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Mauricio de Romaña: una mirada crítica al turismo

Entrevista al descubridor del Valle del Colca y del Valle de los Volcanes en Arequipa

El Búho
10 de enero, 2019
Por Martín Rincón

Cuando se habla del valle del Colca y del valle de los Volcanes, aparece inmediatamente la imagen de Mauricio de Romaña Bustamante. Ingeniero agrónomo y operador turístico que, desde hace casi medio siglo, viene promocionando estos destinos turísticos con responsabilidad.

Mauricio de Romaña. Foto: Erick Rodríguez.

Hace unas semanas, recibió un homenaje a su trayectoria promovido por el parlamentario andino, Mario Zúñiga. Asistieron autoridades de la provincia de Caylloma y de Castilla. Todos aseguraron que, sin su aporte, el mundo no conocería ni un metro cuadrado del valle del Colca.

No obstante, de Romaña cuestionó a las autoridades. Manifestó que el turismo está relegado de la agenda política y que sólo se la recuerda, se la menciona, para acaparar votos en época electoral.

¿Cómo debería ser el desarrollo turístico planificado?

El turismo es el que genera más puestos de trabajo en el mundo. Por eso, muchos países lo tienen como la primera actividad económica. Sin embargo, en el Perú se ve como una cosa marginal. Como si surgiera solo, sin que nadie lo trabaje ni lo desarrolle. Se tiene que mejorar la infraestructura y la legislación. Construir vías de acceso e instalar atención médica. La actividad es altamente productiva, como depredativa.

Mamacocha, por ejemplo, en el valle de los Volcanes, es una maravilla desde el punto de vista paisajístico y también científico. No se puede promocionar este lugar con un bote como si fuera la laguna de Tingo. Actualmente se habla del geoparque del Colca y los Volcanes de Andagua. Pero esto no existe. Primero se tiene que conservar. Para conservar se tiene que tener legislación. Para tener legislación se tienen que especificar las sanciones. No hay nada de eso. Sólo es un slogan, una promoción fotográfica. Pero no hay control, estrategia y capacitación a las autoridades.

¿A qué se le denomina desarrollo sostenible?

El desarrollo sostenible tiene tres premisas. Primero, que genere un potencial económico. Segundo, que este potencial fluya hacia la población. Tercero, que no afecte la naturaleza ni la cultura.

A veces, las localidades que se abren al turismo cambian de actitud, mutan sus costumbres… 

Totalmente de acuerdo. El turismo es muy bueno o es muy malo. Pero el hecho que pueda degradar o afectar la cultura local se controla. En el caso arquitectónico hay normas. No se puede construir con lo que llaman material noble ni colocar losetas de baño en las fachadas. La autoridad local tiene que hacer cumplir los reglamentos. Al mismo tiempo la población tiene que autoprotegerse.

EL VALLE DEL COLCA

¿Cómo descubrió el valle del Colca y lo dio a conocer?

Llegué al Colca en 1970. En esa época, era gerente de la Asociación de Criadores de Alpaca del Perú. Fui a la parte alta, a Callalli exactamente, para organizar a los criadores de alpaca. Fue mi primer contacto con el Colca y más en la parte alta que en la parte baja. Después, tuve la desagradable experiencia de la reforma agraria de Juan Velasco. Esta medida, lo primero que hizo, fue borrar del mapa a todos los ingenieros agrónomos. Yo soy ingeniero agrónomo. Éramos la lacra del Perú. Entonces, abrí una agencia de viajes en Arequipa. Era una sucursal de una agencia de Lima. Además de la actividad turística, invitaba a amigos fotógrafos, pintores, arqueólogos, geólogos y botánicos. Aprendí a recoger los grandes valores del Colca y con mis amigos publicamos un libro titulado Descubriendo el valle del Colca. En esas páginas está todo el bagaje de conocimientos que logramos capturar, fomentando así el turismo y dándole hincapié también a la protección.

EL VALLE DE LOS VOLCANES

¿Y fue así como llegó al Valle de los Volcanes?

