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Tarea pendiente del Ejecutivo

Tarea pendiente del Ejecutivo

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

La ciudadanía está observando un sinnúmero de propuestas y proyectos de Ley que, sinceramente, cuando las leemos, parecieran chistes de mal gusto. Peor aún, cuando vemos y oímos a los congresistas que las defienden, uno no sabe si tienen claros los conceptos de los que están hablando y tienen la base técnica y conocimientos profesionales suficientes para acometer los temas que están tratando y discutiendo. Debo confesar que, han logrado exceder mi capacidad de ser sorprendido, pues es claro que sus argumentos no son coherentes.

Leía hoy en el periódico que, el “Presidente de la Comisión de Economía del Congreso de la República” indicaba a la prensa que, el proyecto de ley para el “Retiro de los Aportes a la ONP” venía siendo revisado exhaustivamente porque, decía, “estamos siendo bastante responsables y no podemos emitir algo sin sustento”.

Por otro lado, leía una propuesta de FREPAP para que se otorgue un “bono de reconocimiento” a los aportantes de la ONP, en situaciones extraordinarias como esta pandemia, que les permita superar la situación.

En defensa de los señores congresistas debo decir que, los únicos requisitos para ser elegidos como representantes al Congreso son; ser peruano de nacimiento y tener 25 años de edad. Consecuentemente, ellos no tienen la culpa de llegar a asumir esa responsabilidad sin los conocimientos y preparación necesaria. Aquí tiene el poder ejecutivo una grave responsabilidad.

Es el poder ejecutivo quien debe interactuar intensamente con los señores congresistas, comisionar a funcionarios y asesores de los distintos ministerios para discutir las mejores opciones legales con las distintas comisiones del congreso y explicar las consecuencias de las distintas opciones legales que cada partido y sus representantes puedan finalmente decidir.

Esa misma tarea educativa y de difusión debe hacerse con la ciudadanía, pues desde el congreso se legisla sobre los derechos ciudadanos y, en casos como estos, el ciudadano tendrá derecho a optar. En consecuencia, también debe estar preparado para tomar sus decisiones de manera bien informada.

En los casos que menciono, nadie se ha tomado el trabajo de hacerle saber a los señores congresistas y analizar con ellos que, el sistema de pensiones manejado por la ONP, es un sistema de reparto, en el que, los trabajadores activos aportan una contribución a la ONP para ser distribuido mensualmente entre los jubilados quienes, en su tiempo, aportaron a esta misma entidad o al Sistema Nacional de Pensiones de su época. Aquí nadie tiene una cuenta de acumulación personal con fines previsionales y, consecuentemente, no tiene propiedad alguna que reclamar.

De otro lado, nadie les ha explicado que el “bono de reconocimiento”, es un título que da derecho a su usufructo sólo el día que uno se jubila.

Está muy mal que, desde el Estado, no se haya hecho el menor esfuerzo por educar a la población y explicarle que, este sistema de la ONP es completamente diferente al de el Sistema Privado de Pensiones (AFP). Que, mientras los aportes a la AFP van a una cuenta personal de inversiones, para ser administrados de acuerdo al perfil de riesgo que cada aportante está dispuesto a asumir (en función a su apetito de riesgo y el tiempo que le reste para la jubilación), mientras que en la ONP no es así y que en ese sistema no son dueños de nada más que de su derecho a participar del reparto que les ha de tocar cuando se jubilen, siempre que hayan aportado durante un mínimo de 20 años.

Es claro que, si no les definen las bases de cada sistema, no comprenderán la diferencia y pensarán que se pueden regular de maneras análogas. ¿Puede el poder ejecutivo destacar a un equipo de especialistas en los distintos temas para realizar esa labor y analizar con ellos las distintas opciones legislativas y sus consecuencias?

Recordemos que el poder legislativo tiene la facultad de formular y aprobar leyes y que, los congresistas no son necesariamente especialistas en los diferentes temas, pero tienen la responsabilidad de que sus propuestas de ley estén acordes al marco constitucional y mantengan coherencia con el cuerpo legal que desean modificar.

