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La construcción de la Pos–Verdad

En su libro, 21 lecciones para el siglo xxi, Yuval Noah Harari, nos da unos ejemplos de construcción de la pos-verdad. Si bien Harari explica que el homo sapiens es la especie pos-verdad:

“De hecho, los humanos siempre han vivido en la era de la pos-verdad. El Homo sapiens es una especie pos-verdad, cuyo poder depende de la creación y la creencia en ficciones”.

Es especialmente llamativa, una construcción muy reciente, que se ha hecho delante de nuestros ojos, y se ha dejado pasar sin mayor escándalo, la invasión y apropiación de Crimea (2014) por parte de la Rusia de Putin, organizada con asombrosas mentiras desde hace solo cuatro años.

Seguramente, la verdad es la que explica Harari, la pos-verdad es consustancial a la naturaleza del ser humano, sin embargo, lo reciente o lo nuevo, puede ser la velocidad con la que se puede construir una pos-verdad, como en el caso de Crimea.

En el Perú también tenemos un par de casos recientes de pos-verdad:

  • La devaluación de la imagen de Claudio Pizarro
  • La destrucción de la imagen de Keiko Fujimori, quién más allá de sus errores de acción y omisión, ha sido convertida, sin haber sido gobierno, sin manejar recursos públicos, en el personaje más corrupto del país.

Algo que no resiste el menor análisis, pero fue labrado a pulso, en poco tiempo entre los medios y las redes sociales.

Por todo esto, es tan necesario reclamar la presencia de líderes nacionales que puedan discernir e iluminar nuestro criterio. ¡Queremos una mejor clase dirigente! Lampadia  

Algunas Noticias Falsas duran para siempre

Yuval Noah Harari
Contribuido al Globe and mail
7 de setiembre, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

FOTO DE EVAN ANNETT/THE GLOBE AND MAIL (SOURCE: REUTERS)

Yuval Noah Harari es el autor de Sapiens: Una breve historia de la humanidad, Homo Deus: Una breve historia de mañana, y 21 Lecciones para el Siglo XXI, del cual sale el siguiente ensayo.

En estos días se nos dice repetidamente que estamos viviendo en una nueva y aterradora era de “pos-verdad”, y que las mentiras y la ficción están todas a nuestro alrededor. Los ejemplos no son difíciles de mostrar.

El caso de la invasión de Crimea en Ucrania

A finales de febrero de 2014, las unidades especiales rusas que no llevaban insignias del ejército invadieron Ucrania y ocuparon instalaciones clave en Crimea. El gobierno ruso y el presidente Vladimir Putin negaron reiteradamente que se tratara de tropas rusas, los describían en su lugar como “grupos de autodefensa” espontáneos que podían haber adquirido equipos de aspecto ruso de las tiendas locales. Al expresar esta afirmación bastante absurda, Putin y sus colaboradores sabían perfectamente que estaban mintiendo.

Los nacionalistas rusos pueden excusar esta mentira argumentando que sirvió una verdad más alta. Rusia estaba comprometida en una guerra justa, y si está bien matar por una causa justa, seguramente también está bien mentir.

La causa más elevada que supuestamente justificó la invasión de Ucrania fue la preservación de la ‘sagrada nación rusa’. De acuerdo con sus mitos nacionales, Rusia es una entidad sagrada que ha aguantado durante 1,000 años los repetidos intentos por parte de enemigos viciosos de invadirlo y desmembrarlo. Siguiendo a los mongoles, los polacos, los suecos, el gran ejército de Napoleón Bonaparte y la Wehrmacht de Adolf Hitler. En la década de 1990 fue la OTAN, los Estados Unidos y la Unión Europea quienes intentaron destruir a Rusia desvinculando partes de su cuerpo y formándolos como “falsos países” como Ucrania. Para muchos nacionalistas rusos, la idea de que Ucrania es un país separado de Rusia constituye una mentira mucho más grande que cualquier cosa pronunciada por Putin durante su santa misión de reintegrar a la nación rusa.

Los ciudadanos ucranianos. los observadores externos y los historiadores profesionales bien pueden estar indignados por esta explicación y considerarlo como una especie de “mentira del tamaño de una bomba atómica” en el arsenal ruso de engaño. Afirmar que Ucrania no existe como nación y como país independiente ignora una larga lista de hechos históricos – por ejemplo: que, durante los 1,000 años de la supuesta unidad rusa, Kiev y Moscú formaron parte del mismo país sólo por unos 300 años. También viola numerosas leyes y tratados internacionales que Rusia ha aceptado y que garantizan la soberanía y las fronteras de la Ucrania independiente. Lo más importante es que ignora lo que millones de ucranianos piensan de sí mismos. ¿No tienen una opinión sobre quiénes son?

Los nacionalistas ucranianos ciertamente coincidirían con los nacionalistas rusos en que hay algunos países falsos alrededor. Pero Ucrania no es uno de ellos. Más bien, estos países falsos son la República Popular de Luhansk y la República Popular de Donetsk, que Rusia ha creado para enmascarar su invasión no provocada de Ucrania.

Más allá del lado que apoyes, parece que de hecho estamos viviendo en una aterradora era de la pos-verdad, cuando no sólo incidentes militares particulares, sino historias y naciones enteras pueden ser falsificadas. Pero si esta es la era de la pos-verdad, ¿cuándo, exactamente, fue la era de la verdad? ¿En los años 80? ¿Los años 50? ¿Los años 30? Y ¿Qué ha desencadenado nuestra transición a la era de la pos-verdad? ¿Internet? ¿Los medios sociales? ¿El ascenso de Putin y de Donald Trump?

