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Perú: El país más empresario del mundo

Perú: El país más empresario del mundo

Pablo Bustamante Pardo
Director de 
Lampadia

Rolando Arellano es un investigador social que lleva años estudiando a los peruanos, sus características, sus costumbres y sus inclinaciones. El ha volcado sus innovadores hallazgos en múltiples libros, leídos en todo el país.

Su penúltimo libro, que presentamos en esta nota, nos muestra como empresarios, aunque no nos reconozcamos así. Lamentablemente, la guerra ideológica de las izquierdas continentales que nos bombardea hace quince años, ha llevado su lucha de clases al mundo de las empresas, dividiéndonos entre emprendedores y empresarios, entre chicos y grandes, buenos y malos.

Pero la realidad de nuestra naturaleza está marcada en la conciencia de todos los peruanos, solo hay que sacarla a la luz y mostrarla, como hace Arellano.

Esta realidad nacional nos describe muy diferentes a las poblaciones de nuestros países vecinos. Nuestro ‘espacio-tiempo-histórico’ nos ha hecho resilientes y luchadores, y ante el fracaso de muchos de nuestros gobiernos que no han estado a la altura de la gobernanza, hemos desarrollado una fuerte confianza en nosotros mismos. 

Arellano describe estas características nuestras, con una forma de comunicación sencilla, pero todo debidamente sustentado en datos públicos.

Un primer tema que queremos destacar, es que al 2019 la tasa de desempleo en Perú fue de 3.3% (5.6 en el mundo y 8.1 en América Latina). Y que el 88% de los empleos asalariados provienen de las empresas privadas.

En el siguiente gráfico, Arellano muestra un dato importantísimo, una alta correlación entre el crecimiento del PBI per cápita y la creación de empresas.

Pero no nos denominamos como empresarios.

Según Arellano, queremos a las empresas, pero …

Un buen consejo de Arellano es que debemos evitar la contradicción entre el progreso económico y el desarrollo social, ambos son parte de los mismo y uno no se puede dar sin el otro.

El siguiente cuadro muestra que el Perú tiene más empresas que EEUU, Colombia y Chile, en proporción a nuestra población. Asimismo, muestra que el 73% de la población prefiere tener un negocio propio, y que nuestro emprendimiento se da por necesidad, deseo y oportunidad.

También podemos ver que el crecimiento económico ha reducido la pobreza de manera muy importante; que los niveles socio-económicos intermedios son los que más han crecido, y que sin embargo, la recaudación tributaria descansa en el 0.16% de los contribuyentes.

Así es como los empresarios peruanos se auto definen.

Ver el libro completo en el siguiente enlace: 

https://www.lampadia.com/assets/uploads_librosdigitales/17234-peru-el-pais-mas-empresario-del-mundo_rolando-arellano.pdf

Lampadia

 



Estatismo y pobreza

Estatismo y pobreza

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 21 de mayo de 2021
Para Lampadia

El 2020 fue un año brutal. A diferencia de lo que veníamos logrando en materia de crecimiento económico y reducción de la pobreza, el año pasado ésta aumentó casi 10% a nivel nacional. El retroceso económico y social fue tal, que ahora – dramáticamente – uno de cada tres peruanos es pobre. ¡Hemos retrocedido diez años! Repito, el 2020 fue un año brutalmente empobrecedor.

Pero escarbemos más acerca del tema. ¿Cuál fue la región que más se empobreció el año pasado? Aunque parezca mentira… Lima. Antes de la pandemia, 14% de los limeños – migrantes la mayoría – eran pobres. Ahora, 28%. ¡La pobreza en Lima se duplicó el año pasado!

La pandemia – ciertamente – tuvo mucho que ver con el empobrecimiento de nuestros compatriotas en todo el país. Pero ¿por qué nos fue tan mal a los peruanos, y a otros no tanto? Me refiero a otros países. ¿Por qué tuvimos la más alta tasa de mortalidad, y la mayor caída económica y productiva… del mundo? ¿Por qué fuimos el país que peor manejó la pandemia a nivel mundial? ¿Por qué?

Por lo que he podido indagar y comparar con otros países, el Perú fue el país que menos recurrió al sector privado – léase empresas – para confrontar la pandemia. El Estado, sólo el Estado, y nadie más que el Estado debía actuar frente a la pandemia. El resto… inmovilización social y confinamiento total. #YoMeQuedoEnCasa. ¡Absurdo!

Efectivamente, nuestro Gobierno fue el que estableció la cuarentena más radical del mundo en materia empresarial, al inicio de la pandemia. Todas las empresas mineras, pesqueras, industriales, constructoras, hoteleras, restaurantes, cines… todas tuvieron que parar compulsivamente, por disposición del Estado. Las únicas excepciones fueron la agricultura, algunos comercios, la salud, y unos cuantos servicios básicos más.

Sigamos escarbando. ¿Cuál fue la región a la que mejor le fue – económicamente – en el 2020? Según un reciente informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), Ica fue la región que registró menos pobreza a nivel nacional. Objetivamente – según el INEI – Ica tiene menos pobreza que regiones como Arequipa, Piura, La libertad, incluso Lima Metropolitana. Y ni qué decir si nos comparamos con la pobreza en regiones de la Sierra y Selva del país.

La pregunta es ¿cómo así Ica registró la menor pobreza del país? Y la respuesta es obvia: por sus empresas y sus trabajadores. Y particularmente por su agricultura exportadora, la cual – gracias a Dios – no paró por la pandemia.

Entonces ¿por qué las protestas contra las agroexportadoras de Ica en diciembre pasado? ¿Por qué el presidente Sagasti – feliz – derogó raudamente la Ley de Promoción Agraria, que tanto empleo formal y desarrollo social había generado desde su promulgación en el año 2000?

Atemos cabos. El común denominador detrás de toda esta – aparente – insensatez es la fobia empresarial de parte de nuestras autoridades, secundada – valgan verdades – por algunos periodistas, académicos, políticos, y demás.

Por ello, precisamente – por la fobia empresarial – el Gobierno dispuso la paralización total de actividades empresariales que bien pudieron operar normalmente siguiendo los protocolos de seguridad por todos conocidos: distanciamiento social, protección facial y lavado de manos. Por ello – porque las aborrece – el Gobierno desestimó el ofrecimiento de numerosas empresas de realizar pruebas moleculares de COVID a sus trabajadores. Por ello – al inicio de la pandemia – el Gobierno rechazó los ofrecimientos de algunas empresas textiles de fabricar mascarillas, prendas de vestir y sábanas para uso hospitalario. Y también por ello – en el colmo del estatismo retrógrado y acomplejado – el Gobierno rechazó ofrecimientos de oxígeno y compra de vacunas por parte de empresas mineras.

¡Cuánta pobreza, cuánto odio, cuánta injusticia, cuánta envidia, cuánta muerte nos está trayendo el estatismo a los peruanos! Lampadia




Revoluciones productivas en el campo

Revoluciones productivas en el campo

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Desde la reforma agraria de 69, se dejó de invertir en el campo y se condenó a la pobreza más abyecta a los campesinos, un inmenso sector de la población del país.

Con el transcurso de los años se dejó el colectivismo impuesto por la dictadura militar y los campesinos pasaron a ser posesionarios de sus tierras a través de minifundios. Pero ellos no pudieron superar la pobreza, pues no tenían capacidad de invertir, no tenían acceso a buenas tecnologías productivas, sembraban mayormente productos de panllevar de poco valor agregado, y no tenían acceso a los mercados. Se mantenían en buena medida en una economía de subsistencia.

Desde el año 2000, se produjeron dos fenómenos muy importantes para el sector agrícola:

  • El establecimiento del régimen de promoción agraria que permitió el desarrollo de la agricultura moderna, inicialmente en terrenos eriazos de la costa peruana, permitiendo el regreso de la inversión privada al campo. El uso de tecnologías modernas, el desarrollo de cultivos de alto valor agregado. Y el acceso a los mercados globales, donde el Perú se enseñoreó mostrando las bondades de nuestras frutas y hortalizas.
    Este régimen no solo ha permitido un crecimiento muy importante de la exportación de frutas y hortalizas frescas a los mercados más exigentes del mundo, también ha permitido que, por primera vez en el Perú, se genere empleo formal con beneficios sociales, en el sector rural.
  • El desarrollo del proyecto de ‘Sierra Productiva’ en los minifundios altoandinos, donde los Yachachiq difundieron tecnologías básicas, pero de alto impacto social y económico.
    Este proyecto fue liderado por Carlos Paredes Gonzales desde la Federación de Campesinos del Cusco, y hoy día, a pesar de la oposición a apoyarlo de todos los gobiernos desde el año 2000, el proyecto llega a unas 60,000 familias.
    Sierra Productiva permite aumentos exponenciales de productividad, multiplicar la variedad de cosechas y producciones, acceso a los mercados regionales y aumento de ingresos y disminución sustancial de la pobreza.

Es muy importante destacar que el crecimiento de las agroexportaciones ha potenciado nuestras capacidades, tanto de climas de contra-estación, como del desarrollo tecnológico que permitió adaptar a nuestras tierras cultivos no tradicionales, y por supuesto, la rápida capacitación de una población previamente desempleada, que se empoderó en trabajadores eficientes.

Este sector encierra un potencial único para el crecimiento de la producción y el empleo. Veamos el siguiente gráfico que muestra la productividad relativa de nuestros productos de exportación:

Este cuadro, desarrollado por Carlos Amat y León, explica como en el Perú, en tan solo 180,000 hectáreas, podemos generar el mismo valor que otros países, con cultivos intensivos, en 2’500,000 hectáreas, unos US$ 2,500 millones en cada caso.

La maravilla del Perú, es que nosotros podemos multiplicar estos sembríos, digamos por dos, en mucho menos tierras, menos uso de agua, agroquímicos y otros, que los que necesitarían los países productores de soya, trigo y maíz amarillo duro.

Como vamos a desperdiciar semejante oportunidad, sobre todo habida cuenta de su gran potencial de desarrollo social a través de la generación de empleo masivo en el campo. Parar el desarrollo agrario sería una traición a todos los peruanos, pero especialmente a los más pobres.

