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Cuarto gabinete impresentable

Cuarto gabinete impresentable

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

A estas alturas los únicos que respaldan al gobierno de Pedro Castillo son los que se benefician directamente a través de puestos públicos, prebendas y corruptelas, y los que tienen esperanzas de obtener algún provecho en el futuro.

La designación del cuarto gabinete en seis meses ha demostrado que no va a cambiar, que las ilusiones que se hacían algunos cándidos al principio eran solo eso, ficciones, esperanzas sin sentido.

El nuevo PCM, Aníbal Torres, además de ser un cascarrabias que se pelea con todos e insulta sistemáticamente a los periodistas, ha cometido tropelías que en un gobierno normal habrían llevado a su inmediata censura.

  • Despidió al procurador Daniel Soria luego que acusó a Castillo y cuando su abogado pidió públicamente su salida.
  • Luego cesó a la jefa del INPE que se negó a trasladar al ex presidente Alberto Fujimori a un penal común y que tampoco aceptó liberar al asesino de policías Antauro Humala.
  • Y finalmente, el vice ministro de justicia renunció públicamente haciendo gravísimas acusaciones a Torres.

Pero a Castillo esos antecedentes no le importan. Está acostumbrado a actuar con impunidad y lo va a seguir haciendo mientras permanezca en el gobierno. Las formas y el fondo de la democracia le son ajenas.

El asunto es que Castillo no solo es ignorante e incapaz, sino que se rodea de un estrecho círculo de gente como él, y necesita para sobrevivir el apoyo de gavillas como la de los “dinámicos del centro” y el grupo magisterial que pertenece a los organismos generados de Sendero Luminoso. No se puede separar tampoco de sus vinculaciones internacionales (Cuba, Venezuela, Bolivia, etc.) que son sus referentes y lo respaldan en el ámbito continental.

Como señalé el lunes en Expreso:

“El Gobierno no tiene arreglo no solo por la absoluta ignorancia e ineptitud de Castillo, sino porque las facciones que lo respaldan y rodean no van a cambiar ni tampoco él puede prescindir de ellas.”

“Están los “dinámicos del centro”, una pandilla de delincuentes ideologizados y con experiencia en el latrocinio en Junín y otros lugares, duchos en evadir la justicia, como su líder, que sigue libre, o “Pinturita” y su banda que fugaron con la protección del Gobierno.”

“Concurren también los chotanos y compinches del magisterio, cuatreros de poca monta que, deslumbrados por las inmensas posibilidades que se les abren, han entrado a saquear todo lo que pueden.”

“Tienen una enorme influencia individuos como Guillermo Bermejo -sindicado por la Dirección Contra el Terrorismo de la Policía como socio de los narcoterroristas del Vraem e increíblemente absuelto por el Poder Judicial-, que es el que recomendó a su compinche Héctor Valer para PCM. Y los senderistas del Movadef-Conare-Fenate.”

A esta patibularia coalición se añaden los caviares, que han accedido a una parte del botín al comienzo y ahora, aunque su participación se ha reducido, siguen teniendo expectativas en poder aumentar considerablemente su pedazo de la torta estatal.

Ellos critican y presionan al gobierno en busca de una mayor tajada. Castillo y sus secuaces, astutamente, les siguen dando algunas migajas para mantenerlos a la expectativa y con esperanzas.

Así las cosas, el tiempo se va agotando. Si alguien cree que la crisis permanente se va a mantener indefinidamente, está equivocado. Y si el Congreso no vaca a Castillo y a Dina Boluarte, ellos van a acabar con el Congreso y la democracia. Lampadia




En búsqueda del bienestar

Ayer se instaló el gabinete del gobierno de Vizcarra que deberá enfrentar la difícil tarea de recuperar la inversión y el crecimiento de la economía, el entendimiento entre los Poderes del Estado, la confianza de los peruanos y la probidad en el manejo de la cosa pública.

Esperamos que el formato de la juramentación, abierto a la mirada de todos los ciudadanos, sea el signo de un gobierno transparente, que gobierne de cara a la población, y que haga de su gestión un ejercicio de comunicación sobre donde estamos y a donde podemos llegar.

De igual manera, esperamos también que el carácter provinciano de varios de los miembros del gobierno, empezando por el Presidente Vizcarra y el Premier Villanueva, marque también un estilo más sencillo y franco, que el usual en la política limeña. De hecho, este debe ser el gabinete con mayor proporción de provincianos en muchas décadas.

