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Una explicación integral sobre el desarrollo de la Inteligencia Artificial

Una explicación integral sobre el desarrollo de la Inteligencia Artificial

Una de las tecnologías más disruptivas para el futuro de la humanidad es la Inteligencia Artificial – específicamente, la perspectiva de la creación de la “Súper-Inteligencia Artificial” (ASI, por sus siglas en inglés: Artificial Super Intelligence), que puede llegar a tener una inteligencia miles de veces superior a la de los seres humanos, el Homo Sapiens, la especie dominante del planeta. Como dice el historiador israelita, Noah Yuval Harari en su libro ‘Sapiens’: “Será el diseño inteligente el principio básico de la vida? ¿El Homo Sapiens, será reemplazado por súper-humanos?”. (Ver en Lampadia: Del Homo Sapiens al Súper Humano.)

 A medida que la tecnología digital continúa mejorando exponencialmente en el tiempo, los futuristas y expertos en tecnología creen que la SIA podría ser una realidad mucho antes de lo que pensamos, en solo unas décadas.

La Inteligencia Artificial (IA) puede parecer un tema salido de una novela de ciencia ficción cuando, en realidad, ya vivimos y trabajamos con la IA todos los días. Nuestros celulares, autos, Google y muchas otra aplicaciones tecnológicas de uso cotidiano, son expresiones del desarrollo de la IA. Cuando se menciona casualmente, la IA inmediatamente trae todavía imágenes populares tales como 2001: Odisea del espacio, R2D2 y C3PO de Star Wars, Jarvis y Ultron del Universo Marvel o Robocop. La representación en ficción de la IA ha convencido a mucha gente que no será posible alcanzarla en nuestras vidas. Sin embargo, ahora, más que nunca, estamos al borde de la creación de un ser aún más sofisticado que nosotros mismos.

Muchas personas asocian los robots con IA. Un robot es sólo un contenedor y transportador de la inteligencia artificial. La IA es el cerebro del robot. John McCarthy, editor de un primer estudio de la IA, acuñó el término en 1956 y observa que “tan pronto como funcione, nadie volverá a llamarla IA.” Lo que significa que la gente toma la tecnología de la IA como algo común una vez que se integra en su vida diaria, al igual que las aplicaciones en un teléfono celular. McCarthy define la inteligencia artificial, “Necesitamos el uso de computadoras para entender la inteligencia humana, pero la IA no tiene que limitarse a métodos que son biológicamente observables”.

Un gran artículo del blog ‘Wait but Why?’ llamado: “La Revolución de la IA: El camino a la súper-inteligencia” (traducido y publicado por Lampadia) hace un análisis integral, con una perspectiva de su desarrollo, incluyendo opiniones de muchos expertos y explicando nuestro camino a la súper-inteligencia artificial: Qué es, cómo se está desarrollando y por qué es importante para el futuro de toda la humanidad. En pocas palabras, si/cuando logremos la ASI, ésta va a alterar de forma permanente de nuestra comprensión de lo que significa ser humano. Cualquier persona que se encuentra en la industria de la tecnología debería pensar un poco en las profundas cuestiones, los potenciales peligros y las muy interesantes posibilidades planteadas por la súper-inteligencia artificial. 

Según el artículo indicado, dado que el concepto de IA es tan amplio, los científicos han definido tres grandes categorías de la IA:

1. Inteligencia Artificial Estrecha (ANI, por sus siglas en inglés: Artificial Narrow Intelligence): Especializada en un área específica. Un Smartphone funciona con IA especializada. La IA (Watson de IBM) que puede vencer al campeón mundial de ajedrez o a los campeones de Jeopardy, son inmejorables en su especialidad, pero eso es lo único que saben hacer. Si le preguntas a ‘Watson’, cuál es la mejor manera de almacenar los datos en un disco duro, te mirará sin comprender.

2. Una Inteligencia Artificial General (AGI, por sus siglas en inglés: Artificial General Intelligence): Se refiere a una IA con múltiples capacidades que iguale la inteligencia de un ser humano en todos los ámbitos, una máquina que puede realizar cualquier tarea intelectual de la misma manera que un humano y puede aprender de su propia experiencia.

3. Una Súper Inteligencia Artificial (ASI, por sus siglas en inglés: Artificial Super Intelligence): Un intelecto que es mucho más inteligente que los mejores cerebros humanos en prácticamente todos los campos, incluyendo la creación científica, la sabiduría general y las habilidades sociales, según lo define Nick Bostrom, filósofo y analista de IA de Oxford.

Los seres humanos ya han conquistado de muchas maberas los desarrollos de menor calibre de ANI. La revolución de la IA es el camino de ANI, a través de AGI, hacia ASI, un camino que podemos o no sobrevivir, pero que, sin lugar a dudas, cambiará todo.

Científicos de todo el mundo están trabajando para pasar la primera etapa (De ANI a AGI). EEUU ha destinado más de 300 millones de dólares a la iniciativa llamada BRAIN (Cerebro, en inglés), que está trabajando en la ingeniería inversa del cerebro humano. Por otro lado, Europa tiene su propio ‘Human Brain Project’ con un presupuesto de mil millones de dólares para lograr el mismo objetivo de “construir un cerebro”.

¿Cómo lo harán? Para lograr la ASI, tendrán que hacerse grandes mejoras de hardware y software, mediante el aumento de velocidad, tamaño, almacenamiento, confiabilidad y durabilidad en cuanto al hardware; y la capacidad de auto-aprendizaje y auto-actualización del software.

Estas pueden parecer metas demasiado ambiciosas de lograr. Sin embargo, la comunidad científica ha hecho más avances en los últimos cincuenta años que en toda la historia humana anterior combinada. Los seres humanos tienen la tendencia a mirar hacia el futuro y extrapolarlo linealmente sobre la base de sus experiencias pasadas, pero la tecnología, como estableció la Ley de Moore, avanza de manera exponencial.

La siguiente ilustración gráfica interactiva muestra como avanza el crecimiento exponencial:

¿Cuánto tiempo pasará hasta que las computadoras tengan la misma

potencia que el cerebro humano?

El volumen del lago Michigan (en onzas) es aproximadamente el mismo que la capacidad de nuestro cerebro (en cálculos por segundo). La potencia de la computación se duplica cada 18 meses. A ese ritmo, se ve muy poco progreso durante mucho tiempo- y, de pronto, todo se terminó.

Como explica el artículo de Wait but Why?, algo que parece como muy lejano, puede estar muy cerca de lograrse, pero no tenemos perspectiva de la curva ascendente. Ver el siguiente gráfico:

La trayectoria de la historia más reciente a menudo cuenta una historia distorsionadaEn primer lugar, incluso una empinada curva exponencial parece lineal cuando sólo se mira a una pequeña porción de la misma, de la misma manera que si nos fijamos en un pequeño segmento de un círculo, se ve casi como una línea recta. En segundo lugar el crecimiento exponencial no es totalmente liso y uniforme. Kurzweil explica que el progreso ocurre en la “curvas S”:

Una S es creada por la ola de progreso cuando un nuevo paradigma se extiende por el mundo. La curva pasa por tres fases:

1. El crecimiento lento (la primera fase de crecimiento exponencial)

2. El crecimiento rápido (el tardío y explosivo crecimiento exponencial)

3. El nivelamiento cuando un paradigma en particular madura

Este fenómeno, llamado la ley de rendimientos acelerados por Kurzweil, es lo que hace que llegar a la ASI sea perfectamente posible en las próximas décadas. Una vez ahí, el avance va a cambiar la estructura misma de nuestra sociedad.

La inteligencia artificial, tan misteriosa y disruptiva, está revolucionando la forma en que conducimos nuestras vidas. Se están desarrollando inmensos esfuerzos en este campo, y no falta mucho para ver los resultados. Viviremos con robots, se habla de que no existirá la mortalidad, o que visitaremos una nueva galaxia virtualmente sin salir de nuestro hogar. Incluso lo que imaginamos en las películas de ciencia ficción se queda corto con lo que deparará el futuro.

Este fenómeno será tan impactante para la vida del ser humano, que no debemos dejar de informarnos sobre su desarrollo. Este artículo resume algunos conceptos y ejemplos del informe ‘Wait but Why?’ y recomendamos leerlo en su integridad.

Lampadia

 

 




No temamos a las máquinas súper inteligentes

No temamos a las máquinas súper inteligentes

Mucho de lo que hemos publicado últimamente sobre la inteligencia artificial conlleva temores sobre el mal uso de esta tecnología para la raza humana. En el siguiente artículo de Luciano Floridi del Financial Times, el experto en filosofía y ética de la información descarta los temores como algo que no corresponde a lo que hoy se puede prever.

Los humanos no tienen nada que temer de las máquinas inteligentes

Luciano Floridi (Profesor de filosofía y ética de la información en la Universidad de Oxford, R.U.)

Financial Times

25 de enero 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

Ninguna versión de un Godzilla IA con está a punto de esclavizarnos.

Debemos centrarnos en los desafíos reales, dice Luciano Floridi.

Elon Musk, fundador de SpaceX y Tesla Motors, cree que la inteligencia artificial es “potencialmente más peligrosa que las armas nucleares”. La “mayor amenaza existencial” para la humanidad, piensa, es una inteligencia de máquinas súper inteligencies estilo Terminator que un día dominarán a la humanidad. Por suerte, Musk se equivoca.

