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Sobre cómo acercarse a la felicidad

La felicidad es uno de los objetivos más importantes en la vida, sin embargo, es también uno de los más difíciles de estudiar. El psiquiatra Robert Waldinger es el director del Harvard Study of Adult Development (Estudio de Desarrollo de Adultos de Harvard), uno de los estudios más largos y más completos de la vida adulta jamás realizados. Waldinger describe algunos de los secretos de la felicidad revelados por el estudio en una reciente charla (video) en TED.com  (que publicamos líneas abajo).

Este extraordinario estudio empezó hace 75 años con 724 participantes, la mitad eran estudiantes de Harvard y la otra jóvenes de uno de los barrios más pobres de Boston en 1938. La investigación ha pasado por 4 generaciones de participantes, y de los iniciales solo quedan vivos 60 al día de hoy. Pero al tratarse de un estudio tan extenso y con una muestra tan diversa, sus conclusiones tienen un especial valor.

Durante todos esos años los investigadores hicieron encuestas periódicas a los participantes, preguntando por su nivel de satisfacción con su matrimonio, trabajo y actividades sociales. Incluso cada 5 años los sometían a una revisión médica completa. Su objetivo era encontrar el secreto de la felicidad, cual era la clave más importante para ser feliz en esta vida. Hace poco,  los investigadores le preguntaron a un grupo de estudiantes cuál era su objetivo de vida, el 80% respondió que ser rico y el 50% añadió que ser famoso. Veamos que dice el estudio desde la realidad en comparación con dicha pregunta. 

Fuente: TED

Lo que encontró el estudio de Waldinger es que la gente más sana y feliz invertía más en sus relaciones familiares y sociales que el resto de personas. “El mensaje más claro de estos 75 años de estudio es este: Las buenas relaciones nos hacen más felices y más saludables. Punto.” Afirma Waldinger. Y es que existe una relación directa entre las relaciones personales con la calidad y esperanza de vida, concluyendo que cuanto más fuertes sean nuestros lazos sociales menos enfermedades sufriremos al envejecer.

Waldinger resume su investigación en 3 puntos principales:

1. Las conexiones sociales nos hacen bien y la soledad nos mata

Resulta que las personas con más vínculos sociales con la familia, los amigos, la comunidad, son más felices, más sanos y viven más que las personas que tienen menos vínculos. Y experimentar soledad resulta ser tóxico. Las personas que están más aisladas de lo que quisieran de otras personas encuentran que son menos felices, son más susceptibles a recaídas de salud en la mediana edad, sus funciones cerebrales decaen más precipitadamente y viven menos que las personas que no están solas.
 

2. Lo que importa es la calidad de las relaciones más cercanas

Las personas más satisfechas en sus relaciones a los 50 años fueron las más saludables a los 80 años. Las relaciones cercanas parecen amortiguar algunos de los achaques de envejecer. Pero las personas que estaban en relaciones no felices, los días que informaban tener más dolor físico, este se magnificaba por el dolor emocional.
 

3. Las buenas relaciones no solo protegen el cuerpo, sino que también protegen el cerebro

Estar en una relación de apego seguro con otra persona a los 80 y tantos da protección, las personas que están en relaciones en las que sienten que pueden contar con la otra persona si lo necesitan, los recuerdos de esas personas permanecen más nítidos más tiempo.

Waldinger cierra su presentación en TED con una célebre cita de Mark Twain: “No hay tiempo, muy breve es la vida para disputas, disculpas, animosidades, pedidos de cuenta. Solo hay tiempo para amar, y solo un instante, por así decirlo, para eso”.

Consideramos interesante compartir este tema con nuestros lectores para resaltar que es posible alcanzar el bienestar en sociedades donde hay un sentido de unidad, donde todos están luchando juntos. Lampadia

 




La reforma laboral que los peruanos necesitan

La reforma laboral que los peruanos necesitan

(Shhh, ¡Cuidado, de eso no se debe hablar!)

