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Educación Escolar: Fijemos la perspectiva correcta

Educación Escolar: Fijemos la perspectiva correcta

ANÁLISIS SOBRE LA COYUNTURA Y VISIÓN DE LA EDUCACIÓN ESCOLAR

Con todo el ruido y confusión alrededor de la interpelación del Ministro de Educación, Jaime Saavedra, estamos perdiendo de vista lo importante:

¿El modelo educativo escolar actual, es lo que el Perú necesita para dar educación de calidad a nuestros niños y jóvenes? ¡En nuestra opinión, la respuesta es que NO! Veamos:

Hace décadas perdimos la posibilidad de proveer buena educación. Todo empezó en la dictadura militar. Primero, porque desde entonces se empezó a tratar la educación escolar con una filosofía castrense y se desató una persecución de la educación privada. Segundo, porque la hiperinflación que se inició en la dictadura no pudo compensar el impacto de la dilución de los ingresos de los maestros y optó por acortar las horas lectivas y acortar las horas de trabajo para que los maestros hicieran caja en lo que pudieran. Esto alejó a los maestros de su vocación, los llevó a la miseria y los ‘obligó´ a recurrir a un gremialismo reivindicativo que devino en la politización del magisterio. Ver en LampadiaLa tragedia de los servidores del Estado

Un primer llamado a la reacción se produjo en CADE 1995, donde el visionario colombiano, Juan Luis Londoño, nos instó a emprender ‘un shock educativo’. Lamentablemente, el país no supo reaccionar.

Más adelante, en el 2001, IPAE organizó un CADE por la Educación y la Cultura, en el que la presentación central estuvo a cargo de León Trahtemberg (ver CADE: Los empresarios redescubren la educación). Como era de esperarse, Trahtemberg hizo un excelente diagnóstico y propuestas de acción. Sin embargo, llamativamente, el entonces Ministro de Educación, Marcial Rubio, hoy Rector de la PUCP, sentado en primera fila, hacía ‘Origamis’  mientras Trahtemberg exponía. Evidentemente el país perdió otra oportunidad de reaccionar.

Más cerca, en CADE 2014, el especialista de Harvard, Lant Pritchett, Presidente de la Maestría en Políticas Públicas del programa de la Escuela de Gobierno Kennedy de Harvard para el Desarrollo Internacional, nos dijo que en las mediciones de performance (PISA) estábamos 100 puntos por debajo de Vietnam y que solo mejorábamos un punto por año, para luego plantear la necesidad de que emprendiéramos un ‘Big Bang’. En el mismo evento, en la revisión de la visión de IPAE, ‘Visión del Perú al Tercio de Siglo’, se insistió en la necesidad de emprender una verdadera revolución educativa, hacer un salto cuántico. Tampoco sirvió de mucho.

El 17 de mayo de 2016, hace solo siete meses, en dos eventos diferentes, el Ministro de Educación, Jaime Saavedra, en el  Simposium Internacional del Oro y la Plata y Lant Pritchett en el Primer Foro de Educación de la Alianza del Pacífico, hicieron sendas presentaciones sobre la educación escolar en el Perú. Ver en Lampadia: Mirando el ombligo perdemos año tras añoLa educación está en crisis y nosotros estamos de fiesta. Veamos algunos de sus mensajes:

La Educación en el Perú según el Ministro Saavedra
El Ministro de Educación, Jaime Saavedra, hizo una cerrada defensa del manejo de la educación en el gobierno de Ollanta Humala y de la educación pública, desconociendo (una vez más) el aporte del sector privado:
•    ¿Cuál es la gran diferencia entre Perú y Canadá? Que en Canadá, la mayoría de niños van a colegios públicos.
•    En los países de la OCDE, a la que queremos acceder, la educación básica es pública.
•    El Perú dedica muy pocos recursos a la educación. Tenemos una educación mediocre y esto no parece importarle a nadie.
•    A pesar de todo, hemos avanzado.
•    El salario promedio de los maestros es de S/. 2,000, un tercio del ingreso real de hace 30 años.
•    La ruta futura es la de una reforma integral que abarque salarios, infraestructuras y otros.
•    La inversión en infraestructuras ha pasado de S/. 2,100 millones el 2011 a S/. 3,500 el 2016.
•    La mayoría de colegios tiene dos y hasta tres turnos por día, una decisión de los años 70. Se ha pasado un buen número de colegios a jornada completa.
•    Se ha reforzado el rol del maestro.
•    Los aumentos de salarios serán en función de la meritocracia.
•    Hemos aumentado el presupuesto de 3% del PBI a 4%, para “dar la educación pública que se merecen nuestros niños”.