Muchas de las máquinas pueden hacer cosas increíbles, a menudo mejor que los humanos. Por ejemplo, la computadora Deep Blue de IBM jugó y venció al gran maestro Garry Kasparov en ajedrez en 1997. En 2011, otra máquina de IBM, Watson, ganó un episodio del programa de concurso de televisión Jeopardy, superando a dos jugadores humanos, uno de los cuales habían disfrutado de una racha de 74 victorias. El cielo, al parecer, es el límite.

Sin embargo, Deep Blue y Watson son versiones de la “máquina de Turing”, un modelo matemático ideado por Alan Turing, que establece los límites de lo que un ordenador puede hacer. Una máquina de Turing no tiene entendimiento, no hay conciencia, no hay intuición – en fin, nada que reconoceríamos como una vida mental. Carece de la inteligencia incluso de un ratón.

Otros científicos están en desacuerdo. Stephen Hawking ha argumentado que “el desarrollo completo de la IA podría significar el fin de la raza humana”.

Ray Kurzweil, inventor y futurista estadounidense de Silicon Valley, ha pronosticado que en 2045 el desarrollo de tecnologías de cómputo alcanzará un punto en el que la IA superará la capacidad del ser humano para comprenderla y controlarla. Escenarios como los de Kurzweil son extrapolaciones de la ley de Moore, según la cual el número de transistores en los ordenadores se duplica cada dos años, entregando más y más poder computacional a un costo cada vez menor.

Sin embargo, Gordon Moore, persona por la cual se nombró dicha ley, reconoció que es una generalización poco fiable porque hay un límite físico a la cantidad de transistores que pueden ponerse en un circuito integrado.

En todo caso, la Ley de Moore es una medida de la potencia de cálculo, no de inteligencia. Mi robot de limpieza, un Roomba, va a limpiar el suelo de forma rápida y barata y cada vez mejor, pero nunca va a reservar unas vacaciones por sí misma con mi tarjeta de crédito

En 1950, Turing propuso la siguiente prueba: Imagine que un juez humano hace preguntas escritas a dos interlocutores en otra habitación. Uno de ellos es un ser humano, el otro una máquina. Si el juez no puede darse cuenta de la diferencia entre la máquina y el humano en el 70 por ciento de las veces, entonces, se puede decir que la máquina ha pasado la prueba.

Turing pensaba que las computadoras pasarían la prueba para el año 2000. Se equivocó. Eric Schmidt, el ex presidente ejecutivo de Google, cree que la prueba de Turing se logrará en 2018. Veremos. Hasta ahora no ha habido ningún progreso. Los programas de computadoras todavía tratan de engañar a los jueces mediante el uso de trucos desarrollados en la década de 1960.

Por ejemplo, en la edición 2015 del Premio Loebner, en un concurso anual de Turing, un juez le preguntó: “El auto no podía caber en el espacio de estacionamiento, ya que era demasiado pequeño. ¿Cuál era demasiado pequeño?” El software que ganó el premio de consolación de ese año respondió: “Yo no soy una enciclopedia andante, ¿sabes?”

Las ansiedades sobre máquinas súper-inteligentes son, por lo tanto, científicamente injustificadas. Las tecnologías “inteligentes” existentes no son un paso hacia la IA en toda marcha, al igual que subir a la cima de un árbol no es un paso hacia la luna, sino el final del viaje. Estas aplicaciones sin duda pueden ser más astutas que nosotros, pueden superarnos y sustituirnos en la realización de un número creciente de tareas. Esto no es porque tratan el mundo de forma inteligente, sino porque estamos volviendo al mundo cada vez más fácil para ellos.

Tome como ejemplo a los robots industriales. No les damos rienda suelta en el mundo para que construyan autos; construimos ambientes artificiales alrededor de ellos para asegurar su éxito. Lo mismo puede decirse de los miles de millones de artefactos inteligentes que pronto se comunicarán unos con otros vía la llamada ‘Internet de las Cosas’.

Ninguna versión Godzilla con IA de está a punto de esclavizarnos, por lo que debemos dejar de preocuparnos por la ciencia ficción y empezar a centrarnos en los retos reales que plantea la IA. En el análisis final, los seres humanos y no las máquinas inteligentes, son el problema, y ​​lo seguirán siendo en el futuro previsible.

Nuestra prioridad debe ser evitar cometer errores dolorosos y costosos en el diseño y uso de nuestras tecnologías. Existe un grave riesgo de que podamos hacer un mal uso de ellas en detrimento tanto para la especie como para el planeta.

Winston Churchill dijo una vez: “nosotros damos forma a nuestros edificios y después nuestros edificios nos dan forma a nosotros.” Lo mismo se aplica a las tecnologías inteligentes en la ‘infoesfera’. Lampadia

 

 

 

 




Ética para la era de la Robótica y la Inteligencia Artificial

Ética para la era de la Robótica y la Inteligencia Artificial

Durante el último año, y especialmente durante las últimas semanas, hemos hablado mucho sobre la Cuarta Revolución Industrial, la robótica y la Inteligencia Artificial. Cuando hemos podido, hemos enfatizado los temas éticos que se deben enfrentar. Pero lastimosamente, en el debate sobre estos desarrollos, todavía se percibe una peligrosa lejanía con este aspecto tan importante.

En todos los aspectos de la vida de las sociedades podemos comprobar un pernicioso debilitamiento de la ‘gobernanza global’ y una distancia muy grande entre lo cotidiano y la evolución de los temas estructurales que determinarán la calidad de vida futura de todos los seres humanos.

Es indispensable tomar nota de la realidad que se despliega ante nuestros ojos. Anteriormente, hemos llamado mucho la atención sobre los impactos de esta revolución en el empleo del futuro (ver en Lampadia nuestro repositorio sobre la  ‘Revolución Tecnológica’, ahora queremos poner a su disposición un buen análisis sobre el aspecto ético de la misma, que no debemos pasar por alto. Recomendamos leer el siguiente artículo de John Thornhil, del Financial Times, para ubicarnos mejor en esta nueva realidad.     

La nueva era de la tecnología necesita una nueva ética

Escrito por John Thornhill

Financial Times

20 de enero 2016

Traducido y glosado por Lampadia

Pablo Picasso declaró alguna vez: “Las computadoras son inútiles. Solo dan respuestas”. 

La broma del artista español pudo haber sido cierta en el siglo XX, cuando las computadoras eran en su mayoría máquinas calculadoras que desempeñaban funciones claramente pre-establecidas. Pero la expansión de la potencia de cálculo a principios del siglo XXI ha hecho que las computadoras planteen algunas de las interrogantes más exigentes de nuestros tiempos. Y no está claro quién será el responsable de dar las respuestas.

Los avances tecnológicos en inteligencia artificial (IA), biotecnología, nanotecnología, robótica y neurociencia (por nombrar solo unos pocos), han dejado a los hacedores de política, a los hombres de negocios y a los consumidores intentando entender todas las implicancias sociales, económicas y éticas.

Considere sólo tres preguntas: primero, ¿es la inteligencia artificial, como cree Elon Musk, “potencialmente más peligrosa que las armas nucleares?”

La idea de que robots rebeldes vayan a intentar destruir a sus creadores ha sido un tema popular de la ciencia ficción durante décadas (Asimov et al). Pero ahora algunos científicos serios, como Stephen Hawking y emprendedores tecnológicos destacados (entre ellos Musk, que dirige Tesla Motors y SpaceX), expresan sus preocupaciones acerca de este tema.

¿Cómo podemos asegurar que la IA se utilice para propósitos benéficos en lugar de otros no éticos? La perspectiva de que la súper inteligencia sea capaz de amenazar la vida humana aún parece estar a décadas de distancia, si es que llega a ocurrir. (Ver en Lampadia: Entrevista sobre la transformación del empleo y las industrias).

Al final del año pasado, Musk, Peter Thiel y otros empresarios de Silicon Valley se comprometieron a financiar US$ 1,000 millones para una nueva empresa sin fines de lucro, llamada OpenAI, con el objetivo de asegurarse que la IA siga siendo “una extensión de las voluntades humanas individuales.”

“Es difícil imaginar cuánto podría beneficiar la IA a la sociedad humana, y es igualmente difícil imaginar lo mucho que podría dañar a la sociedad si se construye o se usa incorrectamente,” escribieron los fundadores de OpenAI en un blog.

Musk también ha donado US$ 10 millones para el futuro del Life Institute, una organización con sede en Cambridge, Massachusetts, EEUU, que estudia las dimensiones sociales y éticas de la AI.

La misión del instituto afirma que: “La tecnología le está dando a la vida el potencial para florecer como nunca antes… o para autodestruirse. Hagamos la diferencia”.

Una segunda cuestión difícil es cómo construir una “elasticidad ética” en los autos sin  pilotos. Para bien o para mal, los conductores humanos de automóviles son infinitamente flexibles para evaluar la ética de diferentes situaciones, superando  reglas como “no adelantar” para dar más espacio a los ciclistas, por ejemplo. Pero, ¿cómo deben programarse los autos sin conductor para reaccionar cuando se enfrenten a una crisis real? ¿Debería proporcionarse a los propietarios, configuraciones éticas ajustables?

