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¿Por quién cacarean las gallinas? *

¿Por quién cacarean las gallinas? *

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Es una costumbre popular decir, que las gallinas cacarean para que todos sepan que han puesto huevos. Este hábito de las aves de corral se sugiere a los humanos, para que todos sepan de las cosas que han hecho y se las reconozcan.  Sin embargo, son los políticos quienes más usan de esta norma de conducta.

En estos últimos días, tanto el ministro de economía y finanzas, su viceministro de economía y hasta el jefe del gabinete de asesores del MEF, han publicado sendos artículos dando a conocer la magnífica gestión de la cartera ministerial, para alcanzar el crecimiento de 13% del PBI, superior al inicialmente esperado para el año 2021. Ciertamente, le sacan lustre al récord histórico en el crecimiento de la inversión pública (38%), inversión que reportó un monto de S/. 39.1 mil millones, sin mencionar una palabra de los S/. 16.4 mil millones “no ejecutados”.

Obviamente, no han tenido el mínimo decoro de reconocer, en principio, que, si algún mérito hubo, éste correspondía al ministro Waldo Mendoza y su equipo, quienes hicieron un gran esfuerzo por identificar proyectos donde hacer crecer la inversión pública, durante el gobierno anterior. No sólo eso, sino que, durante el último trimestre del año 2021, la inversión pública cayó -8.7%, como resultado acumulado de -7.9% en octubre, -17.2% en noviembre y – 4.8% en diciembre. En resumen, ningún logro, puesto que los crecimientos atribuibles a agosto y setiembre, ya estaban trabajados por el gobierno que salió el 28 de julio.

Respecto al crecimiento de 13% del PBI, sería importante recordar, que este es producto del rebote estadístico tantas veces explicado, luego de la caída de 11.1% en el 2020, por el pésimo manejo del gobierno de Vizcarra. Pero responsabilidades al margen, éste rebote significa un crecimiento de 0.46% respecto al año 2019. Debemos resaltar que el precio del cobre en el 2021, fue 65% superior al del 2019, mientras que el del oro fue 40% superior, consecuentemente, sólo por efecto precio, hay un crecimiento de nuestro PBI de al menos 5% (2021 vs 2019).

Igualmente, decir que “este gobierno ha tenido el mérito de reducir el déficit fiscal” de 8.9% a 2.8%, sin decir que esa reducción se debe únicamente a que, durante el 2021, el sector minero ha pagado el triple de impuestos que en el 2020 y no a que el gobierno haya hecho algún ajuste significativo en el gasto público, habla mucho de los criterios, principios y valores del ministro de economía.

Dicho lo anterior, es importante mencionar que cuando se reporta las cifras de inversión pública, lo que el MEF reporta, son las transferencias de fondos que desde el gobierno central se hace a los gobiernos regionales y municipales. Esto significa, transferencias de dinero y no obra ejecutada, ni brechas sociales cerradas. 

Sería pues muy importante que, los mencionados funcionarios nos informen, no cuales son los importes transferidos (inversión según ellos), sino cual es el avance de las obras ejecutadas, qué problemas reales se han resuelto o, al menos, qué tan cerca tenemos la solución y de qué carencias específicas: escolares, de salud, de agua y desagüe o electricidad. No es posible que tengamos paralizada y por años, la construcción de hospitales, algunos construidos en medio de una ruta de huaico u otros construidos y sin equipar, mientras otros están concluidos, pero sin personal médico asignado. No es posible que, por falta de acción del Estado, sea la empresa privada la que deba construir las facilidades sanitarias que éste no ejecuta y peor aún, que se permita “inversión” en cualquier cosa, aunque no sea necesaria.

En los recientes conflictos sociales en el corredor minero y ante la pregunta periodística respecto a las exigencias a la empresa minera y no al Estado, se escucha a algunos pobladores contestar que, “el Estado no está presente ni hace nada, por eso tienen que reclamárselo a la empresa minera”. Ciertamente esa afirmación, que es una vergüenza, gráfica a las claras la real situación.

En conclusión:

  • Es muy feo tratar de ganarse indulgencias con avemarías ajenas. La honestidad es un valor.

  • Simplificar la estructura del Estado para generar ahorro, eliminando el gasto inútil, que se tenga claramente identificadas las carencias de infraestructura a resolver, los proyectos a ejecutar, tiempos y costos de ejecución, así como sus responsables.

  • Identificar claramente las causas de la inacción del Estado, antes de culpar a los demás.

  • Informar periódicamente el avance físico del proyecto y desviaciones de plazos y montos, debidamente justificadas. 

  • Finalmente, determinar la eficacia de la inversión pública realizada reportada.

Ciertamente, no podemos dejar de mencionar la convocatoria de este gobierno a la gran inversión privada, motor del crecimiento de nuestra economía. En esa línea, sería conveniente que nos compartan: qué acciones de convocatoria se han ejecutado, qué proyectos de inversión privada estamos promoviendo, de forma que nuestras estimaciones de crecimiento económico y avance en términos de paz social, sean previsibles con algún grado de certeza.

No me molesta que cacareen las gallinas, pero que lo hagan cuando ponen huevos, no por gusto.

*Que me perdone Ernest Hemingway

Lampadia

 



Perú: El país más empresario del mundo

Perú: El país más empresario del mundo

Pablo Bustamante Pardo
Director de 
Lampadia

Rolando Arellano es un investigador social que lleva años estudiando a los peruanos, sus características, sus costumbres y sus inclinaciones. El ha volcado sus innovadores hallazgos en múltiples libros, leídos en todo el país.

Su penúltimo libro, que presentamos en esta nota, nos muestra como empresarios, aunque no nos reconozcamos así. Lamentablemente, la guerra ideológica de las izquierdas continentales que nos bombardea hace quince años, ha llevado su lucha de clases al mundo de las empresas, dividiéndonos entre emprendedores y empresarios, entre chicos y grandes, buenos y malos.

Pero la realidad de nuestra naturaleza está marcada en la conciencia de todos los peruanos, solo hay que sacarla a la luz y mostrarla, como hace Arellano.

Esta realidad nacional nos describe muy diferentes a las poblaciones de nuestros países vecinos. Nuestro ‘espacio-tiempo-histórico’ nos ha hecho resilientes y luchadores, y ante el fracaso de muchos de nuestros gobiernos que no han estado a la altura de la gobernanza, hemos desarrollado una fuerte confianza en nosotros mismos. 

Arellano describe estas características nuestras, con una forma de comunicación sencilla, pero todo debidamente sustentado en datos públicos.

Un primer tema que queremos destacar, es que al 2019 la tasa de desempleo en Perú fue de 3.3% (5.6 en el mundo y 8.1 en América Latina). Y que el 88% de los empleos asalariados provienen de las empresas privadas.

En el siguiente gráfico, Arellano muestra un dato importantísimo, una alta correlación entre el crecimiento del PBI per cápita y la creación de empresas.

Pero no nos denominamos como empresarios.

Según Arellano, queremos a las empresas, pero …

Un buen consejo de Arellano es que debemos evitar la contradicción entre el progreso económico y el desarrollo social, ambos son parte de los mismo y uno no se puede dar sin el otro.

El siguiente cuadro muestra que el Perú tiene más empresas que EEUU, Colombia y Chile, en proporción a nuestra población. Asimismo, muestra que el 73% de la población prefiere tener un negocio propio, y que nuestro emprendimiento se da por necesidad, deseo y oportunidad.

También podemos ver que el crecimiento económico ha reducido la pobreza de manera muy importante; que los niveles socio-económicos intermedios son los que más han crecido, y que sin embargo, la recaudación tributaria descansa en el 0.16% de los contribuyentes.

Así es como los empresarios peruanos se auto definen.