En su discurso de investidura, el presidente Vizcarra no habló solo de parar el odio y la confrontación, sino de “marcar el punto final de una política de odio y confrontación”. Una política torpe desarrollada por el gobierno de PPK para compensar su debilidad política y crear un enemigo interno que distraiga a los ciudadanos.

Curiosamente, el diario La República recoge el llamado contra los odios, pero no así todos los medios nacionales. Por ejemplo, Canal N, del grupo El Comercio, continúa con una sibilina campaña de debilitamiento del gobierno de Vizcarra-Villanueva. ¿Hay algo que debemos leer de este cambio osmótico de roles?

Pero más allá de las reacciones mediáticas, creemos que es muy importante recoger la esencia del principal mensaje del gobierno, pasar ‘De una estrategia de confrontación, a una estrategia de bienestar’. De la noche, al día.

Como hemos explicado muchas veces, el gobierno de PPK traicionó el sentido del voto popular al aliarse con el equipo de Ollanta Humala y jugar con las izquierdas anti sistema; con el propósito de confrontar con Fuerza Popular (FP), a quienes, con las comparsas mediáticas, convirtieron en un monstruo que había que combatir.

Ahora debemos mirar adelante, no hay tiempo que perder y debemos entender que, si hay buena voluntad, se podrá corregir lo que se haga necesario. Sobre un gabinete siempre hay la posibilidad de hacer críticas y cuestionamientos. En este caso, desde nuestro punto de vista, Vizcarra ha incorporado al gabinete unas figuras muy interesantes para transmitir frescura y confianza, y para impulsar los esfuerzos productivos, como también otras que pueden ser tapones de reformas esenciales, como la laboral.

Además, de las recientes presentaciones en los medios del primer ministro Villanueva, también podemos apreciar algunas faltas de entendimiento de las ecuaciones matrices del libre comercio y de políticas industriales; pero, a diferencia de un gobierno (PPK), que al final filtraba sus acciones en función de una estrategia de confrontación política, con el nuevo gobierno se tiene la sensación de que sí sabrán escuchar y leer. Algo muy importante, cuando se trata de buscar el bien común sin segundas intenciones.

Por eso, queremos terminar esta nota recogiendo la invitación del presidente a un Pacto Social: “Propongo ante ustedes, señores Congresistas y ante todos los peruanos de cualquier ideología política y credo, un PACTO SOCIAL que nos comprometa, a fin de luchar sin distingo alguno contra la corrupción e impulsar el desarrollo equitativo, democrático e integrador”.

Un Pacto Social permite el entendimiento entre gobierno y población para la identificación, priorización y ejecución de acciones de gobierno con un fin claro, por el que la mayoría de los peruanos podamos apostar. Lampadia




Martín Vizcarra en pos de Gobernar

En su discurso de inauguración, Martín Vizcarra, el flamante Presidente de la República anunció que “lo que ha sucedido debe marcar el punto final de una política de odio y confrontación, que no ha hecho otra cosa que perjudicar al país”.

Excelente manera de iniciar su mensaje a los peruanos. Como hemos explicado en Lampadia, PPK y su equipo erraron clamorosamente en la orientación de su gobierno. En lo político confrontaron con Fuerza Popular (FP) en la campaña y en el gobierno; y prefirieron gobernar cerca de las izquierdas anti-sistema, con la ilusión de conseguir algunas capacidades para enfrentar los conflictos sociales.

Ellos, los PPKs, son los responsables de haber generado reacciones de FP, que propicionó que guardara sus luces y ofreciera su lado oscuro. Una prueba al canto:

Días antes de la investidura, Keiko Fujimori convocó a don Luis Bedoya Reyes (LBR), para encomendarle que le alcanzara a PPK, la propuesta de un nombre para posible primer ministro, un independiente de buen nivel, que podría haber provocado un acercamiento entre el ejecutivo y el legislativo. Lo increíble, es que a pesar de las tratativas del ínclito Bedoya Reyes para juntarse con PPK, previas explicaciones del tema a su personal de apoyo, el presidente electo no recibió a LBR y frustró la mejor oportunidad de convergencia de las fuerzas democráticas pro-mercado.

Ver en Lampadia: Un pésimo gobierno y renuncia con veneno

Otra prueba de la actitud que embargó el gobierno de PPK, son las declaraciones de su congresista Juan Sheput, de ayer, después de la asunción de Vizcarra:

“Si Vizcarra designa a Elmer Cuba, la bancada de PPK debe evaluar pasar a la oposición”. Correo, domingo 25 de marzo.