FOTO DE EVAN ANNETT/THE GLOBE AND MAIL (SOURCE: REUTERS)

Una mirada curiosa de la historia revela que la propaganda y la desinformación no son nada nuevo, e que incluso el hábito de negar naciones enteras y crear países falsos tiene un largo Pedigrí. En 1931, el ejército japonés escenificaba simulacros de ataques sobre sí mismo para justificar su invasión de China, y luego creó el falso país de Manchuria para legitimar sus conquistas. La propia China ha negado por mucho tiempo que el Tíbet haya existido como un país independiente. El establecimiento británico en Australia fue justificado por la doctrina legal de ‘terra nullius’ (tierra de nadie en latín), que borró con eficacia 50,000 años de la historia aborigen.

A principios del siglo XX, un eslogan favorito del sionismo hablaba del regreso de “un pueblo sin tierra [los judíos] a una tierra sin pueblo [Palestina]”. La existencia de la población árabe local fue convenientemente ignorada. En 1969, la primera ministra israelí Golda Meir dijo que no hay un pueblo palestino y que nunca lo hubo. Tales puntos de vista son todavía muy comunes en Israel, incluso hoy en día, a pesar de décadas de conflictos armados contra algo que no existe. Por ejemplo, en febrero de 2016, la miembro del Knesset, Anat Berko, pronunció un discurso ante sus compañeros parlamentarios en el que dudaba de la realidad del pueblo palestino. ¿Su prueba? La letra P ni siquiera existe en árabe, entonces, ¿cómo puede haber un pueblo palestino? (En árabe, F significa lo que en otros idiomas se pronuncia P, y el nombre árabe para Palestina es Falastin).

De hecho, los humanos siempre han vivido en la era de la pos-verdad. El Homo sapiens es una especie pos-verdad, cuyo poder depende de la creación y la creencia en ficciones. Desde la Edad de Piedra, los mitos que se refuerzan a sí mismos han servido para unir a los colectivos humanos. El Homo sapiens conquistó este planeta gracias, sobre todo, a la capacidad humana singular para crear y difundir ficciones. Lampadia

Ver también de Harari: ¿Qué permitió que los humanos controlemos el mundo?




Del Homo Sapiens al Súper-Humano

Del Homo Sapiens al Súper-Humano

En julio 2015, descubrimos a Yuval Noah Harari, un brillante historiador israelita, a través de su diálogo con Daniel Kahneman, Premio Nobel de Economía, sobre: La Tecnología y el Futuro. Entonces Harari nos dio una de las primeras advertencias de las implicancias de la nueva revolución industrial, que luego ha dado en llamarse: La Cuarta Revolución Industrial. Tema sobre el que hemos informado ampliamente en Lampadia.

Harari nos dijo:   

“Los países que, como China, perdieron el tren de la Revolución Industrial, 150 años más tarde han conseguido recuperar el terreno perdido, en gran medida, en términos económicos, gracias a la mano de obra barata. Esta vez, quienes pierdan el tren [de la nueva revolución] no tendrán una segunda oportunidad. Hoy en día, si un país, un grupo de personas, se queda descolgado, no tendrá una segunda oportunidad, en particular porque la mano de obra barata no tendrá ninguna relevancia”.

Luego pudimos leer su importante libro de historia: “Sapiens: A Brief History of Humankind”, traducido al español como: “De animales a dioses – Breve historia de la humanidad”. 

La contratapa del libro nos presenta un pequeño, pero significativo, esquema de los elementos que fueron configurando la naturaleza del hombre actual, del Homo Sapiens; que muestran el pensamiento crítico e innovador de Harari en su análisis de la historia.

La línea de tiempo que presenta Harari termina con la definición del presente y el futuro:

  • El Presente: Los humanos trascienden los límites del planeta tierra.

Las armas nucleares amenazan la sobrevivencia de la humanidad.

Crecientemente, algunos organismos serán moldeados por diseños inteligentes, en vez de selección natural.

  • El Futuro:    ¿Será el diseño inteligente, el principio básico de la vida?

¿Será el Homo Sapiens, reemplazado por ‘súper-humanos’?

Nos dio mucho gusto que el diario El Comercio publicara una entrevista que le hicieron a  Harari en Colombia, con ocasión del Hay Festival de Cartagena celebrado en enero del presente año. Es poco usual que los medios peruanos difundan el pensamiento de los intelectuales de frontera en el mundo de hoy, y en Lampadia no perdemos ocasión de compartir estos mensajes con nuestros lectores.

Ser (o no ser) humano

El autor de: “De animales a dioses” nos da nuevas pistas sobre nuestra evolución y sobre cómo el Homo Sapiens se impuso a otras especies humanas.

Entrevista a Yuval Noah Harari

Por Dante Trujillo

El Comercio – El Dominical, 20 de marzo de 2016

Glosada por Lampadia

 

Luego de doctorarse en Historia por la Universidad de Oxford, Yuval Noah Harari (Kiryat Atta, Israel, 1976) se dedicó a diversos campos de investigación, como el Medioevo y la evolución militar. Pero fue dictando un curso de Introducción a la Historia en la Universidad Hebrea de Jerusalén que comenzó a reunir información que permitiera a sus alumnos comprender mejor los 13,500 millones de años de evolución de nuestro planeta y, sobre todo, los 200 mil que le tomó al humano pasar de ser una presencia irrelevante a convertirse en la especie dominante, amo absoluto, proyecto de dios. El resultado de su trabajo es un viaje fascinante —y bastante polémico— de más de 500 páginas llamado “De animales a dioses – Breve historia de la humanidad”, un libro que ha sido traducido a más de 30 idiomas y que ha vendido más de un millón de ejemplares antes que Mark Zuckerberg lo recomendase a sus 32 millones de seguidores en las redes sociales. El Dominical estuvo con él durante el reciente Hay Festival de Cartagena.