Igual es una traición a los más pobres de los pobres, los pobladores de los minifundios altoandinos, no apoyar la multiplicación de Sierra Productiva, y hasta sabotearla, teniendo los recursos económicos para hacerlo, prefiriendo mantener programas sociales mendicantes, en vez de programas sociales productivos y dignificantes.

Aprovechemos pues esta oportunidad para hacer la verdadera reforma agraria en el Perú, la multiplicación de los esfuerzos productivos agrícolas modernos y en paralelo, incorporemos la sierra alto-andina rural a la economía moderna y sostenible. Lampadia




Disparándonos al pie

Disparándonos al pie

Jorge Pérez-Taiman
Abogado especializado en petróleo y gas
Para Lampadia

Según información difundida recientemente, el proyecto gasífero de Camisea ha permitido ahorros para el Perú del orden de los cien mil millones de dólares en el período 2004-2019, al desplazar a otros combustibles más costosos y contaminantes para una diversidad de usos. Actualmente el gas natural genera el 40% de la energía eléctrica que se consume en el país, con ahorros calculados en 77 millones de dólares para los usuarios. Como combustible ofrece ahorros de 57% con respecto a la gasolina y de 50% con respecto al Diesel y reduce dramáticamente el impacto ambiental de aquellos. Los clientes residenciales se han beneficiado con un ahorro de 419 millones de dólares, cifra que naturalmente aumentará conforme se vaya consolidando la masificando de su uso a nivel nacional.  Las cuantiosas regalías que paga el proyecto benefician al Estado en general y a la Región Cusco en particular.

No cabe duda que el desarrollo y puesta en producción del gas natural de Camisea constituye un éxito que hoy nadie discute y que casi hace olvidar los 16 años que tomó vencer la oposición demagógica al proyecto, basada en ideologías de izquierda e información distorsionada o abiertamente falsa. Lamentablemente, no habiendo aprendido de la experiencia, tenemos hoy operaciones petroleras que podrían beneficiar al país, a las regiones y a las comunidades aledañas a las mismas, que son atacadas y paralizadas con irresponsabilidad y demagogia similar a la que demoró Camisea durante 16 años.

Nuestra producción de petróleo crudo, que en su mejor época llegó a los 200 mil barriles diarios (MBD), está hoy alrededor de 30 MBD pese a que con el esfuerzo de contratistas privados había subido a 60 MBD en meses anteriores. Lamentablemente, a los precios internacionales del crudo afectados severamente por la pandemia y a las trabas puestas por   algunos entes estatales relativamente autónomos que funcionan descoordinadamente y sin un norte común, se sumaron tomas de campos e instalaciones petroleras que paralizaron las operaciones en la selva. Los reclamos de las comunidades nativas que protagonizaron estos hechos no están relacionados directamente con las operaciones petroleras, pues tienen que ver con promesas incumplidas por parte de los sucesivos gobiernos nacionales relativas a lo que se ha denominado cierre de brechas.  Como es evidente, estas acciones no solo perjudican la producción nacional y el canon para las mismas regiones productoras, sino que privan al Estado de importantes ingresos y espantan a las empresas que podrían tener interés en hacer las inversiones de riesgo que tanto necesitamos.

No siendo un país de grandes reservas de petróleo, en el pasado hemos podido atraer inversiones petroleras ofreciendo términos atractivos, respeto irrestricto a los contratos celebrados y condiciones razonables de seguridad para los inversionistas. Hoy vemos sin embargo que las inversiones en pozos exploratorios son ínfimas y la realidad es que la exploración que hoy no realizamos es la producción que no tendremos en el futuro y que hará que obligará a seguir pagando miles de millones de dólares en importaciones de crudo de países donde las empresas pagan impuestos y crean puestos de trabajo que bien podrían radicarse en el Perú.  No es pertinente comparar nuestra producción (30 MBD) con la de los grandes países petroleros, pero si con países vecinos que cuentan con una mayor actividad petrolera, como son Colombia y Ecuador, cuya producción hace palidecer la nuestra (Colombia (900 MBD y Ecuador 530 MBD), producto de una mayor cantidad de contratos activos y una mucho mayor inversión en exploración.  Sin embargo, nuestro país no es el único en Sudamérica con proclividad a dispararse en el pie.

En Ecuador tiene lugar en estos momentos un proceso judicial contra una serie de personas, basado en un informe de la Dirección de Auditoria de Sectores Estratégicos de la Contraloría General del Estado, que objeta la tarifa por barril producido pactada en un contrato suscrito en el año 2012 con un inversionista extranjero para el Bloque Singue. El problema es que el informe de la Contraloría del vecino país contiene una serie de conceptos absurdos que demuestra una nula comprensión de la industria petrolera. De manera increíble, objeta el incremento de las reservas del lote – hasta el momento se han producido aproximadamente 4 veces las reservas estimadas inicialmente- lo que indudablemente beneficia al país y al inversionista a través de un contrato cuyo propósito era precisamente que el contratista privado realice inversiones en un campo marginal, con escasa información geológica, como lo confirma un informe de la propia Secretaría de Hidrocarburos al Viceministro del sector que analizó el potencial del Bloque Singue y otros cinco bloques previamente al ofrecimiento de los mismos al sector privado: “(…) estos bloques podrían contar con un potencial hidrocarburífero adicional ya que no han sido evaluados en su totalidad todos los prospectos estructurales y/o estratigráficos; motivo por el cuales se requerirán inversiones adicionales para explorar, explotar, desarrollar, poner en producción y evaluar el petróleo crudo que se explotarían de estos bloques, en un monto de aproximadamente USD 230 millones, cifra que podría ser superior o menor en función de los nuevos descubrimientos. Por lo señalado y considerando la importancia que tiene para la economía del País el desarrollo de nuevas estructuras prospectivas hidrocarburíferas y el incremento de la producción de petróleo crudo; creemos necesario se inicie un nuevo proceso licitatorio abierto a la inversión privada”

Frente a esta contundente afirmación de las propias autoridades ecuatorianas, ahora se sostiene que hubo una sub valuación de reservas en el Bloque Singue, sin considerar que la cifra disponible el 2011 en base a información proporcionada por un solo pozo exploratorio es, en ausencia de pozos confirmatorios, muy imprecisa por su propia naturaleza. También se ha llegado al extremo de afirmar que estudios sísmicos confirmaban la presencia de mayores reservas, cuando cualquier persona medianamente informada sobre la industria petrolera sabe que es absolutamente imposible confirmar reservas solamente con actividad sísmica. Se ha objetado que se haya considerado un factor de recobro de reservas algo menor al 100% de las que se calculaba existían originalmente, cuando esta es una práctica común en la industria petrolera internacional por razones estrictamente técnicas.  Lo peor, sin embargo, es que con estos argumentos falaces se está violando la seguridad jurídica de un contrato que ha sido exitoso y beneficioso para ambas partes y se está comprometiendo la honra de personas que –salvo evidencia en contrario que la fiscalía ecuatoriana no ha podido hasta ahora presentar- simplemente cumplieron con su deber.

Resulta necesario anotar que los contratistas cuyas operaciones están paralizadas en el Perú cuentan, al igual que en el caso ecuatoriano, con contratos válidos y con las decenas de permisos regulatorios y ambientales que la correspondiente legislación nacional exige, pero aquí no pueden operar y allá están involucrados en un proceso judicial alucinante.

Perú y Ecuador, dos países vecinos con diferentes realidades petroleras y diferentes problemas que la afectan, pero con una común y lamentable vocación de dispararse al pie. Lampadia




La reducción de la pobreza en las regiones mineras ha sido significativa

La reducción de la pobreza en las regiones mineras ha sido significativa

Como se ha publicado anteriormente en Minas y Petróleo, un análisis fino, por distrito y no por región, permite ver que la minería ha sido responsable de que los distritos mineros tengan menos pobreza que sus vecinos que adolecen de minería. Esto lo sustenta el PNUD en las publicaciones del Índice de Pobreza Humana. Lampadia

Semanario Minas y Petróleo N° 1131
24 de Febrero 2020

La presidenta de la Bolsa de Valores de Lima (BVL) y exministra de Economía y Finanzas, Claudia Cooper, dictó el 6 de febrero en el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) la conferencia “La Minería y su Importancia en la Economía Peruana”.

La exministra de Economía y Finanzas, Claudia Cooper durante su exposición en el IIMP

La conferencia de la exministra habría sido impecable a no ser por el siguiente párrafo:

“En números macroeconómicos, muy bien, veinte. ¿Cuál es nuestro problema? Uno empieza a ver y es lo que hemos dicho, en realidad la minería genera los recursos para las regiones donde están las minas, pero no tienen ninguna relación con la pobreza de esos segmentos. Lo que uno ve es que las regiones mineras básicamente mientras más importante sea la minería en la región, más pobres hay. Entonces uno no entiende esos recursos a dónde se están yendo. La relación debería ser inversa. Resulta que las regiones mineras, lo que empezamos a ver es que mientras más importante sea la minería en el PBI de la región más pobreza básicamente hay”.

A continuación, de ese párrafo, Claudia Cooper pasa a describir los problemas que existen para que el canon y otros tributos que el gobierno central debe transferir a las regiones se hagan con la celeridad requerida, se administren bien y se destinen a las necesidades prioritarias de la región y sugiere que a estas incompetencias se debería una mayor pobreza en las regiones mineras.

Estando plenamente de acuerdo sobre la gravedad de las deficiencias, a las que se refirió Claudia Cooper, afortunadamente existe más de un error conceptual en su análisis, para llegar a la conclusión de que las regiones donde existe minería es donde “hay más pobres”. Todo lo contrario, a pesar de las deficiencias a las que se refirió Claudia Cooper, la contribución de la minería al desarrollo social de las circunscripciones geográficas donde opera es incuestionable, aunque desde luego esta contribución sería mayor sin los problemas descritos por la presidenta de la BVL.

