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Gabinete conversado o agenda legislativa conjunta

Gabinete conversado o agenda legislativa conjunta

Jaime de Althaus
Para
Lampadia

Martín Vizcarra se salvó de la vacancia, pero ha quedado mellado en su credibilidad y eventuales nuevas revelaciones agravarían aún más su posición. De otro lado, tampoco parece probable que el Congreso enmiende la vorágine populista en lo arrastra desde hace meses. Un coctel que no hará sino agudizar la inestabilidad política y económica durante los próximos meses, fomentando un clima que puede favorecer opciones autoritarias, populistas o radicales en las elecciones del 2021, si es que el gobierno no toma la decisión de buscar una nueva relación con el Congreso que permita encausar las contingencias.

El Primer Ministro lo ha prometido: “tenderemos todos los puentes necesarios para establecer una comunicación abierta”, pero no se trata de formular declaraciones de buenos propósitos. Eso ya se ha hecho antes sin resultado alguno. Se trata de actuar, de cambiar la configuración política.

Una manera de hacerlo sería la que propuso Pablo Bustamante hace una semana en Lampadia: que se forme un nuevo gabinete presidido por un Primer Ministro independiente y empoderado que asuma la representación de los mejores valores de los peruanos, pidiéndole al Presidente que elija entre tres opciones puestas encima de la mesa por alguien que esté más allá del bien y el mal. Alguien como el Patriarca de la política peruana, Luis Bedoya Reyes.

Eso sería lo ideal. En su defecto, un Premier con esas características podría ser el resultado de unas conversaciones del presidente Vizcarra con los partidos y bancadas del Congreso para buscar un gabinete conversado, con el compromiso mutuo de construir una agenda legislativa conjunta para unir esfuerzos contra la pandemia y la depresión económica, y pacificar las relaciones entre ambos poderes. Es indispensable para salvar al país.

Salvo que el Primer Ministro Walter Martos sea capaz de realizar esa tarea: es decir, convocar al Congreso a reunirse para acordar la mencionada agenda legislativa, algo que hasta ahora ni siquiera ha propuesto pese a que, como hemos recordado tantas veces, es un mandato del artículo 29 de la ley del Reglamento del Congreso.  

Pequeñísima luz

Hay una pequeñísima luz que se ha prendido en las dos últimas votaciones clave del Congreso: la que rechazó la censura a la ministra de Economía, María Antonieta Alva, y la que archivó la vacancia presidencial. En ambos casos, las bancas responsables fueron las mismas: Acción Popular, Alianza para el Progreso, Fuerza Popular, Somos Perú y el partido Morado. La pregunta es si será posible consolidar ese bloque como interlocutor serio del Ejecutivo en el establecimiento de una agenda legislativa que pase de los proyectos populistas a aquellos necesarios para acelerar la recuperación económica y mejorar la gobernabilidad en el próximo periodo presidencial.

Ese es el bloque que debió asumir esa posición defensora de la salud económica del país desde el principio, en lugar de convertirse en furgón de cola de las bancadas populistas y radicales. Pero nunca es tarde para tomar conciencia.  

Agenda legislativa conjunta

¿Qué tipo de proyectos podría contener esa agenda legislativa conjunta? Sugerimos acá una lista:

  1. Elección del Congreso junto con la segunda vuelta presidencial, para darle gobernabilidad al próximo presidente.
  2. Eliminar el voto preferencial
  3. Formar un Fideicomiso Ejecutivo con el canon no gastado por las Regiones, a fin de cerrar brechas sociales y económicas en el corredor minero y otras zonas.
  4. Reorientar el presupuesto de Minagri y MIDIS hacia la instalación masiva de tecnologías de Sierra Productiva para soportar y aprovechar la mayor presión de los retornantes en el agro andino.
  5. Eximir temporalmente a las pymes de cargas tributarias y laborales nacionales y municipales para que puedan recuperarse y contratar personal.
  6. Reemplazar los distintos regímenes especiales tributarios y laborales por una sola escala gradual y progresiva en ambos casos (propuestas Cuba-Cooper), a fin de facilitar el crecimiento de los emprendimientos, la formalización y reducir la evasión.
  7. Aprobar una legislación laboral inclusiva que permita contratar y formalizar reduciendo el costo de la formalidad, empezando por los proyectos contenidos en el Plan nacional de Competitividad.
  8. Crear un programa intensivo de Análisis de Impacto Regulatorio (RIA) de las normas en los principales sectores productivos, para reducir carga regulatoria inútil.
  9. Facilitar y promover la generalización de las billeteras electrónicas.
  10. Establecer un modelo de pagos en el SIS basado no en el pago por atenciones -que multiplica atenciones innecesarias y corrupción- sino por resultados (medicinas gratis y problemas de salud resueltos)