Ver el libro completo en el siguiente enlace: 

https://www.lampadia.com/assets/uploads_librosdigitales/17234-peru-el-pais-mas-empresario-del-mundo_rolando-arellano.pdf

Lampadia

 



La Pachamama nos regaló la minería

La Pachamama nos regaló la minería

Sin embargo, ese regalo no nos durará para siempre, lo aprovechamos pronto, o lo perdemos.

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Mis años defendiendo la minería

Mi afán por sacar adelante a la minería se origina de mi experiencia laboral de 13 años en el sector (1979 a 1992). Siete en el Grupo Hochschild, cuando era un consorcio internacional, y seis en Milpo, cuando era un grupo familiar emprendedor.

Esos años, 

  • con los proyectos más grandes capturados por el Estado, para dejarlos dormir; 

  • con el monopolio de la comercialización en manos de Minpeco; 

  • el robo del dólar MUC; 

  • las cuotas de divisas, incluso para quienes las producíamos; 

  • la ineficiencia, incapacidad y corrupción del Estado interventor, que fijaba a discreción los aranceles, las tasas de interés y los tipos de cambio; 

fueron años muy duros. A mi me tocó vivir los años de las vacas flacas, luchando todos los días con empeño y visión de futuro para sobrevivir.

De alguna manera puedo decir que, por esa dura experiencia, aprendí con sangre, a entender y a apreciar el valor de la minería para el Perú.

A principios de los años 90, se desreguló la economía, y pude dejar al sector encaminado a lo que fueron luego, sus años de prosperidad. Prosperidad que se consolidó con la Constitución de 1993, que trajo de regreso la inversión privada a las regiones, después de 30 años de oscurantismo. 

Así fue que salieron varios proyectos, uno por uno, hasta construir el principal motor de nuestra economía, que transformó el país de un ‘Estado Fallido’ a una ‘Estrella Internacional’. 

  • Así salió Las Bambas, guardado durante décadas. Previamente, en 1981, yo fui parte de una propuesta de inversión en las Bambas, de US$ 1,000 millones, ofreciendo al Estado un ‘free ride’ (participación graciosa), de 20%. 

  • Lo mismo planteamos un año después sobre Antamina, US$ 1,200 millones de inversión con 20% de free ride para el Estado. 

Ambas propuestas fueron desdeñadas por el gobierno de Belaunde, a pesar de contar con funcionarios capaces en Minero Perú y en el gabinete de ministros.

Desde el nacimiento de Lampadia, entendimos que había que consolidar el aporte de la minería para el crecimiento y desarrollo del País.

La revolución productiva y la mejora social

Eventualmente, después de la Constitución del 93, el Perú se volcó a una revolución productiva liderada por la minería, pero que incluyó también el desarrollo de las agroexportaciones, el crecimiento de la pesca, la construcción, la masificación de la vivienda familiar, el retail moderno, los Fondos Privados de Pensiones que generaron un gran mercado de capitales y mejores pensiones. También se invirtió en infraestructuras y en los servicios de salud y educación. En educación se duplicó la inversión del Estado, llevando el total a más de 7% del PBI, y sobre todo, incorporando prácticas educativas más modernas y efectivas. Tan es así, que en el último estudio Pisa publicado el 2019, el conjunto de la educación escolar privada, calificó mejor que el conjunto educativo de Chile, Uruguay y Costa Rica.

 

(Ver en Lampadia: Las aulas vacías – Una silenciosa tragedia latinoamericana). 

Como consecuencia de esa explosión productiva y de un Estado que hasta el 2011 supo cuidar la situación macroeconómica y fiscal, la pobreza bajó de 60% a 20% (2019), disminuyó la desigualdad, aumentaron los ingresos y se generó una clase media que cambió el perfil socioeconómico del país. 

Ver información presentada por Rolando Arellano: Perú: El país más empresario del mundo.

El desbarajuste regresivo de la política

El siguiente gráfico de Ipsos muestra con claridad cómo, desde el 2011, con la prédica pos-extractivista y anti mercado de todas las izquierdas y con el gobierno de Humala, el Perú paró su proceso de crecimiento económico y empezó a retroceder. Esto siguió con el desperdiciado gobierno de PPK, la desastrosa gestión de Vizcarra, y el inútil interregno de Sagasti, para luego terminar aterrizando en un gobierno inspirado por la satrapía comunista cubana.

Ahora nos dirigimos hacia el estancamiento de la economía, donde la pobreza se quedará en niveles de 30%, aumentará la deuda externa y se debilitará la salud fiscal del Estado. No se priorizarán la mejora de los servicios de salud y educación, en contra del principal reclamo de la población. 

Solo se agudizará la lucha de clases y la manipulación política para buscar el poder absoluto. 

Ayer comentamos en Lampadia el artículo de Moisés Naim: Cuba colonizó a Venezuela, que explica como una minúscula y empobrecida Cuba, logró colonizar a Venezuela para hacerse de sus riquezas y dejarla desfalleciente. 

Lo más indignante de nuestra situación, es que el Perú bien podría estar creciendo al 7% por año, bajando la pobreza al 10% y mejorando la calidad de vida de la gran mayoría de peruanos.

Solo nos quedan 20 años para aprovechar la minería

Vale la pena darle una mirada. Gráficos con poco texto.

En octubre 2019 publicamos: Lo que necesitamos es más Minería – Para superar la pobreza.

Estrategia para la creación de empleo y generación de riqueza en el Perú durante los próximos 20 años

El Perú está dejando que grupos ideologizados por el pos-extractivismo, acompañados de unos cuantos exaltados, aprovechen la falta de conocimiento sobre el impacto de la minería y la clamorosa ausencia del Estado como orientador de las políticas públicas.

Estamos rechazando a la minería social y ambientalmente sostenible, y acogiendo la minería ilegal que causa desastres sociales y ambientales.

Estamos tirando por la borda, la palanca de desarrollo de los peruanos, el único sector que puede crear riqueza aceleradamente, sin causar daños que lamentar. Además, debemos tomar conciencia que los aportes de la minería pueden no durar más de 20 años.

El Perú tiene que enfrentar dos grandes retos, superar las brechas sociales y económicas en educación, salud, infraestructuras y tecnología; y nivelarse con los países más ricos para evitar que nuestros pobres queden fuera del mundo moderno, signado por la ‘Cuarta Revolución Industrial’.

 

Tenemos que poder crear empleos competitivos para ese nuevo mundo. Pero no nos queda mucho tiempo.

  • Por ejemplo, en el futuro, los alimentos que hoy exportamos y traen beneficios a los peruanos, podrán ser producidos en fábricas verticales en las capitales del mundo moderno, o

  • Producidos por reproducción celular

  • Los minerales que producimos podrán ser explotados en los fondos marinos, e inclusive en el espacio exterior. Otra amenaza es la sustitución de materiales:

 

  • Otro cambio que cortará nuestro potencial de crecimiento es que en 20 años ya no tendremos el bono demográfico, pues nuestra población habrá envejecido.

 

Tenemos que crear riqueza aprovechando lo que tenemos.
¡Que es mucho!

Pero no se puede crear riqueza dentro del Perú, tenemos que traerla del exterior, exportando bienes y servicios, y atrayendo visitantes:

Con agro exportaciones, manufacturas, minerales, pescados, con turismo y gastronomía.

Pero no todo lo que podemos hacer con el exterior nos deja los mismos beneficios:

 

 

  • Si exportamos un polo del mejor algodón, una manufactura sofisticada, que en Miami se vende en US$ 80, en el Perú, entre mano de obra, insumos, e impuestos, quedan solo US$ 8, el 10%.

  • Pero si exportamos paltas, que en Londres se venden en dos libras esterlinas, en el Perú queda el 60%.