El año pasado, en un discurso, Dieter Zetsche (presidente ejecutivo de la automotriz alemana Daimler) preguntó cuan autónomos deberían comportarse los coches “si un accidente es realmente inevitable y donde la opción es una colisión con un coche pequeño o un gran camión, conduciendo hacia una zanja o contra una pared, o correr el riesgo de golpear a una madre con un cochecito, o a una abuela de 80 años de edad.”

La Fundación Daimler y Benz han invertido más de €1.5 millones desde 2012 para apoyar a un equipo de 20 científicos a que examinen los efectos sociales de la conducción autónoma y algunos de los dilemas éticos que plantea.

Estas preguntas han sido previamente planteadas en el reino de los filósofos morales, como el profesor Michael Sandel de Harvard, cuando discuten si “¿podría ser justificado un asesinato?”. Pero ahora, directorios de empresas y propietarios de automóviles se encontrarán cada vez más debatiendo los méritos del ‘imperativo categórico’ de Immanuel Kant versus el utilitarismo de Jeremy Bentham.

Los avances en la salud también crean nuevos dilemas. Deberían ser prohibidos los medicamentos que mejoran la cognición para los usuarios ocasionales? En su libro “Bad Moves”, las neurólogas Barbara Sahakian y Jamie Nicole LaBuzetta destacan los desafíos éticos del uso de drogas inteligentes para mejorar el rendimiento académico.

Ellos pregunta: ¿Por qué tenemos una visión tan cerrada sobre el uso de esteroides por atletas que engañan en los Juegos Olímpicos, pero ignoramos a los estudiantes que usan drogas inteligentes para mejorar su performance cuando dan exámenes de ingreso a las universidades?.  

Los autos sin conductor plantean preguntas inquietantes sobre la vida y la muerte.
Los fabricantes de automóviles se están acercando con precaución a la carrera hacia los vehículos automatizados. 

Estudiantes de la Universidad de Duke en Carolina del Norte, EEUU, han presionado a las autoridades para modificar la política de honestidad académica de la institución para que se considere el “uso no autorizado de medicamentos con receta” como una forma de hacer trampa. Pero solo pocas universidades o empleadores parecen haber considerado este dilema.

“Estos medicamentos tienen el potencial de cambiar la sociedad en formas dramáticas e inesperadas”, dicen Sahakian y LaBuzetta en su libro: ‘Ahora es el momento de tener la discusión y el debate de la ética de estas ‘drogas inteligentes’ y el rol que deben desempeñar en la sociedad del futuro”, concluyen.

Por encima de todas estas complicadas cuestiones, surge una más grande: ¿quién es el responsable de asegurarse que los últimos avances tecnológicos no sean abusivos?

Los gobiernos nacionales y los parlamentos, preocupados por problemas mucho más urgentes, como la austeridad fiscal o el  flujo de refugiados, rara vez tienen el tiempo y la libertad política para considerar desafíos tan abstractos y menos aún para ayudar a establecer estándares o reglamentos internacionales.

Como en tantos otros ámbitos, parece inevitable que las regulaciones se arrastren detrás de la realidad. Además, ¿qué detendría a naciones rebeldes el ignorar las normas internacionales y que pongan en uso la edición de genes o el aprendizaje automático o tecnologías cibernéticas para usos destructivos?

¿Por qué es difícil enseñarles a los robots a elegir sabiamente?
Aún quedan preguntas sobre si las respuestas de las máquinas a los dilemas morales serán alguna vez  aceptables para los que pierden.

 

Los departamentos universitarios y centros de investigación ya desempeñan un rol útil en la difusión de los conocimientos y estimulando el debate. Pero normalmente  son dependientes de la financiación del sector privado y es poco probable que lleguen a soluciones radicales que restrinjan seriamente a sus patrocinadores.

Eso deja a gran parte de las empresas de alta tecnología a que se autorregulen. Algunos son, de lejos, las organizaciones mejor situadas para comprender los peligros potenciales de la tecnología y hacer algo para contrarrestarlos. Empresas como Google están formando consejos de ética para ayudar a supervisar sus propias actividades en áreas como la inteligencia artificial.

Pero, como vimos en el período previo a la crisis financiera de 2008, las instituciones del sector privado pueden a menudo esconderse detrás de una interpretación estrecha  de las leyes.

Algunos bancos también resultaron adeptos a explotar el arbitraje legal y normativo internacional.

Claramente, el llevar a la ley hasta el límite ha corroído los estándares éticos y ha dado lugar a una serie de abusos de todo el sector financiero. Al verano pasado (julio-agosto 2015), las instituciones financieras habían pagado más de US$ 235 mil millones en multas por incumplimientos de las normas, según datos compilados por Reuters.

Como dice un ex banquero: “No todo lo que es legal es ético.”

Este es un tema que las empresas de tecnología tendrán que enfrentar si no quieren que sus propias industrias sufran un latigazo regulatorio en el futuro. Lampadia

 




Entrevista sobre la transformación del empleo y las industrias

Entrevista sobre la transformación del empleo y las industrias

Terminando con nuestra cobertura del WEF en Davos sobre la cuarta revolución industrial, compartimos en Lampadia un video (y su transcripción en español), en el que Murad Ahmed, del Financial Times, entrevista a Erik Brynjolfsson, Director de la Iniciativa de la Economía Digital del MIT, sobre el aumento de la inteligencia artificial (IA), la forma en que va a transformar las industrias de todo el mundo y lo que conllevaría la también llamada ‘segunda ola’ de la robótica.

“La cuarta revolución industrial” abarca una gran cantidad de interesantes y prometedoras innovaciones tecnológicas en distintos campos, incluyendo inteligencia artificial, aprendizaje de máquinas, robótica, nanotecnología, impresión 3-D, genética y biotecnología. Estas tecnologías no sólo están evolucionando más rápidamente que nunca, sino que se superponen de un modo en que crearán una gran disrupción de la economía mundial, comenzando por los puestos de trabajo. Durante la conferencia del Foro Económico Mundial, se predijo que estas tendencias, junto con otros cambios socioeconómicos y demográficos, no conducirán al crecimiento del empleo, sino a una pérdida neta de más de 5 millones de puestos de trabajo en las 15 principales economías desarrolladas y emergentes para el 2020.

Esperamos que este diálogo ayude a ilustrar la importancia de este tema y sus consecuencias para todos nosotros.

Video publicado por el Financial Times

20 de enero 2016

Transcrito y traducido por Lampadia:

Entrevistador: En el Foro Económico Mundial en Davos, uno de los temas clave es el desarrollo de la Inteligencia Artificial y cómo esta transformaría las industrias en todo el mundo. Para conversar de este tema, se encuentra conmigo Erik Brynjolfsson del MIT.

Erik, usted es el autor del best-seller  “La Segunda Era de la Máquina”, pero también hemos tenido una serie de entrevistas sobre el IA, donde hemos dicho que esta tecnología va a darse y que sólo  falta tiempo, ¿qué es diferente ahora?

Erik: Ciertamente estamos viendo una explosión de interés, pero vale la pena señalar que incluso durante las conversaciones sobre la IA, la tecnología siguió avanzando, tal vez no estaba en los titulares, pero ahora lo estamos viendo no sólo en los titulares, no sólo en los laboratorios, sino también en nuestras vidas. Estamos empezando a ver los autos que se conducen solos, si uno camina por las calles, se ven a personas que hablan en sus teléfonos y no estamos hablando con otra persona sino con una máquina y esperan que éstas les respondan. Eso nunca ha había pasado en la historia. Las máquinas están diagnosticando cáncer y otras enfermedades: todo esto son  cosas que nunca hemos visto antes.

Entrevistador: Primero comentaste la primera ola de la IA, de cómo las máquinas ayudan a los seres humanos. Ahora háblanos de la segunda ola. Cuéntanos qué es.

Erik: Bueno, en la revolución industrial, las máquinas han comenzaron a automatizarse a sí mismas. Podemos citar a Andrew McAfee y a mí, en lo que hemos llamado “La Segunda Era de la Máquina”, como el momento en el cual las máquinas tienen una capacidad mental: el pensamiento. E incluso dentro de la segunda era de las máquinas, se puede distinguir aún más la primera ola: cuando tuvimos que enseñarle a las máquinas exactamente qué hacer; tuvimos que escribir paso a paso el código de cómo se sacan los impuestos. La nueva ola es diferente, porque las máquinas están empezando a aprender por su cuenta. Ellas están reconociendo rostros sin que les digamos exactamente qué buscar, sino analizando gran cantidad de ejemplos e interpretándolos. Así están aprendiendo sobre el lenguaje, están detectando fraudes y, esta ola, en la cual las máquinas se están enseñando a sí mismas, es fundamentalmente diferente a todo lo que hemos visto en la historia.

Entrevistador: Si las máquinas pueden pensar por sí mismas y aprender en la marcha, tampoco tendrán ninguno de los defectos de los seres humanos, por ejemplo tienen memoria perfecta. Por lo tanto, ¿no es una preocupación que las máquinas de IA sean mejores en todos los trabajos posibles y vuelvan redundantes a los seres humanos?