De alguna manera tenemos que salir de esta suerte de guerra civil entre Ejecutivo y Legislativo que está dividiendo escandalosamente al país en un momento sumamente grave que reclama la unidad de esfuerzos para derrotar al Covid y salir del profundo pozo económico en el que hemos caído. Lampadia




Siria: Situación límite

El pasado viernes por la noche, Estados Unidos, junto con Gran Bretaña y Francia, bombardearon Siria. La decisión de atacar se produjo una semana después de que el presidente sirio Bashar al-Assad usara armas químicas contra civiles fuera de Damasco, matando al menos a 42 adultos y niños. Una acusación hecha por los tres países y por diversos medios, pero aún no probada fehacientemente. Después del ataque, el presidente Donald Trump prometió imponer un “gran costo” al régimen de Assad. Y el domingo, defendió el ataque, describiéndolo como “misión cumplida”.

Ya en Lampadia anunciamos el jueves pasado  que la situación internacional se estaba agravando dramáticamente, (El mundo pasa a una fase confrontacional). Efectivamente, el anuncio de Trump sobre su ausencia en la Cumbre de las Américas, estaba vinculada a las operaciones bélicas, que deben haber sido planeadas meticulosamente.

Las acusaciones sobre el uso de armas químicas en Siria tienen larga data. Hace ocho años, Barack Obama, entonces presidente de EEUU, amenazó a Siria con atacar si se probaba el uso de armas químicas. Se probó según EEUU, pero Vladimir Putin le advirtió a Obama que no se corra el riesgo de intervenir y este se replegó a EEUU, perdiendo cara y presencia en el mundo.

Esta vez, sin embargo, el agresivo presidente de EEUU advirtió y cumplió. Después del denunciado uso de armas químicas en Damasco, Estados Unidos y sus aliados Francia y el Reino Unido, deliberaron durante una semana sobre cómo responder. Para luego, el viernes por la noche, atacar tres objetivos, incluido uno en las afueras de Damasco, todos relacionados con el programa de armas químicas de Siria: un centro de investigación, una instalación de almacenamiento y una instalación de equipos y un puesto de mando.

Probablemente, este ataque debió darse hace ocho años. Hoy tenemos que lamentar la muerte de cientos de miles de sirios, las desgracias de millones de migrantes, y el fortalecimiento de Rusia y Putin, su mayor soporte, junto con Irán.

Compartimos un mapa de Siria que explica lo que está sucediendo y los últimos movimientos de las fuerzas extranjeras y las bases militares:

Los ataques golpearon el “corazón” del programa de armas químicas de Siria y le causaron un “golpe serio”, dijo el portavoz del Pentágono, teniente general Kenneth McKenzie, a los periodistas. McKenzie también señaló que Siria podría reconstituir su programa y que los ataques no eliminaron todas las instalaciones de armas químicas de Siria.

Por su lado, Rusia ha advertido de “consecuencias” después de los ataques y el presidente ruso Vladimir Putin calificó los ataques como un “acto de agresión” que podría “tener un efecto destructivo en todo el sistema de relaciones internacionales”. Pero, a diferencia de los temores expresados por muchos, Putin reaccionó con bastante cuidado afirmando que si esto vuelve a suceder “inevitablemente llevará al caos de las relaciones internacionales”. Por otro lado, no nos olvidemos que en un par de meses debe desarrollarse el campeonato mundial de futbol en Rusia, un evento en el que no participará EEUU, pero que Rusia debe cuidar con mucho esmero.