Gracias a Dios y a los aires limpios que nutren a nuestros provincianos, Martín Vizcarra está probando estar muy por encima de esas pequeñeces y errores.

Un primer elemento de diferenciación de Vizcarra con sus antecesores, es el estilo y contenido de su discurso de investidura, que plantea corregir los errores del gobierno de PPK y sus allegados, empezando por hacer un compromiso de gobierno en vez de un juego de poder. Ver en Lampadia: Le toca a Martín Vizcarra traer la fuerza provinciana.

Veamos algunas frases que hemos glosado del discurso del presidente Vizcarra:

  • Llegó el momento de decir Basta. Los graves acontecimientos que se han conocido en los últimos tiempos ameritan que se esclarezcan responsabilidades.
  • Lo que ha sucedido debe marcar el punto final de una política de odio y confrontación, que no ha hecho otra cosa que perjudicar al país.
  • La clase política tiene la obligación de dar respuestas y no enredarnos en peleas encarnizadas.
  • El Nuevo Gabinete será completamente nuevo.
  • Primero: pondremos nuestro mayor esfuerzo en La lucha contra la Corrupción. La transparencia será un pilar fundamental.
  • Segundo: lograr la Estabilidad Institucional. La división de poderes es la base de cualquier democracia.
  • Tercero: nuestro horizonte es el de un país estable, con crecimiento ordenado y equitativo, y debemos avanzar rápido en este camino. El país debe ser cada vez más competitivo, y generar empleo de calidad. Fomentaremos la inversión privada, la iniciativa de los emprendedores y apoyaremos a nuestras pequeñas y medianas empresas. La Construcción de Infraestructura sostenible también será un pilar de nuestra gestión.
  • Cuarto: el desarrollo del Perú no es otra cosa que la mejora de la calidad de vida de cada uno de los peruanos. La Salud, la generación de empleo y la seguridad ciudadana, serán       centrales. La Educación será pilar central de nuestra gestión.
  • A nuestros jóvenes quiero decirles que hemos enfrentado problemas aún más grandes que los que afrontamos hoy. No pierdan la fe en sus instituciones. PERMÍTANNOS DEMOSTRARLES QUE EL PERU ES MAS GRANDE QUE SUS PROBLEMAS.
  • Somos un país con futuro, pero ese futuro dependerá de nuestro comportamiento.
  • Propongo un Pacto Social que nos comprometa, a luchar sin distingo alguno contra la corrupción e impulsar el desarrollo equitativo, democrático e integrador.
  • ¡El Perú Primero!
  • Miguel Grau, en una de sus frases más importantes, dijo “Yo no soy más que un pobre marino que trata de servir a su patria” Ese es el espíritu de humildad y entrega que el país requiere de nosotros.
  • La educación no puede esperar, la salud no puede esperar, las regiones de nuestro país no pueden esperar, y sobre todo, cada uno de los 32 millones de peruanas no puede esperar.
  • LOS INVITO A QUE INICIEMOS ESTE CAMINO POR LA GRANDEZA DE NUESTRA PATRIA. LOS INVITO A TRABAJAR UNIDOS, PARA SALIR DE ESTA CRISIS Y CONSTRUIR JUNTOS EL FUTURO QUE SOÑAMOS.
  • ¡NO HAY TIEMPO QUE PERDER!

Ver el discurso completo en: Discurso de investidura de Martín Vizcarra

El Perú es un país fértil. Con solo hacer las cosas en la dirección correcta, las calidades de nuestra gente y nuestros inmensos y variados recursos, nos permitirán retomar el camino de la prosperidad que abandonamos el 2011.

¡Bienvenido Presidente Vizcarra! Lampadia




Las movidas alrededor de los vicepresidentes

Como comentamos hace pocos días, algo que empezó como un rumor se desbordó de sus cauces causando gran incertidumbre sobre el devenir político del Perú. Efectivamente, es muy difícil de entender la desesperación de los miembros del partido de PPK, empezando por la actual primera ministra, Mercedes Aráoz, por forzar al primer vicepresidente Martín Vizcarra, a hacer declaraciones que comprometan sus acciones futuras.

No sabemos desde cuándo corre el agua bajo el puente, pero debemos suponer que este no es un desarrollo reciente. Sin embargo, es evidente que el desborde se produjo ante los riesgos de que se decrete la vacancia de PPK. Ver en Lampadia: No permitamos que se descoloque a Martín Vizcarra.

