1

¿Cómo se forma el precio del GLP?

¿Cómo se forma el precio del GLP?

A propósito del anuncio de estatización del consorcio Camisea que hiciera el ex premier Guido Bellido, surgieron una serie de falsedades que alimentaron la mal información dentro de la población peruana sobre cómo se forman los precios del GLP, que a continuación procederemos a rebatir. 

En primer lugar, se debe distinguir de Gas Natural – que es transportado a través de ductos subterráneos – del Gas Licuado de Petróleo (GLP) – el cual viene envasado y es usado comúnmente para consumo del hogar. 

Camisea dedica una parte de su producción a la extracción de líquidos de Gas Natural que sirven para producir GLP, luego de un proceso de separación en la planta de Pisco, Ica.

Por otra parte, el precio del balón de GLP no sólo depende del Consorcio Camisea, pues este concentra el 40% del costo total, mientras que otros componentes como los impuestos y regalías concentran el 31.6% del costo y la logística y distribución, 27.7%.

Asimismo, el precio no es fijado directamente por Camisea, ya que depende del mercado, en tanto el Perú es un importador neto de GLP. El Perú con lo que produce localmente apenas puede abastecer al 75% de la demanda interna, siendo el 25% importado restante el que determina finalmente el precio. De hecho, con estas condiciones, el precio del balón en el Perú esta por debajo del promedio global, quitando del escenario a los países que subsidian sus precios por motivos políticos o por contar con excedentes de exportación de GLP.

La solución entonces para tener un gas barato no pasa por la estatización de los yacimientos ni tampoco por controlar o subsidiar el precio como se ha estado pretendiendo meter en el debate público, sino por incrementar la capacidad instalada de la distribución. Ello implica construir gasoductos y tuberías que lleven Gas Natural a las casas de los peruanos. Debido a que el Gas Natural es el gas que más produce Camisea: energía más barata que el balón de GLP y que debe llegar a todos. Lampadia




Hablemos de gas seriamente

Hablemos de gas seriamente

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

A partir del descubrimiento del yacimiento de gas de Camisea por parte de Shell en 1984 y algunos esfuerzos infructuosos por definir un proyecto viable hacia 1994, Shell abandonó el Perú y el Estado licitó internacionalmente el desarrollo del proyecto de explotación del campo, transporte y comercialización de gas y líquidos. El ganador de esa licitación fue el Consorcio constituido por Plus Petrol, Hunt Oil, SK y Teck Petrol, quien ofreció pagar una regalía de 38% del valor de venta, recibiendo el derecho de explotación por 40 años. En el tiempo, se sumaron al consorcio, Repsol y Sonatrac.

Este proyecto tuvo tres efectos:

  1. Una inversión del orden de los US$13 mil millones, entre el campo para la explotación, los ductos para el transporte, la planta criogénica de Melchorita, la planta de fraccionamiento de Pisco y las instalaciones portuarias, lo que ciertamente brindó grandes oportunidades de trabajo.
  2. La modificación de nuestra matriz energética (mercado interno) y
  3. la exportación mediante un contrato de 15 años plazo.

Esta gran inversión permitió que, todos los peruanos nos hayamos beneficiado desde el inicio de operaciones hasta la fecha, con un ahorro de más de US$100 mil millones; en nuestros recibos de luz, al reemplazar en la generación eléctrica diésel por gas, por usar GNV en transporte público, ahorros en la industria mediana y comercios, al igual que en la gran industria, al cambiar la fuente de energía por gas natural.

[El gas de Camisea llega a todos los peruanos, pues alimenta el 40% del consumo de electricidad del país]

En términos de recaudación fiscal, producto de la exportación y venta local, durante estos 17 años, Camisea ha pagado US$14,880 millones entre Regalías e Impuesto a la Renta, vale decir, el 65% de la renta generada, llegando directamente al Cusco, más de US$1 millón diario.

Es muy importante que todos sepamos, que su capacidad de producción es de 1,650 MMPCD (1) (millones de pies cúbicos por día), de los cuales, el mercado local consume entre 550 y 600 MMPCD, se exporta entre 550 y 600 MMPCD y se reinyecta al pozo en promedio 400 MMPCD. Esto confirma que contamos con gas natural más que suficiente para toda nuestra población, si consideramos que, a la fecha, Calidda (responsable de la distribución) destina 17 MMPCD para atender a 1.1 millones de hogares (aproximadamente 5 millones de peruanos), por lo que se estima que, reservando 50 MMPCD adicionales, se podría atender al resto de la población del centro y sur del Perú.

Mucho se habla de los precios del contrato de exportación de Camisea, y es importante que sepamos que, independientemente de tener un comprador contractual por 15 años (Shell), no se fija un precio en el contrato, sino que se establece lo que se llama un “Marcador”, que es el precio del mercado al que se destina el producto. Así tenemos:

  • HH (Henry Hub) para el mercado de las américas.
  • JKM para el mercado asiático.
  • NBP principal marcador para Europa.

Igualmente debemos conocer algunos hechos históricos, como que, cuando se inició la exportación con destino a Manzanillo, México, el HH era el marcador con precios más altos en el mundo, puesto que para ese entonces no existía el shale oil, ni el shale gas (petróleo y gas de esquisto o de fracking), que se desarrolló al sur de USA, pero que se convirtió en una amenaza al mercado a mediados de la década pasada. Por su lado, un terremoto y tsunami en 2011, afectaron gravemente la central nuclear de Fukushima y todo el sistema energético japonés, por lo que tuvieron que construir de emergencia centrales termoeléctricas a gas, y al aumentar dramáticamente la demanda de gas natural, el precio del marcador JKM subió mucho. Finalmente, en Europa, dependiente del gas y del gasoducto ruso, el mercado se vio expuesto a las decisiones políticas rusas, que hicieron subir los precios en el marcador NBP. En resumen, mientras los altos precios del HH cayeron por presencia de shale gas, los mercados asiático y europeo, subieron radicalmente por las razones indicadas. Lo importante aquí, es que durante los últimos 5 años se han despachado 220 barcos y de ellos, sólo 5 han tenido México como destino, pero ninguno durante los últimos 2 años.

En esencia, el problema que debemos resolver en el Perú, es la masificación del gas y ese es un tema que corresponde al Estado peruano resolver, no a ningún contratista.

En el pasado se decidió construir el “Gasoducto del Sur” hoy “SIT”, una obra faraónica, que, siendo un sistema secundario para el transporte de gas, se construía con tuberías de mayor diámetro que el de TGP (TGP 32”, 24” y 18”, mientras el SIT entre 36” y 30”).

Algo que pocos mencionan, es la diferencia entre el GN (gas natural) que nos sobra, y el GLP (gas líquido de petróleo) que se vende en los balones de gas, del que no tenemos suficiente. Este último se obtiene de los líquidos que se extraen de los pozos de gas y que debemos complementar con GLP que importamos. En consecuencia, 75% del GLP proviene de nuestra producción y 25% es importado.

Para resolver nuestra necesidad de masificar el gas, deberíamos hacer cabotaje de gas natural licuefactado en la planta criogénica a muy baja temperatura, en buque tanque hasta Ilo. Pocos saben que el gas licuefactado reduce su volumen en 600 veces, mientras que el gas comprimido para ser transportado en camiones, tal como se transporta hoy, reduce su volumen sólo entre 30 y 60 veces. Debemos pues instalar una planta de regasificación en Ilo, para atender las dos centrales termoeléctricas construidas ya en esa zona y desde Ilo, con tuberías de sólo 8”, distribuir el gas a Arequipa, Tacna, Moquegua, Puno, etc., mientras que el norte del Perú, se debe atender con gas de Talara, disponible desde hace muchos años.

Esta propuesta podría ejecutarse en un año y con costos mucho más razonables que las otras opciones, permitiendo con esto que los peruanos se beneficien de este gas natural que, a pesar de este proceso, su costo es de hasta un tercio del diésel o el GLP.

El gobierno debería estar actuando diligentemente en esta dirección, en lugar de estar dando mensajes inadecuados a la comunidad de inversionistas nacional e internacional.

¡No sigan destruyendo la reputación e imagen del Perú! Lampadia

(1) En campo se obtiene una mezcla de gas y líquidos que le llaman “sopa”. In situ se separan el gas de los líquidos (unos 80 MBBLD), 50% se convierte en GLP, 10% es diésel y 40% es Nafta que se exporta para ser tratado y convertido en gasolina de aviación de alto octanaje.




Masificación del Gas Natural en el Perú

Masificación del Gas Natural en el Perú

Desde el inicio de sus operaciones en 2004, el proyecto de Camisea tuvo importantes impactos positivos en el Perú, generando recursos fiscales y empleo, que contribuyeron con la economía nacional. Además de implementar proyectos y programas socio ambientales que benefician a las poblaciones de sus zonas de influencia, Camisea ha ido más allá, diseñando y ejecutando iniciativas que aportan a la masificación del gas natural, permitiendo que esta energía llegue -por ejemplo- a Cusco, de donde sale el recurso, o brindándole a los transportistas la posibilidad de acceder a vehículos que funcionan con GNV.

GAS NATURAL AL CUSCO

“Gas Natural para uso vehicular en la Región Cusco”, es el proyecto impulsado por el Consorcio Camisea y el Gobierno Regional de Cusco con una inversión de USD 1.9 millones de dólares, para viabilizar la venta de GNV a través de tres gasocentros: dos en Cusco y uno en Quillabamba. El objetivo es que los cusqueños tengan no solo un combustible más económico, sino también una energía que reduce riesgos en caso de fugas o accidentes, además de aportar al cuidado del medio ambiente por producir menor cantidad de emisiones.

A inicios de este año la primera estación de GNV en Cusco, ubicada en el distrito de San Jerónimo, inició sus operaciones representando un paso importante para la masificación del gas natural en esa región. Pronto se construirán dos gasocentros entre Cusco y Quillabamba, zonas estratégicas para el comercio, el turismo y la actividad agropecuaria.

La nueva estación dispensará más de 2.5 millones de m3 de Gas Natural Vehicular en el primer año de funcionamiento. Actualmente en la ciudad de Cusco ya existen más de 120 vehículos convertidos para que funcionen con GNV y se estima que al cierre de año se adecúen un total de 1,500 automóviles, facilitando que más cusqueños accedan a un combustible que es 56% más económico que la gasolina y 45% más barato que el diésel.

TRANSPORTE PÚBLICO Y DE CARGA CON GNV

Recientemente Camisea puso en marcha un fondo de cerca de USD 39 millones de dólares con el fin de promover la adquisición de buses y camiones nuevos que funcionen con Gas natural Vehicular en forma dedicada. La iniciativa proyecta incorporar más de 3 mil nuevas unidades con este combustible en los próximos tres años.

Un vehículo de carga pesada o de transporte urbano a GNV es aproximadamente 20% más costoso que otro a diésel, por lo que el programa de estímulo prevé otorgar beneficios económicos que ayuden a los transportistas a costear este mayor costo. Además, accederán a los beneficios de un combustible más limpio y barato que les concederá una mayor rentabilidad.

En Lima circulan unos 123 mil camiones y 23 mil buses de transporte urbano, que tienen una antigüedad, en promedio, de 25 y 15 años, respectivamente. Se estima que menos del 3% de los vehículos funcionan a GNV, y que el ahorro de los transportistas por migrar del diésel al GNV estaría en el entorno del 50%, explicaron los representantes de Camisea.

El objetivo de esta iniciativa es también contribuir con el Estado en los planes de masificación del Gas Natural para conceder a los transportistas los beneficios de un combustible más barato que además contribuye con un medio ambiente más limpio.

El Gas Natural permite tener un aire más saludable y facilita la reducción de hasta un 40% y 60% en las emisiones de compuestos químicos y dióxido de azufre, que son los principales causantes de los problemas respiratorios en las grandes ciudades como Lima, que sufre los estragos de la pandemia por COVID-19.

Asimismo, Camisea se encuentra trabajando en los detalles finales de un acuerdo con las autoridades para facilitar el desarrollo del Gas Natural Licuado (GNL) como combustible para carga pesada y movilidad. El GNL es un combustible cuyo costo es aproximadamente el 50% del precio del diésel, es ambientalmente amigable, y además permite una gran autonomía para los vehículos, lo cual lo torna particularmente ventajoso para el transporte de carga y pasajeros de largas distancias.

IMPACTOS POSITIVOS

Camisea es el yacimiento de gas natural más grande del Perú y uno de los más importantes de Latinoamérica. Su aporte al cambio de la matriz energética en el país ha permitido cumplir con los compromisos asumidos con el Acuerdo de París en la lucha contra el cambio climático, que busca mantener el aumento de la temperatura mundial por debajo del 2° respecto a niveles preindustriales.

Solo en el 2019, la reducción de CO2 de Camisea fue equivalente a 17,100 hectáreas de bosques húmedos amazónicos, es decir, se evitó el 11% del total de bosques perdidos durante el 2018, que ascendió a 154,800 hectáreas.