Todavía hay preocupaciones más importantes. Es posible que los aliados de Assad, principalmente Rusia e Irán, tomen represalias contra los aproximadamente 2,000 soldados estadounidenses en Siria, y se escale el conflicto.

¿Cómo llegamos a esta situación en Siria?

El ataque liderado por EEUU busca castigar a Assad, pero probablemente no alterará el equilibrio de poder en Siria, donde la guerra civil ya dura 8 años y no muestra signos de superarse. El conflicto que comenzó como un levantamiento pacífico contra el régimen de Assad escaló hasta convertirse en una guerra civil a gran escala, y ahora es una de las más mortíferas de este siglo. En el camino, el conflicto sirio permitió que los extremistas del ISIS se multiplicaran, la peor crisis de refugiados del mundo desde la Segunda Guerra Mundial, que ha cambiado Europa para siempre, y exacerbó una lucha de poder internacional.

Recordemos que la guerra civil comenzó por problemas económicos y la falta de libertad en Siria, que causaron resentimiento hacia el gobierno autoritario de Assad, quien atacó y mató a cientos de manifestantes en 2011, encarcelando a muchos más, ya que se estaban produciendo otros levantamientos en todo el Medio Oriente, a favor de la democracia en un proceso conocido como la Primavera Árabe.

A medida que la indignación y la furia de la población se intensificaba, el creciente caos atraía a combatientes extremistas en toda la región, incluidos los remanentes de al-Qaeda en Iraq y una rama que se convirtió en el Estado Islámico, o ISIS. Eventualmente, se armó una rebelión siria completa contra el régimen de Assad. Algunos de estos grupos rebeldes comenzaron a luchar entre sí, así como con las fuerzas militares de Assad debido a las divisiones sectarias, complicando la situación.

Según las Naciones Unidas, 400,000 sirios han sido asesinados y más de la mitad de los 20 millones de habitantes de Siria antes de la guerra, han sido desplazados. Alrededor de 5.5 millones de sirios han huido al extranjero causando una grave crisis migratoria en Europa.

La pobre gobernanza global

Esta no es la primera vez en que nuestras instituciones globales y los países más poderosos, se muestran incapaces de influir en terribles enfrentamientos relativamente recientes, y de evitar que escalen hasta llegar a proporciones de tragedia. La misma incapacidad se vio en la guerra de los Balcanes en la antigua Yugoeslavia a mediados de los años 90, en la que murieron más de 200,000 personas y se desplazaron millones de pobladores.

La situación de Venezuela va en la misma dirección, una crisis humanitaria abusiva, digitada por un régimen corrupto y la satrapía cubana de los Castro; que la sufrida población no puede remediar, y el resto de la humanidad no acierta a frenar. Ojalá, en Venezuela, no tengamos que lamentar otra gran tragedia. Ver en Lampadia: Venezuela Hora Cero

¿Qué pasará ahora?

A lo largo de los años, se han llevado a cabo varios intentos de paz y resoluciones de las Naciones Unidas en las que se pide el cese del fuego para permitir que la ayuda llegue a las zonas donde los civiles están atrapados. Sin embargo, la mayoría de las conversaciones de paz han sido obstaculizadas por un tema importante: Assad y sus padrinos en Rusia e Irán.

La pregunta más importante ahora es si al Assad dejará de usar armas químicas. Seguro lo pensará dos veces antes de lanzar un nuevo ataque químico. Solo queda esperar a ver cuáles serán las reacciones internacionales. El tiempo y la comunidad internacional lo dirán.

Los peligros que genera Trump

Es importante notar que la decisión de Trump de bombardear Siria, arriesgando una reacción complicada de Putin, coincide con la ‘guerra comercial’ desatada hace un par de semanas por EEUU contra China, y la exacerbación de los enfrentamientos con México en relación al clamoroso muro fronterizo. A esto debemos sumar la creciente ola de despidos violentos de oficiales estadounidenses del más alto rango, por parte de Trump.

