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Un monstruoso despropósito

Un monstruoso despropósito

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

La reforma del sistema de pensiones tenía que priorizar la falta de cobertura, el mayor problema actual. El 70% de los peruanos no tienen respaldo para la vejez.

Pero la bendita ‘comisión especial multipartidaria encargada de evaluar, diseñar y proponer el proyecto para la reforma integral del sistema previsional peruano’, se dedicó a malograr lo que mejor funciona, el Sistema Privado de Pensiones (SPP).

Actualmente, el SPP da una pensión promedio de S/. 1,181, a diferencia de los S/. 784 que da el sistema público de la ONP, que solo cubre a los que hayan aportado 20 años (el 60% se queda sin nada).

Además, es muy notorio que, a la fecha, de los 100,000 millones de soles que se han generado en el SPP, dos tercios son producto de la rentabilidad acumulada, gracias al efecto ‘mágico’ de la tasa de interés compuesto. (Por ejemplo, 10 soles aportados a los 18 años, con un rendimiento anual de 7%, genera 240 soles a la edad de 65 años).

Fuente: AFP Horizonte

Todos los intentos de llevar a los informales a afiliarse a un sistema de pensiones, han fracasado. Por esta razón, en Lampadia, en enero del 2014, propusimos un modelo de generación de pensiones que no se basara en la renta, como actualmente, sino en el gasto. La idea es usar los pagos individuales de IGV como fuente de aportes individuales para la formación de fondos previsionales.

El sistema establecería que todos los ciudadanos, desde la edad de 18 años, aporten a su fondo individual de pensiones una parte de lo que paguen por IGV cada vez que consuman. En otras palabras, cada vez que un ciudadano consuma, el Estado le devolvería para su fondo individual, digamos cinco puntos de los 18 pagados por IGV.

Veamos una simulación de rangos de aportes:

Estos cálculos están basados en que una persona con un ingreso mensual de S/. 1,500, que consume el 80% de su ingreso, podrá obtener, con sus consumos realizados entre los 20 y 65 años, destinando un punto de IGV (1 de 18) de sus compras a su fondo individual, con una rentabilidad real anual de 7%, una renta vitalicia equivalente de S/. 181. Esto le daría una tasa de reemplazo (es decir la pensión obtenida como fracción del ingreso obtenido durante la etapa laboral) de 12.1%. Con 5 puntos de aporte, la pensión llegaría a 905 soles y la tasa de reemplazo sería del orden de 60.5%.

Este modelo previsional permitiría lograr un sistema Universal, Voluntario, Formalizador y Autofinanciado. Ver en Lampadia: Pensión para todos.

De esta manera, los trabajadores independientes, informales o no, que no cuentan con ingresos por planilla, pueden tener acceso al sistema de pensiones. El incentivo de recibir una pensión por pagos de IGV ya efectuados (a pérdida desde el punto de vista del ciudadano), debe ser suficiente para que todos pidamos comprobantes de pago, formalicemos el empleo y aumentemos la recaudación efectiva de IGV, que hoy no pasa de 10%.

El sistema previsional no es un juego. Es un tema que determina la calidad de vida de nuestros ciudadanos después de su vida laboral y, además, la salud fiscal del Estado.

En general los sistemas pensionarios son un fracaso en la gran mayoría de países, incluyendo a los países más ricos. El modelo tradicional para el manejo de las pensiones es el sistema de reparto. Un sistema en el que los trabajadores mantienen con sus aportes corrientes a los jubilados, una suerte de ruleta, en la cual ellos también serán mantenidos por los futuros trabajadores.

Más allá de la ineficiencia de los estados para administrar fondos, todo funcionaba teóricamente hasta que se empezó a alargar la esperanza de vida. Todos los modelos de reparto entraron en déficit, creando inmensos huecos fiscales que muchas veces superan el PBI de sus economías, o en países más pobres dejando a los jubilados con pensiones miserables.

Afortunadamente, hace unos 40 años, en Chile, se creó el sistema de cuentas individuales de ahorro para pensiones sujetos a capitalización individual, manejados por especialistas financieros privados.

Esto transformó el tema de las pensiones y lo hizo sostenible financieramente. Este modelo fue adoptado por muchos países, con distintas variantes, entre ellos el Perú desde 1993.

Pero en el Perú, sobre la base de un desconocimiento generalizado del tema pensionario, y por la natural preferencia de lo actual sobre lo futuro, nuestros políticos han encontrado un espacio para hacer populismo con propuestas engañosas. Entre el retiro del 95.5% al momento de la jubilación, los retiros anticipados, y las devoluciones de aportes, se está condenando a millones de peruanos a no tener pensiones, y eventualmente al Estado, a tener que responder con alguna variante de la limitada pensión 65.

La comisión de reforma ha recibido múltiples recomendaciones, que han tirado en saco roto. En lugar de construir sobre lo avanzado y de mejorar el sistema, pretende regresar a pensiones administradas por el Estado con un componente importante de reparto, con una canasta común financiada por aportes individuales. Ver en Lampadia: Se viene un camello para el manejo de las pensiones.

La propuesta de la comisión de reforma es regresiva, anti moderna y empobrecedora de la calidad de vida de los peruanos. Tenemos que salir al frente para evitar semejante despropósito. Lampadia




PPK puede ser el Presidente más Débil de la Historia

El pasado 11 de abril propusimos en Lampadia (El 67% de los peruanos votaron por construir sobre lo avanzado) que en la segunda vuelta electoral aprovechemos la extraordinaria oportunidad de vivir unos días de civismo, un período de aprendizaje y reflexión sobre propuestas serias que nos permitan a los ciudadanos ponderar las políticas públicas que pueden llevarnos al desarrollo integral, revisando las agendas de gobierno con énfasis en los cómos.