Según estimaciones de la consultora Macroconsult, gracias a la producción de este recurso por parte del Consorcio Camisea, se dejaron de emitir 64.3 millones de toneladas de dióxido de carbono entre 2004 y 2019, lo que equivale a la conservación de 166 mil hectáreas de bosques húmedos amazónicos.

Además del impacto ambiental, el componente económico se convirtió en un factor fundamental para el progreso del país. Al tratarse de un combustible más barato, representó un avance importante para el Perú, al reemplazar energías más costosas que habrían significado un freno para el desarrollo y mayores gastos para todas las empresas. Según Macroconsult, entre el 2004 y 2019, el ahorro generado por el uso del gas natural habría llegado a más de US$ 100,600 millones por la sustitución de combustibles.

Estos beneficios económicos también se extendieron a los peruanos y se traducen en hechos tangibles como por ejemplo que el 40% de la energía eléctrica en Perú se genera con gas natural de Camisea. Además, entre el 2004 y 2019, se estiman ahorros de US$ 77 mil millones por parte de los usuarios de los distintos sectores industriales del país.

En los últimos 17 años el gas natural de Camisea ha generado grandes beneficios para el país en términos de ahorros económicos para la población y las industrias, y un medio ambiente más saludable; sin considerar el pago de regalías y canon que impulsan el desarrollo del país, así como con la generación de puestos de trabajo para muchos peruanos. Lampadia




Castillo amenaza capturar el gas de Camisea

Castillo amenaza capturar el gas de Camisea

¿Cuál sería el impacto de la nacionalización del yacimiento gasífero?

El proyecto de Camisea ha generado beneficios inmensos al Perú en sus 16 años de operación:

  • US$ 100,000 millones en ahorros para la economía, sobre todo por menores costos de energía industrial y residencial
  • US$ 10,450 millones en regalías
  • S/ 25,000 millones en canos
  • 1.5% de PBI adicional cada año

El Cusco se ha beneficiado de manera muy importante. Por ejemplo, su crecimiento promedio entre el 2001 y el 2009, según el siguiente gráfico fue de 7.6% anual.

Claramente superior que el promedio nacional de 6.0%, e incluso mejor que el de India, Chile y el resto del mundo. Un crecimiento de nivel chino, que promedió 10.8% en el mismo período.

Sin embargo, la narrativa de las retrógradas izquierdas peruanas no ha dejado de torcer la realidad y sembrar todo tipo de trampas populistas para frenar la inversión en el país.

Evidentemente, la propuesta de Castillo de tomar Camisea causaría inmensos daños a todo el Perú, y especialmente a los más pobres, como siempre hacen los regímenes socialistas. 

Con estas eventuales acciones habría que ajustar el lema de Castillo, de:

No más pobres en un país rico, a
Más pobres en un país pobre

Lampadia

Juan Saldarriaga
El Comercio
26 de abril de 2021
Glosado por
Lampadia

Expertos en hidrocarburos analizan las consecuencias de una eventual expropiación de los recursos de gas y la instauración de un modelo de explotación calcado del boliviano.

El candidato Pedro Castillo se propone’ recuperar’ para los peruanos los recursos de gas de Camisea, en el entendido que su explotación no deja al país los beneficios que debería (Foto: EFE)

La noticia más llamativa de los últimos días ha sido el deslinde del aspirante presidencial Pedro Castillo con el ideario de su agrupación política (Perú Libre), el cual propugna cambiar la Constitución y ‘capturar’ los principales yacimientos mineros y de hidrocarburos, como el de Camisea, al cual dedica especial atención.

Y es que la nacionalización del gas cusqueño, en el imaginario de Perú Libre, permitiría triplicar el presupuesto para el sector educación, convirtiendo dicho recurso “en el pan de la educación peruana”.

En vez de eso, Castillo propuso la semana pasada “no ir más allá” en la nacionalización de Camisea si el consorcio liderado por Pluspetrol acepta destinar toda su producción al mercado interno y mostrar su conformidad “con el planteamiento de que el 70% queda para el país y el 30% se la lleva”.

Esto es, una ‘vuelta de tuerca’ a la supuesta expoliación de los recursos de gas por parte del Consorcio Camisea, una noción distorsionada por cuanto éste ya deja el 50% de sus ganancias en el país a través del pago del Impuesto a la Renta (30% de la utilidad bruta) y regalías (37, 24% del valor de la producción),. según expertos consultados por Día1.

ONDA NACIONALISTA

Pocas personas conocen que los lotes 88 y 56 de Camisea pagan las regalías gasíferas más elevadas de la selva peruana. Con este dinero Cusco ha recibido S/1 millón al día desde el 2005 y ahora recibe US$1 millón diario”, apunta Gustavo Navarro, socio director de Gas Energy.

Gonzalo Chávez, economista de la Universidad Católica Boliviana, apunta que la repetición constante de cifras erróneas por parte de un “líder que se victimiza” y que achaca los males de un país a las trasnacionales constituye “la receta perfecta para nacionalizar los recursos minero-energéticos”.

El candidato presidencial Pedro Castillo ha detallado que su gobierno nacionalizará los recursos de petróleo y gas pero que no los administrará directamente, sino que los entregará a “empresas privadas peruanas”. (Foto: Violeta Ayasta / GEC)

Ejemplo de ello es lo acaecido en Bolivia a inicios del prolongado gobierno de Evo Morales (2006-2019), un acontecimiento que brinda muchas luces sobre lo que podría suceder en el Perú.

Se decía antes de la nacionalización del gas que el 82% de las riquezas se iba con los extranjeros y que sólo el 18% se quedaba en el país. Pero cuando uno examinaba el conjunto del government take veía que la proporción era de 55% a 45%. Jamás hubo la expoliación que se pregonaba”, comenta Chávez.

A entender del economista, es muy difícil desmontar propagandas como esta, profundamente enraizadas en el inconsciente colectivo de muchos latinoamericanos.

Pero, ¿qué implicancias tendría su aplicación en el Perú?

EL COSTO DE EXPROPIAR

Fuentes del Ejecutivo citadas por el diario Gestión estiman que una eventual nacionalización de Camisea motivaría una demanda internacional de US$7 mil millones, fundamentadas en las inversiones efectuadas por el Consorcio Camisea desde el 2000.

Esta no sería, sin embargo, la única manera de estimar una indemnización. Otra forma, según el ex viceministro de energía Luis Espinoza, consiste en analizar el flujo futuro de ganancias por la venta de gas natural y, sobre todo, de líquidos de gas natural, hasta el término del contrato de Camisea (2040-2044).

Esta ecuación arrojaría un valor nominal de más de US$26 mil millones y un valor presente de más de US$13 mil millones, asumiendo precios corrientes para el gas y el petróleo.

Una cifra monstruosa”, declara Espinoza.

Sea cual fuere el caso, el exministro de energía y minas Carlos Herrera Descalzi considera que la nacionalización de Camisea sería un mejor negocio para el consorcio liderado por Pluspetrol que para el Perú, debido al alto costo de la expropiación y al menor beneficio que el país podría obtener de un yacimiento con reservas declinantes tras 20 años de explotación continua.

Hoy, Camisea tiene la mitad de los recursos que tenía cuando el contrato se firmó hace 21 años, sobre todo, en líquidos de gas natural (materia prima del gas licuado) que es lo que sostiene al consorcio”, anota.

Por esta razón, Herrera enfatiza que una eventual expropiación de Camisea dejaría al Perú en un trance parecido al que nos dejó Juan Velasco Alvarado cuando nacionalizó La Brea y Pariñas en 1969: ahorcados y endeudados.

Las reservas de gas natural y líquidos de Camisea se han reducido dramáticamente en los últimos años tras sucesivos fracasos exploratorios por parte del Consorcio Camisea.

IMPACTO PROFUNDO

El costo de la expropiación no es, sin embargo, el único impacto que se debe considerar en un escenario de nacionalización. Uno no menor es el riesgo de desabastecimiento de gas natural y gas licuado, como consecuencia de la pérdida de conocimiento “en cómo operar eficientemente los pozos con los más altos estándares internacionales”, apuntan fuentes del sector gasífero.

Según un reciente estudio de Macroconsult, la puesta en marcha de Camisea ha generado ahorros para el país por US$100 mil millones, particularmente, en generación de energía eléctrica debido a la sustitución del diesel, combustible más caro y contaminante que el gas natural.

Otro punto en contra es la pérdida de credibilidad del país frente a futuros inversionistas en gas, petróleo y, sobre todo, minería.

Las inversiones en hidrocarburos no son muchas, pero jalan a otras. Si el Perú no respeta este sector, existe el riesgo de que tampoco respete al resto. Los inversionistas lo ven así. En este escenario sus inversiones se van a ahuyentar”, refiere Espinoza.

El gobierno podría verse tentado a creer, sin embargo, que ha vuelto a recuperar la riqueza de todos los peruanos y que lo que vendrá será una maravilla, si sigue los pasos del modelo gasífero boliviano.

No obstante, estaría obviando una evidencia poco conocida en el Perú, y es que la nacionalización de los recursos de hidrocarburos en Bolivia tuvo muy poco o nada que ver con el auge del gas en el país altiplánico.

LAMENTO BOLIVIANO

De acuerdo a Gonzalo Chávez, la nacionalización del gas boliviano tuvo un efecto más político que efectivo, pero se le atribuyen todas las virtudes.

Lo cierto es que Evo Morales se sacó la lotería cuando entró al gobierno porque encontró un precio del petróleo en alza y una nueva ley de hidrcarburos (promulgada anteriormente) que fue la que motivó la captura de una mayor renta gasífera. La nacionalización no tuvo nada que ver”, remarca el economista.

Bolivia experimentó un auge gasífero sin precedentes en 2008-2014, basado en el elevado precio del petróleo. Hoy el modelo boliviano está en crisis, al extremo que podría tener verse obligado a importar gas desde el 2029. (AFP / RONALDO SCHEMIDT).

Prueba de ello es que el modelo boliviano ha colapsado desde el desplome del precio del crudo en el 2014, al extremo de que su producción de gas ha entrado en “declinación profunda” y sus ductos “se están quedando vacíos”, añade Álvaro Ríos, ex ministro de hidrocarburos de Bolivia.

Bolivia, en efecto, ha pasado de una situación fabulosa en 2008-2014 a una muy preocupante, en la que tiene que importar todos los derivados del petróleo que consume debido a la nula exploración por parte del Estado, propietario de los recursos de hidrocarburos.

“Si no hay un cambio en el modelo, Bolivia también va a necesitar importar gas en el 2029 o 2030”, advierte Ríos.

¿Cuál es la alternativa, entonces, a la nacionalización Camisea? El mismo Pedro Castillo lo ha adelantado, cuando indica que renegociará los contratos del consorcio liderado por Pluspetrol.

Al respecto, los especialistas en hidrocarburos concuerdan en señalar que es posible implementar nuevas reglas, pero sin atentar contra la competitividad de las empresas y el sector hidrocarburos.

MASIFICACIÓN DEL GAS

Por ejemplo, Luis Espinoza señala que se puede empezar a negociar el precio del gas natural para que sea “un poco más bajo”, lo cual no sería difícil de conseguir porque el gas seco no es la médula del negocio para el Consorcio Camisea, como sí lo son los líquidos de gas (mejor cotizados).

El volumen de gas natural necesario para la masificación en hogares y comercios es muy pequeño, pero aún así se necesitan redes de ductos regionales e interregionales para poder transportarlo.

Por el contrario, advierte que el precio del gas licuado, debe seguir guiándose por el mercado, salvo que el gobierno acceda a devolverlo al Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles, como demanda la Asociación de Plantas Envasadoras de Gas Licuado (ASEEG).

El desafío mayor, sin embargo, es cómo masificar el gas natural en el Cusco y el interior del Perú, una aspiración que no se podrá plasmar reencausando el gas que se exporta hacia el consumo interno, como propone Pedro Castillo.

Si el gas natural no es exportado, señala Gustavo Navarro, se quedará en Lima o en Camisea, porque no existe forma de transportarlo hacia el Cusco u otras regiones debido a la falta de gasoductos (sólo hay dos, que conectan Camisea con Lima e Ica, respectivamente).

Esta ausencia de infraestructura, y de un fuerte mercado de consumo en la sierra, obliga al Consorcio Camisea a reinyectar el 12% de su producción de gas natural.

De allí la importancia de reemprender el desarrollo del gasoducto surperuano (SIT-Gas), pensado para llevar el gas natural a las urbes más pobladas del Ande.

La alternativa a este proyecto es la masificación del gas mediante gasoductos virtuales (camiones) una opción que ha demostrado ser poco exitosa debido a sus elevados costos logísticos y de transporte, como lo demuestra la quiebra de Naturgy, concesionario del gas para el sur del Perú, y las dificultades de Quavii en la concesión norte.

No se puede masificar el gas natural con camiones. Para eso se necesitan gasoductos”, sostiene Álvaro Ríos.

La penetración del uso del gas natural es muy grande en Lima pero escasa en las regiones, una situación que alimenta las contradicciones entre la capital y el resto del país. Lampadia




Mirada a una ‘industria en transición’

El punto en el que la demanda de petróleo alcanzará su máxima demanda ha sido durante mucho tiempo un tema de debate. La importancia del llamado ‘peak oil’ es que señala un cambio de una era de percibida escasez a una era de abundancia, y con ello, un posible cambio hacia un entorno de mercado más competitivo.

