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Castillo y Felipillo

Castillo y Felipillo

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 17 de diciembre de 2021
Para Lampadia

No sólo es cuestión de rima. El asunto también tiene que ver con la connotación del término. Efectivamente – para nosotros los peruanos – el término Felipillo tiene una connotación negativa. En todo caso, así nos lo enseñaron en el colegio, en los cursos de Historia del Perú. En ese sentido, ambos personajes se parecen mucho el uno al otro; Castillo y Felipillo – cada cual en su momento y su lugar – personifican a los tipos mentirosos, cínicos, tramposos, traicioneros… y demás malas hierbas.

Desde que se lanzó al ruedo político como dirigente sindical en el 2017 – con ocasión de la huelga magisterial que hiciera que un millón y medio de niños y jóvenes peruanos perdieran el año escolar – Castillo dio muestras de su talante traicionero. El acto público más descarado y cínico fue la finta de tirarse al suelo para simular una agresión policial inexistente. ¡Y pensar que ahora le revienta cohetes a la Policía Nacional del Perú (PNP), cada vez asiste a ceremonias oficiales de la institución policial!

Y desde que asumió la Presidencia de la República el 28 de julio pasado, los actos de traición presidencial se han repetido uno tras otro, cada vez con más frecuencia. El hecho de abanderar la lucha contra la corrupción, teniendo a su lado a personajes tan corruptos como su secretario personal, denota – de parte del presidente – un cinismo sin límite, y que la cruzada moralizadora que pregona a los cuatro vientos es sólo de la boca para afuera.

Porque ¿acaso no es traición reunirse subrepticiamente en una casa particular en Breña para negociar coimas y sobornos a cambio de contratos de obras públicas y otros favores políticos?

¿No es traición a las Fuerzas Armadas y Policiales inmiscuirse directamente – y sin tapujos – para manipular los ascensos castrenses, sin ninguna consideración por los méritos de los oficiales en carrera?

¿Cómo llamar – si no – al silencio presidencial frente a delitos tan flagrantes como la venta por lo bajo de pruebas de evaluación de conocimientos del magisterio nacional, sin ningún cuestionamiento al ministro del sector, a pesar de los señalamientos irrefutables que involucran a la mismísima hija del ministro en cuestión? ¡El que calla otorga!

¿Qué decir de la permisividad del presidente Castillo – y sus ministros – respecto de los bloqueos de vías públicas que conllevan a la paralización de importantes operaciones mineras, agrícolas, turísticas, y demás? ¿Acaso eso no es traición a la Patria?

Y así por el estilo, podría enumeran 1,000 actos de traición y corrupción presidencial, a pesar del poco tiempo transcurrido de su gestión. A ese respecto, tomemos consciencia de que esto no va a parar… hasta que se vaya Castillo. Mejor dicho, hasta que sea vacado por el Congreso de la República por incapacidad moral permanente. O, hasta que renuncie por presión de la ciudadanía.

La corrupción es como la adicción a las drogas. Todo empieza por un sobre, luego otro, y así sucesivamente hasta que los sobres se convierten en bolsas. Bolsas como las que ingresaron a altas horas de la noche a la casa de Breña, donde estaban reunidos el presidente Castillo – ahí sí sin sombrero, para pasar inadvertido – Karelim López con la bolsa, y el resto de la pandilla presidencial.

Por otro lado, la corrupción destruye la moral. ¡Ese es el problema! Efectivamente, después de la corrupción, aparecen y florecen la mentira, el cinismo, la trampa, y – finalmente – la traición.

El presidente Castillo – sus actos lo delatan – ya pasó por todas las etapas de degradación moral. Por eso puede mentir con tanto cinismo. Por eso puede hacer trampa sin que se le mueva un pelo. Por eso la traición le es tan natural. Por eso debe ser vacado o renunciar. Porque Castillo y Felipillo… son tal para cual. Lampadia

 




Ideas: Todas. Contrabando: Ninguno

Ideas: Todas. Contrabando: Ninguno

No podemos dejar de destacar algunas de las aseveraciones más desafortunadas de los candidatos que ya no saben qué hacer para ganar notoriedad, y que encierran falsedades abiertas o políticas fracasadas estrepitosamente, no en Mongolia, sino en el Perú.