En el valle de los Volcanes me sucedió lo mismo que en el Colca. Cuando empecé a conocerlo me di cuenta que es más importante de lo que creía. Su primera atracción es, obviamente, los volcanes, además de la flora y la fauna. Hicimos estudios con biólogos, botánicos, especialistas en aves, entre otros. Pudimos cubrir los puntos básicos y comprobamos su potencial. Yo llevaba a empresarios de Europa, de Estados Unidos, a agentes de viajes para mostrarles esto. Todos se quedaban fascinados. El último informe de hace unos meses es de un experto holandés que dice que el Valle de los Volcanes es uno de los atractivos que busca el mundo en este momento. Primero por ser auténtico, segundo por ser nuevo y tercero por la conservación de la naturaleza y la cultura. Espero que el Valle de los Volcanes no se politice como el Colca. Es un lugar que tenemos que proteger, cuidar, estudiar y enseñar. Ojalá no se convierta en la caja chica de los políticos para hacer proselitismo. Espero que no suceda.

Este valle cuenta también con una maravilla que es la laguna manantial Mamacocha. ¿Qué implica?

Mamacocha es un oasis como la Huacachina, en Ica. Está en medio de un desierto. Toda esa zona del distrito de Ayo, en la provincia de Castilla, que está ubicada en una de las márgenes del río Colca, es una zona desértica, pero con una vegetación especial, similar a la que existe en la costa peruana. Es un desierto lejos del mar que está a dos mil metros de altura. Es una rareza. Todo el valle de los Volcanes lo es. Tiene cierta similitud a las islas Galápagos, de Ecuador.

Esta zona volcánica también está lejos de la costa, a 700 kilómetros, donde se adaptaron una serie de animales a vivir en las condiciones que presentaban estas islas. Charles Darwin, que estuvo en Galápagos, empieza a desarrollar la teoría de la adaptación de las especies allí. Los animales que viven en esta zona geográfica son mansos. Uno se puede acercar a las tortugas y a las aves. No hay miedo. No hay predadores. Sólo se desarrollaron las especies capaces de adaptarse. Sucede algo similar en el valle de los Volcanes. Es una isla mediterránea en el continente. Hay una variedad amplia de cactus que no hay en otros sitios porque estas plantas se adaptaron a las erupciones volcánicas, a las cenizas, a las condiciones del agua.

¿Hay otras zonas como el valle de los Volcanes en el Perú?

En el Perú no, pero en el mundo sí. Hay varias zonas parecidas, pero ninguna como esta. Con 32 conos volcánicos apagados y más de 100 focos eruptivos. Las erupciones que vivió el valle sucedieron hace miles de años y fueron varias. Mientras que, ninguna zona volcánica del mundo, eso sí, cuenta con volcanes enanos.

¿Qué política se debe seguir para que haya turismo responsable?

La Organización de Gestión de Destino (OGD) del Valle de los Volcanes es una estrategia de desarrollo turístico que busca la autoconservación de los lugares. Esta OGD busca, además, involucrar a todas las asociaciones y personas que tienen que ver con el turismo.

Además, agencias de viaje, hostales, movilidades, restaurantes, etc… la actividad privada que se asocia con autoridades y genera toda la política de desarrollo. Lo que es cultura, leyes, capacitación y promoción. Es decir, un sistema de desarrollo, de conservación y de manejo en el área. Para que esto se dé, hemos propuesto hace muchos años la creación del parque nacional de los Volcanes. En 1970 ya se planteó esta iniciativa. Sin embargo, hasta ahora ninguna autoridad la oficializó. Lampadia




Arequipa: ciudad líder en gestión hídrica

En Lampadia queremos compartir el caso de éxito de Cerro Verde, un ‘activo ambiental’ que es un claro ejemplo de cómo una empresa minera ha logrado generar una  relación beneficiosa entre la operación minera y la población peruana.

Este desarrollo se basa en una inversión inteligente en sus zonas de influencia. Una de ellas es el proyecto llamado “Círculo virtuoso del agua”, que maneja la empresa, quienes en un proyecto ganar-ganar han recuperado el río Chili que atraviesa la ciudad de Arequipa, después de décadas de deterioro y abandono por los sucesivos gobiernos locales.

Este proyecto ha permitido que la ciudad blanca se convierta en una ciudad líder en gestión hídrica y, quizás más importante aún, se han mejorado los estándares ambientales del río Chili, lo cual ha permitido que la flora y la fauna pueda empezar a recuperarse después de años de contaminación.