  • Y si exportamos concentrados de cobre, en el Perú queda un sorprendente 86%.

¿Cómo así la exportación de minerales deja tanto más que la de manufacturas? La razón es que en contra del mito de ‘exportación de piedras’, la minería tiene un altísimo valor agregado. En promedio tiene un valor agregado de 69%.

El valor agregado es la riqueza que resulta de restar al valor del mineral, que bajo tierra vale cero, el costo de su conversión mediante remuneraciones, insumos, servicios e impuestos.

El encadenamiento de la producción minera se multiplica en su impacto en la economía. Veamos las cifras de Cerro Verde del año 2017:

Una exportación de US$ 3,195 millones, generó un impacto en el PBI de US$ 4.921 millones, US$ 1,760 de impacto directo y US$ 3,161 millones de impacto indirecto.

En resumen, el sector minero puede producir un gran impacto económico y social en el Perú.

Pero, en buena medida, nuestro potencial productivo es prácticamente infinito:

 

Otro sector que tiene una gran productividad es el de las agro-exportaciones. En 180,000 hectáreas de uvas, paltas, espárragos, arándanos, etc., generamos el mismo valor que otros países en 2’500,000 de hectáreas, con soya, trigo, maíz amarillo duro, azúcar y arroz:

Tenemos la oportunidad de establecer un círculo virtuoso:

Que nos permita enfrentar nuestros grandes retos:

 

(Cuadro actualizado en diciembre,2021)

Tenemos que defender el Perú de sus enemigos, aquellos que pretenden dejarnos en la pobreza, aquellos que pretenden parar nuestros sectores productivos y reinar como señores feudales en un mar de miseria.

  • Necesitamos ¡Realismo!

  • Necesitamos ¡Enfoque!

  • Necesitamos ¡Sentido de Urgencia!

Para cerrar las brechas sociales y económicas, para insertarnos en la ‘cuarta revolución industrial’, necesitamos más:

No olvidemos las voces de nuestros sabios:

 

No nos dejemos engañar, necesitamos más minería, en 20 años puede ser tarde.

Lampadia

 



Despintando la prosperidad del Perú

Despintando la prosperidad del Perú

Pablo Bustamante Pardo
Director de
Lampadia

Hace años que venimos bregando por defender nuestro modelo de desarrollo, que desde los años 90 nos regresó de ser un ‘Estado Fallido’, a ser considerado por muchos, una estrella internacional.

Ya nos hemos olvidado que nos puede ir muy bien. Hoy, junto con Moody’s, debemos lamentar que, en el mejor de los casos, vamos camino a la mediocridad (ver la nota de SE que compartimos líneas abajo).

 

 

Veamos algunos elementos de esta historia:

  • El año 90 teníamos 60% de pobres, el Estado recaudaba 3.8% de un PBI diminuto, y la empresa más grande facturaba US$ 600 millones -mientras las empresas ecuatorianas facturaban entre US$ 1,500 y 2,000 millones.

  • Hasta los 90s, estaba prohibida la inversión privada en las regiones, no se podía invertir en el campo, la minería, la pesca y el turismo.

  • Desde la Constitución de 1993, regresó la inversión privada a invertir en actividades productivas en las regiones, trayendo tecnología, empleo formal y mejores ingresos, que en conjunto hicieron crecer la economía, bajar la pobreza de 60 a 20%, y reducir la desigualdad, incluso en el sector rural.

  • Con todo ello pudimos bajar la deuda externa, acumular reservas de divisas, generar ahorro fiscal, acumular fondos privados de inversión y lograr el grado de inversión, accediendo a financiamiento internacional público y privado en muy buenas condiciones.

  • A diferencia de otros países de la región, aprovechamos el boom de commodities, y trajimos muchas inversiones que generaron recursos fiscales como nunca los habíamos tenido. Lamentablemente, mucho de ellos se desperdiciaron por malas inversiones (Talara y todo lo demás), y por la ineptitud y corrupción de la gran mayoría de autoridades regionales. 

  • Desarrollamos los sectores que pueden hacer la diferencia en nuestro futuro, abriendo el camino del crecimiento alto y sostenido, principalmente con el impulso de la minería, la agroexportación y el turismo.

Entonces, en defensa de nuestras realizaciones, en Lampadia, en noviembre de 2013, publicamos: Las Cifras de la Prosperidad. 

 

 

Pero no faltaron los enemigos del Perú, las izquierdas decimonónicas que predican el pos-extractivismo – la autarquía del ‘buen vivir’, el regreso del Estado empresario, y la presencia de las manos negras en la economía. Ellos, con sus narrativas de resentimientos, llevaron a los peruanos del ambiente del vaso medio lleno, que nos llenaba de confianza en el futuro hasta el 2010, al del vaso medio vacío, que se entronizó con Humala, se mantuvo con PPK, se desbordó con el desastroso gobierno de Vizcarra y su cola con Sagasti, y finalmente hizo carne con el desgobierno de Castillo y Perú Libre.

Tampoco faltaron los tontos útiles que, con sus dudas o afanes de lucimiento, validaron las narrativas perversas de las izquierdas. Economistas destacados que negaron nuestras realizaciones y hasta compararon a la minería moderna con la explotación de guano de las islas y del caucho en la selva. Ver, por ejemplo:

Además, adolecimos la ausencia de una clase dirigente consecuente con el éxito de la transformación del país, que se comprometiera con nuestro desarrollo, que viera más allá de sus ‘tiendas’, y compartiera las bases de sus esfuerzos de crecimiento, con el conjunto de la población, que dejamos, no a la buena de Dios, sino a la mala de los enemigos de la prosperidad.

En la guerra de realizaciones versus narrativas, ganaron las últimas, que lograron impregnar la mente de muchos peruanos con las negaciones de sus prédicas perversas o con resentimientos fratricidas.

Para que no vayan a pensar que las realizaciones no fueron tales, y esto es solo un empeño de Lampadia, no queremos dejar de mostrar el aporte de Iván Alonso e Ian Vásquez, del Cato Institute, que en junio pasado publicaron: La prosperidad sin precedentes del Perú. Ellos presentaron 38 gráficos que:

“Demuestran una notable mejoría del bienestar en amplios sectores de la población. La prosperidad ha aumentado, la desigualdad ha caído y los pobres han visto elevar su nivel de vida. Y, a diferencia de otros episodios de crecimiento en la historia del Perú, el progreso no ha estado limitado geográficamente; más bien, el sector rural, tanto como el sector urbano, se ha beneficiado, como lo ha hecho la mayor parte del interior del país, además de Lima y las ciudades de la costa”.

Jaime Reuche, de Moody’s, dice: “Las condiciones estaban dadas para crecer a un 6% el próximo año […] si se prendía el motor de la inversión privada”. Nosotros pensamos igual. El 22 de noviembre pasado, publicamos en Lampadia: Se cayeron todas las caretas, donde decíamos que el Perú puede crecer al 7% por año.

No nos olvidemos que nos puede ir muy bien. No necesitamos genios, solo gente decente, que de verdad ame al Perú, no a los falsos ídolos de las ideologías, y que sepa rodearse de los peruanos más capaces. Lampadia 

Moody’s: “Perú se empieza a parecer a un mediocre más de Latinoamérica. Ya no es la estrella que era” 

En el 2022 el PBI crecería 3%. Sin incertidumbre política la tasa de expansión sería de 6%, señaló Jaime Reusche, analista senior de crédito.

De Semana Económica

Moody’s prevé que la incertidumbre política continuará afectando el desempeño económico y fiscal del Perú. Tras caer 11% en el 2020, este año el PBI crecería 13.5% producto del rebote de la actividad y del impulso externo favorable, indicó Jaime Reusche, analista senior de crédito de Moody’s durante un evento de la agencia calificadora. Hacia el 2022 el crecimiento se desacelerará a 3%.