La Educación en el Perú según Lant Pritchett
El experto de Harvard habló de los retos de la educación en los países de la Alianza del Pacífico (AdP): Colombia, Chile, México y Perú, con referencias específicas a nuestro país: 
•    Se debe buscar una base sólida y alcanzar las estrellas.
•    Los países no solo necesitan trabajadores con capacitación adecuada, también necesitan emprendedores, líderes políticos, líderes sociales y, para el liderazgo se necesita un sistema que pueda producir estrellas.
•    La buena noticia es el acceso casi universal a la educación.
•    Pero, confunden objetivos de escolaridad con objetivos de educación.
•    Los chicos que salen de los colegios, ¿están capacitados para ser los trabajadores del siglo XXI? – Sin dudas, ¡No¡
•    Están atrasados con respecto a los países más avanzados y con respecto a países similares y más pobres.
•    Los peores alumnos de Corea del Sur, el 10% más atrasado, lo hacen mejor que el promedio de los países de la AdP.
•    Incluso Vietnam obtiene mejores resultados en la prueba Pisa que el promedio de los países de la OCDE, cuyo promedio es de 500 puntos (el puntaje de Dinamarca).
•    El 10% más atrasado de Vietnam es mejor que el promedio del Perú.
•    Veo cierta complacencia con lo que se está haciendo en América Latina.
•    En Colombia solo el 0.3% de los alumnos alcanza niveles de 5 o 6 y en el Perú y México solo el 0.6%.
•    Menos del 1% de los estudiantes de 15 años de la AdP tiene un nivel que les permitirá ser líderes globales en cualquier campo.
•    No hay ninguna correlación entre performance económica y escolaridad.
•    El aprendizaje si se correlaciona positivamente con el crecimiento de la economía y la productividad.
•    El Perú está 100 puntos detrás del promedio de la OCDE.
•    Su avance es en promedio de 1 punto por año.
•    Este retraso “no se arreglará para sus hijos, ni para sus nietos, bisnietos, tataranietos, choznos (trastataranietos) y bichoznos”.
•    “Para resolver esto, tienen que ser audaces”.
•    Así como muchos jóvenes en sus países (AdP) piensan que pueden ser campeones mundiales de futbol, la misma visión debe lograrse con respecto a la educación..
•    Ustedes tienen que cambiar el ‘momentum’ de éxito en escolaridad por éxito en aprendizaje.
•    Las reformas parciales y la expansión de los inputs de escolaridad, no se acercarán a las necesidades de aceleración de performance que necesitan.
•    Miren la diferencia entre una araña y una estrella de mar:
La araña es un sistema en que todas las decisiones se toman en el centro. Es un sistema que funciona de arriba hacia abajo.
La estrella de mar no tiene cerebro, es una colección de tentáculos unidos, pero cada uno de ellos responde a estímulos locales.
•    El sistema que trabaja para dar una performance de alta calidad es el de la estrella de mar.
•    Ustedes necesitan un sistema que empodere a los maestros para que tomen acciones que les permitan cumplir el rol profesional de ser amables, dedicados a cada estudiante y responder a las circunstancias locales.
•    El acceso a infraestructuras e inputs tiene muy poco impacto en lo que se busca.
•    Lo que hace la diferencia son las habilidades blandas de los maestros que tienen prácticamente el mismo impacto que la característica de los hogares y los niños.
•    Lo que necesitamos es un sistema en el que muchas personas traten de mejorar muchas cosas y que recompense lo que funciona bien y se deshaga de lo que no funciona.
•    Necesitamos un sistema que genere innovación, decida qué  funciona, que lo reproduzca y multiplique en tiempo real.
•    El director de un colegio no debe ser recompensado solo por cumplir los procesos, debe hacerse por lograr el éxito.
•    Por lo tanto, se requiere crear un sistema impulsado por objetivos  de una estructura del tipo de la estrella de mar, que se caracterice por ser abierto, operado localmente, presionado por resultados, estructurado profesionalmente, apoyado técnicamente y con financiamiento flexible.
•    “Como se necesita innovación, se necesita al sector privado”.
•    Todo esto es lo contrario de lo que tienen, un sistema tipo araña, cerrado, no opera localmente, no se presiona por resultados, solo se hace por el cumplimiento de procesos e inputs y no por la performance educativa.
•    No se trata de atacar a los maestros. Ningún país a creado un sistema educativo de alta performance atacando a los maestros.
•    Ustedes tienen que promover una ‘buena enseñanza’.

Luego de estos desarrollos le hicimos llegar al ministro la propuesta de un ‘Pacto Social por la Educación’, que tampoco mereció ninguna atención. El siguiente cuadro representa una última versión de nuestra propuesta:

Posteriormente, mientras más hemos investigado sobre la educación del futuro, hemos entendido que el énfasis en las pruebas PISA es equivocado. Así lo hemos reportado en boca de expertos globales en educación escolar. Ver:

Educación y Habilidades para el Futuro

Una revolución educativa sin costos adicionales 

Necesitamos un sistema educativo para el siglo XXI

Hay un sesgo ideológico en contra del sector privado

¿Las escuelas matan la creatividad?

Ahora, en plena euforia por PISA, hemos dado con los twitts del famoso economista de Columbia University, Xavier Sala-i-Martín, que son muy ilustrativos: 

Lo importante entonces resulta ser el paradigma educativo. Aquel que permita el aprendizaje que empodere a los niños para ser ciudadanos plenos del mundo del siglo XXI, algo muy alejado de lo que estamos haciendo en el Perú. Todo este enfoque puede verse en la presentación de Ken Robinson en TED, que volvemos a presentar  a continuación:

Esperamos que este análisis contextual de la educación escolar nos sirva en estos días de luchas que van más allá de la educación y que ojalá  termine en que de una vez por todas asumamos el gran reto de apostar por una revolución educativa, que con audacia y sentido de urgencia, nos permita brindar calidad educativa para que en el mundo de la ‘cuarta revolución industrial’, nos aseguremos que nuestros chicos tengan las mismas oportunidades que los del resto del mundo. Lampadia

 




La calidad de los maestros: Clave para la educación escolar

La calidad de los maestros: Clave para la educación escolar

Hace una generación, los maestros podían estar seguros de que lo que le enseñaban a sus alumnos les brindarían las habilidades necesarias para el resto de sus vidas. Hoy en día, los profesores tienen que preparar a los estudiantes para adaptarse a un mundo cambiante, para trabajos que todavía no han sido creados, para utilizar tecnologías que aún no se han inventado y para resolver problemas sociales que no podemos ni imaginar. Y muchas de las dificultades sociales y económicas del mundo también empiezan en las puertas de las escuelas.

Es hora de que los gobiernos, los sindicatos de docentes y los organismos profesionales redefinan el rol de los profesores y creen un sistema que ayude y prepare a los maestros a desarrollarse en sus carreras y satisfacer las necesidades de los estudiantes del siglo XXI.

Lamentablemente, en el Perú seguimos inspirados por las ideas del siglo XX (control central, regimentación y uniformización). Además, la educación pública sigue secuestrada por un sindicato clasista, politizado y reivindicativo que ya no tiene razón de existir desde el punto de vista del reto de mejorar aceleradamente la educación en el Perú. Efectivamente, por décadas hemos maltratado y descuidado al maestro, pero en el futuro necesitamos convertirlo en el punto de apoyo de la palanca que nos permita impulsar una revolución educativa. Una de las piezas centrales del proceso educativo, como lo plantea The Economist, en el ensayo que reproducimos líneas abajo.

Teniendo las necesidades y retos que tenemos, el gobierno sigue desalentando y hasta combatiendo la participación del sector privado en la educación, a pesar de que en los últimos años se han desarrollado experiencias privadas que han producido maestros de excelente calidad de los mismos egresados de las escuelas normales que trabajan en el Estado, solo con buena dirección, sentido de misión y buena capacitación. Los esfuerzos del sector privado han logrado, además, incorporar al proceso educativo los estándares y las tecnologías más avanzadas del mundo, con ofertas de valor cada día más accesibles a las clases menos pudientes.

El Ministerio de Educación, en vez de promover más desarrollos privados y acercarse a los existentes para proyectar estas experiencias exitosas al resto de la sociedad mediante APPs o cualquier otra forma de colaboración, cegados por ideologías decimonónicas o por ‘ideas muertas’, pretenden apagar las únicas luces que hemos producido para marcar el camino de la gran gesta educativa que debemos emprender.

En los últimos días, en Lampadia hemos publicado varios análisis sobre la educación escolar en el Perú. Hemos comparado la visión del actual ministro de educación con la de un experto de Harvard, presentado las ideas de Ken Robinson sobre como preservar la creatividad de los niños y una entrevista de la Hora N a Gonzalo Galdós de Futura Schools. Ver en Lampadia:

La educación está en crisis y nosotros estamos de fiesta

¿Las escuelas matan la creatividad?

