1

La Globalización 4.0 en 13 gráficos

La Globalización 4.0 en 13 gráficos

La tan esperada Reunión Anual del Foro Económico Mundial 2019, evento internacional que reúne a los principales líderes empresariales, jefes de Estado, medios de prensa y líderes de opinión en el mundo, finalmente ha dado inicio, como es de costumbre, en Davos, Suiza.

El tema de este año es “Globalización 4.0: modelando una arquitectura global en la era de la Cuarta Revolución Industrial”. En esta línea, el pasado 20 de enero, el Foro publicó los resultados de una interesantísima encuesta mundial realizada por la empresa Qualtrics, en la que dio cuenta sobre la percepción que tiene la ciudadanía respecto a la globalización 4.0, incluido el impacto de la tecnología, el futuro del trabajo, la educación y la movilidad social.

En un contexto en el que los movimientos políticos de corte nacionalista, antiinmigración y proteccionista han tenido y siguen teniendo mucha acogida en varias regiones del mundo, los resultados que arroja la encuesta son sorprendentes y dejan entrever fuertes implicancias de política pública hacia los Estados en materia de globalización, que, de aprovecharlas, podrían moderar el descontento de las poblaciones en sus países, impulsando su confianza en los sistemas democráticos.

En resumen, la encuesta destaca los siguientes hechos empíricos:

  • La mayor parte de la población -72% a nivel mundial- en todas las regiones mundiales, está a favor de una mayor cooperación internacional para lograr un verdadero desarrollo en cada país y también para lograr mejores resultados personales.
  • La inmigración es percibida como un fenómeno positivo, en tanto se considera que el inmigrante es bueno para cada país. En el caso del Perú, esta percepción a favor del inmigrante incide en el  58% de la población.
  • La percepción de que todos los países pueden mejorar al mismo tiempo con el crecimiento asciende al 80% de la población global. Ello quiere decir que el concepto de “suma cero” en economía -sobre el cual para que unos países estén mejor, otros tienen que estar peor- ha sido descartado en muchas poblaciones alrededor del globo.
  • Se observa una ambivalencia en la percepción respecto a si el cambio tecnológico efectivamente está generando mejoras en la vida de la gente. Así, el 39% de la población mundial cree que este cambio genera igual porcentaje de mejoras como de daños. Asimismo, por lo menos el 49% la población no cree que su trabajo pueda ser reemplazado por un robot.
  • En lo concerniente a la educación, por lo menos la mitad de los encuestados a nivel mundial considera que gran parte de la población en sus países no cuenta con una educación de calidad, adecuada a estos tiempos.
  • En lo que respecta a la existencia de movilidad social en los países, – entendida como la probabilidad de que alguien nacido en condición de pobreza pueda volverse rico, acumulando riqueza – si bien a nivel mundial se tiene una percepción alentadora del tema, existe cierta preocupación en América Latina y Europa, ya que, por lo menos el 60% y 52% de sus poblaciones respectivas, lo consideran como un fenómeno poco común. En el caso del Perú, solo el 21% de la población considera que esto es algo común en la sociedad.
  • Finalmente, una data muy importante que provee la mencionada encuesta es la relacionada a los beneficios de la globalización. Así, el 81% de la población mundial piensa que los gobiernos están haciendo muy poco o nada, a través de regulaciones y legislaciones, para que hayan oportunidades para todos en un contexto de mayor integración entre los países. En el Perú este porcentaje asciende al 68%. Esto claramente debe llamar la atención a los Estados para una mayor acción al respecto. Lampadia

Para mayor detalle de los resultados de esta encuesta publicada por el Foro Económico Mundial ver el siguiente artículo:

Estos 13 gráficos muestran lo que el mundo realmente piensa acerca de la Globalización 4.0.