Tendemos a pensar que la evolución fue lineal y armónica, pero lo cierto es que hubo un tiempo en que el sapiens convivió con otras formas humanas. ¿Es posible pensar en una realidad al lado, por ejemplo, de neandertales?

Somos la única especie humana que sobrevivió: las otras simplemente no tuvieron el tiempo necesario para evolucionar y competir. Pero en teoría, sí, los neandertales pudieron llegar hasta hoy, pero sucedió que el Homo sapiens fue el que consiguió el control del planeta. Y ya es demasiado tarde para todas las otras especies dado el inmenso poder que el sapiens ha acumulado.

¿Pero cómo se imagina la vida si en lugar de ser aniquilados hubiesen llegado hasta hoy?

Si otras especies humanas coexistieran con nosotros, tendríamos políticas y sociedades completamente distintas. Estamos acostumbrados a ser la única especie y a pensar que hay una gran brecha entre nosotros y todos los demás animales, y esta es, de hecho, la base de muchas ideologías y sistemas políticos. Solo trate de imaginar la Biblia en un mundo donde haya varias especies humanas. El cristianismo, el islam, todas las religiones tendrían que cambiar sus mitologías. Por ejemplo, ¿solo los sapiens irían al Cielo? ¿O también los neandertales, los Homo soloensis, o los ergaster? Sería muy diferente la forma en la que vemos el mundo y en la que nos vemos a nosotros mismos.

Probablemente formaríamos sociedades menos tolerantes.

La intolerancia se da hoy entre diferentes grupos de Homo sapiens que en realidad son muy similares entre sí. No habría un “Somos los elegidos de Dios y debemos pelear contra cualquiera que no esté de acuerdo con nosotros”, sino un “Hay tantas opciones que no deberíamos ser tan egocéntricos y pensar que somos los únicos que importan”. Es decir, si coexistieran diferentes especies, tal vez se generaría una cosmovisión mucho más abierta y diversa.

Sostiene que parte del éxito de la especie humana se debe a su capacidad cooperativa: a diferencia del Homo floresiensis o del chimpancé, el hombre logró reunir a muchos individuos. Sin embargo, si bien la cooperación contribuye al triunfo, también puede resultar negativa cuando va en contra de la misma humanidad. Pienso en el nazismo o en el EI.

Todo lo bueno y todo lo malo que la humanidad ha alcanzado se basan en la misma habilidad para cooperar en grandes números de individuos. Existe, por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud [OMS] que ha logrado reducir el índice de mortalidad por enfermedades a un mínimo que jamás ha habido, y se basa en la cooperación a gran escala: miles de médicos de todo el planeta, conectados y unidos de tal forma que uno descubre algo y el resto se entera de ello y lo usa. Una epidemia empieza en algún lugar, y todos ayudan. Mire el ébola en el oeste de África el año pasado: todos temían que se convirtiera en una nueva peste negra, pero al final la OMS logró detener su avance. La OMS es un ejemplo de cómo la cooperación a gran escala puede ser algo muy positivo.

Al mismo tiempo, por supuesto, hay ejemplos negativos, como el nazismo que menciona. La cooperación puede ser buena o mala, depende de para qué se use.

También afirma que otro de los logros de la humanidad, la revolución cognitiva, radicó en su capacidad de crear y de creer en la ficción. ¿Puede explicar esta idea?

Lo que permite a las personas cooperar en grandes números es, básicamente, su capacidad de creer en la ficción. Debido a que los humanos no tienen el instinto ni la predisposición biológica para vivir en grandes grupos, por miles de años lo hicieron en bandos muy pequeños, de 50 o 100 individuos. Solo en los últimos milenios hemos logrado crear redes de gran escala que unen a miles o millones de personas. Si examina estas redes de cooperación, encontrará que todas se basan en la capacidad de creer en una ficción común. Esto se puede observar fácilmente en la religión.

Esto es algo exclusivo de los seres humanos: no se puede convencer, por ejemplo, a miles de chimpancés para que se unan y luchen contra otra banda de chimpancés prometiéndoles que, si mueren en la guerra, irán al Cielo de los monos. Ningún chimpancé aceptaría ir a la guerra por algo así. Los humanos sí porque creen en los cuentos. El mismo principio aplica también para la economía: el dinero es solo una ficción.

¿Por qué?

Porque no tiene ningún valor real, no es como las manzanas, que se las puede comer. Si busca en su bolsillo, saca billetes y lo piensa, se dará cuenta de que es solo papel.

Pero le permite comprar manzanas…

Porque otros individuos también se creen el cuento.

La economía está fundada en estas historias, y también el sistema legal. Si pensamos en los derechos humanos, que es el concepto más importante hoy en día en el sistema legal de casi cualquier país, veremos que también son solo una ficción. No son una realidad biológica, no es que los seres humanos realmente tengan derechos. No, son historias que las personas inventaron.

¿Por qué parece que hoy la religión ha vuelto a formar una parte muy importante de la vida de muchas personas?