Los mercados mundiales de petróleo están cambiando drásticamente. El advenimiento de los vehículos eléctricos y las crecientes presiones para descarbonizar el sector del transporte significan que el petróleo enfrenta una importante competencia por primera vez dentro de su fuente principal de demanda. El reconocimiento de que las fuerzas combinadas de mejorar la eficiencia y aumentar la presión para reducir las emisiones de carbono y mejorar la calidad del aire urbano es probable que causen que la demanda de petróleo deje de aumentar y ha dado lugar a un considerable enfoque dentro de la industria y entre los comentaristas.

Al mismo tiempo, el lado de la oferta del mercado del petróleo está experimentando su propia revolución. El advenimiento del shale oil de EEUU ha alterado fundamentalmente el comportamiento de los mercados petroleros, introduciendo una fuente nueva y flexible de petróleo competitivo. En términos más generales, la aplicación de nuevas tecnologías, especialmente la digitalización en todas sus diversas formas, tiene el potencial de destrabar grandes reservas nuevas de petróleo en los próximos 20 a 30 años.

La perspectiva de una demanda máxima de petróleo, combinada con suministros de petróleo cada vez más abundantes, ha llevado a muchos comentaristas a concluir que es probable que los precios del petróleo disminuyan inextricablemente con el tiempo. Si la demanda de petróleo se está agotando y el mundo está inundado de petróleo, ¿por qué los precios del petróleo deberían ser significativamente más altos que el costo de extraer el barril marginal? Los días de racionamiento y primas de escasez pueden estar contados.

Estos desarrollos son importantes. Es probable que el crecimiento de la demanda de petróleo disminuya gradualmente y, finalmente, llegue a su punto máximo. Y es probable que el suministro abundante de petróleo altere fundamentalmente el comportamiento de las economías productoras de petróleo.

Sin embargo, también se estima que el consumo de gas aumente, “se espera que aproximadamente el 80 % del crecimiento previsto en la demanda de electricidad de EEUU se cubra con gas natural”, según McKinsey Global Institute.

Mientras tanto, el Perú, no da pie con bola. Se impide la exploración petrolera y se desalienta el desarrollo del gas.

Con disculpas formalistas, que esconden presiones políticas, el gobierno se da el lujo de paralizar las exploraciones petroleras en el zócalo norteño, donde se está construyendo una refinería de US$ 5,500 millones de dólares que no tendrá petróleo, pues el oleoducto de Petroperu está destrozado, como denunciamos en Lampadia el 16/03/2016. (Ver: Se le acabó la ‘Tina’ a Petroperú). Al mismo tiempo se han desintensivado las exploraciones y desarrollos de gas natural.

Para entender más este tema, compartimos un análisis del Financial Times al respecto:

Los productores de petróleo enfrentan una situación de “vida o muerte”

El temor inminente al pico de la demanda significa que las empresas tienen menos probabilidades de invertir. Entonces, ¿eso hace que la escasez y el aumento de precios sean inevitables?

David Sheppard y Anjli Raval
Financial Times
18 de junio, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

El mes pasado un inversor frustrado me preguntó si la Royal Dutch Shell estaba más preocupada por “la sostenibilidad de la empresa o la sostenibilidad del planeta”. El presidente ejecutivo Ben van Beurden reconoció que el cambio climático será “el reto definitivo” que enfrentará la industria petrolera en los próximos años.

Luego pasó a describir los beneficios de la energía para millones de personas en todo el mundo como “a menudo una cuestión de vida o muerte”. Podría haber estado hablando de su propia industria, que acaba de salir de una recesión brutal y que, según algunos, se enfrenta a un desafío aún mayor: si invertir en petróleo en un momento en que las preocupaciones climáticas hacen prever el pico de la demanda tan pronto como en 2020.

Es una pregunta que domina la industria energética y determinará cómo se verán las grandes petroleras, incluidas Shell y BP, en el futuro. Impulsada por la presión de los inversores y la necesidad de frenar los costos después de que el precio del petróleo se redujera a la mitad en 2014, la industria ha abandonado en gran medida nuevas inversiones en megaproyectos, desde exploración ártica hasta arenas petrolíferas canadienses, que una vez fueron su fuerte.

En la segunda mitad de esta década, el gasto de capital total de los grandes grupos de petróleo y gas se reducirá en casi un 50% a US$ 443.5 mil millones desde los US$ 875.1 mil millones del 2010-15, según la consultora noruega Rystad Energy. Aunque parcialmente compensado por una caída en los costos de desarrollo del campo petrolífero, la caída también coincide con los grandes grupos que buscan más capital en proyectos de más corto plazo, que rinden frutos rápidamente, al igual que la energía renovable. Los movimientos se producen en medio de temores de que los vehículos eléctricos representen una gran amenaza para el dominio del petróleo. [Ver en Lampadia: Implicancias sobre la revolución de los autos eléctricos]

De acuerdo con eso, van Beurden les dijo a los inversionistas el mes pasado, que Shell ya no es un grupo de petróleo y gas, sino que es una “compañía de transición energética”, un indicio de su cambio hacia un sistema energético bajo en carbono.

Una afirmación impensable hace solo unos años. Pero la persistencia de la reducción de costos y las crecientes preocupaciones por el clima han dejado a muchos en el sector preocupados de que la industria esté cometiendo un error de cálculo. Temen que esté dando la espalda a muchos proyectos de petróleo y gas antes de que aumente la eficiencia, las energías renovables, los autos eléctricos y los esfuerzos para conservar los combustibles fósiles que puedan limitar el consumo. El resultado podría ser la escasez de suministros y los aumentos de precios, almacenando un problema para la economía global.

“No es inteligente ser arrogante respecto a la falta de inversión”, dice Stewart Glickman, un analista de equity (capital) en energía de CFRA. “La caída en los últimos cuatro años finalmente tendrá un impacto en los precios del crudo”.

Él agrega que, si bien la inversión en shale de EEUU ha crecido a medida que las empresas buscan proyectos de ciclo corto, cuellos de botella y la disminución de la calidad de las reservas, es probable que por sí sola no sea capaz de llenar el vacío. “Asumir alegremente que debido a que [la industria de Estados Unidos] ha sido capaz de generar suficiente producción hasta el momento que podamos continuar haciéndolo, es una expectativa arriesgada”, dice.

Las víctimas del recorte de inversión

Proyecto: Mad Dog 2 (rediseñado). BP, EEUU, Golfo de México

Originalmente programado para comenzar a producir petróleo antes de 2020, el proyecto fue detenido hace cinco años, ya que las previsiones de costos se dispararon a más de US$ 20 mil millones. BP ha vuelto con un nuevo plan que cree que limitará los costos a US$ 9 mil millones, con 140,000 barriles por día de producción que entrarán en funcionamiento a fines de 2021.

Las estimaciones de cuándo la demanda de petróleo alcanzará su punto máximo varían enormemente. Algunos expertos dicen que podría suceder tan pronto como en 2023, otros creen que se postergará hasta 2070. Esa falta de consenso presenta un peligro, dicen los críticos, pues los grupos petroleros están siendo empujados a descartar inversiones complejas a largo plazo justo cuando la demanda de petróleo se acerca a los 100 millones de barriles diarios por primera vez a medida que se expanden las economías emergentes en Asia y África.

“Hay tanta incertidumbre”, dice Andrew Gould, ex presidente y director ejecutivo de la compañía de servicios petroleros Schlumberger. “Cada vez es más difícil conseguir que los directorios aprueben proyectos con vidas de 20 a 25 años”.

La deflación de costos ha permitido la aprobación de ciertos proyectos como Mad Dog 2, el proyecto offshore de aguas profundas de BP en EEUU, mientras que otros están suspendidos o se han reducido. Dichos proyectos habrían proporcionado un colchón de línea de base de suministros para suavizar cualquier escasez futura del mercado o demanda adicional. Si ese suministro no está allí, algunos temen una reacción violenta de los países consumidores a medida que los precios del petróleo aumentan.

Funcionarios en India, que liderarán el crecimiento de la demanda de petróleo en los próximos años, ya están ansiosos después de que el precio tocara los 80 dólares por barril a principios de este año, mientras que los gobiernos de la eurozona se verán presionados si aumentan los precios.

Para las grandes compañías energéticas y las economías ricas en recursos que dependen de vastos campos petrolíferos para el gasto público, el temor a que la demanda alcance su pico es alto. Que se discuta en un momento en que la demanda ha estado creciendo a un promedio de 1.7mb/d cada año desde 2014 (el doble de la tasa al inicio de esta década, cuando el petróleo promedió cerca de US$ 100 por barril) es desconcertante para algunos.

Tony Hayward, el ex presidente ejecutivo de BP, que ahora es presidente del grupo minero y comercial Glencore, tiene dudas sobre toda la estrategia, insinuando que los aplacadores estaban ganando en contra de sus mejores intereses.

“No creo que las empresas grandes realmente crean en la historia a largo plazo de la demanda máxima”, dijo Hayward al Financial Times la semana pasada. “Al observar la trayectoria, es más probable que tengamos un ajuste severo del suministro a principios de la década de 2020″.

Las víctimas del recorte de inversión

Proyecto: Bonga Suroeste (Retrasado). Shell, Nigeria

El plan de Shell para desarrollar su yacimiento petrolífero Bonga en aguas profundas frente a Nigeria se ha retrasado varias veces desde 2015. Después de comenzar a bombear crudo en 2005, se espera que la extensión de Bonga de US$ 12 miles de millones hagan que la producción aumente a 175,000 barriles por día, pero su futuro ahora depende del corte de costos.

Los inversionistas están impulsando este cambio. Los principales gestores de activos y fondos de pensiones están cada vez más preocupados por el posible impacto financiero del calentamiento global y las políticas para limitarlo.

Legal & General Investment Management, uno de los mayores propietarios de acciones de BP y Shell a través de la administración de los fondos de pensiones del Reino Unido, ha liderado el camino al decirles que se centren menos en los riesgos de los movimientos de precios a corto plazo, y se preparen para administrar una industria en declive.

Nick Stansbury, quien encabeza la estrategia de L&G en los mercados de energía y commodities, dice que su argumento es que si bien es imposible predecir con exactitud cuándo llegará a su punto máximo la demanda de petróleo, ahora están convencidos de que llegará el momento. Los vehículos eléctricos, una reacción contra los plásticos y el aumento de los combustibles alternativos amenazan con limitar la demanda de petróleo, argumenta L&G.

Por lo tanto, los grupos petroleros deberían evitar los proyectos que tarden 10 o más años en volverse rentables, lo que solía ser el estándar de la industria. En su lugar, deberían centrarse en maximizar los rendimientos para los accionistas, incluso devolver capital en lugar de tratar de transformarse en compañías renovables en las que carecen de experiencia.

“No pensamos que el pico de petróleo llegará en 2021 o que no hay necesidad de invertir en ningún nuevo proyecto petrolero”, dice Stansbury. “Pero lo que queremos que se comprometan a hacer… es que se conviertan en los motores de flujo de caja que financian la transición energética”.

Dice que esa estrategia plantea riesgos para el resto del mundo en forma de precios del petróleo volátiles, pero argumenta que los fondos que invierten el dinero de otras personas en compañías de energía deben permanecer enfocados en cualquier riesgo a más largo plazo.

Es parte de un debate más grande. Los inversores a menudo consideraron que los programas de gasto de las grandes petroleras eran demasiado derrochadores cuando el petróleo estaba por encima de los 100 dólares el barril, lo que arrojaba rendimientos inadecuados. El colapso del precio del petróleo en 2014 obligó a revisar su enfoque de inversión.

Brian Gilvary, director financiero de BP, insiste en que no es solo el miedo de los inversionistas a la demanda máxima lo que ha provocado que la empresa se aleje de los proyectos de petróleo y gas a más largo plazo. Tras la caída de los precios en 2014, desencadenada en parte por el aumento estadounidense y el exceso de oferta subsiguiente, él argumenta que es sensato que empresas como BP se concentren en los proyectos más rápidos y más baratos.

“Nos estamos volviendo más eficientes en la forma en que invertimos capital”, dice Gilvary. Agrega que BP y otros grupos de energía están arando un camino intermedio: aumentar la producción de petróleo mediante el uso de tecnología para eliminar barriles de los yacimientos existentes, al tiempo que canalizan pequeñas cantidades de capital hacia los llamados proyectos de ciclo corto como el shale de EEUU.

Presidir una era de transición: el presidente ejecutivo de Shell, Ben van Beurden © Bloomberg

“No estamos viendo ningún indicio de que venga [una contracción de la oferta], pero entendemos el temor”, dice el ejecutivo de BP. “Continuamos haciendo crecer nuestro negocio… y todavía vemos suficiente actividad”.

Chris Midgley, ex economista jefe de Shell, que ahora es analista de S&P Global Platts, cree que el enfoque de BP tiene sentido, pero advierte que el mayor riesgo vendrá en cinco a siete años, cuando al centrarse la inversión en gran medida en campos existentes, podría no generarswe suficiente producción. Incluso si eso llevara a precios más altos, las compañías petroleras podrían no responder.