El panorama general … las personas apoyan un mundo interconectado
Imagen: Brett Zeck/Unsplash

Mark Jones
Jefe de Contenido Digital del World Economic Forum
Traducido y glosado por
 Lampadia
20 de enero, 2019

El auge del populismo, el nacionalismo y el proteccionismo están asociados con un apoyo menguante a la globalización, pero una nueva encuesta para la Reunión Anual del Foro Económico Mundial 2019 muestra altos niveles de apoyo mundial para la colaboración internacional, la inmigración y los beneficios personales de la globalización.

La encuesta, realizada en enero por la firma de encuestas Qualtrics, fue realizada por más de 10,000 personas en 29 países [incluyendo el Perú] que respondieron preguntas sobre la globalización 4.0, incluido el impacto de la tecnología, el futuro del trabajo, la educación y la movilidad social. Estos son los principales hallazgos:

1. Los países deben ayudarse unos a otros

Las preocupaciones sobre el auge del nacionalismo y el aislacionismo dominan la agenda política global. Pero la encuesta sugiere que hay una base de apoyo para la colaboración internacional con las mayorías en todas las regiones que están de acuerdo en que los países deben ayudarse entre sí. Ese sentimiento es particularmente fuerte en el sur y este de Asia y en el África subsahariana.

Pregunta: En términos generales, ¿cree que su país tiene la responsabilidad de ayudar a otros países del mundo?
Imagen: Qualtrics

2. La inmigración es un positivo neto

La inmigración es un tema emotivo en muchos países. Pero las mayorías ven la migración como positiva en todas las regiones, excepto en Europa. El apoyo es particularmente fuerte en el sur de Asia y América del Norte.

Pregunta: ¿Diría que los nuevos inmigrantes son en su mayoría buenos o malos para su país?
Imagen: Qualtrics

Imagen: Qualtrics

3. Estamos todos juntos en esto

Se preguntó a los encuestados si otros países deberían considerarse competidores o socios de colaboración cuando se trata de desarrollo. Hubo mayorías abrumadoras para una visión de colaboración notablemente fuerte con América Latina, el sur de Asia y América del Norte.

En términos generales, ¿cree que todos los países pueden mejorar al mismo tiempo o que si algunos países mejoran, otros empeorarían?
Imagen: Qualtrics

4. La cooperación internacional es beneficiosa para mí

Llevando la idea de la cooperación global un paso más allá, se preguntó a los encuestados si las cosas mejoraban para ellos como individuos cuando sus líderes colaboraban con los de otros países. Las grandes mayorías en todas partes piensan que el liderazgo colaborativo conduce a mejores resultados personales.

Pregunta: En términos generales, cuando los líderes de diferentes países trabajan juntos, ¿es bueno o malo para personas como usted?
Imagen: Qualtrics

5. La ambivalencia sobre si la tecnología está cambiando las vidas para mejor

El cambio tecnológico está impulsando gran parte de la disrupción que afecta a los ciudadanos de todo el mundo. Cuando se les preguntó a los ciudadanos si la nueva tecnología era una fuerza para el bien, los que estuvieron de acuerdo superaron con mucho a los que no estaban de acuerdo. Pero la respuesta más popular en todas las regiones fue una de ambivalencia.

Pregunta: ¿Diría usted que la tecnología hace más daño o hace más bien a la sociedad?
Imagen: Qualtrics

6. Los trabajadores no esperan que los robots tomen el control pronto

Gran parte del debate en torno a la Globalización 4.0 se centra en el cambio acelerado que las nuevas tecnologías aportarán al lugar de trabajo. Pero los trabajadores que se encuentran fuera del sur de Asia no esperan ser reemplazados por los robots en el corto plazo.

Pregunta: Suponiendo que todavía está trabajando, ¿qué tan probable es que esté haciendo el mismo tipo de trabajo que está haciendo hoy, dentro de 5 años?
Imagen: Qualtrics

Pregunta: ¿Cuánto de lo que haces en tu trabajo crees que podría ser hecho hoy por una máquina o un robot?

