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Cómo una teoría pudo dar forma a los negocios

Como prometimos la semana pasada, en Lampadia seguiremos la publicación de una serie de informes de The Economist sobre las más importantes teorías económicas, relevantes en la actualidad, explicadas de una manera menos ‘matematizada’ y con énfasis en cómo estas teorías son aplicadas en los problemas actuales.

El primer tema publicado por The Economist es el del análisis de los mercados mediante la Información Asimétrica, con lo cual George Akerlof, Michael Spence, y Joseph Stiglitz obtuvieron el Premio Nobel de Economía de 2001. Akerlof mostró como se distorsionan los precios en un mercado con información asimétrica y como aparecen el riesgo moral y la selección adversa. Spence, a través de un modelo de señalización de la educación, mostró los efectos de las asimetrías informativas en los mercados laborales y, finalmente Stiglitz, mostró los efectos de las distorsiones en los puntos de equilibrio causados por la presencia de información asimétrica en los mercados de crédito y seguros.

La publicación da el siguiente ejemplo: El comprador de un auto de segunda mano tiene menos información acerca del estado de dicho auto que el vendedor. Como consecuencia de esta información desigual, surge la incertidumbre en los compradores, por lo que tratarán de bajar el precio al máximo posible. El hecho de que los compradores no estén dispuestos a ofrecer un buen precio impide precios elevados. De esta manera, los vendedores de coches en buen estado se ven obligados a retirar sus vehículos, originándose una caída  en el mercado porque muchos de los coches vendidos son de mala calidad y bajos precios. 

La conclusión es que los vendedores de autos en buen estado retiran del mercado sus vehículos, ya que no pueden encontrar un precio justo y acorde a lo que creen conveniente recibir por ellos, porque los compradores desconfían de todos y creen que les quieren engañar con algo de menor calidad.

¿Solución? Ya que el principal problema radica en la asimetría de la información, el vendedor sabe el verdadero estado de su auto, mientras que el comprador no lo sabe y tendrá que confiar. Esto es un ejemplo de que los mercados se tienen que adaptar para poder compensar la asimetría de información, ya que en caso contrario los bienes de baja calidad pueden expulsar del mercado a los bienes de mejor calidad, encontrándonos con un problema de selección adversa.

Líneas abajo, reproducimos el artículo de The Economist:

Asimetría de la información

Secretos y agentes

The Economist

26 de julio de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

El estudio económico de George Akerlof de 1970, “El mercado de los limones”, es una de las bases de la economía de la información. La primera de nuestra serie sobre las principales ideas económicas seminales.

En 2007, el estado de Washington introdujo una nueva regla destinada a hacer más justo el mercado laboral: se les prohibió a las empresas comprobar las puntuaciones de crédito de los solicitantes de empleo. Los activistas celebraron la nueva ley como un paso hacia la igualdad, ya que es muy probable que un solicitante con un bajo puntaje crediticio sea pobre, negro o joven. Desde entonces, otros diez estados han seguido su ejemplo. Pero cuando Robert Clifford y Daniel Shoag, dos economistas, estudiaron las prohibiciones, se encontraron con que esta ley dejó a los negros y jóvenes con menos puestos de trabajo, no más.

Antes de 1970, los economistas no tenían mucho para ayudarles a resolver este rompecabezas. De hecho, ellos no pensaron mucho sobre el rol de la información. En el mercado laboral, por ejemplo, los libros asumían que los empleadores saben la productividad de sus trabajadores (o trabajadores potenciales) y que, gracias a la competencia, les pagaban exactamente el valor de lo que producían.

Se podría pensar que la investigación que produjo esa conclusión sería celebrada como un avance importante. Sin embargo, cuando, a finales de 1960, George Akerlof escribió “El mercado de los limones” (y más tarde ganó un premio Nobel por eso), el documento fue rechazado por tres revistas de primera línea. En ese momento, Akerlof era un profesor asistente en la Universidad de California, Berkeley; y sólo había completado su doctorado en el MIT en 1966. Quizás por ello, la American Economic Review pensó que sus percepciones eran triviales. El Review of Economic Studies estuvo de acuerdo. El Journal of Political Economy tenía la preocupación opuesta: no podía aceptar las implicancias del estudio. Akerlof, ahora profesor emérito en Berkeley y casado con Janet Yellen, presidente de la FED (Banco de reserva de EEUU), recuerda la queja del editor: “Si esto es correcto, la economía sería diferente.”

