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“Los verdaderos hijos de la Nación, son los amigos de la Constitución”

“Los verdaderos hijos de la Nación, son los amigos de la Constitución”

La imperecedera proclama de otro cusqueño del Bicentenario: Rafael Ramírez de Arellano.

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia

El Cusco es visto como una región roja. Una zona donde sus ciudadanos son proclives al socialismo en sus diferentes vertientes. Intelectuales de izquierda ha habido muchos. Dirigentes radicales, unos más simpáticos e ilustrados que otros, abundan. Embelesados con las utopías marxistas sobran. Hay tantos que hasta llegan a ser ministros. Sin embargo, el Cusco no es solamente cuna de marxistas y comunistas. Esta ciudad también ha acunado a pensadores liberales que el relato ha eclipsado, distorsionado o ignorado.

En el bicentenario de nuestra Independencia, es oportuno recordar a tres de ellos, cuyo común denominador además del derecho, son sus ideas en defensa de la libertad individual.

  • Nos referimos a Rafael Ramírez de Arellano (principios del siglo XIX),
  • Víctor J. Guevara (principios del siglo XX) y a
  • José Antonio Olivares Morante (recientemente fallecido).

En esta primera entrega me ocuparé del primero de ellos: el jurista liberal Rafael Ramírez de Arellano.

En 1813, Rafael Ramírez de Arellano, escribió una proclama con la cual he querido titular este artículo: “Los verdaderos hijos de la Nación, son los amigos de la Constitución”

En este documento, pionero para su época, Ramírez de Arellano nos deleita con un conjunto de conceptos que para ese momento y ese contexto político aún colonial, eran de avanzada:

  • “amor o amistad por la Constitución”
  • “soberanía popular”
  • “responsabilidad en el manejo del erario público”
  • “responsabilidad de los funcionarios públicos por la justicia y los derechos de los ciudadanos”
  • “derecho de acción frente a la más leve afrenta a la Constitución”, entre otros.
  • “los tribunales de justicia como perseguidores del fraude”

Aquí algunos extractos de este valioso documento que describe el pensamiento liberal de uno de estos otros cusqueños a quienes el pensamiento colectivo no sedujo:

  • “De este modo la Constitución es la viva voz del Pueblo en resumida soberanía, inmune del error, del engaño, fraude y tiranía, males que ningún individuo podría elegir para si mismo”.
  • “El erario público no será el fomento de una ilimitada profusión, ni se prodigará sin responsabilidad, para reponerlo con opresión.”
  • “Todo hombre tiene acción para acusar la más leve transgresión a la Constitución fundamental”
  • “Los funcionarios públicos, jamás árbitros en la ley, son responsables en su persona para la inviolabilidad de la justicia, y para que se miren con respeto los derechos individuales de cada miembro de la sociedad”
  • “El supremo tribunal de justicia es un argos a cuya vista no se ocultará el más recatado fraude”. [Argos se refiere a una persona muy vigilante].
  • “(La Constitución) ella misma escarmentará a esos fanáticos reos de lesa Constitución que tal vez meditan profanar tan sagrada ley y fascinar a los crédulos. Denunciad y señalad con el dedo a esos anti-ciudadanos que a toda luz jamás osarán presentarse. Esos son nuestros enemigos, esos los opuestos a la justicia y la verdadera felicidad intentan perpetuar la degradación de nuestra dignidad y grandeza”.

Después de esta Proclama en pro de la Constitución de Cádiz que fue la primera señal de apertura liberal de la monarquía colonial española y primera expresión de relativa soberanía popular, Ramírez de Arellano fue miembro de Congreso Constituyente de 1822 y del posterior de 1833, que elaboró la Constitución de 1834.

Sus ideas, en tiempos tan oscuros como los que empieza a vivir nuestra patria, son muy actuales, válidas y oportunas. Y su recuerdo una necesaria reivindicación a la intelectualidad local de dos siglos, que no solamente escribe con tinta roja. Su proclama, por lo demás, un slogan oportuno para la hora presente: “Los verdaderos hijos de la Nación, son los amigos de la Constitución”. Lampadia




Establecieron la narrativa…

Establecieron la narrativa…

JOSÉ IGNACIO BETETA BAZÁN
16/05/2021
Diario Gestión

Y no hay muchos estableciendo otra alternativa…

Desde mis estudios generales y luego mis estudios en la facultad de Humanidades en la PUCP, pude advertir que la canción sobre la historia y los fenómenos sociales peruanos que me cantaron tenía dos elementos transversales ineludibles:

(1) rimaba con marcos teóricos “traídos” de algunas universidades europeas, declaradamente agnósticas y con una sólida línea socialista;

(2) se bailaba con una literatura académica peruana auto-referente; leíamos a catedráticos de la casa, o de otras universidades con el mismo ADN: Cotler, Matos Mar, Lumbreras, Franklin Pease, y compañía.

Estos dos elementos musicales decantaban en narrativas para cada evento histórico y cada fenómeno social: el mundo andino, la conquista, la independencia, la época del guano, la guerra con Chile, la “República Aristocrática”, los militarismos, las migraciones del campo a la ciudad, la historia de las minorías, el gobierno de Velasco, el terrorismo, los ochentas y la década de Fujimori.

Para cada etapa o fenómeno, el corpus académico de la universidad funcionaba como una sinfonía perfecta. Cada profesor, cada sílabo, cada bibliografía, respondía a dichas narrativas y entonaba como coro de Misa las conclusiones que se iban construyendo con orgullo y naturalidad a lo largo de los años.

La pluralidad que publicita la PUCP se basa en que estas narrativas eran interpretadas por diversas voces, pero todas unísonas. El autor tal, la autora tal, el autor tal por cual, y la autora tal por cual, eran todos violines tocando en la misma tonalidad, la misma nota, a la misma velocidad, una y otra vez. En Estudios Generales recuerdo a una sola profesora que desafinó virtuosamente. Adriana Añi. Y luego algunos y algunas más en la facultad. Había docentes con una mirada balanceada, sí, pero eran pocos.

¿Entendemos al Mundo Andino? El mundo andino se basaba en el “principio de reciprocidad”, concepto cuya aplicación en la realidad es improbable, pero que desarrollado y disgregado, sirve para contrastarlo con la mirada “comercial y mercantilista” de los conquistadores. Cuando llegan los españoles, se rompe el principio de reciprocidad de la mita andina. Se destruye el paraíso.

