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El Segundo Arresto de Keiko Fujimori

El Segundo Arresto de Keiko Fujimori

José Ugaz S.M.
Para Lampadia

La decisión de disponer una nueva detención preventiva contra Keiko Fujimori a sólo dos meses que fuera liberada de la anterior, ha vuelto a poner sobre el tapete la naturaleza y uso de esta medida temporal de privación de la libertad.

Por un lado, los fiscales que la solicitan con frecuente regularidad, sostienen que es indispensable para el desarrollo de sus investigaciones sin que éstas sean puestas en riesgo por la fuga de los investigados o por prácticas obstruccionistas, y por otro, los imputados, afirman que se la está utilizando como una condena anticipada o como un método de presión para hacerlos confesar sus delitos.

Es ampliamente conocido que la detención preventiva sólo se puede aplicar cuando concurren los siguientes tres elementos:

  1. Fundados y graves elementos de convicción que vinculen al investigado con el delito (sospecha fuerte o vehemente)
  2. Peligro de fuga u obstaculización de la justicia
  3. Prognosis de pena (condena posible superior a 4 años de prisión

Sin embargo, ello no ha amenguado la reacción de quienes denuncian que se viene aplicando arbitraria y abusivamente.

Ante esta polémica, la Corte Suprema, mediante Acuerdo Plenario 01-2019, adoptado en el 11 Pleno Jurisdiccional, ha confirmado los principios que deben orientar esta medida. Partiendo de la afirmación de la presunción de inocencia y de la libertad como regla general en todo proceso penal, la corte ha reiterado que la detención preventiva debe ser excepcional (sólo aplicable cuando al juez no le queda otra opción menos gravosa, como el arresto domiciliario) y proporcional (que comprende el principio de necesidad, es decir que sea indispensable para asegurar la buena marcha de la investigación).

En el caso de Keiko Fujimori, es evidente que el primer pedido de detención de la fiscalía estuvo justificado, pues contaba con evidencia irrefutable que acreditaba que su entorno cercano y abogados, estuvieron aleccionando testigos para mentir, lo que resulta un claro caso de obstrucción a la investigación.

Sin embargo, luego que fue liberada por orden del TC tras 13 meses de prisión, la fiscalía volvió a pedir su encarcelamiento preventivo, lo que ha sido admitido por el juez, quien le impuso 15 meses adicionales.

La pregunta es si esta segunda rigurosa medida es adecuada. Habiendo transcurrido 3 años y 10 meses de investigación preparatoria, y conforme lo han ido informando los fiscales, ésta parece estar lo suficientemente madura como para proceder a la siguiente etapa y decidir si se formaliza acusación o no. El Ministerio Público sostiene que ya tiene un caso consolidado, y por lo que se sabe, parece ser así.

Por otro lado, tras 13 meses de detención, la fiscalía, conforme se ha hecho público, ha recogido suficientes testimonios y documentos que demostrarían su teoría del caso, por lo que no hay razón aparente de devolverla a prisión para evitar que perjudique la prueba, pues ésta ya no corre peligro.

Desde esa perspectiva, el juez, siguiendo los criterios establecidos por la Corte Suprema y cumpliendo con los principios de excepcionalidad y proporcionalidad, si consideraba que subsistía algún riesgo de entorpecimiento o fuga, ha podido aplicarle una medida cautelar alternativa menos severa (arresto domiciliario), atendiendo a que el grueso de la prueba está asegurado y que con ese tipo de arraigo su presencia está asegurada hasta que se produzca el juicio y la sentencia.

Esta segunda decisión de arresto victimiza a la imputada y debilita la posición de la fiscalía, que, para un sector de la opinión pública, parece no tener cuándo terminar el caso y más bien estar promoviendo una persecución excesiva contra la investigada.

Por la salud de la investigación, corresponde formalizar la acusación si, como parece, hay suficiente prueba. En ese caso, es probable que Keiko Fujimori deba permanecer en la cárcel muchos años, pero ello será sustancialmente diferente pues obedecerá a una sentencia judicial que establezca su responsabilidad y le aplique una condena. Lampadia




¿Justicia?

¿Justicia?

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 20 de diciembre de 2019
Para Lampadia

La justicia es un don. Y como tal, debe estar al servicio del bien. La justicia debe estar basada en la verdad, solo la verdad, y nada más que la verdad. Abusar de ella sería desnaturalizarla. Sencillamente, porque todo lo abusivo es – en esencia – injusto. ¿Acaso podría haber justicia injusta?