Erik: Bueno, quiero ser completamente claro: estamos a un largo, largo tiempo para que las máquinas sean mejores que nosotros en todo. Las máquinas no pueden recoger un centavo de una mesa con facilidad. ¿Alguna vez las has visto subir las escaleras? Hay cosas que un niño de dos o tres años puede hacer fácilmente, pero que las máquinas todavía no pueden, por lo que hay muchas cosas en las que nosotros tenemos ventaja, sobretodo en cosas como la creatividad y las habilidades interpersonales, motivar a la gente. Por lo tanto, veo grandes categorías en las que los seres humanos seremos mejores que las máquinas durante décadas. Ahora, eso no quiere decir que las máquinas no estén avanzando rápidamente en éstas características, especialmente en tareas rutinarias de procesamiento de información y pronto, tal vez en la conducción de camiones, por lo que son potencialmente millones de empleos los que se verán afectados. Lo que significa que tenemos que crear millones de nuevos puestos de trabajo en esas categorías en las que dije que los seres humanos son mejores que las máquinas.

Entrevistador: Por lo tanto, las tecnologías, a menudo hago este argumento de que la IA y las nuevas tecnologías crearán nuevos puestos de trabajo en el futuro, pero es difícil para los responsables políticos a pensar en esto sin saber cuáles podrían ser esos nuevos puestos de trabajo. ¿Tienes alguna idea?

Erik: Bueno, para ser justos, es mucho más fácil imaginar puestos de trabajo existentes y pensar cómo pueden ser automatizados que imaginar un trabajo completamente nuevo que nunca existió antes, así que si eso es difícil para mí, un profesor en el MIT, también será difícil para un periodista. Hay personas cuyo trabajo consiste en darse cuenta de eso y los llamamos emprendedores. Se les ha ocurrido una gran cantidad de nuevos tipos de puestos de trabajo. Por ejemplo, entrenar gente en internet, eso es algo que no hemos visto antes. Estamos viendo más y más tipos de tareas creativas donde la máquina hace parte del trabajo y el ser humano hace otra parte; por ejemplo, averigua sobre el plegamiento de proteínas, eso están haciendo. Pero este es definitivamente un reto y no debería ser mitigado o minimizarlo. Es un reto importante para nosotros pensar en los nuevos puestos de trabajo que sustituirán a los anteriores.

Entrevistador: Mientras se da esta gran disrupción, habrá una enorme ola de población afectada por el desplazamiento de empleos y otras cosas que traerán dificultades a sus vidas. ¿Cuál es tu consejo para los formuladores de políticas para hacer frente a este cambio épico?

Erik: Bueno, empieza con simplemente reconocer la enormidad del desafío que tenemos por delante. Hay una marea de cambio tecnológico que está por venir, lo veo en los laboratorios y sé que va a salir y que afectará pronto al resto del mundo, por lo tanto, los hacedores de políticas tienen que tomar en serio el hecho de que van a haber grandes disrupciones en las industrias y en los tipos de trabajos que están disponibles y hay un montón de cosas que podemos hacer en términos de reinventar la educación, concentrarnos más en las habilidades creativas e interpersonales que he descrito antes, impulsando el espíritu emprendedor para inventar nuevos puestos de trabajo, podemos pensar en nuevas formas de impulsar la investigación y desarrollo básico. Creo que en última instancia, tendremos que ser más cuidadosos con el sistema tributario y en cómo distribuimos la riqueza en la sociedad. Todos estos son los desafíos a los que nos enfrentamos más pronto que tarde.

Entrevistador: Muchas gracias, Erik.

Erik: Ha sido un verdadero placer.

Lampadia

 




Sobre los riesgos de la Inteligencia Artificial

Sobre los riesgos de la Inteligencia Artificial

Comentario de Lampadia

Una vez más queremos difundir información que nos permita crear nuestro propio criterio  la revolución tecnológica que ya envuelve a la humanidad, especialmente sobre la tecnología que amenaza ser la más disruptiva, la Inteligencia Artificial (IA). (Ver nuestro Repositorio: Revolución Tecnológica).

En esta ocasión compartimos dos artículos del Financial Times, el primero sobre el reto personal de Zuckerberg (Facebook), de crear un asistente personal con IA y al mismo tiempo que rechaza los riesgos más comentados y, el segundo, un diálogo abierto sobre los riesgos de un desarrollo descontrolado de la IA. Como parte de esta información incluimos además dos videos (en inglés) transcritos al español.

El tema de la revolución tecnológica es muy difícil de seguir en su cabal medida y por lo tanto, es igualmente complicado entender sus implicancias en las políticas de desarrollo de los países. Como hemos visto antes, su impacto en el empleo puede ser muy disruptivo. Pero en el caso de la IA, sus impactos pueden traer profundos cambios en la vida de los seres humanos mismos. Amenazando incluso nuestra supervivencia. Las siguientes líneas nos ayudarán a poner en perspectiva este último aspecto.

Zuckerberg rechaza temores sobre tendencias destructivas de la Inteligencia Artificial (IA)

Richard Waters y Hannah Kuchler en San Francisco y Murad Ahmed en Londres, 4 de enero 2016

Financial Times

Traducido y glosado por Lampadia

Zuckerberg (Facebook) cree que la IA puede desarrollarse para que ‘trabaje para nosotros’   ©Getty

Líderes tecnológicos como Elon Musk de Tesla Motors y el capitalista de riesgo, Peter Thiel han advertido que las tendencias destructivas de la IA pueden, algún día, amenazar a la raza humana. Pero Zuckerberg se ha impuesto el reto de construir este año su propio asistente personal con IA, rechazando los temores de que la ‘súper-inteligencia’ se comporte incontrolable y disruptivamente, como improbable.

En un post de la web de su compañía Facebook founder dijo que ha decidido construir una máquina inteligente que controle las funciones de su casa y que le ayude en el trabajo. Lo comparó con Jarvis, la computadora inteligente de las películas de Iron Man.

Su reto de este año es el primero que involucra un código de software para testear tan importante desarrollo para el futuro de Facebook. La compañía ya tiene dos equipos trabajando en inteligencia artificial – uno que se enfoca en investigación pura y otro que ve la forma de aplicar IA a las redes sociales.

El reto también enfatiza la carrera de IA que se está desarrollando entre las compañías líderes de internet que tratan de crear las vías para que las personas puedan interactuar con las máquinas. 

Facebook ha establecido tres laboratorios de IA, en Silicon Valley, New York y Paris y sus contrataciones de alto perfil incluyen a Yann LeCun, profesor de New York University, uno de los pioneros de ‘conocimiento profundo’ – una forma de IA que trata de imitar las capas de funcionamiento de neuronas del cerebro humano.

Zuckerberg dice que su trabajo lo lleva a temas técnicos profundos con los ingenieros de la compañía, y que construir su propia máquina inteligente traerá una nueva perspectiva en el trabajo.

Describió su proyecto personal como ‘una simple IA’, tomando un sistema al que pueda enseñar a reconocer su voz y a controlar todo en su casa – música, luces, temperaturas y otros.

También dijo que está interesado en usar reconocimiento de voz y rostros para identificar a quién estuviera en la habitación, por ejemplo, para ajustar la temperatura, pues él prefiere ambientes más frescos que su esposa.

Para ayudarse en su trabajo, Zuckerberg añadió que intentará enseñarle al sistema a convertir datos en representaciones visuales que pueda ver con su dispositivo de realidad virtual.

Hermann Hauser, un emprendedor científico de computadoras de Cambridge dijo que los avances recientes en algoritmos de aprendizaje de máquinas, el poder computacional y el acceso a inmensos volúmenes de datos, combinados permiten que los ingenieros de computadoras, puedan crear sistemas de IA. Pero el doctor Hauser dijo que le preocupaba que solo las más grandes compañías de Silicon Valley tuvieran acceso al nivel de información necesario para crear IA funcional, lo que concentraría poder entre esas compañías. “La gran preocupación que tengo es que el único camino para que esto funcione es tener acceso a grandes conjuntos de datos”, dijo. “La única gente que tiene acceso a esto son de Apple, Google, Amazon y Facebook.”

Los grandes avances en IA han llevado a líderes tecnológicos a advertir que algún día, las máquinas inteligentes podrían poner en peligro a la humanidad.

Zuckerberg calificó esto como “improbable … y mucho menos factible que desastres debidos a la dispersión de enfermedades, violencia, etc.”. Añadió: “Creo que podemos construir IA para que trabaje para nosotros y nos ayude”.

Hasta ahora, el experimento de Facebook más avanzado con IA ha sido la prueba de un asistente virtual llamado M, que opera en el Messenger de Facebook y promete servir los deseos de llamar un taxi hasta organizar una fiesta de cumpleaños. También ha utilizado IA para describir fotos a usuarios ciegos. 

           Ver video: Robots in the workplace

Comentario del Financial Times (Transcripción del video):

Andrew Hill (Editor de administración, Financial Times): Los humanos contra las máquinas es una historia tan antigua como la historia de la automatización, ya sea en el campo o en las fábricas, con la invención de la nueva tecnología siempre viene la promesa de una revolución de la forma en que trabajamos y seguramente con el temor de que se sustituyan los trabajos que ahora harían las máquinas. Después de un período de transición inquietante siempre han evolucionado nuevos puestos de trabajo. ¿Es diferente esta vez?

Martin Ford: Creo que ahora estamos en el momento en que la tecnología está  finalmente acá, cuando esta opción va a pasar y el hecho de que es, ya sabes, hemos tenido estas falsas alarmas tantas veces en el pasado que realmente es difícil para las personas aceptar esto, que es de donde viene una gran cantidad de la resistencia.