Por un lado, simplemente porque el mundo se está volviendo más y más caótico. El ritmo de los cambios en la ciencia, la tecnología, la economía está acelerándose aún más, lo que genera turbulencias e incertidumbre. A la gente le aterra eso, así que busca algo estable a lo que aferrarse, y es entonces que vuelve la mirada hacia las religiones tradicionales porque quiere algo sólido.

Por otro lado, se podría decir que este ‘resurgimiento’ de la religión es solo un espejismo, no es realmente una fuerza importante en el mundo. No son lo que realmente cambia el mundo. Si se pregunta cuáles fueron las principales invenciones o descubrimientos que cambiaron la sociedad, la economía y la política en el siglo XX, tendrá bastantes opciones entre las que elegir: la bomba atómica, la computadora, la genética, el feminismo… muchas. Y si luego se pregunta cuál es el más importante descubrimiento o invento de las religiones tradicionales en los últimos 100 años verá que… ¡no hay nada! Las religiones se han convertido en una fuerza reaccionaria: los cambios vienen de la ciencia, de la tecnología, del sistema capitalista, y las religiones solo reaccionan. Ya no moldean ni cambian la sociedad humana ni su historia.

Y sin embargo, la gente aún continúa creyendo…

Pues porque tiene buenas razones para temer al cambio y se aferra a las religiones para sobreponerse. Pero eso es insostenible. Los cambios se están volviendo cada vez más grandes y rápidos por el impacto de la tecnología. Hace solo 20 años no había Internet; hace diez, no había smartphones; y hoy no podemos imaginar la vida sin ellos. La gente necesita nuevas ideologías para darle significado a sus vidas y organizar el sistema político, pero las respuestas no vendrán de las religiones tradicionales porque los problemas a los que nos enfrentamos se originan en los nuevos descubrimientos científicos, como la ingeniería genética o la inteligencia artificial. Estos cambiarán nuestro mundo más que cualquier otra cosa. Y en la Biblia o en el Corán no se encuentra nada al respecto. Ahí no están las respuestas a las grandes preguntas de nuestro tiempo.

¿Alguna vez ha tenido fe?

La gente suele confundir ‘religión’ con ‘espiritualidad’. La religión trabaja con respuestas, mientras que la espiritualidad lo hace con preguntas. Espiritualidad es tener grandes preguntas acerca del mundo (¿quién soy?, ¿cuál es el significado de la vida?, ¿qué es el bien?) y embarcarse en la búsqueda de respuestas. Religión es que alguien venga y le diga: “No necesita hacer esas preguntas, nosotros tenemos todas las respuestas. Tiene que hacer esto, que comportarse de este modo”. Yo me considero una persona espiritual porque estoy interesado en las grandes preguntas, pero no soy religioso. Nunca pude creerme esos cuentos.

Cambiando de tema, también a contramano de lo que se suele pensar, en su libro queda claro que no considera que la revolución agraria haya sido un cambio solo positivo.

La revolución agraria fue, por supuesto, muy importante. Sin ella nunca hubiéramos tenido ciudades ni reinos ni imperios… Pero, al mismo tiempo que dio a la humanidad inmensos y nuevos poderes a nivel colectivo, la calidad de vida de la persona promedio bajó. La vida del campesino en el antiguo Egipto o en el imperio Inca era bastante peor que la de los cazadores-recolectores que existieron miles de años antes por diversas de razones. Primero que nada, nuestros cuerpos y mentes se adaptaron para vivir como cazadores-recolectores (el tipo de vida en la que va al bosque, trepa árboles para recoger frutos, corre detrás de liebres para atraparlas). Esto es mucho más sano para el cuerpo y más interesante para la mente que tener un campo y todos los días hacer lo mismo: ir por agua, arrancar la hierba mala, cosechar, moler… es más difícil para el cuerpo y es bastante más aburrido. Aún hoy, millones de personas trabajan en actividades que son más arduas y aburridas que cazar y recolectar. Por ejemplo, la gente que hizo esta camisa que llevo puesta tal vez vive en Bangladesh o en Guatemala y trabaja 12 horas al día, seis días a la semana, en algún taller precario haciendo solo y simplemente camisas.

También pasa que la mayoría de enfermedades infecciosas viene de animales de granja. Todos los años, hasta hoy, tenemos una epidemia de gripe porcina, o de gripe aviar, es decir, de animales domesticados. Antes de la agricultura, la gente tenía muy pocas enfermedades infecciosas. Además, un factor muy importante es la nutrición. Los cazadores-recolectores comían docenas de diferentes especies de plantas y animales, así que su dieta era muy balanceada. Conseguían todos los minerales y las vitaminas que necesitaban. Los campesinos, por otro lado, en la mayoría de sociedades agrarias subsistían de solo uno o dos cultivos. Si usted era un rey, comía un montón, pero si era un simple campesino…

Por último, la desigualdad social. Los cazadores-recolectores vivían en sociedades relativamente igualitarias. No había propiedades, así que no tenían clases sociales de gente adinerada y de gente pobre. Pero, una vez que apareció la agricultura, se originaron jerarquías con élites muy pequeñas que explotaban al resto. Todo esto es el resultado de la revolución agrícola, lo que significa que para la persona promedio la vida en realidad comenzó a ser peor.

Afirma que estamos cerca de convertirnos en “dioses” capaces de crear y practicar cosas hasta hace poco insospechadas; pero, por otro lado, ello va a marcar más las diferencias sociales y va a generar grandes problemas en la ecología, por ejemplo. ¿Por qué a la vez del desarrollo parece que nos estuviéramos yendo directamente al fin?