Líneas abajo compartimos la presentación del exitoso caso de la gestión hídrica realizada por Cerro Verde en Arequipa, la primera ciudad del Perú que limpia y recicla prácticamente el 100% de sus aguas servidas:

Cerro Verde: Un caso de éxito en la gestión hídrica peruana

Asesoría Integral en Comunicación Estratégica
Sociedad Minera Cerro Verde
Publicado por la Revista Minería
Glosado por Lampadia

Recientemente el secretario técnico del Consejo de Recursos Hídricos de Arequipa, Ronald Fernández, señaló que las próximas cosechas que brinde su famosa campiña tendrán un sabor especial, ya que los distintos productos alimenticios llegarán a las mesas de las familias con mayores estándares de calidad ambiental.

Esta situación, destacó Fernández, se debe a que desde la construcción del Sistema de Captación y Tratamiento de Aguas Residuales La Enlozada, la cantidad de restos coliformes en el río Chili (fuente de vida y riego para 17 mil hectáreas de cultivo en Arequipa aproximadamente) ha disminuido ostensiblemente, lo que permite que sus aguas puedan ser bebidas por los animales y utilizadas también en el riego de productos agrícolas.

Para comprender mejor esta buena noticia, debemos recordar que fue en el año 2002 que la minera Cerro Verde dio inicio a una estrategia para brindar un beneficio real a la población de Arequipa (que hoy alcanza a más de un millón de habitantes), centrando su objetivo en dos temas fundamentales: dotar de agua limpia a las familias y descontaminar el río Chili, teniendo en consideración que la Ciudad Blanca se encuentra ubicada en el desierto de Atacama, lo que provoca que de manera periódica se vea amenazada por la falta del recurso hídrico.

Contando con el apoyo de las autoridades regionales, provinciales y locales, además de dirigentes sociales, agricultores y representantes de Sedapar, el desarrollo de la estrategia incluyó:

  • La captación de mayor cantidad de agua con el fin de regular el sistema de represas de Arequipa
  • La construcción de uno de los sistemas de tratamiento de agua potable más modernos de Sudamérica (PTAP II)
  • El mejoramiento de las líneas de distribución de agua potable
  • El retiro de los desagües del río Chili
  • Tratamiento posterior de las aguass mediante la construcción del Sistema de Captación y Tratamiento de Aguas Residuales La Enlozada, asegurando así la ejecución de obras que garanticen la cantidad y calidad del agua en favor de los distintos usuarios de la ciudad (población, agricultura, industria y minería).

En el caso específico del Sistema de Captación y Tratamiento de Aguas Residuales La Enlozada, que trata aproximadamente el 99.5% de las aguas servidas de Arequipa metropolitana, Cerro Verde financió con recursos propios su construcción (valorizada en US$ 500 millones de dólares) y a cambio utiliza un promedio anual de 1 metro cúbico por segundo de aguas residuales tratadas, en un acuerdo que demuestra que la empresa privada, las autoridades y la población, pueden trabajar en base a objetivos comunes y beneficios colectivos de manera coordinada.

“La Enlozada contribuye al desarrollo de la actividad de la mina Cerro Verde, al darle mayor vida útil y mejorar la productividad, pero sobre todo permite mejorar la salud y calidad de los productos que eran regados con aguas servidas del río Chili, disminuyendo así los altos índices de enfermedades gastrointestinales en la población más vulnerable de Arequipa”, destacó Pablo Alcázar, gerente de Asuntos Públicos y Relaciones Comunitarias de Cerro Verde.

Cumpliendo con la apuesta realizada para generar mayor desarrollo en la región, durante el período 2005 – 2017, Cerro Verde aportó US$ 647 millones en temas de agua y saneamiento, lo que ha permitido a Arequipa convertirse en una ciudad líder en gestión hídrica. Y tan importante como ello, el mejoramiento de los estándares ambientales del río Chili han permitido que la flora y la fauna pueda irse recuperando tras muchos años de contaminación. En ese sentido, es necesario continuar los esfuerzos para evitar que las empresas y personas continúen arrojando desechos al río Chili.