Lo preocupante es que, estas propuestas que no reconocen las bases jurídicas de origen, se están impulsando sin tomar en cuenta su falta de coherencia. Si después de haber hecho desde el ejecutivo todos los esfuerzos por instruirlos y orientarlos persistieran en el error, quedaría claro que no les preocupa los destinos de la Nación que juraron defender y la ciudadanía los juzgará. Lampadia




La izquierda creció apreciablemente en las elecciones de enero

La izquierda creció apreciablemente en las elecciones de enero

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Las elecciones congresales del 26 de enero han producido algunos resultados que no han sido suficientemente analizados, y revelan una tendencia que habría que preguntarse si se manifestará en las elecciones presidenciales del 2021.

El siguiente cuadro, que compara los porcentajes de votación congresal del 2016 con los del 2020 por partidos, nos sirve para darnos una idea de hacia dónde fueron los votos que perdió Fuerza Popular y los que obtuvo PPK que esta vez no participó.

Fuerza Popular perdió 29.1 puntos porcentuales entre ambas elecciones. Suponemos que los votos del FREPAP y de Podemos vinieron principalmente de allí, pero vemos que ambos sumados alcanzan 16.76 puntos, bastante menos. De modo que hay casi 13 puntos que se han ido a otros grupos, la mayor parte quizá de izquierda, como veremos.

Y ¿dónde fueron a parar el 16.46% de los votos que obtuvo PPK el 2016?   Si sumamos los porcentajes del Partido Morado, Somos Perú y ese adicional de 3.06 que obtuvo Acción Popular en esta elección en relación al 2016, llegamos a un 16.51%, proporción casi idéntica a la que tuvo PPK el 2016.

Por su parte, el Frente Amplio obtuvo un 13.84% de los votos el 2016 y bajó a 6.16% en esta elección. Pero si le sumamos el porcentaje obtenido por UPP, llegamos a un 12,93, similar al 13.84 del 2016.

Sin embargo, esto último no se puede calcular así, porque la verdad es que si sumamos el porcentaje obtenido por todas las agrupaciones de izquierda, incluyendo las que no pasaron la valla (Juntos por el Perú, Democracia Directa, Perú Libre, RUNA), vemos que las izquierdas sumaron en total 26.6% de los votos el 2020, 8.33 más que el 2016.

De modo que si clasificamos los partidos que participaron en ambas elecciones congresales -hubieran o no pasado la valla- en las categorías clásicas de derecha, centro e izquierda, constatamos que la tendencia más clara ha sido la del crecimiento de la izquierda entre ambas elecciones.

También parece haber crecido el centro en detrimento de la derecha, pero puede ser un tanto subjetivo tipificar un partido en la derecha o en el centro. Lo que es indubitable es cuando el partido es de izquierda.

Ahora bien, la pregunta es si esta es una tendencia que pueda manifestarse en las elecciones del 2021, en el sentido de que una candidatura de izquierda pueda pasar a la segunda vuelta.

Puede ocurrir, si la izquierda se une. Y se daría una cuasi unión de facto, en la medida en que la mayor parte de los candidatos presidenciales potenciales de la izquierda están en la cárcel o prófugos. Antauro Humala recién recobra su libertad el 2024. Eso deja a Verónika Mendoza sola junto con Marco Arana, quien tendría poco arrastre.

En general, sin embargo, una elección solo congresal carece de poder predictivo porque en ella no participan candidatos presidenciales. Lo que se ve hasta ahora es que hay tres grandes corrientes o demandas.

  • Una, que podemos llamar anticorrupción, tendría como candidato principal a Salvador del Solar, si se presenta.
  • La segunda, que responde a la demanda por seguridad y orden, se encarnaría en Daniel Urresti.
  • Y la tercera, que reflejaría una demanda por mayor igualdad (de izquierda), sería encabezada por Verónika Mendoza.

Veremos. Lampadia




La economía está estancada

La economía está estancada

LA COBARDÍA DE CEDER ANTE ANTIMINEROS EN TÍA MARÍA 

La economía seguirá paralizada

Entrevista a Pablo Bustamante, Director de Lampadia
Por Franco Mori Petrovich
Expreso, 11 de febrero de 2020

Pablo Bustamante, director de Lampadia, afirma que el Perú debería estar creciendo al 7%, pero Vizcarra ha preferido continuar la política antidesarrollo de Humala y Kuczynski.

Martín Vizcarra asumió la presidencia en un momento oscuro para la política, por los escándalos de corrupción. Luego, gozó de elevada popularidad y terminó disolviendo el Congreso. Al día de hoy, ¿cómo podemos evaluar lo que va de su mandato?