Andrew Hill: el libro de Martin Ford, “El ascenso los robots”, ganador del premio del  libro de negocios del año, de Financial Times y McKinsey, pinta un panorama sombrío del futuro en el que las máquinas desplazan a los seres humanos en todo menos en algunos roles muy especiales. Él prescribe soluciones económicas radicales, incluyendo un ‘dividendo ciudadano universal’ (ver en Lampadia: El futuro del empleo con Robots e ‘inteligencia Artificial’), pero advierte que la disrupción se extenderá a profesiones que se consideraban inmunes.

Martin Ford: Uno ve ahora impactos en el periodismo (reporteros) y en revisión de documentos y empresas de abogados, creo que va a escalar, que comenzará a impactar a cualquiera que haga análisis o escritos rutinarios, ya sabes, se reporta a los superiores y haces lo mismo una y otra vez, todo eso va a ser susceptible, eventualmente.

Andrew Hill: Pero desarrollos como los que trabajan en la vanguardia de la tecnología cognitiva de IBM ven el futuro de manera diferente. Las máquinas más sofisticadas trabajarán en conjunto con los humanos abriendo nuevas posibilidades en áreas de trabajo todavía inimaginables, al igual que la última ola de cambio impulsada por computadoras creó la profesión del ingeniero de software.

Guruduth Banavar (Vice Presidente, Cognitive Computing de IBM Research): En el futuro, cuando nos metemos en este mundo de datos a gran escala, el conocimiento y los sistemas cognitivos, creo que va a haber un tipo similar de nuevas profesiones en el área, lo que yo llamaría ingeniería del conocimiento, que comienza a partir de la toma de datos en bruto alcance hasta la creación y representación del conocimiento de las diferentes áreas que necesita ser complementado por los tipos de aprendizajes estadísticos más automáticos para ser aplicados a los datos en bruto a gran escala.

Andrew Hill: Watson de IBM, el sistema cognitivo de más alto perfil, ya ha golpeado al ser humano en concursos, pero Banavar ve esta tecnología como una forma de ayudar a los humanos expertos, no suplantándolos.

Guruduth Banavar: Bueno, mi opinión es que hay tantas dimensiones de la inteligencia que, de hecho, hay mucho desconocimiento acerca de lo que significa inteligencia. Sostenemos ideas al respecto, pero no entendemos que sólo estamos arañando la superficie de la inteligencia, así que creo que un mejor enfoque para nosotros en este momento sería construir máquinas que aumenten la inteligencia humana para resolver problemas prácticos y que ayuden a hacer frente a la enorme cantidad de datos y conocimientos que se han generado en el mundo.

Andrew Hill: Mientras los trabajadores de oficina tratan de adaptarse a las nuevas tecnologías, Banavar cree las computadoras ayudarán en la transición de la nueva era, educando en formas nuevas y enseñando nuevas habilidades, pero la clave para saber si esta transformación socava o simplemente perturba las economías y sociedades está en cuán lejos y cuán rápido progresa el cambio.

Martin Ford: Creo que incluso las personas que no compran por completo esta idea de la amplia automatización estarían de acuerdo en que, con claridad, las cosas van a avanzar más rápido y más rápido en el futuro. Quiero decir, yo no creo que haya ninguna duda de que algunas ocupaciones van a evaporarse, la gente, si quiere seguir siendo relevante tienen que reentrenarse o encontrar algo más que hacer. Creo que lo más importante de cara al futuro es estar en una posición en la que estés preparado para hacer eso.

Andrew Hill: Finalmente, optimistas y pesimista de la tecnología, pueden no estar tan distantes como parece que la naturaleza revolucionaria de la tecnología cognitiva podría traer una gran promesa. Ambos están de acuerdo en la necesidad de que las personas, las empresas y las sociedades se adapten. Ambos piensan que la educación y la reeducación pueden suavizar la transición, pero las áreas en las que difieren fundamentalmente, es que la velocidad y la escala del cambio están llenos de incertidumbre. ¿Quién esté en lo cierto determinará si el ascenso de los robots conduce a un futuro más brillante para muchos trabajadores o a uno mucho más oscuro.

Ya que hiciste preguntas complicadas sobre IA

Izabella Kaminska

18 de diciembre 2015

Financial Times

Traducido y glosado por Lampadia

¿Es la IA algo de lo que debemos preocuparnos?

Robots de un restaurante en Suzhou, China ©Getty

“Silicon Valley en movimiento para mantener segura la IA”

¿Es la IA algo de lo que debemos preocuparnos?

Bueno, ya sabes lo que dicen sobre IA…

No — ¿Qué?

Que los científicos dicen hace 40 años que la IA está a 40 años de distancia.

Bueno. ¿Entonces por qué todo el ruido?

Emprendedores de alto perfil y científicos han estado tocando las alarmas sobre el riesgo existencial que la IA trae a la humanidad. Elon Musk, el promotor de los autos eléctricos de Tesla tuiteó el año pasado que la IA era “potencialmente más peligrosa que las bombas atómicas”. Y el físico Stephen Hawking, ha advertido que “el desarrollo de inteligencia artificial puede significar el fin de la raza humana”.

¿Cuál es el riesgo inminente?

Los avances en sistemas de aprendizaje profundo – una forma de tecnología de algoritmos – ha permitido que las computadoras se involucren en tareas que antes solo podían ser hechas por los seres humanos. Estos descubrimientos se refieren a la habilidad de detectar pequeñas diferencias en el mundo, como reconocer patrones visuales de sonidos y, luego de ser capaces de responder a ellos con fluidez. En muchos casos esto ha creado una impresión convincente de acciones conscientes. Y como estos sistemas se ven y sienten inteligentes – aún cuando no hay inteligencia detrás de ellos – la gente está crecientemente inquieta.

¿O sea que estos desarrollos están mal representados?

Los científicos de computadoras te dirán que los intentos de aprendizaje de las máquinas usados por algo como el Google’s DeepMind no son nuevos. Lo nuevo es la velocidad de proceso y el tamaño del conjunto de datos manejados por los algoritmos. Musk y Hawking están entre los que creen que un programa de ‘superinteligencia’ autónoma puede colarse, pues podría aprender de sí mismo exponencialmente.

¿Pero es correcto hacer ese supuesto?

Científicos como Simon Stringer del ‘Oxford Centre for Theoretical Neuroscience and Artificial Intelligence’ son escépticos sobre la idea de que se combinen las fuerzas de computación exponencial con estrategias de aprendizaje de máquinas que lleven a un tipo de IA que pueda ser una amenaza a los humanos. Estos modelos tienen muchas aplicaciones – la habilidad de tranzar en mercados o de navegar autos sin piloto – pero no pueden resolver los problemas de replicar la conciencia. Y todos ellos dependen de seres humanos para su intelecto. Un sistema verdaderamente consciente tendría que entender el mundo sensorial de la misma manera en que lo hace el cerebro humano. El trabajo de Stringer se focaliza en alcanzar eso, pero el no cree que lleve a la superinteligencia. Él espera lograr la inteligencia de una rata.

¿No sería inteligente cubrir el riesgo, por si acaso?

Musk y el financiero de Silicon Valley, Peter Thiel, piensan así, por lo cual ellos y otros han anunciado un proyecto de US$ 1,000 millones para desarrollar IA en una forma que sea más probable de beneficiar al conjunto de la humanidad. Su proyecto OpenAI, será un movimiento sin fines de lucro que conduzca investigación de IA con código abierto y que comparta sus hallazgos con todos. Otros fundadores de OpenAI incluye a Amazon Web Services e Infosys, así como inversores individuales como Sam Altman, presidente de Y Combinator, una incubadora de start-ups de California.

¿De verdad los billonarios del club de élite de Silicon Valley alinean sus intereses con los de la humanidad?

Los cínicos sugerirían que este es un intento de evitar que las ventajas de la IA sean monopolizadas por una corporación o una persona. Un plan para compartir libremente la tecnología de IA no es lo mismo que frenar el conocimiento para que un sistema de inteligencia artificial sea creado y usado por un mal actor; o prevenir que una IA autónoma de aniquilar la humanidad. A lo máximo permite que la emergencia simultánea de muchos tipos de IA con los buenos protegiéndonos de los malos.

¿Pero qué pasaría si todos ellos se coluden contra la humanidad?

Exacto. Pero esa es una pregunta inconveniente para los billonarios de Silicon Valley.

¿Cómo así?

Si la IA posee realmente un riesgo existencial para la humanidad, lo mejor sería suspender todos los desarrollos. Imagínate lo que una moratoria del desarrollo de IA haría en la valorización de las compañías de tecnología.

Se convertirían en nuevas compañías de combustibles fósiles. O sea que no sería una gran sorpresa si ellas forman un grupo de lobby para promover un desarrollo responsable. 

Ver video: AI and the future for humanity

FT Negocios (Transcripción del video)

Ravi Mattu, Editor de Tecnología, FT

Durante casi 400 años, la Royal Society en Londres ha sido la sede de los líderes del pensamiento para discutir cómo la ciencia puede beneficiar a la humanidad. Desde Isaac Newton a Charles Darwin, los científicos se han reunido en estas habitaciones para considerar los temas más importantes del día. Ahora esta venerable institución está presentando una serie de eventos para la era de Internet. La primera reunión es una conferencia de un día sobre el aprendizaje de las máquinas, el proceso mediante el cual las computadoras son capaces de funcionar sin ser explícitamente programadas. Uno de los expertos que hablan en el evento en la Royal Society es Nick Bostrom, director del Instituto del Futuro de la Humanidad de la Universidad de Oxford y autor del best-seller “Súper-Inteligencia”. Él dice que podría haber un momento en el futuro cercano, cuando las máquinas sean más inteligentes que los seres humanos y tenemos que hacer más para abordar el riesgo potencial de ello.