En ese sentido, mucho de lo que estamos viendo en nuestro país no es justicia. Los más de 35,000 presos sin sentencia – muchos de los cuales ni siquiera han sido acusados – constituyen la máxima expresión de la injusticia en nuestro país. Por más que la cantidad era mayor en el pasado, el número de presos sin sentencia sigue siendo aterrador. ¿Cuántos serán inocentes?

Por otro lado ¿qué decir de la inoperancia del Estado en materia de administración de justicia? Belaunde Lossio saliendo de la cárcel impunemente – por exceso de carcelería, sin haber sido acusado – es un escándalo. Cinco años preso y la Fiscalía… no pasa nada. Ahora resulta que Belaúnde Lossio es una víctima de la justicia. Por todo ello, ese fiscal – el del caso Belaúnde Lossio – merece una drástica sanción.

Pero sigamos. Además de basarse en la verdad, la justicia debe ser misericordiosa. Está claro que la justicia debe castigar al delincuente. Pero – a la vez – debe tratar de rehabilitarlo. Y esto último no está ocurriendo.

La corrupción enquistada en la Policía Nacional, el Ministerio Público, el Poder Judicial, y el Instituto Nacional Penitenciario ha destruido el concepto de justicia en nuestro país. No sólo por las coimas que van y vienen como Pedro en su casa en casi todas nuestras instituciones públicas. Tampoco por el abuso de autoridad, tan propio de muchos malos funcionarios. Sino – sobre todo – para la falta de misericordia.

O sea, por la inexistencia de un genuino propósito de rehabilitación de los delincuentes. Como que nuestro sistema de justicia vive de la delincuencia. Y – peor aún – la alimenta para medrar de ella.

El odio y sed de venganza que denotan algunos fiscales respecto de sus presas – también – desnaturalizan el concepto de justicia. Lo acontecido recientemente entre el Fiscal José Domingo Pérez y la Asociación Reflexión Democrática así lo demuestra.

¡Cómo puede ser posible que becar y capacitar a postulantes al Congreso de la República resulte – para el Fiscal Pérez – criminalidad organizada! Una causa noble, una loable iniciativa, pluralidad y neutralidad comprobadas, buena fe por donde se le mire… todo ha sido trastocado y desnaturalizado por la obsesión justiciera del señor Fiscal.

¡Qué problema! Muchos peruanos vimos en él – y su equipo – una esperanza. ¡Por fin aparecía la justicia para luchar contra la corrupción… caiga quien caiga! La juventud – íntegra y valiente – salvaría al Perú. ¡Esa era la esperanza! Pero no. Una vez más, parece que ese no es el caso. Lo del Fiscal Pérez y Reflexión Democrática es puro odio justiciero. Eso no es justicia.

Es evidente. Estamos muy lejos respecto de un buen sistema nacional de justicia. Pero por algo había que empezar. Y ese algo era el equipo especial del caso Lava Jato. Pero, así como van las cosas… hasta en ello vamos a fracasar.

Repito. La justicia es un don. Vamos por el bien y la verdad. Vamos por el castigo a los delincuentes. Pero sin abusos, ni odios justicieros. Lampadia




La Constitución cuando me conviene

Fausto Salinas Lovón
Cusco
Para Lampadia

La Constitución se halla presente en la vida cotidiana de todos los ciudadanos, aunque estos parecen no haberse dado cuenta.