El señor Vizcarra empezó por una alianza con varios partidos para buscar gobernabilidad; sin embargo, rápidamente se deshizo de ese convenio. Prefirió navegar solo, pero enfrentando al Parlamento, lo que le trajo rápidamente respaldo popular. Su mandato se ha caracterizado por gestos políticos, pero el ámbito del desarrollo no lo podemos abandonar.

-¿Lo ha abandonado?

Mire, el Perú, el año pasado, se empobreció. El hecho de que haya crecido poco más de 2% significa que ha perdido capacidad de reducir la pobreza, de reducir la desnutrición, de implementar obras públicas, de generar bienestar social. Está en rojo.

-Recientemente usted ha tenido duras críticas contra Vizcarra por su postura definitiva respecto del proyecto Tía María…

Me he referido a que el presidente ha cometido una barbaridad, una cobardía peor que la de Poncio Pilatos. Porque se encuentra Vizcarra con una oposición radical liderada por un gobernador medio desequilibrado y con un prestigio terrible –no olvidemos que [Elmer Cáceres] ha sido acusado de violación y tiene fama de borracho-, y es ante la presión de este inefable personaje que dio marcha atrás a Tía María, por medio de un convenio secreto que posteriormente se hizo público.

-¿Va a ceder como con Cáceres ante las radicales bancadas UPP y Frepap?

Desde el nuevo Congreso, no lo creo. Lo que sí tienen es la fuerza en la calle para presionar: uno tiene a los etnocaceristas y el otro tiene a sus feligreses. Ante esa presión, es evidente que va a sucumbir si es que llega el momento.

-“La licencia de construcción no es una licencia social, es parte un procedimiento”, dijo Vizcarra en una entrevista reciente para Canal N…

No existe la licencia social. Es un invento político de la izquierda porque lo que existe es el Estudio de Impacto Ambiental que incluye cualquier cantidad de asambleas o grupos de discusión. La llamada licencia social se da en el proceso, solo que hoy existe una grosera manipulación de los procesos desde que cierta izquierda se empoderó con su éxito en sabotear el proyecto minero de Conga. Después de Conga, esta izquierda se ha desplegado en destruir el sueño de Tía María. Arana ha ido con su gente al valle del Tambo y enervado las cosas. Estamos en una situación donde no hay quien haga contrapeso. El Gobierno debería tener la responsabilidad de ilustrar y calmar a la población, pero ha hecho mutis, ocasionando así que las agendas radicales tengan éxito.

-¿Cuál es la agenda que está detrás de todo esto?

Yo considero que se trata de una agenda pseudoagrarista porque ellos están detrás del postextractivismo, que consiste en una teoría en la que hay que producir lo menos posible e, incluso, no exportar alimentos.

LOS CÓMPLICES
“Más que complacientes yo diría [que algunos periodistas son] “cómplices” del Gobierno. Algunos parecen estar siguiendo instrucciones de Palacio. No creo que haya un acuerdo explícito, simplemente van en la misma dirección y se alimentan de los resultados que genera golpear a un poder del Estado”, dice Pablo Bustamante.

-Recientemente el Presidente anunció 23 proyectos de inversión. En base de lo que conocemos de él, ¿podrá realmente sacarlos adelante?

Ofrecer siempre es fácil. Con esos anuncios no se avanza nada y no creo que haga nada. No se han corregido los problemas de fondo. Estamos en un entrampamiento de liderazgo terrible.

-¿Podría decirse que ha tenido el mandatario mucha muñeca política pero un mal paso en ejecución?

En realidad, no. Yo no diría que se trata de una buena muñeca política porque ha atentado contra la democracia, ¿no? Tiene herramientas políticas poderosas pero usadas para un mal fin.

-¿Fue un atentado contra la democracia disolver el Congreso?

Así es. Hablamos de una cosa absolutamente anormal, cerrar el Congreso porque se le antojó, yendo contra las normas que establecen que el voto de confianza tiene que ser votado explícitamente. Y él simplemente interpretó que no se le dio. Y, claro, con el bombo mediático que recibe dinero del Estado se impuso la idea de que el cierre del Congreso fue algo constitucional.