¿Abordamos la Independencia? La independencia no fue un acto voluntario. Ni siquiera fue una guerra civil, como lo planteó José Agustín de la Puente. Fue un acto resignado, vil y traicionero de la élite criolla peruana. Así, nuestra génesis estuvo marcada por el egoísmo de los blancos, de los ricos, y la victimización de los indígenas y esclavos.

¿Estudiamos la Época del Guano? Fue la presentación en sociedad de la élite peruana, que demostró ser vil, despiadada, corrupta, superficial, tal como lo habría de ser durante la “República Aristocrática”, que en vez de ser una etapa de crecimiento y apertura económica, fue -según esta corriente- primordialmente una de elitismo y discriminación.

¿Nos metemos en el sensible análisis del terrorismo? La partitura decía que era un fenómeno en el que uno podía “separar” el “senderismo ideológico” de la violencia en el campo (¡!). Y recuerdo a un profesor que afirmaba explícitamente que Abimael no quería que haya violencia, pero el proyecto “se le escapó de las manos”. Senderismo y terrorismo, eran melodías distintas, según este académico (cualquier parecido con la actualidad, no es pura coincidencia).

Así, las conclusiones de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, contempladas con el alma de un ex estudiante de la PUCP, constituían una pieza musical perfecta en la que uno podía respirar el marco teórico y las narrativas de las que les hablo. Iglesia y Estado fueron tan perversos como los terroristas. El terrorismo no podía ser considerado un fenómeno ideológico y subversivo, fue la consecuencia justificada de un proceso de discriminación y desigualdad. Había que indemnizar a esos (potenciales) terroristas invisibles que los militares no pudieron identificar, pero debieron hacerlo, principalmente porque el petit comité que las redactó años después, así lo exigía, sin tener el mas mínimo entendimiento de lo que fue, en el campo, la guerra contra el comunismo.

Ojo, nadie dice que la interpretación correcta de los períodos y fenómenos históricos que he elegido sea la opuesta (en el caso del terrorismo, sí). Lo que afirmo es que siempre predominaba una melodía de lucha de clases, basada en figuras predeterminadas y sesgadas, que conectaba datos de la misma forma antojadiza en que los conectan hoy varios portales informativos de izquierda.

En conclusión, y con cargo a que me escriban y acepte cualquier debate al respecto,

  • la canción histórica y sociológica del Perú de los últimos 40 años, es la canción que la PUCP y sus anexos nos han cantado.
  • La San Marcos consume lo que la PUCP produce.
  • La UPC también, al contratar a sus egresados de Humanidades, año tras año, por los últimos 15 años.
  • Y ahora la misma influencia maternal y umbilical se percibe en el ensamble de la UP.

¿Es esto algo “malo” en sí mismo? No lo sé. Sigo teniendo muy buenos amigos que son hijos intelectuales de esta corriente y son felices. Solo sé que la mirada que tenemos del país, gracias a esta corriente intelectual, no es para nada plural. Es monolítica, pétrea, sin grietas, dado justamente su sesgo ideológico, barnizado de pluralidad, pero repleto de clichés. Y aquí tenemos un problema, porque una mirada única solo puede traer intolerancia hacia quienes no la comparten, y mediocridad intelectual en quienes la alimentan.

Lo que también puedo decir es que esta narrativa ha dominado nuestro imaginario y se hizo cargo de dar a luz al antifujimorismo, al toledismo, al humalismo y ahora amamanta al castillismo. Las campañas electorales son como son, en parte gracias a esta escuela histórica y sociológica que nació en mi alma mater, y hasta que no aparezca una nueva con una mirada más balanceada, liberal y objetiva, que le haga frente, nuestro devenir será una inevitable caída hacia una sociedad intervencionista, enemiga de la riqueza y la propiedad privada, progresista pero intolerante, romántica en su discurso, pero totalitaria, globalista pero desconectada de su propia tierra. Lampadia




¿Será el 2021 mejor que el 2020?

¿Será el 2021 mejor que el 2020?

Rafael Venegas, Director Independiente de Empresas
Para Lampadia

¡Por fin se fue el terrible 2020!
¡Feliz y próspero año nuevo 2021!
La pregunta del millón:
¿Será el 2021 mejor que el 2020?

La verdad que es muy difícil no ser pesimista cuando todo nos dice que las pestes que nos han atacado el año pasado, siguen aún vigentes y no van a desaparecer por arte de magia.

El 2021 es el año del Bicentenario de nuestra independencia y es muy lamentable que nos encuentre en esta infame situación. El 2020 fue un año muy malo no solo para el Perú, sino para todo el mundo. La crisis por la pandemia del Coronavirus y los problemas económicos y de desempleo que esta generó, fueron causas de un importante deterioro global.

Infelizmente el Perú no pasó desapercibido ya que ha tenido el triste honor de tener uno de los peores indicadores a nivel mundial, tanto en el manejo de la pandemia, como en el impacto en el PBI.

Perú ocupó por varios meses, el primer lugar a nivel mundial en cantidad de muertes como porcentaje de la población y hemos terminado el año siendo el peor de la región. Este vergonzoso resultado fue causado por una pésima gestión del sistema nacional de salud que enfrentó la emergencia de manera informal e improvisada.

Este mal manejo por parte del gobierno también incluye la falta de autoridad para hacer cumplir la cuarentena en zonas de alto tráfico, las indecisiones en los protocolos, la mezquindad de no aceptar el apoyo del sector privado, la criminal corrupción en la logística y el sospechoso uso de pruebas rápidas de muy baja efectividad. A esto se suma la incapacidad del gobierno para firmar los contratos para tener las vacunas oportunamente.

Esta pésima gestión ha causado la pérdida de muchas vidas humanas innecesariamente lo cual sin duda merece una sanción ejemplar.

En el frente económico y gracias a la solidez macro gestionada en forma impecable por el BCR, el Perú destacó por ser el país que destinó la mayor ayuda a la población como porcentaje del PBI de la región. Sin embargo, a pesar de este esfuerzo, será el país de la región con la mayor caída del PBI en el 2020 (entre 12% y el 14%). Esto debido a la pésima ¨estrategia¨ de cuarentena implementada por el indeciso e incapaz gobierno y que afectó fuertemente a muchos negocios generando la pérdida de mas de dos millones y medio de empleos.