  • Apelamos a la Constitución para exigir que nuestro honor, imagen o buena reputación sean respetadas y para obtener rectificación.
  • La invocamos para solicitar a la administración pública, información o para formular un pedido.
  • La invocamos para crear las asociaciones de vivienda, los clubes deportivos, los frentes de defensa, los gremios empresariales o las ONGs sin autorización previa.
  • Los trabajadores la invocan cuando son despedidos, para obtener la reposición o por lo menos la indemnización. También lo hacen cuando exigen su jornada de 8 horas o sus horas extras, porque la jornada máxima está escrita en la Constitución antes que en los panfletos sindicales.
  • Los medios de comunicación no solamente la han invocado para preservar las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento, sino también para lograr que no se afecte su publicidad y sobre todo la que viene del Estado, a lo cual ya hizo lugar el Tribunal Constitucional.
  • Los sindicatos la invocan cuando presentan un pliego de reclamos, cuando declaran la huelga y sobre todo, cuando se trata de proteger sus licencias sindicales, sus afiliados, sus cuotas sindicales y la exigibilidad de sus convenciones colectivas.
  • Los ciudadanos para poder participar en política como regidores, alcaldes, consejeros, congresistas o gobernadores, para ejercer la democracia que en las sociedades comunistas del partido único no existe.
  • La invocan las concubinas para que su unión de hecho sea respetada pese a la ausencia de matrimonio, derecho que no tenían antes de 1993.
  • Los empleados públicos todos los años para ejercer la huelga y la sindicalización que no tenían algunas décadas atrás.
  • Los padres de familia cuando exigen a las escuelas públicas el derecho de sus hijos a la educación gratuita.
  • Los ambientalistas cuando exigen el derecho al medio ambiente equilibrado saludable, que tampoco estaba reconocido antes de 1993.
  • Los empresarios para que sus contratos e inversiones sean respetadas.
  • Cuando no tenemos que asumir los déficits millonarios de empresas estatales que ya han dejado de existir porque la Constitución acabó con la empresa pública.
  • Los universitarios cuando exigen su acceso a la universidad pública y los presupuestos públicos para que se materialice la autonomía universitaria prevista en la Constitución, autonomía que ejercen hasta la autarquía al tomar los claustros por sus reivindicaciones en perjuicios de sus colegas.
  • La invoca cualquier propietario cuando la municipalidad, el ministerio o cualquier entidad del estado se la confisca, sin pago alguno, para hacer una carretera o una obra.
  • Los colectivos la invocan cuando hacen reuniones, marchas, paros y movilizaciones y cuando denuncian la “criminalización de la protesta”. Ni que decir cuando arrestan a algunos de ellos, donde el derecho a la libertad personal y la proscripción de la detención arbitraria se invocan automáticamente.
  • Las lesbianas, gays, trasnsexuales, bisexuales y queers para exigir igualdad y no discriminación.
  • Las comunidades campesinas que bloquean carreteras, exigen respeto a su territorio comunal, que no existía antes de que ingrese a la Constitución en 1920, con Leguía.
  • Las activistas de género cuando reclaman la igualdad frente a los hombres y cuando piden discriminación positiva a favor de las mujeres o cuotas de género.

La Constitución nos otorga estos y muchos otros derechos, garantías y principios. Pero también se encarga de su principal labor: diseñar el Estado, las instituciones y limitar el ejercicio del poder.

No es aceptable entonces que algunos sectores o algunos ciudadanos, que invocan cada día la Constitución, que se sirven de ella, no la respeten en otros aspectos como estos:

  • Cuando señala que el Parlamento se elige por 5 años (y no por el tiempo que le guste a quienes son minoría).
  • Cuando establece que los poderes públicos son independientes (y que el presidente no dirige la justicia, ni dice como se legisla).
  • Cuando establece que las personas son inocentes hasta que las condenen (y que nadie puede ir preso sin sentencia) o,
  • Cuando la Constitución establece que la legislación y la reforma constitucional son atribuciones del Congreso (y no de un presidente urgido por la necesidad se sobrevivir en base a las encuestas).

En ninguna sociedad sana la Constitución es una margarita que se desoja por los ciudadanos y que se aplica en unos casos si y en otros no. En ninguna sociedad sana los ciudadanos sólo invocan las partes de la Constitución que les conviene. En toda sociedad libre, moderna, abierta, democrática y plural, es el principal catálogo de nuestros derechos y al mismo tiempo el principal límite al poder. Su respeto integral es entonces un aspecto fundamental.

La crisis política, superada esta semana con el otorgamiento de la cuestión de confianza solicitada, ha dejado algunas evidencias. La más nítida es que hay sectores políticos para los cuales la Constitución sólo les sirvió cuando les convenía para llegar al poder o ser elegidos, pero una vez en el poder, la destruyen, la desprestigian y la denostan. Una de las lecciones de esta crisis política es identificar a quienes son enemigos de la Constitución, porque ellos son ante todo enemigos de todo aquello que la Constitución nos brinda para la vida cotidiana. Lampadia




Hasta ahora somos solo parte de la comparsa de abstencionistas

Hasta ahora somos solo parte de la comparsa de abstencionistas

Ni en el sector público, ni en el sector privado se viene reflexionando en profundidad sobre cómo un país como el Perú, pleno de recursos naturales, desde minerales, petróleo y agua, debe diseñar las políticas públicas que permitan lograr el balance correcto entre la transformación de nuestros recursos en riqueza y eliminación de la pobreza, y el cuidado y preservación de un medio ambiente sano y sostenible.

 

Para poder hacer buenos balances hay ciertos requisitos que un país debe establecer. En el caso del Perú creemos que deben ser cuatro:

 

  • Fijar prioridades
  • Hacer las cosas bien (evitar daños o compensarlos)
  • Ser realistas
  • Adoptar las tecnologías adecuadas

Prioridades: En cuanto a las prioridades, no creemos que sea moralmente correcto, que pudiendo aprovechar nuestros recursos para eliminar la pobreza extrema en un plazo relativamente corto, no lo hagamos, sin haber extremado todas las opciones sanas, correctas o compensadas.

