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Propuestas de reforma institucional

Propuestas de reforma institucional

La Asociación Civil Transparencia, liderada por Felipe Ortiz de Zevallos, acaba de publicar sus propuestas preliminares sobre las más importantes reformas institucionales que debiéramos acometer los peruanos.

 

Lampadia, en su nuevo ‘Repositorium’ sobre “El Estado del Siglo XXI”, la recoge en su integridad, ver: “Propuestas de Reforma Institucional”.

Transparencia ha agrupado su trabajo en cuatro ejes:

  1. Sistema electoral
  2. Funcionamiento del Congreso de la República
  3. Funcionamiento del sistema de justicia
  4. Medidas para favorecer la transparencia y mejorar la gestión en la Administración Pública

Las siguientes imágenes presentan el índice de este importante trabajo:

No deje de ver nuestro nuevo ‘Repositorium’: “El Estado del Siglo XXI”. Lampadia

 

 




Visión del Perú al Tercio de Siglo

Visión del Perú al Tercio de Siglo

En Paracas, donde nacieron los CADE, se revisó la visión de futuro del Perú que se planteó originalmente en Arequipa en 1996. En esa ocasión, uno de los invitados a la reunión, Joel Barker, un especialista en la formulación de visiones, nos dijo a los peruanos que: “No hay nada más importante que tener una visión. Antecede al desempeño exitoso, es la fuerza que nos jala, la palanca más potente de la civilización”.

En 1996 había que imaginar el éxito, había que soñar que nos podía ir mejor, ahora se ha replanteado la visión sobre la base de las realizaciones positivas de la primera década de este siglo. En términos prospectivos, tal como se ha comentado en Lampadia (L): 2050: ¿El Perú en el puesto 26?, el HSBC analizó las potencialidades del Perú al año 2050 y explicó que si crecíamos, en promedio, un 5.5% por año,llegaríamos a ser la economía número 26 del mundo. Para ello, contaríamos con un bono demográfico muy positivo y con una continuada demanda de commodities por parte del mundo emergente, pero tendríamos que lograr mejoras sustanciales en educación, salud, instituciones e infraestructuras.

VISIÓN DEL PERÚ AL TERCIO DE SIGLO

El Perú será un país democrático y globalizado,
encaminado al desarrollo integral, sostenible y duradero,
con sentimientos de pertenencia y ciudadanía,
en el que se respete la ley.

En la formulación de esta renovada visión se hizo especial énfasis en tres importantes objetivos que no seincluyeron en CADE 96: la necesidad de contar con una buena gobernanza, un servicio civil meritocrático (de alto rendimiento, reconocido por la sociedad y bien remunerado) y, una clase dirigente, especialmente la empresarial, comprometida con el desarrollo del país en un sentido amplio, que sea respetada por la población, que se articule con el mundo académico e intelectual y que tenga presencia mediática.

La nueva visión plantea objetivos, líneas de acción, estrategias de desarrollo integral, sostenible y duradero y, la articulación de las agendas de trabajo:

Objetivos

1. Ser el país latinoamericano más integrado al mundo, en el comercio, la inversión y la tecnología

2. Lograr una democracia avanzada, integrada y plural

3. Superar la extrema pobreza

Líneas de Acción

1. Alcanzar un nivel educativo de excelencia, con capacitación permanente

2. Lograr una competitividad al nivel de los mejores países emergentes

3. Promover un liderazgo empresarial comprometido y respetado

4. Alentar una gobernanza del mejor nivel internacional

5. Formar un servicio civil meritocrático, reconocido y bien remunerado

6. Fomentar un sentimiento de pertenencia y ciudadanía

7. Tener una clase media consolidada y formal que abarque al 70%
de la población, con ingresos de US$ 8 a US$ 40 por persona y por día

Estrategia de Desarrollo Integral (Económico, Social e Institucional), Sostenible y Duradero

1. Económico

Acceso de los pobres a la economía de mercado

Ingreso a la OECD

Orientación global

Promoción de la inversión privada

Desarrollo de las infraestructuras internas

Promoción de la innovación y la competitividad

Desregulación burocrática

2. Social

Revolución educativa

Capacitación permanente

Agua y salud al alcance de todos

Cero desnutrición infantil

Programas sociales esencialmente productivos

3. Institucional

Mejores: Sistema Electoral, Partidos Políticos y Estructura del Estado

Imperio de la Ley y del Estado de Derecho

Seguridad ciudadana

Buena Gobernanza con una mejor regionalización

Servicio Civil Meritocrático

Regulaciones pro-desarrollo e inversión

Estabilidad de las reglas de juego y protección de la  propiedad

Predictibilidad y pre-publicación de normas

4. Sostenibilidad Social y Ambiental

Reforestación masiva

Titulación de propiedad comunal, minifundios, y derechos individuales, con registro público de sus convenios

Asociaciones Comunidad-Privados (ACP)

Tratamiento y reciclaje de desagües

Regulaciones ambientales racionales y balanceadas

Matriz energética que promueva energías limpias

Protección de reservas culturales, ecológicas y sociales

5. Duradero

Orientado al largo plazo y sin caer en la tradicional política pendular

Articulación de las Agendas de Trabajo

Este diagrama explica que en el corazón de las líneas de acción está la necesidad de contar con una clase dirigente comprometida con el largo plazo del país y con un sentimiento de ciudadanía y pertenencia de todos los peruanos. Desde esa perspectiva tendríamos que avanzar en tres agendas:

La del Estado: Buena gobernanza y excelente servicio civil.

La Social: Las mejoras en educación, salud, instituciones e infraestructuras.