¿Qué dice la Constitución?

Es evidente que es espíritu de la Constitución que, ante cualquier evento que determine el alejamiento del presidente, se cautele la salud institucional del país, determinando que el vicepresidente asuma las funciones de gobierno con las mismas prerrogativas del presidente elegido por la votación popular.

No se trata de un reemplazo temporal de un club, ni de un reemplazo en nombre del principal. Se trata de la toma de mando del gobierno del país, en representación de todos los peruanos. Lo que está en juego no es la suerte del presidente elegido para el cargo, ni de su gobierno, gabinete o partido.

Por lo tanto, el vicepresidente que asuma las máximas funciones de gobierno, debe hacerlo con total independencia y libertad, para enfocar su gestión únicamente en función de los intereses nacionales.

Sobre los vicepresidentes

Ahora bien, hay importantes diferencias entre los dos vicepresidentes:

  • Vizcarra viene de ser un exitoso gobernador regional en Moquegua, que supo aprovechar en buena medida, la riqueza minera de su región para impulsar el bienestar de su población.

Por otro lado, en Lima, Vizcarra es un provinciano desconocido y solitario, sin conexiones sociales ni políticas.

  • En cambio, Aráoz tiene un largo recorrido con el Estado. Ha formado parte del equipo negociador del TLC con EEUU; ministra de García II en dos ocasiones, en Comercio y Economía; y candidata a la presidencia de la República con el Apra, entre otros.

De alguna manera es parte del establishment limeño, donde ha jugado sus partidos, tanto en la política, como en la sociedad. Y tiene todas las conexiones que carece Vizcarra.

Desde esta perspectiva, no es difícil para Mercedes Aráoz generar una gran incertidumbre en Lima, sobre el eventual mandato del ‘desconocido’ Vizcarra. Algunos dirán, ‘más vale malo conocido que bueno por conocer’.

Así pues, la supuesta campaña de Aráoz para sacar a Vizcarra del camino, configura un enfrentamiento desde el establishment limeño para evitar la presidencia de un provinciano desconocido.

Pero Mercedes Aráoz, a diferencia de la ocasión anterior, insiste en plantear que de darse la vacancia de PPK, deben renunciar ambos vicepresidentes, y se sigue movilizando a los miembros del partido, con la entusiasta colaboración de varios periodistas, la exigencia de que Vizcarra se pronuncie.

Este extraño proceso, que transmite absurdamente la sensación de que la vacancia de PPK es inminente, no guarda relación con el espíritu y letra de la Constitución, ni con la necesidad de cuidar la salud institucionalidad del país. Por un lado, amenazando con una crisis aún mayor que la de la vacancia, y por otro, parece un juego muy desleal con el Perú y con el propio PPK, de búsqueda del poder.

Como se ha repetido tantas veces, el escenario de la vacancia es muy traumático, y el de la vacancia más la renuncia de los vicepresidentes, es peor aún. Pero cabe preguntarse si Mercedes Aráoz es sincera cuando dice que ella está dispuesta a renunciar, o solo quiere comprometer a Vizcarra en una agenda más partidaria que nacional, de la que, eventualmente, ella podría salir muy fácilmente, escuchando el pedido de los personajes más representativos del establishment. Lampadia    




Fuerza Popular no se ha dado cuenta de que puede ser gobierno

Jaime de Althaus
Para Lampadia

El Congreso ha dado una ley para protegerse a sí mismo, alterando el equilibrio de poderes establecido en la Constitución. La resolución legislativa aprobada para limitar la facultad presidencial de disolver el Congreso cuando éste ha censurado o negado su confianza a dos Consejos de Ministros, introduce limitaciones a dicha facultad que la Constitución no precisa y que contravienen la costumbre constitucional establecida en nuestro país.

En efecto, el artículo 133° de la Carta Magna dice, a la letra: “El Presidente del Consejo de Ministros puede plantear ante el Congreso una cuestión de confianza a nombre del Consejo. Si la confianza le es rehusada, o si es censurado, o si renuncia o es removido por el Presidente de la República, se produce la crisis total del gabinete”.