“Si obtenemos precios más altos, a diferencia de los ciclos anteriores, las [compañías petroleras internacionales] podrían elegir sentarse efectivamente en sus manos, diciendo que usarán la ganancia inesperada para acelerar en la transición energética en lugar de hacer más inversiones [petroleras]”, dijo. “Cualquier período prolongado de precios más altos que puedan seguir conduciría inevitablemente a un freno en el consumo. Eso sería… recesivo para toda la economía”, dice.

Las víctimas del recorte de inversión

Proyecto: Rosebank (Retrasado). Chevron, Reino Unido, Mar Del Norte

Justo al lado de la costa oeste de Shetland está el campo Rosebank, descubierto en 2004. Chevron estaba examinando la factibilidad de desarrollar un proyecto reportado de US$ 10 mil millones poco antes del colapso del precio del petróleo.

En 2016 canceló un pedido de US$ 1.8 mil millones para una embarcación de producción y descarga flotante (FPSO) para atender el campo. Chevron dijo que el proyecto sigue siendo considerado y que está trabajando en su diseño y economía.

Por ahora, la estrategia parece estar funcionando

Según Wood Mackenzie, una consultora petrolera, se espera que el crecimiento de la producción entre las principales petroleras aumente, en promedio, aproximadamente un 3.5 % anual entre 2017 y 2020.

Después de una caída de más del 40 % en la perforación convencional en tierra a nivel mundial desde 2014-16, desde entonces ha aumentado en un 17 %, dice Rystad Energy. En los yacimientos petrolíferos de EEUU, la perforación se redujo en un 55 % en el mismo período, pero aumentó un 65 % desde 2016, lo que demuestra la popularidad de los proyectos de ciclo corto. ExxonMobil, que ha sido más lento en abordar el riesgo climático que sus pares, ha dicho que todavía habría una necesidad de millones de dólares de inversión en nueva producción de petróleo y gas, incluso en un mundo donde el aumento de la temperatura se limitaría a 2ºC.

Mientras tanto, la recuperación en los precios del petróleo ha sido impulsada en gran medida por factores que están fuera del control de las compañías energéticas. La demanda es fuerte, la OPEP y Rusia recortaron intencionalmente la producción en 2017, y desde entonces la producción en Venezuela ha caído debido a la crisis económica y política que afecta al país.

La decisión del presidente estadounidense Donald Trump de retirarse del acuerdo nuclear de Irán y reimponer sanciones a las exportaciones de energía del país fue el golpe final para llevar el petróleo por encima de los 80 dólares el barril. Pero desde entonces los precios han bajado a alrededor de US$ 74, mientras Arabia Saudita y Rusia discuten la posibilidad de liberar barriles adicionales al mercado, algo que los ministros de petróleo debatirán en la OPEP esta semana.

Sin embargo, algunos de los mayores comerciantes de petróleo siguen sin estar convencidos de que sea posible mantener el mercado bien provisto de inversiones a corto plazo.

Pierre Andurand, un administrador de fondos de cobertura que supervisa más de mil millones de dólares en inversiones y apuesta por las fluctuaciones del precio del petróleo, dice que podría llegar a los 150 dólares el barril en dos años, en parte debido a la demanda máxima mientras el consumo sigue en aumento. Otros ejecutivos y analistas de la industria ven una subida más baja, pero creen que los precios volverán a superar los US$ 100 por barril.

“Los inversionistas presionan para que estas compañías no inviertan demasiado en petróleo, pero al mismo tiempo no vemos que los automóviles eléctricos tengan un gran impacto en el crecimiento de la demanda por al menos otra década”, dice. “No es obvio para mí de dónde vendrá este crecimiento de la oferta”.

Algunos descartan esto como un alarmismo, diciendo que la industria ha cambiado de una era de escasez percibida a abundancia, lo que significa que gran parte de la inversión a largo plazo en grandes proyectos es innecesaria.

Por ahora, van Beurden está apostando a que Shell ha hecho los cálculos correctos. Un precio del petróleo un poco más alto no sería lo peor en el mundo para su empresa, ya que lidia con la transición energética. Después de todo, ningún presidente ejecutivo quiere quedarse con yacimientos petrolíferos multimillonarios que el mundo ya no quiere ni necesita. Lampadia




Implicancias sobre la revolución de los autos eléctricos

Algo más de 100 años después de la revolución del automóvil, liderada por Henry Ford, quien transformó el transporte, hoy se desenvuelve una nueva revolución en el sector: la de los automóviles eléctricos y la de los vehículos sin conductor. En esta ocasión veremos el primer caso.

Así como la revolución de Ford se expresa con la célebre cita “si le hubiera preguntado a la gente qué necesitaban, me hubieran pedido caballos más rápidos”, la nueva revolución se ha disparado de la mano de los innovadores, las empresas de tecnología como Tesla, que han tenido un desarrollo sorprendente. Hoy, muchas de las empresas automovilísticas ya se han embarcado en una carrera por desarrollar vehículos eléctricos que prometen ser ‘cero emisiones’.

Pero es importante recalcar que el sector automovilístico todavía atraviesa el catastrófico escándalo de Volkswagen, en el que los vehículos fueron diseñados para engañar a las pruebas de emisiones, arrojando niveles de emisiones peligrosamente altas, las cuales contribuyen a una mayor contaminación, humo y problemas respiratorios. (Ver en Lampadia: Las sucias mentiras de VW exigen un escarmiento ejemplar). Increíblemente, lo mismo sucedió luego con Mitsubishi en Japón.

Sin embargo, los autos eléctricos pueden ser el comienzo de una revolución en la industria de los automóviles. Su éxito puede llegar a ser el punto de inflexión en el mercado, cambiando los criterios para la adquisición de automóviles. Ver en Lampadia: Tesla innova en el mundo del automóvil.

Según un análisis de McKinsey Global Institute, que recogemos líneas abajo, “La demanda de vehículos eléctricos (VE) va a cambiar. Mientras que los EV representaron solo alrededor del 1 % de las ventas anuales mundiales de vehículos en 2016 y solo 0.2 % de los vehículos usados en las carreteras, para el 2030 las ventas globales de los EV podrían subir a casi 20 % anual.” Esto trae 3 implicancias, muy importantes sobre la demanda de los recursos:

  1. La adopción de EV no afectará en gran medida el petróleo, pero sí significativamente la demanda de gas natural. Más EVs significa que se tendrá que producir más electricidad. Si bien el carbón será parte de la ecuación, se espera que aproximadamente el 80 % del crecimiento previsto en la demanda de electricidad de EEUU se cubra con gas natural.
  2. Se tendrán que aumentar significativamente los puntos de recarga para abastecer los millones de vehículos eléctricos en todo el mundo, lo cual tendrá implicancias en la disponibilidad de terrenos para las estaciones.
  3. Si las ventas de vehículos eléctricos van a cumplir con los niveles previstos, la capacidad de fabricación de la baterías también tendrá que aumentar hasta triplicarse en 2020, estresando la producción de cobalto y litio.

Queda claro que el futuro de la industria del automóvil tiene por delante muchos desafíos, pero también de ofrecer muchas nuevas oportunidades. Lampadia

Tres sorprendentes implicancias para los recursos por el aumento de los vehículos eléctricos

Russell Hensley, Stefan Knupfer y Dickon Pinner
McKinsey Global Institute
Mayo de 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Es posible que las consecuencias económicas para la energía, las materias primas y la tierra no sean las esperadas.

La demanda de vehículos eléctricos (VE) va a cambiar. Mientras que los EV representaron solo alrededor del 1 % de las ventas anuales mundiales de vehículos en 2016 y solo 0.2 % de los vehículos en la carretera, McKinsey estima que para el 2030 las ventas globales de los EV (incluyendo vehículos eléctricos con batería e híbridos) podrían subir a casi 20 % anual (y casi al 35 % de las ventas en Europa). Estas tasas podrían aumentar incluso más rápido en escenarios agresivos. La demografía está demostrando ser el destino. Encuestas recientes sugieren que el 30 % de las personas que compran automóviles y casi el 50 % de los de la generación de millennials considerarán comprar un EV como su próximo automóvil en lugar de uno impulsado por un motor de combustión interna tradicional (ICE).

El aumento de la adopción de EV afectará a más y a diferentes recursos naturales, así como a múltiples industrias, diferentes geografías y niveles de emisiones de carbono. De hecho, las preocupaciones ecológicas figuran en la mayoría de las decisiones de los consumidores para comprar un EV. Querer ayudar al medio ambiente fue la razón número uno (por un margen sustancial) de que los compradores estadounidenses eligieran un EV en una encuesta CarMax 2017. Un estudio realizado por AAA ese mismo año también descubrió que las inquietudes ambientales son la principal consideración de los compradores de vehículos eléctricos: una asombrosa tasa de 87%. Sin embargo, nuestra investigación revela que varias suposiciones comunes sobre los EV y los recursos de la Tierra están fuera de lugar. Y en algunos casos, la sabiduría común es casi completamente errónea.

Combustibles fósiles: EVs no deletrean el pico del consumo de petróleo

Comencemos con el petróleo crudo. Más vehículos eléctricos reducirán drásticamente la demanda de petróleo, en realidad, no. Se espera que tener más vehículos eléctricos e híbridos en la carretera reduzca la demanda de petróleo solo modestamente en los próximos 10 a 15 años. En la medida en que exista una presión a la baja sobre la demanda de petróleo, se deberá en gran parte a las mejoras en la eficiencia de ICE y a que los vehículos sean más livianos. Esas eficiencias ya han aumentado en aproximadamente un 2 % anual desde 2005 (aumentando las millas por galón para un vehículo ICE promedio en los Estados Unidos de 26 en 2005 a 32 en la actualidad). Anticipamos que continuarán aumentando en más del 2.5 % anual hasta el 2025.

Sin embargo, incluso a medida que los vehículos propulsados ​​por combustión interna se vuelven más eficientes y menos predominantes, la demanda mundial de petróleo crudo seguirá creciendo, mientras que los vehículos eléctricos experimentarán un aumento significativo como proporción de vehículos en la carretera. El aumento de la demanda de petróleo provendrá de una variedad de fuentes, incluidas industrias como la química y la aviación; regiones en crecimiento, especialmente China y otros mercados emergentes; y la venta de más automóviles a nivel mundial, incluidos más automóviles con motor ICE, y por lo tanto más millas recorridas por vehículos en todo el mundo.

Sin embargo, la adopción de EV afectará significativamente la demanda de un combustible fósil diferente: el gas natural. Más EVs significa que se tendrá que producir más electricidad. Si bien el carbón será parte de la ecuación, se espera que aproximadamente el 80 % del crecimiento previsto en la demanda de electricidad de EEUU se cubra con gas natural. Si la mitad de los automóviles en las carreteras estadounidenses fueran vehículos eléctricos, se esperaría que la demanda diaria de gas natural en Estados Unidos aumente en más del 20 %.

Terrenos: ¿un ajuste inesperado?

Actualmente hay más de 400,000 puntos de recarga públicos que soportan los más de tres millones de vehículos eléctricos en uso en todo el mundo. Este número tendrá que aumentar significativamente para cumplir con la previsión global de aumentos de adopción de EV para 2030. Simplemente reemplazar las estaciones de servicio con puntos de carga o agregar más puntos de carga que tengan el tamaño de las estaciones de servicio no será suficiente para atender el número esperado de vehículos eléctricos. Tomará múltiples estaciones de carga de 120 kilovatios con ocho salidas para dispensar una cantidad similar de alcance por hora que la gasolinera de tamaño estándar de hoy.

La posibilidad de un déficit de terrenos será mucho mayor en Europa y China que en los Estados Unidos. Solo el 40 % de los propietarios europeos de VE y el 30 % de los vehículos eléctricos tienen acceso a estacionamiento privado y a la carga en pared, en comparación con el 75 % de los propietarios de vehículos eléctricos de EEUU. Además, el desafío no es simplemente una cuestión de dónde enchufar o encender; la generación y la distribución también son factores. Las instalaciones eléctricas de hoy en día pueden acomodar el aumento significativo en el número de vehículos eléctricos en el futuro, siempre que los vehículos estén cargados al máximo. Sin embargo, una carga más rápida durante la demanda máxima tendrá un impacto. De hecho, la demanda pico de un solo EV que usa un cargador rápido de alta gama es 80 veces mayor que la demanda máxima esperada de un hogar típico.

Es probable que estas limitaciones potenciales deban abordarse a través de una variedad de enfoques, desde la innovación hasta mandatos de arriba abajo. China ha establecido un objetivo de 4.8 millones de estaciones de carga para 2020; McKinsey espera que el registro gubernamental del país y la implementación obligatoria aseguren que el país cumpla su objetivo. El financiamiento fuera de China, sin embargo, será más desafiante. Los servicios públicos de California, por ejemplo, buscan aumentar las inversiones financiadas con fondos públicos, con rendimientos regulados.