Los humanos hemos demostrado que somos muy buenos adquiriendo poder, pero realmente no sabemos cómo usarlo con sabiduría, cómo traducirlo en felicidad. Por miles de años, sin importar lo que lográramos, nunca estuvimos del todo satisfechos. La reacción básica de la mente humana frente al éxito no es la satisfacción, sino el ansia por más. Puede verse en la vida diaria, como cuando come algo sabroso y la reacción no es de saciedad, sino que suele ser “quiero más de eso”. Aun si los humanos adquieren habilidades ‘divinas’ —lo que ya está sucediendo—, no se ve a la gente más satisfecha.

Tenemos ejemplos de comportamiento humano realmente destructivo, como lo que está pasando con el sistema ecológico. Al mismo tiempo, vemos cambios positivos como la reducción de la violencia internacional: aunque todavía hay guerras, estamos viviendo en la era más pacífica de la Historia. En los últimos 50 o 60 años, la violencia en el mundo ha declinado abruptamente.

¿Está seguro de eso?

Por supuesto: hoy mucha más gente muere por comer demasiado que a consecuencia de actos violentos. La violencia, incluyendo la guerra, el crimen y el terrorismo, liquida cada año alrededor de 600 o 700 mil personas; la obesidad y enfermedades relacionadas matan cada año a tres millones. Así que, desde esta perspectiva, McDonald’s es mucho más peligroso que el EI. Hay más posibilidades de morir por comer demasiada comida chatarra que morir porque un grupo terrorista haga estallar el avión en el que se está volando. Que haya un índice de violencia en constante reducción es un desarrollo positivo, y pienso que da esperanzas de que los humanos podamos hacer mejor las cosas si es que realmente lo intentamos y si las condiciones son las correctas. Lampadia

 

 

 

 




Manipulación política de la cultura

Manipulación política de la cultura

Comentario de Lampadia:

Como hemos comentado en Lampadia (ver: Ministerio de Cultura apoya falta de cultura – El negocio de la fabricación de mitos), nuestro Ministerio de Cultura propicia (dizque sin querer queriendo) la creación de mitos y la malformación política de los ciudadanos.

Este es claramente el caso del ‘documental’ de la Hija de la Laguna en que un documentalista pertinaz sigue consiguiendo apoyo financiero del Estado para falsear la realidad en la forma de un documental.

Además, como destacan los autores de la siguiente nota, un jurado compuesto de extranjeros otorga el premio al ‘documental’ que considera inacabado pero “necesario y urgente” de [difundir], jurados a los que ya ha recurrido anteriormente el Ministerio de Cultura.

Ver líneas abajo el excelente análisis de Camilo Ferreira y Franco Olcese:

¿Hija de la Laguna: Necesaria y urgente?

“Tomando en cuenta que es un ensamblaje preliminar y siendo evidente que al proyecto le falta considerable trabajo de edición para encontrar el hilo conductor que unifique sus diferentes subtramas, el jurado la premia por ser necesaria y urgente, no solo en un contexto peruano, sino global.

Jurado del  Concurso Nacional de Proyectos de Post Producción de Obras de Largometraje 2013 del Ministerio de Cultura justificando su decisión de continuar financiando Hija de la Laguna”.

Del Acta Final del Jurado.

Miembros: Juan José Luzuriaga Franco (Ecuador), Javier Andrés Andrade Morales (Ecuador) y Micaela Sole Malcuori (Uruguay).

 

¿Hija de la Laguna: Necesaria y urgente?

Autores: Camilo Ferreira y Franco Olcese

Centro para el Diseño de Estrategias

Para justificar su ideología contraria al desarrollo, los seguidores locales de corrientes anti-extractivistas, especialmente Europeas, inventan ficciones que son presentadas a la sociedad como si fueran trabajos documentales. Lo que toman de la realidad son algunos fragmentos que, combinados con versiones distorsionadas de los hechos, son incrustados en una narrativa prefabricada. Lo que dejan de mostrar de la realidad son los elementos más importantes para entender los dilemas reales y las posibles rutas de progreso de la población rural Andina. Su amor por la ideología está por encima de su aprecio por los dramas reales de la población. Lamentablemente estas acciones llegan a ser financiadas por el Estado Peruano.

La narrativa de la película.

Una Empresa minera transnacional intenta realizar una mina de oro a tajo abierto en una zona de población indígena de Cajamarca. Dicha actividad devastará, de manera inevitable, las cabeceras de cuenca de las zonas circundantes. Estas caberas de cuencas son críticas por que de ellas surge el agua que alimentan los valles de una zona idílica y habitada por campesinos cuya alegría proviene de la conexión con la tierra y que no aspiran el “desarrollo” que la inversión podría traer para ellos y para sus hijos. Esos campesinos tienen una relación mística con el medio ambiente, están felices en su pobreza, y ante la amenaza de los cambios que pueden venir con la empresa minera piden a la Mama Yacu (Madre Agua) que les ayude (Para nada de esto hay evidencia empírica confiable, pero esto no preocupa a los autores de la obra).

La Empresa tiene a las instituciones del Estado (la PNP y la Presidencia de la República) sometidas y las manipulan para que actúen de acuerdo a sus intereses. Ante la resistencia de la población, la Empresa usa su poder malvado para reprimir abusiva y violentamente a los campesinos pobres locales y forzar su expulsión de las tierras ancestrales que legítimamente ocupan. Para satisfacer su avaricia la empresa deja a los campesinos sin agua pues sus operaciones “asesinan” las fuentes de este líquido (según esta idea los cerros son seres vivos que no deben ser tocados, y los conocimientos de geología e ingeniería no interesan).  Adicionalmente, la minería empeora los problemas sociales pues atrae el alcoholismo y la prostitución. Prueba de estos efectos se perciben en las inmediaciones  a las operaciones de minería (informal) presentes en Madre de Dios (para los autores de la película tampoco interesa que Madre de Dios sea selva baja y esté a dos mil kilómetros de Cajamarca, y que allá se aplique una tecnológica totalmente distinta).