-¿Diría, entonces, que resulta de mucha importancia que el próximo Congreso se muestre como opositor y fiscalizador al Congreso?

Cualquier institución tiene que proteger sus fueros. Este parlamento que comienza tiene que restablecer el balance de poderes y regular el voto de confianza, para que nunca más un presidente cierre el Congreso con una interpretación antojadiza. La pregunta real es si es que va a lograr defender sus fueros.

-¿Los va a defender?

Lo dudo. No tiene organicidad, no tiene estructura, no tiene coordinación y tiene muy poco tiempo de mandato. No veo todavía cómo se va a lograr una agenda para defender el modelo económico y cómo se va a defender el fuero parlamentario.

– Vizcarra dice que no solo es la falta de eficiencia lo que no permite el desarrollo, sino también la indiferencia del Estado. Y cito: “propongo un gobierno comprometido que vaya, que asista, que escuche”. ¿Son estas las palabras de un presidente o, más bien, de un candidato?

Es lo que ha venido haciendo todo el rato, puras palabras. Y él tiene que saber que es mucho más que ineficiencia: el sector público ha venido teniendo un ritmo de inversión negativo. Si el crecimiento llega por medio de la inversión pública y la inversión privada, veamos cómo está: la inversión pública está en negativo y la privada, paralizada, porque el Gobierno no genera la confianza suficiente.

-Recientemente, el gerente de Estudios Económicos del Banco de Crédito del Perú (BCP), Carlos Prieto, dijo que la economía podría crecer 3 % en el 2020 si la inversión pública alcanza o supera un 8%; sin embargo, proyectó que la inversión privada oscilaría entre 0% y 2%. ¿Comparte usted esta proyección?

Nos está diciendo una mala noticia. Si la inversión privada crece al 2 % o 3 %, eso significa y ratifica que la economía seguirá paralizada. Cuando crecíamos a doble dígito era porque la inversión iba por el 12 %.

-Sin embargo, el MEF anunció que la inversión pública ejecutada creció a S/1,023 millones desde los S/ 542 millones de enero del año pasado. Este, sostiene, es el monto más alto registrado para enero desde que existe esta medición…

El MEF es hoy la caja de resonancia de la agenda del gobierno, cosa que nunca antes había ocurrido. La ministra dijo hace unos meses que su objetivo era el aspecto social, o sea, ¿está abandonando el aspecto del crecimiento económico? Pareciera que sí.

-¿Qué se le viene a Vizcarra?

En las condiciones que estamos, vamos a estar estancados. El Perú debiera estar creciendo 7 % si no fuera porque Humala cortó la década esplendorosa de crecimiento que veníamos teniendo. Todo fue tan mágico que hasta se nos reconocía en la comunidad internacional como una estrella de crecimiento. Aun así, persiste la política antidesarrollo que inició Humala, ratificó Kuczynski y que continuó, lamentablemente, Vizcarra.

NO A LA PENA DE MUERTE
¿Le preocupa que se pueda aprobar la pena de muerte, propuesta de UPP?, fue una pregunta que se le hizo a Pablo Bustamante.

“La decisión sobre la pena de muerte ya la hemos tomado y hay que respetarla. Podemos imponer penas más severas, sí. Pero, pena de muerte, no. No creo en la pena de muerte”.

VIZCARRA TIENE ADICCIÓN A LA POPULARIDAD: Es un oportunista muy hábil que tiene ahora un plan de distensión para no correr riesgos con un congreso atomizado.

¿Quién es Martín Vizcarra, cuál es su perfil político ideológico? ¿Es, quizás, una persona de izquierda?

Yo creo que es una persona sin mayor ideología. Lo que estimo es que ha caído en una trampa llamada popularidad. La popularidad ha sido miel para él y la busca como sea para que no se le acabe. Se trata de una adicción a la popularidad. Él es un oportunista, es muy hábil para acomodarse y tiene, en este momento, un plan de distensión para no correr riesgos con el congreso atomizado que se nos viene.

-¿A qué se refiere con plan de distensión?

Después del episodio de enfrentamiento con el anterior Congreso, ahora acaba de entrar un nuevo Congreso y, a diferencia de su primer ministro, que declaró que harían voto de confianza por los decretos de urgencia, Vizcarra ha salido a hablar con suavidad, con más tranquilidad, con conciliación. Esto es ahora, ya veremos qué ocurre después.