En cierto modo, los editores estaban en lo correcto. La idea de Akerlof, finalmente publicada en el Quarterly Journal of Economics en 1970, era a la vez simple y revolucionaria. Supongamos que los compradores de autos valorizan un buen auto usado (melocotones) a US$ 1,000 y los vendedores a un poco menos. Un auto en mal estado (un limón) se valoriza en tan sólo US$ 500 por los compradores (y, de nuevo, un poco menos por los vendedores). Si los compradores pueden diferenciar los limones de los melocotones, el comercio florecerá en ambos lados. En la realidad, los compradores suelen tener problemas para diferenciarlos: los rasguños pueden retocarse, los problemas del motor pueden no haberse divulgado e incluso los odómetros pueden estar alterados.

Para contabilizar el riesgo de que un auto pueda ser un limón, los compradores redujeron sus ofertas. Ellos podrían estar dispuestos a pagar, por ejemplo, US$ 750 por un auto que perciben que tiene la misma probabilidad de ser un limón o un melocotón. Pero los distribuidores que saben con seguridad que tienen un melocotón rechazarán la oferta. Como resultado, los compradores se enfrentan a una “selección adversa”: los únicos vendedores que están dispuestos a aceptar US$ 750 serán los que saben que están vendiendo un limón.

Los compradores inteligentes pueden prever este problema. Sabiendo que ser les va a ofrecer un limón, ofrecen sólo US$ 500. Los vendedores de limones terminan vendiéndolo al mismo precio que lo habrían hecho inicialmente. Sin embargo, los melocotones se quedan en el garaje. Esta es la tragedia: hay compradores que pagarían felices el precio de un melocotón, si tan sólo pudieran estar seguros de la calidad del auto. Esta “asimetría de información” entre compradores y vendedores debilita el mercado.

¿Es realmente cierto que se puede ganar un premio Nobel sólo por la observación de que algunas personas en los mercados saben más que otros? Esa fue la pregunta que un periodista le hizo a Michael Spence, quien, junto con Akerlof y Joseph Stiglitz,  recibieron el Premio Nobel del 2001 por sus trabajos sobre la asimetría de información. Su incredulidad era comprensible. La publicación de los limones no era ni siquiera una descripción precisa del mercado de autos usados: claro que no todos los autos usados ​​que se venden son un fracaso. Y las aseguradoras habían reconocido hace tiempo que sus clientes podrían ser los mejores jueces de los riesgos que corrían, y que los más dispuestos a comprar seguros eran probablemente las apuestas más riesgosas.

Sin embargo, la idea era nueva para los economistas tradicionales, que rápidamente se dieron cuenta que muchos de sus modelos se habían vuelto redundantes. Pronto siguieron otros avances, ya que los investigadores examinaron cómo el problema de la asimetría podría ser resuelto. La contribución insignia de Spence era un documento de 1973 llamado el “modelo de señalización” que analizaba el mercado laboral. Los empleadores pueden tener dificultades para descifrar qué candidatos de empleo son los mejores. Spence mostró que los mejores trabajadores podrían indicar su talento a las empresas mediante la recopilación de señales, como títulos universitarios. Fundamentalmente, esto sólo funciona si la señal es creíble: si los trabajadores de baja productividad encontraron que les fue fácil obtener un título, entonces podrían hacerse pasar como tipos inteligentes.

Esta idea pone de cabeza la sabiduría convencional. Por lo general, se cree que la  educación hace que los trabajadores sean más productivos. Sí es una señal de talento.  Los retornos de la inversión en educación para los estudiantes que ganan un salario superior a expensas de los menos capaces, y tal vez para las universidades, pero no para la sociedad en general. Un discípulo de la idea, Bryan Caplan, de la Universidad George Mason, está actualmente escribiendo un libro titulado “El caso en contra de la educación”. (El propio Spence lamenta que otros tomaron su teoría como una descripción literal del mundo).