Afortunadamente existen defensores del agua, como el padre Marco Arana y otros líderes, que con coraje y sin temor a perder su vida se enfrentan al extractivismo. Altruistamente, esos líderes impiden que se destruyan las fuentes de alimento de la población urbana y protegen el ecosistema en el que los campesinos pueden mantener su “estilo de vida” cualitativamente superior a la modernidad del occidente (índices de mortalidad infantil y esperanza de vida son indicadores poco relevantes, según ellos). Los problemas de la pobreza, de las enfermedades y del envejecimiento precoz son secundarios ante la belleza de sus tradiciones.

Aunque se percibe claramente la carga ideológica y la descripción fantasiosa de este relato, este es el mundo que nos retrata Hija de la Laguna el promocionado documental financiado por el Estado Peruano a través del Ministerio de Cultura.

No son antimineros pero siempre actúan en contra de la minería

La Hija de la Laguna es el más reciente de los documentales que ha producido Guarango Producciones. Desde su fundación en 1994 ha producido los siguientes largometrajes, todos documentales: De Ollas y Sueños, Tambogrande, Operación Diablo, Choropampa: El Precio del Oro e Hija de la Laguna.  El primer documental trata sobre la gastronomía peruana, todos los demás desarrollan una narrativa anti-minera consistente. Tanto es así que dichos documentales son utilizados en las acciones de adoctrinamiento (llamada concientización) de los grupos anti-extractivistas, y son exhibidos como herramientas de propaganda dirigida a la población a ser radicalizada.  El 80% de la producción de largometrajes de Guarango es hostil a la minería, y el 60% se enfoca en Minera Yanacocha específicamente. Guarango es un claro ejemplo los llamados “artistas comprometidos,” dispuestos a utilizar sus obras para avanzar su agenda ideológica para brindar información sesgada y dedicarse a la manipulación de la población campesina en función a sus objetivos.

El caso de Hija de la Laguna ha sido el más reciente y más visible caso de esta conducta hostil a las actividades mineras modernas. Este documental tuvo recientemente amplia cobertura mediática al informarse que su tráiler tuvo un número sorprendente de 5,7 millones de vistas a finales de agosto de este año.  Queda por entender por qué esta sorprendente aceptación en redes sociales no se traduce en público interesada por asistirla en las salas de cine. Comparando con otra película peruana reciente vemos que Asu Mare tuvo muchísimo menos visitas al tráiler y muchísimo más asistencia a los cines. Hija de la Laguna va por las 8,000 asistencias, en tres semanas y muy probablemente no supere las 10,000 mientras que Asu Mare, hacia su tercera semana, llegó a los 2.1 millones de espectadores, a pesar de que su tráiler tuvo 3,1 millones de vistas. Hija de la Laguna manifiesta un muy reducido ratio espectadores en cine y vistas al tráiler. Esto es sin dudas un fenómeno interesante, y genera la pregunta: Si una parte importante de las visitas al tráiler de Hija de la Laguna no fue obtenida artificialmente vía robots o contratada a empresas de promoción digital, como se explica una diferencia tan notable entre las dos películas?

En entrevista con el Diario Correo TV, Ernesto Cabello, director del documental, afirmó que la cinta “no es un documental anti(-minero), es un documental a favor del agua”.  Sin embargo, existen varios elementos que hacen pensar que este documental sí es principalmente hostil a la minería y que intenta sustentar una posición política anti-extractivista que el director no ha querido manifestar abiertamente. Su postura hostil al progreso es indefendible, así que él se presenta como defensor de un recurso natural. Nadie puede estar en contra del agua. El agua es un elemento mítico dentro de una narrativa anti-minera. Así su falta de perspectiva de futuro se oculta detrás del espejo de agua de las lagunas.

Para sustentar su posición, el director presenta como documento una historia que es una versión tergiversada e incompleta de la realidad, ocultando así los miles de otros casos de campesinos que con mucho esfuerzo e inteligencia están avanzando en sus aspiraciones. El documental no mapea ni documenta ninguna de las buenas prácticas que podrían servir de inspiración o de pistas de progreso para el campesinado Cajamarquino. Sin embargo, un trabajo así está más allá de las posibilidades de quienes quieren mantener a los campesinos en su estado de pobreza tradicional.

Aquí se comparten algunas apreciaciones, que ayudarán al lector a tener un retrato un poco más completode la realidad que el documental dice describir.

Medias Verdades y Mentiras Completas.

Cabello utiliza varias figuras de asociación para inducir las ideas que promueve en la audiencia.  Una de esas asociaciones es el grupo conceptual: indígena, tradición y quechua. Esta condición indígena tradicional es representada en la protagonista de la cinta, la señora Nélida Ayay. Si la misma protagonista de la película puede o no puede hablar Quechua no es importante. Lo que sí es importante es que, a pesar de ser mayoritariamente rural, el98% la población campesina Cajamarquina habla español, siendo el Quechua utilizado por menos del 2% de la población. Es bastante astuto de parte del director presentar el quechua como representativo de la población cajamarquina, a pesar de no serlo. Racialmente, más del 80% de la población peruana tiene trazos indígenas, así que en un escenario urbano casi cualquier campesina puede ser fácilmente vista como representante de culturas ancestrales. El propósito de esa tergiversación es incrementar el “exotismo indígena” de la historia ante las audiencias urbanas, especialmente internacionales, que asocian una lengua indígena con la condición social de grupo indígena marginal, remanente de una cultura ancestral, y ocultar así las características culturales modernas de la gran mayoría de la población peruana. La misma señora Nélida es una estudiante universitaria, de derecho.