La costumbre constitucional

En nuestro país, cada vez que el presidente del Consejo de Ministros ha renunciado o ha sido removido por el presidente de la República, o ha sido censurado, se ha producido, como dice el citado artículo 133°, “la crisis total del gabinete”. Y esa “crisis total” en ningún caso ha significado el cambio de todos los ministros. Siempre dejaron el cargo el Premier junto con algunos ministros, pero no todos.

Esa ha sido la costumbre constitucional. No se la puede modificar sin modificar la propia Carta Magna. Y eso no ha ocurrido. La resolución legislativa que modifica el artículo 84 del reglamento es en realidad un cambio constitucional, y debió seguir el procedimiento que corresponde a toda enmienda de ese nivel. Ni siquiera fue analizado el proyecto por la Comisión de Constitución. Fue aprobado furtivamente, casi como si se tratara de un asalto a la Constitución.

Y esa costumbre constitucional tenía sentido. Un nuevo Premier supone un nuevo enfoque de gobierno, algún cambio en el énfasis o en las prioridades. Por eso, el artículo 130° de la Constitución señala que “Dentro de los treinta días de haber asumido sus funciones, el Presidente del Consejo concurre al Congreso, en compañía de los demás ministros, para exponer y debatir la política general del gobierno y las principales medidas que requiere su gestión. Plantea al efecto cuestión de confianza”. Si debe asistir a exponer la política general del gobierno y las principales medidas que requiere su gestión, es porque su gestión pretende imprimir algún cambio respecto de la anterior. Pero para efectivizar ese cambio de énfasis o de prioridades o de capacidad de gestión, no necesita cambiar a todos los ministros, sino a los que tengan que ver con ese cambio de orientación.

Ley con nombre propio

La resolución legislativa aprobada por el Congreso es, en realidad, una ley con nombre propio. Y ese nombre propio no es una persona, sino el Congreso mismo. Viola, entonces, el artículo 103° de la Constitución que dice: “Pueden expedirse leyes especiales porque así lo exige la naturaleza de las cosas, pero no por razón de las diferencias de las personas”. Ha dado la ley para prevenir una eventual cuestión de confianza futura o para que la cuestión de confianza negada al gabinete Zavala no cuente como válida para una eventual disolución del Congreso. Y no se puede legislar con nombre propio ni es correcto hacerlo a partir de una circunstancia específica, menos aun si es para defender un interés particular o crear una situación de relativo privilegio.

¿No han pensado que pueden llegar a ser gobierno?

Los partidos actualmente en el Congreso parecen no haberse percatado de  que pueden llegar a ser gobierno y que lo que hoy legislan para protegerse, mañana, si están en el Ejecutivo, los perjudicará. La resolución legislativa que acaban de aprobar los condenaría a la parálisis. Han legislado como si su situación actual en el Congreso fuera a perpetuarse. No han visto más allá de tres años. Ni siquiera se les ha ocurrido que pueden ganar una elección presidencial.

Si no se resuelven los problemas de diseño constitucional que vamos a explicar, pueden terminar en la situación inversa a la que se encuentran ahora: con un congreso opositor que no les deje gobernar. Porque otra consecuencia de esta resolución legislativa, es que altera el equilibrio de poderes previsto en la Constitución. La posibilidad de disolver el Congreso a la segunda censura de un gabinete es un contrapeso ante un Parlamento eventualmente dominado por una mayoría opositora obstruccionista. Limitar esa facultad debilita aún más a cualquier Ejecutivo que carezca de mayoría en el Congreso: otra razón, además, para que un cambio como éste solo pueda proceder vía reforma constitucional.

Cambios deberían ser al revés

En realidad, los cambios que requiere el ordenamiento constitucional y legal en el tema de la relación entre poderes, deberían ir más bien en el sentido contrario: posibilitar la disolución del Congreso a la primera y sin expresión de causa, cuando una situación de entrampamiento o de continua censura de ministros paraliza al Ejecutivo. La disolución del Congreso buscaría que el pueblo elija una nueva mayoría que le de gobernabilidad al Ejecutivo. En su defecto, si la oposición vuelve a triunfar, ella tendría que poner al Premier, como en la cohabitación francesa. Lo que no se puede mantener es una situación permanente de enfrentamiento estéril.

Pero, más importante aún, junto con esa reforma constitucional habría que dar otra que disponga la elección del Congreso al mismo tiempo o después de la segunda vuelta, para que la posibilidad de que el Presidente tenga mayoría en el Congreso sea mucho mayor o que el elector decida conscientemente si le quiere dar mayoría al Presidente para que pueda gobernar.  