Víctor Gobitz, CEO de Buenaventura; Claudia Cooper, presidenta de la BVL y Luis Rivera, presidente del IIMP

A nuestro juicio los errores conceptuales en el análisis de Claudia Cooper, provienen de no haber tomado en cuenta las siguientes premisas:

  • La minería no es el único factor que contribuye a la reducción de la pobreza en las regiones, un factor tal vez más importante es si la región limita o no con el Océano Pacífico. En consecuencia, como ejemplo, no se podría comparar la pobreza de Lambayeque, cuya mayor parte de su superficie está en la costa, con la de Pasco que no tiene costa.  
  • La antigüedad de una región, como una gran productora minera o metalúrgica, también es determinante para que la minería haya podido contribuir significativamente a reducir la pobreza en esa región. También a modo de ejemplo, no se puede comparar la contribución de la minería a reducir la pobreza en Apurímac, con la que ha tenido en reducirla en Junín, ya que si bien la primera tiene una producción de cobre muy importante, ésta recién se inicia a fines del 2015, mientras que en la segunda operó la más importante refinería de metales de América Latina por casi 90 años.
  • Cuando cierra una gran empresa minera o metalúrgica o reduce sus operaciones, el nivel del IDH de la provincia donde ella tuvo sus instalaciones no se reduce. Aunque a un menor ritmo sigue creciendo. Los mejores ejemplos son la provincia de Yauli, en Junín, donde operó el Complejo Metalúrgico de La Oroya y Nazca donde operó la Marcona Mining Company. Si el IDH sigue creciendo es de suponer que la pobreza se siga reduciendo, especialmente la multidimensional.
  • La producción de hidrocarburos, el turismo y la agroindustria también son factores que contribuyen a reducir la pobreza.  
  • La población de la región, es un factor a considerar. No se podría comparar el efecto de la minería en la reducción de la pobreza en Cajamarca, que tiene 1’387,809 habitantes según el último censo, con la que tiene sobre Moquegua que tiene 161,533 habitantes.
  • Las grandes empresas mineras tienen una gran influencia en el desarrollo de las circunscripciones geográficas de su entorno: distritos y provincias, pero en menor grado en el ámbito regional, especialmente si se trata de regiones con una gran superficie territorial y deficientes vías de comunicación.
  • Una gran mina de cobre tiene proporcionalmente un efecto mayor en el desarrollo social de su entorno, que el que tendrían una mina mediana polimetálica o de oro. La explicación está en que por economía de escala puede desarrollar más infraestructura y por usar tecnologías más sofisticadas, pagar mayores salarios, lo que también contribuye a la generación de empleos indirectos mejor remunerados, que los que existían antes de que se iniciara la construcción de las instalaciones de la operación minera o metalúrgica.

REDUCCIÓN DE LA POBREZA EN ZONAS MINERAS EN COMPARACIÓN CON LAS NO MINERAS

En su disertación del 6 de febrero, en el IIMP, Claudia Cooper mostró un gráfico que señala la reducción de la pobreza monetaria, a nivel regional, entre los años 2007 y 2018, que incluimos en este artículo como Gráfico Nº 1 y por su parte el 17 de febrero el Instituto Peruano de Economía (IPE) presentó en el diario “El Comercio” un gráfico con cifras para la pobreza multidimensional (1), también a nivel regional y que incluimos en este artículo como Gráfico Nº 2. Cabe señalar que según la información del IPE, el método multidimensional para medir la pobreza, es un mejor índice que el que sirve para calcularla en base al ingreso personal.

En el Gráfico Nº 1 de reducción de la pobreza, Claudia Cooper le asignó el color rojo para diferenciarlas, al clasificarlas como mineras, a las siguientes regiones: Apurímac (46% de reducción de pobreza), Cusco (31%), Pasco (25%), Junín (23%), Ancash (21%), Moquegua (21%), Arequipa (14%), Tacna (13%) y Madre de Dios (11%).

Por su parte en el Cuadro Nº 2, que corresponde a la pobreza multidimensional, se puede observar que los porcentajes de pobreza dados a conocer por el IPE, para las regiones antes señaladas (a partir de información del INEI), son los siguientes: Apurímac (46%), Pasco (32%), Ancash (30%), Cusco (29%), Junín (27%), Madre de Dios (15%), Moquegua (13%), Tacna (12%) y Arequipa (10%).

REGIONES MINERAS DE LA COSTA SON LAS DE MENOR POBREZA

Del análisis de ambos gráficos y del Cuadro Nº 1, en que se muestra el ingreso per cápita de las regiones provenientes de las transferencias por canon minero, regalía minera y derecho de vigencia y penalidad, podemos sacar la siguiente conclusión:

Las regiones que poseen costa y una elevada producción minera per cápita de varias décadas, son las que han reducido en un mayor grado la pobreza o dicho de una manera más precisa, son las que en la actualidad tienen menor pobreza. Para probar esta afirmación estamos asumiendo, como es lógico suponer, que las regiones que tienen mayores transferencias per cápita, por canon y los otros conceptos antes señalados y que se muestran en el Cuadro Nº 1 , son también los que tienen mayor producción minera per cápita.

En efecto, las regiones con menor pobreza en el Perú, conforme se puede ver en el Cuadro Nº 2 son Ica, Lima, Arequipa, Tacna y Moquegua, en ese orden. Aunque Ica no es incluida en el Cuadro Nº 1 de Claudia Cooper, como una región minera, sí lo es ya que actualmente ocupa el 8º lugar entre todas las regiones, en cuanto a mayores transferencias per cápita por canon minero, y los otros conceptos antes señalados.

Pero lo más importante es la antigüedad de Ica como región minera, por cuanto se inició, con la explotación del yacimiento de hierro de Marcona, como la única empresa productora de ese metal en el Perú en 1953 y por una gran empresa, líder en tecnología, como fue la Marcona Mining Company.

La producción de hierro de Ica fue muy importante, en la época de dicha empresa, especialmente a partir del año 1960 y hasta julio de 1975, en que fue estatizada, cuando ya tenía aprobada una ampliación. Para ser competitiva en el mercado esta empresa desarrolló el sistema patentado como Marcona Flow, que permitía el transporte de hierro en lodos. Esa tecnología se perdió con la estatización de la mina y la producción se redujo, a la tercera parte y tardó muchos años en recuperarse, a tal punto que recién en el 2018 se ha podido superar y por un escaso margen, el récord de producción de hierro del Perú (todo producido en Ica) de 9,525,116 toneladas, establecido en 1974.

Este pasado explica la ubicación de la provincia de Nazca, donde se ubica la mina Marcona, en el año 2019 en el puesto 21º en cuanto a mayor índice de desarrollo humano (IDH) entre las 196 provincias del Perú y la segunda entre las de la región Ica, según cifras del Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD). Asimismo Nazca ocupa, también según cifras del PNUD, el puesto 29º a nivel nacional en ingreso familiar per cápita entre todas las provincias del Perú y también la segunda entre la de Ica en este índice.

Arequipa, Tacna y Moquegua, que poseen costa y una importante producción minera tienen después de Ica y Lima, según se puede observar en el Gráfico Nº 2, la menor pobreza multidimensional, en ese orden; y también tuvieron en el 2018, en ese mismo orden la 5º, 4º y 2º ubicación, respectivamente, en transferencias por canon y los otros conceptos incluidos en el Cuadro Nº 1. En el 2015 el orden había sido el 5º, 2º y 1º respectivamente. 

No cabe, en consecuencia, duda que la minería contribuyó a reducir la pobreza en Arequipa, Tacna y Moquegua y también en Ica y lo que no se percibió, en el análisis de Claudia Cooper, es que cuando el porcentaje de pobres se ha reducido significativamente, entonces continuar con la reducción de esos porcentajes es mucho más difícil.

Esta verdad, de Perogrullo a nivel de países, a la que siempre se refieren los economistas, no tendría por qué ser diferente a nivel de regiones y en consecuencia es la razón por la cual en el Gráfico Nº 1 Tacna 4º, Arequipa 5º, Ica 8º y Moquegua 9º, están entre las regiones que menos han reducido en puntos porcentuales la pobreza entre el 2007 y el 2018.

ANCASH, UN CASO COMPLEJO

El caso de Ancash es más difícil de analizar, pero cabe señalar que su gran producción minera, que le permitió ubicarse en el año 2018 como la región con mayor ingreso por transferencias de canon y los otros conceptos ya señalados (ver Cuadro Nº 1), se inicia recién en el año 2001, con el inicio de la producción de la mina Antamina. Anteriormente una producción de oro de relativa importancia se había iniciado en 1998, con la entrada en operación de la mina Pierina. La relativamente poca antigüedad, de la minería en Ancash, es en consecuencia la primera causa para que esta región comparta con Piura el último lugar en cuanto a pobreza multidimensional, entre las regiones que tienen parte de su territorio en la costa.

Una segunda causa parece ser la alta proporción de población rural que tiene Ancash. Comparativamente, es por un amplio margen la región que tiene la mayor proporción de población rural, entre todas las regiones de la costa peruana, 36.6% contra 21.1% que tiene La Libertad, que es la que le sigue en mayor proporción de población rural en la costa peruana. 

Cabe señalar que Ancash ha avanzado más, proporcionalmente, en el crecimiento del IDH, que las demás regiones de la costa peruana, lo que se podría explicar por un mayor crecimiento del ingreso de la población en promedio, pero sin necesidad de que se reduzca en la misma proporción el porcentaje de pobres.

LA ANTIGÜEDAD EN LA INDUSTRIA MINERA PESA EN LA REDUCCIÓN DE LA POBREZA EN LA SIERRA

En la sierra las tres regiones con menor pobreza multidimensional son Junín con 27%, Cusco con 29% y Pasco con 32% (ver Gráfico Nº 2). Como hemos señalado, Junín tiene un gran pasado minero que convirtió a la provincia de Yauli, donde se construyó el Complejo Metalúrgico de La Oroya, en la 25º en IDH del Perú en el 2003 y una de las cinco con mayor IDH de la sierra peruana. En el 2019 a pesar del cierre de la refinería pasó al 13º en IDH y al 4º en la sierra peruana, pero lo que más llama la atención es que es la 10° provincia a nivel nacional en ingreso familiar per cápita y la 2º de la sierra peruana.