También llama la atención que, la “Granja Porcón,” cerca de la cual vive la protagonista, es la máxima representante de la campiña Cajamarquina y realiza una próspera actividad agropecuaria y de piscicultura con aguas que salen, previamente tratadas, de las actividades mineras. El documental oculta que los principales líderes de la Granja Porcón tienen una postura favorable a la presencia de la minería en Cajamarca, y que, con esa cooperación, han logrado cambios notables en la calidad de vida de sus miembros. Esos logros son tan positivos y tan visibles que la Granja Porcón se ha un vuelto destino turístico reconocido. Esta es una realidad que el documental ha buscado ocultar.

Cabello además, muestra al personaje de la señora Chaupe como el símbolo del cajamarquino de las zonas aledañas al proyecto Conga que, supuestamente, se opone al ingreso de la empresa minera. Lo que oculta Cabello es que señora Chaupe es una migrante reciente que viene de fuera de la zona (instaló su vivienda el 2011, según fotos de Google Earth) y no representa el sentir de las 32 comunidades que viven en los alrededores de Conga. La señora Chaupe es una excepción de oposición en un área geográfica con una postura social abrumadoramente favorable a la minería. Dichas comunidades, de las zonas circundantes, se han pronunciado repetidas veces a favor de la actividad minera y en contra de los grupos hostiles que cruzan sus terrenos para hacer manifestaciones, pero este hecho es silenciado en el documental.

En realidad, la gran mayoría de personas que participan en las manifestaciones exhibidas en el documental son de zonas alejadas al proyecto Conga. La misma zona de Porcón Bajo, donde vive la protagonista Nélida es cerca de las operaciones actuales de Yanacocha y de la ciudad de Cajamarca, donde las comunidades también apoyan a la minería, y está bastante alejada de las áreas de influencia económica o ecológica del proyecto Conga, al cual ella se opone. Es evidente la intención de Cabello de manipular al público que desconoce los detalles de la geografía humana local.

En Hija de la Laguna se omite también información relevante sobre los “defensores del agua”  a los que en muchas oportunidades se les presenta como altruistas luchadores sociales pronunciándose o participando en manifestaciones públicas hostiles a la minería. En varios momentos ellos son presentados como si fueran personas que sacrifican sus intereses personales para servir a la comunidad.  Para tener un “retrato más completo”, sería bueno mencionar que los líderes anti-mineros han ascendido económica y políticamente en base a la promoción de la conflictividad. El más notable es el señor Gregorio Santos preso por acusaciones de corrupción, quien pasó de ser un desconocido profesor para transformarse en Gobernador Regional y en referencia nacional de la lucha anti-minera. Otros ejemplos son: Milton Sánchez miembro de Tierra y Libertad quien vive de combatir a la minería y que ha justificado en múltiples oportunidades la represión violenta de cualquier voz disidente a su prédica anti-extractivista en Celendin (http://www.lampadia.com/politica/stalinismo-en-cajamarca) y Edy Benavides, ex-miembro del grupo violentista de Antauro Humala, quien gracias a la oposición a Conga ha logrado elegirse alcalde de Bambamarca.

Con el apoyo de anti-extractivistas Europeos y Americanos esos líderes han sido favorecidos con financiamientos voluminosos y/o con viajes internacionales. Sus ingresos económicos personales se han multiplicado varias veces gracias a la promoción de los conflictos. Nunca le interesó, ni les importa que esa conflictividad haya generado una crisis económica cuyos los costos de están siendo pagados por las empresas y por la población Cajamarquina. Mientras los ingresos de la población local caen, los suyos aumentan. Como explica Sir Paul Collier de Oxford: los conflictos violentos, a pesar de sus terribles costos sociales, pueden ser muy rentables para algunos líderes.

Es notable que el único anti-minero presentado con nombre y apellido es Marco Arana(hoy pre-candidato presidencial) a quien le viene muy bien aparecer en un documental retratado como un líder pacificador, parecido a Gandhi, justo a puertas de su próxima campaña electoral. Al señor Arana  se le sigue denominando  “Padre” en el documental a pesar de haber sido expulsado de la Iglesia Católica. Los padres de la Iglesia Católica son vistos como personas honradas y bien intencionadas. No era conveniente hacer explícita su expulsión. Además, para una persona con ambiciones presidenciales, es muy conveniente y oportuno ser presentado elogiosamente en un documental, y especialmente si el documental es financiado por el Ministerio de Cultura. 

El autor del documental no es Nazi ni está próximo a esa ideología, pero tu obra sí aplica varios de los principios de propaganda de Goebbels. El más destacable es el principio de simplificación. El propagandista Nazi recomendaba identificar a un único enemigo y articular la narrativa hacia ese enemigo. En el documental dicho enemigo es la minería.  En esa línea, se muestran a todos los tipos de minería como si fueran homogéneos: la destructiva minería ilegal en la selva peruana, la minería cooperativista sin estándares ambientales o laborales en Bolivia y a la minería moderna en Perú.  Con esta simplificación, un espectador poco informado puede creer que la falta de estándares de la minería ilegal (contaminación ambiental, precariedad técnica, abusos sociales, evasiones fiscales, etc.) son similares a los estándares de la minería moderna. Ocultando que las operaciones de la minería moderna son rigurosamente auditadas por organismos nacionales e internacionales. El documental oculta la enormidad de la brecha entre las prácticas ambientales y niveles tecnológicos entre las operaciones mineras presentadas. Semejante generalización es equivalente a decir que todas las personas críticas a la  minería son “terroristas anti-mineros.”