A pesar de la ¨segunda ola¨, para la mayoría de los países del mundo el 2021 seguramente será un año de recuperación. Esto porque ya están aplicando las vacunas y por que gestionaron de una manera mucho mas eficaz el ¨lockdown¨. Mientras tanto en nuestro país será muy diferente porque aún no sabemos cuando tendremos vacunas disponibles y porque aparte de estas crisis tenemos otras dos al mismo tiempo: La política y la social.

A continuación, presento una lista de hechos de importancia relacionados a cada una de la crisis, para que los podamos tomar como base para contestar a la pregunta: ¿El 2021 será mejor que el 2020?

CRISIS DE SALUD

  • Tema base de cualquier país, junto con la educación, la justicia y orden público y la infraestructura.
  • En nuestro país todas están en mal estado y la salud no es excepción.
  • La pandemia ha desnudado la precariedad del sistema nacional de salud que incluye una pésima gestión, falta de integración, una tremenda corrupción, infraestructura y equipamiento insuficiente y escases de profesionales calificados.
  • La solución para este tema es de mediano y largo plazo.
  • La pandemia recién nos dará un respiro en el 2022, ya que recién en la segunda parte del año podríamos iniciar el complicado proceso de vacunación que tomará varios meses.
  • En el 2021 solo podremos aspirar a que el nuevo gobierno lance un agresivo plan de mediano/largo plazo para la reconstrucción y modernización de la salud, mientras que para el corto plazo solo podrá aplicar parches de emergencia.
  • El panorama para el 2021 es sombrío ya que las soluciones son de mediano y largo plazo.

CRISIS ECONOMICA

  • Felizmente el Régimen Económico de la Constitución del 93, basado en la economía de mercado, la propiedad privada y la autonomía del BCR, nos permitió crecer ininterrumpidamente por 20 años y consolidarnos como la economía mas sólida de la región.
  • Debido a esta solidez macro y al manejo profesional y autónomo del BCR, el Perú está aguantando a pie firme las crisis.
  • También debido a lo mismo y en plena crisis, se consiguió emitir bonos a tasas y plazos impensables.
  • Sin embargo, la irresponsabilidad del peor congreso de la historia no ha cesado de emitir normas populistas por cuenta propia y también en respuesta a las protestas vandálicas y delincuenciales.
  • Este tema seguramente se extenderá hasta el cambio de gobierno, ya que el actual no hace respetar el principio de autoridad ni la ley.
  • Estos hechos vienen drenando peligrosamente nuestra solidez macro, que cada vez se hace mas débil.
  • El efecto en cascada de estas absurdas medidas impactará en mayor medida a las personas de menores recursos, aumentando los índices de informalidad (ya casi en el 80%), morosidad, desempleo y pobreza (ya en 30%).
  • Menor consumo, menor tributación, menor ingreso para el estado.
  • Año eleccionario = Freno a las inversiones y a la toma de decisiones empresariales.
  • En el 2021 la economía peruana tendrá grandes dificultades para recuperar el PBI que perdió en el 2020 y solo podrá recuperar cerca de la mitad (entre el 5% y 7%).

CRISIS POLÍTICA

  • El impresentable congreso seguirá haciendo de las suyas por una legislatura mas hasta el 28 de Julio. Sabe Dios que otras barbaridades harán.
  • En abril se realizarán las elecciones presidenciales y congresales.
  • Sin duda tendremos segunda vuelta, congreso atomizado y ganador en segunda vuelta que estará obligado a pactar para poder gobernar.
  • Volveremos a tener el mismo escenario que originó la crisis en la que nos encontramos.
  • Lo único que nos podría salvar es que la población vote bien informada y con inteligencia por los pocos candidatos idóneos y probos que se presentan.
  • Si esto se da y se genera un pacto patriótico, ambos poderes podrían trabajar en beneficio del país y de los peruanos y no en el de sus intereses particulares como hoy.
  • Panorama complicado, pero con alguna esperanza.

CRISIS SOCIAL

  • El coronavirus, la pésima gestión de las crisis y las irresponsables decisiones del congreso han generado muerte, quiebra de empresas, mayor informalidad, desempleo masivo y mayor pobreza.
  • La ciudadanía harta y frustrada del circo político se organizó y realizó una exitosa protesta callejera que terminó con la renuncia del presidente ¨usurpador¨. La clase política ya tomo nota de este poder.
  • Los mercenarios del caos se han aprovechado de esto para generar una seguidilla de actividades vedadas y penadas por ley. Todo esto para su cosecha política e ideológica y sin importarles en lo mas mínimo el Perú y los peruanos. Esto lamentablemente continuará durante la mayor parte del 2021 dada la pasividad del gobierno actual.
  • Haciendo eco de esto, el irresponsable congreso viene aprobando rápidamente una serie de normas populistas, que sin duda seguirán en el primer semestre del 2021.
  • Esto podría incluir llamar a referéndum para elegir a una asamblea para cambiar la constitución. Esto sería un error muy lamentable.
  • Las nuevas normas populistas aprobadas y que parecerían estar a favor de los trabajadores, al final son en su contra, ya que generarán quiebras, mayor desempleo y mayor pobreza.
  • Panorama negativo y peligroso.    

Como lamentablemente podemos ver en los cuatro frentes el panorama no es alentador por decir lo menos y mucho tendrá que ver que sucede en las elecciones, aunque no se vislumbra nada positivo.

Entonces, como contestarían ustedes la pregunta: ¿Será el 2021 mejor que el 2020? Yo lamentablemente creo que será igual de malo o peor. ¡Ojalá me equivoque! Lampadia




Sin inmunidad no hay parlamento

Fausto Salinas Lovón
Desde Buenos Aires, exclusivo para
Lampadia

La política tiene su lógica. Acceder al poder, conservarlo y ejercerlo. El principal logro de la sociedad moderna fue haber limitado el juego político a través del derecho constitucional. Hoy, por lo tanto, sólo es válido el juego político si se da dentro del marco constitucional.