La señalización ayuda a explicar lo que sucedió cuando Washington y otros estados dejaron de permitir que las empresas obtengan las calificaciones de crédito de los postulantes. El historial crediticio es una señal creíble: es difícil de falsificar y, presumiblemente, los que tienen una buena puntuación de crédito son más propensos a desempeñar buenos trabajos que los que no pagan sus deudas. Clifford y Shoag encontraron que cuando las empresas ya no podían acceder a las puntuaciones de crédito, ponían más peso en otras señales, como la educación y la experiencia. Debido a que estos son más escasos entre los grupos desfavorecidos, se hizo más difícil, no más fácil, convencer a los empresarios de su valor.

La señalización explica todo tipo de comportamiento. Las empresas pagan dividendos a sus accionistas, quienes deben pagar impuestos por ellos. ¿Seguramente sería mejor que los conservaran como utilidades retenidas y así, aumentaran los precios de las acciones? La señalización resuelve el misterio: el pago de un dividendo es una señal de fuerza, lo que demuestra que una firma no siente la necesidad de acumular dinero en efectivo. De la misma manera, ¿por qué un restaurante escogería deliberadamente localizarse en una zona con altos alquileres? Indica a los clientes potenciales que su buena comida le traerá éxito.

La señalización no es la única manera de superar el problema de los limones. En un documento de 1976, Stiglitz y Michael Rothschild mostraron cómo los aseguradores podrían escoger a sus clientes. La esencia de la revisión es ofrecer ofertas que sólo atraen a un tipo de cliente.

Supongamos que una aseguradora de automóviles se enfrenta a dos tipos diferentes de clientes, de alto riesgo y de bajo riesgo. Ellos no pueden diferenciar a estos dos grupos; sólo el cliente sabe si es un conductor seguro. Rothschild y Stiglitz mostraron que, en un mercado competitivo, las aseguradoras no pueden ofrecer el mismo trato a ambos grupos de una manera rentable. Si lo hicieran, las primas de los conductores seguros subsidiarían los pagos a los imprudentes. Un rival podría ofrecer un acuerdo con primas ligeramente más bajas (y un poco menos de cobertura), lo cual atraería a los conductores prudente solamente, ya que los arriesgados prefieren permanecer totalmente asegurados. La firma, que se quede sólo con los clientes más riesgosos, tendrían pérdidas. (A algunos les preocupaba que pasaría lo mismo con el Obamacare, que prohíbe a los aseguradores de salud estadounidenses discriminar a los clientes que ya están mal: si las altas primas resultantes fueron para disuadir a los clientes jóvenes y sanos, las empresas podrían tener que aumentar las primas aún más, haciendo que cada vez más clientes sanos se retiren, en un denominado “espiral de muerte”.)

La aseguradora de automóviles debe ofrecer dos ofertas, asegurándose de que cada uno atraiga sólo a los clientes para los que ha sido diseñado. El truco consiste en ofrecer un contrato de seguro costoso que cubra todo riesgo y una opción alternativa más barata con un deducible alto. Los conductores arriesgados se resistirán a cambiar, sabiendo que hay una buena probabilidad de que lo necesiten eventualmente. Ellos seguirán pagando la cobertura más cara. Los conductores más seguros no tolerarán el alto deducible y pagarán un precio menor por una cobertura inferior.

Esto no es una solución particularmente feliz del problema. Los buenos conductores están atrapados con altos deducibles del mismo modo que trabajadores los altamente productivos deben desembolsar por una educación con el fin de demostrar su valía en el modelo de educación de Spence. Sin embargo, la señalización está en juego cada vez que una empresa ofrece a sus clientes un menú de opciones.

Aerolíneas, por ejemplo, quieren sacarle la mayor cantidad de dinero a los clientes ricos con precios más altos, sin alejar a los más pobres. Si supieran la profundidad de los bolsillos de cada cliente con antelación, podrían ofrecer sólo pasajes de primera clase a los clientes ricos y una mejor relación calidad-precio a todos los demás. Pero debido a que deben ofrecer las mismas opciones para todos, tienen que empujar hacia los pasajes más caros a los que puedan pagarlos. Esto significa hacer deliberadamente que la cabina estándar sea incómoda, asegurando que las únicas personas que las utilicen sean los que tienen billeteras más delgadas.

El peligro socava el Edén

La selección adversa tiene un primo. Las aseguradoras han sabido por mucho tiempo que las personas que compran seguros son más propensas a tomar riesgos. Alguien con un seguro de hogar probará sus alarmas de humo con menos frecuencia; alguien con un seguro de salud tendrá una alimentación poco saludable y beberá más. Los economistas asumían que este fenómeno era un “riesgo moral”, cuando Kenneth Arrow escribió sobre el tema en 1963.