Hacer las cosas bien: Cada día mejor. Evitar todos los daños posibles o compensarlos. Por ejemplo, reforestando parte de las millones de hectáreas peladas, con bosques primarios de alto metabolismo en la fijación del CO2. Los bosque son los que limpian el ambienta captando el CO2, la flora marina, plancton y algas, produce hasta el 90% del oxígeno de nuestro planeta. Hace rato le hemos propuesto al Ministerio del Ambiente que plantee un lema que nos ayude a los ciudadanos a ubicarnos en el manejo de nuestras acciones ambientales: “El Ministerio de Ambiente existe para que las cosas se hagan bien, NO para que no se hagan”.

Ser realistas: Debemos evitar posiciones inocentes o románticas, especialmente en el sector privado, que es el que tiene que crear riqueza, y que tiene la obligación de hacer una evaluación correcta de la realidad. Por ejemplo: a pesar de todo lo invertido en producir energía limpias que sustituyan a los hidrocarburos, se ha logrado muy poco, no más de un 5%. Con el desarrollo del shale gas será inevitable que EEUU se abstenga de usarlo al máximo de su potencial, pues le puede permitir un proceso de reindustrialización que ayude a disminuir la desigualdad de ingresos interna que lo aqueja. De igual modo, será muy difícil que China deje de usar carbón para producir electricidad y especialmente, sería un crimen, evitar que el África use carbón, su única fuente abundante y económica para producir electricidad. No podemos condenar a los africanos a continuar en la Edad Media.

Por lo tanto, en vez de caer en el típico abstencionismo y desconfianza en el avance de la tecnología, debemos proponer en la COP20 que la humanidad invierta más dinero en producir energía limpia desde los hidrocarburos. Ver en L: ¡Cuidado que en el África hay mucho verde y mucha pobreza! Comentario editorial de Lampadia al artículo “Vitrina Verde” de Diego de La Torre, en el que proponía un Perú verde, con bajas huellas hídricas y de carbono.

Posteriormente hemos podido evaluar el documento producido por Confiep y otras instituciones con el liderazgo de de la Torre: “Rumbo a una economía sostenible en el Perú – Oportunidades de negocios bajos en emisiones de carbono”. Curiosamente, el documento empieza con las siguientes palabras de Diego de La Torre: “El objeto de este informe, el primero sobre este tema en el Perú, es demostrar que es totalmente falsa la oposición entre economía verde y desarrollo. (…)”.  Como cualquiera podrá comprobar, lamentablemente, en dicho documento se listan una serie de opciones que no crean PBI, que no crean riqueza. La propuesta ambiental del sector empresarial peruano está en cero.

Adoptar las tecnologías adecuadas: Así como a principios del siglo XX, Henry Ford ayudó a limpiar las invivibles ciudades de Nueva York y Londres de los desechos de los caballos y sus pestilencias con su Ford Modelo T, hoy debemos invertir en limpiar la producción de hidrocarburos, de otra manera, si no lo hacemos, no vamos a poder evitar una alteración grave de nuestro entorno de vida.

Veamos más abajo la simbiosis del ser humano con la tecnología y un impresionante ejemplo de mejora ambiental en las arenas bituminosas del Canadá. Lampadia

El hombre evoluciona a través de la tecnología

Fernando Savater nos dijo en una charla magistral en la UPC el 2005 “Antropología de la Libertad” que la evolución del animal y el hombre son diferentes: “Los animales evolucionan y llegan a su punto más alto de perfección, que consiste en su adaptación al medio. (…) Existe una correspondencia evidente, que la teoría evolutiva explica, entre los animales y su medio. Sin embargo, una vez llegados a ese punto (…) llega a su punto de perfección.

El ser humano, (…) ha evolucionado menos, (…). El ser humano es el animal dispuesto a hacer cosas distintas, diferentes, en el lugar donde se encuentre. Sin embargo también ha sufrido una evolución. ¿Cuál es la evolución del ser humano? La técnica, la evolución de los instrumentos, de las herramientas, de las moradas y, sobre todo, la evolución de su herramienta por excelencia, la sociedad. La técnica tiene muchas ventajas frente a la evolución natural. Primero, es mucho más rápida. (…)”.

Un excelente ejemplo

En el siguiente artículo de The Economist podemos ver como la producción más sucia y contaminante  del planeta, la que se saca de la arenas bituminosas de Canadá, están atravesando el impacto de la tecnología humana y transitando aceleradamente hacia procesos limpios.