Esta aspiración de encausar la política a través del derecho no se ha logrado aún en el ámbito de la política internacional donde los instrumentos jurídicos (tratados, convenciones, organismos) no pueden contener el unilateralismo, el ejercicio de la fuerza o la violación deliberada y procaz de las normas internacionales y los derechos humanos. 

En este contexto, ¿es válido pretender un conjunto de reformas políticas sólo para crearle agenda a un gobierno sin rumbo? ¿Es válido desarmar la Constitución para este fin? ¿Es válido desarmar los equilibrios de poderes previstos en toda nuestra historia constitucional para contentar a las redes sociales?

Sin duda que no.

Eliminar la inmunidad parlamentaria (primera reforma denegada por el Congreso) trasladando el antejuicio a la Corte Suprema es proto constitucional. Sin Inmunidad no hay ni parlamento ni independencia, ni equilibrio de poderes.

 ¿Cambia la figura por el hecho de que la inmunidad en manos del propio parlamento permitirá a algunos parlamentarios delincuentes mantenerse en el cargo? No. Porque lo que se protege es la institución y no a sus miembros. La separación y equilibrio de poderes es tan importante que debe tolerar inclusive que a costa suya mantengan su cargo algunos impresentables.

Ayer nada más en Buenos Aires, mientras el presidente Vizcarra iba al Congreso a presionarlo para las reformas políticas que impulsa, en el XIV Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional, más de 500 constitucionalistas escuchaban la tragedia institucional venezolana contada por el jurista Carlos Atala Corao que comenzó, entre otras perlas, con trasladar a la Corte Suprema la decisión sobre la inmunidad parlamentaria. Hoy Edgar Zambrano, primer Vice Presidente de la Asamblea Nacional venezolana está preso en el Sebin luego de que la Corte Suprema le retirara la inmunidad parlamentaria en minutos. Otras decenas de diputados corren la misma suerte, con los levantamientos express de la inmunidad parlamentaria que se busca imponer en el Peru.

La ignorancia de la Constitución y de la historia constitucional le puede estar justificada a miles de descontentos ciudadanos de las redes sociales.  Pero es inaceptable en quienes asesoran al presidente y en quien gobierna un país. Lampadia




MMT: Insisten con desastres monetarios

MMT: Insisten con desastres monetarios

Como escribimos en Lampadia: Se proponen nuevos disparates monetarios, en los últimos meses diversos portavoces del partido demócrata en EEUU han venido difundiendo – entre los círculos políticos y académicos del país americano – un enfoque de política monetaria denominado Modern Monetary Theory (Teoría Monetaria Moderna) – MMT, que, vale la pena enfatizar, de moderno no tiene nada.

Así, indicamos que la esencia de tal peligroso enfoque, basado en utilizar la emisión primaria de la banca central para financiar los déficits en los que pudiese incurrir el gobierno para el gasto social, había sido implementada por el régimen populista peruano de Alan García en la década de los 80, trayendo consecuencias económicas y sociales nefastas para nuestro país, entre ellas, una hiperinflación galopante.

 

No es por gusto que nuestra salida a tal hecatombe económica de aquellos años pasó necesariamente por asignarle total independencia a nuestro banco central – quitándole su rol de banco de los gobiernos de turno -, una medida que a la fecha nos ha permitido mantener la inflación más baja de América Latina en los últimos 18 años (ver Lampadia: Los sólidos fundamentos macroeconómicos).

Fuente: BCRP

En esta ocasión y en línea con profundizar nuestras críticas en torno a la MMT, compartimos un reciente artículo escrito (ver artículo líneas abajo) por el reconocido economista chileno, Sebastián Edwards – profesor de Economía Internacional en la Anderson Graduate School of Management de la UCLA – y publicado en la revista Project Syndicate, en el que se suma a los esfuerzos por desenmascarar esta “moderna” teoría a la luz de su puesta en práctica en varios regímenes en América Latina, con los consecuentes colapsos en sus economías. Como se podrá constatar, Venezuela y Argentina son los casos actuales más ilustrativo al respecto.

No volvamos a tropezar con la misma piedra. Y menos con políticas económicas trasnochadas a sabiendas de las consecuencias negativas que pueden golpear con mayor fuerza a quienes más se quiere beneficiar en un principio, los pobres. Lampadia

Desastres monetarios modernos

 

Sebastián Edwards
Project Syndicate
16 de mayo, 2019 
Traducido y glosado por Lampadia

La Teoría Monetaria Moderna (en adelante, MMT), un enfoque aparentemente nuevo de la política económica, se ha convertido en un tema candente, que cuenta con el apoyo de los principales progresistas de EEUU, como el candidato presidencial Bernie Sanders y la representante demócrata Alexandria Ocasio-Cortez. Pero los entusiastas de la MMT deben prestar atención a las lecciones aprendidas en América Latina, donde las políticas basadas en ideas similares terminan inevitablemente en una catástrofe económica.

Según los partidarios de la MMT, la Reserva Federal de EEUU debe imprimir grandes cantidades de dinero para financiar proyectos de infraestructura pública masivas, junto con un programa de “garantía de empleo”, dirigido a lograr el pleno empleo. Un aumento importante de la deuda del sector público, los partidarios de la MMT afirman, no representa un peligro para un país que puede pedir prestado en su propia moneda, como es el caso de EEUU.

Esta visión poco convencional ha sido criticada por keynesianos y monetaristas por igual. Muchos economistas académicos respetados, entre ellos Paul Krugman, Kenneth Rogoff y Larry Summers, dicen que la MMT tiene poco sentido.

En respuesta, los partidarios de la MMT argumentan que los críticos de la teoría no entienden completamente cómo funciona una economía monetaria moderna. Según los defensores de la MMT influyentes como Stephanie Kelton, los gobiernos en países con su propia moneda nacional, como los EEUU, no enfrentan restricciones presupuestarias difíciles porque simplemente pueden imprimir más dinero para financiar gastos más altos.

La evaluación de los méritos de la MMT es difícil, por dos razones. Para empezar, sus partidarios no han proporcionado una descripción detallada y unificada de cómo debe funcionar el modelo. Como Krugman escribió recientemente, los partidarios de la MMT “tienden a ser poco claros sobre cuáles son exactamente sus diferencias con los puntos de vista convencionales, y también tienen la fuerte costumbre de descartar cualquier intento de dar sentido a lo que están diciendo”. Además, los partidarios de la MMT no han ofrecido ninguna idea de cómo podría funcionar la política en la práctica, especialmente a mediano y largo plazo.