En una de las escenas finales, se caracteriza a las mineras como vengativas.  Supuestamente la empresa habría despedido al padre de Nélida, por la participación de su hija en manifestaciones contra Conga. No hay evidencias de ello, pero esto es secundario para el director. El documental oculta que los hijos de varios dirigentes anti-mineros trabajan permanentemente en las empresas mineras que operan en la región. ¿Por qué las mineras se habrían ensañado con un personaje menor como Nélida, que no representa amenaza, y no contra conocidos anti-mineros con capacidad de organización y de dirección política? La imagen de perseguida siempre genera solidaridad en el público. No es sorpresa que ello sea un componente del documental-fantasía.

La escena de la Sra. Máxima Chaupe ordeñando vacas a 4,300 metros de altitud es una distorsión adicional de la realidad. Es conocido que el ganado vacuno no puede sobrevivir largo tiempo a esa altitud, y que en varios de los otros terrenos de la Sra. Chaupe en pisos ecológicos más adecuados, estas vacas podrían estar mucho mejor que en la puna. Como era de esperarse, al finalizar la filmación esos animales fueron retirados para evitar su muerte. Cada vez que sea necesario hacer otra filmación, los pobres animales serán trasladados y obligados a sufrir de asfixia parcial. El reconocido periodista Ricardo Uceda puso en evidencia las habilidades de la Sra. Chaupe para ocupar 9 terrenos y lograr su adjudicación, evidenciando su conocimiento detallado del funcionamiento de los Registros Públicos. La astucia del director consiste en combinar dos distorsiones (las imágenes de Nélida y Chaupe) para generar una impresión de verdad.

El Rol del Estado.

En el ensayo “Poder político y gobierno minero,” escrito por Francisco Durand, se sostiene la tesis filo-marxista de la subordinación del Estado Peruano a los intereses de la minería trasnacional. Según esa concepción, la “todopoderosa” minería controlaría al Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) en función a sus intereses. Lo interesante es que el Estado, supuestamente controlado por la mineras, haya premiado a Hija de la Laguna tanto en su etapa de preproducción, producción y distribución.  Será que las empresas mineras están manipulando el Estado para financiar “documentales” que distorsionan la realidad en contra de sus actividades productivas?

Hija de la Laguna es uno de múltiples casos en que los anti-extractivistas canalizan fondos públicos de manera exitosa para financiar su activismo anti-minero. Este caso, como muchos otros, evidencia la existencia de diversas corrientes de pensamiento al interior del Estado Peruano en relación a las industrias extractivas. Evidencia también que la hipótesis de una posición única del Estado en este respecto tiene por objetivo descalificar las acciones del Estado para hacer que se cumplan las leyes cuando los anti-mineros utilizan la violencia para lograr sus objetivos políticos. La realidad es que cualquier revisión de los documentos de los grupos anti-extractivistas muestra que la deslegitimación de las instituciones públicas constituye un componente fundamental de su narrativa anti-minera.

En Conclusión.

Conceptualmente, un documental es una herramienta para hacer visible una realidad particular. Por ello, todo documental asume un compromiso ético con la fidelidad hacia los hechos y con la necesidad de mostrar las varias facetas de la realidad (principio del balance). Pero si información clave es omitida, si se mencionan las falsedades ya anteriormente desmentidas, el documental pierde su función como un recurso para entender la realidad y se transforma en una herramienta poco honesta de propaganda política.  Desde el punto de vista cinematográfico no era necesario esconder esa realidad, salvo que evidenciarlo hubiera puesto en riesgo el deseado financiamiento de un  Ministerio de Cultura que recompensa la simpatía a la ideología más que la cultura.

El Estado peruano ha premiado a Hija de la Laguna a pesar de las deficiencias técnicas y artísticas evidentes y reconocidas por el mismo jurado (cita el inicio de estas notas) . La pregunta que surge es: Porqué el jurado ha puesto a un lado los requerimientos de objetividad/fidelidad y perspectiva múltiple que debe tener toda obra que se presenta como un trabajo documental? La justificación del jurado para premiar una obra deficiente ha sido su opinión de lo “necesario y urgente” del documental. Es decir que lo premiado no ha sido no la calidad artística, su realismo o la riqueza de datos de Hija de la Laguna, ni menos su poder analítico, sino el criterio de que los argumentos desplegados durante el documental son de urgente difusión entre el público. Para qué y para quiénes es urgente y necesario promover argumentos que se sustentan en una versión distorsionada de la realidad de la población rural andina? Porqué es urgente y necesario promover una ideología contraria al desarrollo? Porque ocultan su pensamiento detrás de la defensa de los recursos naturales?

Con tantas distorsiones reconocidas, una afirmación de necesidad y urgencia solo puede ocurrir a un jurado ideológicamente alineado con el discurso anti-extractivista, a un jurado que está dispuesto a poner sus simpatías ideológicas por encima de la calidad artística de la obra y de su responsabilidad ética con el público nacional e internacional. El jurado que premió ese deficiente documental ha contraído una deuda con los públicos que esperan su buen criterio. Lampadia