Así se evitarían los tradicionales enfrentamientos politiqueros y se recogería el mandato popular que optó por dos fuerzas pro economía de mercado que están supuestas a seguir construyendo sobre lo avanzado.

Lamentablemente, las cosas parecen ir por otro lado. PPK y PPK, en vez de desarrollar una compulsa constructiva con Fuerza Popular (FP), parecen preferir un autodestructivo acercamiento con la izquierda tradicional con gestos y frases que solo pueden ser calificadas como un despropósito.

Por ejemplo, en la mañana del 11 de abril, al día siguiente de las elecciones, sin haber felicitado a Keiko por el resultado de la votación, PPK deslizó la posibilidad de visitar a Santos en la cárcel, para terminar desairado por el líder de Democracia Directa. Además, Martín Vizcarra, el candidato a la primera vicepresidencia, declaró a los pocos días que “con Marco Arana coincidimos plenamente en lo que queremos como resultado para la pobreza” (Arana, el ex cura anti minero, no ha hecho nunca una propuesta para superar la pobreza). Mercedes Araoz y Juan Sheput hicieron invocaciones parecidas. Esta es una estrategia de alianzas destructiva para el país, pues, conociendo a nuestras izquierdas, no durará siquiera dos meses, porque para ellos el voto por PPK sería un componente de su estrategia anti-sistema, terminarían atacando PPK, aún antes de que asuma su eventual gobierno.

Consideramos que el enfoque de PPK para la segunda vuelta es un error grave no solo para su colectivo político, sino, especialmente, para el Perú, porque para convocar el respaldo de la opinión pública a las medidas de reactivación económica y a las reformas que necesita el país, o sea para neutralizar la izquierda radical, que contará  con una bancada agresiva y numerosa, se va a necesitar un gobierno sólido y con una postura política coherente.

La incoherencia de PPK es grave, considerando sus debilidades políticas estructurales. Veamos:

  • Ningún otro presidente electo habría sacado menos votos en la primera vuelta. PPK logró apenas  21% de los votos válidos. El 2006, Alan García sacó 24.3%.
  • No hay que olvidar que parte de estos votos fueron una opción táctica de terceros  que votaron para impedir que el Frente Amplio llegue a la segunda vuelta, y otra parte ha sido producto de la exclusión de Guzmán y Acuña. ¿Cuantos fueron los votos propios de PPK? ¿Cuántos son los peruanos que lo defenderán en una situación de dificultad?
  • Ningún otro presidente, en muchas décadas, tendría una bancada más reducida en el Congreso, pues tan solo el 18% de los congresistas ingresarán por su agrupación. En el inconcluso primer gobierno de Belaúnde, la bancada oficialista llegó al 28% del congreso, 10% más que PPK. Además, no debemos olvidar el antecedente de que de los 18 congresistas que ingresaron con PPK el 2011, ninguno siguió vinculado a él cinco años más tarde. Tampoco hay que olvidar que, su capacidad de comando y control sobre su propia organización política (PPK) se muestra muy limitada. El manejo del conflicto con Heresi no habla bien de su capacidad política.
  • Ningún otro presidente seria electo al cargo con una edad más avanzada. Belaúnde, en 1980, representa el máximo histórico con 68 años.
  • Ningún otro presidente obtuvo en primera vuelta una representación geográfica y poblacional tan reducida. Solo ganó en una región, en tres de 196 provincias (perdió en 98.5% de las provincias). En la mayoría de ellas ha quedado en 3º o en 4º puesto. Los  conflictos sociales surgen principalmente en las regiones donde PPK tiene muy escaso respaldo político.
  • Ningún otro presidente llegaría al poder apoyado por una coalición o convergencia política con tantos intereses contrapuestos y hostilidades profundas.
  • La izquierda que hoy lo apoya, lo hace por oposición al Fujimorismo, y se volverá su más radical opositor, para posicionarse como alternativa para el 2021.
  • Además, en este proceso, habría generado brechas complicadas con FP.

Consecuencias:

  • Si mantiene dicha estrategia (inconsistente), con las debilidades indicadas, el eventual gobierno de PPK no tendría capacidad de hacer mucho, sería muy vulnerable para la izquierda anti-sistema.
  • Su capacidad para resolver algún conflicto como Tía María o Conga, cuando los  genere la izquierda anti-sistema, sería muy reducida, abriendo el camino para que esos conflictos se escalen o multipliquen.
  • Su capacidad de hacer reformas dependerá del apoyo de FP para pasar cualquier iniciativa en el Congreso, pero ¿Qué razones tendría el FP para asumir los costos políticos de las reformas en defensa del gobierno de PPK? ¿Qué podría ofrecer PPK a FP desde una situación de debilidad? FP ya ha anunciado que su eventual estrategia pasaría por otorgar facultades legislativas en vez de aprobar las normas en el Congreso.
  • La imagen de estabilidad política ganada por el Perú en la primera vuelta, se deterioraría rápidamente por las inestabilidades e inconsistencias del gobierno de PPK.
  • La mediatizada y desarticulada colaboración con FP, que no sería la de una acción de gobierno consistente que produzca resultados claros, facilitaría que la izquierda desprestigie las políticas públicas ‘pro-modelo’, beneficiándose de una confrontación esencialmente política que propicie espacios al populismo.

Esperamos que PPK y PPK entiendan el callejón sin salida al que parecen estar entrando. Sus aprontes hacia las izquierdas pueden ser una táctica electoral políticamente entendible, pero son al mismo tiempo una traición al mandato popular que rechazó el tener en la segunda vuelta una alternativa anti-mercado. Lampadia