Cusco es la segunda región con menor pobreza multidimensional de la sierra peruana, evidentemente esto se debe en alguna proporción a su producción minera, como lo prueba el hecho de que ocupe el 7º lugar en lo relativo a transferencias por canon y los otros conceptos que se indican en el Cuadro Nº 1; pero no se puede negar que el Turismo y la explotación del gas han contribuido a que, según se muestra en el Gráfico Nº 1, tomado de la exposición de Claudia Cooper, haya sido después de Apurímac la región de la sierra que más ha reducido la pobreza monetaria entre el 2007 y el 2018. 

Pasco es la tercera región con menor pobreza multidimensional de la sierra peruana, posición que guarda concordancia con su segundo lugar, entre las regiones de la sierra,  en cuanto a mayores transferencias por canon y los otros conceptos que se incluyen en el Cuadro Nº 1.

Cabe señalar que la región Pasco tiene 3 provincias: La de Pasco, que es aquella en la que se han desarrollado varias minas polimetálicas, la gran mayoría por encima de los 3,500 metros de altura; la de Daniel A. Carrión que tiene poca minería y la de Oxapampa que no tiene minería y destaca por la variedad de sus paisajes naturales y por sus grandes cantidades de tierra fértil.

Si bien no existe información sobre la pobreza a nivel provincial, resulta evidente que la provincia de Pasco es la que tiene menos pobreza en esta región, por cuanto ocupa el puesto 48º en el IDH y el 67º en el ingreso familiar per cápita, entre las 196 provincias del Perú, mientras que Daniel Carrión ocupa la posición 135º en IDH y 87º en ingreso familiar per cápita y Oxapampa la 93º y 87º respectivamente.

La última región de la sierra peruana que se muestra en el Gráfico Nº 1 como minera es Apurímac. Es interesante notar que esta región ya supera, como se puede apreciar en el Gráfico Nº 2, a Huánuco, Cajamarca y Huancavelica en menor pobreza multidimensional. Cabe agregar que Apurímac ha sido después de Huancavelica la región que más ha reducido la pobreza monetaria entre el 2007 y el 2018 (ver Gráfico Nº 1). Sin embargo, todavía requiere de tiempo para poder superar a regiones que, aunque con menor riqueza minera, la han tenido por décadas y en el caso de Pasco por más de un siglo.

MADRE DE DIOS INFORMAL PERO CON POCOS POBRES

Madre de Dios es la única región de la selva con producción minera, la mayor parte informal o ilegal, coincidentemente es la región con menor pobreza multidimensional de la selva peruana y por un amplio margen sobre las demás regiones de la selva. No obstante, como esa actividad está ampliamente combatida por el Gobierno es la que menos ha reducido la pobreza entre el 2007 y el 2018.

Destacados líderes del sector minero se dieron cita en el IIMP para escuchar a Claudia Cooper

(1) El índice de pobreza multidimensional (IPM) fue desarrollado por Sabina Alkire y James Foster en el 2008. Refleja las múltiples carencias de los hogares y las personas en tres dimensiones: salud, educación y condiciones de vida. Actualmente es considerado por los especialistas como un mejor índice para medir la pobreza y planificar su reducción, que el índice de pobreza monetaria.




Regiones mineras son las más competitivas y de mayor desarrollo social del país

Semanario Minas y Petróleo
N° 1111- 1112, 23 de setiembre de 2019

El Instituto Peruano de Economía –IPE– publicó en junio de este año, el Índice de Competitividad Regional – INCORE 2019. De la comparación y análisis de las cifras podemos concluir que la actividad minera es un factor que contribuye poderosamente a mejorar la competitividad. Este es el mismo comportamiento que se observa con los indicadores de desarrollo social, conforme lo ha venido dando a conocer Minas y Petróleo, en diversos artículos periodísticos de información, desde hace casi dos décadas.

Como se puede observar en el Cuadro Nº 1, a continuación de Lima, las tres regiones con mayor INCORE son: Arequipa 2º, Tacna 3º y Moquegua 4º; que en el 2017 fueron la 5º, 4º y 2º región, respectivamente, en ingresos per cápita provenientes del canon y otras contribuciones derivadas de la actividad minera. Las tres regiones son importantes productores mineros desde hace varias décadas y limitan con el litoral. Las que le siguen en el INCORE son, Ica 5º y Lima provincias 6º, aunque con menor valor per cápita de la producción minera, son también regiones mineras desde hace décadas y que limitan con el litoral. Luego siguen Tumbes y Lambayeque, cuyas ventajas comparativas, para alcanzar un mayor INCORE son: limitar con el litoral, tener a la mayor parte de su superficie ubicada en la costa y asimismo a su población habitando en esa región geográfica.  El 9º lugar en el INCORE le corresponde a Madre de Dios, que aunque de manera informal e ilegal, es un gran productor aurífero.

La relativa baja competitividad de Ancash (puesto 13º), no obstante ser la 3º región con mayor ingreso per cápita proveniente del canon y otras cobranzas derivadas de la actividad minera y limitar con el litoral se explica, en parte, porque su elevada producción minera tiene recién 17 años. Adicionalmente es la última región, puesto 25º en el pilar “Instituciones”. Un factor, poco relacionado con el bienestar de la población y que al parecer no tiene relación directa y muy poco indirecta, con el desarrollo de la industria minera en una región, pero que baja el promedio al calcularse el INCORE.  

En la sierra la región mejor clasificada es Cusco (11º), cuya producción minera es de mediana importancia, pero que se beneficia de la producción de hidrocarburos y el Turismo, le sigue Junín (14º) de una antigua tradición minera y metalúrgica.

La mala competitividad de Cajamarca (puesto 24º) se explica por los malos gobiernos regionales que ha tenido, ya que a pesar de su rechazo a la minería todavía se ubicó, en el 2017 como la 8º región con mayor ingreso per cápita proveniente del canon y otras cobranzas derivadas de la actividad minera.

Ver análisis completo en: https://www.lampadia.com/assets/uploads_documentos/225bb-regiones-mineras-las-mas-competitivas-y-de-mayor-desarrollo-social.pdf 




Gran Bretaña a puertas del Brexit

Gran Bretaña a puertas del Brexit

“Por sus frutos, los conoceréis” relata un famoso pasaje de la Biblia en el que Jesús advierte a sus discípulos sobre la futura llegada de los falsos profetas, cuya agradable apariencia podría desorientarlos del que debería ser su principal rasgo característico: sus malas acciones, a la luz de lo que mandan las escrituras. Una analogía similar aplica a los dictadores y políticos autoritarios, fácilmente identificables, porque a lo largo de la historia siempre han mostrado una serie de rasgos comunes: un desbordante populismo, la intromisión sobre la independencia de poderes y la consecuente disolución o suspensión de los parlamentos para llevar a cabo sus nefastas agendas.

El pasado 28 de agosto, Boris Johnson, primer ministro del Reino Unido y líder del Partido Conservador, anunció la suspensión del Parlamento por 5 semanas, la cual se hará efectiva desde el 10 de septiembre hasta el 13 de octubre. Así, una vez que los diputados británicos retomen sus labores, solo quedarían 18 días, hasta el plazo límite de negociación del proceso de salida del Reino Unido de la UE.

Como advertimos en anteriores publicaciones (ver Lampadia: Crisis política se agrava en Gran Bretaña, ¿Qué futuro le depara a Gran Bretaña con Boris Johnson?), la posibilidad de que Johnson despeje el paso para llevar a cabo un Brexit sin acuerdo – con desastrosas consecuencias económicas, sociales y políticas tanto para Gran Bretaña como para toda la UE – siempre estuvo latente y como se ha podido constatar la semana pesada, esta finalmente se consumó. Lo realmente lamentable de este hecho es que el excéntrico personaje acudió a este mecanismo de suspensión, enmarcado en la constitución, con el pretexto de presentar sus planes de gobierno,  cuando es bien sabido, además de la fecha límite, del clima de malestar político en torno al status actual del Brexit no solo en los círculos del parlamento sino entre los mismos ciudadanos, quienes ni bien advirtieron la decisión de Johnson, salieron a las calles protestar.

Como han vaticinado una serie de medios internacionales, es casi imposible poder frenar el Brexit sin acuerdo en esos 18 días, sin embargo, The Economist, fiel a su persistencia y estilo, arremete con propuestas.

En un reciente artículo que compartimos líneas abajo, deja entrever que aún existen dos posibles salidas pero que ambas requerirán la articulación de todas las fuerzas políticas opositoras al Brexit sin acuerdo. La primera que consisten en la emisión de una ley para pedir la extensión de la fecha de salida a la UE es la opción más sensata pero audaz, por el corto tiempo con el que se cuenta para formularla. Y de no poder concretarse tal iniciativa, el otro camino sería revocar a Johnson del cargo a través de un voto de no confianza.

Gran Bretaña se acerca a la recta final y todo está en manos de la firmeza de su parlamento para acometer acciones en contra de un proceso que dañaría todo el progreso económico y desarrollo social generado en el territorio que es conocido como la cuna de la revolución industrial. No pueden permitir que el autoritarismo, disfrazado bajo el hado nacionalista, trabe su crecimiento. Porque como a todo líder autoritario, “Por sus frutos, los conoceréis”. Lampadia

¿A quién vas a llamar?
Cómo puede el Parlamento detener el Brexit sin acuerdo de Boris Johnson

El primer ministro ha despreciado al Parlamento y ha establecido el curso para no llegar a un acuerdo. Los parlamentarios deben actuar ahora para detenerlo

The Economist
29 de agosto, 2019
Traducido y glosado por Lampadia

Uno por uno, los principios sobre los cuales se libró la campaña del Brexit han sido vaciados. Antes del referéndum, los Leavers (que querían irse de la UE), argumentaron que la victoria les permitiría negociar un acuerdo inteligente con la UE. Ahora abogan por irse sin ningún acuerdo. Antes de la votación, dijeron que el Brexit permitiría a Gran Bretaña alcanzar más acuerdos de libre comercio. Ahora dicen que comerciar en los términos básicos de la Organización Mundial del Comercio estaría bien. Lo más escandaloso de todo fue que hablaron de recuperar el control y restablecer la soberanía al Parlamento. Sin embargo, el 28 de agosto, Boris Johnson, un importante líder que ahora es primer ministro, anunció que en el período previo al Parlamento del Brexit, se suspendería por completo.