Esa es la ventaja de los sistemas parlamentarios, de donde viene la institución de la disolución del Congreso. En ellos el Ejecutivo tiene mayoría por definición porque el Ejecutivo nace del Congreso y por lo tanto el líder de la mayoría se convierte en el Premier. Una mayoría opositora es imposible: si llega a darse, el congreso es disuelto, precisamente. El conflicto de poderes no dura, se resuelve rápidamente. El resultado es que se consigue democracias más funcionales, más efectivas. Que es lo que necesitan nuestros países.

Pero si no vamos a ir a un sistema parlamentario, por lo menos introduzcamos las reformas constitucionales que favorezcan la elección de un Presidente de la República con mayoría parlamentaria, y que en el caso de que, pese a ello, dicha mayoría no se dé y/o se presente una situación de entrampamiento que ate de manos al gobierno, el Ejecutivo pueda resolverla disolviendo el Congreso sin expresión de causa, en los términos que hemos explicado.

Si Fuerza Popular, el APRA y los demás partidos que han apoyado este despropósito tuvieran voluntad de triunfo electoral el 2021, ya se habrían dado cuenta de la necesidad de realizar estos cambios constitucionales en lugar de agravar las condiciones de gobernabilidad. 




El gabinete de la no-reconciliación

El gabinete de la no-reconciliación

Todavía estamos en los coletazos de una crisis política que nunca imaginamos atravesar. Entre las acusaciones de groseras irregularidades del presidente PPK, sus evidentes mentiras, el agitado proceso de vacancia, el condimentado indulto, y las dificultades para formar un nuevo gabinete, el Perú recibió el peor regalo posible, por las fiestas de año nuevo.

Después del anuncio del presidente de formar un gabinete de reconciliación, y después de tomarse largos días para hacerlo, PPK no ha sido capaz de formar un nuevo gabinete que oxigenara la situación política, y que efectivamente, nos haga esperar un ambiente de distensión y reconciliación.

El nuevo gabinete estaba obligado a reconciliar, más allá de su denominación, y, además, debía estar dirigido por una personalidad que compensara la debilidad política del Presidente de la República.

Pero PPK no pudo decirle a Mercedes Araoz, que la situación política de la República, demandaba agradecerle por los servicios prestados, y que, desde su posición de segunda vicepresidente, ayudara en la tarea de convocar a un Primer Ministro independiente, que tenga el ascendiente moral suficiente para convocar al gobierno un gabinete programático, que corte la inercia de una política marcada por incendiarios y bomberos.

Mercedes Araoz, ha jugado, desde la campaña electoral, y con énfasis durante la reciente crisis, un rol disociador y conflictivo y, por lo tanto, no debía ser quién presidiera el gabinete de reconciliación.

Por otro lado, no podemos dejar de mencionar que se ha incorporado al gabinete, a algunos personajes serios y decentes, que representan un cambio cualitativo en sus carteras, como son José Arista en Agricultura y Jorge Kisic en Defensa. Pero también, se ha incorporado a un aprista, que terminó como réprobo, como es el caso de Javier Barreda en Trabajo; alguien que difícilmente podrá liderar la indispensable reforma laboral, que debe igualar el terreno de protección social a todos los trabajadores.

También queremos destacar la permanencia en el gabinete de Bruno Giuffra y Claudia Cooper, y criticar la presencia de Cayetana Aljovín en la Cancillería, donde no hay nada que justifique, obviar a un diplomático de carrera para la conducción de las relaciones internacionales, máxime ahora que enfrentamos una importante crisis interna. Igualmente, es criticable la presencia de un partidario del gobierno, Jorge Meléndez, en el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, en un año de elecciones regionales y locales.  

Pero, hay que hacer de tripas corazón. Tenemos que salir adelante con lo que tenemos. Esperemos pues, que pese a todo lo anterior, la Premier pueda ponerse de acuerdo con Fuerza Popular, la principal oposición del Congreso, en un conjunto mínimo de reformas, leyes y proyectos de inversión productivos y de infraestructuras, que den la señal de que el país sigue adelante con un rumbo claro hacia el crecimiento. En esto también hay que pedirle responsabilidad a Fuerza Popular, porque no podemos cometer el crimen de desaprovechar las mejores condiciones de la economía mundial. Lampadia 




Países de mayor crecimiento y mayor contracción

Países de mayor crecimiento y mayor contracción

El 2018 se presenta como un año en que casi todos los países crecerán. Un caso notorio es la recuperación de los países más ricos, que después de la crisis de hace una década, se alinean para crecer. El perfil de crecimiento, como se aprecia en el gráfico.