7. Los gobiernos deben prestar más atención a la educación

En todas las regiones, los ciudadanos piensan que sus sistemas educativos están teniendo demasiados retrasos en el desafío de la Globalización 4.0 en todas las regiones.

Pregunta: ¿Cuántas personas en su país tienen acceso a una buena educación?
Imagen: Qualtrics

8. Tenemos un problema con la movilidad social

Fuera de Asia del Sur, existen preocupaciones sobre la movilidad social, definida como la probabilidad de que una persona nacida pobre pueda enriquecerse. Tales preocupaciones son particularmente agudas en Europa y América Latina.

Pregunta: Pensando en su país, ¿qué tan común es que alguien que empiece pobre, trabaje duro y se haga rico?
Fuente: Qualtrics

En general, la movilidad social se percibe como una preocupación mayor en el mundo desarrollado.

9. Los gobiernos deben hacer más para crear oportunidades para todos

Los beneficios de la globalización no se extenderán a todos a menos que estén vigentes las políticas gubernamentales correctas. Aquí el mensaje claro de la encuesta es que se requiere más acción.

Pregunta: Cuando se trata de leyes y regulaciones para asegurarse de que haya oportunidades disponibles para todos los grupos de personas, ¿diría que el gobierno de su país está haciendo demasiado, muy poco o lo suficiente?

Lampadia




Globalización 4.0

Es innegable que la economía de libre mercado, el libre comercio y, en particular, la globalización ha traído innumerables beneficios políticos, económicos, sociales y culturales a los países.

La globalización no solo ha permitido un mayor intercambio cultural entre las sociedades, sino que también ha dado lugar al intercambio de conocimientos en áreas como la ciencia y la tecnología y ha posibilitado la búsqueda de una mejor calidad de vida a partir de la libre movilidad de personas entre países.

Sin embargo, recientes movimientos políticos populistas de corte aislacionista y antiinmigración – como el Brexit y los movimientos euroescépticos de extrema derecha en la Unión Europea –, en un contexto de recuperación económica desigual, especialmente al interior de los países más ricos, tras la crisis financiera del 2008, han puesto en tela de juicio las bases que sostienen el sistema económico mundial y la globalización misma.

En esta línea, Klaus Schwab, Presidente Ejecutivo del World Economic Forum, presenta el tema de la próxima reunión anual del foro (ver artículo líneas abajo), planteando repensar la globalización a partir de una redefinición de la gobernanza en los Estados que pase por “forjar un nuevo pacto social entre los ciudadanos y sus líderes”, como se hizo tras la Segunda Guerra Mundial. Ello permitiría darle una mayor seguridad a la gente en una época en que se tiene la percepción que “las fuerzas globales lo dominan todo”.

Peor aún, esta percepción se ve reforzada, como señala Schwab, con la cada vez más notoria Cuarta Revolución Industrial (4IR), que, si bien puede generar enormes ganancias de eficiencia para las empresas, y por ende, ampliar las posibilidades de producción y de consumo de la gente; puede tener un efecto pernicioso sobre la desigualdad de las micro y pequeñas empresas, frente a las grandes, dado que no puedan optar por modelos de negocio “4.0”. Ello puede tener fuertes implicancias en la desigualdad al interior de cada país (“nacional”), aún cuando a nivel global se ha producido una gran reducción de la desigualdad.

Es por ello que Schwab propone que esta nueva gobernanza venga acompañada de arreglos institucionales –que en algunos casos implicarán el diseñar desde cero instituciones existentes- que permitan abordar el progreso tecnológico en todas las grandes áreas en las que se mueve el ser humano, llámese, salud, educación, transporte, comunicación, etc.

En este marco, el caso de la educación es particularmente importante ya que implica preparar a las nuevas generaciones de jóvenes para un mercado laboral en el que la automatización de tareas implicará el desarrollo de ciertas habilidades como la creatividad y la innovación.