Su táctica completamente cínica está diseñada para evitar que los parlamentarios desvíen al país del rumbo temerario que ha establecido para abandonar la UE con o sin un acuerdo el 31 de octubre. Sus acciones son técnicamente legales, pero extienden las convenciones de la constitución hasta sus límites. Debido a que es demasiado débil para llevar al Parlamento a votación, quiere silenciarlo. En la democracia representativa de Gran Bretaña, eso sienta un precedente peligroso.

Pero aún no es demasiado tarde para que los parlamentarios puedan frustrar sus planes, si se organizan. La sensación de inevitabilidad sobre el no acuerdo, cultivada por los intransigentes que asesoran a Johnson, es falsa. La UE está en contra de tal resultado; la mayoría de los británicos se oponen; el Parlamento ya votó en contra de la idea. Esos parlamentarios decididos a detener el no acuerdo han sido divididos y desenfocados. Cuando regresen a trabajar la próxima semana después de su incómodo receso de verano, tendrán una oportunidad fugaz de evitar esta calamidad nacional no deseada. Las acciones de Johnson esta semana han dejado en claro por qué deben aprovecharlo.

De todos sus errores como primera ministra, quizás lo más grave de Theresa May fue plantar la idea de que Gran Bretaña podría hacer bien en abandonar la UE sin ningún acuerdo de salida. Se suponía que su eslogan de que “ningún trato es mejor que un mal acuerdo ” persuadía a los europeos a hacer concesiones. No lo hizo, pero persuadió a muchos votantes y parlamentarios británicos de que si la UE ofrecía términos menos que perfectos, Gran Bretaña debería retirarse.

De hecho, el propio análisis del gobierno sugiere que el no acuerdo haría que la economía fuera un 9% más pequeña después de 15 años que si Gran Bretaña se queda. Johnson dice que los preparativos para la interrupción inmediata son “colosales, extensos y fantásticos”. Sin embargo, los funcionarios públicos esperan escasez de alimentos, medicinas y gasolina, y una “crisis” en los puertos. Un número cada vez mayor de votantes parece pensar que unos pocos meses llenos de baches y un golpe duradero en los ingresos podrían valer la pena para eliminar todo el tedioso negocio. Este es el mayor mito de todos. Si Gran Bretaña se va sin un acuerdo, se enfrentará a una necesidad aún más urgente de llegar a un acuerdo con la UE, que exigirá las mismas concesiones que antes, y quizás mayores, dado que la mano de Gran Bretaña será más débil.

Johnson insiste en que su intención es lograr un nuevo y mejor acuerdo antes del 31 de octubre, y que para hacerlo necesita amenazar a la UE con la posibilidad creíble de no llegar a un acuerdo. A pesar de que May no llegó a ninguna parte con esta táctica, muchos parlamentarios tory todavía la ven como una buena táctica. La UE quiere un acuerdo, después de todo. Y aunque se hizo evidente que May estaba fingiendo acerca de salir, Johnson podría ser serio (los fanáticos que piensan ciertamente lo son). Angela Merkel, canciller de Alemania, dijo recientemente que Gran Bretaña debería idear un plan en los próximos 30 días si quiere reemplazar el respaldo irlandés, la parte más polémica del acuerdo de retirada. Muchos conservadores moderados, incluso aquellos que se oponen a la falta del acuerdo, quisieran darle a su nuevo primer ministro la oportunidad de demostrar su valía.

Están equivocados. Primero, el efecto de la amenaza sin acuerdo en Bruselas continúa siendo sobreestimado en Londres. La posición de la UE, que está abierta a sugerencias británicas plausibles, es la misma de siempre. La prioridad de la UE es mantener intactas las reglas de su bloque, para evitar que otros miembros busquen un trato especial. Con o sin la amenaza de no acuerdo, no hará más que cambios marginales en el acuerdo existente. En segundo lugar, incluso si la UE abandonara por completo el respaldo, el acuerdo resultante podría ser rechazado por los “espartanos” tory Brexiteers, tan intoxicados por la idea de irse sin un acuerdo que parecen estar listos para votar en contra de cualquier acuerdo. Y tercero, incluso si la UE ofreciera un acuerdo completamente nuevo y luego lo aprobara el Parlamento, ratificarlo en Europa y aprobar las leyes necesarias en Gran Bretaña requeriría una extensión mucho más allá del 31 de octubre. El voto de Johnson de irse en esa fecha, “hacer o morir”, hace que sea imposible irse con cualquier nuevo acuerdo. También revela que él es fundamentalmente poco serio sobre la negociación de uno.

Es por eso que el Parlamento debe actuar ahora para no llegar a un no acuerdo, aprobando una ley que exija que el primer ministro solicite una extensión a la UE. Incluso antes de que Johnson criticara al Parlamento, esto no iba a ser fácil. La agenda de la Cámara de los Comunes está controlada por Downing Street, que no dará tiempo para tal proyecto de ley. Los parlamentarios mostraron en la primavera que podían tomar el control temporal de la agenda, cuando aprobaron una ley que obligaba a May a solicitar una extensión más allá de la primera fecha límite del Brexit del 29 de marzo. Esta vez no existe una legislación actual para actuar como un “gancho” para una enmienda que exige una extensión, por lo que el Presidente de la Cámara tendría que ir en contra de los precedentes al permitir que los parlamentarios adjunten un voto vinculante a un debate de emergencia. Todo eso puede ser posible. Pero con el Parlamento suspendido por casi cinco semanas, habrá muy poco tiempo.

Entonces, si los miembros parlamentarios rebeldes no pueden aprobar una ley, deben estar listos para usar su arma de último recurso: echar a Johnson del cargo sin un voto de confianza. Tiene una mayoría de trabajo de solo uno. El problema es que los intentos de encontrar un primer ministro interino, para solicitar una extensión del Brexit antes de convocar elecciones, han fracasado en si debería ser Jeremy Corbyn, el líder laborista de extrema izquierda al que la mayoría de los tories desprecian, o una figura más neutral.

Si las diversas facciones que se oponen al no acuerdo no pueden ponerse de acuerdo, Johnson ganará. Pero si necesitaban una razón para dejar de lado sus diferencias, él acaba de darles una. El primer ministro ya estaba dirigiendo a Gran Bretaña hacia un Brexit sin acuerdo que golpearía la economía, afectaría a la unión y causaría una ruptura duradera con los aliados internacionales. Ahora se ha mostrado dispuesto a reprimir la democracia parlamentaria para lograr sus objetivos. Los parlamentarios vacilantes deben preguntarse: si no ahora, ¿cuándo? Lampadia




El rol de las empresas

El rol de las empresas

En el mundo se discute hasta donde debe llegar el rol de las empresas en la sociedad, tal como lo presenta The Economist en el artículo que presentamos líneas abajo. En el Perú lamentablemente, se dificulta el accionar de las empresas y hasta se pretende sustituirlas por empresas públicas mediante un cambio de Constitución.

The Economist comenta que “más de 180 empresarios, incluidos los jefes de Walmart y JPMorgan Chase, anularon tres décadas de ortodoxia para prometer que el propósito de sus empresas ya no era servir solo a sus propietarios, sino también a clientes, personal, proveedores y comunidades”.

Un gran propósito como dice la revista: “eso suena bien, pero el capitalismo colectivo sufre dos trampas: la falta de accountability [responsabilidad y rendición de cuentas] y la falta de dinamismo”. 

“La rendición de cuentas solo funciona si hay competencia. Esto reduce los precios, aumenta la productividad y garantiza que las empresas no puedan mantener durante mucho tiempo ganancias anormalmente altas. Además, alienta a las empresas a anticipar las preferencias cambiantes de los clientes, trabajadores y reguladores, por temor a que un rival llegue primero”.

“De todos modos, la reacción popular e intelectual contra el valor de los accionistas ya está alterando la toma de decisiones corporativas. Los jefes respaldan causas sociales que son populares entre los clientes y el personal. (…) Todo esto presagia un sistema en el que las grandes empresas establecen y persiguen objetivos sociales amplios, no su estrecho interés propio”.

Excelente análisis, pero nadie discute que las empresas privadas son la base de las economías de sus países.

Lamentablemente acá, no queremos tener las cosas claras y siempre estamos discutiendo lo mismo y hasta tropezando con las mismas piedras.

Nuestros políticos populistas, por no decir todos nuestros políticos, se la pasan criticando a las empresas privadas, y con la ayuda, inconsciente e inconsecuente, de los medios de comunicación, han devaluado la imagen de las empresas. Hoy día, en el sector público y en los medios, se mira al sector privado como una suerte de fuerza de invasión extranjera. Veamos la siguiente información de Vox Populi:

En el Perú, el 80% del empleo lo da el sector privado, responde por el 80 a 90% de la inversión y genera el 90% de los recursos fiscales. La salud del sector privado, que es la suma de grandes, medianas y pequeñas empresas, es crucial para el bienestar de la población.

Hoy, gracias a los gobiernos de Humala, PPK y Vizcarra, la inversión privada está deprimida. Lo mismo pasa con la inversión pública.

En la cola del círculo virtuoso de la primera década del siglo, el 2013, la inversión total llegó al 25% del PBI, unos US$ 55,000 millones. Con inversión pública de US$ 12,000 millones, inversión extranjera de otros US$ 12,000 millones y US$ 31,000 millones de inversión de empresas peruanas, en gran medida medianas y pequeñas.

Hoy día la inversión es menor en unos US$ 20,000 millones anuales, una inmensa diferencia que se puede restar directamente a la lucha contra la pobreza.

Veamos el artículo de The Economist sobre el rol de las empresas en los países más ricos. Lampadia

Grandes empresas, accionistas y sociedad
Para qué son las empresas

La competencia, no el corporativismo, es la respuesta a los problemas del capitalismo.

The Economist
22 de Agosto de 2019

A lo largo de Occidente, el capitalismo no funciona tan bien como debería.

  • Los empleos son abundantes, pero el crecimiento es lento
  • La desigualdad es demasiado alta
  • El medio ambiente está sufriendo.