El denominado “Círculo virtuoso de agua”, promovido por Cerro Verde, constituye hoy un caso de éxito en la minería peruana, reconocido también en el exterior, y cuyo impacto puede ser graficado con el titular que publicó uno de los principales diarios de Arequipa, tras informar sobre el primer año de operaciones de la Planta de Tratamiento: “La Enlozada salvó al río Chili”. Lampadia




Legado natural y cultural debe ser puesto en valor

Legado natural y cultural debe ser puesto en valor

“En el Perú se ha producido un largo proceso de domesticación de plantas y animales que ha durado al menos diez mil años y de ninguna manera se ha interrumpido, porque continúa en la actualidad. Nuestro país es uno de los centros mundiales de origen de la agricultura y la ganadería”, sostiene Antonio Brack en su libro Perú Legado Milenario.

El hombre llegó a los Andes hace unos 20,000 años, desde entonces inició un largo proceso de adaptación y de transformación de su entorno para desarrollarse. La domesticación de plantas y animales fue una de las tareas primordiales que le permitieron alcanzar el sustento, base para la construcción de una civilización compleja.

Como sostiene Ruth Shady, la descubridora de Caral, “Con esa estructura social, los grupos humanos tejieron redes y manufacturaron embarcaciones para el aprovechamiento de los recursos marinos, fluviales y lacustres y domesticaron variadas especies vegetales, como papa, achira, camote, racacha, oca, quinua, quihuicha, kañihua, olluco, frijol, pallar, zapallo, algodón, calabaza, maíz, entre otras, o animales, como llama, alpaca, cuy, etc. Posteriormente, bajo la organización de las autoridades políticas y la producción de conocimientos por los especialistas, la transformación del paisaje fue mayor, aplicaron a los suelos tecnologías apropiadas” para hacerlas productivas, desde complicadas técnicas de conservación de agua e irrigación, así como el aprovechamiento de terrazas (andenes).

Existen cerca de 4,400 plantas nativas utilizadas por el hombre para 49 fines distintos. “182 de las cuales están domesticadas y 1,700 que se cultivan, pero también se hallan en forma silvestre. Pero detrás de estas cifras se esconde un largo proceso de descubrimientos y acumulación de experiencias, muy difícil de imaginar y más difícil de reconstruir”, señala Brack.

La labor y el conocimiento del hombre del Ande, convirtieron a nuestra civilización y al Perú en uno de las más grandes despensas mundiales. Como indica Brack: “A nivel mundial la domesticación se ha desarrollado en varios centros importantes, conocidos hoy como los centros de Vavilov, en honor al botánico ruso, I. N. Vavilov (1886-1942), quien se dedicó a su estudio y que también visitó al Perú”.

Según el científico ruso en China se domesticaron 136 especies; en India y zonas aledañas 117, Mediterráneo (España a Siria) 84; Cercano Oriente (Asia Menor, Irán) 83;  México y Centro América 49; Asia Central (Paquistán y Afganistán) 42; Etiopía 38. Finalmente en Sudamérica 150.

La domesticación de la papa, es quizá el aporte más significativo que ha efectuado el Perú y la civilización andina a la alimentación mundial. Domesticada hace unos 7,000 años en las inmediaciones del lago Titicaca, la papa fue la fuente de alimentación del hombre andino y posteriormente de Europa y del mundo entero. 

La papa se fue el remedio para las hambrunas que asolaron el viejo continente luego de Guerra de los Treinta Años (siglo XVII). Poco a poco se fue convirtiendo en el alimento de las masas. La revolución industrial no se entendería sin este cultivo que se transformó en base del menúde la clase obrera. Este tubérculo bendito crece en casi toda condición y su fuente de carbohidratos permite que las poblaciones de bajos recursos pueden tener algo que llevarse a la boca.

Otro aporte genial fue el de los auquénidos (llamas y alpacas) cuya lana es una de la fibras más codiciadas del mundo. 

Por si fuera poco el generoso suelo peruano acogió con facilidad los productos de otras tradiciones culturales lo que ha permitido que en nuestro país se siembre casi de todo. Este aporte no solo ha enriquecido y es fuente de una de las actividades culturales más emblemáticas de nuestro país: la gastronomía, sino que permite el desarrollo de una industria agroexportadora pujante.

La riqueza de nuestra gastronomía y parte de nuestro enorme reserva de recursos naturales es una herencia valiosísima y  un potencial que hemos tardado en poneren valor, pero que lentamente se empieza a realizar. Un ejemplo de ello es el reciente éxito de la quinua, que debe terminar siendo el pasaporte para la difusión de los demás granos andinos (ver en Lampadia: La Quinua lleva a la sierra a los mercados globales y al desarrollo). Lampadia