Todo ello es posible, pero es vital reconocer la importancia no solo de la cooperación público-privado sino también de la cooperación internacional ya que los cambios que ocurren en un país no están aislados al mundo y, por ende, se justifica la colaboración y el constante diálogo con la comunidad internacional para dar una respuesta adecuada.

Esta es una razón más para desechar las opciones nacionalistas y proteccionistas que hoy en día pululan en el mundo político.

En ese sentido, creemos al igual que Schwab, que para lograr reformar la globalización se requerirán dos cosas por parte de la comunidad internacional:

  • Un compromiso más amplio, en el sentido, de promover una participación masiva de los países en esta discusión.
  • Una mayor imaginación, en el sentido, de pensar sistémica y estructural, más allá de las propias consideraciones institucionales y nacionales a corto plazo. Lampadia

Globalización 4.0: qué significa y cómo podría beneficiarnos a todos

Imagen: REUTERS/Carlo Allegri

Klaus Schwab
Fundador y Presidente Ejecutivo del World Economic Forum
World Economic Forum Annual Meeting 2019
5 de noviembre, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Después de la Segunda Guerra Mundial, la comunidad internacional se unió para construir un futuro compartido. Ahora, debe hacerlo de nuevo. Debido a la lenta y desigual recuperación en la década transcurrida desde la crisis financiera mundial, una parte sustancial de la sociedad se ha visto afectada y enfurecida, no solo con la política y los políticos, sino también con la globalización y todo el sistema económico que la sustenta. En una era de inseguridad y frustración generalizadas, el populismo se ha vuelto cada vez más atractivo como alternativa al status quo.

Pero el discurso populista elude -y a menudo confunde- las distinciones sustantivas entre dos conceptos: globalización y globalismo.

  • La globalización es un fenómeno impulsado por la tecnología y el movimiento de ideas, personas y bienes.
  • El globalismo es una ideología que prioriza el orden global neoliberal sobre los intereses nacionales.

Nadie puede negar que estamos viviendo en un mundo globalizado. Pero el que todas nuestras políticas deben ser “globalistas” es altamente discutible.

Después de todo, este momento de crisis ha planteado preguntas importantes sobre nuestra arquitectura de gobernanza global. Con más y más votantes que exigen “recuperar el control” de las “fuerzas globales”, el desafío es restaurar la soberanía en un mundo que requiere cooperación. En lugar de cerrar las economías a través del proteccionismo y la política nacionalista, debemos forjar un nuevo pacto social entre los ciudadanos y sus líderes, para que todos se sientan lo suficientemente seguros en casa como para permanecer abiertos al mundo en general. Si esto falla, la continua desintegración de nuestro tejido social podría, en última instancia, conducir al colapso de la democracia.

Además, los desafíos asociados con la Cuarta Revolución Industrial (4IR) coinciden con el rápido surgimiento de restricciones ecológicas, el advenimiento de un orden internacional cada vez más multipolar y la creciente desigualdad [al interior de los países más ricos]. Estos desarrollos integrados están marcando el comienzo de una nueva era de globalización. Si mejorará la condición humana dependerá de si la gobernabilidad corporativa, local, nacional e internacional se puede adaptar a tiempo.

Mientras tanto, un nuevo marco para la cooperación público-privada global ha ido tomando forma. La cooperación público-privada consiste en aprovechar el sector privado y los mercados abiertos para impulsar el crecimiento económico para el bien público, teniendo siempre en cuenta la sostenibilidad ambiental y la inclusión social. Pero para determinar el bien público, primero debemos identificar las causas de la desigualdad.

Por ejemplo, aunque los mercados abiertos y la mayor competencia sin duda producen ganadores y perdedores en el ámbito internacional, estos pueden tener un efecto aún más pronunciado sobre la desigualdad a nivel nacional. Además, la creciente división entre los que tienen vidas precarias y los privilegiados se está reforzando con los modelos de negocios de a 4IR, que a menudo derivan rentas de la propiedad de capital y/o de la propiedad intelectual.