Uno de los temas principales en la agenda pendiente del Perú, para promover el empleo de calidad y superar la informalidad, que condena al 70% de los trabajadores, a vivir sin derechos laborales efectivos, es la normativa laboral. Nuestras regulaciones laborales inhiben la formalización del trabajo y, contrariamente, a los considerandos con que se fue creando, solo favorece a los pocos que tienen trabajo formal y, de facto, es elitista y está representada por cúpulas sindicales, como la CGTP, que solo pueden hablar en nombre de una ínfima proporción de trabajadores.

El arreglo de esta situación conlleva el tener que enfrentar una reforma laboral  que despercuda nuestras normas de sus estipulaciones fariseas e hipócritas. La manipulación populista de este tema ha llegado a tal nivel de penetración, que durante la reciente campaña electoral, ninguno de los candidatos se atrevió a tocar el tema por miedo a recibir un ‘bullying’ político y mediático.

Esta situación de inconsecuencia llega a tal nivel, que en el pasado mes de abril, cuando el gobierno socialista francés planteo una reforma laboral modernizante, la noticia no fue difundida por los medios nacionales, con excepción de Lampadia (ver: Reforma laboral francesa: flexibilidad o más desempleo). Solo cuando las protestas de los jóvenes franceses tomó cuerpo, algunos medios reportaron los desmanes.

Todo esto ejemplifica, una vez más, la debilidad de nuestra clase dirigente y la falta de líderes visionarios que muestren tercamente el camino de la prosperidad.

Según el World Economic Forum, por las normas de contratación y despido, el Perú es uno de los países con mayor rigidez laboral en el mundo; ocupamos el puesto 14 de 144 (donde el primero es el de mayor rigidez). Como afirmó Iván Alonso en La reforma laboral (Comentado por Lampadia): “¿Qué aspiración al desarrollo podemos contemplar si nuestro sistema laboral es más rígido y menos propicio para la creación del empleo formal que en todos los países desarrollados que integran la OECD? ¿Qué Alianza del Pacífico queremos forjar si el Perú tiene los costos no salariales y costos para el despido mucho mayores que en Chile, Colombia y México?”

Una reciente publicación de EY titulada Guía de Negocios e Inversión en el Perú (publicada en nuestra sección documentos), describe en una de sus secciones los principales elementos de nuestra legislación laboral, los cuales analizamos líneas abajo.

Contratación

Se da mayormente mediante contratos a plazo indefinido, y otorga al trabajador todos los derechos y beneficios laborales creados por la profusa normativa (ver líneas abajo).

Además de regímenes especializados para ciertos sectores, existen otros dos tipos de contratos: a plazo fijo y a tiempo parcial. El primero es por un periodo en particular y también cuenta con todos los beneficios, mientras que el segundo es de a lo mucho cuatro horas a la semana en promedio y no cuenta con el beneficio de indemnización por despido arbitrario ni compensación por tiempo de servicios (CTS) y solo cuenta con 6 días laborables de vacaciones anuales.

En el caso de los extranjeros, se dan las mismas opciones, pero, adicionalmente se requiere que sus contratos sean aprobados por el MTPE con la estipulación de ‘calidad migratoria habilitante’. Esto podría ser más complicado de lo que parece. Por ejemplo, gracias a la Ley Universitaria (Mora – Saavedra), para ser profesor universitario, es obligatorio tener una maestría con 48 créditos y haber culminado con una tesis.  El problema es que en el extranjero, muchas maestrías solo tienen 24 créditos y no necesariamente requieren de tesis. Ergo: un escondido mecanismo de protección para evitar la competencia de extranjeros que perjudica al objetivo del sistema educativo: el estudiante. (Una maestría de la Universidad Alas Peruanas permite la docencia, pero una del MIT, Yale o Harvard, no).

Beneficios Laborales

Estos beneficios son un gran dilema para la formalización del empleo. El exceso de beneficios y la obligación de que se apliquen uniformemente, sin tomar en cuenta diferencias de tamaño y productividad de las empresas, inhibe su aplicación en el llamado sector informal. El conjunto de estos derechos laborales crea grandes sobrecostos. Según Alonso, “sumando las gratificaciones, CTS y otros beneficios, y dividiendo entre los 12 sueldos por año, se llega a la conclusión de que hay unos sobrecostos del orden del 50% o 60%”.