Sin embargo, el enfoque no es sin precedentes. La MMT, o alguna versión de esta, se ha probado en varios países latinoamericanos, incluidos Chile, Argentina, Brasil, Ecuador, Nicaragua, Perú y Venezuela. Todos tenían su propia moneda en ese momento. Además, sus gobiernos, los cuales eran en su mayoría populistas, se basaron en argumentos similares a los utilizados por los partidarios de la MMT de hoy para justificar enormes aumentos en el gasto público financiado por el banco central. Y todos estos experimentos llevaron a una inflación descontrolada, enormes devaluaciones de la moneda y precipitaciones decrecientes en los salarios reales.

Cuatro episodios en particular son instructivos:

  • Chile bajo el régimen socialista del presidente Salvador Allende desde 1970 hasta 1973
  • Perú durante la primera administración del presidente Alan García (1985-1990)
  • Argentina bajo los presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner desde 2003 hasta 2015
  • Venezuela desde 1999 bajo los presidentes Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

En los cuatro casos, surgió un patrón similar. Después de que las autoridades crearon dinero para financiar déficits fiscales gigantescos, inmediatamente se produjo un auge económico. Los salarios aumentaron (ayudados por aumentos sustanciales del salario mínimo) y el desempleo disminuyó. Pronto, sin embargo, aparecieron cuellos de botella y los precios se dispararon, en algunos casos a tasas hiperinflacionarias. La inflación alcanzó el 500% en Chile en 1973, aproximadamente el 7,000% en Perú en 1990, y se espera que este año llegue a casi 10,000,000 % en Venezuela. Mientras tanto, en Argentina, la inflación fue más moderada pero aún muy alta, con un promedio del 40% en 2015.

Las autoridades respondieron imponiendo controles de precios y salarios y políticas proteccionistas rígidas. Pero los controles no funcionaron, y la producción y el empleo eventualmente colapsaron. Peor aún, en tres de estos cuatro países, los salarios ajustados por inflación se redujeron drásticamente durante el experimento tipo MMT. En los períodos en cuestión, los salarios reales disminuyeron un 39% en Chile, un 41% en Perú y más de un 50% en Venezuela, perjudicando a los pobres y la clase media.

En cada caso, el banco central estaba controlado por políticos, con resultados predecibles. En Chile, la oferta de dinero creció un 360% solo en 1973, lo que ayudó a financiar un déficit presupuestario equivalente a un sorprendente 24% del PBI. En Perú, en 1989, el crecimiento del dinero fue de 7,000% y el déficit fiscal superó el 10% del PBI. En Argentina, en 2015, el déficit fue del 6% del PBI, con una tasa anual de creación de dinero que supera el 40%. Y Venezuela actualmente tiene un déficit del 32% del PBI, y se estima que la oferta monetaria crecerá a una tasa anual de más de 1,000%.

A medida que aumentaba la inflación en estos países, las personas reducían considerablemente sus tenencias de dinero nacional. Pero como los gobiernos exigían que los impuestos se pagaran en moneda local, no desapareció por completo. En cambio, la velocidad a la que el dinero cambió de manos, lo que los economistas llaman “velocidad de circulación”, aumentó dramáticamente. Nadie quería tener un papel moneda que perdiera el 20% o más de su valor cada mes.

Cuando la demanda de dinero se derrumba, los efectos del crecimiento del dinero sobre la inflación se amplifican y se crea un círculo vicioso. Una consecuencia seria es que la moneda se deprecia rápidamente en los mercados internacionales. Los partidarios de MMT ignoran convenientemente el simple hecho de que la demanda de dinero local disminuye drásticamente cuando su valor cae. Sin embargo, esta es quizás una de las debilidades más grandes de la teoría, y una que hace que sea extremadamente arriesgado que cualquier país la implemente.

La experiencia de América Latina debe servir como una clara advertencia para los entusiastas de la MMT de hoy. En una variedad de países, y en momentos muy diferentes, las expansiones fiscales que se financiaron imprimiendo dinero resultaron en una pérdida incontrolable de la estabilidad económica. Las ideas de política económica son a menudo tan peligrosas en la práctica como defectuosas en la teoría. La MMT puede ser un buen ejemplo. Lampadia

Sebastián Edwards es profesor de Economía Internacional en la Anderson Graduate School of Management de la UCLA. Su último libro es American Default: The Untold Story of FDR, the Supreme Court and the Battle over Gold.




La perversión de la democracia

El pasado domingo, un mar de banderas españolas, intercaladas con algunas banderas catalanas y de la Unión Europea, dominó los bulevares de Barcelona. Los ciudadanos de Cataluña alzaron su voz de unidad, resucitando la bandera española como símbolo de patriotismo después de décadas de que los independentistas la asociaran con la dictadura franquista. En un claro desafío a los planes del gobierno regional de Cataluña para declarar unilateralmente la independencia, cientos de miles de personas inundaron las calles de Barcelona en un sorprendente flujo de unidad española.

Coreando “¡No se engañen, Cataluña es España!” y “¡Yo soy español, español, español!”, los ciudadanos pedían a gritos que el presidente regional, Carles Puigdemont, vaya a la cárcel por llevar acabo un referéndum ilegal la semana pasada. Muchos de los manifestantes agitaban gigantescas banderas españolas en una ciudad acostumbrada a la prevalencia de la estelada catalana.

Fuente: elpais.com

Un poco de historia

La bandera roja y amarilla de España ha sido tabú desde hace mucho tiempo en Cataluña y en todo el país porque se ha vinculado a grupos que apoyan la dictadura del general Francisco Franco.

Desde el siglo XVI, ha formado parte integral de España (y del Reino de Aragón antes). Carles Puigdemont pretende obtener “el derecho de Cataluña a la independencia” basándose en que los catalanes tienen “una larga historia y una cultura distintiva” y se aferra al nacionalismo cultural como una forma de justificar la postura secesionista del gobierno catalán. Al hacerlo, olvida que, durante esta larga historia colectiva, Cataluña nunca ha sido una nación política independiente ni un Estado en términos modernos.