La proyección incorpora un consumo privado “relativamente fuerte”, que aun se beneficiará de las transferencias del gobierno, mientras que prevé que la inversión privada —en particular la inversión privada no minera— se contraerá. En caso las señales de gobierno sean negativas hacia la inversión privada, esta caería más y el crecimiento se podría acercar a 2%, acotó Reusche.

“Las condiciones estaban dadas para crecer a un 6% el próximo año […] si se prendía el motor de la inversión privada”, lamentó Reusche. El país, según consideró, “está desperdiciando un contexto internacional extraordinario” producto de la inestabilidad política y la falta de claridad en las políticas públicas del gobierno.

El ejecutivo subrayó que la administración de Castillo no avanzaría en reformas que promuevan el crecimiento económico, sino que apunta a realizar cambios negativos, lo cual lleva a un escenario de estancamiento. “Perú se empieza a parecer a un mediocre más de Latinoamérica, ya no es la estrella que era gracias a ese modelo económico que tenemos”, afirmó.

Por otro lado, Reusche indicó que considera improbable que el pedido de vacancia del presidente Castillo prospere. De ocurrir, “tal vez habría un alivio momentáneo porque el privado percibe que la mucha de la inestabilidad política radica en la cabeza del gobierno, que en este caso es el presidente”. No obstante, ello sería un alivio transitorio pues bajo el escenario de la toma de mando de la vicepresidenta Dina Boluarte, no se sabe cómo sería su gestión.

Perspectivas fiscales

El déficit fiscal, que cerró en 8.9% del PBI en el 2020, se reduciría a 4% este año gracias al incremento de los ingresos fiscales [de las exportaciones de cobre], según Moody’s. Hacia el 2022 el déficit se aproximaría a 3%. “El déficit fiscal se esta cayendo solo, pero por ingreso. No hay ningún esfuerzo de gastos, de volverlo eficiente o bajar la corrupción. Esto se termina en un par de años; una vez que el déficit fiscal llegue el 2023 a 3%, yo no veo cómo va a seguir bajando a partir de ese momento”, advirtió Elmer Cuba, socio de Macroconsult. “Del 2023 en adelante, un déficit fiscal de 3%, y una deuda de 35% solamente va a ser sostenible si crecemos rápido. Si el Perú comienza a crecer 1% al año, eso comienza a ser explosivo”. agregó Cuba.

La deuda pública se estabilizaría alrededor de 35% y 36% del PBI y continuaría siendo una de las más bajas de la región, dijo Reusche. Sin embargo, el aumento de transferencias y de gasto público, aun con una reforma fiscal, así como vientos en contra del crecimiento global, pondrán presión sobre la consolidación fiscal.

Calificación crediticia

Reusche indicó que el principal riesgo que pesa sobre la perspectiva estable de la calificación crediticia —hoy en ‘Baa1’— es la Asamblea Constituyente. “Si la hay inmediatamente la perspectiva tendría que reaccionar”, sostuvo. La perspectiva estable se mantiene pues Moody’s asume que el modelo económico e instituciones fiscales y monetarias no van a ser modificadas de acuerdo al ejecutivo. Otro riesgo es que la desaceleración económica sea mayor a la esperada, lo que pondría presión sobre las cuentas fiscales. Lampadia




El aprendizaje nacional sobre la izquierda

El aprendizaje nacional sobre la izquierda

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Las revelaciones acerca de las gestiones nocturnas el presidente Castillo y la debilidad de sus explicaciones, sumadas a los hallazgos previos relacionados al ex secretario de Palacio, han generado la sensación de que nos vamos acercando al “momento vacador”. Suele ocurrir en este tipo de circunstancias que los hechos adquieren velocidad propia y se precipitan hasta el desenlace final. 

Sería bueno, sin embargo, tratar de regular la velocidad del proceso. Si alguna virtud ha tenido el gobierno de Pedro Castillo, es que ha sido un curso acelerado de capacitación nacional sobre la naturaleza y consecuencias de un gobierno de izquierda. Una verdadera escuela acerca de lo que representa la izquierda en el poder.

Los peruanos estamos aprendiendo que un gobierno de izquierda: 

  • sube el costo de vida porque siembra incertidumbre acerca de la seguridad jurídica y las reglas de juego; 

  • distribuye bonos, dádivas y toda clase de subsidios para generar apoyo político en lugar de asegurar condiciones a la inversión privada para generar empleo e ingresos;

  • destruye las reformas modernizadoras y meritocráticas que habíamos logrado con gran esfuerzo avanzar, solo para regalar privilegios clientelistas para sus fines políticos; 

  • procura darle más poder a un Estado que no funciona solo para repartir puestos entre amigos y partidarios incompetentes o prontuariados o para hacer negocios turbios; 

  • carece de cuadros y profesionales calificados; 

  • muestra cómo se contradicen y acuchillan entre ellos; 

  • transforma el crecimiento de 7 u 8% que tendríamos el próximo año por el precio de los minerales, en uno de apenas 1 o 2%, incrementando la pobreza; 

  • revela que Sendero Luminoso todavía existe y tiene planes muy claros; 

  • pretende intervenir en los ascensos de las fuerzas armadas para subordinarlas a un proyecto político que incluye una Asamblea Constituyente para perpetuarse en el poder, suprimir la democracia y estatizar parte de la economía. 

Ese aprendizaje tiene que terminar de ser absorbido por la sociedad entera para que, allí si, la vacancia, fundamentada en causales irrefutables, sobrevenga como el resultado de una demanda profunda y generalizada. 

En ese sentido, habría que seguir poniendo énfasis no en el clamor de “vacancia ya” sino en la demostración de los hechos que puedan sustentarla legítimamente. De lo contrario, un grito de vacancia demasiado fuerte en este momento, motejado de golpismo, puede distorsionar y enturbiar un proceso de concientización que puede tener efectos profilácticos de largo plazo. Lampadia

 



El cinismo como política de Estado

El cinismo como política de Estado

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 26 de noviembre de 2021
Para
Lampadia

El cinismo presidencial viene de tiempo atrás. Parafraseando un viejo refrán, podría decirse que – en vez de pan – el Presidente Castillo vino con su cinismo bajo el brazo. Efectivamente, ¿acaso no fue recontra cínica la finta de tirarse al suelo para simular una agresión policial inexistente? Recordemos. El hecho ocurrió durante la huelga magisterial del 2017, que el entonces dirigente Pedro Castillo encabezó, logrando que un millón y medio de niños y jóvenes peruanos perdieran el año escolar.

Igualmente cínica fue la motivación de la huelga en cuestión. De la boca para afuera, Castillo coreaba que la huelga se justificaba por la precariedad de la educación estatal. – La protesta busca mejorar la educación escolar en nuestro país – decía Castillo a voz en cuello. ¡Falso!  

Lo que motivó la huelga del 2017, fue la reticencia de Castillo – y su pandilla – de rendir las pruebas de conocimientos y capacidades, que el Ministerio de Educación – con buen criterio – iba a realizar. Exactamente igual a los exámenes de conocimientos que todos los estudiantes del mundo – de ahora y siempre – dan para demostrar sus aprendizajes.

El caso es que todos los maestros del Estado iban a ser evaluados. Y los que salieran desaprobados pasarían por un proceso de capacitación. Pero eso sí, si después de tres intentos, los maestros no aprobaban las pruebas de evaluación, o sea, si claramente no estaban aptos para la docencia escolar, perderían su título de maestro, por lo que tendrían que dedicarse a otra. El que no aprobaba, no pasaba, y a otra cosa mariposa… sanseacabó. Repito. Tal cual ocurre con los estudiantes escolares y universitarios de todo el mundo.