Educación para los nuevos tiempos

Ahora presentamos el reciente informe de The Economist sobre la reforma educativa, que pone todo el énfasis en la formación de los maestros. El informe plantea que, hasta ahora, el trabajo del maestro ha sido relativamente descuidado, con todo el foco en los cambios estructurales o de infraestructura. Baja sustancialmente el peso que se pone en el nivel de inversión. Y dice que las inversiones en los sistemas escolares son completamente irrelevantes si no se cambian el ‘cómo’ y ‘qué’ aprenden los niños. Por eso, lo que importa es lo que los profesores hacen y piensan. La respuesta, al final, siempre está dentro de las aulas.

The Economist afirma que el dinero es menos importante de lo que parece. Esto es una gran diferencia con lo afirmado por Saavedra hace tan solo unos días en una entrevista con Semana Económica. El problema, a diferencia de lo indicado por nuestro popular Ministro, no es el dinero. Los maestros en Finlandia, por ejemplo, ganan el sueldo promedio de la OCDE y son el epítome mundial de la buena educación. Lo importante es tener un balance entre horas de trabajo y sueldo; además de una buena preparación académica. En Shanghai, por ejemplo, los maestros no recibirán bonos o un ascenso a menos que puedan demostrar que colaboran entre ellos para mejorar en sus métodos de enseñanza y que además sus estudiantes obtengan mejores rendimientos.

Lo que logremos en educación en los próximos años será determinante de la calidad de vida de nuestros ciudadanos. No dejemos de informarnos y de participar en la formación de una nueva visión sobre el camino que debemos emprender. Lampadia

La reforma educativa

Enseñando a los maestros

La buena enseñanza se ha visto siempre como una habilidad innata. Pero los reformadores están demostrando que los mejores profesores se hacen, no nacen.

Publicado por The Economist

11 de junio de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

A los niños de 11 y 12 años, en su clase de matemáticas, Jimmy Cavanagh parece ser un maestro nato. Es cálido pero firme. Su voz es fuerte. Las respuestas correctas lo hacen sonreír. Y sin embargo, no es su ánimo lo que explica por qué sus alumnos en la North Star Academy en Newark, Nueva Jersey, pueden esperar ir a la universidad, a pesar de que el 80% de sus familias necesitan ayuda para pagar las comidas escolares.

Cavanagh es el producto de una nueva manera de formación de profesores. En lugar de gastar su tiempo reflexionando sobre el significado de la educación, él y sus compañeros se han perfeccionado en el arte de dictar clases. Sus docenas de técnicas perfeccionadas cubren todo, desde la disciplina para asegurarse de que todos los niños piensen arduamente. No se desperdicia ningún segundo. Los maestros de North Star pueden parecer naturales, pero son todo lo contrario.

Son o han sido como muchos de sus colegas de North Star, Cavanagh está inscrito en la Escuela Superior de Educación de Relay. Junto con instituciones similares en todo el mundo, Relay está aplicando las lecciones de la ciencia cognitiva, educación médica y entrenamiento deportivo para el suministro de mejores maestros. Al igual que los médicos en las salas de enseñanza de los hospitales, sus estudiantes a menudo se entrenan en excelentes instituciones y aprenden de compañeros experimentados y de alto calibre. Su técnica se calibra, practica y entrena, y es evaluada sin descanso como con un atleta de alto nivel. Jamey Verrilli, que dirige la rama de Newark del Relay (hay otras siete), afirma que el método enseña la docencia como lo que es: no un don innato, ni un refugio para aquellos que, como el viejo dicho afirma, “no lo pueden hacer”, pero “un arte increíblemente intrincada, compleja y hermosa”.

Hola, Mr. Chips

Hay pocas artes más necesarias. Muchos factores determinan el éxito de un niño, pero en las escuelas, nada importa tanto como la calidad de la enseñanza. En un estudio actualizado el año pasado, John Hattie de la Universidad de Melbourne analizó los resultados de más de 65,000 artículos de investigación sobre los efectos de cientos de intervenciones sobre el aprendizaje de 250,000 alumnos. Él encontró que el hecho de que los padres se preocupen mucho por el tamaño de las clases o uniformes hace poca o ninguna diferencia en el aprendizaje de los niños (ver tabla). Lo que importa es la “experiencia docente”. Las 20 maneras más eficaces identificadas por el estudio para mejorar el período de aprendizaje en las escuelas, dependen de lo que lo hace el  maestro en el aula.

 

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Eric Hanushek, economista de la Universidad de Stanford, ha estimado que durante un año académico los alumnos enseñados por maestros en el percentil 90 por efectividad, aprenden el equivalente de los contenidos de 1.5 años de estudio. Los enseñados por maestros en el percentil 10 aprenden el equivalente de medio año de contenidos. Se han encontrado resultados similares en países desde Gran Bretaña hasta Ecuador. “Ningún otro atributo de las escuelas tiene tanta influencia en el rendimiento de los estudiantes”, dice.

A las familias ricas les resulta más fácil compensar los malos profesores, por lo que una buena enseñanza ayuda mayormente a los niños más pobres. Tener un maestro de alta calidad en la escuela primaria podría “subsanar” el impacto de la pobreza en las calificaciones de la escuela, según el estudio co-escrito por Hanushek. Thomas Kane, de la Universidad de Harvard, estima que si los niños afroamericanos fueran enseñados por el top 25% de los profesores, la brecha entre negros y blancos se cerraría en ocho años. Añade que si el profesor estadounidense promedio fuera tan bueno como los que están en el cuartil superior, la brecha en resultados de las pruebas entre Estados Unidos y los países asiáticos se cerraría en un plazo de cuatro años.

Dichos estudios hacen hincapié en el poder de la buena enseñanza. Sin embargo, una pregunta ha perseguido a los políticos: ¿los buenos maestros nacen o se hacen? Los prejuicios sugieren la primera opción. Los malos maestros son presentados como perezosos y personas que odian a los niños. Los buenos e inspiradores maestros, por su parte, se presentan como dotados con dones sobrenaturales. El 70% de los estadounidenses piensan que la capacidad de enseñar es más el resultado del talento innato que de la formación.

[En el Perú existen experiencias educativas sumamente exitosas. Por ejemplo, hemos dado cuenta de Innova Schools (Ver en LampadiaLa Capacitación produce milagros). Una cadena de 23 colegios privados creada por el Grupo Interbank de Carlos Rodríguez Pastor, la cual ofrece educación de alta calidad (debidamente medida) en las zonas emergentes. Pone a disposición de los alumnos la mejor infraestructura, modelos educativos de avanzada con tecnología de punta, maestros altamente capacitados y énfasis en valores.]