Es de esperar que los gobiernos promulguen reformas para lidiar con esto, pero la política en muchos lugares está estancada o es inestable. ¿Quién, entonces, irá al rescate? Un número creciente de personas piensa que la respuesta es recurrir a las grandes empresas para ayudar a solucionar los problemas económicos y sociales. Incluso los jefes despiadadamente famosos de Estados Unidos están de acuerdo.

Esta semana, más de 180 de ellos, incluidos los jefes de Walmart y JPMorgan Chase, anularon tres décadas de ortodoxia para prometer que el propósito de sus empresas ya no era servir solo a sus propietarios, sino también a clientes, personal, proveedores y comunidades.

Los motivos del CEO son en parte tácticos. Esperan evitar ataques a las grandes empresas desde la izquierda del Partido Demócrata. Pero el cambio también es parte de una agitación en las actitudes hacia los negocios que ocurren en ambos lados del Atlántico. El personal más joven quiere trabajar para empresas que adopten una postura sobre las cuestiones morales y políticas de la época. Los políticos de varios tonos quieren que las empresas traigan empleos e inversiones a sus hogares.

Por bien intencionada que sea, esta nueva forma de capitalismo colectivo terminará haciendo más daño que bien. Se arriesga a afianzar una clase de CEOs inexplicables que carecen de legitimidad. Y es una amenaza para la prosperidad a largo plazo, que es la condición básica para que el capitalismo tenga éxito.

Desde que se otorgó a las empresas responsabilidad limitada en Gran Bretaña y Francia en el siglo XIX, ha habido discusiones sobre lo que la sociedad puede esperar a cambio. En las décadas de 1950 y 1960, Estados Unidos y Europa experimentaron con el capitalismo gerencial, en el cual las empresas gigantes trabajaron con el gobierno y los sindicatos y ofrecieron a los trabajadores seguridad laboral y ventajas. Pero después del estancamiento de la década de 1970, el valor para los accionistas se apoderó, ya que las empresas buscaban maximizar la riqueza de sus propietarios y, en teoría, maximizaban la eficiencia. Los sindicatos declinaron y el valor para los accionistas conquistó América, luego Europa y Japón, donde todavía está ganando terreno. A juzgar por las ganancias, ha triunfado: en Estados Unidos han aumentado del 5% del pib en 1989 al 8% ahora.

Es este marco el que está bajo asalto. Parte del ataque se trata de una disminución percibida en la ética empresarial, desde los banqueros que exigen bonos y rescates al mismo tiempo, hasta la venta de miles de millones de píldoras de opioides a los adictos. Pero la queja principal es que el valor para los accionistas produce malos resultados económicos. Las empresas que cotizan en bolsa están acusadas de una lista de pecados, desde obsesionarse con las ganancias a corto plazo hasta descuidar la inversión, explotar al personal, deprimir los salarios y no pagar las externalidades catastróficas que crean, en particular la contaminación.

No todas estas críticas son correctas. La inversión en Estados Unidos está en línea con los niveles históricos relativos al PBI, y es más alta que en la década de 1960. El horizonte temporal del mercado de valores de Estados Unidos es tan largo como siempre, a juzgar por la parte de su valor derivado de las ganancias a largo plazo. Las empresas Jam-tomorrow como Amazon y Netflix están de moda. Pero algunas de las críticas suenan ciertas. La participación de los trabajadores en el valor que las empresas crean ha disminuido. Los consumidores a menudo obtienen un mal trato y la movilidad social se ha hundido.

De todos modos, la reacción popular e intelectual contra el valor de los accionistas ya está alterando la toma de decisiones corporativas. Los jefes respaldan causas sociales que son populares entre los clientes y el personal. Las empresas están desplegando capital por razones distintas a la eficiencia: Microsoft está financiando $ 500 millones en nuevas viviendas en Seattle. El presidente Donald Trump se jacta de jefes desconcertantes sobre dónde construir fábricas. Algunos políticos esperan ir más allá. Elizabeth Warren, una contendiente demócrata para la Casa Blanca, quiere que las empresas tengan una licencia de constitución federal para que, si abusan de los intereses del personal, los clientes o las comunidades, sus licencias puedan ser revocadas. Todo esto presagia un sistema en el que las grandes empresas establecen y persiguen objetivos sociales amplios, no su estrecho interés propio.

Eso suena bien, pero el capitalismo colectivo sufre dos trampas: la falta de accountability [responsabilidad y rendición de cuentas] y la falta de dinamismo.

Considere accountability primero. No está claro cómo los gerentes deberían saber qué quiere la “sociedad” de sus empresas. Lo más probable es que los políticos, los grupos de campaña y los directores ejecutivos mismos decidan, y que la gente común no tenga voz. En los últimos 20 años, la industria y las finanzas han estado dominadas por grandes empresas, por lo que un pequeño número de líderes empresariales no representativos terminarán con un inmenso poder para establecer objetivos para la sociedad que van mucho más allá de los intereses inmediatos de su empresa.

El segundo problema es el dinamismo. El capitalismo colectivo se aleja del cambio. En un sistema dinámico, las empresas tienen que abandonar al menos algunas partes interesadas: una cantidad debe reducirse para reasignar capital y trabajadores de industrias obsoletas a nuevas. Si, por ejemplo, se aborda el cambio climático, las empresas petroleras enfrentarán enormes recortes de empleos. Los fanáticos de los gigantes corporativos de la era gerencial en la década de 1960 a menudo olvidan que AT&T estafó a los consumidores y que General Motors fabricaba automóviles obsoletos e inseguros. Ambas empresas incorporaron valores sociales que, incluso en ese momento, eran tensos. Fueron protegidos en parte porque cumplieron objetivos sociales más amplios, ya sea trabajos para toda la vida, ciencia de clase mundial o apoyo al tejido de Detroit.

La manera de hacer que el capitalismo funcione mejor para todos no es limitar la responsabilidad y el dinamismo, sino mejorarlos a ambos. Esto requiere que el propósito de las compañías sea establecido por sus dueños, no por ejecutivos o activistas. Algunos pueden obsesionarse con los objetivos a corto plazo y los resultados trimestrales, pero eso generalmente se debe a que están mal administrados. Algunos pueden seleccionar objetivos caritativos, y buena suerte para ellos. Pero la mayoría de los propietarios y empresas optarán por maximizar el valor a largo plazo, ya que es un buen negocio.

También requiere que las empresas se adapten a las preferencias cambiantes de la sociedad. Si los consumidores quieren café de comercio justo, deberían obtenerlo. Si los graduados universitarios evitan las compañías poco éticas, los empleadores tendrán que ponerse en forma. Una buena manera de hacer que las empresas sean más receptivas y responsables sería ampliar la propiedad. La proporción de hogares estadounidenses con exposición al mercado de valores (directamente o mediante fondos) es solo del 50%, y las tenencias están muy sesgadas hacia los ricos. El sistema tributario debería alentar una mayor participación en las acciones. Los beneficiarios finales de los planes de pensiones y los fondos de inversión deberían poder votar en las elecciones empresariales; este poder no debe ser subcontratado a unos pocos barones en la industria de gestión de activos.

La rendición de cuentas solo funciona si hay competencia. Esto reduce los precios, aumenta la productividad y garantiza que las empresas no puedan mantener durante mucho tiempo ganancias anormalmente altas. Además, alienta a las empresas a anticipar las preferencias cambiantes de los clientes, trabajadores y reguladores, por temor a que un rival llegue primero.

Desafortunadamente, desde la década de 1990, la consolidación ha dejado a dos tercios de las industrias en Estados Unidos más concentradas. Mientras tanto, la economía digital parece tender hacia el monopolio. Si las ganancias fueran históricamente normales y los trabajadores del sector privado obtuvieran el beneficio, los salarios serían un 6% más altos. Si echa un vistazo a la lista de los 180 signatarios estadounidenses esta semana, muchos están en industrias que son oligopolios, incluidas tarjetas de crédito, televisión por cable, venta minorista de drogas y aerolíneas, que cobran demasiado a los consumidores y tienen una reputación abismal de servicio al cliente. Como era de esperar, ninguno está interesado en reducir las barreras de entrada.

Por supuesto, una economía sana y competitiva requiere un gobierno efectivo, para hacer cumplir las normas antimonopolio, para acabar con el cabildeo y el amiguismo excesivos de hoy, para abordar el cambio climático. Esa buena política no existe en la actualidad, pero la respuesta no es empoderar a los jefes de las grandes empresas para que actúen como un conveniente sustituto. El mundo occidental necesita innovación, propiedad ampliamente difundida y empresas diversas que se adapten rápidamente a las necesidades de la sociedad. Ese es el tipo de capitalismo realmente ilustrado. Lampadia




Las Bambas: Urge una solución definitiva

Leopoldo Monzón Ugarriza
Gerente General Proesmin SAC
Lima, 03 de abril de 2019
Para Lampadia

Entre el 2015 y la fecha, PROESMIN tuvo la oportunidad de visitar el corredor minero de Apurímac-Cuzco en más de 15 oportunidades, desarrollando propuestas y estudios para distintos organismos tales como Presidencia de Consejo de Ministros, el MINEM, el Banco Mundial y empresas mineras y comunidades. En dichas visitas se identificó los siguientes factores en común:  

  • Los problemas encontrados son enfrentados de forma aislada con compromisos o promesas que no se cumplen. Lo que debe plantearse es una solución integrada para todo el corredor minero considerando todas las cuencas hidrográficas involucradas.
  • El gobierno central y las empresas mineras no han definido claramente sus roles en las zonas de explotación minera y en el corredor minero, superponiendo decisiones sin ningún tipo de planificación ni estrategia. Como consecuencia, los proyectos no prosperan, se repiten y el costo se incrementa ante la falta de articulación entre los principales actores del problema.
  • Los gobiernos regionales, provinciales, distritales y las comunidades desconocen el verdadero valor de las regalías y el canon que van a recibir durante la vida de los proyectos y cómo ese valor puede financiar un plan de desarrollo integral sostenible. Por lo tanto, no se sienten partícipes del desarrollo de las mismas. No consideran a las empresas como socias estratégicas sino como “depredadoras” económicas de sus recursos (que se llevan la mayor parte).
  • Al mismo tiempo, la población de la zona no tiene un rechazo a la actividad minera. Lo que quiere es beneficiarse con la explotación. Pero en el actual modelo del proyecto, los beneficiados son pocos, lo cual da pie a que se involucren extorsionadores, falsos defensores del medio ambiente y autoridades corruptas.
  • La dimensión territorial es un elemento clave para conocer los recursos y el potencial de las cuencas hidrográficas en el corredor minero. Sin embargo, no se considera la generación de los proyectos de infraestructura para desarrollar ese potencial. Se desarrollan soluciones parciales no sostenibles que en la mayoría de los casos no cubren las principales posibilidades del territorio.
  • La falta de expedientes de ingeniería de calidad, y muchas veces sobrevaluados, impide conseguir el financiamiento público, déficit agravado estos últimos meses por el cambio de autoridades en todos los niveles.
  • La pobreza imperante en la zona, la desnutrición, los climas fluctuantes y la falta de infraestructura son características comunes que definen a la mayoría de las comunidades.
  • La pobreza y la ausencia de las autoridades nacionales hace que las poblaciones se sientan poco vinculadas al país. Asumen que el gobierno central vela por los intereses de las empresas y no de ellos.