Con esos antecedentes de cinismo a cuestas, analicemos ahora la supuesta integridad moral del Presidente Castillo. – ¡No le daremos ni un milímetro a la corrupción! – grita el Jefe de Estado, cada vez que está frente a un micrófono. El problema es que a su lado siempre suelen estar personajes de la más baja calaña moral.

¡Cómo calificar – si no – que el hombre de mayor confianza del Presidente, su Secretario personal, tuviera escondidos US$ 20 mil en efectivo, en uno de los baños de Palacio de Gobierno! Y que cuando fuera requerido por la Fiscalía para que justifique el hallazgo de los billetes verdes declarara – así guardo mis ahorros personales –. Es decir, cinismo a tope. Tanto del Presidente, como de su Secretario.

Pasemos ahora a analizar el cinismo de la Primera Ministra Mirtha Vásquez. Recordemos… más claro no lo pudo decir – las minas ayacuchanas Inmaculada, Pallancata, Breapampa, y Apumayo no van más… las vamos a cerrar –. Palabras más, palabras menos, eso fue lo que dijo. Luego siguieron los aplausos, sonrisas y puños en alto. Todos los peruanos fuimos testigos de ello.

El problema fue que cuando regresó a la Capital, luego de su baño de popularidad en Ayacucho, y tuvo que enfrentar a la prensa y a los representantes de las empresas mineras en cuestión, lo negó todo. Otra vez… cinismo descarado, puro y duro. 

Efectivamente, en vez de reconocer su dislate, la Primera Ministra dijo que jamás había dicho lo que dijo, y que las puertas del diálogo estaban abiertas, y que el Gobierno respetaba la inversión privada, y que bienvenida la minería, y… bla, bla, bla.   

Bueno pues… así estamos. El problema es que – como todo en la vida – el cinismo percola hacia abajo. Si el Presidente es cínico ¿por qué no la Primera Ministra? Y si la Primera Ministra también es cínica ¿por qué no los de más abajo? Eso es precisamente lo que estamos viendo en cuanto a Ministros, vice Ministros, Asesores, Secretarios, Directores Generales, Gobernadores Regionales, Alcaldes, y demás. ¿Si el Número Uno es cínico, y la Número Dos también, qué problema habría que el Número Tres también lo sea?… y así sucesivamente, hasta todo el aparato Estatal. ¡Ese es el problema!

Así las cosas, nos hemos atiborrados de autoridades cínicas. Autoridades que no tienen sangre en la cara. Autoridades que actúan con desvergüenza en el mentir, o defienden y realizan acciones que causan afrenta o deshonra. 

Cinismo como política de Estado, desde la cabeza hasta los pies. Eso es lo que tenemos. ¡Patético! Lampadia

 

 



Ataque certero al futuro del Perú

Ataque certero al futuro del Perú

Jaime de Althaus
Para
Lampadia

La primera ministra realizó su sueño revolucionario y pos-extractivista y acordó con parte de la población el cierre ilegal de cuatro minas en Ayacucho. El asunto es muy grave porque dinamita la seguridad jurídica de la inversión minera y la inversión en general, destruyendo el futuro del país. Y tiene agravantes: el acuerdo se ejecuta por medio de una “comisión ejecutiva” y con participación de las comunidades, como si se tratara de soviets, estableciendo que la cabecera de cuenca se convierta en un piloto para aplicarla al resto del país, poniendo en jaque buena parte de la minería nacional. Simplemente se quiere que no haya minería en el país.  

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Personajes como José de Echave han señalado que la legalidad es importante, pero tiene que enmarcarse en otras consideraciones como las ambientales y las relaciones con las comunidades. Pero la legalidad consiste precisamente en regulaciones ambientales y sociales. Es increíble la capacidad sofística de estos defensores del atropello. 

Por lo demás, las circunstancias de cada mina son diferentes. Incluso hay comunidades, vinculadas a la mina Inmaculada de la empresa Ares, que han demandado que la Primera Ministra se retracte respecto del cierre de las minas, porque dicha decisión les afectaría de diversas maneras. 

 

En otros casos hay una historia de desencuentros, es cierto, en parte alentados por la prédica pos-extractivista que alimenta el mito de que la minería no es posible en las cabeceras de cuenca, que es el discurso que se repite en esta zona. Y que ha difundido la versión de que las aguas mineralizadas de los ríos lo son por causa de las minas, y no de la naturaleza, como señalan los informes de Ingemet. 

Ese discurso no hubiese prendido si el Estado y el canon hubiesen funcionado para producir desarrollo. El canon está mal distribuido y su ejecución es muy mala, cuando no corrupta. Si se hubiese aprovechado esos recursos para que las familias campesinas multiplicasen su productividad con tecnologías de riego y otras, y con caminos para sacar su producción, no habría quejas de ningún tipo. 

Más allá de eso, los hechos ocurridos que culminaron en el incendio del campamento de Apumayo fueron la consecuencia directa de un trabajo político contra la minería en cabecera de cuenca realizado por radicales en combinación con una congresista de Perú Libre, Margot Palacios, que también estuvo detrás del bloqueo de la comunidad de Aquia en Ancash contra Antamina.  

Margot Palacios se reunió en varias ocasiones con los líderes del Frente de Defensa de Parinacochas, Lucanas y Páucar del Sara Sara, Che Bernaola y Julio Gutiérrez. Esos dirigentes pertenecen nada menos que al Conare-Sutep. A continuación, damos cuenta de una pequeña muestra de las publicaciones del presidente del Comité de Lucha de Parinacochas, Che Bernaola, que hablan por sí solas. 

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Entonces lo que tenemos acá es una alianza entre el Frente Amplio de Marco Arana, autor de la ley de cabeceras de cuenca, adalid del pos-extractivismo y socio actual del gobierno de Pedro Castillo, con Perú Libre y con el Movadef, cuyo objetivo sería ir generando zonas liberadas en el territorio, comenzando por las provincias del sur de Ayacucho. Ese es el plan que se está desarrollando, a costa del país. Debe ser rechazado con la máxima energía. Lampadia




¿El gobierno se vuelve a radicalizar?

¿El gobierno se vuelve a radicalizar?

Jaime de Althaus
Para Lampadia

¿Cómo entender que al mismo tiempo que la premier Mirtha Vásquez pide voto de confianza para una política de promoción de la inversión privada y de masificación del gas, el presidente Castillo demanda al congreso trabajar una ley para estatizar el consorcio de Camisea?

¿Cómo entender que el propio presidente Castillo invite en Estados Unidos a los grandes inversionistas a invertir en nuestro país, repita esa invitación cuando anunció la salida de Bellido, y ahora reclame la nacionalización del gas?

¿Como entender que ni la premier Mirtha Vásquez ni el ministro de economía Pedro Francke hayan renunciado después de esa proclama que contradice la política por ellos enunciada y que, en el caso del MEF, echa por tierra cualquier posibilidad de éxito del programa económico?

Claro, después, en la noche, Castillo publicó un tuit diciendo que “somos y seremos respetuosos de la libertad de empresa”, y que su compromiso es con el gasoducto y la masificación. La interpretación optimista es que se trata de una rectificación. Pero entonces, o estamos ante un presidente que dice cualquier cosa, con efectos muy destructivos, o existe acá una racionalidad. Y si la hay, la única que puede explicar todo esto, es una de cambios tácticos dentro de una estrategia única orientada a cerrar el Congreso y acelerar los pasos para la asamblea constituyente.

Es decir, hubo un retroceso cuando, ante las amenazas de Bellido de hacer cuestión de confianza por Maraví, el Congreso se unificó tras la aprobación de la ley de la cuestión de confianza, y el Ejecutivo tuvo la percepción de que la idea de la vacancia empezaba a madurar. Entonces sacó al estridente Bellido y puso a una premier más ecuánime, aunque no menos radical, que sin embargo tranquilizó relativamente al país al aclarar que la asamblea constituyente no era una prioridad en este momento.