El riesgo moral se produce cuando los incentivos se descontrolan. La vieja economía, señaló Stiglitz en su conferencia del premio Nobel, prestaba mucha atención a los incentivos, pero tenía muy poco que decir sobre ellos. En un mundo completamente transparente, que no necesita preocuparse por incentivar a alguien, se puede utilizar un contrato para especificar su comportamiento con precisión. Pero cuando la información es asimétrica y no se puede observar lo que se está haciendo (¿Está utilizando piezas baratas el comerciante? ¿Está vagando tu empleado?) es que uno debe preocuparse por asegurar que los intereses están alineados.

Tales escenarios presentan lo que se conoce como problemas del ” agente-principal”. ¿Cómo puede un director (o un administrador) conseguir que un agente (o un empleado) se comporte como quiere, cuando él no los puede controlar todo el tiempo? La forma más sencilla de asegurarse de que un empleado trabaje duro es darle parte o la totalidad de la ganancia. Las peluqueras, por ejemplo, suelen alquilar  un lugar en un salón de belleza y mantienen sus ganancias para sí mismas.

Pero el trabajo duro no siempre garantiza el éxito: un analista estrella en una empresa de consultoría, por ejemplo, podría hacer un trabajo estelar lanzando un proyecto que, sin embargo, va a un rival. Por lo tanto, otra opción es pagar “salarios de eficiencia”. Stiglitz y Carl Shapiro, mostraron que las empresas podrían pagar salarios de primera calidad para hacer que los empleados valoren más sus puestos de trabajo. Esto, a su vez, podría hacer que sean menos propensos a eludir sus responsabilidades, porque perderían más si fueran despedidos. Ese descubrimiento ayuda a explicar un rompecabezas fundamental de la economía: cuando los trabajadores están desempleados, pero quieren puestos de trabajo, ¿por qué no caen los salarios hasta que alguien esté dispuesto a contratarlos? Una respuesta es que los salarios por encima del mercado actúan como una zanahoria, el desempleo resultante, como un palo.

Y esto revela un punto aún más profundo. Antes de que Akerlof y los otros pioneros de la economía de la información llegaran, la disciplina suponía que, en mercados competitivos, los precios reflejan los costos marginales: cobra por encima del costo y un competidor te ganará con un menor precio. Pero en un mundo de asimetría de información, el “buen comportamiento es impulsado mediante la obtención de un excedente sobre lo que se podría conseguir en otro lugar”, según Stiglitz. El salario debe ser mayor que lo que un trabajador puede obtener en otro puesto de trabajo, para que ellos quieran evitar el despido; y las empresas deben considerar doloroso perder clientes cuando su producto es de mala calidad, por no invertir en la calidad. En los mercados con información imperfecta, el precio marginal no puede igualar al costo marginal.

El concepto de asimetría de la información, entonces, realmente cambió la economía. Casi 50 años después de que el estudio de los limones fuera rechazado tres veces, sus ideas siguen siendo de importancia crucial para los economistas y para la política económica. Solo pregúntele a cualquier joven negro de Washington que tenga una buena puntuación de crédito, que desea encontrar un trabajo.

Lampadia




Capacidad instalada ociosa de la industria

El pasado viernes 15 de abril, el Diario Gestión, página 11, publicó la nota que reproducimos líneas abajo en la que afirmaron que el 70% de la industria peruana estaba ociosa. Peor aún, la nota de marras se basaba en una publicación de PRODUCE, el Ministerio de la Producción.

No es la primera vez que Gestión hace publicaciones muy cuestionables, como hemos indicado varias veces en Lampadia. En este caso, solo haría falta tener un mínimo criterio para comprender que si el sector industrial de un país está parado en un 70%, este sería un fenómeno que no podría pasar desapercibido para nadie. Es el colmo que algo así pase en el diario de negocios del país.

En esta ocasión, no llegamos a entender el error de PRODUCE. Tal vez se les coló un súper bug en su área de prensa, pero se les volvió a colar a todos los funcionarios que supuestamente leen los diarios nacionales. O, tal vez, ya no leen Gestión.