Despido

El mayor inconveniente de las regulaciones radica en el costo de despido, que en teoría es de 1.5 remuneraciones por año trabajado hasta un tope de 12 remuneraciones.

Pero, más allá del costo monetario, está la ‘suerte de estabilidad laboral absoluta’ que se ha ido generando como producto de fallos de la Corte Suprema y del Tribunal de Garantías Constitucionales. Éstos llevan a tener que hacer reposiciones que desconocen la realidad económica de las empresas, destruyen la productividad y hasta, en instituciones como la Policía Nacional, por orden judicial, se obliga a reponer a elementos separados por actos delincuenciales. En este caso, se ha llegado a judicializar la disciplina en las Fuerzas Policiales.

Tributos y aportes que gravan las remuneraciones

El empleador asume la responsabilidad de retener y pagar el impuesto a la renta de sus trabajadores, monto que dependerá del ingreso anual del mismo. Además, el empleador asume el pago de los siguientes elementos:

El ‘Valle de la Muerte’

Tal vez el mayor escollo para la formalización, mayor al tributario, es el laboral, pues los fiscalizadores laborales pueden exigir compensaciones y multas hasta por los diez años anteriores. El resultado de esta eventual carga es de tal proporción, que de aplicarse efectivamente ‘quiebra’ a la empresa es lo que Pedro Olaechea ha llamado “el valle de la muerte” (el imposible paso de micro y pequeña empresa a una categorías de mayor tamaño y formalización). Ver en Lampadia: Sin flexibilidad laboral perdemos empleo y productividad.

Por eso es que el Perú no tiene muchas empresas medianas. Las que se atreven a hacer la transición mueren y, las demás se inhiben de formalizarse.

Como hemos reseñado líneas arriba, el Perú es uno de los países de mayor rigidez laboral del mundo. Lo que es más, durante los últimos 15 años hemos transitado de regreso a la estabilidad laboral absoluta, uno de los grandes frenos a la creación de empleo formal y de calidad. Una afrenta injustificable e hipócrita que afecta a los trabajadores más humildes y más necesitados de una protección laboral adecuada y efectiva.

¿Quién le va a poner el cascabel al gato?

La reforma laboral ha devenido en ser un acto de justicia social y por lo tanto debiera ser afrontada con realismo y responsabilidad, tal como ha tenido que plantear el gobierno francés, otrora modelo de políticas populistas que solo generaron a los galos, desempleo y pérdida de competitividad. Esperamos que el nuevo gobierno esté a la altura de las verdaderas demandas sociales. Lampadia




“UTEC puede convertirse en la mejor universidad de ingeniería del mundo”

“UTEC puede convertirse en la mejor universidad de ingeniería del mundo”

Con dos años de funcionamiento en el país, la UTEC tiene alianzas con universidades top del mundo como Harvard, el MIT y Purdue. Asimismo, ha repatriado a catedráticos peruanos con el más alto grado académico.

Entrevista a Eduardo Hochschild. Fundador de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC)

Por Silvia Mendoza y Abraham Taipe

(El Comercio – Portafolio, 19 de Diciembre del 2014)

El próximo lunes 29, la UTEC inaugurará su campus en Barranco. Eso le permitirá entrar a su tercer año de funcionamiento con una mejor infraestructura para atraer alumnos del Perú y el extranjero. Eduardo Hochschild cuenta en esta entrevista los avances que ha alcanzado la institución y las perspectivas que tienen de convertirse en una de las mejores universidades de ingeniería del planeta.

¿Cómo nace la idea de crear una universidad como UTEC?

Todo comenzó con mi papá [Luis Hochschild], quien hace 30 años creó Tecsup. Cuando fallece ya estaba a medias la sede de Arequipa y ahora ya estamos en el norte. Por eso consideraba que todavía había energías para una segunda etapa: la universidad. Así que hace unos años, con la ayuda de mi esposa, nos lanzamos. Desde entonces no dejo de hablar de UTEC.

¿Apostar por la ingeniería tiene que ver con las propias carencias que han visto en el sector?