Pero ahora el Presidente parece haber regresado al plan máximo. Con un agravante: si en la ocasión anterior fue el ex premier Bellido quien amenazó con nacionalizar el gas si la empresa no se avenía a una renegociación del contrato, esta vez es el propio presidente Castillo quien además concreta esa amenaza en el anuncio de un proyecto de ley para estatizar.

Se dirá que el tuit posterior de Castillo desmentiría que estemos ante una nueva radicalización.  Pero varias señales indicaban ya un retorno a la posición maximalista. La ministra de Trabajo, Betssy Chávez, había declarado, tres días atrás, que la asamblea constituyente “sí es una prioridad de carácter nacional”, contradiciendo abiertamente a la Premier. Y la propia presidenta del Consejo de ministros, cambiando su posición, anunció al comienzo de su intervención en el Congreso que “Hemos venido a proponer un acuerdo, un pacto, un nuevo contrato social…”, y culminó su discurso llamando a un “nuevo pacto social que se construya con las bases en el marco de una auténtica democracia”. “Un nuevo contrato social” es un eufemismo de “nueva constitución”. Y una auténtica democracia implica que la actual no lo es.

Es posible que se esté provocando nuevamente al congreso para que no de la confianza al gabinete. Todas las bancadas de oposición le pidieron a la primera ministra en las rondas de conversaciones que tuvieron con ella, que retirarse a los ministros Barranzuela y Gallardo, y que deslindara claramente con la asamblea constituyente, pero no solo no hizo caso, sino que insistió de manera agravada.

Hay un juego perverso. El gabinete tiene más de una semana para sincerar su posición antes del voto de confianza. Mientras tanto, es hora de que las bancadas democráticas se reúnan para realizar un análisis serio de esta situación y adopten una estrategia inteligente y eficaz para manejarla. Pues el país no puede permanecer indefinidamente en este juego que ya produjo una nueva subida del dólar y que solo lleva al caos económico y social. Lampadia




Dejar a los pobres desconectados del mundo moderno

Dejar a los pobres desconectados del mundo moderno

EDITORIAL DE LAMPADIA
Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Mientras el mundo avanza en la nueva revolución industrial, el Perú retrocede con una visión pre-moderna de tintes autárquicos.

1. La revolución tecnológica y la mejora de vida en los países más ricos

El mundo ha entrado de lleno a la Cuarta Revolución Industrial, caracterizada por profundos cambios tecnológicos en todos los aspectos de la vida del hombre moderno. Hablamos de disrupciones que están afectando a los gobiernos, a las empresas y a las personas; con cambios tectónicos en los espacios del trabajo, la educación, la salud, las infraestructuras y el ocio.

La inteligencia artificial, Big Data, Blockchain, impresoras 3D, robótica, internet de las cosas, nanotecnologías, computación en la nube y realidad aumentada, entre otras; han tomado todos los espacios de la vida moderna, generando obsolescencias y aumentos brutales de productividad.

Se ha pasado de la producción en masa a la oferta de valor de uno a uno. Por ejemplo, esto conlleva cambios de paradigmas en educación y salud. En educación, implica la posibilidad de potenciar las capacidades de cada estudiante. Y en salud, representa pasar de una medicina enfocada en curar, a una capaz de prevenir las enfermedades y de monitorear la salud de cada ser humano.

Todo esto requiere mucha inversión y recursos económicos, tanto para investigación y desarrollo, como para la adopción de las nuevas tecnologías. Los países más ricos están luchando para asegurarse que esta revolución no deje detrás a partes importantes de su población.

2. El gran reto de los países menos prósperos

Para los países menos prósperos, como el Perú, el gran reto es crecer para engancharse en la revolución tecnológica, y no dejar a los ciudadanos sin acceso a los nuevos estándares de vida que gozarán las poblaciones de los países más ricos.

  • Ello conlleva necesariamente, promover la inversión -especialmente la inversión privada, que representa el 80% del total-, el crecimiento de la economía, y por supuesto, generar riqueza.
  • Conlleva también tener un sector privado innovador y desarrollista, que apueste por el futuro del país, generando empleo, capacitando a sus trabajadores, integrando cadenas productivas, aportando recursos públicos y participando activamente en la formación de políticas públicas.
  • También conlleva la presencia de un Estado que priorice la cobertura y calidad de servicios públicos de calidad, especialmente en educación, salud e infraestructuras.
  • Asimismo, se requiere de mucho mejor articulación entre el gobierno central y los sub-nacionales, promover la integración del sector público y privado, sujetar a los funcionarios públicos a los límites fijados por la Constitución y las leyes, una efectiva rendición de cuentas y mecanismos efectivos para la prevención de la corrupción.

Para facilitar la creación de riqueza, un país pobre como el Perú, tiene que apostar por una economía abierta, organizada como una economía social de mercado, debe promover agresivamente la inversión privada de peruanos y extranjeros y fomentar el crecimiento de nuestras exportaciones, aprovechando las múltiples y abundantes riquezas que están a nuestra disposición. Para el Perú, no hay otra forma de crear riqueza.

3. La gran condena a los pobres en el Perú

Lamentablemente, lo que está ocurriendo en el Perú, es todo lo contrario. Tenemos un gobierno en el que el partido de gobierno y sus aliados, están atrapados en estructuras mentales pre-modernas del izquierdismo decimonónico y empobrecedor de inspiración marxista, que no ha logrado el bienestar en ningún país del mundo, a lo largo de la historia.

Peor aún, todas nuestras izquierdas están influidas e inspiradas en el Pos-extractivismo, que postula producir lo menos posible de todo, consumir lo que produces, proteger a los productores locales desincentivando las importaciones y desalentando las exportaciones.

Además, promueven el llamado ‘buen vivir’, una visión bucólica de la vida rural en un país urbanizado. También llamado “‘Sumak kawsay’, un neologismo quechua creado en los años 90 como una propuesta política y cultural de organizaciones socialistas-indigenistas y adoptada posteriormente por los gobiernos del movimiento por el socialismo del siglo XXI en Ecuador y Bolivia” (Wikipedia).

Consecuencias de la gran condena

En pocas palabras podemos decir que mientras el mundo avanza en la nueva revolución industrial, el Perú retrocede con una visión pre-moderna de tintes autárquicos.

Rechazar la inversión privada, las tecnologías modernas y encomendar la cosa pública a los amigos y colegas políticos, en vez de convocar a los más capacitados, garantiza que los peruanos quedemos fuera del mundo moderno.

Pero los más perjudicados serán nuestros pobres, aquellos que las izquierdas dicen defender. Los ciudadanos más solventes podrán acceder a ese mundo tecnologizado, en educación y salud, por ejemplo. Les costará más que a un europeo o estadounidense, pero tendrán acceso a una mejor calidad de vida, o se irán al extranjero, pero sus hijos serán parte de ese nuevo mundo.

En cambio, nuestros pobres, en un país que no invierte, que no crece, que no crea riqueza, no tendrán acceso a una buena educación, o a la salud preventiva que garantiza una mejor calidad de vida, o a gozar de buenas infraestructuras.

Con las políticas que ofrecen Perú Libre y sus aliados, nuestros pobres serán condenados a vivir en los arrabales del mundo moderno.

Los peruanos que conocemos de este trance y del desenganche político del gobierno con el mundo de nuestros días, tenemos que contrastar sus ideas y comunicar a la opinión pública, que nada, excepto la torpeza o el juego político, justifican esta gran condena a la pobreza.