Elizabeth Green, autora de “Construyendo un mejor maestro”, lo llama el “mito del maestro nato”. Esta creencia hace que encontrar un buen maestro sea como buscar oro.

Hay una buena dosis de sentido común en esto. En ciudades como Washington, DC, la remuneración ligada al rendimiento y (más importante) al despedido de los peores maestros ha impulsado mejoras en los resultados de las pruebas. Pero depender de la contratación y el despido sin abordar las formas en que los maestros enseñan es poco probable que funcione. Los ‘expertos’ en política educativa han descuidado lo que uno de ellos llama “la caja negra del proceso de producción” y otros llaman “el aula”. Abrir esa caja negra muestra dos verdades importantes: Un buen trozo de lo que los profesores (y otros) piensan sobre la enseñanza está mal, y las formas de enseñar mejor (a menudo mucho mejor) se pueden aprender.

En 2014, Rob Coe de la Universidad de Durham, Inglaterra, indicó en un informe sobre qué hace que una enseñanza sea buena y porque muchas técnicas de uso común en el aula no funcionan. Alabar sin mérito, agrupar por capacidades y aceptar o fomentar “estilos de aprendizaje” diferentes de los niños son métodos ampliamente utilizados, pero son malas ideas. También lo es la noción de que los alumnos pueden descubrir ideas complejas por sí mismos. Los maestros deben impartir el conocimiento y el pensamiento crítico.

Aquellos que lo hacen, encarnan seis aspectos de una grandiosa enseñanza, como identifica Coe. La primera y la segunda preocupación son sobre sus motivos y sobre cómo seguir adelante con sus compañeros. La tercera y cuarta involucran el buen uso de su tiempo, fomentando el buen comportamiento y altas expectativas. Lo más importante, sin embargo, son el quinto y sexto aspectos, la instrucción de alta calidad y el llamado “conocimiento didáctico del contenido”, una mezcla de conocimiento de la materia y el oficio de enseñanza. Su esencia la define Charles Chew, uno de los “maestros masters principales” de Singapur, un grupo de élite que guía a las escuelas de la isla: “Yo no enseño física; Yo enseño a mis alumnos cómo aprender física”.

Las ramas del árbol de Aprendizaje

Maestros como Chew sondean a todos los estudiantes. Asignan tareas de escritos cortos que fomentan que los niños piensen y permiten que los maestros evalúen el progreso. Sus clases se planifican con un objetivo claro y una estrategia de cómo llegar a él con el liderazgo del maestro, pero interactivamente. Ellos anticipan los errores, tales como la tendencia a mezclar residuos y decimales. Los niños tienden a distraerse, por lo que varían las formas en que practican cosas, ya que la ciencia cognitiva ha demostrado que esto ayuda a la retención a largo plazo.

Estas técnicas funcionan. Un informe de la OCDE publicado en febrero se encontró  que existe una relación entre el uso de este tipo de estrategias de “activación cognitiva” y las altas calificaciones en los países ricos. El uso de memorización o el aprendizaje entre alumnos era común en los alumnos rezagados. Un estudio reciente realizado por David Reynolds compara la enseñanza de matemáticas en Nanjing y Southampton, donde trabaja. Encontró que en China, se utilizó “la interacción de toda la clase” el 72% de las veces, en comparación con sólo el 24% en Inglaterra. Estudios anteriores realizados por James Stigler, psicólogo de la UCLA, encontraron que las aulas estadounidenses estaban llenas de preguntas de “qué”. En Japón, los maestros preguntaron más “por qué” y “cómo”, preguntas que comprueban que los estudiantes entiendan lo que están aprendiendo.

Según Marie Hamer, jefa de la formación del profesorado: “Con demasiada frecuencia, a los maestros se les dice en qué mejorar, pero no se les da una orientación clara sobre cómo hacer el cambio”.

David Steiner, del Instituto Johns Hopkins de Políticas de Educación, en Baltimore, caracteriza a muchas de las instituciones de formación de maestros de Estados Unidos como “esclerótica”. Es más fácil ganar un título de educador, que lograr las notas que las universidades de Estados Unidos les piden a sus atletas. Algunos países son mucho más selectivos. Lograr ser aceptado para un grado de educación en Finlandia es casi tan competitivo como entrar a MIT. Pero incluso en Finlandia, los profesores por lo general no se encuentran en el tercio superior de los graduados en matemáticas o habilidades literarias.

En Estados Unidos y Gran Bretaña, la formación ha sido fuerte en teoría y leve en prácticas en el aula. Rod Lucero de la Asociación Americana de Escuelas de Formación de Profesores (AACTE), admite que las prácticas no están a la altura de la “práctica clínica”.

Esto encaja con un patrón de investigación de Kane, que revela ser “casi constante”: los nuevos maestros carecen de capacidades de manejo de la clase y habilidades para  instruir. “Los cirujanos comienzan en cadáveres, no en pacientes vivos”, señala Kane.

“Hemos pensado mucho acerca de cómo enseñar a jóvenes de 22 años,” dice Scott McCue, que dirige Sposato. Él y sus colegas han organizado una buena enseñanza en una “taxonomía” de cosas de qué hacer y decir. “De las 5,000 o más cosas incluidas en una enseñanza sorprendente”, dice Orin Gutlerner, director fundador de Sposato, “queremos asegurarnos de que puedan hacer las 250 más importantes”.

El plan de estudios de las nuevas escuelas se ve influenciado por gente como Doug Lemov. Un ex profesor de inglés y fundador de una escuela en Boston, Lemov utiliza pruebas de puntuación para identificar algunos de los mejores maestros de América. Después de visitarlos y analizar los videos de sus clases para averiguar exactamente qué hicieron, creó una lista de 62 técnicas. En muchos de ellos, los elementos básicos son la atención de los alumnos. Los “mejores” hacen que los profesores reciban a los alumnos en la puerta; una “voz fuerte” explica que los maestros más eficaces se quedan quietos cuando hablan, utilizan un registro formal, tienen un lenguaje ‘económico’ y no terminan sus frases hasta tener la atención plena en sus clases.

Pero la mayor parte de las técnicas de Lemov tienen el propósito de aumentar el número de alumnos que piensan en una clase y la cantidad de tiempo que lo hacen. Técnicas tales como una  “llamada fría” y “girar y hablar”, donde los alumnos tienen que explicar sus pensamientos rápidamente a un compañero, dan los entrenamientos cognitivos, comunes en las aulas de Shanghai y Singapur, que frecuentemente salen en la mejor posición en las comparaciones internacionales.