Habrá una gran intersección en la historia humana, cuando hagamos la transición de una era dominada por la inteligencia biológica a una era dominada por la inteligencia artificial. No es algo necesariamente inminente, de hecho, creo que tenemos muy poca evidencia acerca de la línea de tiempo para estos desarrollos, pero con el tiempo, tal vez a lo largo de décadas o más tiempo, vamos a encontrar la manera de producir en las máquina el mismo proceso que hace inteligentes nuestros cerebros. Y va a ser realmente una invención como ninguna otra, el último invento, yo pienso, el último invento que los humanos alguna vez tengan que hacer porque después usted tendrá una máquina súper inteligente que lo hará mejor que nosotros. Incluso si esta transición es aún bastante lejana, las consecuencias son enormes y vale la pena empezar a pensar en ello desde hoy.

Si usted le cree a Hollywood, estas consecuencias pueden verse bastante aterradoras. Películas como Terminator y The Matrix sugieren que la inteligencia artificial podría ser la mayor amenaza para el futuro de la humanidad. Bostrom no cree que las películas de ciencia ficción sean una buena guía del futuro, no es el único que toca una campana de advertencia. El físico Stephen Hawking, que se basa en una forma de IA para comunicarse, ha dicho que un completo desarrollo de la inteligencia artificial podría significar el fin de la raza humana.

Súper-Inteligencia es algo potencialmente muy potente, al igual que la inteligencia humana es una cosa muy poderosa en relación con otras criaturas biológicas, que nos dieron a los humanos una posición inusual y dominante en el planeta. No es que tengamos músculos más fuertes o los dientes más afilados, es nuestro cerebro, que es ligeramente más inteligente que nos ha permitido los grandes avances desarrollando tecnologías, planes y organizaciones. Fundamentalmente las mismas razones, si usted tiene algo que supera nuestra inteligencia tanto como la nuestra supera la de los animales, esa cosa podría ser muy poderosa y puede ser capaz de dar forma al futuro de acuerdo a sus preferencias.

Así es que usted dice que uno de los posibles riesgos es que el dispositivo, las tecnologías que creemos podrían llegar a dominar?

Sí, creo que es un tipo de escenario posible, el futuro de los gorilas hoy depende mucho más de nosotros, de lo que los humanos decidan hacer, que de lo que los gorilas mismos decidan hacer. Del mismo modo, si hubiera máquinas súper-inteligentes, entonces nuestra suerte, el futuro de la humanidad, puede depender más de sus decisiones y de sus acciones. Entonces se convierte en algo muy importante que las preferencias de esta superinteligencia coincida con las nuestras, que estén lo suficientemente bien alineadas, que realmente se preocupen por el mismo tipo de cosas que nos importan, eso no es algo que no podemos dar por hecho, tenemos que actuar juntos para que en el momento en que necesitemos saber cómo controlar la súper inteligencia, podamos resolver el problema y parece que a partir de la limitada  investigación que se ha hecho hasta ahora, esto parece ser un problema realmente difícil .

¿Es usted optimista sobre a dónde vamos ?

¿Eres neutral, o estás muy ansioso?

Teniendo en cuenta nuestro estado actual de conocimiento podemos ver en la mesa, resultados extremadamente buenos y muy extremadamente malos. Yo creo que el resultados del tipo intermedio se ve probable cuando extrapolamos más hacia el futuro y que el destino de más largo plazo para la humanidad y pienso que es más probable que no sea ninguno de los extremos, ya sea la extinción o algo tan malo como la extinción, o un resultado extremadamente utópico.

El avance tecnológico es imparable. Los riesgos indicados son probables y de muy alto impacto eventual. Todo esto puede estar lejos, pero eso no disminuye sus posibles efectos. Nos parece que ya es hora de que la humanidad inicie un proceso de fijación de reglas éticas que regulen el comportamiento de las máquinas súper-inteligentes. Este es otro aspecto en el que la humanidad necesita desarrollos positivos de gobernanza global. Ver en Lampadia: Inteligencia Artificial: ¿Se puede controlar?

Para empezar, reflexionemos sobre las tres leyes de la robótica de Isaac Asimov:

1. Un robot no puede causar daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.

2.- Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la primera ley.

3.- Un robot debe proteger su propia existencia, en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o segunda ley.

Lampadia

 

 

 

 

 

 

 

 




El futuro del empleo con Robots e Inteligencia Artificial (II)

El futuro del empleo con Robots e Inteligencia Artificial (II)

El siguiente artículo ha sido publicado en nuestra sección Revolución Tecnológica, con el fin de enriquecernos con este tema tan importante. Acá depositaremos distintos análisis de la revolución tecnológica en los sectores económicos, sociales y políticos del mundo, además de su impacto en el Perú y cómo debemos prepararnos para aprovecharla al máximo.

En noviembre pasado publicamos un artículo sobre el impacto de los Robots con Inteligencia Artificial en el empleo en un futuro próximo:  Un futuro angustiante cada vez más presente – El futuro del empleo con Robots e ‘Inteligencia Artificial’. En dicho artículo dejamos para una siguiente ocasión la presentación del libro: ‘Artificial Inteligence – Workless Society: When Robots take over’ (Inteligencia Artificial – La sociedad sin empleo: Cuando los robots se hagan cargo), de Kalman Toth (M.A. M Phil., de Columbia University.

A continuación presentamos el posible escenario que puede estar a la vuelta de la esquina y que representa una transformación absoluta de la vida de los seres humanos. El contenido de esta nota puede parecer chocante, de hecho nos plantea un escenario difícil de aceptar, en el que los seres humanos, con vidas más largas que las actuales, no tenemos claro como podríamos tener vidas significativas. A pesar de compartir estas angustias, consideramos que nuestros lectores deben conocer estos temas y de la conciencia sobre ellos, saber tomar decisiones sobre nuestro futuro, que puede sufrir las consecuencias de un mundo ‘poco humano’ o beneficiarse haciendo un gran esfuerzo por lograr un espacio de bienestar general sobre la base de nuestras potenciales capacidades. Lampadia

Inteligencia Artificial. Traducido y glosado por Lampadia.

En la era de la Inteligencia Artificial (IA), los robots podrán realizar todos los trabajos. Sólo las siguientes categorías de empleo quedarán libres para los seres humanos:

  1. Empleos que por un mandato de ley serán de humanos; tales como policía, oficial de la marina y congresista.
  2. Puestos de trabajo para humanos-proxy como médico proxy; no es necesario trabajar, simplemente mantener vigente el conocimiento en caso de que los robots médicos estén en huelga o haya una rebelión robot.
  3. Puestos de trabajo que requieran tacto humano como meseros humanos en un restaurante en lugar de meseros robot.
  4. Emprendedores.

¿No te gusta tu trabajo? ¿La paga no es buena? Espera y verás. Pronto los Robots+IA se harán cargo de muchos puestos de trabajo indeseables. ¿Te gusta tu trabajo? ¿La paga es buena? Los Robots+IA se harán cargo de los trabajos deseables también, debido a consideraciones de beneficio empresarial. ¿Eres es el CEO (Chief Executive Officer) y sientes que tu trabajo está asegurado? No en la era de la Inteligencia Artificial. Los propietarios de la empresa te sustituirán por un director ejecutivo IA. La probabilidad de que un robot con un IQ de 250 y un MBA, educación de primera calidad y una excelente experiencia en tomar mejores decisiones de negocios que un MBA humano con IQ de 130 te reemplace. Además, la clonación de un robot exitoso con MBA es bastante simple. Humanos con MBAs, por otro lado, no pueden ser clonados. ¿Qué pasa si eres un experto y respetado cirujano? Un robot te reemplazará con capacidades de 24/7 (24 horas y 7 días de la semana) para realizar cirugías. Un robot de propósito general con un IQ de 150 puede sustituir a cualquier trabajador humano en el mundo, con la formación adecuada. Una enfermera registrada robot (ERR) podría practicar en varios hospitales después de su graduación bajo supervisión constante y orientación 24/7. Después de alrededor de 3 años, tras pasar una serie de exámenes y entrevistas con los principales expertos de enfermería humanos, sería clonada 100,000 veces, creando 100,000 nuevas enfermeras robot con experiencia. En Suiza, los grifos de autoservicio sin ningún humano alrededor son comunes. La razón es que el trabajo humano es muy caro en Suiza. En la era de la IA, todo eso va a cambiar. Los robots de bajo costo ayudarán con el bombeo del gas en los grifos. ¿Deberemos seguir formando médicos humanos cuando los médicos robot con IQ de 250 estén funcionando excelentemente? ¿Deberíamos mantener a nuestras fuerzas armadas humanas en caso que los robots se rebelen y tengamos que destruirlos? ¿Qué hay de la policía? ¿Deberíamos permitir que los agentes de policía sean robots?