Ver el recorte de Gestión:

No es factible que el sector industrial opere al 30% de su capacidad. Produce reporta además, que el uso de la capacidad instalada para los siguientes sub-sectores es: fabricación de tableros electrónicos (0.2%), productos de madera (2.4%) y productos refractarios (8.9%). ¿Alguien pensaría que esto es correcto?

Siguen los datos:

  • Caída de la producción:                                              6% (PRODUCE)
  • Caída del empleo industrial:                                      3% (Ministerio de Trabajo)
  • Caída de utilización de capacidad instalada:          20% (PRODUCE)

Evidentemente, nada cuadra.

Hasta diciembre del 2013, el BCRP producía un indicador de capacidad instalada, pero tomaba el cuidado de llamarlo ‘indicador indirecto’. Desde entonces, ha dejado de producirlo por su falta de representatividad. Sin embargo, como puede verse en el siguiente gráfico, PRODUCE continua publicándolo, sin reparar en su obvia falencia.

¿Cómo miden este indicador en otros países?

– Mediante encuestas a los productores, con las siguientes preguntas:

  • Chile:                          ¿Cuál es el nivel de utilización de su capacidad instalada?
  • Colombia:                  Determine el nivel de utilización de la capacidad instalada
  • México:                      ¿Cuál es la capacidad de planta utilizada?
  • Unión Europea:        ¿A qué capacidad está operando su empresa actualmente?

¿Cómo evolucionó el sector industrial en la región en los últimos años?

Ver el siguiente cuadro publicado por el Banco Mundial:

Como puede apreciarse en el gráfico, la performance del sector industrial peruano entre el año 2000 y 2014 ha sido superior a la de los países presentados e igual a la de Chile (país del que nos habíamos alejado) para luego alcanzar su ritmo de crecimiento nuevamente. Sin embargo, según los reportes de los gobiernos de los mismos países, el Perú estaría en medio de un colapso del sector industrial. Ver los reportes oficiales de utilización de capacidad instalada en el siguiente cuadro:

La pregunta cae por sí sola: ¿con ese ritmo de crecimiento del sector industrial, cómo puede ser que hoy tengamos en uso solo el 30% de nuestra capacidad instalada? La palabra adecuada para calificar esto es: ‘patético’.

Evidentemente esta información tan distorsionada e inconsistente puede generar mucho daño al sector y a la economía del Perú. Por ejemplo, puede afectar severamente la calificación de riesgo del sector, la disponibilidad de financiamiento, el costo del levantamiento de deuda y colocación de papeles y su atractivo como destino de inversión.

¿Qué podemos hacer?

  • Desarrollar mediciones eficientes sin tener que inventar la pólvora, como le gusta al Ministro de la Producción.
  • Cambiar de ministro – Pues falta poco.
  • Reformar el Diario Gestión. – Ojalá esté en los planes de sus accionistas.

No es usual que en el país se rebatan con claridad, contundencia y sustentos los desaguisados de las autoridades y de los medios, pero creemos que los ciudadanos, que necesitamos buena información, debemos reclamarla con toda fuerza. Lampadia

 




TV Española distorsiona los hechos en Tía María

TV Española distorsiona los hechos en Tía María

Continuando con nuestro propósito de limpiar el ecosistema mediático en el que se han sembrado múltiples documentos, videos, entrevistas, ‘estudios’ y opiniones falsas sobre la situación de la minería en el Perú, describimos a continuación la producción y difusión de un material fílmico de la televisión española que la pone al mismo nivel de las peores realizaciones locales, que pretenden manipular a la opinión pública y desarmar al gobierno.

Lamentablemente, como es parte de un largo proceso de repliegue ‘disque estratégico’ de no contestar las mentiras y de no informar a la población sobre los méritos de la minería en el Perú, ni el sector minero, ni el propio gobierno han cuestionado este material, lo que ha llevado a que durante los últimos años se hayan paralizado 14 proyectos mineros, incluyendo los más icónicos, como los de Conga y Tía María.

Este despacho forma parte de la formación de nuestra biblioteca virtual: Recursos Naturales y Desarrollo, que recomendamos revisar. 

Foto: La República

Un “documental” hecho a la medida para perjudicar a la minería en Perú

La presentación de opiniones parcializadas como si fueran opiniones independientes es una técnica de manipulación de la opinión pública. Con esa técnica, periodistas hostiles a la minería buscan aparentar profesionalismo cuando lo que están haciendo es pura propaganda.
El costo de la distorsión no es pago por los Españoles, sino por los proyectos mineros paralizados y por la economía peruana frenada.