Cataluña fue parte de la Corona de Aragón, antes de unirse a la Monarquía Hispánica tras la unión de la Corona de Aragón y la Corona de Castilla en 1469. El pueblo catalán ha jugado desde entonces un papel integral en la identidad española.

A diferencia de lo que intenta afirmar Puigdemont, Cataluña no es una influencia decreciente en la política española. La realidad es que dos de los siete padres fundadores de España, responsables de la constitución actual del país, son de origen catalán. Esta constitución se basa en la unidad indisoluble de la nación española. Su ratificación en 1978 fue el resultado de un amplio consenso entre diversos partidos, entre ellos los nacionalistas catalanes del partido de Puigdemont, y recibió el apoyo de más del 90 % de los votantes catalanes en un referéndum.

La base cultural sobre la que Puigdemont buscar incentivar el objetivo secesionista del gobierno catalán carece de fundamento. Los catalanes y el resto de los españoles comparten una larga historia colectiva, incluyendo una lengua, el castellano (conocido ampliamente como español) que es tan catalán como la propia lengua catalana, considerando que se ha hablado en Cataluña desde el siglo XV.

Como afirmó Philip Stevens (del Financial Times) en un análisis sobre Cataluña, “Los nacionalismos ahora amenazan la disolución de los estados. El movimiento independentista en Cataluña representa una colisión entre lo que parece una exigencia razonable de autodeterminación nacional y el hecho de la soberanía del Estado español.”                     

La historia que se quiere escribir

Sería insensato destruir esta gran historia de unidad por las mentiras propagadas por la propaganda de los partidos nacionalistas catalanes.  Puigdemont se ha empecinado en impulsar una independencia infundada y afirmando (prepotentemente) que “es el momento de tomar decisiones claras”. Anunció que su Gobierno no dudaría en tomar medidas contundentes con el objetivo de convocar el referéndum independentista, diciendo que “encarrilamos el último tramo y tenemos el cumplimiento de las estructuras de Estado y de la gobernación del país en el grado que queríamos”.

La verdad es que, como afirma Raquel Marín de El País de España, “se ha iniciado una crisis estructural que afecta al Estado al cuestionarse los resortes institucionales que hacen viable la convivencia legal que caracteriza a las sociedades abiertas. (…) El objetivo es disolver el componente dialógico y pactista del catalanismo y combatir explícitamente la fuerza de la ley a la hora de garantizar la seguridad jurídica que plasma la paz social y que es, no lo olvidemos, la razón misma del Estado de derecho”.

Un referéndum sin pies ni cabeza

Para lograrlo, en septiembre de 2017, esta mayoría en el parlamento catalán  aprobó la celebración de un referéndum vinculante sobre la independencia de Cataluña, pero el Tribunal Constitucional de España suspendió el proceso. De todos modos, las autoridades catalanas aprobaron la votación, lo que provocó violencia dentro y alrededor de los locales electorales, mientras las fuerzas de seguridad española intentaban cerrar la votación.

Las autoridades catalanas dicen que el voto por el “Sí” ganó el referéndum con el 90 % de los votos, pero lo que no consideran (y lo que muchos medios de información omiten) es que sólo el 43 % de los 5.3 millones de votantes elegibles participó en la votación en primer lugar. Además, la votación no tuvo los mínimos controles de neutralidad, en el proceso y el cómputo. Como afirma el Financial Times en su sección ‘FT View’, “Dada la baja participación, y dada la indiscutible ilegalidad de la votación bajo la constitución de España, no hay ninguna justificación para una declaración de independencia. (…) Es una ley de referéndum que ni siquiera fijó el umbral mínimo de votos para que el resultado sea válido. Este fue un intento de los separatistas de saltarse la incómoda verdad de que no hay una clara mayoría para la independencia.”

Una carta abierta en busca del orden y la paz en Cataluña

El pasado 6 de octubre, los dirigentes socialistas publicaron en El País de España una carta abierta dirigida al secretario general del PSOE con el objetivo de pedirle que tome “las decisiones precisas para colaborar en la restauración del orden constitucional” (glosado por Lampadia):

“Estimado secretario general:

(…) España está viviendo un momento institucional y social gravísimo de imprevisibles consecuencias. No busquemos orígenes próximos o remotos, no intentemos identificar a personas o partidos responsables. Nada de eso sirve ahora. (…) se ha puesto en marcha un Golpe de Estado. Entendemos, en consecuencia, que todos los constitucionalistas deben estar unidos ante este infame ataque a la Democracia Española.

(…) Nos ha llenado de zozobra que la Portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, juez de profesión, haya proclamado la condena apriorística de la Vicepresidenta del Gobierno. ¿Por qué y para qué? ¿A qué fines sirve y qué objetivos persigue esa condena?

No entendemos la continua y nunca explicada apelación al diálogo por vuestra parte. ¿Diálogo, ahora, con quién? ¿Diálogo, ahora, para qué? ¿Con los responsables de poner a los españoles al borde del precipicio? ¿Para escuchar, otra vez, que quieren la fractura de España, con razón o sin razón, por unos medios o por otros? Nunca ha servido para nada el diálogo bajo chantaje, a menos que lo único que se quiera sea salvar el pellejo y, a la vez, perder la propia dignidad.

(…) no hay, en fin, mayor violencia que la utilización de mentiras y más mentiras como relato justificador de la quiebra de la democracia que ellos persiguen.

En estas circunstancias, esperamos que toméis las decisiones precisas para colaborar en la restauración del orden constitucional. Estamos seguros de que ello ayudará a la mejor relación del PSOE con la ciudadanía, en todos los territorios de España. (…)”

¿Qué sucede ahora?

En los días posteriores al referéndum del 1 de octubre, los ciudadanos catalanes y casi todos los medios de comunicación, incentivados por imágenes violentas durante la votación del referéndum, parecían estar tendiendo hacia el “sí”. Las protestas independentistas atrajeron a grandes seguidores de la independencia de Cataluña y Puigdemont se benefició políticamente de una violenta represión de la policía española.