-¿Qué tanto va a poder consensuar Vizcarra con un Congreso tan fragmentado?

Va a ser difícil. No creo que el consenso esté en el Congreso y, más bien, lo que va a hacer el presidente es mantener la influencia de los medios. Los medios son sus bombos que resuenan todo lo que dice y van a conducir a los congresistas por una u otra dirección.

-En su opinión, ¿este congreso va a ser mejor o peor que el anterior?

Este congreso solo representa una fracción de los peruanos porque las elecciones tuvieron un elevado porcentaje de ausentes, votos blancos, votos viciados y, sobre todo, voto de desinterés. La verdadera representación que tiene el Frepap no creo que pase del 5% de la población. Parte de esta población ha castigado a algunas fuerzas, pero también han tenido un voto por una diversidad de grupitos que yo llamo un voto de total desinterés. Yo no creo que sea una victoria para grupos pequeños o resurgimiento de algunas otras fuerzas.

-Vizcarra se reunió con algunas bancadas, entre ellas fuerza popular, sobre la que dijo tener coincidencias.

Es un disparate. No creo que sea verdad que Vizcarra tenga reales coincidencias. Es solo un juego político, es un oportunista. Está tratando de acomodarse nuevamente.

-¿Qué papel va a jugar Acción Popular?

Es impredecible. No creo que haya organicidad en sus representantes. Quiero resaltar algún buen cuadro como Mónica Saavedra, la he visto declarar y parece muy razonable. Ella dice que hay que recuperar el balance de poderes, defender la institucionalidad del Congreso y, pues, caramba, eso ya es un buen avance.

-En este periodo, tendremos a un fujimorismo obligado a dialogar…

Así es y espero que estén a la altura porque hasta ahora no lo han estado.

-¿Se refiere a la bancada del Parlamento 2016-2019?

Sí. Fuerza Popular no ha estado a la altura del diálogo que se necesitaba en el Congreso anterior.

EL PELIGRO DE LA AGENDA RADICAL DE FREPAP Y UPP: Por muchas razones, hay una necesidad imperiosa de movilizar opinión pública, afirma economista.

¿Deberíamos temer a estos grupos radicales que han entrado al Legislativo (Frepap y UPP)?

Hay un problema bien importante. Si bien ellos tienen una fracción pequeña del conjunto de congresistas, saben hacer más ruido que los demás. Tienen el apoyo de la calle y los medios le van a colocar portadas sobre sus ideas. Hay un gran peligro de que la agenda radical de estos grupos se termine introduciendo en la colectividad.

-¿Llegaremos al 2021 con una derecha más dividida que la izquierda?

Lo que hay es una necesidad imperiosa de movilizar opinión pública de parte de la ciudadanía. La ciudadanía tiene que apreciar ya la parálisis de la economía, los problemas de inseguridad, la inacción y debilidades del Gobierno. La ciudadanía debería estar harta no solo de la corrupción. Se requiere de una movilización, una clase dirigente para volver a enrumbar al Perú. Esa necesidad imperiosa está ahí, lo que falta es la acción.

-En medio de esta coyuntura, Odebrecht demanda al Estado peruano ante la CIADI…

Mire, hemos permitido que los funcionarios de Odebrecht se vayan, que se lleven su dinero, que cobren 524 millones por Chaglla y, ahora, hemos permitido que demanden al Perú. Ellos están sentados en Brasil felices de la vida y brindando información con cuentagotas a la Justicia peruana. ¿Qué podemos hacer ante esto?

Pablo Bustamante Pardo, director de la web Lampadia, estudió Ingeniería Industrial en la Universidad Nacional de Ingeniería, además tiene estudios de maestría en Finanzas y Control (UMIST, Manchester, Inglaterra) y de Dirección de Empresas (Kellogg School of Management, Chicago).




La elección congresal y el futuro del país

La Cuadratura del Círculo es un espacio producido por IIG – Infraestructura Institucionalidad y Gestión, con la colaboración de Lampadia como media partner.

Presentamos nuestro video semanal esta vez sobre la elección congresal y el futuro del país. Participan Carlos Melendez, politólogo, como invitado y Jaime de Althaus y Gonzalo Prialé.

