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Tenemos que construir las escuelas del futuro

Tenemos que construir las escuelas del futuro

Siguiendo con nuestra campaña pro una nueva educación pública para nuestros niños, compartimos ahora el informe de Daniela Blanco en Infobae, de Argentina, que analiza los aspectos más interesantes de la encuesta del World Innovation Summit for Education (WISE): “Cómo será la escuela en el año 2030”.

El informe confirma las conclusiones de todos los artículos que hemos presentado en las últimas semanas y plantea la necesidad de rediseñar la orientación de la educación pública hacia:

  • Convertir al alumno en el centro del proceso de enseñanza
  • Ver al maestro como un facilitador
  • Entender que la educación será “a medida” de los perfiles individuales de los estudiantes
  • Contemplar las habilidades interpersonales del alumno
  • El aprendizaje se volverá un proceso colaborativo
  • La educación será un proceso continuo
  • Innovar es un mandato y no una opción
  • Que el mercado laboral demanda una combinación de habilidades duras y blandas, entre las que figuran la curiosidad intelectual, la capacidad de adaptarse al cambio, la de trabajar en diferentes culturas y la de identificar y entender problemas, y la de trabajar en equipo

Habiendo profundizado en la necesidad de hacer una revolución educativa que comprometa a toda nuestra sociedad y, explorado las principales ideas sobre la educación del futuro en el mundo, hemos concluido y repetido varias veces, que el ministerio más importante para el futuro del Perú es el de educación. Pues es el único que puede causar un daño estructural y de largo plazo, si no superamos las trampas ideológicas que nos mantienen con la manos atadas para dar el gran salto educativo si y no se promueve una gesta nacional de superación acelerada y estratégica, que no deje de incorporar las mejores prácticas del mundo moderno ni de sumar el aporte educativo innovador del sector privado.

Veamos que nos dice Daniela Blanco:  

Escuela 2030: contenidos online, profesores como “guías” y un idioma global de enseñanza

Daniela Blanco

Infobae, informativo digital de Argentina

Orientación para el Futuro

Jueves 30 de octubre 2014

Glosado por Lampadia

Crédito: Shutterstock

No falta tanto para el año 2030. Son dieciséis años para proyectar una escuela y una manera de aprender y enseñar hacia el futuro que contemple e incorpore las transformaciones socio-históricas que imprime este frenético siglo XXI.

Seguramente ese espacio áulico, casi sagrado, con el profesor al frente de un grupo de alumnos sentados mirando hacia él, en el 2030, ya no será el mismo. La clave del debate será cómo y en qué eslabones del proceso educativo se instalará y ocurrirá esa reinvención.

Teniendo en cuenta uno de los aspectos más interesantes de esta encuesta 2014 que encaró el World Innovation Summit for Education (WISE)el futuro de la escuela y la educación se desprende sobre las bases de lo que hoy funciona bien. Y no necesita reinventarse por completo.

Ahora, ¿cuál será la justa medida entre la inyección renovadora que aportarán las nuevas tecnologías y la capacidad de discernimiento y profundización de los contenidos online o de la Big Data, esa acumulación casi paralizante de sobreinformación que inhibe muchas veces la posibilidad de pensar?

¿Cuál será el rol de los profesores? ¿Existirá un idioma global en la educación del siglo XXI? ¿Deberían las escuelas priorizar las habilidades personales por sobre el conocimiento académico? ¿Alcanzará con el diploma para la certificación profesional?

Estas son algunas de las preguntas medulares que se propuso abordar la iniciativa WISE -fundada en 2009 por la Fundación Qatar- por sus siglas en inglés, World Innovation Summit for Education , cuya cumbre mundial se realizó en Doha, Qatar.

La encuesta “Cómo será la escuela en el año 2030” se realizó entre 645 expertos globales entre el 3 y el 30 de junio de 2014. Infobae accedió en forma exclusiva al informe de las conclusiones de la encuesta WISE y aquí las presenta.

Inside sobre el futuro

El gran valor agregado de la encuesta de WISE lo completan los cinco expertos destacados que interpretaron cada una de las conclusiones y los datos duros de la investigación. Ellos son,el lingüista y filósofo norteamericano Noam Chomsky; el profesor indio, Sugata Mitra, de la Universidad de Newcastle, Inglaterra; John Mahaffie un estudioso del futuro de la educación y cofundador de la Asociación de Profesionales del Futuro; Yasar Jarrar, uno de los líderes de los Emiratos Árabes más brillantes del WEF (World Economic Forum ) y Julia Gillard, ex primer ministro de Australia y también ex ministra de Educación.

Conclusión 1: De las fuentes calificadas al valor del “click”

Este punto estuvo dividido entre los expertos que respondieron: aquí se plantea uno de los desafíos pendientes de la accesibilidad a los contenidos online. Se trata del valor y la jerarquización de las fuentes del saber. Casi la mitad de los encuestados (el 43%) refiere al contenido online provisto por personas especializadas y/o instituciones privadas como la fuente más importante de conocimiento.