Entonces, ¿qué nos pasaría a nosotros? Los seres humanos se definieron a sí mismos desde hace miles de años como personas que trabajaban. Bueno, tenemos que redefinirnos a nosotros mismos con actividades de ocio y vivir con el “Ingreso Ciudadano” enviado por nuestro gobierno mensualmente. Habrá oportunidades de ganar un ingreso extra por ser dueño de robots (empresarios). Un equipo de 10 robots especializados en la escritura de canciones, por ejemplo, puede escribir una canción que logre millones de dólares en regalías. Si eres del tipo de personas que les gusta el aire libre, te encantará la sociedad sin trabajo; podrás dedicarle más tiempo al aire libre.

¿Existen ejemplos de “Ingreso Ciudadano”? Muchísimos. Los residentes de Alaska recibieron pagos regulares por años debido a los enormes ingresos petroleros generados en el estado. Los Emiratos Árabes, ricos en petróleo, ofrecen a sus ciudadanos educación gratuita, atención médica, servicios públicos subsidiados, terrenos gratuitos, préstamos sin intereses para la construcción de viviendas y un monto de US $ 19,000 para sufragar los gastos de la boda (2007), por mencionar sólo algunos de los muchos beneficios. En los EAU, los expatriados (extranjeros no ciudadanos) corresponden a los robots inteligentes del futuro. Chisasibi (James Bay, Quebec) es una comunidad de Cree que ofrece pocos empleos. Su reubicación forzada por Hydro Quebec de su isla ancestral a la orilla del Grand River los dejó dependiendo del dinero de asistencialismo de Hydro Quebec. La mayoría de los hombres desempleados de Cree en Chisasibi se dedican a la caza, captura y actividades de pesca, pero toda la captura se limita al consumo local, por lo tanto no hay oportunidades de negocio aquí. Mientras la nación Cree ha gestionado con éxito sus recursos naturales, como manadas de caribúes, durante miles de años, ahora los hombres blancos dictan las normas para la caza y la pesca. El nivel de alcoholismo es altísimo. (El autor de este libro, KT, visitó Chisasbi y las plantas hidroeléctricas cercanas a 19 horas en auto de Montreal utilizando carreteras de altísimo nivel).

La ecuación de negocio es muy simple para un empleador: cuatro programadores de computadoras humanos de medio millón de dólares al año o un robot programador de computadoras experimentado con un coeficiente intelectual de 250 de un costo único de US $ 100,000.

Dado que la energía de las computadoras es prácticamente ilimitada, se puede lograr un nivel de inteligencia ilimitado. Supongamos que nosotros, los humanos, somos capaces de crear robots con rango de coeficiente intelectual de 150 a 1,000. Luego, a su vez, los ingenieros robot con un IQ de 1,000 pueden crear robots con un coeficiente intelectual hasta de 10,000. La cadena puede continuar creando robots con IQ cada vez más altos. El resultado neto es una economía constantemente en expansión y un nivel de vida cada vez mayor para los seres humanos. Robots con IQ de 250 no van a crear puestos de trabajo para personas de IQ de 150; más bien van a crear puestos de trabajo, principalmente para los robots y pocos para los seres humanos.

La idea de que existen puestos de trabajo que los seres humanos pueden hacer mejor que los robots de alto coeficiente intelectual es absurda. Una vez, en Tokio, me di cuenta de que un violinista gitano húngaro estaba tocando en el restaurante francés de un hotel internacional de altísimo nivel. Al final resultó que eran un hombre japonés con maquillaje y partituras. Un robot también puede hacerse pasar por un violinista gitano húngaro con toda la partitura en su memoria electrónica. No todo el mundo puede ver un musical de Broadway. En el futuro, será posible clonar un musical de Broadway con cantantes y bailarines robots, incluso en ciudades más pequeñas.

No es válido comparar a los Robots+IA con previos avances tecnológicos al afirmar que el desarrollo IA creará puestos de trabajo para los seres humanos. Los Robots+IA reemplazan a los humanos pensantes que trabajan en todos los puestos de trabajo que se les permitan, no sólo en algunos puestos de trabajo, y a una fracción del costo. Sin embargo, ¿quién es un mejor conductor, el humano o el IA? No tan rápido. Un conductor humano sólo tiene dos ojos y puede beber y conducir. Un conductor IA puede tener 10 “ojos” (cámaras) y comunicaciones electrónicas con todos los autos alrededor brindándole información sobre velocidad y dirección. Claro, se crearán algunos puestos de trabajo para los seres humanos en la economía robot en expansión, pero estos serán puestos de trabajo muy especiales como un concejal  de conflictos humano-robots. Se podría asumir que el desempleo alcance el 75% de la población cuando la economía AI aflore.

Consideremos empleos de libre mercado para los seres humanos. Supongamos que hay dos restaurantes a cada lado de la carretera. Uno tiene meseras robots hermosos, el otro tiene meseros humanos reales hermosos para el gusto humano. Las comidas en el restaurante de humanos cuestan un 20% más. Probablemente, el restaurante de humanos salga perdiendo. No obstante, pueden existir empleos con un toque humano en las empresas a un precio superior. Llegará el día en que tengamos que preguntarle a la mesera, “¿Eres humana?” “¡Sí!” La mesera robot puede mentir.

Sin embargo, si tenemos que mantener una fuerza de trabajo educada, aunque inactiva (humano-proxy) en la era de la Inteligencia Artificial. Necesitamos médicos humanos, ingenieros humanos, científicos humanos y gerentes de negocios humanos para protegernos de la dominación total por robots.

En la era de la inteligencia artificial, todo el mundo va a obtener educación universitaria gratuita. No cualquier tipo de educación de segunda clase, sino educación superior con profesores robot de primera categoría. Sin embargo, el propósito de la educación en la mayoría de los casos no será para conseguir un trabajo, sino más bien para el empleo de los conocimientos o unirse a la fuerza de trabajo de proxy humano. Hay cuestiones motivacionales asociadas con un proxy-médico como profesional, por ejemplo, la capacitación constante, con la única oportunidad para curar a alguien sólo cuando haya huelga robot médica o una revolución.

Cobrarle impuestos a las empresas y pagar el Ingreso Ciudadano es sin duda el camino a seguir en la era de la IA. Una fracción de la población puede obtener ingresos adicionales en empleos de toque-humano, humano-proxy, o trabajos impuestos por ley para humanos. ¿Qué pasa si no cantas, bailas ni eres atractivo?, ¿cómo conseguirías un trabajo de toque humano? En ese caso, es posible que sólo puedas disfrutar de la vida con el Ingreso Ciudadano y tendrás que encontrar una afición como visitar todos los parques nacionales en Estados Unidos y Canadá.

¿Qué pasa si estás desesperado por un trabajo en una sociedad sin trabajo? Hay algunas oportunidades, pero la competencia es dura. Los empleos que serán de humanos por ley serán: policía, en el gobierno, militares, Guardia Costera y de relaciones con robots. Los empleos de toque humanos serán: recepcionista, camarero, camarera, actor, cantante, vendedor de autos y agente de bienes raíces. Puestos de trabajo de proxy-humanos: mecánico automotriz, ingeniero, científico, enfermeras, médicos, y administrador de negocios.

A lo largo de la historia humana, siempre ha habido un segmento de la sociedad con un estilo de vida sin trabajo: reyes, príncipes, dictadores, dueños de esclavos y los ricos ociosos. Así que el estilo de vida inactivo no es exactamente desconocido. La diferencia en la próxima era de la inteligencia artificial es que no sólo será para una pequeña clase privilegiada, sino para todo el mundo. El Ingreso Ciudadano es como retirarse a los 20 años sin hacer ningún trabajo. ¿Por qué merece un joven de 20 años una jubilación instantánea? Porque la humanidad es inteligente e inventó al Robots+IA para que haga todo el trabajo. ¿Por qué el hijo o la hija de un príncipe llevan un estilo de vida inactivo?

¿Qué pasa si un hermoso mesero robot pretende ser un mesero humano? ¿Cómo puedes distinguirlo sin romper sus brazos? No habrá manera fácil de notar la diferencia. La implicación es que no hay demasiados puestos de trabajo que estén disponibles para los seres humanos. Vamos a tener que aceptar la vida del ocio con el Ingreso Ciudadano. La moralidad humana tiene que ser redefinida.

La revolución de las computadoras llevó a la automatización en el procesamiento de datos, fabricación y operación de productos como el automóvil. La revolución de las computadoras también impulsó increíbles avances en telecomunicaciones coronados por la maravilla del Internet, lo que dio lugar a la totalidad de las nuevas industrias tales como las redes sociales y también expandió la globalización. En el camino, muchos puestos de trabajo fueron eliminados o transferidos a países de bajos salarios. Un ejemplo conocido es el software de procesamiento, el cual acabó con los puestos de trabajo de muchas secretarias prominentes en la era de la máquina de escribir. La revolución informática amplió las economías de América y muchos países desarrollados. La revolución de las computadoras también transformó la economía comunista de China en una economía moderna formidable. La revolución de las computadoras y la expansión han creado más empleos que los que ha eliminado. Trabajos como ingeniero de software, optimización de motores de búsqueda (SEO) y personal de la tienda de telefonía móvil. El gran cambio con la tecnología de IA es que los robots inteligentes harán que los tres trabajos ya mencionados serán redundantes para los seres humanos. L

 




El futuro del empleo con Robots e ‘Inteligencia Artificial’

El futuro del empleo con Robots e ‘Inteligencia Artificial’

En los últimos días han llegado a nuestras manos varias publicaciones recientes referidas al impacto de los robots con Inteligencia Artificial (IA) en el futuro del empleo. Todas las publicaciones coinciden en que se producirán cambios dramáticos en un futuro muy cercano. Unas son más alarmistas que otras, pero es muy claro que la revolución de la inteligencia artificial, o inorgánica, nos presentará grandes retos y oportunidades, si sabemos prepararnos, tal como hemos indicado con anterioridad en Lampadia

En este artículo glosaremos referencias a las publicaciones indicadas líneas abajo, excepto a la primera que por su impacto merecerá una nota especial más adelante.