Sin embargo, tras unos días para analizar la realidad, esto está cambiando. El primer ministro español, Mariano Rajoy, promete que su gobierno no permitirá que Cataluña, que representa una quinta parte de la economía española, se separe del resto del país. Por su lado, la alcaldesa de Barcelona pidió “renunciar a la declaración unilateral de independencia” de Cataluña. Los medios de comunicación también están mostrando mayor sensatez y rigurosidad al dar informes completos sobre la realidad y la historia de Cataluña, intentando luchar con los mares de mentiras y desinformación en las redes.

Este es un ejemplo del Financial Times, quienes hicieron un informe completo sobre la historia de Cataluña y la realidad de la crisis como punto de quiebre en la política europea.

 

Tony Barber, del Financial Times, añade que no hay que subestimar las repercusiones geopolíticas del intento de independencia de Cataluña para el resto de Europa: “Si se permite que España se separe de Cataluña, esto podría llevar a un efecto dominó a través del continente. En lugar de una Europa de 27 países, tendremos una no-Europa de mini-estados”.

Por otro lado, los dos principales bancos de Cataluña anunciaron que trasladarían su sede a otras partes de España debido a la incertidumbre financiera si hay una declaración de independencia. (Algo que sucedió en Montreal hace algunos años: “Montreal perdió casi el 30% de sus oficinas centrales. Incluso el Banco de Montreal tiene su sede en Toronto” –Bloomberg)Ya son varias las empresas que ya han anunciado formalmente su marcha y hay muchas más que lo están considerando, para evitar ser expulsadas de la Unión Europea y su mercado común en el caso de la secesión.

El ministro de Economía, Industria y Competitividad de España, Luis de Guindos, ha asegurado que el hecho de que algunas empresas abandonen Cataluña no se debe a que “contemplen la posibilidad de independencia”, sino que es consecuencia de la “irracionalidad” y “radicalidad” de las políticas de la Generalitat.

Fuente: lavanguardia.com

La marcha del pasado domingo es una clara muestra de que no se puede forzar una separación política sin un eventual proceso electoral que garantice la participación de todas las partes, inclusive del resto de los españoles. Con cánticos de “¡Recuperemos la sensatez!”, la marcha fue la mayor manifestación popular desde el surgimiento del sentimiento separatista.“Por primera vez la sociedad catalana silenciosa va a levantar la voz para decir basta, la gente está muy cansada”, afirmó El País de España. Por más que la policía de Barcelona quiera negarlo y anuncie que tan solo 350,000 personas participaron, los organizadores de la marcha, la Societat Civil Catalana, señalaron que asistieron aproximadamente 930,000 personas.

La llamada ‘mayoría silenciosa’ ha convertido esta marcha en la mayor manifestación unionista celebrada en la capital catalana. Debe escucharsela voz de todos los catalanes.

La crisis política de España es una prueba muy importante para las democracias modernas y para el futuro de la Unión Europea, donde coexisten múltiples identidades culturales, que hasta hoy han sabido manejarse como base de su riqueza cultural, y no como fuente de movilidad política de dirigentes oportunistas.

El intento de secesión catalán es otro llamado de atención a las clases dirigentes de las democracias modernas. No se pueden desentender de los quehaceres nacionalesLampadia




La Autonomía y el Sometimiento del Juez

La Autonomía y el Sometimiento del Juez

Una de las funciones más sagradas que puede ejercer un ser humano es la de juez. Juzgar a otro ser humano, sus actos y determinar la suerte de su vida y la de sus familiares es una responsabilidad que debe abrumar a quién la tiene y llevarlo al máximo grado de consecuencia moral y profesionalismo.

En el Perú esto suena a ciencia ficción, aunque, como ya casi vivimos en ciencia ficción, diremos que es iluso y utópico. No por eso, sin embargo, debemos renunciar a predicar los principios que deben regir tan sagrada función.

Un pueblo o una nación puede vivir sin una buena economía, con mala salud,
pero lo que jamás puede prescindir es de una buena justicia.
 Fuente: Confidencial Colombia

En nuestras lecturas, hemos dado con un magnífico artículo de Francesc De Carreras, publicado por El País de España, el 10 de abril pasado. Su tema es: ¿Qué es politizar la Justicia? En Lampadia, hemos rescatado sus sentencias sobre la naturaleza de las decisiones del juez.

Veamos lo que nos dice De Carreras sobre las funciones del juez (citas textuales)

  • El juez argumenta desde la racionalidad jurídica.
  • El juez actúa en el curso de un proceso, dotado de garantías constitucionales.
  • En sus resoluciones está absolutamente sometido a las leyes.
  • En las resoluciones y sentencias, no se argumenta de acuerdo con los personales criterios de justicia del juez sino con aquello que la ley establece.
  • En eso, precisamente, consiste la independencia judicial.
  • El juez es independiente de todos los demás poderes pero está absolutamente sometido a la ley, no puede escapar de lo que prescribe la misma.
  • Juzgar no es hacer justicia según la voluntad del juez sino de conformidad con la ley, aunque el juez, como es frecuente, esté en desacuerdo con ella.

“Dictar una sentencia presupone, precisar los hechos, encontrar en el ordenamiento las normas aplicables, e interpretarlas de acuerdo con métodos preestablecidos”.

“Esta limitación de los métodos interpretativos es una garantía de la seguridad jurídica: el juez no puede utilizar cualquier método para interpretar el significado de una norma sino sólo aquellos aceptados por la comunidad jurídica. La principal garantía de que el juez se atiene a la ley en sus resoluciones está en la motivación de las mismas, argumentada en los fundamentos jurídicos. Una sentencia será buena o mala, no porque el fallo se ajuste o no a nuestras convicciones sobre la justicia como valor, sino por los argumentos jurídicos —basados en hechos y en normas— que la motivan”.

Cómo podemos ver de los preceptos anteriores, solo se justifica la plena autonomía del juez, en la medida de que esté absolutamente sometido a las leyes y los procedimientos jurídicos, incluso si se trata de la ley de leyes, la Constitución. El juez no puede ejercer su función según su criterio, así sea de conciencia.