El 13% de los encuestados priorizó como fuentes autorizadas a los factores externos del alumno: ambiente social y personal que lo rodea; mientras que el 8% cita el lugar de trabajo, y el 3 por ciento cita a las instituciones culturales como las principales fuentes de conocimiento en el futuro.

Conclusión 2: La innovación en educación será un atributo muy valorado

Este punto tuvo consenso categórico entre los que respondieron la encuesta. El 93% de los encuestados se mostró a favor de que las escuelas implementen métodos innovadores basados ​​en nuevos enfoques de enseñanza y procesos creativos. Sólo el 7% considera que las escuelas volverán a los valores fundamentales y las tradiciones.

¿Por qué resulta clave para los expertos la noción de innovación? Porque se extiende más allá de las nuevas herramientas de enseñanza, abarca a las pedagogías innovadoras y la redefinición de los roles tradicionales en todos los niveles de la educación.

Juan María Segura, autor del libro Yo qué sé. La educación argentina en la encrucijada (Editorial Dunken), precisa a Infobae: “Innovar es un mandato y no una opción. Hoy, con la evidencia contundente del abandono escolar en la región y los malos aprendizajes; es tiempo de canalizar la energía y el tiempo hacia formatos más interactivos, lúdicos y sociales, las instituciones no deberían ver en la innovación una opción sino una obligación impostergable”.

John Mahaffie: “La gente suele pensar que para innovar hay que gastar dinero y dar a cada estudiante una tablet o notebook. Hay enfoques alrededor del uso de la tecnología mucho más interesantes. Por ejemplo, cambiar la rigidez del sistema actual de clasificar a los niños por su edad sería una innovación social y pedagógica”.

Conclusión 3: el conocimiento académico se complementará con otros

El 75% de los encuestados piensa que las habilidades personales serán fundamentales y complementarán a los logros académicos. Mientras que el 42% de los encuestados piensa que el conocimiento académico será fundamental.

El especialista en educación Gabriel Sánchez Zinny es presidente de Kuepa, una iniciativa para introducir nuevas tecnologías en la educación latinoamericana y autor del libroEducación 3.0. La lucha por el talento en América Latina.

Agrega Sánchez Zinny: “En la sociedad del conocimiento del siglo 21, el mercado laboral demanda una combinación de lo que en inglés se denomina hard y soft skills, conocimientos académicos y prácticos. En estas habilidades del Siglo 21 figuran la curiosidad intelectual, la capacidad de adaptarse al cambio, la de trabajar en diferentes culturas y la de identificar y entender problemas, y la de trabajar en equipo”.

Conclusión 4: ¿sólo con el diploma alcanza?

En la escuela del futuro, los expertos se muestran divididos sobre la cuestión de la certificación y la evaluación. El 39% sostiene que los títulos universitarios seguirán siendo el método más importante de la evaluación; mientras que el 37% cree que el diploma tradicional será sustituido por certificaciones profesionales que evalúan habilidades tales como gestión, colaboración y creatividad.

Agrega Sánchez Zinny: “Aquí difiero con la mayoría de los encuestados que sugieren que las habilidades académicas serán menos importantes. Estas últimas seguirán siendo importantes, pero la escuela tendrá que enfocarse también a enseñar habilidades blandas. Lo que realmente es diferente en este nuevo siglo es la necesidad de adaptarse mucho más al cambio permanente que viven casi todas las industrias”.

Conclusión 5: enseñar y aprender serán dos procesos muy diferentes

De acuerdo con el 73% de los expertos WISE, el papel de los profesores se desplazará hacia el de “guía”, de “mentores” de los estudiantes a lo largo de sus trayectorias de aprendizaje autónomo.

Para la minoría, un 19% cree que empoderar a los docentes está muy bien, ya que su responsabilidad principal será la de entregar conocimiento. Un 8% imagina funciones más limitadas para los profesores, a quienes colocan como los principales responsables de la validación en la línea de trabajo del estudiante.

Sánchez Zinny analiza: “La encuesta de Wise sobre el futuro de la educación parece confirmar lo que ya se ve en algunos sistemas educativos, donde la tecnología está cambiando la forma de enseñar y aprender; donde el alumno se convierte en el centro del proceso de enseñanza, y el maestro es más bien un facilitador, con la posibilidad también de poder dedicarle más tiempo a los alumnos que más lo necesitan. Con las nuevas tecnologías todos pueden aprender a su propio ritmo, y acorde a sus intereses”.

Conclusión 6: la educación se convertirá en un esfuerzo de por vida

El 90% de los expertos consultados cree que la educación será un proceso continuo, que se extenderá a lo largo de la vida profesional del estudiante/graduado. Sólo el 10 por ciento de los encuestados cree que el sistema tradicional.

Conclusión 7: planes de estudio “a medida”

El 83% de los expertos cree que el contenido pedagógico tendrá que adaptarse y será “a medida” de los perfiles individuales de los estudiantes. El 17% restante de los encuestados cree que los planes de estudio seguirán siendo actualizados y normalizados.