Con buenas políticas públicas, el Perú puede crecer al 7 u 8% por año y ser parte de la modernidad. Comprometámonos en la batalla de las ideas. Lampadia




No se puede jugar con la riqueza de los peruanos

No se puede jugar con la riqueza de los peruanos

Hoy volvemos a públicar el artículo: Aporte a la economía peruana – Proyecto de Camisea, publicado en el mes de diciembre pasado.

Dado que el gobierno ha anunciado en boca del primer ministro la torpe decisión de eventualmente intervenir todo el desarrollo de Camisea hasta la distribución del gas en las ciudades.

Esta es una propuesta absolutamente absurda y contraproducente, puede terminar costándonos a todos los peruanos US$ 30 mil millones en reclamaciones internacionales y paralizar absolutamente lo que queda de inversión privada, condenando a los peruanos a niveles de pobreza que habíamos logrado superar con nuestra incipiente economía de mercado, la inversión de peruanos y la inversión de extranjeros.

Vamos a tener que organizarnos para evitar que se puedan llevar a la práctica este tipo de medidas. La constitución y las leyes nos amparan y tenemos que hacer uso de todas las prerrogativas ciudadanas para cuidar la salud de la república.

Seguidamente el artículo de Lampadia publicado:

Un proyecto que demoró 20 años en ver la luz, por la oposición ciega de nuestras izquierdas retrógradas, ha permitido grandes beneficios para el Perú. El mayor beneficio ha sido el contar con combustibles más económicos y de mejor calidad que los que lográbamos quemando petróleo residual y Diesel. Además, el desarrollo del proyecto ayudó a generar un crecimiento de tasas asiáticas en la región del Cusco, el mayor centro de oposición al proyecto.

Ver en LampadiaCajamarca tiene que aprender la lección de Camisea – Cusco bate todos los records de crecimientoVer el crecimiento acumulado de Cusco entre el 2001 y 2013:

Los motivos del crecimiento de Cusco se deben principalmente a la inversión privada, el gas de Camisea y el turismo. Las proyecciones de crecimiento de la Cámara de Turismo del Cusco (CARTUC) para el 2014 señalan una cifra  aproximada de cuatro millones de turistas que ingresarán a la región; con lo cual se prevé que siga este extraordinario avance del sector.(Ver en Lampadia (L): Cusco, te busco).

La explotación del gas natural de Camisea ha sido decisiva en el extraordinario crecimiento de Cusco. Este proyecto, que debió iniciarse a mediados de los años 80, se postergó 20 años en entrar en producción por la absurda oposición  de la izquierda. En especial de los cusqueños liderados por el entonces alcalde, Daniel Estrada, quien recibió el respaldo de Alan García (primer gobierno). Sí el proyecto se hubiera realizado en esa época las condiciones sociales y económicas de la región serían inmensamente mejores a las de hoy.

El desarrollo del proyecto de Camisea, una de las inversiones más grandes de la historia del Perú, originó un cambio importante en la matriz energética del país, y generó grandes ahorros de costos operativos en distintos sectores.

  • La sustitución de combustibles, permitió que entre 2004 y 2019, los usuarios del gas natural ahorraran US$ 100,631 millones.
  • El sector más beneficiado fue el eléctrico. El 40% de la energía eléctrica se genera en base al gas natural de Camisea, que es 57% más económico que la gasolina y 50% más que el diésel.
  • El sector del transporte también tuvo importantes ventajas en la sustitución de diésel y gasolinas por Gas Natural Vehicular (GNV).

Ningún proyecto de inversión privada ha generado nunca, ahorros parecidos a los logrados con el desarrollo del proyecto de Camisea. Según Macroconsult, los ahorros generados por el uso del gas natural de Camisea fueron:

  • Ahorro en el sistema eléctrico

Entre 2004 y 2019, se estima que se generaron ahorros por más de US$ 77 mil millones.

  • Ahorro en transporte

Desde el 2004 el uso de GNV contribuyó a un ahorro de US$ 11,542 millones.

  • Industria y comercios medianos

El uso del gas contribuyó al ahorro de US$ 8,312 millones en industrias y comercios de tamaño mediano.

  • Grandes industrias

El ahorro en las grandes industrias manufactureras, especialmente en las de cemento y cerámica, fue de US$ 2,930 millones.

  • Clientes residenciales

En los últimos 15 años, el ahorro generado para clientes residenciales fue de US$ 419 millones de dólares.

Para mayor información sobre este importante proyecto, recomendamos ver el informe de Osinergmin a los diez años de Camisea:

https://www.osinergmin.gob.pe/seccion/centro_documental/Institucional/Estudios_Economicos/Libros/Anexos-industria-gasnatural-Peru.pdf




El cadáver sigue muriendo

El cadáver sigue muriendo

Jorge Baca Campodónico
Linterna de Popa 312, Setiembre de 2021
Glosado por Lampadia

Los indicadores económicos apuntan a un deterioro generalizado

No han transcurrido ni dos meses de gestión y ya se sienten las consecuencias de la errada política económica que intenta implementar el nuevo gobierno.

  • El tipo de cambio se ha disparado,
  • la inflación ha superado largamente el rango meta del BCRP,
  • la agencia Moody’s ha rebajado la calificación de la deuda soberana y de los principales bancos del Perú, incluido el Banco de la Nación,
  • el desempleo se mantiene elevado y
  • la informalidad continúa creciendo.
  • La retracción de la inversión privada y la fuga de capitales se agudiza día a día.

A diferencia de otras crisis generadas por factores externos, la actual ha sido causada mayormente por errores de sucesivos gobiernos.  Desde Humala, pasando por Kuczynski, Vizcarra y Sagasti, se han venido cometiendo errores en materia económica, errores que la antitécnica cuarentena decretada por el gobierno de Vizcarra se encargó de desnudar y que este gobierno, en lugar de revertirlos, los viene agudizando.

Dos errores han sido gravitantes en el deterioro económico. El sesgo anti-inversión privada, especialmente minera, iniciada con Humala y el aumento desmedido del gasto público corriente y de la burocracia estatal, en desmedro de la inversión en educación, salud e infraestructura. Grandes obras faraónicas de dudosa rentabilidad como la nueva refinería de Talara y el gaseoducto del sur han contribuido a revertir los superávits fiscales, símbolos de la solidez financiera peruana, que se obtuvieron hasta el año 2013, en déficits crecientes que se tradujeron en incrementos de la deuda pública y que obligaron a cambiar los topes de la ley de transparencia y responsabilidad fiscal.

La situación económica del país, a pesar de la bonanza de los precios del cobre, se encuentra en una situación crítica, ya que no ha conseguido recuperar ni siquiera los niveles de actividad previos a la pandemia. El sector turismo continúa deprimido y la amenaza de una tercera ola a nivel mundial impedirá el restablecimiento del flujo de turistas en el corto plazo. La aparente recuperación de la recaudación tributaria es una quimera que se explica por los mayores precios de los minerales y los productos de importación y por la devaluación de la moneda. El verdadero problema de la economía peruana es el desempleo y la informalidad (que equivale a desempleo camuflado o subempleo) y que son las principales causas del incremento de los niveles de pobreza.

Los recientes mensajes del ministro de economía y del presidente se han centrado en anuncios de mayor gasto público a través de bonos, subsidios y empleo temporal. Sin embargo, poco o nada se ha anunciado para promover la inversión privada y el empleo formal permanente. Hasta la fecha no se ha definido la permanencia o no del presidente del BCRP ni se han anunciado los nuevos integrantes de su directorio. Mientras tanto se insiste con medidas populistas en los diferentes ministerios, que en su mayoría carecen de experiencia y capacidad técnica para integrar el esfuerzo coordinado que se requiere para implementar un programa coherente de reactivación económica.  