Veamos algunos apuntes:

  • Verónika Mendoza ofrece ‘plan heterodoxo de García I’

La candidata y su postulante a la segunda vicepresidencia, el profesor de economía de la PUCP, Alan Fairlie, le ofrecen al país un programa de reactivación económica sacado de nuestra nefasta historia económica pre Constitución de 1993: del plan ‘García-Carbonetto’, que terminó de hundirnos en la más espantosa hiperinflación y empobrecimiento.

Fairlie aseguró que “el sueldo mínimo vital planteado por Verónika Mendoza permitirá la reactivación de la economía pues implica más capacidad de gasto”.

Pensión 65: “vamos a duplicar la cobertura y el monto que se les paga”.

¡Nuestros jóvenes no merecen vivir los mismo que nosotros los mayores!

  • Mendoza y Tierra y Libertad ofrecen ‘un nuevo Perú’

“Un nuevo Perú se levanta”.

Esta política refundacional, parecida a la del Chile actual con Bachelet, nos lleva a citar unas líneas del muy interesante y relevante “Diálogo de Conversos” de los chilenos Roberto Ampuero y Mauricio Rojas, que publicamos en Lampadia el 5 de enero pasado:

  • Ante la ofensiva socialista y el espíritu refundacional del gobierno de Bachelet, nuestros relatos de ex soñadores con el comunismo, se hacen relevantes para los jóvenes de ideas liberales que ven como resurge con fuerza una amenaza que parecía relegada a los museos.
  • ¿Echamos abajo todo lo que hemos edificado para construir desde el Estado algo que promete ser perfecto y maravilloso o reconocemos las deficiencias que obviamente tiene el modelo y lo vamos reparando, ajustando y perfeccionando, eliminando lo que no funciona y renovando en lo que amerita ser conservado?
  • La verdad es que la izquierda de hoy es más un ‘antialgo’ –el capitalismo, la globalización, el neoliberalismo, el materialismo, el comercialismo, etcétera- que un ‘por algo’.
  • Hay países que aprovecharán la globalización y otros no. Hay países que aprenden de sus errores e historia y otros no. Unos irán para arriba, otros para abajo y algunos tropezarán dos veces con la misma piedra.
  • Me preocupa que la democracia pueda ser usada contra la libertad, llevándonos a esa tiranía de la mayoría. Lo planteo a la luz de los recientes llamados a refundar la legalidad chilena por medio de una asamblea constituyente.
  • La forma más radical de este tipo de ideas es la propuesta de una asamblea constituyente, donde todo el poder estaría concentrado y Chile sería refundado de acuerdo a los humores de la mayoría que se diese en ese momento.
  • Guzmán lleva ‘dinosaurio’ a educación

Julio Guzmán se la pasa insultando a todos sus contendores, a los que califica de dinosaurios por, supuestamente representar, ideas de ayer.

Sin embargo, para un tema clave para el país, el de la educación, que además es calificado por el propio Guzmán como la base de su programa de gobierno, el ex (efímero) viceministro del gobierno del nacionalismo, ha invitado al ex general Mora para el tema de educación.

Mora presidió la comisión de educación del Congreso, desde la que a punta de insultos (¿coincidencia?) y prepotencia sacó la nueva ley universitaria, cuya filosofía es controlista, reguladora, unificadora, centralizadora y metete; todo lo contrario de la filosofía de la educación moderna que se va abriendo paso por el mundo. Un mundo en procesos de cambios profundos, con una revolución industrial que requiere mucha agilidad y libertad. Si Guzmán aborrece a los dinosaurios debiera haber calificado a Mora como uno de ellos, a no ser que, de repente, Guzmán sea, efectivamente, un topo del gobierno nacionalista (ya fue su viceministro dos veces).

  • Otra perla de Guzmán: “conoce mucho de Tía María”

Esta mañana en RPP, Guzmán dijo que conocía mucho de Tía María, que apoyaba el proyecto, pero que no podía ser que “de las más de 130 observaciones de las Naciones Unidas al EIA, no se hubiera levantado ninguna”. ¿O sea que esta ‘novedad’ en la política no solo se estira y pone un tonito forzado de mandón cuando habla, sino que además miente y desinforma descaradamente?

  • Más de Guzmán

Destaca [en RPP] que la educación infantil debe estar en manos de ‘profesionales’ del Estado. Lo mismo que la ley universitaria que impediría que en el Perú, un Vargas Llosa o Bill Gates, puedan tener una cátedra.

Guzmán se jacta de conocer el Estado pues en los vice ministerios en que estuvo, (Producción y PCM, por pocos meses) “conoció 400 y 600 personas” respectivamente. ¿Se la pasó saludando?

Lampadia