La única solución viable es una planificación integral de todo el corredor minero y las cuencas involucradas. Para esto, hemos considerado el desarrollo de una línea de base, formulación del modelo prospectivo, y la validación del mismo. 

A. Línea de base

  • Levantamiento de información de la situación actual de la infraestructura como carreteras, centros de salud, vivienda, comisarías, gestión integrada de recursos hídricos (agua potable, saneamiento, puntos de acopio, etc.), energía, colegios, entre otros.
  • Desarrollo del catastro de predios y el catastro de infraestructura existente
  • Levantamiento de estudios realizados, viables y no viables, en el corredor minero. Esto para no comenzar de cero, pues en varias localidades se han realizado varios estudios sobre lo mismo.

Mapa de ubicación del corredor minero

B. Modelo prospectivo

  • Visión integral de las cuencas y del corredor. Determinación de actividades por desarrollar en función a la dimensión territorial y los recursos existentes de todo tipo (agua, radiación solar, suelos, topografía, entre otros.)
  • Análisis e identificación de infraestructura por desarrollar que proporcione una solución a las brechas encontradas: sistemas de riego, plantas potabilizadoras, plantas de tratamiento de aguas residuales, represas, vías, carreteras, etc.
  • Elaboración de un plan estratégico para el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales incluyendo a todas las comunidades presentes en las distintas cuencas hidrográficas.
  • Desarrollo de un modelo de crecimiento productivo sostenible en toda la zona, implementando programas tipo Sierra Productiva que tiene mucho éxito en zonas aledañas al proyecto.

C. Validación del modelo

  • Validación social en las comunidades del plan integral de desarrollo del corredor minero, explicando cómo los proyectos que han pedido están integrados dentro de un plan y cómo saldrán de la regalía y el canon.  
  • Capacitación integral para transmitir a los pobladores que serán dueños de los proyectos y que se encargarán del mantenimiento de los mismos.

D. Desarrollo de la ingeniería

  • Preparación de la ingeniería en todas sus etapas a la medida de lo planteado y, a la validación del modelo.
  • Especificación de la inversión por cada rubro (riego, saneamiento, transporte y comunicaciones, vivienda, energía, salud educación, programas sociales sostenibles, entre otros).
  • Identificación de problemas con sus respectivas soluciones en relación a los objetivos trazados.
  • Desarrollo de los proyectos y construcción de la infraestructura integral, a través de proyectos de Inversión Pública.
  • Promoción de proyectos a través de obras por Impuestos, asociaciones público-privadas e inversión privada.

Mapa de infraestructura por desarrollar

E. Financiamiento de la inversión

El corredor minero cuenta con minas en explotación que tienen planes de minado aprobados a largo plazo. Esta información servirá de base para preparar un flujo de caja y determinar el valor presente de las utilidades que se generará por cada mina. Si se mantienen las condiciones actuales y sin considerar futuras inversiones, del valor resultante en el flujo de caja se podrá estimar las Regalías y el Impuesto a la Renta a recaudar (28%). Esto será contrastado con el presupuesto requerido para desarrollar la construcción de infraestructura básica. En base a nuestras experiencias pasadas, PROESMIN, desarrolló en el 2015 un modelo solicitado por el Banco Mundial en el que se estimó que para desarrollar la infraestructura se requerirá menos del 12% del valor presente del impuesto a la renta y las regalías del proyecto minero.

  • Por lo tanto, la inversión estimada afectará muy poco al Canon Minero y las Regalías, ya que los montos se amortizan paulatinamente en 25 años.
  • Con la garantía de las utilidades y regalías futuras, el gobierno puede salir al mercado internacional a conseguir los fondos a tasas de interés bajas para adelantar los recursos necesarios para financiar el plan.
  • Esto haría posible adelantar parte del Canon Minero y las Regalías estableciendo un fondo autónomo que ejecute el plan de desarrollo evitando la burocracia que retrasa y entorpece los procesos. La viabilidad de los proyectos se puede lograr contratando a un organismo multisectorial que asocie a consultoras nacionales de forma que estructuren el modelo de manera inmediata respondiendo a los principales problemas del territorio

Conclusión

Las Bambas es un claro ejemplo de los conflictos socio ambientales que se presentan cuando la operación minera no forma parte de un plan de desarrollo integral. La población reclama mejoras en infraestructura, servicios básicos, calidad de vida, desarrollo sostenible, empleo digno, entre otras necesidades. Lamentablemente, algunos han aprovechado la situación actual para extorsionar, manipular y beneficiarse de una cantidad ingente de recursos mal manejados por los usuarios sin ninguna planificación adecuada. Por lo tanto, es necesario que el gobierno y las empresas consideren la visión de las comunidades para plantear soluciones integrales que defiendan tanto los intereses de las poblaciones afectadas como los de la empresa y el país, con la finalidad de asegurar el desarrollo de todos. Lampadia




El gobierno destruye la potencia del ‘adelanto social’

El gobierno destruye la potencia del ‘adelanto social’

La mejor idea del gobierno para facilitar las inversiones en minería está siendo malograda por el propio gobierno. El Ministerio de Energía y Minas está apurando desembolsos y ofrecimientos de apoyo económico bajo el paraguas del ‘adelanto social’, sin vinculación alguna con el desarrollo de  proyectos mineros específicos. Esto demuestra que el gobierno no ha entendido la naturaleza y la potencia del ‘adelanto social’.

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Fuente:  andina.com.pe

Veamos por qué se configura la necesidad del adelanto social:

  • Uno de los problemas de las inversiones mineras es que normalmente se dan en zonas alejadas, mayormente en la sierra, donde las actividades productivas son fundamentalmente de sobrevivencia, de muy baja productividad y donde se adolece de malos servicios del Estado o de la inexistencia de ellos.
  • El desarrollo de un proyecto minero supone una inversión de alta tecnología y un gran impacto económico para el país y las zonas aledañas a los proyectos. Para que todos los beneficios de la inversión minera sean percibidos por la población adyacente tiene que pasar mucho tiempo, ya que hay que esperar que se haga toda la inversión y que, paulatinamente, se empiecen a producir utilidades con su consiguiente pago del impuesto a la renta, que finalmente llega a la gente mediante la utilización del canon minero que sirve para financiar infraestructuras sociales y económicas, como escuelas, centros de salud y caminos, así como programas de extensión productiva, algo que podemos llamar desarrollo social.
  • Pero, para que se inicie la inversión minera, además de los procesos de pre-inversión (como las exploraciones), hay que desarrollar los estudios de factibilidad económica, de impactos sociales y ambientales, trámites legales y, muy importantemente, los procesos que llevan a recoger, canalizar y conseguir el apoyo de la población. Todo esto toma mucho tiempo y es difícil que la población pueda proyectarse en el futuro para medir las eventuales contribuciones de un proyecto a su calidad de vida. Máxime si, al mismo tiempo, tienen que superar los efectos de la manipulación política de los anti-mineros, que hacen todo lo posible para evitar las inversiones.  

¿Cómo se superan estas limitaciones de un buen ambiente pro-inversión?

¡Manya! – Con el ‘Adelanto Social’

Pero, para convertir el ‘adelanto social’ en un mecanismo positivo y no una caricatura inútil, como la que está dibujando el gobierno, hay que hacer una buena definición del concepto y aplicarla con rigurosidad. En Lampadia entendemos el ‘adelanto social’ de la siguiente manera:

Que en la zona de influencia de un proyecto minero, se desarrollen en paralelo la inversión minera y la inversión social.

Para ello hay que definir el siguiente proceso:

Proceso de desarrollo del ‘adelanto social’

  • Evaluar las necesidades de desarrollo socio-económico de la zona del proyecto minero, una vez que tome cuerpo la posibilidad de una  inversión minera de cierta magnitud
  • Mientras se hacen los estudios para la inversión minera, se deben desarrollar en paralelo los estudios de un eventual programa de ‘apoyo social’
  • Una vez definida la viabilidad del proyecto minero,  tanto económica, ambiental y socialmente, el Estado puede proyectar la generación de canon del proyecto para la región, y delimitar los componentes del programa de ‘adelanto social’ que puedan financiarse con, digamos, un 20 a 30% del valor presente del flujo esperado de canon del proyecto
  • Fijada la inversión minera definitiva, el Estado debe crear un fideicomiso como el vehículo que canalice el financiamiento del ‘adelanto social’
  • El fideicomiso puede financiarse de múltiples formas y no debería representar una dificultad mayor
  • El inicio de la inversión minera debería darse en paralelo con el desarrollo del programa social que se expresaría a través del ‘adelanto social’

Pero, probablemente, lo más importante del ‘adelanto social’ es que permite viabilizar el desarrollo integral de la zona de influencia del proyecto minero, con el aporte de la inversión privada y sus impactos directos e indirectos, y con el aporte de la inversión pública, vía el ‘adelanto social’.

Estas inversiones conjuntas determinan un incentivo muy importante para la evaluación de los proyectos mineros. Permiten que esta se haga con la mayor objetividad posible, contrarrestando las interferencias políticas y disminuyendo la posibilidad de que inversiones positivas para la región y el país, puedan ser rechazadas sin un buen análisis de pros y contras, dificultado por la manipulación política.

