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Terminó la huelga de los maestros. ¿Y ahora…?

Terminó la huelga de los maestros. ¿Y ahora…?

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 22 de septiembre de 2017
Para Correo Ica y
Lampadia

Los maestros levantaron la huelga que dejó sin clases a millones de escolares durante varias semanas en – prácticamente – todo el país. Una lástima… tanto para los escolares que quedaron a la deriva en materia educativa, como para los maestros que la pasaron mal – muy mal – en las interminables manifestaciones y marchas de protesta.

La apreciación general quedó más o menos consensuada. Los maestros tienen motivos – de sobra – para protestar. Están mal remunerados. El Estado les tiene una cuantiosa “deuda social” que se viene pagando con cuentagotas. Las pensiones de jubilación son pobrísimas. Con justa razón – en el aspecto remunerativo – los maestros se han ganado el aprecio y el respaldo de gran parte de la ciudadanía.

Más bien, lo que no ha quedado claro – y valdría la pena que se aclare – es si los docentes aceptan – o no – la evaluación por desempeño. A ese respecto, la ciudadanía sí la tiene clara… los maestros deben ser capacitados y evaluados – como todo el mundo – para permanecer y escalar en la carrera magisterial. Y si luego de tres evaluaciones – el docente – saliera desaprobado, debería dejar el magisterio… al menos en el Estado. Eso es lo correcto… eso es lo justo.

Pero no. Muchos maestros – sobre todo dirigentes – se han mostrado retrecheros respecto al tema de la evaluación. “Sí, pero no” ha sido la expresión más recurrente de los líderes del magisterio. Como que se están haciendo los locos con la evaluación que – dicho sea de paso – es un tema no negociable. En ese sentido, estamos de acuerdo con el Ministerio de Educación. ¡Sí a la evaluación por desempeño… sí a la meritocracia en el magisterio!

En síntesis, los maestros han quedado bien, más no sus dirigentes. Intransigencia, radicalismo vandálico, afán de figuración, politiquería barata… esa es la impresión que dejaron los dirigentes magisteriales en la conciencia ciudadana. Mucho afán de figuración y poco afán por la educación.

En fin… el hecho es que la huelga terminó. ¿Y ahora…? “¡Ahora, pues!” Ahora tenemos que tragarnos el sapo. Ahora – lamentablemente – tenemos que aplicar los descuentos a los maestros por los días no trabajados y recuperar las clases perdidas. Para ello, los maestros – que acataron la huelga – están trabajando horas extras, sábados y feriados, hasta completar el tiempo perdido. En ese sentido – escuchen bien – los maestros que recuperen las clases perdidas recuperarán también sus remuneraciones. Obviamente, el pago se hará progresivamente, conforme vayan recuperando las clases.

En realidad, la ley peruana es muy sencilla y justa; hora trabajada… hora pagada. O lo que es lo mismo; hora no trabajada… hora no pagada. Una perogrullada que – al parecer – no le entra en la cabeza a ciertas personas. Pero ni modo… el Gobierno Regional de Ica está para que la ley se cumpla en su justa medida, tal como – en su momento – fue esclarecido por el mismísimo Contralor General de la República.

Por ello resulta deplorable que autoridades como la Congresista Betty Ananculí, la Consejera Regional Dery Gonzales, y – por supuesto – algunos dirigentes confundidos conminen al Gobierno Regional a no realizar ningún descuento a los maestros huelguistas. Eso sería ir contra la ley, y no lo podemos aceptar.

Más bien, invocamos a nuestros maestros a seguir con el plan de recuperación de clases – el cual se viene cumpliendo a la perfección – para que recobren sus haberes lo antes posible.

Por otro lado, la Dirección Regional de Educación ha diseñado un programa de capacitación – complementario al del Ministerio de Educación – para que nuestros maestros obtengan excelentes calificaciones y asciendan a lo más alto del escalafón magisterial.

¡Estamos – pues – con los maestros! ¡Sí a las mejoras salariales! ¡Sí a un mayor presupuesto público para educación! Pero también… ¡sí a la meritocracia y a la evaluación por desempeño! Que todo sea por nuestra niñez y juventud escolar. Lampadia