Georgescu-Roegen, un controvertido economista rumano quien ha buscado combinar economía, termodinámica y ecología sin lograr hacer mayor contribución teórica en ninguno de esos campos.[16] Sin manejar bien la física estadística, ni ser buen economista, Georgescu-Roegen usó el concepto de entropía para justificar una visión catastrófica de la economía (Kaberger & Mansson, 2001).[17] Para Latouche, Georgescu-Roegen es importante porque comparte su idea maltusiana de la catástrofe ambiental inevitable.[18]

A Latouche no le interesa qué dicen los académicos economistas ni la élite científica sobre la falta de sustento empírico de sus propuestas. Desde su perspectiva ideológica, él sabe más, mucho más, que todos los demás. Además, quienes defienden la continuidad del crecimiento son meros instrumentos del gran capital. Para Latouche y sus seguidores, los buenos son quienes defienden la recesión y el estancamiento, los demás están al servicio del capital.

A pesar de la falta de sustento, su argumento tiene la fuerza de la simplicidad: (1) los recursos naturales del planeta son finitos, (2) las actividades económicas y la población están creciendo exponencialmente, (3) y si la tendencia continua, vamos hacia una crisis ambiental, (4) debemos entonces paralizar el crecimiento y (5) reducir la economía hasta los niveles sostenibles, es decir, reducir la economía en 80%.

La utopía del decrecimiento

Para los anti-sistema, tener una utopía es indispensable. Latouche se refiere a su utopía en base a ocho “R”: reevaluar, re-conceptualizar, reestructurar, redistribuir, relocalizar, reducir, reusar, y reciclar. Hemos seleccionado una colección de extractos de cómo Latouche entiende cada uno de esos conceptos, para ilustrar como él imagina su utopía social. (2009, p. 32).

  • Reevaluar: “Lo mas importante es alejarse de la creencia de que debemos dominar la naturaleza e intentar vivir en harmonía con ella (p. 35).
  • Re-conceptualizar: “la economía transforma la abundancia natural en escasez creando crisis artificiales y necesidades (p. 35).
  • Reestructurar: “Esta reestructuración será de lo más radical … Lo que está en disputa aquí es encontrar un camino hacia una sociedad del decrecimiento (p. 36).
  • Redistribuir: “Reestructurar las relaciones sociales significa automáticamente redistribución… Ella va tener un efecto directo en la reducción del poder y la riqueza de los consumidores de clase global [los ricos]… (p. 36-37).
  • Relocalizar: “La mayoría de los productos necesarios para atender las necesidades de la población debería ser producidos en fábricas locales financiadas en base a los ahorros colectivos locales (p. 37).
  • Reducir: “Debemos comenzar reduciendo nuestro sobre-consumo y la increíble cantidad de basura [que producimos]… Los riesgos de salud y las horas trabajadas también deberían ser reducidas (p. 38).
  • Reusar y reciclar: “Nadie en su sano juicio podría negar que necesitamos reducir la notable cantidad de basura, combatir la obsolescencia fabricada de los utilitarios domésticos, y reciclar la basura que no puede se reusada directamente (p. 41).

Con ese paquete de ‘principios’ y su idea de reestructuración social radical, Latouche propone crear su sociedad del decrecimiento. Esas medidas, en su opinión, deben tomarse en contra de la mano invisible del mercado, de la dictadura de los mercados financieros, y de las imposiciones de la tecno-ciencia.

No es difícil concluir que, en la utopía del decrecimiento de Latouche, serán destruidos los motores de la economía moderna, las cadenas globales de valor, los avances tecnológicos que las viabilizan, los circuitos comerciales que mantienen el flujo de los productos, las actividades económicas dedicadas a la exportación, los actuales centros de innovación universitarios y empresariales, para regresar a una modalidad estancada de economías locales autárquicas.

A pesar de lo absurdo de sus ideas, Latouche tiene seguidores entre los pos-extractivistas del Perú, y esos seguidores repiten lo que dice Latouche sin haber analizado el sustento de sus ideas, ni haber deslindado respecto a las implicaciones prácticas que su aplicación tendría para la población local.