Sin lugar a dudas. Una universidad de ingeniería es lo más difícil de hacer, es caro. Es más sencillo tener un auditorio con 100 estudiantes de Derecho que un laboratorio con 10 alumnos de Ingeniería. Pero es lo que más necesitamos en el país y en esas estamos.

¿La inversión a cuánto ascendió?

Casi a US$100 millones.

¿Además del grupo Hochschild, qué otras empresas apoyan este proyecto?

En el directorio de la universidad están Roque Benavides, Dionisio Romero, Carlos Rodríguez-Pastor, José Graña, Ricardo Rizo Patrón, Óscar Gonzales Rocha, Mario Testino, entre otros, quienes han ayudado de una u otra manera.

En el 2015 la UTEC entrará a su tercer año de funcionamiento. ¿Qué avances han tenido?

Ya tenemos 400 alumnos y hemos repatriado a profesores peruanos de universidades de EE.UU., Europa y Brasil. Todos tienen doctorado o están estudiándolo. En el caso de los alumnos hemos tratado de atraer talento, con Carlos Heeren, gerente general de UTEC, hemos ido a los colegios Fe y Alegría y el Colegio Mayor. También a la sierra y la selva para becar a los talentos.

¿Qué porcentaje de esos 400 alumnos está becado?

La gran mayoría. Por eso, con los ingresantes del 2015 queremos llegar a un equilibrio y tener un total de 1.000 alumnos. También buscamos atraer a alumnos del extranjero. Eso sí, seguiremos becando a los jóvenes con talento o dándoles préstamos para que puedan estudiar. Si en Tecsup un egresado gana unos US$2.000, en UTEC podrá ganar hasta US$10.000, eso les permitirá pagar sus estudios.

¿Cuán complicado fue repatriar a talentos peruanos?

Tuvimos que ir a buscarlos. A los primeros había que contarles toda la historia de este sueño, pero hoy como ya somos conocidos se comienzan a pasar la voz y acceden. Todos están instalados en el país con sus familias.

También tienen alianzas con universidades extranjeras y peruanas.

Hemos firmado alianzas con el MIT, que nos toma como su campus en América Latina para atraer talento. También con Harvard, que en su última reunión de ingeniería nos dijo que no hay ningún motivo para que la UTEC no logre ser la universidad más creativa y la mejor de ingeniería del mundo. Con estas dos universidades tenemos convenios para intercambio de profesores y realizar investigaciones en conjunto. Con la Purdue University tenemos un acuerdo para una titulación doble. En el caso del Perú estamos con la Universidad del Pacífico y la Universidad Ruiz de Montoya, la primera nos ayuda con los temas de economía y derecho; y la segunda con las humanidades.

¿Qué significa que el MIT los tome como su campus en América Latina?

Que el Perú se convierte en un polo de atracción. Ya están mandando a chilenos a estudiar aquí. Es decir, captan talentos, los traen aquí (UTEC) y luego se los llevan. El decano del MIT nos decía que se jalará a un alumno de la UTEC, y eso está bien, porque si se lleva uno, vendrán dos más. Se está comenzando a crear un flujo de tecnología, el MIT ya está viendo trabajar proyectos de investigación con empresas peruanas. Por nuestro lado, cada vez que vienen alumnos del extranjero los llevamos a las empresas peruanas para que observen, intercambien ideas y nos ayuden a resolver problemas puntuales. Es todo un flujo de conocimiento.

¿Cuál es el déficit de innovación en investigación en el país?

Los países se desarrollan en base a tecnología e innovación. Eso sucedió con EE.UU., Japón, países de Europa y recientemente con China. Por eso necesitamos investigadores, desarrolladores de tecnologías.

¿Y de qué manera ustedes apoyan este camino?

La UTEC ya está presentando ‘papers’ científicos y solicitando patentes de sus inventos. Y recién tenemos dos años de funcionamiento. Pero queremos más. También tenemos una desarrolladora de start-ups tecnológicas [UTEC Ventures].

¿Esta labor debe complementarse con la UNI, la otra universidad de ingeniería del país?