Este nuevo enfoque se asemeja en cierto modo al espíritu colectivo de las mejores escuelas de Asia. Pocos profesionales están tan aislados en su trabajo, o tienen tan poca información, como los maestros occidentales. Hoy en día, el 40% de los maestros de la OCDE nunca han enseñado junto a otro maestro, observó un estudio. Simon Burgess, de la Universidad de Bristol, dice que la enseñanza sigue siendo “una profesión a puertas cerradas”, añadiendo que los sindicatos de maestros han hecho que sea difícil para los observadores tomar notas en clase. Como resultado, quienes sufren las consecuencias son los alumnos, dice Pasi Sahlberg, un ex alto funcionario del departamento de educación de Finlandia. Él atribuye gran parte del éxito de su país es la cultura de la colaboración de los docentes finlandés.

Además de permanecer aislados, los profesores carecen de esquemas bien definidos para mejorar. Gutlerner señala que la enseñanza es la única profesión que le exige lo mismo a los novatos como a los veteranos con 20 años de experiencia. Gran parte de lo que pasa por “desarrollo profesional” es muy débil, al igual que los sistemas de evaluación. En 2011 un estudio en Inglaterra encontró que sólo el 1% de los cursos de formación de profesores ayudaba a convertir una mala práctica en la buena enseñanza.

El New Teacher Project sugiere que después de la detonación de mejoras al inicio de sus carreras, los maestros rara vez mejoran. Esto puede ser porque no saben que tienen que mejorar. Tres de cada cinco profesores de bajo rendimiento en los Estados Unidos piensan que están haciendo un gran trabajo. El exceso de confianza es común en otros lugares: nueve de cada diez profesores de la OCDE dicen que están bien preparados.

No tiene porque ser de esta manera. En un amplio estudio publicado en marzo de Roland Fryer de la Universidad de Harvard encontró que “una gestión del desarrollo profesional”, donde los maestros reciben instrucciones precisas, junto con información específica, bajo la tutoría de un profesor líder, tuvo un fuerte efecto positivo.

Tales ambientes están presentes en las escuelas como Match y de North Star- y en áreas tales como Shanghai y Singapur. Los incentivos correctos ayudan. En Shanghai, los maestros no serán promovidos a menos que puedan demostrar que colaboran. Sus mentores no serán promovidos a menos que puedan demostrar que sus estudiantes y maestros mejoran. Es útil tener el tiempo necesario. Los maestros en Shanghai enseñan sólo 10-12 horas a la semana, menos de la mitad del promedio de 27 horas de América.

Sin humor negro

En muchos países, la manera de salir adelante en una escuela es pasar a la gestión. Los superintendentes de distrito ganan más dinero que los maestros, aunque su impacto en la vida de los alumnos es menor. Singapur tiene una trayectoria profesional independiente para los profesores, por lo que los mejores no salen del aula.

 

En la siguiente tabla se pueden apreciar los datos que muestra el gráfico de The Economist para cada país incluido en el gráfico superior, al que hemos agregado la referida al Perú:

Los nuevos modelos de formación de profesores que darán inicio a esas carreras aún tienen que ser evaluados a fondo. La evidencia preliminar es alentadora, sin embargo. Relay y Sposato, ambos han establecido la mejora de los resultados de los estudiantes  como un requisito para la graduación de sus practicantes.

Steiner señala, sin embargo, que aún no está claro si estos nuevos maestros son “a prueba de escuelas”: eficaces en escuelas pero carecen de la intensa cultura de retroalimentación y la práctica de lugares como Match. Esta es una gran advertencia para la OCDE, dos tercios de los profesores creen que sus escuelas son hostiles a la innovación.

De esta manera, los reformadores esperan que finalmente puedan mejorar la educación a gran escala. Hasta ahora, el trabajo del maestro ha sido relativamente descuidado, con todo el foco en los cambios estructurales. Sin embargo, las interrupciones en los sistemas escolares son irrelevantes si no se cambian el cómo y qué aprenden los niños. Por eso, lo que importa es lo que los profesores hacen y piensan. La respuesta, después de todo, está en las aulas.

 

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Olvidémonos de los elegantes uniformes y las clases pequeñas. El secreto de las notas estelares y estudiantes prósperos son los profesores.

Una nueva generación de formadores de maestros está fundando una ciencia rigurosa de la pedagogía. El objetivo es hacer que los profesores ordinarios mejoren, al igual que los entrenadores deportivos ayudan a los atletas de todos los niveles a mejorar su mejor marca personal. Si se hace bien, esto va a revolucionar a las escuelas y cambiar vidas.

Por el contrario, la idea de mejorar el promedio de los maestros podría revolucionar toda la profesión. En todo el mundo, son pocos los maestros lo suficientemente bien preparados para enseñarle a los niños. En los países pobres, muchos casi ni reciben formación de ningún tipo. Un informe reciente encontró que 31 países en los que más de un cuarto de los profesores de colegios de primaria no llegaban a las normas nacionales mínimas.

Lo que los maestros no pueden aprender en las universidades y escuelas normales, rara vez lo aprenden en el trabajo. Se convierten en mejores maestros en sus primeros años al enfrentarse a alumnos reales en aulas reales, pero después las mejoras disminuyen. Esto es en gran parte porque las escuelas descuidan a sus alumnos más importantes: los propios maestros.

Si esto va a cambiar, los maestros necesitan aprender cómo impartir conocimientos y preparar a las mentes jóvenes para recibir y retener información. Los buenos maestros establecen metas claras, hacen cumplir las normas de comportamiento y administran su tiempo sabiamente. Utilizan técnicas de instrucción ya probadas para asegurar que todos los cerebros estén trabajando todo el tiempo, por ejemplo, haciendo preguntas en el aula con “llamadas en frío” en lugar de confiar en los mismos alumnos que levantan siempre la mano.

Inculcar estas técnicas es más fácil de decir que de hacer. La enseñanza, al igual que otras habilidades complejas, la ruta de dominio no es una teoría abstrusa sino una práctica intensa, basada en conocimiento de la materia y métodos pedagógicos. Los alumnos deben pasar más tiempo en el aula. Los lugares donde los alumnos tienen un mejor rendimiento, por ejemplo, en Finlandia, Singapur y Shanghai, ponen a los profesores nuevos a través de un aprendizaje exigente.

Las instituciones de formación de maestros tienen que ser más rigurosas- como cuando hace un siglo las facultades de medicina elevaron el calibre de los médicos mediante la introducción de planes de estudios sistemáticos y proporcionando experiencia clínica.

También se necesitan grandes cambios en las escuelas para asegurar que los maestros mejoren a lo largo de sus carreras. Los mejores instructores afinan su oficio a través de observación y entrenamiento. Ellos aceptan la retroalimentación- algo que los sindicatos no deberían resistir.