La Productiva: La puesta en valor de nuestros recursos en agricultura, minería, acuicultura, energía, forestería, turismo y biodiversidad. El desarrollo de esta agenda debe generar los recursos para financiar la agenda social.

Para darle mayor sustento a la visión se convocó a diez expertos nacionales a que aporten unas reflexiones sobre los aspectos que determinan la naturaleza intrínseca del Perú. (Ver el contenido de esos magníficos documentos en (L): Fundamentos Estructurales del Perú:

1. País Megadiverso con una Geografía Privilegiada, por Carlos Amat y León

2. País Milenario y la trascendencia de la Civilización Caral, por Ruth Shady

3. Cultura con raíces milenarias y futuro enriquecedor, por Armando Andrade y Luis
Eduardo Wuffarden

4.  Capacidades Ideales para Crear Riqueza, por Roberto Abusada

5.  Gente Emprendedora, Creativa, Esforzada y Solidaria, por RolandoArellano

6.  Macroeconomía sólida y políticas públicas débiles, por Elmer Cuba

7.  Reservas Productivas por poner en Valor, por Patricia Teullet

8.  Formalidad Excluyente e Informalidad Limitante, por Jaime de Althaus

9.  Carencias Sociales y Brechas Económicas, por Gianfranco Castagnola

Además de estas reflexiones, se invitó a que, personalmente, un grupo de peruanos nacidos a lo largo de 50 años, diera sus ideas con respecto al futuro del país. Los invitados a este importante ejercicio fueron:

  • Felipe Ortiz de Zevallos, Fundador del Grupo Apoyo
  • Rolando Arellano, Director de Arellano Marketing
  • Juan Infante, Gerente General de Diempresa
  • Manuel Muñoz, estudiante del último año de economía en la UPC
  • Kelly Pérez, estudiante ayacuchana de último año del Colegio Mayor

Nada de lo planteado se podrá lograr sin un crecimiento económico alto y sostenido, que es la fuente de creación de empleo, reducción de la pobreza y generación de los recursos fiscales necesarios para la acción efectiva del Estado. El Perú debe ponerse como meta crecer 7 a 8% por año. Este objetivo debe ser el primer filtro de las políticas públicas y la gestión del Estado: ¿Aporta al crecimiento, o destruye crecimiento? Lampadia




El país demanda unidad y liderazgo

El país demanda unidad y liderazgo

Ante la desazón del país por el debate sobre los efectos de la crisis económica internacional, el presidente del Consejo de Ministros, Juan Jiménez Mayor, convocó a un diálogo luego de dos años de gobierno en que el oficialismo se negó a conversar con las demás fuerzas políticas y, por el contrario, se mostró más proclive a la confrontación.  Frente a la iniciativa, el fujimorismo y el aprismo respondieron que se dialogaba, pero con la renuncia de Jiménez de por medio. 

La conducta del oficialismo y la oposición nos demuestra que en nuestro sistema político nadie está dispuesto a arriar banderas en función del Perú. Las excomuniones y las heridas previas parecen pesar mucho más que el interés del país y se confirma el terrible abismo que existe entre el modelo económico y social que reduce la pobreza y la desigualdad y el accionar de los políticos. En una reciente entrevista de Lampadia, Felipe Ortiz de Zevallos, una de las reservas morales e intelectuales del país, señala que “la política, lamentablemente, se ha venido desenvolviendo por carriles poco vinculados a la economía y a la sociedad. Y es más pasadista que futurista”. (Ver entrevista a FOZ: El Perú está recuperando el tiempo perdido). En otras palabras, desnuda un pernicioso desenganche entre la política y la economía.

Pero las cosas no deben seguir así. El jefe de Estado reduce su popularidad de manera alarmante, el Congreso empeora su imagen y las demás instituciones tutelares tienen una alta desaprobación y, en medio de la crisis del sistema político, se presenta la desaceleración del crecimiento. La reducción del canon minero puede convertirse en el combustible para la demagogia de los extremistas –que se oponían frontalmente a las inversiones mineras- que agitarán a las “masas” para radicalizar a las regiones y provincias contra el gobierno central. Es necesario, pues, evitar un escenario de convulsión social que, ante la debilidad del Ejecutivo y el Congreso, podría crear serios problemas de gobernabilidad.

¿Cómo enfrentar esta situación? Es evidente que con la unidad, el consenso o concertación de la mayoría de peruanos. Por ejemplo, en un reciente comunicado de la CONFIEP se afirma que “hoy, el desempeño de la economía global se convierte en un factor de incertidumbre que requiere de mayor trabajo y unidad de todos los peruanos. Es tiempo de redoblar el esfuerzo conjunto, público y privado, para impulsar el desarrollo”. Es decir, es hora de que los peruanos pongamos a un lado nuestras diferencias y coloquemos sobre la mesa los intereses del país, la defensa de la democracia y la economía de mercado. Pero para avanzar en ese proceso se requiere el liderazgo y la convocatoria del Presidente Ollanta Humala en su calidad de primer magistrado del país. Ante una clara invitación al diálogo y la concertación, estamos seguros que todos responderían positivamente.

La desaceleración del crecimiento no implica la parálisis de nuestra economía, y mucho menos, que los peruanos estemos impedidos de realizar el potencial de desarrollo y bienestar general que hemos viabilizado durante los últimos 20 años. Sin embargo, puede ser el caldo de cultivo de los pesimistas y de los enemigos de las libertades políticas y económicas. No obstante, si todos los peruanos asumimos nuestra responsabilidad ningún radicalismo podrá amenazar nuestro modelo económico y social que sorprende al mundo por sus excelentes resultados en su desarrollo productivo, reducción de la pobreza y la desigualdad.