Cerrar esa brecha requiere que reconozcamos que vivimos en un nuevo tipo de economía impulsada por la innovación, y que se necesitan nuevas normas, estándares, políticas y convenios globales para salvaguardar la confianza del público. La nueva economía ya ha interrumpido y rediseñado innumerables industrias, y ha dislocado a millones de trabajadores. Está desmaterializando la producción, al aumentar la intensidad del conocimiento en la creación de valor. Está aumentando la competencia dentro de los mercados nacionales de productos, capitales y trabajo, así como entre los países que adoptan diferentes estrategias de comercio e inversión. Y está alimentando la desconfianza, particularmente en las compañías de tecnología y su administración de nuestros datos.

“La Globalización 4.0 recién empieza, pero nosotros estamos muy
poco preparados para ella”. Klaus Schwab (WEF)

El ritmo sin precedentes del cambio tecnológico significa que nuestros sistemas de salud, transporte, comunicación, producción, distribución y energía, por nombrar algunos, se transformarán por completo. Gestionar ese cambio requerirá no solo nuevos marcos para la cooperación nacional y multinacional, sino también un nuevo modelo de educación, completo con programas específicos para enseñar nuevas habilidades a los trabajadores. Con los avances en robótica e inteligencia artificial en el contexto del envejecimiento de las sociedades, tendremos que pasar de una narrativa de producción y consumo a una de compartir y cuidar.

La globalización 4.0 acaba de comenzar, pero nosotros estamos muy poco preparados para ella. Aferrarse a una mentalidad obsoleta y jugar con nuestros procesos e instituciones existentes no funcionará. Más bien, necesitamos rediseñarlos desde cero, para poder aprovechar las nuevas oportunidades que nos esperan, mientras evitamos el tipo de interrupciones que estamos presenciando hoy.

A medida que desarrollamos un nuevo enfoque hacia la nueva economía, debemos recordar que no estamos jugando un juego de suma cero. Esto no es una cuestión de:

  • libre comercio o proteccionismo,
  • tecnología o empleos,
  • inmigración o protección de los ciudadanos, y
  • crecimiento o igualdad.

Esas son todas falsas dicotomías, que podemos evitar al desarrollar políticas que favorezcan “y” sobre “o”, permitiendo que todos los conjuntos de intereses se persigan en paralelo.

Sin duda, los pesimistas argumentarán que las condiciones políticas se interponen en el camino de un diálogo global productivo sobre la Globalización 4.0 y la nueva economía. Pero los realistas utilizarán el momento actual para explorar las brechas en el sistema actual e identificar los requisitos para un enfoque futuro. Y los optimistas mantendrán la esperanza de que las partes interesadas orientadas hacia el futuro crearán una comunidad de interés compartido y, en última instancia, un propósito compartido.

Los cambios que están en curso hoy no están aislados en un país, una industria o un problema en particular. Son universales, y por lo tanto requieren una respuesta global. No adoptar un nuevo enfoque cooperativo sería una tragedia para la humanidad. Para redactar un plan para una arquitectura de gobernanza global compartida, debemos evitar estar atascados en el momento actual de gestión de crisis.

Específicamente, esta tarea requerirá dos cosas de la comunidad internacional: un compromiso más amplio y una mayor imaginación. La participación de todas las partes interesadas en un diálogo sostenido será crucial, al igual que la imaginación para pensar de manera sistémica, y más allá de las propias consideraciones institucionales y nacionales a corto plazo.

Estos serán los dos principios organizadores de la próxima Reunión Anual del Foro Económico Mundial en Davos-Klosters, que se reunirá entre el 22 y 25 de enero, bajo el tema “Globalización 4.0: Formando una nueva arquitectura en la era de la Cuarta Revolución Industrial”. Listos o no, un nuevo mundo está sobre nosotros. Lampadia