1. El libro ‘Artificial Inteligence – Workless Society: When Robots take over’ (Inteligencia Artificial – La sociedad sin empleo: Cuando los robots se hagan cargo), de Kalman Toth (M.A. M Phil., de Columbia University.

Se analizará en otra publicación. 

 

2. El artículo publicado por el World Economic Forum, ‘The 12 jobs at risk of being replaced by robots’ (Los 12 empleos con mayor riesgo de ser reemplazados por robots) de Haley Peterson.

El CEO Panera Bread (una cadena de restaurantes conceptualmente contraria a las de comida rápida), Ron Shaich, dice que los robots reemplazarán finalmente a sus trabajadores. Panera ha estado implementando estaciones de pedidos en pantallas táctiles para los clientes, que les permiten eludir la interacción con los trabajadores mientras cenan en el restaurante. Pero los robots y las computadoras “inteligentes” no sólo están amenazando los empleos de los trabajadores de Panera. Podrían reemplazar hasta la mitad de la fuerza laboral de Estados Unidos en la próxima década o dos, según un informe de Bloomberg, publicado el año pasado. El informe cita un estudio de la Universidad de Oxford que identificó más de 700 ocupaciones en riesgo de automatización informática.

Los puestos de trabajo que están en mayor riesgo, según el estudio son:

3. El artículo de Andrew Hill, del Financial Times, ‘Robots capture 2015 business book award’ (Los robots capturan el premio del libro del 2015).

‘Los Robots’ reciben el premio del libro de negocios de 2015, según el concurso organizado por el Financial Times (FT) y McKinsey. The Rise of the Robots, de Martin Ford ganó US$ 30,000 del premio otorgado por los organizadores hace un par de días. Según la publicación del FT, es un análisis inquietante y a menudo sombrío del futuro del trabajo automatizado. Ha sido nombrado como el libro de negocios del año.

Three of the six finalists in the 2015 Financial Times and McKinsey Business Book of the Year Award

El libro, reseñado en Lampadia el pasado 12 del presente bajo el título: El inexorable ascenso de los robots, refleja la creciente ansiedad sobre el posible impacto negativo de la automatización en el empleo, desde la fabricación hasta los servicios profesionales. El subtítulo de la edición del Reino Unido advierte sobre “la amenaza del desempleo masivo” y, la edición de EEUU, prevé “un futuro sin empleo”.

Ford, fundador de una empresa de desarrollo de software de Silicon Valley, sugiere que “una reestructuración fundamental de nuestras reglas económicas” puede ser necesaria para mitigar el impacto del avance de la robótica y la automatización. Él propone una renta básica mínima garantizada – o “Dividendos de Ciudadanos” – como un paliativo al desempleo. “No todos los jueces estuvieron de acuerdo con las propuestas del libro, pero nadie duda la fuerza de sus argumentos”.

4. La nota de El País de España, de Luca Constantini, ‘La revolución imparable de los robots’

La revolución imparable de los robots nos dice que el crecimiento de la industria robótica, desde los drones hasta los productos para el hogar, modificará el empleo y los hábitos de las sociedades desarrolladas. Desde las tareas del hogar hasta el sector aeroespacial; de la agricultura a la sanidad y la educación; desde el ocio a la industria militar. La robótica revolucionará la economía en los próximos diez, según un estudio del Bank of America Merril Lynch. Los robots pasarán a ejercer el 45% de los trabajos de fabricación en los próximos 20 años, frente al 10% actual. Una verdadera revolución industrial asimilable a la de hace casi dos siglos, cuando la introducción de la máquina de vapor dio paso a una economía urbana e industrializada, dejando atrás un modelo basado en la agricultura.

En 2014, la venta de robots creció un 29% respecto al año anterior. Fue el tercer año de crecimiento consecutivo, que se concentró en los sectores punta digitales y la impresión en 3D. El informe de Merril Lynch destaca ocho sectores estratégicos donde los robots tendrán un efecto económico revolucionario: inteligencia artificial, defensa e industria aeroespacial, transportes, finanzas, salud, producción industrial, servicios domésticos y minería.

La llamada inteligencia artificial, es decir, la robótica en su aspecto más teórico (informática, matemático y lógica) relacionada con el Internet de las cosas crecerá en un 36% hasta 2020, gracias a empresas líderes como Apple, Facebook, Google, Hitachi o IBM.

Pero los robots implicarán cambios profundos también en la esfera privada de las personas. En el transporte, con los coches sin conductor, en la vigilancia y seguridad, y sobre todo en la sanidad, donde la automatización ofrecerá productos de uso doméstico y asistencia a las personas que padecen algunas limitaciones físicas o discapacidad, como prótesis motorizadas que se adapten por completo a la necesidad de los pacientes. Se estima que unos 78.000 robots médicos, con particular énfasis en la cirugía asistida, sistemas de navegación remota, cámaras microscópicas de alta definición y sensores de movimiento se venderán en el próximo trienio. En 2014, por ejemplo, el valor de las ventas de robots médicos fue de más de 1,320 millones de dólares, el 35% del total de las ventas de robots de servicios profesionales, según la Federación Internacional de Robótica.

Frente al auge de la inteligencia artificial, la Unión Europea ha implementado programas para invertir en la robótica civil. En 2014, la Comisión dio luz verde a un paquete de inversiones de 700 millones de euros para EuRobotics, una coalición de compañías y centros científicos cuyo objetivo es fomentar la investigación en este sector.

5. Y, ‘Obreros mecánicos, al acecho del mercado laboral’, igualmente de El País de España.

La nota de El País, Obreros mecánicos, al acecho del mercado laboral, concluye del informe de B.A. Merril Lynch que su efecto sobre el empleo será que: casi uno de cada dos puestos de trabajo podría desaparecer en los próximos veinte años por efecto de esta revolución, cuyo efecto puede ser incrementar la productividad en un 30% y reducir los costos laborales entre un 18% y un 33%. Entre 2015 y 2018, por ejemplo, la Federación Internacional de Robótica calcula que se venderán más de 8.000 robots “ayudantes” o “humanoides” que podrán realizar las tareas cotidianas de la oficina y del hogar.

Merril Lynch estima que serán, sobre todo, los trabajos manuales, y los que necesitan menos creatividad, aquellos que la robótica podrá reemplazar con más facilidad. Asimismo, los reporteros de prensa escrita se reducirán en un 13% hasta 2022, y los asistentes de vuelo en un 7%, según los pronósticos de Carrer Cast.

Andy Haldane, economista jefe del Banco de Inglaterra, advirtió el pasado 12 de noviembre durante un encuentro con los sindicatos británicos de que el principal peligro de la revolución robótica puede ser una paulatina reducción de los salarios. “Las máquinas son cada vez más inteligentes, y cuánto más mejoran, mayores son las probabilidades de que el espacio para las habilidades exclusivas de los seres humanos quede reducido. En el pasado, el impacto de la tecnología sobre la distribución del trabajo parece haber sido neutral. Pero esta vez podría ser diferente”, agregó Haldane, quien sugirió como posibles soluciones reformas del sistema educativo y nuevos modelos de propiedad de las compañías.

La cuestión ahora es si el ciclo tecnológico seguirá el patrón de las evoluciones industriales de los últimos dos siglos, cuando los aumentos de productividad se tradujeron en aumentos salariales, o si la sustitución de trabajadores por máquinas significará una caída permanente de los ingresos.

Nuestras conclusiones:

Evidentemente, estos procesos son ineludibles y más vale reconocerlos a tiempo y prepararse para que los peruanos puedan estar más cerca de las oportunidades que de las amenazas. La revolución de los robots con Inteligencia Artificial producirá necesariamente un incremento inmenso de la productividad y generación de riqueza. Nosotros estamos lejos de ser los líderes en ese desarrollo tecnológico pero, con la dotación de nuestras inmensas reservas de recursos naturales, si los ponemos en valor, podremos venderlos a muy buenos precios a las sociedades más ricas que así compartirán con nosotros parte de esa nueva riqueza.

Esto no debiera ser visto como un destino permanente, sino como una etapa en la que deberíamos canalizar esa riqueza a nivelar las condiciones de vida y trabajo de nuestra población con las de los países más ricos, mejorando la educación, salud, infraestructuras, etc.

Nuestros recursos naturales son la mejor palanca para crear desarrollo en el Perú en el más corto plazo. Mientras la humanidad se encamina hacia un nuevo estadío de desarrollo, en lugar de sabotear las inversiones o de ponerles cortapizas normativas, tenemos que acelerar la puesta puesta en valor de nuestros recursos. Esta vez no podemos equivocarnos de la mano de minorías politizadas. Lampadia