El dinero es menos importante de lo que parece. Los maestros en Finlandia, por ejemplo, ganan alrededor el promedio de la OCDE. Pero asegurarse que los mejores se queden en el aula, probablemente, en la mayoría de lugares, significar salarios más altos. Las personas que prosperan con los alumnos no deben tener que convertirse en administradores para obtener un aumento de sueldo. Y una mayor flexibilidad en los salarios haría más fácil atraer a los mejores profesores a las peores escuelas.

La mejora de la calidad del maestro promedio podría aumentar el prestigio de la profesión, la creación de un círculo virtuoso en el que los graduados más talentosos busquen unirse a ella. Sin embargo, las mayores ganancias vendrán de la mejor preparación de los nuevos maestros y la mejora de ellos se verá en las aulas. La lección es clara; ahora sólo necesita ser enseñada.Lampadia

¿Qué fomenta mejores profesores: salarios más altos o menos horas de trabajo?

Publicado por The Economist

11 de junio de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

traer a las personas más brillantes y motivadas a la docencia es una lucha en muchos países. Se culpa, a menudo, la baja remuneración, especialmente cuando se combina con largas jornadas de trabajo. Las dificultades de reclutamiento de maestros es nombrada como un argumento para justificar por qué los alumnos de algunos países tienen malos rendimientos en la escuela. Pero los datos de la OCDE, un club de países ricos (en su mayoría) sugieren que, al menos en lo que respecta a resultados educativos, ni menos horas ni más paga cambia las cosas. Los alumnos japoneses y surcoreanos compiten por los primeros puestos de la clasificación PISA de escritura, cálculo y conocimiento científico de alumnos de 15 años. A sus maestros se les paga casi lo mismo, pero trabajaron horarios muy diferentes: 54 horas por semana en Japón, en comparación con 37 horas en Corea del Sur. Los alumnos de Estonia, que tiene los maestros con los salarios más bajos en el grupo, tienen un mejor performance que los de Holanda, donde los salarios de los maestros son cinco veces más altos y las horas iguales. Incluso cuando se toma en cuenta el PBI por persona, Holanda es inusualmente generosa con los profesores y Estonia inusualmente tacaño.

Entonces, ¿qué deberían hacer los profesores que quieren más tiempo libre y una mejor remuneración? Los profesores de dos tercios de los países del grupo se beneficiarían trasladándose a Holanda (los otros tendrían que trabajar más horas después de migrar). Los profesores portugueses reducirían su jornada de trabajo por más de tres horas si se trasladaran a Italia, mientras que verían recortados sus salarios por un mero 2%. Los profesores británicos que, como la mayoría de sus compatriotas, se resisten a la idea de aprender un nuevo idioma, también tienen opciones. Trasladarse a Canadá les brindaría un aumento salarial de 41%; a Estados Unidos, 29%; o Australia, 19%. Sólo que aquellos que decidieran por Canadá tendrían que trabajar más tiempo por el dinero extra- sólo media hora más al día.

Aclaración: Las horas semanales en la tabla son las horas de trabajo efectivo, reportados por los profesores. Esta información ha sido añadida a la tabla después de ser publicada originalmente.




Hay un sesgo ideológico en contra del sector privado

Hay un sesgo ideológico en contra del sector privado

“Haz mejorado mucho, pero todavía sigues siendo malo”.

Le dijo Gonzalo Galdós a un amigo tenista pero, lo lamentable, es que tenemos que concluir lo mismo sobre la educación escolar en el Perú.

Efectivamente, así lo demostró hace pocos días en Lima, Lant Pritchett, el experto de la Universidad de Harvard que nos comentó que en las evaluaciones PISA estamos 100 puntos por debajo del 10% más atrasado de Dinamarca, el promedio de la OCDE y, que tal como estamos haciendo las cosas, solo mejoramos un punto por año. ¿100 años para nivelarnos? Ver en Lampadia: La educación está en crisis y nosotros estamos de fiesta.

La siguiente entrevista de Jaime de Althaus a Gonzalo Galdós, promotor y presidente Ejecutivo de Futura Schools, una cadena de colegios que “ofrece educación de calidad y pensiones accesibles, para niños de clase media emergente”, nos muestra las limitaciones de la educación en el Perú y las trampas ideológicas que entorpecen su superación.

Galdós nos dice que se siente profundamente decepcionado con la actitud del Ministerio de Educación, pues teniendo un reto tan grande por delante, que requiere la participación de todos los peruanos, tiene un dilema de corte ideológico entre la educación pública y privada.

Además afirma que en el país hay muy buenos profesores, que lo que necesitamos es gestores educativos. También tenemos que liberalizar la educación para que profesionales (no docentes, como un matemático)   puedan enseñar en nuestros colegios.

Igual sucede con la nueva ley universitaria de Mora y Saavedra, por la cual, un profesor de la Universidad de Harvard, tampoco puede enseñar a tiempo completo en el Perú.

“Hay un sesgo ideológico en contra de la participación del sector privado en educación”. Veamos la entrevista:

Con otro enfoque, el de la creatividad, Sir Ken Robinson nos hace notar que la orientación de la educación en el Perú, va en sentido contrario de lo que necesitamos para lograr una educación que empodere a nuestros niños para ese nuevo futuro tan retador e incierto que nos trae la revolución tecnológica en ciernes. Ver en Lampadia: ¿Las escuelas matan la creatividad?.

En contraste con estas visiones, veamos lo que nos dice el popular Ministro Saavedra sobre el rol del sector privado en educación: (Fuente: SEMANAeconómica.com, entrevista de Javier Albán a Jaime Saavedra, Ministro de Educación, 15 de junio, 2016).  

¿Cuál es el rol del sector privado para lograrlo?

Hay varios roles. El más importante es pagar sus impuestos. [INCREÍBLE] Los países que la han hecho son los que han logrado tener un sistema educativo público de alta calidad, gratuito y para todos. La vez pasada decía en el directorio de la Confiep que si esa presentación la estuviese haciendo en Canadá, la diferencia sería que los hijos de todos los empresarios allá estarían en un colegio público. El Perú la va a hacer el día en que cualquier persona rica o pobre decida poner a su hijo en un colegio privado sólo si está más cerca, pero si no es por eso, que pueda ponerlo en uno público y esté muy bien.

El problema que tenemos aquí es que la recaudación es relativamente baja. El Estado es relativamente pequeño, porque existe una informalidad muy grande. No es un asunto de tasas necesariamente, pero hay una informalidad grande. Tenemos que corregir eso como estructura también para tener los recursos necesarios para poder mejorar nuestra educación pública. También hay un rol a través de programas de responsabilidad social de las empresas, con las que hemos trabajado de manera más cercana durante los últimos años. [O sea, ¿el problema es de dinero?].