El indicador del nivel de actividad de la economía que se divulga con mayor prontitud es la demanda de electricidad que publica diariamente el Comité Ejecutivo del Sistema Interconectado (COES). Mientras los datos del PBI más recientes son los del mes de julio, se conoce la demanda de electricidad al 11 de septiembre. Estos datos revelan que la economía se encuentra estancada desde el segundo trimestre (ver Grafico 1). Es de esperar que esta tendencia continúe mientras no se despejen la incertidumbre y expectativas negativas sobre la Asamblea Constituyente y el directorio del BCRP, para permitir que se recupere la inversión privada y, con ella, el empleo productivo formal.

¿Por qué va a continuar el estancamiento económico? El mayor desempleo y la mayor informalidad se han traducido en una caída de más de 20% de la masa salarial, respecto a los niveles prepandemia. Los bonos y subsidios que viene entregando el gobierno para mitigar la pérdida de poder adquisitivo no son la solución porque son solo medidas temporales. Lo único que se logra con la entrega de bonos es aumentar el déficit fiscal y el nivel de deuda pública. La posibilidad de aumentar el salario mínimo tampoco es una solución porque solo lograría que se pierdan más empleos formales, se incremente el gasto estatal, se reduzca la recaudación fiscal y se incremente la informalidad. Es un error del gobierno creer que la actual crisis tiene su origen en la falta de demanda cuando el problema es de falta de inversión privada que genere mayor empleo formal y generación de riqueza.

Durante la crisis que se agudizó durante la pandemia el BCRP ha logrado contener la volatilidad del tipo de cambio y la inflación.  Sin embargo, la incertidumbre generada por el nuevo gobierno, que escapa al control del banco central, ha generado una elevación del tipo de cambio que ha podido ser mayor si no fuera por la intervención del ente emisor. La incertidumbre política, la elevación del tipo de cambio y el aumento de precios de materias primas y fletes a nivel mundial, que son factores que escapan al control del banco central, han motivado que la inflación salga del rango objetivo. En este contexto, no se entiende las razones del actual gobierno para seguir prorrogando la designación de las nuevas autoridades del ente emisor.

¿Qué medidas se requieren para restablecer el equilibrio en el precio del dólar y el aumento de la inversión privada? La medida obvia es aplicar “un shock de confianza” que cambie las expectativas de los agentes económicos. Este shock de confianza debe incluir la designación de un equipo solvente en el directorio del BCRP que de preferencia mantenga en la presidencia a Julio Velarde. La otra medida sería el cambio de ministros seriamente o, mejor aún, una renovación integral del gabinete y su sustitución por un gabinete de técnicos que garanticen la vigencia de la Constitución, en especial del capítulo económico.

Mientras el gobierno no promueva la inversión privada con medidas que eliminen la incertidumbre, difícilmente se generará nuevo empleo formal y mayor producción. Sin inversión privada la economía continuará deprimida. La inflación seguirá elevándose, alimentada por un tipo de cambio creciente que se traducirá en mayores pérdidas de poder adquisitivo del consumidor, forzando al gobierno a elevar el sueldo mínimo o a continuar otorgando bonos a la población más necesitada generándose un círculo vicioso difícil de revertir. Estamos avisados.

(El contenido de esta columna se puede consultar en http://www.prediceperu.com/).  

Lampadia




La dinámica de las regiones

La dinámica de las regiones

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia

Descentralizar el Perú es una necesidad impostergable. Siempre lo entendí así. Sin embargo, la descentralización que estamos viendo en los últimos 20 años es un fracaso.  

  • La descentralización puesta en marcha por el gobierno de Toledo con una enmienda constitucional el año 2002 ha engendrado 25 gobiernos regionales, gobernadores, consejeros y más burócratas. Ha sido una descentralización política, para beneficio de los políticos regionales, no para beneficio de los ciudadanos.
  • Esta reforma no abordó la atomización municipal que venimos experimentando desde 1940. Los municipios distritales han pasado de 1064 en 1940 a 1881 en 2020 y los municipios provinciales, de 122 a 196 en el mismo período, sin que nuestro territorio haya crecido 1 km2. Tenemos más alcaldes, más regidores y más burócratas que se devoran los presupuestos en sueldos, dietas, consultorías y gasto corriente, recursos que nunca llegan a los ciudadanos.
  • Las regiones y las municipalidades no han alentado la inversión privada ni el empleo formal. Sólo han descentralizado la gestión política, no han alentado la generación de riqueza y empleo, única forma de pasar a una descentralización económica sostenible.  Eso explica porque más del 50% del PBI se sigue generando en Lima y que el 86.9% de los ingresos tributarios del país los siga generando también en Lima.
  • Las regiones y las municipalidades se han convertido en el principal obstáculo para la inversión privada seria, formal y de largo alcance. La retórica anti minera, anti empresa y anti inversión ha sido protagonizada en muchos casos por gobernadores y alcaldes en Cajamarca, Ancash, Arequipa, Cusco o Junín y se ha traducido en pedidos de “licencias sociales”, “chantajes”, “juicios”, “cupos”, “mesas de dialogo” y “coimas”.
  • Pese a la actitud anti inversión de las autoridades descentralizadas, sólo la minería les ha aportado 40,000 millones de soles en la década del 2011 al 2020, por concepto de canon y regalías. En el Cusco, sólo Camisea ha generado 33,000 millones de soles desde el 2004 al 2020, la mitad de lo cual se ha quedado en esta Región. Sin embargo, la población de todas las regiones que reciben canon no ven obras, ni infraestructura, ni servicios decentes de salud o educación. Sólo vemos corrupción, gobernadores y alcaldes presos o prófugos y, para poner un dato oficial, 8,081 funcionarios públicos con responsabilidades civiles, administrativas o penales según la Contraloría[i]. No es casual que las regiones con más recursos sean aquellas que tengan más funcionarios procesados.
  • Las actividades económicas que se han desarrollado en el interior del país lo han sido a pesar y muchas veces en contra de las regiones y las municipalidades. Son los empresarios los que han generado empleo en los valles de la costa, empleo y encadenamientos en la sierra minera, innovación y empleo en las zonas turísticas. Lo han hecho por el potencial minero, hidro energético, gasífero, agrícola y turístico de nuestras regiones, no por el apoyo o el impulso de las autoridades descentralizadas.
  • El mal gasto público no se reducido por dividirlo en 25 regiones, se ha multiplicado por 25. La mala política no ha mejorado por descentralizarse, se ha multiplicado 25 veces, con 25 clases políticas regionales. La corrupción estatal no ha disminuido al acercar la decisión a las regiones, se ha amplificado. El presupuesto público, que siempre fue visto como un botín por los políticos, ahora tiene 25 apetitos regionales. El inversionista, grande o chico, ya no solamente debe pasar por el “peaje nacional” para concretar su proyecto.

En suma, aunque podemos seguir mostrando los síntomas del fracaso de la descentralización política de estos últimos 20 años, lo que hemos logrado es engendrar 25 clases políticas regionales que han decidido trasladar su “dinamismo” al ámbito nacional.

Los presupuestos regionales ya quedaron pequeños y van por más.

Vizcarra ya lo hizo desde Moquegua a Palacio, traicionando a quienes lo apadrinaron. Castañeda, Santos, Simons o Acuña ya lo intentaron, sin éxito.  Cerrón lo está por conseguir desde Junín, sin disimulos y muy abiertamente.

¿A quien auparán ahora los gobernadores regionales reunidos en el Cusco? ¿No sería mejor que se reúnan para hacer mea culpa sobre 20 años de fracaso de una descentralización que sólo los ha beneficiado a ellos? Lampadia

[i] https://doc.contraloria.gob.pe/estudios-especiales/documento_trabajo/2020/Calculo_de_la_Corrupcion_en_el_Peru.pdf