Las dos estamos empujando en el mismo camino y bienvenido que venga una tercera más.

Hoy cuentan con cinco carreras profesionales. ¿Qué otras carreras piensan en crear?

Por ejemplo con el Colorado School of Mine pensamos en una carrera ligada a la minería, con la Cleveland Clinic de EE.UU. una especialidad ligada a la medicina y la ingeniería. Asimismo, LAN Chile tienen interés en una carrera relacionada con la reparación de motores aéreos. Vamos ir viendo lo que requiere la sociedad.

Entonces su enfoque no va por las carreras tradicionales.

No. Lo marketero no es nuestro enfoque, no estamos para ganar plata sino para que el alumno estudie algo que sí le va a servir. En Tecsup el 97% de nuestros egresados tiene trabajo y eso lo queremos reflejar en UTEC.

El proyecto es loable. ¿Pero en qué período podrá ser autosostenible?

Las universidades sin fines de lucro ganan plata para desarrollarse y desarrollar a sus alumnos. Harvard reinvierte la plata que gana. Ahora UTEC y Tecsup son solo uno, pero en los próximos cinco años debería alcanzarse un equilibrio.

En una entrevista indicó que la UTEC no sería una universidad masiva y tendría hasta 2.000 alumnos. ¿Sigue pensando así?

No, el mundo está cambiando. Hoy los cursos ya se encuentran en Internet. Ahora se puede aumentar la cantidad de alumnos sin atiborrar el campus, el MIT lo está haciendo. En nuestro caso serán varios miles de alumnos, pero no todos estarán en el campus. Un semestre podrán estudiar desde su casa y el otro en el campus.

Eso quiere decir que no pasará lo mismo que con Tecsup, que empezó en Lima y hoy está en el sur y norte del país.

Tecsup se ha descentralizado, tiene tres campus principales en Lima, Trujillo y Arequipa, pero también sedes complementarias. Con UTEC vamos a mantener una sede principal y trabajar más con Internet la educación online. Obviamente, si es necesario crecer, nos ayudaremos con la infraestructura de Tecsup.

El próximo año tendrán un encuentro de gran importancia en el país

Sí, Harvard ha decidido realizar su reunión anual de ingeniería en el Perú, en la que participarán también las universidades de Stanford, Philadelphia y Toronto. Será a mitad de año y durará varios días. Habrá una tormenta de ideas sobre el futuro de la ingeniería, con charlas y exposiciones de expertos. Tenemos la idea de sumar también a universidades peruanas.




Tenemos que emprender una revolución educativa

Tenemos que emprender una revolución educativa

En el último CADE se hicieron dos magníficas presentaciones sobre el tema de educación, uno de los más importantes déficits de nuestro desarrollo social. Una fue hecha por el Ministro de Educación, Jaime Saavedra, y la otra a cargo Lant Pritchett, Presidente de la Maestría en Políticas Públicas del programa de la Escuela de Gobierno Kennedy de Harvard para el Desarrollo Internacional. Asimismo, la educación fue uno de los elementos más importantes en la propuesta de “Visión del Perú al Tercio de Siglo” de IPAE.

El Ministro nos explicó que su sector es responsable del futuro de 7.5 millones de estudiantes, 62,000 locales educativos y 320,000 docentes. Agregó que el 30% de escuelas no cuenta con electricidad, el 75% no tiene internet y el 40% carece de agua. En términos reales, el salario de los maestros es un tercio del que gozaban en los años 60. Calcula que el déficit de infraestructuras educativas llega a 63,000 millones de soles (10% del PBI).

Es muy claro que el ministro está haciendo un gran esfuerzo por administrar este tremendo reto. Ha logrado avanzar en la evaluación de 130,000 maestros, según los resultados ha ascendido 25% con un aumento que llega hasta el 40%, ha establecido un bono de desempeño, ha evaluado a directores de colegios, está estableciendo la jornada completa en 1,000 escuelas, desarrollando 13 colegios de alto rendimiento en diferentes zonas del país, e incluyendo el aprendizaje de inglés, entre otros procesos.