Entre los países que más crecerán el 2018, está India con un 7.7%, bajo el liderazgo reformador de Narendra Modi. La China sigue creciendo alto, se estima un 5.8%. Por el lado de los países que decrecerán, destaca Venezuela, que caería un 11.9%. 

Un caso muy lamentable, es el del Perú, que viene desperdiciando condiciones muy favorables para crecer. Un mundo que demandará más de todos nuestros productos y un aumento sustancial de los precios del cobre y el zinc. Desafortunadamente, hemos pasado del gobierno de la parálisis de las inversiones (Humala y el nacionalismo), a un gobierno que no tiene ninguna capacidad de enrutar al país en la recuperación del crecimiento.

Más allá de la pésima gestión general del gobierno de PPK, ahora estamos atrapados en una crisis política que no termina. El presidente ha perdido casi toda capacidad de liderazgo, su repitente primera ministra, a cargo del gabinete de la ‘reconciliación, ha sido uno de los personajes más agresivos con Fuerza Popular, incluso desde el premierato durante los aciagos días de la vacancia y el indulto. ¿Qué se viene, reconciliación o más enfrentamientos suicidas?

Es pues difícil que, en esta situación, el gobierno de PPK pueda emprender reformas y recuperar el crecimiento que el Perú tiene capacidad de sustentar. Un tremendo pecado que será reclamado por nuestros ciudadanos y puede costarnos muy caro. Lampadia

Gráfico del día: Las economías de más rápido crecimiento y de mayor contracción en 2018

The Economist
5 de enero, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Desde que la economía mundial completó su repunte de la crisis financiera de 2008, ha crecido a un ritmo moderado pero constante. Es probable que esta tendencia continúe en 2018: según la Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU), se espera que el PBI mundial aumente un 2.7% este año, apenas un poco menos que el 2.9% registrado en 2017.

Una vez más, el mayor contribuyente será China. La segunda economía más grande del mundo crecerá un 5.8% este año, lo que representa aproximadamente un tercio de la expansión mundial total. Sin embargo, esta tasa sigue siendo un punto porcentual menos que el crecimiento que obtuvo China el año pasado. Xi Jinping, el presidente de China, está tratando de frenar el crecimiento del crédito, desacelerando su economía. Eso deja a India como la economía grande de más rápido crecimiento del mundo, con un rápido aumento proyectado en el PBI del 7.8%. También se espera que el sudeste asiático tenga un buen desempeño: Vietnam, Camboya, Myanmar y Laos están programados para superar el 6%.

Los países más ricos no pueden esperar competir con tasas de crecimiento tan altas. Sin embargo, la mayoría de los países desarrollados deberían acercarse al menos a un saludable 2%, e incluso se prevé que la moribunda Italia alcanzará un respetable 1.4%. Quizás el indicador más alentador es la proyección de expansión. La EIU solo espera que cuatro economías se contraigan en 2018. Las heridas en Venezuela, que probablemente sean las de peor desempeño con una pérdida del 11.9%, se autoinfligieron, con una mala administración que ha llevado a la hiperinflación y a un incumplimiento de la deuda soberana, que se avecina rápidamente. Corea del Norte también está pagando el precio de sus políticas; se enfrenta a sanciones internacionales cada vez más estrictas en respuesta al crecimiento de su programa de armas nucleares. Y se pronostica que la economía de Puerto Rico, técnicamente un territorio de ultramar de los Estados Unidos, se reducirá en un 8%, como consecuencia de un devastador huracán que ha dejado a gran parte de la isla sin electricidad. Lampadia




“Sin voto de confianza igual no habría crisis”

“Sin voto de confianza igual no habría crisis”

Entrevista a Enrique Ghersi

Por: Gonzalo Pajares

(Perú 21, 22 de Agosto del 2014)

“Lo que acabamos de ver en el Congreso es un ejercicio democrático, es legítimo, nadie debe escandalizarse”, nos dice el abogado Enrique Ghersi, a quien convocamos para analizar por qué el Congreso no le dio el voto de confianza al gabinete Jara.