Minerales y metales: entre la espada y la pared

No es sorprendente que más vehículos eléctricos en el camino se traduzcan en una mayor presión sobre los precios de sus componentes. El costo de un EV se puede dividir en gran parte en el costo de su batería (40 a 50 %), tren de potencia eléctrica (alrededor del 20 %) y otros elementos del vehículo en sí (30 a 40 %). De estos, los costos de la batería serán los más importantes a mediano plazo.

Actualmente, los costos de la batería son de aproximadamente $ 200 a $ 225 por kilovatio hora. Estimamos que se requerirá un costo de batería de $ 100 por kilovatio hora para lograr la paridad de costo con vehículos ICE para la mayoría de los vehículos del segmento C y D4 y $ 75 por kilovatio hora para los más grandes, a menos que se continúen los subsidios del gobierno, una proposición poco probable, dado que los subsidios en todo el mundo ya están siendo eliminados. Si las ventas de vehículos eléctricos van a cumplir con los niveles previstos, la capacidad de fabricación de la batería también tendrá que aumentar, según nuestros análisis, hasta triplicarse en 2020. Las mejoras tecnológicas también deben continuar a buen ritmo.

Las mayores ventas de VE ayudarán a reducir los costos de la batería, y los principales fabricantes de baterías competirán para ampliar la capacidad. Al mismo tiempo, el crecimiento de VE ejercerá presión sobre los costos de las baterías, incluidos el cobalto y el litio, para los cuales la demanda aumentará drásticamente. Esa dinámica ya comenzó a desarrollarse; los costos del cobalto y el litio se han más que duplicado desde 2015, un efecto que ha resultado en un aumento neto en los costos de producción de VE durante ese tiempo.

¿La disponibilidad de estos materiales limitará una mayor penetración de VE? Optimistamente, no. Incluso con el aumento previsto en los costos de los insumos, las baterías aún pueden acercarse lo suficiente al umbral de $ 75 a $ 100 por kilowatt necesario para acercarse a la paridad de precios de ICE. Si bien existen preocupaciones tales como un “acantilado de cobalto” y las implicaciones de la demanda podrían presentar un acelerador de velocidad temporal, las restricciones e incertidumbres deberían ser manejables. El cambio a otros químicos aptos para las baterías puede mitigar los riesgos de escasez. También será necesario extraer más materias primas, lo que, estimamos, requerirá inversiones de $ 100 mil millones a $ 150 mil millones. Además, las duras realidades de la minería seguirán siendo válidas, incluidos los plazos de ejecución de varios años y las preocupaciones ecológicas y sociales en regiones de África y Sudamérica donde se encuentran gran parte de estas materias primas. Incluso como una solución verde, en otras palabras, los vehículos eléctricos tendrán costos y beneficios para la sociedad, nuestro medio ambiente y los recursos que consumimos. Lampadia




(Activos ambientales minero energéticos)

¿Cuántas veces a escuchado usted, nuestro estimado lector, que los medios de comunicación hablen de activos ambientales? ¿Activos ambientales producidos por las operaciones vinculadas a los recursos naturales? Seguramente pocas veces, si alguna, y es que las buenas noticias no merecen difundirse, son aburridas, los medios suelen mostrar escándalos, deficiencias y sangre.

Lo peor es que esto sucede en todas partes, pero, por lo general, alguien hace la diferencia, algunos medios se esfuerzan por ser referentes rigurosos, para lo cual saben diferenciar sus análisis e informes, de sus propias opiniones. 

Fuente: La República

En el Perú, en general, ni siquiera las empresas y/o gremios que generan buenas noticias para el país, suelen hablar de ellas y ponerlas al alcance de la opinión pública. En esta ocasión, sin embargo, la revista de la SNMPE, publica una entrevista a Pablo Taborga, Gerente de Calidad, Seguridad, Salud y Medio Ambiente de Perú LNG, el operador de la exportación de gas natural en Melchorita, en la que nos explica como el terminal de exportación del gas ha generado importantes activos ambientales. Ver la entrevista:

 

“El terminal portuario de PERU LNG ha generado una biodiversidad marina impresionante”

Pablo Taborga
Gerente de Calidad, Seguridad, Salud y Medio Ambiente
PERU LNG
‘Desde adentro’, revista de la SNMPE
Enero 2017 (Número 161)
Glosado por Lampadia

El compromiso de PERU LNG con el desarrollo de un sector portuario seguro, competitivo y sostenible fue reconocido por la Secretaría de la Comisión Interamericana de Puertos de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que le otorgó el Premio Marítimo de las Américas 2016 en la categoría Manejo Ambientalmente Sostenible de Residuos en Puertos. Al respecto, Pablo Taborga afirma que el terminal ha generado un impacto positivo en la zona, creando un arrecife artificial atrayendo una enorme variedad de aves y especies marinas.

¿Cuál es el significado del premio conseguido por PERU LNG?

Es el resultado del esfuerzo, trabajo en equipo y compromiso de todas las áreas de la empresa. Nuestra operación abarca desde la conexión con el gasoducto existente de TGP en Chiquintirca, Ayacucho, hasta la planta de licuefacción de PERU LNG en el kilómetro 163 de la Panamericana Sur. Ahí también se encuentra el terminal marítimo.

¿Qué tipo de certificación avala estas gestiones realizadas en sus operaciones?

En el terminal marítimo de PERU LNG se ha logrado la certificación en Gestión de Salud y Seguridad (OHSAS 18001), en Gestión Ambiental (ISO 14001) y Gestión de la Calidad (ISO 9001). El cumplimiento de este conjunto de programas, procedimientos e instructivos regulan todas las actividades de PERU LNG y se busca proactivamente asegurar los estándares de sostenibilidad destinados a proteger la integridad, salud y seguridad de trabajadores, contratistas, comunidades, y prevenir los riesgos e impactos ambientales y sociales.

¿Consideran que los estándares utilizados han sido novedosos en el Perú?

Se han utilizado normativas que luego han sido asumidas y aplicadas por el Banco Mundial mediante la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés). Incluso ahora, en materia de seguridad, se trabaja en la implementación de los estándares de seguridad de procesos basados en normativas OSHA de Estados Unidos, los cuales aún no se han reflejado en la normativa nacional.

¿Tienen relación permanente con organismos públicos en temas de sostenibilidad?

Siempre estamos dispuestos a compartir nuestras experiencias en el campo de la biodiversidad. Por ejemplo, con el Ministerio del Ambiente se han unido esfuerzos para promover una guía de buenas prácticas de restauración de bofedales y pastizales altoandinos. PERU LNG tiene experiencia por las restauraciones que ha realizado a lo largo del gasoducto de 408 kilómetros, considerado el más alto del mundo. En este campo se han aplicado las mejores prácticas en mitigación y restauración, con la finalidad de llegar al ideal de que exista la menor afectación al ambiente. También tenemos un convenio con el IMARPE.

¿En qué consiste el convenio con el IMARPE?

Con el IMARPE buscamos compartir información para desarrollar un índice que mida la calidad del ecosistema marino. Este índice, si bien ya es aplicado en otras partes del mundo, se necesita calibrarlo y ajustarlo a la realidad del Perú. Se trata de un índice basado en el análisis del bentos marino, que se compone de microorganismos que viven en los primeros 10 centímetros del fondo marino y que sirven como bio-indicadores. Cualquier descarga, afectación o contaminación en el mar, el bentos marino lo registra. Es un excelente bioindicador de la calidad de las aguas en puertos y estuarios. PERU LNG ya viene aplicando esta metodología de análisis en sus operaciones marinas y en zonas aledañas al terminal. Ahora el IMARPE y PERU LNG buscan desarrollar y publicar una guía de uso y aplicación de este indicador para evaluar el estado de salud de los ambientes marinos y que se pueda aplicar a todos los puertos de la costa peruana con características similares al de PERU LNG. El sector público y privado pueden trabajar en conjunto y colaborar en la mitigación, restauración y protección de la biodiversidad.

¿En qué medida es importante el programa “Monitoreo y Evaluación de la Biodiversidad” que aplica en sus operaciones?

El monitoreo de la biodiversidad es parte de una estrategia que busca contribuir positivamente a la restauración del ambiente. Permite conocer si nuestras operaciones, acciones y controles destinadas a reducir y mitigar impactos funcionan o no. El monitoreo lo realizan científicos peruanos y del Smithsonian Conservation Biology Institute. Los resultados del monitoreo regulan nuestras intervenciones y nos ayudan a mejorar.

¿Cuál es el impacto que ha causado en el terminal portuario?

Toda acción del hombre siempre genera un impacto en la naturaleza. Se impacta con la construcción de un rompeolas o en la construcción de un muelle sobre pilotes. Sin embargo, el monitoreo demuestra que se ha producido también un impacto positivo en el ambiente y en el ecosistema marino. Se ha generado un nuevo hábitat, un nuevo arrecife artificial que ha ensamblado diversos componentes de la cadena trófica, muy rica y diversa en especies marinas.

¿Han aparecido nuevas especies en la zona del terminal?

Así es. El terminal portuario de PERU LNG ha generado una biodiversidad marina impresionante. ¡Hay una gran cantidad de pingüinos! Y lo mejor, la zona actúa como una reserva protegida. No se permite la pesca por la seguridad propia de las operaciones de carga de los buques de GNL y eso ha motivado que aparezcan pingüinos. Hace cuatro años no existían en el lugar. Hoy han formado una colonia de 500 individuos, una cantidad similar de los que existen en las islas Ballestas, en Paracas. El pingüino es una especie sensible que busca lugares lejanos a la interacción con el ser humano. Ahora se encuentra en el rompeolas que es el corazón de nuestras operaciones marinas.

¿Cuál es el mensaje que deja este tipo de impactos?

Ahora los monitoreos están midiendo el efecto rebose que tiene este arrecife artificial en las zonas aledañas, al norte y al sur del terminal portuario. En esencia, el terminal marítimo estaría funcionando como una zona de reproducción de peces e invertebrados que luego se dispersan hacia áreas aledañas, contribuyendo de esta manera a generar una mayor riqueza del ecosistema marino. El monitoreo de este efecto rebose permitirá evaluar la magnitud del impacto positivo y sus efectos en el ecosistema. Lampadia




Perú: líder regional en producción de energía solar

Perú: líder regional en producción de energía solar

La electricidad marca la diferencia entre la Edad Media y la modernidad. Lamentablemente, todavía muchos peruanos no tienen acceso a ella. Esto, por supuesto, es más grave aún en otros lugares como el África. El Perú es un país privilegiado en su capacidad de producir energía. Líneas abajo destacamos un reciente desarrollo de muy buen costo y comentamos algunas deficiencias del sector público en el manejo de un tema tan importante.

El objetivo nacional es aumentar la tasa de electrificación a 95%, lo cual se ha abordado en el  “Programa Nacional de Electrificación Fotovoltaica Domiciliaria”, en el cual se planea instalar un total de 500,000 sistemas fotovoltaicos en todo el país. Para lograr esto, el año pasado se anunció la licitación para la instalación de 150,000 sistemas fotovoltaicos en zonas remotas.

En febrero de este año, se adjudicó a Enel Green Power (EGP) el derecho a firmar contratos de suministro de energía por 20 años a un precio de US$ 48 por MWh. En este caso son tres proyectos por un total de 326 MW: 126 MW de energía eólica, 180 MW de energía solar fotovoltaica y 20 MW hidroeléctrica. Estos proyectos son los primeros en ser adjudicados y desarrollados por EGP en el país.

“Esta licitación marca la entrada de Enel Green Power en Perú, lo que confirma el éxito de nuestra estrategia de crecimiento en América Latina”, dijo el CEO de EGP Francesco Venturini. “Enel Green Power 2015 fue finalista del Premio Zayed Future Energy y es uno de los mayores promotores de energías renovables y operadores en el mundo. Opera proyectos de energía renovable en más de 16 países”.

Los precios de energía solar en el mundo han caíado en 80% desde el 2010, por la reducción y mayor eficiencia del costo de los paneles, afirma la Agencia Internacional de Energía Renovable. La aceleración del desarrollo tecnológico ha abierto la puerta al crecimiento económico en todo el mundo y permitirá que todos aprovechemos la sostenibilidad energética a la que se llegará, utilizando distintas fuentes de energía. Se estima que en un plazo relativamente corto (20 años para algunos) sustituiremos el uso de hidrocarburos por energía solar. (Ver en Lampadia: La ansiada energía renovable del futuro está en la puerta) y apreciar la velocidad de la reducción del costo de la energía solar en el siguiente gráfico:

Se estima que EGP invertirá aproximadamente 400 millones de dólares en la construcción de instalaciones renovables, que se espera entren en funcionamiento en 2018.

El proyecto de energía solar fotovoltaica de 180 MW (Rubí) se construirá en Moquegua, una zona que goza de altos niveles de radiación solar. Una vez en funcionamiento, la instalación generará aproximadamente 440 GWh al año, evitando al mismo tiempo la emisión de alrededor de 270,000 toneladas de CO2 equivalente a la atmósfera.