¿Qué ejemplos de iniciativas privadas destacaría?

El más representativo es el trabajo que hace Empresarios x la Educación, que aglutina recursos de un grupo grande de empresas y hacen distintos tipos de intervenciones en conjuntos de colegios, y está bien coordinado con el trabajo del ministerio. Hay un programa de lectura del BBVA que es interesante también. [El ministro nunca reconoce el aporte del sector privado a la educación, con la cual ya hemos superado una inversión del 6% del PBI en educación. No menciona ni a los excelentes colegios de Fe y Alegría ni a los de Innova Schools o Futura Schools].

Creo que hay un rol adicional para el sector privado. No solamente debe estar preocupado e interesado en que la educación mejore. Eso ya se ha logrado. (…) Necesitamos tener una suerte de obsesión con que el proceso de reforma educativa se consolide y la calidad de la educación [pública] mejore, (…). [De eso se trata, por eso mismo no se debe inhibir el aporte privado].

En otras preguntas de Semana Económica, el ministro enfatiza que en su opinión, tanto para educación escolar y universitaria, lo que necesitamos es poner más dinero. La verdad es que necesitamos mucho más que eso.

En nuestra opinión, lo primero que hay que hacer es lograr que el país tome conciencia de nuestra realidad, del tremendo atraso que llevamos y de las dificultades que tendremos que vencer para superarlas.

En segundo lugar, debe organizarse una gran gesta nacional por la educación, un ‘pacto social por la educación’, que busque el apoyo de la población para emprender una verdadera revolución.

Sobre las metas que debemos ponernos y la orientación estratégica que debemos adoptar, empecemos por recoger las recomendaciones de Lant Pritchett y Ken Robinson, según hemos reseñado líneas arriba.

Sobre los próximos cinco años de gobierno queremos enfatizar que en opinión de Lampadia, el ministro más importante del gabinete debe ser el de educación. La gestión de todos los demás entra, de alguna manera, dentro de rangos previsibles que difícilmente pueden implicar un daño grave a los intereses de largo plazo del Perú. En cambio, un Ministro de Educación inadecuado, sí puede afectar gravemente la estructura del bienestar futuro de nuestra población, especialmente, la de los más pobres. Los daños de una mala gestión educativa en los próximos años pueden ser fatales en el largo plazo.

Por eso, dijimos el 31 de mayo pasado que para hacer la revolución educativa que debemos emprender con urgencia, necesitamos: Una nueva visión, un nuevo ministerio, un nuevo ministro y una clase dirigente más consecuente. 

Lampadia




El sentido común de la meritocracia

El sentido común de la meritocracia

El desarrollo de los colegios de Alto Rendimiento tendrá un importante impacto en la cultura social del país, permitirá que los peruanos nos acerquemos a la ‘cultura del éxito’ y adoptemos un ‘sentido común’ permeable a la meritocracia.

El mayor anhelo de una familia es el acceso de sus hijos a una educación de calidad que les abra las mejores oportunidades posibles de superación y de lograr una vida rica en realizaciones y prosperidad.

Los colegios de alto rendimiento implican generar mejores capacidades y oportunidades de desarrollo a sus alumnos. De alguna manera reconocen el esfuerzo individual de los mejores alumnos y sus actitudes positivas hacia la prosperidad, lo que establece modelos de vida positivos.

El hecho de que los padres de familia aspiren a que sus hijos puedan terminar su educación escolar en colegios de alto rendimiento implicará necesariamente un opción por el éxito y la meritocracia.

Creemos que así se transformará nuestra cultura. Ello nos hará más exigentes con los servicios educativos y, por supuesto, también con los de  salud y seguridad pública. Una vez que un padre de familia se engancha en los caminos de prosperidad de sus hijos también proyectará su propia vida y la de la nación y la acción política en espacios de meritocracia.

Si este proceso se acompaña con la dignificación de los maestros, dándoles mucho mejores ingresos, capacitación, acceso a las tecnologías modernas e infraestructuras educativas de primer nivel; si efectivamente podemos llevar el presupuesto de educación pública de 3.5% a 5% del PBI, más 4 o 5% del sector privado (hoy está en 3%), podremos invertir en educación escolar el 10% del PBI. Ver en Lampadia nuestra propuesta de ‘Dignifiquemos el rol de los maestros’ y Educación y Habilidades para el Futuro.

Una de las grandes trabas de la transformación educativa en el Perú y en muchos países del mundo son las militancias gremiales de los sindicatos de maestros. En el caso de nuestro país, esto ha probado ser especialmente difícil pues, ante la pobreza a la que condenamos al magisterio, era lógico que se refugiaran en la protección sindical.

El empobrecimiento de la profesión del maestro fue producto de un país que por 30 años se cerró a la inversión privada (60s, 70s y 80s) y a los mercados internacionales, que solo logró el estancamiento de toda la sociedad: ciudadanos, empresas y Estado.

Evidentemente, esta realidad convirtió al magisterio en ‘bocatto di cardenale’ para la infiltración política del gremio. Hasta hoy día el SUTEP sigue suscribiendo la ‘lucha de clases’ y está controlado por Patria Roja, un partido político de ideología comunista al que el Conare (Movadef –  Sendero Luminoso) le está disputando el control.

En el nuevo escenario que se nos abre con la cultura del éxito y la meritocracia, será muy difícil que los maestros dejen de adoptar otros valores, pues les estaríamos ofreciendo que a cambio de meritocracia, de una clara opción por la calidad educativa y de alejarse del refugio gremial (cooptado por la ideología); reciban los honores de una profesión que nunca debió devaluarse y ser parte de una de las más admiradas profesiones del país.

Ahora que hemos paladeado, recientemente, la sensación de abundancia y que tenemos la oportunidad que nos abre esta nueva cultura y este mejorado sentido común, tenemos que ser conscientes de que necesitamos que la economía del país siga creciendo y generando la riqueza que haga posible estas realizaciones.

¡Todos por la educación! ¡Todos por la cultura del éxito, la meritocracia y  la calidad educativa! No desmayemos, la prosperidad está a nuestro alcance. Lampadia

 

Ver otras publicaciones relacionadas:

 

 




Educación Privada de Excelencia: Innova Schools

Educación Privada de Excelencia: Innova Schools

La educación escolar en el Perú es probablemente el mayor reto pendiente para nuestro desarrollo a largo plazo. De esto se habla hace más de dos décadas, pero los avances para poner al día a nuestros niños deja aún mucho que desear. El presupuesto público de educación ha subido de manera importante con el crecimiento de la economía, pero en términos de su peso con respecto al PBI todavía está en 3.5% (la meta es 6%).