Preguntas necesarias

Sería útil que los pos-extractivistas peruanos, se dieran el trabajo de responder algunas preguntas respecto a las tesis y propuestas de Latouche:

  • ¿Cómo lograrían imponer a la población una reducción tan dramática de sus ingresos y forzar el retroceso en sus estándares de vida?
  • ¿Qué poder político o militar y qué marco institucional se necesitaría para forzar a las personas y empresas a destruir la mayor parte de su capital y sus tecnologías?
  • ¿Cómo harían para que los gobiernos nacionales decidieran chocar frontalmente con las aspiraciones de progreso de sus habitantes?
  • ¿Cómo harían ante el aumento de la conflictividad social, resultado del juego de suma cero en la disputa de la riqueza decreciente?
  • ¿Cómo harían para que las universidades renunciaran a formar profesionales en base a la ciencia y tecnología, que ellos rechazan por ser de origen occidental?
  • ¿Cómo tendrían que actuar los gobiernos nacionales para retener el poder político asumiendo una postura tan anti-popular?
  • ¿Qué pasaría si un líder asumiera la representación de las aspiraciones de progreso de la población y se propusiera tomar el poder? ¿Quién lo detendría, y con qué medios?

Las ideas de Latouche son especulaciones erróneas e inviables. Un intento de implementar su propuesta de decrecimiento encontraría una oposición mayoritaria y fracasaría. El análisis que hicimos es necesario por los daños que hacen sus seguidores, los pos-extractivistas, intentando paralizar a uno de los motores de la economía peruana, la minería. Lampadia

[1] Decrecimiento, como algo opuesto al crecimiento, es un barbarismo oriundo de la palabra francesa: “décroissance”.
[2] Alayza, A. & Gudynas, E. (2011), Transiciones: post extractivismo y alternativas al extractivismo en el Perú (pp. 61-92). Lima, Perú: CEPES.
[3] Para las ideologías anti-sistema la idea de la utopía es una necesidad. Si una utopía muere, otra utopía debe ser inventada.
[4] La anterior generación de marxistas europeos, algunos de ellos brillantes intelectuales, como Jean Paul Sartre, Herbert Marcuse, y Gyorgy Lukacs, ya estaban ancianos o falleciendo cuando el fracaso del marxismo se hizo evidente.
[5] Latouche, S. (2007). The globe downshifted. Le Monde Diplomatique, 03/07/2007. Accesible en http://mondediplo.com/2006/01/13degrowth
[6] Por su rol en la actualización del maltusianismo, escribiremos sobre Malthus en otro artículo.
[7] Meadows, D. H., Meadows, D.L., Randers, J., & Behrens III, W. (1972). Limits to Growth. NYC, NY: Universe Books.
[8] Las ideas desarrolladas por Donella Meadows, del MIT, se trasnformaron en la base teórica de los nuevos maltusianos. Esa nueva versión del maltusianismo fue severamente criticada por Robert Solow, también del MIT y premio Nobel de economía (The economics of resources or the resources of economics. American Economic Review, 64(2), 1-14. American Economic Association), pero esas críticas no fueron asimiladas por sus seguidores.
[9] United Nations. (1987). Report of the World Commission on Environment and Development: Our Common Future. New York City, NY: United Nations.
[10] Latouche, S. (2009). Farewell to Growth. Cambridge, UK: Polity Press.
[11] World Bank, accessible at http://data.worldbank.org/indicator/NY.GDP.MKTP.KD
[12] Wikipedia. (2017). Great depression. Accessible at: https://en.wikipedia.org/wiki/Great_Depression
[13] https://en.wikipedia.org/wiki/Zero-sum_game
[14] Maddison, A. (2001). The world economy: A millennial perspective. Paris, France: OECD
[15] https://en.wikipedia.org/wiki/Maslow%27s_hierarchy_of_needs
[16] Kaberger, T. & Mansson, B. (2001). Entropy and economic processes – physics perspective. Ecological Economics, 36 (2001), 165-179. Elsevier.
[17] Quienes deseen profundizar sobre el tema de entropía, ecología y economía pueden explorar una amplia bibliografía de los estudios presentados por Kaberger y Mansson.
[18] Ilya Prigogine, físico-químico ruso y premio Nobel, fue capaz de entender los trabajos de Ludwig Boltzmann y Willard Gibbs, y supo aplicar correctamente el concepto de entropía en los fenómenos complejos. Prigogine ha hecho grandes aportes a la teoría de la complejidad utilizada hoy para entender los procesos sociales. Su libro “Order out of Chaos” (New York, NY: Batam Book) trata aquellos casos en que la 2ª ley de la termodinámica, respecto a la entropía, no se cumple.