El profesor Mitra pone la lupa sobre dos aspectos fundamentales que propone esta encuesta y engloba ir hacia métodos más holísticos a la hora de enseñar: “Hay que contemplar las habilidades interpersonales del alumno. Eso dice más de él que las altas calificaciones en las disciplinas clásicas, como matemáticas o historia. En la encuesta, el 83% de los expertos sostienen que los planes de estudio serán a medida de las necesidades de cada estudiante y el aprendizaje en sí mismo se volverá un proceso más colaborativo”.

Conclusión 8: el sector público no va a tener el monopolio de la educación

El 70% de los encuestados piensa que el Estado no va a ser la principal fuente de financiación para la educación. Y que en su lugar será financiado principalmente por las familias (43%), o patrocinadores o sponsors de la empresa (27%). Sólo el 30% de los expertos creen que la financiación será administrada en su totalidad por el sector público.

Cómo se financiará la educación en el futuro es otra de las preguntas que atravesó la encuesta de WISE. Y de vuelta aparece la apelación al equilibrio y no a la polarización de las estrategias: encontrar el equilibrio entre los intereses públicos y los recursos privados.

Julia Gillard, ex primer ministro de Australia y también ex ministra de Educación, cree que un modelo mixto maximizará la accesibilidad, sin comprometer la diversidad.

Yasar Jarrar: “Una vez que se ha completado la educación básica -que siempre debe permanecer bajo el Estado o la financiación pública- los empleadores deben pagar por la educación superior, ya que son las entidades que obtendrán el mayor beneficio. En este sentido, la empleabilidad y las fuerzas del mercado tendrían un impacto directo en los programas escolares y pone en discusión quién decide que algunas disciplinas queden en el camino”.

Conclusión 9: el acceso y uso de la Big Data cambiará el panorama

Sobre el impacto de la Big Data en el futuro de la educación, el consenso entre los expertos es contundente: el 95% coincide que jugará un papel central en la accesibilidad a nuevos conocimientos. Sólo el 5% de los expertos cree que la Big Data no tendrá impacto en el futuro de la educación. Pero para los mismos consultados, los efectos de la Big Data aún son inciertos.

Otra de las conclusiones de la encuesta WISE se refiere a la globalización y al uso y enseñanza de una lengua común a la hora de aprender.

El 65% de los expertos cree que el lenguaje utilizado en la educación no será local o nacional, sino mundial (46%) o regional (19%). El 35 por ciento restante creen que las lenguas vernáculas y nacionales continuarán dominando la educación.

El nuevo rol de los maestros

Según la mirada de los expertos en la encuesta, en el 2030 la figura convencional del maestro frente al aula se desdibuja y aparece un nuevo contrato aúlico entre docente-alumno.

El papel tradicional de los maestros como el único disparador del saber quedará obsoleto. Así el 83% de los expertos encuestados anticipan un cambio hacia una educación más individualizada, donde el papel tradicional del docente como el experto, o la fuente máxima de conocimiento cambie a medida que las aulas tradicionales se diversifican y se alimentan de la riqueza de la multiculturalidad.

Como John Mahaffie prevé: “El papel del profesor tradicional será reemplazado por ser un “facilitador del aprendizaje”.

Julia Gillard fundamenta los beneficios de las aulas del futuro: “Las clases dirigidas por un solo profesor se transformarán en salas de reuniones, donde los estudiantes intercambiarán ideas y opiniones, bajo la guía de un facilitador experimentado”.

Los resultados de la encuesta demuestran que está ampliamente aceptado que la web será fundamental en la construcción de las escuelas del futuro.

Sugata Mitra lo describe así: “La escolarización se convertirá en una red con una estructura tipo donde el aula será su nodo”. Y agrega: “El aprendizaje en línea y el aprendizaje en grupo no son mutuamente excluyentes. No debemos confundir estar en línea con estar solo o aislado. Se puede interactuar y estar juntos, mirando una pantalla. De eso se trata un entorno, algo completamente diferente a estar solo en casa con un ordenador “.

Segura, que lidera el reclutamiento en el Cono Sur concluye: “La escuela actual no tiene las capacidades para innovarse desde adentro, y se encuentra presa de su agenda como de su práctica histórica y de sus competencias. Adicionalmente, el Estado no tiene los incentivos políticos para repensarse como sistema, dado que los plazos de concreción de las reformas educativas van a destiempo con la política”.

“Por ello, el cambio hacia la escuela del 2030 delineado con tanta claridad y contundencia por los expertos en esta encuesta de WISE no se dará con naturalidad. Es importante que la sociedad entera se involucre en la transformación del sistema”.

Lampadia

Ver nuestras publicaciones anteriores:

Una revolución educativa sin costos adicionales 

Necesitamos un sistema educativo para el siglo XXI

Hay un sesgo ideológico en contra del sector privado

¿Las escuelas matan la creatividad?

La educación está en crisis y nosotros estamos de fiesta