Hace algunos días, Radio Televisión Española (RTVE), emisora publica de España, emitió un documental llamado “La Batalla del Cobre”, acerca del conflicto social que detuvo el desarrollo del proyecto Tía María, de Southern Perú, en la región de Arequipa.  

Ese documental es un claro ejemplo de cómo se puede construir una visión tendenciosa de un conflicto social, tomando testimonios de distintas posiciones: las autoridades, técnicos, pobladores, empleados de la empresa minera, etc. La RTVE presenta la población de un valle agrícola preocupada por la cercana presencia de un proyecto minero. La historia que cuenta es de una población que se ha opuesto a la destrucción de su valle, a costa de muertos y heridos. La labor de los grupos anti-mineros es cuidadosamente ocultada en la historia. Además, el documental asume como verdad la narrativa post-extractivista de que la actividad agrícola y la minera son intrínsecamente antagónicas.

No es la primera vez que RTVE realiza un documental en la región. Discutir las razones por las cuales este medio de comunicación público español se interesa por conflictos sociales en Perú, sería caer en especulación. Sin embargo, sí llaman la atención diversos sesgos del desarrollo del documental, que incluyen importantes omisiones, mentiras y enfoques parcializados.

Irregularidades en la información

RTVE expone la voz de diversos pobladores contrarios al proyecto, la voz de las autoridades locales, la de la Empresa y supuestas voces neutrales. Sin embargo, presenta como neutrales a diversos actores con una posición política evidentemente contraria al desarrollo del proyecto Tía María.

Entre ellos se encuentra Daniel Taranzo, denunciado por periodistas de El Comercio y la República, de ser el “azuzador principal para que la población los agrediera a ellos y a otro grupo de corresponsales que también llegó hasta el lugar para informar el conflicto por Tía María”[1].  Un periodista neutral no publicaría en su cuenta de Facebook una foto y un mensaje como el que se ve en la parte inferior. Sin embargo en el documental se le presenta como un periodista independiente.

Esta es una imagen tomada del Perfil de Facebook de Daniel Toranzo, “periodista independiente” según el documental.

También se presenta como “ingeniero independiente” a Otto Hito, quien ha tenido una participación activa en el conflicto, ya sea ofreciendo opiniones contrarias al proyecto en medios de comunicación o como animador en manifestaciones, como se ve en el video siguiente.  El ingeniero “independiente” termina su intervención pidiendo la liberación de Gregorio Santos, ex presidente regional de Cajamarca y uno de los principales opositores al proyecto Conga, actualmente en prisión preventiva acusado de actos de corrupción durante su gestión.

Supuesto “ingeniero independiente” Otto Hito utilizado en el documental de RTVE como opinión técnica sobre el proyecto Tía María.[2]

Desproporción en las declaraciones

En diversas partes del documental se muestran disputas entre la policía y los manifestantes. Se exponen testimonios que muestran el carácter humano de los familiares y afectados  de los manifestantes, con poderosas imágenes llenas de sangre y dolor. Sin embargo, no existe una contraparte para informar sobre la violencia ejercida por los manifestantes contra la policía, por parte de los Espartambos, que asesinaron a un agente de las fuerzas del orden con piedras y que produjeron más heridos con sus ataques. Todas las pérdidas humanas en un conflicto social son trágicas, y consideramos que la vida de los policías tienen tanto valor como las de los manifestantes.  Aparentemente este principio no es compartido por los autores de este documental. Tampoco se toma los múltiples testimonios respecto a los mecanismos de represión que los opositores al proyecto ejercían en el valle del Tambo a todo aquel que difiriera de su postura.

Supuestos encubiertos

En el documental se transmite una serie de declaraciones cargadas de supuestos hostiles a la minería.  “Empezó defendiendo el valle, y acabó trabajando para la empresa minera”  (29:50 del documental) afirma la narradora del documental acerca del abogado Jesús Gómez Urquizo involucrado en los Pepe audios. Es decir, según esta producción existen dos opciones: o se defiende el valle (de la minería) o se “ataca al valle” (la posición minera).  Es decir, el narrador asume que Tía María es una amenaza y oponérsele es indispensable defender al valle. Asume además, que oponiéndose a la minería se está defendiendo al valle y su población.