En suma, una escalada de acciones agresivas y extremas, que hacen temer la posibilidad de que, en cualquier momento, las cosas puedan complicarse más allá de lo controlable.

Debiera sernos claro, que la humanidad carece de los frenos necesarios para evitar tragedias humanas que destruyen la vida de millones de personas. Además, en el mundo globalizado, ningún acontecimiento de proporciones escapa de influir y afectar a todos. Más vale pues, estar bien informado y, en lo posible, influir en la formación de una mejor gobernanza global. Lampadia




El Surrealismo era más que un juego: Solo importaban los Gestos

El Surrealismo era más que un juego: Solo importaban los Gestos

Comentario de Lampadia

El surrealismo (del francés: más allá, o encima del realismo) fue un movimiento artístico y literario de la década de los años 1920 liderado por André Breton. Más allá  de las expresiones artísticas, también buscaba llamar la atención y hacer gestos poco ‘usuales’ que muchas veces escandalizaban al resto.

Un ejemplo de esta práctica del surrealismo se aprecia en las palabras de André Bretón, citadas por Luis Buñuel en sus magníficas memorias: ‘Mi último suspiro’. “Decía Breton, por ejemplo, que el gesto surrealista más simple consiste en salir a la calle revólver en mano y disparar al azar a la gente”.

Hoy ya no tenemos a estos exponentes del arte enfrascados en la promoción del escándalo. Pero si tenemos algunos personajes a los que podríamos llamar surrealistas, pues privilegian los gestos por encima de sus consecuencias.

A continuación, reproducimos unas imágenes que muestran las realizaciones de estos personajes y el artículo Manuel Vicent de El País de España, que describe el surrealismo a través de las relaciones entre Salvador Dalí, Federico García Lorca y Luis Buñuel.

 

Dalí, La tentación de San Antonio

 

 

Luis Buñuel dirigió grandes películas como Bella de Día, El Perro Andaluz y El discreto Encanto de la Burguesía.  

 

El surrealismo dejó de ser un juego

Por Manuel Vicent, (El País, 08 de Junio de 2015)

 

El triángulo compuesto por tres de los grandes, Dalí, García Lorca y Buñuel, ha constituido una forma de pesadilla, de la cual la cultura española contemporánea no ha logrado aún despertar del todo desde los inicios del siglo XX. Los tres vivieron la vida como un juego. En el ámbito internacional, Salvador Dalí fue el primero en darse cuenta de que la comunicación de masas había subvertido la escala de valores en el arte. La modernidad consistía en que la vida del artista, expuesta al sacrificio perenne de las cámaras, era una parte inseparable, sino la más importante, de su creación e invirtió lo mejor de su talento en hacer de la impostura una fuente de inspiración. Hoy, la controversia frente a este genio o payaso ha perdido ya la carga política que tuvo antaño, pero solo un dato no ofrece discusión: Dalí no hubiera sido lo que fue sin la perversa excitación a la que le sometió Gala, su mujer, amante, hidra de Lerna o medusa, la cual le quitó de encima el aire provinciano ampurdanés, convirtió su sexo ambiguo en una forma de esnobismo y sus extravagancias en un manantial de dólares. Querido, si finges ser loco o extravagante, deberás mantener la ficción hasta que estires la pata. Será este juego el que va a alimentar tu obra.

Salvador Dalí comenzó a imponer ya su personalidad a los tres años, cuando defecaba detrás de las cortinas de su casa para obligar a sus padres a buscar cada mañana en un lugar distinto sus excrementos y distinguirlos de los de su hermano muerto que había llevado su mismo nombre. Fueron sus primeras firmas auténticas. Cuando Dalí llegó a la Residencia de Estudiantes en 1922 tenía 18 años, sólo sabía contar hasta diez y apenas hablaba unas palabras en castellano. Desde la ventana del segundo pabellón, Luis Buñuel y Federico García Lorca lo vieron atravesar por primera vez el jardín con la chalina y la melena de bohemio modernista y ambos quedaron enamorados de aquel ser que parecía un arcángel. A partir de ese momento, entre ellos dos se estableció una competición sorda para arrebatarse mutuamente aquella presa, la cual a su vez parecía complacerse yendo del uno al otro para encelarlos.