Nuevas tecnologías más limpias para extraer el bitumen de las arenas petrolíferas

Publicado por The Economist como “The steam from bellow” el 6 de setiembre del 2014.

Traducido y glosado por Lampadia

Una de las escenas más tristes de la destrucción causada por el hombre es la minería a tajo abierto de las arenas con alquitrán en los bosques de Alberta, Canadá. La arena está impregnada de bitumen natural, un tipo de petróleo con consistencia de mantequilla de maní. Una vez extraída de la superficie, la arena se transporta a una planta de extracción donde se mezcla con una gran cantidad de agua caliente y productos químicos para liberar el aceite y lograr que fluya en oleoductos o ser tomado por los petroleros a las refinerías. No toda el agua se puede reciclar y lo que queda es un residuo tóxico pegajoso en unos 170 kilómetros cuadrados de estanques artificiales.

No es extraño que los ambientalistas quieran restringir o eliminar la creciente industria de “arenas bituminosas” (…). Sólo Arabia Saudita y Venezuela tienen mayores reservas de petróleo que Canadá, pero el 97% de los 174 mil millones de barriles de Canadá se encuentran en las arenas bituminosas, principalmente en Alberta.

En la última década, los altos precios del petróleo han hecho que la explotación de las arenas petrolíferas sea muy rentable. Pero la industria del petróleo, cuya reputación de proteger el medio ambiente ya es pobre, ha estado bajo mayor presión para encontrar formas más eficientes y menos contaminantes de extraer el aceite. Los resultados de esa innovación están empezando a desarrollarse.

Muchos operadores extraen ahora el bitumen sin tajos abiertos. La producción “in situ”, como se le llama, consiste en inyectar vapor de alta presión, se calienta a más de 300 °C, en pozos profundos. El vapor (…) liquidifica el bitumen y permite que éste sea bombeado a la superficie.

[Esto] implica que nueve décimas partes de la tierra que había que remover, se puede ser dejada intacta. No hay necesidad de estanques de desecho, porque la arena se deja bajo tierra y la mayor parte del agua recuperada a partir del bitumen puede ser limpiada mediante la destilación para su reutilización.

Actualmente, la proporción de bitumen producido con vapor es de 53% y seguirá aumentando, (…). Uno de los métodos más novedosos, drenaje de gravedad asistido por vapor, ha demostrado ser particularmente eficaz. Implica la perforación de dos pozos horizontales a través de un yacimiento de petróleo, uno a cinco metros por debajo del otro. Entonces el vapor se libera del pozo superior y en pocas semanas puede derretir bitumen hasta a 50 metros por encima y a los lados de la perforación. A continuación, el bitumen se filtra hacia abajo, hacia el pozo inferior, del cual se bombea a la superficie.

La generación de vapor, sin embargo, requiere de la quema de una gran cantidad de gas natural, y esto crea emisiones. Otra innovación promete reducir la energía y las emisiones. Suncor comenzará su producción comercial dentro de un año utilizando disolventes que incluyen butano, propano y una sustancia patentada que debilita la tensión superficial entre líquidos y sólidos. Otra firma de Alberta, Laricina Energy, reconoce que puede reducir la cantidad de agua que necesita ser calentada en un 25% o más. Tales reducciones prometen bajar los costos.

Los costos y las emisiones podrían reducirse aún más en una prueba de 100 millones de dólares iniciada este año cerca de Cold Lake. Imperial Oil, con sede en Calgary, ha reemplazado el vapor por completo mediante la inyección de disolventes con alta presión, pero a temperaturas mucho más bajas.

Más procesos radicales están en el camino. Este año Suncor comenzó a construir instalaciones en Alberta para intentar derretir el bitumen con microondas. (…) Las pruebas de laboratorio sugieren que esto podría reducir los costos de energía en un 80%.

La empresa alemana Siemens está desarrollando un sistema que inunda un cable de cobre espeso con una corriente eléctrica para crear un campo magnético alterno para derretir bitumen. (…).

El uso de las nuevas tecnologías se está extendiendo rápidamente, (…) gracias en parte a un órgano llamado el Oil Sands Innovation Alliance canadiense, en el que las empresas que lo componen comparten información sobre sus avances.

El Perú no es cualquier país que puede albergar una reunión internacional, tan importante como una vinculada al cambio climático, sin hacer un excelente análisis estratégico y bien fundamentado de sus objetivos nacionales. Asimismo, en nuestra casa, nos corresponde hacer una propuesta inteligente al resto de la humanidad. Lampadia