Sin embargo, durante los últimos 15 años, la educación privada ha tenido un crecimiento mucho mayor, representando otro 3% del PBI. Lamentablemente, la disposición del Gobierno por integrar el esfuerzo con el sector privado es muy débil. Las autoridades públicas no destacan la presencia del sector privado en la educación, más que para repetir una y otra vez que también es de mala calidad.

No se ve al Gobierno haciendo suyos los desarrollos más exitosos del esfuerzo privado, ni promoviendo más emprendimientos privados ni Asociaciones Público Privadas (APP) que podrían inyectar mayor vitalidad al sector.

El reto por mejorar la calidad de la educación es tal, que en el CADE 2014, el especialista de la Universidad de Harvard,  Lant Pritchett, recomendó hacer un ‘Big Bang’, al igual que el propio IPAE como parte de su ‘Visión al Tercio de Siglo, que propuso un ‘salto cuántico’. Ver en Lampadia: La buena gestión del Ministro de Educación puede ser insuficiente – Tenemos que emprender una revolución educativa.

En Lampadia hemos propuesto “Un nuevo pacto social por la educación” pero, lamentablemente, no ha recibido mayor atención de parte del Gobierno ni de IPAE. Ver en Lampadia: Nobel de la Enseñanza: US$1 millón para profesora – Dignifiquemos el rol de los maestros.

Creemos que es fundamental hacer un extraordinario esfuerzo para nivelar la calidad con la de los países más desarrollados. Más aún ahora que se ha hecho evidente el advenimiento de una revolución tecnológica que amenaza con dejar fuera de carrera a los países que no puedan adoptar las nuevas tecnologías que van a transformar la educación, la salud, la forma de hacer negocios y la vida de las personas. Ver en Lampadia: Revolución Tecnológica.

El caso de Innova Schools es un desarrollo extraordinario en el que se destaca de manera evidente la fuerza transformadora de los sistemas modernos de educación, con especial énfasis en la capacitación de los maestros. Ver en LampadiaCompensemos las carencias en educación y salud – La Capacitación produce milagros e Ideo apunta a reinventar la educación en el Perú con Innova School.

Un antiguo dicho afirma ‘que nadie es profeta en su tierra’. El caso de Innova Schools parece confirmarlo. Chris Weller de Tech Insider acaba de publicar (4 de agosto 2015) un gran elogio a los éxitos de esta cadena peruana de colegios para la clase emergente. Ver: http://www.techinsider.io/innova-schools-in-peru-offer-great-education-for-cheap-2015-7.

A continuación publicamos el contenido de esta publicación:

Empresario peruano contrató a firma de diseño de fama mundial para rediseñar el sistema escolar privado de su país, y los resultados son impresionantes

Traducido y glosado por Lampadia

En el país natal de Carlos Rodríguez-Pastor de Perú, la educación se está quedando atrás. El empresario quería que los chicos de clase media tengan una alternativa entre las caras escuelas privadas y las escuelas públicas de pocos recursos, pero no existía ninguna opción.

Así que, en 2011, con la ayuda de la firma de diseño IDEO, creó una nueva opción.

Los colegios de Innova Schools son el producto de ese deseo. Se basan en el aprendizaje mixto – una forma de educación que utiliza la tecnología y el estudio independiente guiado – para que los niños desarrollen pensamiento creativo, flexible y crítico. A su vez, las familias pagan sólo US$ 130 al mes por hijo.

El modelo está recibiendo atención internacional, recientemente fue ganador del premio mayor en los “International Design Excellence Awards” (Premios de Diseño Internacional de Excelencia).

Hagamos un recorrido por la escuela.

Hay 29 Innova Schools en distintas partes del Perú, con más de 20,000 estudiantes en el ‘Sistema K-11’. Cada edificio es modular. Las paredes y las sillas son móviles y los espacios están diseñados para que los profesores cambien de lecciones rápida y fácilmente.

Casi un cuarto de los 8 millones de niños de Perú asisten a escuelas privadas, porque el sistema de educación pública está en muy mal estado. Las escuelas pueden sentirse como cárceles, por lo que Rodríguez-Pastor trabajó con IDEO para hacer que los Innova Schools se sientan tan abiertos y expansivos como sea posible.

En febrero 2015, Innova se convirtió en la mayor red privada de escuelas en Perú. Su objetivo es inspirar a los niños con tecnología moderna y autodescubrimiento.

Cada día escolar en Innova se divide en dos secciones. Los niños pasan la mitad del día en clases pequeñas, de 30 personas, centradas en la resolución de problemas y la colaboración, con un aporte mínimo del maestro. La otra mitad es para el aprendizaje autónomo, utilizando sitios web como Khan Academy y Time To Know (Tiempo de Saber).

Desde el principio, IDEO y Rodríguez-Pastor acordaron que Innova tenía que lucir bello. Los padres tenían que tener la confianza de que sus hijos estaban aprendiendo en un ambiente de alta calidad. Como parte de su misión, Innova también premia la recreación y el sentido del humor, lo que significa que el aprendizaje no es una experiencia memorística. Los niños también se divierten.

Parte de esa educación holística incluye el tiempo para socializar. Innova frecuencia lleva las clases fuera del aula para que los niños no se sientan abrumados por el uso frecuente de los ordenadores portátiles. El método funciona: En 2013, el 61% por ciento de los alumnos de segundo grado de Innova alcanzaron el dominio de los exámenes nacionales de matemáticas. El promedio del país es de solo 17%.

Innova insiste en que los niños necesitan ser auto-dirigidos para tener éxito. Como resultado, cada niño participa en el Programa de Innovación de la escuela, que hace que todos piensen en un reto social. Al final del año, los estudiantes presentan sus soluciones en conjunto.

Un obstáculo importante para Innova ha sido convencer a los padres que el modelo funciona. Cantar canciones y jugar con las computadoras portátiles no parece ser la imagen tradicional de aprendizaje, pero Innova muestra los números. Tanto en matemáticas y comunicación, las puntuaciones de las pruebas estandarizadas de Innova son varias veces superiores a la media nacional del Perú.

Innova también exige excelencia de sus profesores. Al elaborar un sistema escolar tan rápido significó que muchos maestros necesitarían capacitación, por lo que Innova diseñó el Centro de Recursos para Maestros. Es un catálogo de 20,000 lecciones, elaborado por maestros veteranos para los profesores más jóvenes.

El producto de todo este proceso concertado es un cuerpo estudiantil que se emociona por el aprendizaje y está familiarizado con la tecnología moderna. Ahora, Innova argumenta que la próxima generación puede finalmente tener una oportunidad justa de competir en la economía global.