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La política empequeñeció a los medios

De un tiempo a esta parte hemos multiplicado nuestras publicaciones sobre temas que recogemos del quehacer global, que si bien consideramos encierran mensajes importantes para nosotros los peruanos, también pretenden mejorar la cobertura mediática nacional.

En Lampadia nos resistimos a caer en la mediocridad de los medios locales en sus distintos formatos, que lamentablemente no salen de la pequeña política, del seguimiento de escándalos y de sembrar intrigas. La crisis política que nos abruma ya hace un par de años, ha terminado por llevar a la gran mayoría de medios de comunicación a una trampa de medianía.

Por ejemplo, en los programas políticos se ha vuelto común agredir a los entrevistados que tienen puntos de vista independientes, no se permite que los ciudadanos reciban los mensajes de líderes de opinión independientes sin interferencias, ya sea porque los ignoran o los interfieren. Curiosamente, esta tarea de demolición de los entrevistados independientes, ha sido encomendada mayormente a mujeres, desaprovechando sus grandes cualidades.

Es cierto que los medios viven de la coyuntura, pero se dejan llevar por los aspectos más frívolos o perversos de ella en lugar de aclarar los problemas de fondo que la explican. El Perú necesita salidas, no pantanos. 

En el Perú tenemos agendas pendientes muy importantes en temas de educación, salud, infraestructuras, reducción de la pobreza, generación de empleo, inversión, crecimiento y muchos otros. Pero nuestros medios siguen enfocados en la batalla política entre gobierno y oposición; siguen limitando el tema de la lucha contra la corrupción a la batalla entre cúpulas, olvidando que se debe reformar todo el Sistema Judicial; siguen atrapados en las culpas del pasado en lugar de mirar hacia adelante; siguen mostrando sesgos partidistas y/o pro gobierno; y encumbrando como referentes nacionales a personajes que en cualquier otro momento solo hubieran representado posiciones extremas.

En los temas de corrupción, es lamentable como la política ha terminado por sesgar el quehacer periodístico. No importa si las denuncias judiciales rebotadas por los medios tienen o no sustento jurídico. Se trata de alentar la ‘prisión preventiva’ como castigo a posiciones políticas. En lugar de concentrar las investigaciones y denuncias en las coimas vinculadas a las obras públicas, el centro de gravedad mediático gira en torno a los aportes a las campañas políticas, que en principio no son delito, así como al llamado pitufeo.

En el tema de salud, más allá de nuestro nivel de atraso general, en los últimos años hemos tenido un fracaso estrepitoso en el tema de la anemia infantil. Pero este tema, que es verdaderamente escandaloso, solo merece en los medios una menor presencia. Por ejemplo, ¿se ha aclarado como el deterioro de la desnutrición empezó el 2011, como producto de una decisión de gobierno? Pues así es, el gobierno de Humala, desde el Ministerio de Inclusión Social (Carolina Trivelli), suspendió el uso de chispitas para reemplazarlas por algo más ‘sofisticado’ que nunca se hizo presente. Veamos cómo el 2011 se produjo la reversión de los avances contra la anemia:

¿Por qué simplemente no regresamos a la política exitosa que se cortó el 2011? Este tema debería seguirse diariamente, hasta estar seguros de estar en el camino correcto, hacia una drástica reducción de la anemia infantil.

Para un mayor análisis, ver el informe de Macroconsult: La anemia infantil, un enemigo silencioso.

En el tema económico, seguimos frenando el crecimiento que necesitamos y podemos lograr, por enfocarnos más en la política y dejando de tomar decisiones que promuevan y cautelen la inversión en grandes proyectos. Llámese, Tía María, Majes Siguas, Chavimochic III, Conga, Oleoducto Nor-peruano, etc. El objetivo de gobierno parece ser cuidar la popularidad y no arriesgar enfrentamientos, así sean contra mafias o grupos de interés extremistas. Ver en Lampadia: Aterrizaje en la Mediocridad.

Así no vamos a ninguna parte. Seguimos esperando una reacción de parte del gobierno, pero también esperamos un cambio de actitud en los medios nacionales. Las cosas no están como para perder más tiempo teniendo al frente tamaños desafíos como la anemia infantil, la inversión y el crecimiento económico. Lampadia