Lampadia




Populismo y agenda radical

Populismo y agenda radical

Con las elecciones del 26 de enero pasado parece haberse instalado en el Congreso un mayor espacio para el populismo y una presencia vocinglera de radicalismo anti sistema.

Si esa agenda radical se mantuviera en los confines del Congreso, la aritmética de la estructura del Parlamento la constreñiría a su correspondiente participación proporcional. Lamentablemente no será así. Esa agenda radical percolará en los medios de comunicación, contaminando la salud institucional de la República.

Los medios van a llevar las propuestas radicales al primer plano, aprovechando su tono filo escandaloso. Esto va a alterar el diálogo nacional y sesgar la atención de los ciudadanos.

Ya la entrevistadora de Canal N intentó sacarle al presidente de la República, Martín Vizcarra, una posición cercana a la necesidad de una nueva Constitución.

Otro mecanismo que redundará en los mismos impactos, es el de la presencia en “la calle” de los grupos más extremistas, como son y es su práctica habitual, el FREPAP con sus predicadores y UPP con sus reservistas.

Pero analicemos un poco los resultados de las elecciones. Si bien han emergido un par de grupos radicales, hay que tomar debida medida de su tamaño.

El verdadero peso de ambos partidos es de 5.30 y 4.44% respectivamente. Una ínfima representación del sentir ciudadano.

De igual forma podemos evaluar el voto de la sierra sur, que de una primera mirada se ve como que asume el radicalismo de UPP. Pero midiendo la representación de ese voto sobre el total de la población, pasa a ser casi anecdótico.

En resumen, esta elección es poco representativa del sentir ciudadano y deja abiertos todos los espacios de la evolución de la estructura política del país, más allá del 2021.

Aún así, como hemos explicado líneas arriba, el impacto mediático de ambas agrupaciones, a través de los medios, será notorio.

Lamentablemente, quién sabe lo peor de esta situación, es que en principio no hay quienes asuman el rol de contrarrestar la prédica anti sistema. Por un lado, casi todos los demás partidos son del mismo peso, y por otro, tenemos una clase dirigente inerme y ausente del debate nacional.

Tenemos pues que multiplicar los esfuerzos de ilustrar a la ciudadanía sobre cuales son las políticas públicas que deben defenderse en aras de consolidar una economía que crezca, reduzca la pobreza y aminore la desigualdad.

Esa es la agenda del Perú, más velar por la seguridad ciudadana, la educación y la salud públicas. En eso no podemos descuidarnos. Hay que sembrar con esmero, si queremos tener un mejor país hacia nuestra tercera centuria. Es el momento del compromiso ciudadano con la patria. Lampadia




El nuevo Congreso

El nuevo Congreso

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Lo primero que cabe notar es la alta fragmentación del Congreso electo. Son 10 partidos los que pasarían la valla, algo que no tiene precedentes. Ello se debe a que, al no haber competencia presidencial, no se ha concentrado el voto. El problema va a ser la gestación de consensos para aprobar las reformas y leyes.

El Comercio

Lo segundo es que por primera vez se ha votado principalmente por partidos, no por líderes. El caso de Acción Popular es el más notorio. Pero hubo dos excepciones: PODEMOS, cuya locomotora fue Daniel Urresti -que obviamente se proyecta al 2021-, y que recoge la demanda por seguridad ciudadana en Lima; y UPP, cuya cabeza de lista en Lima -retirada por el JNE- era Antauro Humala.

Pero la gran sorpresa ha sido el Frente Popular Agrícola del Perú (FREPAP), vinculado a un grupo religioso: la Asociación Evangélica de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal. Habría quedado nada menos que en segundo lugar. Expresa la demanda religiosa conservadora e indigenista del pueblo peruano de origen andino. 

En realidad, tanto el FREPAP como la UPP de Antauro Humala expresan formas distintas de milenarismo andino. El FREPAP en una vertiente religiosa y respetuosa de la economía social de mercado, aunque con fuertes incrustaciones cooperativistas, y el Frente patriótico de Humala en una versión secular, nacionalista y más socialista. Sin duda ambas bancadas defenderán valores conservadores en lo moral en el Congreso, junto con Fuerza Popular y en alguna medida bancadas como Alianza para el Progreso y Somos Perú.
 
Es posible que la drástica declinación de Fuerza Popular haya incrementado el caudal de esas dos fuerzas.
 