La Constitución señala que hay un plazo de 30 días para que el Congreso le dé su voto de confianza al gabinete. Ese plazo se cumplió ayer…

La Constitución establece claramente que, dentro de los primeros 30 días de juramentado, el Consejo de Ministros debe presentarse ante el Congreso a exponer su plan de acción. Ese plazo es perentorio y lo establece la propia Constitución. La fórmula que buscó la presidenta del Congreso, la de suspender la sesión y reanudarla hoy, es válida, forma parte del Derecho Parlamentario y no atenta contra el artículo 130 de la Constitución y el Reglamento del Congreso.

¿Se nos vendría una crisis mayor si el Congreso no le da su voto de confianza a Jara?

No se ha votado en contra del gabinete. Las abstenciones superaron al voto a favor: 63 frente a 50, pero todo está previsto en la Constitución. Si no hay voto de confianza, no habría una crisis mayor: el gabinete Jara tendría que cesar en sus funciones, pero, tranquilicémonos, eso no ha pasado; aún no se ha producido la votación final.

¿Qué pasaría si no hay voto de confianza?

La Constitución tiene muy claro el procedimiento: de no alcanzar el voto, el presidente de la República debe nombrar un nuevo gabinete y este, otra vez dentro de los primeros 30 días de juramentado, debe presentarse al Congreso por un voto de confianza. Si el Parlamento negara por segunda vez el voto, la propia Constitución prevé el mecanismo de solución a la crisis: el presidente podría legalmente disolver el Congreso –ojo, podría, no es una acción perentoria, sino facultativa; es decir, podría no hacerlo– y convocar inmediatamente a elecciones.

¿También a elecciones presidenciales?

No, solo a elecciones parlamentarias. El presidente seguiría gobernando hasta completar su periodo, y el nuevo Parlamento elegido también estaría en funciones solo hasta completar el periodo. Pero especulaciones de este tipo son excesivas. Repito, que un gabinete no reciba el voto de confianza no produce ninguna crisis constitucional, institucional. Por el contrario, es parte del ejercicio democrático.

Algunos miembros del oficialismo se han quejado de este mecanismo…

El voto de investidura –o de confianza– es propio de los regímenes parlamentaristas. Fue recogido en el Perú por la Constitución del 93, lo que hace de nuestro sistema político uno semipresidencial: tenemos un jefe de Estado, que es el presidente de la República, y un jefe de Gobierno, que es el primer ministro. Por eso, este necesita el voto de investidura del Congreso, y este voto corresponde a la naturaleza jurídica de los regímenes semipresidenciales: lo mismo pasa en Alemania, España y Francia. Aunque a algunos les suene extraño, nuestra tradición no es presidencialista, sino semipresidencialista, pues todas nuestras constituciones, al menos en el siglo XX, han tenido la figura del primer ministro, que preside el gabinete y cuya ‘presidencia’ es distinta a la del presidente de la República.

Desde el punto de vista político y de la gobernabilidad, ¿este voto de confianza es un mecanismo sano?

Por supuesto. La democracia se basa en el equilibrio y en la separación de poderes; no puede haber un poder por encima del otro. El Parlamento debe controlar al Ejecutivo. Al gabinete Jara no le han negado esta confianza, tan solo ganaron las abstenciones: este es un acto político, legítimo en democracia. Es decir, la oposición ha ganado, pero no se ha puesto en riesgo la gobernabilidad; tan solo le ha hecho saber al gobierno que está en desacuerdo con determinadas acciones, y esto es normal en democracia. Su mensaje es político, es una llamada de atención al Ejecutivo para que enmiende su camino. Ya depende de este si escucha o no a la oposición. La oposición acusa al gobierno de arrogante, el gobierno debe demostrar en este momento que no lo es.

A raíz de lo sucedido, algunos hablan de la posibilidad de un quiebre democrático…

Ese riego no existe. No creo que el gobierno arriesgue tanto, que sea suicida: si disuelve el Congreso y convoca a elecciones parlamentarias, lo más probable es que obtenga menos curules que las que tiene ahora. Es decir, no lo conviene. El Perú está inmunizado en las crisis políticas. ¿Acaso ha subido el tipo de cambio? ¿Acaso se ha devaluado el sol? La economía está separada de los avatares de nuestra política. Por eso, sus consecuencias son menores. Más afecta la inseguridad jurídica.

¿Es sano para nuestro país que la política afecte tan poco la vida ciudadana, la economía?

Es muy sano. Cuanto menos influencia tengan los políticos en la economía, más prósperos son los países. Miremos a Suiza. Nadie sabe quién es su presidente, pero es uno de los países más ricos del mundo.