El proyecto hidroeléctrico Ayanunga, cuya capacidad es de aproximadamente 20 MW, se construirá en el distrito de Monzón, Huánuco. Una vez en funcionamiento, la planta generará anualmente alrededor de 140 GWh, evitando al mismo tiempo la emisión de alrededor 109,000 toneladas de CO2 equivalente a la atmósfera.

Por otro lado, el proyecto eólico en Nazca se construirá en Marcona, Ica, una zona que goza de alto nivel de los recursos eólicos. Este proyecto, generará aproximadamente 600 GWh al año, evitando al mismo tiempo la emisión de alrededor de 370,000 toneladas de CO2.

El Perú tiene un enorme potencial de energías renovables que en gran medida sigue sin ser aprovechado. Como podemos ver, poco a poco la anunciada revolución tecnológica está generando soluciones para los más pobres. Sigamos apuntando por recuperar el crecimiento económico y por un mejor clima de negocios para tener los recursos que nos permitan poner las tecnologías modernas al alcance de nuestros pobres.

El blog Cleantechnica publicó en febrero pasado el siguiente titular en una de sus notas de prensa:

El precio de la energía solar en el Perú de 4.8 ¢ / kW es tremendamente bajo, sin subsidio.

Además presentó el siguiente gráfico que muestra los costos de energía solar en el Perú en comparación de otros lugares del mundo:

El Perú tiene un potencial muy grande de producción de energía de fuentes diversas. Entre ellas tenemos la energía hidroeléctrica como la de mayor potencial, además de gas natural y las nuevas fuentes renovables basadas en la energía solar y los vientos.

El desarrollo de la industria energética tiene que hacerse con una mirada de largo plazo. Algunos países lo hacen en horizontes de 50 años. Lamentablemente, más allá de un desarrollo u otro, en el país se viene trabajando al ‘tuntún’.

Por ejemplo, últimamente el gobierno ha promovido un crecimiento de la oferta de energías caras que no guardan relación con la demanda. Este es uno de los factores del aumento de precios de la energía en el país. Además, hemos demorado por razones políticas la posible interconexión eléctrica con Chile, lo que ha llevado a nuestros vecinos a desarrollar soluciones alternativas que desmejorarán nuestra competitividad, tanto por la oferta alternativa como por el cierre de la la brecha de precios que era una de nuestras grandes ventajas.

Incorporar energías eficientes a la matriz energética es muy importante, pero más aún es un manejo más técnico y profesional con miras al largo plazo. Lampadia  

 

 




Más y mejores energías renovables junto con combustibles fósiles

Más y mejores energías renovables junto con combustibles fósiles

La energía eólica y solar crecen a velocidad récord, sus costos siguen bajando, pero los combustibles fósiles todavía no llegan a reemplazarse. El sector de las energías renovables ha aumentado su participación en el mercado de 9.1% en 2014 a 10.3% en 2015. Pero aún con ese aumento, no es suficiente como para reducir el número de emisiones de carbono, según un nuevo informe del PNUMA y Bloomberg New Energy Finance.

Las energías renovables representaron la mitad de toda la nueva capacidad eléctrica instalada en 2015 y los países han invertido US$ 286 millones en su desarrollo, el doble de lo gastado en carbón y gas. Pero, eso no es suficiente como para reducir la dependencia en los combustibles fósiles.

Según Bloomberg, el año pasado la participación del carbón aumentó en alrededor de 43 gigavatios y el gas natural en 40 gigavatios. Esta tendencia continuará dado que estos combustibles siguen siendo las formas más accesibles y confiables de proveer energía. Se espera que las emisiones globales del sector eléctrico no lleguen a su pico antes de 2026, dice el informe.

Esta misma tendencia se analiza en el informe de McKinsey, el cual afirma que el carbón y el gas natural proporcionarán la mitad de la electricidad mundial en 2040. Este informe también ve un aumento en las energías renovables en todo el mundo, casi tres veces las cifras actuales.

En los próximos 25 años, las energías renovables representarán aproximadamente el 43% de las nuevas plantas de energía de África, 48% de Asia y el 63% de América Latina. Sin embargo, todo esto llegará a representar sólo el 17% de la oferta total de energía en 2040, mientras el carbón y el gas natural proporcionarán el 55%.

El informe de McKinsey también predice que el esquisto (shale) va a disminuir y que Arabia Saudita se reafirmará como el principal productor de petróleo del mundo en 2030. Para ese mismo año, alrededor de mil millones de personas aún carecerán de acceso a la electricidad, especialmente en las zonas más pobres de África, condenados a una suerte de Edad Media.

Conseguir más energía para más gente no es sólo una cuestión de conveniencia, es indispensable para el desarrollo económico y la salud de la humanidad, una obligación que no puede estar fuera de la ecuación del control de emisiones en el campo de la energía. Lampadia

Una revisión realista de las energías renovables

Por Scott Nyquist y James Manyika

McKinsey:  ‘A reality check for renewable energy’

Marzo del 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

La energía eólica, solar y geotérmica está creciendo rápidamente. Sin embargo, la dependencia mundial en los combustibles fósiles no está cambiando en el corto plazo.

La revolución de la energía segura y limpia no es inminente. Según la información recopilada por ‘Mirando hacia adelante: Las 50 tendencias globales que importan’, un compendio anual de datos y gráficos sobre temas que van desde la economía hasta la demografía y la energía, la mayoría de las necesidades de electricidad del planeta seguirán siendo alimentadas por el carbón y el gas natural en el año 2040, a pesar de un fuerte crecimiento de las energías renovables no hídricas. El informe también espera que el fenómeno de esquisto disminuya y que Arabia Saudita se reafirme como el principal productor de petróleo del mundo en 2030.

‘Mirando hacia el futuro’ no tiene un punto de vista sobre estas tendencias; solo presenta la mejor información disponible a partir de una amplia variedad de fuentes, incluidos los gobiernos, consultorías, centros de investigación, empresas, e instituciones multilaterales. Su  objetivo es poner de relieve las cuestiones que importan mediante visualizaciones atractivas que hacen más fácil para los lectores captar una gran cantidad de datos interconectadamente, y por lo tanto comprender mejor, tanto la naturaleza de los problemas que enfrenta el mundo como la manera de abordarlos.

El libro detalla un mundo de energía lleno de disrupciones y contradicciones, mezclado con continuidades y una pizca de esperanza. Por ejemplo, mientras que el mundo trata de frenar las emisiones de gases de efecto invernadero asociados, las energías renovables no hídricas podrían más que triplicar su participación en la canasta global 2040. El desarrollo de energías renovables no es sólo una tendencia de los países ricos. Entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), que en su mayoría incluyen los países más desarrollados, las energías renovables se están expandiendo en un 4.6% al año. Entre los que están fuera de la OCDE, la cifra es de 7.4%. En los próximos 25 años, las renovables representarán aproximadamente el 43% de las nuevas plantas de energía de África, 48% de Asia, y el 63% de América Latina. Solo Asia proyecta añadir 1,587 plantas de energía renovable, casi el total del resto del mundo.

Aquí está la contradicción. Incluso después del auge de las energías renovables, su  participación en la producción mundial de electricidad será sólo de 17% en 2040, el carbón (31%) y gas natural (24%) continuarán siendo una fuente fiable de energía a bajo costo (Cuadro 1).

Otro combustible fósil, el petróleo,  ha cambiado bastante, pero el pronóstico a largo plazo es más de lo mismo. Las estimaciones preliminares son que EEUU ha superado a Arabia Saudita como el mayor productor de petróleo del mundo, gracias a la producción de esquisto. El desarrollo de esquisto ha sido realmente perjudicial para los mercados mundiales de petróleo, pues contribuye a mantener precios bajos. Sin embargo,  ‘Mirando hacia el futuro’ cree que la historia, o al menos la geología, se reafirmará. En el año 2030 o 2035, es probable que comience a declinar la producción de esquisto y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) podría volver a producir la mitad del petróleo del mundo (Cuadro 2).

En un mundo con tantos problemas, puede ser fácil pasar por alto el éxito. Una tendencia positiva es que más personas que nunca tienen acceso a la electricidad, aproximadamente el 82% de la población mundial. Desde 1990, la India ha mejorado el acceso en 25 puntos porcentuales y en China la electricidad es ahora casi universal. Por desgracia, África no está tan bien. Alrededor de 1.3 millones de personas carecen de electricidad, y casi todos ellos están en Asia meridional y África subsahariana. Alrededor de mil millones seguirán careciendo de acceso rápido en el año 2030 y los subsaharianos comprenderán casi tres cuartas partes de esa población (Cuadro 3). Conseguir más energía para más gente no es sólo una cuestión de conveniencia, es necesaria para el desarrollo económico y la salud. Las personas sin electricidad a menudo queman madera o estiércol para cocinar, que son fuentes de contaminación del aire que matan a más personas cada año que la malaria y la tuberculosis juntas.

Y he aquí el ejemplo final de la contradicción y continuidad. La contradicción: si reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es una prioridad urgente, ¿por qué no es la generación de energía nuclear más popular? Por el momento, la energía nuclear es la única generación ‘cero emisiones’ para mantener las luces encendidas 24/7, pero se prevé que su participación permanezca en un 12%. En cuanto a la continuidad: la fusión nuclear sigue siendo prometedora. El potencial de la fusión siempre ha sido tentador. Podría ser 20 veces más eficiente que la fisión, y los residuos creados son en forma de helio no radiactivo. En asociación con otros seis países, Francia, que genera más del 75% de su energía en plantas nucleares, está programando abrir una planta de fusión en demostración en 2019. Sin embargo, todavía existe incertidumbre acerca de la viabilidad de la tecnología.

En el futuro previsible, los datos publicados por ‘Mirando hacia adelante: Las 50 Tendencias que importan’ apuntan a una estrategia de energía mundial, asumiendo que existe una, de “todas las opciones anteriores”. O, más precisamente, más de todo lo anterior. Más renovables y más combustibles fósiles. Mayor acceso a la energía, y más muertes relacionadas con la falta de acceso. Mucho petróleo en América y más petróleo de la OPEP. Si hay un único hilo conductor de todas estas tendencias, es que no ha llegado una revolución energética global. Lo que está fuertemente en curso, es una evolución de la energía. 




El ‘Rey de Bolivia’: Evo hacia el quinto mandato

El ‘Rey de Bolivia’: Evo hacia el quinto mandato

El mes pasado, el parlamento boliviano aprobó una ley que permitiría que el presidente Evo Morales postule para otro mandato (por quinta vez) si es ratificado en un referéndum nacional el próximo año. La ley, aprobada en una maratónica sesión por más de dos tercios de los legisladores (típica de las nuevas ‘democracias’ de papel), enmendaría nuevamente la Constitución para eliminar los límites del mandato presidencial.

Esto iría en contra de los ideales de su propia ‘cacareada’ cultura indígena. En un reciente artículo de The Economist, uno de sus legisladores aymara, Rafael Quispe, afirma que Morales estaría haciendo campaña con el lema “También yo quiero ser rey”. “Esto está lejos de ser un gobierno de los indígenas”, dijo Quispe. “Los aymara tienen una regla, taqui muyu. Significa liderazgo de alternancia. En nuestras comunidades, se elige un líder por dos años, tres cuando mucho. No puede volver a serlo, aun cuando nos ruegue”.

Morales, que llegó al poder en 2006 y cuyo índice de aprobación está por encima de 60%, afirma que sería feliz de renunciar a la presidencia, pero dice que son sus seguidores quienes lo estarían presionando para que se quede (sorprendente, considerando la opinión de su propio legislador aymara mencionada líneas arriba). Pero la verdad es que con tantos programas asistencialistas (Morales distribuye dinero a manos llenas, casi un tercio de los bolivianos, poco más de tres millones, recibe algún tipo de ayuda estatal), no es extraordinario que mantenga una alta popularidad y apoyo del pueblo, a pesar de que el país siga siendo uno de los menos desarrollados de América Latina, debido a las políticas orientadas al Estado que disuaden la inversión privada y el crecimiento.

Siguiendo el libreto de las ‘nuevas democracias’, el presidente Evo Morales impuso una nueva constitución en 2009 para ampliar sus poderes ejecutivos y estatizar la economía. Se ha comprometido llevar a Bolivia hacia un “socialismo comunitario”.  Mientras tanto, la tasa de inversión privada es una de las más bajas de la región. La mitad de todos los bolivianos viven en la pobreza y casi el 60 % de los trabajadores son informales.

Con el Rey Morales, el crecimiento económico de Bolivia ha sido bastante alto. Cerró el 2014 con un PBI per cápita superior a los 3,000 dólares, cifra que triplica lo registrado en 2005, cuando el ingreso individual era apenas de 1,010 dólares. Sin embargo, el Banco Mundial prevé que en 2016 la economía boliviana tendrá un crecimiento menor al de otros años, estimando una tasa de 3%. Las cifras del FMI son un poco más alentadoras, le dan a Bolivia una tasa de 3.5%, casi un punto porcentual menos que la proyección de la CEPAL de 4.4% para la próxima gestión. 