Una de las grandes carencias institucionales del Perú es la calidad de nuestros ‘sistema judicial’, que abarca al Poder Judicial, la Fiscalía de la Nación, la Policía Nacional y a los profesionales del Derecho. Empecemos, en la sociedad civil, por tomar conciencia de los principios básicos que deben regir la administración de justicia, para saber que exigir a nuestros gobernantes. Lampadia




Una nación se mantiene unida en democracia con respeto a su diversidad

Una nación se mantiene unida en democracia con respeto a su diversidad

Tras el referéndum independentista en Escocia, el Reino Unido ha quedado como lo identifica la última palabra (en español) de su histórico nombre: Unido.  Nítidamente, los escoses le dijeron NO (55%) a separarse de Gran Bretaña. Aún así, David Cameron el primer ministro británico, evitó el tono triunfalista en el discurso que dio apenas se conocieron los resultados.

Cameron explicó que decidió convocar este referéndum para respetar la voluntad del Parlamento escocés y que, finalmente, el debate ha servido para cerrar este asunto por varias generaciones. El líder del movimiento independentista, Alex Salmond, aceptó la derrota con hidalguía, felicitó la forma en que se desarrollo el proceso y realizó un llamado a la unidad del país. ¡Un ejemplo de democracia!

Como señala el Financial Time, “aquí el pueblo deliberó para saber cuál sería su destino, sabiendo que su decisión sería histórica. De esta manera la soberanía popular y la democracia recuperaron su majestuosidad”.

Esto ha ocurrido porque Gran Bretaña es una sociedad (podría decirse una civilización) en la que la democracia es auténtica y plena. En esta nación funciona un sistema democrático de verdad, que cumple con elecciones que tienen la tres “f” fundamentales: free, fair and frequent (libres, justas y frecuentes). Es decir que no basta el voto para que haya democracia, como nos quieren hacer creer los autócratas venezolanos, ecuatorianos y argentinos. Pero más importante aún, en dónde se respeta la voluntad de los ciudadanos. La democracia, no es la dictadura de la mayoría, sino el respeto por lo que piensan las minorías. Por eso, Cameron se apresuró en señalar que se acelerarán las medidas para darle mayor autonomía a Escocia, tal y como había prometido.  

Qué envidia deben haber sentido los ciudadanos de otras regiones del mundo a los que se les impide expresarse de esta manera. La situación que se vive en Escocia es diametralmente opuesta a lo que ocurre en Ucrania, por ejemplo. La pantomima de referendo que se hizo en Crimea para justificar la anexión militar de esta península por parte de Rusia está en las antípodas del proceso británico. Y mucho más grave aún, los enfrentamientos entre fuerzas prorusos (soliviantadas y armadas por Putin) y el ejército ucraniano para controlar amplias regiones.

Los tibetanos y kurdos turcos, también debe ambicionar vivir en una nación que sea capaz de respetar las diferencias. Y por supuesto los millones de musulmanes (especialmente mujeres) que han caído en manos de los integristas de ISIS o se hallan bajo los designios de los talibanes en el norte de Paquistán y Afganistán. Por ello, como señala Financial Time: “En un mundo donde el capitalismo autoritario se consolida desde Shanghai a la frontera con Polonia, desde Murmansk a Afganistán, fue bueno ver cómo un pueblo se llena de vida cuando se les da la oportunidad de ejercer tanto las libertades privadas de consumo capitalista y las libertades públicas de la vida democrática”.

Esta es una de la primera de las grandes lecciones que deja para el Perú el referendo escocés. Ese es el tipo de democracia a la que debemos aspirar. Por ello debemos defendernos y denunciar al pensamiento chavista que intenta imponer un remedo de democracia en las que las elecciones nunca tienen las tres f (free, faird a frequent). Por esa misma razón, en la actual coyuntura se debe evitar la reelección (ya sea está conyugal o no), porque limitan estas condiciones fundamentales.

La otra lección que nos deja, es “la idea de que la vida en democracia es vivir en y a través de profundas diferencias. El Reino Unido sobrevivirá en el fututo porque permite que intensas tradiciones nacionales [regionales y locales] compartan un mismo espacio democrático”, señala el Financial Time. El no, ha prevalecido porque “en los acordes místicos de la memoria aún permanecen firmemente el sentido de que los escoceses e ingleses, galeses e irlandeses lucharon juntos y, muchas veces, murieron juntos por las mismas libertades”.

El pasado común al fin de cuentas une a los pueblos por más diverso y diferente que sean. Una gran nación se forja por la acumulación de las experiencias de su pasado, por más traumático que este haya sido. Así, lo señaló en Lima el vice-presidente del Banco Central de China algo más de diez años atrás cuando visitó al Perú, como recuerda Pablo Bustamante, en referencia a la historia reciente de China: En medio un siglo pasaron de la dinastía de los manchúes en que el país estaba en la anarquía, la instauración de la República por Chiang Kai-sheg, la invasión japonesa, diez años de guerra entre los nacionalistas y los comunistas, 25 años de una dictadura comunista que quiso borrar la historia quemando sus libros y asesinando a los profesores e intelectuales entre los 60 millones muertes de chinos atribuidas a Mao, para ser conducidos luego por Deng Xiaoping a más de 45 años de capitalismo bajo el control de un partido único, el partido comunista chino que practica ahora la meritocracia entre sus rangos.
Lo que enfatizó, entonces, el expositor fue la habilidad social del pueblo chino para entender su historia como un proceso continuo.

En resumen, acá tenemos dos lecciones muy importantes para el Perú. La democracia, permite que las diferencias se expresen y respeten. Son procesos para elegir un camino, no una guerra interna, y mucho menos la oportunidad para que la mayoría haga escarnio y abuso de su posición. Su esencia es el respeto de las minorías.

Una segunda lección es como debemos ver nuestra historia. El Perú es uno de los pocos países Milenarios en la tierra, pero no llegamos a tomar conciencia de esta maravillosa herencia y persistimos en ver nuestra historia como una secuencia de discontinuidades, opuestas entre sí, contradictorias y hasta pretendemos desconocer algún período. Esta malformación social la hemos heredado incluso en la República, donde muchas veces los nuevos gobiernos pretenden desandar o sepultar las obras y proyectos de sus antecesores. Así como no importa el color del gato, si come ratones, tampoco importa el color de las banderas políticas o las etapas de nuestra historia con las que no nos identifiquemos. ¡La historia es una suma, un continuo y todos somos sus hijos!   Lampadia