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El inexorable ascenso de los robots

El inexorable ascenso de los robots

Martin Ford, creador de una empresa de desarrollo de software en Silicon Valley ha escrito un último libro con el título de este artículo (Rise of the robots – Technology and the threat of a jobless future), que nos presenta sin miramientos el difícil mundo que está en pleno desenvolvimiento. (Ver comentario de Lampadia al final del artículo).

Ford nos alerta sobre la emergencia de un nuevo mundo, con nuevos paradigmas y con un ritmo de cambio acelerado e imprevisible. Para ilustrar a nuestros lectores hemos traducido y glosado la presentación del libro, algunas líneas de argumentación y aprovechado en explicar, con palabras de Ford, el significado de ‘Singularity’ (Singularidad):

La presentación:

“¿Cuales son los empleos del futuro? ¿Cuántos habrán? ¿Y quienes los tendrán? Podemos imaginar y esperar que la actual revolución industrial se desarrolle como la última: incluso mientras algunos empleos se eliminen, que más sean creados para manejar las innovaciones de una nueva era. En ‘Rise of the robots’, el emprendedor de Silicon Valley, Martin Ford argumenta que este no es el caso. Mientras la tecnología continua acelerándose y las máquinas empiezan a hacerse cargo de ellas mismas, menos gente será necesaria. La ‘Inteligencia Artificial’ está en curso de convertir los ‘buenos empleos’ en obsoletos: muchos asistentes legales, periodistas, trabajadores de oficina e incluso los programadores de computadoras están destinados a ser reemplazados por computadoras y software inteligente”.

“Mientras continua el progreso, los trabajos de ‘blue collar’ y ‘white collar’ [trabajos de cuello azul y de cuello blanco, referidos a trabajadores manuales, por un lado, y administradores y técnicos, por otro], se evaporarán, ajustando a las familias de clase trabajadora y de clase media aún más. Al mismo tiempo, las familias están siendo asaltadas por una explosión de los costos, especialmente de dos mayores industrias: educación y cuidado de la salud que, hasta ahora, no hayan sido transformadas por la tecnología de la información”.

“El resultado, bien puede ser, desempleo masivo y desigualdad al mismo tiempo que una implosión de la propia economía de consumo”.

“En ‘Rise of the robots’, Ford detalla lo que las máquinas inteligentes y los robots pueden alcanzar, e implora a los empleados, académicos y hacedores de políticas públicas a enfrentar las implicancias. Las anteriores soluciones para las disrupciones tecnológicas, especialmente las referidas a mayor educación y capacitación, no funcionarán y debemos decidir ahora, si el futuro verá una amplia prosperidad o niveles catastróficos de desigualdad e inseguridad económica”.

Algunas puntualizaciones:

  • En EEUU, en 1970, se empezó a disolver la relación simbiótica entre una creciente productividad y el aumento de los salarios.
  • El 2 de enero de 2010, el Washington Post reportó que durante la primera década del siglo XXI, la creación neta de empleo en EEUU fue cero.
  • Desde entonces, en el mismo país, la desigualdad aumentó hasta llegar a niveles no vistos desde 1929.
  • El acceso a mayor educación y capacidades, no necesariamente ofrecerá una protección efectiva contra la automatización del futuro.
  • El impacto de la tecnología de la información cubrirá todo el tablero y virtualmente, todas las industrias existentes serán menos intensivas en empleo mientras las nuevas tecnologías se absorben en los modelos de negocio.
  • La aterradora realidad es que si no la reconocemos y nos adaptamos a las implicancias del avance tecnológico, podemos tener que enfrentar una ‘tormenta perfecta’ con los impactos paralelos de un espiral de desigualdad, desempleo tecnológico y cambio climático, que podrían amplificarse y reforzarse mutuamente. 

La Singularidad (traducido y glosado por Lampadia):

En mayo de 2014, Stephen Hawking, el genio de la física, la madre de las ciencias, escribió con otros autores: “La creación de una auténtica maquina que piense sería el mayor evento de la historia humana”. Una computadora que exceda el nivel de la inteligencia humana puede ser capaz de “vencer a los mercados financieros, superar las invenciones de los investigadores humanos, sobre manipular a los líderes humanos y de desarrollar armas que no podamos, ni siquiera, entender”. Desmerecer esto como si fuera ciencia ficción, puede terminar siendo “potencialmente, el mayor error de la historia”.