Gran parte de este desempeño se puede atribuir a los precios del gas natural, el mayor recurso estratégico de Bolivia. La bonanza de las materias primas proporcionó un superávit presupuestario y los medios para proyectos de infraestructuras y muchos programas sociales. En 2014, las exportaciones de petróleo y gas natural representaron el 54 % de los ingresos totales de exportación de Bolivia y el 8% del PBI. La avidez por recursos fiscales, único mecanismo para mantener el bombeo del crecimiento y clientelismo, llega a tal punto que hace 3 meses, Morales dispuso la explotación petrolera en medio de las reservas naturales, ver en Lampadia: Evo Morales y Rafael Correa promueven ahora el extractivismo.

La mayoría de los recursos de gas natural e infraestructura de Bolivia se encuentran en el sur-este del país, siendo su centro agrícola y económico. Pero, en la última década, el presidente boliviano ha ido consolidando el poder (y, por extensión, sus recursos de gas natural), lo que le ha permitido continuar con su agenda populista e impulsar la estatización de las industrias de energía y minería del país. Desde 2006, Bolivia ha logrado vender su gas natural a sus consumidores primarios, Brasil y Argentina, a precios cada vez más altos. Ha reinvertido casi todos esos ingresos en paquetes sociales que beneficiaron a sus electores, ganando suficiente respaldo para dominar tanto en las elecciones presidenciales de 2009 y 2014.

Con el ideólogo y mentor, el vice presidente Álvaro García Linera

Pero el boom del gas natural ha comenzado a disminuir, lo que limitará las opciones de Morales en los próximos años. Durante la última década, Bolivia intensificó su producción de gas natural para satisfacer la creciente demanda de Brasil y Argentina. Sin embargo, el descenso de los precios de las materias primas, debido en parte al ajuste de la economía China, ha ejercido presión sobre las economías de Brasil y Argentina, por lo que han reducido sus demandas de gas natural boliviano. Como resultado, las exportaciones de gas natural ascendieron a tan solo US$ 2,100 millones entre enero y junio de este año, una caída de más de 35% en comparación con el mismo periodo de 2014.

El modelo caudillista que encarna Morales se ve reflejado en sus políticas nacionalistas por las cuales existe una falta de inversión extranjera en los sectores claves de hidrocarburos y minería, además de rígidas normas laborales, que se suman a una percepción de aumento de la subyugación económica bajo su mandato, que ya ha expropiado más de 20 empresas privadas desde 2006.

El entorno empresarial es muy débil. Según las cifras del ‘Doing Business 2015’ del Banco Mundial, Bolivia ocupa el puesto 162 de 189 países. El riesgo de expropiación es muy alto y limita el incentivo de los inversores. En los últimos años, varias empresas han sido (re)nacionalizadas, en particular en los  sectores de hidrocarburos, electricidad y telecomunicaciones. Por ejemplo, en 2013, la empresa nacional de energía, TDE, (Transportadora de Electricidad) y la empresa encargada de operar en varios aeropuertos, SBSA (Servicios de Aeropuertos Bolivianos), ambas españolas, fueron estatizadas.

La nueva Ley de Servicios Financieros (aprobada en agosto de 2013) ilustra el creciente intervencionismo estatal con el que actúa el gobierno, ya que ahora cuenta con el poder de establecer mínimos en las tasas de depósitos y regular las tasas de préstamos, así como fijar las cuotas mínimas de crédito a los sectores productivos y de viviendas de interés social.

Bolivia, un país pobre, es parte del Alba y tiene una mejor performance que sus maestros venezolanos que han destrozado una economía relativamente rica. Morales, ha logrado mejorar los ingresos de Bolivia por la apropiación del sector primario, partiendo desde muy abajo, pero sin lograr desarrollar una avenida de prosperidad de largo plazo. (Ver el PBI venezolano).

Una economía no puede desarrollarse aplicando un enfoque dominantemente estatal, sobre todo si es un país pobre como Bolivia y necesita generar riqueza a mayor velocidad. Su modelo se sustenta únicamente, a diferencia del Perú, en la exportación de commodities capturados por el Estado, anula la creatividad de los bolivianos y condena a toda una generación a vivir del clientelismo mendicante. 

En términos políticos, no solo se ha instaurado una suerte de monarquía, también se ha entronizado el manejo de las turbas como formas antidemocráticas de la llamada ‘democracia directa’. Además, como sabemos, a mayor concentración de poder, más corrupción. Todavía hay que descorrer los velos que protegen los círculos de poder boliviano del escrutinio público. Lampadia




Rusia: ¿El Imperio del siglo 21?

Rusia: ¿El Imperio del siglo 21?

Traducido, glosado, iluminado y comentado por Lampadia

El presente artículo de Nouriel Roubini, en el que hace un análisis exhaustivo de la situación de Rusia y de los planes de Putin, es una lectura importante para entender, en su justa medida el nuevo desarrollo de la antigua Rusia.

Este proceso no es pasajero, influirá de manera muy importante en el desarrollo de los acontecimientos globales por muchos años. Hasta ahora ha creado puntos de inflexión en el devenir de Europa, Siria y la insurgencia del califato asesino.

Tal vez algo de lo más preocupante, más allá de los hechos mismos, es que esta nueva realidad coincide con dos otros procesos complicados: la debilidad del liderazgo global y las reacciones de los millenials y los jóvenes a los que la crisis del 2008 truncó el futuro que esperaban.

Ver en Lampadia:

La caída de nuestroslíderes es una tragedia.

Una visión (disruptiva) del futuro – Generación Y: ¿Aliado o enemigo?.

Si no la hacemos en los próximos 15 años, ¡ya fuimos! – Álvaro Valdez Fernández-Baca.

Sin lugar a dudas Putin y Rusia son hoy una gran amenaza para la humanidad. El autócrata, asociado a terribles niveles de corrupción actúa casi libre de cualquier freno. Dos últimas noticias agravan sustancialmente la situación: el asesinato de su opositor más importante, Boris Nemtsov;  y la revelación de la existencia de una “guardia pretoriana” (3,000 “lobos” motorizados) que lo protegen, preparan el terreno para sus acciones políticas y que su líder (Alexander Zaldostanov) es calificado por Putin como su “hermano”.

Para parar al enemigo es bueno tener una perspectiva amplia de sus raíces y planes. Por ello, recomendamos darle una mirada a este muy importante análisis de Nouriel Roubini:

Por Nouriel Roubini. Publicado el 24 de noviembre 2014

Durante el último año, el conflicto en Ucrania ha llegado peligrosamente a un estado de una casi guerra no declarada.

En el este de Ucrania, separatistas rusos – algunos usan lo que parecen ser uniformes militares rusos – continúan combatiendo el ejército ucraniano, sufriendo pérdidas a ambos lados, a pesar de varios acuerdos de alto al fuego.

Pero en un sentido más amplio, la crisis en Ucrania representa una metáfora de la ambición cada vez más imperial de Putin. El desbloqueo de ese rompecabezas comienza con Vladimir Putin, y las cuáles son, según todas las apariencias, sus planes para reconstituir el Imperio Ruso.

El LargoBrazo de Moscú – Una experiencia directa

Yo personalmente experimenté el largo brazo de la maquinaria política de Vladimir Putin hace dos años, cuando me estaba preparando para un viaje a Moscú.

En mayo de 2012, el Financial Times (FT) publicó un artículo de opinión que escribí con el politólogo IanBremmer. Ian y yo dijimos que creíamos que Rusia estaba en el camino equivocado.

Enumeramos muchas razones por qué: la intervención de Rusia en el capitalismo de Estado; una sensación generalizada de autoritarismo; y una población en declive demográfico, así como las rampantes enfermedades impulsadas socialmente como el alcoholismo.

Pocos días después de que el FT publicara nuestro artículo de opinión, Ian y yo íbamos a encontrarnos con algunos responsables políticos de alto nivel en Moscú. Cuando llegamos, la mitad de la gente con quien teníamos previsto reunirnos decidió cancelar repentinamente. Esto no es sorprendente: la corrupción en Rusia se ha convertido en endémica en el sistema político.

El Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, muestra al gobierno ruso en el puesto 127º de un total de 177 países calificados.

Edificio del imperio, al estilo del siglo 21

Rusia siempre se ha considerado un imperio, incluso antes de la Revolución Bolchevique.

En los días zaristas, la Rusia imperial era una gran potencia que creía que los estados que servían de barrera eran necesarios para mantener su seguridad y su lugar en el mundo. La Unión Soviética mantuvo ‘Estados Cliente’ en Europa oriental y central para mantener una esfera de influencia mucho más grande que su propio territorio.

La complejidad organizativa del siglo 21 ha dado a los constructores de imperios una nueva herramienta para consolidar su poder: la unión supranacional.

La creación de la Unión Europea

El 1 de enero de 1999, 11 países europeos democráticos, se unieron oficialmente para crear una moneda común – el euro.La zona euro, junto con su homólogo de libre comercio, la Unión Europea, representó la culminación de una Europa unida.

Tal vez no sea sorprendente que el intento de Putin de construir su imperio haya tomado la Unión Europea y la zona euro como plantillas para consolidar el poder.

La Unión Económica Euroasiática (UEE), que entraría oficialmente en vigor el 1 de enero de 2015, es la última oferta de Putin para unir a los territorios de la antigua Unión Soviética. Los territorios originales que se incluirán en la unión fueron Rusia, Bielorrusia y Kazajstán, pero el tratado fue modificado en octubre para incluir a Armenia. La nación de Kirguistán pronto podría seguir el ejemplo.

La Unión Económica Euroasiática: ¿Una rival de la UE?

La Unión Económica Euroasiática es una “unión aduanera”, una zona de libre comercio con un arancel común aplicado a los productos extranjeros.

La UEE está todavía en fase de gestación. La historia de la Unión Europea sugiere que con el tiempo, que una zona de libre comercio puede expandirse, que bien puede ser el objetivo de Putin.

Putin no quiere crear simplemente otro Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Su objetivo es crear otro UE – un rival de la UE – con el Kremlin ejerciendo el poder real detrás del telón.

Para entender el proyecto de construcción del imperio que Putin ha emprendido, tiene sentido pensar en el EEU como una unión política. Un primer paso necesario, llevando a una mayor integración económica.

Mientras crece la unión aduanera, de comercio y financiera, crecen los vínculos de integración de sus estados constituyentes. Luego pueden estabilizar sus tipos de cambio de divisas, llegando a interconectarse suficientemente como para desarrollar una moneda común.

La experiencia de la zona euro sugiere que el mantenimiento de una unión monetaria requiere una completa unión bancaria, fiscal y económica. Esto sugiere el foco del plan de Putin. Si Rusia quiere establecer a la UEE como rival de la UE, entonces debe incluir a Ucrania, el mayor vecino de Rusia al oeste.

Como escribió Zbigniew Brzezinski, asesor de Seguridad Nacional de Jimmy Carter: “Sin Ucrania, Rusia deja de ser un imperio, pero con Ucrania sobornada y subordinada, Rusia se convierte automáticamente en un imperio”.

Y, en efecto, lo que comenzó como una unión aduanera se está convirtiendo en una amplia unión económica para los miembros de la UEE en el 2015. Rusia ya le ha sugerido duramente a Kazajstán y Bielorrusia que deberían empezar a estabilizar sus monedas y, finalmente, pensar en una moneda común. Incluso hay propuestas para el inicio de una unión bancaria, con la regulación y supervisión conjunta de los bancos de la UEE.

Rusia está presionando la cuestión, y la delicada transición política en Kazajstán puede dar a Rusia la oportunidad de “hacer una Ucrania” en Kazajstán, como veremos a continuación.

La retórica de Putin es que Rusia debe proteger a las minorías étnicas rusas de la antigua Unión Soviética donde quiera que estén (unos 25 millones de rusos étnicos viven en esas antiguas repúblicas soviéticas).

¿Qué haría una Guerra de Sanciones?

En el sentido geoestratégico, Ucrania desempeña un papel clave en el desarrollo de la UEE, pero hay riesgos de una escalada del conflicto. El escenario ‘pesadilla’ para Occidente y para los inversores, es una guerra de crecientes sanciones con Rusia.

Hasta ahora, las sanciones de Occidente se han dirigido sólo a los individuos y las empresas clave en Rusia, y se han limitado principalmente a organizaciones específicas. Las sanciones han tratado de estimular los mercados financieros a poner  una mayor prima de riesgo a las inversiones rusas, pero se han mantenido al margen de las restricciones comerciales generales.

Rusia tomó represalias con contra-sanciones, concretamente la prohibición de las importaciones de alimentos y las restricciones a la ropa importada, los coches, y otros productos para los ministerios del gobierno. Junto con un rublo ruso mucho más débil, lo que reduce el poder adquisitivo de Rusia en el mundo. El gobierno ruso está ahora tratando de reemplazar estos productos con producción nacional.

Pero la verdadera preocupación es la energía. Aproximadamente un tercio del suministro de gas de Europa proviene de Rusia y cerca de la mitad de ese gas se transporta a través de Ucrania.

Según Eurostat, Alemania obtiene alrededor de un tercio y Suecia casi la mitad de su energía importada de Rusia. Polonia, Eslovaquia, Bulgaria y Lituania dependen de Rusia para el 90% o más de su energía importada, excluido el comercio dentro de la UE.