Todo esto es digno de reconocimiento y del mayor apoyo de parte de la sociedad. La pregunta que todos tenemos que hacernos es: ¿si esto es suficiente para remontar los desastrosos niveles de calidad, expresados en los resultados de la prueba Pisa en comprensión lectora y en matemáticas?

Para ayudarnos a entender el problema es importante destacar los comentarios de Lant Pritchett. El experto nos comentó que hemos avanzado mucho en cobertura, pero esta sirve poco si no logramos que mejoren las competencias. Nos dijo que la meta inmediata debiera ser alcanzar 511 puntos en habilidades matemáticas de la prueba Pisa, el nivel actual de Vietnam. El Perú, que está en el último lugar de 66 países evaluados con solo 368 puntos. Agregó, que si mejoramos 4.4 puntos por año, nos tomaría 30 años llegar al nivel de Vietnam (una o dos generaciones adicionales perdidas).

Es fácil entender que esta perspectiva es inaceptable, sobre todo habida cuenta del avance tecnológico que se viene en el mundo en los próximos años.

Pritchett agregó que necesitamos un sistema de “estrella de mar” (organismo que no tiene cerebro, no tiene control central). Este sistema debe dar espacio para la novedad, su evaluación y legitimización. Debe ser un sistema abierto, funcional y debe mostrar resultados positivos. “Se debe evitar el control central del proceso educativo, debe ser lo más local posible, generar una gran presión por resultados, respaldarse en una red profesional, soporte técnico y un financiamiento flexible”. Comentó que la educación privada puede ser adecuada, pero no basta si no se arregla el conjunto del sistema educativo.

Finalmente, nos indicó que debiéramos empezar por tener una visión clara sobre adonde queremos llegar, que necesitamos una reforma del tipo “Big Bang” y que el gradualismo no nos llevará a ninguna parte.

El Big Bang de Pritchett nos recuerda que hace 19 años, en CADE 95 en Cusco, Juan Luis Londoño, economista y político colombiano, experto en el diseño e implementación de políticas sociales y en el análisis de políticas en los campos de seguridad social, salud, educación, pobreza y mercados de trabajo, Ministro de Protección Social, del gobierno de Uribe, QEPD, nos propuso que emprendiéramos un “Shock Educativo”. Por su lado IPAE, en su propuesta de visión de futuro nos planteó la necesidad de hacer una “Revolución Educativa, un Salto Cuántico”. Tres propuestas que nos dicen que una mejor realidad solo puede ser el resultado de una gran metamorfosis.

Para colmo de males, la educación peruana está controlada por dos “patrones”: la burocracia estatal y el sindicato monopólico del SUTEP, que hasta el día de hoy mantiene en su estatuto su compromiso con la LUCHA DE CLASES.

Algunas propuestas

1.  Apoyar al Ministro Saavedra en una de las tareas más difíciles que tenemos que resolver los peruanos.

2.  Concientizar a la opinión pública sobre la naturaleza del PROBLEMA, sobre el desenganche que amenaza a nuestros jóvenes del resto de la humanidad, si no logramos una mejora sustancial en el menor tiempo posible.

3.  Los líderes de opinión y los medios deben ayudar a crear las condiciones políticas que permitan que se tomen decisiones efectivas vis a vis al reto de la revolución que hay que emprender y no limitadas por el statu quo, que más bien sean asumidas con valor, firmeza y persistencia.

4.  Buscar mecanismos ingeniosos, que permitan romper el yugo del SUTEP sobre los maestros y descentralizar (abrir el sistema, como sugiere Pritchett), evitando que el cambio lleve al fortalecimiento de otras cúpulas como las APAFAS y el manejo político de los gobiernos regionales y locales.

5.   En esta línea podrían usarse, así sea temporalmente, los vouchers educativos que empoderan a los padres de familia en forma individual.  Esto permitiría crear unidades de presión sobre el sistema de múltiples elementos “alumno-padre-colegio”, que ayuden a consolidar el cambio con la mejor legitimidad posible.

¡No podemos esperar 30 años para alcanzar el nivel educativo actual de Vietnam, ni seguir condenando a nuestros jóvenes a la minusvalía! Lampadia