La primera aplicación del término “singularidad” para un futuro evento impulsado por la tecnología se acredita generalmente al pionero de la informática John von Neumann. El tema se concretó en 1993 por el matemático de la Universidad Estatal de San Diego Vernor Vinge, quien escribió un artículo titulado ‘La Singularidad Tecnológica está en camino’, “dentro de treinta años, tendremos los medios tecnológicos para crear inteligencia sobrehumana. Poco después, será el fin de la era humana”.

En astrofísica, una singularidad se refiere al punto dentro de un agujero negro donde las leyes normales de la física no funcionan. Vinge visualiza la singularidad tecnológica en términos similares: representa una discontinuidad en el progreso humano que estaría fundamentalmente opacada hasta que se ocurra. El intento de predecir el futuro más allá de la singularidad sería como que un astrónomo intente ver el interior de un agujero negro.

La batuta pasó a Ray Kurzweil, que publicó su libro ‘La singularidad está cerca: Cuando los humanos trasciendan la biología’ en 2005. A diferencia de Vinge, Kurzweil, quien se ha convertido en el principal evangelista de la Singularidad, no tiene reparos en tratar de mirar más allá del horizonte de eventos y brindar una visión muy detallada de cómo se vería el futuro. La primera máquina verdaderamente inteligente, nos dice, será construida a finales de la década de 2020. La singularidad en sí ocurrirá alrededor de 2045. Kurzweil es un brillante inventor e ingeniero. La revista Inc. una vez se refirió a él como el “heredero legítimo” de Thomas Edison.

Una vibrante comunidad, poblada de personajes brillantes y coloridos, se ha unido en torno a Kurzweil y a sus ideas. Estos “Singularians” han llegado tan lejos como para establecer su propia institución educativa. Singularity University, con sede en Silicon Valley, ofrece programas no acreditados a nivel de postgrado centrados en el estudio de la tecnología exponencial y cuenta con el patrocinio corporativo de Google, Genentech, Cisco y Autodesk.

Entre las más importantes predicciones de Kurzweil está la idea de que, inevitablemente, nos vamos a fusionar con las máquinas del futuro. Los seres humanos serán mejorados con implantes cerebrales que aumentarán drásticamente la inteligencia. De hecho, esta amplificación intelectual es vista como esencial si queremos comprender y mantener el control de la tecnología más allá de la singularidad.

Quizá el aspecto más controvertido y discutible de la visión post-Singularidad de Kurzweil es el énfasis que sus adherentes ponen en la perspectiva inminente de la inmortalidad.

Mi propia opinión es que algo como la Singularidad es ciertamente posible, pero está lejos de ser inevitable. Podría resultar que el catalizador esencial para la Singularidad – la invención de la super-inteligencia – sea imposible o sólo se lograse en un futuro muy remoto. Varios de los mejores investigadores con experiencia en la ciencia del cerebro han expresado este punto de vista. Gordon Moore, cuyo nombre parece destinado a ser para siempre asociado con el avance exponencial tecnología, es escéptico de que algo como la Singularidad jamás ocurra. L

Nuestro comentario:

Más allá de las especulaciones más extremas, es muy claro que la propensión de los diversos sectores de la economía por crear empleo serán sustancialmente disminuidos.

El Perú sufre de muchas brechas y atrasos. En la medida que no seamos capaces de cerrarlas o acortarlas sustancialmente en un plazo corto, podremos quedar desplazados de la vida pos revolución tecnológica. Evidentemente, estamos hablando de nuestros pobres, pues los que tienen mejores estándares de vida no tendrán problema para ser parte de ese mundo.

Esto significa que si los peruanos entendemos esta amenaza en su debida proporción, debiéramos nuclearnos alrededor de nuestras agendas pendientes y dejar atrás las rencillas y juegos de poder de corto plazo y sin propósito cívico. El tablero de nuestra acción colectiva ha sido ampliado sustancialmente ante esta amenaza. No cerremos los ojos y cosechemos las oportunidades que esta nueva realidad trae a los pueblos responsables. Lampadia