Las importaciones energéticas de Europa

Si Occidente decide imponer sanciones más estrictas contra Rusia, esta podría tomar represalias con la sanción suprema contra Occidente – cortar el suministro de gas natural a Europa.

Si el conflicto entre Ucrania y Rusia escalase a una guerra, que por el momento, no parece probable, el riesgo de un embargo desastroso de energía aumentaría dramáticamente, aunque esto también dañaría la economía rusa.

La presión del gas ya ha caído en Polonia y la República Checa, enviando ondas de miedo sobre el suministro de energía a través de Europa occidental.

Las líneas de gas rusas cruzan Ucrania

En el caso de un embargo de gas ruso a Europa occidental, ¿a quién vendería Rusia su gas natural?

Mientras que Putin podría intentar redirigir las ventas de gas natural a su socio comercial, China, pero la infraestructura necesaria para el transporte de gas aún no se ha completado, y hacerlo operativo tomará años.

En el otro lado de la ecuación, las tensiones con Rusia ya han llevado a algunos países europeos a firmar contratos con los Estados Unidos para un futuro suministro de gas natural.

No es sólo Ucrania

He viajado recientemente a la nación centroasiática de Kazajstán, que es una ex república soviética y miembro fundador de la UEE de Putin. Rusia tiene profundos y duraderos lazos económicos con Kazajstán. Kazajstán es el mayor país sin salida al mar en el mundo, y el noveno país más grande por masa de tierra en general. Su límite al norte con Rusia mide más de 4,000 kilómetros. Aproximadamente una cuarta parte de la población de Kazajstán (17 millones) es de étnica rusa, pero, en el norte y oeste del país, los rusos étnicos representan entre el 40-50% de la población.

En agosto (2014), en un inquietante giro de los acontecimientos, el presidente Putin comentó que Kazajstán no ha tenido nunca la condición de Estado independiente y fue históricamente “parte del gran mundo ruso”. También dijo que los ciudadanos de Kazajstán de ascendencia rusa necesitan ser protegidos y insistirían en su protección si las tensiones siguieran en aumento. Kazajstán, naturalmente, se ofuscó por esta retórica, que era especialmente inquietante dado que Putin había hecho declaraciones casi idénticas sobre los rusos étnicos en Ucrania.

Esto deja a muchos Kazakhstanies preocupados por los planes de Putin. También hay preocupaciones acerca de si la población étnica rusa de Kazajistán morderá el anzuelo y comenzará a hacer valer sus “derechos” con fuerza, como han hecho en Ucrania.

Kazajstán ha jugado un fascinante ejercicio de equilibrio entre Rusia, China, y en menor medida con Occidente. Kazajstán vende más de la mitad de sus exportaciones a China.

Yo no creo que haya ningún motivo para una gran preocupación por Kazajstán en el corto plazo, pero la incertidumbre sobre la sucesión después de que Nazarbayev deje la presidencia podría hacerlos vulnerables.

A diferencia de muchos otros países de la región, Kazajstán tiene algunas ventajas económicas significativas, incluyendo considerables exportaciones de recursos y el  haber salvado sus ganancias petroleras en su fondo de riqueza soberana.

Putin también ha participado en tácticas de intimidación similares en Armenia, Moldavia, Kirguistán y Tayikistán, que son relativamente pobres, naciones sin litoral, con pocos recursos y riqueza limitada, y ahora parece probable su unión a la UEE.

Si bien estos conflictos territoriales pueden parecer distantes de los inversores occidentales, tomadas en su conjunto, equivalen a un patrón de comportamiento en una región potencialmente volátil del mundo que los inversores no deben ignorar.

Desafiando la Infraestructura Global

También en el frente geopolítico, Rusia y sus socios BRICS – Brasil, India, China y Sudáfrica – están trabajando en la creación de un banco de desarrollo que servirá como una alternativa al FMI y al Banco Mundial. Este es un ejemplo más del preocupante deseo de Rusia de dar la espalda a Occidente.

También se ha especulado que Rusia y China están planeando crear un sistema de pago internacional para reemplazar el sistema SWIFT con el fin de limitar la capacidad de los EE.UU. y Europa de imponer sanciones financieras contra ellos. Sin embargo, el apoyo a estas ideas se han enfriado en China, donde la idea de sustituir el sistema SWIFT ha sido rechazada.

Además, las recientes revelaciones de vigilancia electrónica de los EEUU pueden llevar a Rusia y otros estados no liberales a restringir el acceso a Internet y crear sus propias redes de datos bajo control nacional.

La creación de una UEE que esté menos ligada a Occidente a través del comercio, las  finanzas, el pago electrónico y la comunicación puede ser una fantasía romántica para Rusia dados los costos fiscales que dicho proyecto supondría, costos que ahora Rusia no puede permitirse.

Por otra parte, la reciente caída de los precios del petróleo ha conducido a la caída libre del rublo y a una casi recesión en Rusia el 2014 y posiblemente el 2015.

A pesar de estos contratiempos, Putin sigue siendo muy popular en su país, donde el control de los medios ha tejido la historia de una Rusia que solo quiere ayudar a sus primos étnicos en Ucrania. Sin embargo Putin,que es una persona muy tenaz, se aferra al sueño de la UEE.

Consideraciones finales

En su conjunto, el comportamiento de Vladimir Putin sugiere que su objetivo es mantener a los antiguos Estados miembros de la Unión Soviética lo suficientemente inestables como para que renuncien a vínculos más estrechos con Occidente. Su plan es multifacético -parte político, parte militar, parte geoestratégico- y centrado en maximizar la influencia rusa en la región.

Contrarrestando los riesgos de la región los bancos centrales de la G4-la Reserva Federal de los Estados Unidos, el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra y el Banco de Japón- han mantenido las tasas de interés lo suficientemente bajas como para suprimir la volatilidad del mercado.

Hasta el momento, el apoyo de los bancos centrales han servido como un contrapeso eficaz a la percepción de riesgo geopolítico en lugares como Ucrania. Los precios del mercado de valores se han mantenido relativamente estables desde que comenzó la crisis en Ucrania hace casi un año.

Todavía hay mucho riesgo en el mundo de hoy. Como inversionista, uno debe prestar atención a esos eventos, pero sin asumir que el riesgo geopolítico se traducirá en una corrección masiva de los precios de los activos.

La vigilancia y la observación cuidadosa es una necesidad – el pánico no.

Ver más en: http://www.economonitor.com/nouriel/2014/11/24/russia-21st-century-empire/#sthash.4JQehAgk.dpuf




Ahora Bolivia y Colombia crecen más que el Perú

Ahora Bolivia y Colombia crecen más que el Perú

La economía de Bolivia es una de las de mayor crecimiento en Latinoamérica, con una expansión de su PBI de 5.7% proyectada para este año.  Otro país con una proyección exitosa es Colombia, que crecería 4.7%. Sin embargo las políticas de ambos países son muy distintas. Por su lado el Perú sigue bajando hacia un 3%.

La década de 1980 fueron una “década perdida” para el progreso económico en América Latina y Bolivia. La nación cayó en una crisis económica extrema, con una creciente deuda externa e hiperinflación, llegando a más de 25,000% en 1985. Para solucionar estos problemas, el presidente entrante Víctor Paz Estenssoro (1985-1989) llamó al economista de Harvard, Jeffrey Sachs, para ayudar a diseñar una conversión de Bolivia hacia las políticas de libre mercado. Paz Estenssoro elevó los impuestos, eliminó los controles de precios sobre los bienes de primera necesidad, congeló los salarios y eliminó los derechos y protecciones de los sindicatos. Estas medidas redujeron la inflación en 1987 a 11%. Además, Paz Estenssoro aprobó una ley para acabar con los cocaleros locales.

Luego, los Presidentes Jaime Paz Zamora (1989-1993) y Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997) profundizaron el impulso del libre mercado. Sánchez de Lozada, que hablaba con acento de gringo, discípulo del libre mercado, impulsó la privatización de la empresa nacional de electricidad, el ferrocarril y la compañía de petróleo y gas. Después de estas reformas Bolivia estabilizó su economía con un crecimiento moderado y sin inflación.

El crecimiento económico de Bolivia con Evo Morales, re-reelegido, que cambiado la Constitución en su primer mandato, esbastante aceptable. Su PBI per cápita se ha duplicado desde que inició su mandato, pasando de US$ 1,203 en el 2006 a US$ 2,868 en el 2013. Colombia pasó de US$ 3,713 a US$ 7,826 y Perú de US$ 3,124 a US$ 6,660en el mismo período. El PBI de Bolivia se ha expandido alrededor de 5% al año, y el 2014 se proyecta entre 5.5% y 5.7%. Colombia apunta a crecer 4.7% y el Perú tan solo 3.2%.

Gran parte de este desempeño se puede atribuir a los precios del gas natural y su gran exportación de soya.Esto es un gran avance tras la conocida “guerra del gas”, que empezó con la venta del gas natural boliviano a empresas extranjeras en el 2003, además del anuncio de la construcción de un gasoducto a Chile. Esto llevó al país a una serie de protestas que forzaron la renuncia del entonces presidente Sanchez de Lozada. Su Vicepresidente Carlos Mesa asumió la presidencia, y llamó a un referéndum para la re-nacionalización del gas natural. La medida fue aprobada abrumadoramente. Aún así, las condiciones sociales siguieron deteriorándose. En el 2006, Morales nacionalizó parcialmenteel gas natural obteniendo el control mayoritario de las empresas españolas y brasileñas, aumentandola participación del gobierno al 82%.

Bolivia ahora cuenta con las segundas mayores reservas de gas natural en América Latina, después de Venezuela. La producción de gas natural boliviano ha aumentado a más del doble, y el producto de las ventas se han incrementado desde 5.6% del PBI en el 2004 a 25.7% en el 2008, y hoy en día el gas natural representa casi la mitad de las exportaciones bolivianas, vendiendo más de la mitad a Brasil. El gas también es clave para los ingresos del gobierno: mientras que en el 2002 llegaban al 7%, hoy constituyen más del 50% de sus ingresos.

Evo Morales encarna un modelo caudillista y de culto a la personalidad al estilo estalinista. Morales fue elegido en 2006, en medio del descontento popular.Luego Morales se asoció al Alba y al “socialismo del siglo XXI” de Chávez, reescribió la constitución y concentró todos los poderes del Estado.

El  crecimiento económico, se debe en parte a una cierta ortodoxia macroeconómica, basada en sus recursos naturales: estaño, plata, soya y petróleo y gas natural. Sin embargo, Morales ha distribuido dinero a manos llenas, casi un tercio de los bolivianos (poco más de tres millones) recibe algún tipo de ayuda estatal. Actualmente existen tres bonos: la renta de dignidad, Juancito Pinto y Juana Asordui de Padilla. El primero se le otorga a todas las personas mayores de 60 años, hubiera laborado o no en su vida. El segundo es una beca de estudios y el tercero es un seguro de salud a madres, trabajen o no, de atención gratuita por tres años después de dar a luz. De esta manera se reduce la pobreza, pero no es sostenible en el largo plazo. La pobreza sigue siendo relativamente alta, 45%, comparada con la de Colombia de 34% y la del Perú de 28% al 2011. (La del Perú al 2013 llegó a 24%).

A pesar de los ingresos por los commodities, se ha gastado más de lo ahorrado, y por eso se ha promulgado una peligrosa ley bancaria que pone tope a las tasas de interés. Si aumentala inflación, los bancos tendrían que asumir la diferencia, lo que llevaría al país a una crisis.

También cabe recalcar la nacionalización de industrias “estratégicas”, como la de energía, telecomunicaciones y minería, han llevado a que el Estado controle el 35% de la actividad productiva. Esto traeingresos al gobierno, pero también genera un “crowding out” (desplazamiento de la inversión privada) malogrando el largo plazo. Es así que la inversión ha bajado al 18% del PBI.

Morales también tiene que lidiar con la corrupción. Su estrategia de fingir ignorancia sobre las actividades ilegales del narcotráfico para aprovecharse de un boom cocalero de más de 30 mil hectáreas, ha tenido consecuencias nefastas. Las tasas de asesinatos han aumentado y el índice de criminalidad está en ascenso. 

Estas políticas son muy diferentes a las medidas tomadas por Colombia, que ha crecido económicamente promoviendo la inversión privada y desregulando (lo mismo que el Perú hizo desde la Constitución del 93), creando un ambiente de confianza. (Ver en Lampadia (L): Mientras Colombia crece, el Perú decrece y le echa la culpa al cobre, a China y a los malos vientos…)

El principal componente del crecimiento de Colombia es la inversión privada. En los últimos años ha comenzado a promoverla inversión minera, que en el 2013 representó el 17.4% de la inversión extranjera directa (IED). Los colombianos buscan aprovechar sus recursos naturales para captar dinero y mejorar su competitividad. (Ver en L: Destrabemos la construcción de nuestro futuro)

Ambos países crecen, pero mientras el de Bolivia no parece sostenible, el de Colombia lo hace con una base sólida. Esperamos que el gobierno peruano reaccione a tiempo para evitar que se consolide la parálisis de la inversión privada y la disminución del crecimiento. Lampadia