“Nosotros fuimos a la marcha pacífica a Cocachacra” (14:30 del documental ) ó “Yo he hecho todo lo posible para dialogar con la gente para que todo sea pacíficamente” (23:24 del documental ) son declaraciones que son realizadas a pesar de las imágenes que muestran la presencia de los llamados Espartambos, grandes protagonistas de la  violencia del conflicto. Se toma la violencia de grupos de la población casi como un fenómeno meteorológico inevitable, y no una situación azuzada por los líderes de ciertas organizaciones como el Frente de Defensa del Valle del Tambo, que buscaban beneficiarse a través de chantajes a la empresa minera.

Antagonismo intrínseco

RTVE trabaja sobre una idea tácita en su descripción del problema: la minería y la agricultura no pueden convivir, existe un antagonismo intrínseco. Se toman testimonios de agricultores preocupados por la agricultura como las únicas voces autorizadas, y no se menciona la posibilidad de que estas actividades puedan convivir. Testimonios como  “De hecho señorita, de hecho que nos va a contaminar” (41:15), “Ollanta Humala está a favor de la minería, nada quiere saber de este valle” (22:30) no se contrastan con argumentos técnicos que permitan saber si  con las medidas que se platean en el Proyecto Tía María es posible prevenir la contaminación ambiental. La propuesta de Southern, de construir una planta desalinizadora para utilizar el agua del mar en lugar parte de los flujos de agua del río Tambo es omitida del documental, a pesar de ser una de las principales propuestas de la empresa minera para reducir los temores que genera su actividad. Una de las diferencias entre periodismo serio y propaganda es la omisión de información crítica para entender los hechos.

Abiertas Mentiras

“La quinta parte del territorio nacional está cedida a la explotación minera”(20:43) afirma el documental, tomando como fuente a Cooperacción, conocida organización anti-minera. Si tomamos como referencia el Boletín Estadístico del subsector Minero del Ministerio de Energía y Minas de Diciembre del 2015, esta información es abiertamente falsa. Como vemos en la tabla superior, el porcentaje de territorio peruano dedicado a unidades mineras en actividad es del 1.22%. Si nos remitimos a la afirmación del documental, sólo el 0.93% está cedida a la explotación minera. Ese número dista significativamente de ser 20% del territorio nacional que afirma la fuente utilizada por el documental. [3]

Inclusive se podría decir que la situación que trata de mostrar RTVE con el documental, y con la descripción que coloca en su página web[4] es muy distinta a la real. En el mismo boletín, se encuentra el porcentaje del territorio nacional que se encuentra restringida a la minería. Este es el 64.95% del Perú, es decir la cantidad de territorio vetado a la minería es 53 veces mayor que aquél en el que se realiza alguna actividad minera.  

Otra mentira mencionada en el documental es cuando la narración declara que:

“En el 2011, un organismo de Naciones Unidas hizo múltiples objeciones al estudio de impacto ambiental. Aquel año las protestas terminaron con 3 muertos y el gobierno peruano denegó la licencia. Pero en 2014 flexibilizó la ley y dio luz verde al nuevo estudio ambiental” (38:09)

Las observaciones detectadas por la consultora ambiental contratada por UNOPS (Que es un organismo de compras y no se análisis ambiental) arribó a 328 comentarios al primer EIA del proyecto Tía María de las cuales una buena parte no son observaciones sino sugerencias y descripciones metodológicas, siendo solo 25 observaciones las referidas directamente a los impactos del proyecto. Estas 25 observaciones fueron atendidas en el siguiente estudio ambiental aprobado el 2014. No se dio como resultado de una relajación de los estándares ambientales como falsamente se menciona en el documental,[5] sino por modificaciones en el EIA y en los procesos desplegados en el Proyecto.

Estas mentiras son indicaciones poderosas de que las fuentes de información para el documental fueron las organizaciones anti-mineras que actúan bajo la fachada de grupos ambientalistas. Los autores del documental prefirieron trabajar con organizaciones ideológicamente sesgadas antes que buscar fuentes realmente independientes.

Las Consecuencias.