Las izquierdas han obtenido más de lo que se preveía. Junto a UPP (17 escaños), han ingresado el Frente Amplio (12 escaños) y -tal vez- Juntos por el Perú (5 escaños). Entre los tres suman 34 congresistas, 14 más que los que obtuvieron en el congreso disuelto. Esa suma no es suficiente para poner en peligro el modelo económico, pero quizá podría sumar votos con el FREPAP (16 congresistas) para ciertas causas indigenistas y ecologistas, aunque tampoco alcanzarían mayoría. El bloque que defendería la economía de mercado (AP, APP, FP, Podemos, Partido Morado y Somos Perú), sumaría 80 congresistas.

No cabe duda que la gran perdedora, no solo en las elecciones congresales que se realizaron ayer sino de la gran batalla política de los últimos años, ha sido Fuerza Popular. Quizá haya llegado a su fin la polarización fujimorismo – anti-fujimorismo que dominó el escenario político en los últimos lustros. Que se trate o no una derrota terminal dependerá de la suerte judicial de Keiko Fujimori. De hecho, en la derrota estructural del fujimorismo ha jugado un papel importante la destrucción mediática y judicial de la imagen de la lideresa no solo por la prisión preventiva sino por el continuo flujo de revelaciones acerca de dineros recibidos y aportantes fantasma, que no eran delito pero que fueron y son presentados como si lo fueran. Por supuesto, habría que asignarle un peso similar a los graves errores por ella cometidos en la conducción de la bancada de fuerza popular desde el 2016, sobre todo durante la etapa del PPK, porque durante Vizcarra la beligerancia amainó apreciablemente, aunque fue reactivada hábilmente por el propio Vizcarra con el pedido de adelanto de elecciones, que derivó finalmente en el cierre del Congreso. Fue el puntillazo final.

En esa misma medida, el ganador ha sido el presidente Martín Vizcarra, que tendrá ahora un nuevo Congreso en el que Fuerza Popular tendría apenas 12 congresistas, que no contarán con la colaboración de una bancada aprista que no existirá. Pero no es tampoco que tendrá mayoría propia o afín. Los dos partidos que han expresado su apoyo a la gestión del Presidente, son el partido Morado (solo 9 congresistas) y Alianza para el Progreso (APP) (18 escaños). Recordemos que Acción Popular y APP estuvieron en contra del adelanto de elecciones y de la disolución del Congreso, aunque luego APP haya desautorizado a quienes adoptaron esa posición. En todo caso, el peligro de que se pudiera plantear una acusación constitucional contra Vizcarra por la disolución congresal ha quedado conjurado luego de la inefable sentencia del Tribunal Constitucional.

Han tendido a tener más votación los partidos no incluidos en el proceso Lavajato, y que al mismo tiempo tienen un nivel de organización nacional y presentan alguna clase de novedad:  Acción Popular, FREPAP, APP, Partido Morado, Somos Perú y el propio Frente Amplio. La propia Acción Popular apostó por figuras nuevas completamente desconocidas -es decir, por la Lampa-, y consiguió el primer puesto.

Eso habla de la potencia de la llamada “lucha anticorrupción” como factor decantador y letal en la política. Las estrategias mediático – fiscales han sido muy efectivas. Contundentes.  

Quizá en parte por eso existe consenso entre varios de esos partidos ganadores de que una de las tareas prioritarias del nuevo Congreso será revisar y culminar la reforma política, o la reforma institucional en general. Esos partidos suman 85 congresistas, aunque será difícil el consenso en torno a una reforma clave como la de elegir el Congreso junto con la segunda vuelta y muchos no conocen bien las reformas pendientes de aprobación, que son las referidas a la gobernabilidad. Es de suponer que el Ejecutivo enviará nuevamente al Congreso complementario los proyectos de ley correspondientes, para encaminar el proceso.

En conclusión, es posible que el nuevo Congreso, con dificultades por su alta fragmentación, se aboque principalmente a culminar la reforma política. El Presidente Vizcarra no tendrá enemigo contra el que luchar para construir su popularidad, de modo que deberá empezar a mostrar resultados en la gestión de gobierno. Si no lo hace, la propia dinámica del proceso electoral del 21 lleve a algunas bancadas a desarrollar una conducta cada vez más crítica al gobierno, pero no pasaría a mayores. Lampadia