Por su parte, Federico García Lorca había conseguido licenciarse en Derecho en la facultad de Granada sin abrir un solo libro gracias a la protección de Fernando de los Ríos, catedrático de Político, amigo de la familia, quien luego movió su influencia para que fuera recibido solo como músico o poeta en agraz, en la Residencia de Estudiantes, un centro enfocado a los estudios científicos. Tampoco Dalí tenía otra razón de caer por allí que el interés de su padre, grave notario de Figueres, en encontrar un lugar seguro y burgués para su hijo en Madrid. En cambio, Buñuel llegó a matricularse para ingeniero agrónomo, tal vez porque en Calanda su progenitor, que volvió rico de las Indias, había comprado tierras después de casarse con la joven más guapa del pueblo. “¿A quién me ha mandado?”, se quejaba el director de la Residencia, Alberto Jiménez Fraud a Fernando de los Ríos. “El joven Lorca anda por aquí todo el día inventando juegos con sus amigos y no deja estudiar a nadie”.

Mientras la mayoría de los residentes iban para ingenieros, biólogos y químicos, lo que les obligaba a un notable esfuerzo en el estudio, el poeta, el pintor y el cineasta, los tres todavía sin futuro, azuzados por otro señorito holgazán, Pepín Bello, vivían en estado de inocencia jugando a inventar gansadas surrealistas infantiles que hoy no harían la más mínima gracia. De forma turbia se enredaban y desenredaban, hasta que la Guerra Civil deshizo el triángulo y el surrealismo real, no el plástico ni el literario, los devoró, pero a cada uno a su manera.

Después de rasgar un ojo con una cuchilla de afeitar en Un perro andaluz, la fama le sobrevino a Buñuel durante el estreno de su película La edad de oro en 1930, en un cine de Montmartre en el que tuvo que montarse el propio escándalo al contratar a unos falsos y airados burgueses para que apedrearan la pantalla. Luego se nutrió del surrealismo católico, sexo de oficio de tinieblas, de procesiones, tambores, de coronas de espinas, de corazones de vírgenes traspasados por siete puñales y medias con costura. Por otra parte, ¿existe surrealismo más intenso que una violenta tramontana establecida durante una semana en el Ampurdán? Dentro de ese viento loco, los payeses sueltan las peores animaladas. Dalí comenzó a repetir en los círculos surrealistas de París las frases geniales, paranoicas, sin sentido que había oído a sus paisanos en los bares de Figueres.

La malvada medusa de Gala sabía que el surrealismo plástico y literario es sustancialmente imposible, puesto que el tiempo en que se tarda en elaborar un cuadro o un poema mata la espontaneidad del subconsciente y quiebra el principio del automatismo psíquico. El surrealismo solo funciona en acción, con hechos imprevisibles, disparatados, actuando en el circo mediático, al margen del cuadro o del poema, de modo que Gala cogió el látigo y no paró de azotar las nalgas de su criatura obligándola a realizar cada día un número más difícil todavía.

Pero la explosión sangrienta de la Guerra Civil fue la macabra experiencia colectiva que hizo posible vivir el surrealismo de verdad. ¿Qué verso de Poeta en Nueva York podría alcanzar una metáfora más insondable que una descarga de fusil al amanecer en un barranco de Víznar con la vega de Granada a los pies?. El surrealismo dejó de ser un juego. Al enterarse de la muerte de Lorca, desde la barrera Dalí gritó: “¡Olé!”, como si su martirio hubiese sido un lance taurino. A continuación, recomendó al Caudillo de España que continuara firmando sentencias de muerte porque eso le rejuvenecía mucho. André Breton nunca imaginó que el único surrealismo posible solo se componía de sangre verdadera. El resto eran payasadas.