Este tipo de producciones cumplen un rol de propaganda para las organizaciones anti-mineras: no solo se distribuyen a través de internet y de activistas, sino también se reproducen dentro de las comunidades, en las reuniones, buscando adoctrinar a las audiencias, y dañando irresponsablemente la reputación de las empresas mineras.

Estos documentales no son vistos por la población en general, sin embargo sí son vistos por públicos específicos que pueden incidir sobre la posibilidades de realización del Proyecto Tía María. El documental sirve para atraer activistas internacionales para que vengan al Perú a apoyar las organizaciones anti-mineras dedicadas a impedir Tía María y otros proyectos. Entre algunos de los periodistas nacionales se genera un tendencia a brindar una cobertura hostil al las noticias relacionadas con Tía María. Entre lo activistas en el Tambo, ese documentales mejora sus ánimos y les empodera al hacerles sentir que sus acciones de bloqueo a la minería peruana están teniendo una aceptación global. Sus consecuencias negativas son múltiples.

Documentales y Minería.

No es la primera vez que se realizan reportajes o productos audiovisuales contrarios a algún proyecto minero, ni que estos se realizan con un sesgo evidente de parte de sus productores. El documental Hija de la Laguna es muchísimo mas sesgado que este, con patentes mentiras y manipulaciones. Los autores de La Batalla del Cobre por lo menos se han preocupado por dar una apariencia de periodismo serio, presentando opiniones anti-mineras como si fueran independientes. El documental peruano ni siquiera se preocupó por las apariencias.

A pesar de su campaña de puerta a puerta, a respuesta de la Empresa y del sector no ha sido oportuna, ni ha respondido con hechos a los ataques que se le infringen. Al callarse ante esas distorsiones, Southern y el gremio minero dejan en la opinión pública la sensación de que las falsedades son verdades. Para el público, el silencio de la empresa es un reconocimiento de que las afirmaciones del documental son irrebatibles. Con su silencio, la empresa está haciendo un gran favor a los anti-mineros. El público Español estará creyendo en el “documental” y las imágenes de Southern y las instituciones peruanas quedarán perjudicadas.

Tía María representa una inversión de US$ 1,400 millones y en sus 18 años de vida espera explotar dos yacimientos a tajo abierto de cobre: La Tapada y Tía María, de los que se extraerán diariamente unas 100,000 toneladas métricas de óxidos de cobre para producir 120,000 toneladas de cátodos de cobre anualmente. La puesta en marcha de este proyecto es de enorme importancia, no solo por el tamaño y la inversión que representa (lo cual contribuirá decididamente al desarrollo de Arequipa y del sur del país), sino porque demostraría que cuando se quiere se puede. (Ver en Lampadia: No podemos dejar que nuestra Tía María siga atascada y Criminales anti Tía María amenazan con violaciones y canibalismo)

Al no responder apropiadamente a estos ataques, los argumentos expuestos por anti-mineros a través de este tipo de reportajes calan en los periodistas, líderes de opinión, funcionarios de las instituciones del Estado y a través de ellos en la población.  Esto genera una hostilidad en estos actores que a la hora de que se reactive algún conflicto llevarán a una cobertura periodística mas hostil y a instituciones del Estado más susceptibles ceder a la presión de los antimineros. Lampadia

 


[1] El Buho. http://elbuho.pe/2015/05/26/conferencia-termina-en-gresca-verbal-de-reporteros-locales-contra-mollendinos-por-tia-maria/

[2] Canal voces de la tierra, Youtube.  https://www.youtube.com/watch?v=zsuqCtnFGD4

[3] Boletín Estadístico del subsector Minero del Ministerio de Energía y Minas de Diciembre del 2015 . Página 17, http://www.minem.gob.pe/minem/archivos/file/Mineria/PUBLICACIONES/VARIABLES/2015/diciembre.pdf

[4] “El caso de ‘Tía María’ es un ejemplo de los numerosos conflictos sociales que genera la minería en Perú, un país que tiene la quinta parte de su territorio adjudicada a empresas mineras.” http://www.rtve.es/alacarta/videos/en-portada/portada-batalla-del-cobre/3483640/

[5] Una muy buena explicacion de la manera como fueron atendidas estas observaciones se puede observar en la conferencia “ Proyecto Tia Maria: Despejando Dudas y Aliviando Temores” disponible en https://www.youtube.com/watch?v=gIJO5SZcU5Y, a partir del minuto 31:00