La idea es que el proceso de aprobación de la inversión minera, incluyendo las instancias de participación de la población de la zona, se haga en paralelo a la definición del programa de ‘adelanto social’.

En otras palabras, si la población rechaza la inversión minera, estaría rechazando al mismo tiempo el ‘adelanto social’. La llamada ‘licencia social’ implicaría la aprobación conjunta de la inversión minera y de la inversión del programa de ‘adelanto social’, o salen ambas, o se frustran ambas.

Plan de Gobierno de PPK

Una gran idea incluida en el programa de gobierno del Partido PPK, pero que su gobierno no ha sabido definir, ni llevar a cabo. Peor aún, está destruyendo el concepto y, quién sabe, su mejor estrategia para viabilizar la muy necesaria inversión minera.

Demandamos: una inmediata rectificación de las acciones equivocadas que hemos señalado, definir en detalle el mecanismo del ‘adelanto social’ (‘Que en la zona de influencia de un proyecto minero, se desarrollen, en paralelo, la inversión minera y la inversión social’), comunicarlo a la población y a los medios y ponerlo en marcha con coherencia y disciplina. Lampadia




EL MODELO SÍ FUNCIONA: Es pro pobre y llega hasta la Sierra Rural

En Lampadia hemos presentado innumerables publicaciones que demuestran que desde la aprobación popular y promulgación de la Constitución de 1993, con la que regresa la inversión privada al Perú después de 30 años de proscripción, la economía y los indicadores sociales de los peruanos mejoraron sustancialmente. Ver:

También hemos desatacado todo lo que falta por hacer en desarrollo económico y social, y con especial énfasis, en desarrollo institucional. Para relievar este último aspecto, hemos creado una biblioteca virtual especializada en las grandes reformas institucionales que debemos desarrollar. Ver: Estado del Siglo XXI.

En esta ocasión presentamos una animación que refleja los indicadores más saltantes del excelente libro de investigación de Richard Webb: Conexión y Despegue Rural. Entre los indicadores que presenta Webb, están el aumento del jornal, el mayor valor de los predios rurales, la disminución de los tiempos de viaje hacia los mercados por la mayor conectividad y la positiva evolución de los ingresos del sector rural, después de estar estancados por 100 años.

Como explica Webb, desde el año 1900 hasta 1994 los ingresos de los habitantes del Perú rural crecieron solo en 1.4% anual promedio. Sin embargo, desde 1994 empezaron a crecer a un ritmo de 7.2% por año.

Ver nuestra primera animación sobre: Los Testimonios de la Prosperidad

Desde los albores del nuevo siglo, en que se consolidó nuestro proceso de crecimiento, las realizaciones del Perú, nuestro sorprendente volteretazo económico y social, y de alguna manera el ‘modelo’ que supuestamente lo representa, ha sido bombardeado y negado por todas las izquierdas. Ver en Lampadia: Realidad vs. Negacionismo, Mentiras y Complacencia. Así fue que el 2011, después de haber tenido una década de crecimiento con inclusión, en que crecimos más que todos los países de la región y de buena parte del mundo, elegimos un gobierno que negaba nuestros desarrollos ofreciendo un proyecto de inclusión.

Como todos sabemos ahora, lo que nos dieron fue

‘Cinco años sin crecimiento y sin inclusión’.

Hoy, en la campaña electoral, los mismos personajes que negaron todo, y sorprendentemente, algunos más, con la colaboración de alguna encuestadora como GFK, y medios de comunicación como La República y el diario Gestión, están ‘dale que dale’ al San Benito de que el ‘modelo’ terminó, que no produjo bienestar y que tenemos que reemprender las políticas públicas que nos hicieron pobres y retardatarios. Incluso algunos candidatos han revivido la monserga del cambio de Constitución, que lo único que aportaría, sería dos años de parálisis y seguramente los cambios que nos llevarían a sus visiones decimonónicas.

No sorprende, que todas las izquierdas fueran las que, en conjunto, sin excepción alguna, firmaran y presentaran, en agosto del 2012, al Presidente de la República, su mamotreto: ‘Una nueva minería’. Este documento es una propuesta para que el Perú adopte los planteamientos del ‘pos-extractivismo’. (Ver en Lampadia: Pos-Extractivismo: Autarquía y empobrecimiento). Unas ideas anti modernas y anti desarrollo, que proponen disminuir la producción de bienes y servicios a la mínima expresión posible, solo lo necesario para sobrevivir en una suerte de Edad Media, en la que nuestros amos, o señores feudales, serían las cúpulas de las despistadas y confundidas izquierdas tradicionales. (Lamentablemente, todavía no tenemos ninguna izquierda moderna que entienda el mundo en que vivimos).

Esta estrambótica teoría promovida por un par de aventureros europeos y un uruguayo, pretende por ejemplo: que no exportemos alimentos, que sembremos solo lo que necesitamos para comer y, quien sabe para algunos de nuestros vecinos, si se suman al mismo ‘pensamiento’ neo-ludista. Ver en Lampadia: “Fuera de la ideología todo es ilusión” (I).

El negacionismo de las izquierdas pasó por cuestionar el crecimiento, la reducción de la pobreza, la disminución de la desigualdad y, entre otras aseveraciones, el aislamiento del sector rural. La verdad es todo lo contrario, en resumen podemos afirmar, como en su momento lo hizo el BID, que nuestro crecimiento ha sido pro-pobre, pro-clase media y, como demuestra Webb, también pro-sector rural.

Cuando los peruanos ponemos nuestra cabeza en la almohada, nos apartamos del lenguaje social, de lo políticamente correcto y de la vocación por el reclamo y la queja. Solos, todos sabemos lo que necesitamos para tener vidas prósperas, así como las realizaciones de los últimos 25 años. Nuestros jóvenes sabían lo que necesitaban, cuando pensaban migrar a economías de mercado como las de EEUU, España e Italia antes de la crisis y Chile antes de Bachelet 2. Hoy en su patria, con sus familias, con sus amigos y su comida, saben lo que necesitan, que no es otra cosa que lo que imaginaron conseguir, mediante su sacrificio y entrega personal, en el exterior. Ahora pueden obtener todo ello y más en el Perú. Solo tienen que votar con la sabiduría y el espíritu de sus propias almohadas. Lampadia




Política ambiental para multiplicarnos por cinco

Política ambiental para multiplicarnos por cinco

Después de la COP20, el gobierno festeja su éxito mientras unos aplauden y otros critican. Sin embargo, pocos explican a los ciudadanos las implicancias de los acuerdos y desacuerdos de la cumbre. Mucho menos los impactos que tendrían en nuestros intereses de largo plazo, más allá del tema ambiental.

El Perú tiene por delante imperiosas agendas de acción en distintos planos que, para el caso, podemos resumir en: lograr un mayor crecimiento económico (o creación de riqueza), superar la pobreza y disminuir la desigualdad en forma duradera, y alcanzar un desarrollo social y ambiental sostenible.

De hoy al 2050 el Perú deberá multiplicar su PBI per cápita por cinco y nuestra PEA se incrementará en 40%. ¿Podemos hacerlo sin mayores emisiones de CO2? ¡NO! A diferencia del Perú, Alemania disminuirá su población en edad de trabajar (PEA) en un 30%, Japón en un 40%, Corea del Sur en 30% y China en 7%. (Ver en Lampadia (L): HSBC “The World in 2050”). Dichos países si pueden disminuir emisiones “brutas”, nosotros no.
En este contexto, ¿Cómo debemos abordar el tema ambiental?
Como hemos señalado antes del evento (ver en (L): El Perú tiene que abordar la COP20 con sus cinco sentidos bien puestos), nuestra posición sobre el tema ambiental debiera ser producto de un análisis estratégico que sepa conjugar los distintos intereses nacionales. Puede ser entendible, que el Perú como país anfitrión, haya tenido que navegar con la corriente prevaleciente durante la COP20 y no haya podido plantear una posición singular.
Pero ahora, ya no podemos saltarnos la obligación de promover un debate “multi-objetivo” que permita asumir una posición ambiental compartida de largo plazo en el contexto del conjunto de nuestros intereses. Con esta mentalidad, Lampadia presenta a continuación unos lineamientos de las acciones estratégicas que debiéramos resolver antes de llegar a la COP21 en París con compromisos serios.
Acciones Estratégicas

  1. Proyección de la actividad económica para que, al 2050, podamos multiplicar nuestro PBI per cápita por cinco.
  2. Cálculo del impacto en emisiones adicionales (brutas) para lograr el objetivo anterior.
  3. Inventario de la capacidad del Perú para compensar o contrarrestar las emisiones adicionales de modo que nuestras “emisiones netas” puedan ser iguales a cero. (Para este propósito definimos una emisión neta como una emisión de CO2 compensada mediante acciones que disminuyan los impactos ambientales). 
  4. Elementos a considerar en el inventario de compensación:
    • Reforestación
    • Limpieza de todas nuestras aguas: Mar, ríos y lagos o cochas
    • Reciclaje de las aguas servidas
    • Disminución de la pérdida de agua dulce:
      • Reestructuración de Sedapal y de todas las empresas de saneamiento
      • Construcción de reservorios
      • Transvases de aguas
      • Aprovechamiento de las aguas permanentes apoyando el  desarrollo de “Sierra Productiva”
    • Mejoramiento del transporte público y masificación del uso de gas natural
    • Construcción de vías férreas que privilegien el uso de gas natural
    • Desarrollo de nuestro potencial hidroeléctrico
    • Promoción del uso de fuentes no tradicionales de energía
  5. Incluir en la agenda climática la necesidad de invertir y desarrollar tecnologías que permitan:
  6. OFRECER: “Emisiones Netas Cero”
  7. Si el inventario lo permite, ofrecer:
    “El compromiso de que por cada parte de emisión bruta que generemos, compensemos o hagamos las acciones que la contrarresten en 1.5 o 2.0 partes equivalentes”.

Los peruanos tenemos que diseñar nuestro futuro con imaginación, análisis y acciones conjuntas que nos lleven al bienestar general. Cuidado con el tema ambiental, todavía hay mucho por evaluar. Lampadia